edición anual 2009 - Cámara de Comercio Argentino Austríaca

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caMaRa de coMeRcio aRGenTino auSTRiaca
entrevista
así. Sobre todo en el área multilateral,
políticamente hablando, hay una coincidencia
que me llama la atención entre
las posiciones de Austria y de la Argentina.
Cuando tengo que ir a la Cancillería,
siempre me sorprende que las posiciones
de ambos países sean tan similares
en lo relacionado con las políticas en el
marco de la ONU.
La cooperación y el trabajo que hemos
realizado desde la Embajada en conjunto
con la Cancillería y la Presidencia de
la Nación fueron fluidos y sin tropiezos.
Creo que uno de los factores que ayudó
en esto es la presencia en la Argentina
de Viktor Klima, ex Jefe de Gobierno
austríaco.
Tener relaciones personales fluidas con
autoridades oficiales es otro factor clave.
Las tenemos tanto mi secretaria como
yo. Y también tuvo un papel importante,
sin lugar a dudas, la posición que adoptamos
desde mi Embajada, por la cual
nosotros tratamos de adaptarnos a las
realidades argentinas. Y tengo que admitir
que en esto quizá también tuvimos
un poco de suerte.
¿Cuáles fueron los principales momentos
que le tocó vivir al frente de su
Embajada porteña?
En estos cinco años hubieron muchas
visitas de alto nivel. Estas visitas son en
realidad un espejo del estado de las relaciones
bilaterales.
Cuando hay un interés, hay visita, y
fueron incluso de muy alto nivel. Tanto
Néstor Kirchner como Cristina Fernández
de Kirchner estuvieron de visita
en Viena, y Cristina en particular en dos
ocasiones.
También recibimos la visita del Jefe de
Gobierno austríaco en la Argentina. Y
debo destacar la reunión que tuvo la
Presidenta Cristina Fernández con mi
Presidente Fischer en el marco de una
Cumbre de la ONU en 2008. Espero
que esta tendencia siga.
¿En qué quedó el Acuerdo de Doble
Imposición?
Hay que recordar que la Argentina decidió
renunciar al Acuerdo de Doble Imposición
en junio de 2008. Desde esta
renuncia y la consecuente derogación,
el Acuerdo de Doble Imposición tiene
que ser renegociado. Esa negociación
se basa sobre un contrato tipo elaborado
por la OCDE y será adaptado para
las especificidades de ambos países. Su
entrada en vigor dependerá obviamente
de la rapidez con la cual sea negociado,
aprobado, firmado y ratificado por ambos
países.
¿Qué destaca de sus cinco años como
Embajadora en la Argentina?
Algo que me interesó mucho y que
alenté fue la cooperación con la comunidad
judía argentina, una pieza clave
de mi trabajo en este período. Se trata
de un trabajo que comenzó con mi
predecesor, y que yo continué.
Además he trabajado prioritariamente
en el ámbito cultural. Austria es un
país pequeño. A nivel político su relativa
importancia se da a través de la
UE. Las relaciones comerciales siguen
siendo modestas.
Pero a nivel cultural es un país mucho
más importante de lo que sugiere su
pequeña superficie. Así intenté subrayarlo
durante mi gestión.
Y creo que la Cámara también lo captó,
porque está encarando proyectos
culturales, por ejemplo la refacción y
la reinauguración de la columna meteorológica
con vistas al Bicentenario
de la Argentina.
En lo cultural está el valor agregado
de la marca Austria. Para vender Austria
en la Argentina hay que trabajar
sobre el plano cultural, estoy convencida
de eso.
Si repasamos los últimos meses, hay
que destacar los eventos vinculados
con el Bicentenario de la muerte de
Haydn, con varios conciertos y una
exposición de fotos en la Bolsa de Comercio
de Buenos Aires.
La música clásica es el eje de las acciones
porque es el campo en el cual Austria
se destaca. Y hubo muchos conciertos
a lo largo de todo el año.
También hemos participado en otros
ámbitos: entre ellos, en arte contemporáneo,
en arquitectura, en cine y en
literatura (con un Congreso internacional
en Buenos Aires sobre el autor
judío-austríaco Jura Soyfer).
Quiero recalcar también que, en el plano
de la cooperación cultural, me desempeñé
en forma personal para hacer
aumentar la cantidad de becas. Yo
misma recibí una beca cuando era estudiante
y estuve en Venezuela. Pensé
que era mi turno de devolver lo que
recibí alguna vez.
En 2005 había solo dos becas para argentinos
en Austria. El año pasado, en
cambio, fueron catorce, en campos tan
diversos como la música, la medicina o
las carreras técnicas. |