February 14 2016 Bulletin

PAGE 8 FEBRUARY 14
NATIVITY CATHOLIC CHURCH
TH , 2016
Reflexión de las Escrituras
Dt 26: 4-10; Sal 91: 1-2, 10-15; Romanos 10: 8-13; Lc 4: 1-13
La mayoría de nosotros estamos familiarizados
con el hecho de que hay cuatro Evangelios -
Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Podríamos estar
menos familiarizados con el detalle que los tres
primeros son llamados los Evangelios Sinópticos -
es decir, tienden a incluir las mismas historias en
una secuencia similar. Por lo tanto, los tres
(Mateo, Marcos y Lucas) informan de que Jesús
pasó 40 días en el desierto, ayunando y orando, y resistiendo la
tentación. La lectura del Evangelio de hoy de Lucas presenta la
perspectiva de lo que ocurrió según San Lucas.
Esta Lectura del Evangelio es perfecta para nosotros en este
Primer Domingo de Cuaresma, ya que, también,
simbólicamente entramos en "el desierto" durante estos 40
días de Cuaresma. De hecho, todas las lecturas de este fin de
semana hacen hincapié en el hecho de que tenemos que
poner nuestra confianza en Dios tal como lo hizo Jesús.
La primera lectura, tomada del Libro de Deuteronomio tiene
a Moisés hablándoles a los Israelitas sobre el tema de la
confianza. Moisés explica que él (y por lo tanto nosotros)
necesitamos reconocer que todo viene de Dios. Por otra
parte, tenemos que poner nuestra confianza total en Dios, y
como resultado de esa confianza, es necesario PERSUE la
mayordomía y compartir nuestros "primeros frutos" con el
Señor. Es posible que tenemos la tendencia de decir que
confiamos en Dios, ¿pero nuestras vidas y acciones reflejan
esa confianza? La Segunda Lectura y el Evangelio afirman
la importancia de esa confianza.
San Pablo, en su carta a los Romanos, la Segunda Lectura,
hace hincapié en la naturaleza de esta confianza. Pablo dice
básicamente que creer no es suficiente; hay que profundizar
más. La fe no es sólo creer; significa que confiamos en el
Señor por completo; ponemos todas nuestras esperanzas en
El. Hay que esforzarse durante este período de Cuaresma
para tener total confianza en Jesús, para colocar nuestra
salvación en Sus manos. "Porque uno cree con el corazón,"
dice Pablo. Mero acuerdo intelectual con los hechos de la
Cruz y la Resurrección no es suficiente. Debemos creer en
nuestros corazones, y hay que confiar en el Señor.
Es en el Evangelio de San Lucas que nos encontramos la
confianza definitiva en Dios. El diablo le presenta
tentaciones a Jesús; nosotros también enfrentamos
tentaciones a diario y este período de Cuaresma es el
momento de enfrentarnos con ellos. El diablo le presenta
tres tentaciones a Jesús; el diablo tienta a Jesús a que utilice
Su poder para apaciguar Su hambre; le ofrece a Jesús todos
los reinos del mundo si Jesús lo alaba a él, el diablo. Y
tienta a Jesús para que ponga a prueba la promesa de
protección de Dios. Jesús resiste todo porque El confía en
Su Padre.
En este Evangelio Jesús ayuna y Él tiene hambre, pero Él
está lleno del Espíritu y eso lo fortalece a Él para resistir y
confiar por completo. A veces nosotros tenemos una
experiencia opuesta - nuestros estómagos pueden estar llenas
pero tenemos espíritus vacíos. Uno de los propósitos
principales de nuestra jornada de Cuaresma es vaciarnos y
permitir que nuestros corazones y almas llenen del Espíritu.
Jesús experimentó tentaciones reales. Él las resistió porque
Él puso su confianza total en Dios. Estamos llamados a la
misma clase de confianza todo el tiempo, pero especialmente
durante este tiempo de Cuaresma. Con la ayuda de Dios
podemos desarrollar esa relación profunda con el Señor que
todos necesitamos.
Reglamento sobre Ayuno y Abstinencia
La doble disciplina del ayuno y la abstinencia tiene una larga
historia en la Iglesia católica. Nos remontamos a la Iglesia
primitiva para darnos cuenta que el propósito detrás de esta
costumbre de negarse a uno mismo no es por castigo; es más
bien para simplificar nuestro estilo de vida, de manera que
podamos crear un cierto vacío a fin de que, libres de todas
las distracciones, podamos escuchar el continuo llamado
de Dios a la conversión y la santidad y responderle.
El ayuno es obligatorio el Miércoles de Ceniza y el Viernes
Santo para todos los católicos entre los 18 y los 59 años de
edad. En los días de ayuno se permite una sola comida
completa. Si fuese necesario para mantener la energía se
pueden hacer además dos comidas pequeñas, pero estas dos
juntas no deben ser equivalentes a una comida completa
adicional. No está permitido comer entre comidas, a no ser
por los líquidos.
La abstinencia de carne es obligatoria para todos los
católicos de 14 años o más. El Miércoles de Ceniza,
todos los viernes de Cuaresma y el Viernes Santo son días de
abstinencia.
Salvedad:
A las personas que no pudiesen cumplir con las
regulaciones anteriores debido a enfermedad o por alguna
otra razón seria, se les exhorta a practicar otros sacrificios
aptos para su condición. El ayuno, la limosna y la oración
son las tres disciplinas tradicionales de la Cuaresma. Tanto
los fieles como los catecúmenos deben emprender estas
prácticas seriamente,
y con espíritu de penitencia y de preparación para el
bautismo o la renovación de las promesas bautismales en la
Pascua.
Aprender a Conocer la Biblia
Invitamos a la Comunidad de la Natividad a inscribirse en
el nuevo curso de introducción a la biblia, donde vamos a
tener la oportunidad de ahondar en el conocimiento de las
Sagradas Escrituras. No necesitas tener conocimiento de la
Biblia solo apertura de tu corazón.
Duración: 10 semanas.
Lugar: Pastoral Care
Fecha: Febrero 17
Hora: 7:00 pm - 9:00 pm
Te esperamos