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192 ACTIVACIÓN CONDUCTUAL EN UN CASO DE DEPRESIÓN<br />
visual del gráfico invita a suponer unas mejoras significativas<br />
como consecuencia de la intervención.<br />
Esta relación se corresponde con la planteada por el<br />
modelo de AC, que esgrime que la desaparición progresiva<br />
de las conductas de evitación y el cese del<br />
reforzamiento de las conductas depresivas conduce,<br />
a la larga, a una mejora del estado anímico.<br />
Junto con estas medidas, puede señalarse que el<br />
paciente expresó su satisfacción por la terapia e<br />
informó encontrarse plenamente recuperado.<br />
Manifestó que veía claro que había llegado el momento<br />
del alta y estuvo dispuesto a ofrecer información<br />
posterior si se le requería para seguimientos a<br />
más largo plazo, como de hecho fue el caso. Dado<br />
que nunca había dejado de trabajar ni de relacionarse<br />
con otras personas, estos comentarios son un<br />
importante criterio de su mejoría.<br />
El método de intervención de la AC, en el que se<br />
enfatiza la importancia de asimilar el análisis funcional<br />
y, por tanto, de comprender la relación entre<br />
la realización de determinadas actividades y el estado<br />
de ánimo (Dimidjian et al., 2008), supone una<br />
garantía de que la mejoría anímica se mantendrá a lo<br />
largo del tiempo, y así parecen indicarlo también los<br />
datos de este caso en el seguimiento, en el que,<br />
incluso, el estado de ánimo al cabo de cinco meses<br />
era mejor que justo al final de la fase de tratamiento.<br />
Discusión<br />
Las mejorías observadas en este paciente tras la<br />
intervención representan un aval importante para el<br />
modelo planteado por la terapia de AC en el caso de<br />
los trastornos del estado de ánimo. No obstante, es<br />
importante señalar que la elección de esta terapia no<br />
partió tanto de la sintomatología depresiva cuanto<br />
del análisis funcional elaborado. En concreto, la<br />
insistencia de la AC por apreciar la funcionalidad de<br />
la conducta y no establecer apriorismos sobre cómo<br />
son los comportamientos de evitación fue clave para<br />
la comprensión de la situación. Aparentemente, el<br />
paciente llevaba una vida muy activa, pero su “situación<br />
depresiva” era muy intensa porque toda su<br />
laboriosidad estaba al servicio de la evitación de<br />
acciones comprometidas y le excusaban de enfren-<br />
Clínica y Salud<br />
Vol. 21, n.° 2, 2010 - Págs. 183-197<br />
tarse a tareas realmente difíciles anímicamente. Por<br />
eso, un tratamiento convencional en el que se pautasen<br />
sólo actividades diarias gratificantes que incorporar<br />
de forma progresiva, como el propuesto por<br />
Lewinsohn y sus colaboradores (Lewinsohn y Graf,<br />
1973; Lewinsohn, Muñoz, Youngren y Zeiss, 1978;<br />
Zeiss, Lewinsohn y Muñoz, 1979), habría resultado<br />
de dudosa efectividad.<br />
Por otro lado, es posible que una terapia de corte<br />
cognitivo se hubiese centrado en la necesidad de<br />
modificar las creencias (por ejemplo, las relativas a<br />
estar enfermo, tener algún tipo de tara o deficiencia,<br />
o haber perdido el sentido de su vida) dada su falta<br />
de evidencia empírica; sin embargo, esto no hubiese<br />
facilitado la comprensión de que estos pensamientos<br />
—esa “rumia depresiva”— podía estar al servicio de<br />
la evitación de otras actividades asociadas a las pérdidas<br />
y cambios familiares. La AC no deja de tener<br />
como objetivo que desaparezcan las cogniciones<br />
distorsionadas del paciente, pero espera que esos<br />
cambios se produzcan como consecuencia de la activación<br />
misma (Kanter et al., 2007; Lejuez et al.,<br />
2001; Martell et al., 2001) y, cuando se abordan en<br />
sesión, es para considerar no la veracidad de sus<br />
contenidos, sino su función: ¿sirven para encaminarse<br />
o para alejarse de los objetivos planteados?,<br />
¿cuánto tiempo roban?, ¿qué otras cosas podrían<br />
hacerse en vez de rumiar? (Martell et al., 2001). De<br />
hecho, en este sujeto, el descenso de la puntuación<br />
en la segunda dimensión del BADS (Evitación/<br />
Rumia) es un dato a favor del cambio cognitivo<br />
como producto indirecto de la activación.<br />
El caso aquí presentado ha procurado ilustrar el<br />
modelo propuesto por la AC y la intervención que<br />
de él se deriva en un paciente probablemente poco<br />
convencional respecto a su proceso depresivo, pero,<br />
quizás precisamente por ello, más útil para entender<br />
lo que esta terapia ofrece como novedoso. Como se<br />
ha podido comprobar, lo importante no es tanto la<br />
aplicación de un protocolo con un apoyo experimental<br />
bien justificado, sino subrayar el valor que<br />
el análisis funcional puede tener en las ocasiones en<br />
que existe la posibilidad de disponer de más sesiones<br />
para una aproximación individualizada (como<br />
es el caso de la consulta privada). No obstante, es<br />
cierto que para otro tipo de contextos, como los institucionales,<br />
el protocolo más parsimonioso pro-<br />
Copyright 2010 by the Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid<br />
ISSN: 1130-5274 - DOI: 10.5093/cl2010v21n2a7