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Reconociendo a los aliados

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RECONOCIENDO A LOS ALIADOS PARA LA CONQUISTA

Salmos 127:1 RVR1960

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la

ciudad, En vano vela la guardia.

Es necesario entender que cualquier emprendimiento de conquista para nosotros los crisRanos

no puede ser hecho a la ligera o con estrategias puramente humanas, porque Dios ha

determinado para nosotros un propósito y a preestablecido obras en las cuales debemos

trabajar, y territorios que conquistar.

Al iniciar la tarea de análisis de conquista, debemos de tomar en cuenta quienes serán nuestros

aliados para lograr la conquista del territorio, Usico, emocional o espiritual y lograr establecerte

en ese territorio en paz.

La Guerra de Independencia de Israel, también llamada Guerra Árabe-Israelí de 1948, tuvo lugar

inmediatamente después de la declaración de independencia de Israel el 14 de mayo de 1948.

La guerra fue desencadenada por la oposición de varios países árabes a la creación del Estado

de Israel y su negaRva a reconocerlo. Inmediatamente después de la declaración de

independencia, las fuerzas armadas de Egipto, Jordania, Siria, Irak y otros países árabes se

aliaron para atacar a Israel con el objeRvo de eliminarlo.

Si bien Israel no contaba con aliados formales o tratados de defensa mutua, recibió apoyo de

diversas formas. Por Ejemplo, las comunidades judías alrededor del mundo, especialmente en

Estados Unidos, Europa y Sudamérica, brindaron apoyo financiero y logísRco a Israel durante la

guerra. Organizaciones judías como el Jewish Agency y la Agencia Judía también jugaron un

papel crucial en la movilización de recursos y el apoyo a la comunidad judía en PalesRna. Miles

de voluntarios judíos y no judíos de diferentes países se unieron a las filas de las fuerzas de

defensa de Israel y brindaron asistencia militar y logísRca. Durante la fase inicial de la guerra,

Checoslovaquia, antes de que se viera afectada por presiones políRcas y embargo de armas,

suministró armas y municiones a Israel.

Es importante destacar que, aunque Israel recibió cierto nivel de apoyo durante la guerra,

principalmente a través de recursos financieros, logísRcos y de armas, no tuvo aliados formales

que parRciparan acRvamente en la lucha militar junto a ellos. Pero veremos que si contaban

con una alianza inquebrantable recibida miles de años atrás y que se manifestó en ese Rempo y

sigue manifestándose hasta este día.

En términos naturales, un aliado se refiere a una persona o en3dad que se une

a otra para lograr un obje3vo común o para brindar apoyo mutuo. Puede

implicar una asociación estratégica o colabora3va entre individuos,

organizaciones o incluso naciones. Los aliados se comprometen a trabajar


juntos, brindarse apoyo y protección mutua en busca de un beneficio

compar3do.

En términos bíblicos, el concepto de aliado también está presente. En el

contexto bíblico, un aliado puede referirse a una persona o grupo que se une

con otro de acuerdo con un pacto o alianza. Esta alianza puede implicar

compromisos mutuos, promesas o condiciones específicas establecidas entre

las partes involucradas.

A través de las escrituras encontramos diferentes ejemplos de alianzas por ejemplo la alianza

que tenía Abram con Mamre el amorreo la cual establece algunos principios que se Renen que

encontrar y entender para establecerlos en nuestra búsqueda de conquista.

LBA Génesis 14:13 Y uno de los que escaparon vino y se lo hizo saber a Abram el hebreo, que

habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, y éstos

eran aliados de Abram.

La palabra hebrea u3lizada aquí, traducida como "confederado" en la versión

King James, es H1117 “ba al” H1285 "beriyth", que juntas pueden traducirse

como "alianza" o "convenio". Significa una asociación estrecha o acuerdo

entre Abram y estos otros individuos. Por lo tanto, no solo residían en la

misma área, sino que también tenían una relación mutuamente beneficiosa

con Abram.

"Abram" significa "padre enaltecido", y "hebreo" se refiere a alguien que viene de "más allá".

"Encinar" es un grupo de árboles fuertes que proporcionan abundante sombra. "Mamre" se

traduce como "fortaleza" y se refiere a un bosque de robles.

Al resaltar estos significados, entendemos que el padre de la fe, que era de más allá, tomo por

aliado a alguien que contaba con un territorio con sombra, con cobertura y que el en si era una

fortaleza. Si reflexionamos sobre nuestra propia idenRdad y origen, como crisRanos no

pertenecemos solo a la Rerra, sino a algo más allá. Nuestra verdadera ciudadanía está en el

cielo, por lo tanto, nuestras alianzas deben de tener caracterísRcas también celesRales.

Filipenses 3:20: "Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al

Salvador, al Señor Jesucristo".


Las primeras cinco alianzas en las escrituras son de carácter divino ya que se establecen entre

Dios, su pueblo elegido y la Rerra promeRda.

En estas alianzas, Dios hace promesas incondicionales y eternas a los patriarcas Abraham, Isaac

y Jacob, asegurando que sus descendientes habitarán en la Rerra y recibirán bendiciones. Es de

hecho estas alianzas las que se manifiestan en el Israel de hoy ya que en contra de cualquier

posibilidad una y otra vez Israel sale victorioso tal como lo vimos en la guerra de 1948.

5 MINISTERIOS

ALIANZAS DE FE

1. La alianza Apostólica con Abraham: En Génesis 12:1-3, Dios le promete a Abraham que

hará de él una gran nación, lo bendecirá y hará su nombre grande. El reto para Abraham

fue creerle a Dios, saber que quien le hablaba era el único y verdadero Dios y quien

estaba estableciendo una alianza inquebrantable y divina era el todopoderoso. Él le

promete que bendecirá a quienes lo bendigan y maldecirá a quienes lo maldigan.

Además, Dios promete que todas las familias de la Rerra serán bendecidas a través de él

y su descendencia. Dios lo envía, diciéndole “vete de tu Rerra y de tu parentela, y de la

casa de tu padre, a la Rerra que te mostrare”

a. Genesis 12:1-3 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu Rerra y de tu

parentela, y de la casa de tu padre, a la Rerra que te mostraré. 2 Y haré de R una

nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3

Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán

benditas en R todas las familias de la Rerra.

b. Al ver esta promesa y llamamiento al padre de la fe no puedo evitar ver una

alianza apostólica, hay un envió de parte de Dios para Abraham y también un

llamado a cubrir bajo ese llamado a la fe en Dios a las generaciones que vendrían

de él.

c. La alianza principal al emprender algo en nuestras vidas debería de ser la certeza

que tenemos de parte de Dios que El está en el asunto y aquello que nos

estamos lanzando a hacer o buscamos conquistar es algo que Dios nos dio por

hacer y por alcanzar. Porque entonces, Dios hará, bendecirá, engrandecerá, y

seremos de bendición.


2. La alianza Profé7ca con Abraham: En Génesis 15:1-21, Dios hace una alianza con

Abraham, asegurándole que sus descendientes serán numerosos como las estrellas en el

cielo. Dios también promete darles la Rerra de Canaán como posesión eterna y profeRza

la esclavitud de su pueblo en Egipto.

a. Es aquí en donde a través del fuego, Dios se manifiesta en medio del sacrificio

que Abraham le presento y proféRcamente le anuncio que el pueblo de Israel

seria cauRvo por 400 años en Egipto, pero por la promesa dada en ese momento

también recibirían libertad.

b. Genesis 15:13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia

morará en Verra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto

saldrán con gran riqueza. 15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado

en buena vejez. 16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha

llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí. 17 Y sucedió que, puesto

el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que

pasaba por entre los animales divididos. 18 En aquel día hizo Jehová un pacto

con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta Verra, desde el río de Egipto

hasta el río grande, el río Éufrates; 19 la Verra de los ceneos, los cenezeos, los

cadmoneos, 20 los heteos, los ferezeos, los refaítas, 21 los amorreos, los

cananeos, los gergeseos y los jebuseos.

c. Una alianza con Dios es clara y proféRca, y aun cuando establece de antemano

aun las pruebas que se han de vivir, estas no afectan la determinación de Dios de

llevar a cabo un asunto por medio de una persona o un pueblo. En Hechos

21:10-11 "Después de estar allí varios días, bajó de Judea un profeta llamado

Agabo. Llegó a vernos, tomó el cinturón de Pablo, se ató los pies y las manos, y

dijo: 'Así dice el Espíritu Santo: Así atarán en Jerusalén al dueño de este cinturón,

y lo entregarán en manos de los genRles'." La respuesta de Pablo ante esta

profecía y aun a pesar de las suplicas de los que estaban con él, fue determinante

ya que el sabía que debía ir a Jerusalén y que Dios estaba en medio del asunto.

3. La alianza evangelís7ca con Isaac: En Génesis 26:1-5, Dios reafirma las promesas hechas

a Abraham y las exRende a Isaac, asegurándole que mulRplicará su descendencia y les

dará todas las Rerras promeRdas a Abraham.

a. Genesis 26:1-5 se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en

la Rerra que yo te diré. 3 Habita como forastero en esta Rerra, y estaré conRgo, y

te bendeciré; porque a R y a tu descendencia daré todas estas Rerras, y

confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. 4 MulRplicaré tu

descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas

Rerras; y todas las naciones de la Rerra serán benditas en tu simiente, 5 por


cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis

estatutos y mis leyes. Genesis 26:23 Y de allí subió a Beerseba. 24 Y se le

apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no

temas, porque yo estoy conRgo, y te bendeciré, y mulRplicaré tu descendencia

por amor de Abraham mi siervo. 25 Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de

Jehová, y plantó allí su Renda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

b. Isaac recibe varias indicaciones de parte de Dios y se establece en la Rerra que

Dios le estaba dando por habitación. Vemos en este capítulo el primer caso

explicito en donde se menciona la siembra y la cosecha. Genesis 26:12 Y sembró

Isaac en aquella Rerra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.

13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy

poderoso. 14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los

filisteos le tuvieron envidia. 15 Y todos los pozos que habían abierto los criados

de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de

Rerra. 16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho

más poderoso que nosotros te has hecho. Las acRvidades relacionadas con el

evangelista de ir, abrir pozos, dar agua, de tomar territorios, de sembrar la Rerra

y cosecharla se abren en medio de esta alianza entre Dios e Isaac.

4. La alianza Pastoral con Jacob: En Génesis 28:10-15, Dios se aparece a Jacob en un sueño

y le reitera las promesas hechas a Abraham y a Isaac. Dios promete estar con Jacob,

protegerlo y hacerlo volver a la Rerra en donde esta acostado. Es la primera vez en las

promesas de Dios a los patriarcas en donde se agrega el elemento de hacer volver y de

guardar por donde quiera que fuese. Es en este mismo capitulo en el cual Jacob hace un

pacto con Dios, un pacto en donde lo recibe como su pastor. De su cuidado pastoral,

Jacob da tesRmonio ante José en Genesis 48:15.

a. Genesis 28:13 Y he aquí, el SEÑOR estaba sobre ella, y dijo: Yo soy el SEÑOR,

el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás

acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 También tu

descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el

occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu

simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. 15 He aquí, yo

estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré

volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que

te he prometido.

b. Genesis 28:20 Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está conmigo y me

guarda en este camino en que voy, y me da alimento para comer y ropa para

vesRr, 21 y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces el Señor será mi

Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que

me des, te daré el diezmo.


c. Genesis 48:15 Y bendijo a José, y dijo: El Dios delante de quien anduvieron mis

padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor toda mi vida (desde mi

conVnuidad) hasta este día, 16 el ángel que me ha rescatado de todo mal

bendiga a estos muchachos; y viva en ellos mi nombre, y el nombre de mis

padres Abraham e Isaac; y crezcan para ser mulRtud en medio de la Rerra.

5. La alianza Magisterial con Jacob: En Génesis 35:9-15, Dios se encuentra con Jacob

nuevamente y confirma las promesas hechas a Abraham y a Isaac. Dios cambia el

nombre de Jacob a Israel y le asegura que su descendencia se converRrá en una nación y

heredará la Rerra de Canaán. Sucede algo interesante en este capítulo ya que Dios

reafirma en Jacob el nombre de Israel, pero antes de esto cuando Dios le habla y le dice

que se encontrara con El, Jacob le pide a los que están con el que se purifiquen, que

cambien sus vesRduras y se despojen de las imágenes a ídolos.

a. Genesis 35:1 Entonces Dios dijo a Jacob: Levántate, sube a Betel y habita allí; y

haz allí un altar a Dios, que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú. 2

Entonces Jacob dijo a los de su casa y a todos los que estaban con él: Quitad los

dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vesVdos; 3 y

levantémonos, y subamos a Betel; y allí haré un altar a Dios, quien me

respondió en el día de mi angusVa, y que ha estado conmigo en el camino por

donde he andado. 4 Entregaron, pues, a Jacob todos los dioses extranjeros que

tenían en su poder y los pendientes que tenían en sus orejas; y Jacob los

escondió debajo de la encina que había junto a Siquem.

b. Genesis 35:8 Y murió Débora, nodriza de Rebeca, y fue sepultada al pie de

Betel, debajo de la encina; y esta fue llamada Alón-bacut. Dios bendice a Jacob 9

Y Dios se apareció de nuevo a Jacob cuando volvió de Padán-aram, y lo bendijo.

10 Y Dios le dijo: Tu nombre es Jacob; no te llamarás más Jacob, sino que tu

nombre será Israel. Y le puso el nombre de Israel. 11 También le dijo Dios: Yo soy

el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y mulVplícate; una nación y mulVtud de

naciones vendrán de V, y reyes saldrán de tus lomos. 12 Y la Rerra que di a

Abraham y a Isaac, a R te la daré; y daré la Rerra a tu descendencia después de R.

13 Entonces Dios subió de su lado, en el lugar donde había hablado con él. 14 Y

Jacob erigió un pilar en el lugar donde Dios había hablado con él, un pilar de

piedra, y derramó sobre él una libación; también derramó sobre él aceite. 15 Y

Jacob le puso el nombre de Betel al lugar donde Dios había hablado con él.

c. Esta alianza establece en Jacob la dirección de para mulRplicarse a tal punto de

converRrse en una nación y mulRtud de naciones. Una nación es un conjunto de

personas que comparten una serie de elementos como la historia, la lengua, el

territorio, la cultura, la etnia. Generalmente se agrupan formando un Estado,

región u otra fórmula que representa su soberanía. Entonces vendrían a ser ya no

solamente un grupo de familias escogidas por Dios, sino que iniciaba la

enseñanza que los llevaría a comparRr, lengua, territorio y cultura.


Esta úlRma alianza es necesaria porque la enseñanza es vital para la siguiente faceta en las

alianzas para la conquista. ¿Quién es nuestro Dios? ¿Quiénes somos? ¿En qué creemos?

¿Porque hacemos lo que hacemos?

LOS 4 EVANGELIOS

ALIANZA CON LA PALABRA

A parRr del libro del Éxodo se desarrolla una nueva forma de alianza entre Dios, el pueblo y la

Ley (o Torá). Esta alianza Rene un enfoque disRnto y establece que la permanencia del pueblo

en la Rerra depende de la obediencia a las leyes dadas por Dios. Si lo primero en una conquista

es mi alianza con Dios, lo primero en establecerme Usica, mental y espiritualmente en mi lugar

de conquista es su palabra.

Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era

Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas,

y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la

vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las 3nieblas resplandece, y las

3nieblas no prevalecieron contra ella.

1. La Alianza en el Monte Sinaí: En Éxodo 19:5-6, Dios hace una alianza con el pueblo de

Israel en el monte Sinaí. Declara que, si ellos obedecen Su voz y cumplen Su pacto, serán

un reino de sacerdotes y una nación santa. El pueblo acepta la alianza diciendo:

"Haremos todo lo que el Señor ha dicho".

o Éxodo 19:5-6``Ahora pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto,

seréis mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque mía es toda la Rerra; 6

y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.

2. Los Diez Mandamientos y la Ley: En Éxodo 20, Dios entrega los Diez Mandamientos al

pueblo de Israel, estableciendo una base para la ley y el comportamiento éRco. A parRr

de este punto, se desarrolla un conjunto más amplio de leyes y estatutos que rigen

diversos aspectos de la vida del pueblo.

o Los 10 mandamientos son un conjunto de leyes y principios éRcos que fueron

entregados por Dios al pueblo de Israel a través de Moisés. Estos mandamientos

se encuentran en el libro del Éxodo, capítulo 20, y en el libro de Deuteronomio,

capítulo 5, en el AnRguo Testamento de la Biblia.

1. No tendrás dioses ajenos delante de mí.

2. No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni

abajo en la Rerra.

3. No tomarás el nombre de Dios en vano.

4. Recuerda el día de reposo, para sanRficarlo.


5. Honra a tu padre y a tu madre.

6. No matarás.

7. No cometerás adulterio.

8. No hurtarás.

9. No darás falso tesRmonio contra tu prójimo.

10. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su criada, ni su

buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo

3. La Alianza de Moisés: En Éxodo 24:3-8, Moisés lee el Libro de la Alianza (que conRene los

estatutos y leyes) ante el pueblo, y ellos responden: "Haremos todas las cosas que el

Señor ha dicho y obedeceremos". Luego, Moisés roció la sangre del sacrificio en el altar

y en el pueblo, sellando así la alianza.

o

4. La Renovación de la Alianza: En Deuteronomio 29:1-15, Moisés renueva la alianza con el

pueblo antes de entrar en la Rerra promeRda. Les recuerda las bendiciones y

maldiciones asociadas con la obediencia o desobediencia a la ley de Dios, instándoles a

elegir el camino de la obediencia para asegurar su permanencia en la Rerra.

El Nuevo Testamento inicia con cuatro evangelios, ellos dan tesRmonio de la vida y muerte de

Cristo, el Mesías, el Libertador, el unigénito Hijo de Dios. En estos cuatro evangelios

encontramos el tesRmonio de La Palabra misma, los decretos y estatutos del Señor y al igual

que estas cuatro alianzas, los evangelios afianzan el caminar de los discípulos. Fue en los

evangelios en los cuales vemos el Rempo que Cristo se tomó para formar a los 12 Apóstoles del

Cordero. Ellos luego de haber vivido lo que vivieron, salieron e hicieron estragos en la sociedad

establecida en ese momento para levantar una nueva nación, un reino de sacerdotes y una

nación santa la cual es la Iglesia de Cristo. Al igual que las cuatro alianzas establecidas en su

palabra por boca de Moisés y selladas por el rociamiento de sangre de sacrificio, así los cuatro

evangelios establecen los mandamientos del cordero, su cumplimiento de la ley y el rociamiento

de su sangre preciosa que paga de una vez y para siempre por la redención de los pecados de

aquellos que le aceptan y responden a él diciendo, haremos conforme a todo lo que él ha dicho.

No podemos hacer alianza con alguien sin antes no tener como nuestra alianza con Dios,

anclada a su palabra y al cumplimiento de esta. Nuestro permanecer y prosperar en un lugar

depende en su totalidad a nuestra permanencia en la palabra de Dios.


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