Uganda: desde el lago Alberto, entre petróleo y rebeldes, Kampala ...

Uganda: desde el lago Alberto, entre
petróleo y rebeldes, Kampala decide su
futuro
Giandomenico Pumilia
22 octubre 2007

Uganda: desde el lago Alberto, entre petróleo y rebeldes,
Kampala decide su futuro
El descubrimiento de yacimientos de petróleo en el fondo del lago Alberto
contrapone el optimismo a la crisis energética del país. En el momento en
que las negociaciones de paz están buscando normalizar la situación, el
descubrimiento podría debilitar todavía más las relaciones con el vecino
congoleño.
Giandomenico Pumilia
La región de los grandes lagos se considera una de las zonas más violentas del continente
africano ya que fue el escenario de la llamada Guerra Mundial Africana (1998-2003) de la
cuál, aún hoy, pueden verse las profundas heridas que provocó. Es justamente en el 2003
cuando empezaron los lentos procesos para poner en marcha de nuevo la política y la
economía de los países afectados, entre los que se encontraba Uganda. Para Kampala está
aún viva la espinosa cuestión de los rebeldes Lord's Resistence Army (LRA) que se
instalaron en el territorio de la vecina República Democrática del Congo (RDC). La
economía del país está creciendo y el descubrimiento de nuevos yacimientos de petróleo
ofrece buenas perspectivas económicas además de hacer frente a las perdidas en la
producción del sector de la energía eléctrica. A finales de agosto, el Presidente ugandés
Yoweri Museveni y Agha Khan colocaron la primera piedra del dique del Bujagali (en las
cascadas, a lo largo del Nilo), la tercera del país, con el objetivo de hacer frente a la baja
producción de los otros dos diques ugandeses causada por el bajo nivel de agua del lago
Victoria, el lago tropical más importante del mundo, que ha alcanzado niveles mínimos
históricos.
Las nuevas perspectivas energéticas
Según la compañía Canadiense Heritage Oil & Gas, en el fondo del lago Alberto, conocido
en el pasado como lago Mobutu Sese Seko y siendo el séptimo lago africano por extensión,
se han descubierto importantes yacimientos petrolíferos, estimando la reserva en mil
millones de barriles. La Heritage Oil & Gas, compañía extractiva que se ha adjudicado los
derechos de explotación y extracción del crudo en la parte ugandesa del lago, posee terrenos
en Uganda desde hace más de diez años, y mantiene a través de su socio británico
Tullow Oil concesiones petrolíferas también en la parte congoleña del lago,
desencadenando polémicas por haber comprado terrenos durante los años de la guerra.
La Heritage, que comparte el 50% de las concesiones con la Tullow Oil, prevé iniciar la
producción de derivados del petróleo para los mercados locales antes del 2009 y exportar
crudo a través de un oleoducto hasta las costas de Kenya.
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Este importante descubrimiento ha provocado nuevas tensiones: de hecho, a finales de
julio, una unidad de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo
(FARDC) capturó a cuatro marines ugandeses acusados de haberse acercado demasiado al
margen occidental del lago Alberto de propiedad congoleña. El día uno de agosto la situación
empeoró por el ataque de los soldados de la FARDC contra una lancha de la Heritage, a la
que se acusaba de estar en aguas congoleñas. Como consecuencia del ataque un
ingeniero británico de la compañía fue asesinado mientras que en la contraofensiva del
ejército ugandés perdió la vida un soldado congoleño y uno ugandés resulto herido.
Con el descubrimiento, se ha asistido a un despliegue gradual de soldados de ambas partes
alrededor del lago y esto ha hecho crecer el temor a un verdadero conflicto que pondría en
peligro la estabilidad de la zona, como ya ha ocurrido muchas veces en África. En Nigeria y
Angola el petróleo ha sido la fuente de hostilidad y criminalidad en África. Situaciones críticas
se registran en Gabon, Guinea y Camerún donde los recursos petroleros se gestionan
según los intereses personales de la clase dirigente, perjudicando a las economías
nacionales.
Fronteras indefinidas y propiedades disputadas
A pesar de que los dirigentes se declaran seguros de no haber traspasado el límite,
respaldados por el sistema GPS, es necesario aclarar que la frontera, que divide en dos el
lago Alberto de norte a sur con sus 160 kilómetros, no ha sido nunca definida con precisión.
Por otra parte, los dos países se disputan la propiedad de la pequeña isla Rukawanzi
situada en la parte sur del lago. La isla ha pertenecido desde siempre a Uganda aunque sus
habitantes, cerca de un millón, son mayoritariamente congoleños. La propiedad de la isla,
verificable en los mapas coloniales, alegados a los acuerdos de 1915 entre Gran Bretaña y
Bélgica, despierta interés por su situación estratégica para las explotaciones petroleras.El
pasado 8 de septiembre el Presidente congoleño Kabila y su homologo ugandés Museveni
se reunieron en Arusha, Tanzania, en un tentativo de resolver definitivamente la cuestión de
las fronteras. El resultado fue posponer la resolución de la disputa hasta una negociación
oficial, a pesar de que las relaciones diplomáticas no se han normalizado desde la guerra
congoleña.El 24 de septiembre, otro enfrentamiento en las costas del lago provocó la muerte
de seis congoleños, entre ellos un soldado y un niño, y cinco heridos. La dinámica no ha
quedado clara y las acusaciones recíprocas han avivado el persistente nivel de tensión en el
área.
El diálogo con los rebeldes
En cuando a las relaciones de Kampala con los combatientes del LRA, después del 19 de
agosto por boca del ministro del interior, Ruhakana Rugunda, salió a la luz que el gobierno
quiere constituir un tribunal local especial para juzgar a los rebeldes responsables de
atrocidades contra la población civil de los distritos del Norte de Uganda. Rugunda dio a
conocer que una comisión gobernativa se trasladará a las zonas más castigadas por el
conflicto para conocer la opinión de las comunidades locales. Por otro lado, el ministro destacó
querer potenciar la reconciliación más que el castigo, y declaró que descarta, de momento, la
pena capital para castigar a los rebeldes.De hecho, el 29 de junio, en el marco de las
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negociaciones de paz de Juba, gobierno y rebeldes, firmaron un acuerdo según el cual el
tercero de los cinco puntos en la agenda de negociación exponía que las violaciones de los
derechos humanos perpetradas en el norte, también por el ejército, fueran perseguidas a
través de un nuevo cuadro jurídico o con el sistema judiciario tradicional conocido como
Mato Oput, practicado por la población Acholi (Cfr. Uganda: el proceso de paz y el desarrollo energético). A pesar de estas
declaraciones del gobierno los rebeldes insten en que las peticiones de arresto por parte de
la Corte Penal Internacional de La Haya, contra los dirigentes del movimiento armado, entre
ellos Joseph Kony, representa aún un obstáculo para el proceso de reconciliación. Al
mismo tiempo los representantes del LRA han declarado estar interesados en reunirse con
los diputados, tanto con los de la oposición como con los de la mayoría, que se han declarado
disponibles y entusiasmados.Lo que ha estropeado el clima de distensión y dialogo ha sido la
noticia del acuerdo entre Kampala y Kinshasa, según la cual los miembros del LRA
presentes en RDC (en la zona del parque de la Garamba) tendrían que dejar el territorio en
90 días, amenazados con ser expulsados a la fuerza. La noticia viene acompañada de
múltiples polémicas procedentes del LRA, que lo consideran una violación de lo decidido
durante las negociaciones de paz a Juba, mientras Kampala contesta al LRA la falta de
respeto por la orden de reagruparse en Sur de Sudan,en Ri-Kwangba.El ministro de
asuntos exteriores ugandés, Sam Kutesa, se quejó ante la 62° Asamblea General de las
Naciones Unidas, refiriéndose al proceso de paz que se desarrolla desde hace más de un
año con los rebeldes del LRA, de la extensión excesiva de estas reuniones y pidió a la
comunidad internacional presionar a los rebeldes para que cumplan las condiciones de los
acuerdos enumerados para acabar con la hostilidad.
Conclusiones
Las negociaciones de paz con los rebeldes del LRA están produciendo lentamente
resultados, o al menos da la sensación de que hay una voluntad de una verdadera
reconciliación. A pesar de que se prevén resultados eficaces, se teme que las negociaciones
se pospongan en la agenda política de Kampala para centrar la atención en la frágil situación
del lago Alberta y en los movimientos relativos de tropas en la zona. De hecho un
descubrimiento tan importante en términos de oportunidades económicas, podría
transformarse en una causa más de inestabilidad en la región de los Grandes
Lagos.Muchos proponen una colaboración entre Kapala y Kinshasa para resolver la cuestión
mediante la diplomacia, dando prioridad a la resolución de las disputas con las fronteras. Una
solución seria compartir los recursos petrolíferos: en esta línea se enmarca la noticia dada por
el ministro de asuntos exteriores Henry Okello Oryem la semana pasada, de que Kampala
está dispuesta a crear una comisión conjunta con la RDC para explotar y extraer petróleo a lo
largo de la frontera que parte en dos el lago Alberto, para así intentar calmar las relaciones
entre ambos países.
Traducción de Laura Casas
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