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TREINTA

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Presentación

Mario Toral - Artista Visual

Es un lugar común manifestar que el arte es una actividad

individual y esto nos hace respetar esa diversidad que involucre.

Hace parte del “gusto”. Pero de allí a luchar por lo

que no es nuestra preferencia, el camino es largo. Lo que

nos gusta está en primer plano, cerca de la orquesta de

donde nos vienen ecos de otras vidas, mayormente las

nuestras, pero siempre muy cerca de nosotros.

Atrás en nuestro escenario, detrás de los protagonistas,

están aquellos por los cuales tenemos respeto, incluso admiramos,

pero sus voces son distantes u ofrecidas por las

“primas donas” en nuestro entendimiento de la proximidad

circunstancial que vivimos (por los tiempos que pueda

cambiar, por la proximidad con los hechos que estamos viviendo,

por los círculos culturales que nos apasionan en una

especie de actualidad), pero vulnerables a la libertad que el

arte conlleva.

Pero las comparsas de atrás, menos iluminadas, algunas

de incógnito, no iluminadas por los focos que dan relieve a

las que se acercan a la contemporaneidad, están ellas en

las sombras. Esperan pacientemente, pues la hora del relevo

está a la vuelta de la esquina para el que quiere ver

más que la actualidad, la moda o las preguntas y respuestas

a la carta.

Creo que Jorge Berríos, en la “Mise en scene” del proscenio

que dirige en Casa Autónoma, Arte y Cultura de la Universidad

Autónoma de Chile, ha dilucidado con grandeza este

proceso circular de mostrar las obras que están a la página

y las otras que emergen a la superficie y reemplazarán a

las que se retirarán tras las bambalinas y esperan para la

nueva marea de las ideas que surgen, se retiran y vuelven

a surgir.

Con sabia percepción ha roto las barreras de la edad, de

los estilos formales, de las utopías diferentes, no solo la diversidad

de lo presente sino también el enunciado de la

diversidad que vendrá, semilla de toda obra de arte.

De la misma posición, nuestro mayor amigo y enemigo,

la técnica, se muestra siempre en el mismo peldaño de la

creación. Si la técnica está al servicio de la imagen, la alfombra

mágica de seda, lana o algodón, es la que hace

viajar al creador pero también al artista plástico, con ideas

más abstractas.

Esplendores diferentes que todos iluminan, certifican lo que

Gertrude Stein dijo una vez: “Lo único superior a la belleza es

el cambio”. Esta sala de exposiciones es y será un granero de

ideas, algunas con raíces o ecos del pasado, otras con visión

a un futuro incierto, otras con la armonía y paz que proporciona

el equilibrio. Todas han entrado en esta gran Arca de

Noé que ha sido generosamente abierta a nuestro alcance

para que la estirpe no sea derrotada. Una vez en una Universidad

manifesté a los jóvenes: “A la Universidad se entra para

recibir y se egresa para dar”. Berríos le ha dado plenamente,

con gran espíritu creativo y generosidad, este mensaje al

transeúnte o visitante de la Casa Autónoma, Arte y Cultura,

como a los alumnos que aquí están recibiendo y que el día

de mañana lo retribuyan a una nueva generación, como

ellos lo han sido ahora.

2


3


Prólogo

Jorge Berríos Rodríguez

Gestor Cultural

Casa Autónoma, Arte y Cultura

Este libro, denominado “30 artistas

visuales, escritos de arte y experiencias

creativas” nace como un compendio

que reúne los últimos cinco

años de mi labor como curador de exposiciones

en diferentes galerías, salas

y en Casa Autónoma, Arte y Cultura de

la Universidad Autónoma de Chile.

En síntesis, es la apreciación de 30

obras de igual número de artistas. Es

la percepción de cada pieza y, en parte,

un análisis descriptivo de la forma

en que los autores enfrentan el proceso

artístico creativo.

Como cierre del libro hay un glosario

técnico de términos usados en los relatos

de las obras y que podrán ayudar

a la mejor comprensión de sus significados

y técnicas.

El objetivo de esta publicación es acercar

a más personas, de un modo más

afectivo, al mundo del arte, destacando

el proceso de creación de estos notables

artistas visuales de ayer y hoy,

que entregan su visión de mundo de

maneras tan diversas en el imaginario

y en lo técnico, y que nos invitan a

adentrarnos en el pensamiento visual

de la divergencia y la creación más

profunda.

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Carmen Aldunate

Artista Visual

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“La persistencia del tiempo”

Hablar de la obra de Carmen Aldunate

es ciertamente una instancia compleja,

no solo porque los grandes historiadores

y esteticistas latinoamericanos

han escrito sobre su enigmática cosmogonía,

su prisma existencial de seres

solemnes, su parnaso de historias

crípticas que cuesta encontrarle un

rumbo definido, más allá de las capacidades

gráficas, colorísticas y representativas

que ofrece su historia plástica.

La claridad aparente de un mundo lleno

de perfecciones estilísticas se funde

con una nube de reflexiones que más

que certezas entregan incertidumbres

y se abren a espacios recónditos

del ser, como en “La amortajada” de

María Luisa Bombal, en que la mujer

en su lecho de muerte rememora en

cada uno de sus visitantes las historias

que la atan a esas vidas. Aquí las

mujeres como eje central de su obra

hablan y vinculan al espectador en un

asalto a su imaginario, que se devela

en cada uno de los intentos visuales

que los fugaces actores de la muestra

realizan al escenario montado por Carmen

Aldunate. Esta exposición es un

recorrido por varias etapas y técnicas

de la artista; óleo, gráfica y modelado,

manteniendo en todas ellas el vigor y

la fuerza creativa de intentos tempranos,

no se amilana la presencia latente

de la imagen por el camino recorrido.

Tal vez ella se hace las mismas preguntas

desde que inició el camino de

la creación, pero como el perro que se

trata de alcanzar la cola y que nunca

lo logra siente que cada vez está más

cerca y que cada revoloteo le esgrime

un sentido diferente al hacer diario de

una vida dedicada afanosamente al

arte, casi como un apostolado autoinfringido

dictado por el temperamento

de una artista que ha recorrido un camino

inefable, persistente en el tiempo

como su mirada, su iconografía, su

mundo.

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Carmen

Aldunate

“Esta obra es una pintura en óleo sobre tela. Generalmente

tiendo a realizar un boceto, en este caso fue un dibujo con

lápiz grafito al cual apliqué un fijador para que no se saliera

al aplicar la pintura. Posteriormente le saco fotos porque

así veo cómo se desarrolla el proceso, ya que cambia a otra

cosa totalmente distinta al dibujo original. El resultado es

muy diferente, se va enriqueciendo al ir trabajando; soy

muy obsesiva en eso. Debo precisar que le tengo terror a la

tela en blanco, siempre parto rayando o tirando aguadas a

la tela para sacarme ese miedo”.

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“9 p.m.”, óleo sobre tela

70x90 cm

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Germán Arestizábal

Artista Visual

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“Ensambles bohemios”

El mundo de Germán Arestizábal, porque

más allá de su imaginario plasmado

principalmente en la técnica

gráfica es ciertamente un mundo, con

sus propias reglas, sus formas de humor,

pasión, reproches y desamores

que se juntan en una alacena y luego

se echan en un centrífuga que solo

él sabe manejar. El lápiz de color ha

sido el instrumento principal utilizado

en su trayectoria como artista y con

el que ha armado esta batahola de

personajes del inconsciente colectivo

del cine, jazz, animales y personajes

noctámbulos que merodean un lugar

incierto ubicado quién sabe dónde.

La aplicación de colores sutiles en

las figuras y espacios recrea escenas

que se interconectan a veces como

un relato cortaziano, que se abren y

cierran como flashback de una obra

vertiginosa. La técnica depurada hasta

la perfección no admite reparos

a la hora de la elaboración. Si bien la

pieza teatral tratada puede rondar el

disparate, la conjunción por ejemplo

de un lavabo zoomorfo tendrá la delicadeza

de una doncella que se hunde

en las aguas de un manantial quieto,

siempre la maestría estará presente al

crear, unir, velar o delinear los detalles

como un principio relevante de toda

la obra. En esta muestra Arestizábal

se reinventa colorística y conceptualmente,

aplica técnicas mixtas y una

iconografía que tiene reminiscencias

de obras anteriores en que no dejan

de estar presentes el cine y el jazz. Su

relato plástico se hace más complejo,

menos literario y con una mayor dosis

de ironía, en que nos enfrenta al juego

plástico en que se inserta el gato Félix,

con íconos como Miles Davis o Marlene

Dietrich, golpeando nuestra capacidad

lúdica y de remembranza. Los trazos

de color son de un grosor que delimita

las formas y en otras simplemente

las interviene como sugerencias de

sombras de tonalidades oscuras que

acompañan el reparto iconográfico,

limitando la paleta y aumentando los

contrastes tonales. Arestizábal es un

artista muy singular de la plástica chilena;

siempre sorprende y nos devela

nuevas historias, como un Lewis Carrol

del siglo XXI con su sombrero alone y

la rebeldía de un Mercury Coupe, ese

que llevó al Olimpo a James Dean y

que deja huellas de melodías sincopadas

de Charlie Parker.

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Germán

Arestizábal

“Parto con una idea vaga y me voy aproximando con cosas

que encuentro, frotagges, texturas, figuras que luego las

configuro como un guion de película. Ocupo el material

que vaya saliendo; prefiero los lápices de colores más luminosos

que tenga, me interesa más la luz que el color. Tuve

desde niño una buena cultura de cine y de música, sobre

todo de jazz, eso lo mezclé con la caricatura y las bromas.

Me gustaba mucho la revista “Topaze”. Algo que me influyó

sobremanera en el periodo del colegio fue que las películas

no las cambiaban tan rápido como ahora, entonces podía

estar un mes en cartelera la misma película y fácilmente

las veía tres veces y eso me quedó grabado”.

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“To be or not to bop”, lápiz y tinta sobre papel

70x50 cm

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Oscar Barra

Artista Visual

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“Fiebre de máquinas y críptidos”

El color da vida a figuras, seres y máquinas

de tiempos indeterminados;

el fino pincel y el trazo delicado dan

forma a una fauna metafórica creada

desde la fantasía infinita de Oscar Barra.

Se presentan estos paisajes vívidos

de habitantes mágicos como un

mundo futurista encriptado en una

alegoría pictórica de la Edad Media,

donde el artesano inquieto de mano

fluida da vida a la más críptica de

las historias que encierra su páramo

mental, siempre establece un orden

de planos subyacentes que hacen

reconocibles sus distinguidos trazos,

fondos y figuras resaltadas por un

cromatismo poco común en el prisma

del círculo plástico de este lado

de la cordillera. El detalle de la lisura

en la aplicación del pigmento es notable,

adormece los colores crudos

hermanándolos en un entretejido

sumamente delicado con lo que crea

una ambientación de corte afectivo

para el espectador. El interno com-

promiso creador del artista le obliga

al relato plástico de manera apasionada,

como una enfermedad incurable

que le induce a diario a tratarse

para que salga el tren de la estación

central de su imaginario, cargado en

sus vagones de caminantes, insectos

fractales, granos de polen, escafandras

espaciales, vehículos asimétricos

y animales refractarios que se cobijan

y saltan entre los contenedores

tirados por una máquina humeante

zoomorfa que avanza acelerada por

los durmientes y rieles que el dibujo

apurado de Oscar Barra va escribiendo

delante, de manera urgente para

que no se salga de la Vía Apia que ha

fabricado en este afán irresistible de

encontrar la estación colorida que le

dé calma a la desesperada fiebre que

le afecta y así poder controlar el impulsivo

mundo de imágenes que le

asalta de manera diaria y que le encumbra

como un papalote único de

nuestra plástica nacional.

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Oscar

Barra

“Maté el blanco de la tela con negro, puse la tela horizontal...

coloqué pigmento acrílico aguado y plástico de bolsa

sobre este, dos veces con diferente color, una vez seco lo

puse vertical... y con brocha pinté diferentes áreas de color

bien delimitadas (para eso uso masking tape). La pintura

debe estar tal y como sale del pomo... se mezclan los colores

con un pincel seco... y lo más importante... las brochas

secas. Luego dibujo con lápiz de tinta indeleble negro... al

agua, con un color muy oscuro o negro pinto las zonas de

sombra para dar volumen y luego pongo los colores pintando

desde lo más claro hasta lo más oscuro. Siempre con

pincel seco y pigmento sin una gota de agua para lograr

degradaciones y el volumen. Pasan varios días y puedo disfrutar

de mi obra terminada”.

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“Agnostos theos”, acrílico sobre tela

200x150 cm

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Ernesto Barreda

Artista Visual

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“Los espacios del silencio”

Ernesto Barreda, de profesión arquitecto

en la que desarrolló un trabajo

que hoy podemos apreciar de forma

icónica en nuestra capital como lo son

sus edificios Torre Santa María, Hotel

Crowne Plaza y Hotel Sheraton, entre

muchas otras edificaciones, obras

que marcaron época. Esta destacada

línea de su trabajo se emparenta con

su labor de artista visual, en que las

líneas y espacios propios del diseño

arquitectónico los traslada al soporte

de la tela y el papel, acompañados en

ocasiones de personajes noctámbulos,

serenos, misteriosos muchas veces,

como observadores de las construcciones

sólidas que siempre tienen

entradas de luces de amanecer o

atardeceres que como contrapunto

generan largas sombras que dan un

tono surrealista a sus composiciones.

Desde sus primeras obras de puertas

y ventanas antiguas que llevan el pasado

en su textura, Ernesto Barreda

plasmó su ser más nostálgico y llevó

los pequeños detalles a transformarlos

en obras de arte, sutilezas que

como pocos supo abrazar y de lo cual

disfrutaba plenamente entregándoles

el respeto que se merecían, como

cualquier tema épico o ícono cultural.

También gustó de los jardines de enredaderas

y árboles que son fiestas de

movimientos en los que la brisa parece

dar vida a las formas orgánicas en

medio de construcciones cerradas o

abiertas, con un notable dibujo que

solo su agudo ojo trazador de líneas y

perspectivas aéreas podía ver de una

manera especial, como si un dron

mental hubiese guiado la mano del

artista. Los colores atemperados tenían

una línea tonal más cerca de los

cálidos que de los fríos, aunque en

ocasiones aplicaba colores más vívidos

de acuerdo a si la composición

lo requería, pudiendo ubicar rojos o

azules crudos como mantos en el inmobiliario

o las fachadas de casas. Ernesto

Barreda es un artista de la urbe

que rescata los espacios silentes de la

ciudad, la búsqueda de la calma plena

que una vida agitada como la suya

deseaba febrilmente y que por suma

llevó en su abrigo, solapa llena de distinciones

y de reconocimientos en el

mundo del arte, ese que vivió piso a

piso como la más alta de las construcciones.

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Ernesto

Barreda

“Mis primeras obras fueron fachadas de casas y ventanas

a mal traer, que eran obras casi abstractas para mí porque

tenían mucha textura y colores terrosos. Buscaba dar luces

y contrastes a un tema simple. Veía siempre las poblaciones

callampas a orillas del Mapocho, y a eso que sentía tan

ajeno a mi realidad trataba de darle nobleza”.

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“Pensamiento griego”, óleo sobre tela

160x120 cm

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José Basso

Artista Visual

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“El color y sonido del llano”

Ha transitado por el camino de la instalación

y el concepto en los años 70

y 80. Preciso esto ya que su trabajo

iconográfico más conocido está ligado

al paisaje, pero menciono la propuesta

visual de aquellos años dado

que es un periodo profundamente

crítico en la escena social chilena. La

dictadura mordía a todos aquellos

que tuviesen perfume de ideas progresistas

o que no coincidieran con

la reglamentación del momento, que

se imponía de manera inconsulta,

apoyada mediante la violencia más

feroz que se recuerde en la historia

de nuestros gobiernos. Por ello realiza

series de grabados, fotografías y

dibujos que hacen un llamado silente

desde lo recóndito del ser artístico de

José Basso a la denuncia, al golpe, al

dolor que esperaba traicioneramente

tras el muro del callejón agazapado

para hundir su corvo en el corazón

de un creador desesperanzado. Pero

esa parte conceptual y minimalista,

en los años 90 se ve continuada por

un paisaje crepuscular, lleno de un

simbolismo metafísico, en el que uno

o dos elementos, ya sea una casa, un

árbol o un barco, se pierden en la lejanía

como si el espectador fuese a

una alta velocidad, fijando la vista en

el remoto centro de interés que permanece

inmóvil sobre una llanura de

color finamente elaborada, haciendo

un pasaje de tonalidades que van

desde la suave sombra a la cromaticidad

lumínica del color en su expresión

mayor. La planicie se ve asaltada

por la apertura parcial de nubes en la

que se filtran supuestos rayos de sol

que pegan en el campo abierto o en

el recinto que forma el eje central de

la composición. La obra de José Basso

funde en un solo cuadro escénico una

composición de elementos simples

pero evocativos, y una ejecución llevada

a la perfección en la aplicación y

conjugación del color, lo que redunda

en una obra de sumo poética que la

suave brisa extiende por las ventanas

de la costa junto al olor de la hierba

y el resplandecer de un sol de media

tarde.

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José

Basso

“Comienzo con una idea, después realizo un boceto a lápices

de color, acuarela o materiales diversos. Este boceto

me sirve para traducir los pensamientos abstractos al

lenguaje visual. Luego trabajo sobre la tela dibujando con

lápiz dándole forma a la idea anterior y voy haciendo unas

aguadas de pigmento al óleo. Sucesivamente voy aplicando

capas de óleo sin diluir, espero que se seque una y

continúo hasta que finalmente aplico veladuras secas en

determinados puntos para resaltar o hacer vibrar un determinado

elemento”.

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“Sueño azul”, óleo sobre tela

50x40 cm

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Jorge Brantmayer

Fotógrafo

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“Muchedumbre”

Jorge Brantmayer ha realizado diversas

muestras fotográficas a lo largo

de su vida. Muchas de ellas han tratado

temas disonantes en contenido

pero manteniendo siempre la agudeza

del ojo avizor que hace extensivo al

lente y obturador de su cámara en la

búsqueda de luces y sombras de alcances

tenues y perfectos. Pero hay

un tema que ha hecho propio, con

el que ha podido hacer referencias

del alma humana con una verosimilitud

de su esencia que sorprende al

espectador; el retrato, tópico clásico

desde las postrimerías de la historia

del arte que Brantmayer deconstruye

como el mejor de los creadores en

su género. Su capacidad para buscar

rostros que nos hablen de la vida de

una forma tan contundentemente

verista como él lo hace es difícil de encontrar.

A partir de esa captura facial

de luz que realiza en el papel y que lleva

a grandes dimensiones dispuestos

como una alameda de obras fotográ-

ficas, nos adentra en una propuesta

profundamente humana, descarnada

a veces, la realidad sin tapujos de

rostros que vemos a diario y que a

su vez diariamente descontamos de

nuestro relato vivencial, desconociendo

aquello que nos inunda todos los

años como un temporal que rápidamente

echamos al olvido. Ese golpe

al mentón que nos da este boxeador

profesional a nosotros, simples aspirantes

al cuadrilátero, es certero, rápidamente

da cuenta del amateurismo

visual que poseemos. Que la fuente

nutriente de su creatividad está ahí

fuera; en Lo Valledor, en La Vega, en

una construcción, en un recinto cerrado

o en la calle misma. Ese acento

que hace distinta la obra de Jorge

Brantmayer es capital y tiene bemoles

que hacen sinfonía sus exposiciones

de retratos, las que deben estar

en la cuenta de ahorro artística de

cada persona, como un espejo en el

que nos miramos cada mañana.

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Jorge

Brantmayer

“El proyecto Muchedumbre es un gran archivo fotográfico

abierto, en constante ejecución y exhibición; es un work in

progress que busca captar y documentar las más imperceptibles

relaciones sociales y culturales de los actuales

habitantes de Santiago de Chile. El sentido de Muchedumbre

es descubrir a través de un detallado y sensible retrato

fotográfico las microhistorias no dichas de cada ciudadano

fotografiado. Se plantea como una revisión natural y constante

de nuestra identidad, tanto en su dimensión visual

como en su sentido antropológico. El proyecto Muchedumbre

puede adoptar variados y diversos formatos de

exhibición como de intervención en el espacio público, de

acuerdo a cada contexto determinado. El procedimiento

fotográfico utilizado consiste en la instalación de un estudio

portátil en diversos puntos y actividades en Santiago

(marchas estudiantiles y diversidad sexual, universidades,

hospitales, etc.) donde se le invita a los ciudadanos a fotografiarse”.

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Fotografía exposición “Muchedumbre”

120x120 cm

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Roser Bru

Artista Visual

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Obra gráfica y pictórica

Es una maestra de la síntesis de la

forma y el color, lo que le ha hecho

abordar las más diversas temáticas

con una capacidad única en tierras

latinoamericanas, creando una iconografía

fina y sublime. Su forma de tratar

temas o figuras que le han tocado

una fibra importante de su sensibilidad

artística tiene un carácter alquímico.

Pequeñas escenas como un close

up de una obra de arte o el retrato

de un personaje histórico se transmutan,

haciendo de ellas creaciones que

evaden las reglas clásicas y formales

de su origen, llevándolas a una ubicación

de espacio y tiempo que solo la

riqueza del lenguaje plástico de Roser

le puede entregar. El concepto de

palimpsesto se aproxima a su trabajo,

en el que un escrito antiguo borrado

es vuelto a ser utilizado reescribiendo

en él una nueva historia. En este caso

esa reinvención es una nueva ave que

migra y crea una carta de navegación

sin atracadero. El abanico de colores

que utiliza se enmarca dentro de lo

que podríamos llamar paleta reducida,

con colores homólogos que van

acompañados de tintes disonantes

que sugieren ciertos planos o marcas

divisorias. La materia es aplicada en

forma de pincelada gruesa contorneada

con trazos más finos. Algunas

veces el texto plástico aparece como

correlato del dibujo colorístico, agregando

un elemento conceptual que

se encripta casi como una referencia

espiritual de la obra.

Roser Bru es una artista medular de la

historia de la plástica chilena. Desde

los inicios de sus estudios en la Escuela

de Bellas Artes de la Universidad

de Chile en 1939 y de grabado en el

Taller 99 en 1957 (en el que ha trabajado

hasta hace poco), su camino no

ha tenido interrupciones, sin paraderos

ni señales de cruces, con un horizonte

de amplio perímetro, formando

escuela, admiración por su fuerza,

presencia y sobre todo maestría en la

creación.

30


Roser

Bru

“Pinto siempre que puedo, todas las mañanas y en verano

más incluso; todo lo que se me ocurre lo pinto. Parto con la

idea y dibujo directamente con el pincel, no he escrito poesía,

pero sí agrego frases a mis dibujos. Arthur Rimbaud

dice: ‘yo soy otro’, lo que interpreto como que uno es una

cosa y también otra. Por esta razón hago muchos cuadros

dobles en que se contraponen las figuras; se hablan a través

de la mirada, de palabras o ralladuras que funcionan

como voces”.

31


“Un triángulo y la Mistral”, acrílico sobre lino

150×160 cm

32


Ruperto Cádiz

Artista Visual

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“Metrópolis”

Ruperto Cádiz ha creado una cosmogonía

con sus reglas propias que

cruzan las tendencias plásticas desde

los años 70 hasta hoy, asimilando los

vaivenes de un mundo convulsionado

que no le han hecho perder pie en

esa persistencia sostenida de investigar

y experimentar en las técnicas

pictóricas y aplicarlas a ese universo

anticartesiano en el que se permite

que florezcan los más diversos seres,

objetos y señales.

La hojarasca que limpia o deja la resaca

de un mundo en crisis y que cada

cierto tiempo aplica como una veladura

en las temáticas que incorpora a

su trabajo le reinventa, permitiéndole

enfrentar con nuevos bríos cada asalto

al soporte blanco. Más allá de un

pensamiento crítico y sarcástico, Cádiz

le dice al espectador que busque,

que indague y despierte la capacidad

lúdica que hemos perdido en nuestra

niñez y que vuelva a la pregunta

como forma básica del conocimien-

to. Con colores unipersonales, que

recorren el camino de los grises más

elaborados hasta las finas armonías

complementarias de los fríos y cálidos,

consolida un prisma único en la

creación pictórica nacional, escapando

de formalismos expresionistas y

vanguardias plásticas literarias que

han corrido en forma paralela a su

travesía creativa. La composición de

sus obras es un clavecín bien temperado;

ajusta su inquietud visual a que

los elementos en juego se armonicen

con las reglas que él mismo ha establecido

en este particular mapa de

Piri Reis que sabe de un mundo fabulado

pero desconocido, adaptando su

imaginario, poniendo tierras y enclaves

que den un orden creíble a esta

convención. La singularidad de Cádiz

se ha hecho a punta de disciplina,

rigor y calidad creativa, asumiendo

este karma y peregrinación solitaria

con estoica rebeldía, fuera de las clasificaciones

y modas que hacen de él

un artista de culto.

34


Ruperto

Cádiz

“Esta obra la realicé con pintura acrílica sobre lino. Parto

de una idea general sobre el tema que quiero representar

y a partir de un dibujo automático, no teniendo necesariamente

un boceto previo (que sí puede existir); luego voy

descartando hasta definir la forma y pasar al color enmascarando

ciertas zonas que requieren precisarse. Una vez

acabada la obra le aplico un barniz acrílico para su protección”.

35


“Cinema”, acrílico sobre tela

100×120 cm

36


Gonzalo Cienfuegos

Artista Visual

37


“La otredad en el arte”

Si bien Gonzalo Cienfuegos es un artista

visual de gran capacidad para

adaptarse al material que le pida

constituirse en obra plástica, es el

dibujo, ya sea con color o mediatinta,

el que le permite construir escenas

y ejecutar de manera magistral

el mundo virtual que le conocemos,

que si bien es aparente, tiene estructuras

de un lenguaje creativo que se

automatiza al encontrarse con temas

vivenciales y de la historia del

arte universal que le fascinan. Esa

fascinación pasa a ser pasión de encuentro

con aquello que moviliza su

ser interno, la inquietud, que lo lleva

a reinterpretar obras icónicas del

inconsciente colectivo del arte con

su yo creativo más profundo. No es

un pasar revista, sino que hace una

transfusión artística que se cuela por

sus raíces de la creación y se convierte

en nuevo árbol, con vida propia,

que entrega aire puro a la ciudad

histórica de la escena del arte. La elaboración

acabada de los espacios,

paisajes y escenarios es de una altura

importante en el acontecer artístico

latinoamericano, esto desde hace

unas décadas, lo que sumado al personal

modelado de sus personajes

de rostros misteriosos y corporeidades

aleatorias, generan teatralidades

colorísticas de lecturas múltiples en

que el espectador puede abrirse a relatos

o quimeras de las más extrañas

consonancias, pudiendo ir desde un

fotograma de una película de Federico

Fellini a un relato extraído de “Rayuela”

de Julio Cortázar, dos alternativas

para empatizar con la pendencia

que el hábitat mental creativo de

Gonzalo Cienfuegos mantiene a diario

y que se retroalimenta de acuerdo

a los encuentros que su mirada

va incautando en este serpenteante

y unipersonal camino de la creación.

38


Gonzalo

Cienfuegos

“La imagen surge de la construcción de un ambiente cerrado

en confrontación con el abierto al infinito, donde

situaciones humanas ambiguas generan un clima inquietante.

Es un óleo sobre tela que comienza con un dibujo

libre sobre la tela que se va desarrollando en la búsqueda

del color y equilibrio”.

39


“Dandy”, óleo sobre tela

80x60 cm

40


Gonzalo Espinosa

Artista Visual

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“Epifanía en la tela”

Gonzalo Espinosa es un pintor romántico

en la búsqueda y encuentro

que se establece entre la tela, el color

y la materia. Este sino ha estado

acompañándolo siempre, cerca de

la fiebre, como un malestar permanente

que lo induce a crear espacios

matéricos que en mi opinión forman

similitudes a borrascas, centenos

movilizados por vientos o tempestades

sinuosas que nunca están en

calma, definiendo el temperamento

del artista, que va en busca empecinadamente,

construyendo y deconstruyendo

su propio ser pictórico. Es

retórico en la pincelada gruesa que

se afina en sí misma por las capas

de color y materia que se funden en

la tela. Se le extraña en ocasiones al

verle acuoso velado en el color, pero

él sabe que es una parada en la ruta

que servirá de catapulta para saltar

la desidia de un mal día en que las

semillas no cayeron en un buen surco,

pero es una parábola más que se

suma a este salmo pictórico que va

armando como libro de vida, transformándolo

como un apostolado del

arte. No tiene rumbo fijo; es un naufragio

que al igual que Gericault visualiza

en el horizonte un navío que

le lleve a buen puerto, donde pueda

encontrar las relaciones correctas

que nacen del desorden inicial creado

en la tela y que van tornándose

en formas reconocibles a veces, pero

que no es la finalidad de su hacer. El

tema es una excusa para el desarrollo

de su obra, que puede convertirse

en paisaje o ciudad, no perdiendo el

sello que lo caracteriza como un pintor

en el que su paleta es la tela. Ahí

es donde encontrará el cromatismo

y forma-materia que dejarán atrás la

hojarasca que se ha venido de manera

intempestiva y en la que quedarán

las luces prístinas del encuentro con

el faro que se vislumbra y que dan

calma momentánea a su serpenteante

viaje pictórico.

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Gonzalo

Espinosa

“Esta pieza está realizada sobre lino, que es ideal para manipularlo,

aplicando sendas capas de pintura con texturas

de empastes a la espátula, sin deformarse. La pintura que

uso es en base a polímeros y médium acrílico”.

43


“Paisaje”, acrílico sobre tela

120x100 cm

44


Vicente Gajardo

Artista Visual

45


“Piedras dialogantes”

Vicente es oriundo de la ciudad de

Tomé. Artista formado en la Escuela

de Artes de la Universidad de Concepción

a principios de la década

del 70, ha sido profesor de escuelas

y liceos y también ha ejercido hasta

hace algunos años la docencia en la

Universidad Finis Terrae. Escultor por

antonomasia, se sintió cómodo con

la forma y la espacialidad del material.

La piedra y el granito son su

difícil medio de expresión; lo duro y

tosco del material avizoran una tarea

ardua desde su inicio. Su jornada

artística nace en la observación

desde la cima del cerro, ubicando la

piedra adecuada para su proyecto y

después escarbar las laderas que le

entregarán la materia prima de una

obra futura que debe recorrer aún un

camino, como los dioses andantes de

la Isla de Pascua hasta su centro de

ceremonia, pero en este caso como

un fruto que debe madurar. El trance

continúa hasta su gran taller-casa

en Doñihue. Aquí se limpia y definen

las formas que previamente se han

proyectado en una maqueta pequeña

de arcilla que más bien parece la

pieza del juego de un niño. Difícil es

imaginar que la diminuta obra vaya

a ser la esencia de una roca transmutada

en una pieza de arte. Lo pulcro,

lo delicado, están en consonancia

con la síntesis de un objeto poético

que revela no solo la capacidad de

conocimiento y técnica del artista,

sino que su expresión va más allá de

la imaginería que pueda rondarle. Si

bien la piedra va perdiendo capas al

ser labrada, se respeta su vida anterior

o parte de su pasado. Lentamente

se produce una simbiosis en que

el escultor va dialogando y encontrando

pequeños espacios arquitectónicos;

surge la luz interna desde la

piedra labrada; las pequeñas divisiones

orquestadas en una composición

minimalista obligan al espectador a

escudriñar de manera acuciosa esas

breves hendiduras y espacios que dividen

el escenario-obra y así conectarse

con el ser poético que cubre el

trabajo de Vicente Gajardo. Lo bello

del silencio que ofrece esta muestra

que gentilmente nuestro expositor

entrega, es un juego a la reflexión

más allá de las formas de la piedra

original o de las que interviene con

una maestría de altura que creo está

en el pináculo de la plástica en Chile.

Las palabras, origen, luz y nacimiento,

conceptualmente nos pueden

guiar a una cierta comprensión de su

trabajo, pero es mejor dejar que las

obras nos cuenten de su historia, del

encuentro, del diálogo del escultor y

el pedernal.

46


Vicente

Gajardo

“Lo mío, todo me viene de la tierra y del lugar rural donde

habito. La materia piedra en su diversidad la obtengo de

lugares aledaños y la materialización de estas obras también

las relaciono con la tierra, de objetos domésticos que

perdieron su utilidad y perecen arrumbados en viejos graneros,

los que en mi obra recreo y dignifico”.

47


“Muros de luz”, mármol travertino, ubicada en Ruta 5 tramo Vallenar - Caldera

8x20 m

48


Mario Gómez

Artista Visual

49


“La forma habitada”

Mario Gómez es un artista que entrega

una obra de línea poética, intensa

y leve. Tiene una capacidad única de

profundizar con sus temáticas y atmósferas,

pero a su vez sus creaciones

se perciben de manera sutil. Son

instantáneas de un realismo mágico

en que la escena de seres descontextualizados

logra una atmósfera sensitiva

que está en espera, una calma

que se puede romper en cualquier

momento, un barco de papel que va

a zarpar, una flor diente de león que

estallará con el soplo de un niño o

una mujer con cuerpo de papel que

está a punto de tocar un Gulliver

contemporáneo. Son escenarios posibles

que están finamente cromatizados

por la perfecta técnica neoclásica

del artista. Las transparencias,

los dobleces de papel, el reflejo del

agua, los desnudos, los remolinos de

colores, todo en una composición

de sonoridad orquestada que tiene

como director a un artista que tiene

la capacidad de crear melodías

cromáticas de alta intensidad para el

prisma nacional sin caer en remilgos

ni aderezos que saturan la percepción

del espectador. Las “veladuras”

tenues, que como capas de suave rocío

van hilando colores de pastosidad

moderada pero de alta luminosidad,

hacen gala de altura técnica, ya que

como el más fino papel de arroz, se

van cubriendo imperceptiblemente

las formas y el fondo, la escena, se

torna onírica, zurciendo vestiduras,

filigranas y origamis con figuras humanas

de reminiscencias grecolatinas.

Todo este panóptico lúdico que

ejerce el artista, como un arquitecto

que reflexiona observante la escena

perfectamente afiatada, es de una

singularidad tal que los eventuales

espectadores no pueden estar ausentes

de aprecio frente a obras que

han sido prolijamente realizadas y

afectivamente pintadas por un artista

que concuerda de manera certera

con nuestro espacio patrimonial, iluminando

mágicamente el vestíbulo

de Casa Autónoma, Arte y Cultura.

50


Mario

Gómez

“En mi obra el ser humano es el eje central y contenido; más

la fotografía como objeto e imagen, son elementos fundamentales.

Busco siempre generar espacios (escenarios)

donde estos elementos se relacionen de la manera más armónica

posible sin que por ello le reste interés o consistencia

a las múltiples lecturas que se pueden realizar”.

51


“El acuerdo de los senderos”, acrílico sobre tela

200x320 cm

52


“Mono” González

Artista Visual

53


“El muro que habla”

Alejandro González “Mono”, como

prefiere que lo mencionen es tal vez

el creador artístico más conocido en

Chile, no por nombre sino por su iconografía

que está distribuida en los

muros de nuestro país. El “Mono” ha

realizado una obra vasta, desde fines

de los años ‘60, en principio junto a

la Brigada Ramona Parra (BRP), de

la cual es uno de los fundadores y en

la que plasmó sus primeros murales

callejeros de tintes clandestinos

y mensajes reivindicativos. De ese

proceso colectivo y personal derivó

a la elaboración de figuras de trazos

gruesos, fuerte contenido social y representativas

de una emocionalidad

que el ambiente de la época exigía.

El soporte era la ciudad misma. El

pigmento provenía de los materiales

que estuvieran al alcance: óleos y

esmaltes de tarro y pinturas sobrantes,

respaldando así una propuesta

directa, sin prejuicios y de corta vida.

Entrado ya el gobierno de la Unidad

Popular, participa con la BRP en dos

murales de gran importancia que

definen el camino del colectivo y el

propio: “El primer gol del pueblo chileno”,

en 1971, junto a Roberto Matta

en la piscina municipal de La Granja

(hoy Centro Cultural Espacio Matta) y

el concurso de la ACHS, en 1972, para

decorar un muro de la sala de espera

del Hospital del Trabajador. De aquí,

tanto las imágenes de puños alzados,

rostros cándidos y palomas invadieron

las calles de todo Chile hasta que

llegó el golpe de Estado, que terminó

con él y sus correligionarios sumergidos

en la clandestinidad.

Su proceso creador ha sido como el

del buen vino, que al paso del tiempo

mejora, que se hace más intenso y

profundo siendo la misma cepa pero

que al paladar de la simpleza evoca

sabores y perfumes coloreados que

solo la convicción del compromiso

con el ser logra alcanzar.

54


“Mono”

González

“El mural es el resultado final de un taller de “muralismo urbano”,

donde se puso en práctica el sumarse e incorporar la

imagen en un soporte del edificio respetando su arquitectura

y el trabajo grupal y colectivo. Si se observa parece que

el muro fue hecho para el mural. Además está la imagen

hecha para un espectador, que se ubica a muchos metros

de distancia y en movimiento por lo tanto el trazo grueso y

la síntesis es para ese objetivo: capturar y provocar la vista.

Se agregan a eso los ángulos de vista y la sensación de monumentalidad.

Para ser directo hay que ser sencillo”.

55


Esmalte sobre muro, Biblioteca UMCE

10x2,20 m

56


Zaida González

Fotógrafa

57


“Ni lágrimas, ni culpa”

Es una artista visual de difícil clasificación

y que requiere de apertura

para su apreciación estética, ya que

su obra está conformada por muchos

códigos que hay que descifrar. Si bien

se le denomina como fotógrafa, su

trabajo escapa a la captura del lente

y en paralelo se convierte en escenógrafa,

colorista y artista multimedial

a partir de la consolidación de una

imagen, tan cabalmente propia de la

escena artística chilena que los perfumes

de colores que emanan de su

trabajo llenan los espacios de candidez,

dulzura, erotismo, contradicción,

penas y alegrías como la embriaguez

temprana de una doncella que lanza

flores al paso del espectador, que

sorprendido por la escena de seres

antropomorfos, caricaturas, estampas

de colores, calaveras catrinas y

figuras descontextualizadas, no hace

más que inquietarse frente a un

diorama de profundo sentir humano

que revierte la lectura clásica que

se puede hacer de una obra, ya que

en los trabajos de Zaida se encuen-

tra su niñez, su adolescencia, todo el

rango etario de golpe comprimido

en pequeñas cápsulas bien surtidas

de vivencias y de percepciones que

pueden llevar un retrato fotográfico

iluminado de sus abuelos, los colores

de recorridos de micros de los 70, los

zapatos de charol, el rímel exagerado,

los aires del mercado de Coyoacán,

las letras en dorado, las serpentinas

de colores y todas aquellas pequeñas

cosas que ha ido recopilando y

atesorando como únicas y que para

el común de las personas no tienen

relevancia alguna, pero que en la

mirada de esta artista que ha hecho

del sincretismo latinoamericano su

alimento de expresión, se vuelve una

parte de su rompecabezas estético,

pieza fundamental de creación, que

al darle la atmósfera que revuelve los

condimentos y aromas se transforma

en un plato que puede sentirse

de sabor fuerte como un ají cacho

de cabra o una crema que endulza el

paladar del espectador cautivo.

58


Zaida

González

“La imagen fue elaborada en julio del 2015. Ignacio fue primero

mi alumno y luego nos hicimos amigos, él era un joven

fotógrafo que desarrollaba el género del autorretrato y

se encontraba enfermo de cáncer desde principios de ese

mismo año. Este es el último retrato realizado, él no se sentía

bien pero así todo quiso posar junto a su gato. No alcanzó

a ver su foto terminada.

El lienzo que dice “Ni lágrimas ni culpa” tiene que ver con

la imposición católica que nos hizo a los chilenos y latinos

en general sentir tristeza y culpa cuando estamos frente a

la muerte y enfermedad. No nos deja ser libres de alguna

manera.

La imagen la realicé en su departamento que compartía

con su madre en el centro. Está tomada con película blanco

y negro, posteriormente la coloreé con lápices acuarelables

a tamaño 13x18 y la digitalicé para poder imprimir a un formato

mayor, creo que tiene 1 m x 70 cm”.

59


“Ignacio”, fotografía coloreada

90x120 cm

60


Frida Kahlo

y Diego Rivera

Artistas Visuales

61


“El nopal y su flor”

¿Por qué Diego y Frida?, ¿por qué

México y Chile? En ese orden, tan

distantes y tan cercanos, es tal vez la

paradoja que los unió a ellos como la

que nos une a nosotros a este hermano

grande. Somos corrido y ranchera,

alegría y tristeza; en el desastre nos

hemos unido y sintiendo como propio

el terremoto más devastador en

muertes de la historia de Chile nos

ayudaron a levantarnos trayendo

el color histórico por allá el año 41,

cuando David Alfaro Siqueiros y Xavier

Guerrero sintieron que Lautaro y

Cuauhtémoc eran el mismo cacique

que había luchado contra el colonialismo

y lo plasmaron en el mural de

la escuela México de Chillan diciendo

Muerte al Invasor y celebrando a

los próceres latinoamericanos que

han construido esta historia contra la

maldición de Malinche.

Diego Rivera, el gran artista disruptivo,

el que hizo de los muros de las

escuelas, sindicatos y palacios mexicanos

un palimpsesto, reescribiendo

y contando la historia de los vencidos

y humildes, situándolos como los

verdaderos protagonistas y capite-

les de esta Latinoamérica siempre

convulsionada. Fue la veleta que indicó

el camino a muchos muralistas

chilenos, que más allá de la forma, el

contenido y la expresión, se podía escribir

en el muro no solo de los grandes

acontecimientos sino también

de la vida diaria, de una “Alameda de

domingo por la tarde” o decir que el

hombre era el “Controlador del universo”,

arriesgándose abiertamente a

la crítica especializada y pública que

siempre lo tuvo y ha tenido hasta

hoy en el cadalso visible de los que

no se han dado cuenta de que este

pintor pudo abrazar a toda América

con un canto general nerudiano.

Frida Kahlo, quién como ella, profunda

hasta la médula, luchadora incansable,

siempre contra la corriente.

Desde su dolor físico a la contienda

por ser una artista fuera de los cánones,

desde su mundo fantasioso

cosmogonía mexicana en su estado

puro, logró ubicarse entre gigantes

como una más y ser admirada

por ellos, como una Violeta que expiraba

sentimiento con los acordes

más simples, contándonos desde

su propio estado que se puede ser

tanto o más auténtica que cualquiera

al representar en ella los dolores

de un México vívido, contradictorio,

castigado y celebrado, siendo ella

una más de las noches de las flores

mexicas que en capturas necesarias

se transformaban en sacrificio para

los dioses, pasando de presa a ubicarse

en el parnaso de aquellos que

no mueren nunca.

“Diego y Frida, una sonrisa a mitad

del camino” nos lleva a conocer un

poco más de estos artistas que con

solo sus nombres ya sabemos de

quiénes se habla, pero que en estas

96 fotografías, que gracias a este México

querido representado en la Secretaría

de Relaciones Exteriores, la

Dirección Ejecutiva de Diplomacia

Cultural y la Agencia Mexicana de

Cooperación Internacional para el

Desarrollo, tenemos la posibilidad de

profundizar y completar el camino

de esta sonrisa, en una muestra única

que una vez más nos emparenta

y acerca a este hermano grande que

vive allá lejos pero que ha estado

siempre en el sentir y nos deleita hoy

en Casa Autónoma, Arte y Cultura.

62


Frida Kahlo

y Diego Rivera

“Si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte

la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos. Sólo

entonces te darás cuenta de lo especial que eres para mí”.

63


Fotografía exposición “Diego y Frida, una sonrisa a mitad del camino”

Archivo Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo México

50x50 cm

64


Tatiana Lastarria

Artista Visual

65


“Ser y parecer”

El lenguaje plástico de Tatiana Lastarria

requiere de agudeza para aprehenderlo.

Hay cierta evidencia que

podemos capturar a la pasada con

una mirada furtiva sin adentrarnos

en esta ventana de pasillo final que

nos ofrece la artista, un cazabobos o

carnada para nosotros los seres observantes

que ávidos por el aroma

cautivador de las escenas grisalla nos

acercamos para diferenciar el claroscuro,

que termina tomándonos por el

cuello de la camisa diciéndonos que

guardemos silencio porque la callada

postura de sus personajes está a

punto de hacer un escorzo, que están

a punto de voltear, que aquel secreto

del espacio inasible en que existen

se revelará de una forma inesperada.

Con esta reflexión es tal vez como uno

se puede asir a este tren en marcha

de lo simple y lo complejo que conjuga

de manera certera la artista.

El relato es zurcido espléndidamente

junto a una elaboración prolija de

la obra misma. Mantiene el oficio de

siempre y aunque ha trabajado otras

temáticas de corte verista, la pluma

pictórica es igual de afinada ya que

utilizar una paleta monocroma y generar

atmósferas es de altura plástica,

de artista preclaro frente a una propuesta

sólida que entrega una obra

abierta, como un delta estético que

los espectadores eventuales deberán

decidir por dónde navegar y llegar al

disfrute de este enigmático mar ensombrecido

de Tatiana Lastarria.

66


Tatiana

Lastarria

“En mis pinturas elaboro una compleja gama de mezclas

de color con la que obtengo grises enriquecidos, cargados

de un cromatismo eclipsado. El óleo sobre tela es la técnica

que me parece más cómoda y amable para mis propósitos.

Utilizo pinceles de cerda dura, espátulas, paletas, instrumentos

tradicionales. Comienzo siempre con un dibujo

simple, ya con tiza, carboncillo o lo que tenga a mano, luego

realizo una aguada a color y de ahí se sobrevienen largas sesiones

de pintura en las que corrijo, empasto, observo, aplico

pintura y voy armando el cuadro. Pinto todo unas 3 veces”.

67


“Negro, cielo sobre la catedral”, óleo sobre tela

160x190 cm

68


Benjamín Lira

Artista Visual

69


“La travesía de la imagen”

La obra de Benjamín Lira tiene un lugar

importante en la historia del arte

nacional y latinoamericana; ha logrado

el reconocimiento de la crítica especializada.

Desde sus inicios como

artista visual, logró captar la atención

de ésta con una propuesta de síntesis

en la imagen, haciendo parafraseo

al arte clásico europeo, pero con

composiciones complejas en la simbiosis

y yuxtaposición del color. Las

personales creaciones de Lira le dan

un espacio en la década de los 80,

donde era muy difícil destacar dentro

del gran gramado artístico que aparecía

en una América que salía del

oscurantismo de las dictaduras para

abrirse a las nuevas conexiones de un

mundo globalizado.

Su proceso de creación comprende

una investigación reflexiva y delicada

elaboración; el resultado visual es una

acabada síntesis plástica. El manejo

fluido de diferentes técnicas no hace

más que complementar su espíritu inquieto.

En la pintura logra una frescu-

ra colorística única, de una cromaticidad

que solo se da por la multiplicidad

de capas que se han aplicado. En el

contenido prima la idea de una lontananza

de colores y un personaje omnipresente

de mirada hierática, que

conforma una escena habitual en su

relato plástico, pero como un anagrama

el artista reinventa la obra cada vez

y se enriquece en sí misma teniendo

otros significados que en cada nueva

lectura visual aparecen como otra historia

que nos obliga a azuzar la mirada

interna. La travesía de Benjamín Lira

en el océano que representa el mundo

del arte ha tenido siempre un viento

a favor que él mismo ha generado.

Con la mirada de un vigía puesta en el

horizonte, ha buscado nuevas tierras

para conocer, investigar y construir; no

ha querido tocar puerto como la barcaza

del amor en tiempos del cólera,

porque para él solo se dan los naufragios

que le permitan la reflexión en un

mundo silente, ese que dice más desde

la introspección y desde la intrigante

condición humana.

70


Benjamín

Lira

“Una figura anónima central mirando de frente al espectador,

inserta en una arquitectura formada por un mapa de

color donde la luz, la sombra y el tiempo son lo central en la

composición.

La textura de la arena con el óleo se va cuajando lentamente,

superponiendo numerosas capas de materia pigmentada.

Los colores se van aplicando en capas y una vez secas,

raspo o lijo para poder ver el color aplicado anteriormente

que se manifiesta como un encuentro arqueológico. Esta

forma de pintar y raspar se repite hasta que se construye un

denso universo, un magma que empieza a vibrar y a cobrar

vida. El dibujo y la composición en la tela cambia, se ajusta

una y muchas veces hasta que se van decantando y ya no

es necesario introducir más información. El paso del tiempo

es otro elemento fundamental en la gestación y proceso de

mi creación.

El proceso de esta pintura duró 2 años, por eso voy pintando

varias obras al mismo tiempo. Mantengo en reposo en

las murallas y las mesas del taller varias obras de distintos

tamaños y técnicas y las voy trabajando simultáneamente.

“Las dejo madurar observándolas hasta que geminen y

puedan sostener un diálogo fluido, es en ese instante cuando

siento que están terminadas, esta obra es del año 2003”.

71


“Panorama”, técnica mixta sobre construcción de papel

100x80 cm

72


Luis López Cruz

Artista Visual

73


“El realismo mágico”

Este artista de origen trujillano pero

que hace varios lustros vive en Chile,

tiene una herencia del color y las

formas que viene de un Perú mágico

redivivo en su paleta, no porque él

ensaye los tópicos de los artesanos y

orfebres de la gran civilización amerindia

sino porque la fuerza que imprime

a sus obras hace patente esa resurrección

creativa en que grandes telas fusionan

colores vívidos, sonoros y que

conjugan sus capas con un dibujo

muy realista, logrando un resultado

plástico que hace eco de un gran acervo

cultural. La orquestación del realismo

de seres, rostros o elementos reconocibles,

con la libertad de los trazos

de color no es una composición sencilla;

muchos han querido escalar a esa

cumbre pero han fallado en el intento

creyendo que sus argumentos técnicos

pueden sobrellevar la carga de un

ascenso que pocos logran porque no

hay fluidez. En el caso de López Cruz

la cordillera le es propia, no se marea

con la altura y la soltura de la materia

se funde en un abrazo con lo figurativo;

no puede ser el uno sin lo otro en la

tela de este pintor y que también ha

abordado el muro como soporte. “No

solo gusta de tocar un instrumento

sino dirigir a toda una orquesta”, parafraseando

a David Alfaro Siqueiros

entre lo que es una pintura de caballete

y el mural, espacio donde se siente

cómodo y en que las grandes dimensiones

le permiten azuzar aún más su

instinto creativo. Hago hincapié en el

manejo de las transparencias del artista,

que logra de manera acertada vincularlas

con la materia y el trazo firme

sin perder la luminosidad cromática

de colores que ya le son propios, como

los azules y rojos en sus diversos tonos.

Luis López Cruz ya no es ni peruano ni

chileno, es un artista latinoamericano,

un internacionalista de la plástica que

irradia color más allá de Los Andes

desde acá donde la sombra desaparece

en el mar.

74


Luis López

Cruz

“La estrategia de cómo realizo una obra pictórica es de forma

espontánea, desde la mancha hasta el ir buscando los

personajes y composición dentro de esa líneas y manchas

cromáticas. Realizo una pintura más con el sentido de la

emoción y de mis experiencias de vida. Me encanta lo lúdico

de los temas a plasmar y maquillo estas composiciones

con mucho color y contrastes para generar una obra más de

impacto visual y dramático”.

75


“S/T”, acrílico sobre tela

140x170 cm

76


Hugo Marín

Artista Visual

77


“Romper simetrías es eternidad”

El pintor, el escultor, el ceramista, el

dibujante, el constructor, todos los

conceptos son válidos en la obra y

trayectoria de Hugo Marín. Su recorrido

plástico es un espejo de las rutas

recorridas en su vida, que ha ido

ensamblando como un collage vertiginoso,

como si el tiempo apremiara

y eso se ve en la notable producción

artística. No afloja el ritmo, cual poeta

surrealista en ejecución de la escritura

automática. Cuando trabaja sobre la

tela aparecen seres zoomorfos, figuras

ancestrales, que se esparcen por un

espacio indeterminado como un glifo

rasgado de una caverna del paleolítico

o una piedra de alguna cultura

mesoamericana. La textura es importante,

le da consistencia a la composición,

como si el soporte hubiese sido

tallado, emergiendo así trazos firmes

de quien expresa una idea fuente con

propiedad, a la manera del chaman

que relata con una vara en la tierra el

ocaso de los dioses o el augurio de algún

ave. Las obras volumétricas son

siempre trabajadas con maestría. Se

le reconoce desde el medio de la plástica

como el artista que ha llevado a

ennoblecer materiales poco comunes

para el ejercicio plástico formal, como

el barro, el papel, los desechos, trocando

lo sencillo en formas y seres de carácter

mágico que nacen del universo

mental del artista. Estas figuras que

pueden representar lo originario, el inconsciente

colectivo, son la nomenclatura

que ha creado desde la reinvención

de sí mismo sin miedo a lo nuevo,

en esta búsqueda infinita que se planteó

desde sus inicios en la Escuela de

Artes Aplicadas y que ha ido aprehendiendo

en sus viajes espirituales por el

mundo.

78


Hugo

Marín

“Caminaba por la calle y encontré un escobillón o lo que

quedaba de él, lo llevé a mi taller junto a una madera que

también encontré en la calle y que pensé podía servir de

base. En general siempre recojo algún objeto de mis recorridos

diarios. Después estos objetos los articulé con plumavit,

tela negra teñida, unos trozos de osnaburgo y un corcho,

todo esto lo pegué con cola fría y tarugos de madera”

79


“El Chasca”, artefacto en técnica mixta; madera, corcho y tela

25x52x12 cm

80


Roberto Matta

Artista Visual

81


“La revolución de Eros”

Roberto Matta Echaurren, nacido el

11 de noviembre de 1911 en Santiago

de Chile, es el artista visual más influyente

y transgresor que ha nacido de

este lado del Cono Sur. Sorprendió a

la Europa de preguerra con sus “Morfologías

psicológicas”, sumándose a la

liga surrealista de creadores liderada

por André Breton y encajando perfectamente

en el postulado central del

movimiento; el automatismo psíquico.

Más tarde en su escape obligado

de una Europa convulsionada por la

guerra, viaja a Norteamérica y eclipsa

a la vanguardia de los expresionistas

abstractos norteamericanos, como

De Kooning, Pollock y Gorky, quienes

hacen propia la técnica del “automatismo

creativo” que Matta devela a

una naciente corriente artística y que

determinaría muchos de los principios

que los motivarían a crear obras

fundamentales del arte moderno en

EE.UU.

La capacidad de Matta para hacer

ver como uno solo el micro y macrocosmos

abrió puertas de la creación

que no habían sido tocadas; por ello

su pensamiento se transforma en

una barcaza que se aleja del territorio

formal de la plástica para navegar en

aguas de su propia reinvención. En

esta exposición, colección del Centro

Cultural Espacio Matta de la comuna

de La Granja (18 grabados), más las

obras que han sido cedidas generosamente

por la Galería Prima en este

mes de abril a Casa Autónoma, Arte y

Cultura, se puede apreciar un eslabón

del imaginario de este artista chileno

de nacimiento y ciudadano del mundo,

que en 18 obras en las técnicas de

serigrafía y litografía nos invita a disfrutar

de tres variantes de su germen

creativo de los años 60 y 70, claramente

influenciado por el contexto cultural

que se vivía en Chile y el mundo, revoluciones

de flores y manos alzadas que

se hacían presentes en los escenarios

sociales de la juventud de Europa y Latinoamérica.

En una primera parte de las litografías

en blanco y negro de 1970, se observa

una repetición del escenario espacial

de una de sus obras más célebres, “El

vértigo de Eros”, de 1944, al que le incorpora

personajes híbridos y antropomorfos

que habían comenzado a surgir

a partir de la creación de la obra “Le

poete” de 1945, en que deja lo espacial

por una figura de representación humana.

En esta serie de cinco grabados

las formas humanas eclosionan

en un espacio vertiginoso y fundido

de la materia oscura. La segunda parte

de grabados es netamente erótica,

en que el “Homo Ludens Mattiano” se

desnuda en escarceos y referencias al

sexo frente a tótems de carácter mnémico.

La serie de serigrafías responde

al proceso político social que en 1971

lo trajo de retorno a Chile. La palabra

aparece directa en comidillos de personajes

alusivos al progresismo social,

reafirma su apoyo a los movimientos

revolucionarios latinoamericanos pero

el sesgo de ironía en los juegos de palabras

trastocadas avizoran ya el cambio

de la “revolución interior” que pregonará

más tarde y que transformará

su visión del “hombre nuevo” por uno

trascendente hacia las estrellas, el universo.

82


Roberto

Matta

“Un pintor es un hombre que muestra al ojo cosas que el

hombre todavía no ha visto bien”

83


“Tua mecum ludit”, litografía

Colección Centro Cultural Espacio Matta

80x60 cm

84


Denisse Paulsen

Artista Visual

85


“La condición en la pintura”

La artista visual Denisse Paulsen posee

una gran capacidad creadora desde

su lenguaje visual. No solo es una

excelente pintora sino que aborda

con la misma calidad otros soportes

y formas que la llevan a canalizar ese

río que nace desde su ser imaginativo,

que tiene muy definido los actores

de sus obras, que por lo general son

personajes con cierto existencialismo

y una mirada frontal, abiertamente

dulce, afectada por la melancolía que

pareciera decirnos que es una tristeza

accidental, paradójicamente, porque

es como que algo les ha sucedido en

el último segundo en que venían de

una fiesta, de una charla amena y que

se ha interrumpido por no sé qué. Es

como un oxímoron plástico porque la

atmósfera en que se ambientan los

personajes, perros, gatos, figuras zoomorfas,

pudiendo ser un escenario de

la más diversa índole, urbano, recintos

cerrados o al aire libre, no tienen el

espíritu que pareciera embargar a los

coloridos seres. Esa dicotomía conceptual

de las obras de la artista generan

una tensión plástica muy interesante,

asociada por cierto a una muy buena

técnica, oficiosa en el hacer, con una

paleta cromática de mucha altura.

Hay un sentido del color que fluye limpiamente

pero que también es muy

acertado por la frescura que imprime

a los personajes y el escenario en que

están representados. Estos dioramas

plásticos que llevan la imaginación

del espectador a lugares distantes son

de una riqueza que hace florecer el

campo mental del observador y eso es

una cualidad que se debe resaltar en

la obra de Denisse Paulsen, que desde

la leve melancolía y el cromatismo

atmosférico nos logra conectar con

las emociones, esas extrañas energías

que se han ido apagando con el frío de

un mundo gris, descomunal, dolorosamente

pragmático.

86


Denisse

Paulsen

“Mi obra comienza con la visión de detener un momento

específico. Capturo lo que veo, lo que siento, lo vivido y lo

soñado, lo que me emociona y la magia de lo que percibo a

mi alrededor. Así como aparecen determinados personajes

que son aquellos con los que me he cruzado en el camino,

también aparece representada en mi pintura la arquitectura

y colores de aquellos lugares donde he vivido y los que he

recorrido. Se mezclan el tiempo y los espacios dando lugar a

un sincretismo visual que narra su propia historia”

87


“Carnaval”, óleo sobre tela

140x140 cm

88


René Poblete

Artista Visual

89


“En la floresta”

El color como dibujo ha sido latente

desde los inicios de su trabajo creador.

La pasta, la textura se filtra en

las formas como el rocío en la hierba,

haciéndolos uno solo. Esto es una verdadera

lucha para el artista, ya que su

calidad y oficio de dibujante son de las

mejores que se puedan apreciar en el

arte chileno. Esta fortaleza de representar

las formas humanas y espacios

circunscritos mediante el ejercicio de

la línea, que para algunos es el zenit

de la obra, para él es el piedemonte de

una escarbada y pendiente montaña

que debe vencer, para que la gráfica

fluida espontáneamente no sea la que

prime sobre el intenso cromatismo

de sus creaciones. Lo femenino en la

temática artística tiene un protagonismo

desde tiempos iniciales, elaboración

que es de cuidados contrastes colorísticos

a veces complementarios, lo

que da una intensidad muy singular a

las formas de las modelos ficcionadas.

Estas en ocasiones se ven cegadas por

golpes de luz dirigidos por el foco de

un teatro imaginario, a los que rodea

muchas veces un paisaje elaborado

por una pastosidad de igual presencia

pero con veladuras que asemejan una

cortina nocturna o una niebla fugaz

que va de paso entre la o las figuras y

los planos sugeridos. La obra, más allá

de la escena representada en que podemos

encontrar personajes en situaciones

de descanso o aparente calma,

siempre está rodeada de un aire tempestuoso,

creando un ambiente de

energía en movimiento que da fuerza

y presencia, generando una extraña

mimesis en que el artista logra hacernos

trastabillar que la escena tiene

vida, a pesar del carácter netamente

pictórico y alejado del verismo neoclásico.

He aquí la trampa al ojo en que

este alquimista nos hace caer, pero

es fruto de la profundidad en que el

espíritu inquieto y trascendente de

René Poblete se ha hecho presente

en el lienzo.

90


René

Poblete

“Mujer con árboles oscuros” pertenece a la serie “¡Isolda,

si tú supieras!”, expuesta en retrospectiva en el Museo Nacional

de Bellas Artes en 2008. Isolda se hace presencia en

esta secuencia trayendo algunas de las constantes que

han nutrido mi vida artística, concretamente la poesía de

Huidobro, la costa de la zona central de Chile, la luz de paisajes

y habitaciones improbables que testimonian al igual

que ella, la evocación permanente de la Ausencia. Esta serie

genera una atmósfera en que la Isolda pictórica gravita

entre los reflejos de un mundo que se construye en las telas

para negar que solo vive imaginado.

91


“Mujer con árboles oscuros”, acrílico sobr tela

80x100 cm

92


María Victoria

Polanco

Artista Visual

93


“Presencia de lo atávico”

María Victoria Polanco ha trabajado

en su historia plástica varias alternativas

de creación; el soporte bidimensional

como receptor de símbolos y figuras

esquematizadas de la memoria

colectiva, utilizando para ello técnicas

mixtas en que preferentemente los

pigmentos aguados o transparentes

conviven con señas, figuras zoomorfas

o vectores trazados de manera intensa

de acuerdo a la exigencia de la

composición. También en otras ocasiones

la obra escapa del plano para

hacerse presente como extrapolación

de lo que sucede en el muro o como

creación libre que se sustenta de

manera autónoma con sus propios

principios y discursos, que se revelan

en cuanto nuestra artista establece

un orden aleatorio de elementos comunes

que se vuelven mágicos, reubicándolos

en el espacio tiempo. El

encuentro de estas dos posibilidades

de expresión de la artista nos muestra

la capacidad creativa y de resolución

que posee, lo cual no indica que sea

un proceso de elaboración sencillo,

ya que la maqueta precursora de la

impronta plástica es solo un eslabón

inicial del ciclo creativo; es la partida

de la lucha o encuentro según corresponda

al tempo emocional que

esté viviendo la artista, la que resolverá

esta dialéctica plástica, en que el

plano y la espacialidad se unen como

obra total. La argamasa racional que

une la huella mnémica de la obra de

María Victoria Polanco es de un carácter

chamánico, en que los recuerdos,

las cosas comunes, los símbolos aprehendidos,

se encuentran de golpe en

una escena que la curandera relata

con la mirada a lo alto de un telón

imaginario y que con un manojo de

ramas lleva las figuras conformadas

por los puntos de las estrellas y las traza

en la tierra húmeda, como forma

de plasmar aquella visión y hacerla

obra tangible para la comprensión

del espectador.

94


María Victoria

Polanco

“Es una obra creada a partir de elementos que evocan los

rincones de la casa de la historia familiar. Una silla de madera

que servía como mesa para escribir, cuando tenía 6

años sentada frente al escritorio del padre quien era dibujante

plumillista. Dibujos de muebles antiguos realizados

en PVC autoadhesivo al muro; un bodegón, pintura de un

plato de cerámica hecho en tela sobre trazos de una mesa

esbozados con sal sobre el piso”.

95


“Forzado al extravío”, instalación Sala Nemesio Antúnez, UMCE

96


Luis Poirot

Fotógrafo

97


“Imagen y poesía”

Es sin duda uno de los mejores fotógrafos

que ha dado este país con prestigio

y reconocimiento a nivel internacional.

Sus trabajos mezclan lo lírico

con la experticia; series como “Efímera

Vulgata”, junto a Enrique Lihn o las fotografías

más emblemáticas de Víctor

Jara, forman parte de la memoria visual

ineludible de Chile.

Sus trabajos reflejan el camino profundo

y a veces dramático que su lente

sabiamente ha sabido retratar. La

pulcritud de las capas de grises que

en momentos filtran suaves golpes de

luz no hacen más que dar vida propia

a los modelos eventuales; personas

reconocidas y anónimas, árboles, flores

en proceso de marchitarse, todo

se convierte en escenas de intenso

encuentro. La aparente calma o soledad

de algunos temas abordados

se hacen ruidosos al espectador multiplicando

evocaciones, escapando al

simple blanco, negro y los intermedios

que reporta como recurso la fotografía

convencional. De seguro alguna parte

de su iconografía que ha construido a

paso firme y tranquilo como su voz de

profundo tono, se nos ha cruzado en

algún momento de nuestras vidas, ya

sea en una revista o cancionero proscrito

en dictadura o en algún cartel

rasgado que procura sobrevivir al paso

del tiempo.

Luis Poirot se nos presenta como el

maestro, el certero lanzador de flechas

del medioevo que en cada acción en

que recrea su oficio sabe que está más

cerca del centro al que apunta y aunque

ya lo haya logrado mil veces, sigue

teniendo la capacidad de sorprendernos

y de decirnos que en cada mirada

siempre encontraremos la poesía

necesaria, que hasta ahora su trascendente

lente obturador nos ha enseñado.

98


Luis

Poirot

“Buscábamos Víctor y yo un lugar, un decorado diría, para

una fotografía de portada del proyecto de su primer disco.

El lugar era el Cerro Blanco a un costado del Cementerio

General, una población que ya no existe. Componía la imagen

de Víctor en el visor de mi cámara cuando se aproxima

un niño curioso y al cabo de un momento se instala a

su lado. Saco la foto y solamente al revelar el negativo veo

aparecer la anciana asomada en un rincón de la imagen.

Es el milagro que esperamos siempre los fotógrafos, ya no

era un decorado vacío, la realidad se había deslizado dándole

vida”.

99


Fotografía

Serie Víctor Jara

100


María José Romero

Artista Visual

101


“El escenario cromático”

María José Romero es una artista visual

que ha construido un mundo

encantado por seres fabulados desde

su imaginario más remoto, en el que

el arquetipo nos puede dar más luces

respecto al origen. En ellos se conjugan

la candidez y la ironía, así como

también se acerca en sus elaboradas

cerámicas escultóricas a imágenes

primigenias que deslizan una resonancia

con las culturas prehispánicas

seguramente no ex profeso, ya que

en su génesis creativa el libre albedrío

de una rúbrica automática no admite

la hermandad o influencia de ciertos

cánones que no sean los propios. El

colorido atrae y lo requiere el escenario

de personajes ficticios; no puede

ser una paleta de grises o tierras los

que determinen las vestimentas, accesorios

o cualidades de una ambientación

de obras que escenifican estampas

alegóricas o retablos situados

en una concepción contemporánea,

donde se encuentran bondades y defectos

del mundo actual. Estos tópicos

reflexivos que entrega la artista no

son develados de forma inmediata, ya

que el espectador se acerca en primera

instancia a una narración plástica

que con seguridad le atrae por lo

fluido de las formas y la luminosidad

del prisma cromático que con destreza

despliega la artista, en la que hace

notar su capacidad de oficio y ejecución

prolija. Pero esa carnada hacia

el observante es solo el inicio de un

diálogo que tiene más discurso, más

desarrollo y que evoca aires de suave

brisa crítica que el espectador no

puede soslayar o dejar como un saludo

a la pasada; hay más conceptos

que se deben cargar a la lectura plástica.

La obra de María José Romero es

fecunda y tiene campo para florecer

más allá de los límites que ofrece el

plano y el volumen como posibilidades

de la representación, ya que hay

vida propia que de manera espontánea

nace en el escenario mental de la

artista que ha creado su propio reino

del arte y que nos invita a escuchar un

colorido relato de dioramas de un lugar

tan lejano como interno.

102


María José

Romero

“Este cuadro es óleo sobre tela, me inspiré en la cantidad

de perros abandonados por gente desalmada y desnuda

de cariño y amor que dejan a sus mascotas cuando están

viejas. El marco es como una corona”.

103


“La muerte del perro en la montaña”, óleo sobre tela

70x90 cm

104


Jorge Tacla

Artista Visual

105


“Manifiesto”

Es un artista de notable referencia

del arte actual a nivel macro, de

fama internacional, solicitado por las

más prestigiosas galerías norteamericanas,

dado por el arduo trabajo

realizado desde su partida a EE.UU

el año 81, un autoexilio como Ulises,

se va a buscar la deseada experiencia

que en un Chile en plena dictadura

coartaba las cabezas pensantes de

aquellos que sentían el deseo de la

libertad, desde lo ideológico hasta

las más intensas fuerzas creativas del

pensamiento divergente. Su trabajo

es profundamente reflexivo y por ello

muchas veces la crítica de su obra se

queda en el discurso que hace de la

cartografía bélica que corroe al mundo

o el pasado inquietante de una

maestranza herida por la soledad

de antiguos golpes de metal, lo que

desde ya es un fuerte aullido de protesta

contra los poderes fácticos y de

control social que a diario vivimos y

que solo prendiendo la televisión se

nos da permiso para un retoque en

el maquillaje de una cruda realidad

que difícilmente podamos conocer

con certeza. Pero si bien esta temática

de la destrucción o de un tiempo

recobrado nos permite tener cierta

posibilidad de acercamiento verbal

a la obra de Tacla, su trabajo es más

que eso, que lo derruido, lo segmentado,

lo arquitectónico o las referencias

a un pasado en negativo: es una

forma de percepción que la ha convertido

en idioma, con componentes

gramáticos que le dan estructura

a sus creaciones radiográficas que

si las pudiésemos unir seguramente

se transformarían en un manifiesto,

en un grito de desesperanza

de tonos azules y grises pálidos que

harían enmudecer a las masas vociferantes

que buscan en marchas de

libre desacato la anhelada justicia

que los grupos de poder y un tiempo

feroz han consumido desde tiempos

inmemoriales.

106


Jorge

Tacla

“Esta obra pertenece a la serie “Señal de abandono” y está

elaborada sobre lino preparado con cola de conejo. Los materiales

usados son óleo y cera fría, esta materialidad hace

un referente a nuestra propia piel, vulnerable a los traumas.

Al mismo tiempo la obra mantiene una humedad y

un movimiento constante distorsionando el foco visual. La

imagen de esta obra es Trinity College en Dublín, Irlanda”.

107


“Señal de abandono”, óleo y cera fría sobre tela

120x181 cm

108


Eugenio Téllez

Artista Visual

109


“Genealogía de un mundo telúrico”

Las coordenadas visuales que Eugenio

Téllez nos entrega para situarnos

en un mapa bélico y de permanente

crisis es de un lenguaje sofisticado,

pequeñas señales iconográficas de

los esqueletos de aparatos militares

lanzados a un lienzo cubierto de un

panorama de tonos grises y colores

reducidos, suavemente texturados

con capas de pintura que forman

archipiélagos, meandros imaginarios,

desiertos golpeados por el paso

de las infanterías y las máquinas de

devastación o cielos manchados por

las estelas que dejan los sea harrier

en su afán de captura. Toda esta mecánica

se extiende en el soporte escénico

al modo de las estrategias de

campo de batalla desplegadas por

un eventual comandante de la escena

del arte. Los tópicos de sus obras

acusan a un sistema político-económico

que invade y fagocita del

mundo indefenso de los países de

segundo orden. También podemos

encontrar sugerencias simbólicas a

ese debate interno del ser humano

en permanente conflicto, levantado

en armas contra su propia especie,

negando su sentido de ser como si

fuese un enemigo interior el que permanece

de forma constante en una

litigante existencia. La creación desde

lo pictórico, las técnicas mixtas o

instalaciones siempre son abordadas

magistralmente. Si bien el tema es

de mucha presencia, su obra como

un todo en las distintas formas asumidas,

plasma plenamente el vigor

de la fuerza creadora que moviliza al

artífice, por ello es sin duda una de

las cimas de la cordillera intelectual

nacidas desde este recodo y que a

pesar de la distancia física con su

tierra natal, porque gran parte de su

vida artística la ha desarrollado en

Canadá y Europa, sus nervaduras de

artista perenne se conectan con el

tejido vascular de un país sumergido,

pero que está de algún modo en la

memoria elocuente de un artista de

obra fascinante como Eugenio Téllez.

110


Eugenio

Téllez

“Detesto eso de ser empleado del arte. Esos que se levantan

a las 6 de la mañana, pintan hasta el mediodía, almuerzan,

una pequeña siesta y después siguen dándole. A mí

no me cuenten ese cuento de los que trabajan sin parar,

porque no hay imaginación que resista. Yo pinto mucho,

pero es lento. Hay arrepentimiento, borrar, comenzar de

nuevo, destrozar mucho. Soy perfeccionista, obsesivo, un

obsesivo anal como dirían los sicólogos”.

111


“El mapa mental de Brasil”, óleo sobre tela

168x188 cm

112


Mario Toral

Artista Visual

113


“El vértigo de los amantes”

Mario Toral es uno de los grandes de

nuestra historia y de la plástica latinoamericana,

sin duda no solo por

el reconocimiento internacional de

su obra o su legado como maestro y

formador, sino por todo el aporte al

imaginario histórico que con fuerza

ha entregado hasta el día de hoy, con

la imagen latente de un mundo que

ha fusionado la estética clásica con el

acervo latinoamericano. Su lenguaje

limpio, reflexivo que irradia en sus

obras es la proyección del artista

humano profundo que busca ágatas

en la orilla de la playa y encuentra lo

bello en la simpleza del brillo de las

piedras. Las formas y colores propios

mantienen aquella energía original,

con trazos definidos, figuras que

bogan en un espacio sinuoso pero

inexistente, con cuerpos de transparencias

fragmentadas que sutilmente

se van fundiendo en estas olas del

cosmos imaginario de Toral.

La técnica bien trabajada independiente

del material plástico, muestra

la maestría que logra el artista cono-

cedor del medio que le permite encontrarse

fluidamente con su paisaje

interno, sin ripios en el camino. Las

tonalidades sutiles que forman seres

voluminosos, que se presentan

en ocasiones dualmente, generan

un juego etéreo y emergente; Eros

y Tánatos morigerados en un vértigo

espacial, como una persecución

cómplice generadora de sueños y

paisajes que el color va sugiriendo en

confrontación con el blanco ocasional

del soporte. Los planos en corte

que cruzan ocasionalmente las escenas

también aparecen sugeridos

como fragmentos de columnas y

muros de una arquitectura clásica

que gira o derechamente se derrumba

sobre el plató hipotético que

crean los seres traslúcidos y vigorosos

del artista. Lo femenino y masculino

siempre están presentes como impulso

primero de la vida, un espiral

colorido que gira permanentemente

como un carrusel persecutor que

sigue a estos amantes eternos que

la vorágine de los sentidos de Mario

Toral hace obra.

114


Mario

Toral

“Parto de un caos o de errores que yo tengo que ir armonizando

hasta el momento que veo que si hago algo más,

voy a comenzar a destruir la imagen, entonces me paro ahí

limpio después independiente del material que esté usando,

viendo trabajos anteriores, pienso que podría haber hecho

algo más. Para mí la verdad un dibujo o un cuadro no

está nunca terminado totalmente, porque uno tiene nuevas

ideas entonces con las nuevas ideas, tendrían que haber

nuevas imágenes. Tú tienes un cuadro atrás, lo que tú

estás pensando diez o quince años después es diferente,

por eso conviene no solo vender sino mandar al museo, o

fundaciones, sacar la obra de tu casa si es posible o si no

en el caso mío tuve que hacer una fundación, hacer un

inventario rígido y que esas obras son intocables. Tendrán

errores pero son testimonios de esa época y ahí se quedaron”.

115


“Juegos peligrosos”, gráfica sobre papel

160x100 cm

116


Santos Chávez

Artista Visual

117


“La mirada en la madera”

Santos Chávez es un artista trascendente.

Grabador por antonomasia,

sus orígenes en las tierras nativas del

sur marcaron fuertemente su impronta

que como hábil poeta de la

tierra supo hacer los surcos más nobles

para que la llegada de la tinta no

alcanzara al trazo que con maestría

había carcomido la gubia metálica

dibujando un rostro originario iluminado

o un cacique cabalgando en

los pastizales del sur. Su capacidad

de síntesis es notable, el resumen

perfecto de una imagen compleja

la afrontaba con rigor dejando la estampa

vívida llena de perfumes que

sus vivencias habían abrazado fuertemente

y que su imaginario traía de

retorno para hacerlas obra. La dureza

de la madera nunca fue impedimento

para lograr los más finos detalles

o los conceptos difíciles de abordar

en las limitantes del fondo y la forma

que ofrece la xilografía y que en tacos

perdidos lograba colorear como

un diestro paisajista, dándole ciertos

espacios reflexionados a la posibilidad

que ofrecen los colores en crudo.

La composición siempre bien equilibrada,

ya fuera por adicción o sustracción

de los elementos figurados,

hacen las obras de Santos Chávez

una armonía plena sin aderezos, con

la certeza que requiere el más claro

de los labradores que sabe los puntos

exactos donde calar el llano para

que su siembra sea fecunda. Santos

Chávez es uno de los grandes de

nuestra historia plástica y como las

alturas de Los Andes que no logramos

ver por más cerca que estemos,

no tuvo la presencia que se merecía

ni el decoro que debió recibir de

la crítica en Chile, pero su figura ha

transmutado y hoy se le puede ubicar

en el bosque de árboles foráneos

fácilmente, ya que como el más alto

pehuén nos recuerda nuestro origen

y que sus poemas grabados son el

viento del sur.

118


Santos

Chávez

“Trato de expresar la raza, lo poco que nos va quedando de

americano. Soy un araucano que trata de universalizar el

sentimiento de la gente sencilla. Tierra y hombre forman

una entidad”.

119


“Un hombre en la playa”, xilografía

120


Iván Zambrano

Artista Visual

121


“Manuscrito”

Iván Zambrano Downing, académico

del departamento de Artes de la

UC, destacado artista que ha realizado

variadas muestras en Chile y el

extranjero. Su labor creativa es fuerte

en lo investigativo, de la que ha desarrollado

proyectos individuales y colectivos

como el Colectivo Dalmacia

y Proyecto Ránquil. Nuestro expositor

ha decidido andar por el camino

pedregoso del arte, ese que muchas

veces no tiene misericordia con el artista,

que lo somete a juicio de manera

directa sin preámbulos como

una mortaja abusiva, eso sí con el beneplácito

del artista crítico y propositivo

que se arriesga a levantar una

voz disonante al discurso establecido.

Se adscribe algunas veces al sarcasmo,

como en su muestra “Retrato

patriarcal” o a la crítica de género de

forma sutil en “Aplomada” (muestra

en el MAC de Valdivia el año 2013).

No le hace el quite a las coplas, como

buen cantor a lo humano, no digo de

lo divino porque lo suyo es absolutamente

terrenal, concreto en ideas. Su

propuesta es sólida en el hacer, con

pulcritud elabora formas con ejes en

el cuerpo humano del cual utiliza

preferentemente fragmentos y en

ocasiones su totalidad, como puente

de un discurso presente que lleva al

espectador a completar la escena de

la obra. Esa simbiosis es altamente

energética ya que aún en nuestros

tiempos el cuerpo desnudo provoca,

más aún sus artefactos humanos

de resinas realistas que evocan un

cierto grado de inquietud que no

deja indiferente ni al espectador más

abúlico.

Esta muestra de torsos y miembros

masculinos, que bregan por la identidad

de género que nuestra cultura

patriarcal ha determinado tan fuertemente

llevándola a un orden de conservadurismo

único en este lado del

Cono Sur, genera una sinergia muy

potente que se agradece al artista.

Creo firmemente que esta muestra-instalación

forzará a los visitantes

a desplegar un abanico de ideas, sugerencias

y opiniones muy distintas

a las ofertadas anteriormente en la

sala de exposiciones Nemesio Antúnez.

Por ello le pedimos que fuera

parte del rompecabezas programático

que nos propusimos el año pasado,

pero hay que mencionar que si

bien completa un círculo cromático

de propuestas artísticas vistas hasta

ahora, abre las posibilidades a nuestra

mirada y reflexión de las muestras

de plástica.

122


Iván

Zambrano

“Mis intereses en lo disciplinario se centran en los desplazamientos

desde la Pintura a otras disciplinas y a lo tridimensional.

Los problemas que abordo están relacionados

con la construcción y conformación del poder, la identidad,

especialmente la de género y como éstas se relacionan e

interactúan con otras en el contexto social. Utilizo a las tres

últimas generaciones de mi historia familiar”.

123


“Plomada”, impresión digital

120x80 cm

124


LISTADO DE

ARTISTAS

125


1. CARMEN ALDUNATE

Santiago de Chile 1940, pintora y dibujante

2. GERMÁN ARESTIZÁBAL

Santiago de Chile 1943, dibujante

3. OSCAR BARRA

Santiago de Chile 1964, pintor

4. ERNESTO BARREDA

París, Francia 1927 - Santiago de Chile 2014, pintor y arquitecto

5. JOSÉ BASSO

Viña del Mar, Chile 1947, pintor

6. JORGE BRANTMAYER

Santiago de Chile 1954, fotógrafo

7. ROSER BRU

Barcelona, España 1923, pintora y grabadora

8. RUPERTO CÁDIZ

Santiago de Chile 1944, pintor y dibujante

9. GONZALO CIENFUEGOS

Santiago de Chile 1949, pintor y dibujante

10. GONZALO ESPINOSA

Santiago de Chile 1967, pintor

126


11. VICENTE GAJARDO

Tomé, Chile 1953, escultor

12. MARIO GÓMEZ

Concepción, Chile 1968, pintor

13. ALEJANDRO “MONO” GONZÁLEZ

Curicó, Chile 1947, muralista

14. ZAIDA GONZÁLEZ

Santiago de Chile 1977, fotógrafa

15. FRIDA KAHLO

Coyoacán, México 1907 - Coyoacán, México 1954, pintora

DIEGO RIVERA

Guanajuato, México 1886 - D.F México 1957, pintor y muralista

16. TATIANA LASTARRIA

Valparaíso, Chile 1979, pintora

17. BENJAMÍN LIRA

Santiago de Chile 1950, pintor, escultor y grabador

18. LUIS LÓPEZ CRUZ

Trujillo, Perú 1970, pintor

19. HUGO MARÍN

Santiago de Chile 1929 - Santiago de Chile 2018, pintor y escultor

20. ROBERTO MATTA

Santiago de Chile 1911 - Tarquinia, Italia 2002, pintor y arquitecto

127


21. DENISSE PAULSEN

Santiago de Chile 1974, pintora

22. RENÉ POBLETE

Ocoa, Chile 1941, pintor y dibujante

23. MARÍA VICTORIA POLANCO

San Felipe, Chile 1967, artista conceptual

24. LUIS POIROT

Santiago de Chile 1940, fotógrafo

25. MARÍA JOSÉ ROMERO

Osorno, Chile 1962, pintora y ceramista

26. JORGE TACLA

Santiago de Chile 1958, pintor

27. EUGENIO TÉLLEZ

Santiago de Chile 1939, pintor y grabador

28. MARIO TORAL

Santiago de Chile 1934, pintor y fotógrafo

29. SANTOS CHÁVEZ

Canihual, Chile 1934 - Viña del Mar, Chile 2001, grabador

30. IVÁN ZAMBRANO

Antofagasta, Chile 1963, pintor, fotógrafo que ha derivado al objeto

tridimensional

128


GLOSARIO DE TÉRMINOS

TÉCNICO

ARTÍSTICOS

129


A

Acrílico: pintura en base a polímero, pigmento y medio acrílico, que su solvente

es el agua y con el cual se pueden lograr transparencias y una textura

mayor de acuerdo a la cantidad de materia que se utilice. Los primeros artistas

en utilizarlo fueron los muralistas mexicanos en los años 30 (Siqueiros,

Orozco), derivado de la necesidad de utilizar pintura que se pudiese usar directamente

sobre el muro, a diferencia del fresco florentino que ocupaba pigmentos

y cal que se unían al aplicarse sobre un muro previamente preparado

y que hasta principios del siglo XIX fue utilizado.

Adocenado: que tiene un fuerte carácter decorativo.

Arcilla: tierra o sedimento conformada principalmente por minerales (silicatos)

que se encuentra en lugares de cierta humedad cercana en tiempo y

distancia.

Armonía de color: es una secuencia de colores que se aprecia con algunas

semejanzas o relaciones, que pueden ser análogas o complementarias dentro

de una composición.

Artesanía: objeto de características particulares de un territorio y que es realizado

de manera unitaria, sin caer en la producción masiva.

C

Artífice: es un artesano maestro en su oficio, que logra la más alta ejecución

al realizar una obra.

Cerámica: es el resultado del modelado y cocción de algún tipo de arcilla, ya

sea gres, greda, terracota o arcilla negra, que es cocida a temperaturas mayores

a 900 grados.

Claroscuro: es una técnica de pintura que consiste en el uso de contrastes

fuertes entre volúmenes, unos iluminados y otros ensombrecidos, para destacar

más efectivamente algunos elementos. Desarrollada inicialmente por

los pintores flamencos e italianos del 1400, la técnica alcanzaría su madurez

en el periodo Barroco.

Color: es la percepción sensorial que nuestro cerebro decodifica, cuando observamos

la luz sobre los objetos y espacios. Cada vez que observamos la naturaleza

o un paisaje urbano podemos apreciar la cantidad de colores que

130


están a nuestro alrededor gracias a la luz que cae sobre ellos. El negro es la

ausencia de la luz. Newton realizó el experimento de descomponer un rayo

de luz mediante un prisma y se dio cuenta que se podían apreciar los colores

que da el arcoiris.

Colores análogos: son aquellos que se sitúan en ambos lados de cualquier

color en el círculo cromático, también son los colores vecinos del círculo cromático

los cuales tienen un color como base, es decir tres colores consecutivos.

Estas combinaciones producen una mezcla armoniosa por ejemplo; azul

oscuro, azul con algo de rojo y un azul violáceo.

Color crudo: es el color directo desde el pomo o pocillo de pintura, tal cual sin

incorporarle ningún matiz o color extra.

Color complementario: es aquel que produce el mayor contraste de tono con

respecto a otro color. En un círculo cromático son colores complementarios

entre sí los situados en lugares opuestos, aquella pareja de colores que se

pueden unir al trazar una línea recta que pase por el centro del círculo.

Color primario: son los colores básicos que no se pueden producir a partir de

la mezcla de otros y con los que es posible mezclar una mayor gama de tonos.

Se caracterizan por su singularidad y diferencia entre sí pues los colores primarios

carecen de matices en común.

Color secundario: es aquel color obtenido de la mezcla de dos colores primarios

y que es a su vez color complementario de un tercer color primario, aquel

que no interviene en su elaboración, por ejemplo, rojo + azul= violeta oscuro

complementario del amarillo.

Composición: en general, se entiende por composición el procedimiento que

hace posible que una serie de elementos dibujados cobren actividad y dinamismo

al relacionarse unos con otros. Puede ser un orden establecido o

aleatorio que tiene una conexión entre sí.

Chamanismo: el chamanismo o conocimiento chamánico, tiene que ver con

aquella sabiduría perteneciente a los antepasados y que un integrante específico

de un clan logra aprehender como una fórmula mágica de guiar o

sanar a sus congéneres.

131


D

Deconstrucción: deshacer analíticamente los elementos que constituyen

una estructura conceptual, de orden definido. Jacques Derrida, acuñó el término

para la descripción de un fenómeno contracultural.

Diafragma: en la cámara fotográfica hay dos dispositivos que regulan el paso

de la luz que llegará al sensor. Uno es el obturador, que controla el tiempo de

exposición y está situado en el cuerpo de la cámara, y el otro es el diafragma,

que regula la intensidad de la imagen luminosa y está situado en el objetivo.

Se llama diafragma al dispositivo que regula el diámetro de un determinado

haz de rayos luminosos que pasa a través de un objetivo y determina la luminosidad

de la imagen que se forma y se plasmará en el sensor. El diafragma

regula el grado de luminosidad de la imagen mediante la interposición de un

mecanismo de abertura, debidamente calibrado, que determina la cantidad

de luz que entra por el objetivo.

E

Didáctica: la didáctica es el arte de enseñar. Como tal, es una disciplina de la

pedagogía, inscrita en las ciencias de la educación, que se encarga del estudio

y la intervención en el proceso de enseñanza-aprendizaje con la finalidad

de optimizar los métodos, técnicas y herramientas que están involucrados en

él.

Empaste: el impasto o empaste es una técnica que consiste en aplicar espesas

pinceladas de pintura sobre el lienzo o soporte, de modo que el volumen y

la forma de las pinceladas quedan visibles y generan un efecto tridimensional

y una textura añadida.

Esfumado o esfumato: técnica pictórica que consiste en la transición suave

de una zona a otra, obtenida por medio de tonos y juegos de sombra, para

conseguir un efecto de atmósfera.

Estarcido: también llamado esténcil, es una técnica de decoración que consiste

en la utilización de plantillas para la impresión de dibujos sobre una superficie.

Se puede realizar mediante el enmascarado de una gráfica o con una

Fhorma o molde de algún tipo de papel.

132

Fotograma: es cada una de las imágenes impresas químicamente en la tira

de celuloide del cinematógrafo o bien en la película fotográfica.


G

Frotagge: el frottage (del francés frotter, ‘frotar’) es una técnica artística que

consiste en frotar un lápiz sobre una hoja colocada sobre un objeto, consiguiendo

una impresión de la forma y textura de ese objeto.

Glifo: los glifos son símbolos que pueden ser pictográficos o ideográficos, es

decir, representaciones visuales de sonidos, letras, palabras, oraciones o textos

completos. Las culturas mesoamericanas (mexicas, mayas, toltecas) usaron

un sistema de escritura basada en estos glifos, el cual evolucionó con los

años haciéndose abstracto sumamente complejo y sutil, un sistema que se

interpretaba en base al tamaño, color, superposición y proximidad de los glifos.

Se escribía en papel amate (hoja de yute o maíz). No se conocen los instrumentos

de escritura pero se supone que eran herramientas de madera y

espinas. Usaban pigmentos naturales y vegetales. Los códices se coloreaban

con una técnica similar a la acuarela.

Grabado: el grabado es una técnica de impresión que consiste en dibujar una

imagen sobre una superficie rígida llamada matriz, dejando una huella que

después alojará tinta y será transferida por presión a otra superficie como

papel o tela, obteniendo varias reproducciones de la estampa. La matriz suele

ser de metal, empleándose generalmente planchas de cobre o aluminio,

aunque también se usan otros materiales como madera (xilografía), piedra

(litografía) o incluso placas acrílicas, y en ella se realiza el dibujo generalmente

a base de líneas que se realizan en la superficie de la plancha con instrumentos

punzantes, cortantes o mediante procesos químicos, en donde se aplica

ácido a una placa sellada con barniz de grabado.

Gráfica: es una composición que utiliza principalmente técnicas y materiales

propios del dibujo, tales como; lápices grafitos y de color, carbones, sanguinas,

lápices pasteles, sombreados, trazos y puntos.

Granito: es una roca ígnea, que posee componentes como el cuarzo, la mica

y el feldespato. El término no es sólo utilizado para nombrar a minerales que

cumplan con estas características, pues la comunidad científica se encargó

de apilar el término “granitoides”, que se aplica a una selección de creaciones

más amplias. Estos tipos de piedras son de las más comunes, pues cubren

gran parte de la superficie terrestre y continental; su consolidación se da bajo

una alta cantidad de presión, en lugares profundos y con algo magma.

133


Gres: es un tipo de cerámica muy utilizada para revestir suelos. Se presenta

en numerosas variedades, tamaños, texturas y colores, por lo que se ha hecho

muy popular, además del conveniente precio en comparación con otros

materiales. Existe el gres rústico y el porcelánico, siendo este último el más

utilizado debido a sus propiedades estéticas en la decoración.

Grisalla: se puede definir en dos términos técnicos. El primero de ellos fue la

idea de representación gráfica volumétrica, que hicieron los dibujantes renacentistas,

buscando la intensidad del relieve en las formas exagerando los

tonos sombreados y las luces. La segunda definición es la de realizar una

composición bajo tonalidades grises que definan la forma y la profundidad

de una obra pictórica, mediante la utilización de aguadas de color o empastes

muy finos de grises o sepias. Ejemplo de una grisalla famosa es el cuadro del

“Guernica” de Pablo Picasso.

I

Iconografía: iconografía es la descripción del tema o asunto representado en

las imágenes artísticas, así como de su simbología y los atributos que identifican

a los personajes representados. Los matices de su diferencia conceptual

con la iconología son poco precisos y en realidad se complementan. La iconografía

se ocupa del origen y desarrollo de los temas figurados que se representan

en las obras de arte, mientras que la iconología descifra su significado.

Instalación: es una posibilidad que ofrece el arte visual, en el cual el artista

utiliza como parte de la composición el propio medio (como paredes, piso,

luces e instalaciones) además de objetos diversos. En muchas ocasiones, los

materiales escogidos llenan más o menos el espacio y el espectador es invitado

a moverse alrededor de la obra o interactuar con la pieza, en esos casos el

espectador mismo deviene parte de esa obra en ese preciso momento y ese

preciso tiempo. La temporalidad de la obra varía de acuerdo a la propuesta

de cada artista.

L

Lienzo: es un tejido de lino, algodón o cáñamo por lo general, que sirve como

soporte a las artes pictóricas, de ahí que también se llame lienzo al conjunto

de la obra pictórica, una vez plasmada sobre la tela.

Lúdico: es un adjetivo que califica todo lo que se relaciona con el juego, derivado

en su etimología del latín “ludus” cuyo significado es precisamente jue-

134


go, como actividad placentera donde el ser humano se libera de tensiones y

de las reglas impuestas por la cultura. En el niño son particularmente necesarias

las actividades lúdicas como expresión de su imaginación y de su libertad

para crecer individual y socialmente.

M

Mnémico: aquello que subsiste en la memoria de un suceso pasado, que ha

dejado una marca indeleble.

Modelado: alude a la acción y también al efecto de modelar, que tiene el significado

de otorgar forma de acuerdo a un referente o modelo, palabra que

a su vez deriva del latín “modus” = molde, modo, medida. En las expresiones

artísticas, el modelado es la obra que realiza un artista para representar en un

objeto distinto del real las características de este último. Su uso más característico

es en la escultura, donde el escultor realiza sus trabajos de acuerdo

a un modelo, estilo y fin determinado, dándole al material, arcilla, cera, yeso,

bronce o barro (entre otros) la forma figurativa deseada.

O

Mural: la pintura mural es aquella imagen que usa de soporte un muro o

pared, es la expresión plástica bidimensional condicionada por los parámetros

arquitectónicos y las posibilidades del medio de expresión, la técnica del

fresco, el mosaico, la pintura acrílica y los diversos recursos que hoy entrega

la pintura. Desde la existencia del hombre, los muros han sido referentes de

expresión gráfica de las necesidades humanas, del arte rupestre, pasando por

la antigua Roma, los frescos florentinos y eclesiásticos, hasta la decoración

de los palacios de los reyes, siempre tuvo una línea que fue el relato de cada

tiempo. A principios del siglo XIX con la Revolución Mexicana se establece una

nueva posibilidad de contenido que fue la manifestación de las ideas y las luchas

sociales como forma de representar la historia y las reivindicaciones por

medio de un arte de carácter público.

Obra de arte: puede definirse como una creación humana con objetivo simbólico

o la representación de un concepto determinado. Como ejemplos podemos

mencionar esculturas, pinturas, poemas, arquitectura, cine, música,

artefacto decorativo, moda, entre otros. Una obra de arte difiere de un objeto

común. El objeto común tiene solamente una función práctica y útil en la sociedad

y, en general, es producido en serie por las industrias; las obras de arte

suelen ser únicas y trascender las consideraciones estéticas de su creación.

135


Óleo: se trata de una mezcla de resinas y aceites con pigmentos. Los aceites le

dan fluidez, y con los pigmentos se puede hacer la pintura más espesa y dura.

Las pinturas al óleo aportan mucha capacidad de representación porque nos

permiten crear muchas tonalidades y la calidad de los colores es muy alta. Se

puede trabajar despacio porque se seca lentamente, lo que permite hacer

degradados, fundidos y sombreados tranquilamente mientras observamos la

realidad. Pero sobre todo su éxito radica en que una vez seca, la pintura continúa

teniendo un color vivo y potente gracias a sus bases aceitosas.

Ornamentación: un ornamento es un elemento de composición que sirve

para embellecer personas y o cosas. El variadísimo conjunto de adornos utilizados

por los artistas para embellecer objetos u obras arquitectónicas puede

distribuirse en dos clases: simples (elementales) y compuestos, pero siempre

son decorativos.

P

Otredad: se trata del reconocimiento del otro como un individuo diferente,

que no forma parte de la comunidad propia. Al reconocer la existencia de un

otro la propia persona asume su identidad. La posibilidad de reconocer las

diferencias mediante las virtudes del otro es una significación importante del

concepto.

Palimpsesto: es el manuscrito que todavía conserva huellas de otra escritura

anterior en la misma superficie, pero borrada expresamente para dar lugar a

la que ahora existe. Esta práctica de economía es muy antigua pero fue muy

frecuente en el siglo VII por las dificultades que ofrecía el comercio del papiro

egipcio y se repitió en los cinco siglos siguientes por la escasez del pergamino,

en vista de la gran demanda de comercio y la falta de papel.

Pedernal: por su dureza, se usó en la Edad de Piedra para la elaboración de

herramientas cortantes, por su capacidad de romperse en lascas (fractura

concoidea, láminas rectas con ligeras curvas) de bordes muy agudos. Dado

que el pedernal produce chispas al golpearlo con otras rocas duras o con metales,

también se utilizó para encender fuego.

Petroglifos: es el grabado que, en la prehistoria, se desarrollaba sobre las

piedras. Los seres humanos primitivos, de este modo, golpeaban las rocas y

las descascaraban para dejar ciertas marcas. Para desarrollar un petroglifo,

la persona trabajaba sobre la superficie de la roca, levantándola poco a poco

136


según el diseño en cuestión. Para esto podía picar el material, someterlo a la

abrasión o rayarlo.

Pictograma: son signos que, a través de una figura o de un símbolo, permiten

desarrollar la representación de algo. Ciertos alfabetos antiguos se crearon en

torno a pictogramas. En la prehistoria, el hombre registraba diversos acontecimientos

a través de pictogramas. Las figuras que aparecen en las pinturas

rupestres, por ejemplo, pueden considerarse como pictogramas. En el desarrollo

de la escritura, por lo tanto, los pictogramas fueron esenciales.

S

Prisma: proviene del latín prisma y tiene su antecedente más remoto en un

vocablo griego. En el ámbito de la geometría, se conoce como prisma a un

cuerpo cuyos límites lo establecen un par de polígonos iguales y planos, dispuestos

de forma paralela, y diversos paralelógramos, de acuerdo a la cantidad

de lados que dispongan sus bases. Esto quiere decir que si las bases son

triángulos, estaremos hablando de un prisma triangular.

Simetría: es la correspondencia que se verifica en la forma, el tamaño y la

posición de las partes de un objeto considerado como un todo, esta puede ser

una composición que se equilibra en la forma y en el color.

Soporte: es la superficie en la que se desarrolla una obra plástica, puede ser

de los materiales más diversos, como el papel, cartón, madera, tela, plástico,

muro, etc.

T

Técnica mixta: se refiere a la materialidad de las obras en que el autor combinó

varias técnicas gráficas o pictóricas o introdujo elementos ajenos al uso

común de la plástica, como objetos de uso cotidiano o de la naturaleza. Desde

el momento en que el hombre fue capaz de modificar y explicar la naturaleza

ha materializado su espiritualidad y su pensamiento creativo de diferentes

formas y a través de distintos materiales, que reflejan sus inquietudes, intereses,

creencias o su sentido de la belleza. En arte esto recibe el nombre de

técnica, que es la utilización de un material específico para llevar a cabo una

creación artística.

Textura: en la plástica hace referencia al espesor de materiales que se percibe

como variaciones o irregularidades en una superficie continua. La función

137


de tales texturas es proporcionar realismo a la obra, hacerla creíble y lograr

sensaciones en los espacios que observamos, como si el artista tratara de desafiar

al sentido común. La textura de la pintura es aquella que da forma y

volumen a distintos tipos de creaciones artísticas plasmadas en un lienzo o

papel. Pueden haber varias escalas para clasificar la textura como el relieve,

las líneas, la forma en que se expresa la pintura, etc.

Trazo: es una línea o raya. El término se utiliza para nombrar a las rectas y

curvas que forman un carácter o que se escriben a mano, sin levantar el instrumento

de escritura (lápiz, pincel, punta seca) de la superficie. Puede variar

en su grosor de acuerdo a la intensidad que el artista aplique al instrumento

sobre la superficie.

V

Veladura: la veladura consiste en capas muy delgadas de pintura, de forma

que se transparente la capa inferior, así el color que se ve es el resultado de

la mezcla del color inferior más el de la veladura, creando planos de composición

tonal. Para realizar una veladura es necesario que la capa inferior

esté perfectamente seca. La transparencia y la profundidad conseguidas de

este modo, dan una calidad inimitable a las obras pintadas enteramente siguiendo

esas técnicas. Es un recurso que usaron primeramente los pintores

flamencos de 1400 para crear atmósferas de representación muy realistas, ya

que les permitió crear profundidades mediante la tonalidad de los colores.

Posteriormente en el periodo de la corriente Impresionista, la profundidad

de la composición la crearon mediante la utilización de colores con mayor

y menor cromaticidad o relaciones de color complementarias, aplicando de

manera directa la pintura sin aguadas de por medio.

Y

Z

138

Yuxtaposición de color: en el ámbito de la representación en artes visuales,

hace referencia a la máxima tensión de proximidad en formas, valores, colores,

etc. Por ejemplo, la vibración de los tonos es resultado de la yuxtaposición

entre ellos.

Zoomorfo: es un adjetivo que califica a cualquier objeto que presenta forma o

estructura animal. Compositivamente es la realización de imágenes que funden

lo humano y la fauna, pueden ser sugerencias gráficas o pictóricas.


139


Editor General

Enrico González Adasme

Edición

Nicolás Ogalde Ruiz

Diseño y Diagramación

José Céspedes Labbé, Daniela Figueroa Cuadra

y Marcelo Alarcón Zúñiga

Fotografías

Jorge Brantmayer, páginas 4, 27, 31, 35, 107, 111 y 112

Fernando Carrasco, páginas 39 y 40

Emmy Lou Packard, página 63

Juan Guzmán, página 64

Tomás Rodríguez, páginas 71 y 72

Otras imágenes, archivos del autor

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