Mau descubriendo una rana del bosque andino
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M A U
DESCUBRIENDO UNA RANA
DEL BOSQUE ANDINO
Universidad de los Andes
Bogota, D.C.
2023
Facultad de Arquitectura y Diseño
Departamento de Diseño
Trabajo de Grado
Ilustración y diseño: Camila Manosalva Sandoval
Guion: Anyi Pachón
Dirección y asesoría: Leonardo Parra Agudelo
Revisión científica: Carlos Guarnizo y SHUA (Semillero
de Herpetología de la Universidad de los Andes).
MAU
DESCUBRIENDO UNA RANA
DEL BOSQUE ANDINO
Un día aburrido Mau se
empezó a preguntar:
¿Algo nuevo en el bosque
podré encontrar?
Para Mau en Bogotá no hay
mucho por conocer. Lo que
no sabe es que los cerros
ocultan magia que no todos
hemos podido ver.
De repente, una ranita a lo
lejos vio y mucha curiosidad
le generó.
Corrió y corrió...
... pero no la alcanzó.
Volvió e intentó y a un grupo de ranas con huevos vio,
aunque renacuajos no encontró.
Entre la hojarasca renacuajos quiso encontrar
pero al escarbar.
Un libro logró encontrar y una
nueva aventura pudo iniciar.
Apenas el libro abrió, un misterio se mostró.
Y lo que Mau conocía cambió.
Los helechos flor ni semilla
producen pero bajo la
sombra crecen y forman
parte del bosque donde
esta historia florece.
A un nuevo mundo llegó y un gran
pez se encontró.
Tiktaalik
roseae
Un gran pez con pulmones del agua sale
y partir de este los animales de cuatro
extremidades nacen. Así fue posible que
la vida en la tierra se instale.
Un nuevo ser encontró
que a una rana le pareció.
Los Ginkgos valorados en
culturas asiáticas por sus
propiedades medicinales, hojas
en abanico tienen. Pero a pesar
de ser el árbol más antiguo en la
tierra aún se mantiene.
Triadobatrachus
massinoti
Surgió de Tiktaalik y parte
de su cola perdió, aunque
un pedazo de esta en su
cuerpo se quedó.
¡Pero las ranas adultas
no tienen cola!
¿Acaso venimos
de un pez?
El tiempo se altera y así es
como Mau llega a una nueva era.
Conocidos como colas de
caballo, son plantas con las
que los dinosaurios
convivían y son llamadas así
porque de un mismo punto
muchos pelos salían. A pesar
en ser tan antiguas en la
tierra aún son vistas
A lo lejos una rana saltando vio.
Prosalirus
bitis
Las zamias son plantas que
semillas ya tienen y a pesar de
que a una palmera se parecen
son conocidas como fósiles
que en la vida aún
pertenecen.
El pez la cola perdió y una
habilidad nueva desarrolló.
Una grieta en el suelo apareció
y de ella una gran montaña
surgió.
A las ranas la montaña
separó y un grupo de
nuevas familias surgió.
Pronto recordó que en su clase
de las cordilleras se habló.
¡Claro! Gracias a estas
montañas muchas
especies han nacido.
A partir de las diferentes características
del ambiente un nicho se forma. Este
puede ser grande y variado o pequeños
y específico. Así para cada especie un
hogar otorga.
¡Somos el 2do país con la mayor
diversidad de anfibios en el mundo!
Gracias a las cordilleras, los
endemismos (especies que son propias
de un lugar) y los variados ecosistemas
que allí se encuentran.
Así Mau comprendió por
qué las ranas entonces ya
no eran una ni dos.
Entre los muchos ecosistemas de esta montaña a más
de 2.000 metros aparece el bosque andino que a la
rana de Bogotá le abrió un camino.
Pristimantis bogotensis o la rana de lluvia bogotana es la
misma que Mau encontró al principio y toma el nombre
de la ciudad donde esta historia tuvo inicio.
Sus primeros dos dedos
son los más cortos, pero
todos son un poco
achatados en la punta.
Esta ranita se alimenta de
pequeños insectos. En los
cerros orientales la puedes
ver, aunque solo de noche
su bosque sale a recorrer.
¡Pristi! Ese es un gran
nombre para ti.
(Díaz-Flórez, 2021)
Pristi una particularidad
desarrolló, pues de una
vida en el agua no necesitó.
En biología excepciones siempre se pueden
encontrar, en este caso los renacuajos de las
ranas de lluvia (familia Craugastoridae) no
hay necesidad de buscar, pues de la vida en
el agua no dependen y así una gran
adaptación evolutiva han podido mostrar.
¡Ah! Por eso no se
ven renacuajos en
esta especie.
Muy emocionado por todo lo que aprendió,
con el final de la historia se encontró y buscar
a Pristi su nuevo objetivo se volvió.
De este modo, Mau
del libro salió.
Y así entendió que esta no
era más que una muestra
de lo que en su ciudad
antes no vio.
... Por ahora.
Para Mau en Bogotá no hay
mucho por conocer. Lo que no
sabe es que los cerros ocultan
magia que no todos hemos
podido ver.