27.08.2020 Views

Bram Stoker-Drácula

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Drácula

www.elaleph.com

donde los libros son gratis

IV

DEL DIARIO DE JONATHAN HARKER

(continuación)

Desperté en mi propia cama. Si es que no ha sido todo un sueño, el

conde me debe de haber traído en brazos hasta aquí. Traté de explicarme el

suceso, pero no pude llegar a ningún resultado claro. Para estar seguro,

había ciertas pequeñas evidencias, tales como que mi ropa estaba doblada y

arreglada de manera extraña. Mi reloj no tenía cuerda, y yo estoy rigurosamente

acostumbrado a darle cuerda como última cosa antes de

acostarme, y otros detalles parecidos. Pero todas estas cosas no son ninguna

prueba definitiva, pues pueden ser evidencias de que mi mente no

estaba en su estado normal, y, por una u otra causa, la verdad es que había

estado muy excitado. Tengo que observar para probar. De una cosa me

alegro: si fue el conde el que me trajo hasta aquí y me desvistió, debe

haberlo hecho todo de prisa, pues mis bolsillos estaban intactos. Estoy seguro

de que este diario hubiera sido para él un misterio que no hubiera soportado.

Se lo habría llevado o lo habría destruido. Al mirar en torno de

este cuarto, aunque ha sido tan intimidante para mí, veo que es ahora una

especie de santuario, pues nada puede ser más terrible que esas monstruosas

mujeres que estaban allí -están- esperando para chuparme la sangre.

18 de mayo. He estado otra vez abajo para echar otra mirada al

cuarto aprovechando la luz del día, pues debo saber la verdad. Cuando

llegué a la puerta al final de las gradas la encontré cerrada. Había sido empujada

con tal fuerza contra el batiente, que parte de la madera se había

astillado. Pude ver que el cerrojo de la puerta no se había corrido, pero la

puerta se encuentra atrancada por el lado de adentro. Temo que no haya

sido un sueño, y debo actuar de acuerdo con esta suposición.

19 de mayo. Es seguro que estoy en las redes. Anoche el conde me

pidió, en el más suave de los tonos, que escribiera tres cartas: una diciendo

que mi trabajo aquí ya casi había terminado, y que saldría para casa dentro

de unos días; otra diciendo que salía a la mañana siguiente de que escribía

la carta, y una tercera afirmando que había dejado el castillo y había llegado

a Bistritz. De buena gana hubiese protestado, pero sentí que en el

actual estado de las cosas sería una locura tener un altercado con el conde,

debido a que me encuentro absolutamente en su poder; y negarme hubiera

sido despertar sus sospechas y excitar su cólera. El sabe que yo sé demasiado,

y que no debo vivir, pues sería peligroso para él; mi única probabilidad

radica en prolongar mis oportunidades. Puede ocurrir algo que me dé

una posibilidad de escapar. Vi en sus ojos algo de aquella ira que se mani-

42

Espacio Disponible

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!