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Sistemas_politicos_africanos

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228 Kalervo Oberg<br />

Los altos puestos oficiales también estaban prohibidos para<br />

los bairu. Ningún mwiru, por ejemplo, podría llegar a ser enganzi u<br />

omugaragwe. Los abakungu, sin embargo, nombraban asistentes bairu<br />

que les ayudaban a recaudar el tributo de los diferentes distritos.<br />

Estos asistentes fueron llamados abakungu, y los bairu los consideraban<br />

jefes de distrito. Los bahima, sin embargo, sostienen que estos<br />

individuos nunca tuvieron el estatus de jefe.<br />

Tal vez la característica más destacada de la servitud bairu fuese<br />

la regla de que en ninguna circunstancia podía un mwiru matar a un<br />

muhima. El derecho a la venganza de sangre ejercido por las familias<br />

extensas de los bairu entre ellas no se podía extender a los bahima.<br />

Si un muhima mataba a un mwiru, la familia extensa del asesinado<br />

no podía exigir venganza de sangre, aunque en ocasiones cobraba<br />

una compensación mediante la intervención del mugabe. Por otro<br />

lado, los bahima vengarían la muerte de un pariente sin consultar al<br />

mugabe, si hubiera sido muerto por un mwiru.<br />

Los bairu no tenían estatus político alguno. No había medios<br />

reco nocidos por los cuales pudieran cambiar el rango legal inferior<br />

que se les había impuesto. La explotación de los bairu por los<br />

bahima cobró la forma de tributo pagado en comida y trabajo, y<br />

con este fin el mugabe procuraba mantenerlos en sujeción. Pero los<br />

bairu no se encontraban fuera de la ley, por inferior que fuera su estatus<br />

compara do con el de los bahima. Dentro de su propia esfera,<br />

este esta tus tenía aspectos positivos. El cobro de tributo estaba tan<br />

organi zado que solamente los jefes lo podían ejercer a voluntad. Los<br />

pequeños ganaderos no tenían derecho a cobrar tributo a los bairu.<br />

Sin embargo, esto no significa, que solamente los jefes se beneficiaran<br />

del tributo reunido. Era práctica común entre los pastores<br />

bahima visitar a sus jefes y a veces quedarse varios días en sus kraals.<br />

La obligación del jefe era proveer a estos hombres con cerveza y<br />

mijo cocido. Así, la comida que llegaba al kraal del jefe en forma de<br />

tributo sería después distribuida entre la totalidad de los bahima.

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