revista_070313

La alcaldesa Alicia Arellano Tapia, supo gobernar para todos, sin
distingos políticos, lo que le ocasionó problemas con su partido, el
PRI, pero ella siguió adelante como toda una estadista que era…
Fue una mujer con carácter fuerte, pero a la vez muy sensible, principalmente
en las causas justas que pedían las familias más necesitadas
de Hermosillo.
Innegablemente, Alicia Arellano Tapia dejó huella e hizo historia en
México, al abrir la brecha para que muchas otras mujeres pudieran
transitar con menos dificultad en la vida política del país.
Pavlovich Arellano destacó el carácter, la entereza y decisión de su
mamá, quien siempre, supo encontrar el camino para realizar el
sueño de su vida: servir a su país y construir para las futuras generaciones.
“Quiero reconocer a Alicia Arellano, la mujer, la madre, la que
me enseñó mis primeras letras, la que estuvo presente en mis momentos
alegres y también en los amargos. Quiero reconocer a la
madre de quien aprendí los valores de la honestidad, del trabajo,
la congruencia, la responsabilidad y la determinación”, manifestó
la senadora priísta.
Hoy después de casi 30 años de haberse retirado de la actividad pública,
Arellano Tapia sigue vigente en los corazones de los sonorenses y de
los mexicanos, “la vigencia es un privilegio de quien deja huella para
siempre y prueba de ello, es que con ella aprendí que la política es sólo
un medio y que el fin es la gente. Aprendí con ella que la política que
sirve es aquella que le sirve a la gente”.
“No fue fácil. Para las pioneras nada nunca es sencillo…las dificultades
que las mujeres encontraban para integrarse plenamente a la política…
había que vencer muchos obstáculos… por eso las pioneras merecen
ser reconocidas…porque dieron los primeros pasos, recorrieron por vez
primera esas complicadas brechas, hicieron historia y con sus pasos
dejaron las huellas que muchas más hemos seguido para transitar esos
mismos caminos con mayor facilidad”, con gran emoción expresaba la
Senadora Pavlovich.
Así como Alicia Arellano Tapia, fue una de las pioneras, no debemos
olvidar que en esta lucha hubo muchas otras mujeres, que quizá permanezcan
en el anonimato, pero que han hecho posible “lo que por
muchos años fue imposible, que las mujeres pudiéramos estar aquí, en
igualdad de condiciones, en la cámara alta, en una de las más altas
distinciones que se puede tener en la vida”.
La política que sirve es
aquella que le sirve
a la gente”
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