Listín Diario 10-10-2021
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20<br />
4 THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY<br />
SÁBADO DOMINGO 9 DE <strong>10</strong> DE OCTUBRE DE DE <strong>2021</strong><br />
EL MUNDO<br />
Para reflexionar<br />
sobre el trabajo<br />
y sobre no trabajar.<br />
HENNING BAGGER/AGENCE FRANCE-PRESSE, VÍA RITZAU SCANPIX/AFP VÍA GETTY IMAGES<br />
Un lienzo en blanco, de Jens Haaning, titulado Take the Money and Run, en un museo de Aalborg, Dinamarca.<br />
¿Un vil robo o una expresión artística?<br />
Por CORA ENGELBRECHT<br />
y JASMINA NIELSEN<br />
El título de la obra de arte ofrecía<br />
una pista de las intenciones del<br />
artista: Take the Money and Run<br />
(Toma el dinero y corre).<br />
Un museo danés le dio alrededor<br />
MISIVA<br />
de 83 mil dólares a<br />
un artista para que<br />
reprodujera un par<br />
de obras que mostraban el dinero,<br />
como un reflejo de la naturaleza<br />
del trabajo en el mundo moderno.<br />
En lugar de ello, Jens Haaning,<br />
el artista, entregó dos lienzos en<br />
blanco sin una pizca de dinero a<br />
la vista, que están incluidos en la<br />
exposición inaugurada el mes pasado<br />
en el Museo Kunsten de Arte<br />
Moderno.<br />
Haaning admite que casi no hizo<br />
ningún trabajo real en el proyecto<br />
tras recibir un encargo del museo,<br />
en la ciudad norteña de Aalborg, pero<br />
dice que se quedará con el dinero<br />
—en nombre del arte, por supuesto.<br />
“Esto es una obra de arte si me<br />
quedo con el dinero”, dijo Haaning.<br />
“Creo que he creado una<br />
obra de arte buena y relevante,<br />
que podría ser colgada en la pared”.<br />
La reacción del Museo Kunsten<br />
ha sido mixta, al menos públicamente.<br />
Dejando de lado los méritos artísticos,<br />
Haaning no cumplió con<br />
su encargo original, dijo Lasse Andersson,<br />
director del museo. Explicó<br />
que el artista recibió 532 mil 549<br />
coronas danesas para reproducir<br />
dos de sus obras anteriores, en las<br />
que había enmarcado montones<br />
de coronas y billetes de euros para<br />
representar los salarios anuales<br />
percibidos por trabajadores en<br />
Austria y Dinamarca.<br />
Por lo tanto, el museo espera<br />
que, después de que la exhibición<br />
cierre en enero, Haaning (cuyo<br />
pago real por el encargo había sido<br />
fijado en <strong>10</strong> mil coronas, menos<br />
de mil 600 dólares, más gastos)<br />
devuelva el dinero que se suponía<br />
estaría contenido en las obras de<br />
arte, dijo Andersson.<br />
De lo contrario, agregó, está<br />
preparado para emprender acción<br />
legal.<br />
Pero por ahora, el museo le sigue<br />
el juego. Andersson dijo que<br />
el ardid de Haaning era acorde al<br />
espíritu de la comisión, que era<br />
generar reflexiones sobre cómo<br />
y por qué trabaja la gente por<br />
dinero.<br />
“El trabajo es interesante para<br />
mí”, dijo Andersson. “Es en parte<br />
un comentario humorístico: ¿por<br />
qué trabajamos, qué tiene de satisfactorio<br />
ser bueno en algo?”.<br />
Pero algunos no estaban tan entusiasmados,<br />
de acuerdo con otro<br />
artista de la exhibición, John Korner,<br />
que estaba en el museo cuando<br />
la obra de Haaning fue entregada.<br />
“Los curadores estaban claramente<br />
decepcionados”, dijo. “No<br />
sé qué esperaban. De hecho, me<br />
pidieron mi opinión, tal vez porque<br />
yo era el único artista en el museo<br />
en ese momento”.<br />
La creación más reciente de<br />
Haaning no ha sorprendido a quienes<br />
están familiarizados con su<br />
trabajo.<br />
“Es el máximo embustero”, dijo<br />
Merete Jankowski, historiadora<br />
del arte y excolaboradora de Haaning.<br />
El ardid reflejó algunas de sus<br />
representaciones anteriores.<br />
“Es una forma de crear una obra<br />
de arte para un museo, lo cual ha<br />
hecho muchas veces antes, y creo<br />
que eso ha sido pasado por alto.<br />
Intenten hacer una búsqueda en<br />
Google de Jens Haaning y vean lo<br />
que ha hecho antes —¿cómo puede<br />
ser esto una sorpresa?”, expresó<br />
Jankowski.<br />
Qatar<br />
acapara<br />
reflectores<br />
Viene de la página 1<br />
al-Thani, de 41 años.<br />
“Muchos países se han ofrecido<br />
para ayudar en los esfuerzos de<br />
evacuación y reubicación en Afganistán,<br />
pero ningún país ha hecho<br />
más que Qatar”, dijo Blinken en Doha.<br />
“La colaboración entre Qatar y<br />
Estados Unidos nunca ha sido más<br />
fuerte”.<br />
De pie a su lado, el ministro de<br />
Relaciones Exteriores de Qatar,<br />
Mohammed bin Abdulrahman<br />
al-Thani, llamó a EE. UU. “nuestro<br />
aliado más importante”.<br />
El momento soleado, ante una<br />
serie de banderas de EE. UU. y Qatar,<br />
marcó un cambio radical en las<br />
relaciones bilaterales respecto a la<br />
Administración anterior, que en un<br />
principio había apoyado un bloqueo<br />
contra Qatar por parte de Arabia<br />
Saudita, Emiratos Árabes Unidos,<br />
Bahréin y Egipto. Esos países, respaldados<br />
por el presidente Donald<br />
Michael Crowley contribuyó con<br />
información para este artículo.<br />
VICTOR J. BLUE PARA THE NEW YORK TIMES<br />
Desde la toma de poder del talibán, Qatar envió toneladas de<br />
ayuda a Afganistán. Un avión qatarí despega de Kabul.<br />
J. Trump, acusaron a Qatar de apoyar<br />
el terrorismo e interferir en los<br />
asuntos internos de otros Estados<br />
árabes, acusaciones que Qatar negó.<br />
El bloqueo terminó a principios<br />
del año, antes de la toma de posesión<br />
de Biden.<br />
Ahora son las buenas relaciones<br />
de Qatar con descarriados como los<br />
talibanes e Irán —relaciones que<br />
contribuyeron a las acusaciones de<br />
apoyar el terrorismo— las que lo<br />
han vuelto invaluable como intermediario,<br />
lo que le permite a Qatar<br />
promover lo que llama “diplomacia<br />
preventiva”.<br />
“A veces, un tamaño pequeño<br />
te permite, de hecho, desempeñar<br />
precisamente ese papel, porque no<br />
estás intimidando a nadie”, dijo la<br />
ministra adjunta de Relaciones Exteriores<br />
de Qatar, Lolwah Al-Khater.<br />
“No vamos a librar una guerra<br />
contra nadie”.<br />
Qatar, que tiene alrededor de 300<br />
mil ciudadanos, comparte un enorme<br />
yacimiento de gas natural con<br />
Irán, lo que le da a su población un<br />
FOTOGRAFÍA POR OLIVIER DOULIERY<br />
Antony J. Blinken, secretario de Estado de EE. UU. (izq.), se<br />
reunió con funcionarios qataríes en Doha el mes pasado.<br />
ingreso per cápita de más de 90 mil<br />
dólares al año, uno de los más altos<br />
del mundo, según con el CIA World<br />
Factbook. Ha utilizado ese dinero<br />
para promover su visión de la región<br />
—que incluye a islamistas políticos—<br />
a través de Al Jazeera, la red<br />
satelital árabe de su propiedad, y<br />
para presentar la candidatura para<br />
ser sede de la Copa del Mundo 2022.<br />
En el camino, ha mantenido vínculos<br />
con una variedad de grupos<br />
islamistas, incluyendo milicianos<br />
palestinos Hamas en Gaza, la Hermandad<br />
Musulmana en Egipto<br />
y el talibán en Afganistán. Estos<br />
vínculos han resultado útiles para<br />
Occidente, que los ha utilizado para<br />
negociar liberaciones de rehenes<br />
en países como Siria.<br />
Desde que la embajada estadounidense<br />
en Kabul fue evacuada en<br />
agosto, EE. UU. ha trasladado sus<br />
operaciones diplomáticas afganas<br />
a Doha.<br />
“No hay duda de que han jugado<br />
bien sus cartas”, declaró Stephens,<br />
el experto en política del Golfo.