ESCAPULARIO Noviembre 2022

El manto de Elías y la herencia
profética del Carmelo
Muchos episodios bíblicos
contienen signos y símbolos
por los que nos habla Dios, que quiere
que los hombres se salven y conozcan
la verdad (1 Tm 2,4).
Los libros 1 y 2 de los Reyes narran
la elección del profeta Eliseo como
sucesor de Elías y ofrecen símbolos de
gran riqueza e importancia en la vida
y experiencia del Carmelo, entre los
cuales cobra protagonismo el manto
de Elías, símbolo de la elección de Dios
y de la autoridad del profeta. Cuando
Elías experimentó la presencia de Dios
en la brisa suave del Horeb, se cubrió
el rostro con el manto reconociendo
la presencia y grandeza de Dios por
encima de las fuerzas del profeta (1R
19,12-13). Cuando Elías recibió la
misión de buscar un sucesor suyo fue
al encuentro del joven Eliseo sobre
el que echó su manto indicando
que Dios lo llamaba a seguirlo y
permanecer junto al profeta (1R
19,19-21). Y cuando iban los dos hacia
el este del Jordán, Elías, después de
partir con su manto las aguas para
atravesar el río, dijo a Eliseo que le
pidiera lo que quisiese antes de ser
arrebatado al cielo; Eliseo le pidió
recibir dos partes de su espíritu,
que era la porción de herencia de
los primogénitos; Elías accede, pero
Eliseo había de estar atento cuando
se produjera su marcha (2R 2,8-12).
Y así sucedió: al ser arrebatado por
el torbellino Elías arrojó su manto a
Eliseo, que tras recogerlo golpeó él
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