02.01.2021 Views

Algo tan sencillo como darte un beso

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Sigues enamorado de ella, ¿verdad?

—Sabes que había pasado página. Que he intentado olvidarme de ella por todos

los medios...

—Acostándote conmigo. A eso te refieres con «todos los medios», ¿no?

—No seas injusta.

—Es la verdad. Tu método para intentar olvidar a tu ex ha sido follar conmigo. Me

has utilizado para eso.

—No es verdad. Y lo sabes.

—¿No? Entonces, estos meses, ¿no han sido únicamente de sexo? Solo somos

amigos... ¿O hay algo más? ¿Sientes algo por mí? Porque yo sí.

—Ainhoa...

—Está claro que tú no sientes lo mismo. Solo ibas a lo que ibas.

—No. No es así.

—Desgraciadamente, sí lo es. Me siento fatal.

—Perdona. No es como tú crees. Pero...

—Por favor, sal de mi habitación —le pide la chica sin dejar que termine de

explicarse y levantándose de la cama—. Vete a cenar con Naiara. ¿No es lo que

quieres? ¡Márchate y déjame tranquila para siempre!

Óscar se pone también de pie y mira durante unos segundos fijamente a Ainhoa,

que lo desafía sin hablar más. Finalmente, el chico se dirige a la puerta y abandona la

habitación 1153. Aquella fue la última vez que se dirigieron la palabra. Ni sus amigos,

ni siquiera el espíritu mágico de la Navidad, habían servido para que hicieran las

paces. Llevaban más de un mes sin hablarse. Y la reconciliación no parecía fácil. Más

bien, imposible. Y es que, tras la discusión de aquel frío día de diciembre, Óscar y

Naiara se fueron a cenar juntos y acordaron darse una segunda oportunidad. Una

oportunidad que terminaba con las esperanzas y la ilusión de la joven canaria.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!