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Europa<br />
necesarias, pero políticamente controvertidas en los propios<br />
países. Los mecanismos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento<br />
revelaron ser demasiado débiles, particularmente después de que<br />
Francia y Alemania violaran durante varios años las reglas del<br />
Pacto sin que fueran sancionadas. Las condiciones de los paquetes<br />
de rescate y las correspondientes resoluciones del Consejo Europeo<br />
no fueron lo suficientemente implementadas también debido a<br />
resistencias políticas en los países altamente endeudados. <strong>El</strong> Banco<br />
Central Europeo no pudo más que intervenir puntualmente<br />
sin perder su independencia ni renunciar a su obligación de<br />
defender la estabilidad de la moneda común.<br />
En la gestión de la crisis afloraron además grietas en el<br />
consenso de los miembros de la Unión Europea. Si bien la<br />
moneda común europea fue aprobada en el<br />
Tratado de Maastricht como proyecto común<br />
de todos los Estados, Gran Bretaña y<br />
Dinamarca se habían asegurado una cláusula<br />
de excepción y tampoco Suecia se adhirió a la<br />
moneda común cuando el país cumplió con<br />
los criterios. Por ello, esos países y otros<br />
miembros de la UE fuera de la eurozona<br />
participaron en la gestión de la crisis en primer<br />
lugar a través de su pertenencia al Fondo<br />
Monetario Internacional (FMI). En Finlandia,<br />
las ayudas se transformaron en tema de<br />
campaña electoral para corrientes populistas, en Eslovaquia<br />
desencadenaron una crisis de Gobierno. Entre los 17 países<br />
del euro se cristalizaron dos bandos. Uno defendió la creación<br />
de bonos estatales conjuntos (eurobonos) y una mayor<br />
intervención del Banco Central en los mercados de bonos, mientras<br />
que Alemania, los Países Bajos y Austria, el núcleo del otro<br />
bando, rechazaron esos instrumentos para evitar una<br />
comunitarización de las deudas.<br />
"Europa necesita<br />
una renovación de la<br />
relación entre el ciudadano<br />
y el Estado,<br />
el provecho propio y<br />
el bien público."<br />
Explicación de las decisiones de la cumbre de la UE en Bruselas<br />
en diciembre de 2011: la canciller federal Angela Merkel durante<br />
su declaración de Gobierno ante el Bundestag en Berlín<br />
Aumento del endeudamiento total<br />
Europa estaba dividida y llegó a un compromiso solo por la presión<br />
que ejercieron los hechos. Así sucedió con la decisión a favor de la<br />
creación de un mecanismo provisional de estabilización en mayo de<br />
2010, la siguiente creación del Fondo Europeo de Estabilidad<br />
Financera (FEEF) y la fundación de un paraguas permanente<br />
de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), en julio<br />
de 2011. <strong>El</strong> cambio de estrategia de la política europea se debió<br />
seguramente más a la insuficiente capacidad del Gobierno de Italia<br />
para llevar a cabo las reformas prometidas ante el Consejo<br />
en Bruselas que al fracasado intento de detener la dinámica<br />
de la crisis con una condonación parcial de las deudas<br />
griegas por parte de acreedores privados.<br />
La persistente crisis demostró que los Estados<br />
de la eurozona habían perdido de hecho su<br />
soberanía formal en cuestiones de finanzas.<br />
Todos -incluida Alemania- habían ampliado<br />
considerablemente su deuda total como consecuencia<br />
de la crisis financiera de 2008 y<br />
perdido espacio nacional de maniobra.<br />
Si querían recuperar esa soberanía debían<br />
formular juntos sus políticas económicas,<br />
estructurales y presupuestarias. Ya con el<br />
paquete de seis directivas y regulaciones ("six<br />
pack"), la Comisión, el Consejo y el Parlamento<br />
Europeo habían aprobado un endurecimiento del Pacto de Estabilidad,<br />
que tuvo como objetivo aumentar la disciplina fiscal a<br />
nivel nacional antes de la aprobación de los presupuestos<br />
nacionales y castigar más consecuentemente las violaciones. En<br />
septiembre de 2011, Angela Merkel, la canciller federal<br />
alemana, dejó entrever que Alemania estaba dispuesta a impulsar<br />
una reforma de los tratados para transformar la unión monetaria<br />
en una “unión fiscal”. Las propuestas preparadas juntamente<br />
Cómo son comentadas las decisiones de la cumbre<br />
Günther Nonnenmacher, editor de<br />
“Frankfurter Allgemeine Zeitung”<br />
“No hay duda de que los 17 miembros de la eurozona, que ahora quieren firmar un tratado separado<br />
para profundizar su cooperación en cuestiones financieras y económicas, han sentado las bases para<br />
una unión política. De esa forma recuperan lo que no se pudo alcanzar en Maastricht. pues está claro<br />
que una unión fiscal no quedará limitada a cuestiones presupuestarias.”<br />
Wolfgang Franz, director del Centro de<br />
Investigación Económica de Europa<br />
“Las decisiones tomadas en la cumbre, por eiemplo la introducción de frenos nacionales<br />
al endeudamiento y las sanciones automáticas, son adecuadas para alcanzar el objetivo. Esas<br />
medidas fueron aconsejadas también por el Consejo de Expertos”<br />
08 <strong>El</strong> <strong>Salvador</strong> - Alemania <strong>Hoy</strong><br />
03-04/2012