ÁREA NACONAL DE DESARROLLO CRISTIANO

Libro del Profeta Oseas Material elaborado por Z.R.E.C.
Fornicación vino y mosto quitan el juicio. Esta frase es una especie de proverbio. En
realidad, algo parecido puede leerse en Proverbios 20:1”El vino es escarnecedor, la
sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio” (compare con 1º.
Reyes 11:1 “Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres
extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las
heteas” en la experiencia del propio Salomón); Efesios 5:18 “No os embriaguéis con
vino en el cual hay disolución…”. La corrupción y las bebidas fuertes embargan el seso,
oscurecen el pensamiento e impiden obrar de acuerdo con las normas de la rectitud.
Pero el caso de Israel no se refiere a la ebriedad únicamente, sino también al haberse
dejado poseer por un espíritu de prostitución, es decir, la lascivia del culto de Baal que
había invadido a Israel. Esta amenaza no era algo nuevo, sino que se remontaba a los
días de la conquista hecha por Josué. Los habitantes originales de la tierra prometida,
los cananeos, nunca fueron completamente destruidos. Los israelitas hicieron suyos los
sistemas de agricultura superior de los cananeos, sus ciudades y templos. Y siempre
tenían delante la tentación de creer que el culto de los dioses de la fertilidad era una
parte necesaria de los métodos agrícolas. Siempre hubo algunos que se volvían a Baal,
o que, en un espíritu de sincretismo, se dirigían a Jehová como si él fuese Baal.
Pero en días de Oseas, este “espíritu de prostitución” había hecho presa de todos,
pueblo y sacerdotes. En lugar de acudir al Dios vivo en busca de guía, consultaban su
leño y su vara. Empleaban maneras ilícitas de adivinación; parece ser que practicaban
la rebdomancia y la belomancia (“Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una
encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación; ha sacudido las
saetas, consultó a sus ídolos, miró el hígado”. Ez. 21:21), formas de adivinación por
medio de un dios-árbol semejante al usado por los cananeos.
Engañados por este espíritu de prostitución, el pueblo adoraba en los lugares altos,
sitios de adoración establecidos en las cumbres de los montes. Jehová mismo se había
revelado sobre una montaña, en el Sinaí. Samuel acostumbraba sancionar tal
adoración con su presencia y bendición (“Y cuando hubieron descendido del lugar alto
a la ciudad, él habló con Saúl en el terrado”.1º. Samuel 9:25;). Pero había en esto un
peligro que en ocasiones fue denunciado por los profetas, especialmente por Oseas.
Con el lugar de adoración, también habían hecho suyos los símbolos de adoración, las
columnas sagradas (massebot) y la estaca de madera (asera). No sorprende que las
tendencias lascivas de las antiguas formas de culto cananeo hayan cobrado nuevo
vigor y que Jehová haya sido rebajado al nivel de Baal. Puede ser útil dar la descripción
de un lugar “alto” cananeo típico.
“El culto se desarrollaba al aire libre, en un coto apartado. El dios local, el Baal, al
principio, era representado por una columna de piedra, redondeada en la parte superior
en forma de cono y llamada báyitel=(casa de dios); el nombre indica una especie de
presencia divina. Las libaciones y la sangre de las víctimas debían derramarse sobre
esta columna. Cerca del báyitel estaban los massebot, columnas de piedra dispuestas
en forma de una guardia de honor, y, por tanto, con cierto carácter sagrado. El agua
necesaria para el sacrificio se sacaba de un manantial o cisterna. Después, pero
todavía antes de la llegada de los hebreos, el santuario estaba adornado con ídolos y
46