Sol

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Sábado
de abril de 2016
Etapa III Nº 12
www.elsoldemargarita.com.ve
Sol
CULTURAL
200 años
de la gesta
libertaria insular

Solcultural
ALMANAQUE
INSULAR
Foto de Portada: ARCHIVO
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SOL DE MARGARITA NO SE HACE
RESPONSABLE POR LAS OPINIONES
EMITIDAS POR ARTICULISTAS
Y COLABORADORES DE ESTE DIARIO.
...lo dijo
SIMÓN BOLÍVAR
Venezolanos: He aquí el tercer periodo de la
República...
La inmortal Margarita, acaudillada por el intrépido
general Arismendi, ha proclamado de nuevo
el gobierno independiente de Venezuela, y lo
ha sostenido con un valor sublime, contra el
imperio español.
Cuartel General de la Villa del Norte, a 8 de
mayo de 1816.
Ninguna como
Mariquita Ordaz
LUIS ANÍBAL VELÁSQUEZ
Digamos que ella, Mariquita, como
le conocimos, se alimentaba de
la calle Igualdad. Con sólo imaginar
la presencia de la diminuta
voz al pie de la gran puerta de
madera del garaje se disparaban los latidos
del corazón. Conversaciones siempre hubo a
la salida de misa en la iglesia San Nicolás de
Bari; por esos años el padre Juan María Vilá
había puesto sus pies en la tierra porlamarense.
Este joven cura se vino desde la España de
la guerra civil trayendo en su equipaje una
Virgen morena, la Virgen de Cataluña. Mariquita
desde la calzada miraba hacia el este y
el oeste con el rosario en sus dedos. De sus
labios salieron miles de Avemaría sin perder
la oportunidad para darnos su bendición.
Nadie conocía mejor a los Linces que Mariquita
Ordaz. Además aseguraba que los Linces
habían llegado por el puerto, el único
puerto que tuvo Porlamar. La duda era compartida
en el pueblo, porque la curiosidad
andaba de boca en boca; en calles, mercados,
iglesias, y hasta en el viejo aeropuerto de
Porlamar. Todos se hacían la misma pregunta:
¿y quiénes son los Linces? Hasta hoy se desconoce
si fue un equipo de beisbol o un grupo
de turistas que pernoctaron en las orillas
exuberantes de las playas del Hotel Bella Vista.
Lo cierto es que muchos jóvenes quedaban
confundidos al ser interceptados por Mariquita
Ordaz, quien los escudriñaba para
conocer de su preparación. ¿Ustedes saben
quiénes llegaron hoy por el puerto de Porlamar?
Y evidentemente, la contestación era
evasiva; y sin mediar palabras, obsequiaba la
repuesta y reía sin parar. La imagen de religiosa
y respeto que de ella tenían niños y
jóvenes fue una referencia de gran significación.
Entonces entendimos por qué Félix
Manuel López y el difunto Aroldo Cova
cayeron como señuelos inocentes a esa pregunta.
La sentencia real a esa interrogante la
desarrolló Jesús Rafael Cedeño “Campito” en
uno de sus últimos libros, “Cabotaje”. Cualquier
día, aun el más lluvioso, fue de interés
para detener el paso de algún transeúnte:
“Mira, mira… ven acá: ¿De dónde vienes tú?,
¿cómo se llama tu mamá?” Ocurrió muchas
veces que por azar detuvo a personas que no
eran de la Isla. Inmediatamente le decía: ¿y se
puede saber qué viene hacer usted a la Isla?
Así era ella, acuciosa e irreverente por conocer
los detalles de la ciudad. Colocaba las
manos sobre el hombro y concluía: “Vaya con
Dios”. El rezo y la cotidianidad debían proseguir.
Por las mujeres tenía especial afecto y
terminaba obsequiándoles la revista mensual
de San José del Ávila, santo del cual fue devota
toda su vida. Jamás logró entender el bullicio
y la música de las sillas voladoras y la
rueda girando frente a su propia intimidad
existencial. Ese parque de diversión itinerante
lo instalaban exactamente en la esquina
entre las calles Igualdad y Martínez. En el
patio, un baúl con aroma de naftalina abría
sus fauces y enseñaba la colección de imágenes
religiosas, velones y el escapulario de la
Virgen del Carmen.
4 DE ABRIL DE 1819:
Después de tocar en Trinidad, los
barcos echaron anclas en Juan Griego
el 4 de abril de 1819, donde
English y sus hombres se unieron en
Pampatar a las fuerzas del coronel
Blosset, que había desembarcado el
10 de febrero.
6 DE ABRIL DE 1687:
Fue recibido como Gobernador interino
de Margarita, el Capitán de
Infantería Martín Cabeza de Vaca,
uno de los militares que conocía la
zona por haber estado en Cumaná
desde 1666 como Castellano en el
Fuerte de Santa Catalina y Sargento
Mayor de la plaza de Margarita,
pasará como Castellano al fuerte
de Araya.
9 DE ABRIL DE 1815:
Desde el navío San Pedro Alcántara,
El Pacificador Pablo Morillo se dirige
a los gobernantes de la Isla, imponiendo
las condiciones para la entrega
de la Isla.
10 DE ABRIL DE 1844:
Nació en Pampatar Vicente Cedeño.
Músico y autor, entre otros, del célebre
vals “Castro en Margarita”.
Murió en Porlamar el 29 de mayo de
1914.
13 DE ABRIL DE 1909:
Nació en Porlamar el poeta Luis Castro.
Dejó inédito “Garúa”, libro de
versos publicado después de su
muerte, y “Vira”, novela inconclusa.
15 DE ABRIL DE 1815:
Desde el cuartel general en Pampatar,
Morillo lanza una proclama al
pueblo de Margarita.
18 DE ABRIL DE 1905:
Un grupo de personalidades de Margarita
envían un mensaje telegráfico
al general Cipriano Castro, en el cual
le expresan su congratulación por el
importante Decreto del 5 de abril
que creó el Puerto Libre de Margarita.
19 DE ABRIL DE 1910:
Se instaló en el Faro de Porlamar un
aparato de carburo donado por el
señor Ramón Espinal Font con la
colaboración del señor Liberato Díaz
y del general Dionisio Teriús. Este
aparato fue destruido por un rayo.
25 DEABRIL DE 1905:
Nació en Porlamar monseñor Críspulo
Benítez Fontúrvel, arzobispo de
Barquisimeto. Fue una de las glorias
del sacerdocio margariteño.
30 DE ABRIL DE 1625:
Fue nombrado el almirante García
Álvarez de Figueroa, Gobernador de
Margarita.
(2) SOL DE MARGARITA Porlamar, sábado 2 de abril de 2016 /www.elsoldemargarita.com.ve

Solcultural
200 años de la gesta
libertaria insular
VERNI SALAZAR
La gesta libertaria de los margariteños
reviste importancia y relevancia en la
independencia de Venezuela y América,
es así que desde el 4 de mayo de
1810 cuando los insulares se adhieren
a los sucesos acaecidos el 19 de abril de 1810 en
Caracas hasta que el español Pablo Morillo el 17
de agosto de 1817 sale por el Puerto de Pampatar,
no se detiene dando el más alto ejemplo de
heroicidad y amor por la defensa de su territorio.
El coronel José de Austria, en su “Historia
de Venezuela en su guerra de Independencia”
en 1855, escribió:
“La pequeña e insignificante Isla de Margarita,
según la pintó Morales en su nota oficial al
Capitán General Don Juan Manuel Cajigal, vino
á ser el baluarte inexpugnable de la libertad, el
sepulcro de un considerable número de orgullosos
expedicionarios, el insuperable escollo, por
último, en donde se estrellaron el poder y la
fama del bárbaro y valeroso Morillo, como se
verá más adelante, pues que la lucha continuó
sin descanso, hasta que la victoria coronó tanto
heroísmo”.
Con el levantamiento y toma de Juan Griego
por Juan Bautista Arismendi, se inicia el movimiento
independentista margariteño que enaltece
la esperanza tanto de los nativos como los
habitantes de tierra firme; es este patriota motor
de todas las acciones que se sucederían desde
aquel 15 de noviembre de 1815 hasta el 8 de
agosto de 1817, son dos años de luchas, de pérdidas,
de alegrías, de muertes, pero sobre todo de
esperanzas.
El 5 de enero de 1816, el gobernador Urreiztieta
escribió al Brigadier Moxó en estos términos:
“V. S. formará una idea del empeño y obstinación
con que se bate esta canalla, consentida
ya en morir tarde ó temprano, cuando ocupa
una ventajosa posición, con decir que cuantos
puntos hemos tomado hasta ahora, han sido
materialmente a bayonetazos, y ha habido
insurgente que con su mano ha arrancado la
bayoneta del fusil de nuestros soldados, que es a
lo que puede llegar el arrojo de un hombre
temerario…” y agrega: “ Posterior á la acción
que llevo referida, el enemigo no sale de su nueva
línea, y allí permanece viendo saquear y
quemar la ciudad de La Asunción por nuestros
soldados irritados, sin que se atreva á molestarlos
tan siquiera con un solo tiro; lo que me hace
creer se hallarán del todo exhaustos de municiones”.
Testimonios que ponen de manifiesto la
heroicidad del margariteño y que estamos en el
deber de resaltar y dar a conocer a las nuevas
generaciones, se cumplen doscientos años de
los diferentes eventos más importantes que se
sucedieron en Nueva Esparta entre los años
1815, 1816 y 1817, así tenemos:
15 DE NOVIEMBRE DE 1815: Toma de Juan Griego.
31 DE MARZO DE 1816: Expedición de Los Cayos.
2 DE MAYO DE 1816: Batalla Naval de Los Frailes.
3 DE MAYO DE 1816: Arribo de Bolívar a Margarita
por el Puerto de Juan Griego.
6 DE MAYO DE 1816: Asamblea de Notables e Inicio
de la Tercera República en Santa Ana del
Norte.
12 DE MAYO DE 1817: Reunión del Congreso de
Cariaco en Pampatar, donde se le otorga el
nombre de Nueva Esparta a la provincia de
Margarita.
15 DE JULIO DE 1817: Combate de Los Barales.
31 DE JULIO DE 1817: Batalla de Matasiete.
7 DE AGOSTO DE 1817: Combate del Portachuelo
de El Maco.
8 DE AGOSTO DE 1817: Combate en el Fortín de
La Galera.
17 DE AGOSTO DE 1817: salida de Pablo Morillo
de la Isla de Margarita por el puerto de Pampatar.
Aunque no se posesionó por completo de la
Isla de Margarita, la tenacidad y valentía de
Juan Bautista Arismendi y los margariteños causó
sorpresa al invasor español y de admiración
a nuestros patriotas; su levantamiento permitió
que el Libertador Simón Bolívar se dirigiese a
este destino, al ser invitado por Arismendi, para
regresar al país.
La expedición partió de Los Cayos el día 31
de marzo de 1816, precediéndola una proclama
de Bolívar, del tenor siguiente:
“Venezolanos, la isla de la Margarita, al mando
del intrépido Arismendi, ha dado nuevo ser
á la independencia. El resto de nuestros hermanos
y de nuestros amigos que se dispersaron
después de la pérdida de Cartagena, se halla
reunido en Haití. Con ellos y con nuestro magnánimo
Brión estamos formando un armamento
bastante fuerte para derribar para siempre jamás
la dominación de los tiranos. Venezolanos, el
congreso será restablecido luego que lo queráis…”
(continuará).
Los olvidados
de Dios
SOR ELENA SALAZAR
Los Olvidados de Dios (2006) es una pieza dramática escrita
y dirigida por Rodolfo Rodríguez. Hace varios días realizó
su preestreno en la sala El Reventón del teatro Simón Bolívar
con un elenco de más de 10 dramatis personae, quienes
desde sus trágicas máscaras escenificaron y recrearon
el viacrucis de un heterogéneo grupo de seres marginados, resucitados,
humildes, “que surgen del silencio” y que solo aspiran sobrevivir
a la tragedia que fueron sometidos. La obra recoge parte de la
memoria colectiva del municipio Marcano de finales de los años
cincuenta. Los personajes del pueblo crepusculario como el Padre
Justo, Boca Chica, Toromocho, Palomita Blanca, el ciego Tomás,
Toña la loca, la China, Camacha, Kolumbá y otros, resucitan y reviven
a través de las cuidadosas interpretaciones de Mauro Rojas, Alexander
Rodríguez, Ada Bauza, Ana Marcano, Rodolfo Rodríguez,
Alfa Lárez, Héctor Oliveros, John Cristian Pérez, Alfredo Müller,
Jackeline Barrios, Jesús Sebastián Brito y Luisfer Arciniegas. El espacio
escénico de este drama presenta un teatro vacío y desolado
caracterizado por “la marca biológica de la naturaleza: bizcos, tuertos
y ciegos, palanquines, obesos, fuños, mancos, ñecos, jorobados,
pelotosos”. Esta particular y genuina procesión de personajes episódicos
se revela constantemente contra Dios, el personaje en ausencia:
la voz de Gaspar es implacable cuando dice: “¡Escúchalos, Señor!
Si no hablan más fuerte, es porque están acostumbrados al murmullo,
Señor. Si no hablan más fuerte, es porque el hambre les comió la
boca, Señor. Les comió el estómago, les comió las tripas, les borró la
memoria. Señor, te lo suplico: óyelos, óyelos, Señor”. Sin duda, Los
Olvidados de Dios compromete al espectador emotiva e intelectualmente
a un reencuentro con la memoria histórica de Juangriego, a
un reencuentro donde se conjuga lo profano y lo religioso, lo vulgar
y lo sublime, el humor y la ironía, la emoción y la reflexión, la historia
y la ficción. El humor y la ironía están bien conquistados en el
lenguaje popular, escatológico, descarnado y crudo de Bocachica y
Toromocho. Estos personajes contribuyen a esa parte de comicidad a
Los Olvidados de Dios. Esta pieza apela a la memoria del espectador
porque el dramaturgo ha querido convertir el teatro en un escenario
de la memoria colectiva. Rodolfo Rodríguez fiel a su convicción dramatúrgica
de que nada sea ni unívoco o unidimensional, estructura
la obra a través de la evocación y la remembranza de la época. Los
Olvidados de Dios resulta además una crónica dramática, conmovedora
de la memoria de un pueblo y a su vez un cálido homenaje a
esa gente abandonada por todos. Los Olvidados de Dios es una obra
de teatro confeccionada bajo el espíritu brechtiano de mostrar a través
del cortejo de marginados, la complejidad de la humanidad. No
deje de ver esta pieza en junio bajo la experta dirección de Rodolfo
Rodríguez.
SOL DE MARGARITA Porlamar, sábado 2 de abril de 2016 / www.elsoldemargarita.com.ve (3)

Solcultural
¿Cuánto vale tu Bolívar?
RAMÓN ORDAZ
Bolívar hay muchos y, quien más, quien
menos, construye el suyo particular. El
más loado y vendido en los cuadernos
escolares: el mítico, el superhombre, el
que –hombre de las dificultades- salía
airoso como héroe de las tiras cómicas. El empedernido
romántico, de hinojos haciendo invocaciones
ante el Chimborazo de sus sueños. “Cuentan que tuvo en
su faz/ lo que salva y lo que aterra,/ rayo de muerte en la
guerra/ y arco iris en la paz”. Algo de semidios, de estruendo
en las palabras, de inconcebible longitud de hombre
para la magnificencia de su hazaña. Como en el Olimpo: “Si
la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos
que nos obedezca”. Obseso, poseso, íncubo en el pandemónium,
atormentado por la herejía de su vida y la fugacidad
del amor. Amor a lomo del viento, de cara al sol, y un
pedestal de su sombra en el retrato de la luna llena. De él
no podía hablarse sino con hipérboles, dijo José Martí.
Rufino Blanco Fombona dedicó su exilio a glorificarlo en
Europa. El poeta peruano Alberto Hidalgo se preguntaba:
“¿La estatura?/ no se ha podido precisar/ VARIABA SEGÚN
LAS EMOCIONES DE SU ESPÍRITU”. Vanguardista y panfletista,
en su “Retrato de Bolívar” Hidalgo fue más allá en
sus pronósticos: “(he ahí el retrato/ de uno de los hombres/
más grande de la creación/ he puesto/ las líneas generales/
le faltan/ un poco de retoque/ alguna sombra,/ un plano/ de
luz,/ un pincelazo/ donde esté débil el color./ AUTORIZO
A UN PINTOR DEL AÑO 2021 A QUE LO ACABE/ ¡ah!, el
otro hombre se llama Jesucristo). Escrito a propósito del
centenario de la Batalla de Ayacucuo, fue publicado en El
Universal (Caracas, 1924). Dejo al lector hacer las analogías
con la historia del siglo XXI venezolano. Las semblanzas
son más abstractas que concretas. Y volvemos a Potentini
bajo la divisa paternal de un turbio siglo XIX: “Todo se
enciende y avanza/ al conjuro de su acento,/ estremece el
pavimento/ con su bridón el Mellao,/ y aquel sol de Niquitao/
no cabe en el firmamento”. Grandilocuencia sin límites.
No era un hombre; era un cometa.
Tuvo también sus interludios para lo superlativo: Mérida
le otorga por primera vez el título de Libertador en 1813;
Santa Ana del Norte (Isla de Margarita) el de Jefe Supremo
del Ejército Libertador en 1816, cabalgando así sobre el
Caribe el nacimiento de la Tercera República. Osadía tras
osadía, se aventuró con su emigración en 1814. Oriente no
era un territorio; era un hemisferio. Aquí el azor de su inteligencia,
acompañado de Mariño, sometió al corsario Bianchi
que huía con los bienes de la causa emancipadora.
Dinero, plata labrada, varios navíos, perlas y un copón
dorado que usaba Bianchi para brindar por el botín que llevaba
a la vela. Los bergantines “El Arrogante” y “La Culebra”
fueron recuperados bajo acuerdo. Ironías de la vida: el
“Intrépido Bolívar” quedó en manos del filibustero. ¿No es
cierto, acaso, que la historia hace malas jugadas a los titanes,
a los héroes? Otro es el fatal. El perdido. El execrado por los
suyos. El que sufría las felonías, los celos, las intrigas de sus
iguales. Otro el jugador, el carnal. Otro el que maldijo
Pedro Carujo desde la prisión de Puerto Cabello, después
de la Conjura de septiembre de 1828: “...malvado, autor de
infinitos males”, al tiempo que se arrepentía de no haberle
dado muerte. Y mientras Bolívar agonizaba rumbo a la costa
colombiana, el Congreso separatista de Valencia absolvía
de culpas y otorgaba la libertad a Carujo. Se vive como
héroe y se muere avergonzado de la nimiedad de los hombres
que, en definitiva, nada los une tanto como el hambre
de los chacales que llevan por dentro como único horizonte
la conquista del poder para eternizarse en él. ¿No
fue esa la historia del libertador de los Llanos y occidente,
el catire Páez? En El General en su laberinto, de Gabriel
García Márquez, otro hombre nacía en 1830: el desahuciado
de sus congéneres, el escéptico, el pesimista, el auténtico:
el que si bien se dio tiempo para pedir perdón antes de
morir, pudo decir también: “¡Puta Patria!”.
Soltando
amarras
LETICIA ROJAS
Navegar…
Enhebrar los ojos en el horizonte.
y empapar el rostro en gotas de lejanía;
entregarse al último trasfondo del poniente
donde picos blancos y espumosos
calan los más permeables sueños.
Este anhelo de ultramar me inunda.
Este afán de tocar otras tierras;
de vestirme en aventuras cristalinas,
donde el aire es más sonoro
y la luz, me besa.
Y es esa misma brisa que susurra
quien le pide al mar que me despose
para así, culminar lo inexorable.
Si.
Quiero.
Milenios de estrellas
ceñidas en vaporosas muselina
me señalan rumbo limpio
hacia el inmensurable destino que me aguarda.
Navegar….
Me iré de nuevo al mar para encontrarme,
dejando atrás los miedos por estela.
MARGARITA
En mares remotos,
-lejos y escondidasbesadas
por olas
y por sal marina,
estoicas islas
esperan galantes
a ser descubiertas
por los navegantes.
Y mientras esperan
le cuentan al viento,
que son tres hermanas
bajo el cielo atento;
Una de ellas, luego,
por su luz bonita,
sería bautizada:
Isla MARGARITA.
(4) SOL DE MARGARITA, Porlamar, sábado 2 de abril de 2016 / www.elsoldemargarita.com.ve