una princesa en la actualidad

Al llegar a mí salón no le puse atención a los chicos ni a nada ya que
estaba deprimida por lo que me habían dicho aunque mi tía siempre
me decía que una princesa nunca debe dejarse caer y que una princesa
no es odiada como todos te dicen al contrario es admirada y a pesar de
tener que sufrir el martirio de servirle a la familia más molesta de
Europa debía pensar que estaba en España en Europa mí sueño
cumplido claro los señor siempre cuestan así que debía aguantarme
nunca pensé ser sirvienta dentro de mí sueño pero si así debía ser pues
ni modo tenía que soportar los tres años de estancia en la universidad
después regresar a México por mis padres o quedarme a trabajar en
España o quizá viajar como siempre quise pero primero lo primero y
así fue llegue al salón me senté justo en la parte de en medio en México
me encantaba ya que llamaba la atención fácilmente además por
suerte era la única rubia ahí a mí lado se sentó Maximiliano el chico
del cual las Roseau estaban enamoradas él era un chico guapísimo de
ojos azules piel blanca y cabello castaño hijo del vicepresidente de
Louvre y futuro presidente según por decreto de mi abuelo en un
documento al terminar la presidencia del señor Roseau ese chico
trabajaba medio día como asistente de su padre ahí en la empresa
para que fuese tomando las riendas de su especialidad aunque fuese