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2 Historia de Arequipa<br />
N° 1<br />
Texto:<br />
Guillermo Galdos Rodríguez<br />
Digitación:<br />
Violeta Mendoza<br />
Diagramación:<br />
Franco Delgado<br />
Escaneo de fotos:<br />
Silber Romero<br />
Supervisión:<br />
Dante Zegarra López<br />
Edición:<br />
distribución gratuita<br />
AREQUIPA al DÍA<br />
144z-y<br />
Portada:<br />
El Misti y cadena montañosa de Arequipa<br />
Vista tomada desda la cumbre de Churajón.<br />
(Cortesía del arqueólogo Josef Szykulski)<br />
Situación<br />
Al pie del Volcán Misti fue fundada la Villa<br />
Hermosa del valle de Arequipa,<br />
en una semiplanicie a 2 378 metros de altura<br />
sobre el nivel del mar. El emperador Carlos V le dio<br />
título de ciudad, mediante cédula expedida en la Villa de<br />
Fuenzalida, el 22 de setiembre de 1541.<br />
Se encuentra en la banda oriental del río Chili,<br />
regándose su campiña con acequias prehispánicas que<br />
obtienen su caudal de él; excepto la designada como del<br />
Filtro o Miraflores que se sangró del mismo Chili,<br />
a expensas del Cabildo, en 1583.<br />
Alguna vez dijimos que, a causa de los terremotos, que<br />
la han desolado, era una nueva Ave Fénix que rebelde ha<br />
surgido nuevamente de sus ruinas. Para ello ha contado<br />
con el apoyo del gobierno, de su Municipalidad,<br />
y del vecindario; aunque cierta vez, como en el sismo de<br />
1977, entre otras, minimizó los daños el Estado para no<br />
desaflojar la faltriquera fiscal.<br />
Arequipa es la capital del Departamento del mismo nombre,<br />
y él se encuentra comprendido entre los 14° 08 minutos 13<br />
segundos y 17° 30 minutos 22 segundos de longitud austral<br />
de la Línea Ecuatorial, y entre los 70° 45 minutos 10<br />
segundos y 75° 02 minutos de longitud occidental del<br />
meridiano de Greenwich.<br />
Tiene el departamento de largo en su litoral<br />
435 kilómetros, de NO a SE y su ancho máximo de<br />
195 kilómetros de SO a NE y el mínimo de<br />
37 kms. 500 metros.<br />
Tiene muchos desiertos, pero sus valles son<br />
productivos por esfuerzo de sus hijos, que aún<br />
logran exportar a toda la República del Perú, los<br />
excedentes agrarios que son muy cotizados por su<br />
calidad.<br />
Es rico en metales, en cultura y en mujeres.
o<br />
La Municipalidad de Arequipa viene realizando<br />
diversas obras para mejorar y poner en valor el<br />
Centro Monumental de la Ciudad de la que tanto<br />
nos preciamos. Es necesario, consecuentemente, dar<br />
algunas noticias de cómo adquirió esa fisonomía peculiar<br />
y de los esfuerzos de sus hijo, para mantenerla, a pesar<br />
de las terribles convulsiones telúricas que la<br />
convirtieron, muchas veces. en hacinamiento de sillar y<br />
ripio.<br />
Hay que plantear varias interrogantes:<br />
¿Qué hubo antes de la conquista incaica?, ¿qué fue lo<br />
Sumbay: Chamán en actitud de ejecutar una danza<br />
ritual. (Foto del Dr. Máximo Neira Avendaño).<br />
Introducción<br />
Historia de Arequipa 3<br />
que encontraron los españoles?, ¿cómo surgió esta urbe<br />
plateada en clima tan seco y luminoso?, ¿de qué manera<br />
fue progresando para que su damero inicial lo<br />
consideremos hoy todo un Centro Monumental?<br />
Estas preguntas y otras más las iremos respondiendo en<br />
una serie de artículos, o propiamente comentarios, que<br />
hagan conocer, a partir de esta nota, el desarrollo<br />
esforzado y dinámico de la Ciudad Blanca, que es en<br />
definitiva el de sus hijos.<br />
Nuestra Historia no parte del radiante 15 de agosto de<br />
1540, en que se fundó un poblado, sino de muchos siglos<br />
antes, como lo han demostrado esos esforzados<br />
científicos que, usando pala y pincel, sacan a la luz de la<br />
ciencia y del día un pasado ignoto y que son los<br />
arqueólogos, a los que suele anticiparse, por no necesitar<br />
de licencias y resoluciones, el depredador conocido<br />
como huaquero, egoísta y antipatriota que se interesa por<br />
el peso de las monedas que recibe y no por el mejor<br />
conocimiento del pretérito nacional.<br />
Todo ello nos conduce a otras observaciones: ¿Es cierto<br />
que antes de los incas no hubo pobladores en el valle del<br />
Chili?, ¿no existieron aquí grupos étnicos que dominaron<br />
la tierra y se establecieron definitivamente en ella, y<br />
tuvieron como timbre de orgullo llamarse Ilactaruna<br />
(propios de la zona)?. Algunas etnias de la parte alta<br />
surandina ¿no migraron hacia la costa, dejando en el<br />
valle del Chili enclaves de producción agraria, que<br />
subsisten en nuestros tiempos?<br />
Por otra parte, ¿dónde se alojaron los españoles cuando<br />
llegaron a estos lares, procedentes de la Villa Hermosa<br />
del Valle de Camaná?, ¿qué papel desempeñó San Lázaro<br />
en los primeros tiempos del poblado mistiano?, ¿cómo y<br />
dónde se plantaron la Cruz y la picota en el acto
4 Historia de Arequipa<br />
fundacional?, ¿en qué forma se edificó la Arequipa<br />
cuadrada y qué materiales se emplearon en la<br />
construcción de viviendas y obras públicas?<br />
Pasaremos a ocuparnos de la Plaza Mayor, como centro<br />
de la actividad socio-política-económica-religiosa, que<br />
dio la fisonomía especial que tienen las manzanas que<br />
las circundan; de los conventos, monasterios, hospitales que<br />
influyeron en la monumentalidad citadina; de las casas<br />
solariegas: prestigio, poder y fuerza económica.<br />
Varias unidades arquitectónicas serán estudiadas<br />
independientemente, como la Casa del Moral, la de don<br />
Domingo Carlos Tristán del Pozo, la casona de Blas Quiroz<br />
que se designó desde época republicana como Casa de la<br />
Moneda, el Palacio Viejo, el del Obispo Abad Yllana, el<br />
Sumbay. Suri (Ñandú Americano).<br />
Cortesía del doctor Máximo Neira<br />
Avendaño, así como las demás<br />
reproducciones del arte rupestre<br />
de Sumbay<br />
Palacio del Obispo Goyeneche y otros suyos, la casonataller<br />
de Cayetano Arenas, la casa del Corregidor don<br />
Francisco Abril y Maldonado, la de los Olazábal, la casona<br />
de los Ballón. Y aún daremos cuenta de picarescas<br />
narraciones, sin traspasar los límites de la intimidad y<br />
privacidad personal o familiar, que respetamos tanto, porque<br />
estamos convencidos de que quienes rebasan esos límites<br />
éticos no son otra cosa -por muy investigadores que seanque<br />
ociosos, chismosos, curiosos y hasta malvivientes que<br />
miran la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio.<br />
No faltará el análisis de la vida cultural e impronta en la<br />
arquitectura y aspecto urbano de Arequipa.<br />
¡ ¡ Cuántas cosas hay que decir sobre la Ciudad Blanca!!.<br />
¡ ¡ Aunque no se dirán todas!!<br />
Dr. José A. Mendoza del Solar acompañado de otro investigador en los petroglifos de La Caldera (año de 1918)
Es menester mencionar, para una mejor comprensión del<br />
lector y en aras de una correcta oferta historiográfica,<br />
que las citas y trascripciones paleográficas serán<br />
textuales, aunque ellas no se avengan a la ortografía de<br />
nuestros días, teniendo en consideración que sus reglas<br />
surgen tentativamente después de fundada la Academia<br />
Española de la Lengua en 1713 y aprobada por el rey<br />
Felipe V, el 3 de octubre de 1714. Por tanto las bases<br />
ortográficas académicas se estudiaron a partir de la<br />
tercera década del siglo XVIII; más, no fue fácil que los<br />
escribanos, notarios y escribientes las aprendieran y<br />
aplicaran de inmediato y menos aún en una ciudad tan<br />
alejada de la metrópoli como Arequipa.<br />
Cómo se observará a medida que se avance en este<br />
estudio, hemos consultado a diversos autores que se<br />
ocuparon de la Historia de nuestra tierra, los cuales al ser<br />
reproducidos lo más sintéticamente posible, se indicará<br />
su apellido, fecha de edición de su obra, y números de<br />
tomo y página pertinentes. En el último suplemento de<br />
este trabajo sobre Arequipa y su Centro Monumental,<br />
nos explayaremos en recursos bibliográficos y<br />
Historia de Arequipa 5<br />
anotaciones indispensables para halagar al mismo<br />
tiempo las ínfulas de la erudición. Aunque es intención<br />
nuestra, especialmente, dar preferencia a la difusión de<br />
la historia mistiana, dirigida a su núcleo fundacional,<br />
considerado histórico. Si analizamos bien la situación.<br />
cada calle, cada pueblo tradicional y a lo mejor hasta<br />
cada casa, tiene significación histórica, porque en<br />
Arequipa se han gestado numerosos sucesos y motines,<br />
alegrías y penurias que han templado el espíritu de los<br />
hijos de esta tierra.<br />
Igualmente, para una información adecuada se han<br />
consultado varios archivos, como el Archivo General de<br />
la Nación (AGN), el Histórico Regional de Arequipa<br />
(ARAR), el Arzobispal de la Diócesis (AAA), el<br />
Municipal de Arequipa (AMA), el Departamental de<br />
Moquegua (ADM), el Archivo General de Indias (AGI)<br />
de Sevilla, el Archivo Histórico de España (AHE), la<br />
Biblioteca Nacional de España (BNE), la Biblioteca<br />
Nacional del Perú (BNP). También al final de este<br />
trabajo, ofreceremos una Tabla de Abreviaturas<br />
presentadas en el curso de él.<br />
Sumbay. Dramática escena de caza: el puma tras el camélido<br />
(Fotografía del Dr. Máximo Neira Avendaño).<br />
—I!
1<br />
6 Historia de Arequipa<br />
La Presencia del. Hombre<br />
Primordial<br />
1 comienzo, el hombre primordial debió<br />
Asufrir mucho. No conocía el terreno que<br />
exploraba, no había rutas, salvo las que<br />
hacían los animales en su desplazamiento a las<br />
aguadas y pastaje. Tenía que seguir sus huellas<br />
para no morir de sed y hambre. Así es como se dio<br />
cuenta que las mejores zonas de desplazamiento a<br />
las áreas productivas era por las márgenes de los<br />
ríos y por los pastizales, donde podía encontrar<br />
peces y animales comestibles.<br />
Antes que el hombre domesticara a los animales y<br />
cultivara las plantas que le alimentaran, fue<br />
simplemente recolector y cazador. Es decir<br />
depredador... y sigue siéndolo, milenios después.<br />
Personalmente era el más indefenso de los seres de<br />
la tierra y su protección individual tenía que ser la<br />
defensa de la horda, que jamás permanecía mucho<br />
tiempo en un solo lugar, para no agotar sus<br />
reservas. Se desplazaba: en ello estaba su propia<br />
supervivencia.<br />
Pese a los avances de la Arqueología, no se puede<br />
determinar en qué período de la antigüedad fueron<br />
labrados los petroglifos, por ejemplo,<br />
manifestación cultural que tanto abunda en el sur<br />
del Perú, a causa de que los vestigios encontrados<br />
en sus proximidades, pudieron ser anteriores o<br />
posteriores a su trazo y ejecución. Cuanto más<br />
porque un espacio o una caverna pudieron ser<br />
habitados por más de una horda de cazadores y<br />
recolectores prehispánicas. Tampoco sabemos si<br />
los artistas rupestres pertenecieron a todas dichas<br />
hordas, o sólo a alguna de ellas.<br />
LAMINA XXV: Cerimlea Puqutns procedente de la Necrópolis de 'I s reÇ Cruces". — LAMINA XXVI:<br />
Cera:Mea puquina. 011a de la Zona del MIAU, Bajo Arequipa (Tras Cruces, Tingo). b) 011a<br />
de La Zona de Yola o Alto Arequipa (Churaión). — LAMINA XXVII: I) Pieza de Oobre de 3 cm.<br />
2) Vaso de madera. 9) Ancora de arcilla.<br />
(Del libro la Cultura Puquina por don Leonidas Bernedo Málaga)
Curioso es que los petroglifos se hallan en valles o<br />
llanuras diversos. No se trata de hacer un inventario<br />
de sitios arqueológicos, pero vale la pena recordar<br />
que en las proximidades del Chili se han encontrado<br />
en la Caldera y Quisguarani, en Socabaya,<br />
Quequeña, Sogay y Yarabamba; y, un poco más<br />
lejos, en el Colca, en Siguas, en Sumbay,<br />
Chuquibamba, en tierra de los Aruni, como en<br />
Ispacas; en Mollepunco (antes de Callalli) al igual<br />
que en los demás Departamentos del Sur.<br />
La presencia del hombre primitivo en los Andes<br />
occidentales, desde remotísima época, se ha<br />
conservado a través de sus vestigios culturales,<br />
consistentes en las hermosas andenerías de<br />
Churajón estudiadas preferentemente por su<br />
descubridor Leonidas Bernedo Málaga y<br />
últimamente por una delegación polaco-peruana<br />
dirigida por Jozef Szykulski, de la <strong>Un</strong>iversidad de<br />
Varsovia, e integrada por Augusto Belán Franco y<br />
un aprovechado equipo de alumnos de la<br />
<strong>Un</strong>iversidad Católica "Santa María" y<br />
asesoramiento del doctor Máximo Neira Avendaño,<br />
que ha logrado importantes avances, cuyo Informe<br />
definitivo se espera desde fines de 1998, en que se<br />
hizo exploración en el sector de Tasata (en la<br />
quebrada de Paranay), cuyos vestigios serían del<br />
período Formativo -revelación que nos hizo el<br />
profesor polaco, que agradecemos, y nos ratificó el<br />
profesor de "Santa María"-. Esto haría extender la<br />
cronología del poblador antiguo de Arequipa, a<br />
cuando se hablaba el Puquina, a lo mejor a los<br />
comienzos también de Tiahuanaco, que sí logró una<br />
expansión notable, cuyas bellas ruinas del progreso<br />
interrumpido exhiben con orgullo los bolivianos.<br />
Son importantes vestigios del departamento de<br />
Arequipa, las llamativas pinturas de las cuevas de<br />
Sumbay, descubiertas por el doctor Máximo Neira<br />
Avendaño, que han merecido sus brillantes trabajos<br />
descriptivos de la "Historia General de Arequipa",<br />
y artículos especializados y de difusión cultural en<br />
periódicos de la localidad; al igual que los<br />
petroglifos de la Caldera, de los que se han ocupado<br />
Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz, José A.<br />
Mendoza del Solar y Francisco Mostajo; los<br />
petroglifos de Socabaya, anexo de Pillo, estudiados<br />
por el doctor Marcial Barriga Velarde: y vestigios<br />
preincaicos de Quequeña, Yarabamba y Sogay, que<br />
Historia de Arequipa 7<br />
investigó el doctor Eloy Linares Málaga, lo mismo<br />
que los petrograbados de Toro muerto, desde 1951;<br />
las necrópolis de "Tres Cruces", en ruta hacia el<br />
balneario de Tingo, que estudiaron los doctores<br />
José María Morante y Manuel G. Suárez Polar; de<br />
Kakallinca que descubrió el señor don Manuel<br />
Jesús Glave, magnífico caballero, aventurero,<br />
investigador y fotógrafo, que investigó el canónigo<br />
Bernedo Málaga debidamente informado por el<br />
señor Glave; las necrópolis de Challapampa,<br />
Sachaca, etc. que estudiaron equipos de la<br />
<strong>Un</strong>iversidad "Santa María", bajo la dirección del<br />
doctor Manuel Huanqui Hurtado, cuyos informes<br />
no se han publicado, y en las Salinas de Chiguata y<br />
en el curso del río Yura, ha trabajado el arqueólogo<br />
José Antonio Chávez Chávez, acompañante de<br />
Juanita, la "Brama de Ampato", en sus recorridos<br />
nacionales e internacionales fuera de Arequipa.<br />
Empero, lo más admirable en Arte Rupestre<br />
corresponde a Pintasayoc, gruta de una quebrada<br />
del mismo nombre, en comprensión de Ispacas, en<br />
el distrito de Yanaquigua, tierra de preincaicos<br />
Aruni (que los españoles designaron como Arones),<br />
Petroglifo de Pillo (Socabaya).<br />
(Cortesía del Dr. Máximo Neira Avendaño)
8 Historia de Arequipa<br />
etrogli g o de Toro Muerto. (Cortesía del Dr. Eloy Linares Málaga)<br />
Andenerías de Churajón. (Foto del Dr. Josef Szykulski)<br />
AM~A , GAIW A<br />
1-ttir„<br />
• • k<br />
• -.."~
Templo Católico sobre el antiguo Templo del Sol en Churajón.<br />
(Cortesía del Dr. Jozef Szykulski)<br />
Historia de Arequipa 9<br />
Gran Chulpa de dos pisos de las ruinas de Tompullo. (Cortesía del Dr. Augusto Belán Franco)
10 Historia de Arequipa<br />
en la provincia de Condesuyos. El doctor Máximo<br />
Neira Avendaño fue el primer científico que visitó<br />
la cueva, informado por la señorita Bertha Escobar,<br />
quedando asombrado ante la belleza que le ofrecía<br />
a la vista el techo de la amplia gruta, donde -según<br />
su declaración- se "plasmaron las expresiones más<br />
sublimes del arte prehistórico de Arequipa", como<br />
que el artista (o artistas) empleó "una policromía<br />
maravillosa, a base del rojo claro, rojo ocre, rojo<br />
sangre seca, anaranjado, el verde y el blanco.<br />
Tenemos que recalcar que los centros prehistóricos<br />
de Arte Rupestre mejor conocidos son Toquepala y<br />
Sumbay y en los dos casos las pinturas parietales,<br />
tal como su nombre lo define, están plasmadas en<br />
las paredes laterales de las grutas mencionadas;<br />
pero, el caso de Pintasayoc es radicalmente<br />
diferente, pues como ya hemos adelantado las<br />
pinturas prehistóricas fueron elaboradas en el techo<br />
de la gruta, más o menos como las pinturas<br />
rupestres europeas. Las principales escenas<br />
corresponden a la caza de camélidos sudamericanos<br />
realísticamente expresadas, que constituyen<br />
auténticos documentos para la reconstrucción de la<br />
vida activa del hombre prehistórico de Pintasayoc.<br />
Los camélidos fueron plasmados con tal belleza,<br />
que todavía se puede sentir el 'quelquido' de los<br />
huanacos y los gritos destemplados de los cazadores que<br />
rodean a los camélidos.<br />
Sobrecoge la actitud de estos últimos que despavoridos<br />
Cerámica Chuquibamba, estilo Tiahuanaco<br />
(Museo de la <strong>Un</strong>sa) Reproducción de<br />
EL DEBER, de 1 de enero de 1936.<br />
tratan de escapar del cerco de los cazadores, completamente<br />
agotados, pues presentan la boca abierta y en una<br />
desenfrenada carrera. Los cazadores con los brazos y<br />
piernas levantados tratan de dominar a los animales, en una<br />
actitud frenética que parece una danza alrededor de los<br />
huanacos. Hay una escena realmente patética, donde se<br />
puede ver claramente que el camélido se le fue encima al<br />
cazador, atropellándole con toda su furia, pues hay un<br />
hombre muerto entre las patas del huanaco. Sobresale la<br />
figura de un cazador con la máscara de un camélido, con el<br />
venablo listo para ser arrojado y con un rollo de cuerdas en<br />
la cintura" (Neira Avendaño, 1990, pp. 17-18).<br />
Los colores y la acción vivida tan bien representadas en<br />
Pintasayoc y el hecho de que cubran el techo de la caverna,<br />
nos trae a la memoria las difundidas pinturas rupestres de<br />
Altamira y Lascaux, consideradas como muestras artísticas<br />
del Magdaleniense, es decir que son estimadas del último<br />
período del Paleolítico. (Tuvimos la suerte de ver la<br />
representación de las pinturas rupestres de Altamira, en el<br />
Museo de Madrid, tras de la Biblioteca Nacional, en la Beca<br />
de Investigación que obtuvimos en 1996, auspiciada por el<br />
Ministerio de Asuntos Exteriores de España, a través de la<br />
Dirección de Relaciones Culturales y Científicas, que<br />
agradecemos con profundo reconocimiento. y nos parece<br />
que poco tiene que admirarle la pintura rupestre de<br />
Pintasayoc). Lógicamente, cada una dentro de su<br />
género.<br />
Pero preferimos que la descripción parta del doctor<br />
Neira Avendaño: "El tamaño de las pinturas es<br />
variable, por ejemplo los camélidos son relativamente<br />
grandes, si los comparamos con el arte rupestre de<br />
Toquepala y Sumbay, así el huanaco más grande tiene<br />
noventa y seis centímetros de largo por cincuenta y uno<br />
centímetros de alto; otro tiene setenta y ocho<br />
centímetros de largo por treinta y siete centímetros de<br />
alto, por supuesto que hay también camélidos pequeños,<br />
por ejemplo, uno que mide solamente ocho centímetros<br />
de largo por seis centímetros de alto. Las figuras<br />
antropomorfas en general son más chicas y varían entre<br />
ocho y quince centímetros de alto por cuatro y seis<br />
centímetros de ancho" (Neira Avendaño, 1990, p. 18).<br />
El Arte Rupestre de Pintasayoc es tan admirable que<br />
hemos escogido dos fotografías tomadas por el doctor<br />
Máximo Neira Avendaño para reproducirlas en sus<br />
bellos colores originales en la página 16 de este<br />
suplemento. Por ello las citas textuales amplias en que<br />
hemos consignado las descripciones de este autor.
Las Rutas de Grupos<br />
Andinos a la Chimba<br />
nalizando la documentación colonial<br />
A- temprana nos damos cuenta de que no<br />
todos los grupos étnicos que figuraban<br />
como mitimaes lo eran en realidad. O sea, no todos<br />
los mitimaes de cronistas y documentos oficiales o<br />
populares resultan ser verdaderos mitmaqs. Desde<br />
época en que los primeros europeos entrevistaron a<br />
conspicuos quipucamayoqs, amautas y dirigentes<br />
del Tahuantinsuyu, su curiosidad informativa no<br />
quedó plenamente esclarecida, toda vez que<br />
entendieron dichos cronistas que cuanta persona no<br />
era un llactaruna (originario) debía ser considerado<br />
como mitimae, trasplantado por el Inca. En general<br />
hemos caído en ese error que tratamos de salvar.<br />
Creímos que todas las naciones existentes en la<br />
Chimba del valle arequipeño eran mitimaes, como<br />
habían informado y afirmado insistentemente<br />
cronistas e historiadores mistianos, especialmente.<br />
Creímos que las comunidades de la Chimba eran todas<br />
mitimaes, pero al enfrentarnos a diversos documentos<br />
nos dimos con la certidumbre de que algunas naciones<br />
tuvieron que expandirse de su hábitat nuclear natural<br />
en dirección a la costa y hacia la selva, dejando en su<br />
camino algunos enclaves humanos que formaban la<br />
columna vertebral de un puente de migración cultural<br />
que los Incas supieron respetar, sin interferir en tal<br />
forma de comportamiento ancestral.<br />
¿Cuál era esa ruta? Grupos étnicos como los Collaguas,<br />
los Chumbivilcas y los Yanaguaras en su paso hacia la<br />
costa fueron marcando una ruta que luego usaron los<br />
Incas y aprovecharon los españoles: Desde la parte alta<br />
de Llapa (enclave Yanaguara) aprovechando los<br />
puquios (manantiales) y "bofedales" que trazan el eje<br />
Tograpampa, Pampa Cañaguas y entra al valle<br />
arequipeño por el abra de Charcani, en las faldas del<br />
Chachani, siguiendo por Cayma y ocupando la<br />
Chimba. Los españoles usaron esa ruta con el nombre<br />
de Cabrería y que constituía parte de la ruta posterior<br />
Historia de Arequipa 11<br />
de los arrieros hacia el Cusco.<br />
De la Chimba mistiana, siguieron la ruta hacia el mar<br />
donde hasta la penúltima década del siglo XVII:<br />
tuvieron dichas comunidades de Collaguas<br />
Yanaguaras y Chumbivilcas la posesión de la:<br />
guaneras que después les fueron arrebatadas.<br />
Los Chumbivilcas y los Yanaguaras, establecidos en e<br />
sur-oeste del Cusco y los Yanaguaras, en la provincia<br />
de Cotabambas, en el sureste del departamento de<br />
Apurímac, separados por el río Santo Tomás, evitaror<br />
los grandes ríos, desplazándose por las nacientes d(<br />
ellos para arribar a Llapa, por ejemplo, y seguir si.<br />
camino hacia la Chimba.<br />
Otra ruta de desplazamiento étnico fue por 1a5<br />
márgenes de los ríos que van hacia las playas<br />
oceánicas.<br />
El camino Arequipa-Cayma-Pampa Cañaguas-Toga<br />
(pampa)-Pulpera (antes Pulpería)-Callali, etc., seguid(<br />
por los obispos y los visitadores, está representad(<br />
en un plano que presentamos en esta edición.<br />
Ceramio de Churajón. (Foto del Dr. Máximo Neira<br />
Avendaño)
12 Historia de Arequipa<br />
•<br />
d?' t<br />
•...tz.sez)<br />
1<br />
j
u : n el Salón Consistorial de Arequipa existe un<br />
Arequipa n ,wuvo<br />
Fundación Inca<br />
bello cuadro del doctor Teodoro Núñez Ureta,<br />
que representa la presencia del Inca en el<br />
alle de Arequipa, lo que está documentalmente<br />
comprobado<br />
a través de varios cronistas del Perú y de<br />
documentación colonial, lo que es cierto; pues, un<br />
oberano del Tahuantinsuyo (o quizá más) estuvo en la<br />
'ega del Chili en cumplimiento de sus funciones de<br />
dominio y administración.<br />
Garcilaso de la Vega, autor de los "Comentarios<br />
Reales de los Incas", asegura que Mayta Cápac fue el<br />
oberano que dominó la zona de Arequipa, (así como<br />
sus seguidores); en tanto otros autores aducen que<br />
Mayta Cápac, sometió apenas una corta extensión<br />
:ercana al Cusco, atribuyendo al Inca Yupanqui la real<br />
xpansión del Incario, después de derrotar a los<br />
aguerridos Chancas, en Yaguarpampa (la pampa<br />
3nsangrentada).<br />
En una nota aparte, vemos que fray Martín de Murúa,<br />
atribuye a dicho gobernante su presencia en Arequipa<br />
Historia de Arequipa 13<br />
para aplacar furias volcánicas, y que dispuso el<br />
retorno de los Yarabaya mistianos que estaban<br />
cumpliendo sus mitas en la capital del Tahuantinsuyu<br />
(MURUA, 1987, 535-536).<br />
. , Petroglifos de la Caldera investigados por el Dr. José A. Men<br />
El padre Barriga, en sus indagaciones en el Archivo<br />
General de Indias en Sevilla, en la Serie Patronato,<br />
Leg. 121, ubicó un pedimento de don Pedro Pizarro,<br />
solicitando al Cabildo de Arequipa una chacra ubicada<br />
en Chilina, con fecha 29 de enero de 1541. Eran<br />
autoridades entonces don Juan de la Torre, alcalde y<br />
regidores don Luis de León y don Francisco de<br />
Montenegro, actuando como escribano del<br />
Ayuntamiento don Alonso de Luque, quienes citaron<br />
al curaca Chasana y al indio Tito que cuidaba la<br />
chacra, los que declararon que: las dichas chacras "no<br />
avían sido ni son suyas, sino de un yndio Ynga<br />
principal natural de Urcos que se llama Llagualpa<br />
Limacho que ya es muerto muchos años (h)a, al cual<br />
se las avía dado el Ynga Yupangue, señor natural dest2<br />
tierra" (BARRIGA, 1955, T. III, p. 246).<br />
oza UeI botar en
14 Historia de Arequipa<br />
Curaca y camayo afirmaron que hacía de 4 a 5 años<br />
que la chacra no había estado productiva, por lo que<br />
se la dieron a Pizarro. Se hace duro de creer que la<br />
población nativa, tan aferrada a la tierra, la<br />
abandonara tanto tiempo, teniendo tan magnífica<br />
ubicación: desde el puente prehispánico de Chilina,<br />
frente a la Acequia Alta.<br />
Cuando llegó Inca Yupanqui al valle de Arequipa, se<br />
habían asentado en él varios grupos étnicos que<br />
dejaron sus enclaves en las extensas semiplanicies de<br />
la Chimba, como son los Yanaguaras, cuyos ayllus<br />
que habían partido de Aquira, Malmaya (o<br />
Malmayna), Concha y Conchac, Piti, entre otros,<br />
estaban representados en la Chimba por los ayllus de<br />
Aquira, llamados: Pampaquira (o Pampa Aquira); de<br />
Piti: Pacocalla Anan Pito y Palca Urin Pito; de<br />
Malmayna: Yauca Collanca Malmaya, Yla Chuchu<br />
Paica Malmayna, Sulca Chuchu Palca Malmayna;<br />
(H)anan Malmayna, Palpaqui (o Pampalqui),<br />
Malmayna, Pucana ›)urin Malmayna; de Mara (o<br />
Naray indebidamente escrito), los ayllus Mara<br />
Macana y Mara Calla (o Maracalla). Además de los<br />
ayllus Chichicalla, Collana Anan(sic) Solimana,<br />
Umana Anan Solimana, Vista Yanaguara, Pataguasi,<br />
Guanca, Yauri Mollo y Quingarara. Además de<br />
Pampaquira, había un ayllu Aquira, que<br />
evidentemente habían partido del poblado del mismo<br />
nombre de Cotabambas.<br />
Estos Yanaguaras (así con g), tuvieron su curacazgo<br />
principal y cabeza étnica en el pueblo que los<br />
españoles designaron San Juan Bautista de la Chimba<br />
y hoy es la Villa de Yanahuara (así con h).<br />
Los Chumbivilcas, igualmente se afincaron en la otra<br />
banda del Chili (o Chimba) y tenían solamente 7<br />
ayllus: Vilque, Aca, Quilli, Anta Palea, Pahana,<br />
Cayao y Cayllagua, al parecer emparentados con los<br />
Yanaguaras, aunque divididos por el río Santo Tomás,<br />
dado que hasta nuestros días se les nomina como<br />
Chuchus, incluso cuando juegan fútbol como rivales<br />
por la Copa Perú.<br />
Los Collaguas, eran igualmente numerosos y habían<br />
procedido del Colea, adonde llegaron del Collao (por<br />
eso hablaban aymara, a diferencia de los dos<br />
anteriormente citados), pasando previamente por<br />
Velille, donde adoraron a su huaca Collaguata. Su<br />
lugar de mayor predominio agrario lo tuvieron los<br />
Ceramio de Churajón existente en el museo de la<br />
<strong>Un</strong>iversidad Nacional de San Agustín. Foto del<br />
Dr. Máximo Neira Avendaño<br />
Collaguas en Cayma, Macchurumi (o Sec Sec),<br />
Sachaca, Alata, Huaycaque, en Tiabaya).<br />
Cuando el Inca llegó a la vega del Chili, no fundó<br />
ninguna ciudad, se limitó a poner sus mitimaes para<br />
control, espionaje y fuerza de frontera ante los<br />
enclaves de pueblos del interior en expansión. Para<br />
vigilar a Yanaguaras y Chumbivilcas destinó a los<br />
Chillques; para igual misión mitmaq de los Collaguas<br />
a los Callapas, de la etnia cusqueña Masca.<br />
En la banda oriental del Chili, hubo los Yarabaya, con<br />
sus mitmaq Chichas, que por igual controlaban a los<br />
Copoatas (Yarabayas y Copoatas, eran considerados<br />
como autóctonos de Arequipa. Para la misma misión,<br />
fueron mitmaq residentes en la bella andenería de<br />
Yumina, los Orejones, los Quiguares (o Guaypar) de<br />
Yumina; y los Canchis (o Canches, en algunos<br />
documentos).<br />
Poner mitimaes en un lugar, no es fundar un poblado.<br />
Eso es lo que ocurrió en Arequipa, como lo hizo<br />
Huayna Cápac en Chuquisaca (Charcas, de Alto<br />
Perú), donde no creó un pueblo, sino que reemplazó<br />
a nativos por mitimaes, cosa que no se hizo en el<br />
valle del Chili (Morales, 1979). La cuestión de las<br />
fundaciones, tiene una connotación muy hispánica y<br />
poco andina.
a<br />
1<br />
y<br />
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18 Historia de Arequipa<br />
Texto:<br />
Guillermo Galdos Rodríguez<br />
Digitación:<br />
Violeta Mendoza<br />
Diagramación:<br />
Franco Delgado<br />
Escaneo de fotos:<br />
Silver Romero<br />
Supervisión:<br />
Dante Zegarra López<br />
Edición:<br />
distribución gratuita<br />
AREQUIPA al DÍA<br />
N°2<br />
Portada:<br />
Presencia del Inca en Arequipa. (Oleo del Dr.<br />
Teodoro Núñez Ureta, en el salón Consistorial de la<br />
ciudad)<br />
Falsa Crónica<br />
ice Garcilaso de la Vega, el Inca, que cuando un<br />
Dsoberano del Cusco estuvo por el valle del Chili, no<br />
encontró pobladores, por lo que hizo traer 3 000<br />
familias para que lo habitaran e hicieran productivo. Tal<br />
afirmación del prestigiado historiador caló hondo en viajeros<br />
y cronistas del siglo XVII, que siguieron con absurda lealtad<br />
los planteamientos tahuantinsuyanos del hijo de Isabel<br />
Chimpu Ocllo, para acreditar la importancia civilizadora de<br />
sus ascendientes, que la tuvo, más no en grado ponderativo<br />
que les atribuye Garcilaso.<br />
Lo expresado por él no es cierto. O a lo mucho una verdad a<br />
medias. Sabido es que los informantes de Garcilaso de la<br />
Vega y antes de él, a cronistas que le antecedieron, eran<br />
Orejones del Cusco, para quienes Manco Cápac y Mama<br />
Odio enseñaron todas las tareas que puede realizar el ser<br />
humano y que hallaron los primeros conquistadores que<br />
conocieron esta parte del Continente.<br />
La falsedad de tales informaciones tozudas, ha sido<br />
acreditada con los descubrimientos de la Arqueología, que<br />
son muchos y cuyo análisis y enumeración aquí resulta<br />
inoperante. Puso en nada lo dicho en los "Comentarios<br />
Reales de los Incas", un notable crítico de nuestra<br />
historiografía, el doctor Manuel Ladislao Cabrera Valdes, en<br />
su obra "Documentos primitivos del Cabildo", el año de<br />
1924, con la simple observación de la presencia étnica en el<br />
valle, de comunidades no mitimaes (o mitmaq), mucho antes<br />
de sti conquista por los Incas. Precisamente, para dominar, los<br />
gobernantes del Tahuantinsuyu afincaban a sus mitimaes en<br />
lugares donde hallaban llactaruna (nativos propios de la tierra),<br />
o enclaves de grupos étnicos que habían emigrado hacia la<br />
costa o hacia la selva, buscando medios de subsistencia<br />
distintos a los de su hábitat matriz.<br />
En el valle del Chili, los Incas encontraron a grupos étnicos<br />
propios de él (Ilactaruna o llactayoq), lo que viene a impugnar<br />
la tajante afirmación de Garcilaso, por eso trasplantaron a los<br />
mitimaes. que son pocos respecto a los "yndios naturales",<br />
como demuestran las "visitas" hechas por funcionarios<br />
españoles para que Pizarro (o después don Pedro de La Gasca),<br />
firmaran encomiendas para los conquistadores, donde se<br />
conoce recién la escasa proporción de "trasplantados" ante la<br />
de los llactaruna, o de enclaves andinos.
Los Yarabaya: autóctonos mistianos<br />
Desde mucho antes de los Incas, existió en el valle<br />
del Chili agrupaciones étnicas que tuvieron como<br />
lengua al Puquina, consideradas, a si mismo, como<br />
aborígenes de este sector: la de Yarabaya y la de Copoata, al<br />
igual que todas las situadas en la banda oriental del río citado,<br />
hacia la Cordillera Occidental; sector geográfico que el<br />
Incario nominó como Ccollisuyu, término que los hispanos<br />
suavizaron su pronunciación como Colesuyo.<br />
En la banda occidental del Chili, se establecieron los<br />
ayllus de las etnias Yanaguara, Chumbivilcas y Collaguas,<br />
como enclaves intermedios entre Cotabambas, Chumbivilcas<br />
y del Colea y la costa oceánica, banda occidental conocida<br />
como la Chimba. Al dominarla, los gobernantes del Cusco<br />
pusieron allí a los mitimaes Callapa del ayllu Masca y<br />
Chilques, para que vigilaran, espiaran y controlaran a las<br />
indicadas étnicas expandidas de zonas altoandinas a la<br />
Chimba recién en los últimos veinte años, en base a<br />
manuscritos del Archivo General de la Nación (AGN)<br />
y del Archivo Regional de Arequipa (ARAR) nos ha<br />
sido posible descubrir la existencia de los Yarabaya,<br />
en el soleado valle del Misti (GALDOS, 1985:<br />
166-169). Por un error paleográfico se<br />
leyó Socabaya en la encomienda de.<br />
Diego Hernández, allí donde muy<br />
claramente debió leerse Yarabaya.<br />
Quizá la falla más que a equívoco<br />
paleográfico se debió a una falsa<br />
apreciación geográfica, ya que era fácil<br />
suponer que debía decir Socabaya, topónimo<br />
conocido de nuestra campiña,<br />
que un término nuevo, hasta<br />
desconocido entonces:<br />
Yarabaya.<br />
Es que, cuando llegaron los españoles, uno de los primeros<br />
lugares arequipeños que rebautizaron (y parece que el<br />
primero) fue el hábitat de los Yarabaya, haciéndole figurar<br />
desde entonces como San Lázaro. Y en lo futuro, para<br />
siempre, fue San Lázaro la etnia, su poblado y la lloclla<br />
(torrentera). El nombre original pasó al olvido y si alguna vez<br />
se acordaron de él los hijos y nietos de los conquistadores era<br />
confundiéndolo por efecto onomatopéyico con Yarapampa o<br />
Yarabamba (campiña agraria, por entonces) del curacazgo de<br />
Pocsi. Pero nunca tuvo que ver nada uno con otro. Empero, así<br />
como en la encomienda de Diego Hernández (22/1/1540) se<br />
consignaba como Yarabaya, igual se repetía en los títulos de<br />
encomenderos posteriores y en otros documentos oficiales,<br />
como en visitas efectuadas por orden de La Gasca, del virrey<br />
Francisco de Toledo y en juicios de residencia a Corregidores,<br />
encargados posteriormente del cobro de tributos a esta<br />
comunidad autóctona mistiana.<br />
Raro cántaro con decoración antropomorfa (Objetos<br />
encontrados en Kasapatak). Del diario "Noticias" del 6<br />
de diciembre de 1942<br />
Antes, por orden del Gobernador don Francisco<br />
Pizarro, inspeccionaron esta zona ignotos visitadores.<br />
cuyo empadronamiento quedó revelado en la cédula<br />
por la que otorgó la encomienda a Diego<br />
Hernández, donde los Yarabaya figuraban<br />
con 170 tributarios, Llalliguaya con 40.<br />
El "cacique principal" se llamaba Caya.<br />
Los mitimaes Chichás, establecidos en<br />
Tingo y Guasacache eran una especie de<br />
Servicio de Inteligencia Incaico y fuerza de<br />
frontera para observar el<br />
comportamiento de los Yarabaya. O<br />
sea mitimaes del Incario.<br />
Historia de Arequipa 19
20 Historia de Arequipa<br />
La erupción que casi<br />
acabó con esta etnia<br />
E<br />
1<br />
Comunidad Indígena, dato extraordinario que no se<br />
fraile mercedario Martín de Murúa, que estuvo<br />
en el convento de su Orden, en Arequipa, a<br />
fines del siglo XVI, se ocupó de esta<br />
encuentra en otro autor; pero, llamándola tanto San<br />
Lázaro como Yarapampa, en vez de Yarabaya. Y más<br />
puntualmente "los indios de la parroquia de San<br />
Lázaro".<br />
Afirma Murúa<br />
que<br />
gobernando el Inca<br />
Yupanqui se produjo una<br />
terrible erupción del<br />
Mistí que destruyó por<br />
completo cuanta vivi-<br />
enda existía en sus<br />
proximidades, pere-<br />
ciendo todos los habitan-<br />
tes del valle. El<br />
soberano, después de<br />
hacer sus ofrendas al<br />
volcán, determinó<br />
que volvieran a su<br />
hábitat de la lloclla<br />
los cincuenta<br />
mitayos que<br />
con sus<br />
familias<br />
Ceramio con decoración antropomorfa del sector de<br />
Chuquibamba (dibujo del Dr. Carlos A. Paz de Noboa,<br />
en "El Deber", del 1° de enero de 1936)<br />
se encontraban por sus turnos en el Cusco, repoblando la<br />
tierra. Como es sabido los Incas obligaban a que los<br />
etnias que habían conquistado dieran un porcentaje de<br />
tributarios para cumplir la mita comunal.<br />
Dejemos que este cronista español nos de su<br />
información:<br />
"Y si no fuera por el valor y ánimo del Ynga Yupanqui<br />
y su mujer la Coya Hipa Huaco, todos los indios, adonde<br />
llegó la ruina, se hubieran ahorcado y dejándose morir,<br />
cosa entre ellos muy usada en semejantes ruinas. Desta<br />
vez quedó desolada Arequipa y su comarca, sin quedar<br />
edificio que no fuese destruido y abrasado. Sólo<br />
escaparon los indios de la parroquia de San Lázaro, que<br />
éstos// eran idos al Cusco todos a hacer mita y servicio<br />
al Ynga, que si no también corrieran el trabajo y miseria<br />
que los demás" (MURUA, 1987:535//536).<br />
Es así como estos Yarabaya se consideraban (como los<br />
Copoatas), únicos "yndios naturales", empadronados<br />
por encomenderos y autoridades de Arequipa, como el<br />
alcalde Martín López de Carbajal y el regidor bachiller<br />
Miguel Rodríguez de Cantalapiedra, que por orden de<br />
La Gasea, en junio de 1549 los "visitaron"<br />
designándolos "yndios naturales", y como tales<br />
cabildantes y vecinos conocían perfectamente la<br />
situación y status de las Comunidades del valle, no<br />
siendo posible que ellos y el escribano público y del<br />
Cabildo, se dejaran engañar por sus informantes.<br />
Se llamó también a ésta "la encomienda de los Diego"<br />
por pertenecer a Diego Hernández, Diego Hernández de<br />
Mendoza, Diego de Porres y Diego de Cabrera y Ulloa.<br />
Posteriormente tuvieron la desgracia de ser adjudicados<br />
a Ana María de Arévalo y Espinoza, vecina de Lima,<br />
que no tuvo siquiera la delicadeza de hacer entrega del<br />
tercio que correspondía al rey. Tal comportamiento de<br />
empingorotada señora lo denunció el intendente Alvarez<br />
y Jiménez.
Como vivían los Yarabaya<br />
C . orno en terrenos de los Yarabaya era donde se fundaría<br />
la Villa Hermosa del valle de Arequipa, es necesario<br />
hacer un recuento de lo poco que se sabe de este grupo<br />
étnico. Todo hace suponer que fue él, de raíces antiquísimas, cuyo<br />
idioma debió ser el Puquina, como lo revela su nombre. En sector<br />
de Ccollisuyu hubo y hay muchos poblados en los que figura la<br />
partícula baya, como Tilumbaya, Tiabaya, Socabaya, Mollebaya,<br />
Polobaya y, además entre otros, Yarabaya. Más numerosos aún<br />
resultan tales topónimos en la actual provincia Sánchez Cerro, del<br />
Departamento de Moquegua.<br />
No perdemos de vista el hecho de que el Puquina fue lengua que<br />
se conoció en sector arequipeño mucho antes que el aymara y que<br />
el quechua. Esa antigüedad la han probado filólogos y<br />
arqueólogos, lo que nos releva a nosotros de la obligación de<br />
hacerlo en esta nota.<br />
Sobre la población prehispánica de los Yarabaya, debemos<br />
valemos de la provisión de don Francisco Pizarro, fechada en<br />
Cusco el 22 de enero de 1540, concediendo la encomienda a<br />
Diego Hernández, donde los tributarios yarabaya llegaban a 170.<br />
Por desgracia no se da el recuento de los ancianos e impedidos,<br />
de los jóvenes menores de 18 años (a partir de cuya edad<br />
empezaban a tributar hasta los cincuenta), ni a las viudas, ni a las<br />
mujeres (de toda edad y estado).<br />
Como en todo pueblo andino, trabajaban en labores agrícolas y<br />
textiles dichos tributarios, ayudados de sus mujeres. Pero estaban<br />
exonerados los mayores de 50 años, los lisiados y los débiles<br />
física y mentalmente impedidos, igual que las viudas, a quienes<br />
incluso la Comunidad ponía a su disposición yanaconas para que<br />
las atendieran. De acuerdo a ancestrales normas de los ayllus<br />
(conformantes de naciones étnicamente similares), el trabajo era<br />
comunal y sólo los incapacitados estaban dispensados. Por ello la<br />
norma general (Ama quella: no serás perezoso), determinaba la<br />
obligación de laborar, sin disculpa ni tardanza. Y ello es<br />
explicable en organizaciones de tipo social: aquel que vive del<br />
esfuerzo y el trabajo ajeno, era y es un delincuente, nada menos<br />
que un ladrón.<br />
Estamos refiriéndonos tan sólo a los 170 tributarios. llamados<br />
Yarabaya, y no a otros centros con evidente connotación Puquina-<br />
hablante, como Tilumbaya, Chacobaya, Culluguaya,<br />
Historia de Arequipa 21<br />
Molleguaya, que figuran en la misma provisión pizarrista del 22<br />
de enero de 1540.<br />
Cuando se hizo la visita general de Toledo, con participación de<br />
don Juan Maldonado de Buendía (1571), se notaba ya el descenso<br />
poblacional. Los tributarios registrados eran solamente 117; pero,<br />
recién entonces se dio otros datos estadísticos de la gente que<br />
dependían de esos 117 varones productivos: 19 viejos e<br />
impedidos, 116 muchachos menores de 18 años, 271 mujeres de<br />
toda salud, estado, edad y condición.<br />
Para entonces y aún después, seguían manteniéndose las<br />
estructuras de Comunidad que encontraron los españoles al llegar<br />
a estos lares. El trabajo era colectivo y el "cacique principal"<br />
debía recaudar todos los tributos, para dar cuenta de ellos a los<br />
encomenderos que sucesivamente se beneficiaban con su<br />
esfuerzo.<br />
Como los Yarabaya sembraban lugares en declive hacia el río<br />
Chili, tuvieron que aprovechar al máximo el terreno, mediante el<br />
sistema de irrigación y andenería que aún en nuestros días se<br />
observa, viendo la vega desde la otra banda, conocida como la<br />
Chimba, haciendo alarde de una indudable alta tecnología que ya<br />
se ha reconocido.<br />
La tecnificación permitía que cada ayllu pudiera autoabastecerse<br />
de alimentos, de tejidos y calzado, de sus utensilios y viviendas.<br />
Cuando fueron conquistados por los Incas, tuvieron los<br />
Yarabaya que compartir sus utilidades, de modo que un tercio<br />
de su producción debía dedicarlo al Inca y sus familiares, otro<br />
tercio a la clase sacerdotal, y del último tercio,<br />
aproximadamente, debía vivir la comunidad. Igualmente se les<br />
impuso el culto solar, el aprendizaje del quechua, como idioma<br />
oficial, y el control de los Chichas, como mitimaes oficiales.<br />
Por un puente colgante pasaron los españoles, por la<br />
zona de Chilina, en los meses de julio y comienzos de<br />
agosto, para fundar la Villa Hermosa del valle del Chili,<br />
el 15 de agosto de 1540<br />
á
22 Historia de Arequipa<br />
Circunstancias que motivaron la<br />
fundación de Arequipa<br />
arias fueron las circunstancias que impulsaron al<br />
Vgobernador don Francisco Pizarro para fundar un<br />
' poblado en Arequipa, siendo las más importantes de<br />
tipo geo-político y geo-económico; dar una salida hacia el mar a<br />
la producción de oro de Carabaya y de Condesuyos, de la plata,<br />
tejidos "de la tierra" y cosechas agrícolas, así como para el<br />
movimiento poblacional hacia el litoral. Increíble fue el<br />
beneficio de los metales preciosos que, por desgracia, no<br />
favoreció el progreso de España. Tanto las ciudades de la<br />
altiplanicie, como Cusco, precisaban de una ruta hacia el océano,<br />
que estuviera al sur del Callao. No poco influyó en la decisión el<br />
hecho de que el primer poblado fundado por españoles en el<br />
incaico Kuntisuyu (que ya empezaba a ser conocido como<br />
"provincia de Arequipa"), resultó insano para los indios, en<br />
especial para los serranos acostumbrados a clima frío, a quienes<br />
sus encomenderos les obligaron a que les prestaran servicios en<br />
la Villa. Que era la Villa Hermosa del valle de Camaná, según el<br />
arqueólogo e historiador doctor José María Morante, ocupando<br />
el lugar conocido como Huacapuy.<br />
Repararon los encomenderos, con oportunidad, el descenso<br />
demográfico experimentado por sus tributarios, por lo que en<br />
sesión de 3 de abril de 1540, bajo la presidencia del alcalde<br />
mayor don Alonso de Cabrera, el Cabildo otorgó poder al alcalde<br />
ordinario Garcí Manuel de Carbajal y al regidor Luis de León,<br />
para que se presentaran ante el gobernador Pizarro y solicitaran,<br />
entre otras mercedes, la de trasladar la Villa Hermosa a un lugar<br />
más saludable y estratégico (BARRIGA, "Documentos", 1939,<br />
T.I.p. 55).<br />
14 CHIUSA 3 CAl211121CATO1 C(14/44<br />
•AlIC441"T■ 4 11.4124,5 Y CANC44-11<br />
e411212tli 4,"<br />
ENCOMIENDAS EN LA<br />
JURISDICCIÓN DE<br />
AREQUIPA<br />
n w `ten<br />
El Gobernador procedió con cautela ante los personeros y<br />
exigió que previamente se tomara el parecer de los vecinos y que<br />
éstos, en caso de una decisión a favor del cambio, se trasladaran<br />
al nuevo asentamiento en carabanas organizadas bajo la<br />
dirección de los regidores y otros encomenderos de importancia.<br />
Para tales diligencias se requería de un hombre ejecutivo y<br />
emprendedor que don Francisco Pizarro supo hallar en don Garcí<br />
Manuel de Carbajal, nombrándolo teniente gobernador de la<br />
provincia de Arequipa, como había pasado a conocerse entonces<br />
al Incaico Kuntisuyu. El 15 de abril, Carbajal hacía publicar un<br />
bando con el pregonero Pedro Yris, de lo que hay constancia en<br />
el protocolo de Alonso Luque (Fs. LV), prohibiendo que el<br />
vecindario de la Villa Hermosa salga de ella sin licencia, porque<br />
tenía que hacerse la juramentación y encuesta sobre el lugar<br />
adecuado para la nueva fundación. Esta toma de pareceres se<br />
realizó el 20 de julio de 1540, en el templo de la Villa Hermosa<br />
de Camaná, y no, como sin fundamento, habían afirmado varios<br />
historiadores mistianos que este acto se cumplió en la capillita de<br />
San Lázaro, que aún no existía, como que tampoco se había<br />
fundado el poblado español en el valle del Chili. El acta de<br />
votación publicada por Víctor M. Barriga esclarece tal asunto:<br />
"fueron juntos todos los vecinos que este día se hallaron en este<br />
pueblo que desuso se contenían en la iglesia de él y su merced de<br />
cada uno dellos tomó y recibió juramento en forma de derecho"<br />
(Ibidem, T.I. p. 75).<br />
El resultado de la votación fue a favor de las mejores<br />
condiciones ecológicas del valle de Arequipa.<br />
Desde entonces, hay que ver con los ojos de la imaginación<br />
a las carabanas que, reuniendo a familiares y amistades,<br />
avanzaron hacia su nuevo destino, que muchos de ellos no<br />
conocían siquiera.<br />
El último grupo vino de Camaná bajo la dirección del regidor<br />
Luis de León, partiendo en los primeros días del mes de la<br />
fundación.<br />
De "Encomienda y<br />
encomenderos en el Perú" por<br />
el Dr. José de la Puente Brunke.
No hubo en el valle arequipeño tambos capaces de<br />
Historia de Arequipa 23<br />
1/24 it<br />
Viviendo en las chozas del<br />
poblado de los Yarabaya<br />
hospedar a tan crecido número de españoles y sus<br />
criados, esclavos y yanaconas. Tuvieron que<br />
acogerse a la hospitalidad -de grado o fuerza- de los<br />
Yarabaya, en la lloclla, ocupando sus modestas casuchas,<br />
por ser su poblado el más cercano al sitio que había sido<br />
escogido para la creación de la nueva Villa Hermosa.<br />
Durante muchas décadas hubo la creencia de que la<br />
fundación tuvo lugar en San Lázaro. Parte ello de una<br />
reseña del arcediano Francisco Javier Echeverría y<br />
Morales, quien dice: "No hallaron oposición de los<br />
naturales, antes si, todo el alivio que por entonces pudieron<br />
apetecer. Los granos de maíz, las papas, la quinua y aves<br />
fueron suficientes y les sirvieron para socorrer a otras<br />
distancias. Por estos víveres, por el descanso y por el retiro<br />
del tránsito general del Reino fueron cayendo más gentes a<br />
componer su vecindario. Se acomodaron a las casuchas de<br />
los indios en el pago que llaman la lloclla de San Lázaro"<br />
(ECHEVERRIA, "Memoria", -1952-, p. 10). Debía<br />
entenderse que ese "se acomodaron" era relativo a los<br />
habitantes que llegaron de Camaná, en tanto se les<br />
asignaba solares en la nueva Villa Hermosa; pero, el Deán<br />
Valdivia, siempre tras los pasos historiográficos del<br />
arcediano Echeverría-, repitió muy lealmente la frase de su<br />
L<br />
mentor: "Hecha la conquista del Perú, los españoles<br />
visitaron el suelo de Arequipa y se acomodaron algunos en<br />
las casuchas de los indios en el pago que llaman la lloclla<br />
de San Lázaro" (VALDIVIA, 1847, p. 60).<br />
Por la época de su publicación, el Deán gozó del favor de<br />
la intelectualidad mistiana, lo que influyó a su difusión<br />
historicista, aún después de la publicación del libro de<br />
Francisco Javier Delgado "la fundación de Arequipa"<br />
(1891), tan esclarecedor sobre esos años primitivos de la<br />
ciudad. Por algo dijo Francisco Mostajo que los estudios<br />
históricos de Arequipa eran asaz rutinarios; y, nada tan<br />
cierto, porque hasta hoy no falta quien sin empacho alguno<br />
sostenga que Arequipa se fundó en San Lázaro, siguiendo<br />
las opiniones de María Nieves y Bustamante, en su novela<br />
"Jorge, o el hijo del Pueblo", o de Germán Leguía y<br />
Martínez en "Historia de Arequipa" (1912).<br />
Contra tal infundio reaccionaron exitosamente los doctores<br />
Manuel Ladislao Cabrera Valdés y Francisco Mostajo,<br />
Víctor M. Barriga y Alejandro Málaga Medina, entre<br />
otros.<br />
En definitiva, alojarse en el poblado de Yarabaya (San<br />
Lázaro), no es fundar allí una ciudad, cuanto más que hasta<br />
ahora tiene fisonomía de trazo autóctono, pese a su<br />
desindigenización.
24 flistoria de Arequipa<br />
• • -<br />
Ruinas de Tiahuanaco. (Postales del año 1916).<br />
Durante los últimos años la<br />
arqueología y la filología han dado<br />
muchas sorpresas demostrando que<br />
el idioma puquina se habló tanto en el<br />
Tiahuanaco como en Churajón,<br />
habiendo alcanzado alto desarrollo el<br />
primero, de cuyo esplendor dan<br />
testimonio las ruinas que existen aún,<br />
aunque muy depredadas, cerca de la<br />
orilla oriental del lago Titicaca, en<br />
tanto Churajón mantuvo su situación<br />
agraria.
26 Historia de Arequipa<br />
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Empero, la Villa Hermosa, la de 1539, había sido<br />
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Manuscrito de Luque, en Camaná, a 15 abril de 1540<br />
El protocolo de<br />
Alonso de Luque<br />
magnífico precedente para la de 1540. No existe<br />
ahora el Libro de Sesiones del Cabildo camanejo,<br />
por desgracia; y desde junio de 1539 podemos dar cuenta<br />
de su actividad por el protocolo del Escribano Real don<br />
Alonso de Luque, que se conserva a pesar de la terrible<br />
depredación de que ha sido objeto. Gracias a él podemos<br />
saber algo de Camaná, a partir de abril de 1539, en que<br />
comienza su foliación existente en la foja 5, como es<br />
sabido. Este documento tiene fecha de 28 de junio de<br />
1539, conteniendo el poder dado por fray Vicente de<br />
Valverde, por entonces Obispo del Cusco, al presbítero<br />
Rodrigo Bravo, delegándole el título de Protector de<br />
Naturales (que el rey le concedió), igual que el de<br />
Visitador en el sector arequipeño; pero adicionalmente<br />
para que cuidara sus intereses económicos, judiciales y<br />
administrativos en él. El protocolo de Luque no conserva<br />
la foja 1, pero hay constancia de que sí lo tuvo en 1806,<br />
cuando por el mes de agosto de ese año el Escribano<br />
Público, don Rafael Hurtado, informó a la Junta de<br />
Consolidación sobre "la primera escritura pública que se<br />
hizo en esta ciudad fue el nombramiento del Alguacil<br />
Mayor que libró el Ilustrísimo y Reverendísimo señor don<br />
fray Vizente de Valverde, primer obispo de estas<br />
provincias de la Nueva Castilla a favor de Lorenso Picado<br />
el 4 de junio de 1539" (ARAR, Intend. Administ.,<br />
t<br />
8/VII/1806). Además de esta inicial escritura ¿qué hubo<br />
en los cuatro primeros folios del protocolo, desaparecidos<br />
entre 1806 y 1927 en que este famoso libro fue<br />
incorporado al Archivo Municipal, donde hoy se halla?.<br />
Se aprecia que en escrituras del 4 y 28 de junio era el<br />
obispo Valverde quien las celebraba y que ya existía<br />
poblado en Huacapuy, por lo que se precisó de dotarlo de<br />
Alguacil Mayor, o sea de un auxiliar de la administración<br />
de Justicia, lo que permite forjar varias suposiciones: 1)<br />
¿quién era la máxima autoridad judicial?, 2)' ¿qué rol<br />
había desempeñado al Obispo Valverde en la creación de<br />
esa Villa Hermosa?, 3. Después de don Francisco Pizarro,<br />
la máxima autoridad era fray Vicente de Valverde, ergo<br />
¿pudo ser éste el fundador del poblado de Huacapuy?<br />
Creemos que sí; y hasta le nombró Alguacil Mayor.<br />
Facultad para ello tenía por cédulas de doña Juana, del<br />
8/XII/1535 y del 14/VII/1536, refrendadas .por el<br />
secretario de Cámara Juan de Samano; y en cierta forma<br />
de cogobierno en la tasación y distribución de<br />
encomiendas, según Cédula del Emperador don Carlos V,<br />
firmada en Valladolid el 7 de setiembre de 1537, junto con<br />
los miembros del Consejo doctor Beltrán, Hortiz Suárez<br />
de Carbajal. doctor Bernal y licenciado Gutierre<br />
Velásquez (BARRIGA, Ibidem, pp. 4, 7, 10). Helard<br />
Fuentes Rueda descubrió el documento sobre fs. 1 del<br />
Protocolo de Luque. (1)<br />
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Cumpliendo la<br />
provisión de Pizarro<br />
Historia de Arequipa 27<br />
e venía cumpliendo el Mandamiento del Gobernador don Francisco Pizarro, fechado en la Ciudad de los<br />
Reyes, el 6 de junio de 1540, en el sentido de que "...si oviere más botos que el valle de Arequipa es mas<br />
sano para los dichos yndios, yo os mando que con toda brevedad hagais salir dese valle de Camaná a todos<br />
los vecinos e otras personas que en él oviere e para ello les pongais las penas que os paresciere, a las executais en<br />
sus personas e bienes. E os vais al valle de Arequipa. E asenteis la dha Villa en la parte de Collasuyo, donde mejor<br />
os paresciere. E executad la dha traza, e yo en tal caso doy por ninguna la población del valle de Camaná lo qual así<br />
hazed e cumplid..." (DELGADO, 1891, p. 13; BARRIGA, Ibidem, p. 61).<br />
Todo se había efectuado como lo dictó Pizarro en esa provisión y con la última caravana se daba "por ninguna la<br />
población del valle de Camaná", que varios lustros después sería fundada en otro lugar lejos de Huncapuy, más hacia<br />
la orilla del mar.<br />
El escribano Don Alonso -e Luque reo“ lando el acta de fundación españo— de Areqo.pa<br />
(detalle del cuadro fundacional, por Teodoro Nuñez Ureta)
28 Historia de Arequipa<br />
Autoridades de Camaná<br />
Otra información que debe extraerse del protocolo de<br />
de 1539. Veamos:<br />
Luque es la vinculada con las autoridades que<br />
formaban el Cabildo de Villa Hermosa durante el año<br />
Alcalde mayor, don Alonso de Cabrera (Prot. Luque, Fs. VII; Fs.<br />
XLIX, del 3 de abril de 1540; Fs. L vta., del 5 de abril 1540).<br />
Pedro Barroso, alcalde ordinario -parece que de primer voto por<br />
su prestigio de conquistador-, según poder que le confirió el<br />
vizcaino Juanes Navarro el 21 de diciembre de 1539 (Luque, Fs.<br />
XXXVI vta.) Como tal alcalde ordinario firma el poder del<br />
Cabildo a Carbajal y León para traslado de la villa el 3 de abril<br />
de 1540 (Luque, XLIX).<br />
Garcí Manuel de Carbajal, alcalde ordinario, aparece<br />
documentalmente citado el 16 de febrero de 1540, siendo testigo<br />
junto con el otro alcalde ordinario don Pedro Barroso, en<br />
escritura hecha en la Villa Hermosa de Camaná (Luque, Fs.<br />
XXXIX). Luego, en concierto de Compañía entre Cristóbal<br />
Folego y Luis Ternero que estaban de paso a Chile, donde<br />
esperaban conseguir encomienda de mapuches y minas de oro y<br />
plata, en 19 de febrero del mismo año (Luque, Fs. XL y XL vta.).<br />
Cuando el Cabildo de Villa Hermosa determina solicitar al<br />
Gobernador el traslado del poblado, son designados diputados<br />
Garcí Manuel de Carbajal y Luis de León, designándosele a<br />
aquel como alcalde ordinario y a éste como regidor. el 3 de abril<br />
de 1540, donde estampan su firma todas las autoridades ediles<br />
que se encontraban presentes a ese importante acto (Luque, Fs.<br />
XLIX).<br />
Juan de la Torre, el de la Isla del Gallo, fue nombrado alcalde<br />
ordinario debido a que el titular Garcí Manuel de Carbajal había<br />
sido designado como teniente de gobernador por Pizarro y,<br />
consecuentemente, dejaba vacante el cargo edil que desempeñó<br />
en las dos primeras semanas de abril de 1540. El 15 de ese mes<br />
Carbajal estaba haciendo publicar bando en que prohibía a los<br />
pobladores de la Villa Hermosa que la abandonaran, bajo<br />
apercibimiento de multa (Luque, Fs. LV) (V. tb. Fs. XLIII).<br />
Los regidores en Camaná eran: Lucas Martínez Begazo, que lo<br />
declaró el 20-XII-1539, cuando da poder a Gómez de Tapia, y<br />
con cierto tinte de legítimo orgullo se presenta como "vecino y<br />
regidor desta Villa hermosa" (Luque, Fs. XXXVI). Tal honor lo<br />
mantuvo en el año de 1540. El capitán Andrés Ximénez era<br />
"vecino e Regidor de Villa Hermosa" (Luque, Fs. XLII vta. y<br />
XLIII). "Hernando de Silva, vecino e Regidor de la Villa<br />
Hermosa del valle de Camaná" (Luque, Fs. XLVII), y como tal<br />
da poder en el Cabildo a Carbajal y León, el 3 de abril de 1540<br />
(Luque, XLIV); y en la misma fecha y documento firman como<br />
otros regidores, don Hernando de Torres y el capitán Gómez de<br />
León, encomendero de Camaná.<br />
El Alguacil Mayor don Martín López de Carbajal, hermano de<br />
don Garcí Manuel, interviene en escrituras de 3 de enero de<br />
1540, ostentando tal cargo y de 21 de enero (Luque, Fs. XXXVII<br />
y Fs. XXXVIII vta.), dando poder para cobros.<br />
El pregonero era Pedro Iris (o fres), según el Protocolo de Luque<br />
de 15 de abril de 1540 (Fs. LV) y nada menos que en el Acta de<br />
fundación de la Villa Hermosa del valle de Arequipa, el 15 de<br />
agosto de 1540, (BARRIGA, Ibidem, p. 79).<br />
Estos personajes fueron, en definitiva, quienes se encontraron<br />
entre los fundadores de la futura Ciudad Blanca, con algunas<br />
excepciones, como Alonso de Cabrera, quien al haberse<br />
declarado el traslado de Camaná a Arequipa, dejaba de ser<br />
alcalde mayor porque su nombramiento era para aquel poblado<br />
y no para el nuevo. Igualmente no estuvo en la fundación de<br />
Arequipa el alcalde Pedro Barroso, por ausencia de la provincia.<br />
Al parecer estaba en Los Reyes. Villa Hermosa fue magnífico<br />
precedente administrativo para Arequipa.
Acta de votación en la Villa de Camaná y declaración de<br />
testigos que el Valle de Arequipa es más sano; auto para<br />
que dentro de .20 días se trasladen los vecinos y estantes<br />
al Valle de Arequipa.<br />
Villa de Catraná 20 de J I ó de 1540<br />
Arch. Alun. Areq. Libro II Cabildos fol. 92.<br />
N VEINTE días del mes de Julio de mil e quinien-<br />
Etos e cuarenta años el magnifico señor Garcia Ma<br />
nuel de Carbajal teniente de gobernador y capitan<br />
por el ilustre señor Marques Don Francisco Pizarro<br />
habiendo visto este mandamiento del señor Marques y en<br />
cumplimiento del mando juntar y fueron juntos todos los<br />
vezinos que este dicho dia se hallaron en este pueblo que de<br />
`suso se contenían en la iglesia de el y su merced de cada<br />
uno dellos tomo e recibí° juramento en forma de derecho<br />
por Dios Santa Maria y por las palabras de los santos e-<br />
y..<br />
vangelios y sobre una señal de cruz en que pusieron sus manos<br />
derechas que diran la verdad de lo que les fuere preguntado<br />
y cada uno dellos secreta y apartadamente dixo e declaró<br />
lo siguiente por ante mi Alonso de Luque escribano de<br />
su magestad y del concejo desea dicha villa.<br />
• • • 11 • • * • * * • * i • • f ** 4•4 44• •s* 0 4* «lo *so lo * *** 1 0 *<br />
El dicho alexo nuñez despues de haber jurado segun<br />
de soso dixo que' valle de arequipa es mejor y mas sano<br />
para los indios de la sierra que este valle de camaná y esta<br />
es la verdad y fi molo de su nornbre„ , --Alexo Nuñez.<br />
El dicho Juan crespo despues de haber Jurado segun<br />
Reproducción de "Documentos para la Historia de Arequipa, de Victor M. Barriga (1939, Tomo I)<br />
Historia de Arequipa 29
30 Historia de Arequipa<br />
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PARA LA CONQUISTA DE CHILE.<br />
Poder de Pedro Sancho de la Hoz y Pedro de los Mendoza a Alonso de Chinchilla y Gonzalo de los Ríos, para acopio<br />
de gente y armas en Villa Hermosa de Camaná (Protocolo de Luque, del 26 de junio de 1540).<br />
Cabeza de puente para la<br />
conquista de Chile<br />
En Camaná, y aún antes en Acarí, las fuerzas<br />
expedicionarias para la conquista de Chile<br />
realizaron varias acciones y se abastecieron. Era<br />
escribano del Rey y notario, don Juan Pinel, cuya<br />
escritura celebrada en "el Tambo de Acarí" por Pedro<br />
(Pero) Sancho de la Hoz y Pedro de Mendoza, el 26 de<br />
junio de 1540, se trascribió en el protocolo luquense.<br />
Estos conquistadores dieron poder a Alonso de<br />
Chinchilla, Gonzalo de los Ríos y Gaspar de las Casas,<br />
sobre todo para abastecerse de lo más urgente en la<br />
jurisdicción de la Villa Hermosa de Camaná (Luque, Fs.<br />
LX).<br />
Posteriormente, en Camaná, Francisco Martínez, estante,<br />
da poder al conquistador Capitán Pedro de Valdivia, para<br />
que tenga sus indios de encomienda en Chile, el 7 de julio<br />
de 1540 (Fs. LXIII Vta). Hacen contrato de<br />
compensación el mismo Francisco Martínez con el<br />
1 madrileño Juan de Almonacal, quiel había recibido de<br />
:, , aquel un caballo rucio (que podía valer 400 pesos, a pesar<br />
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' de tener uná berruga en el cuello), más armas, herrajes,<br />
clavos, etc.. todo "para hacer la dicha jornada",<br />
worardale•MIn<br />
8/VII/1540 (Fs. LXIV). En la misma fecha el herrador<br />
Gonzalo Gil, se obliga a favor de Francisco Martínez, por<br />
la suma de 350 pesos que valía un caballo fuerte (Fs.<br />
LXIV Vta). Alonso de Chinchilla dio poder el 9 de julio<br />
a Francisco de Escobar (Fs. LXV).<br />
El mismo Alonso de Chinchilla, fue demandado por Luis<br />
Méndez, estante en Villa Hermosa de Camaná, por la<br />
significativa suma de 1,100 pesos de oro que no habían<br />
sido respaldados por el abastecedor de la expedición a<br />
Chile. Se llega a un acuerdo con Pedro Sancho de la Hoz,<br />
Pedro de Mendoza y Gonzalo de los Ríos, para solucionar<br />
el problema judicial que se siguió ante el teniente<br />
gobernador Garcí Manuel de Carbajal (Fs. LXVI).<br />
Gonzalo de los Ríos, en representación y con poder de<br />
Pedro de Mendoza y Sancho de la Hoz, el 8 de julio paga<br />
a Luis Méndez 500 pesos que le debía Chinchilla<br />
(LXVII).<br />
Otros documentos derivados de la deuda de Chinchilla<br />
constan en fojas LXVI Vta. LXVIII, LXVIII Vta., LXIX,<br />
LXIX Vta.<br />
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34 Historia de Arequipa<br />
•■■<br />
Buscando nuevo asiento en el<br />
Texto:<br />
Guillermo Galdos Rodríguez<br />
Digitación:<br />
Violeta Mendoza<br />
Diagramación:<br />
Franco Delgado<br />
Escaneo de fotos:<br />
Silver Romero<br />
Supervisión:<br />
Dante Zegarra López<br />
Edición:<br />
distribución gratuita<br />
AREQUIPA al DÍA<br />
PORTADA:<br />
Fundación española de Arequipa.<br />
Oleo del Dr. Teodoro Núñez Ureta.<br />
(Cuadro del Salón Constitorial de la Ciudad).<br />
N°3<br />
valle del Chili<br />
on Garcí Manuel de Carbajal y el Escribano Real<br />
D y del Cabildo, Alonso de Luque, (conocedor de<br />
las Cédulas Reales del Emperador Carlos V),<br />
escogieron el sitio donde habría de fundarse la Villa<br />
Hermosa del valle de Arequipa, cerca del río, de modo que<br />
"el sol diera primero en el pueblo que no en el agua" del<br />
Chili (Real Cédula, firmada en Granada, el año de 1526)<br />
(2).<br />
Muy ilustrativa es tal disposición. que se aplicó para<br />
Arequipa y dice: "Procuren tener el agua cerca, y que se<br />
pueda conducir al pueblo y heredades, derivándola si fuere<br />
posible, para mejor aprovecharse de ellas, y los materiales<br />
necesarios para edificios, tierras de labor, cultura y pasto,<br />
con que excusarán el mucho trabajo y costos que siguen de<br />
la distancia. No elijan sitios para poblar en lugares muy<br />
altos por la molestia de los vientos y dificultad del servicio<br />
y acarreo, ni en lugares muy bajos, porque suelen ser<br />
enfermos, fúndese en los medianamente levantados que<br />
gocen descubiertos los vientos del norte y mediodía, y si<br />
hubiere de tener sierras o cuestas sean en la parte de<br />
levante y poniente, y si no se pueden excusar de los lugares<br />
altos, fúndese en partes donde no estén sujetos a niebla,<br />
haciendo observación de lo que más convenga a la salud y<br />
accidentes que pueden ofrecer; y en caso de edificar a la<br />
ribera de algún río dispongan la población de forma que<br />
saliendo el sol dé primero en el pueblo que en el agua"<br />
(Martínez, Carlos, Bogotá, 1967, p. 47).-
Parece que, sin conocerlo, estuviera el Emperador<br />
describiendo el asiento de la futura Ciudad Blanca,<br />
aunque tal juicio parezca petulancia de nuestra parte.<br />
Tiene este valle agua cerca incluso las chacras de los<br />
Yarabaya estaban surcadas por acequias abundosas, de<br />
las que sería posible sacar desviaciones hacia los<br />
solares vecinales; había material de construcción<br />
(piedra y sillar) además de arena, cal y yeso; y hacia<br />
oriente y poniente dejaban asomar sus crestas blancas<br />
las sierras que embellecen su campiña, carente de<br />
niebla y con un eterno cielo azul, salvo en los tres<br />
primeros meses del año, que goza de lluvias<br />
intermitentes. Y aquí si que el sol prodigaría primero<br />
sus luces al pueblo que al agua del Chili.<br />
Para la selección del lugar, don Garcí Manuel de<br />
Carbajal, Alonso de Luque, habían recorrido varios<br />
sectores mistianos, preferentemente, si existían<br />
acequias. Constataron que en la banda occidental del<br />
río había una explanada magnífica, por la que<br />
recorrían y recorren acequias de buen caudal. A una de<br />
ellas los españoles le llamaron Acequia Alta, porque<br />
lo es, y constituye todo un milagro de la ciencia<br />
hidráulica, llegando a dar agua para las andenerías<br />
vistosas de Cayma; otra acequia, igualmente<br />
prehispánica, era la de Sunilarca, que en su curso iba<br />
cambiando nombre a medida que pasaba por los<br />
pequeños poblados de Chul lo, Tahuaycani o<br />
Umacollo; otras, eran Ampatacocha y la de<br />
Cortaderas, etc. Ellas habían sido trazadas, según<br />
parece y muy fundadamente, antes de la conquista del<br />
Incario.<br />
Pero, en esa banda no podía fundarse la Villa Hermosa<br />
nueva, porque al salir el sol daba sus rayos primero al<br />
agua que al poblado proyectado. Esto lo sabía muy<br />
bien el hombre de leyes, don Alonso de Luque, por lo<br />
que la comisión pasó a la banda oriental, donde existía<br />
una acequia matriz que tuvo el nombre de Coa,<br />
sangrada del Chili, precisamente en zona que ahora se<br />
conoce con el nombre de Chilina, como era<br />
identificado, asimismo, desde muy antiguo y no sería<br />
raro que el río, el sector (Chili y Chilina), sean<br />
topónimos del idioma Puquina, al igual que el nombre<br />
de la acequia Coa, como veremos después. (3).<br />
Carbajal, Luque y quizá más personas observaron que<br />
hacia abajo del pueblo de los Yarabaya, los cultivos de<br />
éstos eran atravesados por copiosas acequias que<br />
salían precisamente de la matriz Coa, en la parte alta y<br />
oriental de Chilina, todas en dirección al Sudeste. La<br />
primera, es decir la más alta, en dirección a<br />
Porongoche; la siguiente hacia Lambramani, por una<br />
ronda que señalaba la ruta a Paucarpata; la tercera, un<br />
poco más abajo, que los españoles designaron por<br />
aldehuelas suyas: La Palma, El Carmen y Dolores; era<br />
la cuarta acequia, la que iba en dirección hacia la<br />
Pampilla y la Apacheta. A continuación discurría la<br />
acequia que llevaba agua hacia cementeras<br />
relativamente extensas de Añaypata (y el Palomar de<br />
tiempos actuales). Hacia abajo, en dirección a Tingo,<br />
las conocidas como de la Pólvora y la de Chichas (que<br />
aún en nuestros días mantiene la designación), porque<br />
allí cultivaba el grupo mitimae que tenía a su cargo el<br />
control y vigilancia de los aborígenes Yarabaya;<br />
Chichas que tenían áreas cultivadas hasta Guasacache<br />
y sus cercanías.<br />
Cerca del poblado de los Yarabaya, y aprovechando<br />
las primeras acequias de la red hidráulica que se<br />
ofrecían a los futuros pobladores para el<br />
abastecimiento general y regadío de las huertas que<br />
tendrían los solares, era donde Carbajal y sus<br />
colaboradores deberían delinear las manzanas de la<br />
nueva Villa Hermosa, partiendo de las bocacalles de la<br />
Plaza Mayor, para cumplir con la aplicación del plano<br />
dado por el Gobernador Pizarro al Teniente de<br />
Gobernación, don Garcí Manuel de Carbajal, en cuyo<br />
cumplimiento había puesto especial empeño.<br />
Dejemos a estos esforzados fundadores plantando<br />
estacas y trazando con cordel y cal las manzanas de la<br />
futura Ciudad Blanca, donde se quedarían a vivir,<br />
haciendo de ella su futura patria, la patria de sus hijos<br />
y de todas sus demás generaciones.<br />
Historia de Arequipa 35
Historia de Arequipa<br />
;<br />
Fray Pedro de Ulloa y<br />
la Vicaría de Arequipa I<br />
S<br />
e ha insistido mucho en que fray Pedro de<br />
Ulloa fue vicario de Arequipa, pero ese<br />
honor correspondió al Pbro. Rodrigo Bravo.<br />
El error parte de los Cronistas del Convento de la<br />
Orden de Santo Domingo, que hacen figurar a Ulloa<br />
como fundador del convento de Predicadores en<br />
Arequipa, por los años de 1534, según unos, y 1536,<br />
según otros.<br />
Esto es imposible, porque recién en 1538 llega<br />
Ulloa en la comitiva del obispo Valverde, junto con<br />
otros dominicos que trajo de España, que fueron:<br />
Gaspar de Carbajal, Antonio de Castro, Toribio de<br />
Oropesa, Alberto Daza, Jerónimo Ponce, Francisco<br />
de Placencia, y Alberto de Sotomayor, que<br />
igualmente pudieron no venir, sin por ello dejar<br />
mayor huella en el Perú, salvo los dos primeros<br />
conocidos por su labor descriptiva más que por la<br />
evangelizadora. Con ello está todo dicho. Pero fray<br />
Pedro de Ulloa si quedó en el recuerdo y en la<br />
leyenda, aunque indebidamente.<br />
La natividad de esta leyenda debemos encontrarla<br />
en el libro del dominico fray Juan Meléndez<br />
"Verdaderos Tesoros de Indias" (4), que difundió<br />
tan infundamentado despropósito. El libro figuró en<br />
todas las bibliotecas de su Orden, repitiéndose sin<br />
comprobaciones, y llegó a nuestro siglo XX<br />
incólume, hasta que esos profanos que se -llaman<br />
investigadores le dieron el ¡alto! a fray Pedro de<br />
Ulloa. Así acabó el infundio. Es interesante conocer<br />
de cerca los entretelones de este episodio -uno másde<br />
la historia incompleta de Arequipa, y que<br />
cándidamente a<br />
los gringos<br />
curiosos, a los<br />
otros estas cosas<br />
no les va.<br />
En base a "Verdaderos Tesoros de Indias",<br />
historiador arequipeño Francisco Echeverría<br />
Morales aseguraba en 1804, que en el año de 1534<br />
ya tenían los Padres Predicadores casa establecida<br />
(Echevarría, 1952, p. 7). De ahí bebieron los<br />
historiadores de las décadas 1970-1990, cayendo<br />
lógicamente en el error ajeno.<br />
Pero, otros autores individualmente estudiaron en la<br />
obra de Meléndez, de donde tomaron el dato en el<br />
Libro 2, Cap. 2.<br />
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