Protocolo para la instalacion de parcelas permanentes de medicion de la produccion maderable en sistemas agroforestales de Centroamerica
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Protocolo para la instalación
de parcelas permanentes de medición de la producción
maderable en sistemas agroforestales de Centroamérica
Serie técnica
Manual técnico no. 107
Protocolo para
la instalación
de parcelas permanentes de medición de la producción
maderable en sistemas agroforestales de Centroamérica
Guillermo Detlefsen
Daniel Marmillod
Mauricio Scheelje
Muhammad Ibrahim
Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, CATIE
División de Investigación y Desarrollo
Turrialba, Costa Rica, 2012
CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) es un centro regional dedicado a la investigación y la
enseñanza de posgrado en agricultura, manejo, conservación y uso sostenible de los recursos naturales. Sus miembros son el
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Belice, Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala,
Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Venezuela, España y el Estado de Acre en Brasil.
© Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, CATIE, 2012
ISBN 978-9977-57-574-2
Créditos
Producción general
Lorena Orozco Vílchez
Corrección de estilo
Elizabeth Mora Lobo
Diagramación
Rocío Jiménez, Oficina de Comunicación e Incidencia,
CATIE
Esta publicación es resultado del trabajo del proyecto
MAP – Finnfor, Bosques y Manejo Forestal en América
Central, financiado por el Ministerio de Relaciones Exteriores
de Finlandia.
División de Investigación y Desarrollo
Sede Central, CATIE
www.catie.ac.cr
Fotografías de la portada: Guillermo Detlefsen
Contenido
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2. Aspectos a tomar en cuenta en la selección de fincas para la instalación de PPM . . . . . 6
2.1 Caracterización de la vegetación a nivel de región. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.2 Selección de las áreas o fincas de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
3. Establecimiento de las parcelas permanentes de medición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
3.1 Número de unidades de muestreo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
3.2 Diseño, delimitación y marcación de las PPM . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
3.3 Personal y organización del trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
3.4 Equipos e instrumentos de medición y materiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
3.4.1 Materiales necesarios para la instalación de la parcela . . . . . . . . . . . . . . . . 13
3.4.2 Equipos y herramientas necesarios para la instalacióny medición de la parcela . 13
3.5 Instalación de las parcelas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
3.6 Primera medición de los árboles en la parcela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
4. Manejo y procesamiento de la información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
4.1 Información a obtener. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
4.1.1 Desde la primera medición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
4.1.2 A partir de la segunda medición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
4.2 Registro de los datos en hojas electrónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
4.3 Procesamiento de los datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
4.4 Almacenamiento de los datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
5 Tratamientos silviculturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Bibliografía consultada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Anexo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Anexo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Anexo 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Anexo 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Anexo 5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Anexo 6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Anexo 7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
1. Introducción
Si bien no existe una definición universalmente
aceptada sobre agroforestería, el
concepto central de los sistemas agroforestales
(SAF) gira alrededor de la integración de
plantas leñosas perennes (principalmente árboles
y arbustos) en los sistemas de producción agropecuaria.
El CATIE (Centro Agronómico Tropical
de Investigación y Enseñanza), en colaboración
con instituciones nacionales gubernamentales y
no gubernamentales a nivel mundial, ha generado
información útil sobre los SAF, en donde el asocio
de árboles leñosos con cultivos genera diversos
beneficios económicos al productor y beneficios
ambientales para la sociedad en general. Sin embargo,
en Centroamérica se conoce poco sobre la
dinámica del crecimiento, rendimiento y comportamiento
de especies maderables en SAF bajo
modelos de manejo sostenible de la regeneración
natural. Es decir, que el aprovechamiento de los
productos maderables no sobrepase la capacidad
productiva del sistema, de manera que siempre
se encuentren, en un mismo terreno, árboles en
sus diferentes estados de desarrollo: brinzales,
latizales y fustales.
Para determinar si el manejo es sostenible en los
bosques naturales o en plantaciones artificiales,
se establecen parcelas permanentes de muestreo,
medición o monitoreo (PPM). Estas parcelas
permiten detectar los cambios espaciales y temporales
de la vegetación; dicha información es
de gran utilidad para la construcción de modelos
de la estructura y crecimiento del componente
arbóreo, así como para definir tipos e intensidades
de aprovechamiento y tratamientos silviculturales.
Existen numerosas guías y manuales que dan
pautas para la instalación de PPM en bosques,
naturales o artificiales, los cuales fueron fuente
de inspiración para concebir la presente guía
(ver en particular en español Camacho (2000),
Sánchez (2011), Briscoe (1990), Salazar (1989) y
la traducción libre de Synnott (1979); en inglés, la
referencia obligada es Alder y Synnott (1992)).
Se recomienda al usuario consultar estos documentos
cuando se citan expresamente en el texto,
pero también si siente la necesidad de fortalecer
sus conocimientos o salir de alguna duda técnica.
4
En Centroamérica no es usual que se establezcan
PPM para determinar la producción de madera
en SAF: los árboles han interesado tradicionalmente
por su potencial de producción de biomasa
forrajera y/o su impacto sobre la calidad de
pastizales y el ciclo de nutrientes (ver por ejemplo
Benavides (1994) y Pezo et ál. (1990)). En
tal sentido, el presente documento ofrece una
propuesta de guía práctica para la instalación, medición
y evaluación de las PPM. Dicha propuesta
se fundamenta en los trabajos e investigaciones
de los proyectos Finnfor y Mesoterra, ambos
patrocinados por el CATIE en diferentes países
de la región centroamericana. La guía ofrece una
metodología para monitorear el comportamiento
del componente arbóreo proveniente de regeneración
natural, con fines de producción maderable
en SAF. Esto implica la medición de las variables
más importantes del desarrollo de los árboles (p.e.
evolución del estado de los árboles adultos, regeneración
natural, etc.) y, sobre esa base, proponer
cosechas sostenibles y otros tratamientos silviculturales
para garantizar la calidad de los productos
que se quiere obtener en las fincas. En las fincas
donde se establezcan estos dispositivos de investigación,
se utilizarán las parcelas como unidades
demostrativas del manejo a promover.
En el contexto señalado, este protocolo busca
establecer las pautas para el diseño de un instrumento
de investigación–demostración mediante
parcelas permanentes de medición que permitan
conocer la dinámica del crecimiento de las
especies maderables de alto valor en asocio con
cultivos permanentes o pasturas de importancia
para la economía agropecuaria de los países de
Centroamérica.
5
2. Aspectos a tomar en cuenta en la selección
de fincas para la instalación de PPM
2.1 Caracterización de la vegetación
a nivel de región
Se sugiere que la planificación de las PPM a instalar
en una determinada localidad se inicie con
la elaboración, en gabinete, de un mapa de uso
de la tierra. Con dicho mapa se podrá visualizar y
evaluar, con el apoyo de un conocedor de la zona
(o de varios informantes clave), los diferentes
tipos de uso (bosques, cultivos, pastos, cultivos y/o
pasturas en asocio con maderables, otros).
2.2 Selección de las áreas o fincas
de trabajo
Por medio de entrevistas, visitas de campo y el
apoyo de gente local, se establece contacto con
los propietarios de fincas con SAF. Idealmente, se
deben visitar todas ellas para luego seleccionar las
más atractivas, a partir de una serie de requisitos.
Es recomendable definir con anticipación la
matriz o lista de requisitos, por ejemplo accesibilidad,
productos maderables con mercado local y/o
nacional, productores líderes, etc.
En la fase inicial de campo se debe dar preferencia
a la selección de las fincas en donde viva
la familia productora (o al menos que la visiten
y trabajen cotidianamente), las que cuenten con
registro de propiedad legal y donde exista un
manejo continuo del SAF (potreros activos en el
caso de sistemas silvopastoriles (SSP), cafetales o
cacaotales que no estén abandonados en el caso
de sistemas silvoagrícolas (SSA).
Los tipos de productores modales se deben identificar
por ecosistema, estrato socioeconómico y
SAF clave de mayor interés para la producción de
madera en la localidad. De esta manera, el área
geográfica y socioeconómica que comprenda el
SAF clave puede definirse como un “dominio de
recomendación” 1 .
1
Se entiende por dominio de recomendación a un grupo de productores cuyas condiciones económicas, sociales, culturales y
de producción son lo suficientemente similares para que sean sujetos a una misma recomendación. Debido a que la cantidad
de recursos, actividad económica y nivel de vida de cada uno de los miembros del grupo, es similar, así como lo es su ambiente
6
En la selección de sitios específicos para la instalación
de las PPM dentro de la finca, se dará
prioridad a los sitios en donde haya al menos 30
árboles fustales o adultos/ha de especies maderables
en asociación con pasturas activas o cultivos
de café y/o cacao.
Las fincas escogidas deben encontrarse en lugares
con buen acceso durante todo el año, para que
sirvan como vitrinas demostrativas, se facilite el
monitoreo y se tengan bajos costos de mantenimiento
y evaluación periódica de las parcelas. En
la elección de la finca y del productor es esencial
tener conciencia de que los dispositivos serán
evaluados a largo plazo.
El producto de esta etapa inicial es la distribución
objetiva (de manera sistemática o al azar) de los
posibles puntos donde se localizarán estratégicamente
las PPM. Téngase siempre en cuenta
que, además de instrumentos de investigación,
las PPM deben servir como sitios demostrativos
de manejo silvicultural en SAF por dominio de
recomendación. Es decir, antes de establecer
parcela alguna, hay que tener una buena idea de
los límites geográficos y socioeconómicos que
representan el dominio de recomendación del
SAF maderable que se va monitorear a través de
las PPM.
físico-biológico, la problemática y restricciones de producción agropecuaria que enfrentan, también es similar. Esto quiere decir
que los sistemas de producción que desarrollan también poseen características similares, tanto en el tipo y número de sus
componentes como en el manejo de cada uno y del conjunto, así como sus propósitos y su racionalidad intrínseca (Ruano 1989).
7
3. Establecimiento de las parcelas
permanentes de medición
Una vez seleccionadas las fincas, se programa la
instalación de las parcelas. Antes de entrar al campo
hay que ejecutar una serie de tareas, tales como:
• definir el número de unidades y su diseño
(apartados 3.1 y 3.2)
• conformar el grupo de trabajo (apartado 3.3)
• hacer la lista de todos los equipos e instrumentos
de medición y materiales en general
necesarios para la instalación y evaluación de
las PPM (apartado 3.4)
• conseguir todos los equipos de medición y
materiales
• controlar su buen estado (escala y numeración
claramente visibles, particularmente en el caso
de las cintas diamétricas; equipos con sistema
óptico que no estén nublados o empañados)
Ya en el campo, se instala la parcela (apartado
3.5) y se realiza la primera medición de los árboles
(apartado 3.6).
3.1 Número de unidades de muestreo
En el caso del establecimiento de las PPM para
los proyectos Finnfor y Mesoterra, el número de
parcelas no responde a parámetros estadísticos
sino que representa estudios de caso de SAF que
se consideran dominios de recomendación para
la producción maderable en sitios de interés de
ambos proyectos en países de la región. Esta es
la razón por la cual en este texto no se hacen recomendaciones
sobre el número de repeticiones.
No obstante, esto no quiere decir que no se pueda
montar un experimento con diseño estadístico.
La mayor parte de los productores no acostumbran
dejar muchos árboles maderables en sus
sistemas de producción y, por lo tanto, la selección
de estas PPM casi siempre estará sesgada hacia
los sitios que cuenten con al menos 30 fustales o
árboles adultos/ha, ya que lo que se pretende es
demostrar el potencial de producción de madera
en un terreno con una buena producción agrícola
o ganadera. El resto de parcelas (alrededor del
20% del total) se establecerán como testigo de
las densidades arbóreas más representativas en
asocio con SAF, con la finalidad de mostrar en
el tiempo las labores inherentes a un proceso
de “densificación” del componente arbóreo. Sin
embargo, mientras más PPM se logren establecer
sobre una práctica SAF en particular mejores
8
resultados se obtendrán, pues se podrán mostrar
distintos tipos de labores culturales (o silviculturales)
de manejo y, quizás, hasta repeticiones
de prácticas de manejo similares que brinden los
productores a sus componentes agropecuarios y/o
maderables.
3.2 Diseño, delimitación y marcación
de las PPM
Parcelas rectangulares: se recomienda que la
forma de las PPM para el componente arbóreo
en sistemas con cultivos perennes (café y cacao)
sea rectangular con un área de 1000 ó 1500 m 2
(25 x 40 ó 25 x 60 m) 2 , como se muestra en la
Figura 1. El diseño rectangular se adapta mejor
a las plantaciones que el diseño circular, pues es
más fácil evaluar las variables caminando en línea
recta a través de las hileras de cultivos, sin necesidad
de desplazarse hacia los lados.
La parcela rectangular se subdivide en cuatro
o seis secciones de 12,5 x 20 m, según el área
original. En cada punto de intersección de la
malla se coloca una estaca pintada de rojo, o se
amarra un pedazo de cinta plástica de color rojo
al extremo superior de la estaca, como se ilustra
en la Figura 1. Esto servirá para tener una mejor
visibilidad durante las mediciones dasométricas
de los árboles y para trabajar ordenadamente por
subparcelas, siguiendo el orden de las manecillas
del reloj.
En cada subparcela se marcan y miden todos
los fustales (individuos con dap ≥10 cm). No
se considera como obligatorio el monitoreo de
los latizales y brinzales, por la incertidumbre en
cuanto a su identificación botánica y los cambios
acelerados en la evolución de las poblaciones
de brinzales, particularmente. Sin embargo, si un
investigador decide estudiar los individuos de
dimensiones menores de especies específicas que
identifica con toda seguridad, se sugiere adoptar
el protocolo desarrollado por Sáenz y Finegan
(2000).
Parcelas circulares: Para el caso de árboles
dispersos en potreros se recomiendan parcelas
circulares de 40 m de radio (5026, 5 m 2 ), como
se muestra en la Figura 2, y aun mejor de 50 m
de radio (7854,0 m 2 ). Si la topografía lo permite,
debe elegirse el tamaño mayor, que deja capturar
adecuadamente la heterogeneidad de la distribución
espacial de árboles dispersos (desde regular
hasta distribución en grupos (clusters)).
2
El tamaño a elegir depende del espaciamiento entre árboles: idealmente, en el momento de la instalación la parcela debe
tener unos 45-55 árboles (36 como mínimo).
9
A. área de 1000 m 2 (25 x 40m) B. área de 1500 m 2 (25 x 60m)
Figura 1. Diseño de una parcela permanente de medición rectangular en cultivos permanentes asociados con
árboles maderables
La instalación de la parcela inicia con la elección
del centro de la misma y la colocación de la estaca
central (también se puede utilizar un árbol como
referente del centro). Desde ese punto, se trazan
ocho radios, el primero orientado hacia el norte
(N) y luego cada 45° (NE, E, SE, S, SW, W, NW).
En cada radio se colocan estacas cada 10 m, a fin
de formar en el terreno secciones (o “tajadas”),
como se ilustra en la Figura 2, que faciliten el
levantamiento posterior de los árboles (ubicación
+ mediciones).
A continuación se marcan y miden todos los
fustales. No se considera como obligatorio el
monitoreo de los latizales y brinzales, por la
incertidumbre en cuanto a su identificación botánica
y los cambios acelerados en la evolución de
las poblaciones de brinzales, particularmente. Sin
embargo, si un investigador decide estudiar los
individuos de dimensiones menores de especies
específicas que identifica con toda seguridad, se
sugiere adoptar el protocolo desarrollado por
Sáenz y Finegan (2000).
Árboles en línea: otro tipo de arreglo arbóreo
muy común en Centroamérica, en potreros
activos o en asocio con café o cacao, es el de los
árboles en línea (linderos maderables y/o cercas
vivas con árboles maderables). Para la instalación
de PPM en linderos de fincas agrícolas o de
10
Para monitorear el crecimiento de este tipo de
arreglo agroforestal en la región centroamericana
se propone el uso de unidades lineales de muestreo
de 100 m de longitud (Figura 3), clasificadas
según la composición botánica de los árboles, estructura
(tipo del dosel) y tipo de uso de la tierra
con el cual colinda (cultivos y/o pastos). En cada
línea se estudian latizales y fustales. En caso de
que la línea de árboles con condiciones homogéneas
presente una longitud marcadamente mayor
al tamaño de la muestra, se sugiere subdividir la
muestra en cuatro subtransectos de 25 m cada
uno, distribuidos de manera equitativa a lo largo
del segmento de línea homogénea.
Figura 2. Diseño de una parcela permanente de
medición circular en potreros con árboles maderables
dispersos (40 m de radio, 5026,56 m 2 )
pasturas, primero que todo se identifican fustales
bien desarrollados (dap≥10 cm) que formen una
línea de al menos 100 m de largo al lado de un
cultivo y/o pastura.
No se considera como obligatorio el monitoreo
de los latizales y brinzales, por la incertidumbre
en cuanto a su identificación botánica, y los
altos cambios en la evolución de las poblaciones,
particularmente brinzales. Sin embargo, si un investigador
decide estudiar en las parcelas lineales
de 100 m de longitud los individuos de dimensiones
menores de especies específicas que identifica
Figura 3. Diseño de una parcela permanente de medición lineal (100 m de largo) en un lindero arbolado
asociado con pastos y/o cultivos
11
con toda seguridad, se propone establecer una
faja de un metro de ancho a ambos lados del SAF
lineal (un área de 200 m 2 ), como se muestra en la
Figura 4.
3.3 Personal y organización del trabajo
El trabajo de campo debe ser dirigido por un
ingeniero o técnico (forestal, agrónomo, agroforestal)
con conocimiento y experiencia en
dasometría, con quien colaboren al menos dos
asistentes de campo (un baquiano y otro técnico,
o al menos un baquiano y un jornalero que
pueda ser capacitado fácilmente en mediciones
con cinta métrica, cinta diamétrica, brújula y otros
equipos). Para garantizar la calidad del resultado,
es esencial capacitar a ambas personas antes de
efectuar las actividades y optimizar el trabajo
en la instalación y medición de las PPM. Si ya
hubiesen participado en actividades similares
(por ejemplo en mediciones forestales), se debe
aclarar la metodología de medición del componente
arbóreo en SAF y enfatizar en la precisión
que hay que mantener, tanto en la demarcación
de la PPM, como en las mediciones de las especies
maderables.
La identificación de las especies a medir estará
a cargo del baquiano, quien apoyará al equipo
técnico no solo en la identificación misma de los
árboles por su nombre común, sino en el uso de
los instrumentos de medición, así como en otras
tareas de la delimitación de la parcela.
3.4 Equipos e instrumentos
de medición y materiales
El trabajo exitoso en campo dependerá de una
buena preparación previa, tanto de los materiales
necesarios como de los equipos y herramientas
requeridos. A manera de ayuda, a continuación se
ofrece una lista de los materiales más importantes.
Figura 4. Diseño de una subparcela para el monitoreo de brinzales dentro de la PPM lineal en un lindero
arbolado asociado con pastos y/o cultivos
12
3.4.1 Materiales necesarios para
la instalación de la parcela
Para el dispositivo de la parcela (centro de la
parcela + esquineros + estacas de delimitación de
las subparcelas/cuadrados/sectores):
• centro de la parcela y esquineros (elegir el
material según la oferta local y el riesgo de
destrucción del dispositivo):
--
idealmente, postes de 3 x 3” de madera
dura imputrescible (p.e. Manilkara zapota)
de 1,5 m de largo
--
o poste de concreto
--
o tubos de PVC de 2" de diámetro con
una varilla de hierro en el interior de ½”,
ambos de 1,5 m de largo
--
o varillas de hierro de ½” de 1 m de largo
con un taco de madera dura de 3 x 3 x 3"
pintado de amarillo fluorescente clavado
encima.
• estacas de delimitación de las subparcelas/
cuadrados/sectores (elegir el material según
la oferta local y el riesgo de destrucción del
dispositivo):
--
tubos de PVC de 1" de diámetro con una
varilla de hierro en el interior de 3/8”, ambos
de 75 cm de largo
--
o varillas de hierro de 3/8” de 0,75 m de largo
con un taco de madera dura de 2 x 2 x 2”
pintado de rojo fluorescente clavado encima.
Hay que asegurarse de preparar con anticipación:
• Los postes y/o tacos aserrados
• La compra de los tubos, varillas y pintura
(¡no se encuentra en todas las ferreterías
pintura fluorescente en el color y la cantidad
requerida!)
• La perforación y pintura de los tacos para
facilitar su posterior “clavado”
• La corta de las varillas, pintura con anticorrosivo.
¡Asegúrese de que se sequen bien!
Para la identificación de los árboles:
• Pintura anaranjada/rosada fluorescente
• cinta adhesiva
• clavos de aluminio
• laminillas/plaquetas/placas de aluminio
Hay que asegurarse de preparar con anticipación:
• Los postes y/o tacos aserrados
• La compra de la pintura (¡no se encuentra en
todas las ferreterías pintura fluorescente en el
color y la cantidad requerida!)
• La compra de los clavos y laminillas de
aluminio (en su defecto láminas grandes de
aluminio, o charolas/bandejas para hornear)
• Si se compran láminas grandes o charolas,
habrá que recortar las laminillas.
3.4.2 Equipos y herramientas necesarios
para la instalación y medición de la parcela
• Cinta métrica de 50 m
• otra cinta métrica de 20 m en caso de levantar
las coordenadas de los árboles
• brújula
13
• GPS
• Clinómetro
• Cinta diamétrica (¡ojo! No usar forcípula)
• Sierra para podar o serrucho
• Machete con lima para afilar
• Mazo
• Palín, pico y barreta, según la pedregosidad del
suelo
• Segueta
• Hojas de segueta
• Rollo de cinta forestal (cinta plástica de color
para marcar)
• Cepillo de alambre
• Martillo
• Un juego de troqueles del 0 al 9
• 2 brochas de 1”
• Una escalera 3 de aluminio (u otro material
bien liviano) de 3 m
• Juego de hojas de código plastificadas
• Tablero
• Lápiz
• Sacapuntas
• Bolsa plástica para proteger el tablero de la
lluvia
• Juego completo de formularios para la primera
medición (no olvidar llevar hojas de reserva
en blanco)
• Si es del caso, herramientas/equipo para la
toma de muestras botánicas.
3.5 Instalación de las parcelas
Las PPM (rectangulares o circulares) se instalan
con la ayuda de una brújula, tratando de adecuar
de la mejor manera la forma de la parcela al rodal
natural de árboles maderables existente en el
SAF. Las PPM lineales se ajustan al modelo lineal
(recto o moderadamente curvilíneo) que presente
el asocio agroforestal.
En la elección de la parcela se deben excluir los
sitios con pendientes mayores al 30%, áreas de
drenaje, terrenos inundables y áreas de fuerte
pedregosidad. El sitio seleccionado debe ser
representativo de los sistemas que se manejan en
la zona.
Las PPM deben quedar claramente marcadas, de
manera que se las logre ubicar rápidamente a la
hora de medirlas. Para facilitar la ubicación de parcelas
rectangulares en café o cacao, se pueden abrir
zanjas en forma de “L” en los esquineros y luego se
coloca un poste de madera dura (por ejemplo postes
de 3 x 3” de Manilkara zapota) en cada esquina.
3
Esto en el caso de tener árboles con contrafuertes altos en la parcela, lo que obliga a medir el dap a una altura mayor a la
altura de pecho. Es esencial garantizar las condiciones de trabajo que aseguren un correcto marcado del lugar de medición y
correctas mediciones sucesivas en el tiempo.
14
En cualquier tipo de PPM (rectangular, circular
o lineal en linderos), hay que dejar una estaca,
árbol, poste de concreto u otro en el centro de la
parcela, el cual se posiciona con el GPS; asimismo,
en la bitácora del experimento se debe dejar
claramente documentado cómo se hizo el geoposicionamiento.
En parcelas silvopastoriles se
recomienda geoposicionar los mojones también.
La instalación de la PPM concluye con la identificación
de cada árbol que va a ser monitoreado y
el pintado de una línea a la altura donde se medirá
el dap. Idealmente, la identificación se realiza
mediante la asignación de un número grabado en
una placa de aluminio o plástica, sujetada al árbol
con un clavo de aluminio colocado 20 cm encima
de la línea de medición del dap y ubicado de frente
al sentido de avance del levantamiento. Si no
se cuenta con estos materiales, se puede numerar
con pintura en spray. El lector interesado podrá
acceder a mayores detalles en cuanto a la instalación
de PPM en Camacho (2000).
Una vez que se haya identificado el conjunto
de árboles en la PPM, se elabora el croquis de
distribución de los individuos dentro de la parcela
(Anexo 4) y se completa la descripción general
de la parcela (Anexo 2). La descripción general
contempla descriptores de la parcela, tales como:
• localización del sitio de la PPM (finca, municipio,
departamento, georreferenciación, altitud
sobre el nivel del mar y datum)
• descripción del saf maderable presente en la
ppm (saf-café / saf-cacao / árboles dispersos
en pasturas / linderos o cercos vivos maderables
en asocio con cultivos y/o pasturas)
• pendiente general del terreno
• porcentaje de luz promedio existente en el saf
• tamaño y forma de la parcela
• elementos constructivos de demarcación de los
esquineros, centro y subparcelas.
El croquis de ubicación de la parcela ilustra la
forma de la parcela (rectangular, circular o lineal);
su ubicación dentro de la finca y la ruta que
conduce de un punto físico estable de la finca ‐por
ejemplo un edificio, el cruce de dos caminos, un
puente‐ hasta la parcela; el tipo de punto central
instalado y su posición con GPS. El croquis es
muy importante: la ubicación con GPS lo completa
pero no lo remplaza de ninguna manera.
Idealmente, y como parte de las tareas finales de
establecimiento de una PPM, hay que hacer un
muestreo de suelos para diagnosticar la fertilidad
a varias profundidades (por ejemplo, 0-15,15-30
cm). El diagnóstico de fertilidad (que normalmente
implica la determinación del pH, acidez
intercambiable y los contenidos disponibles de
Ca, Mg, K, P, Fe, Cu, Zn y Mn) puede hacerse con
diferentes grados de detalle y presupuesto. La
forma en que se deben obtener las muestras de
suelo y su transporte del campo al laboratorio
se describe en Díaz-Romeu y Hunter (1978) o
15
en Enríquez y Cabalceta (1999). Existen además
muchos otros documentos que se pueden
consultar sobre este tema, inclusive en línea. La
textura, densidad aparente y materia orgánica
pueden ser útiles de medir en suelos donde estas
características no hayan sido determinadas previamente
o porque se considere necesario volver
a determinarlos.
Una vez seleccionadas y delimitadas las PPM
se debe completar, desarrollar, documentar y
sistematizar todo lo ocurrido en cada parcela
desde el evento más antiguo que el agricultor
recuerda (por ejemplo, la tala del bosque para la
instalación del pasto) hasta el evento más reciente
(la instalación de la PPM). Todos los eventos
deben quedar anotados en el cuaderno bitácora
de la PPM “historial de la parcela”. Este cuaderno
debe quedar en manos del productor, quien
lo puede actualizar cada vez que hace algo en la
parcela. El investigador lo fotocopia una vez al
año y hace anotaciones adicionales sobre detalles
que considere necesarios (Anexo 1).
Ya en la oficina, la información anterior se debe
completar con:
• una breve revisión de literatura sobre datos de
suelos y climáticos del sitio
• una breve revisión de literatura sobre asociaciones
vegetales propias de la zona
• el número de parcelas establecidas por saf y
por zona de estudio.
3.6 Primera medición de los árboles en
la parcela
Una vez terminada la instalación de la parcela, se
realizan las mediciones del componente arbóreo
(fustal), que son los siguientes:
• mortalidad (recién a partir de la segunda
medición)
• identificación de la especie arbórea a medir
por nombre común (el nombre científico se
incluye si se está totalmente seguros de él)
• diámetro a la altura del pecho (dap)
• altura total (ht)
• altura comercial (hc)
• diámetro de copa (dc)
• variables de diagnóstico del árbol (calidad de
fuste, defectos estructurales y estado fitosanitario
del árbol).
Para anotar los datos de la medición se usa el
formulario de campo 2 “Medición de árboles”
(Anexo 3). Dada la posición espacial y el desarrollo
de los árboles en SAF, no se considera
necesario tomar en cuenta variables propias
del bosque natural, como el vigor del individuo,
forma e iluminación de copa, o grado de infestación
de lianas. Sin embargo, si el investigador
estima que para su caso en particular se deben
considerar esas variables, lo puede hacer. Más
información al respecto en Camacho (2000).
16
Mortalidad: variable que especifica las razones de
la muerte de un individuo (los códigos a usar
se detallan al pie del formulario de campo 2).
Nombre común de los individuos arbóreos dado
por el baquiano. El técnico lo anota en el
formulario de campo 2 y, si supiera el nombre
científico, lo anota al menos una vez
(para identificar el nombre común). Si no lo
sabe, después de realizar las mediciones, debe
consultar con otros técnicos locales o expertos
en dendrología, o bien deberá colectar
muestras de hojas, flores, etc. para hacer la
identificación posterior en un herbario.
Diámetro a la altura del pecho (dap): esta es la
variable fundamental en todo estudio de
crecimiento de árboles. La manera de medir
el dap ha sido establecida y estandarizada
desde siglos; por definición, es el diámetro
de la sección normal del fuste del árbol que
se encuentra a 1,30 m sobre el suelo (Figura
5). El diámetro se mide sobre la corteza con
una cinta diamétrica metálica en buenas
condiciones, en centímetros, con precisión
al milímetro y redondeado al milímetro
inferior. En ningún caso se debe usar forcípula
para la medición del dap, ya que este
equipo no permite una buena estimación del
crecimiento del árbol. Tampoco debe usarse
cinta diamétrica graduada en pulgadas. Si las
condiciones obligan a utilizar un instrumento
diferente a la cinta diamétrica milimétrica,
es esencial anotarlo como observación en el
formulario de campo 2, ya que no es conveniente
establecer comparaciones de lecturas
diamétricas con diferentes instrumentos.
Para localizar de forma rápida y segura el sitio
de medición en el fuste del árbol a medir,
se emplea una vara previamente construida
con la medida exacta de 1,30 m de longitud.
1,30 m.
Figura 5. Medición de dap a 1,30 m del suelo
17
Muchas publicaciones definen reglas para
ubicar la posición de la sección a medir
cuando el árbol no está en posición vertical
ni en terreno plano; se recomienda Sánchez
(2011). Cuando, por aplicación de las reglas,
el diámetro se mide a una altura diferente a
1,30 m, en el formulario de campo 2 se debe
anotar la altura de medición del dap.
Altura total desde el suelo hasta el ápice de la
copa (Figura 6). Se mide en forma vertical, en
metros con precisión al decímetro y redondeado
al decímetro inferior. La altura total se
estima con ayuda de un clinómetro, hipsómetro
o vara telescópica. En los SAF con café
y cacao se recomienda utilizar el clinómetro
debido a que facilita la ubicación del técnico
hasta que divise el árbol a medir, ya que este
instrumento no está limitado a distancias
fijas de medición. En el caso de SSP, puede
utilizarse el hipsómetro, que requiere distancias
prefijadas (15, 20, 30 y 40 m) para medir
la altura. Las reglas graduadas para medir
alturas (comúnmente conocidas como varas
telescópicas) se pueden usar tanto en SAF
como en SSP.
El hipsómetro y la vara telescópica permiten
la estimación directa de la altura, en
tanto que el clinómetro exige un cálculo
posterior. Para efectos de comparaciones
posteriores con la información de campo, es
esencial anotar en el formulario de campo
2 cuál equipo fue usado para la medición
de las alturas. Para trabajar acertadamente
con el clinómetro, se recomienda consultar
el procedimiento a seguir descrito en el
Anexo 5.
La medición de las alturas de árboles presenta
gran dificultad en SAF de café y cacao, lo
que ha llevado a que la estimación “a ojo” de
la misma sea una práctica bastante difundida.
No obstante, bajo ninguna circunstancia
es aceptable estimar las alturas “a ojo” en
estudios de PPM, puesto que se ha comprobado
que dichas observaciones conducen a
grandes desviaciones y sesgos con respecto
al valor real de la variable y que no permiten
establecer comparaciones fiables en las series
temporales de datos.
Altura comercial se mide en forma similar a la altura
total pero, en vez de apuntar el ápice del
árbol, se fija la lectura de medición en el diámetro
mínimo de aprovechamiento del fuste
(Figura 6). Es importante haber determinado
previamente cuál es el diámetro mínimo
aceptado por los posibles compradores a las
cuales se pretende vender la madera. Los instrumentos
de medición son los mismos que
se utilizan para medir la altura total, aunque
en este caso, la vara telescópica se muestra
generalmente como el equipo ideal.
18
ht
hc
D2
D1
Figura 6. Medición de la altura total (ht) y comercial
(hc) utilizando clinómetro y cinta métrica
Figura 7. Medición del diámetro de copa con cinta
métrica mediante dos diámetros en cruz
Diámetro de copa se mide con cinta métrica en
metros, con precisión al decímetro y redondeado
al decímetro inferior. Este diámetro se mide
por medio de dos mediciones cruzadas (Figura
7): una de norte a sur y otra de este a oeste, o
bien dos medidas en cruz que traten de representar
el menor y el mayor diámetro de copa).
Adicionalmente a estas variables, se determina
la calidad de fuste, los defectos estructurales y
el estado fitosanitario del árbol, a partir de las
indicaciones especificadas al pie del formulario de
campo 2.
Una observación final. Como antes se indicó, para
efectos del presente protocolo no se considera obligatorio
el monitoreo de latizales y brinzales por la
incertidumbre en cuanto a su identificación botánica
y los cambios acelerados que sufren las poblaciones
de brinzales y plántulas. Sin embargo, si un investigador
decide estudiar los individuos de dimensiones
menores de especies específicas, que identifica con
toda seguridad, deberá, en primera instancia, enunciar
claramente los objetivos de su estudio, definir
las variables a medir y desarrollar el formulario de
campo pertinente. Para los efectos, se recomienda el
protocolo desarrollado por Sáenz y Finegan (2000).
19
4. Manejo y procesamiento de la información
4.1 Información a obtener
4.1.1 Desde la primera medición
Con la medición de las PPM se pretende generar
información que permita determinar el potencial
y condiciones de la vegetación arbórea en SAF o
SSP. Dicha información ayuda a cumplir con dos
objetivos:
• Adaptar las pautas del monitoreo.
• Determinar los tratamientos silviculturales que
se deben aplicar en cada PPM.
Desde un inicio, la información que se obtiene
con las mediciones de campo es básicamente la
siguiente:
• Número de especies maderables existentes en
el SAF, con el respectivo número de individuos
de cada una y su estructura poblacional
(mediante la distribución del número de individuos
por clase diamétrica).
• Distribución del número de individuos por
clase de altura y por especie, o total.
• Diámetro promedio de copas por especie y cobertura
total de las copas sobre el SAF o SSP
(expresado en porcentaje de sombra sobre el
SAF o SSP).
• Volumen total maderable por especie y
para todas las especies comerciales y no
comerciales.
• Volumen actualmente comercial por especie y
para todas las especies.
• Otra información dasométrica o de sombra
que el investigador considere de interés. Por
ejemplo, distribución del volumen de copa en
el espacio vertical, simulación de la acumulación
de las sombras de árboles en el SAF
o SSP con ayuda del programa informático
ShadeMotion (Quesada et ál. 2012), estimación
de la biomasa, etc.
Es necesario desarrollar algunas consideraciones
metodológicas sobre la estimación del volumen
maderable, ya que el conocimiento acertado de tal
volumen es fundamental para diseñar la estrategia
de gestión de una unidad productiva. Esta es la
razón por la cual el desarrollo de métodos fiables
para estimarlo ha desvelado a los investigadores
forestales desde más de 100 años. Hoy en día, existen
desde funciones volumétricas generales que se
aplican a todos los individuos de todas las especies
del bosque latifoliado de todo el continente, hasta
funciones específicas para especies específicas que
20
crecen en lugares específicos ‐por ejemplo, madera
rolliza comercial de caoba de primera calidad en
Petén, Guatemala‐, las cuales permiten calcular
productos maderables específicos.
En cada país de América Central se utilizan, más
que todo, una ecuación general y algunas pocas
funciones para especies específicas de interés
comercial. Orozco y Brumér (2002) dan ejemplos
de estos modelos. Se recomienda al investigador
controlar si para las especies presentes en sus
PPM existen modelos específicos de estimación
del volumen maderable. Si no es el caso, puede
adoptar la ecuación general usada en el país donde
se lleva a cabo el estudio (Anexo 6) o bien, el
modelo general:
volumen [m 3 ] = [área basal [m 2 ] * altura comercial [m] * factor de forma
donde el factor de forma es particular para cada
país; por ejemplo, 0,5 en Honduras y 0,65 en
Panamá.
Como antes se dijo, las PPM no pretenden
estimar con rigor estadístico los parámetros de
crecimiento de los árboles en el SAF, sino representar
estudios de caso de SAF que se consideran
dominios de recomendación para la producción
maderable en sitios de interés. Por tal razón, la
estimación del volumen maderable no es, a priori,
una variable de importancia en la etapa inicial
de una PPM en SAF: un factor de forma de 0,6
es aceptable para todos los sitios. Sin embargo, si
algún investigador desea mejorar la calidad de su
estimación más allá del uso del modelo general
vigente en su país, se recomienda que aplique la
metodología propuesta por Prodan et ál. (1997)
para determinar el valor del factor de forma que
mejor estime el volumen maderable de los árboles
de su SAF.
4.1.2 A partir de la segunda medición
A partir de la segunda medición de las PPM,
se obtiene mucho más información, ya que es
posible determinar incrementos; entre ellos, el
incremento corriente anual (ICA).
4.2 Registro de los datos en hojas
electrónicas
Los datos de los formularios de campo deben ser
ingresados en hojas electrónicas simples (Excel)
por el ingeniero a cargo de las mediciones de
las PPM. Se recomienda que la digitalización
electrónica sea debidamente verificada entre dos
personas (confrontación de una impresión de lo
digitado con los formularios de campo), a fin de
evitar cualquier error en esta parte tan importante
de la captura de datos.
Si fuese necesario hacer una remedición de alguna
PPM en campo, el nuevo formulario de campo
2 “Medición de árboles” debe generarse a partir
21
del archivo electrónico de la medición anterior,
e incluir por lo menos coordenadas, mortalidad,
dap de la última medición y altura de medición
del dap de todos los individuos, a fin de detectar
cualquier error que se haya producido.
4.3 Procesamiento de los datos
Al terminar la captura de los datos en Excel, es
posible seguir utilizando ese mismo programa
para procesar (creación de variables secundarias
como clase diamétrica y volumen) y resumir la
información de campo (cuadros de resumen con
ayuda de tablas dinámicas). Para que esta práctica,
simple y muy común, no conlleve a potenciales
alteraciones de la información de campo, se debe
respetar una regla importante: el archivo de
datos usado para el procesamiento no debe ser el
archivo original de captura, sino una copia: nunca
hay que usar el archivo original, el cual se conserva
intocado en un lugar seguro hasta la medición
siguiente, cuando se usa como base para el nuevo
formulario de campo 2 y donde se captura la
información nueva recolectada en el campo.
A partir de la segunda medición, o si el estudio
ha generado mucha información, se sugiere al
investigador usar algunos programas informáticos
específicos para calcular incrementos: DataLatif
para especies latifoliadas en Centroamérica
(Oñoro et ál. en prensa) o DataConif (Páramo
et ál. en prensa) si se trata de pinos. Igualmente,
para estudiar con mayor detalle la sombra puede
usarse el programa informático ShadeMotion
(Quesada et ál. 2012).
4.4 Almacenamiento de los datos
El establecimiento de una PPM es cosa fácil y
rápida, pero esta PPM dará sus frutos ‐en otras
palabras, generará información útil‐ recién después
de haber sido monitoreada durante varios
años (¡y quizás décadas!). Es por lo tanto esencial
respetar el protocolo (hacer todos los documentos
indicados) y asegurar desde su instalación el
resguardo de absolutamente toda la documentación
generada; a saber:
• El cuaderno bitácora de la PPM, donde está
apuntado el historial o diario de todos los
acontecimientos relativos al sitio donde se
encuentra la PPM.
• El croquis de ubicación de la parcela.
• El croquis de distribución de los árboles en la
parcela.
• Los formularios de campo de cada medición,
iniciando con la instalación y primera
medición.
• Los datos electrónicos de cada medición
estructurados, de ser posible, en una base de
datos, sino en archivos “sueltos”.
• Los informes intermedios producidos.
22
¿Cómo hacerlo? En primer término, confeccionar
tres ejemplares del folder de la parcela con
toda la información y depositarlos en tres manos
diferentes (tres personas y/o instituciones). Para
formar esas copias de respaldo, se fotocopian los
formularios de campo y se guardan los datos electrónicos
en una memoria USB, la cual se coloca
en el folder dentro de un sobre de cartón fuerte.
Teniendo en cuenta la inestabilidad de las instituciones
gubernamentales y no gubernamentales de
América Central –y ni qué decir de los proyectos
que por definición tienen una vida de duración
mucho más corta que la vida útil de una PPM‐, se
recomienda establecer una estrategia de resguardo
montada en los tres pilares siguientes:
• El primer pilar de resguardo lo constituye el
mismo agricultor dueño o administrador del
terreno donde está instalada la PPM.
• El segundo pilar es una institución nacional,
preferiblemente de educación, directamente
involucrada en la investigación.
• El tercer pilar es una institución externa, un
investigador, o un proyecto de investigación/
desarrollo que participa en la investigación.
Cada pilar debe ser el guardián de una copia de
absolutamente todos los documentos e información
que se genere en la PPM. En particular, el
depositario guardián más importante es el agricultor,
porque es el garante de mayor estabilidad
en relación con la PPM. Pero, por razones de manejo
de la información y evaluación de la misma,
es imprescindible la participación comprometida
de los otros dos pilares.
¡Cuidado con que no se le entregue al agricultor
su folder de la parcela! Esto sería una prueba de
la actitud arrogante que hasta hace poco dominaba
las relaciones entre investigadores y los
propietarios de la tierra, y demostraría el poco
interés que en verdad tienen en los resultados de
la investigación.
23
5. Tratamientos silviculturales
Como ya hemos dicho, es esencial documentar
el historial del sitio y del manejo implementado.
Por eso, en el momento de que se decida hacer
podas, raleos, cosechas y otras prácticas silviculturales
dentro de las PPM, en la bitácora de cada
PPM afectada se debe registrar la prescripción
realizada, el momento, el área tratada, productos
extraídos y otros aspectos relevantes (por
ejemplo costos). Antes y después de cualquier
intervención se deben realizar mediciones para
generar los datos que permitan determinar el
impacto de la intervención sobre el desarrollo
del conjunto de árboles del SAF. Tal información
permitirá orientar el manejo a futuro del componente
arbóreo del SAF y fortalecer el potencial
demostrativo de la PPM.
24
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Costa Rica, CATIE. 264 p. (Serie Técnica, Manual
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25
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http://www.shademotion.com/documentos/Tutorial3-
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Disponible en http://orton.catie.ac.cr/repdoc/A4266E/
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Instituto de Investigación y Servicios Forestales. 42 p.
Synnott, TJ. 1979. A manual of permanent plot procedures for
tropical rainforests. Oxford, England, Commonwealth
Forestry Institute. Tropical Forestry Papers no. 14. 67 p.
(manual traducido libremente por Juvenal Valerio en
1991, y que suele aparecer citado como Synnott 1991).
26
Anexos
Anexo 1
Historial de la PPM
El historial de la PPM, también llamado bitácora
o diario, es un relato libre de todo lo ocurrido
en la PPM, a lo largo de los años. A manera de
título, se debe anotar el número de la parcela, el
sistema agroforestal muestreado y el nombre del
agricultor responsable de la PPM. Otros datos importantes
que se deben anotar son el uso anterior
de la parcela y la tenencia de la misma.
Este relato se inicia con la documentación de
todos los eventos que ocurrieron en el sitio
donde se instaló la parcela, y que incidieron en
el sistema existente hoy en día. Luego se reseña
lo acontecido durante la instalación de la PPM y
se detalla cualquier medida cultural que se haya
aplicado, o natural que haya ocurrido en el sitio.
La manera más práctica de plasmar este historial
en el papel es mediante un cuaderno que
permanece en manos del propietario de la finca
donde se ubica la PPM. El historial lo inicia el
responsable de la instalación de la PPM, con la
recopilación inicial de información. Después, lo
entrega al agricultor y, a partir de este momento,
el agricultor es el responsable de apuntar en el
cuaderno lo que hace u observa en el SAF donde
se ubica la PPM. Esto no impide, sin embargo, que
quienes hacen las mediciones o visitas de control
hagan también anotaciones en el cuaderno.
Esquema de cada reporte: fecha, evento o comunicación,
nombre de la persona que reporta.
27
Anexo 2
Formulario de campo 1 “Descripción general y croquis de la parcela” Página 1/2
Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE)
Proyectos Finnfor/Mesoterra
PARCELAS PERMANENTES DE MEDICIÓN DE
ÁRBOLES MADERABLES EN SISTEMAS AGROFORESTALES
Descripción general de la parcela
Finca: __________________________________________ Parcela No. _________________________________
Instalada por (equipo técnico): __________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________
Fecha de instalación: (dd/mm/aaaa): _____________________________________________________________
País ________________________ Departamento ____________________ Municipio _ ____________________
Comunidad ______________________________________ Hoja cartográfica: _ ___________________________
Forma de la parcela: ______________________________ Área de la parcela (m 2 ):________________________
Latitud del centro: _________________________________ Longitud del centro:___________________________
Altitud (msnm): ___________________________________ Datum: ____________________________________
Elemento de demarcación de los esquineros y/o centro (poste de madera, de concreto, tubos de PVC, varilla de
hierro) y su tamaño___________________________________________________________________________
Elemento de demarcación de las subparcelas y su tamaño____________________________________________
SAF:______________________________________________________________________________________
Espaciamiento medio entre árboles (m): _______________ Espaciamiento medio del cultivo (m):_ ____________
Pasto intercalado:____________________________________________________________________________
28
Luz en SAF: _____________________________________ Pendiente de la parcela (%):____________________
Tipo de suelo: ____________________________________ pH:________________________________________
Pedregosidad: _ __________________________________ Drenaje:____________________________________
Uso actual: ______________________________________ Zona de vida:________________________________
Tipo de tenencia: _ ________________________________ Propietario:_________________________________
Observaciones:______________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________
Croquis de ubicación de la parcela
Finca:__________________________________________Parcela No.__________________________________
Elaborado por (equipo técnico):_ ________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________
Fecha de elaboración: (dd/mm/aaaa):____________________________________________________________
Elaborar en el cuadro siguiente un croquis que muestre la forma (rectangular, circular o lineal) de la PPM y
su ubicación dentro de la finca (con dibujo del “camino” de llegada desde un punto físico estable y fácilmente
identificable (¡e identificado!); por ejemplo, un edificio, un cruce de caminos, un puente, etc.).
29
Anexo 3
Formulario de campo 2 “Medición de árboles”
Página_____
Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) - Proyecto Finnfor/Mesoterra
PARCELAS PERMANENTES DE MEDICIÓN DE ÁRBOLES MADERABLES EN SISTEMAS AGROFORESTALES
Medición de árboles
Finca: __________ Parcela No. ___________ Fecha de medición: (dd/mm/aaaa):__________________________
Medido por (responsable): _________ (baquiano): _ ___________ (ayudante): ____________________________
Estimación de las alturas por:
hipsómetro □/clinómetro con vara □ (largo de la vara ________ m)/clinómetro con distancia □/ vara telescópica □)
árbol eje mortalidad especie dap
altura
total
clinómetro
altura
comercial
diámetro
copa
forma
fuste
Lv o
Lsup Linf
Lsup Linf dc1 dc2
distancia
1) 2) 3) 4)
no. no. [cm] [%] [%] [%]o[m] [%] [%] [m] [m]
defectos sanidad observaciones
30
Mortalidad
01 Raleo
02 Corte clandestino
03 Muerte por incendio
04 Causas naturales
05 Ataque de gorgojo
06 Volteado por el viento
07 Muerte por hongos
08 Anillado
09 Otro (precisar qué)
10 Cosecha final
Forma del fuste
01 Fuste normal (eje recto y sin defectos de forma)
02 Fuste bifurcado
03 Fuste incompleto o quebrado
04 Fuste poco sinuoso
05 Fuste muy sinuoso
06 Fuste inclinado
07 Fuste con torcedura basal
08 Fuste torcido o con forma de espiral (espiroidal)
09 Copa asimétrica
10 Cola de zorro
S
A
B
C
D
E
R
Defectos estructurales
Sin defectos estructurales
Tallo quebrado con recuperación
Tallo quebrado sin recuperación
Sin copa
Replantación
Especie extraña
Rebrote o retoño
Sanidad del árbol
10 Sano y vigoroso
21 Enfermo (roya, hongos,…) afectado eje principal
22 Enfermo (roya, hongos,…) afectado ramas
superiores
23 Enfermo (roya, hongos,…) afectado eje y ramas
31 Plagado (gorgojo, defoliador del pino,…)
afectado eje principal
32 Plagado (gorgojo, defoliador del pino,…)
afectado ramas superiores
33 Plagado (gorgojo, defoliador del pino,…)
afectado eje y ramas
41 Parasitado (enredaderas, muérdago,) afectado
eje principal
42 Parasitado (enredaderas, muérdago,) afectado
ramas superiores
43 Parasitado (enredaderas, muérdago,) afectado
eje y ramas
31
Anexo 4
Croquis de distribución de los árboles en la parcela
Mapa de distribución de todos los individuos marcados en la parcela. Para la elaboración de este mapa, es
conveniente ayudarse con las subdivisiones físicas establecidas. No hay que olvidarse de incluir en el dibujo los
caminos, ríos u otros rasgos del paisaje que cruzan o bordean la parcela y pueden ayudar a la ubicación en un
futuro.
32
Anexo 5
Procedimientos de medición de alturas con
clinómetro 4
Para no tener que medir distancias, el procedimiento
más común para la medición de la altura del árbol es
es el método del clinómetro con vara auxiliar ilustrado
en la siguiente figura.
donde:
hv
= altura de la vara (en metros, con precisión
al centímetro) [l en la figura]
%aa = porcentaje al ápice del árbol
[lectura superior α 3
en la figura]
%ba = porcentaje a la base del árbol
[lectura inferior α 1
en la figura]
%esv = porcentaje al extremo superior de la vara
[lectura vara α 2
en la figura]
La utilización de este método requiere que se consideren
dos aspectos:
• Ubicarse a una distancia más o menos
equivalente a la altura del árbol (no es
necesario medir la distancia).
• Percatarse del signo del cuadrante donde se
toma la lectura del porcentaje de pendiente,
dado que dicho signo puede influir en los
signos de la fórmula (en caso de ser negativo).
La fórmula para calcular la altura con base en los
datos estimados es la siguiente:
Altura total del árbol (m) = hv *
(%aa – %ba)
(%esv – %ba)
Si se elige este procedimiento en el campo, en el
encabezado del formulario de campo 2 se debe
marcar [√] el cuadrito del método “clinómetro con
vara” y seguidamente anotar el largo de la vara
auxiliar utilizada (en metros). Para cada árbol medido,
en la columna “Altura total Ls”, se debe anotar el
valor en porcentaje de la mira al ápice del árbol;
en la columna “Altura total Li” se anota el valor
4
Adaptado de INAB (2012).
33
en porcentaje de la mira a la base del árbol; en la
columna “Clinómetro Lv”, el valor en porcentaje de
la mira al extremo superior de la vara y, sin cambiar
de posición, en la columna “Altura comercial Ls”, el
valor de la mira a la parte superior del fuste comercial;
finalmente, en la columna “Altura comercial Li”, el
valor de la mira en la parte inferior del fuste comercial,
si es que no coincide con la base del árbol por
pudrición, por ejemplo (si este fuera el caso, hacer la
observación correspondiente en el formulario).
La aplicación del método de medición de la altura
con vara auxiliar exige ver la base del árbol (que
coincide con la base de la vara), pero con frecuencia,
las condiciones del estrato inferior del SAF pueden
imposibilitar la vista. Entonces, pudiera ser más
práctico estimar la altura siempre con clinómetro, pero
ayudándose con la medición de la distancia paralela
al suelo con cinta métrica. Un método estándar para
la medición de altura de esta manera es el uso de
jalones: en el campo mismo se preparan dos jalones,
cada uno con dos marcas: la primera a 1,1 m de
altura del suelo “que sirve para la medición de la
distancia paralela al suelo‐, y la segunda a una altura
cómoda en relación con la altura de quien realizará
las lecturas del clinómetro. En el formulario, se anota
la altura de la segunda marca en “altura de la vara”.
El lector del clinómetro se ubica a una distancia
(variable) que le permita ver bien la punta del árbol a
medir, en tanto que su ayudante se posiciona al pie
del árbol. El responsable mide la distancia paralela al
suelo con su ayudante, luego la pendiente a la marca
superior del jalón sostenido por el ayudante y, por
último, la pendiente al ápice del árbol. La altura del
árbol resulta de la fórmula:
altura total
(m) =
100
% ápice
– % marca
+ d paralela
* + altura marca
100 2 + % 2 marca
100
donde:
dparalela = distancia paralela al suelo
(en metros, con precisión al
decímetro)
alturamarca = altura de la marca superior del jalón
(en metros, con precisión al dm)
%marca = porcentaje a la marca superior del
jalón
%ápice = porcentaje al ápice del árbol
NOTA: la altura total del árbol se expresa en metros.
Si se elige este procedimiento en el campo, en el
encabezado del formulario de campo 2 se debe
marcar [√] en el cuadrito del método “clinómetro
con distancia” y seguidamente anotar la altura de la
marca superior del jalón en el lugar que dice “largo
de la vara” (en metros). Para cada árbol medido,
en la columna “Altura total Ls” se anota el valor en
porcentaje de la mira al ápice del árbol; en la columna
“Altura total Li”, el valor en porcentaje de la mira a la
marca superior del jalón; en la columna “Clinómetro
Lv o distancia”, la distancia paralela al suelo entre el
lector del clinómetro y la base del árbol (en metros)
y sin cambiar de posición, en la columna “Altura
comercial Ls”, el valor de la mira a la parte superior
del fuste comercial; finalmente, en la columna “Altura
comercial Li”, el valor de la mira a la parte inferior del
fuste comercial, si es que no coincide con la base
del árbol por pudrición, por ejemplo (si este fuera el
caso, hacer la observación correspondiente en el
formulario).
34
Anexo 6
Ecuaciones volumétricas generales para árboles del bosque latifoliado de Centroamérica
Guatemala, bosque latifoliado
Fórmula de la FAO (1970) para árboles sin
gambas, sin realizar ajuste por defectos
V = 0,0567 + 0,5074 +
d
100
2
* h c
donde:
V = volumen de madera comercial, en m 3
d = diámetro a la altura del pecho, en cm
h c
= altura comercial del fuste, en m
Panamá, bosques naturales
Fórmula del factor de forma 5
V =
π
x
d
* hc x ƒ 1.3
4 100
donde:
V = volumen del fuste con corteza, en m 3
d = diámetro a la altura del pecho, en cm
hc = altura comercial del fuste, en m
f1.3 = factor de forma; se le asigna por lo general
un valor entre 0,65 - 0,7
Costa Rica, bosque húmedo tropical
Fórmula de Loján (1966)
donde:
V = volumen del fuste con corteza, en m 3
d = diámetro a la altura del pecho, en cm
hc = altura comercial del fuste, en m
logV = 2,03986 * logd + 0,779 * logh c
– 4,07682
5
William Cordero, Programa Forestal Comunitario en Darién. 20 de abril de 2012, comunicación personal (el programa
para el procesamiento de datos de inventarios forestales de bosques naturales desarrollado por USAID, Programa Forestal
Comunitario en Darién, usa esta fórmula para la estimación de los volúmenes de madera).
35
Anexo 7
Esquema del informe
Se sugiere que los informes que se deben elaborar con la información colectada en la PPM, contengan la
siguiente información básica:
1. Introducción
2. Objetivos
3. Descripción geográfica del área de estudio
4. El sistema agroforestal maderable a estudiar
5. Materiales y métodos
5.1 Sitio de estudio
5.2 Descripción de la PPM
5.3 Recopilación de datos
5.4 Análisis de datos
6. Resultados
6.1 Composición florística y el componente arbóreo: especies por estrato
6.2 Variables dasométricas
6.3 Sombra sobre cultivos/pastos
6.4 Importancia económica del componente forestal en las fincas agroforestales: productos
forestales aprovechados, usos y mercados de los productos forestales; análisis financiero de los
distintos tipos de categorías (en los tipos más importantes).
7. Discusión de resultados
7.1 Análisis de los principales hallazgos sobre los sistemas agroforestales existentes, su importancia
y su potencial para la producción de madera
7.2 Opciones para el manejo silvicultural
7.3 Factores favorables y factores limitantes
8. Referencias bibliográficas
9. Anexos
Es de esperar que en un futuro próximo se cuente con un documento guía para facilitar la elaboración y
estandarización del informe propuesto.
36
CATIE (Centro Agronómico Tropical de
Investigación y Enseñanza) es un centro
regional dedicado a la investigación y la
enseñanza de posgrado en agricultura,
manejo, conservación y uso sostenible de
los recursos naturales. Sus miembros son
el Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura (IICA), Belice, Bolivia,
Colombia, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México, Nicaragua,
Panamá, Paraguay, República Dominicana,
Venezuela, España y el Estado de Acre en
Brasil.
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