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12 Opinión<br />
El Nacional<br />
DOMINGO <strong>29</strong> DE E N E RO DE <strong>2023</strong><br />
Q U I N TA E S E N C I A<br />
Rafael Ciprián<br />
ra fa e l c i p r i a n @ h ot m a i l . co m<br />
La sociedad capitalista, para que<br />
funcione como debe ser o como<br />
mandan las relaciones sociales de<br />
producción, necesita que la burguesía,<br />
como clase social, tome el control<br />
del poder político. Y no solo que tenga el<br />
predominio en la producción económica y<br />
las creaciones culturales. Esto así porque es<br />
desde el control del Estado de donde se<br />
toman las grandes decisiones que afectan a<br />
toda la población nacional.<br />
Esa verdad es tan grande que el país que<br />
pretende organizarse al modo capitalista<br />
sin tener una burguesía que lo gobierne,<br />
está condenado a dar tumbos en su historia<br />
y terminar en un fracaso previsible. Solo se<br />
supera cuando logra aterrizar sus relaciones<br />
sociales, económicas y políticas como<br />
planteamos en el párrafo anterior.<br />
República Dominicana es el mejor ejemplo<br />
de lo que señalamos. Desde que declaramos<br />
la independencia nacional, el 27<br />
de febrero de 1844, lo hicimos soñando con<br />
Ernesto Guerrero<br />
gu e r re ro ca m i l o e @ g m a i l . co m<br />
Fernando Suero<br />
a . fe r n a n d os u e ro @ g m i a l . co m<br />
La obra del Contrato Social, escrita<br />
por Rousseau es una expresión que<br />
utiliza la filosofía, la ciencia política,<br />
y la sociología sobre un<br />
acuerdo real o hipotético realizado en un<br />
grupo por sus miembros.<br />
Es en ese sentido, el término Contrato<br />
Social, es acuñado por primera vez por el<br />
filósofo Jean-Jacques Rousseau en su obra<br />
ante mencionada, en la cual esboza los<br />
principios del derecho político publicado<br />
en 1762.<br />
Considera la principal teoría política, explica<br />
el origen y propósito del Estado y de<br />
los derechos humanos; los ciudadanos firman<br />
implícitamente con el Estado una vez<br />
que deciden vivir en una sociedad regulada<br />
por este último.<br />
Burguesía al poder<br />
ser una sociedad capitalista. Pero ni Juan<br />
Pablo Duarte, Padre de la Patria, ni sus<br />
seguidores trinitarios eran burgueses, sino<br />
escasos pequeños burgueses. El atraso económico<br />
del país no daba para más. Por<br />
tanto, no podían materializar sus anhelos<br />
de sociedad.<br />
Por esa razón, el general Pedro Santana les<br />
comió los caramelos del poder. Era el<br />
representante de los hateros, un residuo<br />
social de los esclavistas desaparecidos, pero<br />
con supremacía social. El caudillo de El<br />
Seibo se convirtió en el jefe de las fuerzas<br />
armadas y en el primer jefe de Estado. En<br />
lugar de crear un Estado capitalista, como<br />
lo ideó Duarte, tuvimos un Estado hatero.<br />
Por eso sufrimos el funesto artículo 210 de<br />
la primera Constitución. Esa es la verdad<br />
monda y lironda.<br />
Y cuando Santana perdió la sustancia<br />
social que lo mantenía en el poder, malogró<br />
el Estado con la Anexión a España, en 1861.<br />
De jefe de Estado pasó a ser gobernador de<br />
El padrino<br />
Parece que fue ayer, pero ya han<br />
pasado 50 años del estreno de la<br />
trilogía de películas más famosas<br />
en la historia del cine. La novela<br />
de Mario Puzo narrando la historia de la<br />
Familia Corleone, revive nueva vez con la<br />
emisión de una miniserie titulada “La ofert<br />
a” y la noticia del arresto en Sicilia del jefe<br />
de la Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro;<br />
último de los corleoneses, prófugo desde<br />
hace 30 años.<br />
El Padrino dirigida por Francis Ford Coppola,<br />
es una de esas sagas de películas<br />
imposibles de dejar ver; son casi diez horas<br />
con magistrales actuaciones de: Marlon<br />
Brandon, Al Pacino, Robert De Niro, Sally<br />
Field, y James Caan, entre otros. La Paramount<br />
que en esa época pertenecía a la<br />
Gulf and Western, recaudó millonarios beneficios.<br />
El propietario era el magnate austriaco<br />
Charles Bluhdorn. Vale recordar que<br />
algunas de las escenas de la película que ha<br />
despertado la admiración y la cinefilia de<br />
varias generaciones, fueron filmadas aquí.<br />
La Oferta, es una miniserie de 10 capítulos,<br />
creada por Michael Tolkin e inspirada<br />
en eventos reales que relatan de<br />
manera cronológica, las vicisitudes que<br />
surgieron durante la filmación de la primera<br />
película. Conflictos con la mafia y con<br />
Frank Sinatra; el bajo presupuesto y disputas<br />
por la contratación de los actores. Es<br />
una mezcla de ficción y realidad basado en<br />
las memorias del que fuera director de<br />
producción Albert Ruddy y rescata el papel<br />
crucial que tienen los productores en los<br />
films. No por nada el Oscar a la mejor<br />
película aún lo reciben los productores y no<br />
El contrato social<br />
Alude que, para vivir en sociedad, los seres<br />
humanos acuerdan un contrato social implícito,<br />
que les otorga ciertos derechos a<br />
cambio de abandonar la libertad completa<br />
de la que dispondrían en estado de naturaleza<br />
.<br />
Es allí, que los derechos y deberes son las<br />
cláusulas del contrato, y el Estado es la<br />
entidad creada para hacerlas cumplir, así<br />
como también hacer cumplir las obligaciones<br />
legales de cada persona y empresa.<br />
La doctrina del Contrato Social escrita<br />
por Rousseau, afirma que “la sociedad<br />
más antigua de todas, es la familia, y la<br />
única natural, es la de una familia. En su<br />
libro primero, del capítulo III, define la<br />
fuerza “como un poder físico. Ceder a la<br />
fuerza es un acto de necesidad y no de<br />
provincia, con el ridículo título medieval de<br />
Marqués de las Carreras. Gracias a los<br />
guerreros restauradores, volvimos a ser república<br />
en 1865. Y la rebatiña pequeña<br />
burguesa por el poder generó luchas fratricidas,<br />
ingobernabilidad y el desorden<br />
general hasta la ominosa ocupación norteamericana<br />
de nuestro territorio del 1916<br />
al 1924. Nos dejaron al sanguinario Rafael<br />
Leonidas Trujillo Molina, con su tiranía de<br />
31 años, hasta el 1961.<br />
Luego, es historia reciente: Triunvirato, gobierno<br />
democrático de Juan Bosch derrocado<br />
a los siete meses, Guerra de Abril del<br />
1965, doce años de sangre y balbuceos liberales<br />
con gran corrupción administrativa.<br />
Ahora estamos viviendo la llegada al poder<br />
de la parte más progresista de la burguesía<br />
nacional. Ella quiere crecer en sus<br />
negocios e impulsar el necesario desarrollo<br />
de la sociedad capitalista. El presidente Luis<br />
Abinader la representa. Y avanza sin titubeos<br />
en esos propósitos. Amén.<br />
el director.<br />
Ambientada en los años 70, muestra un<br />
derroche de coloridas vestimentas y referencias<br />
a películas producidas en esa<br />
época. Los que son de mi generación de<br />
seguro que, como yo, quedarán enganchados<br />
desde el primer capítulo.<br />
Charles Bluhdorn murió en 1983, en vida<br />
real, fue un visionario a quien muchos<br />
definen como el padre del turismo dominicano.<br />
En 1977 trajo el concurso de Miss<br />
Universo y como propietario del Central<br />
Romana creó lo que es hoy Casa de Campo<br />
y sus reputados campos de golf. Constantemente<br />
invitaba a gente famosa a conocer<br />
e invertir en el país; Su hija Dominique<br />
es la propulsora de “Altos de<br />
C h a v ó n”, ella se “aplatanó” y en 2016 enviudó<br />
de Hatuey De Camps.<br />
vo l u n t a d”.<br />
“El más fuerte nunca lo es bastante para<br />
dominar siempre si no muda su fuerza en<br />
derecho y la obediencia en obligación”.<br />
Por lo tanto, concluye “que la fuerza no<br />
constituye derecho y en que sólo hay obligación<br />
de obedecer a los poderes legít<br />
i m o s”.<br />
En el libro primero capítulo VI de su obra,<br />
titulado: Pacto Social, trata de indicar la<br />
pregunta de qué obliga a un hombre a<br />
obedecer a otro hombre o bajo qué derecho<br />
un hombre ejerce autoridad sobre otro. Por<br />
lo cual concluye que, solamente un contrato<br />
tácitamente y libremente aceptado<br />
por todos permite a cada uno obligarse a<br />
uno mismo a todos mientras conserva su<br />
libre voluntad.<br />
Juan Taveras<br />
H e r n á n d ez<br />
j u a n t h 0 4 @ h ot m a i l . co m<br />
Duarte en la<br />
co n c i e n c i a<br />
Nunca me fue tan necesario como<br />
hoy, tener salud, corazón y<br />
juicio, hoy que hombres sin<br />
corazón ni juicio, conspiran<br />
contra la salud de la Patria”, dijo de<br />
manera lapidaria Juan Pablo Duarte.<br />
La conspiración contra la “Patria bien<br />
a m a d a”, como escribiera el poeta, ha sido<br />
un hecho histórico permanente desde<br />
antes del nacimiento de la Patria misma,<br />
el 27 de febrero de 1844. Nunca, desde<br />
entonces, ha cesado la conspiración a la<br />
que hace referencia el ideólogo de nuestra<br />
nacionalidad.<br />
Los hombres que “c o n s p i ra n” contra la<br />
Patria han estado antes, durante y después,<br />
hasta nuestros días, socavando la<br />
consolidación de la soberanía y la independencia<br />
plena de la Patria de Duarte<br />
y los Trinitarios.<br />
Por eso siguen vigentes las palabras del<br />
prócer: “Nunca me fue tan necesario<br />
como hoy, tener salud, corazón y juicio,<br />
hoy que hombres sin corazón ni juicio,<br />
conspiran contra la salud de la Patria”.<br />
Hoy, como ayer, existen quienes, desde<br />
distintos ángulos, conspiran contra la salud<br />
de la Patria organizando el tráfico<br />
ilegal de haitianos a través de poderosas<br />
mafias compuestas por haitianos y dominicanos,<br />
civiles y militares, para obtener<br />
grandes beneficios económicos.<br />
A Duarte no se le venera con desfiles<br />
militares, cañonazos de salva, ofrendas<br />
florales ni espacios pagados en la prensa,<br />
discursos rimbombantes resaltando sus<br />
virtudes, ni presentándolo como un Cristo<br />
mesiánico desprovisto de humanidad;<br />
se le venera como un paradigma de carne<br />
y hueso que junto a sus compañeros logró<br />
el sueño de fundar una República libre y<br />
soberana de toda potencia extranjera.<br />
(Dijo de “toda potencia”).<br />
A Duarte se le venera y se exalta haciendo<br />
lo que él hizo y haría hoy día: Amar a su<br />
pueblo. Defenderlo, luchar por su bienestar.<br />
Creo en un Duarte vivo, de carne y de hueso,<br />
con virtudes y defectos; un Duarte que lo<br />
dio todo a cambio de nada, con una<br />
ingenuidad política que puedo entender,<br />
dada las circunstancias y la época, más no<br />
justificar a partir de un juicio crítico del<br />
proceso que condujo a la proclamación<br />
de la independencia nacional.<br />
Desmitificar a Duarte, a los Trinitarios, al<br />
proceso que condujo a la independencia,<br />
no es, ni puede ser, ignorar sus inconmensurables<br />
aportes para que hoy seamos<br />
lo que somos, y lo que podemos ser<br />
mañana.<br />
Si queremos honrar a Duarte protejamos<br />
la zona fronteriza, evitemos su despoblación,<br />
cuidemos los bosques, las zonas protegidas,<br />
los ríos y los lagos. Como dicen<br />
muchos: la Patria no termina en la frontera,<br />
comienza en la frontera. Por lo tanto, debemos<br />
cuidarla llevando educación y cultura,<br />
construyendo viviendas dignas, escuelas,<br />
universidades, fábricas y talleres.<br />
Hay que desarrollar la zona fronteriza.