Las aves de la marisma. Un año en la desembocadura del Guadalquivir (Sanlúcar de Barrameda)

A lo largo del año, en la marisma se suceden cambios muy visibles en el paisaje. Están
relacionados con la cantidad de agua y la vegetación que la puebla. Pero la fauna en general y
las aves en particular, también cambian; su seguimiento durante el ciclo anual permite
comprobar la presencia de las diferentes especies y observar sus cambios de plumaje y
comportamiento.
Unas especies son residentes y otras migratorias,
ya sean invernantes que pasan el otoño y el invierno en la marisma,
estivales que crían aquí durante la primavera y el verano
o aves de paso que descansan y comen en la marisma antes de seguir su viaje. Estas últimas
paran durante el paso posnupcial de final de verano-principios de otoño, cuando van hacia su
lugar de invernada, o durante el paso prenupcial de final de invierno-principios de primavera,
de camino hacia su área de cría. Cuando la ruta de ida y de vuelta coinciden, paran las dos
veces.
Entre todas ellas, las hay muy abundantes y fácilmente visibles como los flamencos, las
cigüeñuelas, las avocetas, las agujas colinegras, los correlimos comunes…
Otras son más difíciles de observar debido a su menor abundancia o a su comportamiento
huidizo. Esto es lo que ocurre con la agachadiza, el combatiente, el calamón…