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Nuevos modelos de hemostasia

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Nuevos Modelos de Hemostasia

Maureen McMichael

Topics in Compan An Med 27 (2012) 40-45

*** Este documento es una traducción no autorizada y no revisada del artículo “New models of hemostasis”, escrito por Maureen McMichael,

publicado en la revista Topics in Companion Animal Medicine, Volume 27, Issue 2, May 2012, Pages 40–45. Su uso no tiene carácter

comercial, fue realizado como un ejercicio académico. Recomendamos la consulta del artículo original ya que pueden existir errores en la

traducción y porque acá no se incluye la bibliografía, figuras y tablas originales. ***

A principios de 1900, la investigación en los laboratorios de W.H. Seegers dominaba la literatura científica en el tema de coagulación. Se creía

que el único proceso enzimático necesario para la formación del coágulo era la conversión de la protrombina (FII) a trombina (FIIa). Se

pensaba que todos los demás componentes identificados hasta la fecha eran productos de degradación de la protrombina y, por lo tanto,

artefactos. Hubo varios descubrimientos importantes en la década de 1950 que entraban en conflicto con la teoría de Seegers. En 1953,

Rosenthal y sus colaboradores descubrieron que una deficiencia de FXI causaba alteraciones hemorrágicas leves luego de una injuria (por

ejemplo: cirugía, lesiones, etc.), y que se encontraba principalmente en los Judios Asquenazí. Esta anormalidad se corregía mediante la

adición de plasma de pacientes sanos, o plasma de pacientes con hemofilia A o con deficiencia del factor de Hageman (factor XII). Después

del descubrimiento de la deficiencia de factor Stuart-Prower (FX), la evidencia experimental y genética sobre la presencia de factores de

coagulación adicionales aun no identificados, se continuó fortaleciendo. Se hizo evidente para algunos investigadores, que los factores de la

coagulación presentes en la sangre, se hallaban en una forma inactiva (zimógeno) y que se convertían en enzimas, de una manera paso a

paso. Estos conceptos sentaron las bases para el siguiente paso en la investigación de la coagulación. En 1964, se publicaron dos informes

independientes y similares, que introdujeron la teoría de la cascada de la coagulación de la sangre.

El papel de las células, especialmente las plaquetas, en la coagulación que ocurre in vivo, surgió como un elemento esencial para la formación

de coágulos, allanando el camino para el próximo modelo de la hemostasia. El modelo de coagulación de la sangre basado en células, que

incluye la compleja y variada red de elementos necesarios para la apropiada coagulación in vivo, era el siguiente paso en la evolución de

nuestra comprensión de la coagulación. Recientemente, los investigadores se han centrado en modelos in vivo a tiempo real de la hemostasia,

y estas investigaciones han revelado fenómenos inesperados.

Los modelos de la cascada/catarata de la coagulación (cascade/waterfall model).

Los modelos de cascada propusieron que la formación de fibrinógeno ocurría a través de una serie escalonada de reacciones en las que las

proteasas de serina, que normalmente circulan como zimógenos inactivos, se convierten en enzimas activas. Originalmente, se creía que los

pasos esenciales de la coagulación formaban una sola vía, la vía intrínseca, que fue nombraa así porque todos los componentes necesarios

estaban presentes en la sangre (intrínseco a la sangre). La vía extrínseca no fue mencionada en el artículo de “cascade model” y sólo se

mencionó brevemente en el artículo de “waterfall” (Fig. 1). Los modelos fueron posteriormente refinados para incluir una vía dependiente de un

factor que no se creía que está en contacto con la sangre en pacientes sanos; el factor tisular (TF), y fue nombrada la vía extrínseca.

Modificaciones adicionales posteriores, incluyeron la vinculación entre la vías extrínseca e intrínseca, y el descubrimiento de que FV y FVIII

actúan como cofactores en lugar de enzimas.

Posteriormente, se hizo evidente que la vía extrínseca desempeña el papel principal en la coagulación de la sangre in vivo, trayendo la

relevancia fisiológica de la vía de contacto en cuestión. A pesar del hecho de que quininógeno de alto peso molecular (HMWK) y la precalicreína

(PK) aceleraban la coagulación in vitro, los individuos con deficiencias de FXII o PK no mostraban ninguna tendencia a la hemorragia

in vivo. No estaba claro cómo estos factores eran pertinentes para la hemostasia normal.

El modelo de cascada/catarata tradicional, representaba la vía de contacto (intrínseca) y la vía del factor tisular (extrínseca), como vías

independientes para la generación de factor Xa (FXa). El factor Xa es esencial para la formación de trombina, y fibrina en última instancia. La

vía de contacto (también llamada la vía de calicreína-quinina) se compone de dos zimógenos (factor XII y PK) y un cofactor (HMWK). El evento

de activación inicial que conduce a la formación de coágulos, se creía que era la activación de FXII, pero el activador in vivo de FXII era

desconocido. La autoactivación de FXII y PK se produce siempre que la sangre entra en contacto con una superficie artificial (tubos de

recolección, tubos de hemodiálisis, etc.). Esta es la razón por la que la sangre se coagula en una jeringa o tubo que no contiene

anticoagulante. La sangre generalmente coagula lentamente en plástico, más rápidamente en el vidrio, y más rápidamente cuando está en

contacto con una superficie cargada fuertemente negativa. Es importante destacar que estos zimógenos (factor XII y PK), no dependen de

calcio y continuarán su "auto-activación" a pesar de la presencia de citrato como anticoagulante citrato. Los estudios han demostrado que la

sangre de canino expuestas a citrato por un tiempo prolongado, se coagula antes de la recalcificación, por lo que parece ser mayor la

activación por contacto, presumiblemente debido a la continua auto-activación del FXII. La sangre canina también parece sufrir mucho más

activación por contacto que la sangre humana.

El factor XII se produce en el hígado y circula como una molécula de una sola cadena, con un peso molecular de 80 kDa. Es clivado por la

calicreína o la plasmina para formar la enzima activa (FXIIa), o es auto-activado cuando está en contacto con una superficie artificial o cargada

negativamente (por ejemplo: vidrio, tierra de diatomeas, plástico), o con ciertos polímeros. El factor XIIa también activa la vía del complemento,

y el inhibidor de C1 es el principal inhibidor de FXIIa. Una vez que se forma una cantidad umbral de FXIIa, este activa el FXI en FXIa, y esta

reacción requiere HMWK y se acelera por PK. El factor XIa activa luego al FIX. El factor IXa, junto con el calcio, los fosfolípidos, y el FVIIIa,

*** Este documento es una traducción no autorizada y no revisada del artículo “New models of hemostasis”, escrito por Maureen McMichael, publicado en la revista Topics in

Companion Animal Medicine, Volume 27, Issue 2, May 2012, Pages 40–45. Su uso no tiene carácter comercial, fue realizado como un ejercicio académico. Recomendamos la

consulta del artículo original ya que pueden existir errores en la traducción y porque acá no se incluye la bibliografía, figuras y tablas originales. ***


activan al FX. El factor Xa, junto con el FVa, calcio y fosfolípidos, activan a la protrombina (FII) en trombina (FIIa). A excepción de los dos

primeros pasos en la vía intrínseca, se requiere calcio para la promoción o aceleración de todas las reacciones.

Una ausencia completa del gen de FXII ocurre en los cetáceos y en los vertebrados no mamíferos. En los seres humanos, perros, gatos, y

ratones, una mutación del gen PK o del FXII, no causa deficiencias de la hemostasia. Aún no se ha encontrado un papel para el FXII en la

hemostasia fisiológica, pero recientemente se demostró la participación de FXII y FXI, en la formación de trombos. Las mutaciones genéticas

de FXII y FXI parecen conferir cierta protección contra la formación de trombosis patológica en seres humanos, lo que sugiere que la vía

intrínseca puede jugar un papel en la formación de trombosis patológica in vivo. Hay soporte para una teoría donde FXII y FXI son importantes

para la trombosis, pero no para la hemostasia, y que, tal vez, se tratan de fenómenos distintas. Los ratones deficientes en FXII están

protegidos contra la formación de trombos en varios modelos de trombosis arterial y venosa. Recientemente, se ha demostrado que

micropartículas derivadas de plaquetas y eritrocitos pueden desencadenar la generación de trombina a través de FXIIa. Las micropartículas

son pequeños fragmentos subcelulares, rodeados por una bicapa de membrana citoplasmática y completada con proteínas asociadas a

membrana, que pueden surgir de varios tipos de células diferentes. Estas micropartículas fallaron completamente para inducir la generación de

trombina en plasma deficiente en FXIIa. En los seres humanos, una deficiencia de FXI está asociada con un menor riesgo para el accidente

cerebrovascular isquémico. La falta de sangrado en pacientes deficientes en factores de contacto, sugiere que el factor de la vía de contacto

puede ser un blanco atractivo para nuevas terapias anticoagulantes. Agentes artificiales, tales como vidrio, han sido conocidos por activar la vía

de contacto in vitro, pero recientemente se ha demostrado que la activación in vivo se produce a partir de compuestos cargados

negativamente, tales como ARN extracelular, colágeno, y polifosfato. Un polifosfato inorgánico recién descubierto (PolyP) parece ser crucial

para varias fases de coagulación. El PolyP es secretado a partir de gránulos densos plaquetarios luego de la activación plaquetaria, y tiene

efectos pro-hemostático, protrombótico y proinflamatorios. El PolyP también puede ser una respuesta a un antiguo misterio, la identidad del

activador fisiológico de la vía de contacto in vivo.

En los modelos de cascada/catarata, el FXI es activado por el FXIIa. La deficiencia severa de FXIIa no se asocia con una tendencia a la

hemorragia en los seres humanos, gatos, o ratones. Los seres humanos con deficiencia de FXI, sin embargo, pueden tener hemorragias

graves con la cirugía o trauma, lo que sugiere otro mecanismo para la activación in vivo de FXI (además de la activación FXIIa). Aunque la

trombina puede activar el FXI, el proceso es lento e ineficiente, pero se mejora profundamente en la presencia de PolyP. El PolyP ha

demostrado ser un potente activador de la trombina y el FXI.

El PolyP derivado de las plaquetas, es mucho más eficaz en la fase de propagación que en la fase de iniciación de la coagulación y puede

desempeñar un papel importante en la aceleración de la activación del FV por FXa y/o por la trombina. La explosión (incremento) de trombina

se produce mucho antes de añadir PolyP al plasma, y la función anticoagulante del inhibidor de la vía del factor tisular (TFPI) fue severamente

inhibida. El PolyP parece alterar la estabilidad del coágulo y atenuar la fibrinólisis. El PolyP también está presente en bacterias y ha sido

purificado a partir de Salmonella. Las bacterias parecen alterar el tamaño y la cantidad de su PolyP a partir de señales ambientales, y el PolyP

bacteriano es extremadamente potente en la activación de la coagulación de la sangre a través de la vía de contacto. El PolyP también induce

un síndrome de fuga capilar a través de la generación del FXII dependiente de bradicinina; y el PolyP de cadena larga secretado por las

bacterias, parece ser particularmente un fuerte desencadenante de la inflamación. La investigación actual y futura en el PolyP, es probable que

genere nuevos conocimientos emocionantes sobre los mecanismos de activación por contacto in vivo.

Además de la coagulación, otros productos de la ruta de activación de contacto desempeñan un importante papel en el tono vascular, la

inflamación, la angiogénesis, y la fibrinólisis. La bradiquinina se genera principalmente a través de la activación por contacto en las membranas

celulares cargadas negativamente, cuando el FXIIa cliva a la PK para formar quininógeno (K) y luego se K se cliva para formar HMWK para

liberar bradicinina. La bradiquinina se une a receptores de células endoteliales, lo que lleva a un aumento de la producción del activador del

plasminógeno tisular (TPA), el óxido nítrico, la prostaciclina, y el factor de hiperpolarizante derivado del endotelio, lo que clínicamente resulta

en una vasodilatación significativa. La deleción del gen del FXII en ratones, resulta en respuestas inmunes defectuosas a la infección, lo que

sugiere que el principal papel fisiológico de la vía de contacto en esa especie, puede ser en la respuesta del hospedero a los patógenos. Se

necesitan resultados adicionales en apoyo de esta teoría, que incluyen a la capacidad de múltiples microbios para activar la vía de contacto.

El modelo de cascada/catarata fue fundamental en el avance de nuestra comprensión de varios pasos esenciales de la coagulación in vitro. Dio

lugar a la creación de las pruebas plasmáticas utilizadas más comúnmente (es decir, el tiempo de tromboplastina parcial, tiempo de

protrombina, tiempo de veneno de víbora de Russell, tiempo de trombina), que son esenciales para la identificación de deficiencias en las vías

de coagulación extrínseca, intrínseca, y común. El modelo también era esencial en la aclaración de la función de varios de los inhibidores de la

coagulación y se utiliza actualmente para demostrar la coagulación, ya que se produce en el plasma en un entorno estático que está

desprovisto de interacciones endoteliales. La vía intrínseca, descrita originalmente por estos modelos, no parece ser esencial para la

hemostasia in vivo. La ausencia de elementos celulares en los modelos de cascada/catarata, prepara el escenario para el modelo de la

coagulación basado en células.

Modelo basado en células

A finales de 1960, hubo varios desafíos que cuestionaban la relevancia del modelo de cascada/catarata. Se observó que los pacientes con

deficiencia del FXII o la PK no experimentaban hemostasia anormal, lo cual generó un conflicto con el importante papel que la vía intrínseca

jugaba en el modelo de cascada/catarata. En 1977, Osterud y Rapaport descubrieron que el complejo FVIIa-FT, puede activar al FIX y al FX,

con lo que la vía extrínseca se puso a la vanguardia de la investigación en la coagulación. En 1982, otro grupo informó que la deficiencia

plasmática del FVIII o del FIX, mostró significativamente menos activación del FX por el FT, en comparación con el plasma normal; lo que

sugiere algún tipo de dependencia entre las dos vías. En la década de 1990, Broze y Gailani presentaron pruebas de que la coagulación in

*** Este documento es una traducción no autorizada y no revisada del artículo “New models of hemostasis”, escrito por Maureen McMichael, publicado en la revista Topics in

Companion Animal Medicine, Volume 27, Issue 2, May 2012, Pages 40–45. Su uso no tiene carácter comercial, fue realizado como un ejercicio académico. Recomendamos la

consulta del artículo original ya que pueden existir errores en la traducción y porque acá no se incluye la bibliografía, figuras y tablas originales. ***


vivo, se inicia por el complejo TF-VIIa, y que los factores de contacto (factor XII, PK) no son esenciales para la hemostasis fisiológica. Varias

áreas de interacción entre las vías "intrínsecas" y "extrínsecas" se hicieron evidentes. Estos avances condujeron a una teoría revisada de la

coagulación, que incluye la contribución vital de elementos celulares a la hemostasia. La formación de complejos de coagulación requiere una

superficie de la membrana de fosfolípidos y la adición de calcio. Actualmente se cree que la membrana procoagulante in vivo, consiste

principalmente de las plaquetas activadas, aunque esto está siendo cuestionado. Además de someterse a un cambio de forma, las plaquetas

activadas exponen fosfolípidos aniónicos, principalmente en forma de fosfatidilserina, en su superficie (flip-flop). Otras células (monocitos,

células musculares lisas, células endoteliales) también pueden funcionar como la superficie procoagulante. En una placa aterosclerótica, el

músculo liso y las células endoteliales expresan fosfatidilserina después de la exposición a lipoproteínas de baja densidad.

En 1992, Mann propuso lo que se conoce como el "modelo basado en células" de la coagulación (Fig. 2). El modelo tiene 2 fases: una fase de

iniciación y una fase de propagación. Una fase de amplificación ocurre en algunos artículos de la literatura. La fase de iniciación comienza

cuando el FT entra en contacto con el FVIIa circulante, formando un complejo que resulta en la generación de una cantidad relativamente

pequeña de trombina. La fase de propagación es donde se genera la mayor cantidad de la trombina, y esta fase es necesaria para la

hemostasia adecuada. En este modelo, los factores de contacto no son necesarios para la coagulación y hay múltiples interacciones entre las

vías intrínseca y extrínseca. El modelo basado en células de la coagulación responde a varias preguntas importantes que quedaban sin

resolver por los modelos de cascada/catarata. Preguntas tales como: por qué los pacientes con hemofilia sangran si hay dos vías

independientes a la formación de coágulos?, ¿por qué deficiencias en el FXII o la PK no causan alteraciones de la coagulación si la vía de

contacto es esencial para la hemostasia?, y ¿cómo el TFPI desempeña un papel importante en la hemostasis normal?, son todas abordadas

por el modelo basado en células.

Fase de iniciación – Factor Tisular (FT)

El factor tisular (FT), también llamado tromboplastina o FIII, es sintetizado por un número variado de células y se expresa en la superficie

celular. La coagulación se produce in vivo cuando la sangre entra en contacto con el FT, una proteína integral de membrana. El FT se expresa

en una variedad de células que normalmente no están en contacto con la sangre y ha sido involucrado como un iniciador de la formación del

coágulo inmediatamente después de una ruptura de la barrera endotelial. Las células de la adventicia (la capa de células que rodean los vasos

sanguíneos), las células musculares lisas, y los queratinocitos, expresan FT en su superficie (Fig. 3). El FT parece ser esencial para la

supervivencia porque no hay informes de su ausencia. Aunque la mayoría del FT no está en contacto con la sangre, una pequeña cantidad es

detectable en el plasma. Exactamente qué papel juega el FT no está claro. Algunos investigadores creen que está encriptado y que sólo puede

activarse cuando se escinde por una enzima. El FT inicialmente se une al FVIIa (proteasa serina plasmática) tan pronto como entra en contacto

con la sangre, lo que comienza la fase de iniciación de la coagulación sanguínea.

Fase de iniciación – FVII/FVIIa

El FVII, una proteína dependiente de vitamina K producida en el hígado, tiene la vida media más corta de los factores procoagulante y es el

único factor de coagulación que circula tanto en forma activa como inactiva. En los seres humanos, la forma activa (FVIIa) constituye

aproximadamente el 1% del total de FVII que circula en plasma. El FVII puede ser activado por los FIXa, FXa, FXIIa, trombina, plasmina, o la

proteasa activadora de FVII. El activador fisiológico más importante de FVII es todavía un misterio, y algunos sugirieren que sufre

autoactivación. El FIX probablemente juega un papel significativo en la activación de FVII, porque los seres humanos con hemofilia B tienen

muy bajos niveles de FVIIa. El complejo FVII-FT también se puede autoactivar por el complejo VIIa-FT. El FVIIa libre no se inactiva al usar

inhibidores de proteasas plasmáticas, y por lo tanto, tiene una vida media larga (2 horas). El Factor VIIa está protegido de la inactivación a

menos que se una al FT. El complejo FT-VIIa parece ser el único activador fisiológico de la coagulación in vivo. El complejo FT-VIIa activa

luego al FIX hacia FIXa y al FX hacia FXa. El FXa en consecuencia, genera una cantidad de trazas de trombina. Sin embargo, el complejo TF-

VIIa-FXa se inhibe rápidamente por TFPI. La antitrombina (AT), un inhibidor de las proteasas de serina, neutraliza al FXa y a la trombina. La

fase de iniciación, por lo tanto, solamente resulta en una cantidad de trazas de trombina antes de que la rápida neutralización de FXa se

produzca y, además, la generación de trombina es dependiente del éxito de la fase de propagación.

El FVIIa parece proporcionar vigilancia en la circulación para evaluar los sitios de daño endotelial (por ejemplo, la exposición de FT).

Cantidades traza de FXa y trombina proporcionan la retroalimentación necesaria acerca de que se han producido daños en la barrera

endotelial. Esta actividad se supervisa estrechamente (por TFPI, AT) para evitar un exceso en la generación de trombina por una falsa alarma.

La activación procoagulante solamente procede si el FT está expuesto a niveles suficientemente altos (por ejemplo, lesión tisular masiva), para

superar la inhibición por TFPI y AT.

Amplificación

La pequeña cantidad de trombina generada en la fase de iniciación se puede difundir en la sangre y tener efectos generalizados sobre

múltiples áreas de la coagulación. Este período protrombótico en ascenso, se conoce como la fase de amplificación, y genera la activación de

las plaquetas con la exposición de los fosfolípidos de membrana y la creación de una membrana procoagulante, y la liberación de contenido de

sus gránulos. La trombina cliva al FXI en FXIa y al FV en FVa, en la superficie plaquetaria. La trombina también le cliva el factor de von

Willebrand (vWF) al FVIII, para liberar al FVIII y después activarlo (FVIIIa). Las plaquetas, reclutadas en el sitio dañado durante esta fase,

proporcionan la superficie procoagulante de fosfolípidos, para el montaje de los factores necesarios para la fase de propagación.

Propagación

*** Este documento es una traducción no autorizada y no revisada del artículo “New models of hemostasis”, escrito por Maureen McMichael, publicado en la revista Topics in

Companion Animal Medicine, Volume 27, Issue 2, May 2012, Pages 40–45. Su uso no tiene carácter comercial, fue realizado como un ejercicio académico. Recomendamos la

consulta del artículo original ya que pueden existir errores en la traducción y porque acá no se incluye la bibliografía, figuras y tablas originales. ***


La fase de iniciación tiene éxito en la activación del FX, el FIX, y los cofactores FV y FVIII (estos son activados por la cantidad de trazas de

trombina que se produce). Entonces, el FIXa, junto con el FVIIIa, se une a una membrana apropiada, a menudo la de plaquetas, formando el

“complejo tenasa”. El complejo tenasa activa al FX, lo que resulta en una rápida generación de FXa; y está compuesto por el FIXa, el FVIIIa,

el FX, y el calcio. La mayor parte del FXa formado fisiológicamente, se produce a través de la acción del complejo tenasa, no a través de la

activación del complejo FT-VIIa. De hecho, el complejo tenasa se cree que es 50 veces más eficientes en la activación de FX que el complejo

FT-FVIIa. El FXa inicia el ensamblaje del “complejo protrombinasa”, que se compone del FVa, el FXa, y el calcio.

El complejo protrombinasa activa la protrombina en trombina, y la activación del complejo protrombinasa genera una cantidad explosiva de

trombina, y la posterior formación de coágulos de fibrina. En ausencia del FVIII (hemofilia A) y del FIX (hemofilia B), el inicio de la coagulación

es normal (depende del complejo FT-VIIa), pero los pasos de propagación son severamente disminuidos, dando lugar a la formación de

coágulos inadecuados y la incapacidad de mantener la hemostasia adecuada cuando hay un desafío.

La coagulación, in vivo, se inicia porque el FVIIa entrar en contacto con el FT. El complejo FT-FVIIa activa al FX y al FIX. Una vez que se

genera FXa, el complejo FT-VIIa-FXa es inhibido rápidamente por TFPI. La cantidad de FXa generada es insuficiente para mantener la

hemostasia, pero las cantidades de trazas de trombina generada, mejoran su autoactivación a través de la activación de los cofactores FV y

FVIII, mediante la activación de FXI, y mediante la estimulación de la agregación plaquetaria. La generación adicional de FXa es dependiente

del ensamblaje del complejo tenasa (FVIIIa y IXa). Una vez que un coágulo estable se forma en el sitio del endotelio dañado, la coagulación

debe ser aminorada. Un endotelio quiescente saludable, situado corriente abajo del coágulo, no soporta la coagulación, en parte debido a la

falta de una membrana procoagulante. Cualquier FXa que se difunda lejos del coágulo no será capaz de generar trombina. El FXa y la

trombina que difunda lejos son inhibidas por los anticoagulantes de la superficie de las células endoteliales, AT y TFPI. La trombina también se

puede unir a la trombomodulina, lo que resulta en la pérdida de la actividad procoagulante de la trombina.

Los factores de contacto no parecen ser necesarios para la fase de iniciación de la coagulación, pero los componentes de la vía intrínseca

(FVIII y FIX) son fundamentales para la generación sostenida de trombina y la formación de un coágulo. En ausencia de FVIII y FIX, la

generación de trombina durante la fase de propagación se suprime significativamente. Esto explica, en parte, las manifestaciones de sangrado

de las personas con hemofilia A (FVIII) y B (FIX), que parece ser más profunda en áreas que carecen de FT (por ejemplo, las articulaciones). El

uso terapéutico de dosis altas de FVIIa recombinante, conduce a mayores concentraciones del FXa, que pueden superar la rápida inhibición de

TFPI y AT. Los pacientes con hemofilia a menudo tienen anticuerpos para FVIII, así que el tratamiento con FVII es más eficaz (Tabla 1).

La fibrinólisis

La fibrinólisis es esencial para la disolución de coágulos, pero también parece ser importante en la reparación tisular. Cuando se está

saludable, en la sangre fluida, la fibrinólisis se mantiene en reposo debido a una gran cantidad de inhibidores de la fibrinolisis. La fibrinolisis

también requiere fibrina como un cofactor para su función óptima, la cual sirve para inhibir la fibrinólisis en la ausencia de formación de

coágulos.

El plasminógeno, sintetizado en el hígado, es transformado en plasmina por los activadores del plasminógeno, y la activación del plasminógeno

se ve reforzada por la fibrina. La plasmina degrada la fibrina polimerizada para formar fragmentos que se mencionan colectivamente como

“productos de degradación del fibrinógeno”. Las moléculas de fibrina unidas en redes, son creadas por el FXIIIa, y el fragmento D-dímero se

produce por la degradación de estas moléculas. La presencia de D-dímeros es un indicativo de la ruptura de un coágulo de fibrina reticulada,

mientras que la presencia de productos de degradación de fibrinógeno, se pueden producir a partir de la descomposición de fibrinógeno,

monómeros de fibrina, o la fibrina reticulada.

El TPA y el activador uroquinasa del plasminógeno (UPA), ambos nombrados por la fuente de donde se aislaron originalmente, son los dos

activadores fisiológicos del plasminógeno en mamíferos. El TPA es el principal activador de plasminógeno en los vasos sanguíneos y el UPA

es el principal activador en el tejido extravascular. El TPA es secretada por las células endoteliales en respuesta a una variedad de factores

desencadenantes, incluyendo a la bradiquinina, la histamina, la acetilcolina, los agentes adrenérgicos alfa y el factor activador de plaquetas.

La actividad enzimática del TPA es muy débil en ausencia de fibrina. El UPA se sintetiza por las células similares a fibroblastos, las células

epiteliales, los monocitos, y las células endoteliales. A diferencia del TPA, el UPA puede activar el plasminógeno en ausencia de fibrina.

*** Este documento es una traducción no autorizada y no revisada del artículo “New models of hemostasis”, escrito por Maureen McMichael, publicado en la revista Topics in

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