23vo_Final
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Publicación Gratuita<br />
Febrero - Marzo 2013, Año 5 Número 23<br />
www.SuigenerisFapsi.com<br />
Editoriales<br />
Dil intro de la FaPsi<br />
Tema Central<br />
La Entrevista<br />
Dossier<br />
PsiqueCinema<br />
Maktub<br />
PsicoanalizARTE<br />
Quid<br />
Locos & Pastillas<br />
1<br />
11<br />
18<br />
24<br />
29<br />
36<br />
40<br />
46<br />
47<br />
50<br />
Revista oficial de la uanl<br />
a través de la Facultad de Psicología<br />
ISSN: 2007-3119
Una publicación de la<br />
Universidad Autónoma de Nuevo León<br />
Dr. Jesús Ancer Rodríguez<br />
Rector<br />
Ing. Rogelio G. Garza Rivera<br />
Secretario General<br />
Dr. Ubaldo Ortiz Méndez<br />
Secretario Académico<br />
Lic. Rogelio Villarreal Elizondo<br />
Secretario de Extensión y Cultura<br />
Dr. Celso José Garza Acuña<br />
Director de Publicaciones<br />
Mtro. José Armando Peña<br />
Director de la Facultad de Psicología<br />
Mtra. Magaly Cardenas<br />
Subdirectora Académica<br />
Mtra. María Eugenia Gónzales<br />
Subdirectora Administrativa<br />
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Subdirectora de Proyectos Educativos<br />
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SUIGENERIS SUI GENERIS, Año 5, No. 23, Febrero-Marzo 2013. Fecha de publicación 5 de Marzo del 2013. Revista Bimestral, editada y publicada por<br />
la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología. Domicilio de la publicación: Dr. Carlos Canseco y Mutualismo No. 110 Colonia<br />
Mitras Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P.64460. Teléfono: +52 8183 33 7859 ext. 510. Fax. +52 81 83337859 Impresa por: EDIREY, Narciso<br />
Mendoza 4024, Col. Niño Artillero, Monterrey, Nuevo León, México. Fecha de terminación de impresión: 11 de Marzo, Tiraje: 1000 ejemplares. Distribuido<br />
por: Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología, Carlos Canseco y Mutualismo No. 110 Colonia Mitras Centro, Monterrey,<br />
Nuevo León, México, C.P.64460.<br />
Número de reserva de derechos al uso exclusivo del título SUIGENERIS SUI GENERIS otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-<br />
2010-030514053000-102 de fecha 5 de Marzo 2010. Número de certificado de licitud de título y contenido 14927 de fecha 25 de Agosto de 2010, concedido<br />
ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. ISSN: 2007-3119. Registro de marca ante el instituto<br />
Mexicano de la Propiedad industrial II83057.<br />
Las opiniones y contenidos expresados son responsabilidad exclusiva de los autores.<br />
Prohibida su reproducción total o parcial, en cualquier forma o medio, del contenido editorial de este número.<br />
Impreso en México<br />
Todos los derechos reservados<br />
© Copyright 2013<br />
suigeneris.psi@gmail.com
Editoriales<br />
La Interpretación «Junguiana» de Los Sueños<br />
Por Pedro Daniel González<br />
«No podemos permitirnos ser ingenuos al tratar los sueños. Se originan en un espíritu<br />
que no es totalmente humano sino más bien una bocanada de naturaleza»<br />
C. G. Jung<br />
Al escuchar la frase «la interpretación de<br />
los sueños» resulta muy complicado no<br />
pensar en la afamada obra centenaria<br />
de Sigmund Freud, sin embargo, no es de ese<br />
libro ni de ese método sobre lo que este escrito<br />
trata, sino del procedimiento junguiano, lo cual<br />
de entrada resulta complicado; comprendiendo<br />
que a diferencia del médico austriaco, Carl<br />
Jung jamás escribió un texto que tratase propiamente<br />
de la dinámica con la que él trabajo<br />
los sueños, no obstante, a lo largo de su obra da<br />
esbozos de un método definido.<br />
Para empezar a trazar las diferencias entre<br />
ambas técnicas de interpretación onírica, primero<br />
deben asentarse las divergencias teóricas,<br />
mientras para Freud la importancia del sueño<br />
radica en el contenido latente, Jung prepondera<br />
el contenido manifiesto, argumentado que<br />
no existe un mensaje oculto,<br />
el sueño no es un disfraz, la<br />
dificultad para descifrar el<br />
código no es prueba de un<br />
contenido velado, por lo<br />
tanto el sueño es textual, la<br />
imagen onírica debe tomarse<br />
tal y como es, utilizando el<br />
método de la «amplificación»<br />
que se diferencia de la asociación<br />
libre en su dinámica; la<br />
libre asociación parte de la<br />
imagen onírica, zigzagueando<br />
entre posibles nexos, dejando<br />
atrás la imagen misma y avanzando hasta<br />
llegar al contenido latente, por otro lado, la<br />
amplificación se mueve en espiral, ampliando<br />
los posibles significados del símbolo, teniendo<br />
como eje central la imagen en sí, las amplifica-<br />
ciones deben ser primeramente sobre las experiencias<br />
personales, referencias del medio y<br />
otros sueños del soñante, las cuales una vez<br />
agotadas, pueden dar paso a amplificaciones<br />
arquetípicas, propias del contenido del inconsciente<br />
colectivo.<br />
Otra diferencia teórica se manifiesta en la<br />
utilidad que la psique encuentra en los sueños:<br />
Freud habla de cumplimiento de deseos, Jung<br />
encuentra una función compensatoria desde el<br />
inconsciente sobre la actitud consciente, tratando<br />
de llegar a un equilibro ante ambas posturas.<br />
Para deducir la compensación, se debe<br />
entender en que consiste la unilateralidad,<br />
dentro de la consciencia existe un sustrato<br />
denominado Yo o Ego, el cual engloba la autopercepción<br />
del individuo, le da un sentimiento<br />
de poseer una identidad y es el organizador<br />
de la mente consciente, pero<br />
sus intereses no siempre van<br />
en la misma dirección que el<br />
resto del aparato psíquico, ya<br />
que es altamente selectivo con<br />
respecto al material que lo<br />
conforma, evitando toda idea<br />
y recuerdo que pueda provocar<br />
ansiedad o desestabilizar<br />
el contenido de la consciencia.<br />
Además del Ego, existen otros<br />
elementos que conforman la<br />
totalidad de la psique, como el<br />
Anima/Animus que representan<br />
la dualidad de lo femenino/masculino y la<br />
Sombra, uno de los que mayor carga energética<br />
posee, ya que su contenido se constituye por el<br />
inconsciente personal, pero su naturaleza es<br />
arquetípica, es decir, vinculada al inconscien-<br />
1
2<br />
Editoriales: La Interpretación «Junguiana» de Los Sueños<br />
te colectivo, explicado de manera más simple,<br />
colectivamente todos tenemos (y tememos) la<br />
Sombra (se constituye de los aspectos individuales<br />
que rechazamos y por lo tanto hemos<br />
reprimido y aun no llegamos a aceptarlos<br />
como propios). Los contenidos de la Sombra<br />
son contrarios a los que constituyen el Ego,<br />
siendo este último el que determina las acciones<br />
conscientes. El Ego optará siempre por la<br />
misma dirección, volviendo el accionar predecible<br />
y aprisionado, pero toda acción consciente<br />
tiene su contraparte inconsciente, así la<br />
Sombra al manifestarse como imagen onírica,<br />
intentará compensatoriamente halar en dirección<br />
contraria al Ego, dando más opciones en<br />
el accionar de la persona, y al asimilar estas<br />
posibilidades e integrar las múltiples facetas<br />
de la psique, el individuo sintetizara una nueva<br />
concepción de sí mismo, más cercana a su<br />
totalidad, y al tomar alguna decisión, podrá<br />
hacer, o no hacer, lo mismo que prefería con<br />
anterioridad, pero ya no será de forma mecanizada<br />
por la imposibilidad de tomar otra<br />
acción, si no por elección, y es esta función la<br />
utilidad primordial que Jung encuentra en el<br />
análisis de sueños, los cuales son compensatorios<br />
a la actitud consciente del soñante.<br />
Jung reconoce una serie de mecanismos<br />
del sueño, los cuales elaboran las imágenes y<br />
desarrollan el lenguaje onírico, incluye seis de<br />
estos procesos, la Contaminación, en la cual<br />
objetos y/o ideas que en apariencia no tienen<br />
relación entre si son vinculados, Condensación,<br />
proceso por el cual se combinan dos<br />
símbolos para otorgarles un mayor significado,<br />
Multiplicación, donde una misma imagen<br />
es repetida ya que posee mayor énfasis en el<br />
sueño, Concretización, en la cual los complejos<br />
o arquetipos abstractos son personificados en<br />
un elemento de las imágenes oníricas, contario<br />
a la Dramatización, donde los contenidos<br />
inconscientes son representados en forma de<br />
relato, y por último, están los Mecanismos Arcaicos,<br />
los cuales son contenidos inconscientes<br />
con raíces arquetípicas. De esta forma los sueños<br />
se elaboran y estructuran en cuatro partes,<br />
siendo la primera fase la exposición, donde se<br />
especifica el ambiente en el cual se desarrolla<br />
el sueño, surgen los protagonistas y la situación<br />
inicial, después en el segundo momento<br />
se da el desarrollo del argumento del sueño,<br />
para dar pasó a la tercera fase denominada<br />
culminación en la cual aparece el momento<br />
decisivo para llegar a una resolución, la cual<br />
constituye la cuarta fase de la estructura de<br />
un sueño.<br />
Una vez manifestado el sueño, es necesario<br />
dar paso a la técnica de interpretación propia<br />
de la teoría junguiana, conformada por una<br />
serie de pasos, en los cuales debe iniciarse por<br />
exponer el sueño en sí, durante este momento<br />
puedo ocurrir que el soñante agregue imágenes<br />
que no formaban parte del sueño en realidad,<br />
si no que aparecieron en la consciencia<br />
cuando intentaba recordarlo, dificultando el<br />
saber que es sueño y que se agregó a posteriori,<br />
sin embargo, para Jung esto no representa<br />
una dificultad, ya que este contenido agregado<br />
es tan importante como el sueño mismo, lo<br />
siguiente que debe hacerse es iniciar el análisis<br />
utilizando la técnica de amplificación,<br />
manejando contenidos del inconsciente personal,<br />
así como, una vez agotados los primeros,<br />
contenidos del inconsciente colectivo, es<br />
importante mencionar que al interpretar un<br />
sueño no debe obviarse nada respecto a los<br />
significados de los símbolo, recordando que el
sueño es su propia interpretación, al negar la<br />
existencia de contenidos latentes, y tener presente<br />
que sin importar la función compensatoria,<br />
el sueño no dice al sujeto lo que debe de<br />
hacer, si no que amplía las posibilidades en el<br />
accionar consciente, de la decisión debe hacerse<br />
cargo el soñante; es importante identificar<br />
si las imágenes que se presentan son objetivas<br />
o subjetivas, siendo las primeras aquellas<br />
que representan un elemento de la realidad<br />
tal cual es, mientras las segundas toman elementos<br />
de la realidad para representar parte<br />
de la personalidad del sujeto, aunque algunas<br />
imágenes pueden ser de ambos tipos simultáneamente,<br />
una vez analizados cada uno de los<br />
Editoriales: La Interpretación «Junguiana» de Los Sueños<br />
contenidos significativos podemos iniciar la<br />
interpretación propiamente dicha, tomando<br />
en cuenta la actitud consciente del sujeto y la<br />
función compensatoria del sueño.<br />
En la interpretación de sueños, es importante<br />
generar una empatía entre el soñante y<br />
su interprete, para que este último tenga la capacidad<br />
de palpar las emociones que despierta<br />
el sueño en el sujeto, sin olvidar mantener una<br />
postura objetiva, para no depositar en los símbolos<br />
del sueño amplificaciones propias más<br />
allá de las que pertenecen al sujeto. Así, queda<br />
asentado que la interpretación de sueños en la<br />
psicología analítica se da en un diálogo entre<br />
paciente y analista llevando una reflexión entre<br />
ambos, por lo cual Jung no llamaba pacientes<br />
a sus analizados, si no que se refería a ellos<br />
como «la gente que trabaja conmigo».<br />
Referencias de imágeners:<br />
Carl Jung [fotografía]. (s.f.) Recuperado de http://media-files.<br />
gather.com/images/d926/d286/d747/d224/d96/f3/full.jpg<br />
Dreams Explored [imagen]. (s.f.) Recuperado de http://dreamsexplored.com/wp-content/uploads/2012/07/dreams.jpg<br />
Carl Jung, Dreams [imagen]. (s.f.). Recuperado de http://contentcafe2.btol.com/ContentCafe/Jacket.aspx?UserID=ts3app&Password<br />
=ts276356&Return=T&Value=9780691150482&Type=L<br />
El sueño:<br />
una ontología<br />
inconclusa<br />
Por José Vieyra Rodríguez<br />
«…muchas veces ilusiones tan<br />
semejantes me han burlado mientras<br />
dormía […] veo tan claramente que no<br />
hay indicios ciertos para distinguir el<br />
sueño de la vigilia»<br />
-Descartes<br />
La naturaleza de los sueños es algo que<br />
ha despertado el interés del hombre<br />
desde diferentes lugares del conocimiento.<br />
La consideración popular contemporánea<br />
los reduce a meros procesos cerebrales o,<br />
en otros casos, a material psíquico potencialmente<br />
interpretable, ya sea por medio de una<br />
pitonisa o un psicoanalista.<br />
3
4<br />
Editoriales: El sueño: Una ontología inconclusa<br />
La pretensión científica, por otra parte,<br />
también borra el resto de subjetividad incómoda<br />
para el investigador, a la vez que bordea<br />
una problemática que poco les importa a quienes<br />
operan en ese campo del saber, me refiero<br />
a la problemática ontológica que arroja considerar<br />
el sueño como una realidad tan cierta<br />
(no solamente en el sentido psíquico) como el<br />
estado de vigilia.<br />
Fue en 1641 cuando el filósofo francés<br />
Descartes publica por vez primera sus «Meditaciones<br />
Metafísicas», en ella hace objeto<br />
de consideración una cuestión cognoscitiva,<br />
aquella que se refiere habitualmente bajo el<br />
vulgar nombre de «duda cartesiana», en ella<br />
llega al punto de preguntase qué de todo lo<br />
que conoce está seguro de ser realmente verdadero,<br />
con esta pregunta arriba también a<br />
una consideración ontológica, pues dicho<br />
cuestionamiento lo lleva hasta los umbrales<br />
de certeza de la realidad misma. Es en la célebre<br />
primera meditación que lleva por nombre<br />
«De las cosas que pueden ponerse en duda» en<br />
donde cae en cuenta que en ese preciso momento<br />
de estar escribiéndola nada le garantiza<br />
no estar soñando, pues «muchas veces ilusiones<br />
tan semejantes me han burlado mientras dormía<br />
[…] –continúa el filósofo más adelante– veo<br />
tan claramente que no hay indicios ciertos para<br />
distinguir el sueño de la vigilia». Todo ello lo<br />
conducirá por una serie de vericuetos racionales<br />
hasta llegar a la certeza de su existencia<br />
validada por su propio pensamiento, «pienso,<br />
por tanto, soy». La afirmación anterior ha sido<br />
malentendida y malgastada hasta llegar a significar<br />
poco de su contenido primordial, pues<br />
con esta solución no resolvía únicamente la interrogante<br />
sobre la primera certeza indubitable,<br />
sino que además, encontraba la forma de<br />
saberse partícipe de una realidad objetiva, es<br />
decir, el pensamiento sustenta al sujeto como<br />
elemento perteneciente a una realidad independiente<br />
del absurdo solipsismo.<br />
La pregunta sobre qué valida a la realidad<br />
subjetiva como verdadera, ha sido objeto de<br />
múltiples tratamientos en el arte, en tiempos<br />
recientes la película «Inception» (Nolan,
2010) ha conseguido actualizar este viejo interés<br />
filosófico, pues volvió a poner en entredicho<br />
la objetividad aparente de la diferencia<br />
entre la realidad y el sueño. En esta película<br />
cada personaje posee un objeto llamado «tótem»<br />
el cual es el elemento que otorga confiabilidad<br />
a la realidad, aquél que da certeza a la<br />
existencia en un lugar que bien podría ser un<br />
sueño. La respuesta cinematográfica encuentra<br />
la misma salida que Descartes, pues la forma<br />
de distinción entre el sueño y la vigilia es el<br />
propio sujeto cognoscente, en otras palabras,<br />
el «tótem» cartesiano es el pensamiento subjetivo.<br />
Es en la meditación sexta y última llamada<br />
«De la existencia de las cosas materiales<br />
y de la distinción real entre el alma y el cuerpo<br />
del hombre» en donde Descartes, después de<br />
haber estado seguro de que existe como sujeto<br />
en tanto se sabe ser «una cosa que piensa»,<br />
encuentra también una respuesta definitiva<br />
para lograr la distinción entre el sueño y la<br />
vigilia; «nuestra memoria no puede nunca enlazar<br />
los ensueños unos con otros y con el curso de<br />
la vida, como suele juntar las cosas estando despiertos[…]<br />
pudiendo enlazar sin interrupción<br />
el sentimiento que de ellas tengo con la restante<br />
marcha de mi vida, poseo la completa seguridad<br />
de que las percibo despierto y no dormido», es<br />
Editoriales: El sueño: Una ontología inconclusa<br />
decir, encuentra la certeza de la vigilia en la<br />
memoria, en tanto ésta puede retraer a sí las<br />
experiencias pasadas.<br />
Si bien el filósofo encuentra de esa manera<br />
su tranquilidad racional, no todos están conformes<br />
y seguros de que sea la memoria una<br />
fuente confiable de certidumbre, otro artista,<br />
esta vez escritor, también trató la misma cuestión<br />
durante el siglo XVII. Calderón de la<br />
Barca escribió una obra de teatro llamada «La<br />
vida es sueño». En ella intenta dilucidar la verdad<br />
ontológica de su vida, aunque la respuesta<br />
encontrada fue menos alentadora, haciéndola<br />
hablar por medio de Segismundo « ¿Qué es la<br />
vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión,<br />
una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño;<br />
que toda la vida es sueño, y los sueños,<br />
sueños son».<br />
Referencias bibliográficas:<br />
Calderón, P. (2008). La vida es sueño. España: Castalia.<br />
Descartes, R. (2004). Meditaciones metafísicas. Argentina: Terramar<br />
Nolan, C. (Director) (2010). Inception [DVD].<br />
Referencias de imágeners:<br />
Rene Descartes [imagen]. (2009). Recuperado de http://t0.gstatic.<br />
com/images?q=tbn:ANd9GcR20pclKGzCXxBCX8KyKNhf8jIvKn<br />
leAbfAw-iR0z11gznGbaE&t=1<br />
Inception poster outdoor [imagen]. (2010). Recuperado de http://<br />
static.screenweek.it/2010/6/8/Inceptio-Banner-USA-01.jpg<br />
Sueños<br />
Por Diana Jaramillo<br />
« ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es<br />
la vida? Una ilusión, una sombra, una<br />
ficción; y el mayor bien es pequeño;<br />
que toda la vida es sueño, y los<br />
sueños, sueños son»<br />
-Pedro Calderón de la Barca<br />
Freud citaba que los sueños son manifestaciones<br />
de deseos inconscientes<br />
reprimidos, también mencionaba que<br />
son restos diurnos, situaciones que vivimos<br />
durante el día.<br />
En los sueños manifestamos temores, fobias<br />
e angustias, puede decirse que los sueños<br />
5
6<br />
Editoriales: Sueños<br />
son un mecanismo de defensa, para liberar<br />
cierta carga de índole mental.<br />
La Melatonina es la hormona que induce al<br />
sueño, es fabricada por nuestro organismo a<br />
través de la glándula pineal, básicamente es la<br />
encargada de regular los ciclos de día y noche y<br />
el estar despiertos o dormidos (sueño – vigilia).<br />
Fases del sueño:<br />
1. Es una fase de transición de la vigilia del<br />
sueño. Aparecen las ondas alfa cuando<br />
cierras los ojos para dormir. Es un estado<br />
de sueño ligero, se perciben ruidos no<br />
muy fuertes. Duración desde 15 minutos<br />
a partir de que cerramos los ojos para<br />
dormir, pero 5 minutos de sueño reales.<br />
2. El sueño y el descanso son más profundos,<br />
pero se puede despertar sin gran dificultad.<br />
Aparecen movimientos rítmicos que<br />
manifiestan estallidos de ondas cerebrales,<br />
el sueño es tan profundo que el cerebro<br />
ya no registra contacto con el cuerpo<br />
y manda un impulso para corroborar<br />
vida, este impulso produce una reacción y<br />
la mente lo disfraza, es cuando sentimos<br />
que caemos.<br />
3. Se registran ondas lentas y amplias llamadas<br />
ondas delta. Es el comienzo del<br />
sueño profundo.<br />
4. (Sueño Delta): fase de sueño lento, las<br />
ondas cerebrales en esta fase son amplias<br />
y lentas así como el ritmo respiratorio.<br />
Cuesta mucho despertarnos estando en<br />
esta fase que dura unos 20 minutos aproximadamente.<br />
5. Sueño MOR–REM: cuando se despierta<br />
una persona durante el sueño MOR más<br />
del 80 % recuerdan claramente el sueño<br />
que estaban teniendo.<br />
Los sueños son un proceso mental para<br />
descargar ciertas angustias o preocupaciones,<br />
sin embargo, si nos centramos en el contexto<br />
metafórico, los sueños son parte del inconsciente<br />
colectivo, son parte de la utopía y<br />
porque no, también son parte de una realidad,<br />
en la cual las personas hacen introspección y<br />
se perciben metas que en si catalogan como<br />
casi imposibles e inauditas; a lo que comúnmente<br />
llamamos «sueños» ciertamente no<br />
se puede vivir sin utopías, mucho menos sin<br />
soñar, el proceso de ensoñación mental crea<br />
una atmosfera de distractibilidad ante los hechos<br />
cotidianos, ante esa realidad angustiante<br />
y cruel, los sueños son una forma de juego<br />
psicológico en la que podemos evadirnos por<br />
un breve lapso del caos de la vida cotidiana,<br />
siempre y cuando conozcamos, deduzcamos y<br />
comprendamos la diferencia entre la realidad<br />
y la ficción fugitiva de los sueños, ambas se<br />
relacionan entre sí, coexisten entre sí, a veces<br />
algunas circunstancias de la vida se asemejan<br />
a un cuento de ficción y de la ficción se pueden<br />
extraer ciertos matices, emociones o sen-
saciones muy lucidas de la vida real. ¿Surge<br />
una paradoja que es real en sí? ¿Solamente lo<br />
material y visible? ¿O también es real, aquello<br />
que no percibimos en materia, o en los diversos<br />
sentidos perceptivos humanos?<br />
Es válido soñar, fijarse metas, luchar hasta<br />
obtenerlas, el resultado varía y a veces el resultado<br />
no depende de nuestros agentes internos,<br />
se puede tener un sueño, las herramientas,<br />
el talento y la técnica, pero agentes externos<br />
pueden ser patógenos para llevarlos a cabo, es<br />
ahí cuando el sueño se convierte en una pesadilla.<br />
La pesadilla que reprime, que castra,<br />
que atosiga.<br />
Los dos polos están ahí presentes, sueños y<br />
pesadillas, recordándonos nuestra fragilidad.<br />
Así en todo sueño podemos encontrar:<br />
Contenido Manifiesto. Es lo que se sueña<br />
independientemente de la causa que lo provocó.<br />
Contenido Latente. Es ese deseo que ha<br />
provocado el sueño, transformado para poder<br />
superar la censura hasta llegar al Contenido<br />
Manifiesto.<br />
Freud citaba que: «La interpretación del<br />
sueño es la vía regia hacia el conocimiento de<br />
lo inconsciente» y es ahí en el inconsciente<br />
donde se resguardan aquellos contenidos «angustiantes»<br />
que se mantienen ahí, como si estuviesen<br />
ocultos a la espera de ser abreaccio-<br />
Editoriales: Sueños<br />
nados, liberados, hasta manifestarse en este<br />
caso al soñar, entonces podríamos afirmar<br />
que tal actividad es por demás catártica, es un<br />
estado de depuración mental.<br />
Los sueños esas representaciones mentales,<br />
esos fragmentos, que se desbordan desde la<br />
instancia del inconsciente.<br />
Existen los sueños lucidos, son aquellos en<br />
los que la persona está consciente de estar soñando,<br />
inclusive algunas personas pueden controlar<br />
cuando salir del «sueño» por ejemplo, si<br />
están teniendo un sueño en el cual el estado de<br />
angustia es maximizado o de forma anticipada<br />
perciben que la situación o resultado va a ser<br />
desfavorable, logran zafarse mentalmente, provocando<br />
el cese de dicho estado mental.<br />
En algunas ocasiones experimentamos<br />
sensaciones, emociones que parecen reales,<br />
inclusive podemos percibir sensaciones físicas,<br />
ya que al soñar también los sentidos se hacen<br />
presentes, en las imágenes o representaciones<br />
mentales va de por medio el sentido de la vista,<br />
por eso percibimos rostros ajenos, conocidos,<br />
de personas, animales o seres inanimados,<br />
incluso si soñamos que alguien nos está estrechando<br />
la mano lo podemos llegar a sentir<br />
como si fuese real y no se tratase de un sueño,<br />
el sentido del oído también se hace presente,<br />
se puede soñar que alguien está gritando con<br />
furia, o quizá exista una conversación que se<br />
complemente con el sentido del olfato ( no<br />
es muy común que se presenten sueños en<br />
los que el olfato, la escucha(el oído) se hagan<br />
presentes, no obstante, un recuerdo puede inducir<br />
un cierto aroma, que puede presentarse<br />
en determinado sueño, o alguna canción, palabra,<br />
voz e intensidad oral, ambos pueden<br />
evidenciarse de manera onírica).<br />
Hay sueños que se recuerdan, otros se evaporan<br />
como si nunca hubiesen ocurrido, todos<br />
ellos son manifestaciones del inconsciente,<br />
productos derivados de materiales que necesitan<br />
depurarse.<br />
Los sueños también son parte del descanso,<br />
la actividad cerebral se da mediante ondas,<br />
incluso hay más actividad cuando estamos<br />
dormidos, se trata de un proceso de gran ac-<br />
7
8<br />
Editoriales: Sueños<br />
tividad mental. Es importante mantener un<br />
ciclo de sueño regularizado, dormir 8 horas<br />
diarias durante la noche, ya que no es lo mismo<br />
dormir en el día, en el caso de las personas<br />
que laboran en turnos nocturnos, estas<br />
pueden presentar un trastorno alterado del<br />
ciclo del sueño, que puede manifestarse en<br />
un cansancio mental y síntomas recurrentes<br />
de disminución de vigilia o estado de alerta y<br />
concentración, por ende no dormir bien puede<br />
ser sinónimo de que la mente no descanse<br />
como debe, por eso es una necesidad fisiológica<br />
el dormir, ¿cuántos accidentes, ocurren por<br />
dormitadas frente al volante?<br />
El insomnio se puede presentar en las personas<br />
debido al estrés emocional o a diversas<br />
preocupaciones que acontecen en la vida, también<br />
debido a ciertas sintomatologías físicas o<br />
por la inducción de ciertos medicamentos.<br />
El centro de la lógica se apaga y es cuando<br />
soñamos, creamos un mundo virtual e imaginativo.<br />
Se observan movimientos oculares<br />
rápidos (también se habla de sueño MOR, de<br />
movimientos oculares rápidos o sueño REM).<br />
Frases significativas sobre los sueños:<br />
«Un sueño es una manifestación de imágenes<br />
y a veces sonidos que muestran interrelaciones<br />
comunes y no comunes.Es un espejo que<br />
refleja algún aspecto de la vida o el inconsciente,<br />
un escenario para ensayar posibilidades<br />
de expresión externas, una ventana<br />
de oportunidad para el autoconocimiento»<br />
Stephorn Kaplan Williams.<br />
«Hay sueños cuya estructura dramática<br />
lleva al paroxismo afectivo, paroxismo tan<br />
perfectamente realizado en el sueño que el<br />
durmiente se ve forzado a despertar por<br />
las emociones desencadenadas. Los sueños<br />
no sólo sirven para proteger el dormir.<br />
Sirven también, a veces, para interrumpirlo,<br />
cuando su función lo requiere. Por<br />
ejemplo, cuando tiene una importancia<br />
vital para la orientación de la conciencia».<br />
Carl Gustav Jung (El hombre hacia el<br />
descubrimiento de su alma).<br />
La interpretación de los sueños es una de las<br />
obras más importantes de Freud, tanto Jung<br />
como él fueron arqueólogos que indagaron en<br />
las profundidades de la psique, cada uno con<br />
sus diversas ideologías y puntos de vista.<br />
Entonces puedo decir que los sueños son<br />
parte del inconsciente individual y colectivo,<br />
son parte de los procesos mentales del ser<br />
humano, sirven como mecanismo de defensa,<br />
además sería muy aburrido vivir sin sueños,<br />
sin esos sueños con los cuales deseamos con<br />
intensidad ese algo utópico que está latente, a<br />
la espera de convertirse en realidad.<br />
Referencias de imágeners:<br />
Sisters, Joyride To Nettles Summit [imagen]. (2012). Recuperado de<br />
http://411posters.com/wp-content/uploads/2012/10/andrews-Joyride-to-Nettles-Summit.jpg<br />
Representabilidad<br />
y Condensación<br />
Por Pedro López | Kefas21@hotmail.com<br />
« ¿Puede un niño a través de una<br />
u otra expresión, manifestar algo<br />
que sus sentidos no le hayan<br />
permitido construir? En este<br />
caso realizar una imagen a partir<br />
de una palabra desconocida…»<br />
Algunas veces la cotidianidad ofrece<br />
posibilidades para explorar ideas, o<br />
para cambiar concepciones teóricas<br />
que son más validas por su repetición en el<br />
mismo circulo que por sus alcances. Hace<br />
unos días un par de niños de 7 y 3 años y un<br />
servidor dibujábamos. ¿Kann man einen pájaro<br />
Machen? Pregunté, con un poco de confusión<br />
por la palabra en español y después de<br />
unos cuantos segundos: «gemacht», dijeron,<br />
uno dibujó algo sin forma, el otro, nada. Después<br />
de que la pregunta fue enteramente en<br />
su idioma ambos hicieron una imagen similar.<br />
Más allá de las implicaciones culturales de la<br />
escena, se nos plantea una pregunta sencilla:<br />
¿puede un niño a través de una u otra expre-
sión, manifestar algo que sus sentidos no le hayan<br />
permitido construir? En este caso realizar<br />
una imagen a partir de una palabra desconocida.<br />
Si se admite una cierta relación entre el<br />
desarrollo cortical cerebral y la formación del<br />
icc, la respuesta sería negativa. Se puede objetar<br />
que sin embargo plasmaron algo a partir<br />
de la consigna, mas este algo está totalmente<br />
fuera de su conocimiento, no por ser inconsciente,<br />
sino porque no hay un registro, correspondiente<br />
a la palabra desconocida, que se<br />
haya articulado por sus sentidos y enlazado a<br />
otros registros por acción semántica. Así sea<br />
que exista la imagen bajo otro registro sonoro,<br />
la palabra pájaro no existe para ellos, entonces<br />
no puede articularse en imagen. La palabra se<br />
puede suplantar por otra en el mismo idioma,<br />
basta con que el significado de dicha palabra<br />
la ubique fuera de su red de asociación semántica<br />
para que los resultados no sean diferentes,<br />
más tarde lo corroboré. Esto haría diferencias<br />
entre los sueños infantiles y los de los adultos<br />
si llevamos este dilema a la vida onírica.<br />
Nos encontraríamos con diferencias, no en<br />
los componentes representabilidad - condensación,<br />
desplazamiento - que organizan el tra-<br />
Editoriales: Representabilidad y Condensación<br />
bajo del sueño, sino en el contenido con que<br />
dichos componentes lo articulan. Si observamos,<br />
entendida como el proceso por el cual<br />
los pensamientos deben ser susceptibles de<br />
transformarse en imágenes (representación<br />
cosa), la representabilidad es, de cierta forma<br />
un proceso incesante no solo de la vida onírica<br />
sino de la vida despierta, es inherente a la actividad<br />
cortical de los lóbulos posteriores a través<br />
de la percepción en estado vigilia, Freud<br />
lo señala en «Lo Inconsciente» (das Unbewusste,<br />
1915), las representaciones cosa se encuentran<br />
en ambos polos del psiquismo. Este proceso<br />
psíquico-cortical le daría a los sueños infantiles<br />
un determinado volumen en su composición<br />
icónica. Se dice de la condensación<br />
que, una representación por si sola es capaz<br />
de representar varias cadenas asociativas, tal<br />
noción implica observar las dimensiones de<br />
una cadena de representaciones, a mi juicio<br />
estas dimensiones se adquieren por dos extremos,<br />
si de sueños infantiles se trata: el grado<br />
de mielinización de la sustancia blanca en ambos<br />
hemisferios cerebrales, y el grado de efectividad<br />
que la corteza cerebral le permite a la<br />
representabilidad. El ejemplo de los niños da<br />
9
10<br />
Editoriales: Representabilidad y Condensación<br />
apenas una pista para entender porque el psiquismo<br />
ha sido procesado previamente por los<br />
sentidos; incluso, un constructo interno más<br />
complejo que sonidos o imágenes, este en su<br />
base, ha sido constituido por los sentidos. Por<br />
varios motivos es justificable pensar en que<br />
ambos procesos -representabilidad y condensación-<br />
no pertenecen exclusivamente a un polo<br />
o proceso del psiquismo –al inconsciente- y<br />
su complejidad está en función del desarrollo<br />
cortico-subcortical.<br />
¿Qué los caracteriza como procesos conscientes<br />
o inconscientes entonces? Posiblemente<br />
la intensidad afectiva concomitante a<br />
un sueño o a una serie de representaciones en<br />
la asociación libre sea una diferencia, entre<br />
tantas, importante, porque, ¿no es el afecto<br />
el principal motor de la represión? ¿No es el<br />
afecto angustiante lo que irrumpe el dormir?<br />
Esta serie de hipótesis, si se quieren leer como<br />
tal, al menos me permite una observación de<br />
cómo es que la interpretación psicoanalítica<br />
compromete ambos mecanismos, si se acepta<br />
que la interpretación ocupa el lugar vacío<br />
en discurso del analizante que no conoce de<br />
sí, esta sería una condensación de representaciones<br />
libres de su revestimiento afectivo acerca<br />
de un determinado tema que ha quedado<br />
fuera de la consciencia en la tentativa de mantener<br />
la tranquilidad emocional. Desde luego<br />
dichos fenómenos psíquicos sustentados por<br />
la actividad encefálica se pueden ensamblar<br />
en las fases del dormir fisiológico, si se tratara<br />
de entender al psiquismo con fronteras que<br />
se cierran y se abren bajo los cíclicos ritmos<br />
ultradianos claro, pero como no considero ni<br />
a los ritmos ultradianos ni la representabilidad<br />
y condensación son propios de un determinado<br />
nivel psíquico, prefiero dejar ese tipo<br />
de síntesis a los colegas que acostumbran un<br />
compromiso menor con su ejercicio teórico y<br />
solo podría agregar que de valer la pena una<br />
síntesis tal, esta sería en todo caso solo un inicio<br />
que rápidamente perdería importancia y<br />
mucho significado ya que exige observar, bajo<br />
una serie de ideas básicas sobre el psiquismo<br />
en general, la dinámica de vías de neurotransmisores<br />
(noradrenérgica, colinérgica y serotoninérgica<br />
por ejemplo) en las diferentes fases<br />
del dormir fisiológico, trabajo que he realizado,<br />
y una explicación simplificada de ello no<br />
es posible.<br />
La quizá poca claridad de mis ideas también<br />
se deba al espacio, lo cual limita para<br />
una descripción más agradable, sin embargo<br />
podrían ganar formalidad si se leen bajo un<br />
criterio axiomático para futuras propuestas. Y<br />
no se debe suponer por terminada dicha exposición<br />
mientras a la mano se tenga el tiempo,<br />
la dedicación y el espacio.<br />
Referencias bibliográficas:<br />
Freud, S. 1915, Lo inconsciente. Biblioteca nueva. México DF.<br />
Referencias de imágeners:<br />
Cebrebro [imagen]. (s.f.). Recuperado de http://arbolcharyou.files.<br />
wordpress.com/2010/06/cerebro21.jpg<br />
Dream Doodle [imagen]. (2011). Recuperado de http://napalmtheelf.<br />
files.wordpress.com/2011/04/dream-doodle.png
Dil intro de la FaPsi<br />
La FaPsi se actualiza<br />
Por Redacción<br />
«Durante la capacitación se<br />
manejaron ejemplos de abordaje<br />
a pacientes con riesgo suicida,<br />
víctimas de abuso sexual y víctimas<br />
de secuestro entre otros.»<br />
Enfocados y dedicados a la formación<br />
y crecimiento profesional del personal<br />
de la Facultad de Psicología de la<br />
U.A.N.L. y como periódicamente se hace en<br />
la coordinación de la Unidad de Servicios Psicológicos,<br />
dirigida por la Dra. María Elena<br />
Urdiales, se ofreció una capacitación orientada<br />
a supervisores y maestros con el tema a<br />
tratar de «Detección e intervención en crisis».<br />
Se llevó a cabo en la sala 1 del CENADO<br />
y fue realizada durante dos días, en los cuales<br />
se habló de los tipos de eventos críticos y las<br />
fases de impacto naturales que se presentan; se<br />
trabajó la clasificación de los diferentes tipos<br />
de víctimas y se revisaron los criterios de crisis<br />
psicológicas, estrés agudo y trastorno de estrés<br />
postraumático. Además se revisaron las distintas<br />
fases de las crisis y las reacciones esperadas<br />
a cada una de ellas. Se abordó el concepto de<br />
intervención en crisis y lo que el profesional de<br />
la salud debe hacer como respuesta buscando<br />
la estabilidad emocional posible para dar paso<br />
a un tratamiento específico y prolongado.<br />
Para completar el curso se presentaron dos<br />
diferentes modelos de intervención en crisis y<br />
un protocolo de atención inmediata. Durante la<br />
capacitación se manejaron ejemplos de abordaje<br />
a pacientes con riesgo suicida, víctimas de abuso<br />
sexual y víctimas de secuestro entre otros.<br />
La exposición estuvo a cargo del Mtro. Guillermo<br />
Rocha González, supervisor del programa<br />
de atención a urgencias de la USP, quien<br />
tiene la certificación en manejo de estrés en<br />
incidentes críticos y la experiencia de haber<br />
laborado en hospitales psiquiátricos y clínica<br />
de atención a las adicciones, actualmente coordina<br />
un área de atención a víctimas de delitos<br />
especializada en secuestro, robo y extorsión.<br />
Concurso de Foto Love<br />
Por Aida Quintero, Victoria Martínez y Sofía Guerra<br />
El Departamento de Asuntos Estudiantiles,<br />
coordinado por la Dra. Lupita<br />
Villarreal, organizó un certamen de fotografía<br />
tematizado por el 14 de febrero «San<br />
Valentín» títulado «Foto Love».<br />
Los jueces fueron los fotografos Sergio<br />
Macías, Miguel Osorio y Chito Ríos.<br />
Se contó con 18 participantes, de los cuales la<br />
fotografía ganadora fue de Diego Israel Gutiérrez<br />
Arquieta, del grupo 1°B y Tania Elizabeth<br />
Campos Mata, de 4°B.<br />
11
12<br />
Dil intro de la FaPsi<br />
A continuación presentamos la descripción:<br />
«La Esencia De Un Amor Fiel»<br />
La foto consta de dos partes a explicar; nuestra<br />
pose de pareja y el ambiente en el que estamos.<br />
A continuación explicaremos el porqué.<br />
1. Nuestra pose de pareja:<br />
Decidimos tomarnos la foto en esta pose<br />
llamada «el avioncito» por diversos motivos,<br />
ya que cada parte de nosotros expresa nuestro<br />
ser, como pareja.<br />
¿Por qué el avioncito? Si ya hemos tenido<br />
alguna experiencia de viajar en un avión podemos<br />
darnos cuenta que un avión nos sirve<br />
para trasladarnos de un punto a otro, de igual<br />
manera, nosotros el día 21 de diciembre decidimos<br />
subirnos a un avión el cual podría llevarnos<br />
muy lejos, siempre y cuando sepamos<br />
pilotearlo, pues no sólo es uno quien lo pilotea<br />
sino los dos, es por eso que nos tomamos de<br />
las manos, como demostrando que tenemos el<br />
volante de nuestra relación y que cualquier movimiento<br />
en falso podría hacernos tambalear el<br />
avión y nos mantenemos firmes al volante.<br />
Diego como hombre y cabeza de la pareja es<br />
quien se encuentra debajo de la pose, como se<br />
puede apreciar: Diego da la espalda a esas piedras<br />
que en nuestro camino pudieran también<br />
aparecer que en dado caso de que nuestro avión<br />
esté a punto de caer al suelo sería El como hombre<br />
quien caballerosamente cargue el dolor de<br />
esas piedras y busque las soluciones necesarias<br />
o alternativas para elevarnos de nuevo. Sosteniendo<br />
a Tania, firmemente con sus piernas<br />
colocadas en el abdomen, por ser la parte central<br />
de ella, esto quiere decir que Diego tiene lo<br />
necesario para mantener de una manera equilibrada<br />
a Tania en el aire cuidadosamente y sin<br />
tambalear lo cual demuestra esa seguridad de<br />
hombre otorgada a Tania y como parte de la<br />
infraestructura del avión hecho especialmente<br />
para resistir el aire y sus turbulencias.<br />
Ella permanece arriba, de una manera recta<br />
horizontalmente, demostrando también su<br />
seguridad y firmeza, no tiene miedo de caerse<br />
porque tiene la confianza necesaria en Diego<br />
para mantenerse segura de que no caerá, sus<br />
piernas expresan esa sencillez, esa felicidad,<br />
que lleva por dentro, como fruto de nuestro<br />
amor verdadero, son como las alas del avión,<br />
que demuestran esa libertad que se dan entre<br />
ellos, sus espacios como individuos, sin llegar<br />
a un libertinaje innecesario, algo que también<br />
puede demostrar su cabello suelto como libertad<br />
sin ataduras, sin miedos, sin celos enfermizos,<br />
y todo aquellos que pudiera destruir<br />
nuestro avión.<br />
Sus miradas están conectadas, demostrando<br />
esa sincronía, en donde se encuentran en<br />
un mismo canal, así como también que su comunicación<br />
es transparente, honesta y directa,<br />
de frente.<br />
2. El ambiente:<br />
Decidimos tomarnos esta foto en un ambiente<br />
natural, ya que nuestro enamoramiento<br />
va más allá que una simple superficialidad,<br />
va más a dentro desde nuestra propia naturaleza<br />
de ser, nos enamoramos de nuestra<br />
misma esencia como personas, y no solo de<br />
nuestros cuerpos, esto nos hace únicos y auténticos.<br />
La luz que se puede apreciar entre las<br />
montañas, es ese entendimiento esa sabiduría<br />
que tenemos para poder ver la manera en la<br />
que llevamos y cuidamos nuestra relación. La<br />
cuidad se encuentra debajo, como demostrando<br />
que estamos sobre ella, y que todo aquello<br />
que se encuentra adentro de una ciudad que<br />
nos pueden ofrecer y que puede llegar a destruirnos,<br />
pues tenemos el valor necesario para<br />
pasar sobre todo eso, siendo así las montañas<br />
lo que se encuentra más arriba como queriendo<br />
permanecer en lo que somos, más que en lo<br />
que tenemos como pareja y como individuos.<br />
3. Conclusión:<br />
La base de nuestra relación y la fuerza de<br />
ella, es el amor verdadero, de donde manan<br />
todos esos valores, sin amor una relación de<br />
noviazgo no podría permanecer estable y el<br />
avión muy fácilmente decaería, siendo un caso<br />
catastrófico, en donde no solo existe muerte<br />
de los pilotos sino también de muchas otras<br />
personas que desgraciadamente nos podríamos<br />
llevar de encuentro con nuestros errores.
La clave para que una relación permanezca,<br />
es aprender a ser primero verdaderos amigos,<br />
y al llegar a ser novios seguir siendo amigos,<br />
«nadie tiene amor más grande que el que da<br />
la vida por los amigos». Aplicando los valores<br />
que tenemos, sin valores no se puede llegar lejos,<br />
pues son los valores los que más nos unen<br />
como seres humanos, es en lo primero que<br />
una pareja en sus inicios debe o mejor dicho<br />
necesita poner atención para darse cuenta si<br />
la pareja puede funcionar o no.<br />
Referencias de imágeners:<br />
Foto Love 1. Gutiérrez, E. y Campos, T. (2013) “La esencia de un amor fiel”.<br />
Poster de foto love. Departamento de asuntos estudiantiles (2013).<br />
5ª Semana de la<br />
Equidad. Seducir.<br />
Entre el amor y el poder<br />
Por Ximena Almazan L. | ximealmazan@gmail.com<br />
La semana de la equidad en su quinta<br />
edición se realizó bajo el tema: Seducir,<br />
entre el amor y el poder, el papel de la<br />
seducción en la violencia de género. La semana<br />
de la equidad es un evento anual organizado<br />
por alumnos y coordinación de la Extensión de<br />
Equidad y Genero de la Facultad de Psicología,<br />
dicho evento inició el 19 de febrero, inaugurada<br />
por el director de la facultad el Dr. Armando<br />
Peña así como directivos, cortando el listón del<br />
túnel montado en el frontispicio de la misma.<br />
Posteriormente se inició la polémica mesa<br />
de análisis conformada por reconocidos maes-<br />
Dil intro de la FaPsi<br />
tros, tales como la Lic. Milady Vargas quien<br />
fungió como moderadora, el Dr. Guillermo<br />
Venegas (coordinador de la maestría en clínica<br />
Psicoanalítica de la FaPsi), la Ing. María<br />
Aurora Mota (Género, Ética y Salud Sexual<br />
A.C - GESS), el Mtro. Marco Tulio Garza<br />
(coordinador del Departamento de Neuropsicología<br />
de la FaPsi) y el Pbro. Julio Cesar Chapa<br />
de la iglesia “Nuestra Sra. Del Refugio”;<br />
además de diferentes conferencias, talleres y<br />
eventos culturales, finalizando con la obra<br />
“Mujeres de arena” por “Satre teatro”.<br />
El miércoles 20 de febrero inició el Lic.<br />
Hugo Chavez de noticieros televisa Monterrey.<br />
impartiendo la conferencia ‘‘La influencia<br />
de la seducción de los medios de comunicación<br />
en la violencia de genero”, continuó<br />
con la Lic. Verónica Villanueva, de la Procuraduría<br />
General de Justicia (PGJ) N.L. con el<br />
tema: ‘‘Violencia familiar : La intervención<br />
psicología en el contexto jurídico”, el taller<br />
“Dolor emocional: sanación por medio del<br />
cuerpo” impartido por las estudiantes, Laura<br />
Melissa de la Garza y Gabriela Martínez pertenecientes<br />
a la extensión de equidad y genero,<br />
entre otros.<br />
El jueves 21 de febrero la Mtra. Rosa Elva<br />
Gonzales, Secretaria de Salud de Nuevo león<br />
impartió el taller “Trauma vicario”, además<br />
del Lic. Gerardo Bolio, del Instituto para la<br />
Equidad de Género en Yucatán con el taller<br />
“La seducción en los celos”, la Lic. Celeste Pimentel<br />
del Centro de Recursos e Información<br />
para la Integración Educativa de la Secretaria<br />
13
14<br />
Dil intro de la FaPsi<br />
de Educación del estado de N.L. con la conferencia<br />
“Seducir o ser seducida” el encanto del<br />
poder vivido desde la realidad de una condición<br />
de discapacidad” entre otras conferencias.<br />
El viernes 22 de febrero se expusieron diversas<br />
ponencias, el maestro Miguel Ángel Caamal,<br />
del Instituto para la Equidad de Género<br />
en Yucatán inicio con la conferencia ”Intervención<br />
psicoterapéutica con los hombres que ejercen<br />
violencia hacia su pareja”, el tenor Rodolfo<br />
Guzmán, y la soprano Maribel Ferrales de la<br />
Universidad de Sonora con el teatro y canto<br />
“Amor y seducción”, clausurando el Dr. Armando<br />
Peña Moreno y directivos la quinta Semana<br />
de la Equidad, finalizando con el performance<br />
de “las RUKAS” de COMAC en donde se realiza<br />
la prevención del VIH.<br />
Este evento pretendió cooperar en la formación<br />
de los asistentes, así como promover el<br />
análisis de las diferentes manifestaciones de la<br />
violencia de género en las que se utiliza la seducción<br />
como ejercicio inadecuado de poder,<br />
clarificando el concepto “seducir” como un elemento<br />
propio y sano de las relaciones humanas.<br />
Referencias de imágeners:<br />
Entrevista a Miguel Villegas [fotografía]. (2013). Recuperada de<br />
http://www.facebook.com/photo.php?fbid=10151335911501242&set=t<br />
.1310694519&type=3&theater<br />
Mesa de discusión [fotografía]. (2013). Recuperada de http://www.<br />
facebook.com/photo.php?fbid=10151335911501242&set=t.1310694519<br />
&type=3&theater<br />
Poster oficial [fotografía]. (2013)<br />
Concierto: “Folklore,<br />
música y sazón” a cargo<br />
del grupo Pico de Gallo<br />
Por Marco Antonio Pérez A. | perexarias@hotmail.com<br />
El pasado domingo 24 de febrero se<br />
presentó en el Aula Magna del Colegio<br />
Civil de la U.A.N.L. el concierto<br />
Folklore, Música y Sazón, a cargo del grupo<br />
Pico de Gallo que cuenta con alumnos de la<br />
FaPsi y dirigido por Oscar Páez, director de<br />
las rondallas de la misma dependencia.<br />
La cita estaba pactada a las 7:00 pm, pero<br />
cabe destacar que la audiencia comenzó a llegar<br />
desde muy temprana hora para alcanzar<br />
la mejor ubicación posible, lo cual parecía ser<br />
un vaticinio de lo grata que sería la noche. Y<br />
así fue, toda esa mezcla entre alegría, ritmo,<br />
fiesta y hasta sabrosura que ofrece la música<br />
folclórica se hizo presente de la mano de la<br />
excelente interpretación del grupo y sazonado<br />
con un toque grato de picardía y el gusto que<br />
muestran por tocar.
El primero de tantos detalles nos lo obsequia<br />
Anuar Hinojosa, cuando, recién avisada<br />
la primera llamada, se presenta en el<br />
proscenio para interpretarnos con su saxofón<br />
“Can’t live” de Mriah Carey, mientras Aaron<br />
Martínez lo acompaña tras bambalinas en el<br />
piano. Si bien es cierto no es una canción que<br />
podamos catalogar dentro de la categoría de<br />
folklore, como resto del concierto, la sorpresa<br />
fue muy agradable y nos dejó en una zona de<br />
confort preparándonos para lo que venía.<br />
Tercera llamada, y Fernando Moreno,<br />
trompetista y trombonista, hace la presentación<br />
oficial del concierto para que se eleven<br />
las cortinas a la vez que el resto del grupo se<br />
arranca con el “Son de la Negra”. Los típicos<br />
gritos “a la mexicana” no se hacen esperar.<br />
La dinámica del concierto es equiparable<br />
Dil intro de la FaPsi<br />
a la dinámica del grupo, movida. La mayoría<br />
de los integrantes son multi instrumentistas,<br />
por ejemplo, Abel Delgado toca acordeón y<br />
tuba, Juan Ángel Gutierrez es voz, cuerdas y<br />
percusiones. Esta habilidad los hace moverse<br />
de lado a lado del escenario hacia donde se encuentre<br />
el instrumento que les corresponde según<br />
la canción a interpretar. Es de esta misma<br />
manera que a lo largo del concierto y al paso<br />
de cada interpretación nos llevan a diferentes<br />
partes de la región Mexicana, “Luz y Sombra”<br />
de Chihuahua, “Los Negritos” de Veracruz,<br />
y más allá de nuestras fronteras, pero dentro<br />
aun de nuestra región latina, “Sin ti” de<br />
Bolivia, “Cachita” de Cuba, “Cumbia sobre el<br />
mar” de Colombia, son algunos ejemplos de<br />
las canciones que nos transportaron con sus<br />
particulares ritmos a sus tierras de origen.<br />
Varias de estas canciones estuvieron acompañadas<br />
por la acertada participación de la<br />
Compañía Titular de Danza Folclórica de la<br />
UANL, lo cual complemento el evento y le<br />
dio, aún más, un toque de fiesta. Luciéndose<br />
en su actuación tanto en grupo, como las parejas<br />
que bailaron al son del danzón o rumba.<br />
Otra peculiaridad de la noche fue la interpretación<br />
de los boleros, “Perdón” de los Tres<br />
Reyes y “Madrigal” de Felipe R. Goyco, lo<br />
cual rompe un poco con el esquema del folklore<br />
propiamente dicho, sin embargo entra dentro<br />
de la memoria colectiva de nuestra música<br />
mexicana y nos provoca la melancolía, ya sea<br />
del romanticismo en sí, o del recuerdo de algún<br />
familiar ya de avanzada edad aficionado a<br />
la música de tríos.<br />
Se acerca el final y nos presentan “La Culebra”<br />
explicándonos que por su ritmo nos<br />
remontaremos a los años del cine de oro mexicano<br />
y las grandes bandas que acompañaban<br />
15
16<br />
Dil intro de la FaPsi<br />
a las entonces tradicionales Rumberas en sus<br />
bailables.<br />
El grupo anuncia el cierre después de casi<br />
dos horas, pero la audiencia pide más. Nos<br />
regalan entonces “El Circo” para cerrar el concierto<br />
cerca de las nueve de la noche.<br />
Es entonces como finaliza un evento con tal<br />
variedad de ritmos que de igual manera nos<br />
motivaron a mover los pies al mero estilo del<br />
“zapateado”, balancear las caderas o sacar a la<br />
pareja para bailar románticamente. La gran<br />
ovación que brinda el público es más que merecida,<br />
gritos de ánimo y aplausos son muestra<br />
de que no solo disfrutaron de las interpretaciones,<br />
sino que además se contagiaron del<br />
sazón tan particular que le imprime el grupo.<br />
Felicidades a Pico de Gallo por este excelente<br />
primera y exitosa presentación, ¡Que<br />
vengan más conciertos!<br />
Referencias de imágeners:<br />
Pérez, M. (2013) Concierto pico de gallo. [fotografía]<br />
Pérez, M. (2013) Entrada [fotografía]<br />
Pérez, M. (2013) Concierto [fotografía]<br />
Conferencia: “Arte, Vida<br />
y Desarrollo Personal”<br />
Por Benito Martínez<br />
El pasado martes 26 de febrero, en el auditorio<br />
Agustín Basave de la Facultad<br />
de Psicología (UANL), se llevó a cabo<br />
la conferencia: “Arte, Vida y Desarrollo Personal”,<br />
impartida por el Dr. Ramón Cabrera<br />
(historiador de arte y profesor de origen cu-<br />
bano) y organizada por el grupo estudiantil<br />
“Psicología Consciente” — del cual soy integrante<br />
—, en dicho evento se ofreció una mirada<br />
amplia sobre los factores que determinan<br />
los modos de creación y apreciación (modos<br />
de “lectura”, en palabras del conferencista) del<br />
arte en general, así como la determinación<br />
que tiene la vida de la persona en los modos<br />
de “ver” el arte en experiencia propia.<br />
La conferencia inició con la presentación<br />
de imágenes a cargo del expositor, imágenes<br />
que para él representaban el título de la ponencia,<br />
de las cuales se eligió una para promocionar<br />
este evento.<br />
Dos tesis principales se distinguieron en<br />
la conferencia del Dr. Ramón, la primera se<br />
refiere a la apreciación de la imagen de arte,<br />
concepción sobre la imagen no como algo que<br />
estimula únicamente los receptores visuales,<br />
sino como entidad que actúa sobre “todos los<br />
sentidos” y que genera una actividad mental<br />
(endoimagen). Por lo tanto, el expositor conceptualiza<br />
el arte no como algo que posee<br />
propiedades artísticas intrínsecas y que es<br />
determinado por sí solo como obra de arte,<br />
sino como algo que toma su forma particular<br />
en su interacción con el creador o receptor<br />
(“lector”), y para lo que se requiere algo más<br />
allá que simple percepción para ser asimilado:<br />
procesos cognitivos, educación y códigos de<br />
desciframiento (entre ellos el lenguaje) formados<br />
en la vida en sociedad; es decir, que<br />
para comprender y hacer arte se requiere de<br />
“cultura”. Sobre este punto el conferencista interpretó<br />
con maestría un posible sentido de<br />
imágenes artísticas contemporáneas de apa-
iencia inverosímil que dudosamente podrían<br />
ser percibidas como obras de arte para el espectador<br />
casual.<br />
La segunda tesis expuesta estuvo orgánicamente<br />
ligada a la primera, y se refiere a que,<br />
así como la cultura y la organización de la<br />
sociedad se transforma a través de las épocas,<br />
junto con ésta también cambian los modos de<br />
creación y los modos de “ver” el arte (apreciación),<br />
y esto significa que las obras de arte — y<br />
en extensión por el expositor, los fenómenos<br />
de la vida y la naturaleza — admiten multiplicidad<br />
de interpretaciones dependiendo del<br />
grado de conciencia (“competencia perceptiva”),<br />
así como del repertorio de “instrumentos<br />
culturales” de desciframiento con que disponga<br />
el individuo. Un mensaje derivado de ésta<br />
noción transmitió conscientemente el conferencista:<br />
se requiere de una actitud “abierta” y<br />
tolerante ante los fenómenos que nos rodean,<br />
así como ante la multiplicidad de opiniones<br />
y percepciones de los diferentes individuos.<br />
Durante la sesión de preguntas/respuestas,<br />
una integrante de la audiencia le increpó al<br />
conferencista tras una ligera discusión por<br />
una crítica que ella le hizo en relación a lo expuesto,<br />
al señalarle que él no tenía la verdad<br />
absoluta, a lo que el Dr. Ramón Cabrera le<br />
respondió: "nunca dije tenerla".<br />
El evento finalizó con la exposición del proyecto<br />
artístico “Rehilete”, por la licenciada en<br />
artes visuales Marilú Ríos, y cuyo objetivo es<br />
“proporcionar espacios de contacto humano<br />
que inviten a una transformación personal y<br />
Dil intro de la FaPsi<br />
comunitaria a través del arte, en base a “microacciones”<br />
(pequeños actos efímeros que<br />
modifican la realidad) y proyectos (intervenciones<br />
profundas a largo plazo en comunidades<br />
específicas).”<br />
El Dr. Ramón Cabrera, sosteniendo un reconocimiento<br />
por parte del grupo “Psicología Consciente”,<br />
fotografía por Rafael Velarde (fotógrafo del<br />
periódico universitario “La mujer de Sócrates”).<br />
Referencias de imágeners:<br />
Velarde, R. (2013). Psicología Consciente - "Arte, vida y desarrollo personal".<br />
[fotografía] Recuperada de: https://www.facebook.com/media/<br />
set/?set=a.487244134668323.111946.352258024833602&type=1<br />
Velarde, R. (2013). Psicología Consciente - "Arte, vida y desarrollo personal".<br />
[fotografía] Recuperada de: https://www.facebook.com/media/<br />
set/?set=a.487244134668323.111946.352258024833602&type=1<br />
17
18<br />
Temática central:<br />
El sueño, la vía regia al psicoanálisis<br />
Por Guillermo Vanegas Arrambide<br />
Introducción<br />
La presente comunicación tiene como<br />
finalidad exponer algunas consideraciones<br />
generales sobre la importancia<br />
del estudio de los sueños en la construcción<br />
de la teoría psicoanalítica y su divulgación en<br />
el ámbito de la psicología.<br />
El estudio del sueño como acto fenoménico<br />
ha sido abordado desde múltiples lugares<br />
y referencias. Referencias que van desde el<br />
pensamiento mitológico en la antigüedad en<br />
donde era considerado por su valor predictivo<br />
y premonitorio, pasando por los arrobos de los<br />
místicos en el Medievo y el renacimiento hasta<br />
llegar a los estudios del laboratorio de la medicina<br />
antomoclinica y el<br />
final del siglo diecinueve<br />
con la propuesta elaborada<br />
por Sigmund Freud en su<br />
obra monumental de la interpretación<br />
de los sueños.<br />
De las referencias antes<br />
mencionadas las tres<br />
se mantienen y tienen<br />
eficacia explicativa en<br />
diferentes ámbitos del<br />
saber, la referencia mitológica<br />
se materializa en<br />
el pensamiento mágico<br />
de nigromantes, videntes<br />
y adivinadoras que desde<br />
sus contextos explicativos<br />
dan al sueño el estatuto de anticipar el porvenir.<br />
Por su parte, el saber se da a la tarea de<br />
objetivar el sueño como un acto físico e implementa<br />
una suerte de estrategias y artilugios a<br />
través de los cuales se ofrece una explicación<br />
material de la fisiología del sueño.<br />
Desde la perspectiva psicoanalítica el sueño<br />
se estudia como un fenómeno psíquico a<br />
través del cual el sujeto expresa sus deseos y<br />
con ello estructura su subjetividad. El estudio<br />
del sueño al igual que el de los síntomas fue-<br />
ros elementos precipitantes en la constitución<br />
de la teoría psicoanalítica y de la elaboración<br />
de una teoría de la subjetividad humana.<br />
Nos abocaremos en este texto a ofrecer algunas<br />
elucidaciones sobre la importancia del<br />
estudio de los sueños en la construcción de la<br />
cosmovisión psicoanalítica.<br />
-De inicio sentaremos el supuesto que<br />
el estudio del sueño en el marco de<br />
la concepción Freudiana apunta a dos<br />
lugares específicos; el primero a pensar<br />
el sueño como una formación del<br />
inconsciente, que al analizarla nos permite<br />
pensar la subjetividad singular del sujeto que<br />
participa en un proceso terapéutico, es decir,<br />
el fenómeno onírico nos<br />
permite andar el camino<br />
de la subjetividad del paciente<br />
y con ello desvelar<br />
el inconsciente, y de esta<br />
manera ofrecer alternativas<br />
de salud y de bienestar<br />
al analizante.<br />
Evidentemente el sueño<br />
como manifestación<br />
clínica y como manifestación<br />
del inconsciente ocupa<br />
un lugar importante<br />
en la conceptualización<br />
freudiana, sin embargo<br />
su máxima trascendencia<br />
la adquiere cuando<br />
el sueño se torna un pretexto y un punto de<br />
partida que permite a Freud elaborar una teoría<br />
metapsicológica, que da cuenta del sueño<br />
pero también de toda la subjetividad humana.<br />
Así, el estudio del sueño lleva a Freud a<br />
pensar una teoría general del psiquismo, en<br />
donde la interpretación clínica de los sueños<br />
es una estrategia más en el desvelamiento de<br />
lo inconsciente.<br />
En esta línea argumental podemos decir<br />
que fueron dos los elementos surgidos de la
clínica los que fincaron los cimentos de la concepción<br />
psicoanalítica de sujeto psíquico. La<br />
clínica de la histeria permitió pensar la dinámica<br />
del síntoma y del fenómeno onírico la<br />
construcción de un aparato mental constituido<br />
por sistemas topológicos separados lo que<br />
daría como consecuencia la concepción del<br />
sujeto escindido, o del sujeto del inconsciente.<br />
En este sentido basta echar una ojeada a<br />
«Los estudios sobre la histeria» en parte IV<br />
La psicoterapia de la histeria (Freud, 1895) y a<br />
«La interpretación de los sueños» en su capítulo<br />
séptimo La psicología de los procesos<br />
oníricos (Freud, 1900) para encontrar una<br />
concepción del sujeto psíquico y una concepción<br />
del sujeto del inconsciente. Supuestos<br />
que sentaron las bases para la construcción de<br />
una teoría general de la subjetividad humana.<br />
-El lugar princeps donde se<br />
aborda el estudio de los sueños<br />
en la teoría psicoanalítica es<br />
en la obra monumental de La<br />
interpretación de los sueños,<br />
texto trabajado en sus primeros capítulos en<br />
el año de 1896 y culminado en finales de 1899<br />
con el capítulo de «La psicología de los procesos<br />
oníricos» aunque pos-datado en 1900 a fin<br />
que apareciera con el nuevo siglo.<br />
El texto desde su titulo evoca una primera<br />
reflexión. Es un texto o manual para interpretar<br />
los sueños, o entendemos el vocablo<br />
alemán Detung (interpretación) en su aceptación<br />
de significación de los sueños. En ambas<br />
aceptación lo que buscaba Freud era explicar<br />
al sueño como un acto psíquico, con un significado<br />
particular que el soñante no tiene<br />
consciente y que puede ser interpretado a fin<br />
se develar sus significado. Interpretación o<br />
significación ambos verbos nos conducen al<br />
discernimiento del sentido inconsciente del<br />
fenómeno onírico.<br />
Otro elemento que evoca nuestra reflexión<br />
es una frase criptica escrita en las ultimas paginas<br />
del ya mencionado capitulo siete de La interpretación<br />
de los sueños donde Freud<br />
escribe:«Flectere si nequeosuperos, acherontamo-<br />
Tema central: El sueño, la vía regia al psicoanálisis<br />
vebo» (Freud 1900 b. p. 597) que se traduciría:<br />
«Si no puedo inclinar a los poderes superiores,<br />
moveré las regiones infernales» con esta sentencia<br />
anticipa al lector el terreno inhóspito en<br />
el que se adentrara el incursionaren el región<br />
demoniaca y ominosa de la significación de los<br />
sueños y del análisis del inconsciente.<br />
-El estudio de los sueños<br />
nos exige pensar<br />
en el sujeto implicado,<br />
el soñante solo sabe<br />
que sueña pero no<br />
sabe lo que sueña, el significado de su sueño<br />
le es desconocido, sin embargo eso lo exime,<br />
de ser constructor se su significación. El contenido<br />
manifiesto de su sueño es solo el texto<br />
que enmascara sus deseos libidinales que deformados<br />
por la censura onírica se expresan<br />
de forma desfigurada a fin de no incomodar al<br />
yo del sujeto y a los valores éticos y estéticos<br />
que orientan su actividad consiente y racional.<br />
En este sentido, Freud es categórico al sentenciar<br />
que el sueño «Es una realización de<br />
deseos insatisfechos»deseos que emergen de<br />
lo inconsciente y que buscan su satisfacción de<br />
manera alucinatoria. Búsqueda de la satisfacción<br />
es regida por el principio del placer y que<br />
se vale de los mecanismos de condensación y<br />
19
20<br />
Tema central: El sueño, la vía regia al psicoanálisis<br />
desplazamiento para desfigurar y neutralizar<br />
los elementos que producen displacer provenientes<br />
del inconsciente. El sueño nos aparece<br />
como una realización de deseos del inconsciente,<br />
deseos libidinales que atentan contra los valores<br />
éticos, estéticos y morales del yo. Así, a<br />
pesar de su deformación el sueño sigue siendo<br />
una realización de deseos análisis mediante, es<br />
decir, después del proceso de develación.<br />
Para terminar una última reflexión a fin<br />
de desmitificar el sentido del sueño en la vida<br />
cotidiana, este no es como sentencian los agoreros<br />
y los videntes una anticipación de eventos<br />
próximos y de predicción del futuro. El<br />
sueño en la práctica psicoanalítica se concibe<br />
como una manifestación clínica que posibilita<br />
el análisis del pasado infantil que estructura<br />
la forma de ser y estar del sujeto en el presente,<br />
para con esta plataforma subjetiva construir el<br />
futuro del sujeto. Así, con el estudio del sueño<br />
analizamos el pasada para entender el presente<br />
y proyectar el futuro.<br />
Conclusiones<br />
A manera de cierre solo nos resta decir, que<br />
el sueño fue para Freud la vía regia para el estudio<br />
del inconsciente, sin embargo, retomando<br />
la frase del creador del psicoanálisis, estamos<br />
en condiciones de decir, que el estudio del<br />
sueño es la vía regia para la apropiación de la<br />
teoría psicoanalítica. En este sentido sostenemos<br />
que el mejor acercamiento al estudio del<br />
psicoanálisis como teoría y práctica debe considerar<br />
La interpretación de los sueños como<br />
punto de partida.<br />
Referencias bibliográficas:<br />
Freud S. (1895) Estudios sobre la histeria. O.C. Vol. II Ed. Amorrortu<br />
Buenos Aires 1979<br />
Freud S. (1900) La interpretación de los sueños Vol. III Ed. Amorrortu<br />
Buenos Aires 1979<br />
Freud S. (1900 b) La interpretación de los sueños Vol. IV Ed. Amorrortu<br />
Buenos Aires 1979<br />
Referencias de imágeners:<br />
Die «Traumdeutung» von Prof. Dr. Sigmund Freud [fotografía]. (s.f.).<br />
Recuperado de http://www.dfabricius.de/freud_pic.php?nr=2<br />
Nerilicon, CagleCartoons.com [imagen]. (2008). Recuperado de<br />
http://www.classbrain.com/artteensb/publish/freud.shtml<br />
¿Funciones del sueño?<br />
Por Alejandro Moreno Martinez<br />
| Director del Departamento Académico de<br />
Psicología y del Centro de Tratamiento e<br />
Investigación de la Ansiedad, Universidad de<br />
Monterrey | alejandro.moreno@udem.edu.mx<br />
«Hay que dormir. Cuando soñamos,<br />
hacemos que el sol salga de nuevo, y que las<br />
cosas vuelvan a su lugar»<br />
-M., 5 años<br />
«Un niño pequeño me preguntó un día<br />
que si, cuando uno cuenta su “sueño de la<br />
noche”, eso «hace algo sobre el rostro»<br />
El presente texto constituye la satisfacción<br />
substitutiva de un sueño, aquél de<br />
volver a las apasionantes pláticas de estudiante,<br />
con compañeros y profesores. Saludo<br />
la cortesía de Sui Generis con un escrito un<br />
tanto platicado, que pretende dejar la estructura<br />
un tanto aburrida de la exposición académica,<br />
y se va con la prisa de la redacción. Su<br />
expectativa: que sea pretexto de otras lecturas.<br />
Debo a la lectura de un texto de François<br />
Villa 1 la relectura del de Ferenczi intitulado<br />
Reflexiones sobre el traumatismo. La función<br />
traumatolítica del sueño puesta en primer plano<br />
por Ferenczi posibilita un movimiento de<br />
la clínica de la neurosis hacia nuevos derroteros<br />
2 . En su conjunto, la clínica psicoanalítica<br />
pasó históricamente de la consideración del<br />
fantasear como agente patógeno en la neurosis<br />
a la constatación, cada vez más grave, de<br />
que la fantasía funge como agente protector.<br />
Dicha consideración ha sido hecha a la luz del<br />
registro que podríamos llamar limítrofe, en el<br />
sentido que le diera André Green, aquello en<br />
los límites de lo analizable 3 : El registro psicosomático,<br />
las organizaciones perversas, las soluciones<br />
adictivas, sin olvidar las personalidades<br />
“como sí”, falso self, etcétera, que formarán<br />
el inmenso catálogo de lo que se da en llamar,<br />
en pasillo, el paciente difícil.<br />
-Pierre Fédida (2002)
Cierto, es común referir el fantasear como<br />
productor de sintomatología en la neurosis.<br />
Sorprendentemente, el sueño rara vez es invocado,<br />
y no por falta de ejemplos, si se considera<br />
el despliegue de algunas sintomatologías<br />
freudianas. Por mencionar los más evidentes,<br />
evoquemos el episodio de la serpiente en el<br />
lecho del padre enfermo de Anna O 4 ., verdadera<br />
pesadilla o parálisis del sueño; El sueño de<br />
los lobos, replicando la escena de la vigilia, en<br />
la recámara del durmiente 5 ; El pensamiento<br />
intruso de Schreber, entre la vigilia y el sueño<br />
6 ; El sueño de angustia (Angsttraum) de<br />
Hansel 7 , “mamá no está para hacer cariños”.<br />
En la remarcable y polémica conferencia de<br />
Confusión de lengua entre el adulto y el niño 8 ,<br />
Ferenczi recordará haber declarado la operación,<br />
en plena celebración del septuagésimo<br />
quinto aniversario de Freud, de una regresión<br />
en la técnica y en la teoría del psicoanálisis. Regresar<br />
a los comienzos, “entre trauma y catarsis,<br />
como si hubiera que pasar por ahí, para<br />
ver donde se encuentra el error” sintetizará<br />
Jacques André 9 . La rehabilitación del traumatismo<br />
operada por Ferenzci tendrá el valor de<br />
nuevo fundamento para el psicoanálisis, tal es<br />
el valor de resignificación que le reconocerá<br />
Jean Laplanche, en su teoría de la seducción<br />
generalizada. 10<br />
Dicha regresión en la técnica llevará a Ferenczi<br />
a apreciar en el sueño una función de tratamiento<br />
de micro-traumatismos cotidianos,<br />
revalorando el lugar de los Tagesreste, o restos<br />
del día, en la función y la formación del sueño.<br />
Consignemos al pasar el interés que porta<br />
el considerar, a la luz de dicha consideración<br />
clínica, la teoría psicofisiológica de la función<br />
del sueño emitida por el célebre Michel Jouvet,<br />
Tema central: ¿Funciones del sueño?<br />
a quien se debe la conceptualización de la llamada<br />
fase paradójica del sueño. Para Jouvet, el<br />
sueño tendrá la función de reafirmar la programación<br />
filogenética en el ser vivo, a través del<br />
olvido de la experiencia cotidiana. 11<br />
En la consideración del isomorfismo del<br />
dispositivo analítico con el modelo del sueño,<br />
consignado en la Interpretación del sueño, 12<br />
es posible asignar un lugar concreto al psicoanalista<br />
en sesión. No podría su lugar ser otro<br />
que la de un resto del día para el analizante.<br />
Este posicionamiento es clave, Shibbolet incluso,<br />
para el ejercicio del psicoanálisis. Su relevancia<br />
es aún tanto mayor en los casos en los<br />
que la potencialidad del fantasear es puesta en<br />
corto-circuito en el dispositivo. Si consideramos<br />
la figura clínica de la Neurosis Traumática,<br />
PTSD para los contemporáneos, valoraremos<br />
la posición de resto diurno que es el<br />
analista, cuya permanencia psíquica permitirá<br />
la aparición de la realización onírica de deseo,<br />
del juego, de la fantasía, de la simbolización.<br />
Principio del placer que libera de lo real que<br />
no cesa de repetirse de la misma forma, para<br />
que pueda repetirse de manera diferente.<br />
Frente a la simpleza aparente que los recién<br />
llegados encuentran en Winnicott, y a<br />
lo cuestionable de ciertos procederes técnicos,<br />
rescataremos aquí la loca metapsicología de<br />
nombrar medio ambiente al analista, llegado<br />
el momento de la regresión a la dependencia.<br />
En la clínica de lo limítrofe, ¿se volverá el analista<br />
un resto diurno que percibe, por trasposición<br />
en imágenes, el sueño que el otro no logra<br />
construir?<br />
Desde construcciones en el análisis 13 , Freud<br />
llamará la atención del carácter cuasi-alucinatorio,<br />
de inscripción perceptiva, de los<br />
21
22<br />
Tema central: ¿Funciones del sueño?<br />
elementos ausentes en la<br />
memoria del analizante, comunicados<br />
por el analista<br />
en sesión. Todo ocurre ahí<br />
como si el psiquismo se debiera<br />
de inscribir por vez primera.<br />
Otra manera de apreciar,<br />
por comparación simple,<br />
hasta qué punto la psicosis<br />
es un tratamiento autocrático<br />
cuyo objetivo apunta a un segundo intento<br />
de inscripción perceptiva de la memoria que<br />
nunca tuvo lugar. La metáfora freudiana de<br />
una arqueología de lo que potencialmente<br />
será un pasado es no sólo bella sino válida, a<br />
condición de no presuponer una facilidad en<br />
el hallazgo de lo faltante: Si el templo que estudiamos<br />
es un períptero dodecástilo, su columna<br />
faltante no nos hará siempre ver once<br />
en pie, sino a menudo un perfecto decástilo.<br />
Es preciso recordar, una y otra vez, las enigmáticas<br />
fuerzas de la síntesis yoica.<br />
La insistencia de la sexualidad en el sueño, razonable<br />
por su pertinencia, necesaria debido a la<br />
resistencia cultural, opaca entonces el referente<br />
a la figura del trauma psíquico. Lejos de ser el<br />
único aspecto del sueño oculto por la realización<br />
del deseo en el sueño que funciona, las fallas del<br />
funcionamiento onírico ponen a nuestra disposición<br />
vías de trabajo importantes de la clínica.<br />
Evocaremos a continuación la muerte.<br />
El sueño, a la par de la función de realización<br />
de deseo, y la función traumatolítica,<br />
obedece a la función del duelo: es como si el<br />
sujeto debiera investir, punto por punto, las huellas<br />
mnémicas del objeto perdido, como para separarse<br />
de él: “Se ejecuta pieza por pieza con un<br />
gran gasto de tiempo y de energía de investidura,<br />
y entretanto la existencia del objeto perdido continúa<br />
en lo psíquico”. 14 La clínica del duelo exige<br />
del analista su supervivencia pese al uso en<br />
extremo ambivalente y las fantasías de aniquilación<br />
de las que será objeto. El vencimiento<br />
del insomnio melancólico permitirá la cadaverización<br />
del objeto encriptado y la metabolización<br />
de un objeto psíquico capaz de dar vida<br />
en el sueño al ausente, cuya presencia tomará<br />
la distancia necesaria para poder ser tratado<br />
por la sexualidad.<br />
El sueño es escritura, y la escritura sueño.<br />
En aras de evocar al ausente, referiremos al<br />
recientemente desaparecido J.-B. Pontalis,<br />
antídoto contra las conclusiones, ferviente<br />
defensor del inacabamiento. Pontalis lleva el<br />
triunfo de no haber vuelto analista a Georges<br />
Perec, de quien fuera su segundo analista –el<br />
primero Michel De M’Uzan - sino haberse<br />
vuelto él mismo escritor, productor de una<br />
literatura que deja la precisión del Vocabulario<br />
escrito junto a Laplanche, para adentrarse,<br />
cada vez más, en el trabajo de la lengua común<br />
y de la reflexión libre, sostenida por la clínica,<br />
su erudición analítica, y su cultura.<br />
En el magnífico ejercicio autobiográfico – y<br />
analítico - traducido como El que duerme despierto,<br />
15 Pontalis describirá su visión del sueño<br />
de Constantino y, a partir de ese cuadro, todo<br />
el fresco de la Leyenda de la Verdadera Cruz<br />
realizado por Piero della Francesca en San<br />
Francesco d’Arezzo.<br />
Refiriendo al excelente texto de Pierre Fédida<br />
–otro ausente presente - El sitio del extranjero<br />
16 , la mirada de Pontalis prefiere, al<br />
emperador que duerme, la presencia frontal y<br />
franca del que vela:<br />
”Me ha ocurrido encontrar en el conjunto de la<br />
escena representada por Piero una lejana analogía<br />
con lo que Pierre Fédida ha llamado el<br />
Sitio del análisis: el hombre recostado, ocupado<br />
todo en su visión; el hombre sentado cerca de él,<br />
que vela y cuyos pensamientos, imágenes que le<br />
vienen son tal vez en resonancia con lo que aparece<br />
ante el durmiente; los dos guardias, en fin,
que impiden toda intrusión del mundo exterior<br />
en lo que es, a la vez, un espacio tan íntimo<br />
como extraño. Todas las escenas del fresco de<br />
Arezzo se sitúan en ese espacio. Tengo, más que<br />
la impresión, la certeza de que se organizan alrededor<br />
del sueño de Constantino. Las miradas<br />
fijas, los árboles, la reina de Saba y su séquito,<br />
las columnas, la arquitectura misma son emanaciones<br />
de ese sueño”.<br />
A Pontalis, esos pequeños textos le gustaban<br />
como los sueños. No acaban, tan sólo<br />
marcan un punto, y se dejan recordar.<br />
Referencias de imágenes:<br />
Roller, O. (2008) Jean-Bertrand Pontalis, en février 2008 à Paris [fotografía].<br />
Recuperado de http://md0.libe.com/photo/485687/?modified_<br />
at=1358332604&width=476<br />
Francesca, P. (1466) La búsqueda y el reconocimiento de la Vera Cruz<br />
[pintura]. Recuperado de http://es.wahooart.com/A55A04/w.nsf/<br />
Opra/BRUE-8LT4KH<br />
Referencias de pies:<br />
1 Villa, F., 19XX, Les étrangers du jour dans l’intimité de la nuit, en<br />
L’Intime et l’étranger. Nouvelle Revue de Psychanalyse, No 40. Paris,<br />
Gallimard, 1989<br />
Tema central: ¿Funciones del sueño?<br />
2 Ferenczi, S., 19XX, reflexiones sobre el traumatismo, en Obras<br />
Completas, Psicoanálisis Tomo IV. Ed. Espasa-Calpe, Madrid: 1984<br />
3 Green, A. La Folie Privée. Psychanalyse des cas-limites. Paris:<br />
Gallimard, 1990.<br />
4 Breuer, J., Freud, S. (1895) Estudios sobre la Histeria, en Obras<br />
Completas, Vol. I. Buenos Aires: Amorrortu, 2003.<br />
5 Freud, S. (1918). De la historia de una neurosis infantil, en Obras<br />
Completas, Vol. VIII. Buenos Aires: Amorrortu, 2003.<br />
6 Freud, S. (1911). Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso<br />
de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente, en<br />
Obras Completas, Vol. VIII. Buenos Aires: Amorrortu, 2003.<br />
7 Freud, S. (1909) Análisis de la fobia de un niño de cinco años, en<br />
Obras Completas, Vol. X. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003.<br />
8 Ferenczi, S. (1933). Confusión de lenguas entre el adulto y el niño,<br />
en Obras Completas, Psicoanálisis Tomo IV, Madrid: Ed. Espasa-<br />
Calpe, 1984<br />
9 André, J. L’unique objet, en Les états limites. Paris: Presses Universitaires<br />
de France, 1999.<br />
10 Laplanche, J. Nouveaux fondements pour la psychanalyse. La<br />
séduction originaire. Paris: Presses Universitaires de France, 1994<br />
11 Jouvet, M. Le sommeil et le rêve. Paris: Odile Jacob, 1992<br />
12 Freud, S. (1900) La interpretación del sueño, en Obras Completas,<br />
Vols. IV y V. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003<br />
13 Freud, S. (1937) Construcciones en el análisis, en Obras Completas,<br />
Vols. IV y V. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003<br />
14 Freud, S. (1914). Duelo y Melancolía, en Obras Completas, Vol.<br />
XIV. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003<br />
15 Pontalis, J.-B., Le dormeur éveillé, Paris, Mercure de France, 2004<br />
16 Fédida, Pierre, Le site de l’étranger, Paris, PUF, 1995<br />
23
24<br />
Entrevista al Mtro. Arnoldo Téllez López<br />
Por Iris Reyes E. Transcrita por E. González K<br />
Mtro. Arnoldo Téllez<br />
Egresado de la Facultad de<br />
Psicología de la Universidad<br />
Autónoma de Nuevo<br />
León. Cursó la Maestría en<br />
Metodología de las Ciencias<br />
en la Facultad de Filosofía<br />
y Letras de la UANL.<br />
Candidato a Doctor en<br />
Filosofía con Especialidad<br />
en Psicología, en la UANL.<br />
Fue coeditor y miembro<br />
fundador de la revista “Archivos<br />
de Psicofisiología”. De<br />
1990 a 1998 fue Terapeuta<br />
del Centro Audiofoniátrico,<br />
A.C. Subdirector Académico<br />
de la Facultad de Psicología<br />
de la UANL. Período: Noviembre<br />
1997-2003. Director<br />
de la Facultad de Psicología<br />
de la U.A.N.L. a partir de<br />
Noviembre del 2003 a 2009.<br />
Maestro de las especialidades<br />
en “Terapia Familiar Sistémica”<br />
y “Hipnosis Clínica<br />
Ericksoniana” del Centro de<br />
Crecimiento Personal y Familiar,<br />
S.C. Período: 1998 a<br />
la fecha. Presidente del Consejo<br />
Nacional de Enseñanza<br />
e Investigación en Psicología<br />
(CNEIP) 2008-2011 y<br />
actualmente es Subsecretario<br />
de Educación Media<br />
Superior y Superior en el<br />
estado de Nuevo León<br />
¿Cómo se empezó<br />
Usted a involucrar<br />
con el tema de los<br />
sueños?<br />
Fue cuando era estudiante de<br />
la Facultad de Psicología, en 4to<br />
o 5to semestre, viendo la materia<br />
de Psicofisiología; leí el capítulo de<br />
sueños y me gustó y desde entonces<br />
creo que no lo he soltado. Lo he<br />
cambiado un poco por el de hipnosis,<br />
que de alguna forma está relacionado,<br />
pero esa fue la forma en<br />
la que me interesó esa parte dado<br />
que yo leía que el ser humano se<br />
pasa un tercio de su vida durmiendo,<br />
8 horas de 24, y si a la edad<br />
de 60 años, una persona habrá<br />
pasado 20 años durmiendo, realmente<br />
es un área que ha pasado<br />
como obscura, es decir podemos<br />
dar cuenta si es que nos acordamos<br />
de esos cuarenta años de vigilia,<br />
conscientes entre comillas,<br />
pero de esos 20 ¿Qué pasa?, me<br />
refiero al dormir, pero el dormir,<br />
ese periodo de relativa inconsciente<br />
con respecto al medio ambiente,<br />
de inmovilidad que se asocia con<br />
el descanso físico, con la recuperación,<br />
ahí aparece un fenómeno que<br />
se llama soñar y ahí el soñar tiene<br />
que ocurrir durante el dormir<br />
porque si ocurre cuando estamos<br />
despiertos, entonces hablaríamos<br />
de un evento psicótico, uno puedo<br />
soñar despierto, se le llama ensoñación,<br />
pero el soñar es otra cosa,<br />
cuando ocurre bajo la protección<br />
del dormir se vale, en vigilia es un<br />
fenómeno totalmente psicótico.<br />
La entrevista<br />
Entonces empecé a estudiar ese periodo<br />
de 20 años que incluye el soñar, el 20% del<br />
dormir se la pasa uno soñando y me interesé<br />
tanto en el dormir como en el soñar. La<br />
gente en español se confunde mucho en soñar<br />
y dormir, por ejemplo: la palabra sueño se refiere<br />
a las dos cosas, tengo sueño se refiere a<br />
ganas de dormir, tuve un sueño se refiere a<br />
un periodo onírico, esas historias que nuestro<br />
cerebro y mente fabrican cada noche, así<br />
fue como me gustó mucho, desde un enfoque<br />
global, que pasa con el cerebro, las etapas del<br />
sueño, la Psicofisiología del sueño, los trastornos<br />
del sueño, y básicamente eso, fuimos de los<br />
primeros en Monterrey que hicimos estudios<br />
electroencefalográficos del sueño o polisomográficos<br />
como se le llama, se registraban las<br />
ondas cerebrales, la respiración.<br />
¿Esto fue en el laboratorio de Psicofisiología<br />
de la FaPsi?<br />
Sí, en verdad, los primeros estudios de sueño<br />
los hicimos en la UDEM porque tenía un encefalografo<br />
que no se disponía en la Facultad<br />
de Medicina; nos permitieron usarlo para la<br />
investigación del efecto de dormir una hora<br />
diaria y ver qué pasaba en esa hora. Nos lo<br />
prestaban a cambio de dar unos cursos de encefalografía<br />
a los estudiantes de medicina, siendo<br />
nosotros estudiantes de Psicología. Así fue<br />
como empezamos.<br />
También estudiamos el dormir, el soñar y los<br />
trastornos. Los trastornos del sueño son muy<br />
interesantes, el insomnio es el trastorno más<br />
común, en un estudio que hicimos y fue publicado<br />
en la salud mental en el 95 y citado en<br />
muchos países como referencia de trastornos de<br />
sueño en México, ese estudio nos demostró que<br />
el insomnio afectaba a un 30% de la población<br />
pero solo la mitad lo considera suficientemente<br />
serio para consultar un médico, podemos de-
cir que un 17% de la población urbana tiene<br />
insomnio, en el campo seguramente es menor.<br />
Realmente los trastornos afectan mucho, una<br />
pregunta muy común es ¿Cuál es la función del<br />
sueño o del dormir? ¿Cuál es la función? ¿Para<br />
qué caer en una inconsciencia por 7 u 8 horas?<br />
La ciencia poco a poco ha ido revelando una<br />
de las funcionas es la recuperación física, descansar,<br />
restaurar energía y eso es importante,<br />
¿Cuánto tiempo? La gente piensa que 8 horas,<br />
en las ciudades urbanas la mayoría de la gente<br />
duerme 7 horas en una curva normal, va bajando<br />
a 6, 5, 4, 3 y las que duermen 8, 9, 10,<br />
11 y 12 horas, también existe esa gente, pero<br />
es un porcentaje menor. En cuanto a la recuperación<br />
física, ahora se sabe que la hormona<br />
del crecimiento se secreta solamente durante el<br />
sueño y en el primer tercio de la noche, primeras<br />
dos horas. La gente que ya no crecemos, tiene<br />
la función de restauración celular, la mitosis,<br />
es muy importante para mantenerse joven,<br />
evidentemente los niños es importante dormir<br />
porque les va a permitir crecer, cuando los ni-<br />
La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López<br />
ños no duermen lo suficiente o están estresados<br />
hay algo que se llama enanismo Psicosocial<br />
que los chavos no crecen lo suficiente o lo que<br />
venían programados para crecer, la hormona<br />
del crecimiento se ven afectados por el estrés<br />
crónico o por las emociones positivas.<br />
También está el sueño MOR (REM) este tipo<br />
de sueño de movimientos oculares rápidos hace<br />
parecer que estás despierto, hay movimientos<br />
oculares que nos recuerdan al rastreo ocular, el<br />
corazón y la respiración son irregulares, suben<br />
y bajan, hay contracciones de los dedos de los<br />
pies, de la cara, hay erecciones, 4 sueños MOR<br />
en promedio, todo esta actividad del sueño<br />
MOR hace parecer una persona despierto<br />
bajo una característica, una inhibición de motricidad,<br />
la persona no puede convertir sus sueños<br />
en acciones. Si no existiera esta inhibición<br />
cada noche 4 millones de habitantes, muchos<br />
sonámbulos convirtiéndose en acción, la naturaleza<br />
es sabia, pero entonces ¿Para qué sirve<br />
el sueño MOR? El sueño de no MOR es de<br />
pura tranquilidad, pasar la memoria de corto<br />
a largo plazo, si no duermes no puedes consolidar<br />
información, si se sabe que el dormir<br />
es importante, los estudiantes en general universitarios<br />
parece que no lo saben, se desvelan<br />
recuerdan a corto plazo, generalmente durante<br />
el semestre no estudian lo suficiente y el día del<br />
examen se desvelan, y retienen a corto plazo,<br />
van al examen lo pueden pasar con 70 80 y<br />
después no acordarse, cuando lo que queremos<br />
es que los estudiantes se lleven la información<br />
a sus vidas profesionales, entonces lo correcto<br />
es mantenerse en estudiando todo el semestre y<br />
dar algunos repasos durante los exámenes, son<br />
algunas de las cuestiones.<br />
Hay un estudio interesante, por allá de los<br />
80’s, se entrevistaron a un millón de personas<br />
aproximadamente y se les dio seguimiento a<br />
10 años 15 años y vieron que la gente (la que<br />
no murió) que dormía menos de 7 horas y más<br />
de 9 tenía el doble más posibilidades de morir,<br />
es una estadística nada más, no implica que<br />
haya una relación causal, pero es interesante<br />
que el dormir en exceso o dormir menos de<br />
cierta manera es peligroso para la salud, claro<br />
25
26<br />
La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López<br />
no sabemos si la gente está durmiendo menos<br />
o más porque ya está enferma o es una causa<br />
la falta o el exceso de, esto es parte de lo interesante<br />
que los estudiosos de la conducta de los<br />
fenómenos psicológicos consideran importante<br />
estudiar.<br />
¿Por qué nos interesa saber sobre el sueño?<br />
¿Cómo sociedad hay diferentes matices o interpretaciones?<br />
¿Cuál es ese interés?<br />
Yo me centré en la psicobiológica pero la manera<br />
correcta es la biopsicosocial, una persona<br />
porque tiene insomnio, porque esta estresada,<br />
porque está deprimido, que son las dos causas<br />
principales ¿Por qué? Por problemas financieros,<br />
o porque su hijo va a nacer y hay que pagar<br />
los gastos de maternidad, o porque tienen<br />
a algún familiar enfermo en peligro de morir,<br />
o problemas de pareja, el insomnio causa depresión<br />
es de origen psico social, es decir el<br />
estrés es por razones psicosociales y evidentemente<br />
es lo que hay que estudiar, cuales son<br />
las razones que afectan lo sociológico y finalmente<br />
lo biológico, por lo tanto el psicólogo es<br />
el profesionista más adecuado para incluso<br />
en la Psicología de la salud, ver los pacientes<br />
para los diversos problemas, porque un médico<br />
te puede dar una pastilla, un calmante y<br />
te puede forzar a dormir y descansas, por una<br />
noche o dos pero eso no solucionará los problemas<br />
financieros ni los problemas con una<br />
pareja, se tiene que resolver a un nivel psicosocial<br />
y esa es la ventaja que los Psicólogos podemos<br />
ayudar a sanar la mente y el cuerpo a<br />
través de nuestras metodologías, yo personalmente<br />
uso mucho la psicología de la salud y el<br />
estudio de los sueños y sus trastornos es parte<br />
de la psicología de la salud. Nuestro cerebro<br />
es un cerebro social o psicosocial, nace, crece<br />
en redes sociales con cultura, por ejemplo hay<br />
culturas que han suprimido la siesta, las muy<br />
trabajadoras, pero la siesta es algo normal, es<br />
parte de la función, la palabra siesta viene del<br />
latín sexta, que es la sexta hora después de<br />
empezar a trabajar, coincide con la hora de<br />
la comida pero no se debe a la comida, ahora<br />
se sabe que la siesta de unos 15 o 20 minutos,<br />
es muy reparadora y te ayuda a prevenir ataques<br />
cardiacos, hipertensión, etc. cuando se<br />
toma en forma regular, ahora en las empresas<br />
en USA y en otros países fomentan el power-<br />
NAP, es decir, la siesta que empodera, porque<br />
saben que esos 15 o 20 minutos te pueden dar<br />
energía y creatividad para seguir trabajando,<br />
entonces hay muchas áreas del sueño que son<br />
de mucha relevancia para la Psicología, y ese<br />
tercio afecta la vigilia, si duermes bien estás<br />
bien durante el día y al revés.<br />
¿El contenido del sueño tendría una relación<br />
con el insomnio por ejemplo?<br />
No necesariamente, el insomnio generalmente<br />
es por estrés crónico o depresión; el que<br />
está estresado tiene dificultades para empezar<br />
a dormir y el deprimido tiene insomnio<br />
determinal, es aquel que se duerme y para<br />
las tres de la mañana se despierta, no tiene<br />
nada que hacer, está cansado pero no puede<br />
dormir, esa es la diferencia entre uno y otro,<br />
pero si nos metemos a los sueños, el soñar es<br />
otro tema, todos sabemos que los sueños y su<br />
contenido onírico, esas historias que ocurren<br />
en la noche sin aparente control voluntario de<br />
uno ha maravillado a la historia de la humanidad,<br />
si tu checas la biblia tiene gran cantidad<br />
de sueños, sueños proféticos, con mensajes<br />
de dios, etc. En 1900, Freud publica la<br />
interpretación de los sueños, una obra muy<br />
importante no nada más para el psicoanálisis<br />
sino en general para la Psicología, dando<br />
la importancia a esa parte que ocurre en la<br />
noche cuando estamos inconscientes donde la<br />
vida Psicológica continúa funcionando y que
puede ayudar a la terapia usando los simbolismos.<br />
En mi área, la hipnoterapia, a veces<br />
se usa favoreciendo los sueños, de salud o de<br />
sexualidad sana dependiendo el problema, a<br />
veces una persona que tiene un deseo sexual<br />
inhibido, que es un síndrome muy común,<br />
el más común de consulta, aparte de ver las<br />
causas que pueden ser maritales, o de abuso<br />
sexual, etcétera. Una de las técnicas que se<br />
usan es producir sueños con contenido sexual<br />
con técnicas específicas, pero esta parte del soñar,<br />
de los sueños fue Freud quien lo estudió<br />
a profundidad (los mecanismos psicológicos<br />
que intervienen en la simbolización del contenido<br />
onírico).<br />
También en su trabajo con la hipnosis y con<br />
las enfermedades crónicas como el cáncer,<br />
¿qué relaciones o influencia tienen los sueños<br />
a propósito de lo que recién comenta acerca<br />
de los sueños de salud?<br />
Fíjate que es algo muy interesante: primero,<br />
los pacientes con cáncer, nosotros trabajamos<br />
específicamente con cáncer de mama, el puro<br />
diagnóstico, decirle que se la hará un estudio<br />
específico para el diagnóstico es un latigazo<br />
emocional que en palabras de las pacientes<br />
«El doctor siguió hablando y ya no le escuché»;<br />
la gente se deprime, se enoja, busca culpables,<br />
afecta también a la familia y el sueño<br />
se ve afectado, no puede dormir, se despierta<br />
durante las noches con pesadillas, a veces recordando<br />
el momento en el que el doctor le<br />
decía que tenía cáncer y ahí la intervención<br />
del Psicólogo es muy importante, porque la<br />
paciente con cáncer de mama pasa por 3<br />
La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López<br />
fases difíciles, el diagnóstico, que los diagnósticos<br />
deben darse con mucho cuidado y<br />
señalar que no es una sentencia de muerte;<br />
la mastectomía, la mama en la mujer tiene<br />
3 representaciones, simbolismos, representa<br />
la maternidad, la feminidad y sexualidad.<br />
Entonces con esa mutilación se trastorna la<br />
autoimagen y aunque ahora hay cirujanos<br />
plásticos y pueden reparar la zona a veces su<br />
sexualidad también se altera, pero el 3ero.<br />
es la quimioterapia, algo pesado, los psicólogos<br />
podemos hacer mucho para disminuir<br />
la nausea, el vomito y fatiga extrema, que e<br />
solo más común, una de las consecuencias de<br />
la quimio es la pérdida de cabello que también<br />
ahí la mujer tiene que enfrentar eso, una<br />
peluca o un turbante, todo esto, en estas 3<br />
fases el psicólogo puede actuar muy bien y es<br />
necesario que la persona duerma bien porque<br />
otra característica del dormir, es la elevación<br />
o disminución de defensas o sistema inmunológico,<br />
entonces las personas tienen pesadillas<br />
o estrés por el diagnóstico más la cuestión<br />
inmune y no le hacemos ningún favor para<br />
la recuperación o sanación. Entonces necesitamos<br />
corregir, ya que uno de los principales<br />
efectos del tratamiento con hipnoterapia<br />
es que mejora mucho su sueño y otro es su<br />
autoestima, su optimismo mejora, ya que con<br />
el diagnóstico vienen los pensamientos catastróficos,<br />
miedo a la muerte, preocupación por<br />
los hijos. Regresando al tema de los sueños, es<br />
algo que se altera en los pacientes con cáncer<br />
y algo que mejora mucho con la intervención<br />
psicológica. Cada vez estoy más contento de<br />
las herramientas que tenemos los Psicólogos,<br />
usamos el lenguaje, todas las técnicas son a<br />
través de un lenguaje especializado, el poder<br />
de la palabra, la hipnoterapia es lenguaje,<br />
pero el lenguaje cura, el lenguaje enferma,<br />
sana las emociones y sana el cuerpo.<br />
¿Qué es lo que sigue? ¿Cómo Psicólogos que<br />
áreas de oportunidad tenemos para abundar<br />
este tema?<br />
Hay mucho que hacer, ya es pesada la carga<br />
de los pacientes con cáncer o con otras enfer-<br />
27
28<br />
La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López<br />
medades crónicas como la diabetes, hipertensión,<br />
muchas enfermedades que el Psicólogo<br />
puede hacer cosas para mejorar su salud, evidentemente<br />
se ve reflejado en un buen dormir<br />
o en los sueños.<br />
¿Hacía donde va la investigación y la intervención<br />
en cuanto a la clínica se refiere?<br />
La ciencia siempre tiene que estar descubriendo<br />
cosas, trastorno de sueños diferentes,<br />
el sonambulismo tal como se conoce, ocurre<br />
en la etapa no MOR, cuando no sueñas, ocurre<br />
en niños y va disminuyendo con la edad<br />
y hay un componente genético, los hijos o son<br />
sonámbulos y hablan dormidos, pero hay un<br />
trastorno llamado trastorno conductual del<br />
dormir MOR que se da en la gente grande,<br />
después de los 50, empieza primero dando<br />
patadas, pegándole a la pareja, convierten el<br />
sueño en acción, incluso han reportado en revistas<br />
científicas casos de gente que asesinó a<br />
alguien por este tipo de conductas, o se dañan<br />
ellos mucho, saltan de un segundo piso, pasar<br />
por una puerta de cristal dentro de otros<br />
ejemplos. La apnea del sueño, que no respiras<br />
durante la noche, pasas desde 20 segundos<br />
hasta un minuto sin respirar y puede haber<br />
hasta 300 periodos de apena, tuvimos un paciente<br />
que prácticamente si estaba dormido<br />
no respiraba, si estaba despierto respiraba, si<br />
estaba dormido no, casi siempre son pacientes<br />
gorditos, no se oxigena suficientemente el cerebro<br />
e incluso pueden desarrollar una enfermedad<br />
cardiaca mientras duermen, ese trastorno<br />
es visto como el ronquido insoportable,<br />
este tipo de trastorno no afecta sólo al sujeto<br />
sino a la familia, uno ronca y los demás tienen<br />
insomnio y así. Este tipo de investigación<br />
estaba oculta pues es un fenómeno que sucede<br />
sólo en el sueño, hasta que a un investigador<br />
se le ocurrió registrar la respiración durante<br />
el sueño, en un paciente que se aquejaba<br />
de insomnio y resultó que no podía respirar<br />
mientras dormía; cada vez se descubren nuevos<br />
trastornos y más esta sociedad moderna<br />
que tenemos ofrece más alternativas de salud<br />
de información para que la gente pueda mejo-<br />
rar su calidad de vida. ¿Qué se espera? No sabemos<br />
cómo vaya a afectar todo esto de lo virtual,<br />
los chats, las redes sociales, las cosas van<br />
cambiando y la sociedad se va acomodando,<br />
por ejemplo el delito cibernético antes no existía<br />
y las leyes se están adecuando, o el bulling<br />
cibernético o el acoso sexual, todo eso tiene que<br />
irse adecuando, ¿Cómo afectará? Desde Thomás<br />
Alba Edison que inventó el foco, antes de<br />
eso la gente dormía en la noche, se levantaba<br />
al amanecer, tomaba su siesta, se acostaba<br />
cuando se apagaba el sol y esa vida natural y<br />
normal le daba muchos años de vida, apareció<br />
el foco, la industrialización y la necesidad de<br />
producir 24 horas continúas y se crearon los<br />
turnos de tarde y noche para trabajar y también<br />
para divertirse, la gente no duerme, los<br />
hábitos adictivos son muy fuertes, no sabemos<br />
cómo vaya a afectar esto; la alimentación, el<br />
ejercicio en el sueño, todo eso es algo que será<br />
muy importante, incluso el sueño de los que<br />
hacen viajes espaciales, estudiarlo para hacer<br />
viajes artificiales.<br />
Referencias de imágenes:<br />
[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />
de http://www.facebook.com/photo.php?fbid=111617652259479&set<br />
=a.102898423131402.7851.100002337335193&type=1&theater<br />
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[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />
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set=t.100002337335193&type=3&theaterv
Dossier<br />
Pensar en el nombre de Freud (1856-1839)<br />
Por Martha Patricia Liévano Franco<br />
Maestra de la Facultad de Psicología y<br />
de la Maestría en Ciencias con opción<br />
en Violencia Familiar de la Universidad<br />
Autónoma de Nuevo León, México.<br />
Dra. por el Departamento de Psicología<br />
Social de la Universidad Autónoma de<br />
Barcelona, España<br />
Margarita Shears Lozano<br />
Maestra de la Facultad de Psicología y<br />
de la Maestría en Ciencias con opción<br />
en Violencia Familiar de la Universidad<br />
Autónoma de Nuevo León, México.<br />
Estudios de doctorado en Psicología<br />
Clínica y de la Salud en la Universidad de<br />
Salamanca, España.<br />
Pensar en el nombre de Freud. Pensamos<br />
que Freud es alguien a quien ahora<br />
se conoce sólo de nombre; pertenece<br />
a una generación agitada, que fue testigo de<br />
una y otra guerra, que vio nacer el siglo XX,<br />
nuestro siglo y no podrá verlo morir.<br />
Freud, su nombre, se halla lejos ya y hoy<br />
todavía se discuten sus actividades sobresalientes<br />
a nivel teórico, técnico, ideológico, filosófico,<br />
político, etcétera, e incluso, se debaten<br />
e indagan detalles de su vida privada con curiosidad<br />
voraz: ¿A dónde iba de paseo? ¿Cómo<br />
hacía para escribir tantas y tantas cuartillas?<br />
¿Coleccionaba pinturas, imágenes, figuras?<br />
¿Era Ana su hija favorita? En fin…<br />
Freud, a pesar de los años, sigue siendo un<br />
flamante generador de preguntas brillantes<br />
y triviales; no ha dejado de estar presente en<br />
las ociosas mesas de los cafés para intelectuales,<br />
en los textos de psicoanalistas, sociólogos,<br />
médicos filósofos, psicólogos, educadores y<br />
lingüistas; en la boca de tantos tercos profesores<br />
y enardecidos congresistas; en el coraje<br />
afilado de sus opositores.<br />
Freud no cesa<br />
y no se cansa de ser<br />
objeto de múltiples<br />
ensayos, e investigaciones<br />
críticas, alegatos<br />
y vituperios,<br />
mitos, apologías,<br />
continuaciones, rumores…<br />
Ha nacido y<br />
muerto el Freud<br />
Marina Duque Mora<br />
Psicoanalista. Maestra de la Facultad de<br />
Psicología y Coordinadora de la Maestría<br />
en Ciencias con opción en Violencia<br />
Familiar de la Universidad Autónoma de<br />
Nuevo León, México<br />
de carne y sangre; el primer psicoanalista, el<br />
que revolucionó su tiempo afianzado en su<br />
propia intimidad, el fumador incansable que<br />
descubrió el inconsciente y su maquinaria<br />
que apesta y perfuma; el que se atrevió a enfrentarse<br />
con toda la psicología y la medicina<br />
que precedieron al nacimiento del psicoanálisis.<br />
Muerto está, y de él, dentro de poco no<br />
se encontrarán ni rastros, habrá de diluirse su<br />
polvo entre el polvo anónimo. Sin embargo,<br />
Freud persiste en toda su estatura, su arrojo y<br />
su prudencia. Freud persiste como creador de<br />
un aparato de conocimiento cuya consistencia<br />
ha logrado extenderse a través de distintas interpretaciones,<br />
para alimentar la emergencia<br />
de distintas tendencias o escuelas o grupos<br />
cuya mirada pretende apuntar hacia Freud en<br />
ocasiones sólo supuestamente.<br />
Como esforzado intelectual, no se desgasta<br />
sino que, al contrario, se fortalece y se expande<br />
con las inquietudes que inspira y engendra<br />
en los distintos medios clínicos y culturales<br />
donde es escuchado ávidamente.<br />
Uno de los afanes que se asoman mayormente<br />
entre los interesados en el nombre de<br />
Freud es el de recuperarlo. Esta recuperación<br />
puede efectuarse desde distintos enfoques.<br />
Así pues, tenemos las siguientes tentativas:<br />
1. Recuperación biográfica en el sentido<br />
tradicional (anécdotas, fechas, obras, relaciones<br />
familiares, relato de hallazgos<br />
y búsquedas. Por ejemplo: Irving Stone<br />
(1971), Martin Freud. (1966). 1<br />
2. Recuperación biográfica en el sentido<br />
29
30<br />
Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />
psicoanalítico (análisis de sus sueños, sus<br />
lapsus linguae y sus lapsus calami, sus ligazones<br />
y sus rompimientos, sus puntos<br />
ciegos y sus obsesiones. Por ejemplo: Didier<br />
Anzieu, (1979); Alexander Grinstein,<br />
(1981). 2<br />
3. Recuperación de índole teórico-técnica<br />
(lectura y seguimiento paciente de sus<br />
textos. Selección, organización y clasificación<br />
de los mismos. Búsqueda de problemas<br />
apenas atisbados. Empeño en la<br />
continuación de su obra. Por ejemplo: J<br />
Laplanche y J. Pontalis (1981). 3<br />
4. Recuperación de índole exclusivamente<br />
teórica, o bien teórico-técnica, a partir<br />
de una problemática no psicoanalítica<br />
(ejercicio de una lectura filosófica, histórica,<br />
política, literaria o sociológica de la<br />
obra de Freud. Por ejemplo Paul Ricoeur,<br />
(1999), Judith Butler (2001), Slavo Zizek<br />
(1992). 4<br />
Dado el entrecruzamiento y la eventual<br />
cooperación entre las distintas tentativas de<br />
recuperación del nombre de Freud, sus pertenencias<br />
no llegan jamás al descanso. Nunca<br />
falta un psicoanalista que escarba entre su correspondencia<br />
privada, que revisa sus libros y<br />
sus adornos; un filósofo que examina sus manuscritos<br />
en busca de agazapadas referencias;<br />
un sociólogo que caza a sus descendientes,<br />
armado con una eficaz grabadora… la consigna<br />
es entonces: indagar, escarbar y revolotear<br />
para recuperar!<br />
Por todo esto, sostener el enunciado: Pensar<br />
en el nombre de Freud encierra un designio<br />
de largo alcance, que exige un verdadero esfuerzo<br />
al que no se debe uno indisponer.<br />
Los tiempos de Freud, de los inicios de<br />
Freud como psicoanalista son tiempos modernos<br />
(en la acepción chaplinesca del término).<br />
Tiempos donde se verifica un implacable<br />
endurecimiento de los horarios de trabajo y<br />
descanso. Todo sea por y para la disciplina, la<br />
ordenada armonía. Donde las razones para<br />
las revueltas y las batidas callejeras no esca-<br />
sean. Tiempos en que ser judío en Europa no<br />
es precisamente una ventaja.<br />
Eso con la vida laboral y política, pero, preguntemos:<br />
¿Qué hay con la intimidad durante<br />
los años del Freud inicial? ¿Cuál es el estado<br />
de los códigos cotidianos reguladores de las<br />
relaciones sexuales?, por ejemplo. ¿Qué decir<br />
de las instancias de la producción discursiva<br />
dedicada a la sexualidad? ¿Existen privilegios<br />
en este nivel vital o se sufre una «igualdad sexual»<br />
de alcances generales? ¿Hasta dónde el<br />
sexo es hablado? ¿Hasta dónde y por qué se<br />
calla? ¿Qué condiciones hay que soportar para<br />
acceder a los usos de la sexualidad? ¿Se organiza<br />
ritualmente rondando un templo o lugar<br />
especial y una hora sagrada? ¿Quién es el hereje<br />
que reniega de este orden tan apreciado?<br />
En la Historia de la sexualidad (1977), Michael<br />
Foucault concibe el intercambio sexual<br />
inmerso en un proceso estratégico, atenido<br />
a un conjunto de dispositivos que le otorgan<br />
una definición social, que diferencian en el<br />
cuerpo lo aceptado de lo prohibido, la lógica<br />
del poder de la subversión y la contra natura.<br />
¿De qué modo el saber organizado asume o<br />
se desentiende de esta búsqueda de la clasificación<br />
y la codificación?<br />
La palabrería, la verborrea alrededor del<br />
sexo, el verlo y reconocerlo en todas sus manifestaciones,<br />
trae consigo, desde hace cuatro siglos<br />
una fórmula del rechazo, un extraño modo
de negar afirmando que no se niega. Mudo palabrerío<br />
que disfraza un discurso encubridor.<br />
Nuestra sociedad occidental moderna, a<br />
diferencia de las sociedades orientales, carece<br />
del intrincado erotismo descrito en sus libros<br />
tradicionales, que para nuestras tierras resultan<br />
inaplicables; para compensar esta desventaja,<br />
se ha inventado una ciencia sexual, una<br />
tentativa de saber a través de la confesión.<br />
La confesión puede ser de corte: religioso,<br />
médico, legal, psicoanalítico.<br />
Este último modelo de<br />
la escucha es una novedad<br />
que nos dio el siglo XX,<br />
que vuelve peculiar a este<br />
siglo y nos hacer parecer,<br />
en general, bastante renuentes<br />
al discurso sexual.<br />
Freud ha llevado a<br />
cabo entonces una doble<br />
inauguración. Establece<br />
un diálogo con la locura,<br />
cuyo instrumento no es<br />
la mirada médica sino el<br />
oído, listo y atento al lenguaje.<br />
Además abre las<br />
puertas de una racionalización sin antecedentes;<br />
una revolución del pensamiento relacionado<br />
con la sexualidad. Corte que no tendrá<br />
marcha atrás.<br />
El diálogo analítico promueve el brote de<br />
materiales de otro modo inaccesibles, cuya<br />
fuente debe remitirse al cuerpo y a la infancia.<br />
Sectores que han tenido que sucumbir a una<br />
existencia negociada, disimulada.<br />
El psicoanálisis despojó a la infancia de su<br />
máscara de inocencia para mostrarla en su<br />
desnuda piel de sexo y perversión. Freud abrió<br />
su criterio, su entusiasmo y su atención a la<br />
sexualidad. Fue precisamente<br />
esta apertura<br />
lo que lo apartó de<br />
Breuer, la que signó<br />
esta primera escisión;<br />
la colaboración clínica<br />
de ambos se vio obstruida,<br />
para Breuer<br />
Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />
por una denodada insistencia en lo sexual que,<br />
a fin de cuentas, le resultó intolerable.<br />
Durante la ejecución de los Estudios sobre la<br />
histeria, (1895-1973) Freud miró de frente a la<br />
sexualidad, cuando la descubrió en el fondo de<br />
la sintomatología histérica; decidió desvelarla<br />
llamándola por su propio nombre; y lo mismo<br />
hizo en el caso de las llamadas neurosis actuales,<br />
donde la causalidad patológica era más<br />
directa, más inmediatamente localizable en su<br />
componente sexual.<br />
Rumbo a 1895, Freud<br />
une el proceso de gestación<br />
del método psicoanalítico,<br />
tantea, ensaya<br />
la posibilidad de no interrumpir<br />
el habla de las<br />
psiconeurosis, especialmente<br />
de la histeria; todo<br />
esto le posibilita el descubrimiento<br />
de la sexualidad<br />
como basamento energético<br />
de estas formaciones<br />
a las cuales pretendía<br />
aproximarse desde un<br />
punto de vista dinámico,<br />
en tanto que rejuegos de fuerzas, que intercambios<br />
económicos.<br />
Sacudir la memoria, indagar entre los recuerdos<br />
desordenados, dejar a las palabras<br />
brotar atropelladamente o lentamente, todo<br />
este dispositivo le permitía la formación de hipótesis<br />
atrevidas en torno a qué fuerzas se ocultaban<br />
detrás del velo sintomático que, como<br />
cortina de humo, le era puesto enfrente. Sus<br />
trabajos acerca de la histeria encierran tanto<br />
información de tipo teórico como indicaciones<br />
psicoterapéuticas y la presentación de informes<br />
clínicos.<br />
Breuer había dado con la «catarsis» y, armado<br />
con ella, había abordado la histeria mucho<br />
antes que Freud. Y este último se hará cargo de<br />
llevar este método al extremo, a sugerencia de<br />
una de sus pacientes. Este camino hacia la asociación<br />
libre, hacia la atención flotante, la neutralidad<br />
y la conceptualización de la neurosis<br />
de transferencia, en una palabra, hacia el mé-<br />
31
32<br />
Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />
todo psicoanalítico, es también el camino hacia<br />
una conceptualización analítica de lo sexual.<br />
Terquedad freudiana. Es el empeño en la<br />
visualización de los fenómenos de la técnica<br />
sugestiva, hipnótica y catártica, así con la formulación<br />
del aparato técnico psicoanalítico,<br />
metodología cuya superioridad respecto de<br />
sus antecesores es sumamente notable.<br />
Mirar adentro, atrás, sin terror. Recordar<br />
por fin lo desconocido. Hablar sin tapujos<br />
para ser sin tapujos escuchado. Recuperar la<br />
memoria, recuperar el pasado. Recuperación<br />
por cierto bastante peligrosa, que conlleva<br />
un encuentro con el desarrollo del conjunto<br />
de la sexualidad infantil, cuyo curso fue trazado<br />
teóricamente hasta 1905; encuentro con<br />
aquello que, aunque perenne e irrenunciable,<br />
ha cedido en una transacción que la ha dejado<br />
cubierta por el olvido, por la famosa «amnesia<br />
infantil», aparentemente absoluta e inviolable,<br />
encuentro con lo reprimido.<br />
El psicoanálisis freudiano pone en escena, o<br />
sea, vuelve representable, en el plano clínico y<br />
conceptual, un objeto sin precedentes. El psicoanálisis<br />
pregunta cuáles son las actitudes del<br />
analizado frente al deseo infantil y frente a la<br />
imposibilidad de que éste sea satisfecho sin el<br />
esfuerzo y la mediación de determinadas negociaciones<br />
íntimas; pregunta por los modos<br />
constitutivos a través de los cuales el sujeto en<br />
cuestión devino portador de su particular resolución<br />
correspondiente a la conflictiva edípica;<br />
se cuestiona cómo fue que el sujeto fue instado<br />
a «elegir» la asunción de tal o cual entidad psicoanalíticamente<br />
reconocible, de esta o aquella<br />
formación sintomática; rastrea todas y cada<br />
una de las manifestaciones de este nuevo objeto<br />
que es lo reprimido; escucha aquello que<br />
solía permanecer arrumbado, desatendido por<br />
la medicina y la psicología anteriores.<br />
¿El aporte analítico fundamental? El descubrimiento<br />
del inconsciente: materia cuya<br />
captación, cuyo medio de emergencia más<br />
importante es su representación en los juegos<br />
del lenguaje, cuya percepción es medida y facilitada<br />
por la materialidad de la palabra, del<br />
diálogo y la sordera, de la alusión indirecta y los<br />
múltiples sentidos encerrados en cada enunciación.<br />
A partir de Freud son registrables estos<br />
fenómenos, a la luz de una situación donde es<br />
la búsqueda de la descomposición del discurso<br />
en sus distintos componentes pulsionales<br />
la invariable; investigación que representa una<br />
tendencia a la formulación de una economía<br />
capaz de explicar la formación constitutiva y<br />
el funcionamiento psíquico del sujeto a raíz de<br />
su historicidad infantil como sustentados de<br />
una cierta erogeneidad que lo moldea y le ofrece<br />
un «destino» particular, un «destino» que es<br />
en realidad el destino de un conjunto de transacciones<br />
psíquicas en las cuales el personaje<br />
principal no es la voluntad ni la conciencia del<br />
sujeto, sino la maquinaria energética conocida<br />
bajo el concepto de pulsión.<br />
Ver las cosas con una óptica dinámica, en<br />
términos de energía, de intercambios pulsionales,<br />
expresamente sexuales, costó a Freud<br />
una lucha con el puritanismo y la hipocresía<br />
de su tiempo, le costó la desconfianza y el rechazo<br />
inicial de sus colegas médicos, del propio<br />
Breuer, de toda la sociedad vienesa mientras<br />
el movimiento psicoanalítico no adquirió<br />
la fuerza necesaria para hacer sucumbir a la<br />
oposición, no desaparecer sino sucumbir.<br />
Queremos antes de continuar, manifestar<br />
nuestro desagrado ante la idea de que una época<br />
pueda ser preferible respecto de cualquier<br />
otra. Así pues, caracterizar las actitudes sociales<br />
dominantes respecto al ejercicio y el habla<br />
de lo sexual en la Europa de fines del siglo XIX<br />
y principios del XX, hay que comenzar por ver<br />
cómo en la familia, la procreación define a la sexualidad<br />
lícita y la diferencia de la otra sexuali-
dad: la de los burdeles, la pre o extramarital, la<br />
degenerada o perversa. La consigna es: casarse<br />
y hacer lo que hay que hacer siempre y cuando<br />
la procreación esté de por medio.<br />
Consecuentemente, el hecho de que Freud<br />
enarbolara que mucho más allá de la sexualidad<br />
convencionalmente reconocida existe una<br />
sexualidad infantil que modela y condiciona<br />
la sexualidad adulta y que interviene, prácticamente,<br />
en toda la vida humana, hubo de<br />
despertar resistencias, repudio.<br />
De modo que la sexualidad psicoanalítica<br />
plantea además de la lidia con las manifestaciones<br />
del inconsciente, tal como se presenta<br />
en la clínica, el trato con una oposición social<br />
que no era fácil de contener ni de ser vencida,<br />
esta lucha costó y cuesta todavía mucho al psicoanálisis;<br />
pues las manifestaciones sociales<br />
de la resistencia contra la sexualidad infantil<br />
continúan emergiendo por distintos medios.<br />
Si lo inconsciente, lo reprimido sigue siendo<br />
interés del psicoanálisis tiene, a pesar de<br />
sus opositores y de los prejuicios y mitos que<br />
le salgan al paso su labor asegurada. El psicoanálisis,<br />
en tanto institución, que cuerpo social,<br />
asoma en un contexto en donde seguramente<br />
no es bienvenido: su aparición genera desconcierto,<br />
desconfianza, reticencia.<br />
El nacimiento del psicoanálisis está signado<br />
por su decidido acercamiento al acceso histérico,<br />
enfermedad objeto del aparato médico y, concretamente,<br />
de una de sus especialidades más os-<br />
Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />
curas: la psiquiatría. Ante esta disciplina, Freud<br />
viene a forjar una subversión del problema, una<br />
renovación de los modos de trabajo clínico.<br />
Es evidente, hay en esta puesta en escena un<br />
lugar central del deseo; es él quien ocupa ese<br />
sitio primordial, carente de competidores, goza<br />
de un espacio que trasciende el ordenamiento<br />
y la clasificación de los síntomas, que supera<br />
con mucho a la visión clínica psiquiátrica y que<br />
posibilita al psicoanalista para localizar aquello<br />
que la sintomatología trasmite y esconde<br />
en un solo movimiento, su fondo, las vinculaciones<br />
infantiles del paciente, así como su organización<br />
actual e incluso la escenificación de<br />
estos vínculos con respecto al analista; es decir,<br />
a partir de que se pregunta por el deseo es ya<br />
posible poner en acción una lectura de nueva<br />
factura, una versión, una reconstrucción de la<br />
historia, de las vicisitudes y la represión soportada<br />
por el paciente, de su memoria y su olvido;<br />
lo mismo es posible un análisis de sus enlaces<br />
transferenciales, y también una visión del material<br />
contra-transferencial comprometido en<br />
el curso del tratamiento. Todo esto viene a<br />
reforzar al psicoanálisis como una concepción<br />
distinta y ajena a la psiquiatría; a pesar de que<br />
Freud hubo de surcar los vericuetos de la formación<br />
médica. Así pues, las diferencias entre<br />
ambas no tardaron en brotar. Sin embargo las<br />
diferencias no estallaron escandalosamente. Se<br />
guardó la calma. ¿Qué fue lo que impidió que<br />
las discusiones afloraran de manera encarnizada?<br />
¿Un sencillo anhelo de armonía compartido<br />
por psiquiatras? ¿Qué escondía esta fachada<br />
de cordialidad?<br />
El periodo histórico europeo que contextualiza<br />
el nacimiento del psicoanálisis es de<br />
una relativa calma social. A pesar de la cual,<br />
la violencia y las tensiones amenazaban con<br />
atreverse a invadir las calles.<br />
Las barricadas de los socialistas habían sido<br />
prácticamente barridas en 1848, en 1871, ya no<br />
se estaba en época de revueltas y tiroteos. Que<br />
nadie alzara una barricada, sería un grandísimo<br />
error. Los ideales dominantes son el bienestar<br />
compartido, la paz, el fortalecimiento industrial.<br />
Los arranques del siglo XX muestran, por<br />
33
34<br />
Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />
una parte, un claro debilitamiento de las luchas<br />
obreras, una baja de su intensidad y de su<br />
frecuencia; y por otro lado, la formación de las<br />
condiciones propicias para la transformación<br />
económica de Inglaterra, Alemania y Francia: el<br />
encaminamiento hacia la prosperidad burguesa,<br />
hacia el estrechamiento de los lazos del capitalismo<br />
internacional, de las distintas burguesías<br />
europeas, fascinadas por el erguimiento de una<br />
renovación industrial, por la construcción de<br />
una sociedad dominada por el capitalismo monopolista,<br />
por esta nueva fase del capitalismo, a<br />
la cual Lenin llamaría imperialista.<br />
En el plano ideológico, el marxismo era, a<br />
principios del siglo XX, una concepción del<br />
mundo prácticamente omnipresente. Su empuje,<br />
su coraje habían hecho muchos estragos<br />
desde los tiempos de la Primera Internacional.<br />
De manera que donde quiera que un conflicto<br />
se escenificara, el punto de vista marxista se<br />
ponía en juego, inevitablemente.<br />
La burguesía, sedienta de consolidación<br />
económica y dominio político sobre todos los<br />
estratos económicos inferiores, intentaba sofocar<br />
el pensamiento marxista, buscaba silenciarlo<br />
sobre la base de las reformas políticas, o<br />
bien de la violencia desatada, pero también se<br />
veía obligada a la repartición de antídotos intelectuales<br />
contra el virus rojo, contra el materialismo<br />
dialéctico. He aquí que la concepción<br />
positivista del mundo, junto a las tradiciones<br />
religiosas, era difundida a toda voz por todos<br />
los medios posibles.<br />
Desde 1948, un fantasma no se cansaba<br />
de recorrer Europa, no se cansaba de inquietar<br />
a sus habitantes; y contra ese fantasma, la<br />
irrupción del positivismo europeo jugó un<br />
papel medular. A efecto de esa contraofensiva<br />
ideológica burguesa fue que se alentó el cundimiento<br />
de valores como «progreso científico<br />
y técnico», en tanto que sinónimos de ausencia<br />
de crítica social y del uso del ritual de los<br />
materiales y procedimientos experimentales.<br />
La psiquiatría era, puede decirse, una buena<br />
hija de las ciencias experimentales y, por<br />
ello, contaba con un considerable prestigio<br />
social, siempre y cuando se basara en criterios<br />
exclusivamente biológicos, o bien, neurológicos.<br />
Freud, neurólogo inquieto, atento y ávido<br />
de dar con métodos efectivos en el tratamiento<br />
de las enfermedades nerviosas, se introdujo<br />
en la práctica de diversas técnicas terapéuticas,<br />
que luego de algunos ensayos abandonaría decepcionado.<br />
Para hablar del contexto psiquiátrico<br />
en el que Freud se desenvuelve, hay que<br />
ir un poco atrás.<br />
En el siglo XVIII, Mesmer, quien estudió<br />
medicina en Viena y partió de ahí (donde no<br />
era bien visto) a Paris, comenzó a divulgar un<br />
conjunto de teorías relativas a un supuesto fluido<br />
universal, cuyo desequilibrio es el origen de<br />
las enfermedades mentales. El magnetizador,<br />
esta nueva especie de médico, curaba a través<br />
de la regulación de este fluido (magnetismo) en<br />
el paciente, utilizando para ello pases magnéticos.<br />
Esta teoría y esta terapéutica conservan<br />
vigencia hasta el siglo XIX, donde se abre una<br />
nueva fase en la historia del tratamiento de las<br />
enfermedades mentales: la época del hipnotismo.<br />
Los nombres más importantes de este periodo<br />
son Liebeault, Bernheim y Charcot.<br />
Freud se acerca a este último, esperanzado,<br />
después de haber fracasado en sus acercamientos<br />
a la hidroterapia y a la electroterapia.<br />
Imbuido en el método hipnótico, Freud<br />
trabaja arduamente hasta convencerse, mientras<br />
colabora con Breuer, de que la hipnosis es<br />
un obstáculo para el tratamiento, ya no una<br />
ventaja sino un estorbo. Posteriormente, después<br />
de la Interpretación de los sueños, Freud,<br />
analizando las relaciones entre paciente y terapeuta,<br />
descubre la transferencia, descubre la<br />
contratransferencia y comprende que la labor<br />
de médico tiene que ser, antes que la de clasificar<br />
y diagnosticar, escuchar, escuchar sin guiar<br />
y sin interrumpir. De esta manera, Freud dio<br />
un nuevo sentido al problema diagnóstico y lo
despojó de su sentido descriptivo para otorgarle<br />
un sentido dinámico. El psicoanálisis no<br />
se preocupa exclusivamente de la localización<br />
y desaparición de los síntomas, se preocupa<br />
por el intercambio, por el rejuego de fuerzas<br />
que está detrás de cada sintomatología. Pero<br />
¿y la psiquiatría? ¿Iba a quedarse cruzada de<br />
brazos ante hábil competidor?<br />
Freud optó por la cordialidad, por buscar el<br />
apoyo institucional antes que la discordia, para<br />
eso fue que recibió de pláceme a Jung, un psiquiatra<br />
húngaro cercano a las teorías de Kreapelin.<br />
Armó el movimiento psicoanalítico con<br />
elementos tales como Jung y Abraham, cuya<br />
trayectoria ponía en buenas condiciones al psicoanálisis<br />
ante la escena psiquiátrica de la época.<br />
Y en 1909, acompañado precisamente por<br />
Jung, viaja a los Estados Unidos con el fin de<br />
promover sus teorías ante los psiquiatras estadounidenses,<br />
quienes hubieron de introducir al<br />
psicoanálisis en su enseñanza y también como<br />
un auxiliar psiquiátrico. Gracias a esa cautela,<br />
el psicoanálisis, sí fue resistido por la psiquiatría<br />
que le fue contemporánea, mas no definitivamente,<br />
es decir, tuvo la oportunidad de<br />
transigir: prueba de ello son las teorizaciones<br />
de Bleuler dedicadas a la demencia precoz, y la<br />
«adaptación» de los conceptos freudianos que<br />
los psiquiatras estadounidenses comenzaron a<br />
poner en marcha a raíz de la visita que el padre<br />
del psicoanálisis les ofreciera.<br />
Es notorio que incluso en 1917 (cuando la<br />
Asociación Psicoanalítica ha sufrido ya, por<br />
ejemplo, las disensiones de Adler y Jung) Freud<br />
insista de una alianza con la psiquiatría, más<br />
que nada, condicionado por razones de orden<br />
político-institucional, de este modo, Freud<br />
hubo de orientar su interés hacia el poder médico,<br />
pues ahí le era posible obtener un confortable<br />
respaldo social, mientras que fuera de ahí<br />
lo acechaba la marginación y el desprestigio.<br />
Sin embargo, hay que subrayar que la actitud<br />
de Freud ante la medicina es ambivalente,<br />
ya que, en el plano institucional, no renuncia a<br />
establecer con la psiquiatría un diálogo cordial<br />
y paciente; mientras que en lo concerniente a<br />
sus investigaciones, reniega del instrumental<br />
Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />
neurológico o psiquiátrico, y procede guiado<br />
por sus propios descubrimientos.<br />
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ideología. Siglo XXI. México<br />
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36<br />
La celda<br />
/ The cell<br />
Director: Tarsem Singh<br />
Estados Unidos/2000<br />
Por Karla Ivalisse Perales Herrera<br />
| lic.ivalisseperales@yahoo.com.mx<br />
«En esta cinta de ciencia ficción, el<br />
director hindú nos muestra otra<br />
realidad, la interna; representada por<br />
el mundo interno de la mente, donde<br />
el tiempo se detiene y la acción<br />
transcurre a través de los sueños»<br />
Argumento<br />
Catherine Deane (Jennifer López) es<br />
una psicóloga que trabaja para un laboratorio<br />
científico que subvenciona<br />
un tratamiento vanguardista que consiste en<br />
penetrar en la psique de pacientes con profundos<br />
conflictos psicológicos para intentar resolverlos<br />
a través de la utilización de tecnología<br />
experimental y de impulsos eléctricos en condiciones<br />
especiales.<br />
Este método, potencialmente enloquecedor<br />
permite obtener información de la mente<br />
inconsciente de una persona, el cual Deane<br />
utiliza en el tratamiento de Edward, un niño<br />
que se encuentra en estado de coma.<br />
Gracias a este procedimiento, Catherine es<br />
capaz de experimentar los sueños, pensamientos,<br />
deseos, temores y meditaciones particu-<br />
lares que ocurren dentro de la psique de otra<br />
persona para ayudarla a superar un trauma.<br />
La historia da un giro inesperado, cuando<br />
el agente del FBI, Peter Novak (Vince<br />
Vaughn) recurre a la psicóloga Deane, como<br />
último recurso para rescatar a Julia Hickson<br />
(Tara Subkoff) de su secuestrador, el<br />
asesino de mujeres Carl Stargher (Vincent<br />
D´Onofrio); quien ha caído en estado de<br />
coma como consecuencia del agravamiento de<br />
un tipo de esquizofrenia descrita en la cinta<br />
como «Síndrome de Wallen»<br />
La intención de los agentes es que Catherine<br />
logre introducirse en la mente de Stargher<br />
para intentar descubrir el lugar dónde se encuentra<br />
oculta su última víctima aún con vida.<br />
El mundo onírico de los sueños<br />
La cinta comienza con una secuencia de escenas<br />
llenas de inusitada belleza, Catherine se<br />
encuentra en un hermoso desierto, lugar dónde<br />
logra establecer contacto con su paciente y<br />
donde al mismo tiempo, se encuentra aislada<br />
la personalidad del niño. Esta escena representa<br />
una realidad alterna a la propia realidad;<br />
la del mundo de los sueños.<br />
La acción de soñar consiste en la representación<br />
mental de imágenes, sonidos, pensamientos<br />
y sensaciones durante el sueño y<br />
de manera involuntaria y donde la lógica y el<br />
tiempo no existen. Gran parte de la acción de<br />
la cinta transcurre en esta realidad.
Según la concepción tradicional Freudiana<br />
respecto a los sueños, éstos son impulsos perturbadores<br />
que la mente disfraza y son útiles<br />
para tratamiento terapéutico, ya que albergan<br />
claves de los conflictos del pasado de los individuos.<br />
De acuerdo con esta perspectiva, el<br />
director de esta cinta nos muestra que el mundo<br />
onírico de Stargher adquiere un aspecto<br />
pesadillesco, semejante al infierno de Dante.<br />
Encuentro con el inconsciente<br />
Catherine logra introducirse en la psique<br />
de Carl estableciendo contacto con su inconsciente<br />
a través de sus sueños. Desde el punto<br />
de vista psicoanalítico, éstos son realizaciones<br />
deformadas de deseos inconscientes, portadores<br />
de contenido psicológico significativo y de<br />
carácter latente.<br />
Para recrear este universo de pesadilla, el<br />
director de esta cinta se vale de diversos elementos<br />
visuales, tales como las obras artísticas<br />
de Damien Hirst y arte surreal, como el<br />
utilizado por Floria Sigismundi (Beautiful<br />
People y Tourniquete de Marilin Manson)<br />
PsiqueCinema<br />
para la recreación del mundo retorcido de<br />
Stargher. Asimismo se vale también de simbolismos<br />
arquetípicos que hacen referencia a<br />
la divinidad, la santidad, la purificación, la<br />
redención del alma, el dolor, el placer, la<br />
violencia y la sumisión.<br />
La manifestación del trastorno de Carl, podía<br />
verse claramente reflejada en el contenido de sus<br />
sueños, puesto que en este mundo onírico alternaban<br />
constantemente sus dos contrapartes.<br />
Un aspecto de su personalidad dominada<br />
completamente por un «Súper yo» distorsionado,<br />
es decir, su alter ego personificado en la<br />
figura de un demonio, representaba la parte de<br />
su personalidad perturbada y sádica, producto<br />
de una serie de maltratos sumamente violentos<br />
sufridos a mano de su padre durante su infancia.<br />
Por otra parte, se ve a sí mismo como el<br />
rey de un mundo sumamente retorcido en<br />
que podía dar rienda suelta a todas sus fantasías<br />
y en que las mujeres que asesinó estaban<br />
dispuestas a complacerle y servirle. En<br />
este mundo, los actos terribles que cometió<br />
en la realidad cobran vida en la fantasía de su<br />
mente. Como por ejemplo cuando se ve a las<br />
mujeres que asesinaba con vida, con aspecto<br />
de tétricas muñecas o cuando se observan sus<br />
encuentros con su padre durante la niñez.<br />
El otro aspecto de su personalidad, personificado<br />
como Carl niño, representa la parte<br />
de bondad e inocencia que aún habita en él, la<br />
cual permitirá a Catherine dar con el paradero<br />
de la última víctima, pero también, comprender<br />
sus acciones en la realidad.<br />
Modus operandi de Carl Stargher.<br />
Análisis de la personalidad<br />
La personalidad más desarrollada en toda<br />
la cinta es la del asesino, puesto de toda la película<br />
gira en torno a él. Su análisis nos permite<br />
conceptualizar los pensamientos de un<br />
asesino psicótico; entender la concepción de la<br />
lucha del bien y mal y su simbolismo, así como<br />
también la del trabajo psicoanalítico como terapia<br />
de curación.<br />
Durante su infancia, Stargher fue sometido<br />
a un ritual de bautizo dentro del agua, el<br />
37
38<br />
PsiqueCinema<br />
cual le ocasionó el mal de Wallen. Desarrolla<br />
un Súper yo alterado, vengativo, castigador,<br />
punitivo y rígido, debido a los constantes<br />
abusos a los que fue sometido por parte de<br />
la figura paterna (la figura materna era inexistente)<br />
desatando en él la crueldad y violencia<br />
experimentándola como un hecho cotidiano.<br />
Siente culpa por no satisfacer el deseo del padre<br />
y a la vez, se identifica con éste, que constituye<br />
su ideal. Renuncia a sí mismo y niega<br />
sus propios deseos masculinos para someterse<br />
a algo ajeno.<br />
Desarrolla un alter ego sádico que lo lleva a<br />
matar mujeres con intención de «purificarlas»,<br />
ritual que consistía en colocar a las chicas dentro<br />
de una gran celda, que se iba llenando de<br />
agua de manera automática en un lapso de cuarenta<br />
horas. Una vez ahogadas, las bañaba con<br />
lejía hasta que adquirían el aspecto de muñecas.<br />
La idea persistente en la mente de Carl era<br />
la salvar sus almas a través del agua y la lejía,<br />
una similitud con el simbolismo del bautismo.<br />
Carl también mostraba rasgos narcisistas,<br />
puesto que cuando Catherine descubre<br />
su mundo, que se ve a sí mismo como un rey.<br />
Esto se pone en evidencia en los asesinatos<br />
que realizó, donde, al transformar a sus víctimas<br />
en muñecas, se autosatisfacía por medio<br />
de la masturbación, colgándose a una plataforma<br />
sujetado por catorce anillos de acero, ritual<br />
en donde predominaba el dolor y el placer.<br />
Al explorar la mente de Carl, nos remitimos<br />
a los traumas de la infancia que provocaron<br />
la desviación de su conducta y lo convirtieron<br />
en un ser completamente sádico y amoral. Su<br />
reivindicación hace referencia a concepciones<br />
clásicas de la salvación del alma desde el punto<br />
de vista religioso. Por ejemplo, cuando durante<br />
el oscurantismo se creía que el auto flagelo y el<br />
dolor liberaban de la culpa al pecador.<br />
De esta forma, Catherine también logra liberar<br />
al niño Carl, al ahogarlo en una piscina, fuera<br />
de su mundo e introduciéndolo en su mente, tal<br />
y como él mismo narra que salvó a un parajillo<br />
de una muerte horrorosa a manos de su padre,<br />
ahogándolo en el fregadero de la cocina.<br />
El mito del héroe<br />
La representación del viaje que realiza la<br />
terapeuta dentro de la mente del asesino, hace<br />
referencia al mito arquetípico del héroe, presente<br />
en las más diversas culturas y también<br />
en nuestros sueños.<br />
A través de este mito, Jung intentó explicar<br />
el significado psicológico que tiene para un<br />
individuo en proceso de afirmar su personalidad<br />
así como también para una sociedad que<br />
anhela encontrar una identidad colectiva.<br />
Según Jung, el objetivo del mito del héroe<br />
es tomar conciencia del ego individual y de las<br />
propias fuerzas y debilidades. El héroe debe<br />
emprender este viaje para superar las múltiples<br />
cadenas del mundo del karma para realizar<br />
su dharma o destino, bajando a los infiernos<br />
para exorcizar sus demonios, tal como<br />
Dante, Teseo, Buda, entre otros.<br />
The cell, es precisamente una nueva versión<br />
de este potente mito. La psique del asesino<br />
podría compararse con el reino del Hades, de<br />
la mitología griega o como referencia al mito<br />
de Teseo, la mente es el inmenso laberinto<br />
interno donde habita el monstruoso Stargher<br />
y también, donde se encuentra perdida su<br />
consciencia, su alma herida, que sobrevive en<br />
la personificación de Carl niño; desamparado<br />
y atrapado por la representación de su padre<br />
autoritario y sus constantes abusos de poder.<br />
La Autorrealización del inconsciente.<br />
El proceso terapéutico<br />
Los procesos terapéuticos mediante la interpretación<br />
de los sueños tienen su origen en<br />
la antigua Grecia, en los templos de la salud del<br />
dios Asclepio, a los que los enfermos acudían
en peregrinación; a su llegada debían realizar<br />
ritos de purificación, para posteriormente<br />
introducirse en el Abaton, que era un lecho<br />
en los recintos interiores, dónde se producía<br />
la cura del fiel durante el sueño y sin embargo,<br />
en diversas épocas históricas se ha intentado<br />
comprender el significado de los sueños para<br />
orientarlo a la auto realización del inconsciente.<br />
Según Freud, la finalidad de la terapia es<br />
hacer consciente lo inconsciente y Jung describía<br />
que para llegar a ello, debe darse una<br />
respuesta y solución desde lo interno a las relaciones<br />
de la vida. Solo cuando una persona<br />
es capaz de comprender sus propios símbolos,<br />
es cuando ha sanado a sí mismo y esto le permitirá<br />
indagar o aventurarse en otros «inconscientes»<br />
para sanarlos.<br />
Esta cinta crea un paralelismo con el psicoanálisis<br />
freudiano en que mediante la hipnosis<br />
o través del discurso del paciente, se<br />
llega al inconsciente de la persona con la finalidad<br />
de averiguar el trauma original que<br />
genera su comportamiento actual y poderle<br />
otorgar una solución.<br />
En este proceso, el terapeuta también se<br />
enfrenta a diversos obstáculos como en la<br />
cinta, para poder acceder al inconsciente del<br />
paciente; éstas son las emociones; vergüenza,<br />
ira, miedo, es decir, sus mecanismos de defensa;<br />
que en este caso, son representados en la<br />
cinta como seres estrambóticos, que impiden<br />
al niño acercarse a su terapeuta.<br />
Cuando estas emociones surgen, la mente<br />
se vuelve inestable y peligrosa, de modo que se<br />
produce un bloqueo en la terapia y «hay que<br />
salir de ahí», del inconsciente, metafóricamente<br />
hablando; en la cinta es cuando aparecen<br />
esos seres o «monstruos» contra los cuales<br />
hay que luchar tanto el paciente, con ayuda de<br />
su terapeuta, para que pueda proporcionarle<br />
una terapia más efectiva que le permita comprender<br />
sus propios símbolos.<br />
Esta cinta abre de nuevo el debate entre<br />
aquellos que consideran que la interpretación<br />
de los sueños es importante para acceder al inconsciente<br />
de una persona y los que no restan<br />
credibilidad a este análisis.<br />
Referencia:<br />
Recuerdos, sueños, pensamiento. (s.f.). Recuperado de http://<br />
es.scribd.com/doc/53960251/1/PROLOGO<br />
Referencias de las imágenes<br />
PsiqueCinema<br />
(s.f.). Crítica: the cell. Recuperada de: http://gritosmundosbhf.blogs.<br />
mx/2012/08/critica-cell.html.<br />
(s.f.). Film: the cell. [Imagen]. Recuperada de http://tvtropes.org/<br />
pmwiki/pmwiki.php/Film/TheCell?from=Main.TheCell<br />
(s.f.). La celda. Recuperada de http://www.sosmoviers.com/2011/10/<br />
reportaje-la-noche-de-halloween-hoy-en-television/<br />
(s.f.). The cell. [Póster]. Recuperada de http://www.listal.cm/viewimage/5237<br />
(s.f.).The doll. The cell. Recuperada de http://lwww.listal.com/viewimage/5237<br />
39
40<br />
Cambio de planes<br />
Por Luis Ernesto Fuentes Hernández<br />
No podía creer lo que veía. Humo corría<br />
sobre lo que quedaba de la loza<br />
de concreto. Sólo un espacio pequeño<br />
del piso, parte del cual en su mayor parte<br />
sostenía mi cama, había frente a mí, pues la<br />
pared oriental de mi recamara ya no existía.<br />
Mi cama llena de tierra y algunas piedras, mi<br />
pijama llena de polvo también. Mi silueta estaba<br />
marcada al centro de la cama, rodeada de<br />
aquella tizna. Debajo podía ver un fragmento<br />
de la pared y el suelo de la cocina. Hacia el<br />
oriente y hasta donde alcanzaba la vista, casas<br />
destruidas. No había nadie en lo que quedaba<br />
de la casa. Solo yo.<br />
Las escaleras estaban intactas aunque todo<br />
lo demás eran ruinas. Bajé a ver, tal vez había<br />
señales de alguien, algún mensaje que me hubieran<br />
dejado. No encontré nada. Rocas y tierra<br />
sobre muebles y el suelo por doquier. Pensé<br />
que tal vez alguien se habría ocultado en el<br />
baño, que también estaba intacto, pero estaba<br />
vacío. Me observé en el espejo que estaba completo<br />
ahí dentro. Mi cara y mi pelo cubiertos<br />
de arena. Abrí la llave para lavarme pero solo<br />
tembló, haciendo ruido, salieron unas cuantas<br />
gotas disparadas y después nada.<br />
Salí a la calle para ver un paisaje desolador,<br />
entre casas hechas añicos, vehículos civiles que<br />
habían explotado, tanques y vehículos militares<br />
con las ruedas hacia arriba. Caminé hacia<br />
el horizonte, hacia un sol cubierto por nubes,<br />
humo y polvo, sobre arena en lugar de asfalto,<br />
pero corría la misma cinta de película de solo<br />
unos cuantos cuadros. Pasaba por las mismas<br />
casas destruidas y vehículos volcados. No había<br />
diferencia para mí. No causaba un sentimiento<br />
en mí tampoco. Aceptaba lo que veía.<br />
Me detuve en el centro de un crucero y observé<br />
a todos los horizontes. Quería encontrar<br />
a alguien que me explicara, pero no se escuchaba<br />
el más mínimo suspiro, más que el del<br />
viento corriendo sobre las ruinas.<br />
Cambié entonces de dirección. Hacia el sur.<br />
Misma percepción.<br />
Luego de caminar unas cuadras, y porque<br />
las piedras empezaban a lastimarme de verdad<br />
las plantas de mis pies descalzos, me detuve.<br />
Grité preguntando si había alguien ahí.<br />
Alguien que escuchara. Una voz a mi espalda<br />
me respondió y voltee. Un hombre mayor de<br />
pelo, barba y cejas canas estaba parado a veinte<br />
metros de mí al centro de la calle. Lloraba<br />
inconteniblemente, como un niño.<br />
—Levanté mi casa con mis propias manos…<br />
Amaba a mi esposa y a mis hijos… Llevé una<br />
buena vida… Fui a la iglesia cada domingo…<br />
Fui un buen vecino… Respeté a los demás siempre<br />
¡Y de un día para otro Dios te lo quita todo!<br />
¿Qué sentido tiene eso? ¡No es justo! ¡No tiene<br />
sentido!— Calló arrodillado mientras soltaba<br />
todo su llanto.<br />
A la distancia me parecía que el hombre tenía<br />
sus ojos enrojecidos de tanto llorar<br />
— ¿Por qué nos hace sufrir de esta manera?<br />
Trabajas toda la vida para tener un buen futuro<br />
y un día ya no tienes nada ¡No lo entiendo! ¡No<br />
lo entiendo! ¡Yo creía tanto en él! ¡Mi esposa, mis<br />
hijos, Dios mío…! — Volvió a soltarse en llanto<br />
y con dificultad se puso en pié, se dio media<br />
vuelta y caminó a la esquina donde dobló y
desapareció. Yo me quedé inmóvil al no poder<br />
ayudar a quien tenía su cabeza en otra parte y<br />
no quería escuchar.<br />
Regresé por donde venía y al primer cruce<br />
doblé hacia el Oriente. Caminé unas cuantas<br />
cuadras y volvía a doblar al Sur. Apenas después<br />
de una cuadra encontré a una mujer treintañera<br />
sentada en una silla a un lado de lo que quedaba<br />
de la puerta de entrada de su casa. Era lo único<br />
que estaba en pié, solo la puerta y el marco de la<br />
misma. Estaba visiblemente afectada.<br />
—Yo sólo quería un bebé. Estaba tan ilusionada.<br />
Ahora no tendré nada. Mi esposo y yo<br />
apenas teníamos un año de casados cuando se<br />
fue a pelear. Jamás regresó. Entiendo porqué lo<br />
hizo. Quería justicia y bienestar para mí y para<br />
nuestro bebé. Ahora lo entiendo. No me gusta<br />
pero acepto lo que ha sucedido. Supongo que hay<br />
un aprendizaje en todo esto.<br />
Se siente como si te arrancaran el corazón.<br />
Duele. Quisiera morir pero debo ser fuerte,<br />
debo luchar y seguir adelante. Sería cobarde<br />
si no lo hiciera. Me supongo que así debe ser.<br />
No parecía haber novedad. Mismo paisaje,<br />
mismas personas, mismo yo. Emprendí mi<br />
regreso instintivo a mi casa, aun cuando solo<br />
quedaban ruinas remanentes. Pero no estaba<br />
seguro del camino de regreso, no recordaba el<br />
recorrido. Entonces encontré a un niño rebotando<br />
una pelota en lo que quedaba de una pared.<br />
Era una pelota pequeña y rebotona. Parecía<br />
divertirse mucho con ella. Tendría nueve<br />
años, tal vez.<br />
— ¡Hola! ¿Cuál es tu nombre? —preguntó él<br />
cuando me acerqué.<br />
—Ernesto ¿Cuál es el tuyo?<br />
—Héctor ¿Ya te encontraste con ellos? — su<br />
pregunta me sorprendió y me desconcertó.<br />
— ¿Te refieres al viejo y la mujer?<br />
—Entonces ya los encontraste. Creo que no<br />
tengo que decirte que no hagas mucho caso. Tú<br />
sabes que la gente tarda mucho en aprender. Pasan<br />
siglos antes de que lo hagan. Ya sabías eso.<br />
Algunos se ciegan por su fe y su fanatismo. Otros<br />
pasan su vida culpando a Dios. Creen que todo<br />
es injusto, que son castigados. Otros se pierden en<br />
ilusiones y ven solo lo que quieren ver. Buscan sus<br />
respuestas en la mente y en lo objetivo.<br />
Pero hay algo que no sé ¿Debería preocuparme<br />
por ellos?<br />
—No. Aprenderán lo que tienen que aprender.—le<br />
dije — Es parte de su historia. Dios<br />
los escribió de esa manera. Estarán bien. Superarán<br />
sus pruebas si pueden ver las señales.<br />
Me pareció extraño que este niño no diera<br />
signos de tristeza, así que le pregunté:<br />
¿No perdiste a nadie como el viejo y la mujer?<br />
—A mis padres. Lloré, lo admito. Los amaba,<br />
pero pasó lo que pasó y ya nada puede cambiarlo.<br />
A veces los recuerdo y doy gracias porque me<br />
fueron dados como padres, pero debo continuar.<br />
De alguna manera es el ciclo natural de la vida.<br />
Además, sobrevivimos bien, pienso yo.<br />
¿Por qué hablas en plural? ¿Estás con más<br />
personas?<br />
—Sí, con gente como tú y como yo. Están en<br />
aquella casa — señaló a una casa que estaba entera<br />
casi llegando a la siguiente esquina — ellos<br />
entienden todo y lo saben todo. Dicen que se encontraron<br />
porque algo los llevó.<br />
—Algo así me trajo aquí. Tal vez deba hablar<br />
con ellos ¿Me puedes llevar?<br />
—Seguro, te agradarán.<br />
Cuando llegamos a la casa, una mujer madura<br />
salió a recibirnos. Su rostro y su cuerpo<br />
mostraban paz y su mirada iluminaba mi corazón.<br />
Sentía su calidez sólo con su presencia.<br />
¿Cómo has llegado hasta aquí, hijo?<br />
—Creo que Dios nos ha traído a todos ¿No lo<br />
cree? — ella sonrió.<br />
—Bienvenido a tu casa. Puedes quedarte si tú<br />
quieres.<br />
Así encontré mi hogar.<br />
Referencias de imágenes:<br />
Maktub: Cambio de planes<br />
Post-apocalipsis ambiente [imagen]. (2009). Recuperado de http://<br />
wallpapers-diq.com/wp/11__Post-Apocalypse_Environment.html<br />
Ciudad destruida [imagen]. (2012). Recuperado de http://creationtuts.com/wp-content/uploads/2012/10/ciudad-destruida.jpg<br />
41
42<br />
Discurso objetivante<br />
Para pensar el reconocimiento y la reificación<br />
se hace necesario hablar de<br />
las condiciones de su formación; no<br />
hablamos de un recuento histórico ni de una<br />
etimología o genealogía, quizá si de un acercamiento<br />
epistemológico, pero este acercamiento<br />
no se queda sólo en una linealidad de<br />
su aparición, sino que toma lo epistémico de<br />
la reificación en todo lo que sostiene su acontecimiento<br />
haciendo del reconocimiento y la<br />
reificación sólo un emergente cargado de contextualidad.<br />
El sujeto es una invención reciente, él ha<br />
emergido entrelazado de distintas prácticas<br />
sociales. Una de ellas es la invención en la<br />
pintura de la perspectiva (Najmánovich, 1999,<br />
Sousa Santos 2007). La perspectiva abría el<br />
espacio y el tiempo, y en el espacio el sujeto<br />
se diferenciaba del todo, se le concedía un lugar<br />
diferenciado y diferenciante con respecto<br />
al todo, él se volvía en espectador privilegiado.<br />
Doble consecuencia, una: ser objeto de conocimiento,<br />
dos: abrir discursos que lo sujeten a<br />
determinado saber.<br />
Él era quien abría el universo a sus más<br />
profundos secretos, leía las cosas (Foucault),<br />
nombraba y significaba la realidad y a la vez<br />
iba constituyendo las palabras y el discurso,<br />
ese que ya no dependía de las cosas, sino que<br />
En construcción<br />
Reificación, reconocimiento<br />
y grupalidad* (Primera parte)<br />
Por Baruch Martínez | (integrante de Demos Praxis) baruch.mtz@hotmail.com<br />
*Ponencia del alumno Carlos Gerardo Arquieta y Baruch Martínez Treviño "Reificacion, reconocimiento<br />
y grupalidad: un análisis crítico del discurso objetivante" presentada el día 18 de Noviembre 2011 dentro<br />
del V Coloquio de Estudiantes de Filosofía "El Papel de la Filosofía Hoy" en las instalaciones del CEPADIH<br />
Facultad de Filosofía y Letras, UANL<br />
por sí mismo se convertía en un objeto cuya<br />
voluntad le era ajena al sujeto. Pero por esta<br />
misma «autonomía» del discurso el sujeto se<br />
convertía en objeto de conocimiento, pasaba<br />
a ser el centro observado. Y era observado y<br />
explicado mediante la cuadrícula de la ciencia:<br />
mathesis y taxinomía. Es hablado con relación<br />
a una identidad y diferencia (qué tan<br />
idéntico o diferente soy al todo) esto es, con<br />
una taxinomía; así como con una mathesis: con<br />
una igualdad (en qué nivel estoy con respecto<br />
al todo). Un orden que la ciencia construye,<br />
más no descubre. «Las ciencias llevan siempre<br />
consigo el proyecto, aun cuando sea lejano,<br />
de una puesta en orden exhaustiva; tienden<br />
siempre también hacia el descubrimiento de<br />
los elementos simples y de su composición<br />
progresiva; y en su medio, son un cuadro, presentación<br />
de los conocimientos en un sistema<br />
contemporáneo de sí mismo» (Foucault).<br />
Para representar algo se construía el orden<br />
como rector, un orden que eliminaba el azar<br />
y el caos. A este orden ya le precedía la lógica<br />
formal. En el primero, el caos complejiza el<br />
orden, caos que había sido relegado lejos de<br />
los discursos del saber. La lógica formal eliminó<br />
las paradojas, se constituía en sus tres<br />
leyes: ley de la identidad («A» = «A»); ley de<br />
la contradicción («A» no es igual a «no A»);
ley del medio excluido («A» no es igual a «B»).<br />
Veámoslo más despacio. Un hombre es un<br />
hombre, un hombre no es igual a un no-hombre,<br />
un hombre no es igual a una mujer. Aquí,<br />
la identidad aparecía y cerrada, pero a esta<br />
identidad se le sumaba una concepción del<br />
todo: el hombre en el centro de la observación,<br />
un objeto para conocer, un reconocimiento<br />
objetivante. Ahora él es, idéntico a sí mismo,<br />
pero esta identidad está cargada de valor por<br />
el mero hecho de ser, por sus preceptos de<br />
verdad y validez, ser parte del todo, la idea de<br />
totalidad como rígida y finita. Ese todo es fijado<br />
a priori, elimina la contradicción. El todo<br />
está diluido en valoraciones y ésta petrifica la<br />
identidad volviéndola estática.<br />
La petrificación de la identidad es posible<br />
primero porque ahora se puede hablar del<br />
sujeto diferenciado pero (como segundo) el<br />
modo en que se diferenció lo igualó a todos<br />
los sujetos y se estatizó en su soledad compartida<br />
según escalas de identidad con el todo.<br />
El individuo como valor, él es igual a él,<br />
pero él exige las promesas a la modernidad:<br />
su libertad del Amo: ahora él desea ser Amo<br />
En construcción<br />
de sus deseos, y aquí el proceso al supresión<br />
dialéctica se le agregó un paso intermedio; el<br />
amo ya no fue una entidad física; el decir del<br />
amo ya no necesitaba su presencia, aquello<br />
irreconocible hacía eco y seguía pregonando la<br />
palabra del amo: discurso diría Foucault. Este<br />
discurso limó las diferencias y si persistían<br />
las instituciones se ocupaban de darles su nolugar.<br />
Aún permanecía la exigencia sobre un<br />
ideal objetivizado: que se cumpliera la ficción<br />
de que ahora nosotros somos (en solitario) los<br />
amos de nosotros y de la naturaleza. Hechos<br />
objeto de conocimiento, con identidad, empezando<br />
a ser individualizados, en solitario<br />
y con la objetividad como medio de conocimiento,<br />
demandábamos. No obstante la pretendida<br />
objetividad nos dio los lentes necesarios<br />
para creer en nuestra superioridad sobre<br />
el tercero excluido. Escribe Najmánovich «en<br />
el mundo moderno las excepciones no tienen<br />
cabida, deben ser eliminados ya que no podemos<br />
atribuirles ningún rol. Las leyes de la lógica<br />
han dado su dictamen: tercero excluido», y<br />
además complementa la idea de una supuesta<br />
43
44<br />
En construcción<br />
objetividad que es a la vez una paradoja ¿cómo<br />
ha surgido este sujeto en un mundo objeto de<br />
pura materia en movimiento? y, además cómo<br />
puede ser que este sujeto «objetivo» no pueda<br />
dar cuenta de su subjetividad: paradoja de paradojas.<br />
El hombre (dice más adelante Najmánovich)<br />
necesita salirse, incluso de sí mismo,<br />
para verse con objetividad.<br />
¿Cómo es esto posible?<br />
Estático, iguales, idénticos, inmutables se<br />
nos sujetó. Pero algo se movía y se sabía que<br />
«los fantasmas» del caos, la incertidumbre, lo<br />
irracional, lo antisocial, lo diferente, el reconocimiento<br />
aparecían. Movimiento que alteraba<br />
debía ser direccionado al redil del círculo,<br />
las demandas fueron atendidas sólo en<br />
los límites, las mismas lógicas se extendían;<br />
estímulo-respuesta: el producto y saciedad, el<br />
plus al producto de consumo, saciedad y más<br />
demanda, el plus del plus del plus / híperconsumo.<br />
Todo se mueve en el mismo círculo,<br />
más extenso y con mayor velocidad.<br />
Discurso objetivante: somos reconocidos<br />
como objetos de deseo y deseantes, no hemos<br />
devenido sujetos, y además de sujetos, debemos<br />
de reconocernos como seres humanos, él<br />
tiene la complejidad de sus relaciones con lo<br />
otro, lo mismo y lo aún por aparecer: el tiempo.<br />
Esta complejidad busca superar la dicotomía<br />
sujeto-objeto. Bajo este precepto somos<br />
reificados en el discurso. El discurso es objeto<br />
de deseo, es el deseo y el poder, somos esclavos<br />
del discurso. ¿Cuál y quién es nuestro amo?<br />
El discurso objetivante contiene esta paradoja:<br />
reconocimiento y reificación. Se puede<br />
nombrar a determinada relación social como<br />
reificante y a la vez como reconocedora, es una<br />
relación compleja, que como relación de inicio<br />
se deberá considerar a ambas partes como<br />
sujetos. Porque es fácil considerar que el reconocimiento<br />
es «otorgado» en una dirección,<br />
y ahí una primera contrariedad, ya que ésta<br />
dirección es un uso de poder, es por sí mismo<br />
una sujetación a lo que se considera desde el<br />
discurso como reconocimiento, bajo mis condiciones<br />
y valores (hombre pensado como uni-<br />
versal/occidental). Para salir de esta paradoja<br />
se necesita pensar la realidad más allá de los<br />
razonamientos heredados por occidente y el<br />
discurso objetivante. Se puede considerar que<br />
la relación compleja la constituyen partes a la<br />
vez antagónicas sin un valor predeterminado<br />
de superioridad, esta determinación es también<br />
móvil, a cada parte lo que corresponde<br />
en la constitución del caos, porque cada parte<br />
es una totalidad que no es subsumida en la<br />
totalidad conceptual, sino que es contextual,<br />
histórica, diversa en su cosmovisión y con<br />
cada una de ellas el proceso se convierte en un<br />
desaprender lo aprendido para reaprender a<br />
reordenar de forma inclusiva, replantear, reconocer<br />
los distintos razonamientos y relaciones,<br />
los distintos vínculos.<br />
Hablar ahora del concepto de reconocimiento<br />
y de reificación nos lleva a un planteamiento<br />
de lo «ideal». El Ideal por sí mismo no<br />
aprehende la acción social para su formación,<br />
el ideal no involucra a los actores sociales, por<br />
más bien planteado que esté el concepto. En<br />
cambio, un concepto formativo, un concepto<br />
dialógico conlleva el involucramiento del papel<br />
cognitivo, emocional, social, complejo del<br />
ser humano y su relación ecológica, aquella<br />
que habla de una autonomía dependiente con<br />
el entorno. Esta propuesta de conceptualizar<br />
no deja de lado ese ideal, lo refunde en el mismo<br />
proceso para su mutua constitución. No
es un rígido deber, es una relación dinámica<br />
que permite posicionarnos con nuestro propio<br />
dinamismo y es en este entrecruzamiento<br />
de dinámicas que emerge un contenido y<br />
forma en la comprensión de eso que ya no es<br />
un concepto estático, sino que es una praxis<br />
(histórica, crítica, comprometida) abierta al<br />
proceso de transformación relacional.<br />
Y ahora podremos hablar de reificación<br />
como ese proceso en donde se manifiesta el<br />
discurso objetivizante en las relaciones con los<br />
otros, en donde rigidizo, totalizo y contribuyo<br />
a una parcialidad, simpleza y linealidad de la<br />
Presentación a tres tiempos.<br />
Actividad a cargo de Ana Baños.<br />
complejidad del ser humano, esta reificación<br />
es limitante para generar bucles ascendentes<br />
en las relaciones, abrir los complejos de amoesclavo,<br />
objeto-sujeto. Y por lo tanto, una de<br />
sus manifestaciones es tomar al otro como<br />
una cosa, un medio para satisfacer mis deseos<br />
e intereses.<br />
Referencias de imágenes:<br />
AMAR, UN EXTRA—O DESEO DE DURAR<br />
INICIO: Domingo 10 Marzo 2013<br />
HORARIO: 9.30am a 12.30 pm<br />
LUGAR: COTSA. Av. Lázaro Cárdenas 1010. Piso Mezzanine<br />
Residencial San Agustín, San Pedro Garza, García<br />
CUOTA: 300 pesos por reunión.<br />
Las siguientes fechas son domingos: 7 y 14 de abril<br />
CUPO: 30 personas<br />
ARGUMENTO<br />
El amor no tiene nada de natural, tuvimos que inventarlo y cultivarlo. AsÌ que<br />
no hay una forma universal de amor ni de amar. Hay de amores a amores.<br />
Los griegos tenían al menos tres palabras para decir amor, y designar tres<br />
formas de amar, mientras que nosotros solo tenemos una palabra para decir<br />
esas diversas formas de amor.<br />
En un mundo donde todo tiene fecha de caducidad, querer durar es tan raro<br />
como desear, doblemente raro si se trata de QUERER HACER DURAR EL<br />
DESEO DE AMAR. Cómo darle lugar a una singular experiencia en la que, el<br />
querer es mas , que la exigencia de ser querido.<br />
Spinoza junto con Aristóteles nos ofrecen otra forma de amar, una amor acción<br />
en la que el amado ya no es lo que falta, sino que se ama justamente lo<br />
que no falta. Un amor acción que es fuerza, potencia de acrecentar. Un amor<br />
que se despliega en la alegría del amar, del dar, compartir, construir y ganas<br />
de durar.<br />
PROPUESTA<br />
En tres tiempos (tres reuniones) estudiaremos los matices de estas dos<br />
formas de amor: 1) el amor pasión ligado a la carencia, sufrimiento, aburrimiento<br />
y 2) el amor acción, ligado a la potencia, a la alegría de la existencia y<br />
la fuerza transformadora.<br />
Organiza Ana Baños,<br />
anajbanos@gmail.com, móvil 8182873174<br />
http://anabanos.jimdo.com se incluye también mapa e instrucciones para<br />
ubicar el lugar de reunión.<br />
En construcción<br />
[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />
de http://parteideas.blogspot.com.es/<br />
[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />
de http://4.bp.blogspot.com/_RaBXXY-oDYM/SKIlOujViMI/<br />
AAAAAAAAACQ/y9635rFwB68/s400/bernal.jpg<br />
45
46<br />
PsicoanalizARTE<br />
Sueño y, ¿telepatía?<br />
Por Osvel Becerra<br />
«Las personas con que trabajé constituían por cierto una buena colección de<br />
seres gravemente neuropáticos e “hipersensitivos” en grado sumo; además,<br />
muchos de ellos me narraron los más extraños acaecimientos de su vida pasada,<br />
basando en ellos su creencia en los influjos ocultos y misteriosos»<br />
En un texto aparecido en 1922 intitulado<br />
sueño y telepatía Freud expuso dos<br />
sueños. En primera estos sueños le habían<br />
sido escritos y hechos llegar por correspondencia.<br />
A continuación, expone el caso de<br />
un hombre que le llevo a esclarecer un vínculo<br />
con la telepatía. Habían pasado ya más de<br />
diez años después de que el Dr. Jung le propusiera<br />
a Freud la indagación psicoanalítica de<br />
fenómenos paranormales y paralelos.<br />
El sueño del hombre le fue confiado a la<br />
interpretación analítica, resaltando que lo<br />
siguiente nada tiene que ver con el ocultismo,<br />
parecía que una parte del sueño que le fuera<br />
narrado, sin considerarlo telepático, contribuía<br />
con la telepatía que nada tendrá que ver<br />
con el sueño. Para evitar la impresión de que<br />
pretendo esconder una incertidumbre tras<br />
resaltar que nada tiene que ver el sueño con<br />
el ocultismo, aun y aceptando un mensaje<br />
telepático este no modifica la formación onírica<br />
porque la telepatía no tiene que ver con<br />
la esencia del sueño. Esa que consiste en el<br />
arcano proceso de la elaboración onírica, que,<br />
al servicio de un deseo inconsciente, convierte<br />
restos diurnos en un contenido onírico manifiesto<br />
es un asunto del soñar en cambio la telepatía<br />
Freud la consideró un asunto del dormir<br />
y no del soñar 1 que representa una percepción<br />
exterior frente a la cual la actividad psíquica<br />
adopta una posición receptiva y pasiva 2 .<br />
El segundo sueño expuesto no llegó a<br />
Freud por casualidad pues la soñante decía<br />
saber que el sueño podría ser reducido a una<br />
vivencia de índole sexual puesta en escena du-<br />
rante los primeros años<br />
de la infancia; a causa de<br />
un consejo que la soñante<br />
recibió de un médico<br />
ésta le escribió a Freud<br />
sobre las visiones telepáticas<br />
y el sueño que decía<br />
la soñante, la perseguía<br />
desde hace aproximadamente<br />
treinta y dos años.<br />
Freud analiza este sueño<br />
y las visiones telepáticas<br />
que concluye correspondían<br />
a deseos de muerte<br />
que albergaba la mujer<br />
inconscientemente íntimos<br />
a su complejo familiar. Después de esto<br />
Freud queda mudo al asunto de la telepatía<br />
pues hubo agotado las fuentes que podían<br />
probar algo al respecto, se concluye que si el<br />
fenómeno telepático es una producción del<br />
inconsciente no sería ilógico aplicarle las leyes<br />
de la actividad psíquica inconsciente y así se<br />
entenderían muchos elementos incomprensibles<br />
que presentan los fenómenos telepáticos,<br />
o demostrando que otros fenómenos, aun dudosos,<br />
son, en efecto, de índole telepática 3 .<br />
Referencias de pies:<br />
1 En 1900 Freud distinguió entre sueño y reposo.<br />
2 Freud, 1922.<br />
3 Freud, 1922.<br />
Referencias de imágenes:<br />
Professor Xavier [fotografía]. (2009). Recuperado de http://el-vividor.<br />
com/wp-content/uploads/2009/08/telepatia.jpg<br />
-Sigmund Freud, 1922
Quid<br />
Las huellas de un sueño<br />
Por Iván Guerrero Vidales | guerrero_ivan4@hotmail.com<br />
Explicar un sueño jamás ha sido una tarea<br />
sencilla. El desfile de aclaraciones,<br />
interpretaciones, resultados o soluciones,<br />
se ha extendido por un largo periodo de<br />
tiempo, al punto de reemplazarse o someterse<br />
a una clase de moda. A pesar del incremento<br />
de teorías y técnicas de análisis, pareciera menos<br />
sensato equiparse con todas pues el sueño,<br />
como objeto de deseo, ha resultado más<br />
elegante y refinado que cualquier intento de<br />
seducción y cortejo. Sin asegurar cual teoría<br />
resulta ser más convincente, si es derivada<br />
u oportuna, habrá de partir del supuesto de<br />
que, gradualmente, se ha ido profundizando y<br />
comprendiendo el asunto.<br />
En adición y para ser fiel a la tendencia, se<br />
abre camino la propuesta de medir elementos<br />
a nivel cognitivo y neurofisiológico del sueño<br />
con el objetivo de determinar la medida en<br />
que pueden ser causantes de la extravagancia<br />
experimentada durante la psicosis. Es decir,<br />
si el contenido de la psicosis es similar al del<br />
sueño y, de ser así, cómo lograría infiltrarse al<br />
estado racional de la mente.<br />
No debe extrañarnos si al entrar al mundo<br />
de los sueños encontramos contenido similar<br />
al de la psicosis. Su analogía ha sido descrita<br />
en un estudio (Scarone et al., 2008) por medio<br />
de una hipótesis interesante. Efectuado<br />
mediante el análisis de reportes de sueños y la<br />
aplicación de una versión reducida del Test de<br />
Apercepción Temática a 30 sujetos diagnosticados<br />
con esquizofrenia y 30 de un grupo control,<br />
los investigadores miden y comparan el<br />
contenido onírico y proyectivo a través de dos<br />
índices, el BI (Bizarreness Intensity) y el BD<br />
(Bizarreness Density). El primero es útil para<br />
determinar la frecuencia de eventos raros en<br />
la trama, el pensamiento y el afecto (revisar<br />
tabla 2 en 2008, pg. 518); el segundo se obtiene<br />
dividiendo el número de eventos raros (referidos<br />
en palabras) entre el total de palabras<br />
del reporte.<br />
Siendo así y con la intención de calcular una<br />
media, se propone el BDI (Bizarreness Density<br />
Index), que es el índice utilizado para la comparación<br />
de ambos grupos de participantes.<br />
Es llamativa la Figura 1 (Scarone et al., 2008<br />
pg. 519) que muestra prácticamente el mismo<br />
nivel de componentes cognitivos raros a nivel<br />
de sueño para ambos grupos, mientras sucede<br />
lo contrario a nivel proyectivo, en donde la<br />
argumentación rara se mantiene similar en el<br />
caso de los pacientes pero no para el grupo control,<br />
cuyo nivel disminuye considerablemente.<br />
Sobre esta disparidad, Scarone et al., (2008)<br />
expone que la rareza formal, peculiar del patrón<br />
cognitivo del estado mental del sueño, se<br />
encuentra presente como propiedad distintiva<br />
de la organización cognitiva de la esquizofrenia<br />
durante la vigilia; no obstante, es independiente<br />
de los rasgos psicopatológicos del trastorno<br />
(pg. 519), lo que explicaría el motivo por el cual<br />
sigue apareciendo, con menor intensidad, en<br />
personas exentas del trastorno.<br />
47
48<br />
Quid<br />
Al respecto, Glazer (2011) refiere que ha<br />
sido demostrado que individuos con un diagnóstico<br />
de psicosis tienen más experiencias<br />
intrusivas que sujetos control (Morrison &<br />
Baker, 2000; en 2011, pg. 66) y en particular,<br />
más imágenes intrusivas (Morrison et al.,<br />
2002); en 2011, pg. 66). Por su parte, la intrusión<br />
ha sido definida como la instancia directa<br />
o involuntaria, en oposición a voluntaria,<br />
de recuperación (recuerdo) en tanto a que su<br />
aparición en la consciencia es espontánea y no<br />
debida a un esfuerzo deliberado de búsqueda<br />
(Bernsten, 2009; Mace, 2007; en Brewin,<br />
Gregory, Lipton & Burgess, 2010 pg. 210).<br />
Las imágenes pueden ser definidas como contenidos<br />
de consciencia que poseen cualidades<br />
sensoriales, que no solo son puramente verbales<br />
o abstractas (Hackmann, 1998; en 2010,<br />
pg. 211) y que pueden ocurrir en diferentes<br />
formas, como en sueños, pesadillas, o fantasías<br />
placenteras (Horowitz, 1967, en 2010 pg.<br />
211). Otro aspecto relevante acerca de las imágenes<br />
es que pueden ser experimentadas en<br />
un continuum desde la construcción mental<br />
más verídica de un evento real a la construcción<br />
de una situación completamente hipotética<br />
(Martin & Williams, 1990, pg. 268, en<br />
2010, pg. 211).<br />
Hasta este punto, podríamos suponer que<br />
una mayor intrusión de imágenes sería más<br />
frecuente para las personas diagnosticadas<br />
con esquizofrenia, mientras que para los individuos<br />
libres de un diagnóstico psicopatológico<br />
sucedería en menor medida, tal y como<br />
parece demostrarse<br />
en el reporte de<br />
sueños y proyeccionesanteriormente<br />
repasado.<br />
Ahora bien, se<br />
ha asociado el<br />
sueño REM con el momento en que se lleva<br />
a cabo la actividad onírica, que por más extraña<br />
que parezca, sigue siendo natural. Lo<br />
interesante es que el REM y la conciencia, o<br />
estado de alerta, pueden ser considerados<br />
como estados del cerebro fundamentalmente<br />
equivalentes, probablemente subordinados<br />
a un circuito intrínseco de la región tálamocortical<br />
(Llinàs, 1991). La equivalencia de ambos<br />
estados sería observable en la similitud de<br />
la actividad eléctrica cerebral, la cual oscila a<br />
40-Hz (Llinás, 1993).<br />
Esta semejanza ofrecería una puerta de entrada<br />
por la cual las imágenes originadas en el<br />
sueño podrían infiltrarse al estado consciente,<br />
pues el hábito de dormir también opera<br />
sobre la memoria, específicamente de forma<br />
contextual (Johnson, 2005). A saber, algunos<br />
autores han propuesto que una débil habilidad<br />
para codificar la información espacial y<br />
temporal provocaría la intrusión del material<br />
guardado en la memoria a largo plazo (Hemsley,<br />
2005; Steel, Hemsley & Pickering, 2002;<br />
en 2011 pg. 68). Más aún, la teoría de la representación<br />
dual revisada (Brewin et al., 2010)<br />
propone dos sistemas interrelacionados de<br />
codificación, almacenamiento y recuperación<br />
de información. El primer sistema codifica la<br />
información sensorial (Memoria Basada en<br />
Sensaciones) y la almacena tal como sucedió<br />
la situación, incluyendo sensaciones y emociones<br />
(representaciones S, asociadas con la<br />
ínsula y amígdala, Burgess et al., 2001; Byrne,<br />
Becker & Burgess, 2007, en 2011 pg. 67). El<br />
segundo codifica elementos específicos de la<br />
situación (Memoria Contextual) y es responsable<br />
de contextualizar la información conforme<br />
el tiempo y el espacio (representaciones C,<br />
asociadas con el lóbulo temporal medial y el<br />
hipocampo, Burgess et al., 2001; Byrne, Bec-
ker & Burgess, 2007, en 2011 pg. 67).<br />
Mejor dicho, la dinámica entre ambos sistemas<br />
decreta la intrusión de imágenes. En<br />
individuos saludables, la asociación correcta<br />
de las representaciones S con las representaciones<br />
C (de «abajo-arriba») permite que el<br />
evento se integre correctamente con su contexto<br />
semántico y autobiográfico, lo que otorga<br />
mayor control (de «arriba-abajo») a través<br />
de estrategias como la supresión deliberada<br />
del recuerdo (Anderson et al., 2004, en 2010<br />
pg. 221). En contraparte, durante momentos<br />
de estrés extremo, la amígdala es facilitada y<br />
el hipocampo, inhibido (Metcalfe & Jacobs,<br />
1998, en 2011 pg. 70). Esto provocaría que las<br />
representaciones S fueran más fuertes que las<br />
representaciones C y por consiguiente, resultaría<br />
en la experiencia sensorial vívida de las<br />
imágenes, carentes de información contextual<br />
(Glazer 2011 pg. 70). De otro modo, la<br />
imagen se experimentaría como si sucediera<br />
en el presente (Brewin et al., 2010, pg. 218)<br />
y por tanto, pasaría a denominarse como alucinación.<br />
Así, las imágenes nocturnas - ahora<br />
intrusiones – son experimentadas como reales<br />
– ahora psicóticas – debido a una falla en<br />
la función para contextualizar la imagen – recuerdo<br />
en la vigilia o creación en el sueño – a<br />
una situación determinada.<br />
Por lo tanto, se pudiera sugerir que el contenido<br />
cognitivo, creado en el sueño, trasciende<br />
a la consciencia a través de un proceso fisiológico<br />
de ordenamiento cíclico, promovido por<br />
la capacidad del cerebro para reestructurar las<br />
operaciones memorísticas. Cuando este proceso<br />
se desorganiza surge la intromisión de las<br />
efigies, las cuales se adueñan del racionalismo.<br />
La psicosis resulta de un mundo incongruente<br />
que se torna más inexplicable en la medida<br />
que trata de identificarse con un lugar al que<br />
no pertenece. Mediar las imágenes intrusivas<br />
es contextualizarlas en su tiempo y espacio<br />
para promover una mayor organización cognitiva,<br />
se trata de mantenerlas en su lugar de<br />
origen.<br />
Para concluir, todo individuo experimenta<br />
la intrusión de imágenes, aunque cada uno lo<br />
hace de manera distinta, con mayor o menor<br />
propensión psicótica y angustia. El fenómeno<br />
es más común de lo que creemos, la única diferencia<br />
puede recaer tan sólo en el nombre que<br />
le asignamos y al momento en que lo hacemos.<br />
¿Será lo que veo un sueño? O ¿una fantasía?<br />
Referencias bibliográficas:<br />
Brewin, C. R., Gregory, J. D., Lipton, M., & Burgess, N. (2010). Intrusive<br />
images in psychological disorders: Characteristics, neural mechanisms,<br />
and treatment implications. Psychological Review, 117(1),<br />
210. Recuperado de http://www.icn.ucl.ac.uk/nburgess/papers/<br />
BrewinBurgess10%20traumatic%20memories.pdf<br />
Glazer, D. A. (2011). The relationship between contextual processing,<br />
intrusive imagery and hallucination proneness (Doctoral dissertation,<br />
UCL (University College London)). Recuperado de http://discovery.<br />
ucl.ac.uk/1332528/1/Thesis%20part%201%20FINAL%20with%20<br />
changes.pdf<br />
Johnson, J. D. (2005). REM sleep and the development of context<br />
memory.Medical hypotheses, 64(3), 499-504. Abstract recuperado<br />
de http://www.medical-hypotheses.com/article/S0306-<br />
9877(04)00514-6/abstract<br />
Llinás, R.R., & Paré, D. (1991). Of dreaming and wakefulness. Neuroscience,<br />
44(3), 521-535. Abstract recuperado de http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/030645229190075Y<br />
Llinás, R., & Ribary, U. (1993). Coherent 40-Hz oscillation characterizes<br />
dream state in humans. Proceedings of the National Academy<br />
of Sciences, 90(5), 2078-2081. Recuperado de http://www.pnas.org/<br />
content/90/5/2078.full.pdf+html<br />
Scarone, S., Manzone, M. L., Gambini, O., Kantzas, I., Limosani,<br />
I., D'Agostino, A., & Hobson, J. A. (2008). The dream as a model<br />
for psychosis: an experimental approach using bizarreness as a cognitive<br />
marker. Schizophrenia bulletin, 34(3), 515-522. Recuperado<br />
de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2632423/pdf/<br />
sbm116.pdf<br />
Referencias de imágenes:<br />
Quid<br />
Fig. 1. BDI Values in the Dream Reports and TAT Stories of Normal<br />
Controls and Schizophrenic Subjects.<br />
Bjorgvin Gudmundsson (2007, Dic.15) Stuck in a place [fotografía]<br />
Recuperado de http://www.stockvault.net/photo/103985/stuck-ina-place<br />
SimpleLine (2007, Jun.14) The feelings room [fotografía] Recuperado<br />
de http://www.stockvault.net/photo/103424/the-feelings-room<br />
Victor Habbick (2012, Feb.17) Female Dreaming [fotografía] Recuperado<br />
de http://www.freedigitalphotos.net/images/Other_g374-<br />
Female_Dreaming_p73442.html<br />
49
50<br />
Locos & Pastillas<br />
¿Locos vs Pastillas? : ¿Sueños vs pesadillas?<br />
Por Oscar Barrera | oscarbarreraru@hotmail.com<br />
«Las pesadillas se han hecho lugar en el DSM-IV con su sintomatología y criterios<br />
de diagnóstico, de tal forma que hoy en día, uno puede hacerse con<br />
la credencial de soñador de pesadillas profesional: ¿Qué haríamos sin esas<br />
cucarachas mentales, primas hermanas del coco?»<br />
Fue solo un mal sueño cariño,<br />
ahora vuelve a la cama<br />
Los sueños no son como los ponen en las<br />
películas; son siempre mejores o peores<br />
y por lo general, más absurdos y caóticos.<br />
Sabemos que sabemos algo de los sueños.<br />
Estamos conscientes de ello. Ya lo decía Mr.<br />
Freud en su famosa Interpretación de los Sueños<br />
—uno de los 100 libros más influyentes<br />
de la historia humana y también de los más<br />
aburridos— que el tema siempre ha sido objeto<br />
de innúmeras investigaciones.<br />
Los sueños<br />
tienen significaciones<br />
diversas y han<br />
dado paso —históricamente—<br />
a que se<br />
presuman de ellos infinidad<br />
de cosas. Hay<br />
quienes se atreven a<br />
afirman, alevosamente,<br />
que el ser humano<br />
no es nada sin los<br />
sueños; sin un sueño,<br />
dicen. Habrá que hacer<br />
la distinción chocante<br />
entre los sueños<br />
que soñamos dormidos<br />
y los sueños que<br />
soñamos despiertos<br />
de un ser humano —<br />
aunque precisamente,<br />
por la imposibilidad<br />
de su realización, los<br />
unos lleven el nom-<br />
bre de los otros— ¿realmente queremos que,<br />
nuestros sueños se hagan realidad?<br />
Sabemos entonces, por experiencia personal<br />
que no todos los sueños son agradables.<br />
¿Qué es lo que sucede en el cajón insondable de<br />
la mente humana cuando los sueños, los buenos<br />
sueños, los bonitos sueños, los agradables<br />
sueños, se convierten imperceptiblemente en<br />
horrendas pesadillas? ¿Y qué decir de aquellos<br />
“malos sueños” que, con una dominancia tiránica<br />
y faraónica se nos repiten a lo largo de la<br />
vida como presumiendo que siempre tendrán<br />
su lugar en nuestra cabeza?
Yo por ejemplo, una noche soñé que<br />
vivía en una choza a mitad del campo y que<br />
había una fosa común donde balaceaban mujeres,<br />
entonces despertaba y mis ojos eran de<br />
otro color: tenía un cuerpo distinto: era como<br />
un dragón o un demonio y hasta podía volar<br />
y toda la cosa. Recuerdo la sensación de vivir<br />
en otro cuerpo y de volar libremente. Otra vez<br />
soñé con pasillos de Starbucks hechos de chicle<br />
que se extendían a través de los edificios.<br />
Nunca me quedaron ganas de volver a soñar,<br />
pero tampoco he vuelto a sentir la misma sensación<br />
de libertad.<br />
¿Quién no se ha abrazado al consuelo<br />
tentador de atiborrarse de rivotril y soñar sin<br />
soñar pernoctando durante catorce horas seguidas<br />
sin interrupción?<br />
Pero imagínese el lector todos los sueños<br />
soñados —en sus variedades diurnas y nocturnas,<br />
húmedos y secos, lentos o furiosos,<br />
satisfactorios o rememorizantes— desde los<br />
albores prehistóricos del hombre hasta la actualidad<br />
¿No podría construirse una historia<br />
universal de los sueños? ¿Una sueño-enciclo-<br />
Locos & Pastillas<br />
pedia? ¿Miles y miles de películas sin principio<br />
ni fin que ocurrieran siempre sin llegar a<br />
ninguna parte? ¿Cuántos años hemos soñado?<br />
Con el solo hecho de pensar que siempre hay<br />
alguien durmiendo y soñando en el planeta,<br />
me da por pensar, como monaguillo recién<br />
masturbado, que el asunto es ya de por sí irresoluble:<br />
incognoscible, como dicen los filósofos.<br />
Una palabra más sobre los sueños (y la última):<br />
pareciera como si este mundo onírico, ya<br />
de por si deformado por metonimias y metáforas<br />
que se forman y deforman —hecho de<br />
lenguaje, letras y palabras— fuera ya, lejos del<br />
nivel de angustia que la acompañe, una pesadilla<br />
en sí misma.<br />
No es un deseo reprimido Mr.<br />
Freud: es el Coco debajo de la cama<br />
¿Porque hablar de los sueños, —los aburridos<br />
sueños— cuando tenemos en escena<br />
a las villanas de la historia? No hablemos de<br />
sueños e ilusiones: hablemos de las pesadillas:<br />
ese territorio virgen y amazónico tamaño de-<br />
51
52<br />
Locos & Pastillas<br />
mentor, en donde, pareciera ser que el mismo<br />
satanás cristiano escribiera sus mejores versos<br />
convocando a todos y cada uno de los demonios<br />
que nos habitan, para que hicieron fila en<br />
nuestra cama. ¿Qué seríamos, sin ésas cucarachas<br />
mentales, primas hermanas del coco?<br />
No deben confundirse pesadillas con insomnios,<br />
no señor: éstas son, en su calidad de<br />
mala entraña, las elites de las malas noches.<br />
Generalmente vienen acompañadas —esas<br />
pendencieras, montoneras— de sus guaruras<br />
predilectas: insomnios, terrores nocturnos,<br />
sonambulismo y otras linduras de no menor<br />
calibre, como el bruxismo o la enuresis. Según<br />
Wikipedia, la pesadilla es una parasomnia relacionada<br />
con el sueño MOR en donde uno<br />
puede llegar a ver monstros, cosas raras y demonios<br />
espeluznantes. O en donde uno sueña<br />
que pasa algo muy muy malo. Alguien muere<br />
o la integridad de uno o de su familia es amenazada<br />
o puesta en peligro.<br />
Uno nunca empieza soñando directamente<br />
la pesadilla. Debamos entender y aceptar que<br />
las pesadillas no son siempre pesadillas. Es<br />
como si fueran sueños que acabaron por torcerse<br />
en algún punto y entonces es cuando ya<br />
no hay vuelta atrás.<br />
¿Cómo resistir la irremediable tentación de<br />
armarse de pies a cabeza —con esa saña detectivesca<br />
de psicoanalista de diván y ese celo<br />
irresistible de antropólogo— investigar una<br />
por una, desde la más antigua a la más reciente,<br />
desde la más corta a la más larga, desde la más<br />
sublime hasta la más horrenda, todas y cada<br />
una de los propias pesadillas que nos habitan,<br />
para , ordenarlas por orden alfabético y obtener<br />
azarosamente el jeroglífico maestro del que<br />
están hechas esos sueños que se pudrieron? ¿O<br />
verse atraído por el vértigo — luego de andar<br />
buscando y rebuscándole tres pies al gato— de<br />
asomarse por debajo de la cama en la a guarida<br />
secreta del tan afamado coco?<br />
Las pesadillas, se han hecho lugar en el<br />
DSM-IV, con sus sintomatología y criterios<br />
de diagnóstico. De manera que hoy en día,<br />
uno puede hacerse con la credencial de soñador<br />
de pesadillas profesional. Se acabaron los<br />
brujos y oráculos que soñaban con el futuro<br />
a través de los sueños. La psiquiatría, entre<br />
otras cosas útiles, se he encargado de cambiarles<br />
el nombre a esos estafadores y charlatanes.<br />
El síntoma y la pesadilla, este dueto vivaz y<br />
ambivalente, uno dormido y el otro despierto, se<br />
presentan tomados de la mano como viejos camaradas,<br />
augurando la aparición del coco y burlándose<br />
debajo de la cama, esperando a que uno<br />
les levante las faldas, a ver si traen o no calzones.<br />
Y que nuestros sueñan nunca, nunca nunca<br />
se hagan realidad.<br />
Referencias de imágenes:<br />
[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />
de http://3.bp.blogspot.com/_MhTId3NhzHk/S4V-_WD6s9I/<br />
AAAAAAAAA2A/Huz1GelJeD8/s400/fuseli-la-pesadilla.jpg<br />
[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />
de http://www.mundoesotericoparanormal.com/wp-content/<br />
uploads/2012/09/Demonios-reales-en-nuestras-pesadillas.jpg<br />
SEñotrita<br />
pSicología<br />
Espera la<br />
reseña del<br />
evento en<br />
nuestro<br />
próximo<br />
número.
Seminario<br />
16, 17 y 18 de mayo<br />
Facultad de Psicología, UANL<br />
Informes: maestriaclinicauanl@hotmail.com<br />
El goce, el deseo<br />
y el amor en la<br />
clínica psicoanalítica<br />
Dr. Rolando Karothy<br />
(Argentina)<br />
*Psicoanalista<br />
*Doctor en Psicología por la por la Universidad Nacional de La Plata<br />
*Diploma de honor de la Facultad de Ciencias Médicas de la<br />
Universidad Nacional de Buenos Aires<br />
*Ex presidente y miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires.<br />
*Ex Presidente y miembro de Lazos Institución Psicoanalítica de La Plata.<br />
*Miembro del Conseil Scientifique de la Asociation Lacaniennne International