22 de noviembre - Bedia

Bediatarrak
medio ambiente, servicios sociales,
aceras, alcantarillado, iluminación,
frontón, plaza y los barrios no tienen
absolutamente nada que ver con lo
que fueron. La mejora es absolutamente
sustancial y contundente.
De un tranquilo pueblo de Arratia a
la gran ciudad, el botxo, donde
montaste negocio propio y ganaste
popularidad, ¿Cómo fue el cambio?
Cuando decidí instalarme en Bilbao,
el cambio fue radical para mí; empujado
por nuevas posibilidades
como la de abrirme un futuro artístico
y laboral, la Villa de Bilbao me
parecía grande y rápida, llena de
contrastes y pluralidad. Con trabajo
y suerte aquí estoy, como todas y
todos, intentando que la inevitable
situación actual de crisis me afecte
lo menos posible.
¿En qué proyectos profesionales y
personales andas metido en estos
momentos?
Mis proyectos laborales inmediatos
están en mi pub, el Key, y todo va un
poco en torno a eso y al personaje
Asier Bilbao. Estamos ya ensayando
un nuevo espectáculo completo,
que estrenaremos un poco antes de
“Bediako batzokia,
siempre en mi corazón”
Navidad. También mantengo colaboraciones
especiales con el consistorio
bilbaíno para el Carnaval de
2013, y estoy inmerso en nuevas
grabaciones de nuevos temas para
un próximo CD, así como en la preparación
de un Show Especial para
“Las tardes locas del Arriaga”, que
podrá verse en abril del próximo
año. Y, por supuesto, mis apariciones
semanales en TeleBilbao con Joseba
Solozabal. n
Asier fue uno de los artífices de la puesta en marcha del batzoki de Bedia,
junto con la exconcejala Rosa María Umaran, qué aún recuerda los buenos
cócteles y combinados que preparaba aquél joven del barrio de Astitze.
Para Asier, “ el batzoki de Bedia fue todo un cambio en la estructura de
este tipo de local que ya existía en el municipio; un proyecto mucho
mas grande, mejor, con mas ambición, más cómodo y políticamente
mucho más abierto a todo el mundo”. En este sentido, Asier muestra su
agradecimiento a José Antonio Arrese `Kana´, “que confió en mi para
darle un aire mas dinámico y algo más profesionalizado”, a Rosa Mari
Umaran y a Anton Basaguren “por su paciencia con mis cambios y su
inestimable ayuda y apoyo incondicional; yo ya venia de años de hostelería
y ella y ellos aprendieron de mí y yo de ellos”. Por eso, concluye
“siempre llevo al batzoki de Bedia en mi corazón”. n
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