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Rinitis, sinusitis y alergia<br />
204<br />
Revista Alergia México 2009;56(6):204-16<br />
Artículo de revisión<br />
Blanca Estela del Río-Navarro,* Fernando Mitsutoshi Ito-Tsuchiya,** Benjamín Zepeda-Ortega***<br />
RESUMEN<br />
Los padecimientos alérgicos e infecciosos de la mucosa nasal representan dos de las enfermedades más frecuentes de las vías aéreas<br />
superiores crónicas en niños y adultos jóvenes. Son un problema de salud pública de gran magnitud debido a su alta prevalencia,<br />
lo que ocasiona gran presión asistencial en términos de consultas ambulatorias, deterioro significativo de la calidad de vida para el<br />
paciente y sus familiares; además, implica un fuerte impacto en la comunidad por los altos costos socioeconómicos que generan. Es<br />
indispensable conocer su fisiopatología para realizar el diagnóstico oportuno y con ello proporcionar el tratamiento adecuado para<br />
disminuir su recurrencia.<br />
Palabras clave: rinitis alérgica, sinusitis.<br />
ABSTRACT<br />
The allergic and infectious diseases of the nasal mucous represent two of the most frequent and chronic upper airways diseases in<br />
children and young adults. They are a public health problem of great magnitude due to the high prevalence that causes a great welfare<br />
pressure in terms of ambulatory consultations, significant deterioration of the quality of life so much for the patient who suffers them,<br />
like for the relatives and affect the community for the high socioeconomic costs that these generate. It is indispensable to know the<br />
physiopathology to be able to realize in time a suitable diagnosis and with it to offer a treatment adapted to diminish it recurrence.<br />
Key words: allergic rhinitis, sinusitis.<br />
La afección nasal y de los senos paranasales<br />
son enfermedades con alta prevalencia en la<br />
edad pediátrica que deterioran significativamente<br />
la calidad de vida de los pacientes. Su<br />
diagnóstico y tratamiento aún generan controversia, pues<br />
suelen superponerse diferentes factores desencadenantes,<br />
como agentes infecciosos, alérgicos y ambientales.<br />
* Alergóloga pediatra. Jefa del Departamento de Alergia e<br />
Inmunología Clínica Pediátrica, Hospital Infantil de México<br />
Federico Gómez.<br />
** Alergólogo pediatra. Puebla, Puebla.<br />
*** Alergólogo pediatra. Jefe de la División de Enseñanza e<br />
Investigación del Hospital para el Niño del Instituto Materno<br />
Infantil del Estado de México.<br />
Correspondencia: Dra. Blanca Estela del Río Navarro. Departamento<br />
de Alergia e Inmunología Clínica, Hospital Infantil de<br />
México Federico Gómez. Dr. Márquez 162, colonia Doctores,<br />
CP 06720, México, DF.<br />
Correo electrónico: blancadelrio@yahoo.com.mx<br />
Recibido: agosto, 2009. Aceptado: septiembre, 2009.<br />
Este artículo debe citarse como: Del Río-Navarro BE, Ito-Tsuchiya<br />
FM, Zepeda-Ortega B. Rinitis, sinusitis y alergia. Rev Alerg Mex<br />
2009;56(6):204-16.<br />
La versión completa de este artículo también está disponible en:<br />
www.nietoeditores.com.mx<br />
Debido a que la inflamación de los senos paranasales<br />
(sinusitis) es precedida, en la mayoría de los casos, por<br />
inflamación de la mucosa de la cavidad nasal (rinitis),<br />
es frecuente utilizar el término “rinosinusitis”.<br />
El predominio de enfermedades alérgicas se ha elevado<br />
considerablemente en los últimos 20 a 30 años, 1,2<br />
con el efecto de que ahora se les considera una carga<br />
importante dentro de las sociedades occidentales. Los<br />
síntomas principales de alergia en niños pequeños son<br />
dermatitis (eccema), alteraciones gastrointestinales y<br />
sibilancias, mientras que en los niños mayores predominan<br />
el asma, la rinitis y la conjuntivitis. 3 Es importante<br />
establecer el diagnóstico y tratamiento adecuados de la<br />
rinitis alérgica, porque su impacto se refleja en la calidad<br />
de vida y en el padecimiento de otras comorbilidades,<br />
como el asma.<br />
DEFINICIONES<br />
Rinitis<br />
Inflamación de la mucosa que reviste la nariz, que se<br />
distingue por uno o más de los siguientes síntomas: estornudo,<br />
prurito, rinorrea y obstrucción nasal. La rinitis<br />
frecuentemente se acompaña de síntomas que afectan las<br />
Revista Alergia México Volumen 56, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009
estructuras cercanas, como los ojos, los oídos, los senos<br />
paranasales y la garganta. 4<br />
Sinusitis<br />
Inflamación de la mucosa que reviste los senos paranasales,<br />
secundaria a procesos infecciosos o no infecciosos,<br />
caracterizada por descarga nasal (anterior o posterior,<br />
que puede ser hialina o mucopurulenta), halitosis, tos<br />
persistente, obstrucción nasal, dolor o presión facial,<br />
cefalea y alteraciones olfatorias.<br />
El uso de los términos sinusitis y rinosinusitis ha generado<br />
gran controversia. El término “sinusitis” sugiere<br />
que la enfermedad es la manifestación de un proceso<br />
infeccioso en los senos paranasales, mientras que el de<br />
“rinosinusitis” indica que la mucosa nasal y sinusal se<br />
encuentran afectadas simultáneamente por un proceso<br />
inflamatorio. 5,6<br />
Clasificación<br />
La rinitis se clasifica, por evolución y origen, como se<br />
muestra en el cuadro 1, mientras que la sinusitis, como<br />
se indica en el cuadro 2.<br />
RINITIS ALÉRGICA<br />
Definiciones<br />
Hipersensibilidad alérgica<br />
Conjunto de signos y síntomas reproducibles objetivamente,<br />
iniciados por la exposición a un estímulo definido<br />
a una dosis tolerada por sujetos sanos.<br />
Atopia<br />
Tendencia personal o familiar de producir anticuerpos<br />
IgE en respuesta a bajas dosis de alergenos, habitualmente<br />
proteínas, expresando síntomas típicos de asma,<br />
rinoconjuntivitis o eccema.<br />
Rinitis alérgica<br />
Inflamación crónica de la mucosa nasal que resulta de<br />
alguna reacción de hipersensibilidad mediada inmunológicamente<br />
por IgE, con la subsiguiente liberación de<br />
mediadores inflamatorios, activación y reclutamiento<br />
celular en respuesta a la exposición a ciertos alergenos<br />
(polen, moho, epitelio de animales o ácaros del<br />
polvo). 7<br />
Revista Alergia México Volumen 56, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009<br />
Rinitis, sinusitis y alergia<br />
Epidemiología<br />
La rinitis alérgica es una enfermedad con elevada<br />
prevalencia, que se ha incrementado en los países industrializados<br />
en las últimas décadas. Sin embargo, son<br />
pocos los estudios epidemiológicos efectuados en la<br />
población infantil y los factores de riesgo aún no están<br />
bien establecidos. 8,9 Por ello y con la finalidad de conocer<br />
la prevalencia de diferentes enfermedades alérgicas<br />
en la infancia, se creó un protocolo de investigación<br />
internacional denominado: Estudio Internacional sobre<br />
Asma y Alergias en la Infancia (The International Study<br />
of Asthma and Allergies in Childhood, por sus siglas en<br />
inglés, ISAAC), 10,11 que constituye una investigación<br />
epidemiológica en todo el mundo de las tres enfermedades<br />
alérgicas más frecuentes en la población infantil:<br />
asma, rinitis alérgica y eccema atópico, mediante una<br />
metodología común, desarrollada en tres fases. En la<br />
fase I se midió la prevalencia de los síntomas en la<br />
población de referencia, constituida por los niños de 6<br />
a 7 y de 13 a 14 años de edad, respectivamente. En la<br />
fase II se realizaron pruebas diagnósticas y en la fase<br />
III se volvió a determinar la prevalencia de los síntomas<br />
alérgicos para estimar la tendencia temporal después de<br />
cinco años.<br />
La prevalencia en Europa es de 15%, en Estados<br />
Unidos entre 18 y 30%, en Australia de 35% y en México<br />
se estima una prevalencia de 5.5% para los grupos<br />
estudiados. 12,13<br />
La rinitis alérgica y el asma son enfermedades comórbidas:<br />
un alto porcentaje de pacientes con rinitis<br />
(20-40%) tiene asma, mientras que 30 a 50% de los casos<br />
con asma tiene rinitis. Se ha sugerido que el tratamiento<br />
óptimo de la rinitis puede prevenir o retrasar la aparición<br />
del asma y disminuir la enfermedad existente.<br />
La prevalencia de rinitis alérgica incluye síntomas<br />
de rinoconjuntivitis en 8.5% de los pacientes escolares<br />
de todo el mundo. En México la prevalencia general de<br />
rinoconjuntivitis en pacientes escolares es de 11.6%,<br />
sobre todo en el Distrito Federal (17.2%), Villahermosa<br />
(13.9%) y Mérida (13.5%). Mientras que la prevalencia<br />
global de síntomas de rinitis en el mismo grupo es de<br />
30.3%, principalmente en el Distrito Federal (centro:<br />
46% y norte: 42%), Villahermosa (32.4%) y Mérida<br />
(38.8%). En adolescentes de todo el mundo se estimó la<br />
prevalencia de síntomas de rinoconjuntivitis en 12 meses<br />
205
Del Río Navarro BE y col.<br />
Cuadro 1. Clasificación de la rinitis<br />
Tiempo de evolución Rinitis aguda: menos de 14 días<br />
Rinitis crónica: más de 14 días<br />
Origen Rinitis alérgica<br />
Origen<br />
• Mediada por IgE<br />
• No mediada por IgE (eosinófilos)<br />
Periodicidad<br />
• Intermitente (antes estacional)<br />
• Persistente (antes perenne)<br />
Gravedad<br />
• Leve<br />
• Moderada-grave<br />
206<br />
Rinitis no alérgica<br />
Infecciosa<br />
• Aguda: viral, bacteriana.<br />
• Crónica: difteria, Klebsiella, bacilo de la tuberculosis, bacilo de Hasen (lepra),<br />
agentes micóticos (Mucor, Aspergillus, etc.).<br />
No infecciosa<br />
• Vasomotora (neurogénica o idiopática).<br />
• No alérgica con eosinofilia.<br />
• Ocupacional: químicos, polvos industriales, contaminación.<br />
• Hormonal: pubertad, embarazo, enfermedad tiroidea.<br />
• Inducida por medicamentos: antinflamatorios no esteroides, ácido acetilsalicílico,<br />
antihipertensivos, descongestionantes tópicos, estrógenos orales, cocaína.<br />
• Asociada con alteraciones inmunológicas: síndrome de Churg-Strauss, lupus eritematoso<br />
sistémico, síndrome de Sjogren, sarcoidosis, granulomatosis de Wegener.<br />
• Alteraciones anatómicas: desviación septal, poliposis, hipertrofia adenoidea, atresia de<br />
coanas, neoplasias, cuerpo extraño.<br />
• Alteraciones genéticas: fibrosis quística, síndrome de discinesia ciliar primaria.<br />
• Procesos atróficos: adultos mayores con complicaciones posquirúrgicas o posradioterapia.<br />
• Alteración del sentido del gusto (asociado con alimentos picantes o especias).<br />
Modificado de: Quillen DM, Feller DB. Diagnosing rhinitis: allergic vs non allergic. Am Fam Physician 2006;73:1583-90.<br />
Cuadro 2. Clasificación de la sinusitis<br />
Tiempo de evolución<br />
• Aguda: menos de 30 días (menos de cuatro semanas),<br />
con curación completa de los síntomas.<br />
• Aguda recurrente: cuatro o más episodios por año,<br />
al menos de siete días de duración, sin signos<br />
ni síntomas entre los episodios.<br />
• Subaguda: 30 a 90 días (entre cuatro a doce semanas,<br />
pero menos de tres meses), en ocasiones hasta 120 días.<br />
• Crónica: entre 90 y 120 días (más de 12 semanas).<br />
• Exacerbación de la sinusitis crónica: síntomas por más<br />
de tres meses, con episodios de agudización<br />
Recurrente<br />
• Pacientes que mejoran su estado con el tratamiento,<br />
pero experimentan múltiples episodios.<br />
Resistente<br />
• Pacientes que no responden con el tratamiento convencional<br />
Complicada<br />
• Complicación local o general en cualquier fase.<br />
de 14.6%, más alta en África (18%) y América Latina<br />
(17.3%), y baja en el norte y este de Europa (9.2%).<br />
En México la prevalencia general de rinoconjuntivitis<br />
en adolescentes es de 15.4%, sobre todo en Mexicali<br />
(28.1%), Villahermosa (17.7%), Mérida (15.7%) y<br />
Distrito Federal (centro 14.7%). La prevalencia global<br />
de síntomas de rinitis en adolescentes es de 30.3%.<br />
En México fue más alta en Mexicali (41.3%), Mérida<br />
(39.7%), Villahermosa (39.5%) y Distrito Federal (centro<br />
35.3%, norte 29.5%). 14<br />
Fisiopatología (figura 1)<br />
La reacción alérgica se inicia a partir de la inhalación de un<br />
alergeno, que al ponerse en contacto con la mucosa nasal se<br />
encuentra con las células dendríticas, las cuales lo fagocitan<br />
y procesan. Los antígenos procesados son presentados a las<br />
Revista Alergia México Volumen 56, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009
Figura 1. Fisiopatología de la rinitis alérgica. 15,16<br />
células T cooperadoras a través de un mecanismo en el que<br />
intervienen el complejo mayor de histocompatibilidad de<br />
clase II de la célula dendrítica y el receptor de las células<br />
T. El linfocito Th2, por medio de las interleucinas IL-4 e<br />
IL-13, estimula la secreción de IgE.<br />
La respuesta linfocitaria varía según el tipo de citocina<br />
que produce. El linfocito Th1 secreta, básicamente:<br />
IL-2, interferón gamma (INF-γ) y factor de necrosis<br />
tumoral (TNF). El linfocito Th2 secreta: IL-4, IL-5, IL-6,<br />
IL-9, IL-10 e IL-13 y promueve la síntesis y secreción<br />
de IgE, mientras que los Th1 la inhiben. 15,16<br />
Reacciones de fase temprana (figura 2)<br />
Las manifestaciones clínicas de la rinitis alérgica corresponden<br />
a una reacción de hipersensibilidad tipo I.<br />
Al principio, cuando un paciente sensibilizado se pone<br />
en contacto con el alergeno correspondiente, la IgE<br />
específica lo capta y forma un complejo que se une a<br />
los receptores de alta afinidad de las células cebadas y<br />
de los basófilos, donde se explica en forma didáctica la<br />
secuencia de la liberación de mediadores preformados,<br />
mediadores secundarios derivados del ácido araquidónico<br />
y citocinas.<br />
En la fase temprana la liberación de histamina y<br />
otros mediadores provocan el estornudo, prurito nasal y<br />
rinorrea. Las fibras nerviosas del sistema parasimpático<br />
Revista Alergia México Volumen 56, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009<br />
Rinitis, sinusitis y alergia<br />
secretan acetilcolina, sustancia que estimula la actividad<br />
glandular. Las cininas son potentes vasodilatadores que<br />
originan edema y dolor local.<br />
Reacciones de fase tardía (figura 3)<br />
Se manifiesta 3 a 12 horas después de la exposición<br />
al alergeno. Se distingue por acumulación de células<br />
inflamatorias en la mucosa nasal, que desde el punto<br />
de vista clínico se caracteriza por congestión nasal. Al<br />
inicio aumenta la concentración periférica de neutrófilos,<br />
eosinófilos y linfocitos T, y después de 96 horas sólo<br />
persiste la eosinofilia y linfocitosis.<br />
Las citocinas secretadas por los linfocitos Th2 mantienen<br />
y amplifican el fenómeno inflamatorio en la vía<br />
respiratoria. La IL-5 estimula la acumulación de eosinófilos<br />
y su activación, e inhibe la apoptosis. La IL-4<br />
e IL-13 estimulan la secreción de RANTES, eotaxina,<br />
cofactor proteínico de membrana y el factor quimiotáctico<br />
de los eosinófilos en los fibroblastos. Estas células<br />
tienen receptores para IgE, que al activarse promueve<br />
la degradación de la membrana plasmática con la subsiguiente<br />
síntesis de leucotrienos y prostaglandinas. Los<br />
leucotrienos atraen eosinófilos al sitio de la inflamación,<br />
facilitan la permeabilidad capilar, aumentan el edema<br />
y la secreción de las glándulas mucosas, y potencian la<br />
acción de las cininas. 17<br />
207
Del Río Navarro BE y col.<br />
Figura 2. Reacción de fase temprana en la rinitis alérgica.<br />
Figura 3. Reacción de fase tardía en la rinitis alérgica.<br />
Los radicales libres de oxígeno producidos por los<br />
eosinófilos, como el anión superóxido y el peróxido de<br />
hidrógeno, dañan el epitelio y promueven la reacción<br />
208<br />
inflamatoria intensa, que provoca la hiperactividad nasal<br />
distintiva a través de la secreción de diversas sustancias<br />
por las células implicadas en la reacción inflamatoria,<br />
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principalmente la proteína básica mayor, proteína catiónica,<br />
peroxidasa y neurotoxina de los eosinófilos.<br />
Estas proteínas dañan el epitelio de la vía respiratoria e<br />
incrementan su actividad al exponer las fibras nerviosas<br />
locales por la destrucción del epitelio protector; además,<br />
la producción de endopeptidasa neutral se interrumpe y,<br />
debido a que los neuropéptidos secretados por las fibras<br />
nerviosas no pueden degradarse, el efecto inflamatorio<br />
se prolonga de manera indefinida.<br />
La infiltración de diferentes células, primordialmente<br />
de los eosinófilos y de diversas citocinas, provoca la<br />
obstrucción nasal. 17<br />
Clasificación<br />
Según la Iniciativa de Rinitis Alérgica y su Impacto en<br />
el Asma (Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma,<br />
ARIA), desarrollada en conjunto con la Organización<br />
Mundial de la Salud (OMS), la clasificación se basa en<br />
la intensidad de los síntomas (leve, moderada-grave),<br />
tiempo de manifestación (intermitente, persistente) y<br />
calidad de vida de los pacientes (cuadro 3).<br />
Cuadro 3. Clasificación ARIA de la rinitis alérgica. Tiempo de<br />
manifestación, intensidad y calidad de vida 18<br />
Intermitente<br />
Síntomas que duran menos de<br />
cuatro días a la semana<br />
Leve<br />
No interfiere con el sueño<br />
No interfiere con las actividades<br />
diarias, deportivas,<br />
recreativas, laborales y escolares<br />
Persistente<br />
Síntomas que duran más de<br />
cuatro días a la semana<br />
Moderada-grave (uno o más)<br />
Interfiere con el sueño<br />
Interfiere con las actividades<br />
diarias, deportivas y recreativas<br />
Dificultades laborales y escolares<br />
La rinitis alérgica se subdividió previamente, con base<br />
en la duración de la exposición, en estacional, perenne<br />
y ocupacional; sin embargo, esta subclasificación no es<br />
del todo satisfactoria. 18,19<br />
Diagnóstico<br />
La historia clínica y la exploración física (el rascado<br />
frecuente de la nariz “saludo alérgico” o las gesticulaciones<br />
faciales para aliviar el prurito nasal, los círculos<br />
periorbitales obscuros llamados “ojeras alérgicas” indican<br />
estasis venosa y linfática crónica en esa región,<br />
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Rinitis, sinusitis y alergia<br />
secundaria al edema crónico de la vía aérea, manifestaciones<br />
de otras enfermedades alérgicas, como asma,<br />
dermatitis atópica o alergia a alimentos) son la piedra<br />
angular para el diagnóstico de rinitis alérgica; aunado<br />
a esto, en la práctica pediátrica serían útiles la determinación<br />
de IgE sérica total y la biometría hemática para<br />
valorar la concentración de eosinófilos (la cuenta de más<br />
de 500 eosinófilos totales es sugerente de enfermedad<br />
alérgica, siempre y cuando se descarten otras causas de<br />
eosinofilia [parasitosis]). Al obtener estos datos, el paso<br />
siguiente es referir al paciente con el alergólogo pediatra<br />
para efectuarle pruebas diagnósticas específicas.<br />
El antecedente familiar aporta datos importantes de la<br />
enfermedad alérgica. Estudios prospectivos han demostrado<br />
que si un familiar en primer grado (padre, madre<br />
o hermano) padece alergia, existe posibilidad de 40 a<br />
60% de que su hijo sea alérgico. Si ambos padres son<br />
alérgicos, la posibilidad de padecer alguna enfermedad<br />
alérgica se incrementa entre 60 y 80%.<br />
Los pacientes preescolares padecen frecuentemente<br />
alergia relacionada con alergenos intradomiciliarios,<br />
como ácaros del polvo, mohos y epitelios de animales; la<br />
alergia a pólenes requiere, por lo menos, dos temporadas<br />
de exposición para inducir los síntomas relacionados. En<br />
escolares, la alergia al polen es común, aunque puede<br />
ocurrir más tempranamente. La alergia a alimentos es<br />
una causa poco común de rinitis alérgica; no obstante,<br />
puede haber reactividad nasal con algún alimento, como<br />
los síntomas producidos por anafilaxia. Además de los<br />
alergenos, existen sustancias irritantes que incrementan<br />
el proceso inflamatorio en la vía aérea. Es importante<br />
interrogar acerca de tabaquismo pasivo, contacto con<br />
humo de leña o carbón, gases relacionados con el uso<br />
de estufas, vapores de cloro en albercas, pinturas, solventes,<br />
insecticidas, perfumes, aromatizantes, polvos<br />
derivados de la construcción u otras sustancias volátiles<br />
cercanas.<br />
La mucosa nasal se explora mediante rinoscopia anterior,<br />
cuyos hallazgos más importantes son inflamación,<br />
coloración rosa-pálido y puentes de secreción hialina. Sin<br />
embargo, esta apariencia característica puede reemplazarse<br />
por otra menos clásica, como una mucosa que parece<br />
estar sana, en ocasiones eritematosa, con secreciones<br />
espesas, algunas veces amarillentas o verdosas, y puede<br />
o no haber infección de las vías aéreas superiores.<br />
209
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Los niños con enfermedad nasal crónica pueden<br />
experimentar disfunción de la trompa de Eustaquio,<br />
secundaria a edema e inflamación en el orificio tubario.<br />
Con frecuencia se observan membranas timpánicas opacas,<br />
con poco movimiento a la neumatoscopia y líquido<br />
sugerente de otitis concomitante. 20<br />
El cuadro 4 muestra el diagnóstico diferencial para<br />
rinitis alérgica, según el grupo etario, y la figura 4 señala<br />
las causas de rinitis no alérgica y su tratamiento.<br />
Fármacos asociados con rinitis<br />
1. Analgésicos: antinflamatorios no esteroides, aspirina.<br />
2. Antihipertensivos: inhibidores de la enzima convertidora<br />
de angiotensina, amiodarona, b-bloqueadores.<br />
3. Psicotrópicos: risperidona, clorpromazina, amitriptilina.<br />
4. Inhibidores de la fosfodiesterasa-5: sildenafil,<br />
tadalifil, verdenafil.<br />
5. Otros: cocaína, gabapentina.<br />
Tratamiento<br />
El tratamiento de la rinitis alérgica se orienta a restaurar<br />
la función nasal, el paso aéreo, controlar las secreciones,<br />
corregir las alteraciones estructurales e infecciosas y<br />
evitar complicaciones y secuelas.<br />
A continuación se resumen los medicamentos para el<br />
control de la rinitis alérgica. 21,22<br />
Cuadro 4. Diagnóstico diferencial por grupo de edad<br />
Hasta 1 año de edad Rinitis infecciosa: infección de las vías aéreas superiores, sinusitis, sífilis, Chlamydia.<br />
Rinitis alérgica: alergenos intramuros, alergia a alimentos.<br />
Rinitis no alérgica: irritativa, obstructiva (trisomía 21, atresia de coanas), tumores (encefalocele, meningocele),<br />
enfermedad por reflujo gastroesofágico, química.<br />
1 a 3 años de edad Rinitis infecciosa: infección de las vías aéreas superiores, sinusitis, síndrome de discinesia ciliar.<br />
Rinitis alérgica: alergenos intra y extramuros, alergia a alimentos.<br />
Rinitis no alérgica: irritativa, obstructiva (hipertrofia adenoidea y de cornetes, cuerpo extraño), enfermedad<br />
por reflujo gastroesofágico.<br />
3 a 12 años de edad Rinitis infecciosa: infección de las vías aéreas superiores, sinusitis, síndrome de discinesia ciliar.<br />
Rinitis alérgica: alergenos intra y extramuros.<br />
Rinitis no alérgica: cambios térmicos, del gusto, reflejo (sol), irritativa, medicamentosa (descongestivos<br />
tópicos), obstructiva (hipertrofia adenoidea y de cornetes, cuerpo extraño, pólipos), tumores.<br />
12 a 18 años de edad Rinitis infecciosa: infección de las vías aéreas superiores, sinusitis.<br />
Rinitis alérgica: alergenos intra y extramuros.<br />
Rinitis no alérgica: cambios térmicos, del gusto, reflejo, irritativa, medicamentosa (cocaína), idiopática<br />
(vasomotora), obstructiva (hipertrofia adenoidea y de cornetes, pólipos, desviación septal), tumoral<br />
(angiofibroma).<br />
210<br />
Antihistamínicos<br />
Los antagonistas de receptores de histamina H1 constituyen<br />
una alternativa útil y práctica en el control de los<br />
síntomas de la rinitis, sobre todo la rinorrea, el prurito<br />
y los estornudos; sin embargo, no son tan efectivos para<br />
disminuir la congestión nasal. 23<br />
Cada grupo de antihistamínicos tiene características<br />
farmacológicas diferentes, según su farmacocinética,<br />
vida media y efectos secundarios. Éstos se clasifican<br />
en antihistamínicos de primera generación (bromfeniramina,<br />
clorfeniramina, clorpiramina, difenhidramina<br />
e hidroxicina), que al atravesar la barrera hematoencefálica<br />
producen sedación; por tanto, su prescripción<br />
tiene reservas en pacientes sensibles a dichas sales; y<br />
antihistamínicos de segunda generación: azelastina,<br />
cetirizina, ebastina, loratadina, terfenadina. Entre los<br />
fármacos más recientes se encuentran: fexofenadina,<br />
desloratadina y levocetirizina.<br />
El poco efecto sedante de estos fármacos, así<br />
como la facilidad de administración (cada 12 a 24<br />
h), los ha colocado como un método terapéutico<br />
importante. 24<br />
Descripción de la actividad y farmacocinética de los antihistamínicos<br />
H1 Mecanismo de acción: los agonistas inversos (antagonistas)<br />
del receptor H se indican preferentemente por<br />
1<br />
su estado inactivo.<br />
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Figura 4. Rinitis no alérgica.<br />
Rinitis no alérgica<br />
Inflamatoria Inducida por fármacos No inflamatoria<br />
RNASE Irritante/ocupacional<br />
Esteroides tópicos Evitar exposición<br />
Descongestivos<br />
Antihistamínicos<br />
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Rinitis, sinusitis y alergia<br />
Atrófica Vasomotora Hormonal Rinitis medicamentosa<br />
Debridación Bromuro de ipratropio Cromonas Régimen de retiro<br />
Lavados Considerar corticoesteroides del descongestivo con<br />
Antibióticos cobertura de corticoesteroides<br />
tópicos<br />
Farmacocinética: en los antihistamínicos de primera<br />
generación no se ha estudiado óptimamente la farmacocinética<br />
en adultos sanos ni en niños. Los de segunda<br />
generación se han estudiado ampliamente en ambos<br />
grupos (cuadro 5).<br />
Entre los efectos adversos se incluyen: cefalea, somnolencia,<br />
fatiga, nerviosismo, erupción cutánea, dolor<br />
abdominal, hipercinesia.<br />
Descongestivos<br />
La congestión nasal es el síntoma más común en los<br />
pacientes con rinitis alérgica y el de más difícil control.<br />
Los simpaticomiméticos tópicos se clasifican, según<br />
su efecto, en corta o larga duración. Entre los primeros<br />
se encuentran la efedrina, nefazolina, fenilefrina y tetrahidrozolina;<br />
mientras que los segundos incluyen la<br />
oximetazolina y xilometazolina.<br />
Su efecto ocurre en pocos minutos y puede durar hasta<br />
12 horas; sin embargo, su consumo excesivo produce un<br />
rebote vasoconstrictor, después de ingerirlos por más de<br />
cinco a siete días. No deben indicarse en niños menores<br />
de dos años, adultos hipertensos ni en ancianos.<br />
Los descongestivos orales más comunes son efedrina,<br />
pseudoefedrina (no disponible en México) y<br />
fenilpropanolamina, generalmente en combinación con<br />
antihistamínicos o antinflamatorios. Tienen adecuado<br />
efecto descongestivo, pero sus efectos secundarios<br />
(excitación o depresión del sistema nervioso central,<br />
insomnio, somnolencia, alucinaciones, cefalea, taquicardia,<br />
anorexia, exantema, sequedad de boca y nariz,<br />
retención urinaria) limitan, en ocasiones, su prescripción.<br />
25<br />
Corticoesteroides<br />
Representan el tratamiento de elección en los pacientes<br />
con rinitis alérgica, pues su efecto principal consiste en<br />
modificar la síntesis proteica y de esta forma ejercer<br />
su acción antinflamatoria. La eficacia de los corticoesteroides<br />
tópicos es excelente, porque disminuyen<br />
los síntomas nasales (congestión) y los resultados son<br />
superiores al compararlos con los antihistamínicos. Los<br />
corticoesteroides tópicos son inocuos, universalmente,<br />
y los efectos secundarios son, en específico, locales<br />
(irritación, epistaxis y candidiasis en las mucosas), con<br />
211
Del Río Navarro BE y col.<br />
Cuadro 5. Farmacocinética de los antihistamínicos H 1<br />
212<br />
Anti-H 1<br />
Concentración<br />
máxima<br />
Eliminación terminal<br />
vida media (h)<br />
Eliminación sin<br />
cambios en orina/<br />
heces (%)<br />
Interacciones clínicas<br />
relevantes con<br />
otros fármacos<br />
Inicio/duración<br />
de acción<br />
Clorfenamina 2.8 ± 0.8 27.9 ± 8.7 n/a Posible 3/24<br />
Difenhidramina 1.7 ± 1.0 9.2 ± 2.5 n/a Posible 2/12<br />
Hidroxicina 2.1 ± 0.4 20.0 ± 4.1 n/a Posible 2/24<br />
Cetirizina 1.0 ± 0.5 6.5-10 60/10 Poco probable 1/≥24<br />
Desloratadina 1-3 27 41/47 Poco probable 2/≥24<br />
Fexofenadina 2.6 14.4 11/80 Poco Probable 2/24<br />
Ebastina 2.6-5.7 10.3-19.3 75-95/0 n/a 2/≥24<br />
Levocetirizina 0.8 ± 0.5 7 ± 1.5 86/13 Poco probable 1/>24<br />
Loratadina 1.2 ± 0.3 (1.5 ± 0.7) 7.8 ± 4.2 (24 ± 9.8) trazas Poco probable 2/24<br />
Azelastina 5.3 ± 1.6 22-27.6 2(3)/0 No 0.5/12<br />
Olopatadina 0.5 7.1-9.4 59.73/n/a No 0.25/12<br />
2 a 6% en la mayor parte de las series reportadas. 26 Los<br />
corticoesteroides tópicos nasales incluyen: acetónido de<br />
triamcinolona, budesonida y propionato de fluticasona;<br />
entre los más recientes se encuentran: furoato de mometasona,<br />
ciclesonida y furoato de fluticasona.<br />
Antagonistas de leucotrienos<br />
Los antagonistas de cisteinil-leucotrienos se han postulado<br />
como coadyuvantes en el control de los síntomas<br />
de rinitis alérgica, sobre todo en combinación con antihistamínicos<br />
de segunda generación. Los antagonistas<br />
de cisteinil-leucotrienos disminuyen la hiperreactividad<br />
nasal y son eficaces en el tratamiento de pacientes con<br />
poliposis nasal y rinosinusitis. 27 Los antagonistas de<br />
leucotrienos comprenden montelukast, pranlukast y<br />
zafirlukast; mientras que los inhibidores de leucotrienos,<br />
incluyen a zileutón (no disponible en México).<br />
Inmunoterapia<br />
Consiste en la administración repetida y controlada<br />
de alergenos específicos para pacientes con padecimientos<br />
donde está implicada la IgE, en quienes se<br />
reduce la gravedad de la enfermedad con la exposición<br />
espontánea a los alergenos. En conjunto con el control<br />
ambiental, son las únicas intervenciones capaces de<br />
reducir, a largo plazo, los síntomas de las enfermedades<br />
alérgicas. Algunos estudios demuestran la eficacia de<br />
la inmunoterapia en la reducción de la evolución de<br />
rinitis a asma.<br />
Control ambiental<br />
Educar al paciente y a su familia acerca de la exposición<br />
a los alergenos es un aspecto fundamental en el<br />
tratamiento de la rinitis alérgica (figura 5). Desafortunadamente,<br />
en muchas ocasiones es difícil y poco práctico.<br />
Evitar el ejercicio al aire libre durante las estaciones de<br />
polinización (primavera-verano), el contacto estrecho<br />
con mascotas y la limpieza adecuada del hogar son medidas<br />
útiles que el paciente debe conocer y llevar a cabo<br />
para obtener resultados satisfactorios en el tratamiento<br />
de su enfermedad.<br />
Intermitente<br />
leve<br />
Intermitente<br />
moderadagrave<br />
Persistente<br />
leve<br />
Corticoesteroides tópico nasal<br />
Cromona tópica<br />
Antagonistas del receptor cis-LT 1 por vía oral<br />
Antihistamínico H 1 no sedante, oral o tópico<br />
Persistente<br />
moderadagrave<br />
Descongestionante tópico nasal (menos de 10 días) u oral<br />
Evitar el contacto con alergenos e irritantes<br />
Valorar la inmunoterapia<br />
Figura 5. Esquema de tratamiento de la rinitis alérgica según<br />
ARIA.<br />
Revista Alergia México Volumen 56, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009
SINUSITIS<br />
Los niños manifiestan, en promedio, entre seis y ocho<br />
infecciones de las vías aéreas respiratorias superiores<br />
por año, de las cuales 5 a 10% se complican con rinosinusitis<br />
(alteración común en la práctica pediátrica y<br />
otorrinolaringológica).<br />
En la mayoría de los casos es difícil diferenciar entre<br />
alguna infección viral de las vías aéreas superiores y<br />
la rinosinusitis aguda. Los niños pueden sufrir rinosinusitis<br />
crónica cuando falla el tratamiento médico<br />
convencional.<br />
Los senos paranasales corresponden a cavidades<br />
neumáticas alrededor de la cavidad nasal, constituidos<br />
por cuatro componentes anatómicos: seno maxilar, etmoidal,<br />
esfenoidal y frontal (dos en número par [frontal y<br />
maxilar] y dos cavidades únicas [etmoidal y esfenoidal]),<br />
cuya forma, tamaño y extensión son diferentes en cada<br />
individuo. El desarrollo y neumatización de los senos<br />
paranasales varían según la edad del paciente: desde<br />
el nacimiento existen los senos maxilares y etmoidal;<br />
al año inicia la neumatización de los senos frontales y<br />
finaliza entre los seis y ocho años; mientras que el seno<br />
esfenoidal inicia su neumatización a los tres y finaliza<br />
a los 12 años de edad.<br />
La fisiología de los senos paranasales depende del<br />
adecuado drenaje de las secreciones, mediante la permeabilidad<br />
del ostium u orificios de drenaje, integridad<br />
del aclaramiento mucociliar y calidad de las secreciones<br />
mucosas. La mucosa de los senos paranasales está<br />
constituida por epitelio ciliar columnar estratificado,<br />
glándulas submucosas y células caliciformes. Las<br />
glándulas submucosas producen una capa de moco<br />
superficial que contiene inmunoglobulinas y proteínas<br />
específicas y no específicas, como lactoferrina, con<br />
potente acción bactericida. Las bacterias o sustancias<br />
extrañas atrapadas en el revestimiento superficial<br />
del moco se transportan por aclaramiento mucociliar<br />
hacia el ostium, donde drenan su contenido dentro de<br />
la cavidad nasal, con la eliminación posterior hacia la<br />
nasofaringe. 28<br />
La sinusitis es mejor conocida como rinosinusitis,<br />
pues la cavidad nasal suele estar afectada; incluso, existe<br />
la tendencia actual de reemplazar el término de sinusitis<br />
por rinosinusitis. Es la inflamación de la mucosa de las<br />
Revista Alergia México Volumen 56, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009<br />
Rinitis, sinusitis y alergia<br />
fosas nasales y de los senos paranasales, secundaria a<br />
procesos infecciosos y no infecciosos. La mayor parte<br />
de las infecciones virales provoca sinusitis bacteriana<br />
(80%), mientras que el componente alérgico es significativo<br />
en el resto de los casos (20%). 29<br />
Epidemiología<br />
La rinosinusitis representa una alteración con un alto<br />
y claro incremento en su prevalencia. Entre los padecimientos<br />
alérgicos y virales de la vía aérea superior,<br />
la rinosinusitis constituye una de las alteraciones más<br />
frecuentes del aparato respiratorio. Actualmente, México<br />
no cuenta con datos estadísticos que refieran la incidencia<br />
de este padecimiento, mientras que los reportes<br />
del Centro Nacional de Estadística de Salud de Estados<br />
Unidos indicaron que la sinusitis fue el padecimiento<br />
más frecuente que afectó a 31.2 millones de individuos<br />
en 1985 y aumentó a 50 millones en 1993. 30<br />
Fisiopatología<br />
La sinusitis es un proceso inflamatorio que afecta la<br />
membrana mucosa de uno o más senos. La rinosinusitis<br />
aguda es generalmente precedida por la inflamación<br />
inducida por alguna infección viral en los senos; entre 5<br />
y 10% de las infecciones de las vías aéreas superiores en<br />
los niños evoluciona a rinosinusitis aguda. El crecimiento<br />
y la debilidad inmunológica de la membrana mucosa<br />
y el bloqueo del seno por la infección viral son factores<br />
que se piensa causan sobreinfección bacteriana del<br />
seno paranasal estéril, sobre todo por microorganismos<br />
locales. La rinosinusitis crónica se origina por alguna<br />
alteración en la ventilación y el drenaje de los senos,<br />
secundario al bloqueo osteomeatal del meato medio,<br />
que produce cambios inflamatorios en la mucosa nasal<br />
de los senos paranasales.<br />
Los mecanismos patológicos que originan que la<br />
rinosinusitis se convierta en un evento crónico son la<br />
disfunción mucociliar, mucostais, hipoxia consecutiva<br />
y descarga de productos microbianos.<br />
El origen de la rinosinusitis puede ser alérgico,<br />
irritativo o infeccioso (viral, bacteriano o micótico<br />
[Aspergillus, Rhizopus y Fusarium en pacientes inmunodeficientes]),<br />
la causa viral (rinovirus, influenza,<br />
parainfluenza y adenovirus) es la más frecuente. La<br />
rinosinusitis de origen bacteriano representa sólo 0.5 a<br />
213
Del Río Navarro BE y col.<br />
2% de las rinosinusitis agudas y generalmente evoluciona<br />
después de un episodio viral. S. pneumoniae, H.<br />
influenzae y M. catarrhalis son los microorganismos<br />
encontrados en 75% de los casos de rinosinusitis aguda,<br />
mientras que en la rinosinusitis crónica, los agentes<br />
aislados frecuentemente son S. aureus, S. pyogenes, P.<br />
aeruginosa, bacterias anaerobias y agentes micóticos.<br />
El líquido obtenido de la irrigación de los senos<br />
paranasales en pacientes con rinosinusitis crónica contiene<br />
neutrófilos, eosinófilos, mastocitos y basófilos.<br />
Las altas concentraciones de histamina, leucotrienos<br />
y prostaglandina D2 indican la participación de dichas<br />
células en la inflamación crónica de los senos. La<br />
infusión continua de neutrófilos se atribuye al efecto<br />
quimiotáctico de IL-8, la cual es sintetizada por las células<br />
epiteliales, glandulares y los leucocitos. También,<br />
la función de la IL-3 es importante, pues se sintetiza<br />
por las células T activadas y permite la estimulación,<br />
diferenciación y activación de macrófagos, neutrófilos,<br />
mastocitos y eosinófilos.<br />
La rinorrea prolongada (más de 10 días) permite<br />
pronosticar la infección bacteriana (90% en pacientes<br />
de entre dos y seis años y 70% en mayores de seis años<br />
de edad). 31<br />
El cuadro 6 muestra los microorganismos más<br />
frecuentemente encontrados según el tiempo de evolución.<br />
Clasificación<br />
Desde el punto de vista clínico, debe establecerse la<br />
distinción entre rinosinusitis aguda, aguda recurrente y<br />
crónica, para lo cual se utiliza la clasificación modificada<br />
por Luna y Kennedy:<br />
Cuadro 6. Causas de la rinosinusitis<br />
214<br />
- Sinusitis aguda: comprende síntomas de hasta 12<br />
semanas o seis episodios al año.<br />
- Sinusitis aguda recurrente: episodios recurrentes<br />
con curación completa de los síntomas.<br />
- Sinusitis crónica: síntomas por más de 12 semanas o<br />
más de seis episodios al año (cuadro 2, clasificación<br />
de sinusitis).<br />
Manifestaciones clínicas<br />
Las manifestaciones clínicas de rinosinusitis aguda<br />
incluyen: obstrucción nasal, rinorrea (en ocasiones<br />
purulenta), secreción retronasal, cefalea grave que comúnmente<br />
se proyecta a los senos paranasales; vómito,<br />
sobre todo secundario a episodios de tos. En pacientes<br />
con rinosinusitis crónica los síntomas son menos graves<br />
y se distinguen por obstrucción nasal y cefalea inespecífica.<br />
Los signos y síntomas mayores son: rinorrea<br />
purulenta, descarga nasal posterior, fiebre igual o mayor<br />
de 39°, dolor a la presión facial e hiposmia o anosmia.<br />
Los signos y síntomas menores incluyen: halitosis, cefalea,<br />
edema periorbitario, tos persistente y dolor dental.<br />
Diagnóstico<br />
Desde el punto de vista clínico, se diagnostica por el<br />
tiempo de evolución de los síntomas. El diagnóstico de<br />
rinosinusitis se establece con la historia clínica, examen<br />
físico y técnicas adicionales (estudios de imagen, pruebas<br />
alérgicas y parámetros inflamatorios).<br />
El diagnóstico diferencial de rinosinusitis se realiza<br />
con: rinitis viral, alérgica o no alérgica, inducida por<br />
fármacos, anormalidades sistémicas (fibrosis quística,<br />
discinesia ciliar, meningocele, meningoencefalocele),<br />
causas mecánicas (cuerpo extraño, mucocele, piocele,<br />
Características clínicas Microorganismos frecuentes Microorganismos poco frecuentes<br />
Sin criterios de duración ni gravedad Rinovirus, adenovirus, virus<br />
influenza y parainfluenza<br />
Rinorrea >10 días o fiebre ≥39º C con tos<br />
diurna ≥3 días o cefalea intensa<br />
S. pneumoniae (30%)<br />
H. influenzae (20%)<br />
M. catarrhalis (20%)<br />
Estéril (30%)<br />
Enfermedad dental Anaerobios<br />
Subaguda (4 a 12 semanas) o<br />
crónica (>12 semanas)<br />
Factores no infecciosos: alérgicos, irritantes<br />
ambientales, fibrosis quística, alteraciones<br />
anatómicas<br />
S. pyogenes<br />
S. aureus<br />
Gérmenes gramnegativos<br />
S. aureus<br />
Anaerobios<br />
Revista Alergia México Volumen 56, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009
desviación septal), tumores benignos o malignos, y<br />
rinitis secundaria a síndrome de Wagener, sarcoidosis,<br />
inmunodeficiencia, sensibilidad al ácido acetilsalicílico<br />
e infecciones específicas.<br />
Dentro de la exploración física es necesaria la rinoscopia<br />
anterior y posterior. La endoscopia de la cavidad<br />
nasal y nasofaríngea con endoscopio óptico rígido es el<br />
estándar de referencia en la evaluación clínica (realizado<br />
por otorrinolaringólogos). La tomografía computada en<br />
plano coronal o axial es el mejor estudio de imagen para<br />
evaluar el sistema de los senos paranasales. 32<br />
Tratamiento<br />
En pacientes con rinosinusitis aguda de origen bacteriano<br />
se indican antibióticos, antihistamínicos en caso<br />
de proceso alérgico asociado, corticoesteroides tópicos<br />
para disminuir el proceso inflamatorio y analgésicos,<br />
sólo para el tratamiento del dolor. En la sinusitis crónica<br />
sólo se ha demostrado evidencia terapéutica con<br />
corticoesteroides tópicos y analgésicos para aliviar el<br />
dolor.<br />
Los objetivos del tratamiento son: disminuir la evolución<br />
del proceso infeccioso y evitar las complicaciones,<br />
como osteomielitis facial, trombosis del seno cavernoso,<br />
meningitis, celulitis periorbitaria y abscesos cerebrales.<br />
Para la selección del antibiótico debe considerarse<br />
la exposición previa al tratamiento con antimicrobianos<br />
(uno a tres meses), edad del paciente, asistencia o no a<br />
guarderías y hallazgos microbiológicos.<br />
La amoxicilina es el antimicrobiano de primera<br />
elección. Su resistencia es más frecuente en niños menores<br />
de dos años de edad que han recibido antibióticos<br />
en los últimos tres meses antes de iniciar el cuadro.<br />
En pacientes con reacciones alérgicas a b-lactámicos<br />
pueden prescribirse macrólidos, como azitromicina y<br />
claritromicina. La respuesta del antibiótico se valora<br />
entre 48 y 72 horas después de su inicio, con disminución<br />
de la descarga nasal y estado general del paciente.<br />
La duración adecuada del tratamiento de la sinusitis<br />
no complicada varía de 10 a 14 días, aunque no se ha<br />
establecido en forma precisa. Se recomienda continuar<br />
siete días más después del control de los síntomas, para<br />
asegurar la erradicación total del germen. Se indica<br />
el esquema de tres semanas para los pacientes con<br />
sinusitis complicada.<br />
Revista Alergia México Volumen 56, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009<br />
La intervención quirúrgica se indica cuando falla el<br />
tratamiento conservador; las indicaciones absolutas son:<br />
complicaciones orbitarias o intracraneales, sospecha de<br />
complicaciones sépticas y de algún proceso maligno en<br />
crecimiento. 33,34<br />
El cuadro 7 muestra las dosis adecuadas de antibióticos<br />
y su espectro bactericida.<br />
Cuadro 7. Tratamiento antibiótico en rinosinusitis<br />
Antibiótico Dosis Agente causal<br />
Amoxicilina 90 mg/kg/día Neumococo<br />
M. catarrhalis<br />
H. influenzae<br />
Amoxicilina + ácido<br />
clavulánico<br />
90 mg/kg/día Neumococo<br />
M. catarrhalis<br />
H. influenzae<br />
Anaerobios<br />
Staphylococcus<br />
Cefuroxima 30 mg/kg/día Staphylococcus B<br />
lactamasa<br />
Clindamicina 15 a 40 mg/kg/día Staphylococcus<br />
Anaerobios<br />
Claritromicina 15 mg/kg/día Neumococo<br />
M. catarrhalis<br />
H. influenzae<br />
La solución salina hipertónica es un tratamiento común,<br />
que por su acción osmótica reduce el edema de<br />
la mucosa y mejora el flujo nasal, además de su acción<br />
mecánica para eliminar el exceso de secreciones.<br />
CONCLUSIONES<br />
Rinitis, sinusitis y alergia<br />
La rinitis alérgica es una enfermedad respiratoria<br />
importante debido a su elevada prevalencia, gran<br />
impacto en la calidad de vida, desempeño, productividad<br />
en el trabajo y la escuela, carga económica<br />
y a su asociación con el asma. Esta enfermedad se<br />
asocia con sinusitis y otras comorbilidades, como la<br />
conjuntivitis. Debe considerarse un factor de riesgo<br />
de asma. Se ha propuesto una nueva clasificación,<br />
con base en la gravedad de los síntomas y resultados<br />
de la calidad de vida. Según la clasificación, se ha<br />
propuesto un abordaje terapéutico. El tratamiento<br />
combina evitar el alergeno (cuando sea posible), tratamiento<br />
farmacológico, inmunoterapia y educación<br />
del paciente y sus familiares.<br />
215
Del Río Navarro BE y col.<br />
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