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Especial High Cycling - Alejandro Valverde

Número especial sobre el ciclista murciano de Movistar, que se retira tras 20 años como ciclista profesional.

Número especial sobre el ciclista murciano de Movistar, que se retira tras 20 años como ciclista profesional.

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F: Movistar

F: RCS

FOTO DE PORTADA: ASO

F: Sirotti



2, 3, 4 y 5 DE FEBRERO

Click aquí



Laura M.

TABERNER

«Gracias,

Alejandro»

A

unque han pasado varias semanas de ese

día y para algunos quede ya lejano, el 8

de Octubre fue un día que posiblemente

sea recordado por muchos, especialmente

por aquellos que amamos el ciclismo, como

un día que generó muchos sentimientos y emociones

entremezclados, en los que sobretodo, imperaba la

gratitud infinita con un toque de sabor a melancolía.

La mañana se presentaba soleada con una temperatura

otoñal agradable y muchos

eran los que nos habíamos concentrado

en el centro de Bérgamo

para presenciar y ser un poco

partícipes de la salida de la

última clásica y monumento del

ciclismo profesional de la temporada

2022, Il Lombardia. Muchas

personas curiosas, muchas

caras conocidas y rostros familiares

venidos desde España se habían

congregado en las calles italianas

lombardas para animar a

los ciclistas que encaraban la última

carrera de un día del calendario

profesional y, muy especialmente,

para despedir al que ha

sido el ciclista de referencia en

nuestro país, el campeón Alejandro

Valverde.

Como bien he comentado, el sentimiento

de gratitud se respiraba

en el ambiente y, prueba de ello, eran las numerosas

muestras de cariño, besos, abrazos y sonrisas

que no cesaron de verse alrededor del autobús del

Movistar donde familiares, amigos y aficionados se

agolpaban junto al vehículo azul para apoyar al ciclista

murciano en su última carrera profesional.

«El 8 de octubre se presentaba

soleado, con

una temperatura otoñal

bastante agradable»

«El sentimiento de gratitud

se respiraba en el

ambiente, con muchas

muestras de cariño»

«El sentimiento de melancolía

era inevitable

al verle cruzar su última

línea de meta»

Por supuesto, High Cycling, no podía faltar a unirse

a ese sentimiento de agradecimiento popular, pues

somos conscientes de todo lo que Alejandro ha aportado

a aquellos que amamos la bicicleta y el ciclismo,

siendo un claro ejemplo de ese tipo de personas que

aman lo que hacen y dan todo de sí mismos por un

sueño que supo convertir en realidad mediante duro

trabajo y esfuerzo. Alejandro, ejemplo e inspiración,

no sólo por logros y victorias, sino también por la manera

de encajar los momentos más complicados.

Alejandro, modelo a seguir por jóvenes

y mayores, por españoles y

extranjeros, uno de esos casos

que quedarán grabados en la memoria

de la afición, en la historia

del ciclismo.

Por otro lado, el sentimiento de

melancolía era, por desgracia, inevitable,

al ver ese vuelo de las hojas

de arce rojizo características

de la estación otoñal a pie de calzada

a orillas del Lago de Como,

consecuencia del último sprint al

cruzar línea de meta, esa última

recta que, seguro hizo pensar a

muchos que aquel momento marcaba

el final de una época y el

principio de otra, esa última recta

que a muchos hizo recordar esa

recta del sprint del Mundial de Innsbruck

cuatro años atrás. Esa

última recta que, posiblemente

muchos, guardamos en nuestra memoria como una

visión a cámara lenta para siempre. De nuevo, queremos

expresar ese sentimiento de gratitud y respeto

y los mejores deseos para esta nueva etapa, en la

que estamos convencidos que su nombre seguirá,

de una forma u otra, vinculado al ciclismo y la bici.

F: RCS



Team Movistar

El leitmotiv

Lucrecio Sánchez @Lucre_Sanchez

F: ASO



Desde 2005 un telefónico más

Un viaje por la historia del ciclismo

F: ASO

Pese a que el ciclista murciano arrancó con el

equipo en 2005, fue bajo la denominación de

Illes Balears, la nueva mutación del mítico Banesto

y posterior Caisse d’Epargne, finalmente

Movistar, en el que siempre ha formado parte,

desde que volviese de su sanción en el invierno

de 2012 hasta 2022, año de su retirada. Han

sido muchas temporadas de éxitos y sinsabores,

si bien los parabienes se acumulan en mayor

medida que los reproches, aunque también

se encuentran. Se puede decir que Valverde ha

sido una criatura del mismo molde que Induráin.

F: Sirotti

Repasar la trayectoria de Alejandro Valverde es

hacer lo propio con el ciclismo. Cuando arrancó,

allá por el año 2002, sus rivales eran Heras,

Beloki y toda esa generación capitaneada por

Armstrong. Después llegaron Contador, Sastre,

Evans y demás, para seguir luchando ante los rivales

de Nairo Quintana como fueron Chris Froome,

Vincenzo Nibali, o ya más posterior el esloveno

Primoz Roglic, con el que se disputó mano

a mano una Vuelta a España. Rivales de varias

generaciones unidos por un ciclista legendario y

que ha trascendido la dimensión del tiempo.

H

ay que relacionar íntimamente a Alejandro Valverde con

la marca a la que ha representado durante más de una

década. Parece que juntos llegarán a otra más, aunque

no sea encima de la bicicleta. Lo que ha sido el murciano

tiene que ver con los aciertos y desaciertos de los mandamases

de esta estructura, que ha sido la misma desde que en

2005 le recibieran como una de las leyendas emergentes del

ciclismo en España primero y en el mundo después. Y así fue.

‘El Imbatido’ le llamaban. Un corredor capaz de vencer fuese

cual fuese la circunstancia o los rivales. Demostración tras demostración

fue ganándose ese apelativo también en profesionales,

sobre todo los primeros años, donde sacaba de la chistera

una arrancada que resolvía contra pronóstico una etapa o

una clásica.

Con el tiempo fue perdiendo el

toque, esa chispa. Sin perder,

eso sí, el don de estar ahí, de

ser regular. Los datos no engañan

y cerrar temporadas con un

puesto 26 como peor posición

no está al alcance de cualquiera

precisamente en un ciclista

que acumulaba tantos días de

competición. Sus debes quizá

fueron no haber tomado la iniciativa

a tiempo, no haberse

sentido todo lo capo que era en

realidad. Esa mentalidad pequeñita

en ocasiones le hizo perder,

apoyado por un equipo que no

apostaba claramente por él en

carreras donde iba con varios

líderes, una manía tan clásica

en los conjuntos de Eusebio

«De joven era apodado

‘El Imbatido’ por su capacidad

para resolver

las carreras»

«Con el tiempo fue perdiendo

el toque, pero

ganó en regularidad,

su gran baza al final»

«Eusebio no terminó de

apostar por él cuando

era el más fuerte del

equipo en el Tour»

Unzué. Un ciclista con piernas para haber ganado un Tour, aunque

no las ha tenido todos los años. Pero cuando eso ha pasado,

él no se lo ha creído o su equipo no apostó por él.

F: ASO



En otras ocasiones se hablaba de lo cargado de días

de competición que llegaba al Mundial, mes de septiembre.

Correr la Vuelta con el peso de ser el líder

es una responsabilidad que él mismo se echaba a

la espalda. A veces sus compañeros, los que tenían

que asumir el liderazgo, fallaban y otras él mismo no

se dejaba ir. Tenía tanta calidad que le era imposible

no disputar, no dar todo lo que tenía dentro. Le pasa

desde joven, le sucede en cada entrenamiento. Es

una filosofía de vida. Si Valverde hubiese tenido una

mentalidad un poco más ganadora, podríamos haber

visto al mejor ciclista después de Hinault. Porque las

piernas han sido las mejores después que se han

visto desde que el astro francés colgara la bicicleta.

Y no es una exageración. Un ciclista que es capaz

de debutar en un Tour de Flandes y luchar la victoria

no es cualquier ciclista. Ha llegado a ganar contrarrelojes,

también en montaña, en llegadas masivas

puras al más puro estilo sprinter, en rampas duras,

en las menos duras. En todos los terrenos. De haber

sido más inteligente en ciertos momentos (o de haber

estado mejor asesorado) hubiese ganado más y

mejor. Le faltó creérselo. Le faltó que se lo hiciesen

creer. ¿Cuántos Tours le han sobrado? ¿Cuántos

días de competición le han faltado en las carreras

que eran para él? Un ciclista de esta altura no puede

conformarse con la Vuelta a Murcia en lugar de estar

peleando la Milán San Remo, que tuvo en sus piernas

en más de una ocasión. Después ganar es otra

película. Un corredor que se retira sin ganar ningún

Giro de Lombardía, algo impensable si se mira el palmarés

de la prueba. Son esas cosas las que restan

32 grandes vueltas

Su longevidad ha permitido

que haya tomado la

salida en 32 grandes (16

en la Vuelta, 2 en el Giro y

14 en el Tour). En total se

ha llevado 16 victorias de

etapa en ellos, más una

que el Tour le asignó por

descalificación del primer

clasificado. Un auténtico

portento con unos números

espectaculares. ¿Suficientes

para un ciclista de

su alcurnia? Ahí ya entra

lo subjetivo. En los monumentos

tomó la salida en

35 ocasiones. Salvo la París

Roubaix, probó el resto,

con una única aparición

en Flandes. Su coto

de caza eran las Ardenas,

donde logró nueve victorias

a cargo de las 4 Liejas

y las 5 Flechas que tiene

en su palmarés. En los

Mundiales tiene 14 participaciones

para un total de

siete medallas, récord absoluto

en la prueba. Y un

título, la última de ellas.

F: ASO



Reconocimiento de sus rivales

Cuando se proclamó campeón del mundo, sus

rivales declararon todos que se alegraban de

esa victoria, de que era totalmente merecida y

que de no haber ganado ellos hubiesen elegido

este desenlace. La relación con todos los ciclistas

fue magnífica. Alguna situación incómoda

como el podio del Mundial de Florencia se ha

dado, ya que es imposible que una carrera tan

dilatada no dé para vivir situaciones de todo

tipo. Pero Valverde era muy querido y respetado

en el seno del pelotón. Ya con los años se

convirtió en uno de los líderes del gran grupo,

aunque fuese por pura veteranía.

Operación Puerto, su única mancha

La presunta relación con la Operación Puerto fue

el gran punto negro de su carrera. El CONI apretó

para sancionarle y lo consiguió. Dos años de sanción

y una carrera frenada en su mejor momento.

Sin haber dado positivo. Con los años todo se

diluyó, pero ese sambenito le fue complicado de

arrebatar. Las federaciones italiana y alemana

clamaron venganza, ya que las estrellas españolas

no habían sido sancionadas, mientras Basso

y Ullrich habían pagado cara su relación con el

doctor Eufemiano Fuentes. El primero pagó una

sanción de dos años, reducida por confesar, y el

teutón dejó la bicicleta a raíz del asunto.

un poco a la magnífica trayectoria del murciano. También el

palmarés construido sobre pruebas de segundo nivel. Pero todas

son victorias. Dejó el marcador en 133, pero da la sensación

de que con tanto segundo y tercer puesto podría haber

pasado los 200 con facilidad. Muchos segundos puestos han

sido fruto de no haber tomado decisiones correctas, o de haber

esperado demasiado. Esas dudas, añadidas al caos del equipo

en algunas situaciones han permitido que muchas ocasiones

de levantar los brazos hayan quedado en el casi. No puede

ser que un ciclista como este se retire habiendo ganado tres

etapas en catorce participaciones en el Tour. Tadej Pogačar ha

ganado más en una misma edición.

Si se miran sus últimas carreras

como profesional, acumula

puestos magníficos en las clásicas

italianas: 2º-4º-3º-6º. Si

eso no le hubiese pasado en

más ocasiones, diríamos que

es un final más que digno a una

carrera brillante. Que lo es. Pero

también es justo admitir que

es inevitable pensar en qué hubiese

sido de haber sido todo

diferente. Al final hay que pensar

que Movistar estuvo para él

en ciertas situaciones, no hay

duda. Pero él ha estado por Movistar

en muchas otras, por

ejemplo, alargando su temporada

un año más por la necesidad

del equipo de acumular puntos

y así evitar el descenso. ¿Qué

hubiese sido de haber militado

en su día en otra escuadra?

«Dejó el marcador en

133, pero con la sensación

de que faltaron algunas

importantes»

«Él ha estado más por

Movistar que Movistar

para él en determinadas

situaciones»

«Siempre cabrá la pregunta

de qué hubiese

sido de Valverde en un

exclusivo para él»

Son preguntas que no se pueden obviar, ya que se ven ejemplos

en Van der Poel, con un equipo absolutamente volcado, y

otros líderes. Valverde merecía ser el leitmotiv de un equipo.

F: ASO



Lo mejor del

‘Balica’

Lucrecio Sánchez @Lucre_Sanchez

F:PHOTOGOMEZSPORT



La falta de apoyo del equipo

Durante el Giro se vio que Movistar iba a jugar,

como era habitual, varias bazas durante la carrera.

La apuesta por Alejandro no era total e i-

ban a utilizar a Andrey Amador como una segunda

baza en fugas y buscando colocarle en

la general. Eso en ocasiones frenó al propio

Valverde en ciertas situaciones. En la última

etapa de montaña, en Vinadio, se vio cómo

Visconti no paró a ayudar a su compañero en

la lucha por el podio y le quitó la bonificación.

Todo cuando no estaba ya en disputa la victoria

de etapa. De haber contado con su equipo al

100% hubiese sido quizás segundo.

La maglia rosa, su gran debe

Es uno de los grandes debes de su carrera, no

haberse vestido de rosa al menos por un día. En

2016 no anduvo lejos, ya que desde el principio

se encontró en puestos cabeceros. No se lo plantearía

como un objetivo real, pero cierto es que

haber completado la fotografía con los tres maillots

hubiese sido magnífica. Su compañero de

podio, Nibali, sí que lo logró. Con el siciliano viviría

muchos momentos a lo largo de su carrera.

En Italia el ciclista del Astana se ‘vengaría’ de la

encarnizada lucha que llevó con el murciano por

el podio de París un año antes. El español le ganaría

la partida ahí. Aquí, Lo Squalo.

Giro de Italia

P

or fin llegó el día de ver a Valverde en la corsa rosa. Un

año en el que se echó a la espalda el reto de competir

en las tres grandes el mismo año y ser top ten en todas

ellas, algo que estuvo a punto de lograr. En la salida holandesa

los favoritos eran otros como Vincenzo Nibali, que a la

postre resultó el ganador de la prueba. Poco a poco, la carrera

fue madurando a alguno de los artistas, como pasó con el español,

que cedió una cantidad de tiempo importante en la etapa

de los Dolomitas y ese hecho le eliminaría ya para luchar por

la victoria final. La altitud fue la que le perjudicó en ese Giro, ya

que a ese hundimiento habría

«Fue tercero, pero de

haber contado con el a-

poyo total del equipo,

hubiese sido segundo»

«Amador le frenó y Visconti

le restó importantes

bonificaciones en la

línea de meta»

«Ganó una etapa y fue

tercero pese a sufrir

dos grandes desfallecimientos»

que añadir lo mal que le sentó

el Agnello, finalmente el punto

decisivo de aquella edición. No

podía irse sin dejar su sello con

una victoria de etapa, en Andalo

y con una exhibición en toda regla.

Una etapa preciosa y que

puso el broche a un mes de mayo

que le fue mejor de lo que se

esperaba. En la última etapa de

montaña se vio que era el segundo

más fuerte de la carrera,

por detrás de Nibali, pero no a-

provecharía esa superioridad

sobre Esteban Chaves. Tercer

puesto en la general final y la

gran suerte de poder subir al

podio de Turín. Un resultado a

tener en cuenta por ser su primera

participación y por haber

vivido un par de desfallecimientos

en alta montaña. Se reconcilió con la afición italiana, que

falta hacía, y de paso completó su particular colección de logros

a lo largo de su carrera con el podio en el Giro.

F: RCS



Las decepciones en el Tour

Tras debutar con cierto éxito en 2005 y ganar al

imbatible Lance Armstrong, abandonó por unas

supuestas molestias en la rodilla. En 2006 fue

la clavícula y en 2007 la crono de Albi quienes

aniquilaron su candidatura. En 2008 fueron el

Tourmalet y Jens Voigt. Y así sucesivamente.

La mayor decepción con el Tour llegó en 2014.

Las bajas de Contador y Froome dejaban un

panorama muy abierto para luchar por el podio.

Sus rivales eran Peraud y Pinot, ambos franceses

y asequibles para el murciano. Se tuvo que

conformar con la cuarta plaza, siendo esta la

mayor de ellas por tenerlo tan cerca.

Los éxitos en el Tour

Sin embargo, sus primeras ediciones nos regalaron

buenos momentos, como los ataques en el

Galibier, las victorias de etapa de 2008, tras cuya

primera etapa tomó el maillot amarillo, o 2012,

cuando tras su sanción ganó de forma brillante

en Peyragudes, en una de las etapas reina. Después

ha vivido muchos momentos de buen ciclismo

como los ataques a Froome en aquella etapa

de Pirineos donde el británico quedó desatendido

o un buen trabajo en favor de Quintana. Pero

siempre dando la sensación de que se trataba de

un pez fuera del agua, un ciclista fuera de sitio.

Tour de Francia

N

o todos los ciclistas pueden con el Tour de Francia. Es

un hecho. Ni siquiera todos los corredores sueñan con

él, aunque tengan las capacidades. De ambos tipos lo

terminan por intentar, porque la meca del ciclismo es el

Tour, porque es LA carrera y porque supone un reto. Corredores

que han sido mucho en otros lares, como pudiéramos pensar

en Gilberto Simoni, gran escalador más dedicado al Giro

de Italia. El transalpino nunca llegó a triunfar en las montañas

francesas como en las italianas. La forma de correr, el estado

de forma de todos los ciclistas que conforman el pelotón, el

cima, el tipo de recorrido y, sobre

todo, la presión. Cuando un

ciclista se pone el dorsal para

salir en el Tour, no todo vale, se

espera y se exige al máximo. Y

es la gran diferencia. No hay opción

de mirar a otro lado.

«El Tour es la meca del

ciclismo y es normal

que tarde o temprano

todos se prueben»

Por ello, ciclistas como Valverde

sufrieron tanto con el Tour. Porque

el murciano tiene calidad

sobrada para triunfar en él, y

porque su equipo ha sido (más

que es) una máquina de ilusiones

de cara al Tour: Induráin,

Olano, Perico, Quintana, etc.

Los que se suponían eran los

años dorados de Alejandro lo

acabaron siendo de Pereiro,

que contra pronóstico acabó

triunfando en Francia. Valverde

tuvo que esperar a su octavo

«Pero la relación de

Valverde con el Tour

no pasa de ser una sensación

agridulce»

«Más en un equipo que

le exigía resultados en

un terreno que no era

el suyo»

intento para poder subir al podio final de París. Tras dos abandonos

y dos decepciones, una sanción y un año de transición,

regresó para ser la máxima oposición a Froome. Y lo fue. Sólo

F: Sirotti



El llanto por un podio

Las ‘valverdadas’ del Tour

F: Marca

Se le había criticado mucho por sus fracasos

en el Tour. Un caso similar a Abraham Olano,

que sólo tuvo problemas con esta carrera y al

que se recuerda con sensación agridulce por

ello. El murciano comenzó aquella edición 2015

con la cautela que el golpe de 2014 le obligaba.

Conforme avanzaba la carrera, parecía que

se incrustaba en la terna de favoritos que iba a

pelear la última posición del podio. Richie Porte

cedió sus opciones y, por tanto, quedó vía libre

para un duelo que iba a estar entre Contador,

Nibali y Valverde. ‘Bala’, pese a la gran última

semana del italiano, resistió perfectamente 3º.

F: Sirotti

Caídas, mal rendimiento en las cronos cuando ha

sido incluso campeón de España en la especialidad.

Cuando más parecía que iba a surgir Alejandro,

algo le pasaba. Rodilla en 2005, clavícula

en 2006, crono en 2007, el Tourmalet en 2008,

un abanico en 2013, de nuevo la crono en 2014,

las funciones de gregario en favor de Nairo en

2016, la terrible caída en el prólogo en 2017, los

desacuerdos entre los líderes en 2018 y 2019...

Siempre surgía un rival, una circunstancia, un

fallo en el peor momento posible... Pese a ello,

sacó jugo a su relación con el Tour con aquel podio

y algunas cuotas de protagonismo.

que no se contaba con la clásica ‘valverdada’, que esta vez no

vino en forma de caída, sino por el viento. Una etapa en la que

Quintana se filtró magníficamente, como solía, y le arrebató de

un plumazo el reinado en el equipo. Era el año 2013. En 2014

fue de nuevo la punta de lanza del Movistar, ya sin el colombiano

en liza. Fue regular y la mayor pifia fue no responder a

las expectativas en la contrarreloj final, cuando tenía prácticamente

hecho el tercer puesto de la general. Estando a unos

segundos, fue batido por Peraud y Pinot, que no eran precisamente

los favoritos a ganar el Tour. Nibali corría en otra liga.

Por ello, en 2015 llegó el llanto, por tantos sinsabores. No ganó

el Tour, pero sí firmó una tercera plaza buscada con ahínco y

que le permitía tomarse la carrera con otra filosofía, verla con

otros ojos, él ya había cumplido con ella y había logrado una

conquista más que en realidad

fue una heroicidad. Porque el

Tour no era su carrera. La marca

le hizo obsesionarse con él

y él venció a la frustración con

un tercer puesto que esta vez

sí tuvo un gran mérito. Derrotó

nada menos que al dorsal número

uno, Vincenzo Nibali.

En 2016 vino con el Giro en las

piernas y eso le pesó, aunque

el estado de forma que presentó

fue bueno, supeditado a Nairo

en todo momento. Tan sólo

un año más tarde, fue el más

fuerte de toda la temporada, y

en ese Tour tan de perfil bajo

tal vez hubiese tenido hasta su

ocasión de pensar en París con

aspiraciones ambiciosas. Pero

Dusseldorf le recordó cuál era

«Hubo años en los que

pudo luchar por la victoria,

pero siempre le

pasaba algo»

«En 2014 sufrió un gran

revés, pero sólo un año

más tarde fue podio y

terminó la presión»

«Se vio la caída de Alejandro

en Dusseldorf en

el prólogo de 2017 como

el final de su carrera»

su sitio en esta carrera y besó violentamente el suelo en una

caída que se pensó sería su final competitivo. Después en el

Tour tan sólo sobrevivió a la marejada de líderes en Movistar.

F: Sirotti



Récord de podios en la historia

Roberto Heras logró cinco, Froome, Rominger o

Pedro Delgado cuatro. Valverde llegó hasta los

siete. En dieciséis participaciones, lo que arroja

una media cercana a podio cada dos participaciones.

Una auténtica barbaridad la relación de

Valverde con la Vuelta. Ha subido al cajón con

historia viva del ciclismo, como Heras, Froome,

Contador, Nibali, Purito, Roglic, Pogacar, Vinokourov...

Venció en una ocasión, pero bien

podría haberse llevado dos o tres títulos más de

no haber mediado algunas malas decisiones o

directamente los jueces árbitros que le dejaron

sin Vuelta camino de Toledo en 2019.

Las 12 victorias de etapa

Paró el marcador en doce. Podían haber sido muchas

más, no cabe duda, por la capacidad del ciclista

murciano para sprintar y disputar casi cualquier

tipo de meta. Con la proliferación de llegadas

en alto y cuestas en la Vuelta, sin embargo, el

de Movistar no terminó de reflejarlo con victorias.

Algo curioso, porque teniendo de su lado a uno

de los mejores equipos y siendo uno de los mejores

rematadores, resulta extraño que sólo fueran

doce en dieciséis participaciones: Envalira, Pandera,

Soria, Morredero, Jaén, Arrate, Gallina,

Cumbres Verdes, Vejer, Caminito del Rey, Almadén

y Mas de la Costa.

Vuelta a España

E

n cambio, si en el Tour Valverde no se iba a terminar de

encontrar, la Vuelta a España iba a ser su carrera. Como

todos los clásicos hombres-Tour, al comienzo de sus días

en Illes Balears y la estructura de Eusebio Unzué, el

ciclista iba a hacer ascos a la carrera española. Sólo cuando en

el Tour no marcharon las cosas, se dejó caer por la Vuelta: en

2006 por la caída en el mes de julio, irónicamente en la etapa

que llegaba a Lieja, su coto de caza particular de monumentos,

en 2008 por un nuevo fracaso en el Tour y en 2009 porque el

CONI le había amenazado con tomarle muestras de sangre en

pos de sancionarle si pisaba

suelo italiano, y tanto el Tour

como el Giro, obviamente, lo

pisarían. Así que disputó únicamente

la Vuelta y, casualidad,

la ganó. Parecía que iba a ser

sólo la primera de muchas, pero

el contador se detuvo ahí.

Una Vuelta 2009 donde no venció

en ninguna etapa y donde

sólo se remitió a resistir las ruedas

y ataques de los rivales. Y

con eso le bastó. Aunque algún

susto tuvo, como en la Pandera,

un puerto agridulce para él. Ni

Gesink, ni Samuel Sánchez, ni

Evans, ni Basso fueron rivales

para él. Aunque no sentenció

en ningún momento y puso en

riesgo que el fantasma de 2006

«La Vuelta sí sería una

carrera en la que Valverde

se movería como

pez en el agua»

«Venció en 2009 y regaló

el triunfo a Vinokourov

en 2006 tras aquella

famosa emboscada»

«Después ha conseguido

el récord de podios

en la Vuelta a España

con siete en total»

se repitiese. Una lucha con Vinokourov

que pudo haber dejado resuelta antes de aquel día de

Granada, con una ofensiva total por parte de los kazajos y que

le costó, merced también al maillot abierto, la carrera al murcia-

F: Sirotti



Las ‘valverdadas’ de la Vuelta La Vuelta a España de 2006

F: Sirotti

Desde que en 2004 sufrió una durísima caída

cuando tenía muy bien pelear por la Vuelta, las

desgracias le han perseguido en la ronda española.

En 2006 el maillot abierto y los kazajos le

arrebataron in extremis la Vuelta. En 2008 un

chubasquero. En 2012 se cayó cuando iba de

líder y los abanicos le hicieron perder cerca de

un minuto y el liderato. En 2014 no iba de líder

de su equipo, pero le tocó sacar las castañas

del fuego, en 2018 perdió la plaza de podio el

penúltimo día, en 2019 los jueces obligan a esperar

a Roglic cuando un movimiento de Movistar

fue anterior a una caída.

F: EFE

Debería haber sido su primer título en la Vuelta.

Su capacidad para estar delante le permitió ir arañando

segunditos en bonificaciones, aunque después

no sentenciase. De líder desde el Alto de

la Cobertoria, fue manejando la distancia con

sus rivales, en especial con un Vinokourov que

venía recortando. Esperaría a Granada para intentar

darle la estocada. Junto a su compañero

Kashechkin, tercer clasificado, fueron planteando

un relevo de ataques hasta que finalmente Vino

se llevó el gato al agua y fue capaz de machacar

sin piedad a Valverde, que perdía el liderato y la

Vuelta en la última semana.

no. Conformarse con mantener vivo a un ciclista de la raza del

líder del Astana fue un lujo que nunca debió permitirse. Esa fue

una ocasión magnífica para haberse sacado muchos pesos de

encima. Por aquel entonces ya había sido tercero en la Vuelta

de 2003, la segunda en la que tomaba la salida. En la primera

se escapó en la primera etapa en línea junto a Sevilla camino

de Alcoy. En esa primera grande con aspiraciones, al mando de

un Kelme que sacó lo mejor de Alejandro, se llevó dos etapas

de montaña y el tercer puesto. Un botín espectacular para una

de las más aclamadas promesas del ciclismo internacional.

Como no podía ser de otra manera, en 2008 llegaron las ‘valverdadas’.

Estando en posición de pelear la general, se descolgó

a recoger un chubasquero en un descenso camino de

Cantabria. Los líderes, con Alberto Contador al mando, que no

«En 2012 regresó tras la

sanción y ya no fallaría

en la Vuelta hasta el año

de su retirada, 2022»

«Fue rival de Contador

en 2012 y estaba casi

más fuerte que él, pero

se conformó con ser 2º»

«En 2019 lució bien su

maillot arco iris siendo

el mayor rival de Primoz

Roglic en la general»

perdona una, le descolgaron y

hasta meta se dio una persecución

que acabó con sus opciones

de entrar en el cajón. Aún

había mucho que reseñar de

Valverde en la Vuelta, puesto

que tras su sanción no faltaría

a la ronda española a excepción

de 2017 y debido a la gravísima

caída en el prólogo del Tour. No

iba a escatimar en implicación,

con cuatro podios desde entonces.

Fue segundo en 2012, el

año de su regreso. Dos etapas

y la sensación de ser el que mejor

acabó la carrera. En Fuente

Dé estuvo a punto de cazar a

Contador y en la Bola del Mundo

quizá debió probarlo. En los

dos años siguientes fue tercero,

lejos de luchar por el título. En

2019, cuando ya nadie le esperaba

y luciendo su maillot de campeón del mundo, se erigió como

el rival a batir por Primoz Roglic. Si los jueces hubiesen arbitrado

bien en Toledo... quién sabe si la Vuelta no viaja a Murcia.

F: Sirotti



Récord de medallas en el Mundial

Las ediciones más flojas

F: Sirotti

Si en la Vuelta posee el récord de podios, en el

Mundial sucede lo mismo con las medallas. De

hecho, es el equivalente a los podios. Debutó

en Hamilton (Canadá) y se retiró en Imola (Italia).

Entre esos dos años, 17 ediciones de las

que 14 vieron al español entre sus participantes.

Siete medallas, contando una de oro, dos

de plata y cuatro de bronce. Impecable trayectoria

en los Campeonatos del Mundo, esos en

los que recuperó el oro para España después

de que Freire lo lograse por última vez en 2004,

campeonato que ayudó al cántabro a ganar en

los comienzos de su carrera profesional.

F: Bettini / Movistar

Aún así tuvo alguna edición más floja en cuanto

a su implicación por la victoria. 2007, 2008 o

2019 fueron sus peores años en la prueba mundialista.

Y eso que en todos ellos pudo encontrar

recorridos que más o menos se adaptasen a sus

condiciones, pero Alejandro era más este tipo de

corredor imprevisible que mejoraba cuando nadie

miraba o nadie le exigía. El mundial en el que defendía

título, el de Yorkshire, sufrió mucho con el

agua y el frío, algo que no le iba en demasía al astro

murciano. El resto, sencillamente llegó demasiado

castigado de la temporada o no encontró el

golpe de pedal necesario.

Mundiales

S

i pensábamos que el duende de España con el Campeonato

del Mundo iba a retirarse con Óscar Freire,

nos equivocábamos. Alejandro Valverde recibió el legado

del cántabro en un momento en el que ese presente

era un tanto envenenado, con una pléyade de auténticos talentos

en estas pruebas en el equipo español. Como el conjunto

italiano en sus mejores años, demasiado talento sin estar al

servicio del grupo. Cada uno haciendo guerra por su cuenta,

sin un líder definido y Valverde sacando las castañas del fuego

casi siempre. Un corredor que

por la Selección Española y el

Movistar debe temblar ante las

palabras relacionadas con tridente.

La relación en la carretera

con Purito fue siempre bien,

más allá de lo buenos que eran

ambos en las mismas carreras,

ya que el perfil que mantenían

era similar. Buenos para arriba

en cuestas cortas, absolutamente

top, y después buena punta

de velocidad para resolver en

pequeños grupos. Ambos material

de primera para ser los líderes

del equipo. La coincidencia

de ambos les perjudicó, como

sucedió en Florencia, año 2013.

«Debutó en 2003 con la

medalla de plata y salvando

las espaldas de

Igor Astarloa (oro)»

«En 2004 ayudó a Freire

a ganar y en 2005 rozó

el oro, como en 2006. El

oro llegaría en 2018»

«Florencia fue reflejo

del desconcierto en la

selección por tanto gallo

y ningún líder claro»

Otras veces menos evidentes,

el problema vino también por

ahí, con ediciones donde ganaron

ciclistas muy inferiores a los

españoles. Pero había que trabajar todos a una y varios se sentían

líderes con derecho dentro de ese equipo. De ese modo,

pasaban las ediciones una tras otra sin recuperar el maillot arco

F: Eurosport



Van Pettegem y Bettini en 2003 El Mundial de Madrid 2005

F: Sirotti

Era su debut en una carrera internacional como

esta, con los mejores en liza. Astarloa buscó su

opción de lejos y resultó ser la buena. Pero lo

mejor estaba por llegar, con Alejandro batiendo

al sprint a mitos como Peter Van Pettegem y

Paolo Bettini, entre otros gallos en ese grupo

cabecero. Ya demostró que iba a tener feeling

con esta carrera, aunque era aún la época de

Óscar Freire y el cántabro aún requería galones.

Sin embargo, ese 2003 se vio que este corredor

era especial y que tenía una dimensión

mucho mayor de la que se imaginaba. Sobre

todo en pruebas de un día.

F: Bettini / Movistar

Alejandro Valverde debutó en el Tour de Francia

en 2005. Entonces los aficionados no estaban

acostumbrados a ver ciclistas tan completos para

ganar una clásica como una gran vuelta. El Tour

fue terreno para el brillo del español, que batió en

la cima de Courchevel al mismísimo ganador de

siete Tours. El abandono tras la etapa del Galibier

le llevó a preparar el Mundial con mimo, aunque

no llegó a competir. Salió en Madrid sin opciones,

ya que era un Mundial para velocistas. Ganó Tom

Boonen, el velocista de moda, pero el murciano

se quedó cerca de darle alcance y firmó una plata

que supo a oro más que nunca.

iris o ni siquiera estar en la pelea real por él, que por capacidad

de los ciclistas que eran llamados debía ser una obligación. Parecía

que Alejandro Valverde estaba condenado a ser el eterno

segundón en los Mundiales, pero justo cuando más difícil parecía,

cuando ya nadie miraba, lo logró. Sucedió en Innsbruck,

en Austria, un país donde ya perdió la oportunidad doce años

antes. La Selección trabajó como debía, todos a una, y controlaron

en todo momento la situación. No tirando, pero sí filtrando

ciclistas con potencial y obligando a otros a llevar la iniciativa.

De ese modo se llegó al muro final, donde Francia hizo el trabajo

sucio eliminando a su mejor hombre, un Alaphilippe que

no pudo con el ritmo de sus compañeros. La apuesta entonces

fue Bardet, el ritmo endiablado se iba cobrando víctimas esperando

quedarse solos, pero no.

Valverde y Woods resistían las

acometidas de Bardet. Con los

tres en cabeza comenzó el descenso,

con Tom Dumoulin intentando

cazar por detrás. Simplemente

era cuestión de que nadie

se marchase en el descenso

o llano posterior. Alternativamente

el canadiense como el

francés probaron al español,

pero Alejandro sacó esa forma

de correr que siempre le habíamos

pedido. Hizo los deberes y

pese a que Dumoulin se unió a

ellos, ya no iba a ser rival en el

sprint. Arrancó desde lejos y a

todos nos pareció que algo tenía

que suceder, que alguna

rueda se iba a colar por allí para

batirle. Pero no hubo forma,

era su día. El grito que todos los

aficionados pegaron frente a la

«2018 era su última ocasión

por un recorrido a

su medida, aunque ya

nadie pensaba en él»

«El equipo funcionó como

un reloj y Valverde

remató tras un gran trabajo

de Francia»

«El grito de alegría de

Alejandro lo dimos todos

delante de la tele,

una merecida alegría»

tele se parecían al que el propio ciclista lanzó una vez cruzada

la línea de meta, eufórico y emocionado al mismo tiempo. Un

sueño que parecía no iba a llegar, un día feliz para todos.

F: Sirotti



A una victoria de empatar el récord

F: Sirotti

Merckx (no podía ser otro) es el ciclista con más

victorias en la ‘Decana’. Cinco entorchados logró

el belga, que subió al podio en dos ocasiones

más. Un total de siete, en el que empata

con Alejandro Valverde, que ha ganado en cuatro

ocasiones y sido segundo en dos, más un

tercer puesto. Tuvo alguna ocasión para igualar

y superar al ‘Caníbal’, pero ciertamente los rivales

también compiten y en esta carrera no se

puede decir que le fuese nada mal. Habrá perdido

algunas ocasiones por no haber intentado

rematar desde lejos, pero sin duda si en cuatro

ocasiones ha conseguido acertar, chapeau.

Lieja-Bastogne-Lieja

F: Sirotti

H

ablamos de la prueba reina de las Ardenas, de la Decana,

uno de los Monumentos del ciclismo y una carrera

tan competitiva que ningún ciclista español había conseguido

conquistarla. Ni siquiera Miguel Induráin, que

se quedó a las puertas, ni David Etxebarria, que también se tuvo

que conformar con el segundo puesto. Los rivales siempre

son los más difíciles y el recorrido ofrece varias cotas donde se

puede romper la carrera, casi siempre por táctica, por lo que no

es precisamente el terreno que mejor le venía a Alejandro, que

en ese aspecto a veces cometía errores que le alejaban de la

victoria. La primera edición en

«Fue el primer español

en ganar la Lieja, tras

haberlo intentado Induráin

y Etxebarria»

«Su modus operandi fue

muy parecido en todas

las ediciones que constan

en su palmarés»

«Le cogió la medida al

repecho final de Ans,

donde era casi imposible

batirle»

la que el campeón participaba

fue 2005, donde simplemente

pudo conocer la carrera. En su

segunda Lieja fue capital la labor

de Purito, su gregario, y que

le permitió llegar con el grupo

compacto e imponerse en Ans

ante todos los favoritos. Fue su

modus operandi durante sus

tres victorias restantes, donde

ni siquiera se planteó el ataque

lejano para resolver. Esa decisión

bien pudo costarle la victoria

en algunas ocasiones donde

estuvo a punto de llegar un

fugado, pero como en la Flecha

Valona, le tenía cogida la medida

al repecho final y sabía a la

perfección cómo actuar. Por lo

tanto, se trató de una carrera

en la que el guion era importante

para que el sintiese la confianza necesaria. En ocasiones le

han salido otros actores por el córner o le han batido al sprint,

pero cuatro títulos en la catedral de las clásicas no está mal.

F: Movistar / Bettini



Don Flecha Valona

F: ASO

Merckx dejó el listón en tres. De dieciséis veces

que Valverde disputó esta carrera, en nueve subiría

al podio. Cinco victorias y tres segundos

puestos fueron fruto de una cruenta rivalidad

con el relevo en esta cuesta, el francés Julian

Alaphilippe. El ciclista del Quick Step le robó la

cartera en tres ocasiones, que sino el murciano

hubiese dejado el récord en una cifra inalcanzable

para las siguientes generaciones. Una manita

de fotos con las que las redes sociales ya

bromeaban, ubicando la cara de Valverde con

80 años ganando en Huy.

Flecha Valona

E

l Muro de Huy fue talismán. Cinco victorias en la Flecha

Valona que le aúpan en una de esas clásicas que sin

ser un Monumento sí está cerca de ellas e incluida entre

las pruebas grandes de las Ardenas. Una semana de

cotas que suelen tener a los mismos protagonistas en el trío

que abre Amstel Gold Race y cierra la Lieja Bastogne Lieja.

Valverde triunfó en la segunda y fracasó una vez tras otra en la

primera, sucediéndole un poco lo que en Lombardía, que una

y otra vez se le adelantaba alguien o el propio ciclista no leía

bien la carrera. Una especie de maldición que no tenía lugar en

Flecha Valona, una carrera de

desarrollo mucho más predecible

y que finalizaba en un muro

que casi siempre decidía la carrera.

Vamos, era una cuestión

de piernas, de ser más rápido.

Una llegada perfecta para don

Alejandro. Ganó en 2006 y ya

le tomó la medida para domarlo.

Fue el segundo ciclista español

en ganar la Flecha Valona

tras Igor Astarloa, que supo

adelantarse a los favoritos unos

años antes. Valverde buscaba

su distancia y ahí ya era imbatible,

los demás parecían juveniles

a su lado. Hablamos de corredores

que eran auténticos

especialistas en este tipo de carreras

y que sin el murciano

hubiesen tiranizado ellos esta

prueba. Cinco ediciones ganó

«Cinco victorias en una

clásica tan prestigiosa

hablan a las claras de

su calidad»

«De las Ardenas, era la

más predecible y eso

favorecía la estrategia

de Alejandro»

«Abrió la puerta para

que otros españoles

como Purito o Moreno

ganasen en Huy»

el español y dejó el camino abierto para que otros como Purito

Rodríguez o Dani Moreno, ambos ciclistas del Katusha, pudiesen

inscribirse también en esta empinada cuesta.

F: ASO

F: Sirotti



Las victorias que le faltaron

Pese a firmar 133 victorias, hubo algunas muy

importantes que quedaron pendientes. La primera

de ellas fue Lombardía, donde ha sido segundo

y estaba en sus piernas. Después quedó

la Amstel, con idéntico resultado. O París Niza,

una carrera a la medida de Alejandro. Tirreno

fue otra prueba donde tenía mucho que ganar,

pero en esa relación turbulenta con Italia se

vieron perjudicadas alguna prueba más. Milán

San Remo estuvo en sus piernas, pero no en su

radar. En su lugar prefería disputar la Vuelta a

Murcia. La ganó en repetidas ocasiones.

Otras carreras

L

as victorias de Valverde se esconden en un mar de carreras

de diversa índole. En tres ocasiones se ha llevado

la Volta Catalunya. En una País Vasco, donde le costó

hacerse con la txapela. Dauphiné también fue una

carrera conquistada, en dos ocasiones. Otras pruebas de ese

nivel que se ha llevado ha sido la Clásica de San Sebastián,

también en dos ocasiones. Campeón de España tres veces en

ruta y una en contrarreloj, lo que da idea de su versatilidad.

En Challenge de Mallorca acumuló un buen puñado de éxitos,

así como en la Vuelta Andalucía,

en la que es el máximo anotador.

En España no le quedó

por conquistar la Vuelta Castilla

y León, que le llevó varios años.

Ni siquiera la recientemente

creada carrera O Camiño pudo

resistirse a su palmarés. El Tour

de Romandía fue suyo en 2010,

pero son resultados que fueron

anulados debido a su sanción.

Fuera de España, ganó en Abu

Dhabi, el Tour de Occitania y

alguna victoria de etapa suelta,

aunque su gran coto de caza

fue su propio país.

«Volta, Dauphiné, Itzulia,

y las clásicas o grades

vueltas conforman un

palmarés soberbio»

«Su palmarés está más

basado en España que

en el extranjero, aunque

también tiene»

«Las 133 victorias están

al alcance de muy pocos,

de algún sprinter

y poco más»

Fue ganador del UCI World Tour

en cuatro ocasiones y un Velo

d’Or, en 2018, a raíz de la victoria

en el Mundial de esa misma

temporada. Podría haber logrado

más, no cabe duda. Sobre todo por la ingente cantidad de

segundos y terceros puestos, pero tampoco cabe duda de que

133 es una cifra que está sólo al alcance de algún sprinter.

F: Sirotti



A

lejandro Valverde pasó a profesionales en

el año 2002, con 22 añitos y ya con una perspectiva

de éxito prácticamente asegurada,

ya que, desde su debut en el ciclismo infantil,

se le llamaba ‘El Imbatido’. Ya en el 2003 fue la revelación

de la temporada y plata en el mundial ganado

por Astarloa. No es de extrañar, pues, que fuese

llamado a la selección olímpica en la primera temporada

que coincidió con año olímpico, 2004. Desde

entonces y hasta su retirada ha estado en todas las

olimpiadas y en la mayor parte

de ellas como jefe de filas, o al

menos, como posible outsider

por libre.

No obstante, con el sabido estribillo

de la enorme calidad que acumulan

sus piernas, sus resultados

han quedado olímpicamente

lejos de sus posibilidades, aún en

sus mejores años, siendo su mejor

posición la 13ª, en las Olimpiadas

del 2008, en Pekín, prueba

ganada, como ya es bien sabido,

por el añorado Samuel Sánchez.

Revisemos una a una sus

cinco olimpiadas y los resultados

obtenidos, analizando también

el contexto y equipiers que

lo acompañaron, en algunos casos,

o que el acompañó, en otros.

Empezamos el periplo con Atenas

2004, donde el equipo, recordamos

que son 5 corredores, fue Igor Astarloa, Igor González

de Galdeano, Ivan Gutiérrez y Oscar Freire. Valverde

ya era considerado uno de los favoritos, con

un triunvirato junto a Astarloa (que había ganado el

mundial del año anterior) y Oscar Freire (que se había

impuesto en la Milán San Remo, y posteriormente

Xavier

PALACIOS

«Valverde en

los JJOO»

«Alejandro fue a los Juegos

Olímpicos desde el

momento en el que pudo

ser seleccionado»

«Ha corrido en cinco de

las pruebas olímpicas,

sin ningún resultado

reseñable»

«Se habló de presuntas

desavenencias entre

Freire y Valverde en los

JJOO de Pekín»

en el mundial de Verona, y ya llevaba dos mundiales

en la mochila). La selección no logró funcionar como

equipo y todos sus componentes abandonaron, excepto

Valverde que finalizó en una discreta posición

49ª.

Saltamos ya al año 2008, olimpiadas de Pekín. El

circuito finaliza en la muralla china, dureza medioambiental

y de pendientes, hasta un 11%. El equipo español

está compuesto por Valverde, Freire, Sastre

(acababa de ganar un Tour) y Contador.

Oscar abandona por una supuesta

infección vírica, aunque en

el mundial posterior surgieron desavenencias,

poco confesas, entre

Freire y Valverde, por la poca dedicación

como equipier de el Bala.

Se llegó a rumorear que en las O-

limpiadas había sido similar, pero

parece, que la realidad es simplemente,

que Oscar no tenia su mejor

día. Contador también abandonó

con Carlos en el puesto 49, Valverde

en el 13 (su mejor resultado

olímpico, como ya hemos adelantado)

y el magnifico final que

todos recordamos, con Samuel

Sánchez como campeón olímpico.

En 2012, un circuito realizado para

Cavendish, no es el mejor panorama

para nuestra selección olímpica.

Oscar Freire es nuestra mejor baza (este será

su último año como profesional), pero una grave caída

en el Tour de Francia le obliga a abandonar y le

aparta de las Olimpiadas. También Samuel Sánchez

causa baja y como consecuencia, se articula la selección

por y para Valverde. El seleccionador José

Luis de Santos construye un equipo constituido por

compañeros o adláteres de Valverde con José Joaquín

Rojas, Luís León Sánchez, Castroviejo y Fran

Ventoso. Cuatro Movistar y un compañero de grupeta,

la intención estaba más que clara. Los resultados,

una vez más, no acompañan y Valverde solo puede

finalizar en 18ª posición, con Luís León como mejor

español clasificado en la posición 14ª.

Llegamos a Rio en 2016. La estrategia se repite, cuatro

Movistar, el propio Valverde, Ion Izaguirre, Imanol

Erviti, Jonathan Castroviejo y un outsider, Joaquim

Rodríguez. Este último (en su postrera temporada)

será el mejor clasificado en la quinta posición, con

Alejandro finalizando en una discretísima 30ª posición.

Ya sabemos que ocurrió en 2020 y la pandemia nos

obligó a retrasar los juegos olímpicos hasta el 2021.

El circuito presentado en Tokio es duro, con el Monte

Fuji de fondo, el perfil lo podemos ver a continuación.

El seleccionador nacional, Momparler, no ocultó nunca

su predilección por el liderazgo de Valverde y dejó

fuera al corredor español que había demostrado estar

más en forma y con mejor adaptación para este

tipo de circuito, de subidas duras y terminando en

bajada, Pello Bilbao. Peio ya había demostrado su

idoneidad ganando una etapa y la general final en el

Tour de los Alpes.

Momparler se lo juega todo a la

carta Valverde con un equipo formado

por Omar Fraile (el posible

outsider) Gorka y Ion Izaguirre

y Jesús Herrada. El resultado

de la apuesta lo conocemos ya,

Valverde finaliza en la posición 42ª

a 10 min de Carapaz, con Gorka

como mejor clasificado en la posición

23ª a 6 min de cabeza de carrera.

Como hemos visto los Juegos Olímpicos

no han sido nunca el mejor

campo de juego de Alejandro Valverde,

posiblemente porqué la selección

nunca ha sido ese Movistar,

donde pasase lo que pasase todo

el mundo trabajaba para el Bala.

Muy criticable la apuesta personal

del seleccionador por un Valverde

que ya llegaba al fin de su carrera y

del cual su rendimiento había bajado

enormemente desde la temporada

anterior.

Una vez más Valverde accedió a liderar, aún a sabiendas

de que no estaba en su mejor momento, una

tónica habitual en su carrera.

«Valverde ejercía pocas

veces labores de equipor

en favor de sus

compañeros»

«En Tokio fue seleccionado

porque el circuito

le favorecía, dejando

en casa a Pello Bilbao»

«Momparler se lo juega

todo a una carta, que

era Valverde, pero llega

a 10’ de Carapaz»

F: Sirotti



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