informe-de-sahagun-baja-2012-215

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A MI SAHAGÚN DEL
ALMA.
Con profunda gratitud dirijo estas palabras
a mis hermanos sahagunenses porque estoy
convencido que toda la comunidad aportó
un apoyo invaluable para lograr las metas que
como alcalde me propuse durante estos cuatro
años. Al despedirme del primer cargo del
Municipio, quiero decirles que siento un cariño
inmenso por mi tierra natal, este Sahagún del
alma que Dios nos entregó como regalo. Cómo
no trabajar por ustedes, que en realidad fueron
la razón de ser de la labor realizada desde la
Alcaldía.
Dedico no sólo mis palabras sino también
mi obra de gobierno a todas las personas,
las que acompañaron, las que soportaron
incomodidades para poder avanzar, las que
criticaron, porque sus críticas nos motivaron a la
reflexión y a pensar en los intereses de todos los
sahagunenses, pero sobre todo a los hombres y
mujeres del campo, a niños, ancianos, jóvenes,
a mototaxistas, comerciantes, amas de casa,
trabajadores informales, docentes y en general
a todas las familias que luchan por ver un
Sahagún reconstruido para siempre.
Procuramos cumplir de la mejor manera
la gran responsabilidad que mi pueblo me
confirió, para ello estuve acompañado de un
maravilloso y gran equipo de trabajo integrado
por personas diligentes, leales y francas que
trabajaron durante este tiempo con entrega,
dedicación y carácter social, porque siempre
estuvieron dispuestos a servir a la comunidad.
Ejercimos un gobierno que construyó confianza
y equidad en el gasto público, logramos así
poder recobrar la credibilidad que se había
perdido por diversas circunstancias.
Gracias a Dios porque me dio la salud y la
fortaleza para trasmitir a Sahagún el buen
mensaje de unidad, prosperidad y de amor
a todos los sahagunenses en cada una de
las obras realizadas, tanto espirituales como
materiales, y porque me permitió finalizar mi
gobierno hasta el último momento. Muchas
gracias a la Iglesia, por ser la guía espiritual
de este pueblo y que forja en sus feligreses
los valores del respeto, la vida, la tolerancia
y convivencia, y porque de la mano con ella
pudimos trabajar en todas las instancias.
Gracias a mi familia, a mi querida esposa
Lucía, que como primera dama, realizó una
encomiable labor social y espiritual en favor
de los más necesitados. Gracias por su gran
compromiso con nuestra gente. A Jacob y
Salwa, mis queridos hijos, por acompañarme
y entenderme en cada una de las situaciones
vividas, por el tiempo que a veces les quité
como papá para dedicárselo a mis ocupaciones
como alcalde.
Dedico agradecimientos muy especiales al
senador Bernardo “El Ñoño” Elías, mi primo,
por contribuir con la excelente gestión ante
el gobierno nacional para lograr todo lo
que un día idealizó: ver organizado nuestro
pueblo. Gracias también por coincidir en
nuestros ideales para Sahagún, gracias por
creer en este servidor, gracias por el apoyo
de nuestro movimiento de la Ñoñomanía que
pudo experimentar que si era posible iniciar