180313

14 VOCES CIUDAD CCS / LUNES 18 DE MARZO DE 2013
Levanten la
mano quienes
piensen que
lo mataron
ILDEGAR GIL
ildegargil@gmail.com
Nuestro presidente Hugo Chávez
fue víctima de un complot. Me lo
dice mi corazón de hombre de
pueblo. Lo grita el corazón de todo
un pueblo.
Abordar esta materia no es fácil.
Aportar pruebas es, por ahora,
sencillamente imposible. Solo el
tiempo y los resultados que arrojen
las investigaciones que pudiesen
hacerse, tendrán la última palabra.
Solo hagámonos eco de lo dicho
por algunas personalidades que en
algún momento también han
manifestado tener la misma
corazonada. Empecemos por la
más antigua, la del camarada Ilich
Ramírez, quien desde la prisión
francesa en la que injustamente lo
tienen confinado, afirmó en
diciembre de 2011: “Yo creo que al
presidente Chávez lo irradiaron”.
Luego sentencia: “Un tipo con
buena salud, deportista y en buen
estado y de repente le aparece una
vaina así... esa vaina fue una
irradiación”.
Nicolás Maduro, próximo
presidente electo, lo expuso así el 11
de marzo: “El Comandante Chávez
fue envenenado por fuerzas oscuras
para golpear al pueblo venezolano y
golpear a América Latina” para
agregar seguidamente que “él tenía
un cáncer que en su momento se
conocerá, el cual rompía todas las
regularidades de esa enfermedad. Él
fue amenazado muchas veces,
quizás no lograron el magnicidio
por la vía de un atentado”.
“El elemento irradiante que
produjo la lesión al Presidente se
utilizó en una reunión de mandatarios
y mandatarias suramericanas,
pero la fuerza del contaminante era
tal que todos los que estaban cerca
quedaron contaminados y resultaron
enfermos, aunque el ataque fue
dirigido directamente a nuestro
Presidente, y con él lograron lo que
buscaban”, relata Andrea Coa, en
publicación del 8 de marzo en la
página Aporrea, aludiendo a una
nada científica pero no menos
interesante versión extrasensorial.
¿Quién más sospecha que al
Comandante lo asesinaron?
Quienes así piensen ¡levanten la
mano! Yo lo hice hace rato.
LETRA DESATADA
Candidato en problemas
C
MERCEDES CHACÍN
mechacin@gmail.com / Twitter: @mercedeschacín
Cuando el presidente Chávez estaba vivo y en campaña
y el candidato derechista decía alguna estupidez
sabíamos que muy pronto vendría una respuesta
certera de nuestro Comandante. Él era nuestra voz y raras veces
salía alguien diciendo (desde el chavismo, se entiende) que estaba
en desacuerdo. Ahora que está muerto, el candidato cobarde, y no
solo él sino muchos de sus seguidores también, creen que muerto
Chávez podrán difamarlo y agredirlo a su antojo. Y tenían que meterse
nada más y nada menos que con su muerte. Claro, está muerto
y no puede responderte. ¡Bravo Capriles, te la comiste! Eres valiente.
Te metes con los muertos.
El dolor provoca impaciencia. E intolerancia. Y rabia. Solo Maduro
pudo calmar la indignación que sentí el 6 de marzo. Yo, la más comeflor
y pacífica, vociferaba de indignación. Pero seré militante y disciplinada.
No caeré en provocaciones. Te lo juro, Maduro.
Dice el candidato derechista, y muchos de sus seguidores (ya estoy
harta de disculparlos como si fueran enfermos mentales y no fueran
responsables de sus actos y de lo que piensan), que Chávez no se murió
el 5 de marzo de 2013 sino cuando lo “suponen” sus mentes frías
y calculadoras. Sin ninguna prueba. El argumento que esgrime para
afirmar eso no puede ser más débil: Maduro necesitaba tiempo.
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Tiempo para empezar la campaña, para ser Presidente, para prepararse.
Según el candidato derechista todo fue planificado. Cuidadosamente.
Tan planificado que Maduro le dijo a toda la familia: lloren
a escondidas que el 5 de marzo llorarán en público. Yo necesito prepararme.
De ahí en adelante han dicho que no fue Chávez el que se trasladó
del Hospital Militar hacia la Academia, que no había nadie en el féretro.
Que lo metieron en otro ataúd cuando llegó a la Academia. Que
llegó una urna y luego pusieron otra. Suponiendo que fuera así, supuesto
negado ¿Cuál es el peo? ¿No se podía cambiar de urna? Irrita
tanta estupidez junta.
La verdad es que el único que se estaba preparando el candidato
de la derecha venezolana y del imperio estadounidense. Hasta las
pausas (usualmente desesperantes) estaban ensayaditas. Estaba
contento y altanero. “Muerto Chávez, yo soy el Presidente”. Sí, Luis.
Leyó bien la cartilla. Buenos maestros sin duda. ¿Cuántos meses duró
tu preparación? ¿Desde el 8 de diciembre? Lució una chaqueta
diseñada para la ocasión. Él si se estaba preparando, esperando la
muerte del Presidente. Fue a coger línea a Nueva York. Y de allá vino
con ese cuento macabro e increíble. Bravo Capriles, te la comiste.
Pero lo que te comiste te está envenenando. Chávez murió pero
su alma nos acompaña. El objeto de tu odio y el de muchos de tus
seguidores ya no está, te veo en problemas. ¿Contra quién votarán
ahora? Sigamos.
“Continuar con
su mano firme”
El mundo fue testigo del amor, valentía, decoro, responsabilidad y ética
del presidente Hugo Chávez, cuando el 8 de diciembre de 2012 se
dirigió a Venezuela en cadena nacional de radio y televisión.
El presidente Hugo Chávez anunciaba al mundo que el cáncer había
montado una nueva emboscada, y esta vez, le obligaba a tomar
las previsiones necesarias ante la posibilidad de que una situación
sobrevenida no le permitiese continuar conduciendo la Revolución
Bolivariana.
Expresa Chávez: “…si se presentara alguna circunstancia sobrevenida,
así dice la Constitución, que a mí me inhabilite, óigaseme bien,
para continuar al frente de la Presidencia de la República Bolivariana
de Venezuela, bien sea para terminar, en los pocos días que quedan…
(…) si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera,
Nicolás Maduro no solo en esa situación debe concluir, como
manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena
como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que –en ese
escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de
nuevo a elecciones presidenciales– ustedes elijan a Nicolás Maduro
como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se
los pido desde mi corazón.
(…) Si es que yo no pudiera, continuar con su mano firme, con su
mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gente,
con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado,
con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo,
junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo,
los destino de esta Patria”
Hugo Chávez, el Comandante Inmortal, mandó: “Mano firme” Nicolás
Maduro, no se puede perder la República. Hoy tenemos Patria.
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