Expediente-historico-Juana-Ram-rez-La-Avanzadora-
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EXPEDIENTE HISTÓRICO<br />
el rango de heroicidad se alcanza si la mujer pertenece a familia<br />
patricia. Es el afán que mueve a algunos autores a asegurar: “No<br />
deben existir dudas sobre la noble estirpe de donde procedía Ana<br />
María Campos” (I. D. Parra, p. 11). Se busca, así, progenie, nobleza,<br />
(de la que, obviamente, carece la mayoría).<br />
En tercer lugar, el término coloca el énfasis en ciertas mujeres<br />
a quienes, implícitamente, se les ha hecho receptoras de connotaciones<br />
marianas: penalidades, desgarramiento físico y espiritual,<br />
pérdida del hijo. Creo que, nuevamente, surge como emblema de<br />
esta lectura el nombre de Luisa Cáceres de Arismendi y, en grado<br />
menor, Leonor Guerra y Ana María Campos. ¿Son “heroínas”<br />
porque sufrieron o por lo elevado de sus ideales libertarios? Muchas<br />
mujeres durante la Independencia estuvieron en prisión o<br />
fueron apaleadas, ahorcadas o flageladas y nadie las ha llamado<br />
heroínas, más aún, nadie las ha tomado en cuenta.<br />
Quiero aclarar que tampoco se trata de negar a esas pocas venezolanas<br />
que forman el catálogo de las no olvidadas, lugar de<br />
mérito. El mismo hecho de que estuvieron ahí y se dieron a conocer<br />
muestra que tuvieron una conducta que llamó la atención de<br />
quienes se sintieron llamados a recordarlas. Pero también soy de<br />
la opinión de que no fueron las únicas y, además, que si vivieron<br />
momentos de dolor, también los tuvieron de decisión, de aptitud<br />
para la defensa de sus ideas, de ganas de luchar y de contribuir a la<br />
consolidación de un nuevo orden de cosas.<br />
Hay que trabajar para dignificarlas por su labor y empeño de<br />
constructoras, de hacedoras de república. El asunto es que ellas no<br />
eran sombra de sus congéneres. <strong>La</strong> cuestión estriba en que las venezolanas<br />
tenían ideas, las defendían con todos los recursos que tenían<br />
a la mano, fijaban posición, tomaban partido, se expresaban,<br />
trataban de persuadir a los indiferentes o a las del bando contrario<br />
y, cuando las circunstancias lo requerían, ponían las manos en las<br />
armas. Tomo partido al indicar que la opción crítica que cabe asignar<br />
a las venezolanas de esos años es de carácter político. En ese<br />
contexto fueron dos las posibilidades: patriotas o realistas (o, si se<br />
prefiere, republicanas y monárquicas u oposición equivalente).<br />
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