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Publicación Gratuita<br />

Febrero - Marzo 2013, Año 5 Número 23<br />

www.SuigenerisFapsi.com<br />

Editoriales<br />

Dil intro de la FaPsi<br />

Tema Central<br />

La Entrevista<br />

Dossier<br />

PsiqueCinema<br />

Maktub<br />

PsicoanalizARTE<br />

Quid<br />

Locos & Pastillas<br />

1<br />

11<br />

18<br />

24<br />

29<br />

36<br />

40<br />

46<br />

47<br />

50<br />

Revista oficial de la uanl<br />

a través de la Facultad de Psicología<br />

ISSN: 2007-3119


Una publicación de la<br />

Universidad Autónoma de Nuevo León<br />

Dr. Jesús Ancer Rodríguez<br />

Rector<br />

Ing. Rogelio G. Garza Rivera<br />

Secretario General<br />

Dr. Ubaldo Ortiz Méndez<br />

Secretario Académico<br />

Lic. Rogelio Villarreal Elizondo<br />

Secretario de Extensión y Cultura<br />

Dr. Celso José Garza Acuña<br />

Director de Publicaciones<br />

Mtro. José Armando Peña<br />

Director de la Facultad de Psicología<br />

Mtra. Magaly Cardenas<br />

Subdirectora Académica<br />

Mtra. María Eugenia Gónzales<br />

Subdirectora Administrativa<br />

Dra. Blanca Idalia Montoya<br />

Subdirectora de Proyectos Educativos<br />

José Cruz Rodríguez Alcalá<br />

Subdirector de Posgrado<br />

Dr. Manuel Guadalupe Muñiz<br />

Subdirector de Investigación<br />

Omar Méndez Castillo<br />

Editor responsable<br />

Iris Reyes Escobedo<br />

Ivan Guerrero Vidales<br />

José Arturo Baruch Marínez T.<br />

Oscar Barrera Rubio<br />

Comité editorial<br />

Monserrat Reyes<br />

Luis Coronado<br />

Redacción<br />

Ramiro Ruiz Castillo<br />

Diseño<br />

Luis Ángel Pérez Velazco<br />

Diseño web<br />

Jonatan Olvera salvador<br />

Director Creativo FRAMELOVA<br />

www.framelova.com<br />

Diseño de portada<br />

Lista de colaboradores en:<br />

www.suigenerisFaPsi.com<br />

Revista<br />

Universitaria<br />

Twitter:<br />

@SuiGenerisUANL<br />

Facebook:<br />

SuiGenerisUANL<br />

Correo:<br />

suigeneris.psi@gmail.com<br />

SUIGENERIS SUI GENERIS, Año 5, No. 23, Febrero-Marzo 2013. Fecha de publicación 5 de Marzo del 2013. Revista Bimestral, editada y publicada por<br />

la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología. Domicilio de la publicación: Dr. Carlos Canseco y Mutualismo No. 110 Colonia<br />

Mitras Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P.64460. Teléfono: +52 8183 33 7859 ext. 510. Fax. +52 81 83337859 Impresa por: EDIREY, Narciso<br />

Mendoza 4024, Col. Niño Artillero, Monterrey, Nuevo León, México. Fecha de terminación de impresión: 11 de Marzo, Tiraje: 1000 ejemplares. Distribuido<br />

por: Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología, Carlos Canseco y Mutualismo No. 110 Colonia Mitras Centro, Monterrey,<br />

Nuevo León, México, C.P.64460.<br />

Número de reserva de derechos al uso exclusivo del título SUIGENERIS SUI GENERIS otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-<br />

2010-030514053000-102 de fecha 5 de Marzo 2010. Número de certificado de licitud de título y contenido 14927 de fecha 25 de Agosto de 2010, concedido<br />

ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. ISSN: 2007-3119. Registro de marca ante el instituto<br />

Mexicano de la Propiedad industrial II83057.<br />

Las opiniones y contenidos expresados son responsabilidad exclusiva de los autores.<br />

Prohibida su reproducción total o parcial, en cualquier forma o medio, del contenido editorial de este número.<br />

Impreso en México<br />

Todos los derechos reservados<br />

© Copyright 2013<br />

suigeneris.psi@gmail.com


Editoriales<br />

La Interpretación «Junguiana» de Los Sueños<br />

Por Pedro Daniel González<br />

«No podemos permitirnos ser ingenuos al tratar los sueños. Se originan en un espíritu<br />

que no es totalmente humano sino más bien una bocanada de naturaleza»<br />

C. G. Jung<br />

Al escuchar la frase «la interpretación de<br />

los sueños» resulta muy complicado no<br />

pensar en la afamada obra centenaria<br />

de Sigmund Freud, sin embargo, no es de ese<br />

libro ni de ese método sobre lo que este escrito<br />

trata, sino del procedimiento junguiano, lo cual<br />

de entrada resulta complicado; comprendiendo<br />

que a diferencia del médico austriaco, Carl<br />

Jung jamás escribió un texto que tratase propiamente<br />

de la dinámica con la que él trabajo<br />

los sueños, no obstante, a lo largo de su obra da<br />

esbozos de un método definido.<br />

Para empezar a trazar las diferencias entre<br />

ambas técnicas de interpretación onírica, primero<br />

deben asentarse las divergencias teóricas,<br />

mientras para Freud la importancia del sueño<br />

radica en el contenido latente, Jung prepondera<br />

el contenido manifiesto, argumentado que<br />

no existe un mensaje oculto,<br />

el sueño no es un disfraz, la<br />

dificultad para descifrar el<br />

código no es prueba de un<br />

contenido velado, por lo<br />

tanto el sueño es textual, la<br />

imagen onírica debe tomarse<br />

tal y como es, utilizando el<br />

método de la «amplificación»<br />

que se diferencia de la asociación<br />

libre en su dinámica; la<br />

libre asociación parte de la<br />

imagen onírica, zigzagueando<br />

entre posibles nexos, dejando<br />

atrás la imagen misma y avanzando hasta<br />

llegar al contenido latente, por otro lado, la<br />

amplificación se mueve en espiral, ampliando<br />

los posibles significados del símbolo, teniendo<br />

como eje central la imagen en sí, las amplifica-<br />

ciones deben ser primeramente sobre las experiencias<br />

personales, referencias del medio y<br />

otros sueños del soñante, las cuales una vez<br />

agotadas, pueden dar paso a amplificaciones<br />

arquetípicas, propias del contenido del inconsciente<br />

colectivo.<br />

Otra diferencia teórica se manifiesta en la<br />

utilidad que la psique encuentra en los sueños:<br />

Freud habla de cumplimiento de deseos, Jung<br />

encuentra una función compensatoria desde el<br />

inconsciente sobre la actitud consciente, tratando<br />

de llegar a un equilibro ante ambas posturas.<br />

Para deducir la compensación, se debe<br />

entender en que consiste la unilateralidad,<br />

dentro de la consciencia existe un sustrato<br />

denominado Yo o Ego, el cual engloba la autopercepción<br />

del individuo, le da un sentimiento<br />

de poseer una identidad y es el organizador<br />

de la mente consciente, pero<br />

sus intereses no siempre van<br />

en la misma dirección que el<br />

resto del aparato psíquico, ya<br />

que es altamente selectivo con<br />

respecto al material que lo<br />

conforma, evitando toda idea<br />

y recuerdo que pueda provocar<br />

ansiedad o desestabilizar<br />

el contenido de la consciencia.<br />

Además del Ego, existen otros<br />

elementos que conforman la<br />

totalidad de la psique, como el<br />

Anima/Animus que representan<br />

la dualidad de lo femenino/masculino y la<br />

Sombra, uno de los que mayor carga energética<br />

posee, ya que su contenido se constituye por el<br />

inconsciente personal, pero su naturaleza es<br />

arquetípica, es decir, vinculada al inconscien-<br />

1


2<br />

Editoriales: La Interpretación «Junguiana» de Los Sueños<br />

te colectivo, explicado de manera más simple,<br />

colectivamente todos tenemos (y tememos) la<br />

Sombra (se constituye de los aspectos individuales<br />

que rechazamos y por lo tanto hemos<br />

reprimido y aun no llegamos a aceptarlos<br />

como propios). Los contenidos de la Sombra<br />

son contrarios a los que constituyen el Ego,<br />

siendo este último el que determina las acciones<br />

conscientes. El Ego optará siempre por la<br />

misma dirección, volviendo el accionar predecible<br />

y aprisionado, pero toda acción consciente<br />

tiene su contraparte inconsciente, así la<br />

Sombra al manifestarse como imagen onírica,<br />

intentará compensatoriamente halar en dirección<br />

contraria al Ego, dando más opciones en<br />

el accionar de la persona, y al asimilar estas<br />

posibilidades e integrar las múltiples facetas<br />

de la psique, el individuo sintetizara una nueva<br />

concepción de sí mismo, más cercana a su<br />

totalidad, y al tomar alguna decisión, podrá<br />

hacer, o no hacer, lo mismo que prefería con<br />

anterioridad, pero ya no será de forma mecanizada<br />

por la imposibilidad de tomar otra<br />

acción, si no por elección, y es esta función la<br />

utilidad primordial que Jung encuentra en el<br />

análisis de sueños, los cuales son compensatorios<br />

a la actitud consciente del soñante.<br />

Jung reconoce una serie de mecanismos<br />

del sueño, los cuales elaboran las imágenes y<br />

desarrollan el lenguaje onírico, incluye seis de<br />

estos procesos, la Contaminación, en la cual<br />

objetos y/o ideas que en apariencia no tienen<br />

relación entre si son vinculados, Condensación,<br />

proceso por el cual se combinan dos<br />

símbolos para otorgarles un mayor significado,<br />

Multiplicación, donde una misma imagen<br />

es repetida ya que posee mayor énfasis en el<br />

sueño, Concretización, en la cual los complejos<br />

o arquetipos abstractos son personificados en<br />

un elemento de las imágenes oníricas, contario<br />

a la Dramatización, donde los contenidos<br />

inconscientes son representados en forma de<br />

relato, y por último, están los Mecanismos Arcaicos,<br />

los cuales son contenidos inconscientes<br />

con raíces arquetípicas. De esta forma los sueños<br />

se elaboran y estructuran en cuatro partes,<br />

siendo la primera fase la exposición, donde se<br />

especifica el ambiente en el cual se desarrolla<br />

el sueño, surgen los protagonistas y la situación<br />

inicial, después en el segundo momento<br />

se da el desarrollo del argumento del sueño,<br />

para dar pasó a la tercera fase denominada<br />

culminación en la cual aparece el momento<br />

decisivo para llegar a una resolución, la cual<br />

constituye la cuarta fase de la estructura de<br />

un sueño.<br />

Una vez manifestado el sueño, es necesario<br />

dar paso a la técnica de interpretación propia<br />

de la teoría junguiana, conformada por una<br />

serie de pasos, en los cuales debe iniciarse por<br />

exponer el sueño en sí, durante este momento<br />

puedo ocurrir que el soñante agregue imágenes<br />

que no formaban parte del sueño en realidad,<br />

si no que aparecieron en la consciencia<br />

cuando intentaba recordarlo, dificultando el<br />

saber que es sueño y que se agregó a posteriori,<br />

sin embargo, para Jung esto no representa<br />

una dificultad, ya que este contenido agregado<br />

es tan importante como el sueño mismo, lo<br />

siguiente que debe hacerse es iniciar el análisis<br />

utilizando la técnica de amplificación,<br />

manejando contenidos del inconsciente personal,<br />

así como, una vez agotados los primeros,<br />

contenidos del inconsciente colectivo, es<br />

importante mencionar que al interpretar un<br />

sueño no debe obviarse nada respecto a los<br />

significados de los símbolo, recordando que el


sueño es su propia interpretación, al negar la<br />

existencia de contenidos latentes, y tener presente<br />

que sin importar la función compensatoria,<br />

el sueño no dice al sujeto lo que debe de<br />

hacer, si no que amplía las posibilidades en el<br />

accionar consciente, de la decisión debe hacerse<br />

cargo el soñante; es importante identificar<br />

si las imágenes que se presentan son objetivas<br />

o subjetivas, siendo las primeras aquellas<br />

que representan un elemento de la realidad<br />

tal cual es, mientras las segundas toman elementos<br />

de la realidad para representar parte<br />

de la personalidad del sujeto, aunque algunas<br />

imágenes pueden ser de ambos tipos simultáneamente,<br />

una vez analizados cada uno de los<br />

Editoriales: La Interpretación «Junguiana» de Los Sueños<br />

contenidos significativos podemos iniciar la<br />

interpretación propiamente dicha, tomando<br />

en cuenta la actitud consciente del sujeto y la<br />

función compensatoria del sueño.<br />

En la interpretación de sueños, es importante<br />

generar una empatía entre el soñante y<br />

su interprete, para que este último tenga la capacidad<br />

de palpar las emociones que despierta<br />

el sueño en el sujeto, sin olvidar mantener una<br />

postura objetiva, para no depositar en los símbolos<br />

del sueño amplificaciones propias más<br />

allá de las que pertenecen al sujeto. Así, queda<br />

asentado que la interpretación de sueños en la<br />

psicología analítica se da en un diálogo entre<br />

paciente y analista llevando una reflexión entre<br />

ambos, por lo cual Jung no llamaba pacientes<br />

a sus analizados, si no que se refería a ellos<br />

como «la gente que trabaja conmigo».<br />

Referencias de imágeners:<br />

Carl Jung [fotografía]. (s.f.) Recuperado de http://media-files.<br />

gather.com/images/d926/d286/d747/d224/d96/f3/full.jpg<br />

Dreams Explored [imagen]. (s.f.) Recuperado de http://dreamsexplored.com/wp-content/uploads/2012/07/dreams.jpg<br />

Carl Jung, Dreams [imagen]. (s.f.). Recuperado de http://contentcafe2.btol.com/ContentCafe/Jacket.aspx?UserID=ts3app&Password<br />

=ts276356&Return=T&Value=9780691150482&Type=L<br />

El sueño:<br />

una ontología<br />

inconclusa<br />

Por José Vieyra Rodríguez<br />

«…muchas veces ilusiones tan<br />

semejantes me han burlado mientras<br />

dormía […] veo tan claramente que no<br />

hay indicios ciertos para distinguir el<br />

sueño de la vigilia»<br />

-Descartes<br />

La naturaleza de los sueños es algo que<br />

ha despertado el interés del hombre<br />

desde diferentes lugares del conocimiento.<br />

La consideración popular contemporánea<br />

los reduce a meros procesos cerebrales o,<br />

en otros casos, a material psíquico potencialmente<br />

interpretable, ya sea por medio de una<br />

pitonisa o un psicoanalista.<br />

3


4<br />

Editoriales: El sueño: Una ontología inconclusa<br />

La pretensión científica, por otra parte,<br />

también borra el resto de subjetividad incómoda<br />

para el investigador, a la vez que bordea<br />

una problemática que poco les importa a quienes<br />

operan en ese campo del saber, me refiero<br />

a la problemática ontológica que arroja considerar<br />

el sueño como una realidad tan cierta<br />

(no solamente en el sentido psíquico) como el<br />

estado de vigilia.<br />

Fue en 1641 cuando el filósofo francés<br />

Descartes publica por vez primera sus «Meditaciones<br />

Metafísicas», en ella hace objeto<br />

de consideración una cuestión cognoscitiva,<br />

aquella que se refiere habitualmente bajo el<br />

vulgar nombre de «duda cartesiana», en ella<br />

llega al punto de preguntase qué de todo lo<br />

que conoce está seguro de ser realmente verdadero,<br />

con esta pregunta arriba también a<br />

una consideración ontológica, pues dicho<br />

cuestionamiento lo lleva hasta los umbrales<br />

de certeza de la realidad misma. Es en la célebre<br />

primera meditación que lleva por nombre<br />

«De las cosas que pueden ponerse en duda» en<br />

donde cae en cuenta que en ese preciso momento<br />

de estar escribiéndola nada le garantiza<br />

no estar soñando, pues «muchas veces ilusiones<br />

tan semejantes me han burlado mientras dormía<br />

[…] –continúa el filósofo más adelante– veo<br />

tan claramente que no hay indicios ciertos para<br />

distinguir el sueño de la vigilia». Todo ello lo<br />

conducirá por una serie de vericuetos racionales<br />

hasta llegar a la certeza de su existencia<br />

validada por su propio pensamiento, «pienso,<br />

por tanto, soy». La afirmación anterior ha sido<br />

malentendida y malgastada hasta llegar a significar<br />

poco de su contenido primordial, pues<br />

con esta solución no resolvía únicamente la interrogante<br />

sobre la primera certeza indubitable,<br />

sino que además, encontraba la forma de<br />

saberse partícipe de una realidad objetiva, es<br />

decir, el pensamiento sustenta al sujeto como<br />

elemento perteneciente a una realidad independiente<br />

del absurdo solipsismo.<br />

La pregunta sobre qué valida a la realidad<br />

subjetiva como verdadera, ha sido objeto de<br />

múltiples tratamientos en el arte, en tiempos<br />

recientes la película «Inception» (Nolan,


2010) ha conseguido actualizar este viejo interés<br />

filosófico, pues volvió a poner en entredicho<br />

la objetividad aparente de la diferencia<br />

entre la realidad y el sueño. En esta película<br />

cada personaje posee un objeto llamado «tótem»<br />

el cual es el elemento que otorga confiabilidad<br />

a la realidad, aquél que da certeza a la<br />

existencia en un lugar que bien podría ser un<br />

sueño. La respuesta cinematográfica encuentra<br />

la misma salida que Descartes, pues la forma<br />

de distinción entre el sueño y la vigilia es el<br />

propio sujeto cognoscente, en otras palabras,<br />

el «tótem» cartesiano es el pensamiento subjetivo.<br />

Es en la meditación sexta y última llamada<br />

«De la existencia de las cosas materiales<br />

y de la distinción real entre el alma y el cuerpo<br />

del hombre» en donde Descartes, después de<br />

haber estado seguro de que existe como sujeto<br />

en tanto se sabe ser «una cosa que piensa»,<br />

encuentra también una respuesta definitiva<br />

para lograr la distinción entre el sueño y la<br />

vigilia; «nuestra memoria no puede nunca enlazar<br />

los ensueños unos con otros y con el curso de<br />

la vida, como suele juntar las cosas estando despiertos[…]<br />

pudiendo enlazar sin interrupción<br />

el sentimiento que de ellas tengo con la restante<br />

marcha de mi vida, poseo la completa seguridad<br />

de que las percibo despierto y no dormido», es<br />

Editoriales: El sueño: Una ontología inconclusa<br />

decir, encuentra la certeza de la vigilia en la<br />

memoria, en tanto ésta puede retraer a sí las<br />

experiencias pasadas.<br />

Si bien el filósofo encuentra de esa manera<br />

su tranquilidad racional, no todos están conformes<br />

y seguros de que sea la memoria una<br />

fuente confiable de certidumbre, otro artista,<br />

esta vez escritor, también trató la misma cuestión<br />

durante el siglo XVII. Calderón de la<br />

Barca escribió una obra de teatro llamada «La<br />

vida es sueño». En ella intenta dilucidar la verdad<br />

ontológica de su vida, aunque la respuesta<br />

encontrada fue menos alentadora, haciéndola<br />

hablar por medio de Segismundo « ¿Qué es la<br />

vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión,<br />

una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño;<br />

que toda la vida es sueño, y los sueños,<br />

sueños son».<br />

Referencias bibliográficas:<br />

Calderón, P. (2008). La vida es sueño. España: Castalia.<br />

Descartes, R. (2004). Meditaciones metafísicas. Argentina: Terramar<br />

Nolan, C. (Director) (2010). Inception [DVD].<br />

Referencias de imágeners:<br />

Rene Descartes [imagen]. (2009). Recuperado de http://t0.gstatic.<br />

com/images?q=tbn:ANd9GcR20pclKGzCXxBCX8KyKNhf8jIvKn<br />

leAbfAw-iR0z11gznGbaE&t=1<br />

Inception poster outdoor [imagen]. (2010). Recuperado de http://<br />

static.screenweek.it/2010/6/8/Inceptio-Banner-USA-01.jpg<br />

Sueños<br />

Por Diana Jaramillo<br />

« ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es<br />

la vida? Una ilusión, una sombra, una<br />

ficción; y el mayor bien es pequeño;<br />

que toda la vida es sueño, y los<br />

sueños, sueños son»<br />

-Pedro Calderón de la Barca<br />

Freud citaba que los sueños son manifestaciones<br />

de deseos inconscientes<br />

reprimidos, también mencionaba que<br />

son restos diurnos, situaciones que vivimos<br />

durante el día.<br />

En los sueños manifestamos temores, fobias<br />

e angustias, puede decirse que los sueños<br />

5


6<br />

Editoriales: Sueños<br />

son un mecanismo de defensa, para liberar<br />

cierta carga de índole mental.<br />

La Melatonina es la hormona que induce al<br />

sueño, es fabricada por nuestro organismo a<br />

través de la glándula pineal, básicamente es la<br />

encargada de regular los ciclos de día y noche y<br />

el estar despiertos o dormidos (sueño – vigilia).<br />

Fases del sueño:<br />

1. Es una fase de transición de la vigilia del<br />

sueño. Aparecen las ondas alfa cuando<br />

cierras los ojos para dormir. Es un estado<br />

de sueño ligero, se perciben ruidos no<br />

muy fuertes. Duración desde 15 minutos<br />

a partir de que cerramos los ojos para<br />

dormir, pero 5 minutos de sueño reales.<br />

2. El sueño y el descanso son más profundos,<br />

pero se puede despertar sin gran dificultad.<br />

Aparecen movimientos rítmicos que<br />

manifiestan estallidos de ondas cerebrales,<br />

el sueño es tan profundo que el cerebro<br />

ya no registra contacto con el cuerpo<br />

y manda un impulso para corroborar<br />

vida, este impulso produce una reacción y<br />

la mente lo disfraza, es cuando sentimos<br />

que caemos.<br />

3. Se registran ondas lentas y amplias llamadas<br />

ondas delta. Es el comienzo del<br />

sueño profundo.<br />

4. (Sueño Delta): fase de sueño lento, las<br />

ondas cerebrales en esta fase son amplias<br />

y lentas así como el ritmo respiratorio.<br />

Cuesta mucho despertarnos estando en<br />

esta fase que dura unos 20 minutos aproximadamente.<br />

5. Sueño MOR–REM: cuando se despierta<br />

una persona durante el sueño MOR más<br />

del 80 % recuerdan claramente el sueño<br />

que estaban teniendo.<br />

Los sueños son un proceso mental para<br />

descargar ciertas angustias o preocupaciones,<br />

sin embargo, si nos centramos en el contexto<br />

metafórico, los sueños son parte del inconsciente<br />

colectivo, son parte de la utopía y<br />

porque no, también son parte de una realidad,<br />

en la cual las personas hacen introspección y<br />

se perciben metas que en si catalogan como<br />

casi imposibles e inauditas; a lo que comúnmente<br />

llamamos «sueños» ciertamente no<br />

se puede vivir sin utopías, mucho menos sin<br />

soñar, el proceso de ensoñación mental crea<br />

una atmosfera de distractibilidad ante los hechos<br />

cotidianos, ante esa realidad angustiante<br />

y cruel, los sueños son una forma de juego<br />

psicológico en la que podemos evadirnos por<br />

un breve lapso del caos de la vida cotidiana,<br />

siempre y cuando conozcamos, deduzcamos y<br />

comprendamos la diferencia entre la realidad<br />

y la ficción fugitiva de los sueños, ambas se<br />

relacionan entre sí, coexisten entre sí, a veces<br />

algunas circunstancias de la vida se asemejan<br />

a un cuento de ficción y de la ficción se pueden<br />

extraer ciertos matices, emociones o sen-


saciones muy lucidas de la vida real. ¿Surge<br />

una paradoja que es real en sí? ¿Solamente lo<br />

material y visible? ¿O también es real, aquello<br />

que no percibimos en materia, o en los diversos<br />

sentidos perceptivos humanos?<br />

Es válido soñar, fijarse metas, luchar hasta<br />

obtenerlas, el resultado varía y a veces el resultado<br />

no depende de nuestros agentes internos,<br />

se puede tener un sueño, las herramientas,<br />

el talento y la técnica, pero agentes externos<br />

pueden ser patógenos para llevarlos a cabo, es<br />

ahí cuando el sueño se convierte en una pesadilla.<br />

La pesadilla que reprime, que castra,<br />

que atosiga.<br />

Los dos polos están ahí presentes, sueños y<br />

pesadillas, recordándonos nuestra fragilidad.<br />

Así en todo sueño podemos encontrar:<br />

Contenido Manifiesto. Es lo que se sueña<br />

independientemente de la causa que lo provocó.<br />

Contenido Latente. Es ese deseo que ha<br />

provocado el sueño, transformado para poder<br />

superar la censura hasta llegar al Contenido<br />

Manifiesto.<br />

Freud citaba que: «La interpretación del<br />

sueño es la vía regia hacia el conocimiento de<br />

lo inconsciente» y es ahí en el inconsciente<br />

donde se resguardan aquellos contenidos «angustiantes»<br />

que se mantienen ahí, como si estuviesen<br />

ocultos a la espera de ser abreaccio-<br />

Editoriales: Sueños<br />

nados, liberados, hasta manifestarse en este<br />

caso al soñar, entonces podríamos afirmar<br />

que tal actividad es por demás catártica, es un<br />

estado de depuración mental.<br />

Los sueños esas representaciones mentales,<br />

esos fragmentos, que se desbordan desde la<br />

instancia del inconsciente.<br />

Existen los sueños lucidos, son aquellos en<br />

los que la persona está consciente de estar soñando,<br />

inclusive algunas personas pueden controlar<br />

cuando salir del «sueño» por ejemplo, si<br />

están teniendo un sueño en el cual el estado de<br />

angustia es maximizado o de forma anticipada<br />

perciben que la situación o resultado va a ser<br />

desfavorable, logran zafarse mentalmente, provocando<br />

el cese de dicho estado mental.<br />

En algunas ocasiones experimentamos<br />

sensaciones, emociones que parecen reales,<br />

inclusive podemos percibir sensaciones físicas,<br />

ya que al soñar también los sentidos se hacen<br />

presentes, en las imágenes o representaciones<br />

mentales va de por medio el sentido de la vista,<br />

por eso percibimos rostros ajenos, conocidos,<br />

de personas, animales o seres inanimados,<br />

incluso si soñamos que alguien nos está estrechando<br />

la mano lo podemos llegar a sentir<br />

como si fuese real y no se tratase de un sueño,<br />

el sentido del oído también se hace presente,<br />

se puede soñar que alguien está gritando con<br />

furia, o quizá exista una conversación que se<br />

complemente con el sentido del olfato ( no<br />

es muy común que se presenten sueños en<br />

los que el olfato, la escucha(el oído) se hagan<br />

presentes, no obstante, un recuerdo puede inducir<br />

un cierto aroma, que puede presentarse<br />

en determinado sueño, o alguna canción, palabra,<br />

voz e intensidad oral, ambos pueden<br />

evidenciarse de manera onírica).<br />

Hay sueños que se recuerdan, otros se evaporan<br />

como si nunca hubiesen ocurrido, todos<br />

ellos son manifestaciones del inconsciente,<br />

productos derivados de materiales que necesitan<br />

depurarse.<br />

Los sueños también son parte del descanso,<br />

la actividad cerebral se da mediante ondas,<br />

incluso hay más actividad cuando estamos<br />

dormidos, se trata de un proceso de gran ac-<br />

7


8<br />

Editoriales: Sueños<br />

tividad mental. Es importante mantener un<br />

ciclo de sueño regularizado, dormir 8 horas<br />

diarias durante la noche, ya que no es lo mismo<br />

dormir en el día, en el caso de las personas<br />

que laboran en turnos nocturnos, estas<br />

pueden presentar un trastorno alterado del<br />

ciclo del sueño, que puede manifestarse en<br />

un cansancio mental y síntomas recurrentes<br />

de disminución de vigilia o estado de alerta y<br />

concentración, por ende no dormir bien puede<br />

ser sinónimo de que la mente no descanse<br />

como debe, por eso es una necesidad fisiológica<br />

el dormir, ¿cuántos accidentes, ocurren por<br />

dormitadas frente al volante?<br />

El insomnio se puede presentar en las personas<br />

debido al estrés emocional o a diversas<br />

preocupaciones que acontecen en la vida, también<br />

debido a ciertas sintomatologías físicas o<br />

por la inducción de ciertos medicamentos.<br />

El centro de la lógica se apaga y es cuando<br />

soñamos, creamos un mundo virtual e imaginativo.<br />

Se observan movimientos oculares<br />

rápidos (también se habla de sueño MOR, de<br />

movimientos oculares rápidos o sueño REM).<br />

Frases significativas sobre los sueños:<br />

«Un sueño es una manifestación de imágenes<br />

y a veces sonidos que muestran interrelaciones<br />

comunes y no comunes.Es un espejo que<br />

refleja algún aspecto de la vida o el inconsciente,<br />

un escenario para ensayar posibilidades<br />

de expresión externas, una ventana<br />

de oportunidad para el autoconocimiento»<br />

Stephorn Kaplan Williams.<br />

«Hay sueños cuya estructura dramática<br />

lleva al paroxismo afectivo, paroxismo tan<br />

perfectamente realizado en el sueño que el<br />

durmiente se ve forzado a despertar por<br />

las emociones desencadenadas. Los sueños<br />

no sólo sirven para proteger el dormir.<br />

Sirven también, a veces, para interrumpirlo,<br />

cuando su función lo requiere. Por<br />

ejemplo, cuando tiene una importancia<br />

vital para la orientación de la conciencia».<br />

Carl Gustav Jung (El hombre hacia el<br />

descubrimiento de su alma).<br />

La interpretación de los sueños es una de las<br />

obras más importantes de Freud, tanto Jung<br />

como él fueron arqueólogos que indagaron en<br />

las profundidades de la psique, cada uno con<br />

sus diversas ideologías y puntos de vista.<br />

Entonces puedo decir que los sueños son<br />

parte del inconsciente individual y colectivo,<br />

son parte de los procesos mentales del ser<br />

humano, sirven como mecanismo de defensa,<br />

además sería muy aburrido vivir sin sueños,<br />

sin esos sueños con los cuales deseamos con<br />

intensidad ese algo utópico que está latente, a<br />

la espera de convertirse en realidad.<br />

Referencias de imágeners:<br />

Sisters, Joyride To Nettles Summit [imagen]. (2012). Recuperado de<br />

http://411posters.com/wp-content/uploads/2012/10/andrews-Joyride-to-Nettles-Summit.jpg<br />

Representabilidad<br />

y Condensación<br />

Por Pedro López | Kefas21@hotmail.com<br />

« ¿Puede un niño a través de una<br />

u otra expresión, manifestar algo<br />

que sus sentidos no le hayan<br />

permitido construir? En este<br />

caso realizar una imagen a partir<br />

de una palabra desconocida…»<br />

Algunas veces la cotidianidad ofrece<br />

posibilidades para explorar ideas, o<br />

para cambiar concepciones teóricas<br />

que son más validas por su repetición en el<br />

mismo circulo que por sus alcances. Hace<br />

unos días un par de niños de 7 y 3 años y un<br />

servidor dibujábamos. ¿Kann man einen pájaro<br />

Machen? Pregunté, con un poco de confusión<br />

por la palabra en español y después de<br />

unos cuantos segundos: «gemacht», dijeron,<br />

uno dibujó algo sin forma, el otro, nada. Después<br />

de que la pregunta fue enteramente en<br />

su idioma ambos hicieron una imagen similar.<br />

Más allá de las implicaciones culturales de la<br />

escena, se nos plantea una pregunta sencilla:<br />

¿puede un niño a través de una u otra expre-


sión, manifestar algo que sus sentidos no le hayan<br />

permitido construir? En este caso realizar<br />

una imagen a partir de una palabra desconocida.<br />

Si se admite una cierta relación entre el<br />

desarrollo cortical cerebral y la formación del<br />

icc, la respuesta sería negativa. Se puede objetar<br />

que sin embargo plasmaron algo a partir<br />

de la consigna, mas este algo está totalmente<br />

fuera de su conocimiento, no por ser inconsciente,<br />

sino porque no hay un registro, correspondiente<br />

a la palabra desconocida, que se<br />

haya articulado por sus sentidos y enlazado a<br />

otros registros por acción semántica. Así sea<br />

que exista la imagen bajo otro registro sonoro,<br />

la palabra pájaro no existe para ellos, entonces<br />

no puede articularse en imagen. La palabra se<br />

puede suplantar por otra en el mismo idioma,<br />

basta con que el significado de dicha palabra<br />

la ubique fuera de su red de asociación semántica<br />

para que los resultados no sean diferentes,<br />

más tarde lo corroboré. Esto haría diferencias<br />

entre los sueños infantiles y los de los adultos<br />

si llevamos este dilema a la vida onírica.<br />

Nos encontraríamos con diferencias, no en<br />

los componentes representabilidad - condensación,<br />

desplazamiento - que organizan el tra-<br />

Editoriales: Representabilidad y Condensación<br />

bajo del sueño, sino en el contenido con que<br />

dichos componentes lo articulan. Si observamos,<br />

entendida como el proceso por el cual<br />

los pensamientos deben ser susceptibles de<br />

transformarse en imágenes (representación<br />

cosa), la representabilidad es, de cierta forma<br />

un proceso incesante no solo de la vida onírica<br />

sino de la vida despierta, es inherente a la actividad<br />

cortical de los lóbulos posteriores a través<br />

de la percepción en estado vigilia, Freud<br />

lo señala en «Lo Inconsciente» (das Unbewusste,<br />

1915), las representaciones cosa se encuentran<br />

en ambos polos del psiquismo. Este proceso<br />

psíquico-cortical le daría a los sueños infantiles<br />

un determinado volumen en su composición<br />

icónica. Se dice de la condensación<br />

que, una representación por si sola es capaz<br />

de representar varias cadenas asociativas, tal<br />

noción implica observar las dimensiones de<br />

una cadena de representaciones, a mi juicio<br />

estas dimensiones se adquieren por dos extremos,<br />

si de sueños infantiles se trata: el grado<br />

de mielinización de la sustancia blanca en ambos<br />

hemisferios cerebrales, y el grado de efectividad<br />

que la corteza cerebral le permite a la<br />

representabilidad. El ejemplo de los niños da<br />

9


10<br />

Editoriales: Representabilidad y Condensación<br />

apenas una pista para entender porque el psiquismo<br />

ha sido procesado previamente por los<br />

sentidos; incluso, un constructo interno más<br />

complejo que sonidos o imágenes, este en su<br />

base, ha sido constituido por los sentidos. Por<br />

varios motivos es justificable pensar en que<br />

ambos procesos -representabilidad y condensación-<br />

no pertenecen exclusivamente a un polo<br />

o proceso del psiquismo –al inconsciente- y<br />

su complejidad está en función del desarrollo<br />

cortico-subcortical.<br />

¿Qué los caracteriza como procesos conscientes<br />

o inconscientes entonces? Posiblemente<br />

la intensidad afectiva concomitante a<br />

un sueño o a una serie de representaciones en<br />

la asociación libre sea una diferencia, entre<br />

tantas, importante, porque, ¿no es el afecto<br />

el principal motor de la represión? ¿No es el<br />

afecto angustiante lo que irrumpe el dormir?<br />

Esta serie de hipótesis, si se quieren leer como<br />

tal, al menos me permite una observación de<br />

cómo es que la interpretación psicoanalítica<br />

compromete ambos mecanismos, si se acepta<br />

que la interpretación ocupa el lugar vacío<br />

en discurso del analizante que no conoce de<br />

sí, esta sería una condensación de representaciones<br />

libres de su revestimiento afectivo acerca<br />

de un determinado tema que ha quedado<br />

fuera de la consciencia en la tentativa de mantener<br />

la tranquilidad emocional. Desde luego<br />

dichos fenómenos psíquicos sustentados por<br />

la actividad encefálica se pueden ensamblar<br />

en las fases del dormir fisiológico, si se tratara<br />

de entender al psiquismo con fronteras que<br />

se cierran y se abren bajo los cíclicos ritmos<br />

ultradianos claro, pero como no considero ni<br />

a los ritmos ultradianos ni la representabilidad<br />

y condensación son propios de un determinado<br />

nivel psíquico, prefiero dejar ese tipo<br />

de síntesis a los colegas que acostumbran un<br />

compromiso menor con su ejercicio teórico y<br />

solo podría agregar que de valer la pena una<br />

síntesis tal, esta sería en todo caso solo un inicio<br />

que rápidamente perdería importancia y<br />

mucho significado ya que exige observar, bajo<br />

una serie de ideas básicas sobre el psiquismo<br />

en general, la dinámica de vías de neurotransmisores<br />

(noradrenérgica, colinérgica y serotoninérgica<br />

por ejemplo) en las diferentes fases<br />

del dormir fisiológico, trabajo que he realizado,<br />

y una explicación simplificada de ello no<br />

es posible.<br />

La quizá poca claridad de mis ideas también<br />

se deba al espacio, lo cual limita para<br />

una descripción más agradable, sin embargo<br />

podrían ganar formalidad si se leen bajo un<br />

criterio axiomático para futuras propuestas. Y<br />

no se debe suponer por terminada dicha exposición<br />

mientras a la mano se tenga el tiempo,<br />

la dedicación y el espacio.<br />

Referencias bibliográficas:<br />

Freud, S. 1915, Lo inconsciente. Biblioteca nueva. México DF.<br />

Referencias de imágeners:<br />

Cebrebro [imagen]. (s.f.). Recuperado de http://arbolcharyou.files.<br />

wordpress.com/2010/06/cerebro21.jpg<br />

Dream Doodle [imagen]. (2011). Recuperado de http://napalmtheelf.<br />

files.wordpress.com/2011/04/dream-doodle.png


Dil intro de la FaPsi<br />

La FaPsi se actualiza<br />

Por Redacción<br />

«Durante la capacitación se<br />

manejaron ejemplos de abordaje<br />

a pacientes con riesgo suicida,<br />

víctimas de abuso sexual y víctimas<br />

de secuestro entre otros.»<br />

Enfocados y dedicados a la formación<br />

y crecimiento profesional del personal<br />

de la Facultad de Psicología de la<br />

U.A.N.L. y como periódicamente se hace en<br />

la coordinación de la Unidad de Servicios Psicológicos,<br />

dirigida por la Dra. María Elena<br />

Urdiales, se ofreció una capacitación orientada<br />

a supervisores y maestros con el tema a<br />

tratar de «Detección e intervención en crisis».<br />

Se llevó a cabo en la sala 1 del CENADO<br />

y fue realizada durante dos días, en los cuales<br />

se habló de los tipos de eventos críticos y las<br />

fases de impacto naturales que se presentan; se<br />

trabajó la clasificación de los diferentes tipos<br />

de víctimas y se revisaron los criterios de crisis<br />

psicológicas, estrés agudo y trastorno de estrés<br />

postraumático. Además se revisaron las distintas<br />

fases de las crisis y las reacciones esperadas<br />

a cada una de ellas. Se abordó el concepto de<br />

intervención en crisis y lo que el profesional de<br />

la salud debe hacer como respuesta buscando<br />

la estabilidad emocional posible para dar paso<br />

a un tratamiento específico y prolongado.<br />

Para completar el curso se presentaron dos<br />

diferentes modelos de intervención en crisis y<br />

un protocolo de atención inmediata. Durante la<br />

capacitación se manejaron ejemplos de abordaje<br />

a pacientes con riesgo suicida, víctimas de abuso<br />

sexual y víctimas de secuestro entre otros.<br />

La exposición estuvo a cargo del Mtro. Guillermo<br />

Rocha González, supervisor del programa<br />

de atención a urgencias de la USP, quien<br />

tiene la certificación en manejo de estrés en<br />

incidentes críticos y la experiencia de haber<br />

laborado en hospitales psiquiátricos y clínica<br />

de atención a las adicciones, actualmente coordina<br />

un área de atención a víctimas de delitos<br />

especializada en secuestro, robo y extorsión.<br />

Concurso de Foto Love<br />

Por Aida Quintero, Victoria Martínez y Sofía Guerra<br />

El Departamento de Asuntos Estudiantiles,<br />

coordinado por la Dra. Lupita<br />

Villarreal, organizó un certamen de fotografía<br />

tematizado por el 14 de febrero «San<br />

Valentín» títulado «Foto Love».<br />

Los jueces fueron los fotografos Sergio<br />

Macías, Miguel Osorio y Chito Ríos.<br />

Se contó con 18 participantes, de los cuales la<br />

fotografía ganadora fue de Diego Israel Gutiérrez<br />

Arquieta, del grupo 1°B y Tania Elizabeth<br />

Campos Mata, de 4°B.<br />

11


12<br />

Dil intro de la FaPsi<br />

A continuación presentamos la descripción:<br />

«La Esencia De Un Amor Fiel»<br />

La foto consta de dos partes a explicar; nuestra<br />

pose de pareja y el ambiente en el que estamos.<br />

A continuación explicaremos el porqué.<br />

1. Nuestra pose de pareja:<br />

Decidimos tomarnos la foto en esta pose<br />

llamada «el avioncito» por diversos motivos,<br />

ya que cada parte de nosotros expresa nuestro<br />

ser, como pareja.<br />

¿Por qué el avioncito? Si ya hemos tenido<br />

alguna experiencia de viajar en un avión podemos<br />

darnos cuenta que un avión nos sirve<br />

para trasladarnos de un punto a otro, de igual<br />

manera, nosotros el día 21 de diciembre decidimos<br />

subirnos a un avión el cual podría llevarnos<br />

muy lejos, siempre y cuando sepamos<br />

pilotearlo, pues no sólo es uno quien lo pilotea<br />

sino los dos, es por eso que nos tomamos de<br />

las manos, como demostrando que tenemos el<br />

volante de nuestra relación y que cualquier movimiento<br />

en falso podría hacernos tambalear el<br />

avión y nos mantenemos firmes al volante.<br />

Diego como hombre y cabeza de la pareja es<br />

quien se encuentra debajo de la pose, como se<br />

puede apreciar: Diego da la espalda a esas piedras<br />

que en nuestro camino pudieran también<br />

aparecer que en dado caso de que nuestro avión<br />

esté a punto de caer al suelo sería El como hombre<br />

quien caballerosamente cargue el dolor de<br />

esas piedras y busque las soluciones necesarias<br />

o alternativas para elevarnos de nuevo. Sosteniendo<br />

a Tania, firmemente con sus piernas<br />

colocadas en el abdomen, por ser la parte central<br />

de ella, esto quiere decir que Diego tiene lo<br />

necesario para mantener de una manera equilibrada<br />

a Tania en el aire cuidadosamente y sin<br />

tambalear lo cual demuestra esa seguridad de<br />

hombre otorgada a Tania y como parte de la<br />

infraestructura del avión hecho especialmente<br />

para resistir el aire y sus turbulencias.<br />

Ella permanece arriba, de una manera recta<br />

horizontalmente, demostrando también su<br />

seguridad y firmeza, no tiene miedo de caerse<br />

porque tiene la confianza necesaria en Diego<br />

para mantenerse segura de que no caerá, sus<br />

piernas expresan esa sencillez, esa felicidad,<br />

que lleva por dentro, como fruto de nuestro<br />

amor verdadero, son como las alas del avión,<br />

que demuestran esa libertad que se dan entre<br />

ellos, sus espacios como individuos, sin llegar<br />

a un libertinaje innecesario, algo que también<br />

puede demostrar su cabello suelto como libertad<br />

sin ataduras, sin miedos, sin celos enfermizos,<br />

y todo aquellos que pudiera destruir<br />

nuestro avión.<br />

Sus miradas están conectadas, demostrando<br />

esa sincronía, en donde se encuentran en<br />

un mismo canal, así como también que su comunicación<br />

es transparente, honesta y directa,<br />

de frente.<br />

2. El ambiente:<br />

Decidimos tomarnos esta foto en un ambiente<br />

natural, ya que nuestro enamoramiento<br />

va más allá que una simple superficialidad,<br />

va más a dentro desde nuestra propia naturaleza<br />

de ser, nos enamoramos de nuestra<br />

misma esencia como personas, y no solo de<br />

nuestros cuerpos, esto nos hace únicos y auténticos.<br />

La luz que se puede apreciar entre las<br />

montañas, es ese entendimiento esa sabiduría<br />

que tenemos para poder ver la manera en la<br />

que llevamos y cuidamos nuestra relación. La<br />

cuidad se encuentra debajo, como demostrando<br />

que estamos sobre ella, y que todo aquello<br />

que se encuentra adentro de una ciudad que<br />

nos pueden ofrecer y que puede llegar a destruirnos,<br />

pues tenemos el valor necesario para<br />

pasar sobre todo eso, siendo así las montañas<br />

lo que se encuentra más arriba como queriendo<br />

permanecer en lo que somos, más que en lo<br />

que tenemos como pareja y como individuos.<br />

3. Conclusión:<br />

La base de nuestra relación y la fuerza de<br />

ella, es el amor verdadero, de donde manan<br />

todos esos valores, sin amor una relación de<br />

noviazgo no podría permanecer estable y el<br />

avión muy fácilmente decaería, siendo un caso<br />

catastrófico, en donde no solo existe muerte<br />

de los pilotos sino también de muchas otras<br />

personas que desgraciadamente nos podríamos<br />

llevar de encuentro con nuestros errores.


La clave para que una relación permanezca,<br />

es aprender a ser primero verdaderos amigos,<br />

y al llegar a ser novios seguir siendo amigos,<br />

«nadie tiene amor más grande que el que da<br />

la vida por los amigos». Aplicando los valores<br />

que tenemos, sin valores no se puede llegar lejos,<br />

pues son los valores los que más nos unen<br />

como seres humanos, es en lo primero que<br />

una pareja en sus inicios debe o mejor dicho<br />

necesita poner atención para darse cuenta si<br />

la pareja puede funcionar o no.<br />

Referencias de imágeners:<br />

Foto Love 1. Gutiérrez, E. y Campos, T. (2013) “La esencia de un amor fiel”.<br />

Poster de foto love. Departamento de asuntos estudiantiles (2013).<br />

5ª Semana de la<br />

Equidad. Seducir.<br />

Entre el amor y el poder<br />

Por Ximena Almazan L. | ximealmazan@gmail.com<br />

La semana de la equidad en su quinta<br />

edición se realizó bajo el tema: Seducir,<br />

entre el amor y el poder, el papel de la<br />

seducción en la violencia de género. La semana<br />

de la equidad es un evento anual organizado<br />

por alumnos y coordinación de la Extensión de<br />

Equidad y Genero de la Facultad de Psicología,<br />

dicho evento inició el 19 de febrero, inaugurada<br />

por el director de la facultad el Dr. Armando<br />

Peña así como directivos, cortando el listón del<br />

túnel montado en el frontispicio de la misma.<br />

Posteriormente se inició la polémica mesa<br />

de análisis conformada por reconocidos maes-<br />

Dil intro de la FaPsi<br />

tros, tales como la Lic. Milady Vargas quien<br />

fungió como moderadora, el Dr. Guillermo<br />

Venegas (coordinador de la maestría en clínica<br />

Psicoanalítica de la FaPsi), la Ing. María<br />

Aurora Mota (Género, Ética y Salud Sexual<br />

A.C - GESS), el Mtro. Marco Tulio Garza<br />

(coordinador del Departamento de Neuropsicología<br />

de la FaPsi) y el Pbro. Julio Cesar Chapa<br />

de la iglesia “Nuestra Sra. Del Refugio”;<br />

además de diferentes conferencias, talleres y<br />

eventos culturales, finalizando con la obra<br />

“Mujeres de arena” por “Satre teatro”.<br />

El miércoles 20 de febrero inició el Lic.<br />

Hugo Chavez de noticieros televisa Monterrey.<br />

impartiendo la conferencia ‘‘La influencia<br />

de la seducción de los medios de comunicación<br />

en la violencia de genero”, continuó<br />

con la Lic. Verónica Villanueva, de la Procuraduría<br />

General de Justicia (PGJ) N.L. con el<br />

tema: ‘‘Violencia familiar : La intervención<br />

psicología en el contexto jurídico”, el taller<br />

“Dolor emocional: sanación por medio del<br />

cuerpo” impartido por las estudiantes, Laura<br />

Melissa de la Garza y Gabriela Martínez pertenecientes<br />

a la extensión de equidad y genero,<br />

entre otros.<br />

El jueves 21 de febrero la Mtra. Rosa Elva<br />

Gonzales, Secretaria de Salud de Nuevo león<br />

impartió el taller “Trauma vicario”, además<br />

del Lic. Gerardo Bolio, del Instituto para la<br />

Equidad de Género en Yucatán con el taller<br />

“La seducción en los celos”, la Lic. Celeste Pimentel<br />

del Centro de Recursos e Información<br />

para la Integración Educativa de la Secretaria<br />

13


14<br />

Dil intro de la FaPsi<br />

de Educación del estado de N.L. con la conferencia<br />

“Seducir o ser seducida” el encanto del<br />

poder vivido desde la realidad de una condición<br />

de discapacidad” entre otras conferencias.<br />

El viernes 22 de febrero se expusieron diversas<br />

ponencias, el maestro Miguel Ángel Caamal,<br />

del Instituto para la Equidad de Género<br />

en Yucatán inicio con la conferencia ”Intervención<br />

psicoterapéutica con los hombres que ejercen<br />

violencia hacia su pareja”, el tenor Rodolfo<br />

Guzmán, y la soprano Maribel Ferrales de la<br />

Universidad de Sonora con el teatro y canto<br />

“Amor y seducción”, clausurando el Dr. Armando<br />

Peña Moreno y directivos la quinta Semana<br />

de la Equidad, finalizando con el performance<br />

de “las RUKAS” de COMAC en donde se realiza<br />

la prevención del VIH.<br />

Este evento pretendió cooperar en la formación<br />

de los asistentes, así como promover el<br />

análisis de las diferentes manifestaciones de la<br />

violencia de género en las que se utiliza la seducción<br />

como ejercicio inadecuado de poder,<br />

clarificando el concepto “seducir” como un elemento<br />

propio y sano de las relaciones humanas.<br />

Referencias de imágeners:<br />

Entrevista a Miguel Villegas [fotografía]. (2013). Recuperada de<br />

http://www.facebook.com/photo.php?fbid=10151335911501242&set=t<br />

.1310694519&type=3&theater<br />

Mesa de discusión [fotografía]. (2013). Recuperada de http://www.<br />

facebook.com/photo.php?fbid=10151335911501242&set=t.1310694519<br />

&type=3&theater<br />

Poster oficial [fotografía]. (2013)<br />

Concierto: “Folklore,<br />

música y sazón” a cargo<br />

del grupo Pico de Gallo<br />

Por Marco Antonio Pérez A. | perexarias@hotmail.com<br />

El pasado domingo 24 de febrero se<br />

presentó en el Aula Magna del Colegio<br />

Civil de la U.A.N.L. el concierto<br />

Folklore, Música y Sazón, a cargo del grupo<br />

Pico de Gallo que cuenta con alumnos de la<br />

FaPsi y dirigido por Oscar Páez, director de<br />

las rondallas de la misma dependencia.<br />

La cita estaba pactada a las 7:00 pm, pero<br />

cabe destacar que la audiencia comenzó a llegar<br />

desde muy temprana hora para alcanzar<br />

la mejor ubicación posible, lo cual parecía ser<br />

un vaticinio de lo grata que sería la noche. Y<br />

así fue, toda esa mezcla entre alegría, ritmo,<br />

fiesta y hasta sabrosura que ofrece la música<br />

folclórica se hizo presente de la mano de la<br />

excelente interpretación del grupo y sazonado<br />

con un toque grato de picardía y el gusto que<br />

muestran por tocar.


El primero de tantos detalles nos lo obsequia<br />

Anuar Hinojosa, cuando, recién avisada<br />

la primera llamada, se presenta en el<br />

proscenio para interpretarnos con su saxofón<br />

“Can’t live” de Mriah Carey, mientras Aaron<br />

Martínez lo acompaña tras bambalinas en el<br />

piano. Si bien es cierto no es una canción que<br />

podamos catalogar dentro de la categoría de<br />

folklore, como resto del concierto, la sorpresa<br />

fue muy agradable y nos dejó en una zona de<br />

confort preparándonos para lo que venía.<br />

Tercera llamada, y Fernando Moreno,<br />

trompetista y trombonista, hace la presentación<br />

oficial del concierto para que se eleven<br />

las cortinas a la vez que el resto del grupo se<br />

arranca con el “Son de la Negra”. Los típicos<br />

gritos “a la mexicana” no se hacen esperar.<br />

La dinámica del concierto es equiparable<br />

Dil intro de la FaPsi<br />

a la dinámica del grupo, movida. La mayoría<br />

de los integrantes son multi instrumentistas,<br />

por ejemplo, Abel Delgado toca acordeón y<br />

tuba, Juan Ángel Gutierrez es voz, cuerdas y<br />

percusiones. Esta habilidad los hace moverse<br />

de lado a lado del escenario hacia donde se encuentre<br />

el instrumento que les corresponde según<br />

la canción a interpretar. Es de esta misma<br />

manera que a lo largo del concierto y al paso<br />

de cada interpretación nos llevan a diferentes<br />

partes de la región Mexicana, “Luz y Sombra”<br />

de Chihuahua, “Los Negritos” de Veracruz,<br />

y más allá de nuestras fronteras, pero dentro<br />

aun de nuestra región latina, “Sin ti” de<br />

Bolivia, “Cachita” de Cuba, “Cumbia sobre el<br />

mar” de Colombia, son algunos ejemplos de<br />

las canciones que nos transportaron con sus<br />

particulares ritmos a sus tierras de origen.<br />

Varias de estas canciones estuvieron acompañadas<br />

por la acertada participación de la<br />

Compañía Titular de Danza Folclórica de la<br />

UANL, lo cual complemento el evento y le<br />

dio, aún más, un toque de fiesta. Luciéndose<br />

en su actuación tanto en grupo, como las parejas<br />

que bailaron al son del danzón o rumba.<br />

Otra peculiaridad de la noche fue la interpretación<br />

de los boleros, “Perdón” de los Tres<br />

Reyes y “Madrigal” de Felipe R. Goyco, lo<br />

cual rompe un poco con el esquema del folklore<br />

propiamente dicho, sin embargo entra dentro<br />

de la memoria colectiva de nuestra música<br />

mexicana y nos provoca la melancolía, ya sea<br />

del romanticismo en sí, o del recuerdo de algún<br />

familiar ya de avanzada edad aficionado a<br />

la música de tríos.<br />

Se acerca el final y nos presentan “La Culebra”<br />

explicándonos que por su ritmo nos<br />

remontaremos a los años del cine de oro mexicano<br />

y las grandes bandas que acompañaban<br />

15


16<br />

Dil intro de la FaPsi<br />

a las entonces tradicionales Rumberas en sus<br />

bailables.<br />

El grupo anuncia el cierre después de casi<br />

dos horas, pero la audiencia pide más. Nos<br />

regalan entonces “El Circo” para cerrar el concierto<br />

cerca de las nueve de la noche.<br />

Es entonces como finaliza un evento con tal<br />

variedad de ritmos que de igual manera nos<br />

motivaron a mover los pies al mero estilo del<br />

“zapateado”, balancear las caderas o sacar a la<br />

pareja para bailar románticamente. La gran<br />

ovación que brinda el público es más que merecida,<br />

gritos de ánimo y aplausos son muestra<br />

de que no solo disfrutaron de las interpretaciones,<br />

sino que además se contagiaron del<br />

sazón tan particular que le imprime el grupo.<br />

Felicidades a Pico de Gallo por este excelente<br />

primera y exitosa presentación, ¡Que<br />

vengan más conciertos!<br />

Referencias de imágeners:<br />

Pérez, M. (2013) Concierto pico de gallo. [fotografía]<br />

Pérez, M. (2013) Entrada [fotografía]<br />

Pérez, M. (2013) Concierto [fotografía]<br />

Conferencia: “Arte, Vida<br />

y Desarrollo Personal”<br />

Por Benito Martínez<br />

El pasado martes 26 de febrero, en el auditorio<br />

Agustín Basave de la Facultad<br />

de Psicología (UANL), se llevó a cabo<br />

la conferencia: “Arte, Vida y Desarrollo Personal”,<br />

impartida por el Dr. Ramón Cabrera<br />

(historiador de arte y profesor de origen cu-<br />

bano) y organizada por el grupo estudiantil<br />

“Psicología Consciente” — del cual soy integrante<br />

—, en dicho evento se ofreció una mirada<br />

amplia sobre los factores que determinan<br />

los modos de creación y apreciación (modos<br />

de “lectura”, en palabras del conferencista) del<br />

arte en general, así como la determinación<br />

que tiene la vida de la persona en los modos<br />

de “ver” el arte en experiencia propia.<br />

La conferencia inició con la presentación<br />

de imágenes a cargo del expositor, imágenes<br />

que para él representaban el título de la ponencia,<br />

de las cuales se eligió una para promocionar<br />

este evento.<br />

Dos tesis principales se distinguieron en<br />

la conferencia del Dr. Ramón, la primera se<br />

refiere a la apreciación de la imagen de arte,<br />

concepción sobre la imagen no como algo que<br />

estimula únicamente los receptores visuales,<br />

sino como entidad que actúa sobre “todos los<br />

sentidos” y que genera una actividad mental<br />

(endoimagen). Por lo tanto, el expositor conceptualiza<br />

el arte no como algo que posee<br />

propiedades artísticas intrínsecas y que es<br />

determinado por sí solo como obra de arte,<br />

sino como algo que toma su forma particular<br />

en su interacción con el creador o receptor<br />

(“lector”), y para lo que se requiere algo más<br />

allá que simple percepción para ser asimilado:<br />

procesos cognitivos, educación y códigos de<br />

desciframiento (entre ellos el lenguaje) formados<br />

en la vida en sociedad; es decir, que<br />

para comprender y hacer arte se requiere de<br />

“cultura”. Sobre este punto el conferencista interpretó<br />

con maestría un posible sentido de<br />

imágenes artísticas contemporáneas de apa-


iencia inverosímil que dudosamente podrían<br />

ser percibidas como obras de arte para el espectador<br />

casual.<br />

La segunda tesis expuesta estuvo orgánicamente<br />

ligada a la primera, y se refiere a que,<br />

así como la cultura y la organización de la<br />

sociedad se transforma a través de las épocas,<br />

junto con ésta también cambian los modos de<br />

creación y los modos de “ver” el arte (apreciación),<br />

y esto significa que las obras de arte — y<br />

en extensión por el expositor, los fenómenos<br />

de la vida y la naturaleza — admiten multiplicidad<br />

de interpretaciones dependiendo del<br />

grado de conciencia (“competencia perceptiva”),<br />

así como del repertorio de “instrumentos<br />

culturales” de desciframiento con que disponga<br />

el individuo. Un mensaje derivado de ésta<br />

noción transmitió conscientemente el conferencista:<br />

se requiere de una actitud “abierta” y<br />

tolerante ante los fenómenos que nos rodean,<br />

así como ante la multiplicidad de opiniones<br />

y percepciones de los diferentes individuos.<br />

Durante la sesión de preguntas/respuestas,<br />

una integrante de la audiencia le increpó al<br />

conferencista tras una ligera discusión por<br />

una crítica que ella le hizo en relación a lo expuesto,<br />

al señalarle que él no tenía la verdad<br />

absoluta, a lo que el Dr. Ramón Cabrera le<br />

respondió: "nunca dije tenerla".<br />

El evento finalizó con la exposición del proyecto<br />

artístico “Rehilete”, por la licenciada en<br />

artes visuales Marilú Ríos, y cuyo objetivo es<br />

“proporcionar espacios de contacto humano<br />

que inviten a una transformación personal y<br />

Dil intro de la FaPsi<br />

comunitaria a través del arte, en base a “microacciones”<br />

(pequeños actos efímeros que<br />

modifican la realidad) y proyectos (intervenciones<br />

profundas a largo plazo en comunidades<br />

específicas).”<br />

El Dr. Ramón Cabrera, sosteniendo un reconocimiento<br />

por parte del grupo “Psicología Consciente”,<br />

fotografía por Rafael Velarde (fotógrafo del<br />

periódico universitario “La mujer de Sócrates”).<br />

Referencias de imágeners:<br />

Velarde, R. (2013). Psicología Consciente - "Arte, vida y desarrollo personal".<br />

[fotografía] Recuperada de: https://www.facebook.com/media/<br />

set/?set=a.487244134668323.111946.352258024833602&type=1<br />

Velarde, R. (2013). Psicología Consciente - "Arte, vida y desarrollo personal".<br />

[fotografía] Recuperada de: https://www.facebook.com/media/<br />

set/?set=a.487244134668323.111946.352258024833602&type=1<br />

17


18<br />

Temática central:<br />

El sueño, la vía regia al psicoanálisis<br />

Por Guillermo Vanegas Arrambide<br />

Introducción<br />

La presente comunicación tiene como<br />

finalidad exponer algunas consideraciones<br />

generales sobre la importancia<br />

del estudio de los sueños en la construcción<br />

de la teoría psicoanalítica y su divulgación en<br />

el ámbito de la psicología.<br />

El estudio del sueño como acto fenoménico<br />

ha sido abordado desde múltiples lugares<br />

y referencias. Referencias que van desde el<br />

pensamiento mitológico en la antigüedad en<br />

donde era considerado por su valor predictivo<br />

y premonitorio, pasando por los arrobos de los<br />

místicos en el Medievo y el renacimiento hasta<br />

llegar a los estudios del laboratorio de la medicina<br />

antomoclinica y el<br />

final del siglo diecinueve<br />

con la propuesta elaborada<br />

por Sigmund Freud en su<br />

obra monumental de la interpretación<br />

de los sueños.<br />

De las referencias antes<br />

mencionadas las tres<br />

se mantienen y tienen<br />

eficacia explicativa en<br />

diferentes ámbitos del<br />

saber, la referencia mitológica<br />

se materializa en<br />

el pensamiento mágico<br />

de nigromantes, videntes<br />

y adivinadoras que desde<br />

sus contextos explicativos<br />

dan al sueño el estatuto de anticipar el porvenir.<br />

Por su parte, el saber se da a la tarea de<br />

objetivar el sueño como un acto físico e implementa<br />

una suerte de estrategias y artilugios a<br />

través de los cuales se ofrece una explicación<br />

material de la fisiología del sueño.<br />

Desde la perspectiva psicoanalítica el sueño<br />

se estudia como un fenómeno psíquico a<br />

través del cual el sujeto expresa sus deseos y<br />

con ello estructura su subjetividad. El estudio<br />

del sueño al igual que el de los síntomas fue-<br />

ros elementos precipitantes en la constitución<br />

de la teoría psicoanalítica y de la elaboración<br />

de una teoría de la subjetividad humana.<br />

Nos abocaremos en este texto a ofrecer algunas<br />

elucidaciones sobre la importancia del<br />

estudio de los sueños en la construcción de la<br />

cosmovisión psicoanalítica.<br />

-De inicio sentaremos el supuesto que<br />

el estudio del sueño en el marco de<br />

la concepción Freudiana apunta a dos<br />

lugares específicos; el primero a pensar<br />

el sueño como una formación del<br />

inconsciente, que al analizarla nos permite<br />

pensar la subjetividad singular del sujeto que<br />

participa en un proceso terapéutico, es decir,<br />

el fenómeno onírico nos<br />

permite andar el camino<br />

de la subjetividad del paciente<br />

y con ello desvelar<br />

el inconsciente, y de esta<br />

manera ofrecer alternativas<br />

de salud y de bienestar<br />

al analizante.<br />

Evidentemente el sueño<br />

como manifestación<br />

clínica y como manifestación<br />

del inconsciente ocupa<br />

un lugar importante<br />

en la conceptualización<br />

freudiana, sin embargo<br />

su máxima trascendencia<br />

la adquiere cuando<br />

el sueño se torna un pretexto y un punto de<br />

partida que permite a Freud elaborar una teoría<br />

metapsicológica, que da cuenta del sueño<br />

pero también de toda la subjetividad humana.<br />

Así, el estudio del sueño lleva a Freud a<br />

pensar una teoría general del psiquismo, en<br />

donde la interpretación clínica de los sueños<br />

es una estrategia más en el desvelamiento de<br />

lo inconsciente.<br />

En esta línea argumental podemos decir<br />

que fueron dos los elementos surgidos de la


clínica los que fincaron los cimentos de la concepción<br />

psicoanalítica de sujeto psíquico. La<br />

clínica de la histeria permitió pensar la dinámica<br />

del síntoma y del fenómeno onírico la<br />

construcción de un aparato mental constituido<br />

por sistemas topológicos separados lo que<br />

daría como consecuencia la concepción del<br />

sujeto escindido, o del sujeto del inconsciente.<br />

En este sentido basta echar una ojeada a<br />

«Los estudios sobre la histeria» en parte IV<br />

La psicoterapia de la histeria (Freud, 1895) y a<br />

«La interpretación de los sueños» en su capítulo<br />

séptimo La psicología de los procesos<br />

oníricos (Freud, 1900) para encontrar una<br />

concepción del sujeto psíquico y una concepción<br />

del sujeto del inconsciente. Supuestos<br />

que sentaron las bases para la construcción de<br />

una teoría general de la subjetividad humana.<br />

-El lugar princeps donde se<br />

aborda el estudio de los sueños<br />

en la teoría psicoanalítica es<br />

en la obra monumental de La<br />

interpretación de los sueños,<br />

texto trabajado en sus primeros capítulos en<br />

el año de 1896 y culminado en finales de 1899<br />

con el capítulo de «La psicología de los procesos<br />

oníricos» aunque pos-datado en 1900 a fin<br />

que apareciera con el nuevo siglo.<br />

El texto desde su titulo evoca una primera<br />

reflexión. Es un texto o manual para interpretar<br />

los sueños, o entendemos el vocablo<br />

alemán Detung (interpretación) en su aceptación<br />

de significación de los sueños. En ambas<br />

aceptación lo que buscaba Freud era explicar<br />

al sueño como un acto psíquico, con un significado<br />

particular que el soñante no tiene<br />

consciente y que puede ser interpretado a fin<br />

se develar sus significado. Interpretación o<br />

significación ambos verbos nos conducen al<br />

discernimiento del sentido inconsciente del<br />

fenómeno onírico.<br />

Otro elemento que evoca nuestra reflexión<br />

es una frase criptica escrita en las ultimas paginas<br />

del ya mencionado capitulo siete de La interpretación<br />

de los sueños donde Freud<br />

escribe:«Flectere si nequeosuperos, acherontamo-<br />

Tema central: El sueño, la vía regia al psicoanálisis<br />

vebo» (Freud 1900 b. p. 597) que se traduciría:<br />

«Si no puedo inclinar a los poderes superiores,<br />

moveré las regiones infernales» con esta sentencia<br />

anticipa al lector el terreno inhóspito en<br />

el que se adentrara el incursionaren el región<br />

demoniaca y ominosa de la significación de los<br />

sueños y del análisis del inconsciente.<br />

-El estudio de los sueños<br />

nos exige pensar<br />

en el sujeto implicado,<br />

el soñante solo sabe<br />

que sueña pero no<br />

sabe lo que sueña, el significado de su sueño<br />

le es desconocido, sin embargo eso lo exime,<br />

de ser constructor se su significación. El contenido<br />

manifiesto de su sueño es solo el texto<br />

que enmascara sus deseos libidinales que deformados<br />

por la censura onírica se expresan<br />

de forma desfigurada a fin de no incomodar al<br />

yo del sujeto y a los valores éticos y estéticos<br />

que orientan su actividad consiente y racional.<br />

En este sentido, Freud es categórico al sentenciar<br />

que el sueño «Es una realización de<br />

deseos insatisfechos»deseos que emergen de<br />

lo inconsciente y que buscan su satisfacción de<br />

manera alucinatoria. Búsqueda de la satisfacción<br />

es regida por el principio del placer y que<br />

se vale de los mecanismos de condensación y<br />

19


20<br />

Tema central: El sueño, la vía regia al psicoanálisis<br />

desplazamiento para desfigurar y neutralizar<br />

los elementos que producen displacer provenientes<br />

del inconsciente. El sueño nos aparece<br />

como una realización de deseos del inconsciente,<br />

deseos libidinales que atentan contra los valores<br />

éticos, estéticos y morales del yo. Así, a<br />

pesar de su deformación el sueño sigue siendo<br />

una realización de deseos análisis mediante, es<br />

decir, después del proceso de develación.<br />

Para terminar una última reflexión a fin<br />

de desmitificar el sentido del sueño en la vida<br />

cotidiana, este no es como sentencian los agoreros<br />

y los videntes una anticipación de eventos<br />

próximos y de predicción del futuro. El<br />

sueño en la práctica psicoanalítica se concibe<br />

como una manifestación clínica que posibilita<br />

el análisis del pasado infantil que estructura<br />

la forma de ser y estar del sujeto en el presente,<br />

para con esta plataforma subjetiva construir el<br />

futuro del sujeto. Así, con el estudio del sueño<br />

analizamos el pasada para entender el presente<br />

y proyectar el futuro.<br />

Conclusiones<br />

A manera de cierre solo nos resta decir, que<br />

el sueño fue para Freud la vía regia para el estudio<br />

del inconsciente, sin embargo, retomando<br />

la frase del creador del psicoanálisis, estamos<br />

en condiciones de decir, que el estudio del<br />

sueño es la vía regia para la apropiación de la<br />

teoría psicoanalítica. En este sentido sostenemos<br />

que el mejor acercamiento al estudio del<br />

psicoanálisis como teoría y práctica debe considerar<br />

La interpretación de los sueños como<br />

punto de partida.<br />

Referencias bibliográficas:<br />

Freud S. (1895) Estudios sobre la histeria. O.C. Vol. II Ed. Amorrortu<br />

Buenos Aires 1979<br />

Freud S. (1900) La interpretación de los sueños Vol. III Ed. Amorrortu<br />

Buenos Aires 1979<br />

Freud S. (1900 b) La interpretación de los sueños Vol. IV Ed. Amorrortu<br />

Buenos Aires 1979<br />

Referencias de imágeners:<br />

Die «Traumdeutung» von Prof. Dr. Sigmund Freud [fotografía]. (s.f.).<br />

Recuperado de http://www.dfabricius.de/freud_pic.php?nr=2<br />

Nerilicon, CagleCartoons.com [imagen]. (2008). Recuperado de<br />

http://www.classbrain.com/artteensb/publish/freud.shtml<br />

¿Funciones del sueño?<br />

Por Alejandro Moreno Martinez<br />

| Director del Departamento Académico de<br />

Psicología y del Centro de Tratamiento e<br />

Investigación de la Ansiedad, Universidad de<br />

Monterrey | alejandro.moreno@udem.edu.mx<br />

«Hay que dormir. Cuando soñamos,<br />

hacemos que el sol salga de nuevo, y que las<br />

cosas vuelvan a su lugar»<br />

-M., 5 años<br />

«Un niño pequeño me preguntó un día<br />

que si, cuando uno cuenta su “sueño de la<br />

noche”, eso «hace algo sobre el rostro»<br />

El presente texto constituye la satisfacción<br />

substitutiva de un sueño, aquél de<br />

volver a las apasionantes pláticas de estudiante,<br />

con compañeros y profesores. Saludo<br />

la cortesía de Sui Generis con un escrito un<br />

tanto platicado, que pretende dejar la estructura<br />

un tanto aburrida de la exposición académica,<br />

y se va con la prisa de la redacción. Su<br />

expectativa: que sea pretexto de otras lecturas.<br />

Debo a la lectura de un texto de François<br />

Villa 1 la relectura del de Ferenczi intitulado<br />

Reflexiones sobre el traumatismo. La función<br />

traumatolítica del sueño puesta en primer plano<br />

por Ferenczi posibilita un movimiento de<br />

la clínica de la neurosis hacia nuevos derroteros<br />

2 . En su conjunto, la clínica psicoanalítica<br />

pasó históricamente de la consideración del<br />

fantasear como agente patógeno en la neurosis<br />

a la constatación, cada vez más grave, de<br />

que la fantasía funge como agente protector.<br />

Dicha consideración ha sido hecha a la luz del<br />

registro que podríamos llamar limítrofe, en el<br />

sentido que le diera André Green, aquello en<br />

los límites de lo analizable 3 : El registro psicosomático,<br />

las organizaciones perversas, las soluciones<br />

adictivas, sin olvidar las personalidades<br />

“como sí”, falso self, etcétera, que formarán<br />

el inmenso catálogo de lo que se da en llamar,<br />

en pasillo, el paciente difícil.<br />

-Pierre Fédida (2002)


Cierto, es común referir el fantasear como<br />

productor de sintomatología en la neurosis.<br />

Sorprendentemente, el sueño rara vez es invocado,<br />

y no por falta de ejemplos, si se considera<br />

el despliegue de algunas sintomatologías<br />

freudianas. Por mencionar los más evidentes,<br />

evoquemos el episodio de la serpiente en el<br />

lecho del padre enfermo de Anna O 4 ., verdadera<br />

pesadilla o parálisis del sueño; El sueño de<br />

los lobos, replicando la escena de la vigilia, en<br />

la recámara del durmiente 5 ; El pensamiento<br />

intruso de Schreber, entre la vigilia y el sueño<br />

6 ; El sueño de angustia (Angsttraum) de<br />

Hansel 7 , “mamá no está para hacer cariños”.<br />

En la remarcable y polémica conferencia de<br />

Confusión de lengua entre el adulto y el niño 8 ,<br />

Ferenczi recordará haber declarado la operación,<br />

en plena celebración del septuagésimo<br />

quinto aniversario de Freud, de una regresión<br />

en la técnica y en la teoría del psicoanálisis. Regresar<br />

a los comienzos, “entre trauma y catarsis,<br />

como si hubiera que pasar por ahí, para<br />

ver donde se encuentra el error” sintetizará<br />

Jacques André 9 . La rehabilitación del traumatismo<br />

operada por Ferenzci tendrá el valor de<br />

nuevo fundamento para el psicoanálisis, tal es<br />

el valor de resignificación que le reconocerá<br />

Jean Laplanche, en su teoría de la seducción<br />

generalizada. 10<br />

Dicha regresión en la técnica llevará a Ferenczi<br />

a apreciar en el sueño una función de tratamiento<br />

de micro-traumatismos cotidianos,<br />

revalorando el lugar de los Tagesreste, o restos<br />

del día, en la función y la formación del sueño.<br />

Consignemos al pasar el interés que porta<br />

el considerar, a la luz de dicha consideración<br />

clínica, la teoría psicofisiológica de la función<br />

del sueño emitida por el célebre Michel Jouvet,<br />

Tema central: ¿Funciones del sueño?<br />

a quien se debe la conceptualización de la llamada<br />

fase paradójica del sueño. Para Jouvet, el<br />

sueño tendrá la función de reafirmar la programación<br />

filogenética en el ser vivo, a través del<br />

olvido de la experiencia cotidiana. 11<br />

En la consideración del isomorfismo del<br />

dispositivo analítico con el modelo del sueño,<br />

consignado en la Interpretación del sueño, 12<br />

es posible asignar un lugar concreto al psicoanalista<br />

en sesión. No podría su lugar ser otro<br />

que la de un resto del día para el analizante.<br />

Este posicionamiento es clave, Shibbolet incluso,<br />

para el ejercicio del psicoanálisis. Su relevancia<br />

es aún tanto mayor en los casos en los<br />

que la potencialidad del fantasear es puesta en<br />

corto-circuito en el dispositivo. Si consideramos<br />

la figura clínica de la Neurosis Traumática,<br />

PTSD para los contemporáneos, valoraremos<br />

la posición de resto diurno que es el<br />

analista, cuya permanencia psíquica permitirá<br />

la aparición de la realización onírica de deseo,<br />

del juego, de la fantasía, de la simbolización.<br />

Principio del placer que libera de lo real que<br />

no cesa de repetirse de la misma forma, para<br />

que pueda repetirse de manera diferente.<br />

Frente a la simpleza aparente que los recién<br />

llegados encuentran en Winnicott, y a<br />

lo cuestionable de ciertos procederes técnicos,<br />

rescataremos aquí la loca metapsicología de<br />

nombrar medio ambiente al analista, llegado<br />

el momento de la regresión a la dependencia.<br />

En la clínica de lo limítrofe, ¿se volverá el analista<br />

un resto diurno que percibe, por trasposición<br />

en imágenes, el sueño que el otro no logra<br />

construir?<br />

Desde construcciones en el análisis 13 , Freud<br />

llamará la atención del carácter cuasi-alucinatorio,<br />

de inscripción perceptiva, de los<br />

21


22<br />

Tema central: ¿Funciones del sueño?<br />

elementos ausentes en la<br />

memoria del analizante, comunicados<br />

por el analista<br />

en sesión. Todo ocurre ahí<br />

como si el psiquismo se debiera<br />

de inscribir por vez primera.<br />

Otra manera de apreciar,<br />

por comparación simple,<br />

hasta qué punto la psicosis<br />

es un tratamiento autocrático<br />

cuyo objetivo apunta a un segundo intento<br />

de inscripción perceptiva de la memoria que<br />

nunca tuvo lugar. La metáfora freudiana de<br />

una arqueología de lo que potencialmente<br />

será un pasado es no sólo bella sino válida, a<br />

condición de no presuponer una facilidad en<br />

el hallazgo de lo faltante: Si el templo que estudiamos<br />

es un períptero dodecástilo, su columna<br />

faltante no nos hará siempre ver once<br />

en pie, sino a menudo un perfecto decástilo.<br />

Es preciso recordar, una y otra vez, las enigmáticas<br />

fuerzas de la síntesis yoica.<br />

La insistencia de la sexualidad en el sueño, razonable<br />

por su pertinencia, necesaria debido a la<br />

resistencia cultural, opaca entonces el referente<br />

a la figura del trauma psíquico. Lejos de ser el<br />

único aspecto del sueño oculto por la realización<br />

del deseo en el sueño que funciona, las fallas del<br />

funcionamiento onírico ponen a nuestra disposición<br />

vías de trabajo importantes de la clínica.<br />

Evocaremos a continuación la muerte.<br />

El sueño, a la par de la función de realización<br />

de deseo, y la función traumatolítica,<br />

obedece a la función del duelo: es como si el<br />

sujeto debiera investir, punto por punto, las huellas<br />

mnémicas del objeto perdido, como para separarse<br />

de él: “Se ejecuta pieza por pieza con un<br />

gran gasto de tiempo y de energía de investidura,<br />

y entretanto la existencia del objeto perdido continúa<br />

en lo psíquico”. 14 La clínica del duelo exige<br />

del analista su supervivencia pese al uso en<br />

extremo ambivalente y las fantasías de aniquilación<br />

de las que será objeto. El vencimiento<br />

del insomnio melancólico permitirá la cadaverización<br />

del objeto encriptado y la metabolización<br />

de un objeto psíquico capaz de dar vida<br />

en el sueño al ausente, cuya presencia tomará<br />

la distancia necesaria para poder ser tratado<br />

por la sexualidad.<br />

El sueño es escritura, y la escritura sueño.<br />

En aras de evocar al ausente, referiremos al<br />

recientemente desaparecido J.-B. Pontalis,<br />

antídoto contra las conclusiones, ferviente<br />

defensor del inacabamiento. Pontalis lleva el<br />

triunfo de no haber vuelto analista a Georges<br />

Perec, de quien fuera su segundo analista –el<br />

primero Michel De M’Uzan - sino haberse<br />

vuelto él mismo escritor, productor de una<br />

literatura que deja la precisión del Vocabulario<br />

escrito junto a Laplanche, para adentrarse,<br />

cada vez más, en el trabajo de la lengua común<br />

y de la reflexión libre, sostenida por la clínica,<br />

su erudición analítica, y su cultura.<br />

En el magnífico ejercicio autobiográfico – y<br />

analítico - traducido como El que duerme despierto,<br />

15 Pontalis describirá su visión del sueño<br />

de Constantino y, a partir de ese cuadro, todo<br />

el fresco de la Leyenda de la Verdadera Cruz<br />

realizado por Piero della Francesca en San<br />

Francesco d’Arezzo.<br />

Refiriendo al excelente texto de Pierre Fédida<br />

–otro ausente presente - El sitio del extranjero<br />

16 , la mirada de Pontalis prefiere, al<br />

emperador que duerme, la presencia frontal y<br />

franca del que vela:<br />

”Me ha ocurrido encontrar en el conjunto de la<br />

escena representada por Piero una lejana analogía<br />

con lo que Pierre Fédida ha llamado el<br />

Sitio del análisis: el hombre recostado, ocupado<br />

todo en su visión; el hombre sentado cerca de él,<br />

que vela y cuyos pensamientos, imágenes que le<br />

vienen son tal vez en resonancia con lo que aparece<br />

ante el durmiente; los dos guardias, en fin,


que impiden toda intrusión del mundo exterior<br />

en lo que es, a la vez, un espacio tan íntimo<br />

como extraño. Todas las escenas del fresco de<br />

Arezzo se sitúan en ese espacio. Tengo, más que<br />

la impresión, la certeza de que se organizan alrededor<br />

del sueño de Constantino. Las miradas<br />

fijas, los árboles, la reina de Saba y su séquito,<br />

las columnas, la arquitectura misma son emanaciones<br />

de ese sueño”.<br />

A Pontalis, esos pequeños textos le gustaban<br />

como los sueños. No acaban, tan sólo<br />

marcan un punto, y se dejan recordar.<br />

Referencias de imágenes:<br />

Roller, O. (2008) Jean-Bertrand Pontalis, en février 2008 à Paris [fotografía].<br />

Recuperado de http://md0.libe.com/photo/485687/?modified_<br />

at=1358332604&width=476<br />

Francesca, P. (1466) La búsqueda y el reconocimiento de la Vera Cruz<br />

[pintura]. Recuperado de http://es.wahooart.com/A55A04/w.nsf/<br />

Opra/BRUE-8LT4KH<br />

Referencias de pies:<br />

1 Villa, F., 19XX, Les étrangers du jour dans l’intimité de la nuit, en<br />

L’Intime et l’étranger. Nouvelle Revue de Psychanalyse, No 40. Paris,<br />

Gallimard, 1989<br />

Tema central: ¿Funciones del sueño?<br />

2 Ferenczi, S., 19XX, reflexiones sobre el traumatismo, en Obras<br />

Completas, Psicoanálisis Tomo IV. Ed. Espasa-Calpe, Madrid: 1984<br />

3 Green, A. La Folie Privée. Psychanalyse des cas-limites. Paris:<br />

Gallimard, 1990.<br />

4 Breuer, J., Freud, S. (1895) Estudios sobre la Histeria, en Obras<br />

Completas, Vol. I. Buenos Aires: Amorrortu, 2003.<br />

5 Freud, S. (1918). De la historia de una neurosis infantil, en Obras<br />

Completas, Vol. VIII. Buenos Aires: Amorrortu, 2003.<br />

6 Freud, S. (1911). Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso<br />

de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente, en<br />

Obras Completas, Vol. VIII. Buenos Aires: Amorrortu, 2003.<br />

7 Freud, S. (1909) Análisis de la fobia de un niño de cinco años, en<br />

Obras Completas, Vol. X. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003.<br />

8 Ferenczi, S. (1933). Confusión de lenguas entre el adulto y el niño,<br />

en Obras Completas, Psicoanálisis Tomo IV, Madrid: Ed. Espasa-<br />

Calpe, 1984<br />

9 André, J. L’unique objet, en Les états limites. Paris: Presses Universitaires<br />

de France, 1999.<br />

10 Laplanche, J. Nouveaux fondements pour la psychanalyse. La<br />

séduction originaire. Paris: Presses Universitaires de France, 1994<br />

11 Jouvet, M. Le sommeil et le rêve. Paris: Odile Jacob, 1992<br />

12 Freud, S. (1900) La interpretación del sueño, en Obras Completas,<br />

Vols. IV y V. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003<br />

13 Freud, S. (1937) Construcciones en el análisis, en Obras Completas,<br />

Vols. IV y V. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003<br />

14 Freud, S. (1914). Duelo y Melancolía, en Obras Completas, Vol.<br />

XIV. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003<br />

15 Pontalis, J.-B., Le dormeur éveillé, Paris, Mercure de France, 2004<br />

16 Fédida, Pierre, Le site de l’étranger, Paris, PUF, 1995<br />

23


24<br />

Entrevista al Mtro. Arnoldo Téllez López<br />

Por Iris Reyes E. Transcrita por E. González K<br />

Mtro. Arnoldo Téllez<br />

Egresado de la Facultad de<br />

Psicología de la Universidad<br />

Autónoma de Nuevo<br />

León. Cursó la Maestría en<br />

Metodología de las Ciencias<br />

en la Facultad de Filosofía<br />

y Letras de la UANL.<br />

Candidato a Doctor en<br />

Filosofía con Especialidad<br />

en Psicología, en la UANL.<br />

Fue coeditor y miembro<br />

fundador de la revista “Archivos<br />

de Psicofisiología”. De<br />

1990 a 1998 fue Terapeuta<br />

del Centro Audiofoniátrico,<br />

A.C. Subdirector Académico<br />

de la Facultad de Psicología<br />

de la UANL. Período: Noviembre<br />

1997-2003. Director<br />

de la Facultad de Psicología<br />

de la U.A.N.L. a partir de<br />

Noviembre del 2003 a 2009.<br />

Maestro de las especialidades<br />

en “Terapia Familiar Sistémica”<br />

y “Hipnosis Clínica<br />

Ericksoniana” del Centro de<br />

Crecimiento Personal y Familiar,<br />

S.C. Período: 1998 a<br />

la fecha. Presidente del Consejo<br />

Nacional de Enseñanza<br />

e Investigación en Psicología<br />

(CNEIP) 2008-2011 y<br />

actualmente es Subsecretario<br />

de Educación Media<br />

Superior y Superior en el<br />

estado de Nuevo León<br />

¿Cómo se empezó<br />

Usted a involucrar<br />

con el tema de los<br />

sueños?<br />

Fue cuando era estudiante de<br />

la Facultad de Psicología, en 4to<br />

o 5to semestre, viendo la materia<br />

de Psicofisiología; leí el capítulo de<br />

sueños y me gustó y desde entonces<br />

creo que no lo he soltado. Lo he<br />

cambiado un poco por el de hipnosis,<br />

que de alguna forma está relacionado,<br />

pero esa fue la forma en<br />

la que me interesó esa parte dado<br />

que yo leía que el ser humano se<br />

pasa un tercio de su vida durmiendo,<br />

8 horas de 24, y si a la edad<br />

de 60 años, una persona habrá<br />

pasado 20 años durmiendo, realmente<br />

es un área que ha pasado<br />

como obscura, es decir podemos<br />

dar cuenta si es que nos acordamos<br />

de esos cuarenta años de vigilia,<br />

conscientes entre comillas,<br />

pero de esos 20 ¿Qué pasa?, me<br />

refiero al dormir, pero el dormir,<br />

ese periodo de relativa inconsciente<br />

con respecto al medio ambiente,<br />

de inmovilidad que se asocia con<br />

el descanso físico, con la recuperación,<br />

ahí aparece un fenómeno que<br />

se llama soñar y ahí el soñar tiene<br />

que ocurrir durante el dormir<br />

porque si ocurre cuando estamos<br />

despiertos, entonces hablaríamos<br />

de un evento psicótico, uno puedo<br />

soñar despierto, se le llama ensoñación,<br />

pero el soñar es otra cosa,<br />

cuando ocurre bajo la protección<br />

del dormir se vale, en vigilia es un<br />

fenómeno totalmente psicótico.<br />

La entrevista<br />

Entonces empecé a estudiar ese periodo<br />

de 20 años que incluye el soñar, el 20% del<br />

dormir se la pasa uno soñando y me interesé<br />

tanto en el dormir como en el soñar. La<br />

gente en español se confunde mucho en soñar<br />

y dormir, por ejemplo: la palabra sueño se refiere<br />

a las dos cosas, tengo sueño se refiere a<br />

ganas de dormir, tuve un sueño se refiere a<br />

un periodo onírico, esas historias que nuestro<br />

cerebro y mente fabrican cada noche, así<br />

fue como me gustó mucho, desde un enfoque<br />

global, que pasa con el cerebro, las etapas del<br />

sueño, la Psicofisiología del sueño, los trastornos<br />

del sueño, y básicamente eso, fuimos de los<br />

primeros en Monterrey que hicimos estudios<br />

electroencefalográficos del sueño o polisomográficos<br />

como se le llama, se registraban las<br />

ondas cerebrales, la respiración.<br />

¿Esto fue en el laboratorio de Psicofisiología<br />

de la FaPsi?<br />

Sí, en verdad, los primeros estudios de sueño<br />

los hicimos en la UDEM porque tenía un encefalografo<br />

que no se disponía en la Facultad<br />

de Medicina; nos permitieron usarlo para la<br />

investigación del efecto de dormir una hora<br />

diaria y ver qué pasaba en esa hora. Nos lo<br />

prestaban a cambio de dar unos cursos de encefalografía<br />

a los estudiantes de medicina, siendo<br />

nosotros estudiantes de Psicología. Así fue<br />

como empezamos.<br />

También estudiamos el dormir, el soñar y los<br />

trastornos. Los trastornos del sueño son muy<br />

interesantes, el insomnio es el trastorno más<br />

común, en un estudio que hicimos y fue publicado<br />

en la salud mental en el 95 y citado en<br />

muchos países como referencia de trastornos de<br />

sueño en México, ese estudio nos demostró que<br />

el insomnio afectaba a un 30% de la población<br />

pero solo la mitad lo considera suficientemente<br />

serio para consultar un médico, podemos de-


cir que un 17% de la población urbana tiene<br />

insomnio, en el campo seguramente es menor.<br />

Realmente los trastornos afectan mucho, una<br />

pregunta muy común es ¿Cuál es la función del<br />

sueño o del dormir? ¿Cuál es la función? ¿Para<br />

qué caer en una inconsciencia por 7 u 8 horas?<br />

La ciencia poco a poco ha ido revelando una<br />

de las funcionas es la recuperación física, descansar,<br />

restaurar energía y eso es importante,<br />

¿Cuánto tiempo? La gente piensa que 8 horas,<br />

en las ciudades urbanas la mayoría de la gente<br />

duerme 7 horas en una curva normal, va bajando<br />

a 6, 5, 4, 3 y las que duermen 8, 9, 10,<br />

11 y 12 horas, también existe esa gente, pero<br />

es un porcentaje menor. En cuanto a la recuperación<br />

física, ahora se sabe que la hormona<br />

del crecimiento se secreta solamente durante el<br />

sueño y en el primer tercio de la noche, primeras<br />

dos horas. La gente que ya no crecemos, tiene<br />

la función de restauración celular, la mitosis,<br />

es muy importante para mantenerse joven,<br />

evidentemente los niños es importante dormir<br />

porque les va a permitir crecer, cuando los ni-<br />

La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López<br />

ños no duermen lo suficiente o están estresados<br />

hay algo que se llama enanismo Psicosocial<br />

que los chavos no crecen lo suficiente o lo que<br />

venían programados para crecer, la hormona<br />

del crecimiento se ven afectados por el estrés<br />

crónico o por las emociones positivas.<br />

También está el sueño MOR (REM) este tipo<br />

de sueño de movimientos oculares rápidos hace<br />

parecer que estás despierto, hay movimientos<br />

oculares que nos recuerdan al rastreo ocular, el<br />

corazón y la respiración son irregulares, suben<br />

y bajan, hay contracciones de los dedos de los<br />

pies, de la cara, hay erecciones, 4 sueños MOR<br />

en promedio, todo esta actividad del sueño<br />

MOR hace parecer una persona despierto<br />

bajo una característica, una inhibición de motricidad,<br />

la persona no puede convertir sus sueños<br />

en acciones. Si no existiera esta inhibición<br />

cada noche 4 millones de habitantes, muchos<br />

sonámbulos convirtiéndose en acción, la naturaleza<br />

es sabia, pero entonces ¿Para qué sirve<br />

el sueño MOR? El sueño de no MOR es de<br />

pura tranquilidad, pasar la memoria de corto<br />

a largo plazo, si no duermes no puedes consolidar<br />

información, si se sabe que el dormir<br />

es importante, los estudiantes en general universitarios<br />

parece que no lo saben, se desvelan<br />

recuerdan a corto plazo, generalmente durante<br />

el semestre no estudian lo suficiente y el día del<br />

examen se desvelan, y retienen a corto plazo,<br />

van al examen lo pueden pasar con 70 80 y<br />

después no acordarse, cuando lo que queremos<br />

es que los estudiantes se lleven la información<br />

a sus vidas profesionales, entonces lo correcto<br />

es mantenerse en estudiando todo el semestre y<br />

dar algunos repasos durante los exámenes, son<br />

algunas de las cuestiones.<br />

Hay un estudio interesante, por allá de los<br />

80’s, se entrevistaron a un millón de personas<br />

aproximadamente y se les dio seguimiento a<br />

10 años 15 años y vieron que la gente (la que<br />

no murió) que dormía menos de 7 horas y más<br />

de 9 tenía el doble más posibilidades de morir,<br />

es una estadística nada más, no implica que<br />

haya una relación causal, pero es interesante<br />

que el dormir en exceso o dormir menos de<br />

cierta manera es peligroso para la salud, claro<br />

25


26<br />

La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López<br />

no sabemos si la gente está durmiendo menos<br />

o más porque ya está enferma o es una causa<br />

la falta o el exceso de, esto es parte de lo interesante<br />

que los estudiosos de la conducta de los<br />

fenómenos psicológicos consideran importante<br />

estudiar.<br />

¿Por qué nos interesa saber sobre el sueño?<br />

¿Cómo sociedad hay diferentes matices o interpretaciones?<br />

¿Cuál es ese interés?<br />

Yo me centré en la psicobiológica pero la manera<br />

correcta es la biopsicosocial, una persona<br />

porque tiene insomnio, porque esta estresada,<br />

porque está deprimido, que son las dos causas<br />

principales ¿Por qué? Por problemas financieros,<br />

o porque su hijo va a nacer y hay que pagar<br />

los gastos de maternidad, o porque tienen<br />

a algún familiar enfermo en peligro de morir,<br />

o problemas de pareja, el insomnio causa depresión<br />

es de origen psico social, es decir el<br />

estrés es por razones psicosociales y evidentemente<br />

es lo que hay que estudiar, cuales son<br />

las razones que afectan lo sociológico y finalmente<br />

lo biológico, por lo tanto el psicólogo es<br />

el profesionista más adecuado para incluso<br />

en la Psicología de la salud, ver los pacientes<br />

para los diversos problemas, porque un médico<br />

te puede dar una pastilla, un calmante y<br />

te puede forzar a dormir y descansas, por una<br />

noche o dos pero eso no solucionará los problemas<br />

financieros ni los problemas con una<br />

pareja, se tiene que resolver a un nivel psicosocial<br />

y esa es la ventaja que los Psicólogos podemos<br />

ayudar a sanar la mente y el cuerpo a<br />

través de nuestras metodologías, yo personalmente<br />

uso mucho la psicología de la salud y el<br />

estudio de los sueños y sus trastornos es parte<br />

de la psicología de la salud. Nuestro cerebro<br />

es un cerebro social o psicosocial, nace, crece<br />

en redes sociales con cultura, por ejemplo hay<br />

culturas que han suprimido la siesta, las muy<br />

trabajadoras, pero la siesta es algo normal, es<br />

parte de la función, la palabra siesta viene del<br />

latín sexta, que es la sexta hora después de<br />

empezar a trabajar, coincide con la hora de<br />

la comida pero no se debe a la comida, ahora<br />

se sabe que la siesta de unos 15 o 20 minutos,<br />

es muy reparadora y te ayuda a prevenir ataques<br />

cardiacos, hipertensión, etc. cuando se<br />

toma en forma regular, ahora en las empresas<br />

en USA y en otros países fomentan el power-<br />

NAP, es decir, la siesta que empodera, porque<br />

saben que esos 15 o 20 minutos te pueden dar<br />

energía y creatividad para seguir trabajando,<br />

entonces hay muchas áreas del sueño que son<br />

de mucha relevancia para la Psicología, y ese<br />

tercio afecta la vigilia, si duermes bien estás<br />

bien durante el día y al revés.<br />

¿El contenido del sueño tendría una relación<br />

con el insomnio por ejemplo?<br />

No necesariamente, el insomnio generalmente<br />

es por estrés crónico o depresión; el que<br />

está estresado tiene dificultades para empezar<br />

a dormir y el deprimido tiene insomnio<br />

determinal, es aquel que se duerme y para<br />

las tres de la mañana se despierta, no tiene<br />

nada que hacer, está cansado pero no puede<br />

dormir, esa es la diferencia entre uno y otro,<br />

pero si nos metemos a los sueños, el soñar es<br />

otro tema, todos sabemos que los sueños y su<br />

contenido onírico, esas historias que ocurren<br />

en la noche sin aparente control voluntario de<br />

uno ha maravillado a la historia de la humanidad,<br />

si tu checas la biblia tiene gran cantidad<br />

de sueños, sueños proféticos, con mensajes<br />

de dios, etc. En 1900, Freud publica la<br />

interpretación de los sueños, una obra muy<br />

importante no nada más para el psicoanálisis<br />

sino en general para la Psicología, dando<br />

la importancia a esa parte que ocurre en la<br />

noche cuando estamos inconscientes donde la<br />

vida Psicológica continúa funcionando y que


puede ayudar a la terapia usando los simbolismos.<br />

En mi área, la hipnoterapia, a veces<br />

se usa favoreciendo los sueños, de salud o de<br />

sexualidad sana dependiendo el problema, a<br />

veces una persona que tiene un deseo sexual<br />

inhibido, que es un síndrome muy común,<br />

el más común de consulta, aparte de ver las<br />

causas que pueden ser maritales, o de abuso<br />

sexual, etcétera. Una de las técnicas que se<br />

usan es producir sueños con contenido sexual<br />

con técnicas específicas, pero esta parte del soñar,<br />

de los sueños fue Freud quien lo estudió<br />

a profundidad (los mecanismos psicológicos<br />

que intervienen en la simbolización del contenido<br />

onírico).<br />

También en su trabajo con la hipnosis y con<br />

las enfermedades crónicas como el cáncer,<br />

¿qué relaciones o influencia tienen los sueños<br />

a propósito de lo que recién comenta acerca<br />

de los sueños de salud?<br />

Fíjate que es algo muy interesante: primero,<br />

los pacientes con cáncer, nosotros trabajamos<br />

específicamente con cáncer de mama, el puro<br />

diagnóstico, decirle que se la hará un estudio<br />

específico para el diagnóstico es un latigazo<br />

emocional que en palabras de las pacientes<br />

«El doctor siguió hablando y ya no le escuché»;<br />

la gente se deprime, se enoja, busca culpables,<br />

afecta también a la familia y el sueño<br />

se ve afectado, no puede dormir, se despierta<br />

durante las noches con pesadillas, a veces recordando<br />

el momento en el que el doctor le<br />

decía que tenía cáncer y ahí la intervención<br />

del Psicólogo es muy importante, porque la<br />

paciente con cáncer de mama pasa por 3<br />

La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López<br />

fases difíciles, el diagnóstico, que los diagnósticos<br />

deben darse con mucho cuidado y<br />

señalar que no es una sentencia de muerte;<br />

la mastectomía, la mama en la mujer tiene<br />

3 representaciones, simbolismos, representa<br />

la maternidad, la feminidad y sexualidad.<br />

Entonces con esa mutilación se trastorna la<br />

autoimagen y aunque ahora hay cirujanos<br />

plásticos y pueden reparar la zona a veces su<br />

sexualidad también se altera, pero el 3ero.<br />

es la quimioterapia, algo pesado, los psicólogos<br />

podemos hacer mucho para disminuir<br />

la nausea, el vomito y fatiga extrema, que e<br />

solo más común, una de las consecuencias de<br />

la quimio es la pérdida de cabello que también<br />

ahí la mujer tiene que enfrentar eso, una<br />

peluca o un turbante, todo esto, en estas 3<br />

fases el psicólogo puede actuar muy bien y es<br />

necesario que la persona duerma bien porque<br />

otra característica del dormir, es la elevación<br />

o disminución de defensas o sistema inmunológico,<br />

entonces las personas tienen pesadillas<br />

o estrés por el diagnóstico más la cuestión<br />

inmune y no le hacemos ningún favor para<br />

la recuperación o sanación. Entonces necesitamos<br />

corregir, ya que uno de los principales<br />

efectos del tratamiento con hipnoterapia<br />

es que mejora mucho su sueño y otro es su<br />

autoestima, su optimismo mejora, ya que con<br />

el diagnóstico vienen los pensamientos catastróficos,<br />

miedo a la muerte, preocupación por<br />

los hijos. Regresando al tema de los sueños, es<br />

algo que se altera en los pacientes con cáncer<br />

y algo que mejora mucho con la intervención<br />

psicológica. Cada vez estoy más contento de<br />

las herramientas que tenemos los Psicólogos,<br />

usamos el lenguaje, todas las técnicas son a<br />

través de un lenguaje especializado, el poder<br />

de la palabra, la hipnoterapia es lenguaje,<br />

pero el lenguaje cura, el lenguaje enferma,<br />

sana las emociones y sana el cuerpo.<br />

¿Qué es lo que sigue? ¿Cómo Psicólogos que<br />

áreas de oportunidad tenemos para abundar<br />

este tema?<br />

Hay mucho que hacer, ya es pesada la carga<br />

de los pacientes con cáncer o con otras enfer-<br />

27


28<br />

La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López<br />

medades crónicas como la diabetes, hipertensión,<br />

muchas enfermedades que el Psicólogo<br />

puede hacer cosas para mejorar su salud, evidentemente<br />

se ve reflejado en un buen dormir<br />

o en los sueños.<br />

¿Hacía donde va la investigación y la intervención<br />

en cuanto a la clínica se refiere?<br />

La ciencia siempre tiene que estar descubriendo<br />

cosas, trastorno de sueños diferentes,<br />

el sonambulismo tal como se conoce, ocurre<br />

en la etapa no MOR, cuando no sueñas, ocurre<br />

en niños y va disminuyendo con la edad<br />

y hay un componente genético, los hijos o son<br />

sonámbulos y hablan dormidos, pero hay un<br />

trastorno llamado trastorno conductual del<br />

dormir MOR que se da en la gente grande,<br />

después de los 50, empieza primero dando<br />

patadas, pegándole a la pareja, convierten el<br />

sueño en acción, incluso han reportado en revistas<br />

científicas casos de gente que asesinó a<br />

alguien por este tipo de conductas, o se dañan<br />

ellos mucho, saltan de un segundo piso, pasar<br />

por una puerta de cristal dentro de otros<br />

ejemplos. La apnea del sueño, que no respiras<br />

durante la noche, pasas desde 20 segundos<br />

hasta un minuto sin respirar y puede haber<br />

hasta 300 periodos de apena, tuvimos un paciente<br />

que prácticamente si estaba dormido<br />

no respiraba, si estaba despierto respiraba, si<br />

estaba dormido no, casi siempre son pacientes<br />

gorditos, no se oxigena suficientemente el cerebro<br />

e incluso pueden desarrollar una enfermedad<br />

cardiaca mientras duermen, ese trastorno<br />

es visto como el ronquido insoportable,<br />

este tipo de trastorno no afecta sólo al sujeto<br />

sino a la familia, uno ronca y los demás tienen<br />

insomnio y así. Este tipo de investigación<br />

estaba oculta pues es un fenómeno que sucede<br />

sólo en el sueño, hasta que a un investigador<br />

se le ocurrió registrar la respiración durante<br />

el sueño, en un paciente que se aquejaba<br />

de insomnio y resultó que no podía respirar<br />

mientras dormía; cada vez se descubren nuevos<br />

trastornos y más esta sociedad moderna<br />

que tenemos ofrece más alternativas de salud<br />

de información para que la gente pueda mejo-<br />

rar su calidad de vida. ¿Qué se espera? No sabemos<br />

cómo vaya a afectar todo esto de lo virtual,<br />

los chats, las redes sociales, las cosas van<br />

cambiando y la sociedad se va acomodando,<br />

por ejemplo el delito cibernético antes no existía<br />

y las leyes se están adecuando, o el bulling<br />

cibernético o el acoso sexual, todo eso tiene que<br />

irse adecuando, ¿Cómo afectará? Desde Thomás<br />

Alba Edison que inventó el foco, antes de<br />

eso la gente dormía en la noche, se levantaba<br />

al amanecer, tomaba su siesta, se acostaba<br />

cuando se apagaba el sol y esa vida natural y<br />

normal le daba muchos años de vida, apareció<br />

el foco, la industrialización y la necesidad de<br />

producir 24 horas continúas y se crearon los<br />

turnos de tarde y noche para trabajar y también<br />

para divertirse, la gente no duerme, los<br />

hábitos adictivos son muy fuertes, no sabemos<br />

cómo vaya a afectar esto; la alimentación, el<br />

ejercicio en el sueño, todo eso es algo que será<br />

muy importante, incluso el sueño de los que<br />

hacen viajes espaciales, estudiarlo para hacer<br />

viajes artificiales.<br />

Referencias de imágenes:<br />

[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />

de http://www.facebook.com/photo.php?fbid=111617652259479&set<br />

=a.102898423131402.7851.100002337335193&type=1&theater<br />

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[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />

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de http://www.pnlnet.com/img/erickson1.jpg<br />

[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />

de http://www.facebook.com/photo.php?fbid=10150765069235075&<br />

set=t.100002337335193&type=3&theaterv


Dossier<br />

Pensar en el nombre de Freud (1856-1839)<br />

Por Martha Patricia Liévano Franco<br />

Maestra de la Facultad de Psicología y<br />

de la Maestría en Ciencias con opción<br />

en Violencia Familiar de la Universidad<br />

Autónoma de Nuevo León, México.<br />

Dra. por el Departamento de Psicología<br />

Social de la Universidad Autónoma de<br />

Barcelona, España<br />

Margarita Shears Lozano<br />

Maestra de la Facultad de Psicología y<br />

de la Maestría en Ciencias con opción<br />

en Violencia Familiar de la Universidad<br />

Autónoma de Nuevo León, México.<br />

Estudios de doctorado en Psicología<br />

Clínica y de la Salud en la Universidad de<br />

Salamanca, España.<br />

Pensar en el nombre de Freud. Pensamos<br />

que Freud es alguien a quien ahora<br />

se conoce sólo de nombre; pertenece<br />

a una generación agitada, que fue testigo de<br />

una y otra guerra, que vio nacer el siglo XX,<br />

nuestro siglo y no podrá verlo morir.<br />

Freud, su nombre, se halla lejos ya y hoy<br />

todavía se discuten sus actividades sobresalientes<br />

a nivel teórico, técnico, ideológico, filosófico,<br />

político, etcétera, e incluso, se debaten<br />

e indagan detalles de su vida privada con curiosidad<br />

voraz: ¿A dónde iba de paseo? ¿Cómo<br />

hacía para escribir tantas y tantas cuartillas?<br />

¿Coleccionaba pinturas, imágenes, figuras?<br />

¿Era Ana su hija favorita? En fin…<br />

Freud, a pesar de los años, sigue siendo un<br />

flamante generador de preguntas brillantes<br />

y triviales; no ha dejado de estar presente en<br />

las ociosas mesas de los cafés para intelectuales,<br />

en los textos de psicoanalistas, sociólogos,<br />

médicos filósofos, psicólogos, educadores y<br />

lingüistas; en la boca de tantos tercos profesores<br />

y enardecidos congresistas; en el coraje<br />

afilado de sus opositores.<br />

Freud no cesa<br />

y no se cansa de ser<br />

objeto de múltiples<br />

ensayos, e investigaciones<br />

críticas, alegatos<br />

y vituperios,<br />

mitos, apologías,<br />

continuaciones, rumores…<br />

Ha nacido y<br />

muerto el Freud<br />

Marina Duque Mora<br />

Psicoanalista. Maestra de la Facultad de<br />

Psicología y Coordinadora de la Maestría<br />

en Ciencias con opción en Violencia<br />

Familiar de la Universidad Autónoma de<br />

Nuevo León, México<br />

de carne y sangre; el primer psicoanalista, el<br />

que revolucionó su tiempo afianzado en su<br />

propia intimidad, el fumador incansable que<br />

descubrió el inconsciente y su maquinaria<br />

que apesta y perfuma; el que se atrevió a enfrentarse<br />

con toda la psicología y la medicina<br />

que precedieron al nacimiento del psicoanálisis.<br />

Muerto está, y de él, dentro de poco no<br />

se encontrarán ni rastros, habrá de diluirse su<br />

polvo entre el polvo anónimo. Sin embargo,<br />

Freud persiste en toda su estatura, su arrojo y<br />

su prudencia. Freud persiste como creador de<br />

un aparato de conocimiento cuya consistencia<br />

ha logrado extenderse a través de distintas interpretaciones,<br />

para alimentar la emergencia<br />

de distintas tendencias o escuelas o grupos<br />

cuya mirada pretende apuntar hacia Freud en<br />

ocasiones sólo supuestamente.<br />

Como esforzado intelectual, no se desgasta<br />

sino que, al contrario, se fortalece y se expande<br />

con las inquietudes que inspira y engendra<br />

en los distintos medios clínicos y culturales<br />

donde es escuchado ávidamente.<br />

Uno de los afanes que se asoman mayormente<br />

entre los interesados en el nombre de<br />

Freud es el de recuperarlo. Esta recuperación<br />

puede efectuarse desde distintos enfoques.<br />

Así pues, tenemos las siguientes tentativas:<br />

1. Recuperación biográfica en el sentido<br />

tradicional (anécdotas, fechas, obras, relaciones<br />

familiares, relato de hallazgos<br />

y búsquedas. Por ejemplo: Irving Stone<br />

(1971), Martin Freud. (1966). 1<br />

2. Recuperación biográfica en el sentido<br />

29


30<br />

Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />

psicoanalítico (análisis de sus sueños, sus<br />

lapsus linguae y sus lapsus calami, sus ligazones<br />

y sus rompimientos, sus puntos<br />

ciegos y sus obsesiones. Por ejemplo: Didier<br />

Anzieu, (1979); Alexander Grinstein,<br />

(1981). 2<br />

3. Recuperación de índole teórico-técnica<br />

(lectura y seguimiento paciente de sus<br />

textos. Selección, organización y clasificación<br />

de los mismos. Búsqueda de problemas<br />

apenas atisbados. Empeño en la<br />

continuación de su obra. Por ejemplo: J<br />

Laplanche y J. Pontalis (1981). 3<br />

4. Recuperación de índole exclusivamente<br />

teórica, o bien teórico-técnica, a partir<br />

de una problemática no psicoanalítica<br />

(ejercicio de una lectura filosófica, histórica,<br />

política, literaria o sociológica de la<br />

obra de Freud. Por ejemplo Paul Ricoeur,<br />

(1999), Judith Butler (2001), Slavo Zizek<br />

(1992). 4<br />

Dado el entrecruzamiento y la eventual<br />

cooperación entre las distintas tentativas de<br />

recuperación del nombre de Freud, sus pertenencias<br />

no llegan jamás al descanso. Nunca<br />

falta un psicoanalista que escarba entre su correspondencia<br />

privada, que revisa sus libros y<br />

sus adornos; un filósofo que examina sus manuscritos<br />

en busca de agazapadas referencias;<br />

un sociólogo que caza a sus descendientes,<br />

armado con una eficaz grabadora… la consigna<br />

es entonces: indagar, escarbar y revolotear<br />

para recuperar!<br />

Por todo esto, sostener el enunciado: Pensar<br />

en el nombre de Freud encierra un designio<br />

de largo alcance, que exige un verdadero esfuerzo<br />

al que no se debe uno indisponer.<br />

Los tiempos de Freud, de los inicios de<br />

Freud como psicoanalista son tiempos modernos<br />

(en la acepción chaplinesca del término).<br />

Tiempos donde se verifica un implacable<br />

endurecimiento de los horarios de trabajo y<br />

descanso. Todo sea por y para la disciplina, la<br />

ordenada armonía. Donde las razones para<br />

las revueltas y las batidas callejeras no esca-<br />

sean. Tiempos en que ser judío en Europa no<br />

es precisamente una ventaja.<br />

Eso con la vida laboral y política, pero, preguntemos:<br />

¿Qué hay con la intimidad durante<br />

los años del Freud inicial? ¿Cuál es el estado<br />

de los códigos cotidianos reguladores de las<br />

relaciones sexuales?, por ejemplo. ¿Qué decir<br />

de las instancias de la producción discursiva<br />

dedicada a la sexualidad? ¿Existen privilegios<br />

en este nivel vital o se sufre una «igualdad sexual»<br />

de alcances generales? ¿Hasta dónde el<br />

sexo es hablado? ¿Hasta dónde y por qué se<br />

calla? ¿Qué condiciones hay que soportar para<br />

acceder a los usos de la sexualidad? ¿Se organiza<br />

ritualmente rondando un templo o lugar<br />

especial y una hora sagrada? ¿Quién es el hereje<br />

que reniega de este orden tan apreciado?<br />

En la Historia de la sexualidad (1977), Michael<br />

Foucault concibe el intercambio sexual<br />

inmerso en un proceso estratégico, atenido<br />

a un conjunto de dispositivos que le otorgan<br />

una definición social, que diferencian en el<br />

cuerpo lo aceptado de lo prohibido, la lógica<br />

del poder de la subversión y la contra natura.<br />

¿De qué modo el saber organizado asume o<br />

se desentiende de esta búsqueda de la clasificación<br />

y la codificación?<br />

La palabrería, la verborrea alrededor del<br />

sexo, el verlo y reconocerlo en todas sus manifestaciones,<br />

trae consigo, desde hace cuatro siglos<br />

una fórmula del rechazo, un extraño modo


de negar afirmando que no se niega. Mudo palabrerío<br />

que disfraza un discurso encubridor.<br />

Nuestra sociedad occidental moderna, a<br />

diferencia de las sociedades orientales, carece<br />

del intrincado erotismo descrito en sus libros<br />

tradicionales, que para nuestras tierras resultan<br />

inaplicables; para compensar esta desventaja,<br />

se ha inventado una ciencia sexual, una<br />

tentativa de saber a través de la confesión.<br />

La confesión puede ser de corte: religioso,<br />

médico, legal, psicoanalítico.<br />

Este último modelo de<br />

la escucha es una novedad<br />

que nos dio el siglo XX,<br />

que vuelve peculiar a este<br />

siglo y nos hacer parecer,<br />

en general, bastante renuentes<br />

al discurso sexual.<br />

Freud ha llevado a<br />

cabo entonces una doble<br />

inauguración. Establece<br />

un diálogo con la locura,<br />

cuyo instrumento no es<br />

la mirada médica sino el<br />

oído, listo y atento al lenguaje.<br />

Además abre las<br />

puertas de una racionalización sin antecedentes;<br />

una revolución del pensamiento relacionado<br />

con la sexualidad. Corte que no tendrá<br />

marcha atrás.<br />

El diálogo analítico promueve el brote de<br />

materiales de otro modo inaccesibles, cuya<br />

fuente debe remitirse al cuerpo y a la infancia.<br />

Sectores que han tenido que sucumbir a una<br />

existencia negociada, disimulada.<br />

El psicoanálisis despojó a la infancia de su<br />

máscara de inocencia para mostrarla en su<br />

desnuda piel de sexo y perversión. Freud abrió<br />

su criterio, su entusiasmo y su atención a la<br />

sexualidad. Fue precisamente<br />

esta apertura<br />

lo que lo apartó de<br />

Breuer, la que signó<br />

esta primera escisión;<br />

la colaboración clínica<br />

de ambos se vio obstruida,<br />

para Breuer<br />

Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />

por una denodada insistencia en lo sexual que,<br />

a fin de cuentas, le resultó intolerable.<br />

Durante la ejecución de los Estudios sobre la<br />

histeria, (1895-1973) Freud miró de frente a la<br />

sexualidad, cuando la descubrió en el fondo de<br />

la sintomatología histérica; decidió desvelarla<br />

llamándola por su propio nombre; y lo mismo<br />

hizo en el caso de las llamadas neurosis actuales,<br />

donde la causalidad patológica era más<br />

directa, más inmediatamente localizable en su<br />

componente sexual.<br />

Rumbo a 1895, Freud<br />

une el proceso de gestación<br />

del método psicoanalítico,<br />

tantea, ensaya<br />

la posibilidad de no interrumpir<br />

el habla de las<br />

psiconeurosis, especialmente<br />

de la histeria; todo<br />

esto le posibilita el descubrimiento<br />

de la sexualidad<br />

como basamento energético<br />

de estas formaciones<br />

a las cuales pretendía<br />

aproximarse desde un<br />

punto de vista dinámico,<br />

en tanto que rejuegos de fuerzas, que intercambios<br />

económicos.<br />

Sacudir la memoria, indagar entre los recuerdos<br />

desordenados, dejar a las palabras<br />

brotar atropelladamente o lentamente, todo<br />

este dispositivo le permitía la formación de hipótesis<br />

atrevidas en torno a qué fuerzas se ocultaban<br />

detrás del velo sintomático que, como<br />

cortina de humo, le era puesto enfrente. Sus<br />

trabajos acerca de la histeria encierran tanto<br />

información de tipo teórico como indicaciones<br />

psicoterapéuticas y la presentación de informes<br />

clínicos.<br />

Breuer había dado con la «catarsis» y, armado<br />

con ella, había abordado la histeria mucho<br />

antes que Freud. Y este último se hará cargo de<br />

llevar este método al extremo, a sugerencia de<br />

una de sus pacientes. Este camino hacia la asociación<br />

libre, hacia la atención flotante, la neutralidad<br />

y la conceptualización de la neurosis<br />

de transferencia, en una palabra, hacia el mé-<br />

31


32<br />

Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />

todo psicoanalítico, es también el camino hacia<br />

una conceptualización analítica de lo sexual.<br />

Terquedad freudiana. Es el empeño en la<br />

visualización de los fenómenos de la técnica<br />

sugestiva, hipnótica y catártica, así con la formulación<br />

del aparato técnico psicoanalítico,<br />

metodología cuya superioridad respecto de<br />

sus antecesores es sumamente notable.<br />

Mirar adentro, atrás, sin terror. Recordar<br />

por fin lo desconocido. Hablar sin tapujos<br />

para ser sin tapujos escuchado. Recuperar la<br />

memoria, recuperar el pasado. Recuperación<br />

por cierto bastante peligrosa, que conlleva<br />

un encuentro con el desarrollo del conjunto<br />

de la sexualidad infantil, cuyo curso fue trazado<br />

teóricamente hasta 1905; encuentro con<br />

aquello que, aunque perenne e irrenunciable,<br />

ha cedido en una transacción que la ha dejado<br />

cubierta por el olvido, por la famosa «amnesia<br />

infantil», aparentemente absoluta e inviolable,<br />

encuentro con lo reprimido.<br />

El psicoanálisis freudiano pone en escena, o<br />

sea, vuelve representable, en el plano clínico y<br />

conceptual, un objeto sin precedentes. El psicoanálisis<br />

pregunta cuáles son las actitudes del<br />

analizado frente al deseo infantil y frente a la<br />

imposibilidad de que éste sea satisfecho sin el<br />

esfuerzo y la mediación de determinadas negociaciones<br />

íntimas; pregunta por los modos<br />

constitutivos a través de los cuales el sujeto en<br />

cuestión devino portador de su particular resolución<br />

correspondiente a la conflictiva edípica;<br />

se cuestiona cómo fue que el sujeto fue instado<br />

a «elegir» la asunción de tal o cual entidad psicoanalíticamente<br />

reconocible, de esta o aquella<br />

formación sintomática; rastrea todas y cada<br />

una de las manifestaciones de este nuevo objeto<br />

que es lo reprimido; escucha aquello que<br />

solía permanecer arrumbado, desatendido por<br />

la medicina y la psicología anteriores.<br />

¿El aporte analítico fundamental? El descubrimiento<br />

del inconsciente: materia cuya<br />

captación, cuyo medio de emergencia más<br />

importante es su representación en los juegos<br />

del lenguaje, cuya percepción es medida y facilitada<br />

por la materialidad de la palabra, del<br />

diálogo y la sordera, de la alusión indirecta y los<br />

múltiples sentidos encerrados en cada enunciación.<br />

A partir de Freud son registrables estos<br />

fenómenos, a la luz de una situación donde es<br />

la búsqueda de la descomposición del discurso<br />

en sus distintos componentes pulsionales<br />

la invariable; investigación que representa una<br />

tendencia a la formulación de una economía<br />

capaz de explicar la formación constitutiva y<br />

el funcionamiento psíquico del sujeto a raíz de<br />

su historicidad infantil como sustentados de<br />

una cierta erogeneidad que lo moldea y le ofrece<br />

un «destino» particular, un «destino» que es<br />

en realidad el destino de un conjunto de transacciones<br />

psíquicas en las cuales el personaje<br />

principal no es la voluntad ni la conciencia del<br />

sujeto, sino la maquinaria energética conocida<br />

bajo el concepto de pulsión.<br />

Ver las cosas con una óptica dinámica, en<br />

términos de energía, de intercambios pulsionales,<br />

expresamente sexuales, costó a Freud<br />

una lucha con el puritanismo y la hipocresía<br />

de su tiempo, le costó la desconfianza y el rechazo<br />

inicial de sus colegas médicos, del propio<br />

Breuer, de toda la sociedad vienesa mientras<br />

el movimiento psicoanalítico no adquirió<br />

la fuerza necesaria para hacer sucumbir a la<br />

oposición, no desaparecer sino sucumbir.<br />

Queremos antes de continuar, manifestar<br />

nuestro desagrado ante la idea de que una época<br />

pueda ser preferible respecto de cualquier<br />

otra. Así pues, caracterizar las actitudes sociales<br />

dominantes respecto al ejercicio y el habla<br />

de lo sexual en la Europa de fines del siglo XIX<br />

y principios del XX, hay que comenzar por ver<br />

cómo en la familia, la procreación define a la sexualidad<br />

lícita y la diferencia de la otra sexuali-


dad: la de los burdeles, la pre o extramarital, la<br />

degenerada o perversa. La consigna es: casarse<br />

y hacer lo que hay que hacer siempre y cuando<br />

la procreación esté de por medio.<br />

Consecuentemente, el hecho de que Freud<br />

enarbolara que mucho más allá de la sexualidad<br />

convencionalmente reconocida existe una<br />

sexualidad infantil que modela y condiciona<br />

la sexualidad adulta y que interviene, prácticamente,<br />

en toda la vida humana, hubo de<br />

despertar resistencias, repudio.<br />

De modo que la sexualidad psicoanalítica<br />

plantea además de la lidia con las manifestaciones<br />

del inconsciente, tal como se presenta<br />

en la clínica, el trato con una oposición social<br />

que no era fácil de contener ni de ser vencida,<br />

esta lucha costó y cuesta todavía mucho al psicoanálisis;<br />

pues las manifestaciones sociales<br />

de la resistencia contra la sexualidad infantil<br />

continúan emergiendo por distintos medios.<br />

Si lo inconsciente, lo reprimido sigue siendo<br />

interés del psicoanálisis tiene, a pesar de<br />

sus opositores y de los prejuicios y mitos que<br />

le salgan al paso su labor asegurada. El psicoanálisis,<br />

en tanto institución, que cuerpo social,<br />

asoma en un contexto en donde seguramente<br />

no es bienvenido: su aparición genera desconcierto,<br />

desconfianza, reticencia.<br />

El nacimiento del psicoanálisis está signado<br />

por su decidido acercamiento al acceso histérico,<br />

enfermedad objeto del aparato médico y, concretamente,<br />

de una de sus especialidades más os-<br />

Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />

curas: la psiquiatría. Ante esta disciplina, Freud<br />

viene a forjar una subversión del problema, una<br />

renovación de los modos de trabajo clínico.<br />

Es evidente, hay en esta puesta en escena un<br />

lugar central del deseo; es él quien ocupa ese<br />

sitio primordial, carente de competidores, goza<br />

de un espacio que trasciende el ordenamiento<br />

y la clasificación de los síntomas, que supera<br />

con mucho a la visión clínica psiquiátrica y que<br />

posibilita al psicoanalista para localizar aquello<br />

que la sintomatología trasmite y esconde<br />

en un solo movimiento, su fondo, las vinculaciones<br />

infantiles del paciente, así como su organización<br />

actual e incluso la escenificación de<br />

estos vínculos con respecto al analista; es decir,<br />

a partir de que se pregunta por el deseo es ya<br />

posible poner en acción una lectura de nueva<br />

factura, una versión, una reconstrucción de la<br />

historia, de las vicisitudes y la represión soportada<br />

por el paciente, de su memoria y su olvido;<br />

lo mismo es posible un análisis de sus enlaces<br />

transferenciales, y también una visión del material<br />

contra-transferencial comprometido en<br />

el curso del tratamiento. Todo esto viene a<br />

reforzar al psicoanálisis como una concepción<br />

distinta y ajena a la psiquiatría; a pesar de que<br />

Freud hubo de surcar los vericuetos de la formación<br />

médica. Así pues, las diferencias entre<br />

ambas no tardaron en brotar. Sin embargo las<br />

diferencias no estallaron escandalosamente. Se<br />

guardó la calma. ¿Qué fue lo que impidió que<br />

las discusiones afloraran de manera encarnizada?<br />

¿Un sencillo anhelo de armonía compartido<br />

por psiquiatras? ¿Qué escondía esta fachada<br />

de cordialidad?<br />

El periodo histórico europeo que contextualiza<br />

el nacimiento del psicoanálisis es de<br />

una relativa calma social. A pesar de la cual,<br />

la violencia y las tensiones amenazaban con<br />

atreverse a invadir las calles.<br />

Las barricadas de los socialistas habían sido<br />

prácticamente barridas en 1848, en 1871, ya no<br />

se estaba en época de revueltas y tiroteos. Que<br />

nadie alzara una barricada, sería un grandísimo<br />

error. Los ideales dominantes son el bienestar<br />

compartido, la paz, el fortalecimiento industrial.<br />

Los arranques del siglo XX muestran, por<br />

33


34<br />

Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />

una parte, un claro debilitamiento de las luchas<br />

obreras, una baja de su intensidad y de su<br />

frecuencia; y por otro lado, la formación de las<br />

condiciones propicias para la transformación<br />

económica de Inglaterra, Alemania y Francia: el<br />

encaminamiento hacia la prosperidad burguesa,<br />

hacia el estrechamiento de los lazos del capitalismo<br />

internacional, de las distintas burguesías<br />

europeas, fascinadas por el erguimiento de una<br />

renovación industrial, por la construcción de<br />

una sociedad dominada por el capitalismo monopolista,<br />

por esta nueva fase del capitalismo, a<br />

la cual Lenin llamaría imperialista.<br />

En el plano ideológico, el marxismo era, a<br />

principios del siglo XX, una concepción del<br />

mundo prácticamente omnipresente. Su empuje,<br />

su coraje habían hecho muchos estragos<br />

desde los tiempos de la Primera Internacional.<br />

De manera que donde quiera que un conflicto<br />

se escenificara, el punto de vista marxista se<br />

ponía en juego, inevitablemente.<br />

La burguesía, sedienta de consolidación<br />

económica y dominio político sobre todos los<br />

estratos económicos inferiores, intentaba sofocar<br />

el pensamiento marxista, buscaba silenciarlo<br />

sobre la base de las reformas políticas, o<br />

bien de la violencia desatada, pero también se<br />

veía obligada a la repartición de antídotos intelectuales<br />

contra el virus rojo, contra el materialismo<br />

dialéctico. He aquí que la concepción<br />

positivista del mundo, junto a las tradiciones<br />

religiosas, era difundida a toda voz por todos<br />

los medios posibles.<br />

Desde 1948, un fantasma no se cansaba<br />

de recorrer Europa, no se cansaba de inquietar<br />

a sus habitantes; y contra ese fantasma, la<br />

irrupción del positivismo europeo jugó un<br />

papel medular. A efecto de esa contraofensiva<br />

ideológica burguesa fue que se alentó el cundimiento<br />

de valores como «progreso científico<br />

y técnico», en tanto que sinónimos de ausencia<br />

de crítica social y del uso del ritual de los<br />

materiales y procedimientos experimentales.<br />

La psiquiatría era, puede decirse, una buena<br />

hija de las ciencias experimentales y, por<br />

ello, contaba con un considerable prestigio<br />

social, siempre y cuando se basara en criterios<br />

exclusivamente biológicos, o bien, neurológicos.<br />

Freud, neurólogo inquieto, atento y ávido<br />

de dar con métodos efectivos en el tratamiento<br />

de las enfermedades nerviosas, se introdujo<br />

en la práctica de diversas técnicas terapéuticas,<br />

que luego de algunos ensayos abandonaría decepcionado.<br />

Para hablar del contexto psiquiátrico<br />

en el que Freud se desenvuelve, hay que<br />

ir un poco atrás.<br />

En el siglo XVIII, Mesmer, quien estudió<br />

medicina en Viena y partió de ahí (donde no<br />

era bien visto) a Paris, comenzó a divulgar un<br />

conjunto de teorías relativas a un supuesto fluido<br />

universal, cuyo desequilibrio es el origen de<br />

las enfermedades mentales. El magnetizador,<br />

esta nueva especie de médico, curaba a través<br />

de la regulación de este fluido (magnetismo) en<br />

el paciente, utilizando para ello pases magnéticos.<br />

Esta teoría y esta terapéutica conservan<br />

vigencia hasta el siglo XIX, donde se abre una<br />

nueva fase en la historia del tratamiento de las<br />

enfermedades mentales: la época del hipnotismo.<br />

Los nombres más importantes de este periodo<br />

son Liebeault, Bernheim y Charcot.<br />

Freud se acerca a este último, esperanzado,<br />

después de haber fracasado en sus acercamientos<br />

a la hidroterapia y a la electroterapia.<br />

Imbuido en el método hipnótico, Freud<br />

trabaja arduamente hasta convencerse, mientras<br />

colabora con Breuer, de que la hipnosis es<br />

un obstáculo para el tratamiento, ya no una<br />

ventaja sino un estorbo. Posteriormente, después<br />

de la Interpretación de los sueños, Freud,<br />

analizando las relaciones entre paciente y terapeuta,<br />

descubre la transferencia, descubre la<br />

contratransferencia y comprende que la labor<br />

de médico tiene que ser, antes que la de clasificar<br />

y diagnosticar, escuchar, escuchar sin guiar<br />

y sin interrumpir. De esta manera, Freud dio<br />

un nuevo sentido al problema diagnóstico y lo


despojó de su sentido descriptivo para otorgarle<br />

un sentido dinámico. El psicoanálisis no<br />

se preocupa exclusivamente de la localización<br />

y desaparición de los síntomas, se preocupa<br />

por el intercambio, por el rejuego de fuerzas<br />

que está detrás de cada sintomatología. Pero<br />

¿y la psiquiatría? ¿Iba a quedarse cruzada de<br />

brazos ante hábil competidor?<br />

Freud optó por la cordialidad, por buscar el<br />

apoyo institucional antes que la discordia, para<br />

eso fue que recibió de pláceme a Jung, un psiquiatra<br />

húngaro cercano a las teorías de Kreapelin.<br />

Armó el movimiento psicoanalítico con<br />

elementos tales como Jung y Abraham, cuya<br />

trayectoria ponía en buenas condiciones al psicoanálisis<br />

ante la escena psiquiátrica de la época.<br />

Y en 1909, acompañado precisamente por<br />

Jung, viaja a los Estados Unidos con el fin de<br />

promover sus teorías ante los psiquiatras estadounidenses,<br />

quienes hubieron de introducir al<br />

psicoanálisis en su enseñanza y también como<br />

un auxiliar psiquiátrico. Gracias a esa cautela,<br />

el psicoanálisis, sí fue resistido por la psiquiatría<br />

que le fue contemporánea, mas no definitivamente,<br />

es decir, tuvo la oportunidad de<br />

transigir: prueba de ello son las teorizaciones<br />

de Bleuler dedicadas a la demencia precoz, y la<br />

«adaptación» de los conceptos freudianos que<br />

los psiquiatras estadounidenses comenzaron a<br />

poner en marcha a raíz de la visita que el padre<br />

del psicoanálisis les ofreciera.<br />

Es notorio que incluso en 1917 (cuando la<br />

Asociación Psicoanalítica ha sufrido ya, por<br />

ejemplo, las disensiones de Adler y Jung) Freud<br />

insista de una alianza con la psiquiatría, más<br />

que nada, condicionado por razones de orden<br />

político-institucional, de este modo, Freud<br />

hubo de orientar su interés hacia el poder médico,<br />

pues ahí le era posible obtener un confortable<br />

respaldo social, mientras que fuera de ahí<br />

lo acechaba la marginación y el desprestigio.<br />

Sin embargo, hay que subrayar que la actitud<br />

de Freud ante la medicina es ambivalente,<br />

ya que, en el plano institucional, no renuncia a<br />

establecer con la psiquiatría un diálogo cordial<br />

y paciente; mientras que en lo concerniente a<br />

sus investigaciones, reniega del instrumental<br />

Dossier: Pensar en el nombre de Freud<br />

neurológico o psiquiátrico, y procede guiado<br />

por sus propios descubrimientos.<br />

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poder. Cátedra. España. Slavoj. Zizek (1992). El sublime objeto de la<br />

ideología. Siglo XXI. México<br />

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36<br />

La celda<br />

/ The cell<br />

Director: Tarsem Singh<br />

Estados Unidos/2000<br />

Por Karla Ivalisse Perales Herrera<br />

| lic.ivalisseperales@yahoo.com.mx<br />

«En esta cinta de ciencia ficción, el<br />

director hindú nos muestra otra<br />

realidad, la interna; representada por<br />

el mundo interno de la mente, donde<br />

el tiempo se detiene y la acción<br />

transcurre a través de los sueños»<br />

Argumento<br />

Catherine Deane (Jennifer López) es<br />

una psicóloga que trabaja para un laboratorio<br />

científico que subvenciona<br />

un tratamiento vanguardista que consiste en<br />

penetrar en la psique de pacientes con profundos<br />

conflictos psicológicos para intentar resolverlos<br />

a través de la utilización de tecnología<br />

experimental y de impulsos eléctricos en condiciones<br />

especiales.<br />

Este método, potencialmente enloquecedor<br />

permite obtener información de la mente<br />

inconsciente de una persona, el cual Deane<br />

utiliza en el tratamiento de Edward, un niño<br />

que se encuentra en estado de coma.<br />

Gracias a este procedimiento, Catherine es<br />

capaz de experimentar los sueños, pensamientos,<br />

deseos, temores y meditaciones particu-<br />

lares que ocurren dentro de la psique de otra<br />

persona para ayudarla a superar un trauma.<br />

La historia da un giro inesperado, cuando<br />

el agente del FBI, Peter Novak (Vince<br />

Vaughn) recurre a la psicóloga Deane, como<br />

último recurso para rescatar a Julia Hickson<br />

(Tara Subkoff) de su secuestrador, el<br />

asesino de mujeres Carl Stargher (Vincent<br />

D´Onofrio); quien ha caído en estado de<br />

coma como consecuencia del agravamiento de<br />

un tipo de esquizofrenia descrita en la cinta<br />

como «Síndrome de Wallen»<br />

La intención de los agentes es que Catherine<br />

logre introducirse en la mente de Stargher<br />

para intentar descubrir el lugar dónde se encuentra<br />

oculta su última víctima aún con vida.<br />

El mundo onírico de los sueños<br />

La cinta comienza con una secuencia de escenas<br />

llenas de inusitada belleza, Catherine se<br />

encuentra en un hermoso desierto, lugar dónde<br />

logra establecer contacto con su paciente y<br />

donde al mismo tiempo, se encuentra aislada<br />

la personalidad del niño. Esta escena representa<br />

una realidad alterna a la propia realidad;<br />

la del mundo de los sueños.<br />

La acción de soñar consiste en la representación<br />

mental de imágenes, sonidos, pensamientos<br />

y sensaciones durante el sueño y<br />

de manera involuntaria y donde la lógica y el<br />

tiempo no existen. Gran parte de la acción de<br />

la cinta transcurre en esta realidad.


Según la concepción tradicional Freudiana<br />

respecto a los sueños, éstos son impulsos perturbadores<br />

que la mente disfraza y son útiles<br />

para tratamiento terapéutico, ya que albergan<br />

claves de los conflictos del pasado de los individuos.<br />

De acuerdo con esta perspectiva, el<br />

director de esta cinta nos muestra que el mundo<br />

onírico de Stargher adquiere un aspecto<br />

pesadillesco, semejante al infierno de Dante.<br />

Encuentro con el inconsciente<br />

Catherine logra introducirse en la psique<br />

de Carl estableciendo contacto con su inconsciente<br />

a través de sus sueños. Desde el punto<br />

de vista psicoanalítico, éstos son realizaciones<br />

deformadas de deseos inconscientes, portadores<br />

de contenido psicológico significativo y de<br />

carácter latente.<br />

Para recrear este universo de pesadilla, el<br />

director de esta cinta se vale de diversos elementos<br />

visuales, tales como las obras artísticas<br />

de Damien Hirst y arte surreal, como el<br />

utilizado por Floria Sigismundi (Beautiful<br />

People y Tourniquete de Marilin Manson)<br />

PsiqueCinema<br />

para la recreación del mundo retorcido de<br />

Stargher. Asimismo se vale también de simbolismos<br />

arquetípicos que hacen referencia a<br />

la divinidad, la santidad, la purificación, la<br />

redención del alma, el dolor, el placer, la<br />

violencia y la sumisión.<br />

La manifestación del trastorno de Carl, podía<br />

verse claramente reflejada en el contenido de sus<br />

sueños, puesto que en este mundo onírico alternaban<br />

constantemente sus dos contrapartes.<br />

Un aspecto de su personalidad dominada<br />

completamente por un «Súper yo» distorsionado,<br />

es decir, su alter ego personificado en la<br />

figura de un demonio, representaba la parte de<br />

su personalidad perturbada y sádica, producto<br />

de una serie de maltratos sumamente violentos<br />

sufridos a mano de su padre durante su infancia.<br />

Por otra parte, se ve a sí mismo como el<br />

rey de un mundo sumamente retorcido en<br />

que podía dar rienda suelta a todas sus fantasías<br />

y en que las mujeres que asesinó estaban<br />

dispuestas a complacerle y servirle. En<br />

este mundo, los actos terribles que cometió<br />

en la realidad cobran vida en la fantasía de su<br />

mente. Como por ejemplo cuando se ve a las<br />

mujeres que asesinaba con vida, con aspecto<br />

de tétricas muñecas o cuando se observan sus<br />

encuentros con su padre durante la niñez.<br />

El otro aspecto de su personalidad, personificado<br />

como Carl niño, representa la parte<br />

de bondad e inocencia que aún habita en él, la<br />

cual permitirá a Catherine dar con el paradero<br />

de la última víctima, pero también, comprender<br />

sus acciones en la realidad.<br />

Modus operandi de Carl Stargher.<br />

Análisis de la personalidad<br />

La personalidad más desarrollada en toda<br />

la cinta es la del asesino, puesto de toda la película<br />

gira en torno a él. Su análisis nos permite<br />

conceptualizar los pensamientos de un<br />

asesino psicótico; entender la concepción de la<br />

lucha del bien y mal y su simbolismo, así como<br />

también la del trabajo psicoanalítico como terapia<br />

de curación.<br />

Durante su infancia, Stargher fue sometido<br />

a un ritual de bautizo dentro del agua, el<br />

37


38<br />

PsiqueCinema<br />

cual le ocasionó el mal de Wallen. Desarrolla<br />

un Súper yo alterado, vengativo, castigador,<br />

punitivo y rígido, debido a los constantes<br />

abusos a los que fue sometido por parte de<br />

la figura paterna (la figura materna era inexistente)<br />

desatando en él la crueldad y violencia<br />

experimentándola como un hecho cotidiano.<br />

Siente culpa por no satisfacer el deseo del padre<br />

y a la vez, se identifica con éste, que constituye<br />

su ideal. Renuncia a sí mismo y niega<br />

sus propios deseos masculinos para someterse<br />

a algo ajeno.<br />

Desarrolla un alter ego sádico que lo lleva a<br />

matar mujeres con intención de «purificarlas»,<br />

ritual que consistía en colocar a las chicas dentro<br />

de una gran celda, que se iba llenando de<br />

agua de manera automática en un lapso de cuarenta<br />

horas. Una vez ahogadas, las bañaba con<br />

lejía hasta que adquirían el aspecto de muñecas.<br />

La idea persistente en la mente de Carl era<br />

la salvar sus almas a través del agua y la lejía,<br />

una similitud con el simbolismo del bautismo.<br />

Carl también mostraba rasgos narcisistas,<br />

puesto que cuando Catherine descubre<br />

su mundo, que se ve a sí mismo como un rey.<br />

Esto se pone en evidencia en los asesinatos<br />

que realizó, donde, al transformar a sus víctimas<br />

en muñecas, se autosatisfacía por medio<br />

de la masturbación, colgándose a una plataforma<br />

sujetado por catorce anillos de acero, ritual<br />

en donde predominaba el dolor y el placer.<br />

Al explorar la mente de Carl, nos remitimos<br />

a los traumas de la infancia que provocaron<br />

la desviación de su conducta y lo convirtieron<br />

en un ser completamente sádico y amoral. Su<br />

reivindicación hace referencia a concepciones<br />

clásicas de la salvación del alma desde el punto<br />

de vista religioso. Por ejemplo, cuando durante<br />

el oscurantismo se creía que el auto flagelo y el<br />

dolor liberaban de la culpa al pecador.<br />

De esta forma, Catherine también logra liberar<br />

al niño Carl, al ahogarlo en una piscina, fuera<br />

de su mundo e introduciéndolo en su mente, tal<br />

y como él mismo narra que salvó a un parajillo<br />

de una muerte horrorosa a manos de su padre,<br />

ahogándolo en el fregadero de la cocina.<br />

El mito del héroe<br />

La representación del viaje que realiza la<br />

terapeuta dentro de la mente del asesino, hace<br />

referencia al mito arquetípico del héroe, presente<br />

en las más diversas culturas y también<br />

en nuestros sueños.<br />

A través de este mito, Jung intentó explicar<br />

el significado psicológico que tiene para un<br />

individuo en proceso de afirmar su personalidad<br />

así como también para una sociedad que<br />

anhela encontrar una identidad colectiva.<br />

Según Jung, el objetivo del mito del héroe<br />

es tomar conciencia del ego individual y de las<br />

propias fuerzas y debilidades. El héroe debe<br />

emprender este viaje para superar las múltiples<br />

cadenas del mundo del karma para realizar<br />

su dharma o destino, bajando a los infiernos<br />

para exorcizar sus demonios, tal como<br />

Dante, Teseo, Buda, entre otros.<br />

The cell, es precisamente una nueva versión<br />

de este potente mito. La psique del asesino<br />

podría compararse con el reino del Hades, de<br />

la mitología griega o como referencia al mito<br />

de Teseo, la mente es el inmenso laberinto<br />

interno donde habita el monstruoso Stargher<br />

y también, donde se encuentra perdida su<br />

consciencia, su alma herida, que sobrevive en<br />

la personificación de Carl niño; desamparado<br />

y atrapado por la representación de su padre<br />

autoritario y sus constantes abusos de poder.<br />

La Autorrealización del inconsciente.<br />

El proceso terapéutico<br />

Los procesos terapéuticos mediante la interpretación<br />

de los sueños tienen su origen en<br />

la antigua Grecia, en los templos de la salud del<br />

dios Asclepio, a los que los enfermos acudían


en peregrinación; a su llegada debían realizar<br />

ritos de purificación, para posteriormente<br />

introducirse en el Abaton, que era un lecho<br />

en los recintos interiores, dónde se producía<br />

la cura del fiel durante el sueño y sin embargo,<br />

en diversas épocas históricas se ha intentado<br />

comprender el significado de los sueños para<br />

orientarlo a la auto realización del inconsciente.<br />

Según Freud, la finalidad de la terapia es<br />

hacer consciente lo inconsciente y Jung describía<br />

que para llegar a ello, debe darse una<br />

respuesta y solución desde lo interno a las relaciones<br />

de la vida. Solo cuando una persona<br />

es capaz de comprender sus propios símbolos,<br />

es cuando ha sanado a sí mismo y esto le permitirá<br />

indagar o aventurarse en otros «inconscientes»<br />

para sanarlos.<br />

Esta cinta crea un paralelismo con el psicoanálisis<br />

freudiano en que mediante la hipnosis<br />

o través del discurso del paciente, se<br />

llega al inconsciente de la persona con la finalidad<br />

de averiguar el trauma original que<br />

genera su comportamiento actual y poderle<br />

otorgar una solución.<br />

En este proceso, el terapeuta también se<br />

enfrenta a diversos obstáculos como en la<br />

cinta, para poder acceder al inconsciente del<br />

paciente; éstas son las emociones; vergüenza,<br />

ira, miedo, es decir, sus mecanismos de defensa;<br />

que en este caso, son representados en la<br />

cinta como seres estrambóticos, que impiden<br />

al niño acercarse a su terapeuta.<br />

Cuando estas emociones surgen, la mente<br />

se vuelve inestable y peligrosa, de modo que se<br />

produce un bloqueo en la terapia y «hay que<br />

salir de ahí», del inconsciente, metafóricamente<br />

hablando; en la cinta es cuando aparecen<br />

esos seres o «monstruos» contra los cuales<br />

hay que luchar tanto el paciente, con ayuda de<br />

su terapeuta, para que pueda proporcionarle<br />

una terapia más efectiva que le permita comprender<br />

sus propios símbolos.<br />

Esta cinta abre de nuevo el debate entre<br />

aquellos que consideran que la interpretación<br />

de los sueños es importante para acceder al inconsciente<br />

de una persona y los que no restan<br />

credibilidad a este análisis.<br />

Referencia:<br />

Recuerdos, sueños, pensamiento. (s.f.). Recuperado de http://<br />

es.scribd.com/doc/53960251/1/PROLOGO<br />

Referencias de las imágenes<br />

PsiqueCinema<br />

(s.f.). Crítica: the cell. Recuperada de: http://gritosmundosbhf.blogs.<br />

mx/2012/08/critica-cell.html.<br />

(s.f.). Film: the cell. [Imagen]. Recuperada de http://tvtropes.org/<br />

pmwiki/pmwiki.php/Film/TheCell?from=Main.TheCell<br />

(s.f.). La celda. Recuperada de http://www.sosmoviers.com/2011/10/<br />

reportaje-la-noche-de-halloween-hoy-en-television/<br />

(s.f.). The cell. [Póster]. Recuperada de http://www.listal.cm/viewimage/5237<br />

(s.f.).The doll. The cell. Recuperada de http://lwww.listal.com/viewimage/5237<br />

39


40<br />

Cambio de planes<br />

Por Luis Ernesto Fuentes Hernández<br />

No podía creer lo que veía. Humo corría<br />

sobre lo que quedaba de la loza<br />

de concreto. Sólo un espacio pequeño<br />

del piso, parte del cual en su mayor parte<br />

sostenía mi cama, había frente a mí, pues la<br />

pared oriental de mi recamara ya no existía.<br />

Mi cama llena de tierra y algunas piedras, mi<br />

pijama llena de polvo también. Mi silueta estaba<br />

marcada al centro de la cama, rodeada de<br />

aquella tizna. Debajo podía ver un fragmento<br />

de la pared y el suelo de la cocina. Hacia el<br />

oriente y hasta donde alcanzaba la vista, casas<br />

destruidas. No había nadie en lo que quedaba<br />

de la casa. Solo yo.<br />

Las escaleras estaban intactas aunque todo<br />

lo demás eran ruinas. Bajé a ver, tal vez había<br />

señales de alguien, algún mensaje que me hubieran<br />

dejado. No encontré nada. Rocas y tierra<br />

sobre muebles y el suelo por doquier. Pensé<br />

que tal vez alguien se habría ocultado en el<br />

baño, que también estaba intacto, pero estaba<br />

vacío. Me observé en el espejo que estaba completo<br />

ahí dentro. Mi cara y mi pelo cubiertos<br />

de arena. Abrí la llave para lavarme pero solo<br />

tembló, haciendo ruido, salieron unas cuantas<br />

gotas disparadas y después nada.<br />

Salí a la calle para ver un paisaje desolador,<br />

entre casas hechas añicos, vehículos civiles que<br />

habían explotado, tanques y vehículos militares<br />

con las ruedas hacia arriba. Caminé hacia<br />

el horizonte, hacia un sol cubierto por nubes,<br />

humo y polvo, sobre arena en lugar de asfalto,<br />

pero corría la misma cinta de película de solo<br />

unos cuantos cuadros. Pasaba por las mismas<br />

casas destruidas y vehículos volcados. No había<br />

diferencia para mí. No causaba un sentimiento<br />

en mí tampoco. Aceptaba lo que veía.<br />

Me detuve en el centro de un crucero y observé<br />

a todos los horizontes. Quería encontrar<br />

a alguien que me explicara, pero no se escuchaba<br />

el más mínimo suspiro, más que el del<br />

viento corriendo sobre las ruinas.<br />

Cambié entonces de dirección. Hacia el sur.<br />

Misma percepción.<br />

Luego de caminar unas cuadras, y porque<br />

las piedras empezaban a lastimarme de verdad<br />

las plantas de mis pies descalzos, me detuve.<br />

Grité preguntando si había alguien ahí.<br />

Alguien que escuchara. Una voz a mi espalda<br />

me respondió y voltee. Un hombre mayor de<br />

pelo, barba y cejas canas estaba parado a veinte<br />

metros de mí al centro de la calle. Lloraba<br />

inconteniblemente, como un niño.<br />

—Levanté mi casa con mis propias manos…<br />

Amaba a mi esposa y a mis hijos… Llevé una<br />

buena vida… Fui a la iglesia cada domingo…<br />

Fui un buen vecino… Respeté a los demás siempre<br />

¡Y de un día para otro Dios te lo quita todo!<br />

¿Qué sentido tiene eso? ¡No es justo! ¡No tiene<br />

sentido!— Calló arrodillado mientras soltaba<br />

todo su llanto.<br />

A la distancia me parecía que el hombre tenía<br />

sus ojos enrojecidos de tanto llorar<br />

— ¿Por qué nos hace sufrir de esta manera?<br />

Trabajas toda la vida para tener un buen futuro<br />

y un día ya no tienes nada ¡No lo entiendo! ¡No<br />

lo entiendo! ¡Yo creía tanto en él! ¡Mi esposa, mis<br />

hijos, Dios mío…! — Volvió a soltarse en llanto<br />

y con dificultad se puso en pié, se dio media<br />

vuelta y caminó a la esquina donde dobló y


desapareció. Yo me quedé inmóvil al no poder<br />

ayudar a quien tenía su cabeza en otra parte y<br />

no quería escuchar.<br />

Regresé por donde venía y al primer cruce<br />

doblé hacia el Oriente. Caminé unas cuantas<br />

cuadras y volvía a doblar al Sur. Apenas después<br />

de una cuadra encontré a una mujer treintañera<br />

sentada en una silla a un lado de lo que quedaba<br />

de la puerta de entrada de su casa. Era lo único<br />

que estaba en pié, solo la puerta y el marco de la<br />

misma. Estaba visiblemente afectada.<br />

—Yo sólo quería un bebé. Estaba tan ilusionada.<br />

Ahora no tendré nada. Mi esposo y yo<br />

apenas teníamos un año de casados cuando se<br />

fue a pelear. Jamás regresó. Entiendo porqué lo<br />

hizo. Quería justicia y bienestar para mí y para<br />

nuestro bebé. Ahora lo entiendo. No me gusta<br />

pero acepto lo que ha sucedido. Supongo que hay<br />

un aprendizaje en todo esto.<br />

Se siente como si te arrancaran el corazón.<br />

Duele. Quisiera morir pero debo ser fuerte,<br />

debo luchar y seguir adelante. Sería cobarde<br />

si no lo hiciera. Me supongo que así debe ser.<br />

No parecía haber novedad. Mismo paisaje,<br />

mismas personas, mismo yo. Emprendí mi<br />

regreso instintivo a mi casa, aun cuando solo<br />

quedaban ruinas remanentes. Pero no estaba<br />

seguro del camino de regreso, no recordaba el<br />

recorrido. Entonces encontré a un niño rebotando<br />

una pelota en lo que quedaba de una pared.<br />

Era una pelota pequeña y rebotona. Parecía<br />

divertirse mucho con ella. Tendría nueve<br />

años, tal vez.<br />

— ¡Hola! ¿Cuál es tu nombre? —preguntó él<br />

cuando me acerqué.<br />

—Ernesto ¿Cuál es el tuyo?<br />

—Héctor ¿Ya te encontraste con ellos? — su<br />

pregunta me sorprendió y me desconcertó.<br />

— ¿Te refieres al viejo y la mujer?<br />

—Entonces ya los encontraste. Creo que no<br />

tengo que decirte que no hagas mucho caso. Tú<br />

sabes que la gente tarda mucho en aprender. Pasan<br />

siglos antes de que lo hagan. Ya sabías eso.<br />

Algunos se ciegan por su fe y su fanatismo. Otros<br />

pasan su vida culpando a Dios. Creen que todo<br />

es injusto, que son castigados. Otros se pierden en<br />

ilusiones y ven solo lo que quieren ver. Buscan sus<br />

respuestas en la mente y en lo objetivo.<br />

Pero hay algo que no sé ¿Debería preocuparme<br />

por ellos?<br />

—No. Aprenderán lo que tienen que aprender.—le<br />

dije — Es parte de su historia. Dios<br />

los escribió de esa manera. Estarán bien. Superarán<br />

sus pruebas si pueden ver las señales.<br />

Me pareció extraño que este niño no diera<br />

signos de tristeza, así que le pregunté:<br />

¿No perdiste a nadie como el viejo y la mujer?<br />

—A mis padres. Lloré, lo admito. Los amaba,<br />

pero pasó lo que pasó y ya nada puede cambiarlo.<br />

A veces los recuerdo y doy gracias porque me<br />

fueron dados como padres, pero debo continuar.<br />

De alguna manera es el ciclo natural de la vida.<br />

Además, sobrevivimos bien, pienso yo.<br />

¿Por qué hablas en plural? ¿Estás con más<br />

personas?<br />

—Sí, con gente como tú y como yo. Están en<br />

aquella casa — señaló a una casa que estaba entera<br />

casi llegando a la siguiente esquina — ellos<br />

entienden todo y lo saben todo. Dicen que se encontraron<br />

porque algo los llevó.<br />

—Algo así me trajo aquí. Tal vez deba hablar<br />

con ellos ¿Me puedes llevar?<br />

—Seguro, te agradarán.<br />

Cuando llegamos a la casa, una mujer madura<br />

salió a recibirnos. Su rostro y su cuerpo<br />

mostraban paz y su mirada iluminaba mi corazón.<br />

Sentía su calidez sólo con su presencia.<br />

¿Cómo has llegado hasta aquí, hijo?<br />

—Creo que Dios nos ha traído a todos ¿No lo<br />

cree? — ella sonrió.<br />

—Bienvenido a tu casa. Puedes quedarte si tú<br />

quieres.<br />

Así encontré mi hogar.<br />

Referencias de imágenes:<br />

Maktub: Cambio de planes<br />

Post-apocalipsis ambiente [imagen]. (2009). Recuperado de http://<br />

wallpapers-diq.com/wp/11__Post-Apocalypse_Environment.html<br />

Ciudad destruida [imagen]. (2012). Recuperado de http://creationtuts.com/wp-content/uploads/2012/10/ciudad-destruida.jpg<br />

41


42<br />

Discurso objetivante<br />

Para pensar el reconocimiento y la reificación<br />

se hace necesario hablar de<br />

las condiciones de su formación; no<br />

hablamos de un recuento histórico ni de una<br />

etimología o genealogía, quizá si de un acercamiento<br />

epistemológico, pero este acercamiento<br />

no se queda sólo en una linealidad de<br />

su aparición, sino que toma lo epistémico de<br />

la reificación en todo lo que sostiene su acontecimiento<br />

haciendo del reconocimiento y la<br />

reificación sólo un emergente cargado de contextualidad.<br />

El sujeto es una invención reciente, él ha<br />

emergido entrelazado de distintas prácticas<br />

sociales. Una de ellas es la invención en la<br />

pintura de la perspectiva (Najmánovich, 1999,<br />

Sousa Santos 2007). La perspectiva abría el<br />

espacio y el tiempo, y en el espacio el sujeto<br />

se diferenciaba del todo, se le concedía un lugar<br />

diferenciado y diferenciante con respecto<br />

al todo, él se volvía en espectador privilegiado.<br />

Doble consecuencia, una: ser objeto de conocimiento,<br />

dos: abrir discursos que lo sujeten a<br />

determinado saber.<br />

Él era quien abría el universo a sus más<br />

profundos secretos, leía las cosas (Foucault),<br />

nombraba y significaba la realidad y a la vez<br />

iba constituyendo las palabras y el discurso,<br />

ese que ya no dependía de las cosas, sino que<br />

En construcción<br />

Reificación, reconocimiento<br />

y grupalidad* (Primera parte)<br />

Por Baruch Martínez | (integrante de Demos Praxis) baruch.mtz@hotmail.com<br />

*Ponencia del alumno Carlos Gerardo Arquieta y Baruch Martínez Treviño "Reificacion, reconocimiento<br />

y grupalidad: un análisis crítico del discurso objetivante" presentada el día 18 de Noviembre 2011 dentro<br />

del V Coloquio de Estudiantes de Filosofía "El Papel de la Filosofía Hoy" en las instalaciones del CEPADIH<br />

Facultad de Filosofía y Letras, UANL<br />

por sí mismo se convertía en un objeto cuya<br />

voluntad le era ajena al sujeto. Pero por esta<br />

misma «autonomía» del discurso el sujeto se<br />

convertía en objeto de conocimiento, pasaba<br />

a ser el centro observado. Y era observado y<br />

explicado mediante la cuadrícula de la ciencia:<br />

mathesis y taxinomía. Es hablado con relación<br />

a una identidad y diferencia (qué tan<br />

idéntico o diferente soy al todo) esto es, con<br />

una taxinomía; así como con una mathesis: con<br />

una igualdad (en qué nivel estoy con respecto<br />

al todo). Un orden que la ciencia construye,<br />

más no descubre. «Las ciencias llevan siempre<br />

consigo el proyecto, aun cuando sea lejano,<br />

de una puesta en orden exhaustiva; tienden<br />

siempre también hacia el descubrimiento de<br />

los elementos simples y de su composición<br />

progresiva; y en su medio, son un cuadro, presentación<br />

de los conocimientos en un sistema<br />

contemporáneo de sí mismo» (Foucault).<br />

Para representar algo se construía el orden<br />

como rector, un orden que eliminaba el azar<br />

y el caos. A este orden ya le precedía la lógica<br />

formal. En el primero, el caos complejiza el<br />

orden, caos que había sido relegado lejos de<br />

los discursos del saber. La lógica formal eliminó<br />

las paradojas, se constituía en sus tres<br />

leyes: ley de la identidad («A» = «A»); ley de<br />

la contradicción («A» no es igual a «no A»);


ley del medio excluido («A» no es igual a «B»).<br />

Veámoslo más despacio. Un hombre es un<br />

hombre, un hombre no es igual a un no-hombre,<br />

un hombre no es igual a una mujer. Aquí,<br />

la identidad aparecía y cerrada, pero a esta<br />

identidad se le sumaba una concepción del<br />

todo: el hombre en el centro de la observación,<br />

un objeto para conocer, un reconocimiento<br />

objetivante. Ahora él es, idéntico a sí mismo,<br />

pero esta identidad está cargada de valor por<br />

el mero hecho de ser, por sus preceptos de<br />

verdad y validez, ser parte del todo, la idea de<br />

totalidad como rígida y finita. Ese todo es fijado<br />

a priori, elimina la contradicción. El todo<br />

está diluido en valoraciones y ésta petrifica la<br />

identidad volviéndola estática.<br />

La petrificación de la identidad es posible<br />

primero porque ahora se puede hablar del<br />

sujeto diferenciado pero (como segundo) el<br />

modo en que se diferenció lo igualó a todos<br />

los sujetos y se estatizó en su soledad compartida<br />

según escalas de identidad con el todo.<br />

El individuo como valor, él es igual a él,<br />

pero él exige las promesas a la modernidad:<br />

su libertad del Amo: ahora él desea ser Amo<br />

En construcción<br />

de sus deseos, y aquí el proceso al supresión<br />

dialéctica se le agregó un paso intermedio; el<br />

amo ya no fue una entidad física; el decir del<br />

amo ya no necesitaba su presencia, aquello<br />

irreconocible hacía eco y seguía pregonando la<br />

palabra del amo: discurso diría Foucault. Este<br />

discurso limó las diferencias y si persistían<br />

las instituciones se ocupaban de darles su nolugar.<br />

Aún permanecía la exigencia sobre un<br />

ideal objetivizado: que se cumpliera la ficción<br />

de que ahora nosotros somos (en solitario) los<br />

amos de nosotros y de la naturaleza. Hechos<br />

objeto de conocimiento, con identidad, empezando<br />

a ser individualizados, en solitario<br />

y con la objetividad como medio de conocimiento,<br />

demandábamos. No obstante la pretendida<br />

objetividad nos dio los lentes necesarios<br />

para creer en nuestra superioridad sobre<br />

el tercero excluido. Escribe Najmánovich «en<br />

el mundo moderno las excepciones no tienen<br />

cabida, deben ser eliminados ya que no podemos<br />

atribuirles ningún rol. Las leyes de la lógica<br />

han dado su dictamen: tercero excluido», y<br />

además complementa la idea de una supuesta<br />

43


44<br />

En construcción<br />

objetividad que es a la vez una paradoja ¿cómo<br />

ha surgido este sujeto en un mundo objeto de<br />

pura materia en movimiento? y, además cómo<br />

puede ser que este sujeto «objetivo» no pueda<br />

dar cuenta de su subjetividad: paradoja de paradojas.<br />

El hombre (dice más adelante Najmánovich)<br />

necesita salirse, incluso de sí mismo,<br />

para verse con objetividad.<br />

¿Cómo es esto posible?<br />

Estático, iguales, idénticos, inmutables se<br />

nos sujetó. Pero algo se movía y se sabía que<br />

«los fantasmas» del caos, la incertidumbre, lo<br />

irracional, lo antisocial, lo diferente, el reconocimiento<br />

aparecían. Movimiento que alteraba<br />

debía ser direccionado al redil del círculo,<br />

las demandas fueron atendidas sólo en<br />

los límites, las mismas lógicas se extendían;<br />

estímulo-respuesta: el producto y saciedad, el<br />

plus al producto de consumo, saciedad y más<br />

demanda, el plus del plus del plus / híperconsumo.<br />

Todo se mueve en el mismo círculo,<br />

más extenso y con mayor velocidad.<br />

Discurso objetivante: somos reconocidos<br />

como objetos de deseo y deseantes, no hemos<br />

devenido sujetos, y además de sujetos, debemos<br />

de reconocernos como seres humanos, él<br />

tiene la complejidad de sus relaciones con lo<br />

otro, lo mismo y lo aún por aparecer: el tiempo.<br />

Esta complejidad busca superar la dicotomía<br />

sujeto-objeto. Bajo este precepto somos<br />

reificados en el discurso. El discurso es objeto<br />

de deseo, es el deseo y el poder, somos esclavos<br />

del discurso. ¿Cuál y quién es nuestro amo?<br />

El discurso objetivante contiene esta paradoja:<br />

reconocimiento y reificación. Se puede<br />

nombrar a determinada relación social como<br />

reificante y a la vez como reconocedora, es una<br />

relación compleja, que como relación de inicio<br />

se deberá considerar a ambas partes como<br />

sujetos. Porque es fácil considerar que el reconocimiento<br />

es «otorgado» en una dirección,<br />

y ahí una primera contrariedad, ya que ésta<br />

dirección es un uso de poder, es por sí mismo<br />

una sujetación a lo que se considera desde el<br />

discurso como reconocimiento, bajo mis condiciones<br />

y valores (hombre pensado como uni-<br />

versal/occidental). Para salir de esta paradoja<br />

se necesita pensar la realidad más allá de los<br />

razonamientos heredados por occidente y el<br />

discurso objetivante. Se puede considerar que<br />

la relación compleja la constituyen partes a la<br />

vez antagónicas sin un valor predeterminado<br />

de superioridad, esta determinación es también<br />

móvil, a cada parte lo que corresponde<br />

en la constitución del caos, porque cada parte<br />

es una totalidad que no es subsumida en la<br />

totalidad conceptual, sino que es contextual,<br />

histórica, diversa en su cosmovisión y con<br />

cada una de ellas el proceso se convierte en un<br />

desaprender lo aprendido para reaprender a<br />

reordenar de forma inclusiva, replantear, reconocer<br />

los distintos razonamientos y relaciones,<br />

los distintos vínculos.<br />

Hablar ahora del concepto de reconocimiento<br />

y de reificación nos lleva a un planteamiento<br />

de lo «ideal». El Ideal por sí mismo no<br />

aprehende la acción social para su formación,<br />

el ideal no involucra a los actores sociales, por<br />

más bien planteado que esté el concepto. En<br />

cambio, un concepto formativo, un concepto<br />

dialógico conlleva el involucramiento del papel<br />

cognitivo, emocional, social, complejo del<br />

ser humano y su relación ecológica, aquella<br />

que habla de una autonomía dependiente con<br />

el entorno. Esta propuesta de conceptualizar<br />

no deja de lado ese ideal, lo refunde en el mismo<br />

proceso para su mutua constitución. No


es un rígido deber, es una relación dinámica<br />

que permite posicionarnos con nuestro propio<br />

dinamismo y es en este entrecruzamiento<br />

de dinámicas que emerge un contenido y<br />

forma en la comprensión de eso que ya no es<br />

un concepto estático, sino que es una praxis<br />

(histórica, crítica, comprometida) abierta al<br />

proceso de transformación relacional.<br />

Y ahora podremos hablar de reificación<br />

como ese proceso en donde se manifiesta el<br />

discurso objetivizante en las relaciones con los<br />

otros, en donde rigidizo, totalizo y contribuyo<br />

a una parcialidad, simpleza y linealidad de la<br />

Presentación a tres tiempos.<br />

Actividad a cargo de Ana Baños.<br />

complejidad del ser humano, esta reificación<br />

es limitante para generar bucles ascendentes<br />

en las relaciones, abrir los complejos de amoesclavo,<br />

objeto-sujeto. Y por lo tanto, una de<br />

sus manifestaciones es tomar al otro como<br />

una cosa, un medio para satisfacer mis deseos<br />

e intereses.<br />

Referencias de imágenes:<br />

AMAR, UN EXTRA—O DESEO DE DURAR<br />

INICIO: Domingo 10 Marzo 2013<br />

HORARIO: 9.30am a 12.30 pm<br />

LUGAR: COTSA. Av. Lázaro Cárdenas 1010. Piso Mezzanine<br />

Residencial San Agustín, San Pedro Garza, García<br />

CUOTA: 300 pesos por reunión.<br />

Las siguientes fechas son domingos: 7 y 14 de abril<br />

CUPO: 30 personas<br />

ARGUMENTO<br />

El amor no tiene nada de natural, tuvimos que inventarlo y cultivarlo. AsÌ que<br />

no hay una forma universal de amor ni de amar. Hay de amores a amores.<br />

Los griegos tenían al menos tres palabras para decir amor, y designar tres<br />

formas de amar, mientras que nosotros solo tenemos una palabra para decir<br />

esas diversas formas de amor.<br />

En un mundo donde todo tiene fecha de caducidad, querer durar es tan raro<br />

como desear, doblemente raro si se trata de QUERER HACER DURAR EL<br />

DESEO DE AMAR. Cómo darle lugar a una singular experiencia en la que, el<br />

querer es mas , que la exigencia de ser querido.<br />

Spinoza junto con Aristóteles nos ofrecen otra forma de amar, una amor acción<br />

en la que el amado ya no es lo que falta, sino que se ama justamente lo<br />

que no falta. Un amor acción que es fuerza, potencia de acrecentar. Un amor<br />

que se despliega en la alegría del amar, del dar, compartir, construir y ganas<br />

de durar.<br />

PROPUESTA<br />

En tres tiempos (tres reuniones) estudiaremos los matices de estas dos<br />

formas de amor: 1) el amor pasión ligado a la carencia, sufrimiento, aburrimiento<br />

y 2) el amor acción, ligado a la potencia, a la alegría de la existencia y<br />

la fuerza transformadora.<br />

Organiza Ana Baños,<br />

anajbanos@gmail.com, móvil 8182873174<br />

http://anabanos.jimdo.com se incluye también mapa e instrucciones para<br />

ubicar el lugar de reunión.<br />

En construcción<br />

[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />

de http://parteideas.blogspot.com.es/<br />

[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />

de http://4.bp.blogspot.com/_RaBXXY-oDYM/SKIlOujViMI/<br />

AAAAAAAAACQ/y9635rFwB68/s400/bernal.jpg<br />

45


46<br />

PsicoanalizARTE<br />

Sueño y, ¿telepatía?<br />

Por Osvel Becerra<br />

«Las personas con que trabajé constituían por cierto una buena colección de<br />

seres gravemente neuropáticos e “hipersensitivos” en grado sumo; además,<br />

muchos de ellos me narraron los más extraños acaecimientos de su vida pasada,<br />

basando en ellos su creencia en los influjos ocultos y misteriosos»<br />

En un texto aparecido en 1922 intitulado<br />

sueño y telepatía Freud expuso dos<br />

sueños. En primera estos sueños le habían<br />

sido escritos y hechos llegar por correspondencia.<br />

A continuación, expone el caso de<br />

un hombre que le llevo a esclarecer un vínculo<br />

con la telepatía. Habían pasado ya más de<br />

diez años después de que el Dr. Jung le propusiera<br />

a Freud la indagación psicoanalítica de<br />

fenómenos paranormales y paralelos.<br />

El sueño del hombre le fue confiado a la<br />

interpretación analítica, resaltando que lo<br />

siguiente nada tiene que ver con el ocultismo,<br />

parecía que una parte del sueño que le fuera<br />

narrado, sin considerarlo telepático, contribuía<br />

con la telepatía que nada tendrá que ver<br />

con el sueño. Para evitar la impresión de que<br />

pretendo esconder una incertidumbre tras<br />

resaltar que nada tiene que ver el sueño con<br />

el ocultismo, aun y aceptando un mensaje<br />

telepático este no modifica la formación onírica<br />

porque la telepatía no tiene que ver con<br />

la esencia del sueño. Esa que consiste en el<br />

arcano proceso de la elaboración onírica, que,<br />

al servicio de un deseo inconsciente, convierte<br />

restos diurnos en un contenido onírico manifiesto<br />

es un asunto del soñar en cambio la telepatía<br />

Freud la consideró un asunto del dormir<br />

y no del soñar 1 que representa una percepción<br />

exterior frente a la cual la actividad psíquica<br />

adopta una posición receptiva y pasiva 2 .<br />

El segundo sueño expuesto no llegó a<br />

Freud por casualidad pues la soñante decía<br />

saber que el sueño podría ser reducido a una<br />

vivencia de índole sexual puesta en escena du-<br />

rante los primeros años<br />

de la infancia; a causa de<br />

un consejo que la soñante<br />

recibió de un médico<br />

ésta le escribió a Freud<br />

sobre las visiones telepáticas<br />

y el sueño que decía<br />

la soñante, la perseguía<br />

desde hace aproximadamente<br />

treinta y dos años.<br />

Freud analiza este sueño<br />

y las visiones telepáticas<br />

que concluye correspondían<br />

a deseos de muerte<br />

que albergaba la mujer<br />

inconscientemente íntimos<br />

a su complejo familiar. Después de esto<br />

Freud queda mudo al asunto de la telepatía<br />

pues hubo agotado las fuentes que podían<br />

probar algo al respecto, se concluye que si el<br />

fenómeno telepático es una producción del<br />

inconsciente no sería ilógico aplicarle las leyes<br />

de la actividad psíquica inconsciente y así se<br />

entenderían muchos elementos incomprensibles<br />

que presentan los fenómenos telepáticos,<br />

o demostrando que otros fenómenos, aun dudosos,<br />

son, en efecto, de índole telepática 3 .<br />

Referencias de pies:<br />

1 En 1900 Freud distinguió entre sueño y reposo.<br />

2 Freud, 1922.<br />

3 Freud, 1922.<br />

Referencias de imágenes:<br />

Professor Xavier [fotografía]. (2009). Recuperado de http://el-vividor.<br />

com/wp-content/uploads/2009/08/telepatia.jpg<br />

-Sigmund Freud, 1922


Quid<br />

Las huellas de un sueño<br />

Por Iván Guerrero Vidales | guerrero_ivan4@hotmail.com<br />

Explicar un sueño jamás ha sido una tarea<br />

sencilla. El desfile de aclaraciones,<br />

interpretaciones, resultados o soluciones,<br />

se ha extendido por un largo periodo de<br />

tiempo, al punto de reemplazarse o someterse<br />

a una clase de moda. A pesar del incremento<br />

de teorías y técnicas de análisis, pareciera menos<br />

sensato equiparse con todas pues el sueño,<br />

como objeto de deseo, ha resultado más<br />

elegante y refinado que cualquier intento de<br />

seducción y cortejo. Sin asegurar cual teoría<br />

resulta ser más convincente, si es derivada<br />

u oportuna, habrá de partir del supuesto de<br />

que, gradualmente, se ha ido profundizando y<br />

comprendiendo el asunto.<br />

En adición y para ser fiel a la tendencia, se<br />

abre camino la propuesta de medir elementos<br />

a nivel cognitivo y neurofisiológico del sueño<br />

con el objetivo de determinar la medida en<br />

que pueden ser causantes de la extravagancia<br />

experimentada durante la psicosis. Es decir,<br />

si el contenido de la psicosis es similar al del<br />

sueño y, de ser así, cómo lograría infiltrarse al<br />

estado racional de la mente.<br />

No debe extrañarnos si al entrar al mundo<br />

de los sueños encontramos contenido similar<br />

al de la psicosis. Su analogía ha sido descrita<br />

en un estudio (Scarone et al., 2008) por medio<br />

de una hipótesis interesante. Efectuado<br />

mediante el análisis de reportes de sueños y la<br />

aplicación de una versión reducida del Test de<br />

Apercepción Temática a 30 sujetos diagnosticados<br />

con esquizofrenia y 30 de un grupo control,<br />

los investigadores miden y comparan el<br />

contenido onírico y proyectivo a través de dos<br />

índices, el BI (Bizarreness Intensity) y el BD<br />

(Bizarreness Density). El primero es útil para<br />

determinar la frecuencia de eventos raros en<br />

la trama, el pensamiento y el afecto (revisar<br />

tabla 2 en 2008, pg. 518); el segundo se obtiene<br />

dividiendo el número de eventos raros (referidos<br />

en palabras) entre el total de palabras<br />

del reporte.<br />

Siendo así y con la intención de calcular una<br />

media, se propone el BDI (Bizarreness Density<br />

Index), que es el índice utilizado para la comparación<br />

de ambos grupos de participantes.<br />

Es llamativa la Figura 1 (Scarone et al., 2008<br />

pg. 519) que muestra prácticamente el mismo<br />

nivel de componentes cognitivos raros a nivel<br />

de sueño para ambos grupos, mientras sucede<br />

lo contrario a nivel proyectivo, en donde la<br />

argumentación rara se mantiene similar en el<br />

caso de los pacientes pero no para el grupo control,<br />

cuyo nivel disminuye considerablemente.<br />

Sobre esta disparidad, Scarone et al., (2008)<br />

expone que la rareza formal, peculiar del patrón<br />

cognitivo del estado mental del sueño, se<br />

encuentra presente como propiedad distintiva<br />

de la organización cognitiva de la esquizofrenia<br />

durante la vigilia; no obstante, es independiente<br />

de los rasgos psicopatológicos del trastorno<br />

(pg. 519), lo que explicaría el motivo por el cual<br />

sigue apareciendo, con menor intensidad, en<br />

personas exentas del trastorno.<br />

47


48<br />

Quid<br />

Al respecto, Glazer (2011) refiere que ha<br />

sido demostrado que individuos con un diagnóstico<br />

de psicosis tienen más experiencias<br />

intrusivas que sujetos control (Morrison &<br />

Baker, 2000; en 2011, pg. 66) y en particular,<br />

más imágenes intrusivas (Morrison et al.,<br />

2002); en 2011, pg. 66). Por su parte, la intrusión<br />

ha sido definida como la instancia directa<br />

o involuntaria, en oposición a voluntaria,<br />

de recuperación (recuerdo) en tanto a que su<br />

aparición en la consciencia es espontánea y no<br />

debida a un esfuerzo deliberado de búsqueda<br />

(Bernsten, 2009; Mace, 2007; en Brewin,<br />

Gregory, Lipton & Burgess, 2010 pg. 210).<br />

Las imágenes pueden ser definidas como contenidos<br />

de consciencia que poseen cualidades<br />

sensoriales, que no solo son puramente verbales<br />

o abstractas (Hackmann, 1998; en 2010,<br />

pg. 211) y que pueden ocurrir en diferentes<br />

formas, como en sueños, pesadillas, o fantasías<br />

placenteras (Horowitz, 1967, en 2010 pg.<br />

211). Otro aspecto relevante acerca de las imágenes<br />

es que pueden ser experimentadas en<br />

un continuum desde la construcción mental<br />

más verídica de un evento real a la construcción<br />

de una situación completamente hipotética<br />

(Martin & Williams, 1990, pg. 268, en<br />

2010, pg. 211).<br />

Hasta este punto, podríamos suponer que<br />

una mayor intrusión de imágenes sería más<br />

frecuente para las personas diagnosticadas<br />

con esquizofrenia, mientras que para los individuos<br />

libres de un diagnóstico psicopatológico<br />

sucedería en menor medida, tal y como<br />

parece demostrarse<br />

en el reporte de<br />

sueños y proyeccionesanteriormente<br />

repasado.<br />

Ahora bien, se<br />

ha asociado el<br />

sueño REM con el momento en que se lleva<br />

a cabo la actividad onírica, que por más extraña<br />

que parezca, sigue siendo natural. Lo<br />

interesante es que el REM y la conciencia, o<br />

estado de alerta, pueden ser considerados<br />

como estados del cerebro fundamentalmente<br />

equivalentes, probablemente subordinados<br />

a un circuito intrínseco de la región tálamocortical<br />

(Llinàs, 1991). La equivalencia de ambos<br />

estados sería observable en la similitud de<br />

la actividad eléctrica cerebral, la cual oscila a<br />

40-Hz (Llinás, 1993).<br />

Esta semejanza ofrecería una puerta de entrada<br />

por la cual las imágenes originadas en el<br />

sueño podrían infiltrarse al estado consciente,<br />

pues el hábito de dormir también opera<br />

sobre la memoria, específicamente de forma<br />

contextual (Johnson, 2005). A saber, algunos<br />

autores han propuesto que una débil habilidad<br />

para codificar la información espacial y<br />

temporal provocaría la intrusión del material<br />

guardado en la memoria a largo plazo (Hemsley,<br />

2005; Steel, Hemsley & Pickering, 2002;<br />

en 2011 pg. 68). Más aún, la teoría de la representación<br />

dual revisada (Brewin et al., 2010)<br />

propone dos sistemas interrelacionados de<br />

codificación, almacenamiento y recuperación<br />

de información. El primer sistema codifica la<br />

información sensorial (Memoria Basada en<br />

Sensaciones) y la almacena tal como sucedió<br />

la situación, incluyendo sensaciones y emociones<br />

(representaciones S, asociadas con la<br />

ínsula y amígdala, Burgess et al., 2001; Byrne,<br />

Becker & Burgess, 2007, en 2011 pg. 67). El<br />

segundo codifica elementos específicos de la<br />

situación (Memoria Contextual) y es responsable<br />

de contextualizar la información conforme<br />

el tiempo y el espacio (representaciones C,<br />

asociadas con el lóbulo temporal medial y el<br />

hipocampo, Burgess et al., 2001; Byrne, Bec-


ker & Burgess, 2007, en 2011 pg. 67).<br />

Mejor dicho, la dinámica entre ambos sistemas<br />

decreta la intrusión de imágenes. En<br />

individuos saludables, la asociación correcta<br />

de las representaciones S con las representaciones<br />

C (de «abajo-arriba») permite que el<br />

evento se integre correctamente con su contexto<br />

semántico y autobiográfico, lo que otorga<br />

mayor control (de «arriba-abajo») a través<br />

de estrategias como la supresión deliberada<br />

del recuerdo (Anderson et al., 2004, en 2010<br />

pg. 221). En contraparte, durante momentos<br />

de estrés extremo, la amígdala es facilitada y<br />

el hipocampo, inhibido (Metcalfe & Jacobs,<br />

1998, en 2011 pg. 70). Esto provocaría que las<br />

representaciones S fueran más fuertes que las<br />

representaciones C y por consiguiente, resultaría<br />

en la experiencia sensorial vívida de las<br />

imágenes, carentes de información contextual<br />

(Glazer 2011 pg. 70). De otro modo, la<br />

imagen se experimentaría como si sucediera<br />

en el presente (Brewin et al., 2010, pg. 218)<br />

y por tanto, pasaría a denominarse como alucinación.<br />

Así, las imágenes nocturnas - ahora<br />

intrusiones – son experimentadas como reales<br />

– ahora psicóticas – debido a una falla en<br />

la función para contextualizar la imagen – recuerdo<br />

en la vigilia o creación en el sueño – a<br />

una situación determinada.<br />

Por lo tanto, se pudiera sugerir que el contenido<br />

cognitivo, creado en el sueño, trasciende<br />

a la consciencia a través de un proceso fisiológico<br />

de ordenamiento cíclico, promovido por<br />

la capacidad del cerebro para reestructurar las<br />

operaciones memorísticas. Cuando este proceso<br />

se desorganiza surge la intromisión de las<br />

efigies, las cuales se adueñan del racionalismo.<br />

La psicosis resulta de un mundo incongruente<br />

que se torna más inexplicable en la medida<br />

que trata de identificarse con un lugar al que<br />

no pertenece. Mediar las imágenes intrusivas<br />

es contextualizarlas en su tiempo y espacio<br />

para promover una mayor organización cognitiva,<br />

se trata de mantenerlas en su lugar de<br />

origen.<br />

Para concluir, todo individuo experimenta<br />

la intrusión de imágenes, aunque cada uno lo<br />

hace de manera distinta, con mayor o menor<br />

propensión psicótica y angustia. El fenómeno<br />

es más común de lo que creemos, la única diferencia<br />

puede recaer tan sólo en el nombre que<br />

le asignamos y al momento en que lo hacemos.<br />

¿Será lo que veo un sueño? O ¿una fantasía?<br />

Referencias bibliográficas:<br />

Brewin, C. R., Gregory, J. D., Lipton, M., & Burgess, N. (2010). Intrusive<br />

images in psychological disorders: Characteristics, neural mechanisms,<br />

and treatment implications. Psychological Review, 117(1),<br />

210. Recuperado de http://www.icn.ucl.ac.uk/nburgess/papers/<br />

BrewinBurgess10%20traumatic%20memories.pdf<br />

Glazer, D. A. (2011). The relationship between contextual processing,<br />

intrusive imagery and hallucination proneness (Doctoral dissertation,<br />

UCL (University College London)). Recuperado de http://discovery.<br />

ucl.ac.uk/1332528/1/Thesis%20part%201%20FINAL%20with%20<br />

changes.pdf<br />

Johnson, J. D. (2005). REM sleep and the development of context<br />

memory.Medical hypotheses, 64(3), 499-504. Abstract recuperado<br />

de http://www.medical-hypotheses.com/article/S0306-<br />

9877(04)00514-6/abstract<br />

Llinás, R.R., & Paré, D. (1991). Of dreaming and wakefulness. Neuroscience,<br />

44(3), 521-535. Abstract recuperado de http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/030645229190075Y<br />

Llinás, R., & Ribary, U. (1993). Coherent 40-Hz oscillation characterizes<br />

dream state in humans. Proceedings of the National Academy<br />

of Sciences, 90(5), 2078-2081. Recuperado de http://www.pnas.org/<br />

content/90/5/2078.full.pdf+html<br />

Scarone, S., Manzone, M. L., Gambini, O., Kantzas, I., Limosani,<br />

I., D'Agostino, A., & Hobson, J. A. (2008). The dream as a model<br />

for psychosis: an experimental approach using bizarreness as a cognitive<br />

marker. Schizophrenia bulletin, 34(3), 515-522. Recuperado<br />

de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2632423/pdf/<br />

sbm116.pdf<br />

Referencias de imágenes:<br />

Quid<br />

Fig. 1. BDI Values in the Dream Reports and TAT Stories of Normal<br />

Controls and Schizophrenic Subjects.<br />

Bjorgvin Gudmundsson (2007, Dic.15) Stuck in a place [fotografía]<br />

Recuperado de http://www.stockvault.net/photo/103985/stuck-ina-place<br />

SimpleLine (2007, Jun.14) The feelings room [fotografía] Recuperado<br />

de http://www.stockvault.net/photo/103424/the-feelings-room<br />

Victor Habbick (2012, Feb.17) Female Dreaming [fotografía] Recuperado<br />

de http://www.freedigitalphotos.net/images/Other_g374-<br />

Female_Dreaming_p73442.html<br />

49


50<br />

Locos & Pastillas<br />

¿Locos vs Pastillas? : ¿Sueños vs pesadillas?<br />

Por Oscar Barrera | oscarbarreraru@hotmail.com<br />

«Las pesadillas se han hecho lugar en el DSM-IV con su sintomatología y criterios<br />

de diagnóstico, de tal forma que hoy en día, uno puede hacerse con<br />

la credencial de soñador de pesadillas profesional: ¿Qué haríamos sin esas<br />

cucarachas mentales, primas hermanas del coco?»<br />

Fue solo un mal sueño cariño,<br />

ahora vuelve a la cama<br />

Los sueños no son como los ponen en las<br />

películas; son siempre mejores o peores<br />

y por lo general, más absurdos y caóticos.<br />

Sabemos que sabemos algo de los sueños.<br />

Estamos conscientes de ello. Ya lo decía Mr.<br />

Freud en su famosa Interpretación de los Sueños<br />

—uno de los 100 libros más influyentes<br />

de la historia humana y también de los más<br />

aburridos— que el tema siempre ha sido objeto<br />

de innúmeras investigaciones.<br />

Los sueños<br />

tienen significaciones<br />

diversas y han<br />

dado paso —históricamente—<br />

a que se<br />

presuman de ellos infinidad<br />

de cosas. Hay<br />

quienes se atreven a<br />

afirman, alevosamente,<br />

que el ser humano<br />

no es nada sin los<br />

sueños; sin un sueño,<br />

dicen. Habrá que hacer<br />

la distinción chocante<br />

entre los sueños<br />

que soñamos dormidos<br />

y los sueños que<br />

soñamos despiertos<br />

de un ser humano —<br />

aunque precisamente,<br />

por la imposibilidad<br />

de su realización, los<br />

unos lleven el nom-<br />

bre de los otros— ¿realmente queremos que,<br />

nuestros sueños se hagan realidad?<br />

Sabemos entonces, por experiencia personal<br />

que no todos los sueños son agradables.<br />

¿Qué es lo que sucede en el cajón insondable de<br />

la mente humana cuando los sueños, los buenos<br />

sueños, los bonitos sueños, los agradables<br />

sueños, se convierten imperceptiblemente en<br />

horrendas pesadillas? ¿Y qué decir de aquellos<br />

“malos sueños” que, con una dominancia tiránica<br />

y faraónica se nos repiten a lo largo de la<br />

vida como presumiendo que siempre tendrán<br />

su lugar en nuestra cabeza?


Yo por ejemplo, una noche soñé que<br />

vivía en una choza a mitad del campo y que<br />

había una fosa común donde balaceaban mujeres,<br />

entonces despertaba y mis ojos eran de<br />

otro color: tenía un cuerpo distinto: era como<br />

un dragón o un demonio y hasta podía volar<br />

y toda la cosa. Recuerdo la sensación de vivir<br />

en otro cuerpo y de volar libremente. Otra vez<br />

soñé con pasillos de Starbucks hechos de chicle<br />

que se extendían a través de los edificios.<br />

Nunca me quedaron ganas de volver a soñar,<br />

pero tampoco he vuelto a sentir la misma sensación<br />

de libertad.<br />

¿Quién no se ha abrazado al consuelo<br />

tentador de atiborrarse de rivotril y soñar sin<br />

soñar pernoctando durante catorce horas seguidas<br />

sin interrupción?<br />

Pero imagínese el lector todos los sueños<br />

soñados —en sus variedades diurnas y nocturnas,<br />

húmedos y secos, lentos o furiosos,<br />

satisfactorios o rememorizantes— desde los<br />

albores prehistóricos del hombre hasta la actualidad<br />

¿No podría construirse una historia<br />

universal de los sueños? ¿Una sueño-enciclo-<br />

Locos & Pastillas<br />

pedia? ¿Miles y miles de películas sin principio<br />

ni fin que ocurrieran siempre sin llegar a<br />

ninguna parte? ¿Cuántos años hemos soñado?<br />

Con el solo hecho de pensar que siempre hay<br />

alguien durmiendo y soñando en el planeta,<br />

me da por pensar, como monaguillo recién<br />

masturbado, que el asunto es ya de por sí irresoluble:<br />

incognoscible, como dicen los filósofos.<br />

Una palabra más sobre los sueños (y la última):<br />

pareciera como si este mundo onírico, ya<br />

de por si deformado por metonimias y metáforas<br />

que se forman y deforman —hecho de<br />

lenguaje, letras y palabras— fuera ya, lejos del<br />

nivel de angustia que la acompañe, una pesadilla<br />

en sí misma.<br />

No es un deseo reprimido Mr.<br />

Freud: es el Coco debajo de la cama<br />

¿Porque hablar de los sueños, —los aburridos<br />

sueños— cuando tenemos en escena<br />

a las villanas de la historia? No hablemos de<br />

sueños e ilusiones: hablemos de las pesadillas:<br />

ese territorio virgen y amazónico tamaño de-<br />

51


52<br />

Locos & Pastillas<br />

mentor, en donde, pareciera ser que el mismo<br />

satanás cristiano escribiera sus mejores versos<br />

convocando a todos y cada uno de los demonios<br />

que nos habitan, para que hicieron fila en<br />

nuestra cama. ¿Qué seríamos, sin ésas cucarachas<br />

mentales, primas hermanas del coco?<br />

No deben confundirse pesadillas con insomnios,<br />

no señor: éstas son, en su calidad de<br />

mala entraña, las elites de las malas noches.<br />

Generalmente vienen acompañadas —esas<br />

pendencieras, montoneras— de sus guaruras<br />

predilectas: insomnios, terrores nocturnos,<br />

sonambulismo y otras linduras de no menor<br />

calibre, como el bruxismo o la enuresis. Según<br />

Wikipedia, la pesadilla es una parasomnia relacionada<br />

con el sueño MOR en donde uno<br />

puede llegar a ver monstros, cosas raras y demonios<br />

espeluznantes. O en donde uno sueña<br />

que pasa algo muy muy malo. Alguien muere<br />

o la integridad de uno o de su familia es amenazada<br />

o puesta en peligro.<br />

Uno nunca empieza soñando directamente<br />

la pesadilla. Debamos entender y aceptar que<br />

las pesadillas no son siempre pesadillas. Es<br />

como si fueran sueños que acabaron por torcerse<br />

en algún punto y entonces es cuando ya<br />

no hay vuelta atrás.<br />

¿Cómo resistir la irremediable tentación de<br />

armarse de pies a cabeza —con esa saña detectivesca<br />

de psicoanalista de diván y ese celo<br />

irresistible de antropólogo— investigar una<br />

por una, desde la más antigua a la más reciente,<br />

desde la más corta a la más larga, desde la más<br />

sublime hasta la más horrenda, todas y cada<br />

una de los propias pesadillas que nos habitan,<br />

para , ordenarlas por orden alfabético y obtener<br />

azarosamente el jeroglífico maestro del que<br />

están hechas esos sueños que se pudrieron? ¿O<br />

verse atraído por el vértigo — luego de andar<br />

buscando y rebuscándole tres pies al gato— de<br />

asomarse por debajo de la cama en la a guarida<br />

secreta del tan afamado coco?<br />

Las pesadillas, se han hecho lugar en el<br />

DSM-IV, con sus sintomatología y criterios<br />

de diagnóstico. De manera que hoy en día,<br />

uno puede hacerse con la credencial de soñador<br />

de pesadillas profesional. Se acabaron los<br />

brujos y oráculos que soñaban con el futuro<br />

a través de los sueños. La psiquiatría, entre<br />

otras cosas útiles, se he encargado de cambiarles<br />

el nombre a esos estafadores y charlatanes.<br />

El síntoma y la pesadilla, este dueto vivaz y<br />

ambivalente, uno dormido y el otro despierto, se<br />

presentan tomados de la mano como viejos camaradas,<br />

augurando la aparición del coco y burlándose<br />

debajo de la cama, esperando a que uno<br />

les levante las faldas, a ver si traen o no calzones.<br />

Y que nuestros sueñan nunca, nunca nunca<br />

se hagan realidad.<br />

Referencias de imágenes:<br />

[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />

de http://3.bp.blogspot.com/_MhTId3NhzHk/S4V-_WD6s9I/<br />

AAAAAAAAA2A/Huz1GelJeD8/s400/fuseli-la-pesadilla.jpg<br />

[Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado<br />

de http://www.mundoesotericoparanormal.com/wp-content/<br />

uploads/2012/09/Demonios-reales-en-nuestras-pesadillas.jpg<br />

SEñotrita<br />

pSicología<br />

Espera la<br />

reseña del<br />

evento en<br />

nuestro<br />

próximo<br />

número.


Seminario<br />

16, 17 y 18 de mayo<br />

Facultad de Psicología, UANL<br />

Informes: maestriaclinicauanl@hotmail.com<br />

El goce, el deseo<br />

y el amor en la<br />

clínica psicoanalítica<br />

Dr. Rolando Karothy<br />

(Argentina)<br />

*Psicoanalista<br />

*Doctor en Psicología por la por la Universidad Nacional de La Plata<br />

*Diploma de honor de la Facultad de Ciencias Médicas de la<br />

Universidad Nacional de Buenos Aires<br />

*Ex presidente y miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires.<br />

*Ex Presidente y miembro de Lazos Institución Psicoanalítica de La Plata.<br />

*Miembro del Conseil Scientifique de la Asociation Lacaniennne International

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