Revista moskardon n.2 - Sonidos Libertarios

Santiago. Y seis puntos de apoyo: en Valdivia; Puerto Montt; Puerto Varas; Talca; Temuco
y Traiguén”. Además ya desde junio del 32 el diario de la colonia alemana, el “Deutsche
Zeintug Für Chile”, había puesto a disposición del Movimiento Nazi toda una página que
fue usada por éste, con fines propagandísticos.
Para septiembre de ese año ya se podían contar 251 miembros del NSDAP.
El 30 de enero de 1933 Adolf Hitler se yergue como Primer Ministro de Alemania lo cual
acentúa aún más la radicalidad de la propuesta nazi. Entonces ideas como la del filósofo
Heidegger sobre “convertir al individuo alemán en paradigma y señor del planeta, se manifestaron
con mayor fuerza pero no sólo en el Reich”.
A partir de 1932 el fuhrer o cabecilla de la organización del NSDAP para el extranjero,
Ernst Wilhelm Bohle, declaró que “de ahora en adelante, a una alemania nacionalsocialista
sólo puede corresponder una alemanidad en el extranjero nacionalsocialista”, haciendo una
clara referencia al orden nazi que había sido finalmente afianzado y que no aceptaría divergencias
ni siquiera en los compatriotas que vivieran en el exterior.
Paradójicamente la década del 30 en los países de América del sur hubo presidentes y políticas
nacionales populistas. Que supieron muy astutamente manejar a los emergentes movimientos y
partidos de corte nacionalsocialista desde un prisma utilitarista a través de sus políticas de salud
y deporte social o como comodín por cualquier situación anómala relacionada a la política
internacional; y la nueva consolidación del Estado desde sus egos personalistas. Tales cómo Perón
en Argentina, Getulio Vargas en Brasil y Alessandri Palma en Chile.
Surgimiento del MNS
Otra facción importante en la historia del nacionalsocialismo chileno fue el Movimiento
Nacional Socialista (MNS). Fundado el 5 de Abril de 1932, irrumpió en la escena política
nacional abogando “por aquellos que no creen ni en el capitalismo ni en el comunismo, sino
que se proponen armonizar y unir en un solo haz los intereses divergentes de las clases sociales”.
Esta visión centralizadora de la sociedad, nace de la incapacidad del liberalismo progresista
que en más de una centuria no ha logrado el desarrollo prometido para la entera sociedad. Y
su contraste comunista cómo impulsor de la revolución del proletariado que el Estado chileno
ha menguado sus métodos de cambio en función protectora del capital.
Su fundador y líder fue Jorge Von Marées quien ejerció la profesión de abogado.
A diferencia del NSDP-Chile, el MNS no se encaminaba por las ideas de pureza
racial. Sino más bien, la consolidación de las estructuras fuertes del Estado y
adaptar el fondo de la universalidad del fascismo a las necesidades del pueblo
chileno. Este movimiento tiene más un parecido a la fallange española en sus
inicios que al nazismo alemán. Un corte fascista basado en el amor a la patria, la
iglesia, la jerarquía y todos los valores morales tradicionales de la nación. La
revalorización del individuo luego de paupérrimas condiciones de vida por parte
de la clase media y proletaria chilena, es utilizada por los nacistas chilenos para
atraer adeptos a sus filas. Realzando valores culturales que ellos asocian a la cultura
chilena y una grandeza histórica que no se entiende mucho. Esta supuesta superioridad
es la que lleva al “hombre nacista” a subordinarse voluntariamente a la colectividad
fascista promulgada por los MNS.
En relación al gobierno, el MNS y en particular uno de sus parlamentarios,
Fernando Guarello, defendía al Estado Totalitario ya que veía a esta fórmula
como la única capaz de ejercer el control necesario, sobre la sociedad, como
para llevar acabo su propósito. Los intereses superiores de la nación son los
que rigen las conductas de sus miembros y por ella son capaces de aceptar
una dictadura si es necesario para el bienestar de la nación. En cuanto a la
organización política, el nacismo aspiraba al reemplazo del sistema representativo
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