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Versos del Sur<br />

Concurso de poesía <strong>2011</strong><br />

libros


libros<br />

El <strong>premio</strong> de poesía Versos del Sur nació con la conciencia de la necesidad<br />

de dar un mayor espacio en nuestras publicaciones a<br />

aquellas expresiones que surgen del corazón sin demasiados intermediarios<br />

racionales, convencidos de que el lenguaje poético es<br />

capaz de transmitir aquello que el análisis tan sólo desmenuza y reseca<br />

para que nuestra razón se de por satisfecha.<br />

La poesía, como gran arte de la palabra, como un eco lejano de la<br />

Revelación, nos acerca precisamente a esa donación de sentido que<br />

acontece en el corazón humano, en el lugar (maqam) donde la realidad<br />

se nos hace vivible y comprensible, allí donde tornándose lenguaje<br />

nos capacita para el diálogo y la comunicación.<br />

Bellos poemas que nos recuerdan la exhaustiva diversidad de lo<br />

creado, los matices inesperados e inagotables que la visión del poeta<br />

nos ofrece como un regalo, urgiéndonos tan sólo a la lectura, sin pedirnos<br />

nada a cambio, tan sólo una apertura radical a su mensaje.<br />

Pisada de los sables, de Miriam Jurado, Exilio, de Ámbar y Sentir,<br />

lo que sin sentido ocurre, de de Ibn Sur han sido los ganadores de<br />

las tres convocatorias de este concurso.<br />

Webislam Libros, quiere, con esta publicación, animar a los lectores<br />

electrónicos a participar en esta aventura maravillosa de la palabra,<br />

de la sinceridad y del encuentro. Esperamos, insha Allah, que estos<br />

versos nos ayuden a transitar por ese sur que no es el sur geográfico,<br />

ni el que aparece malamente reflejado en los grandes medios<br />

de comunicación, sino el sur del corazón, tan lleno de vida, de luz y<br />

creatividad, ese sur que es el territorio donde hoy crecen las metáforas<br />

del mañana.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

3


Estiba de fulgores<br />

Mario Hector Llantén Osorio<br />

Yo no me quedo<br />

en la ola<br />

aunque me veas volver,<br />

voy desde su lengua submarina<br />

a ser otro en su sal,<br />

raíz desenvuelta<br />

en su hondura,<br />

ni la muerte saciaría mi anhelo<br />

con su cena exuberante,<br />

pues todo en ella es transitorio,<br />

no entra en mi boca<br />

su lúgubre cubierto,<br />

ni me tienta el rutilar<br />

de su copa rota;<br />

no temas amor,<br />

ni lo pienses;<br />

VERSOS DEL SUR<br />

4


mas, sin ti,<br />

sin tu presencia,<br />

esta misma me sería<br />

soledad rigurosa,<br />

muerte eterna.<br />

Soy más de lo que lloro,<br />

más que la angustia<br />

y su raído vestuario<br />

desaguando su última tristeza,<br />

antes no era nada<br />

sin saber de ti;<br />

no supe de un ángel<br />

en la tierra<br />

que escribiera poemas,<br />

no supe que la aurora<br />

te tuviera por hija<br />

y la noche para sembrarle estrellas.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

5


Me dejaste amarte,<br />

recibiste mi racimo de ríos<br />

y sus sedosas piedras,<br />

toleraste el hallazgo mítico<br />

de mi rosada ciencia,<br />

mi librería azul de confines,<br />

mis taciturnas certezas<br />

y más aún;<br />

te quedaste para escuchar<br />

el eco sigiloso de mis pasos<br />

ascendiendo al escalar majestuoso<br />

de tu pecho,<br />

con toda la enamorada potencia<br />

de mis versos<br />

abrí las puertas de tu templo;<br />

sé que me amas<br />

con el mismo amor que el mío,<br />

siento que me necesitas,<br />

como la mariposa<br />

necesita de una brizna de polen<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

6


para alimentar el tenue apetito de una brisa,<br />

como yo mismo siendo mar<br />

necesito de la roca salobre<br />

para aliviar mi ronquera<br />

o mi espumosa jaqueca<br />

o la noche necesita<br />

del violín de un gato<br />

para afinar los acordes<br />

de su estrellada opereta,<br />

me necesitas como yo en ti<br />

esperándote,<br />

lo puedo ver en el ceroso brillo<br />

de tus frutos<br />

los que dejas colgados<br />

a un temblor de mis dedos<br />

a un parpadeo de mi deseo,<br />

te necesito como tú en mi,<br />

inspirándote,<br />

y nos hacemos enlace de anhelos,<br />

sed de silencios,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

7


nos adentramos<br />

en un mar de delirios<br />

tejiendo nuestra propia red de besos,<br />

abrimos surcos en la tierra<br />

con azada de poemas perpetuos,<br />

cae nuestro sudor y nuestra sangre<br />

en la mesa de Dios eterno<br />

y nos concede la primicia<br />

del verbo secreto<br />

para escribir ya no palabras,<br />

si no irradiar amor excelso,<br />

ser una sola estiba de fulgores,<br />

sempiternos de vida, amantes sin tiempo,<br />

un solo hálito divino existiendo<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

8


Lamento por todos<br />

Jorge Luis Oviedo<br />

libros<br />

A los desaparecidos de la década de los ochenta del siglo<br />

XX,en Honduras y otros sitios del planeta, a los millones<br />

de indígenas que murieron en nuestro continente como<br />

consecuencia de la llegada de los europeos.<br />

dónde estará josé<br />

el brazo mayor de juan de tena<br />

el mejor carpintero del pueblo<br />

armará mesas y sillas<br />

con los huesos rotos de los esqueletos vecinos<br />

y joaquín ortega<br />

en qué angostura opaca reposará su estatura de pino<br />

anclaría sobre tierra firme<br />

y afloraría entre la hierba<br />

-como quilla de barcaza herida-<br />

su esternón interoceoánico<br />

y octavio -el hermano de berta-<br />

VERSOS DEL SUR<br />

9


el hijo del tabaltero ramón<br />

el primer maestro graduado del pueblo<br />

qué lecciones dará<br />

hablará de los misterios de la vida<br />

de las luchas de los hombres<br />

y del salto del conejo<br />

con las misma facilidad con que hablaba de la muerte<br />

y prudencio -mi compañero de escuela-<br />

ese flaco que no hacía ni sombra<br />

parecía una hebra de hilo agredida por el viento<br />

dónde encallaría su carne ausente<br />

su pálido esqueleto<br />

inundado de huesos y esperanzas<br />

y rodolfo mi compañero de colegio<br />

al borde de qué hondonada<br />

en la garganta de qué abismo<br />

reposarán sus sueños<br />

su inocencia<br />

su ternura<br />

o en la ribera de qué río de aguas turbulentas<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

10


esperará a caronte<br />

para que lo haga llegar a la otra orilla<br />

y oswaldo mi amigo de la infancia<br />

estará anclado en el lomo azul de alguna colina<br />

desde donde contemplaba desplayarse el mar<br />

como una mujer dormida<br />

o habrá sido su cuerpo pasto de las balas<br />

carne de los zopilotes<br />

y yacerá con los dientes calcinados<br />

-dura la risa de su calavera-<br />

en la dura piel de un despeñadero<br />

y martín rodríguez dónde andará<br />

con su cara triste<br />

encontraría al fin alguna sonrisa<br />

para colgársela en al punta de la lengua<br />

al borde de los labios<br />

a los lados de la cara<br />

para mirar la muerte con los juveniles ojos de la vida<br />

qué habrá sido del cartero julián<br />

desapereció una mañana durante un eclipse solar<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

11


y ante el asombro de todo el pueblo<br />

dicen que dios lo castigó<br />

por repartir cartas indebidas<br />

que mandó sus ángeles de la guarda dicen<br />

durante un eclipse solar<br />

y ante la asombro de todo el mundo<br />

brotarán acaso sobres y sellos de sus manos<br />

serán sus dedos<br />

un manantial de mariposas mensajeras<br />

y pedrucho -la oveja negra-<br />

renunció muy joven a la herencia<br />

y a las becas familiares<br />

se marchó de casa a las dieciséis<br />

los pantalones chingos todavía<br />

la cabeza hechando fuego<br />

en la espalda de qué montaña<br />

en que roquerío desnudo<br />

reposarán sus coléricos ardores<br />

en la orilla de que río<br />

sembraría el germen de sus luchas<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

12


dónde estará susana armijo<br />

libros<br />

la menor de las hijas de tomas armijo y joaquina baires<br />

tenía un cuerpo que obligaba al silencio<br />

y una larga cabellera<br />

que le caía dócil y ondulante<br />

como una catarata<br />

unos ojos tan bellos<br />

que con sólo verlos endulzaban la vida y sus caminos<br />

qué habra sido de esa rosa carnal<br />

que se marchitó a los diecisiete<br />

y berta la niña mimada de los agurcia<br />

la del maquillaje perfecto<br />

qué quedaría de sus vestidos importados<br />

de sus raros encajes bordados a mano<br />

de insustituible cara de muñeca extranjera<br />

será su rostro postizo una estúpida máscara de polvo<br />

frágil como el polen maduro<br />

y silvia mi primera novia<br />

recordará mis húmedas caricias<br />

cuando los gusanos transitan sus múltiples caminos<br />

VERSOS DEL SUR<br />

13


con el desesperado ardor<br />

con que yo me apoderaba de sus espacios prohibidos<br />

le morderán los labios<br />

naufragarán en su mina de placer<br />

en su calle de débil angostura<br />

escalarán sus montículos de miel<br />

y beberán hasta saciarce<br />

como de una fuente encantada<br />

qué quedará del redondo sello de sus labios<br />

de sus grandes ojos negros<br />

donde naufragaba la noche<br />

harán surgir ventanas hacia el mar<br />

conspirarán contra la sombra todavía<br />

nacerá el arcoiris de sus amplios agujeros<br />

qué habra sido de tiburcio carías<br />

y sus más cercanos colaboradores<br />

sobrevivirá algún vestigio de su sombra<br />

algún vestigio de su gloria<br />

qué quedará de esa presencia de poder<br />

que irradiaba su cuerpo monumental<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

14


en qué cementerio estarán exiliados<br />

todos sus enemigos políticos<br />

a través de qué sendas subterráneas viajará<br />

en algún ataud blindado<br />

para que no lo sorprenda la vida<br />

como muchas veces lo quiso sorprender la muerte<br />

en la esquina menos pensaba<br />

en el sitio menos probable<br />

y la hora menos indicada<br />

será oscuro y fúnebre como sus acorazado negro<br />

desde donde ordenaba la muerte de sus paisanos<br />

y la comida de sus canarios<br />

qué habrá pasado con todos los verdugos<br />

conservarán los huesos íntegros<br />

morirían todos de muerte natural<br />

o seguirían todos inmunes<br />

que los gusanos habrán huido<br />

entre la bruma y el espanto<br />

a buscar otros cadáveres<br />

dónde andará don luis castillo<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

15


violín al hombro<br />

tejiendo canciones con su varita mágica<br />

haciendo buena la noche buena<br />

y víctor cáceres -el cantor-<br />

qué hará para hacer la muerte más llevadera<br />

y enrique hernández -el albañil-<br />

el maistro quiqui como le decían<br />

hizo todos los mausoleos menos el suyo<br />

la muerte lo sorprendió tra<strong>baja</strong>ndo ajeno<br />

construiría sueños con su cuchara albañilera<br />

y leonor castillo -la costurera-<br />

tejerá mortajas con sus falanges<br />

y toribio -el santero-<br />

andará de cementerio en cementerio<br />

recetando la fórmula de la muerte eterna<br />

que pantonimas hara queriendo remendar<br />

los huesos rotos de los muertos vecinos<br />

que será de josefino ulloa -el sacristán-<br />

se hizo viejo tocando las campanas<br />

encendiendo las velas del altar mayor<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

16


y recogiendo la limosna los domingos<br />

se le oscureció la mirada antes de los cuarenta<br />

a los cincuenta la barba se le pobló de telarañas<br />

y le aparecieron musgos en la piel<br />

estará en el seno del señor la niña ramona<br />

llenó la iglesia con hermosas vírgenes de palo<br />

y cuando el sacristán estaba enfermo<br />

ayudaba a oficiar la misa<br />

será su esqueleto un campo inexplorado<br />

por las lagartijas<br />

crecerían líquenes sobre su vientre de pedernal<br />

qué habrá ocurrido con su cinturón de castidad<br />

lo devoraría el óxido<br />

la protegería de la voracidadde los gusanos<br />

y los malos pensamientos<br />

conocería los placeres de la carne<br />

cuandoya no le quedaban más que huesos<br />

quedará por lo menos<br />

un reguero de polvo de su cuerpo maltrecho<br />

dónde estará ricardo flores -el soldado-<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

17


partió a la guerra entre los discursos<br />

de los gobernantes<br />

y las bendiciones del obispo<br />

y el llanto de las madres<br />

regresó su nombre en la piel de una placa metálica<br />

y en el rostro de una medalla<br />

que su madre cambió<br />

por dos arrobas de frijoles<br />

en la tienda del turco simón<br />

en que fosa común quedarían amontonados<br />

sus dieciseis años no cumplidos<br />

junto a muchos que no conocía ni odiaba<br />

qué será de pompilio -el poeta del pueblo-<br />

qué haría con las ocho resmas de papel<br />

que le acomodaron en su caja métálica<br />

se les terminaría la tinta a los doce bolígrafos<br />

que le colocaron en su guayabera blanca<br />

tendrá en su tumba el mismo rótulo<br />

que tenía en su casa:<br />

"se hacen y se reparan versos"<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

18


conservará el repertorio de poemas de ocasión<br />

declamará sus clásicas octavas reales<br />

qué le ocorriría a sus treinta y cuatro mil poemas<br />

enterrados a su izquierda<br />

en una caja tres veces más grande que la suya<br />

tropezarían las polillas con esa inesperada<br />

mina de versos<br />

dónde estará el cura anselmo<br />

de qué hará esos bocaditos pálidos<br />

que no se deben masticar<br />

se libraría al fin de la tentacion de la carne<br />

no sufrirá ahora por la tentacion de los huesos<br />

dónde están todos carajo<br />

juancito -el cojo-<br />

amilcar -el peluquero-<br />

checho madrid -el sastre-<br />

doña tina martínez -la partera-<br />

don nayo -el zapatero-<br />

justiniano -el que hacía de médico-<br />

y domingo rodríguez -el enterrador-<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

19


dónde están todos carajo<br />

dónde quedarían los despojos de julián<br />

y ana maría bustillo<br />

los huesos rotos de manfredo<br />

con su reguero de vértebras<br />

y su mirada superlativa<br />

dónde estará la calavera de alberto<br />

despoblada de aliento<br />

y llenas sus ranuras de orquídeas en flor<br />

reconocería tomás su propia calavera<br />

libros<br />

cuando despertó mucho después de la muerte y la tortura<br />

reconocería ese rincón de ausencia<br />

que le crecía bajo el pecho<br />

reconocería ese oscuro nudo de silencios<br />

que le crecía bajo la lengua<br />

sus dedos enraizados bajo la tierra<br />

su nombre creciendo verde<br />

entre la maleza y los malos espíritus<br />

o serán todos un solo cuerpo<br />

le importará a juan tener los brazos de josé<br />

VERSOS DEL SUR<br />

20


o lo que queda de ellos<br />

y josé tener los húmeros de mirtila<br />

y a mirtila los fémures de ruth<br />

y a ruth las costillas de juan<br />

libros<br />

les importará no distinguir sus partes más elementales<br />

el principio y fin de sus huesos enmohecidos<br />

por el odio y las aguas subterraneas<br />

les importará tener que limpiarce<br />

la pegajosa tierra<br />

con una mano ajena<br />

les importará estar confundidos<br />

como en una especie de orgía perpetua<br />

qué quedará de todos<br />

carajo<br />

de esteban -el borracho-<br />

de su trayectoria de ilustre bebedor<br />

llevará su nombre alguna cantina<br />

llevará el nombre de jesus trejo -el asesino-<br />

alguna calle de mala muerte<br />

dónde están todos<br />

VERSOS DEL SUR<br />

21


acaso han hecho de la muerte<br />

algo más bello que la vida<br />

algo más noble que la noche<br />

que el rostro de un despeñadero<br />

acaso ha dejado de importarles el brillo del oro<br />

su nombre casi sin cuerpo<br />

su piel desplumada<br />

su amarillo total<br />

acaso crecen verdes entre la yerba<br />

y alargan su aliento entre las flores nuevas<br />

y yo desde mi rincón y nos los alcanzo<br />

qué quedará de todos<br />

la marca de qué pasos<br />

el canto de qué musica se empoza<br />

en la memoria de las cosas<br />

qué sombra desnuda<br />

se enreda en rostro de los astros<br />

qué signos crecen bajo la tierra<br />

donde se maduran los huesos<br />

los nombres de todos<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

22


junto al nombre de la patria<br />

donde se añora el mar<br />

marazul por la mañana<br />

verdemar cuando la tarde muere<br />

mar de todos formas cuando amanece<br />

mar sin mar en tierra firme<br />

y floja la risa se seca al viento<br />

viento sin alas<br />

el de la muerte<br />

viento sin cuerpo<br />

bajo las cruces<br />

aire desnudo<br />

sobre las tumbas<br />

tumbas sin nombre<br />

las de la guerra<br />

fosas comunes<br />

las clandestinas<br />

fosas sin fondo<br />

las de la mar...<br />

dónde están todos<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

23


carajo<br />

dónde...<br />

Tegucigalpa, 1985.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

24


La Caída de las Estrellas<br />

Mercé Cámara Pérez<br />

I<br />

Uno puede<br />

contenerse en la rabia,<br />

enmascararse con arrugas divertidas,<br />

alcanzar una luna invisible<br />

entre imágenes invisibles también,<br />

acertar sin querer ser premiado,<br />

deambular dibujando curvas imprecisas,<br />

encaramarse a una supuesta felicidad<br />

o eximir a la felicidad no encontrada,<br />

destinar incertidumbre a lo descubierto,<br />

labrar un destino malversado,<br />

e improvisar muchas más vidas.<br />

Pero lo que uno no puede<br />

es inventar de las estrellas, su caída.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

25


II<br />

Y si todo fuera para siempre…<br />

III<br />

Como las hojas que caen<br />

y los árboles que las pierden,<br />

así la pérdida despoja<br />

durante el tiempo<br />

de estación de vida,<br />

hurtando aquello más amado,<br />

y engañando con una eternidad sin medida.<br />

Y todo y así,<br />

lo que uno no puede<br />

es inventar de las estrellas, su caída.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

26


Noche<br />

Martín Ayos<br />

El sol es el ojo<br />

libros<br />

A Enrique Malizia, In Memoriam.<br />

pero la noche es el oscuro rostro que lo disuelve.<br />

Hacia la noche infinita,<br />

impasible signo que atrae,<br />

ascendió El Profeta:<br />

rumbo al séptimo cielo<br />

sin imágenes ni estrellas<br />

para volver a encontrarse con lo Otro.<br />

Noche del tiempo:<br />

el día, que la aparta, la bendice<br />

pues lo oscuro habita el día<br />

en eterna espera del Encuentro<br />

que llega con la muerte<br />

ajena al astro que cae.<br />

¡Noche sin noche!<br />

VERSOS DEL SUR<br />

27


La pisada de los sables<br />

Miriam Jurado<br />

Premio 1ª Convocatoria<br />

EL RUH DE LA MEMORIA<br />

El sendero más corto hacia Allah,<br />

es la multiplicación de tu Recuerdo<br />

del nombre de Allah<br />

(el Diwan de los Amantes de Ibn al-Habib)<br />

Los recuerdos<br />

Rozan tus ojos de cal oscura<br />

Y ahogan besos<br />

De boca ya gastada.<br />

Palpo la piel<br />

De grietas y humedades<br />

Como cuentas de un tasbih<br />

De palabras hermosas.<br />

Todo cura<br />

el tiempo fugitivo.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

28


Florece, madura y muere.<br />

Impasible<br />

como un alfanje<br />

sediento de cólera,<br />

Helado<br />

por las raíces<br />

de la soledad de los versos invisibles.<br />

RETORNOS INESPERADOS<br />

La sal de tus lágrimas<br />

Saborea el cuenco desnudo<br />

de tu celda.<br />

Ternura del último minuto.<br />

Besos que no son para nosotros.<br />

En el exilio,<br />

los barcos no atracan<br />

en bellos puertos,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

29


ni fondean como ladrones<br />

a la luz de antiguas murallas.<br />

Son humos<br />

de foto de familia<br />

que guardo en espacios<br />

deshabitados en el tiempo.<br />

No hay regreso<br />

para el soldado malherido.<br />

No hay ventanas<br />

que devuelvan nuestro eco.<br />

PLEGARIAS DEL FAYR<br />

Soy la ola caída en sueños<br />

El faro<br />

El relámpago<br />

Y el grito de una garza<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

30


Soy la fatiha<br />

que abre tu guarida<br />

la lluvia<br />

Eterna<br />

Que quema las ramas<br />

PERFUME DE UN HADIZ<br />

Porque no hay miradas<br />

que coleccionen caracolas<br />

más allá<br />

de los confines de una lágrima.<br />

Ni Legión Extranjera<br />

que incendie el mundo<br />

entre danzas de fuego<br />

y encantadores de serpientes.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

31


Si fui un tesoro<br />

que quise ser encontrado,<br />

no evoco niños con nombres de estrellas<br />

ni susurro palabras confusas<br />

mientras palpo tu cuerpo<br />

en el secreto perfume del mihrab.<br />

EL CALIFA Y LA NIEBLA<br />

KUN<br />

Y saliste del océano desnudo de las almas<br />

De lo hondo de las estrellas de los nombres<br />

De lo profundo de un géiser enmudecido<br />

Para nacer califa de las costas invernales<br />

con el bostezo de la lluvia como almohada.<br />

Fuiste dique<br />

roto por el salitre de tu cuerpo desatado,<br />

aún lejano,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

32


del eco inventado de tu nombre.<br />

Afuera es invierno, Omar<br />

Te envuelven los brazos<br />

helados de la ría<br />

como alfombras de letras inventadas<br />

como susurros que brotan en plegarias.<br />

NANA PARA SEBRENIÇA<br />

A mi madre, a todas las madres<br />

Porque el Paraíso está a los pies de las madres,<br />

El cielo<br />

desgarra los velos<br />

y hace brotar la lluvia<br />

cargada de vida y arena.<br />

Las letanías de algodón dulce<br />

palpitan en el viento<br />

como la alabanza de un derviche<br />

que gira<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

33


sin perder el eje de su mirada.<br />

Porque el Paraíso está a los pies de las madres<br />

La Rahma<br />

descendió a tu cuerpo<br />

de lunar incandescente<br />

y formó los surcos<br />

que marcan la tierra.<br />

Uniendo para siempre<br />

el aroma de rosas secas<br />

más allá de la tierra<br />

estéril de la muerte.<br />

Porque el Paraíso está a los pies de las madres<br />

He orado<br />

en mezquitas de penumbras<br />

y rezos falsos,<br />

sin conjugar el verbo<br />

que calma la ternura<br />

y alimenta de sal<br />

los besos de los amantes.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

34


Eterno cambio de extraña belleza.<br />

Sus miembros<br />

Sus órganos<br />

Sus sentidos<br />

Su piel y su carne<br />

desbordan Amor<br />

que arropa y calienta<br />

como ardor del desierto<br />

que envuelve<br />

entre llantos de dolor<br />

la tristeza serena de las perlas.<br />

SOUVENIR PARA EL OLVIDO<br />

(a Ricardo Piñeiro)<br />

Océanos eternos y té de las Maldivas<br />

Resplandor de vidrio empañado.<br />

Cubierto de sal.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

35


Arenas de mezquitas<br />

que encierras en el frasco del Djinn<br />

para traerlo a tu patria<br />

de árboles sin rostros.<br />

Vino de palma y de miel<br />

Que derramas en tus ojos de tormenta y de arena<br />

Como una fotografía amarga<br />

en los límites de la pleamar.<br />

¿Quién puede olvidar un viaje?<br />

¿Cómo borrar el oleaje de las dunas<br />

que escriben nuestros pasos atrevidos en el silencio?<br />

Tus labios besan mi frente<br />

Como a un viejo cementerio de barcos<br />

Abandonado<br />

Como a una brújula<br />

Sin rumbo<br />

En el rumor de la espuma<br />

En el susurro de las ostras<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

36


libros<br />

NANA DE LA ORACIÓN DEL ALBA EN LAS TIERRAS DEL<br />

ZENJ<br />

Una ola...........................Zasssssssss<br />

Y el cristal se quiebra<br />

en la frente dormida del mumin.<br />

(Silencio)<br />

Mil heridas<br />

subhanallah<br />

Subhanallah<br />

Subhanallah<br />

Y cicatrizan,<br />

en los brazos agradecido de un banano<br />

que ofrece sus frutos a la tierra<br />

perfumada<br />

de frangapini y buganvilla seca.<br />

Hijo del océano y de los vientos,<br />

con leche derramada en los labios,<br />

Cierra tus ojos<br />

dormido<br />

VERSOS DEL SUR<br />

37


y sin techo.<br />

En la fitra de Allah,<br />

subhanallah<br />

en las olas<br />

y en la mar.<br />

LA BASMALA ENTERRADA<br />

libros<br />

(Un extranjero en los confines de levante da gracias a la<br />

brisa. Ibn Zaydun)<br />

Por los poemas nunca escritos de mi padre<br />

he arrojado mi astrolabio<br />

al fondo,<br />

de un mar perdido y ausente.<br />

Y he aprendido<br />

a recitar la azora<br />

de la vida oculta de las esporas.<br />

Por los poemas nunca escritos de mi padre<br />

asomo cada día mi rostro<br />

al olor del chocolate negro en su boca.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

38


Y tiemblo<br />

ante las hojas de piel de sapo,<br />

que pierden la inocencia<br />

en los latidos<br />

de un ciprés<br />

cubierto de escamas.<br />

EL LLANTO DE NUSRAT EN LA TAKKIYA<br />

Entre cristales de inviernos vaporosos<br />

Y lunas de pechos turquesas<br />

Los fieles lamen en la penumbra<br />

el ocaso malva embriagado.<br />

Las huríes cubren su sari<br />

con dulce de loto fresco<br />

y derraman sobre su vientre<br />

la leche de búfala amarga<br />

Recita una lágrima.<br />

Recita<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

39


Recita con sitares envueltos en cardamomo:<br />

Allah, Mohammed, Char, Yar<br />

SUEÑOS DEL MEDIODÍA EN LA MEDINA<br />

Encontré tus ojos de cúpula dorada<br />

Erosionados<br />

Por los murmullos<br />

de un árbol viejo.<br />

El sol quema las sombras<br />

de los azulejos enlazados como alas.<br />

Dos alacranes rezan<br />

a los pies de la tumba de un sheij santo.<br />

Súbitos adhanes<br />

Truenan:<br />

Hayya al salat<br />

Hayya al falaj<br />

Por la megafonía de cuerpo de serpiente.<br />

Y vi el rumor de un torso sediento.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

40


Y vi la sed un reflejo apagado.<br />

Y vi una boca abierta como la bahía.<br />

VESTIDOS DE INVIERNO<br />

Soñabas cubrir tu desnudez<br />

con recortes de mares imposibles.<br />

Recuerdos de un cielo plomizo<br />

eclipsado,<br />

por el latido enfermo<br />

de la lluvia.<br />

Después del amor,<br />

los deseos duermen<br />

en la piel de un dátil maduro.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

41


NAUFRAGIO DE ARITMÉTICA PERSA<br />

Vuela sobre tu cuerpo desnudo<br />

Noventa y nueve pájaros de noventa y nueve mares.<br />

Vuela.<br />

Vuela más allá del rosal que crece en la ladera.<br />

Noventa y nueve alas en una sola.<br />

Noventa y nueve<br />

Vuela<br />

Vuela sobre tus patas manchadas de sangre<br />

que huelen a té verde y pistachos frescos.<br />

Noventa y nueve libros con noventa y nueve signos.<br />

Noventa y nueve<br />

Vuela<br />

¿Quién eres<br />

ojos vendados de fuego?<br />

libros<br />

Noventa y nueve cuencas de noventa de nueve abismos<br />

¿De dónde vienes<br />

cáscara de nuez moteada.?<br />

VERSOS DEL SUR<br />

42


libros<br />

De noventa y nueve almas sin noventa y nueve nombres<br />

Noventa y nueve.<br />

Noventa y nueve vuelos en noventa y nueve pájaros.<br />

UNO<br />

Y vuela<br />

Vuela<br />

Vuela<br />

VERSOS DEL SUR<br />

43


Desde el punto de vista de Gagarin<br />

Alberto de Paula<br />

Que absurdas son las guerras<br />

cuando no se dibujan fronteras<br />

y que hermosa la noche celeste<br />

sin las luces del neón.<br />

Es el placer de vivir por vivir<br />

cuando te sabes nada<br />

y digieres, resignado,<br />

la soledad de los demás.<br />

Que absurdo es el egoísmo<br />

y la exclusión irracional<br />

cuando la simetría imperfecta<br />

iguala norte y sur.<br />

Todos los niños deberían ver este espectáculo<br />

para sembrar el futuro.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

44


Todos los políticos deberían ver este milagro<br />

para mejorar el presente.<br />

Todos los avaros deberían ver esta riqueza<br />

para despreciar cualquier precio.<br />

Soy el único espectador y cronista<br />

de este gran prodigio en el inmenso vacío.<br />

Soy incapaz de transmitiros la grandeza<br />

de este pequeño punto azul en la negra eternidad.<br />

Ahora que te tengo tan lejos<br />

Noto tu latido más cerca<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

45


Mariposa<br />

DAntoni Silvana<br />

Estoy tiesa y de a poco voy muriendo<br />

anochece y va durmiéndose el jardín,<br />

un capullo me dio a luz hace una horas<br />

pronto dentro de este libro he de morir.<br />

Me han clavado alfileres en las alas.<br />

¡Ni siquiera me es posible respirar!<br />

Si tal vez hubiese sido un simple grillo<br />

hoy la vida no me habrían de quitar.<br />

El rosal se ha inundado de lamentos<br />

del ciruelo que no deja de llorar.<br />

Hoy su néctar ya no tiene gusto a frutas,<br />

sólo es una inmensa gota color sal.<br />

¡Qué dolor tienen mis patas maltratadas!<br />

¡Cuánto tiempo lleva el lento terminar!<br />

Yo quisiera agonizar entre las flores,<br />

y en sus pétalos echarme a dormitar.<br />

Estoy tiesa, es el último momento<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

46


todo el polen en las hojas se esparció,<br />

es de noche y el jardín se ha marchitado<br />

es muy tarde, ya no siento más dolor.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

47


El hombre y la vid<br />

David Rosales Aragón<br />

libros<br />

Bebe vino y no te entristezcas, que el sabio dijo:<br />

veneno son las penas de este mundo y el vino antídoto.<br />

1<br />

En mi respiración está mi muerte,<br />

a la sombra de un buen vino, mi suerte.<br />

Qué más se puede pedir a la vida<br />

si una gota de licor tengo por guía.<br />

2<br />

Ama, mientras las ánforas rebosen,<br />

mientras el tabernero no nos cobre.<br />

Grande es el silencio tras la batalla<br />

que barro, corazón y vino traban.<br />

Omar Jayyam<br />

VERSOS DEL SUR<br />

48


3<br />

Las palabras están en el tintero,<br />

de igual forma los sueños en el sueño.<br />

Bebamos, antes que la hierba crezca<br />

y no te acuerdes quién eres, quién eras.<br />

4<br />

Si intentas ser superior también debes<br />

ser inferior, si tú deseo es ser lluvia<br />

hay que ser mar. No es justo, expresé,<br />

aves y peces inundan mis días.<br />

5<br />

Si escribo: dolor, es a ti a quien nombro,<br />

otro, cosecha higueras que sembré.<br />

Si escribo: amor, es a ti a quien nombro,<br />

el amor es el vino que permanece.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

49


6<br />

En la taberna deja los reproches<br />

cada día eres menos que el de ayer.<br />

Permite que tu copa se desborde<br />

así, podrás llenarla una y otra vez.<br />

7<br />

Los viñedos, amigo, se han apagado.<br />

Estéril el deseo, secas las manos.<br />

Acuérdate, perdura más una gota<br />

que tu respiración sobre las rocas.<br />

8<br />

Dispuse las uvas, brevas, granadas.<br />

Encendí al viento, escancié las sábanas.<br />

Hasta el fin de mis días beber vino<br />

sabe mi corazón, es mi destino.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

50


Sed y palabra<br />

Emilio J. Mateo<br />

Sobre el sonido de las fuentes que temblorosas ríen,<br />

antes que su sonido, tu palabra mejor apaga mi sed<br />

libros<br />

de sal, de sangre, de soledad; tu manantial todo abarca<br />

de confianza, de nuestra sumisión fraterna.<br />

Eres esperanza dorada como el atardecer de primavera,<br />

impregnada por el brillo de tu palabra, con tonos cálidos,<br />

con destellos de luz saciante, real y eterna;<br />

la existencia sin ti se tambalea entre lamento y gemido.<br />

Junto a nosotros en la brisa, la lluvia y las esperas, siempre<br />

tu palabra;<br />

inmensa es la gracia poseída de quien en ti se ampara<br />

conocedor de que no hay nada más allá de ti,<br />

y de que aquí, sin Dios, no hay sin duda nada.<br />

La semilla de tu palabra ha echado raíces profundas,<br />

ha rodeado el corazón, ha alimentado el alma.<br />

Si tú lo pides, el silencio se vuelve estruendo.<br />

Si tú lo quieres, la tormenta se quedará en pura calma.<br />

Quítanos la sed. Danos tus palabras.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

51


Inflexiones<br />

Marcelo Aguafuerte<br />

Has vuelto a dormirte acurrucada<br />

en mis rodillas<br />

Tu abrazo es el reflejo primitivo<br />

del pánico a las aguas de las musas<br />

y ese terror te hace más bella<br />

También la misma oscuridad a la que temes<br />

te suaviza el rictus, te pone trenzas y a veces eres<br />

una niña antigua, en blanco y negro<br />

Cuando te despiertan las pequeñas chispas<br />

de una postura incómoda<br />

y me miras como preguntando por su luz<br />

todavía sin saber quién soy<br />

Y por qué estas tumbas grises<br />

por el cielo, y por qué este tiempo ingrávido<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

52


que nos reúne, con los sexos eclipsados<br />

tras la sombra, sin origen<br />

Me gusta entonces consolarte<br />

llevándote a mi boca, diciéndote<br />

no temas. Mi Nin-ti. No existe el miedo<br />

Nos besaremos hasta encender<br />

los labios<br />

Atizaremos la noche<br />

hasta dejarla violeta.<br />

*<br />

El caníbal<br />

Que todo fin sea más incierto<br />

que su origen, por la sola razón<br />

de una fe que enmiende<br />

el suplicio del cordero<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

53


es el misterio en su doble extravío<br />

El recorrido inverso<br />

de aquel a quien ya nada le queda<br />

de pastor mutilado<br />

Más amarga es la bilis<br />

en la boca que en la entraña<br />

Lentamente -pues no hay prisa<br />

en quien toma como suyo<br />

otro destino aleatorio-<br />

el caníbal rememora en su liturgia<br />

el pan de cada día<br />

que le han ido, vida a vida, arrebatando.<br />

*<br />

El equilibrista<br />

Como el equilibrista que castiga<br />

sus plantas contra el cable, corazón<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

54


enmedio, brazos en cruz<br />

El hambre en el costado dando fuerte<br />

Esponja de vinagre en las alturas<br />

Santo y ateo a un tiempo<br />

sabiendo que todo aquello<br />

que siempre fue elección sobre contrarios<br />

Derecha, izquierda, cielo, infierno<br />

amor y odio<br />

comparten hoy su abismo repetido<br />

La ausencia de una red que nos ampare<br />

La gracia de sentirnos verdaderos<br />

Migajas de sudor desordenadas<br />

entre la evanescencia y la caída libre<br />

Cuando la Palabra se nos revela<br />

demasiado tarde -con las narices<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

55


a tres palmos del suelo-<br />

resulta más bendito<br />

el merecido don de la ignorancia.<br />

*<br />

Se extraña la grandeza como parte<br />

del mundo de las fieras, las estrellas<br />

con su diámetro furioso, cuando<br />

la hora se despelleja hasta los sueños<br />

una vez más, con la repetición<br />

de haberse vuelto estéril a la sombra<br />

el Rincón sin fisionomía, pura<br />

la nostalgia y sin embargo en vano<br />

el pensamiento, siembra del invierno<br />

que deja ya un frescor siquiera ingrato.<br />

No te entretiene la música pálida<br />

Los espectros que circundan tus sienes<br />

repletas de bosquejos te desangran<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

56


tan lento que en el limbo tu palabra<br />

queda en el aire con un rumbo infame.<br />

Si pasaras hambre, si al menos sintieras<br />

el hachado en la raíz, pus del alma<br />

corteza de la miel y sangre infecta<br />

no dolerías la blancura en tus cabellos<br />

Te asediarían otros prismas, luz<br />

quizá divina o verdadera o muerta.<br />

La tragedia de no saber quién eres<br />

Será siempre mejor que descubrirlo.<br />

*<br />

Dies Irae<br />

Ira de Dios, lagar de aloe púrpura<br />

Guarda tus ángeles, rásgales el lino<br />

de sus vestiduras, rompe sus alas<br />

pluma a pluma y si tienen que tocarme<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

57


vengan fieramente humanos<br />

Besándome la pústula<br />

en que arde su elixir<br />

tu cáliz de cordura derramada<br />

Que soy llaga del ser eternamente<br />

tu semejante agónico<br />

La uva verdadera que se pudre<br />

bajo el sol, sin vendimia.<br />

*<br />

eugenesia<br />

Debió de ser un monstruo aquel<br />

que te expulsó del paraíso, puro<br />

aún, tu lloro se mezcló con otros lloros<br />

semejantes, en coro apocalíptico<br />

se derretía el aire, sin consuelo<br />

los mocos nunca habían recorrido<br />

tanta porcelana, tanto eco, tanto<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

58


ahogo de oración deshabitada<br />

Los demonios altos, algunos bellos<br />

con sus ropas carcelarias, sus manos<br />

del olor de la arcilla<br />

Demonios monocordes, voces lisas<br />

paliando el canto astral del sufrimiento<br />

Y hoy que habías aprendido<br />

a devorar al tigre, a tender trampas<br />

al cielo, a perpetuar odio y hogueras<br />

Hoy vuelves a sentir el duro golpe<br />

en el costado<br />

Hoy te preguntas cuántos cielos, cuántos<br />

vergeles más para pecar te esperan<br />

Lo sabes, no hay perdón para el cordero<br />

ni tierra que no ofrezca sepultura<br />

Nada cuentan los astros de tu nombre<br />

Pero no preguntes, todo se ha dicho<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

59


Coge, como un tren, la primera mano<br />

hacia el abismo y déjate llevar<br />

sin fin, niño huérfano<br />

Sin costilla.<br />

*<br />

Raja-yoga<br />

Contra toda tópica amatoria<br />

y recordando a aquellos que acabaron hartos<br />

de los consejos ovidianos<br />

cuya traducción contemporánea<br />

debiera ser “hollywoovidianos”<br />

Contra todos aquellos que comulgan con la voluntad<br />

destaca un nombre de la teosofía mística<br />

que no debéis olvidar: Patanjali<br />

Para nacer<br />

Patanjali imaginó el sonido de su nombre<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

60


vertebrándose en el tiempo<br />

y un ídolo luminoso que habitaba lentamente<br />

los huecos florecidos de sus ojos<br />

-Juan de la Cruz lo hacía en sus Noches-<br />

Su palabra, como una lengua sufriendo la partícula<br />

impuso secreta penitencia a los sentidos<br />

que, de puro trueno que antes de sonar<br />

revienta<br />

alcanzaron en su anacronismo<br />

la exacta melodía<br />

Tiempo después, ya nacido<br />

Patanjali se arrancó la voz<br />

para que el alma trascendiera sin aniquilar<br />

su idioma<br />

La lección estética era simple<br />

Cuando una idea se revela<br />

desde el absurdo o la precisión<br />

no es más que música<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

61


La misma que harían los huesos de un esqueleto<br />

al chocar entre sí<br />

De esta manera explicó la fe, como el silencio<br />

que se perpetúa evitando pronunciarse<br />

Así como la madre condena al hijo<br />

con un nombre por el que será juzgado<br />

así la fe busca el amor entre los hombres<br />

aunque los hombres mueran y se olviden<br />

En su último acto memorable<br />

Patanjali se arrojó sonámbulo al mar<br />

nocturno para no oírse ni verse, pues<br />

quien ignora su propia muerte<br />

es quien se sabe eterno, como quien por fe vive<br />

en una boca de serpiente de tan profunda<br />

Oscura de tan sin luz. De tan sin alma<br />

hueca.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

62


*<br />

Romance a la muerte de Amadé Mozart<br />

Pasada la medianoche<br />

en un cinco de diciembre<br />

un cortejo de gladiolos<br />

desfloraba los cipreses<br />

Ojos por la curvatura<br />

de pestañas que ya duermen<br />

Sueño de los carolingios<br />

sin descendencia de reyes<br />

Casacas negras soportan<br />

lluvia de notas que hieren<br />

el carmín que sustituye<br />

a la mejilla transparente<br />

Y el hado se va enhebrando<br />

por el ojo de la fiebre<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

63


para cerrar la sutura<br />

del aliento cuando quiere<br />

gemir el último frío<br />

profanado de la nieve<br />

Bajo cien arcos romanos<br />

se santiguan cien mujeres<br />

Bajo la piel de sus muslos<br />

océanos de aguas verdes<br />

Escalas en el papel<br />

tiritando como peces<br />

Y sus dos palmas muy juntas<br />

en un solo miserere<br />

Mano que acaricia el velo<br />

invisible del que tiene<br />

rojo tuétano de música<br />

callada aún por sus sienes<br />

y levanta el tul que guarda<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

64


la boca que pertenece<br />

a otra boca que quebranta<br />

su silencio de placeres<br />

Un recordare desnudo<br />

sin una voz que lo temple<br />

es una gota de sangre<br />

derramada en el Oriente<br />

Que sus hermanos recojan<br />

El barro de su simiente<br />

y pongan labio al modelo<br />

del beso sobre la frente<br />

Tres damas para tres genios<br />

Dieciocho templos celestes<br />

El sol en clave de luna:<br />

Duermevela de la muerte<br />

Sepultada la pupila<br />

bajo el párpado muriente<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

65


Con un viento sostenido<br />

suena una misa de réquiem<br />

Un cortejo de gladiolos<br />

que desflora los cipreses<br />

Y estorninos que cantaban<br />

calderones de repente<br />

Pasada la medianoche<br />

en un cinco de diciembre<br />

Terpsícore ya bordaba<br />

su corona de laureles.<br />

La Utopía del Camaleón<br />

Dice el Camaleón:<br />

libros<br />

Y el príncipe de los planetas observa con temple ascético<br />

las entrañas de la realidad.<br />

El dolor del mundo es un antiguo misterio<br />

olvidado en el fondo del propio ser.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

66


Sostiene y devora el tiempo<br />

un mar de ondas fugaces,<br />

infinitas y pequeñas,<br />

donde acaece el presente en fluencia.<br />

Un amago de vértigo, si presiente el hombre<br />

el punteado perfil del abismo.<br />

El alfa y el omega<br />

es la cruda desnudez de la existencia.<br />

Y se inclina el hombre hacia las cosas<br />

y éstas le hablan, con su terrestre fidelidad,<br />

del reposo último y continúan<br />

su indeclinable marcha.<br />

Y el cubil del alma se desintegra por dentro,<br />

y en un rincón de su soledad,<br />

se encoge y se despliega el hombre,<br />

que decide levantar un puente sobre<br />

su angustia cósmica, y por fin,<br />

unir un “yo” con otro “yo”.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

67


***<br />

“Conquistaré las tinieblas”,<br />

dijo la luz,<br />

“y entre los dos, seremos Vida”...<br />

pero las sombras huyeron,<br />

acurrucadas por la noche,<br />

y desde entonces,<br />

a ratos, sobrevivían.<br />

Viaje Sedentario<br />

Cuando nuestros antepasados<br />

se transforman en lluvia;<br />

la secreta niñez de la semilla<br />

extiende sus raíces sobre el vacío,<br />

busca la luz, a través de la<br />

cárcel de sombras<br />

y nacemos como ríos,<br />

ríos que pasan, sin jamás irse...<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

68


***<br />

Apenas tú, apenas yo,<br />

apenas nadie...<br />

Apenas grita una tierra<br />

que pasa hambre.<br />

Apenas lucha una huella<br />

que no se acaba.<br />

Apenas dejamos espacio<br />

para la esperanza.<br />

Apenas cada día,<br />

quisimos recordar,<br />

que existir es sólo,<br />

la medida de amar.<br />

Apenas tú, apenas yo,<br />

apenas nadie...<br />

***<br />

Velos de colores<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

69


danzan en tu vientre,<br />

el agua se derrama<br />

en manantiales;<br />

tiembla la piel<br />

y las manos se adueñan<br />

de una extraña fuerza.<br />

Redondos somos,<br />

círculos que se abren<br />

y se cierran.<br />

bocas con lenguas<br />

de esperanza, que sueñan...<br />

***<br />

Dice el Camaleón:<br />

“El Regalo Perfecto:<br />

Una gran caja mágica<br />

llena de ombligos,<br />

parecidos al nuestro...”<br />

-----------&-----------<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

70


Esther y Anti-Esther<br />

Istar<br />

Yo soy TODO:<br />

la dominadora y la esclava,<br />

la dulce y la agria,<br />

la santa y la pecadora,<br />

la niña y la madre,<br />

la que ama desesperadamente ...<br />

y NADA.<br />

***<br />

Memoria,<br />

Espejo roto;<br />

Memoria,<br />

Canción callada;<br />

Memoria,<br />

Museo de historia;<br />

Memoria,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

71


Felicidad rumiada.<br />

Memoria,<br />

Palabras dormidas;<br />

Memoria,<br />

Belleza anciana;<br />

Memoria,<br />

Mago escapista;<br />

Memoria,<br />

Prisión amada.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

72


Memorial para el futuro<br />

Jose Manuel Jarquin Albuquerque<br />

libros<br />

(A la abuela: que aun aun nos enseña el arte del buen<br />

vivir)<br />

Las dos puertas del mundo<br />

están abiertas:<br />

tu las has abierto<br />

en la entrenoche.<br />

Tu cuerpo irrumpió el silencio de la madrugada,<br />

fantasma frente al ignorante que observa,<br />

Paul Celan<br />

sobre pedregoso camino tus pies descalzos recorrer.<br />

Sobre sus hombros carga la tinaja con agua,<br />

carga además los suplicios y orfandades del alma,<br />

propios de la mediocridad circundante,<br />

excluyente de su época.<br />

El caserío con sus mechones encendidos<br />

únicos ornamentos en los dinteles,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

73


alumbrando el polvoriento umbral.<br />

Entre cientos de seres amparados<br />

en sus sueños y esperanzas,<br />

trastornando la pestilencia<br />

imbuida a través del hambre dictatorial.<br />

libros<br />

La herejía del destino le marcó la magnimidad de los<br />

seres insurrectos,<br />

genoma autóctono, creyendo necesario alimentar a los<br />

muchachos desheredados de Dios,<br />

porque ellos aran con su sangre, rosal en que florezca la<br />

revolución de la indignación.<br />

Errante siglo herido, sobre el césped se deslizó, frente a<br />

la abuela en acto reverente.<br />

Y ella pasa revista, a todas las hojas sobre las cuales se<br />

escribe su historia,<br />

hasta ascender desbordándose por el sistema cardiovascular,<br />

pulsación abrupta reflejada en su mirada.<br />

Tras detenerse y ver pasar el tiempo:<br />

en sus recuerdos de infancia sigue halando a cuestas<br />

agua,<br />

la carrreta jalada por bueyes, halando recuerdos, y al<br />

pasar frente a<br />

la casa de la abuela,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

74


en un fluir deja escapar lágrimas,<br />

¡un siglo agónico!<br />

Bab As Salam<br />

El azul marino penetró la córnea,<br />

muestra el elixir de la vestimenta<br />

e impide transitar más allá<br />

de la visión óptica.<br />

Los pies del peregrino,<br />

proveniente de toda dirección,<br />

su rasgo distintivo,<br />

está en transmutar el tiempo<br />

durante la prosternación.<br />

Estos pies cuyo camino ha recorrer<br />

es la constante búsqueda en el<br />

interior de los signos.<br />

El peregrino en cuyas manos sustenta los signos,<br />

libros<br />

arma con que transforma al hombre inferior, tras dotarle<br />

del todo.<br />

Esas mismas manos...<br />

de el otro lado del velo,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

75


junto a Muhammad (P.B),<br />

aguardarán la llegada del día<br />

de el levantamiento.<br />

Bab As Salam<br />

La taza<br />

Este cuerpo dejo a un lado<br />

la resistencia ante el frío.<br />

Su alma dio inicio, entre ramblas,<br />

y montañas nevadas el peregrinaje.<br />

Con el cual retomar nuevamente el sosiego<br />

libros<br />

nuevamente cuando tome la taza de te, que deje intacta<br />

previendo regresar, y posar los labios<br />

sobre el dulce datilar de Máriam.<br />

Taburete<br />

La sensibilidad de si mismo perdió,<br />

pero sus dedos acariciaban los años.<br />

En cada gramo de polvo,<br />

ojea los meses de su infancia.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

76


La habitación alberga el tiempo,<br />

en su desnudez total.<br />

De el otro lado:<br />

todo ahí ocupa el<br />

mismo sitio.<br />

Una cortina de lágrimas, a través,<br />

de la cual observo el holograma,<br />

del niño sentado sobre el taburete,<br />

en quien no se reconoció.<br />

Hasta que sobre sus hombros,<br />

la mano de la prostituta respetuosa,<br />

indicándole que ocupara el taburete.<br />

Universo<br />

En anonimato entre múltiples<br />

colores de piel,<br />

ritos culinarios y lenguajes distintos.<br />

Discurre por extrañas calles,<br />

buscando la puerta, a través de la cual,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

77


encontrar el enigma que encierra su destino.<br />

Dejándose envolver por la serenidad<br />

convulsa de la ciudad.<br />

En levante redescubrí la real<br />

dimensión del desierto, la extensión de los mares<br />

y la turbulencia de los vientos.<br />

Más aun...<br />

Encontré nostalgia de tu piel,<br />

pues he visto, abrirse el pétalo del universo,<br />

acuerpado solo en el reparo de tu cuerpo.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

78


Escribiviendo<br />

Franjamares<br />

Escribir la vida, por estar vivo y respirar.<br />

Saber quién de ti necesita ver, oír, amar,<br />

sufrir, compadecer... imaginar por voluntad propia,<br />

conocer la verdad;<br />

desnudar el cuerpo desnudo del rey,<br />

notar las fisuras de tus costados,<br />

arrimar el hombro en el esfuerzo<br />

por hallar el recuerdo dormido,<br />

la esencia en las entrañas y las estrellas,<br />

la luz del pozo que lleva tu nombre<br />

y la gracia que aparta la grava<br />

y deja ingrávida tu presencia.<br />

Escribir: latir sabiendo que lates<br />

en la octava de la vida,<br />

que es la vida de todos y la propia vida,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

79


la senda que lleva a la real ilusión de la muerte.<br />

Pues para saber morir,<br />

si supiste vivir antes,<br />

has de descalzarte en la noche de bodas...<br />

y verte sin reconocerte escrito<br />

con el cálamo eterno, que plasma nombres<br />

sobre el sutil plasma de lo creado,<br />

en la tabla guardada que atesora símbolos sagrados<br />

libros<br />

y la luz doblada en el más alto corazón de los hombres.<br />

En suma: escribir con quien respira<br />

éter de amor en el espejo de tu presencia,<br />

cuerpo de mar, alma sinuosa y cálida,<br />

la propia mente que recorre el camino junto a ti,<br />

sintiendo, creciendo, escribiviendo,<br />

compartiendo a veces papel y pluma,<br />

carne y alma, instinto y esencia.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

80


Rerazo Opánico<br />

Mauro Martínez<br />

Nada queda de tu retazo opaco,<br />

libros<br />

¡Dios mío! ¿Qué ha sido del misterio que te envolvió en<br />

lejana hora?<br />

¿cuántos clavos evadieron el dolor de machacar tus brazos<br />

marchitos y fríos de muerte?<br />

Aprisionada, vacía es la vida,<br />

en los instantes que vacila<br />

inmersa en los humos estériles de tu cenicero profundo,<br />

esconde los designios,<br />

interviene los miedos de las batallas que libramos,<br />

abruma la ansiedad de no poseerla por más que la ames,<br />

y así recuo de dolor,<br />

sin vida,<br />

retoño que delata y corre cobijando el olvido,<br />

el sacrificio oscuro sobre la vía del tren transitada por<br />

engreídos demonios... (alma tuya y mía)<br />

VERSOS DEL SUR<br />

81


La fiebre profesa e induce sigilosamente al delirio,<br />

amo y temo la locura,<br />

hastiado de estar tan cuerdo,<br />

y loco.<br />

libros<br />

Mi privilegio y mi maldición, martirio de ángeles caídos<br />

que duermen eternamente en la siesta de algún dios de<br />

antaño.<br />

¿Quién leerá mis líneas, si no es dios quién resplandece<br />

a través de mis ojos?<br />

Alma mía...<br />

¿por qué no comprendes a un simple cuerpo que no<br />

puede retenerte?<br />

tus ansias de volar,<br />

de ser el aire que inspire a los poetas,<br />

de ser la melodía que canta el pájaro testigo de un beso<br />

prohibido,<br />

de revivir en los atardeceres maniáticos que mueren en<br />

el horizonte,<br />

de ser la primavera olvidada en algún capítulo,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

82


de poseer el fulgor de la luna llena,<br />

libros<br />

de cobijarte para siempre y para nunca en la mirada<br />

triste de la muchacha,<br />

de mezclarte con la sed que bebe el cielo frágil y que lo<br />

tira sobre un desierto ilusorio…<br />

Preferiría llevar una roca, una brisa,<br />

o porqué no, gritos, sí.. .gritos que se desintoxican del<br />

retorcimiento que provoca su pesada conciencia sobre libros<br />

que escupen sobriedad,<br />

sobre escritos mancos que escupen líneas locas.<br />

¡Morir a medias,<br />

o vivir un poco muerto!<br />

¿Cuál es la diferencia de creerte llena alma mía,<br />

que llenarte con vacío?<br />

VERSOS DEL SUR<br />

83


Las niñas de Irak<br />

Raquel Graciela Fernández<br />

Una niña me mira.<br />

Una niña partida en dos,<br />

partida en tres,<br />

partida en cuatro.<br />

Araña<br />

con su mirada dividida<br />

(la que conjuga dimensión de aullido)<br />

los espacios rotos del desierto.<br />

Los hilanderos de la Muerte cantan.<br />

Cantan hilos de sangre.<br />

Cantan hilos de guerra.<br />

Cantan hilos de somos donde pisamos<br />

y pisamos donde queremos.<br />

Los hilanderos de la Muerte cantan.<br />

Yo improviso un salmo exasperado.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

84


Padre Nuestro,<br />

una niña los mira<br />

y ellos no creen en muñecas.<br />

Otra niña me mira.<br />

Futuro inmediato<br />

(futuro imperfecto)<br />

pero jamás destino.<br />

Quisiera poner el pecho.<br />

El poema no alcanza.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

85


Identidad en movimiento (poesía coral)<br />

José Martín Hurtado Galves<br />

Por los siglos de los siglos<br />

amén<br />

amén porque sigamos diciendo esa palabra<br />

que nos arranca del corazón la duda<br />

el sueño y la razón<br />

amén porque aun estamos aquí<br />

y el silencio de la razón<br />

sigue teniendo significado<br />

amén como las hojas de los árboles<br />

y las telas del viento<br />

en jirones<br />

que han roto con la cotidianidad<br />

¿es que acaso la rutina de morir a diario<br />

no tiene salvación?<br />

¿la inmovilidad es la única salida?<br />

decimos lucha pero nuestros pasos<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

86


y nuestras manos<br />

están hechos de raíces mutiladas<br />

amén porque seguimos vivos<br />

y nuestra identidad está cambiando<br />

como la de todos<br />

aunque lo nieguen<br />

y simulen ser rocas<br />

o asfalto<br />

o nada<br />

¿qué podremos hacer<br />

si no alzamos hasta el delirio<br />

nuestro silencio<br />

que es un océano?<br />

tal vez el conformismo nos ayude a cavar<br />

nuestra tumba<br />

de simulación e indiferencia<br />

pero no todos somos sepultureros<br />

hay quien cree que el caos<br />

es irremediable<br />

por eso el mundo no les importa<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

87


¿cómo salvar al que no quiere salvarse?<br />

¿y nosotros?<br />

decimos lucha pero nuestros pasos<br />

y nuestras manos<br />

están hechos de raíces mutiladas<br />

el tiempo tiende sus alas en las calles<br />

y nosotros lo seguimos<br />

con frío<br />

y miedo<br />

y angustia porque no sabemos<br />

cuáles son nuestras huellas<br />

el laberinto<br />

se comió al espejo<br />

de la razón y la esperanza<br />

se llevó consigo lo que pudo<br />

haber sido nuestro<br />

y aun así nos quedamos quietos<br />

a tres metros bajo tierra<br />

respirando por las calles<br />

verdades institucionalizadas<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

88


y mentiras crucificadas<br />

en un nuevo Gólgota<br />

decimos lucha pero nuestros pasos<br />

y nuestras manos<br />

están hechos de raíces mutiladas<br />

si tan sólo no supiéramos<br />

que la realidad avanza<br />

pero no<br />

nos hemos tragado los discursos<br />

impresos<br />

televisivos<br />

dogmáticamente objetivos<br />

conocemos más de la vida<br />

de nadie<br />

que la de nosotros<br />

los que aún somos alguien<br />

en irremediable movimiento<br />

retrospectivo<br />

¿qué han hecho de nosotros?<br />

¿qué hemos permitido que hagan?<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

89


nos han hecho creer que estamos informados<br />

pero no<br />

no sabemos nada<br />

aunque hablemos de todo<br />

sólo hablamos<br />

murmuramos<br />

fingimos que no estamos callados<br />

los noticieros nos han vuelto sus cómplices<br />

sus silencios cómplices<br />

de ellos y de los comerciales que devoran<br />

nuestros ojos y nuestros oídos<br />

decimos lucha pero nuestros pasos<br />

y nuestras manos<br />

están hechos de raíces mutiladas<br />

qué hacer con las espinas<br />

que nos han acostumbrado a contar<br />

con los dedos<br />

de la desconfianza<br />

¿soportar lo irremediable?<br />

sólo los muertos no pueden cambiar<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

90


su destino<br />

aunque a veces modifiquen el nuestro<br />

pero nosotros aún caminamos<br />

aunque nuestra presencia<br />

sea efímera<br />

para muchos que no nos oyen<br />

hay otras verdades<br />

aparte del hedor de la comercialización<br />

y lo superfluo<br />

tener una identidad en movimiento<br />

no significa<br />

que seamos objetos<br />

o pesadillas al final del Apocalipsis<br />

la materia de nuestros espejos<br />

se mueve<br />

cuando alcanzamos a ver las cicatrices<br />

que hemos empezado a construir<br />

¿y si vivir tuviera otro sentido?<br />

decimos lucha pero nuestros pasos<br />

y nuestras manos<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

91


están hechos de raíces mutiladas<br />

nos han hecho creer que valemos<br />

por lo que poseemos<br />

o aspiramos<br />

o parecemos<br />

y todo nos lo tragamos<br />

¿qué pasó con la pregunta<br />

por la pregunta?<br />

¿dónde quedó el abismo<br />

de nuestras miradas<br />

y nuestras voces?<br />

¿a dónde se fueron nuestros pasos<br />

sin experiencia, ni recetarios?<br />

la rutina es de los que se la creen<br />

de los que actúan como objetos<br />

empolvados de bazar<br />

o aparador<br />

de luces titilantes<br />

marcadas por un ritmo enfermizo<br />

pero ¿qué podemos hacer<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

92


si dudamos hasta de pensar por qué<br />

o para qué hacemos esto o lo otro?<br />

decimos lucha pero nuestros pasos<br />

y nuestras manos<br />

están hechos de raíces mutiladas<br />

por los siglos de los siglos<br />

amén<br />

amén porque decimos lucha<br />

y aun podemos impedir que nuestros pasos<br />

y nuestras manos se vayan<br />

con los restos de las voces<br />

hechas de silencios<br />

llenos de polvo<br />

amén porque<br />

aun podemos decir amén,<br />

aunque sea casi en agonía.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

93


Hambre<br />

Abderrahman<br />

Con alpargatas o descalzos<br />

Con frío, hasta con hambre,<br />

Con los niños en los brazos,<br />

Con el paro van los hombres<br />

Caminos de sangre, tierra<br />

Caminos de sol y polvo,<br />

Silencio de fe incierta,<br />

Trabajo muy escabroso<br />

Polvo, viento, frío y fe<br />

Lágrimas de desencanto<br />

No hay trabajo que les den<br />

Hambre que está acorralando<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

94


Derechos que no poseen<br />

Verdades que no lo fueron<br />

Promesas que no se creen<br />

Futuro de color negro<br />

Las caras sin ilusiones,<br />

Sonrisas que ya murieron<br />

Miedo en sus corazones<br />

Miradas de desconsuelo<br />

Se levantan con el miedo<br />

Se visten con la paciencia<br />

Comen con el desaliento<br />

Se acuestan con la tristeza<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

95


Viaje Sedendario<br />

Istar<br />

Hablemos de los diálogos<br />

que se establecen con los ojos;<br />

Hablemos, hablemos,<br />

no dejemos de mirar,<br />

de la forma en la que<br />

usas tus espejos<br />

para traspasar...<br />

y no deseas nada más,<br />

tan sólo mirar,<br />

o sentirte mirada.<br />

Tu mirada<br />

y yo desnuda.<br />

Con tu recuerdo<br />

mi corazón<br />

se ensancha.<br />

Ya ves, hoy soy yo<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

96


quien alarga<br />

la eternidad<br />

con mis nómadas sueños.<br />

Lento… perfecto y lento…<br />

verbo que ilumina…<br />

un sentimiento…<br />

fértil es la tierra…<br />

abrazada al mar…<br />

espasmo telúrico…<br />

tántrico… universal.<br />

Lento… desnudo y lento…<br />

un mundo que se extingue…<br />

y deja pasar dentro…<br />

a otro mundo diferente…<br />

infinitamente lento......<br />

“A veces, una sola palabra<br />

resquebraja el alma...<br />

¡Palabras de azúcar,<br />

para curarla!”.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

97


------------&------------<br />

Corazón-nada<br />

Dispara, pero con cuidado,<br />

y tus palabras atravesaron<br />

el infinito varias veces.<br />

Arrullo, arrullo,<br />

brazos de madre,<br />

estatua de sangre<br />

en el olvido.<br />

Mensaje de lluvia...<br />

Lágrima que se rompe<br />

al llegar al suelo.<br />

Trueno y silencio...<br />

Otro amor que muere<br />

al ser parido.<br />

El nudo cada vez es más grande,<br />

poco espacio para tanta sustancia,<br />

un sueño y después otro,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

98


así debería ser<br />

y no todos a la vez.<br />

Y brotan y eres maremoto<br />

y mueres asesinada<br />

a manos de ti misma,<br />

y lloras de nuevo por todos<br />

tus compañeros,<br />

por ti la primera,<br />

y te liberas,<br />

y el vacío retorna;<br />

nada más,<br />

ni lucha, ni pensamiento,<br />

y no sabes si eres más<br />

o menos que antes.<br />

¿Son sólo veintiún gramos<br />

o toda tu vida?<br />

-------------&--------------<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

99


Tormento/a<br />

¿Dónde están los límites<br />

de lo invisible?<br />

Apenas unos segundos,<br />

entre relámpago<br />

y relámpago,<br />

entre los calcetines mojados<br />

y la asustada araña.<br />

Mínimo, te siento mínimo<br />

y lejano, en otra galaxia.<br />

Cosmonauta de la rutina,<br />

poeta, en su día a día.<br />

Te me mueres de tristeza<br />

y hay planetas<br />

en mitad de nosotros,<br />

tórtolas infieles,<br />

infelices lágrimas.<br />

¿Dónde se perdió<br />

el olvido?<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

100


Se marchó y no regresó.<br />

Desde entonces,<br />

regueros de sueños<br />

en la tierra seca,<br />

infértil y malherida.<br />

No brotamos,<br />

nos podaron y no brotamos.<br />

Y aún sabiéndolo,<br />

nos secamos.<br />

“Cuando una montaña está anclada en la mar,<br />

se convierte en isla.”<br />

-------------&--------------<br />

El Duelo<br />

Los muertos nunca se marchan,<br />

se quedan agarrados al alma<br />

eternamente.<br />

Un día al mes, me desespero<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

101


al recordarte;<br />

ese día te metes dentro<br />

con lo mejor de ti y<br />

sales en cada abrazo no dado,<br />

en cada error no reclamado.<br />

Y ahora me convierto<br />

con enorme impotencia,<br />

yo en muerta y tú en vivo.<br />

Envidia siento al saber que<br />

eres siempre feliz y<br />

lo mío depende del día.<br />

Maldito momento en que<br />

te deje marchar,<br />

maldito momento<br />

que le exijo al tiempo.<br />

Cuando tenga fuerzas,<br />

volveré a enterrarte<br />

y dentro de un mes<br />

volverás a resucitar<br />

y no veo el fin de este ciclo,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

102


hasta que pueda darte,<br />

todo lo que me quede:<br />

Todo el amor del mundo...<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

103


Sístole y diástole<br />

Khadra al Ajad Nur Ashki<br />

Amado mío!<br />

Giro,<br />

y el sístole y el diástole<br />

me llevan<br />

a través...<br />

del niger firmamento<br />

al anhelado<br />

...Por sobre todas las cosas<br />

Giro!,<br />

el Aliento se llena de dulzura,<br />

el Aire en la certeza se condensa<br />

...Siempre<br />

...en tu amado nombre<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

104


Giro!<br />

consciente... a ratos inconsciente<br />

Giro<br />

En las profundidades de mi alma...<br />

El sístole y el diástole<br />

me llevan,<br />

... Por sobre todas las cosas<br />

Amado mío!<br />

A ti!...<br />

Giro,<br />

y en un suspiro<br />

el aroma me llena de certeza...<br />

y el tiempo no es más un enemigo<br />

Giro,<br />

con el atardecer a cuestas<br />

Como mariposilla de San Juan...<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

105


girando hasta quemarse...<br />

consumida en el vórtice<br />

de la Luz<br />

las llamas del Amor<br />

me esperan<br />

Y yo, anhelante...<br />

Despliego...<br />

Por fin mis alas<br />

Tengo alas!!!...<br />

...El plazo se ha concluido, al fin!<br />

El sístole y el diástole<br />

me llevan,<br />

... Por sobre todas las cosas<br />

Amado mío!<br />

A ti!...<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

106


Siempre la Luz<br />

Perfecto Herrera Ramos<br />

Gris también es la luz,<br />

aunque gris no lo sea la mirada<br />

que la contiene y la soporta.<br />

No es gris la tristeza<br />

por más que así<br />

representarla deseemos.<br />

En iris vivo<br />

la luz hará milagros,<br />

porque la vida es espectro<br />

de todos los colores,<br />

de todos los matices<br />

del ser que, vivo, es, en sí,<br />

sin renunciar jamás<br />

al mundo que, invisible,<br />

existe, de seguro, más allá de la mirada.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

107


¡Hacia la luz, amiga, hacia la luz!<br />

¡Que la sombra no nos alcance!<br />

Cuanta luz engendremos<br />

ha de servir<br />

para que nunca nadie de aquella luz dijera:<br />

fue extinguida,<br />

no quedó nada.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

108


Sangre pretenciosa<br />

Mario García<br />

'A MODO DE INTRODUCCION'<br />

Tanto fui tras la caza imperiosa<br />

que en el frenesí de mi carrera<br />

desdeñé a la trampa retrasera<br />

por eso me espiné con una rosa.<br />

Abriose una herida presurosa<br />

desgarro de espinosa primavera<br />

que también hirió a flor aguzadera<br />

para que no halle pretendida cosa.<br />

Fue una herida que ha de cortar,<br />

fue una herida que ha de matar,<br />

todo lo que se alza rumbo al cielo.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

109


Mas, al ver fluir mi sangre pretenciosa,<br />

el estío quebranta inocuo velo,<br />

para mi, que me espino una rosa.<br />

libros<br />

------------------------------------------------------------<br />

PRIMERA PARTE: NOSTALGIA...<br />

1 Breve quiero exponer<br />

entre mis remolinos, lluvias y adioses<br />

lo que hube de perder<br />

en frías noches feroces,<br />

de días llenos de temblor, sin goces.<br />

2 Entretuve mi mente<br />

en tejer una nueva sensación;<br />

un desahogo latente;<br />

vibrante diapasón:<br />

tejidos de sueño en pura emoción.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

110


3 No hay mayor fracaso<br />

en el camino de un caminante<br />

que sentir el trallazo<br />

de dejar un instante<br />

ese sueño, deso o rosa fragante.<br />

4 Es algo tan profundo<br />

salirse del vivir ingrato y seco<br />

de este menudo mundo.<br />

Adiós, corifeo hueco;<br />

en ti no encuentro mas que corriente eco.<br />

5 Es que hay la manía<br />

de gentes con adulta actitud<br />

de olvidar que sonreía:<br />

de niño era virtud,<br />

sólo me río de su estúpido 'su'<br />

6 No llego a entender<br />

porque del plan adulto que falló<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

111


de querer hacer creer<br />

que el niño ya pasó<br />

si todo es mi melancólico yo.<br />

7 Yo seguí una quimera<br />

y perdí con pasión, intensamente<br />

Madurar, cualquiera<br />

Soñar, estar ausente...<br />

Contradicción cambiante, aroma ardiente.<br />

8 Como un día despertar<br />

quiero de mi ciega ensoñación<br />

y curar mi malestar<br />

con la resurrección<br />

que me dará una más grande ilusión.<br />

9 Porque en mi levantar<br />

los párpados de su pesado sueño<br />

es el sueño continuar<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

112


deteniendo al Dueño:<br />

El Tiempo en nueva estación de empeño.<br />

10 Que se fue en un suspiro,<br />

paraíso mío que de mi se avienta<br />

¡Hoy meterle un tiro<br />

es lo que me tienta!<br />

...a ese destino gris que no me asienta.<br />

11 Y así empieza mi trance<br />

y mi corazón se va de mi;<br />

para darle alcance<br />

a aquello que perdí<br />

o que nunca quizá tuve en mi.<br />

12 Y cuando lo halle,<br />

seré libre de mi roca, con suerte;<br />

y cuando lo halle,<br />

mi voz será más fuerte<br />

y no morirá con mi propia muerte.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

113


13 Así, en la fea noche;<br />

esa, lisa, con su crespón de duelo,<br />

esa estrella en su broche,<br />

vista desde el gris suelo,<br />

y esa hoja aun verde, serán consuelo.<br />

14 Con mi verdad desnuda<br />

yo siempre fui feliz a voluntad<br />

hasta que llegué a dudar,<br />

mentira e irrealidad...<br />

Fantasía, ocaso, emoción, caridad.<br />

15 Con ansias de viraje<br />

y anhelando tierras de ventura<br />

me creé un largo viaje<br />

sembrado de premura<br />

y con una cosecha de aventura.<br />

libros<br />

------------------------------------------------------------<br />

VERSOS DEL SUR<br />

114


SEGUNDA PARTE: BATALLA<br />

1 Hace tiempo, en un lejano día<br />

era costumbre a la musa invocada<br />

dejarle el trabajo de poesía<br />

infundir a nuestra voz cargada;<br />

y por cantarle a la Melancolía,<br />

melangia nunca antes afrentada,<br />

confío en su mano esta historia<br />

muy mía pero picada por la gloria.<br />

2 El plinto de una griega escultura<br />

como ésta estrofa dizque representa,<br />

tórnala ideal para la andadura<br />

(en esta era en que el mundo se lamenta<br />

por no creer en mejor vida futura)<br />

de las legiones que mi alma se inventa:<br />

Subjetiva batalla, burla había;<br />

sincera angustia cede ante porfía.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

115


3 Es que hay a los que da pena contemplar<br />

que creen que vivir como los demás<br />

es ya tener el juego para ganar<br />

cosa que no sucederá jamás,<br />

y sólo servirán para arrancar<br />

un retazo al espíritu no más:<br />

De los que creían tener buena suerte<br />

y a toda angustia van a la muerte.<br />

4 Tenemos que estar bien listos ahora<br />

y más alerta en lo más oscuro<br />

de la noche sin luz, aterradora;<br />

de la cita a ciegas, sin futuro:<br />

En la atalaya, una tea dora<br />

con tenue brillo al guerrero oscuro<br />

que sombríos pensamientos va forjando<br />

mientras el mandoble va ensayando.<br />

5 En tanto sueña el que quiere imperar<br />

viendo más allá de lo sutil,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

116


descuidando a sus hombres entrenar,<br />

que se descuidan bajo un cielo añil:<br />

¿Promesa de un seguro triunfar?<br />

Preludio de una batalla febril...<br />

Si están seguros que no perderán<br />

no para vencer listos estarán.<br />

6 Porque son muchos los otros blasones<br />

del enemigo que ya se divisa,<br />

los que arrastran las negras legiones<br />

que en lontano marchan con gran prisa;<br />

marchan con alma y negros corazones,<br />

negrura que se palpa en la brisa.<br />

Vienen a culminar su empresa,<br />

negro, negro, afrentando con tristeza.<br />

7 Las campanas ya suenan en un salto<br />

y en nuestro reducto hay un drama.<br />

El enemigo mira muy, muy alto<br />

porque su paladín muy fiero clama:<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

117


'Dó está el que ahora está falto,<br />

el que consumese en viva llama,<br />

porque no supo que grandes ideales<br />

son de las voluntades inmortales'.<br />

8 Y ahí están los dos grandes rivales<br />

son tantos como del mar las arenas<br />

por doquiera no se ha visto tales.<br />

Uno aspira a romper cadenas,<br />

el otro, aprisionar a los mortales;<br />

pero los dos guerrearán sin penas.<br />

Con rigor las mentes serán molidas,<br />

alma y alma, espadas desmedidas.<br />

9 En vanguardia de las fuerzas oscuras<br />

aparece la duda vil, latente<br />

transportando las negras e impuras<br />

semillas del mal en piel de serpiente<br />

Por eso lleva en sus armaduras<br />

un blasón rutilante con un puente<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

118


de oro con su infértil esperanza:<br />

'Por aquí váse a la desesperanza'.<br />

10 Detrás de ella viene Desamor<br />

la más cuantiosa de tales legiones<br />

cuya presencia sola causa temor<br />

pues derriba a mujeres y varones.<br />

Muy galante es su mando superior,<br />

portando para siempre sus blasones<br />

do hay un corazón sobre color mar<br />

con la frase 'Murió sin saber amar'.<br />

11 Pero del enemigo, mando mayor<br />

dispuesto no está a esperar más<br />

y aunque nos invade el temor<br />

sabemos que esperar está demás;<br />

y alargando la espada, tremor<br />

nuestro pequeño batallón, el más<br />

terrible que reunir hemos podido<br />

avanza muralla en cada latido.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

119


12 Un grito que a la duda espanta<br />

en medio del polvo de la batalla<br />

hay destrucción en un yermo, tanta,<br />

desaparece la grande muralla<br />

aquella infancia que creía intacta<br />

simpleza de nuestra vida gaya<br />

que protegía lo que tanto amamos,<br />

¿su ruina será que maduramos?<br />

13 Pero, ¿por qué debemos pensar tal?<br />

¿O es que la duda está venciendo?<br />

Más, antes que la idea hacer total<br />

podamos, los refuerzos son viniendo;<br />

la duda está por ver fuego mortal,<br />

nuestro ataque la deja corriendo.<br />

Al ver esto, Ella, Desamor aviesa<br />

burlase con : '¿A qué hora esto empieza?'<br />

14 Entonces el Maligno le ordena<br />

'Ya es hora de que tú bribona empieces.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

120


Ya es hora de que tú mates sin pena<br />

y que destruyas todo lo que vieses;<br />

pierde su corazón... el trueno suena...<br />

Bella maligna, es hora que empieces;<br />

y cuidado que en ocasiones,<br />

lo bello puede contra tus acciones'.<br />

15 Llega entonces el ataque veloz<br />

la pegada es fuerte, muy, muy dura<br />

y se combate de lejos, muy feroz<br />

pues al primer golpe la armadura<br />

del corazón deshecha queda, signos<br />

y el fantasma de la hermosura<br />

que se nos colocó ante los ojos<br />

resultó una fiera entre los abrojos.<br />

16 La decepción de nos se apodera<br />

al ver a nuestra fila tan diezmada<br />

porque la desastrosa enredadera<br />

que se nos tendió ya es avanzada<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

121


Falsa, presuntuosa primavera<br />

que dejó la mitad de la contada<br />

Desamor emprende burla carnal:<br />

Juego bello, peligroso y final...<br />

17 Pero en esa feliz celebración<br />

en medio del claror de sus tules<br />

la malvada ninfa entró en transformación.<br />

Ya sólo tiene un blasón de gules<br />

de primavera y de animación;<br />

cumbre de redención: ojos azules...<br />

Y su piel se pierde entre mis brazos<br />

y su perdón inicia bravos lazos.<br />

18 Un dulce mirar en lo más oscuro<br />

un perfume, coquetos hoyuelos<br />

y ante la vida un blasón seguro<br />

'Ámame sin quebrantos ni duelos'<br />

Por eso el enemigo avieso, impuro<br />

fiero, ordenó arrasar los suelos;<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

122


destruir con todo lo que tenía<br />

pues parece prever lo que se venía.<br />

19 Atacaron muchos, gran destemplanza<br />

Ahí están la Enfermedad, la Muerte<br />

la Ira y el toque de la Desconfianza.<br />

Atacaba también la mala Suerte;<br />

la materia del mundo se afianza,<br />

ya es de las guerras la más fuerte.<br />

Hay extranjera y audaz huella temida<br />

de las leyes librada y escondida.<br />

20 Ya ha llegado la hora menguada<br />

y el ataque más bien ha cesado<br />

nuestra claridad está apagada<br />

somos pocos los que hemos quedado;<br />

silenciosos, con mirada torvada<br />

pues sabemos que pronto acabado<br />

será esto para estos desdichados<br />

perdedores, de su sueño tomados.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

123


21 Estamos nos con el temor pendiente<br />

la angustia cada nuevo-viejo día<br />

y es que sabemos que no hay presente<br />

sólo pasado en la ventisca fría<br />

sólo futuro en la ventura ausente<br />

de la noche en que la batalla ardía...<br />

A estas alturas, ya no hay certezas...<br />

Yace el Silencio en nuestras cabezas.<br />

22 Y en nuestro terror todos pensamos<br />

si ese silencio no es invitación<br />

del olvido para somorgujarnos<br />

en el mar simple del Descorazón,<br />

y al Otro el campo le dejamos<br />

ahogados de pura rendición.<br />

Entonces alguien clama en la trinchera:<br />

Cuido que es una leda luz Primera.<br />

23 Es el antiguo Desamor que acude<br />

desde que es Amor, por vez primera;<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

124


de turbiedad y sombra se sacude,<br />

ya es de mi Fe, tierna compañera .<br />

Sin tristeza ha hecho que se mude<br />

de nuestro rincón, la hora postrera.<br />

Es el silencio sólo pasto añesco<br />

ante lo florido de un lirio fresco.<br />

24 Todos vamos corriendo presurosos<br />

pues mi Criatura ya se viene<br />

estamos todos pero muy ansiosos<br />

por el secreto descubrir que tiene<br />

ese misterio hondo de sus gozos<br />

que soltará lo que ella retiene.<br />

Más, antes que avance el Pensamiento<br />

una bengala hay en el firmamento.<br />

25 Salimos a ver el azul del Cielo,<br />

eléctrico azul de noche de mayo,<br />

y comprobamos ser útil el celo,<br />

que trepidante ya como un rayo<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

125


o como aves en rápido vuelo,<br />

un enemigo en corcel bayo<br />

corría a darnos el golpe mortal<br />

atendiendo a Voz de su general.<br />

26 Una voz estentórea y temible<br />

que llamaba a nuestra destrucción,<br />

que se confundía con silbo horrible<br />

de dardos de fuego en el corazón<br />

y con carros de bronce insensibles<br />

que aplastaban la ensoñación:<br />

Amor culpable: un blasón abierto<br />

quedó bramando aun después de muerto.<br />

27 Ya casi no tenemos municiones<br />

y esperamos el final que Dios quiera<br />

ya sólo nos quedan las oraciones<br />

o terminar por ahogar alma fiera<br />

en agua roja: sangre y decepciones;<br />

pero uno no sabe que El quisiera,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

126


y renegando de su oculto trazo<br />

me pierdo fuera de El, en vivo ocaso.<br />

28 Las ruedas de los carros se volvieron<br />

para avanzar en el agua duras,<br />

y las armas que ellos blandieron,<br />

lo mismo que pesadas armaduras,<br />

a la natural ira sucumbieron.<br />

¿Es con tu dedo eterno que saturas<br />

el cielo y la tierra con singular<br />

color de infinito esperar?<br />

29 Pero en medio de total confusión<br />

cuando todos buscaban el socaire<br />

un pequeño hombre del pelotón<br />

cogió al vuelo un rumor del aire<br />

y corrió veloz a la guarnición,<br />

sucio llegó, sin gala ni donaire;<br />

sólo lo que su pecho oprimía<br />

iba a soltarlo todo en este día.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

127


30 Pide de inmediato su voz cantar<br />

en nuestro refugito de Idea y abedul<br />

donde su trino no se ha de escuchar<br />

porque bajo un vaporoso tul<br />

duerme mi Walkiria tras alumbrar<br />

una niñita de mirada Azul...<br />

'Y entonces, ¿cual es tu gran prisa?'<br />

pregunta el Jefe con su gran sonrisa.<br />

31 'Mi general, yo tengo que contarle<br />

algo que será una maravilla;<br />

mi secreto yo he de presentarle<br />

que ni tanto como él, usted ya brilla'<br />

'Pues a tu general has de contarle<br />

ya que hoy nació la buena semilla'.<br />

Y antes que el Logos insistiera<br />

ya él soltaba lo todo que supiera...<br />

32 El misterio ya es conocido<br />

y son todos los jefes convocados;<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

128


el diluvio es mientras persistido,<br />

para ser del secreto informados:<br />

'Mi Estado Mayor comprometido,<br />

en tan horrenda guerra involucrados<br />

en nuestras filas no habrá grieta,<br />

ya que el Otro tiene su arma secreta'.<br />

33 Y ante tan tremenda Revelación<br />

todos se interrogan asombrados,<br />

cuál será tan oculta planeación<br />

viéndose a la cara intrigados.<br />

'Yo responderé su observación'<br />

contestó general de tal´s soldados:<br />

'Ambición es esa gran arma tal<br />

y con ella querrán dar golpe letal '.<br />

34 En el lado del rival se ignora<br />

como un hecho bien seguro<br />

cuando será llegada la Gran Hora<br />

que la Ambición surja del oscuro<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

129


lado de la Tierra do ella mora<br />

y llegue con su querer ágil, duro<br />

que puede ser luz y sombra, desvelo;<br />

que puede ser azul y blanco, cielo.<br />

35 La desazón gobierna en mi gente<br />

ya que todos presienten por su vida<br />

y nadie quiere salir más al frente<br />

y algunos incluso ya la huida<br />

en el corazón la tienen presente<br />

La tormenta ya para su avenida:<br />

Sangría de neuronas en la Noche<br />

coladas entre hojas de derroche.<br />

36 Una Idea se le ha ocurrido<br />

ora en este lugar de empeño<br />

al general de este reducido<br />

grupo de Legionarios de Ensueño;<br />

no debe darse uno por vencido<br />

ni al otro dejar del campo dueño;<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

130


pues dice el general con claridad:<br />

'Contrario a Ambición, bien Humildad'.<br />

37 ¿Será Humildad contra el enemigo<br />

un eficaz rival o Mediador?<br />

Marcha él sin espada ni abrigo<br />

soberbio como un conquistador;<br />

quiere sembrar la Paz de un amigo.<br />

Del Cielo el Gozo, y del Otro el Terror...<br />

Regresa triste por no ser Amado,<br />

un Fracaso, mil culpas, Azotado...<br />

38 Dos ejércitos vánse alistando<br />

ceñidos para la última batalla.<br />

De un lado nosotros ya penando,<br />

del otro, ellos y su grande talla;<br />

en nosotros, tan solo van quedando<br />

un poco de Amor y sueños en falla,<br />

la Ambición tienen ellos a porfía;<br />

nosotros, nombres y letras sin guía.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

131


39 En su lecho, una amada naciente<br />

bálsamo y ruiseñor por Dios enviado<br />

para que no me pierda eternamente;<br />

quiere anidar en un nido sagrado,<br />

limpio lo quiere, Alma Adolescente,<br />

sin ser vista va tras su cuidado.<br />

Limpio lo quiere para su Destino:<br />

Plácida de intención, abre camino.<br />

40 De pronto, un grito, y 'Ya llegó ' dijimos<br />

pero resultó ser algo peor:<br />

La Niña de mis ojos que quisimos<br />

mi Walkiria y yo con mucho Amor<br />

fue robada - ¿Cómo eso permitimos?-<br />

de su cuna y nos dejó el dolor<br />

traspasado por El, de Soledad;<br />

esperando en El, una Tempestad.<br />

41 Ahora ya no me importa la Vida<br />

porque no la veo a Ella que juega,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

132


toda la tropa estase conmovida<br />

y llora, por su aparición ruega;<br />

jura dejar la Tierra removida<br />

y antes de vengarse morir niega.<br />

Justo el juramento tal prestaban<br />

cuando tembló el piso: se acercaban.<br />

42 Generales realistas, gota a gota<br />

de sacudida Alma, feliz marcial<br />

de estandarte y separación remota,<br />

engendradores de un mundo Total,<br />

de una flama que no admite derrota.<br />

Resistiremos firmes la luz mortal<br />

que nos quita el cuerpo sobrehumano:<br />

Claridad, Divina luz de un día de verano.<br />

43 Me sumerjo entre la hierba arrasada<br />

y mi ánimo me va abriendo el paso<br />

piso y siento la paja quemada,<br />

bravo sonido que me tiende un lazo<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

133


de impresionista duda fabricada<br />

por ca` segundo de cada fracaso.<br />

¿Ahora huir del mundanal ruido?<br />

¿Ahora sepultarme en el olvido?<br />

44 Y como si el mundo un grito haya dado<br />

que a tierra todos los feos y tristìnos<br />

míos pensamientos, hemos escuchado:<br />

'Ya viene matadora de mohinos,<br />

y destructora grande del Cansado'<br />

Es Ambición que viene por los caminos<br />

del noroeste, muy rápido viene<br />

y no hay ningún poder que lo detiene.<br />

45 Quédanos el misterio hasta morir<br />

del filudo letal de lo probable,<br />

tajo de la espada de Vivir<br />

la carne y el Alma de un sueño irrealizable;<br />

y con aquel descaeciente sentir<br />

me arrimo a la batalla vesperable<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

134


entre ayes, balas y espadas del siglo;<br />

entre tengo y no, y un fiero vestiglo.<br />

46 Pero en medio de lo que se daba<br />

un brillo opalescente en la lejanía<br />

umbrosa, horizontal se divisaba,<br />

mas la atención nadie le ponía<br />

ya que ninguno se imaginaba<br />

que por ahí una Niña discurría,<br />

queriendo lo que buscaba encontrar<br />

para con su Azul Brillo alumbrar.<br />

47 Iba ella muy sola, más segura<br />

guiada por la divina Voz serena<br />

y contagiada de su Hermosura,<br />

porque de la terrícola cadena,<br />

al prender su Azul Lámpara Pura,<br />

Dios me liberó e hizo la Buena.<br />

De pronto, se encontró con Ambición.<br />

El mismo Herr Lucifer y perdición.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

135


48 Ambición con toda su corte estaba<br />

en medio de un guirigay infernal.<br />

Hasta donde Ambición se encontraba,<br />

hasta allí se allegó la Luz Ideal,<br />

y cuando ella muy dulce hablaba<br />

todo se quedó en silencio total:<br />

'Inútil eres si te tienen temor,<br />

sígueme si no, solo seras dolor'.<br />

49 Se me iba la batalla en seguir fieras<br />

crudos peligros ya de esta guerra,<br />

si tú, Dios mío, solo sostuvieras<br />

mi espada, tenso bíceps y mi tierra<br />

para que Pluma y Ardor que tú me dieras<br />

rompan de marfil, torre que me encierra.<br />

Pero munición pronto fue callando<br />

por que los otros se iban espantando.<br />

50 Es que no demoraron en sentir<br />

que Ambición con la Niña venía<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

136


y fueron a su jefe a decir<br />

mientras mi Niña a mi me decía<br />

'No llores porque no vas a morir'<br />

y me dio un beso en la mejilla...<br />

Ambición empezó a atacar<br />

a los mismos que iba a ayudar.<br />

51 De los aquellos sólo quedan rojas<br />

manchas, negras, también blancas, azules.<br />

Ninguno de ellos podrá las fojas<br />

voltear, los blasones y los gules<br />

quedaron igual que las secas hojas.<br />

Ahora si mi Niña en sus tules<br />

envuelta duerme su siesta de Amor<br />

ya que la Ambición ella volvió Flor.<br />

52 Viendo a la más bella criatura<br />

la Niña que trae el Azul Destello<br />

dormir plácida, tierna y segura,<br />

acariciaba el blondo cabello<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

137


yo de mi adorada hermosura<br />

festejando poner el final sello<br />

que Ambición con su cambio había<br />

puesto ya al Invierno en que vivía.<br />

53 Mas fue grandiosa la mía sorpresa<br />

al ver a Ambición muy cambiada.<br />

De un monstruo letal, fiera perversa<br />

a un noble galán portaespada;<br />

pero fue su solicitud traviesa<br />

la que dejò a mi Walkiria helada:<br />

'Mis señores, yo les quiero decir<br />

que sin su Niña yo no puedo vivir'.<br />

54 Y continuó el joven su discurso<br />

demostrando que no era bromear,<br />

apelando a la Razón del recurso<br />

ya que a mi Niña quería tomar<br />

por su esposa, y así darle curso<br />

a la Unión que se pueda encontrar<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

138


más grande que el Mundo conocerá,<br />

de Azul Brillo y deseo de Eternidá...<br />

55 Mi Walkiria y yo hemos aprobado<br />

como bueno el deseo del pretendiente<br />

y ya que mi Niña lo ha hallado<br />

muy bien visto, a su gusto y sonriente,<br />

la Eterna Boda se ha realizado.<br />

Al fin juntos Futuro y Presente,<br />

pero sus besos de Amor matutino<br />

extraño todavía en mi camino.<br />

56 Mas así es todo, que voy a hacer...<br />

Seguro todo ora será mejor<br />

porque en la vida que habré de tener<br />

mi Niña de Ensueño, Azul Candor,<br />

ayudada ahora por Gran Poder,<br />

con su Luz y a besos hará mayor<br />

Gloria, esa que paréceme lejana<br />

y en paz todo peso y cualquier mañana.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

139


TERCERA PARTE: VICTORIA<br />

Ufano voy mirando<br />

el morir silencioso de la noche.<br />

El triunfo es sólo mío,<br />

mis tropas se están ya retirando,<br />

festejan después de haber vencido<br />

y solo voy quedando<br />

maltrecho, lastimado y herido<br />

pero siempre vivo.<br />

Juego con los dedos de mis manos<br />

y contar las estrellas voy queriendo<br />

antes que se terminen de esfumar,<br />

pero son deseos vanos<br />

pues cuando llego al dedo anular<br />

eso que quise contar<br />

ya se va esfumando:<br />

Es ya el Lunes que al Sol reclama.<br />

Alegre iré yo a enfrentarlo<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

140


sin pesares, ni dudas, si con calma<br />

ya que en mi cuartel de Fantasía,<br />

con mis soldados de Gran Ilusión,<br />

volveré a derrotarlo<br />

por doquier, cuando quiera<br />

a ese que interrumpía<br />

el ansioso compás del Corazón.<br />

Altivo entonces, principio a verlo<br />

que el Sol ya está en su esplendor<br />

y que todos con prisa<br />

corren, lloran y ríen alrededor,<br />

pero ya llegué a entenderlo<br />

(con de mi niña, su Azul Destello;<br />

de mi Walkiria, lo Profundo y Bello)<br />

que yo puedo a Él tenerlo.<br />

Enamorado soy de tu Divina<br />

Luz, mi Rubia Aurora<br />

y te doy las gracias por la pequeña<br />

que en mis sueños, ríe y ríe y no llora.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

141


Es fiel imagen tuya, Peregrina<br />

que me diste su Luz Azul bonita<br />

para combatir al rival Oscuro,<br />

para que la use cual mi Espada,<br />

arma que en el Alma es ideada<br />

cuando pasamos una mala hora;<br />

y no permitas que nos sea robada.<br />

Y ya que ora te poseo,<br />

no me vencen jamás<br />

pues tengo la espada<br />

con la que he de vencer a Satanás;<br />

y si cumples mi deseo<br />

Diosa, salvar el Ideal<br />

que es como el Verbo Encarnado<br />

frente a Aminadab, rival inmundo<br />

será el cumplirse de nuestro Hado,<br />

la Salvación del Mundo.<br />

...Pero si por un Azar,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

142


de aquellos que nuestra corta Razón<br />

no puede alcanzar,<br />

la abulia nos cogiera en el Camino<br />

( ¡Ah! Maldito vestiglo, viene a fregar)<br />

¡Ea! Con tacto y tino<br />

a los que nuestra áurea ruta crucen<br />

señálales destino,<br />

tal Yo: 'Post tenebras spero lucem'.<br />

Y volverémonos a la batalla,<br />

insensibles al Tiempo<br />

que, simple, no es nada<br />

solamente en la tierra, una raya;<br />

arrancaremos la mala semilla<br />

y llenaremos el campo de Vida<br />

sin soledades, pesares ni duelos.<br />

Rezándole a la suerte<br />

yo quiero ser primero<br />

para que si llegárame la muerte<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

143


aquí encuentre un hombre bien entero...<br />

...Sin embargo...<br />

Me veo tan ocurrente<br />

y tan lejos de la Meta a cruzar,<br />

a pesar de estos versos hilvanar,<br />

que me es bien difícil convencerme<br />

porque Yo sólo soy,<br />

pese a triunfar hoy,<br />

un Hombre que muy bien ha conocido<br />

y también aprendido<br />

enamorada ciencia<br />

de experimentar atolondrado<br />

el sabor de la Ausencia<br />

de mi claro vivir realizado,<br />

unida a la ocurrencia<br />

de estar eternamente encadenado<br />

a un Buen Corazón Desconocido:<br />

'Ufano, Alegre, Altivo, Enamorado'.<br />

...Por eso...<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

144


Porque lo único que me queda es la Fe<br />

ya no puedo retroceder.<br />

Y es que hoy llegué a la Gran Ilusión<br />

de deber ser un Gran Soldado,<br />

no con un 'libro de auto ayuda'<br />

sino con la piel de un obstinado;<br />

y que si una tremenda conmoción<br />

se llevara todo eso que conozco<br />

empuñaría la Espada de mi Fe,<br />

aferro a Sueños en mi Realidad<br />

y recibiría a la muerte de pie<br />

sin rogar ni un segundo de piedad...<br />

A MODO DE EPILOGO...<br />

....Y así, cuando ocurra un tremendo cataclismo<br />

digan que sólo un muro soportó<br />

los horrores del seísmo: Yo.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

145


Y me pregunto: ¿Convencido?<br />

Y me contesto: Si.<br />

Si, porque...<br />

En la trama de mis perplejidades<br />

veo que escudriñando solo el Cielo<br />

dejaré la Prisión del bajo suelo<br />

y me remontaré a las Eternidades.<br />

Y entonces veré como mi Alma entra<br />

al hondo secreto y sustentación<br />

de todas las cosas de la Creación<br />

ya que quien busca la Verdad, la encuentra<br />

Y en esa búsqueda, me encuentro Yo...<br />

LIMA,2007.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

146


Sábanas blancas<br />

Franjamares<br />

Cuando niños,<br />

los mejores cuentos siempre quedaban en el aire,<br />

las películas más interesantes y misteriosas<br />

eran las de la productora “las sábanas blancas”.<br />

Era la hora de ir a la cama<br />

y aunque nos habían contado todos los cuentos<br />

y sabíamos todos los cuentos siempre,<br />

libros<br />

alarde de curiosidad infantil y ganas insaturables de juego,<br />

que entonces era pulsión de conocimiento,<br />

queríamos ver y escuchar más cuentos y más películas<br />

.<br />

En la sala de proyecciones del dormitorio,<br />

los sueños campaban a sus anchas.<br />

Volando por la planicie blanca y cálida,<br />

con olor a colada recogida a media tarde,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

147


aprendimos que la vida sin sueños no era posible.<br />

Y que la noche sumía la mente y el alma de los niños<br />

en aventuras profundas y maravillosas.<br />

A veces eran terribles,<br />

libros<br />

la angustia se hacía sudor enjugado por las sábanas blancas<br />

y el desvelo surgía a media noche<br />

con la amarga sensación de haber escapado de una realidad<br />

tremenda,<br />

desbaratada afortunadamente por el sueño de la vigilia.<br />

Más tarde las sábanas blancas de nuestra vida<br />

se fueron manchando de néctares diversos,<br />

como los de la fiebre que te hacía alucinar en las dunas de la<br />

cama;<br />

o como las huellas de inocencia con cuerpo de fuego<br />

que ardía en la penumbra deshojando pétalos blanquecinos<br />

como gotas de cera;<br />

o flores rojas como las entrañas de la vida<br />

que suponían un tropiezo con la verdad de las muchachas.<br />

Por esto las madres son siempre el último testigo<br />

VERSOS DEL SUR<br />

148


de los secretos más íntimos:<br />

Las sábanas se arrastran bajo los cobertores<br />

sacudidas por manos amorosas<br />

y sus secretos, ya descubiertos, van cayendo<br />

sin remedio en el alveolo de la safa.<br />

Volverán limpias para abrazar con su ternura<br />

nuevos sueños dormidos<br />

y despiertos.<br />

Pero de todas las sábanas,<br />

las sábanas que dan cobijo y calor al amor realizado<br />

son las más regocijantes.<br />

No son sábanas, son vestidos que cubren cuerpos,<br />

telas que insinúan lo deseable y se enredan…<br />

libros<br />

y juegan a ser serpiente, o paloma, hasta que acaban<br />

caídas<br />

como telones del gran teatro del amor.<br />

Las últimas sábanas de la vida pueden envolver la cáscara<br />

de barro,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

149


sudario de una vida consumida que no consumada,<br />

libros<br />

de una resignación sin más preguntas que las cedidas al<br />

abandono<br />

y con el gesto del enigma de una digna conciencia de sí.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

150


Pez en la arena...<br />

Latifa<br />

Mírame.<br />

Soy sólo un pez en la arena.<br />

Un pez sediento de mar, y dolorido.<br />

Acércate a mi por favor.<br />

Ayúdame,<br />

TÚ el Único, el Generoso, el Amado,<br />

Acércate a mi, por favor<br />

porque yo lo intento y más no puedo.<br />

libros<br />

Acaríciame el corazón, ahora que está abierto en su derrota.<br />

Ya no me valen las corazas, ya solo quiero ser de ti.<br />

Ayúdame Amado,<br />

aleja estas sombras con tu LUZ,<br />

acércame a un mar de amor, con el golpeo de sus olas<br />

o al menos no me dejes sentirme sola en esta arena..<br />

VERSOS DEL SUR<br />

151


Muñeca abandonada...<br />

Juan Diego Sandoval<br />

muñeca dulce de mi travesura<br />

sigo los barcos que hunden tus aguas; en la lluvia,<br />

en la nube de mi mensaje.<br />

siento que las palomas se despiden<br />

y atraviesan la flecha de mi esperanza.<br />

anoche estos versos eran tuyos<br />

mas que del poeta;<br />

había luces en la espuma de tu ser invisible,<br />

habían primaveras en los pájaros que regresan,<br />

había torpeza en mi admiración.<br />

y este es mi desierto de llanto<br />

y recuerdo de besos.<br />

soy el viento que galopa esta ira de tu nombre.<br />

los poemas no sirven para la memoria<br />

ni son enredadera de luz<br />

para aves sin otoño.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

152


noche sin estrellas<br />

ni guía.<br />

son estas paginas<br />

donde los muertos tienen el lenguaje<br />

y su búsqueda en la vida termina.<br />

yo sigo en ese afán<br />

de noches y pájaros;<br />

y oigo el crepitar de tu ausencia<br />

en la puerta que esta secreta<br />

y que cruza los infiernos de esta luz.<br />

una lágrima que cae, anuncia mi nostalgia<br />

y esta servido el café que nos abandona.<br />

el polvo que nos hace en la muerte<br />

hoy me visita;<br />

gris de mi alma enlutada;<br />

vestidura de oscuridad que llevamos<br />

con la vida.<br />

la memoria siente lo que olvida.<br />

yo combato la ferocidad de la nada<br />

por alcanzarte;<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

153


aun lejos<br />

el sombrío crepúsculo<br />

asesina a la mariposa del día.<br />

***<br />

alimento a estas violetas<br />

con el mismo rocío<br />

que deja tu memoria en la huella,<br />

en la niebla que tropiezas<br />

en el sol que deshace mi pájaro y su prisión;<br />

aquí hay un huerto<br />

donde oigo<br />

tu laboriosa ausencia<br />

solo decir adiós...<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

154


Lágrimas Prohibidas<br />

Javier Nisa Avila<br />

Luces de lágrimas negras,<br />

borradas en las sombras de ayer,<br />

sobre miradas perdidas, en el perfume<br />

de la esencia; de tu inocente alma.<br />

Los sueños enloquecen entre las caricias<br />

de las palabras de tu sonrisa perfecta,<br />

sobre el miedo de mil mundos en mil años<br />

y mil sombras en nuestras vidas,<br />

mientras el tiempo pasa enloquecido,<br />

y los cristales se empañan para olvidar<br />

un olvido que no ha llegado, al sentir<br />

una vida que no podrá ser,<br />

al entrar en otro mundo,<br />

y volverme loco amando;<br />

Cuando lloramos en sueños<br />

al saber que es imposible;<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

155


que no podremos seguir,<br />

mientras las lágrimas prohibidas llenan<br />

nuestras vidas de un recuerdo,<br />

que se borra pero no se olvida,<br />

sobre nuestras miradas perdidas<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

156


libros<br />

Guiaz Mattr Junior: hijo del mártir de la lucha pacífica<br />

Salam Adibi Sibai<br />

¡Luz! Luz que emana de tu fuerza. Luz que brota de tus<br />

ideas, que llaman a la paz, la justicia y la libertad. Luz que<br />

nace, crece y reaparece en el corazón herido de tu amada esposa,<br />

en el alma retorcida de dolor de tu querida madre, en<br />

las entrañas contraídas de tus fieles amigos y seguidores.<br />

Luz con la que Dios te ha honrado para iluminar nuestras esperanzas.<br />

Nada de ella desapareció con tu cuerpo el 10 de<br />

septiembre de <strong>2011</strong> cuando fuiste torturado hasta la muerte.<br />

¡Luz enérgica! Luz llena de confianza en nuestra pacífica<br />

lucha, en nuestro indefenso, comprometido y valiente pueblo,<br />

en nuestras niñas y niños, en Hamza Al-Khateeb, en<br />

Ibrahim Al-Shibani, en nuestras heroínas, en Yaman Al-<br />

Qadri, en Tal Al-Maluhi, en nuestros héroes, en Muhammad<br />

Al-Rifa’i, en Misha’al Timmo, en nuestros mayores, en el shej<br />

Ahmad Saisine, en nuestra abuela de la ciudad de Banias,<br />

que nadie conoce su nombre, pero todos conocen su rostro<br />

y su fortaleza… en nuestros soldadores libres, en Hussen<br />

Harmush, en Mustafa Tlas… ¡Luz que nunca se apaga! Luz<br />

que lanzó su destello en Túnez hace ya casi un año. Luz que<br />

sin prisa pero sin pausa continuó su camino por El Cairo, lanzando<br />

un guiño a Trípoli y sin olvidar el coraje de los y las yemeníes.<br />

Luz cuyo brillo alcanzó las miradas ansiosas de<br />

dignidad de los sirios y sirias. Luz que no distingue entre<br />

kurdo o árabe, cristiano, musulmán o ateo, mujer u hombre,<br />

luz que llega a todos los corazones, a todos los sueños.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

157


libros<br />

Luz que secó nuestras lágrimas y nos concedió un respiro el<br />

miércoles 16 de noviembre, cuando naciste tú, Guiaz Mattr<br />

Junior, dos meses después de la muerte de tu padre, para<br />

continuar su mensaje, para refrescar de esplendor la Revolución<br />

pacífica y legítima de nuestro pueblo, para irradiar<br />

nuevamente con la luz de la Humanidad, el camino hacia una<br />

Siria nueva y libre…<br />

VERSOS DEL SUR<br />

158


Exilio<br />

Ámbar<br />

Premio 2ª Convocatoria<br />

Ya los cedros del Líbano olvidaron<br />

de tus pasos el eco,<br />

los bazares de Alepo y de Damasco<br />

también lo hicieron.<br />

Hay un jazmín en una oscura esquina<br />

de la alborada<br />

bajo el sol de otra tierra y de otras lunas,<br />

que te reclama.<br />

Déjame ser tu exilio, amado mío,<br />

y tu destierro,<br />

déjame ser jazmín y cedro y pasos<br />

en tu sendero.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

159


Que no quiero olvidar que te olvidaron<br />

cuando te fuiste,<br />

los bazares, las calles y los campos,<br />

donde naciste.<br />

Y mientras yo consuelo con mis brazos<br />

tu triste exilio,<br />

en Homs se marchitaron los jazmines,<br />

amado mío.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

160


En la Bruma<br />

Moámmer Darman al-Muháyir<br />

Brenda, hembra cobriza del Brasil,<br />

abrumada por el hambre y la bronca,<br />

brinda sus brazos a Bruno,<br />

híbrido de hombre y brujo.<br />

Bruno, bravo hombre de palabra breve, brama:<br />

“¡Brinca, brisa salubre del Brasil!<br />

Quebranta con tu brío esta lúgubre penumbra,<br />

sabré recobrar para ti el equilibrio<br />

entre el brillo y las sombras.<br />

Abre una brecha en mi cerebro,<br />

donde brille tu lumbre,<br />

y de mí brotará la bruma:<br />

Librará a las cabras de los alambrados,<br />

a las liebres de las cimbras de alambre;<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

161


libros<br />

No será más brasa, el brezo que da sombra a las culebras.<br />

Al hombre sobrio que siembra en tu nombre,<br />

brizna de enebro y brotes de legumbres,<br />

dará sombra mientras siembra.<br />

Al obrero pobre que labra en las fábricas,<br />

le librará de brea sus bronquios,<br />

y de calambres sus miembros.<br />

Dará un nombre a las broncas del hombre de cobre,<br />

que cobra mimbre de entre las hierbas;<br />

le abrigará y librará del hambre.<br />

Y sobre su hombro brillará el sol como bronce bruñido,<br />

que alumbrará sobre el libro del que se abreva el asombro,<br />

y descubrirá el umbral de la cumbre”.<br />

Bruscamente, se abren las sombras y obra la bruma.<br />

Bruno embriaga a Brenda con un enjambre de hebras<br />

brillantes,<br />

como colibríes, y embrujados, en la bruma, se abrazan.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

162


El pastor y la riqueza<br />

May Muñoz Escudero<br />

libros<br />

Hace mucho tiempo, en un oscuro lugar del mundo,<br />

había un pastor muy humilde y pobre, un día, un ángel<br />

bajó del cielo, y le dijo, la pobreza, depende de uno<br />

mismo, no de el dinero y las riquezas que tengas.<br />

Si quieres, ser rico, solo tienes que ser amable e intentar<br />

ser una buena persona. Así, tendrás el mayor tesoro del<br />

mundo.<br />

La gente mala, no te tendrá envidia, si es lo que quieres.<br />

Pero darás un buen ejemplo. Eso te convierte en una<br />

persona muy rica.<br />

El pastor, fue, como le dijo el ángel, muy muy rico.<br />

Rico, en ser una muy buena persona, la gente le adoraba.<br />

Y su vida cambió por completo, y no le dio tanta<br />

importancia a las fortunas y al dinero.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

163


Ansias por el Amado<br />

Luis Fernando Meza Vera<br />

¿Quien me diera despojarme,<br />

de esta vil prisión terrena,<br />

y elevarme allá a lo lejos,<br />

a la dulce mansión etérea?…<br />

¿Quien me diera huir presto,<br />

de la mundanal alegría,<br />

y consumirme en el fuego divino,<br />

por el que mi alma delira?…<br />

¿Quién me diera ser arrancado,<br />

de esta ilusión pasajera,<br />

y volar cual ave errante,<br />

al manantial que mi alma anhela?…<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

164


¿Quién me diera que sus brazos,<br />

cual un manto me envolvieran?<br />

pues mi alma ansía al Amado,<br />

mas que a la aurora el centinela...<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

165


Al-andalus hoy<br />

Mohammed Coca<br />

Al-andalus nunca perdió su semilla.<br />

En una cronología se perdió,<br />

y en otra se recuperó.<br />

Islam es la flor<br />

que en cualquier terreno<br />

es capaz de florecer.<br />

Allah ordenó<br />

y cuando él ordena<br />

da igual la puerta<br />

o la frontera,<br />

da igual la mano<br />

o la forma.<br />

Que se cumple.<br />

En tiempos de búsqueda,<br />

y después de épocas de destrucción.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

166


La flor nace en Córdoba,<br />

en un pequeño lugar de una enorme luz.<br />

Allí se cría con disciplina.<br />

Una vez fuerte sigue creciendo en Sevilla.<br />

En Isvilia se hace grande,<br />

pero no es fácil y la lucha por crecer es costosa.<br />

Por el camino se pierden hojas,<br />

pero estas vuelven a nacer.<br />

En Granada asientan su trono,<br />

y la flor se hace mujer.<br />

La Historia y su Fitna,<br />

como en todas las grandes naciones,<br />

ayudaron a su expansión.<br />

Cada flor que por el camino<br />

aparentemente se quedó,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

167


fundó su propio jardín o se unió<br />

a nuevos campos de flores.<br />

Allah las crea, las hace grandes y bellas<br />

y luego las reemplaza por otras.<br />

Bendita la unión y bendita la Fitna que la separó.<br />

por que la luz de Allah<br />

libros<br />

si es luz verdadera, solo viaja por diferentes caminos<br />

para su expansión,<br />

y un día volver a su unidad con mas fuerza.<br />

Al-andalus siempre fue<br />

Al-andalus.<br />

Nosotros solo los protagonistas de hoy.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

168


África<br />

Begoña Blanco<br />

Quiero acunar tu negrura<br />

con un abrazo blanco<br />

como el pan.<br />

Quiero besarte<br />

con una justicia<br />

sin palabras,<br />

dormir en tu regazo<br />

bajo un cuajo de estrellas<br />

para escuchar,<br />

sin luna y sin culpa,<br />

los latidos de tu tambor.<br />

Pero a tu corazón<br />

sólo le quedan fuerzas<br />

para enseñar las costillas<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

169


cansadas de que<br />

tanta serpiente<br />

se enrosque<br />

en el bosque puro<br />

de tu riqueza,<br />

de que tantas<br />

moscas antipersona<br />

quieran habitar<br />

en tu boca.<br />

Sólo ojos,<br />

sólo dos grandes ojos<br />

le quedan a África.<br />

Para mirar nuestra vergüenza.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

170


¡Que tristeza Creación!, ¡Languideces!<br />

Martin Rafael Rodríguez<br />

¡Que tristeza Creación!, ¡Languideces!,<br />

en tu cama enferma yaces,<br />

entrando en la lúgubre fase,<br />

en la que la agonía te vence,<br />

llevándote rápidamente,<br />

a perder todas tus hojas,<br />

creación te ha llegado la hora,<br />

tu final es inminente,<br />

se te caen tus pelos, tus dientes,<br />

eres solo un esqueleto ahora,<br />

Estoy ante la escena espantado,<br />

acostumbrado a verte verde,<br />

tus cuerpos devastados se yerguen,<br />

muriendo están por todos lados,<br />

se quedan petrificados,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

171


aterrados están de dolor,<br />

ya no reflejan el esplendor,<br />

de lo que fueron en verano,<br />

me dejas anonadado,<br />

¡Languideces con tristeza!, ¡Creación!,<br />

Muy pronto será el funeral,<br />

y el creador te enterrará,<br />

a él los espectadores asistirán,<br />

y tu muerte van a ignorar,<br />

pues solo saldrán a jugar,<br />

con el maná que cae del cielo,<br />

la nieve en copos de hielo,<br />

para tus hojas enterrar,<br />

nadie por ti va a llorar,<br />

¡Solo yo!, ¡Por que te quiero!,<br />

Mi amor por ti es tan grande,<br />

pero más lo es por mi Dios,<br />

que pido su intervención,<br />

para que su obra no sea en balde,<br />

no quiero hacer muchos alardes,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

172


de asuntos de adoración,<br />

pero tengo la convicción,<br />

que se materializará más tarde,<br />

y con eso vengo a consolarte,<br />

¡Resucitarás!, ¡Creación!<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

173


¡Mamá!<br />

Ismael El Alaui<br />

- ¡Mamá! déjame ir con los niños.<br />

- ¿Adónde?<br />

- Adonde nos lleva el destino.<br />

- Aquí el destino es contrario.<br />

- Contrario al mundo contradictorio.<br />

- ¡Niño! Basta de filosofía<br />

Y dime ¿adónde vas?<br />

- A jugar con las piedras.<br />

- Te harán mal.<br />

- ¡Mamá! Aquí las piedras<br />

Sirven para el bien<br />

- ¡Niño! Te cazarán.<br />

- ¡Mamá! Ya estoy cazado<br />

Y echado a las ollas<br />

De los gigantes.<br />

- ¡Niño! Apártate de la muerte.<br />

- ¡Mamá! Nadie va a escapar de la muerte.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

174


Al Hallaj<br />

Mabel Naya Diez<br />

Mis ojos te siguen en cada texto, día tras día,<br />

en cada signo, en cada expresión,<br />

en cada letra de tu poesía.<br />

Y tus palabras penetran en mi,<br />

puedo sentirlas,<br />

se expresan solas,<br />

tal y como si fueran mías<br />

Te leo y algo me pasa,<br />

se rompe un límite.<br />

Estás en mi<br />

y estás en cada palabra.<br />

Tantos siglos nos separan!!<br />

y yo te siento ausente al tiempo<br />

y a la distancia.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

175


Voy recorriendo tus textos<br />

como si fueran paisajes<br />

y voy descubriendo a su luz<br />

mis mas íntimos lugares.<br />

Tus palabras te dan vida,<br />

tu intención sigue lanzada,<br />

te siento en mi<br />

y eso rompe la línea fina y delgada<br />

que nos separa en el tiempo<br />

que nos crea el espejismo<br />

del ayer, el hoy y el mañana.<br />

Tu intención viene de lejos<br />

con olores y fragancias<br />

como si fuera un gran viento<br />

que saliendo de estas páginas<br />

se ha mezclado con mis dedos,<br />

se ha reflejado en mis ojos<br />

y ha traspasado mi cuerpo.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

176


En forma de palabras y expresiones<br />

has penetrado por dentro<br />

has tomado vida en mi<br />

y salvando las distancias<br />

has producido un encuentro.<br />

Maestro, poeta y amigo<br />

con cada palabra tuya<br />

tomo contacto contigo.<br />

Tu poesía se expresa sola<br />

y en cada poro de mi cuerpo<br />

te reconozco conmigo.<br />

Vienes de un lugar lejano<br />

y a la vez, estás muy dentro.<br />

Donde están los siglos que nos separan?<br />

Donde el espacio y el tiempo?<br />

Donde la distancia y las culturas?<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

177


Donde los distintos credos?<br />

Donde estás tu ahora?<br />

Porque yo te siento en mi<br />

y la poesía de tus palabras<br />

cobra Sentido aquí dentro.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

178


Soy en ti<br />

Mabel Naya Diez<br />

Esto soy<br />

En ti y para ti<br />

Soy tu expresión en el Mundo,<br />

el Todo.<br />

Sin ti, la Nada<br />

Mi cuerpo,<br />

tu umbral en esta tierra<br />

Mi piel,<br />

tu caricia en la mañana<br />

Soy la ilusión de un vacío sin ti,<br />

la Nada<br />

Tu presencia en mi presencia<br />

da Sentido a la mirada.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

179


Soy tus manos y tus ojos,<br />

soy tu fuerza y tu palabra,<br />

en ti soy<br />

la luz que ilumina el mundo<br />

Soy la música Sagrada<br />

Tu danza en esta tierra, soy<br />

Soy en ti,<br />

la poesía que alimenta el afecto y la esperanza.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

180


Si amar duele<br />

Beatriz García Quesada<br />

En muchos casos...<br />

libros<br />

Si amar duele, duele porque no queremos que suponga<br />

renuncia.<br />

Si supone renuncia, parte entonces del egoísmo.<br />

Si parte del egoísmo, entonces existe un desequilibrio.<br />

Hay desequilibrio cuando hay falta.<br />

Hay falta cuando hay exceso.<br />

Hay exceso cuando el miedo toma una parte mayor de la<br />

que le corresponde.<br />

Por eso,<br />

Amar con miedo no es sano.<br />

Detectarlo es avanzar.<br />

Avanzar es evolucionar.<br />

Evolucionar es amar desde la entrega y el desprendimiento.<br />

Y esto es lo que nos hace libres.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

181


Sentir, lo que sin sentido ocurre<br />

Ibn Sur<br />

Premio 3ª Convocatoria<br />

Sentir, lo que sin sentido ocurre.<br />

Situaciones, que acontecen sin buscarlas.<br />

Momentos presentes, que prefieres idos,<br />

vivencias pasadas, todavía amargas.<br />

Años que se añoran,<br />

porque en ellos, aún revolotea<br />

el pueril pájaro de la inocencia,<br />

que invita, al Yo adulto<br />

a su presencia,<br />

para recordar batallas ya ganadas.<br />

Pertinaz recuerdo, que es auxilio,<br />

del futuro venidero,<br />

que inquieto aguarda,<br />

magistrado entendedor de lo ocurrido,<br />

sabedor de lo que viene,<br />

aunque lo calla.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

182


Compañero infatigable en el camino,<br />

camarada que te ofrece en su mirada,<br />

la complicidad de dos amantes que han sufrido;<br />

regalando comprensión y calma.<br />

Alforja curtida por Saturno,<br />

cargada de torpeza y marra,<br />

de sollozos sosegados con buen vino,<br />

de copa dulce y garra amarga.<br />

Cuando zarpe mi navío hacia poniente,<br />

cuando descienda por el río, y suelte amarras,<br />

cuando traspase la delgadez del horizonte,<br />

y no queden tras de mí, ni mis palabras,<br />

siéntame tranquilo, siéntame henchido,<br />

que mi vista se haga clara,<br />

y la oscuridad de un profundo océano frío,<br />

muestre blanca y clara, mi alma.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

183


Realidad difuminada<br />

Katharina Mariya<br />

Dibujos Damascenos...<br />

Como los pétalos de rosas difuminan las aguas,<br />

libros<br />

tu escritura camuflada se deja entrever entre palabras<br />

mundanas,<br />

un sabor efímero, sensación, aroma indefinido puro<br />

necesito saber de tu pluma que rima las encrucijadas<br />

de un mundo extraño, que pretende borrar la sutileza<br />

con crueldades<br />

un rumor de ruidos entre los que percibo sonidos perfeccionados<br />

preciosidades que añoro a pie de las calles de esta ciudad<br />

en la que deambulan sonámbulos,<br />

enmascarados, los que pretendemos ser humanos...<br />

ansío que me desveles tu mirada por un segundo,<br />

perderme en tu abrazamiento desgarrador libre<br />

deseo, suplico que llegue el día en que me robes el aire<br />

y desaparezca en tu inmensidad<br />

VERSOS DEL SUR<br />

184


- difuminada para mis ojos...<br />

yo que no soy nada, yo que no sé nada<br />

pretendo deambular en los laberintos<br />

libros<br />

rumbo palpitante, camino en dirección de mis pupilas,<br />

en búsqueda del encuentro con las joyas reales...<br />

Sueño de madrugada<br />

Quiero despertar en el silbido misterioso de tu canción<br />

tu presencia muda, invisible, palpitante de belleza y<br />

fuerza intocable...<br />

ser rozada por tu mirada y contar entre los que se encuentran<br />

contigo...<br />

Deseo sembrar flores en el aire hechas de tus semillas,<br />

pintar amaneceres en las pupilas de las gentes con la caligrafía<br />

de tu señal,<br />

envolver la tierra en atmósfera de iris con un trozo de tu<br />

tela...<br />

Sólo puedo permanecer en espera en esta habitación<br />

mortal, a tu llegada...<br />

a la aparición de tu presencia que no estoy todavía cualificada<br />

de reconocer<br />

anhelo un susurro dulce de tu voz, que me retuerce el<br />

cuerpo y la mirada<br />

VERSOS DEL SUR<br />

185


libros<br />

a todos los rincones que me atrapan, sé que sólo veo<br />

telas embaladoras<br />

deseo llegar a ver la estructura oculta de tu escritura ...<br />

Hipnotizada por un deseo, una sensación, la tentación de<br />

mi intención<br />

bailo entre momias, entre mendigos con coronas y batas<br />

preciosas,<br />

abajo en las calles imprentas, que no llevan a ningún<br />

lugar,<br />

me encuentro en un mar de nubes esbozadas por ti,<br />

llévame al camino que va hacia tu fuente fresca...<br />

Desvélame la lectura de la melodía de tu partitura<br />

camuflada entre las apariencias perecederas...<br />

Déjame salir del manicomio de mi mente,<br />

de esta morada moribunda,<br />

y bailar con mi corazón encendido sobre tus alas...<br />

en llanura infinita, horizonte libre que nunca acaba...<br />

Mentes revolcadas sobre sus existencias<br />

Miradas encandiladas del mundo,<br />

envoltorios voluptuosos fluctuantes,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

186


cuidado de lo pasadero<br />

libros<br />

cobardes amontonados en escaleras de oro inservibles,<br />

mentes disecadas sobre hombros encogidos,<br />

hombres orgullosos de valores perdidos...<br />

Mentes partidas , partidarias de la nada esparcida en los<br />

rincones ,<br />

corazones ahumados en el corredor de la muerte en vigilia,<br />

la vida desaprendida,<br />

edificaciones de establos humanos<br />

para desinflar lentamente sus vidas...<br />

establos de oro, pero establos.<br />

Prefiero el aire libre sin joyas materiales,<br />

el correr por un prado que ser encerrado y transportado<br />

como en filas de sarcófagos enlatados de humanos paralizados.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

187


Pueblo del Sur<br />

Kamal Al-Nawawi<br />

Inmerso en una rica gama de grises vive;<br />

más oscuro que el blanco, más claro que el negro.<br />

Grisalla que, desde fuera, cualquiera describe<br />

como negación del color en brumoso Enero.<br />

Sin embargo, su alma encierra millones de tonos.<br />

Cuando su oleaje calma, callan miles de monos<br />

y escuchan la voz del silencio, ya silenciada;<br />

embaucados por la ausente y lejana mirada.<br />

Inmenso es el mar de dolor que le circunscribe,<br />

ahogado en puras aguas azul verde salero.<br />

Sitiado por tierra y aire, a la paz proclive,<br />

noble como pocos, jamás ruin ni traicionero.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

188


Sus generaciones han visto pasar colonos<br />

de naciones que regalaban su miseria en bonos,<br />

para inyectar un poco de vida embotellada<br />

y reducir el preciado tesoro a la nada.<br />

Intenso tuvo que ser el ay de su declive<br />

que sus vecinos oyeran, grito lastimero<br />

cantado a los cuatro vientos y que hoy pervive<br />

rondando mil pueblos; ese ay de flor de romero.<br />

¡Que se vaya lo malo y nos venga lo bueno!<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

189


Poema a su ausencia<br />

Kamal Al-Nawawi<br />

Etéreo sueño ha sido<br />

tenerte y disfrutarte<br />

esos años, tantos días;<br />

momentos que regalaste<br />

para hoy, que te has ido.<br />

Día a día<br />

te sentía...<br />

A veces tú me decías,<br />

a tu modo, tan sentido,<br />

que en el fondo sabías<br />

que como el polvo barrido<br />

no muy tarde, te irías...<br />

Tan amada,<br />

abrazada...<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

190


como en sueños, te has ido,<br />

dejando atrás mis memorias,<br />

ora dulces, ora frías,<br />

escanciadas por las norias<br />

del tiempo indefinido.<br />

Pasa lento.<br />

Yo sediento.<br />

Aguas del río de Vida,<br />

que dió a la mía sentido,<br />

a pesar de carestías<br />

que en su momento he vivido<br />

y hoy me indican la salida.<br />

Hacia Arriba.<br />

Filtra y criba.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

191


Marruecos<br />

Nashia<br />

Soy un grano de arena en tu desierto<br />

que se alejó entre viajeras caravanas,<br />

y vuelvo a ti, a postrarme bajo el velo<br />

plateado de tu media luna musulmana.<br />

¡Cuántas veces, te invocó mi mente,<br />

y mis labios, tu nombre pronunciaron!<br />

Tan cercana a ti aunque en otro continente<br />

que podía verte con los ojos cerrados.<br />

Suelo bendito, eres el gran alfaguara<br />

de misticismo sostenido sobre mil<br />

hilos del incienso. Misteriosa magia,<br />

que seduce como el amor de un habibi.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

192


Que me sea el contorno de sus ojeras,<br />

protector refugio en el que me acojo,<br />

semejando la sombra de tus palmeras<br />

y la dulzura de tus dátiles, sus ojos.<br />

Marruecos; el gran sidi, el bereber<br />

encantador de crótalos en Marrakesh.<br />

El seductor de tus mujeres en el harén,<br />

que ocultan su embrujo bajo el hijab.<br />

Marruecos; suelo bendecido por Allah.<br />

Bajo tu cielo se duermen mis sueños,<br />

y sobre tu arena dejaron mi caminar<br />

mis huellas que aún no tienen dueño.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

193


Jazmín, la flor en su jardín<br />

Moámmer Darman al-Muháyir<br />

libros<br />

Jazmín, la flor en su jardín; bella ninfa de la tierra, vergel<br />

de nácar entre bosques de satín.<br />

Amanece cada día, por la fresca noche engalanada, con<br />

una corona de rocío, tan fugaz como gentil.<br />

Acopia glucosas y minerales y los combina a la luz del<br />

sol, atavíándose con delicadas fragancias, llamando impaciente<br />

a su amor.<br />

Jazmín, bella flor en su jardín, se sonroja sola y sueña,<br />

con el amor que ha de venir.<br />

Pinta cada mañana, con esmero y dedicación, en su piel<br />

una obra de arte, para el ansiado de su corazón.<br />

Abre sus pétalos al cielo, y ofrece con profusión, terrones<br />

de polen para su amado, y medicinas para su aflicción.<br />

Jazmín, bella reina en su solar, escribe a escondidas<br />

entre sus pétalos, los secretos de su femineidad.<br />

Anochece esperando el día en que alguien le haga sentir,<br />

que ha valido la pena tanta espera; que alguien soñaba<br />

con ella y con su jardín.<br />

¿Será una abeja, una mariposa, o un colibrí, quien la encuentre<br />

cargada de néctares, bajo un ocaso carmesí?<br />

Jazmín, perla del cielo, estrella del mar, lanza su fragancia<br />

al espacio, para que su amado la venga a buscar.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

194


Huida al Sur<br />

Málika Agadé<br />

Sur encendido alienta una promesa<br />

de salvación de esta morada oscura.<br />

Con este cuerpo cálido y distante<br />

que busca entre caricias su sentido.<br />

Hacia el Sur el viaje, como amigo<br />

de estrépito y fulgor, como destino.<br />

Oscura la impaciencia del que sueña<br />

la salvación del hueso y la semilla.<br />

A lomos del fracaso, enamorada,<br />

la mirada se vuelca a lo lejano.<br />

Y amanecer en este y otro día,<br />

tránsfuga de mi propio desatino.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

195


Latidos y esperanzas como indicio<br />

de la Otra Vida al margen del secreto.<br />

La vocación del ser esta escondida<br />

entre escombros de ofensas y de risas.<br />

Hacia el Sur como vuela la saeta,<br />

como vuela el secreto hacia su nada,<br />

como se encalla en tiempo sucesivo<br />

e inicia la inmersión en la memoria.<br />

¡Oh memoria profunda, sigilosa esfera!<br />

Memoria de la espera sin camino,<br />

memoria de un lugar desconocido,<br />

memoria sin recuerdo y sin abrazo.<br />

Hacia el Sur siempre alienta la promesa<br />

de un nuevo amanecer en esta vida.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

196


Camino del secreto en este día<br />

luminoso de abrazos y encuentros todavía.<br />

Misericordia al fin de todo buen viaje,<br />

recibe a tu sumisa siempre sola.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

197


El legado<br />

Yasmin Matuk<br />

Quisiera hablarle unas palabras<br />

y dejarle una enseñanza para su vida,<br />

ya que lo poco que tengo se lo entrego<br />

y lo importante no está a la vista.<br />

Un mar de letras flota en mi cabeza<br />

y pesco las adecuadas para expresarme,<br />

no daré muchas vueltas al asunto:<br />

preste mucha atención a mi mensaje.<br />

Siempre cumpla con su trabajo<br />

o la labor que le han impuesto,<br />

no quiera creerse un superdotado<br />

ya que para ellos es solo un obrero.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

198


Si una persona le pide su ayuda,<br />

y no importa la calidad de su calzado,<br />

sepa hijo que esto es muy importante:<br />

los de mi sangre siempre son solidarios.<br />

Cuando una mano le sea estrechada<br />

entregue la diestra que es la que cuenta<br />

¡Y ni se le ocurra dar la otra!<br />

Porque por algo le dicen siniestra.<br />

No se comprometa a salir de garante<br />

de un amigo de su amigo,<br />

mire que no se conoce a toda la gente<br />

y así surgen los malentendidos.<br />

Y si pide prestado algún dinero<br />

acuerde entregarlo en tiempo y forma;<br />

la marca común de los sinvergüenzas<br />

es que no respetan ninguna norma…<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

199


Dele a Dios todas las gracias<br />

si le ha llegado lo tan esperado,<br />

porque el Señor es el que mejor se ocupa<br />

de las necesidades de los desamparados.<br />

No se meta en peleas de mujeres<br />

ni tome partido al discutir,<br />

ellas conocen el arte del debate<br />

y usted quedará como un simple gil.<br />

Y si sucede que la necesidad aprieta<br />

que no pase por su mente el delinquir,<br />

yo no crío chorros ni matones<br />

¡Mejor trabaje para subsistir!<br />

Espero que entienda por las buenas<br />

estas lecciones que le da su viejo,<br />

serán de buen provecho en sus relaciones<br />

y, quién sabe, a lo mejor llegan a los nietos.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

200


Aprenda que la dignidad no se encuentra<br />

ni se compra en algún bazar,<br />

se nace desde la madre con ella<br />

y nadie se la puede quitar.<br />

El hombre libre es el que se atreve<br />

a vivir el destino incierto de cada día,<br />

no le atormentan miedos o males<br />

¡porque para ser libre hay que tener valentía!<br />

Todo libre es muy orgulloso<br />

y no se deja comprar por una moneda,<br />

su dignidad real es como leonina<br />

y como tal es una fiera.<br />

Recuerde mantener firme la mirada<br />

y preste atención, muchacho, a sus mayores.<br />

a saberse: por humanos nos hermanamos<br />

y por lo mismo es que nos enemistamos.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

201


Aprenda a ser un hombre digno<br />

que camina tranquilo por la vida,<br />

sea honrado, amable y juicioso<br />

y tendrá la conciencia tranquila.<br />

Estos son los humildes consejos<br />

que como legado le da su padre.<br />

Y también le agrego a esta fortuna<br />

el cuidado de sus hermanos y su madre.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

202


El Desubicado<br />

Moámmer Darman al-Muháyir<br />

libros<br />

Me dicen por ahí que soy un desubicado. Que no tengo tacto<br />

social, que digo cosas inadecuadas. Que es por mis rasgos<br />

autísticos, que no sé separar lo público, de lo privado.<br />

Me lo dicen en las calles las bellas muchachas bobas, que<br />

salen día tras día a mostrar, lo que mi abuela habrá mostrado<br />

en su noche de bodas.<br />

Y me lo dice también en la esquina el policía mientras revisa<br />

mis documentos, cuando me pregunta por qué tengo la barba<br />

larga, sin dejar de mirar muchachas bobas ni un momento,<br />

de los tobillos a las nalgas.<br />

Me lo dicen con rostro adusto las pitucas señoras, mientras<br />

leen en la peluquería la revista Paparazzi, y con saña comentan<br />

rumores vulgares sobre las reales alcobas.<br />

Y me lo dicen también desde el aeropuerto los periodistas,<br />

que viajan con sus cámaras a Miami porque, dicen que allí,<br />

veranean los familiares de un famoso deportista.<br />

Me lo dice el cura católico desde el obispado, y me da consejos<br />

que no le pido; quiere que cuando estemos a solas mi esposa<br />

y yo, no usemos condón, porque es pecado.<br />

Y me lo dice la anciana devota, preocupada porque los hijos<br />

de los inmigrantes, desde que no gobiernan las botas, ya no<br />

estudian catequesis en el jardín de infantes.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

203


libros<br />

Me lo dice desde el Ministerio el empresario acusado de peculado,<br />

que vino con perfume y vestido de traje, a convencer<br />

al Sr. Ministro que le conceda un popular paraje, para construir<br />

un barrio cercado.<br />

Y me lo dice desde Harvard el economista destacado, que estudia<br />

como privatizar ganancias y socializar bancarrotas, y así<br />

llevarse del federal Estado, lo que no pudieron saquear las<br />

botas.<br />

En un mundo donde lo público está en manos privadas, y es<br />

de dominio público lo privado, el desubicado soy yo porque<br />

tengo pudor, pienso, y lo digo en voz alta, ante el estrado.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

204


Benditas alas de Su Nombre<br />

Ángel Alcalá Malavé<br />

En principio fue el Verbo,<br />

y de Su Nombre,<br />

al afirmarse en la plenitud de Sí mismo,<br />

fueron emanando como hojas<br />

todas las letras,<br />

que al caer cual plumas<br />

de Sus alas,<br />

vertebraron la esencia<br />

desde lo sutil a lo denso.<br />

Por la secreta escala descendían,<br />

invisibles a los ojos impuros,<br />

lentamente,<br />

como la llama que abrasa<br />

al tronco y las ramas<br />

antes de incendiarse<br />

en el fuego oculto del otoño.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

205


Y al caer sobre el tapiz<br />

de la Tierra,<br />

quiso que el agua nutriera ese ser<br />

a Su imagen y semejanza.<br />

Sobre ese barro cocido<br />

sopló Su propio Espíritu,<br />

y así resucitó la llama<br />

de la conciencia, que aún balbucía<br />

bajo la nieve de la noche<br />

y su hálito de muerte en el invierno.<br />

Hombre llamó a aquella criatura.<br />

Y si del costado del Sol<br />

creó a la Luna,<br />

de una costilla de él<br />

moldeó a su planta par,<br />

para que al fusionarse<br />

como la noche y el día<br />

dieran a luz a las estrellas.<br />

"Mas si extraéis del árbol<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

206


el fuego oculto del fruto prohibido,<br />

él mismo os arrastrará<br />

a la morada donde arden<br />

-ateridos por el frío-<br />

el caos y el desorden,<br />

vagabundos de sentido".<br />

Y viendo con las águilas de Sus ojos<br />

que aquellas criaturas le desobedecerían,<br />

abrió Su boca,<br />

y de ella emanaron bandadas de pájaros<br />

para dejarles un recuerdo del Paraíso.<br />

Para que aquél que recordara<br />

uno a uno todos Sus nombres,<br />

rompiera la cárcel de la materia,<br />

y regresara en paz -alzando el vuelo-<br />

al Origen de su nido.<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

207


Alma de tu alma<br />

Mabel Naya Diez<br />

Alma de tu alma<br />

Cuantas veces la búsqueda ha guiado tu mirada<br />

acariciando el espacio, la poesía,<br />

Alma de tu alma<br />

hasta encontrarse a si misma, buscando.<br />

Cuantas veces me has mirado sin verme<br />

y en la distancia,<br />

tus ojos ya relajados…, han dado paso a otros ojos,<br />

esos que ven en la nada.<br />

Contemplación sin objeto, que libera la mirada,<br />

atrapada en los sentidos,<br />

ajena al tiempo,<br />

donde ahora puedes verme…<br />

Alma de tu alma<br />

Me reconoces???<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

208


no salgo de tu recuerdo,<br />

no me forma tu deseo,<br />

no me he creado en la nada.<br />

Ya estaba ahí,<br />

alma de tu alma<br />

la que escapa a tus recuerdos,<br />

la que no estará mañana,<br />

y volverás a buscarme,<br />

en el tiempo,<br />

en la calle,<br />

en el Parque,<br />

en tu mirada…..<br />

Y me mirarás sin verme, acariciando mi espalda<br />

buscándome mas adentro,<br />

en mi cuerpo,<br />

en mis manos,<br />

en mi cara…<br />

y te encontrarás a ti,<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

209


uscándote en mi mirada<br />

Y entrarás en mis ojos, con otros ojos<br />

y entrarás en mi alma<br />

y saltarás los espacios y el tiempo<br />

y llegarás hasta mi, ahí.<br />

Alma de mi alma<br />

VERSOS DEL SUR<br />

libros<br />

210


VERSOS DEL SUR

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