MANEJO DE LA TURBA.pdf

I N D I C E
INTRODUCCIÓN 1
1. Manejo racional de los turbales de Magallanes. 2
1.1 Lineamientos Generales 2
1.2 Conservación y Manejo de Turbales. 3
1.2.1 Conservación. 3
1.2.2 Manejo. 4
1.2.2.1 Propuesta de Contenidos para formular un Plan de Manejo de
Extracción de Turba. 5
1.2.2.2 De los Protocolos de Manejo de turbales. 9
a) Regeneración de Turbales cosechados. 12
b) Restauración de Turbales cosechados. 14
b.1) Planificación de las labores de Restauración. 16
b.2) Preparación del terreno. 17
b.2.1) Obstrucción de zanjas 17
b.2.2) Modificación del relieve 19
b.3) Recolección de plantas 19
b.3.1) Elección del sitio de recolección 20
b.3.2) Recolección 21
b.4) Dispersión de plantas 23
b.5) Dispersión de mulch 23
b.6) Seguimiento de la restauración. 24
b.7) Adaptación del método 26
1.2.2.3 Consideraciones en la cosecha y medidas de mitigación. 27
1.2.2.4 Componentes y definiciones del ecosistema que deben ser
estudiados y formulados para protocolos específicos de manejo. 31
1

INTRODUCCIÓN
El presente documento corresponde a una aproximación a los alcances y
contenidos de lo que debiera ser un Protocolo de Manejo de Turbales para
Magallanes. Debido a que la elaboración definitiva de un protocolo requiere del
conocimiento acabado de los componentes del ecosistema y de sus funciones,
además de los impactos que produce la cosecha de turberas en estos
componentes y de sus medidas de mitigación.
No obstante lo anterior, en este sentido el documento recoge experiencias
de manejo de turbales en algunos países que han desarrollado prácticas en el
contexto del manejo racional del recurso. En las cuales se han vertido aquellos
antecedentes bibliográficos que se pueden reconocer como pautas de consenso a
la actividad extractiva de turba en el ámbito global.
Este documento se enmarca además bajo un concepto de uso racional del
recurso, para el cual se plantea la necesidad de obtener información básica y
aplicada para avanzar en la formulación de protocolos definitivos.
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1. MANEJO RACIONAL DE LOS TURBALES DE MAGALLANES.
1.1 Lineamientos Generales
La 3° Conferencia de las Partes de la Convención de Ramsar (Regina,
1987) definió “Uso Racional” de los humedales como su utilización sustentable
para el beneficio de la humanidad de una manera compatible con el
mantenimiento de las propiedades naturales del ecosistema.
Por lo tanto el “uso racional” de los turbales, considerando que Chile
adhiere a dicha convención, es esencial para asegurar las funciones vitales del
ecosistema, satisfaciendo al mismo tiempo las necesidades o requerimientos de
las comunidades locales.
El uso racional de los turbales involucra la evaluación de sus funciones,
sus usos, impactos y limitaciones, de tal forma que sea posible identificar las
prioridades para su Manejo y Uso (Joosten y Clarke, citado por Balze V., et al
2004).
Las actividades ligadas a la extracción de turba, producen un efecto o
impacto directo sobre los componentes del medio ambiente. Con el fin de
prevenir o minimizar dicho impacto, asegurando las funciones vitales del
ecosistema, es necesario llevar a cabo prácticas de cosecha que conduzcan
hacia una mayor sustentabilidad de los turbales, desde una perspectiva de
conservación en el manejo del recurso.
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1.3 Conservación y Manejo de Turbales.
1.2.3 Conservación.
Los especialistas de suelos comúnmente califican al componente ambiental
suelo como un bien de carácter no renovable en términos de escala temporal
humana, y como tal, debe ser protegido para sustentar sus propiedades y
funciones en el largo plazo. Tomando en cuenta esta cualidad, es necesario
entender el concepto de conservación del suelo como el mantenimiento de su
productividad bajo una determinada condición de uso. Dicha productividad es
función de un conjunto de condiciones ambientales, y en particular, de los
atributos físicos y químicos del suelo. (Gayoso, J. y Alarcón, D, 1999).
Se entiende entonces el concepto conservación del turbal, como el
mantenimiento de su productividad bajo una determinada condición de uso. Dicha
productividad es función de un conjunto de condiciones ambientales, y en
particular, de los atributos físicos y químicos del suelo o sustrato de turba.
Por otro lado, para los turbales los componentes principales que sustentan
sus propiedades y funciones en el largo plazo son el Suelo o sustrato, Agua, Aire,
Biota (flora y fauna) y Paisaje. Por lo tanto, en un contexto más amplio, se
entiende conservación del sistema como el mantenimiento de su productividad
considerando todos los componentes de su ecosistema, bajo una determinada
condición de aprovechamiento.
Las acciones de conservación, por lo tanto, deben estar dirigidas hacia
adecuar las prácticas actuales en cada turbal que sea intervenido, de tal forma de
no provocar cambios de importancia en los factores que determinan su
productividad, o si bien estas alteraciones se llegan a generar escapando de su
prevención, operar con oportunas medidas correctivas.
4

Las guías o los protocolos de conservación deben estar orientados a mitigar
los impactos o disturbios que pudieran afectar a los componentes del
medioambiente: suelo, agua, aire, paisaje y biota (Flora y fauna).
1.2.4 Manejo.
En consideración a lo planteado, el manejo de recursos en general y el de
turbales en particular, debe enmarcarse dentro de consideraciones legales,
ambientales y socioeconómicas.
Las actividades de manejo de un turbal deberán cumplir todas las normas
establecidas en la legislación nacional vigente (Código de Minería) y acuerdos
internacionales suscritos por el país con implicancia en el recurso (Convención
Ramsar). Además con todas las disposiciones legales referidas al ambiente (Ley
de Bases del Medioambiente) y aquellas consideradas en el Código del Trabajo
(Ley N°18620), así con todas las disposiciones y normas que digan relación con la
actividad de manejo de los turbales.
En lo ambiental se deberá elaborar un Plan de Manejo de Turbales, que
considere los objetivos de manejo de manera integral con el conjunto de funciones
que pueden desempeñar las turberas (producción, protección, biodiversidad,
recreación, entre otros) y sus componentes (Suelo, Agua, Aire, Biota y Paisaje).
Junto con esto deberá existir un plan de actividades que considere las medidas
para minimizar los impactos sobre el ambiente, protegiendo la productividad o
sustentabilidad del lugar a intervenir. Para lo cual se requiere contar con
información actualizada de los recursos, para cumplir con los requerimientos de la
planificación de las actividades de manejo, regeneración y/o restauración de
turberas.
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1.2.2.1 Propuesta de Contenidos para formular un Plan de Manejo de
Extracción de Turba.
Un Plan de Manejo, en términos generales, se concibe como un
instrumento de planificación operacional, que deberá reunir los alcances
específicos tendientes a respaldar el uso racional del recurso, estructurado sobre
la entrega de antecedentes generales de los objetivos del proyecto e información
de los demás componentes del medio (Suelo, Agua, Aire, Biota y Paisaje),
antecedentes de su área de influencia y programas específicos.
Considerando el marco global e interno en que se desenvuelve la actividad
extractiva de turba, se estima que para el desarrollo regional de la actividad, en el
futuro inmediato, como lo suponen los objetivos requeridos para el estudio, se
estima que será imperativo contar con una institucionalidad que permita avalar que
esta actividad se desenvuelva en un contexto de uso y aprovechamiento racional
del recurso. En la práctica significa contar con un instrumento de planificación de
la intervención de los turbales y la definición de la instancia gubernamental donde
radique administrativamente la evaluación y autorización de las actividades
contenidas en dichos instrumentos, además del control de los compromisos
atingentes asumidos en este instrumento.
Así, considerando que en la actualidad institucional del país, no existe ni el
instrumento de manejo ni el organismo del estado que lo administre, y no estando
al alcance de este estudio la definición de la instancia administrativa en los
términos antes mencionados, a modo de avanzar en los requerimientos
señalados, se ha desarrollado una estructura de contenidos propuestos para la
futura Formulación de un Plan de Manejo de Extracción de Turba, la cual se
entrega a continuación:
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Pauta de contenidos del Plan de Manejo de Extracción de Turba
� Antecedentes Generales:
♦ Del titular de la concesión
♦ De la Concesión
♦ Del propietario del terreno
� Antecedentes de caracterización del área de influencia (cuenca):
♦ Vías de acceso
♦ Ubicación de la zona de manejo
♦ Fisiografía, hidrografía, clima, flora y fauna.
♦ Usos anteriores
♦ Presencia de flora/fauna con problemas de conservación, recursos protegidos
y sitios de intereses especiales, arqueológico, monumento nacional o turísticos.
♦ Asentamientos poblacionales.
♦ Sitos prioritarios de políticas de desarrollo regional.
� Descripción del turbal a intervenir:
♦ Cuencas y subcuencas afectadas
♦ Fitosociología de la turbera
♦ Superficie del turbal
♦ Profundidad o espesor por capas ( Escala Van Post)
♦ Hidrografía de cursos permanentes, temporales y drenaje natural al interior de
la superficie del turbal. Relación con caudales afectos a derechos de terceros o
fuentes de agua de Asentamientos poblacionales.
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� Programa de Operaciones:
♦ Objetivo de producción
♦ Áreas de extracción
♦ Volumen de producción
♦ Diseño de drenaje y sistema de control del drenaje
♦ Profundidad de extracción
♦ Manejo del material remanente
♦ Plan de extracción
♦ Método de extracción (Mecánico/Manual o Mixto)
♦ Vías de saca.
� Programa de abandono y Restauración:
♦ Recuperación, rehabilitación o restauración del área intervenida
� Programa de Control y Mitigación de impactos:
♦ Flora y Fauna
♦ Suelo
♦ Paisaje
♦ Emisiones
♦ Hídricos
♦ Sitios de intereses especiales.
♦ Riesgos operacionales (incendios y derrames)
♦ Manejo de residuos
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� Programa de Conservación:
♦ Turbal
♦ Flora y Fauna.
♦ Calidad del Agua y caudales
♦ Sitios de interés.
� Programa de Monitoreo:
♦ Turbal.
♦ Flora y Fauna.
♦ Calidad del Agua y caudales
� Cartografía: En escala adecuada,
♦ Del área de influencia, a lo menos a escala 1:50.000, conteniendo topografía,
hidrografía, comunidades vegetacionales y áreas o sitios de interés
presentes, emplazamiento de infraestructura vial, centros poblados,
antecedentes de los predios comprendidos.
♦ Del Plan de operaciones, a lo menos 1:10.000, topografía, hidrografía, diseño
de drenaje, áreas de intervención, áreas de conservación, programa de
intervención, red vial y caminos existentes, caminos propuestos.
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1.2.2.2 De los Protocolos de Manejo de turbales.
Antecedentes Generales
En consideración a lo planteado en los lineamientos de conservación y los
contenidos de formulación del Plan de Manejo de Turbales para Magallanes, los
protocolos de manejo son lineamientos de planificación específicos, referidos a la
aplicación operacional de los planes de manejo y sus consideraciones.
El protocolo de manejo debe estar orientado a la planificación de las
actividades en terreno, consideradas en el Plan de Manejo, tendientes a prevenir o
minimizar los impactos negativos al ecosistema, considerando medidas
especificas para la mitigación de los impactos a cada uno de los componentes
del ecosistema (Suelo, Agua, Aire, Paisaje, Flora y Fauna). Estos deberían
considerar además, los aspectos socioeconómicos relacionados con la actividad.
Considerando que, para los turbales del Hemisferio Sur en general y en
particular para los de la Patagonia (Chile y Argentina), no existen experiencias de
conservación en su manejo, ni existe la suficiente información básica y aplicada,
debido a que no se ha desarrollado dicha investigación. Por lo tanto, en primer
término es necesario generar dicha información, que involucra la evaluación de
sus funciones, sus usos, impactos y limitaciones, de tal forma que sea posible
identificar las prioridades para su Manejo y Uso.
Contenidos de los Protocolos de Conservación.
En consideración, a lo hasta aquí planteado y a la necesidad de
avanzar hacia el manejo racional del recurso, se entregan los lineamientos o
contenidos básicos con los cuales debieran elaborarse protocolos específicos o
guías de buenas prácticas de manejo del turbal y sus componentes, de acuerdo a
algunas experiencias de manejo en otros recursos renovables.
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De la extracción o cosecha de Turbales y abandono.
Las prácticas actuales de extracción de turba son principalmente de
tipo artesanal, con casi nula mecanización, eventualmente solo para el traslado del
material del sitio a las canchas de acopio. Existen dos métodos básicos de
explotación y cosecha, método de la turba en bloques y turba molida.
Considerando, por lo tanto, que la condición actual de uso del turbal es la
extracción de turba (artesanal o mecanizada), las actividades de cosecha deben
estar condicionadas y planificadas para prevenir o mitigar los impactos negativos
que ella genere.
El principal impacto que afecta al ecosistema turbera, generado por la
cosecha, esta sobre el sustrato de turba producto de su remoción y extracción, y el
efecto sobre el nivel freático de esta.
Para la explotación industrial de depósitos de turba es corrientemente
necesario bajar la napa de agua freática, lo que se consigue por medio de la
excavación de zanjas de drenaje que desemboquen en canales colectores de
donde se escurre por gravedad a terrenos más bajos o pozas de los cuales se
extrae por bombeo (Pisano, 1983), Figura N° 1.
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Figura N° 1. Sistema de drenaje en turbera en producción
Las etapas normales en la extracción de turba son; drenaje, destape, corte,
secado y traslado fuera del yacimiento, eventualmente molienda y embolsado,
estas dos últimas fuera del sitio.
Las etapas de cosecha de turba producen impactos directos e indirectos
sobre el recurso y el ambiente. Es necesario, por lo tanto, definir de manera
general en que consisten estas etapas.
Drenaje: es la reducción del nivel freático en la turbera a través de la construcción
de zanjas que evacuan el agua fuera de la turbera.
Destape: es la eliminación de la cubierta vegetal, aproximadamente los 10 cm.
iniciales.
Corte: extracción de la turba a profundidades variables, desde los 10 cm. de
profundidad hasta n metros.
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Secado: consiste en dejar la turba extraída expuesta, normalmente apilada,
durante algún tiempo (variable de acuerdo a las condiciones atmosféricas) a las
brisas y vientos para lograr eliminar el exceso de humedad.
Traslado: una vez secado el material se traslada a las canchas de acopio,
normalmente utilizando carros de arrastre, para ser trasladado a destino o planta.
Abandono: una vez cosechada la turbera esta puede recuperar sus funciones, ya
sea por regeneración natural o por restauración.
a) Regeneración de Turbales cosechados.
La recuperación, de una turbera cosechada, por regeneración implica solo
el remojamiento de la turbera a través del cierre de las zanjas de drenaje. (Figura
N° 2), y las fases de regeneración son las siguientes:
1. A corto plazo: el remojamiento. Cerrando las zanjas de drenaje y
embalsando el agua de las precipitaciones, se induce el remojamiento
de las superficies drenadas. En el curso de 2 a 4 años, según la
pluviometria, la capa restante de turba del antiguo yacimiento se hincha
por el almacenamiento del agua.
2. A mediano plazo: la renaturalización. Una vez terminado el
remojamiento, la antigua turba, empapada de agua, ofrece a las plantas
típicas de las turberas altas la posibilidad de volver a establecerse. Al
mismo tiempo, las plantas no típicas de las turberas se extinguen por el
nivel elevado de las aguas. Las plantas que vuelven a extenderse,
como, por ejemplo, el lino silvestre y los esfagnos, ofrecen nuevamente
el espacio vital apropiado a los animales típicos de las turberas.
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3. A largo plazo; la regeneración. Ciertos experimentos han demostrado
que, después de unos años, se puede formar una capa cerrada de
esfagnos en zonas remojadas. Debido al exceso de agua y al
aislamiento hacia el aire, estas plantas empiezan a descomponerse y
llevan a un nuevo crecimiento de la turba. De una turbera drenada
puede, después de la explotación de la turba, volver a formarse una
turbera en crecimiento.
________COSECHA__________ _________ REGENERACION __________
Figura N° 2. Cosecha y Regeneración de la Turba
14

) Restauración de Turbales cosechados.
Conceptos generales
Se entiende como Restauración, en ecología, a la acción o acciones cuyo
objetivo es la rehabilitación de las condiciones naturales de un lugar que ha sido
degradado ambientalmente.
Estas acciones pueden estar destinadas a rehabilitar totalmente un hábitat
destruido o degradado, o a crear unas condiciones equivalentes a las de dicho
hábitat, de forma que, si no fuera posible reproducirlo fielmente, al menos se
consiga corregir o compensar de modo satisfactorio los problemas originados a
causa de la intervención humana o de algún desastre natural. El primer tipo de
restauración es estructural, mientras que el segundo es de carácter
exclusivamente funcional.
Esta guía es el resultado de ensayos de restauración aplicados en Canadá,
para la recuperación de las turberas cosechadas a sus funciones de ecosistema.
Sin embargo, las técnicas propuestas en esta guía no han sido absolutamente
verificadas a gran escala, donde sus aplicaciones pueden dar resultados variables.
El objetivo va, en el futuro, a que la restauración sea parte integral de las
operaciones de producción de turba.
Objetivo de la Restauración.
Dentro del objetivo de manejo de la turba, como un recurso sustentable,
muchas entidades científicas y ambientales relacionadas al recurso recomiendan
la restauración de la cubierta de la turbera, similar a lo que era antes de su
cosecha. Esto implica la recreación de un ecosistema que, en un largo periodo
podría estar inundado y compuesto nuevamente de Sphagnum. Las acciones de
restauración de turberas podría ser una importante contribución a la preservación
de la biodiversidad en los humedales.
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La extracción de turba produce un gran impacto en las turberas. Primero
estas son drenadas, causando un descenso en el nivel de agua (nivel freático),
después que la cubierta de la vegetación es removida.
Después de la cosecha ciertos elementos persisten en el medioambiente, a
pesar del disturbio causado por la extracción de turba:
1) Queda algún nivel de capa remanente de turba en el fondo de la turbera.
2) Esta capa de turba tiene ciertas características químicas (Ph ácido,
pocos nutrientes, etc.) que son generalmente similares a los
encontrados en forma natural en las turberas.
Las técnicas de restauración dependen de la persistencia de estos elementos
en la post-cosecha de las turberas (Figura N° 3). La presencia de una cubierta de
turba pobre y ácida permite retomar el trabajo de restauración a partir de esta, y
no tener que partir de cero. Sin estos elementos básicos, podría ser mucho más
difícil la restauración de Sphagnum.
Nivel
del
Agua
Figura N°3
Extracción de Turba:
- drenaje
- remoción de plantas
Nivel
del
Agua
Turbera
Cosechada
Restauración:
- bloqueo de zanjas
- reintroducción de plantas
Nivel
Del
Agua
Turbera
Restaurada
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.1) Planificación de las labores de Restauración.
Las prácticas de restauración apuntan a recuperar los elementos que son
fundamentales en la cosecha; el nivel de agua y la vegetación de las turberas. En
otras palabras, el nivel del agua debe ser elevado y la vegetación reintroducida al
iniciar el proceso de regeneración, sin embargo esto no es simple. La operación
debe ser realizada de manera precisa y planificada. Diferentes enfoques deben
ser usados de acuerdo a la condición particular del sitio. Especial atención debe
prestarse en la reintroducción de musgos del grupo Sphagnum, los cuales no
sobreviven fácilmente fuera de su entorno natural. La reintroducción de Sphagnum
es importante porque estos musgos son responsables del particular desarrollo de
las condiciones iniciales en turberas y de asegurar una buena calidad de turba en
el futuro.
Es importante proceder con la restauración del turbal previo a que especies
indeseables invadan los terrenos drenados y cosechados, lo ideal es dispersarlas
fuera del área de influencia. La implementación y planificación debe ser ordenada
y en un espacio de tiempo determinado (calendarizado), de manera tal que
permita replicar el método y respetar el protocolo en eventos sucesivos.
Recomendaciones
• Es esencial preservar una sección de la turbera en estado natural o
tener acceso a una fuente de plantas con anticipación a la restauración.
De acuerdo a las experiencias de otros países (Canadá, p.e.) es
necesario dejar 1/10 de la superficie natural de la turbera, para ser
conservada para la restauración.
• Es necesaria la conservación de una capa de turba de a lo menos 50 cm
de grosor para facilitar el proceso de regeneración. Si el sitio de
restauración tiene menos de 50 cm de turba residual, en promedio, es
17

preferible consultar un especialista que determine que tipo de hábitat de
humedal es más apropiado ser creado.
b.2) Preparación del terreno.
Es necesario preparar el terreno durante el abandono de la cosecha, antes
de la llegada del invierno y de la reintroducción de plantas, por las siguientes
razones:
1. Obstruir las zanjas o cunetas de drenaje en este período permitiendo
almacenar la nieve que se derretirá durante el curso de la primavera.
2. La escarcha impide un trabajo en la capa de turba, en primavera antes de
propagar las plantas.
b.2.1) Obstrucción de zanjas
Para encauzar el retorno de las especies al turbal, es esencial elevar el
nivel de agua cerrando la superficie. Para esto es necesario obstruir como mejor
sea posible los drenajes, evitando generar problemas en los sectores aún en
cosecha o sin cosechar todavía. Figura N° 4.
Simplemente se llena la zanja con turba, las distancias de 2 a 3 m., luego
compactar la turba con maquinaria pesada. Se recomienda que las zanjas sean
obstruidas en intervalos de 100 m en orden a distribuir el agua en forma más
uniforme sobre el terreno.
Es muy importante en la cosecha, no alcanzar el nivel mineral (Límnico) o
atravesar la capa impermeable de la turba.
18

Turba Fíbrica
La turba descompuesta se usa para
llenar las zanjas de drenaje
Figura N° 4. Obstrucción de Zanjas.
Al mismo tiempo en que las zanjas son llenadas, pequeñas depresiones o
charcas pueden ser cavadas en el área abandonada. Estas cuencas ayudan a
almacenar agua por creación de charcas; algunas charcas están presentes en
forma natural y constituyen un importante hábitat para alguna flora y fauna. Las
charcas incrementan la biodiversidad y también ayuda a uno de los objetivos de la
restauración.
Maquinaría a utilizar
• Un subsolador o pala retroescavadora puede ser usada para extraer la
turba y también como compactador en la obstrucción de zanjas para
bloquear el flujo de agua.
• También puede ser usado un bulldozer, pero éste es menos eficiente para
llegar a nichos más profundos.
100 metros
19

Recomendaciones
• Usar la mejor turba descompuesta.
• No excavar el nivel mineral.
• Obstruir las zanjas en intervalos de 100 m.
• Efectuar los trabajos antes del proceso de reintroducción de plantas.
b.2.2) Modificación del relieve
Se han realizados algunos experimentos, para determinar si modificar la
topografía del terreno puede favorecer el establecimiento de plantas. Los
resultados obtenidos recomiendan:
1. No emparejar sobre las irregularidades del relieve y no llenar
completamente las zanjas.
2. Modificar el relieve de los cultivos o campos en forma convexa, para
Maquinaria
perfilar y dar forma a una depresión en el centro (concavidad).
• Un perfilador de alto rendimiento.
• Un bulldozer o un clasificador de cosecha también puede ser usado.
b.3) Recolección de plantas
El éxito de la restauración depende en gran medida de la calidad de las
plantas que puedan ser reintroducidas en la superficie descubierta de la turba. Por
ejemplo: si las plantas son colectadas desde una capa que está demasiado
profunda, su supervivencia podría disminuir. El equipamiento usado debe ser el
óptimo, puesto que la regeneración de plantas disminuye cuando ocurren daños
20

mecánicos. Especial atención se debe poner en el sitio desde donde se colectarán
las plantas.
La colección de plantas debe hacerse al principio de la primavera, cuando
los primeros 10 cm se hayan descongelado, por las siguientes razones:
1. La capacidad de regeneración es superior en los primeros 10 cm.
2. El terreno congelado suministra mejor soporte a la maquinaria y se
disminuye el riesgo de hundimiento.
3. Es fácil recoger las plantas.
4. Las raíces y la estructura del suelo están preservadas en el sitio.
b.3.1) Elección del sitio de recolección
Los bordes de las zonas boscosas ocupados por Sphagnum son ideales
para sitios de colección de plantas, dentro de estas zonas los sectores dominados
por Sphagnum, formando montículos o planos, debieran ser los prioritarios. Esto
debido a que son especies con mayor aptitud colonizadora de sitios húmedos
(pozos y charcas), podrían tener alguna dificultad para restablecerse en campos
abandonados cuando las condiciones de humedad no son óptimas (muy secos).
Algunas experiencias realizadas recomiendan despejar de nieve la zona de
recolección, esto para liberar los primeros centímetros y además mantener la
superficie escarchada para la maquinaria de recolección.
Debe existir una concordancia entre la superficie del sitio a restaurar y el
sitio de recolección de plantas. Normalmente se considera que la relación es de
1:15 (superficie de recolección: superficie de restauración). Esto porque así se
21

minimiza el impacto de recolección de plantas en la turbera natural, mientras se
asegure el número suficiente para el restablecimiento de la vegetación.
b.3.2) Recolección
Para la recolección de plantas se recomienda el uso de un rotovator ya que
el uso de una chopper produce un elevado daño a las plantas. Basta con una
pasada del rotovator, asegurando una profundidad de 10 cm, aun cuando el suelo
esté descongelado. Figura N° 5.
Turba
Planta de sphagnum
Figura N° 5. Recolección de Plantas.
Una vez cortadas las plantas, éstas deben ser transportadas al sitio de
restauración en el menor tiempo posible para evitar así daño por desecación. Una
vez en el sitio de destino se recomienda apilarlas o amontonarlas para mantener
condiciones de humedad y conservación.
22

Es importante que el rotovator trabaje solo hasta 10 cm de profundidad, de
manera de evitar en lo posible el daño a las raíces de las plantas y también como
una manera de mantener la estructura de la turbera natural.
Maquinaria
• Rotovator
• Cargador y carro
Recomendaciones
• Seleccionar los sectores en que el Sphagnum forma charcos y montículos.
• Marcar la superficie de recolección, preferentemente a lo largo y recto,
1/15° de la zona de restauración.
• Recolectar las plantas en primavera cuando el terreno esta descongelado,
aproximadamente hasta los 10 cm de profundidad, cercano o próximo a la
superficie. Precaución, los terrenos congelados deben ser monitoreados por
si el deshielo ocurriera más rápidamente que lo esperado, tanto en la
turbera natural como en la cosechada.
• Arrancar las plantas de la superficie o cubierta de Sphagnum con un
rotovator; y
• Transportar las plantas arrancadas lo más rápido posible a la zona de
restauración y allí apilarlas.
23

.4) Dispersión de plantas
Normalmente se utiliza un dispersador de abono para distribuir las plantas
arrancadas, teniendo cuidado en diseminar a un nivel de 1 o 2 cm de grosor y
completamente cubierto de turba desnuda. Una persona puede ayudar al operador
en el comienzo de la operación, ajustando el propagador antes que se descargué.
Es mejor esparcir las plantas mientras el terreno esta todavía escarchado. Cuando
la turba esta descongelada y blanda, las plantas están en riesgo de ser enterradas
y la maquinaria podría hundirse. Una vez que las plantas son esparcidas evitar
pasar sobre estas con la maquinaria.
Maquinaria
• Propagador de abono
Recomendaciones
• Dispersión uniforme (1-2 cm), y
• Dispersar las plantas cuando el suelo esta aún escarchado.
b.5) Dispersión de mulch
Es esencial cubrir las plantas arrancadas con un mulch de paja, para crear
condiciones que puedan ser favorables a su supervivencia y crecimiento. Sin la
protección de un mulch los fragmentos de Sphagnum se secan muy rápidamente y
mueren.
Hasta ahora la propagación mecánica del mulch ha ocasionado una
importante pérdida de la capacidad de regeneración de las plantas. Se están
realizado ensayos de sobrevivencia para intentar salvar estos problemas. Es por
lo tanto recomendable dispersar el mulch de paja manualmente en la superficie de
24

estauración. La cantidad de paja a propagar es de 3.000 Kg. /ha (2 fardos de
heno/100 m2). Cubrir un terreno de 40 x 300 m requiere 240 fardos de paja. Seis
(6) personas pueden cubrir tal terreno con paja en un día. Para ahorrar tiempo se
recomienda poner los fardos de mulch en el centro del campo o a los costados de
éste. Los fardos de pasto deben ser completamente disgregados para que no
queden grandes trozos. El mulch debe cubrir la totalidad de la superficie del suelo.
Recomendaciones
• Dejar abajo la paja y los pedazos de paja.
• El mulch de paja debe estar cubriendo casi completamente el suelo.
• Evitar pasar con maquinarias sobre el terreno una vez que las plantas han
sido dispersadas.
• Dado que el Sphagnum se seca rápidamente es necesario dispersar
inmediatamente el mulch después de dispersado el Sphagnum; y
• Es mejor disponer de algunas personas que dispersen el mulch en el menor
tiempo posible.
b.6) Seguimiento de la restauración.
El seguimiento de las labores de restauración consiste en visitar los sitios
restaurados, esta debe ser anual para verificar si la cubierta se esta
estableciendo. Desde que las plantas y el mulch son dispersados en primavera. La
primera visita debe ser realizada después del término de esta.
Para tener una buena impresión de como la cubierta de vegetación esta
evolucionando en la superficie restaurada, se sugiere el siguiente método:
1) Establecer nueve (9) estaciones de observación en cada terreno
intervenido, como se observa en la Figura N° 6. Identificar cada estación
25

con una estaca fácilmente visible (amarrando una cinta o pintando la
estaca).
2) Estimar el porcentaje de suelo que esta cubierto por los musgos y otras
plantas introducidas, con una parcela circular de 3 m de diámetro
alrededor de la estaca.
Figura N° 6. Estaciones de observación.
Es dificultoso hacer estas estimaciones cuando una persona no esta
familiarizada con el procedimiento. Es por lo tanto muy sugerible que la misma
persona elegida haga las estimaciones año a año, asegurando consistencia en los
resultados. Esta persona debe comparar los porcentajes de un año con los del año
anterior, verificando la progresión de la vegetación en la cubierta restaurada, si no
26

se observa una progresión, es preferible consultar un especialista en restauración
ecológica.
Recomendaciones
• Correcta posición de la estación de observación.
• Asignar a una misma persona la verificación de la estimación del porcentaje de
cobertura de plantas año a año.
• Remover suavemente la paja para evaluar la cobertura de plantas y
reemplazar las dañadas.
b.7) Adaptación del método
Es posible que las condiciones locales y regionales coincidan, pero en
ciertas operaciones puede no ser ejecutado como se ha descrito previamente. En
estos casos es necesario adoptar las técnicas de restauración necesarias para
cada caso, he aquí algunos ejemplos:
1. Si no se cuenta con acceso a un sector natural, como fuente de plantas para la
reintroducción, disponible en las cercanías u otra turba en producción, será
necesario realizar un proceso natural de restauración. En éste caso se bloquea
el drenaje de las cunetas, favoreciendo la formación de un pantano en la
medida de lo posible.
2. Acceso solo a una sección de turba natural y donde el Sphagnum está
ausente. Si es posible usar el mismo procedimiento cuando el Sphagnum está
completa o parcialmente ausente. Es posible utilizar otras especies de musgos
en la reintroducción, ya que estos generan condiciones favorables para la
restauración del Sphagnum. Sin embargo, es necesario consultar un
especialista que determine la alternativa más apropiada.
3. Existen turberas que están expuestas a fuertes vientos y ésta variable puede
hacer que se disipe la paja a zonas de cosecha y en consecuencia desplazar la
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turba fuera de la zona de restauración y enterrar las plantas. En la actualidad
se siguen estudiando otros materiales y métodos para subsanar éste
inconveniente. Podría utilizarse una malla rashell.
1.2.2.3 Consideraciones en la cosecha y medidas de mitigación.
La extracción de turba, la disminución del nivel freático y las actividades
relacionadas con la intervención de la turbera provocan alteraciones e impactos
sobre los componentes del ecosistema en general. Algunos de los componentes
del ecosistema poseen un mayor desarrollo en la identificación de sus funciones,
impactos y medidas de mitigación, que otros componentes del mismo.
Superficie de preservación
De la superficie de los turbales a cosechar deberá considerarse mantener
una proporción de la misma en forma natural, esta superficie de preservación
corresponderá a lo menos al 10 % de la superficie del turbal. Cartográficamente se
indicará su distribución, la forma de estas y los fundamentos de su elección. Se
recomienda que la superficie de preservación dentro del turbal sea la más rica en
Sphagnum, normalmente en charcas y montículos, que posteriormente puede ser
utilizada para la recuperación o restauración de la turbera.
Zonas de protección
Adicionalmente a la superficie de preservación se deberán considerar
medidas de protección específicas para otros componentes del ecosistema:
• En los ecotonos de los turbales (bosque, praderas, otros) se deberá dejar
una franja de protección, que en una primera aproximación será de a lo
menos 10 m desde su borde. Figura N° 7.
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• Protección de sectores de turbales en donde existan especies protegidas o
en alguna categoría de conservación que requiera esta medida.
• Protección de los cursos de agua o cauces naturales (drenajes) de los
turbales. Figura N° 8.
• Mantención de corredores de fauna o de conectividad entre distintas
asociaciones vegetales.
Estas zonas de protección sirven además de fuentes de alimentos para la
fauna que ocupa estos ecosistemas como fuente de recursos para su
alimentación.
Figura N° 7. Protección de ecotonos.
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Figura N° 8. Protección de cursos de agua.
Protección de la fauna
Las medidas de mitigación o protección de la fauna, en general y en
especial la que se encuentre en alguna categoría de conservación, deben ser
consideradas desde la perspectiva de la mantención de hábitat, fuentes de
alimentos y de la no eliminación de las especies (casería).
Protección de curso de agua y drenajes naturales
Los proyectos de explotación de turba deberán localizar espacialmente las
zonas de cosecha (Cartográficamente), de forma de localizar claramente la red de
drenajes existentes en el área, indicando el tipo (permanente o temporal) y sentido
de escurrimiento de las aguas en las zonas de explotación y dentro del área de
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influencia. Distancia desde las zonas de explotación a causes principales si los
hubiera, definiéndose además:
• Donde será vertidas las aguas del turbal
• Cuanta agua se drenará de las turberas y a donde
• Conectividad y dinámica de los drenajes
Profundidad de cosecha
La profundidad de cosecha deberá considerar dejar un espesor de turba no
inferior a 50 cm y en ningún caso sobrepasar el estrato Límnico o impermeable, de
tal forma de poder regenerar o restaurar la turbera una vez cerrados las zanjas de
drenaje.
Si durante la extracción ocurre algún hallazgo de tipo arqueológico se
deberá avisar a las autoridades pertinentes, de acuerdo al Art. 260 de ley 17.288 y
Art. 200 de su reglamento.
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1.2.2.4 Componentes y definiciones del ecosistema que deben ser
estudiados y formulados para protocolos específicos de manejo.
Aguas (Sistema hídrico)
Se deben definir:
- sus funciones principales y los usos del agua en la cuencas
- el impacto hidrológico de las actividades de manejo:
- Identificación de impactos:
+Disminución en el nivel freático del turbal
+Aumento del caudal en cursos de agua temporal y permanente.
+Aumento de agua y humedad a los sitios aledaños.
+Aumento de la acidez de los cursos de agua
+Medidas para la conservación
+Listado de medidas
+Mejores prácticas
Suelo (Sistema edáfico)
Se deben definir:
- sus funciones principales y sus usos
- el impacto al suelo de las actividades de manejo:
- Identificación de impactos:
+Extracción de parte del suelo orgánico.
+Alteración del suelo mineral por movimiento de maquinarias.
+Anegamiento de suelos aledaños por drenaje.
+Acidificación del suelo
- medidas para la conservación
- listado de medidas
+Mejores prácticas
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Aire (sistema aéreo)
Se deben definir:
- las relaciones entre las turberas y la atmósfera
- el impacto a la atmósfera producto de las actividades de manejo:
- Identificación de impactos:
+Emanación de gases al aire liberados por la intervención.
+Emanación de gases al aire liberados por las maquinarias.
- medidas para la conservación
- listado de medidas
Relieve o Paisaje
+Mejores prácticas
Se deben definir:
- las relaciones entre las turberas y el paisaje.
- el impacto al paisaje producto de las actividades de manejo:
- Identificación de impactos:
+Impacto visual producido por las zanjas de drenaje.
+Alteración escénica producto del apilamiento de bloques de turba
+Emplazamiento y orden de las instalaciones dispuestas para las
Operaciones extractivas
- medidas para la conservación
- listado de medidas
+Mejores prácticas
Flora y Fauna (sistema biótico)
Se deben definir:
- las relaciones de las turberas con la flora y fauna
- el impacto a la flora y fauna producto de las actividades de manejo:
- Identificación de impactos:
+Alteración del hábitat de la fauna.
+Alteración del sustrato para el establecimiento de la vegetación.
+Pérdida de hábitat para la flora y fauna.
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+Alteración a la cadena trófica.
+Alteración a las comunidades vegetales aledañas.
- medidas para la conservación
- listado de medidas
+Mejores prácticas
De las relaciones socioeconómicas.
El concepto “uso racional” incluye las relaciones socioeconómicas que se
producen en el contexto del aprovechamiento de los recursos, específicamente
con relación al manejo de Turbales.
Por lo tanto para este deben ser definidas las funciones, relaciones e
impactos que se producen en el desarrollo de la actividad extractiva de turba.
Entre algunos;
- Buenas prácticas laborales
+Seguridad Social
+Seguridad Laboral
- Beneficios socioeconómicos
+Para los trabajadores
+para la comunidad
- Otros.
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