Kelley%20Armstrong%20-%20Serie%20Darkest%20Powers%2002%20-%20El%20Despertar
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FORO PURPLE ROSE<br />
The Awakening Kelly Armstrong<br />
―Oh.‖ Ella se acercó para descongelar sus manos en el aire caliente que salía<br />
del respiradero.<br />
Sonreí. ―Nosotros tenemos calefacción. ¿A que es perfecto?‖<br />
―Demasiado perfecto‖, dijo la voz de una chica. ―Por eso este espacio ya esta<br />
cogido.‖<br />
Tres chicas vinieron caminando hacia nosotras por el callejón. Todas eran de<br />
nuestra edad. Una de ellas era rubia y vestía un uniforme de gran tamaño. Otra<br />
tenía rastas. La tercera chica tenía maltratada su chaqueta de cuero marrón, y<br />
en cuando entró en un resquicio de luz de la luna, vi una cicatriz que iba desde<br />
el ojo hasta la barbilla.<br />
―¿Ves eso?‖, la chica de rastas señaló una etiqueta en la valla de madera. ―Esa<br />
es nuestra marca. Eso significa que este lugar es nuestro.‖<br />
―Nosotras n-no lo vimos. Lo siento. Nos vamos.‖<br />
Empecé a andar, pero Tori me volteó. ―No, nosotras no nos vamos. No se puede<br />
reservar un callejón, tenga marca o no. El primero que llega, se lo queda.<br />
¿Quieres este lugar? Ven aquí mañana temprano.‖<br />
―¿Perdón?‖<br />
La chica de la cicatriz sacó una navaja de su bolsillo. Se abrió de golpe con una<br />
vibración.<br />
Tori, miró el cuchillo, pero no se movió, su mirada estaba en la chica.<br />
―Comprobémoslo‖, dijo la chica de la cicatriz a sus amigas. ―Esta chica nos va a<br />
desafiar por nuestro lugar. ¿Cuánto tiempo has estado en las calles, niña?‖ Ella<br />
miró a Tori de arriba abajo. ―Desde las nueve de la mañana, me imagino. ¿Qué<br />
pasó? ¿Mamá y papá dijeron que no podías ver a tu novio en la escuela<br />
nocturna?<br />
Las chicas rieron disimuladamente. Tori flexionó sus dedos preparada para<br />
atacar. Cogí su muñeca. Ella intentó quitarme de encima. Yo la hice notar los<br />
cuchillos que empuñaban en las manos las otras dos, pero su mirada volvió a la<br />
chica con la cicatriz, y toda su rabia de las últimas 24 horas brotó. Las cajas<br />
cercanas a las chicas temblaban y crujían. Los papeles se arremolinaban detrás<br />
de ellas. Las chicas nunca se volvieron, ignorando el viento.<br />
Apreté más la muñeca de Tori y susurré: ―Es suficiente‖.<br />
Para mi sorpresa, su mano se relajó. Esperando que fuera un truco, la agarré,<br />
pero ella me sacudió hasta soltarse y luego dijo. ―Bien. Nos vamos‖.<br />
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