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Sala de togas. Cuadernos literarios 19.

Federico García Lorca. Un niño poeta en Almería

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DICIEMBRE 2023<br />

19<br />

SdT 19<br />

ALMERÍA LETRAS<br />

AGUSTÍN GÓMEZ ARCOS<br />

o<br />

LA MEMORIA DE LOS VENCIDOS<br />

Adoración Elvira Rodríguez<br />

Traductora <strong>de</strong> Agustín Gómez Arcos<br />

En octubre <strong>de</strong> 1966, Gómez Arcos escribió una carta a<br />

Manuel Fraga Iribarne, entonces ministro <strong>de</strong> Información<br />

y Turismo <strong>de</strong> Franco. Carta larga –tres folios <strong>de</strong><br />

apretada escritura mecanografiada a un espacio− en la<br />

que manifestaba su profundo disgusto al ver que pasaba<br />

el tiempo y no lograba representar su teatro: un total<br />

<strong>de</strong> veinte obras, escritas en apenas diez años. En su<br />

carta va nombrando, uno a uno, los tropiezos sistemáticos<br />

con la censura, incluyendo, por supuesto, el caso<br />

insólito <strong>de</strong> las dos obras presentadas al Lope <strong>de</strong> Vega<br />

(Diálogos <strong>de</strong> la herejía en 1962 y Queridos míos, es preciso<br />

contaros ciertas cosas en 1966): en ambas convocatorias<br />

el jurado comunicó a Agustín que había sido el<br />

ganador pero al final los dos premios se <strong>de</strong>clararon <strong>de</strong>siertos<br />

por razones <strong>de</strong> censura. La carta a Manuel Fraga<br />

termina con el siguiente párrafo lapidario:<br />

“Por último, habiendo sido inútiles hasta el<br />

momento todos mis esfuerzos por estrenar mis<br />

obras <strong>de</strong>bido a la constante oposición <strong>de</strong> la<br />

censura, mi situación se ha hecho insostenible<br />

y me veo obligado a abandonar mi país y marcharme<br />

a trabajar al extranjero para solucionar<br />

mi vida.”<br />

Ese mismo año 66 se marcha a Londres. Salir <strong>de</strong> esa<br />

“cárcel aislada en un páramo, llena <strong>de</strong> barrotes y altos<br />

muros ocultando el horizonte”, como Antonio Duque,<br />

actor y amigo <strong>de</strong> Agustín, <strong>de</strong>finió la España <strong>de</strong> los años<br />

60, fue para Gómez Arcos el primer paso hacia su brillante<br />

carrera <strong>de</strong> novelista.<br />

Tras dos años buscando, con escasos resultados, hacerse<br />

un hueco en la vida literaria londinense, Agustín<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> marchar a París. Era junio <strong>de</strong> 1968 y en la ciudad<br />

<strong>de</strong>l Sena se seguían oyendo los ecos <strong>de</strong>l famoso “Mayo”.<br />

Los adoquines <strong>de</strong> las calles <strong>de</strong>l Barrio Latino seguían<br />

levantados; se leían por todas partes eslóganes<br />

como “la imaginación al po<strong>de</strong>r”, o “seamos realistas<br />

pidamos lo imposible”, o quizás el más conocido: “prohibido<br />

prohibir”. Ese París libertario y en plena ebullición<br />

cultural enamoró a nuestro autor.

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