Fiestas Patronales

EFEMERIDES SEGORBINAS
(Hace 100 años)
Este año, y como en años anteriores, debido a que tampoco existen actas municipales
en el Archivo Municipal de Segorbe, nos hemos apoyado en las escasas minutas que se
conservan (solo tenemos desde el 9 de marzo hasta el 11 de junio) para realizar estas
efemérides. Del mismo modo hemos consultado tanto las actas capitulares del Archivo
de la Catedral, como el Boletín Eclesiástico del Obispado, y los periódicos el Heraldo
de Castellón, La Provincia, El Siglo Futuro, La Época, La Correspondencia Militar y La
Correspondencia de España.
Enero, 8
Los vecinos de Segorbe y Altura siguen con disputas por el aprovecha-miento de
las aguas del manantial de la Esperanza.
La Guardia Civil comentó que el acequiero del Sindicato de Aguas de Segorbe,
Bernardo Cortés (alias El Pito), al llegar al sitio denominado Cuevas de Ajado en
la acequia comunal La Esperanza encontró a varias mujeres de Altura, llenando
los cántaros, por lo cual les intimó a que se retiraran y dejaran de hacer aquella
operación ya que con ello se ensuciaban las aguas que abastecen a Segorbe.
Las referidas mujeres se negaron a lo pretendido por el acequiero. Entonces cogió
a una del brazo para apartar1a de la acequia y dejara de llenar los cántaros que
llevaba.
Al poco rato se presentaron en dicha acequia varias mujeres más, un guardia
municipal, el alguacil y un anciano, todos de Altura, insistiendo en llenar los
cántaros que llevaban. El acequiero que se hallaba a la parte opuesta de la indicada
acequia, les invitó nuevamente a que dejaran de realizar lo que pretendían y
entonces el guardia llevando la carabina al brazo, hizo que llenaran los cántaros,
invitando además en tono de amenazas, a que pasase el acequiero donde ellos se
encontraban.
Este, en vez de hacer caso a la invitación, les pidió los nombres con el fin de
denunciarlos, pero aquellos se negaron a darlos, profiriendo palabras insu1tantes.
Transcurrido este nuevo incidente se presentaron un grupo de vecinos de Altura,
compuesto de unas 60 personas y otro de Segorbe de igual número, en cuyo
momento acudió la Guardia Civil, la cual con sus exhortaciones e invitaciones
evitó un seguro choque, retirándose tranquilamente los mencionados grupos a sus
respectivos pueblos.
De las averiguaciones hechas por la benemérita resulta que los que se presentaron
a llenar los cántaros fueron los vecinos de Altura, Baltasar Rodríguez, Asunción
García, María Torrejón, María Martínez, el anciano Ramón Arnau, Catalina Soriano
y Juan Torrejón. Este último dice que el acequiero le rompió a palos tres de los
cuatro cántaros que llevaba en la carga, mientras el acequiero dice que los rompió
éste antes de facilitar el nombre.
Termina la guardia civil el oficio manifestando que estos incidentes vienen a
corroborar lo que tiene denunciado en otro oficio de hace algún tiempo y no sería de
extrañar sobreviniera algún grave choque entre los vecinos de ambos pueblos, por
cuestión de las aguas, pero que ello sería debido al poco tacto de los dependientes
del mencionado Sindicato y del municipio de Altura.