21.04.2013 Views

Un%20d%C3%ADa%20en%20la%20Colosa

Un%20d%C3%ADa%20en%20la%20Colosa

Un%20d%C3%ADa%20en%20la%20Colosa

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ISBN 978-958-98753-3-9<br />

Copyright © 2011 AngloGold Ashanti Colombia<br />

Todos los derechos reservados de autor - editor.<br />

No puede ser reproducida parte alguna de este libro<br />

sin autorización del editor.<br />

Primera edición, diciembre de 2011


Un día en La Colosa


Un día en La Colosa<br />

Sandra Ocampo Kohn |<br />

William González |<br />

Iván Malaver |<br />

Camilo A. Parra P. |<br />

Gatos Gemelos Comunicación |<br />

John Freddy Sastoque |<br />

Nelson Rojas V. |<br />

Erick H. Pichot R. |<br />

dirección editorial y textos | editorial direction and texts<br />

fotografía | photography<br />

coordinador senior comunicaciones | senior communications coordinator<br />

dirección de arte | art direction<br />

diseño y diagramación | layout<br />

color | color<br />

corrección de textos | copy editing<br />

supervisión general | general supervision


AngloGold Ashanti Limited<br />

Mark Cutifani |<br />

AngloGold Ashanti Américas<br />

Ron Largent |<br />

Ken Kluksdahl |<br />

AngloGold Ashanti Colombia S.A.<br />

Rafael Herz |<br />

Ramiro Santa |<br />

Abraham Korman |<br />

Klaus Rorhbach |<br />

Jorge Tapia |<br />

Rómulo Sanhueza |<br />

Lewis Kleinhans |<br />

Iván Matamoros |<br />

Josefina Araújo |<br />

ceo<br />

vp ejecutivo américas<br />

vp proyectos<br />

presidente<br />

vicepresidente de asuntos corporativos<br />

vicepresidente de sostenibilidad ambiental y seguridad industrial<br />

director financiero y administrativo<br />

gerente proyecto la colosa<br />

gerente proyecto gramalote<br />

director de exploración<br />

director de control de riesgos<br />

directora de asuntos legales


Contenido<br />

10 El Despertar 18 Cuesta arriba 44 La Colosa vibra<br />

de La Colosa<br />

al ritmo de cientos<br />

6


90 Un alto en el camino 102 Al caer la tarde 144 El turno nocturno<br />

7


Introducción<br />

Jorge Tapia<br />

Gerente del proyecto La Colosa<br />

8


Son cinco años caminando juntos. Cinco años de aprendizajes y retos, de vencer obstáculos y trazar<br />

nuevas metas. Muchos han estado con nosotros en este recorrido, que nos ha unido y nos ha<br />

enseñado que juntos podemos construir un mejor futuro.<br />

Hoy tenemos un proyecto de exploración que apenas comienza, un proyecto posible gracias a la<br />

dedicación, el esfuerzo continuo y la entrega de cada uno de ustedes. En AngloGold Ashanti Colombia<br />

estamos convencidos de que la gente está en el corazón de lo que hacemos, es el centro de nuestro<br />

negocio.<br />

Por eso, este libro, Un día en La Colosa, es un homenaje a ustedes. A la labor que desarrollan día a día y<br />

gracias a la cual este proyecto crece. Es un reconocimiento a nuestra perseverancia y a la capacidad de<br />

enfrentar los cambios y los nuevos retos.<br />

Nuestro proyecto está poblado por historias de vida de cientos de personas que cada mañana o<br />

cada noche trabajan con entusiasmo para cumplir sus metas… Metas que van desde el número de<br />

metros perforados, hasta habilitar las vías, garantizar el transporte a tiempo, ofrecer una alimentación<br />

balanceada y nutritiva, cumplir con las exigencias ambientales de las autoridades, estudiar la región en<br />

la que estamos, construir plataformas, adecuar campamentos, asegurarse de que todos trabajen de<br />

manera segura.<br />

Un día en La Colosa recoge todos los oficios, las profesiones, las actividades diarias del Proyecto. Porque<br />

La Colosa es como un reloj: se construye con el trabajo en equipo, y cuando alguna pieza deja de<br />

funcionar, falla. Nuestro proyecto hoy avanza porque todos cuentan, porque trabajamos articulados, en<br />

armonía. Solo así podemos hacer un trabajo bien hecho.<br />

Hace algunos meses, en una de mis visitas al Proyecto, varias mujeres trabajadoras me abordaron para<br />

preguntar por qué no habían aparecido en nuestro libro Caminando por Cajamarca. Y tenían razón, son<br />

nuestros colaboradores quienes hacen que este proyecto crezca día a día. Por eso decidimos hacer este<br />

libro, una muestra de nuestra gratitud con ustedes, por su esfuerzo, capacidad y dedicación.<br />

La Colosa la construimos entre todos. Y es una apuesta por un futuro mejor, con mayores opciones de<br />

bienestar y progreso; con posibilidades de mejorar la educación, la salud y el empleo; con alternativas<br />

para desarrollar nuevas industrias y nuevas profesiones. La Colosa es una oportunidad para todos, para<br />

nuestras familias y para nuestros hijos.<br />

NUESTRO PROYECTO HOY AVANzA PORqUE TODOS CUENTAN, PORqUE TRABAJAMOS<br />

ARTICULADOS, EN ARMONíA. SOLO ASí PODEMOS HACER UN TRABAJO BIEN HECHO.<br />

9


El despertar de La Colosa


Por las frías y solitarias calles de Cajamarca,<br />

el permanente rugir de motores, que muy<br />

de vez en cuando le da pausas al silencio,<br />

saluda el albor de la mañana.<br />

El reloj marca las 4:00 en punto, y mientras la<br />

mayoría de los cajamarcunos aún duermen,<br />

entre el canto de los gallos y el soplo de la brisa<br />

mañanera, la calle principal que da acceso al<br />

coliseo del municipio empieza a mostrar un<br />

inusual movimiento.<br />

El que parece ser un leve zumbido de abejas,<br />

paulatinamente se va agudizando hasta ser por<br />

El Despertar de La Colosa<br />

La luna resplandeciente no termina de ocultarse<br />

tras el extremo oeste de la cordillera.<br />

completo perceptible. Son decenas de motores<br />

Diesel encendidos, camionetas todo terreno que<br />

en el mismo orden de llegada se van apostando,<br />

mientras sus conductores pacientemente<br />

aguardan su turno con paciencia.<br />

Tras el capó del primero de los autos que<br />

encabeza la fila, y sujetando una potente<br />

linterna en su mano derecha, sobresale la<br />

figura de Yohnibani quintero, el supervisor en<br />

Seguridad Industrial y Salud Ocupacional de<br />

Cootracaime, empresa transportadora a la<br />

que se encuentran afiliados la totalidad de<br />

vehículos en espera.<br />

Su labor matutina exige estar lo suficientemente<br />

despierto, pues de la inspección que realiza a<br />

líquidos, frenos, luces y extintores, dependerá el<br />

visto bueno para que los automotores puedan<br />

emprender la marcha con su tripulación sin<br />

ninguna novedad.<br />

El trabajo de Yohnibani también demanda<br />

criterio y determinación, pues es el encargado<br />

de someter a los conductores a sorpresivos<br />

controles de alcoholemia. Todos los motoristas<br />

saben que si el resultado es adverso, él tendrá<br />

que reportarlo ante sus superiores.<br />

EL RELOJ MARCA LAS 4:00 EN PUNTO, Y MIENTRAS LA MAYORíA DE LOS<br />

CAJAMARCUNOS AúN DUERMEN, ENTRE EL CANTO DE LOS GALLOS Y EL SOPLO<br />

DE LA BRISA MAñANERA, LA CALLE PRINCIPAL qUE DA ACCESO AL COLISEO DEL<br />

MUNICIPIO EMPIEzA A MOSTRAR UN INUSUAL MOVIMIENTO.<br />

12


Mientras esto ocurre, en el corazón del pueblo,<br />

en barrios y veredas, algunas más cercanas, otras<br />

más lejanas, mujeres y hombres también dan<br />

comienzo a su jornada. Las madres disponen<br />

lo necesario para dejar sus hogares en orden y<br />

con todo preparado antes de salir; los jefes de<br />

hogar, mientras tanto, son secundados por sus<br />

esposas, quienes se esmeran porque el desayuno<br />

esté listo a tiempo y en el equipaje de sus<br />

compañeros nada haga falta.<br />

Son casi las 4:30 de la mañana, y mientras<br />

los rodantes continúan en revisión con la<br />

uniformidad y disciplina propia de las hormigas,<br />

desde todos los lugares empiezan a llegar<br />

centenares de hombres y mujeres, de rasgos<br />

y edades diversos, entre quienes sobresale el<br />

amarillo intenso de sus cascos y botas.<br />

Todos ellos se concentran en pequeños grupos,<br />

conversan, sonríen y tratan de generar focos de<br />

calor humano para resistir hasta el momento de<br />

la salida.<br />

Apenas unos minutos antes de las 5 de la<br />

mañana, las puertas del coliseo se abren de par<br />

en par para permitir el ingreso de este ejército<br />

de trabajadores. Son auxiliares de campo, líderes<br />

y operarios vinculados a AngloGold Ashanti<br />

Colombia, por quienes resulta posible que el<br />

proyecto de exploración minera La Colosa se<br />

reactive con la llegada de un nuevo amanecer.<br />

Es admirable la manera como, sin que unos y<br />

otros choquen o tropiecen, y casi siguiendo un<br />

orden perfecto, en el que cada uno pareciera<br />

tener asignado su lugar, en poco tiempo todos<br />

consigan estar dentro, cómodos, dispuestos y a<br />

la espera de la orden para partir.<br />

La tranquilidad del escenario deportivo solo<br />

es alterada por un grupo de personas que se<br />

desplazan ágilmente por la cancha, y tras ubicarse<br />

en puntos distantes, a viva voz motivan a los<br />

asistentes a reunirse en torno a pequeños grupos.<br />

Ellos son los llamados coordinadores SISO,<br />

quienes se toman unos minutos para ofrecer<br />

charlas sobre protección y minimización de<br />

las situaciones de riesgo en campo, atienden<br />

inquietudes, resuelven solicitudes, reciben<br />

incapacidades médicas y se enteran de las<br />

últimas novedades entre el personal.<br />

Una vez que terminan de impartirse las últimas<br />

instrucciones, los círculos humanos se dispersan<br />

y las filas rápidamente vuelven a integrarse.<br />

Para entonces son las 5:00 de la mañana. Es<br />

hora de iniciar el embarque y el personal con sus<br />

14<br />

morrales aguarda por la instrucción para dar el<br />

siguiente paso.<br />

La capacidad de cada automotor es de ocho<br />

personas. Cuando el ‘viaje’, como afirman en<br />

su lenguaje los conductores, está completo,<br />

la caravana parte hacia su primer punto, la<br />

intersección entre la carretera principal y la vía<br />

destapada, en el punto conocido como La Luisa,<br />

o en otros casos directo hacia el campamento<br />

base, donde se produce el desembarque.


Es admirable la manera<br />

como, sin que unos y otros<br />

choquen o tropiecen, cada<br />

uno pareciera tener<br />

asignado su lugar.<br />

MIENTRAS LOS RODANTES CONTINúAN EN REVISIóN CON LA UNIFORMIDAD Y DISCIPLINA<br />

PROPIA DE LAS HORMIGAS, DESDE TODOS LOS LUGARES EMPIEzAN A LLEGAR CENTENARES<br />

DE HOMBRES Y MUJERES, DE RASGOS Y EDADES DIVERSAS, ENTRE qUIENES SOBRESALE EL<br />

AMARILLO INTENSO DE SUS CASCOS Y BOTAS.<br />

15


En medio de la rigurosidad, la disciplina, la<br />

exigencia y la dureza propia de una actividad<br />

como la vigilancia privada, resulta inusual pensar<br />

que alguien pudiera transformar un rostro<br />

malhumorado o una mala palabra en sonrisas o<br />

expresiones positivas.<br />

Dentro de Omnitempus Ltda., la empresa que<br />

se encarga de la seguridad de AngloGold Ashanti<br />

Colombia, en Cajamarca e Ibagué, ese papel lo<br />

ha aprendido a desarrollar con lujo de detalles<br />

Diana Marcela Osorio López.<br />

Para esta joven profesional en salud ocupacional,<br />

la experiencia en este trabajo, donde los<br />

hombres son mayoría ha significado poner a<br />

prueba su creatividad, intuición y sexto sentido.<br />

Las visitas, por lo regular dos veces a la semana<br />

en campo, para verificar las condiciones del<br />

personal y minimizar las situaciones de riesgo,<br />

ya hacen parte de la rutina de sus compañeros,<br />

quienes, entre otras cosas, esperan porque<br />

llegue el día.<br />

Y es que más que las labores como supervisora<br />

SISO (Seguridad Industrial y Salud Ocupacional)<br />

que debe desempeñar, Diana Marcela es una<br />

consejera, una amiga y hasta una confidente<br />

Toda oídos<br />

Dicen por ahí que no hay nada que el tiempo no pueda curar,<br />

y el caso de Diana Marcela no podía ser la excepción.<br />

en quien muchos liberan sus inconformidades<br />

y tensiones laborales, pero también sus<br />

preocupaciones, problemas familiares y de<br />

pareja.<br />

En respuesta a estas confesiones, Diana se<br />

la ha jugado por asumir el rol de psicóloga,<br />

entregándoles una recomendación sincera<br />

y regalándoles, de cuando en cuando, un<br />

caramelo, con el que les endulza la vida.<br />

Aunque admite que en ocasiones se ha sentido<br />

en la encrucijada, al ser abordada en búsqueda<br />

de respuestas a dificultades propias de los<br />

matrimonios, sobre las que todavía no tiene<br />

experiencia, asegura que las vivencias de amigos<br />

y conocidos le han servido para dar un consejo<br />

que se ajuste a lo que sus interlocutores esperan.<br />

No en pocos casos, algunas de sus<br />

intervenciones han terminado en actos de<br />

reconciliación lo que para ella resulta una doble<br />

gratificación.<br />

Pero no siempre el hecho de ser la única mujer<br />

dentro del grupo es una ventaja. Así como a<br />

veces es la más consentida entre todos, en<br />

otras ocasiones Diana Marcela debe sortear<br />

episodios que no resultan cómodos, cuando<br />

16<br />

entre los vigilantes nuevos, solteros y más<br />

jóvenes, empiezan a manifestarse otro tipo de<br />

sentimientos que amenazan con pasar del plano<br />

laboral al personal.<br />

Ante esto, nada como una respuesta<br />

diplomática, ética y profesional que, sin herir a<br />

nadie, deja las cosas en claro y logra que todo<br />

vuelva a su equilibrio natural.<br />

Para esta joven, trabajadora y echada para<br />

adelante, no todo ha sido color de rosa. Aunque<br />

la oportunidad de trabajo surgió al término de<br />

su pasantía profesional, ello significó un cambio<br />

en su vida que, aunque resultó duro, le enseñó<br />

a apreciar el significado de la libertad y a valorar<br />

mucho más la compañía de mamá.<br />

Tanto para ella como para su madre,<br />

distanciarse temporalmente tuvo un costo<br />

emocional muy fuerte. Por un lado, en su<br />

condición de hija única, Diana Marcela jamás se<br />

había separado de su hogar, y por otro, ambas<br />

sabían que tendrían que enfrentar la soledad<br />

desde orillas distintas.<br />

Aunque el trabajo de sol a sol permitía<br />

que no hubiera mucho tiempo para echar<br />

de menos aspectos como la comida y los


consentimientos de mamá, aquellos días<br />

pasados por agua en los que terminaba, además<br />

de exhausta, hambrienta, mojada y enlodada,<br />

hacían que los sentimientos se encontraran<br />

hasta quebrantar las fuerzas y estallar en llanto.<br />

Sin embargo, bien dicen por ahí que no hay nada<br />

que el tiempo no pueda curar, y el caso de Diana<br />

Marcela no podía ser la excepción. La adaptación<br />

fue posible, en parte, gracias al apoyo de varias<br />

amigas y colegas, quienes se convirtieron en el<br />

apoyo en los momentos difíciles.<br />

Habiendo alcanzado la estabilidad económica<br />

necesaria, en una experiencia que no duda<br />

en calificar como enriquecedora, Diana pudo<br />

reencontrarse con su madre, a quien llevó a vivir<br />

a su lado en Cajamarca.<br />

Hoy las cosas para ella de nuevo son más fáciles,<br />

pero jamás volverán a ser iguales. Las vivencias<br />

pasadas le han dado un grado de madurez, de<br />

crecimiento personal e independencia, que le<br />

permiten ver la vida con otros ojos.<br />

Después de haber trabajado por varios años en<br />

Ibagué, y de haber desarrollado allí parte de su<br />

proyecto de vida, hay amigos y conocidos que<br />

no comprenden aún cómo o por qué decidió<br />

quedarse en la provincia.<br />

Pero Diana Marcela está más que convencida<br />

de estar haciendo lo correcto, pues considera<br />

que además de ser un lugar pequeño y tranquilo,<br />

Cajamarca, AngloGold Ashanti Colombia y el<br />

proyecto La Colosa le han brindado la posibilidad<br />

de desarrollarse profesionalmente.<br />

Así, al lado de la que considera su gran familia,<br />

esta joven ibaguereña, de sangre cajamarcuna,<br />

se levanta cada día con la convicción de<br />

entregar lo mejor de sí. Para ella, sus mayores<br />

satisfacciones en la tarea que realiza, sin duda<br />

están en los rostros de alegría de quienes<br />

son llamados a hacer parte de la compañía, y<br />

todavía no se acostumbra a las expresiones<br />

17<br />

de tristeza de quienes de sus manos son<br />

enterados de la negativa a la renovación de sus<br />

contratos.<br />

Portadora de buenas y malas noticias, Diana<br />

Marcela es en Omnitempus como la flor de loto<br />

que, emergiendo en un medio aparentemente<br />

hostil para su realidad, es fácilmente adaptable,<br />

y que además con su sola presencia consigue<br />

iluminar y armonizar el corazón y la mente de<br />

quienes la rodean.<br />

Diana Marcela es una<br />

consejera, una amiga y hasta<br />

una confidente, en quien muchos<br />

liberan sus inconformidades y<br />

tensiones laborales.


Cuesta arriba


Es un trayecto por carretera destapada que,<br />

sin embargo, pareciera ser mucho más<br />

largo por lo inhóspito y empinado del<br />

terreno.<br />

Es una vía serpenteante, con curvas exigentes,<br />

debidamente señalizada y conservada<br />

todo el tiempo por los operarios del área<br />

de operaciones en la que la pericia de los<br />

conductores se pone a prueba junto con la<br />

potencia de las máquinas.<br />

Por esta pista desde la que se divisa lo<br />

imponente del paisaje cordillerano por donde<br />

Cuesta arriba<br />

“Una hora larga”, como diría la gente de Cajamarca,<br />

separa el campamento base del casco urbano del municipio.<br />

muy temprano se moviliza el personal, así como<br />

insumos, elementos y materiales necesarios para<br />

el desarrollo de los diferentes procesos.<br />

Hacia las 5 de la mañana, el punto conocido<br />

como La Luisa, en honor a la vereda en la que<br />

se ubican parte de los predios del proyecto, se<br />

constituye en el de mayor afluencia de público<br />

en muchos kilómetros a la redonda. A bordo de<br />

buses y camionetas van llegando los auxiliares y<br />

operarios, que se alistan para iniciar la jornada.<br />

Mientras las primeras camionetas que hacen<br />

su ascenso regresan para proceder con los<br />

trasbordos, algunas personas del sector<br />

aprovechan para extender improvisados toldos, en<br />

los que, principalmente con sus termos, ofrecen<br />

bebidas calientes a los pasajeros en espera.<br />

Con el almuerzo, este es uno de los pocos<br />

espacios en los que los amigos, que aunque<br />

trabajan dentro del mismo proyecto pocas veces<br />

se ven, pueden ponerse al día, o en el que entre<br />

grupos de compañeros se afianzan relaciones<br />

en torno a diálogos sobre temas actuales<br />

o planificación de actividades pendientes,<br />

conversaciones que hacen más ameno el ambiente<br />

y ahuyentan el frío penetrante de la madrugada.<br />

HACIA LAS 5 DE LA MAñANA, EL PUNTO CONOCIDO COMO LA LUISA, EN HONOR A LA VEREDA<br />

EN LA qUE SE UBICAN PARTE DE LOS PREDIOS DEL PROYECTO, SE CONSTITUYE EN EL DE<br />

MAYOR AFLUENCIA DE PúBLICO EN MUCHOS KILóMETROS A LA REDONDA.<br />

20


El pito de las camionetas en descenso y las luces<br />

a plena potencia son la señal de alistamiento.<br />

Tan pronto como les es posible, grupos de ocho<br />

se acomodan rápidamente en el interior de las<br />

modernas camionetas, que reemplazaron a los<br />

típicos pero inseguros camperos, y se inicia la<br />

caravana.<br />

Para un novato, ir en el vehículo que encabeza<br />

el ‘convoy’ puede resultar literalmente una<br />

experiencia aturdidora, pues en cada una de<br />

las numerosas curvas es necesario accionar la<br />

corneta, en señal de alerta para la prevención de<br />

choques.<br />

Sin embargo, en épocas de verano, los que se<br />

quedan rezagados también llevan su parte,<br />

pues el paso de los primeros automotores hace<br />

que del piso se levanten nubes de polvo, que<br />

tampoco amenizan el viaje.<br />

Para don Jaime Barrios, uno de los conductores<br />

que a diario recorren no una sino varias veces<br />

los cerca de cinco kilómetros y medio de vía, si<br />

bien hay que tratar de ser lo más ágil y eficiente<br />

posible, no importa cuánto tiempo tome cada<br />

desplazamiento: la prioridad está en que los<br />

tripulantes lleguen seguros hasta su destino,<br />

y cualquier error, por pequeño, que sea puede<br />

resultar fatal.<br />

En cada una de las<br />

numerosas curvas es<br />

necesario accionar la<br />

corneta, en señal de alerta<br />

para la prevención de choques.<br />

La puerta de entrada a los terrenos propios del<br />

proyecto se halla delimitada por el paso de las<br />

tranquilas y cristalinas aguas de la quebrada<br />

La Colora, a la que extranjeros que intentaron<br />

adelantar procesos de explotación de oro en la<br />

mina San Antonio, le cambiaron el nombre por el<br />

de La Colosa, el mismo que hoy le da nombre al<br />

proyecto, según remembranzas históricas de Jorge<br />

Ovidio Matallana, uno de los raizales de la región.<br />

En ese lugar permanece siempre el personal de<br />

Omnitempus, empresa de seguridad que presta<br />

sus servicios a la compañía y que verifica, con<br />

sofisticados equipos, el que no se produzca<br />

23


24<br />

ingreso de personal en estado de embriaguez,<br />

que cada uno de los trabajadores o los<br />

visitantes porte sus elementos de protección<br />

personal, y que se encuentren debidamente<br />

acreditados para el ingreso o certificados en<br />

temas de seguridad industrial.<br />

Después de la requisa y el registro, la parte más<br />

dura del ascenso continúa.<br />

Antes de llegar al desembarcadero, en algunos<br />

casos, es necesario hacer varias escalas sobre<br />

el camino, para que parte de los trabajadores,<br />

especialmente aquellos que se encargan del<br />

mantenimiento de vías o los que van como<br />

relevos hacia las plataformas de perforación,<br />

busquen su ruta más rápida.<br />

En el centro de acopio también descienden<br />

los auxiliares del área ambiental, encargados<br />

de la clasificación y manejo de los residuos<br />

sólidos que se producen en todas las áreas del<br />

proyecto.<br />

La llegada al campamento es un momento<br />

particularmente especial, pues los pitos, que<br />

hacen eco en la montaña, y las banderas naranja,<br />

siempre ondeantes, le dan un colorido especial a<br />

las caravanas.


Este instante del día y el de las 3:30 de la tarde,<br />

cuando se inicia el regreso, se convierten en<br />

las únicas oportunidades para apreciar sobre el<br />

terreno el gran número de personas y familias<br />

que tienen su corazón cerca del proyecto,<br />

colectivo que en un abrir y cerrar de ojos<br />

desaparece misteriosamente, como si se tratara<br />

de figuras fantasmagóricas, fenómeno que de<br />

manera idéntica se produce al regreso en las<br />

noches en las calles de Cajamarca.<br />

ESTE INSTANTE DEL DíA Y EL DE LAS 3:30<br />

DE LA TARDE, CUANDO SE INICIA EL<br />

REGRESO, SE CONVIERTEN EN LAS úNICAS<br />

OPORTUNIDADES PARA APRECIAR SOBRE EL<br />

TERRENO EL GRAN NúMERO DE PERSONAS Y<br />

FAMILIAS qUE TIENEN SU CORAzóN CERCA<br />

DEL PROYECTO.<br />

25


UN MOMENTO PARA UN CAFÉ, EL PAISAJE, SALUDOS CORTOS Y BUENOS DESEOS,<br />

ASí ES EL COMIENzO DEL DíA EN LA COLOSA.<br />

27


28<br />

La llegada al campamento<br />

siempre es un momento<br />

particularmente especial.


En el hogar de Rafael Molina, uno de los<br />

líderes ambientales con mayor trayectoria en<br />

la compañía, la naturaleza y la preservación de<br />

la fauna y flora, resultan ser temas propios en<br />

espacios de conversación y encuentro familiar.<br />

Ello no solo se debe a la actividad que él<br />

desarrolla desde hace casi tres años, ni tampoco<br />

a que se encuentre avanzando en un programa<br />

de preparación como técnico en preservación de<br />

recursos naturales, sino que, por casualidades<br />

del destino, su hija mayor tomó la decisión de<br />

formarse como licenciada en Ciencias Naturales.<br />

Si bien las condiciones propias de su trabajo<br />

hacen que Rafael deba permanecer la<br />

mayor parte del día, e incluso de la semana,<br />

alejado de los suyos, cada vez que se da la<br />

oportunidad, un buen tema de discusión es<br />

el del medioambiente, ya bien porque su hija<br />

encuentra en él la primera fuente de consulta<br />

a sus dudas o actividades extracurriculares, o<br />

a la inversa: porque es él quien también debe<br />

asesorarse en aspectos más académicos para<br />

resolver los trabajos de la universidad.<br />

Sin embargo, su esposa y su hija menor tampoco<br />

se extraen de estas conversaciones, pues en ellas<br />

ha ido creciendo un interés latente por estos<br />

temas: no en vano un plan la familia disfruta<br />

es salir el fin de semana al campo para estar en<br />

contacto con el verde que en abundancia rodea<br />

Cajamarca, y en el que se puede respirar aire<br />

puro, mientras se hace deporte.<br />

Cuando se le pregunta si alguna vez llegó a<br />

imaginarse estar cumpliendo con la función<br />

de ecologista y discípulo del medio ambiente,<br />

Rafael responde con absoluta vehemencia que<br />

no. Y es que hasta hace cinco años su espectro<br />

de acción en lo laboral se había concentrado en<br />

actividades de tipo financiero, así como en la<br />

atención de algunos negocios propios.<br />

En sus primeros años de vinculación con<br />

AngloGold Ashanti Colombia, Molina se<br />

desempeñó como vigilante, hasta cuando<br />

encontró la posibilidad de trabajar como auxiliar<br />

de campo ambiental, proceso en el que, a fuerza<br />

de conocimiento, destreza y experiencia, se abrió<br />

campo, al demostrar un desempeño sobresaliente<br />

que le mereció el ascenso a líder dentro de su área.<br />

Hoy Rafael se declara un enamorado absoluto de<br />

su tarea. Además de apoyar el mantenimiento<br />

de los viveros escolares, de promover el<br />

programa de reforestación sobre las fuentes<br />

hídricas del municipio y de concientizar sobre el<br />

Reforestador<br />

en cuerpo y alma<br />

aprovechamiento y manejo de los residuos sólidos,<br />

su trabajo diario implica una relación directa y<br />

constante con la comunidad, que le exige saber lo<br />

suficiente sobre lo que es la compañía, así como<br />

desarrollar una capacidad especial de comprensión,<br />

entendimiento y tolerancia.<br />

Producto de ese diálogo franco y abierto con la<br />

gente del campo, hoy cerca de 29 hectáreas de<br />

plántulas se han sembrado en diferentes puntos<br />

de la zona rural.<br />

Rafael sabe que no es un proceso en el que se<br />

obtengan resultados en el corto plazo y en el que<br />

se necesita el compromiso de la comunidad para<br />

que sea exitoso.<br />

No basta con emprender desafiantes recorridos<br />

por trocha o montaña, a pie o a caballo, ni<br />

dedicar ocho horas enteras a la siembra de<br />

árboles. Su labor se prolonga a las visitas<br />

técnicas posteriores, y a la motivación de los<br />

propietarios de predios para que se esmeren aún<br />

más en el cuidado de sus arbustos.<br />

Es una misión que fusiona en una sola alma las<br />

lecciones del siempre querido profesor Yarumo y<br />

la acción efectiva del capitán Planeta de las tiras<br />

cómicas.<br />

Rafael sabe que se necesita el compromiso de la comunidad<br />

para que el resultado de la reforestación sea exitoso.<br />

30


31<br />

Habrá de pasar por lo menos un año<br />

para que las pequeñas plántulas<br />

alcancen la altura ideal y Rafael,<br />

como sus demás coequiperos, puedan<br />

decir con una sonrisa en el rostro<br />

que la tarea se hizo.<br />

Habrá de pasar por lo menos un año para que<br />

las pequeñas plántulas alcancen la altura ideal y<br />

Rafael, como sus demás coequiperos, puedan<br />

decir con una sonrisa en el rostro que la tarea se<br />

hizo.<br />

Allí irán quedando, en los bosques, las laderas,<br />

las cuencas y en el borde de los nacimientos,<br />

numerosos testimonios de un trabajo que las<br />

nuevas generaciones agradecerán, y del que la<br />

descendencia de Rafael se siente orgullosa.<br />

Pero como todo no puede ser trabajo, hay otra<br />

pasión que cada domingo Molina disfruta al<br />

lado de su hija de 11 años, una actividad que<br />

implica trabajo en equipo como el que él hace,<br />

donde la estrategia no se traza precisamente<br />

para ver árboles robustos y sanos, y en el que<br />

pasa de ser admirado para convertirse en<br />

hincha: se trata del fútbol y de su afición al<br />

equipo de la región, al Deportes Tolima, con<br />

el que celebran en la tribuna cada gol, cada<br />

pase de ensueño, cada triunfo, mientras llega<br />

la hora de volver a casa y seguir haciéndole sus<br />

anotaciones a su permanente rival de turno,<br />

la deforestación y su impacto sobre el medio<br />

ambiente.


ANTES DE LLEGAR AL DESEMBARCADERO, EN ALGUNOS CASOS, ES NECESARIO HACER VARIAS<br />

ESCALAS SOBRE EL CAMINO, PARA qUE PARTE DE LOS TRABAJADORES, ESPECIALMENTE<br />

AqUELLOS qUE SE ENCARGAN DEL MANTENIMIENTO DE VíAS, O LOS qUE VAN COMO<br />

RELEVOS HACIA LAS PLATAFORMAS DE PERFORACIóN, BUSqUEN SU RUTA MáS RáPIDA.<br />

33


EL PITO DE LAS CAMIONETAS EN DESCENSO Y LAS LUCES A PLENA POTENCIA SON LA SEñAL<br />

DE ALISTAMIENTO. TAN PRONTO Y COMO LES ES POSIBLE, GRUPOS DE OCHO SE ACOMODAN<br />

RáPIDAMENTE EN EL INTERIOR DE LAS MODERNAS CAMIONETAS, qUE REEMPLAzARON LOS<br />

TíPICOS PERO INSEGUROS CAMPEROS, Y SE INICIA LA CARAVANA.<br />

34


Entre el tráfico y la casa<br />

Una caseta metálica, que marca la entrada a la carretera<br />

que conduce a La Colosa, es “la oficina” de Yadira Morales. una pista de carreras, les da la largada hacia la<br />

montaña.<br />

Desde hace aproximadamente 10 meses, mucho<br />

antes de las cinco de la mañana, Yadira Morales<br />

inicia un rápido recorrido desde su hogar hasta<br />

el punto conocido como La Luisa, intersección<br />

donde confluyen la Vía Panamericana y la<br />

carretera secundaria que conduce hacia el<br />

campamento base del proyecto La Colosa.<br />

En ese punto, donde el frío de la mañana se<br />

siente con particularidad intensidad, Yadira<br />

encuentra la que coloquialmente podría llamarse<br />

‘su oficina’: una caseta metálica desde la que,<br />

vigilante, pasa buena parte de su día laboral<br />

y donde, al igual que en las historietas de<br />

Supermán, ocurre una especie de transformación<br />

en su atuendo.<br />

Cuando Yadira abandona su estación de trabajo<br />

lo hace portando casco, gafas de seguridad,<br />

peto, y el elemento que caracteriza su actividad:<br />

una paleta de señalización vial, fundamental a la<br />

hora de garantizar la movilidad de los vehículos<br />

que ingresan o salen del proyecto.<br />

En el momento previo al inicio de su trabajo,<br />

Yadira, madre de tres hijos, de 15, 9 y 8 años,<br />

tiene un espacio para instalar un pequeño radio,<br />

que le sirve de compañía, y tomar una taza de<br />

café, que gentilmente le ofrece don Jorge Ovidio<br />

Matallana, su vecino más próximo.<br />

Cuando el cielo empieza a abrir por el oriente a<br />

la distancia Yadira logra observar las luces de los<br />

vehículos en movimiento que se dirigen hacia<br />

ese lugar; entonces desciende rápidamente de<br />

su estación, echa una mirada hacia uno y otro<br />

lado de la vía y se apresta para entrar en acción.<br />

Alertada por el sonido de las cornetas de las<br />

camionetas y algunas busetas, sabe que es<br />

el momento. La atención se agudiza y en sus<br />

manos empieza a girar la paleta, con la que, antes<br />

de que se pueda generar el caos, toma el control<br />

del tránsito.<br />

Yadira verifica que las banderas naranja estén<br />

ondeantes fuera de las cabinas, y como en<br />

36<br />

Mientras parte del personal sigue llegando, los<br />

primeros vehículos que han hecho el ascenso, no<br />

tardan en regresar.<br />

Algunos inician los transbordos, otros<br />

necesariamente deben salir hasta la vía<br />

principal para regresar a Cajamarca y una vez<br />

más Yadira desafía el tráfico pesado, lo detiene<br />

momentáneamente y facilita la operación.<br />

Así transcurre el tiempo entre las 6:00 y las 7:30<br />

de la mañana, una escena que se repite pasadas<br />

las 4:00 de la tarde y hasta caer la noche. Es<br />

el inicio y el agitado fin de una jornada, donde<br />

mantener la atención y la concentración es<br />

requisito ineludible.<br />

Su actividad, relacionada con carretera, tráfico<br />

pesado y conductores de camiones, hace que<br />

necesariamente su trato sea particularmente con<br />

hombres. Yadira asegura que ha gozado de una<br />

relación respetuosa y de entendimiento.<br />

Mientras escucha la música de su predilección<br />

que a veces hace eco en el solitario espacio<br />

donde permanece y que en otras oportunidades


Sin importar si la mañana<br />

la recibe con un cálido sol, o<br />

bajo la inclemencia de la<br />

lluvia, ella siempre está ahí,<br />

con un gesto cordial.<br />

37<br />

se pierde por el ruido de tractocamiones y<br />

vehículos de carga, Yadira va de un lado a otro,<br />

pasa algunos ratos reclinada sobre una piedra,<br />

que se ha convertido en su silla predilecta,<br />

observando un grupo de gallinas que la visitan<br />

ocasionalmente, aprovecha para leer o llenar<br />

cuadernillos de pasatiempo. Eso sí, está siempre<br />

pendiente de cada automotor que pasa por su<br />

ubicación de camino o salida del proyecto.<br />

Cuando se completan las ocho horas de trabajo,<br />

hace entrega del turno a su sobrina, por quien<br />

casualmente supo de esta oportunidad laboral,<br />

y emprende el regreso a casa. Si es en las<br />

mañanas, justo a tiempo para cambiar el peto<br />

por el delantal, y preparar el almuerzo de sus<br />

hijos; si es en las noches, en el momento exacto<br />

para llevarlos a la cama, orar a su lado o darles<br />

un beso de buenas noches, antes de también<br />

retirarse a descansar.<br />

Yadira sabe que su trabajo no se puede comparar<br />

con el de ingenieros, geólogos, topógrafos o<br />

especialistas, pero lo hace con la misma, o<br />

quizás mayor consagración. Sin importar si la<br />

mañana la recibe con un cálido sol, o bajo la<br />

inclemencia de la lluvia, ella siempre está ahí<br />

para, con un gesto cordial, decir a propios y<br />

extraños: ¡Bienvenidos! o ¡Feliz regreso a casa!


Siempre usando los elementos de<br />

protección personal, cientos de<br />

personas trabajan a diario en<br />

diversas ocupaciones: vías, geología,<br />

ambiental, ingeniería... Todos hacen<br />

gala de la seguridad como primer valor.<br />

39


41<br />

LAS MULAS, CON SU CAPACIDAD DE CARGA<br />

Y RESISTENCIA, SON UN HABITANTE MáS EN LA COLOSA.


Los bolivarianos<br />

Un grupo de valerosos hombres son los encargados<br />

de transportar pesadas encomiendas en cajas de madera.<br />

Cuentan los relatos de Alejandro Von Humbold<br />

y otros expedicionarios de Indias, cómo los<br />

medios de transporte en la Colombia de los<br />

años previos a la Independencia, se limitaban<br />

en muchos casos al admirable esfuerzo de los<br />

cargueros que, sin ningún prejuicio encontraron<br />

en la resistencia de sus espaldas y en su temple<br />

una forma práctica para ganarse la vida por<br />

entre las escabrosas trochas y los empinados<br />

caminos, en los que las mulas no conseguían<br />

abrirse paso.<br />

Estas narraciones históricas sitúan puntos<br />

específicos de la geografía nacional, como el<br />

mítico paso del quindío, en la ruta que por<br />

entre la montaña se abría desde Ibagué hacia el<br />

occidente.<br />

Sin importar las condiciones atmosféricas<br />

y topográficas, la labor del carguero se fue<br />

haciendo cada vez más popular entre jóvenes,<br />

niños y adultos, generaciones enteras que en<br />

poblaciones como Cajamarca conocieron y<br />

que se le debe, desde el anonimato, gran medida<br />

del desarrollo de la nación.<br />

Hoy dos siglos después, rememorando la historia<br />

de sus antepasados, recorriendo las mismas<br />

montañas y los exigentes senderos, un grupo de<br />

valerosos hombres a quienes todos en La Colosa<br />

conocen como Los bolivarianos son los encargados<br />

de transportar, sobre su humanidad, durante todo<br />

el día, pesadas encomiendas en cajas de madera<br />

y algunos aditivos que posibilitan las labores de<br />

perforación en el proyecto.<br />

Jaiver Millan y Ginner Moreno, son dos de ellos.<br />

La labor de Los bolivarianos, comienza<br />

formalmente a eso de las 6:00 de la mañana.<br />

Después de compartir en la bodega el desayuno<br />

que cada uno de ellos trae desde su casa, los<br />

26 ‘cargueros’ ubican sus encomiendas dentro<br />

de sus característicos morrales amarillos<br />

impermeables, antes de disgregarse en varias<br />

en la bodega<br />

direcciones, hasta ya no ser visibles entre las<br />

de compartir<br />

desarollaron las destrezas propias de un oficio al Después<br />

espesa vegetación de la montaña.<br />

42<br />

el desayuno que cada uno de<br />

ellos trae desde su casa, los 26<br />

‘cargueros’ ubican sus encomiendas<br />

dentro de sus característicos<br />

morrales amarillos impermeables.


Cuentan Jaiver y Ginner que los viajes iniciales<br />

casi siempre son los más suaves, pues además<br />

de llevar algunas sustancias necesarias para el<br />

funcionamiento de las máquinas, sólo movilizan<br />

cajuelas vacías.<br />

Al llegar a su destino es donde comienza el<br />

verdadero trabajo pesado. Desde allí deben<br />

regresar a su punto de origen, movilizando los<br />

núcleos de roca que durante la noche fueron<br />

extraídos de la profundidad de la tierra.<br />

El primer secreto para que el recorrido no<br />

resulte tortuoso radica en saber ubicar los cofres<br />

dentro de la maleta: si se dejan las superficies<br />

corrugadas sobre la cara que toca la espalda, la<br />

fricción, por razones obvias, cobrará sus efectos.<br />

De ahí en adelante el desafío está en mantener<br />

el equilibrio y caminar a buen ritmo, sin exceder<br />

la velocidad permitida, sobre todo cuando los<br />

caminos son afectados por la lluvia y la tierra se<br />

convierte en una pista de lodo.<br />

Cada viaje exige concentración, que algunos de<br />

los bolivarianos encuentran en el silencio, y que<br />

otros consiguen acompañados de la que en la<br />

inmensidad de la montaña se ha hecho su mejor<br />

amiga: la radio.<br />

Además de los elementos de protección<br />

personal, lazos, maletines y radios, casi todos los<br />

bolivarianos cuentan con otro elemento muy afín<br />

43<br />

a su tarea: listones de madera que les sirven de<br />

soporte y bastón en el camino.<br />

A ciencia cierta, ninguno de ellos sabe cuántos<br />

viajes tendrá que hacer durante el día, pero<br />

están preparados para soportar lo necesario,<br />

sin exceder los 25 kilos que, por ley, están<br />

autorizados a cargar.<br />

El mediodía marca el fin de la primera parte de la<br />

jornada y el momento del descanso que vuelven<br />

a compartir. Una pausa para tomar el almuerzo,<br />

guarecerse de la lluvia y el frío, conversar o<br />

echar ‘caspa’, como ellos dicen, o sencillamente<br />

recostarse y permitir que la espalda se relaje.<br />

A eso de la 1:00 de la tarde, la labor se retoma.<br />

Entre ellos no hay un líder que coordine los<br />

desplazamientos: prima el compañerismo y<br />

el trabajo en equipo, pues, como afirma Jaiver<br />

Millán, cada quien es consciente de su trabajo.<br />

De esa manera se logran equilibrar las cargas.<br />

Hacia las 3:30 de la tarde todos están de regreso,<br />

sin importar si de por medio hay una hora o<br />

hasta hora y media de camino. Lo siguiente es<br />

vaciar sus maletas, organizarlas y colgarlas en su<br />

sitio de reposo, reemplazar las prendas húmedas<br />

por ropa seca y abrigada para emprender, con la<br />

caída del sol, el regreso a casa, donde deberán<br />

asumir su responsabilidad como padres y<br />

esposos, antes de que el sol vuelva a brillar y<br />

retornen al campo, a su abnegada labor.


La Colosa vibra al ritmo de cientos


En la mañana basta posarse en un balcón<br />

de ‘Carpas’ o la llamada ‘Casa de las<br />

Muñecas’, como se conocen dentro del<br />

proyecto los dos puntos de alojamiento del<br />

personal, para maravillarse con el verde de la<br />

naturaleza, pero también para dejarse sorprender<br />

por una calma tal que a cualquiera haría dudar<br />

que allí crece la industria minera.<br />

Sin embargo, cuando se empiezan a recorrer<br />

a pie los diferentes espacios, buscando saciar<br />

la sed de curiosidad, es cuando se logra<br />

comprender la cantidad de acciones y tareas<br />

adelantadas de manera cotidiana.<br />

La Colosa vibra<br />

al ritmo de cientos<br />

En la primera hora del día se vive una calma tal<br />

que a cualquiera haría dudar que allí crece la industria minera.<br />

Las primeras en despertar dentro del proyecto<br />

son las carismáticas y siempre sonrientes mujeres<br />

de ‘azul’ de S&M, quienes casi levitando sobre<br />

el rechinante e indiscreto piso de madera parten<br />

hacia el área administrativa, con el propósito de<br />

retirar la mugre y el polvo de pisos y escritorios,<br />

organizar los baños y dejar las ventanas de cada<br />

oficina como verdaderos espejos; eso sí, con<br />

la suficiente antelación para no interferir en las<br />

actividades de quienes allí laboran.<br />

Unas horas más tarde, cuando el personal que<br />

duerme dentro del proyecto ha abandonado los<br />

alojamientos, maratónicamente asumen el rol<br />

de camareras, asean, tienden camas, proveen<br />

cada cuarto de elementos de aseo, recogen las<br />

prendas que van a la lavandería, traen las que ya<br />

han pasado por este proceso y, como si fuera<br />

poco, se encargan de mantener el exterior de las<br />

rústicas edificaciones.<br />

En Cajamarca, sus coequiperas, además de velar<br />

por las condiciones de limpieza de oficinas y<br />

casas de alojamiento para personal de staff,<br />

también inician desde muy temprano el lavado<br />

y planchado de los paquetes que llegan desde<br />

diferentes puntos, tarea que se desarrolla de<br />

manera organizada, cuidando que bajo ninguna<br />

LAS PRIMERAS EN DESPERTAR DENTRO DEL PROYECTO SON LAS CARISMáTICAS Y SIEMPRE<br />

SONRIENTES MUJERES DE ‘AzUL’, DE S&M, CASI LEVITANDO SOBRE EL RECHINANTE E<br />

INDISCRETO PISO DE MADERA.<br />

46


circunstancia se lleguen a confundir las prendas<br />

entre sí.<br />

No menos intenso es el ritmo de las auxiliares<br />

de cocina, que casi desde la misma hora tienen<br />

puesto su delantal, para que, a partir de las 6<br />

de la mañana, los comensales puedan pasar al<br />

desayuno.<br />

No basta con tener listo el menú: por espacio<br />

de hora y media ellas mismas deben brindar<br />

la atención al personal en la barra. Cuando el<br />

servicio termina, finalmente todas pasan a<br />

desayunar, y de inmediato se sintonizan con la<br />

segunda parte de la jornada: el almuerzo.<br />

Mientras esto ocurre, en campo un grupo de<br />

titanes, perteneciente al grupo de auxiliares<br />

de procedimientos de geología, trabaja<br />

simultáneamente en varios procesos.<br />

Como explica la ingeniera Luisa Fernanda<br />

Valencia, unos van preparando el descapote del<br />

terreno, levantando los trinchos y edificando las<br />

estructuras en guadua, de las que próximamente<br />

se convertirán en nuevas plataformas de<br />

48


Como un reloj, en La<br />

Colosa cada área<br />

encaja para lograr un<br />

funcionamiento perfecto.


50<br />

perforación, sitios que cuentan con los estudios<br />

previos de suelos y estabilidad de terrenos,<br />

adelantados por los profesionales de obras<br />

civiles, en los que se aplican técnicas creativas<br />

que minimizan el impacto ambiental<br />

Al mismo tiempo, en otros puntos, algunos<br />

hacen la recuperación de las áreas donde<br />

este proceso ya terminó, tarea que involucra<br />

esfuerzos del área ambiental.<br />

Pero para que estas plataformas de perforación<br />

puedan estar listas y activas es necesario proceder<br />

con la movilización de la maquinaría. Equipos<br />

de gran calado, compuestos por entre 15 y 20<br />

piezas lo suficientemente pesadas, que deben ser<br />

trasladadas con sumo cuidado sobre los barrancos<br />

por otro grupo de auxiliares de operaciones,<br />

maniobras que pueden tardar de uno a dos días, en<br />

las que se llega a comprometer el esfuerzo de hasta<br />

12 personas y en las que cualquier levantador de<br />

pesas encontraría un entrenamiento ideal.<br />

A la par con este trabajo duro, otras máquinas,<br />

dispuestas en el verde de la montaña, avanzan en<br />

la perforación y la extracción de núcleos de roca<br />

que son analizados detenidamente por geólogos<br />

y especialistas del área de Minas, dos equipos<br />

que, por obvias razones, comparten el mismo<br />

idioma y avanzan de la mano.


CON ARMONíA Y CUIDADO, CADA PERSONA SABE qUÉ DEBE HACER<br />

Y PONE SU GRANO DE ARENA PARA qUE EL PROYECTO FUNCIONE.<br />

51<br />

En esas apartadas y poco visitadas oficinas de<br />

la unidad de estudios mineros, parte de los 16<br />

integrantes del equipo alimentan todos los<br />

días un modelo geotécnico, hidrogeológico<br />

y geológico, que no solo permite planificar<br />

y extraer estadísticas de la viabilidad que<br />

tendría una eventual fase de explotación, sino<br />

contemplar escenarios futuros y hacer lecturas<br />

predictivas, desde la manera como se podría y<br />

debería extraer el recurso, hasta la manera cómo<br />

debería darse el eventual cierre de mina para la<br />

recuperación ambiental de la zona.<br />

Es una especie de laboratorio moderno, con<br />

equipos de cómputo y software especiales, en<br />

el que todo el tiempo se habla en términos<br />

muy técnicos, pero en el cual queda claro<br />

que su personal y el grupo de Geología se<br />

complementan, como si se tratara de los dos<br />

hemisferios que componen el cerebro del<br />

proyecto.<br />

Pero si de minería y geología dependen<br />

las funciones vitales de La Colosa, al área<br />

ambiental podría atribuírsele un papel no menos<br />

protagónico, como el del sistema inmunológico<br />

del proyecto.<br />

Actuando como células regeneradoras,<br />

supervisores y líderes de campo se


52<br />

involucran en la actividad de todos los demás<br />

departamentos, haciendo las veces de un<br />

sistema de autorregulación, que permite<br />

controlar el que en cada proceso, por pequeño<br />

que sea, se respeten las normatividades<br />

ambientales, se minimice el impacto sobre<br />

la fauna y la flora, se preserve el orden y el<br />

aseo, se eviten los derrames o las actividades<br />

contaminantes, y se emprendan iniciativas<br />

verdes, como el sistema de recirculación de<br />

aguas dentro del proyecto, la captación de<br />

aguas lluvias y el adecuado manejo de residuos<br />

sólidos con el que se desarrolla además una<br />

labor social, mediante la donación de grandes<br />

cantidades de desechos clasificados a las<br />

instituciones educativas de Cajamarca, que a su


vez las comercializan y obtienen recursos que<br />

son reinvertidos.<br />

Son también estos hombres y mujeres quienes<br />

se desplazan hacia las veredas para impulsar<br />

procesos de reforestación, cuyo único propósito<br />

es la protección y preservación de las cuencas<br />

hidrográficas; son madres y padres que se<br />

esfuerzan para que el futuro de sus hijos no esté<br />

amenazado por los cambios intempestivos del<br />

clima o el angustiante riesgo de no contar con<br />

pulmones naturales y suficiente recurso hídrico.<br />

Más que empleados, son vigías y defensores<br />

de la conservación del medio ambiente por<br />

convicción.<br />

53


Técnicamente tiene dos trabajos, pero solo<br />

recibe remuneración económica por uno de<br />

ellos, pues el segundo lo compensa con gratos<br />

momentos, el orgullo de servir y una sonrisa en<br />

los labios por las vidas que logra arrancarle de las<br />

manos a la muerte.<br />

Con cinco años en la compañía, tres de ellos<br />

como auxiliar de campo en obras civiles, Abdón<br />

Felipe es ejemplo de valentía y coraje. Él es uno<br />

más del equipo de hombres de casco y chaleco<br />

rojo que, día a día, vela por la seguridad, la<br />

protección y la atención de aquellos compañeros<br />

que, dentro del proyecto, y particularmente<br />

en su círculo más próximo de trabajo, puedan<br />

requerir en algún momento asistencia en<br />

primeros auxilios.<br />

Espejo tiene muy claros todos los protocolos de<br />

actuación y, como brigadista, es el primero en<br />

obrar con la debida cautela para minimizar los<br />

riesgos, pues como todos los demás, desde que<br />

sale de su casa en las mañanas aspira a regresar<br />

sin contratiempos para darle un beso a su esposa<br />

y sostener en sus brazos a su pequeño hijo de<br />

tres años.<br />

Para su entrega al trabajo como socorrista,<br />

sólo existe una razón: “esto nace del interés<br />

de ayudarle al compañero cuando lo necesita”,<br />

una filosofía de la que se apropió cuando se<br />

incorporó a la Defensa Civil de Cajamarca.<br />

En el campo, han sido varias las oportunidades<br />

en las que ha acudido al llamado de quienes,<br />

en sus recorridos por las laderas con relativa<br />

frecuencia, sufren accidentes menores.<br />

En su mayoría se trata de casos de luxación o<br />

tronchamientos de tobillo, en los que de todos<br />

modos se hace necesario suministrar asistencia<br />

prioritaria y coordinar con la ayuda de otros el<br />

traslado del paciente hacia el dispensario del<br />

campamento.<br />

De sus experiencias en la empresa, quizá el<br />

único hecho de gravedad en el que ha tenido<br />

que intervenir fue el incidente de un trabajador<br />

que, por fallas en la utilización de un equipo,<br />

sufrió cortes severos en varios de sus dedos, por<br />

lo demás la política de seguridad ha resultado<br />

efectiva.<br />

Sin embargo, Espejo, como los otros 23<br />

brigadistas distribuidos a lo largo y ancho<br />

del terreno donde se desarrolla el proyecto<br />

exploratorio, cuenta con la preparación y la<br />

experticia para adelantar rescates en alturas y<br />

recuperación de personal en terrenos de difícil<br />

acceso, o con condiciones adversas.<br />

Siempre listo<br />

Abdón Felipe Espejo. simboliza el espíritu de compañerismo<br />

que impera en las diferentes áreas de la compañía.<br />

54


Para él, enfrentar el peligro<br />

es una acción en la que no<br />

hay horarios, ni condiciones, ni<br />

cansancio.<br />

55<br />

Siempre concentrado en su trabajo, pero con<br />

una especie de radar encendido para actuar<br />

cuando las circunstancias se lo exijan, Abdón<br />

Felipe demuestra una vocación férrea y decidida,<br />

sin importar que, en cumplimiento de ella,<br />

pueda poner en riesgo su propia integridad.<br />

Y es que para él, enfrentar el peligro es una<br />

acción en la que no hay horarios, ni condiciones,<br />

ni cansancio, menos cuando cada segundo que<br />

se pierda puede significar la diferencia entre la<br />

vida y la muerte.<br />

Por eso aún en sus tiempos libres, este hombre,<br />

que merece el calificativo de héroe, con nervios<br />

de acero y voluntad indeclinable, no duda en<br />

salir de casa para enfrentar las adversidades<br />

de la naturaleza o ir en auxilio de quienes por<br />

fallas mecánicas o simple imprudencia terminan<br />

viéndose involucrados en siniestros de tránsito,<br />

episodios muy frecuentes en una vía nacional que<br />

además de exigente, moviliza el mayor flujo de<br />

vehículos entre el occidente y el centro del país.<br />

Pero por encima del compromiso y lo placentero<br />

que pueden resultar las labores de socorro para<br />

Abdón Felipe, sus mayores contradictoras están<br />

en casa. Si bien su madre y su esposa valoran<br />

profundamente lo que hace, no dejan de sentir<br />

el temor natural por lo que a veces consideran<br />

son actividades demasiado arriesgadas.<br />

En varias oportunidades, ellas han tratado<br />

de hacerle ver la necesidad de abandonar<br />

estas labores, pero él sabe que, mientras haga<br />

las cosas bien, no debe haber motivos para<br />

preocuparse.<br />

Pensar en retirarse para Abdón Felipe, el<br />

socorrista de La Colosa, sería renunciar a sus<br />

principios, a su convicción de prestar un servicio<br />

social, al sentido mismo que en un momento<br />

decidió darle a su vida y que, al lado de su familia<br />

y sus amigos, es otro motor por el que vale la<br />

pena empezar un nuevo día.


56<br />

Madres y padres que se<br />

esfuerzan para que el futuro<br />

de sus hijos sea mejor, con<br />

más oportunidades.


59<br />

MAPAS, TELÉFONOS Y AVANTELES SIRVEN<br />

PARA SEGUIR LA RUTA Y ENCONTRAR<br />

NUEVOS CAMINOS.


Madres a toda prueba<br />

Para ellas el día comienza más temprano que para el resto<br />

del personal vinculado al proyecto La Colosa.<br />

Podría decirse que su instinto maternal está<br />

íntimamente ligado a su trabajo pues, por el<br />

esfuerzo de cada una de ellas, cuando el sol<br />

finalmente brilla, cada cosa, por pequeña que<br />

sea, luce reluciente y se encuentra lista.<br />

Ese empeño de ama de casa que se entremezcla<br />

con una obsesión por lo perfecto y al que se suman<br />

elevadas dosis de amor y alegría, es el que hace<br />

que estos personaje sean quizás los que gocen de<br />

mayor aprecio entre propios y extraños.<br />

Son verdaderamente “las madres” de la<br />

compañía, no sólo porque de puertas para<br />

afuera tengan hogares de los cuales encargarse,<br />

sino porque dentro actúan de la misma forma,<br />

consentidoras, complacientes y hasta cómplices.<br />

María Libia Salas y Martha Cecilia Castro, son<br />

dos de las mujeres vinculadas a Service & Meals,<br />

empresa encargada de incorporar al personal que<br />

presta sus servicios tanto en los casinos como<br />

en oficinas y alojamientos.<br />

Como ellas, hay un selecto y muy bien<br />

calificado grupo de damas, que se<br />

responsabiliza de preparar los alimentos<br />

diarios para suministrar a un buen número de<br />

trabajadores, de llevar la ropa a la lavandería,<br />

secarla, regresarla a las habitaciones y, por<br />

supuesto, velar porque la limpieza brille por<br />

donde quiera que se mire.<br />

Las historias de María Libia y de Martha Cecilia<br />

tienen mucho en común. Ambas llegaron a<br />

la compañía como si todo hubiera estado<br />

de su lado para que lo lograran. María Libia,<br />

por ejemplo, tuvo que competir con cerca<br />

de 30 aspirantes al mismo cargo y superar el<br />

proceso de selección hasta recibir la aprobación<br />

definitiva, mientras que Martha Cecilia, quien<br />

estaba mentalizada en reincorporarse a la fase II<br />

del proyecto Túnel de la Línea, decidió presentar<br />

su hoja de vida, impulsada por una amiga sin<br />

imaginar que en dos o tres días estaría dentro.<br />

Aunque ambas coinciden en afirmar que en<br />

algunos momentos es inevitable sentir el<br />

cansancio y el desgaste propios de la actividad<br />

física, especialmente cuando se está por encima<br />

de los 2.900 metros sobre el nivel del mar, y si<br />

bien otras de sus compañeras sostienen que<br />

jamás se termina de tener una adaptación total a<br />

los extensos senderos de escalas que separan la<br />

base del campamento con los alojamientos, de<br />

lo que sí están plenamente convencidas es de su<br />

60


El perfil de estas mujeres, sin duda,<br />

es el de guerreras y luchadoras,<br />

pues no sólo deben cumplir con sus<br />

obligaciones en el trabajo, sino<br />

desempeñar con ahínco el rol de<br />

madres y padres, al mismo tiempo.<br />

gratitud con la compañía, que las motiva a seguir<br />

adelante sin importar los obstáculos.<br />

El perfil de estas mujeres es el de guerreras y<br />

luchadoras, pues no sólo deben cumplir con<br />

sus obligaciones en el trabajo, sino desempeñar<br />

con ahínco el rol de madres y padres, al mismo<br />

tiempo.<br />

En el caso de María Libia, una mujer que sólo<br />

transmite ternura y confianza son tres los hijos<br />

por los que ha tenido que ver a lo largo de su<br />

existencia, el menor de ellos de 6 años.<br />

Aunque su hija de 19 ha sido una gran ayuda en<br />

casa, para que al regresar sean menos las tareas<br />

con las cuales ponerse al día, cada vez que es<br />

necesario madrugar o cuando su trabajo le obliga<br />

a permanecer por fuera más de lo normal, María<br />

Libia redobla sus esfuerzos en procura de que<br />

la mayor parte de las cosas estén listas, o por lo<br />

menos se faciliten.<br />

Lo propio ocurre con Martha Cecilia de espíritu<br />

alegre y divertido, quien enfrenta un momento<br />

crucial, pues sus pequeños, ya no tan pequeños,<br />

de 11 y 13 años, encaran una etapa nada fácil en la<br />

que los abuelos han sido figuras clave que le dan<br />

tranquilidad durante su ausencia.<br />

Pese a todos los sacrificios que han tenido<br />

que hacer para proporcionarle una mejor<br />

61<br />

vida a sus familias, para conseguir el sustento<br />

diario y mejorar sus propias condiciones<br />

económicas, y hasta emocionales, ambas se<br />

consideran afortunadas, pues sus hijos han<br />

sabido responder a este esfuerzo, y con la mayor<br />

comprensión aguardan por su regreso siempre<br />

con un abrazo confortable, un beso grato y<br />

amoroso, y un muy profundo “te extrañé”.<br />

Para María Libia y Martha Cecilia, los malos<br />

momentos se quedaron en el pasado; uno que<br />

a veces miran a través del retrovisor antes de<br />

concentrar su mirada en el horizonte.<br />

Y es que sus motivaciones para sentir una deuda<br />

de gratitud con la empresa de la que han hecho<br />

parte por dos años cada una, van de lo intangible<br />

a lo tangible.<br />

De un lado, la satisfacción de proporcionarle<br />

estudio a sus hijos, de complacerles con uno que<br />

otro capricho; y de otro, la posibilidad de alcanzar<br />

ese sueño familiar: tener una casa digna, un hogar<br />

propio para los días por venir.


CADA PROCESO, POR PEqUEñO qUE SEA, SIEMPRE IMPLICA qUE SE RESPETEN LAS<br />

NORMATIVIDADES AMBIENTALES, PARA MINIMIzAR EL IMPACTO SOBRE LA FAUNA Y LA<br />

FLORA, ASí COMO LAS NORMAS DE SEGURIDAD INDUSTRIAL Y SALUD OCUPACIONAL, PARA<br />

GARANTIzAR EL BIENESTAR DE TODOS.<br />

62


Los auxiliares levantan los trinchos<br />

y edifican las estructuras en<br />

guadua, que, además de delimitar<br />

la carretera y proteger contra<br />

derrumbes, embellecen el proyecto.<br />

65


67<br />

EL PROYECTO SE DESARROLLA SOBRE LOS HOMBROS DE MUJERES Y<br />

HOMBRES, Y A LOMO DE MULA, UNA ARMONíA qUE DA RESULTADOS.


SUPERVISORES Y LíDERES DE CAMPO SE INVOLUCRAN EN LA ACTIVIDAD DE TODOS LOS DEMáS<br />

DEPARTAMENTOS, HACIENDO LAS VECES DE UN SISTEMA DE AUTORREGULACIóN qUE<br />

PERMITE CONTROLAR CADA PROCESO.<br />

69


EN LAS PLATAFORMAS DE ExPLORACIóN SE APLICAN TÉCNICAS CREATIVAS, qUE MINIMIzAN<br />

EL IMPACTO AMBIENTAL, Y EN EL PROYECTO SE EMPLEA AGUA LLUVIA, PARA qUE EL RECURSO<br />

TOMADO DE LAS FUENTES NATURALES SEA MíNIMO.<br />

72


73<br />

EL DíA A DíA ES UN TRABAJO<br />

qUE SE HACE EN EqUIPO.


Arrieros somos<br />

No basta con la fuerza humana para conseguir<br />

que todo lo que se necesita llegue hasta donde<br />

debe y con la efectividad que se requiere.<br />

En el proyecto La Colosa, tan valioso como el<br />

esfuerzo de los cargueros, resulta el de los arrieros<br />

y sus semovientes, actores protagónicos y de<br />

enorme tradición en la región, de quienes depende<br />

la movilidad y en buena medida los avances<br />

estructurales en todos y cada uno de los procesos.<br />

A lomo de mula es como llegan hasta los más<br />

remotos lugares en las elevadas e impenetrables<br />

cumbres, que pocas veces dejan de ser<br />

custodiadas por las nubes, insumos, materias<br />

primas y muchos otros elementos de los que<br />

depende que el trabajo en el área se pueda<br />

desarrollar con éxito.<br />

Con 15 años de experiencia, Jorge Eliécer<br />

Perdomo es uno de esos modernos arrieros<br />

que reemplazaron los sombreros por cascos<br />

y las alpargatas o las cotizas por botas punta<br />

de acero. Para él, esta es una labor en la que la<br />

práctica hace la diferencia, pues no solo se trata<br />

Es una geografía agreste, donde las opciones de movilidad son<br />

limitadas y la experiencia y pericia de los arrieros resulta clave.<br />

de sujetar las cargas y enlazar a los animales::<br />

hay que aprender a conocer su temperamento<br />

y obrar con toda la precaución para que ni uno<br />

solo de ellos falle.<br />

Se trata de articular, guiar y orientar un equipo<br />

que, a diferencia de los humanos, no tiene<br />

la capacidad de raciocinio, con el que la<br />

comunicación se da en términos diferentes y<br />

que responde solo a estímulos, lo que aumenta<br />

el grado de dificultad y automáticamente lo hace<br />

un oficio con matices de arte.<br />

Para Jorge Eliécer, en sus maniobras como arriero<br />

son varios los enemigos que enfrenta. La bruma<br />

que obstaculiza la visibilidad, la altura, la fatiga<br />

de los animales, pero en especial el clima, un<br />

aspecto que reviste la mayor atención.<br />

Con la lluvia, los caminos se hacen pantanosos,<br />

las mulas por su peso tienden a enterrarse, los<br />

desplazamientos por obvias razones se hacen<br />

más lentos y el riesgo de que la entrega no llegue<br />

a su destino hace que aumente la tensión y la<br />

ansiedad.<br />

74<br />

Son verdaderos caminos reales, en los que<br />

jamás se puede tener confianza absoluta,<br />

por más veces que por allí se haya trasegado,<br />

donde la naturaleza se muestra imponente y<br />

desafiante, y sobre los que el arriero agita su<br />

respiración, hasta tener de nuevo la posibilidad<br />

de inhalar y expirar con tranquilidad, tras llegar<br />

a su destino.<br />

Jorge Eliécer es consciente de que si su condición<br />

física se desgasta, la de los animales que están<br />

bajo su responsabilidad y se convierten en fuente<br />

de su sustento diario, aún más. Al término de los<br />

viajes, que pueden ir de cuatro a seis en los peores<br />

escenarios y de 10 a 12 cuando las circunstancias<br />

resultan ideales, la mejor recompensa para sus<br />

leales acompañantes es un merecido descanso en<br />

los potreros acompañados de una mezcla de miel,<br />

salvado y agua en abundancia.<br />

Para él, ningún animal es más especial que otro,<br />

aunque no desconoce que algunos por su edad<br />

o su contextura sobresalen al mostrar un mejor<br />

rendimiento en el campo, mayor estabilidad<br />

y fuerza. Ese es el caso de Esmeralda, quizá la


Se trata de articular, guiar y<br />

orientar un equipo que, a diferencia<br />

de los humanos, no tiene la<br />

capacidad de raciocinio, con el que<br />

la comunicación se da en términos<br />

diferentes y que responde únicamente<br />

a estímulos.<br />

75<br />

única de las mulas dentro del lote con nombre, fue<br />

atribuido a su belleza y gordura.<br />

Si bien, Jorge Eliécer Perdomo se confiesa un<br />

afortunado al no haber tenido que afrontar hasta<br />

ahora ningún accidente, sabe que ese invicto a su<br />

favor es un reto al que debe enfrentarse en cada<br />

salida. Por eso la importancia que para él tiene que<br />

los animales enfermos o lastimados guarden<br />

la debida quietud y que, antes de emprender<br />

la labor, los animales, al igual que los<br />

vehículos, sean sometidos a una exhaustiva<br />

revisión antes de ser autorizados para<br />

emprender la marcha.<br />

Como Jorge Eliécer, son hoy<br />

11 los arrieros que desfilan<br />

permanentemente por los<br />

despeñaderos, acompañados de<br />

sus recuas compuestas por entre seis y siete<br />

semovientes. Ellos no sólo hacen un trabajo que a<br />

veces en la acelerada dinámica de la cotidianidad de<br />

La Colosa tiende a hacerse imperceptible, sino que,<br />

con su sola presencia, engalanan, exaltan y colorean<br />

el paisaje, generando la sensación de quien tiene ante<br />

sus ojos la réplica de un pesebre en movimiento.


76<br />

Son cientos de actividades<br />

diarias, llenas de esfuerzo<br />

y realizadas con alegría.


CON PRECISIóN, CUIDADO EN LOS<br />

DETALLES Y ENTUSIASMO POR LA LABOR<br />

qUE SE REALIzA, ASí SE VIVE A DIARIO EN<br />

LA COLOSA.<br />

79


DISPUESTOS, COMPROMETIDOS Y DESEOSOS DE APRENDER,<br />

ASí ES NUESTRA GENTE EN LA COLOSA.<br />

80


SONRIENTES, NUESTROS COLABORADORES MIRAN UN FUTURO qUE, CON LA<br />

COLOSA, OFRECE OPORTUNIDADES DE PROGRESO PARA SUS FAMILIAS E HIJOS.<br />

83


Hecha a pulso<br />

Con su sonrisa, el rostro de Nedy Alzate evidencia que el sufrimiento,<br />

las angustias y las preocupaciones se quedaron en el pasado.<br />

Ella, como muchas de las mujeres que hacen<br />

parte del proyecto La Colosa ha tenido que<br />

cumplir con el rol de madre y padre al mismo<br />

tiempo. A diferencia de las demás, la batalla por<br />

la crianza de sus dos hijos ha tenido que darla<br />

casi completamente sola, sin la ayuda de una<br />

madre o una hermana, apenas con la voluntaria<br />

colaboración de algunas amigas y vecinas.<br />

Nedy llegó a AngloGold Ashanti Colombia hace<br />

alrededor de cinco años, cuando las dificultades<br />

económicas agobiaban su vida y amenazaban la<br />

estabilidad familiar.<br />

Inicialmente su trabajo se desarrolló en el<br />

área de servicios generales. Las jornadas para<br />

ella iniciaban a eso de las 3:30 de la mañana y<br />

terminaban sobre las 9:00 de la noche.<br />

Durante ese tiempo, los canales de<br />

comunicación con sus pequeños, que para<br />

entonces contaban con 7 y 14 años, empezaron<br />

a deteriorarse, no precisamente porque ella<br />

estuviera desinteresada en saber de su suerte,<br />

sino porque el mismo ritmo de su rutina le<br />

imposibilitaba sostener un encuentro con<br />

ellos, un diálogo profundo, o simplemente el<br />

dedicarles tiempo extra al de sus días libres.<br />

En otras ocasiones, cuando Nedy debía trabajar en<br />

el casino del campamento, sabía que pasaría días<br />

enteros sin poder verlos. En esos casos, además<br />

de esmerarse por dejar todo organizado, solía<br />

recomendarlos con algunas de sus más cercanas<br />

amigas, que se convirtieron en su familia.<br />

Aún sin adaptarse a las exigencias de la labor,<br />

pero consciente de que no podía darse por<br />

vencida por amor a Diana Marcela y Juan Camilo,<br />

sus recomendaciones y sus mensajes hacia ellos<br />

para que se comportarán bien y se concentrarán<br />

en los estudios, parecieron no surtir efecto.<br />

Las malas noticias y los rumores provenientes de<br />

sus amigas empezaron a hacerse más frecuentes.<br />

Ambos parecían andar en malos pasos y<br />

rodeados de malas compañías con las que<br />

pasaban el tiempo que no estaban en el colegio.<br />

Las alarmas se dispararon cuando el rendimiento<br />

en el colegio de los dos empeoró. Entonces,<br />

Nedy supo que era hora de tomar medidas<br />

drásticas.<br />

Fueron días de llanto entremezclados con<br />

decepción, pero también de las más puras<br />

demostraciones de temple y tenacidad.<br />

88<br />

Nedy vive agradecida por una<br />

experiencia de la que ha aprendido<br />

más de lo que había podido imaginar,<br />

una oportunidad que le ha permitido<br />

ir mejorando su nivel de vida y el de<br />

su familia.<br />

Triplicando sus esfuerzos, Nedy consiguió, como<br />

ella misma dice, recuperar poco a poco a sus<br />

hijos, hasta redireccionarlos por el camino del que<br />

nunca debieron haberse extraviado.<br />

Al término de su bachillerato, Diana Marcela<br />

hizo explícito su deseo de seguir sus estudios<br />

en contaduría. Aunque los compromisos<br />

económicos eran muchos, ajustando el cinturón


Nedy consiguió la manera de pagarlos, y con la<br />

ayuda de algunos sacerdotes obtuvo el apoyo<br />

para garantizarle alimentación y el hospedaje<br />

en Armenia.<br />

En los días en que la remesa no era lo<br />

suficientemente flexible, Diana Marcela debía<br />

hacer el sacrificio de caminar de su casa a la<br />

universidad y viceversa.<br />

La poca ropa con la que contaba y que había<br />

llevado desde Cajamarca a Armenia empezaba<br />

a quedarle chica, e incluso varios de sus<br />

pantalones se rompían al mínimo esfuerzo.<br />

Sobrepasando todos esos obstáculos, hace dos<br />

años Diana Marcela consiguió su título y en la<br />

actualidad ejerce su profesión en una entidad<br />

financiera de Cajamarca.<br />

89<br />

Entre tanto, Juan Camilo inició sus estudios<br />

en Educación Física, los mismos que decidió<br />

suspender por un semestre para trabajar y<br />

conseguir el dinero necesario para alivianar<br />

en parte las cargas de su madre, quien está<br />

terminando de pagar la casa familiar.<br />

Hoy él se desempeña como auxiliar de<br />

perforación, mientras Nedy cumple con otra<br />

valiosa misión dentro del proyecto: es una de las<br />

tres integrantes del equipo responsable del centro<br />

de acopio, donde se clasifica y se da trasladado<br />

a los residuos sólidos que se producen en la<br />

compañía, pensando en disminuir el impacto<br />

ambiental.<br />

Agradecida por una experiencia de la que ha<br />

aprendido más de lo que había podido imaginar,<br />

de una oportunidad que le ha permitido ir<br />

mejorando su nivel de vida y el de su familia, Nedy<br />

no puede contener las lágrimas al recordar como<br />

en la intimidad de su hogar hoy “sus muchachos”,<br />

los mismos por los que lo ha dado todo y estaría<br />

dispuesta a dar más, la abrazan y entre caricias<br />

reconocen su esfuerzo, su entereza, su capacidad<br />

incansable de trabajo y todos esos llamados<br />

de atención que tanto le costaron; recuerdos<br />

agridulces, de los que queda como lección que<br />

una madre siempre está dispuesta a dar hasta el<br />

último aliento por lo mejor para los suyos.


Un alto en el camino


La proximidad del mediodía marca otro<br />

momento en la dinámica del campamento<br />

base, pero también en esos recónditos<br />

lugares de la montaña donde, imperceptible,<br />

personal de las áreas social, operaciones,<br />

ambiental, geología, minas, infraestructura e<br />

ingeniería cumple con sus funciones.<br />

A las 12 del día, las pocas almas que como<br />

diminutos puntos amarillos logran verse desde<br />

lo más alto de la montaña se congregan en<br />

torno a áreas comunes. En calma, cada uno de<br />

ellos va hasta el lugar en el que permanecen sus<br />

objetos personales, y de las mochilas, bolsos,<br />

Un alto en el camino<br />

Un momento del día para descansar y reír... un momento<br />

para compartir y olvidarse de los problemas.<br />

maletines o tulas extraen aquellos tradicionales<br />

portacomidas, que las abuelas llamaban de<br />

‘varios pisos’; recipientes plásticos, termos y<br />

caramañolas, preparándose para el que pareciera<br />

ser un gran banquete.<br />

Como es apenas obvio, la comida de aquellos<br />

hombres y mujeres cuya actividad demanda un<br />

mayor desgaste físico, en volumen no puede<br />

ser poca; sin embargo, es un momento para<br />

compartir. Los menús son tan diversos como<br />

provocativos: en cada uno de estos platos se<br />

ve reflejado el amor y el consentimiento de las<br />

esposas (para el caso del personal masculino)<br />

pero también las habilidades y destrezas en el<br />

arte culinario de nuestras mujeres.<br />

En estos improvisados comedores no hay lugar<br />

para el recato ni la etiqueta, por eso los trueques<br />

fácilmente pueden hacerse a ‘mano limpia’, lo<br />

importante es satisfacer el paladar y saciar uno<br />

que otro antojo.<br />

Estos son también almuerzos de trabajo, en los<br />

cuales entre amigos se comparten vivencias,<br />

problemas familiares, se brindan consejos o se<br />

abre espacio para el postre con una bien llevada<br />

terapia de la risa.<br />

EL MEDIODíA MARCA UN MOMENTO ESPECIAL PARA EL PROYECTO. EN TERRENO,<br />

CAMPAMENTO, O CASA STAFF, SE HACE UN ALTO PARA COMPARTIR ALIMENTOS E HISTORIAS.<br />

92


Aunque un espacio como este todos quisieran<br />

tenerlo al lado de los suyos, ellos saben que<br />

es en estos campos donde pasan la mayor<br />

parte del tiempo, y que sus compañeros<br />

y compañeras también hacen parte de su<br />

familia. La distancia de casa se compensa con<br />

una conexión mística entre cada cucharada<br />

que se lleva a la boca, el sazón de casa y los<br />

aromas que, sin moverse del lugar en el que<br />

se encuentran, terminan transportándolos a la<br />

intimidad de sus hogares.<br />

94<br />

Es también en este instante del día cuando<br />

quedan en evidencia la variedad de estilos y<br />

personalidades. Aunque para algunos puedan<br />

parecer retraídos, tímidos o hasta gruñones,<br />

hay trabajadores para quienes el almuerzo es un<br />

ritual, por eso prefieren hacerlo en solitario y casi<br />

que en actitud reflexiva, sin emitir ningún juicio<br />

ni conversar con nadie.<br />

Y como en almuerzo que se respete no pueden<br />

faltar los chascarrillos, hay que ver la larga lista


Entre amigos se comparten<br />

vivencias, problemas familiares,<br />

se brindan consejos o se abre<br />

espacio para el postre.


96<br />

de episodios simpáticos de quienes, ansiosos<br />

por comer, se han encontrado con la sorpresa<br />

de que los cubiertos se quedaron en casa o los<br />

rostros para fotografía de las auxiliares que en el<br />

agite diario de la madrugada confunden azúcar<br />

con sal a la hora de endulzar las bebidas.<br />

Ese ambiente de colegas, de cercanía, de<br />

proximidad entre todos, es el que hace que<br />

aunque sus alimentos no consigan conservarse<br />

en caliente, se aderecen con el calor humano<br />

que cada uno le pone al encuentro meridiano.<br />

En el casino, entretanto, el chef y los auxiliares<br />

de cocina de Service & Meals desde muy<br />

temprano hacen lo necesario para que sus<br />

comensales se sientan a gusto y reciban<br />

alimentos balanceados, frescos y calientes.<br />

Si bien algunos viejos conocidos, amigos o<br />

compañeros de área se citan o encuentran para<br />

tomar los alimentos, son también muchos otros<br />

los que en silencio y de manera automática<br />

descargan su casco y pertenencias en la larga<br />

barra que encuentran al ingreso, toman su<br />

bandeja, registran la toma del servicio, organizan<br />

el menú y van en busca de un espacio en las<br />

mesas para sentarse única y exclusivamente a lo<br />

que van.


COMO EN ALMUERzO qUE SE RESPETE, NO PUEDEN FALTAR LOS CHASCARRILLOS. HAY qUE<br />

VER LA LARGA LISTA DE EPISODIOS SIMPáTICOS DE qUIENES ANSIOSOS POR COMER SE HAN<br />

ENCONTRADO CON LA SORPRESA DE qUE LOS CUBIERTOS SE qUEDARON EN CASA...<br />

97<br />

Otro tanto sucede en Cajamarca, en la Casa Staff<br />

1, donde los equipos de Comunidades, algunos<br />

de SISO, otros de ambiental, varios de logística<br />

y los que vienen de Bogotá, suelen tomar su<br />

almuerzo. Pausa obligada para conversar, ponerse<br />

al día sobre el proyecto, la familia o los avances<br />

de otros proyectos de la Compañía.<br />

Cuando el estómago está lleno o el fondo de<br />

los platos queda expuesto, hay una pequeña<br />

pausa para la digestión, un corto monólogo<br />

para pedir permiso, desear buen apetito a<br />

los acompañantes y retirarse, bien hacia el<br />

alojamiento, donde se toma un pequeño receso,<br />

o simplemente a retomar las actividades.<br />

En el campo también hay unos minutos para el<br />

descanso, para relajar los músculos o consentir<br />

la espalda, antes de que -sin que nadie lo diga-<br />

todos al unísono se levanten con disciplina y<br />

actitud a ocuparse de sus asuntos.


EN ESTOS IMPROVISADOS COMEDORES NO HAY LUGAR PARA EL RECATO NI LA ETIqUETA, POR<br />

ESO LOS TRUEqUES FáCILMENTE PUEDEN HACERSE A ‘MANO LIMPIA’, LO IMPORTANTE ES<br />

SATISFACER EL PALADAR Y SACIAR UNO qUE OTRO ANTOJO.<br />

99


Para gran parte de nuestros hombres y mujeres en<br />

campo, cumplir con su actividad diaria implica no<br />

solo la inversión de esfuerzos físicos y mentales.<br />

A la par con el de ellos está el sacrificio de las<br />

familias, muchas de las cuales han tenido que<br />

modificar sus horarios y rutinas para hacer que las<br />

cosas en casa funcionen de la mejor manera.<br />

Ana Milena Salazar se desempaña desdehace<br />

siete meses como auxiliar de campo. Su<br />

labor se concentra en el mantenimiento<br />

de vías, trinchos, gaviones, canalizaciones,<br />

señalizaciones y carga.<br />

Un día normal para ella comienza entre las tres<br />

y las cuatro de la mañana. En medio del intenso<br />

frío matutino que penetra por entre las paredes<br />

y empaña las superficies de cristal, un primer<br />

bombillo se enciende dentro de su vivienda<br />

ubicada en predios de la vereda Rincón Placer.<br />

Después de hacer las cobijas a un lado y<br />

procurando hacer el menor ruido posible, Ana<br />

Milena se dirige hacia la ducha. En el camino se<br />

detiene en la cocina para encender los fogones,<br />

iniciar la preparación los alimentos del día y<br />

cerciorarse de tener una bebida caliente al salir<br />

de la ducha.<br />

El baño no se prolonga, y es apenas<br />

comprensible. Pasar más de lo debido bajo un<br />

chorro a temperaturas realmente bajas, incluso<br />

para quienes, como ella, son nativos de la región,<br />

puede terminar en hipotermia.<br />

Con su uniforme listo, y mientras toma una<br />

cargada taza de café, Ana Milena dispone todo<br />

lo necesario para que el desayuno y el almuerzo<br />

estén listos al mismo tiempo.<br />

Cuando aromas a especias y frituras se posan<br />

en el ambiente, transportadas por el vapor<br />

que emana de ollas y cacerolas, apenas queda<br />

tiempo para ingerir los primeros alimentos<br />

del día, empacar los que ayudarán a saciar el<br />

apetito cuando el sol raye en el meridiano, dejar<br />

la comida lista para su hija, echar un vistazo<br />

a que todas las cosas que necesita para ir al<br />

colegio estén a la vista, tomar sus elementos de<br />

protección personal y emprender el camino.<br />

Para cuando Yessica Alejandra Rodríguez<br />

comienza el día, Ana Milena, su madre, le lleva<br />

una larga ventaja. Como en los cuentos de<br />

hadas, esta jovencita de 13 años encuentra todo<br />

perfectamente dispuesto para que su amanecer<br />

comience con el pie derecho. Ana Milena procura<br />

que no deba esforzarse demasiado con los<br />

quehaceres de la casa, sin embargo, es exigente en<br />

el cumplimiento de sus compromisos académicos.<br />

No siempre las cosas han estado en este nivel de<br />

armonía. Al principio, Ana Milena admite que la<br />

experiencia resultó dura y aleccionante.<br />

Contra reloj<br />

Desde las tres o cuatro comienza el día de Ana Milena, una mujer que, como muchas<br />

en el proyecto, hace a diario acopio de fuerzas para su doble rol de madre y trabajadora.<br />

100


El primer factor que esta cajamarcuna, amante<br />

del baile y la rumba, tuvo que aprender a<br />

dominar fue el manejo del tiempo.<br />

No en pocas oportunidades, los planes del<br />

menú para el almuerzo se redujeron a la mitad, ni<br />

resultaron pocas las ocasiones en las que, al salir<br />

de casa, se quedaron las cucharas y hasta parte<br />

de los elementos de trabajo.<br />

A fuerza de aprendizajes como este, Ana Milena<br />

logró controlar cada minuto, y hasta superar sus<br />

propios récords, al punto de que hoy termina sus<br />

tareas con suficiente antelación.<br />

Las despedidas habituales en<br />

otros casos, para ellas resultan<br />

más bien ocasionales, aunque los<br />

saludos al término de la jornada<br />

sí son infaltables.<br />

A la hora del regreso, trata siempre de<br />

desembarcar y dirigirse a casa. quince minutos<br />

de camino a pie desde la carretera principal hasta<br />

su casa la separan del momento más esperado<br />

de la jornada: el reencuentro, compartir unas<br />

horas al lado de su pequeña.<br />

Este tiempo es aprovechado para despejar<br />

algunas dudas, hacer consultas pendientes,<br />

revisar tareas y trabajos e inmediatamente<br />

empezar a preparar todo para el siguiente día.<br />

Aunque Yessica Alejandra pasa la mayor parte del<br />

día sin la compañía de su mamá, los abuelos y su<br />

101<br />

tía se han convertido en la mano derecha para<br />

que la crianza, con las complicaciones normales,<br />

llegue a feliz término.<br />

Siendo aún una niña en etapa de<br />

preadolescencia, Ana Milena tiene la tranquilidad<br />

y el orgullo de que su hija haya alcanzado hoy<br />

un grado de madurez que, sin duda, debe a las<br />

circunstancias de la vida.<br />

Yessica es consciente de que, a diferencia de<br />

sus compañeras y amigas, nadie va ejercer<br />

presión para que cumpla con sus deberes.<br />

Sin embargo, la entrega de su madre, ese<br />

compromiso diario y desinteresado, el<br />

esfuerzo que de sol a sol hace para tratar<br />

de brindarle mejores posibilidades, son un<br />

aliciente, el reactor que la impulsa a esforzarse<br />

para compensar a Ana Milena con buenos<br />

resultados en el colegio, que a su vez se<br />

traducen en satisfacciones para ella.<br />

Esta relación familiar, abierta, moderna, libre y<br />

alimentada por la confianza, los compromisos<br />

y las responsabilidades personales, tiene sus<br />

espacios para el consentimiento, y el afecto<br />

mutuo.<br />

Los fines de semana Ana Milena no sólo<br />

aprovecha para ponerse al día con aquellas<br />

tareas domésticas acumuladas en la semana, la<br />

prioridad para esta madre está en dedicarle el<br />

tiempo necesario a Yessica Alejandra. Salir, hacer<br />

planes juntas, conversar como amigas de temas<br />

de mujeres y, por qué no, hacer compras.<br />

Es la recompensa más valiosa a semanas de<br />

resignadas ausencias, una recompensa que<br />

Ana Milena está segura no podrían disfrutar si,<br />

como hasta antes de su vinculación a AngloGold<br />

Ashanti, sus ingresos siguieran dependiendo de<br />

las labores de escogencia de frijol en bodegas<br />

mayoristas de Cajamarca o de la venta de<br />

productos por catálogo, actividades a las que se<br />

dedicaba.


Al caer la tarde


Algunas de las tareas que el personal<br />

desarrolla durante las primeras horas del<br />

día se repiten o continúan, siguiendo un<br />

ciclo que pareciera no tener fin.<br />

Cuando se observa con detenimiento el<br />

funcionamiento de la compañía, una de las<br />

cosas que mayor interés suscitan es la forma en<br />

la que se logran articular los esfuerzos de unos<br />

con otros, una concatenación casi perfecta, un<br />

modelo de lo que significa trabajar en equipo.<br />

Si bien desde cada área se defiende con orgullo el<br />

esfuerzo adelantado, es evidente que cada tarea<br />

Al caer la tarde<br />

Las tardes en La Colosa no son menos intensas que las mañanas,<br />

y tal como estas, tienen sus momentos característicos.<br />

que se emprende tiene un impacto, y desde lo<br />

poco o lo mucho se ve reflejado en la meta final.<br />

Aunque es una de las áreas más visibles del<br />

proyecto, pocas veces las personas se detienen<br />

a pensar que su trabajo resulta posible por los<br />

esfuerzos de quienes han estado detrás mucho<br />

antes, o que inclusive el desayuno o el almuerzo<br />

del día están a tiempo porque las coordinaciones<br />

logísticas lo han permitido.<br />

Dentro de la multiplicidad de acciones que<br />

dependen de este brazo del proyecto, el<br />

suministro de insumos y materiales, al igual que<br />

su desplazamiento a diferentes puntos, es de los<br />

que demanda mayor precisión y agilidad.<br />

Si bien en las bodegas, tanto de Cajamarca como<br />

del campamento base, las tardes se utilizan<br />

principalmente para revisar los pedidos y ajustar<br />

los itinerarios del día siguiente, el movimiento<br />

de vehículos y otros medios de transporte, como<br />

el mular, es permanente. Pareciera un cuadro<br />

extraído de una novela de García Márquez, pero<br />

así es ese realismo mágico, que permite ver en<br />

un mismo escenario por un lado cargadores,<br />

camionetas y pequeños furgones último modelo<br />

transportando toda suerte de elementos, y por<br />

CUANDO SE OBSERVA CON DETENIMIENTO EL FUNCIONAMIENTO DE LA COMPAñíA, UNA DE<br />

LAS COSAS qUE MAYOR INTERÉS SUSCITAN ES LA FORMA EN LA qUE SE LOGRAN ARTICULAR<br />

LOS ESFUERzOS DE UNOS CON OTROS, UNA CONCATENACIóN CASI PERFECTA, UN MODELO<br />

DE LO qUE SIGNIFICA TRABAJAR EN EqUIPO.<br />

104


106


otro, recuas enteras de mulas, dirigidas por<br />

emblemáticos arrieros, preparando la carga para<br />

emprender el camino hacia aquellos sitios donde<br />

la celosa topografía aún le sigue ganando el pulso<br />

a la mano del hombre.<br />

Estos insumos y las materias primas, así como<br />

el personal que avanza en las investigaciones y<br />

en la recolección de muestras, no conseguirían<br />

llegar a tiempo hasta los puntos más elevados<br />

y distantes de la montaña, sin el compromiso<br />

y la regurosidad de áreas como SISO, control<br />

de riesgos, operaciones y logística, por citar<br />

algunas.<br />

Los de control de riesgos son como ‘ángeles<br />

de la guarda’ que, sin ser visibles, tienen una<br />

misión específica que cumplir: lograr que todo<br />

el mundo pueda ejecutar su tarea, concentrado<br />

en las preocupaciones propias de su oficio, y sin<br />

el temor o la zozobra de que algo malo pueda<br />

sucederles.<br />

Ellos son uno y mil ojos, presentes aquí y allá,<br />

tratando de cubrir cada espacio, dentro o fuera<br />

del terreno para que al salir al campo, el personal<br />

pueda hacerlo con el más bajo nivel de riesgo y<br />

la certeza de que regresarán a casa de la misma<br />

forma en que partieron.<br />

Cada tarea tiene<br />

un impacto, el cual se<br />

refleja en la meta final.<br />

Los monitoreos son apoyados por personal<br />

militar en la zona montañosa, y en carretera por<br />

recorredores viales, hombres que abordo de<br />

sus motos informan situaciones sospechosas<br />

que en términos de seguridad personal puedan<br />

exponer a propios y visitantes, y están al tanto<br />

de accidentes, bloqueos y deslizamientos,<br />

episodios muy frecuentes en la región.<br />

Y mientras los responsables de control de<br />

riesgo le abren paso a la compañía y a sus<br />

representantes en el campo desde el anonimato,<br />

los integrantes del equipo social le ponen el<br />

107


108<br />

pecho a la brisa, para obrar como empíricos<br />

relacionistas públicos, en quienes la credibilidad,<br />

como en antiguos tiempos, aún está en el poder<br />

de la palabra.<br />

Los líderes sociales, por lo general, son<br />

personas que se precian de tener un alto nivel<br />

de aceptación entre las comunidades a las que<br />

se necesita llegar: reducir la resistencia ante la<br />

solicitud de un permiso o el anuncio de una visita,<br />

resulta mucho más fácil cuando es el vecino, el<br />

amigo o el compadre quien toca a la puerta de<br />

la finca, comparte una taza de café y se toma el<br />

tiempo para explicar, con lujo de detalles y en<br />

un lenguaje simple y coloquial, el propósito de<br />

cada operación, hasta lograr el convencimiento<br />

acompañado de un gesto de aceptación.<br />

En el campo, el pueblo, la carretera, la ciudad,<br />

o incluso en el campamento base del proyecto,<br />

transcurren 24 largas y agitadas horas en las que


la seguridad, la responsabilidad, la exigencia en<br />

el cumplimiento del deber y el compromiso se<br />

funden en uno solo.<br />

Y esto da origen a un nuevo valor, que tiene un<br />

precio mucho más alto que el oro: el orgullo<br />

que significa hacer parte de la familia Anglogold<br />

Ashanti Colombia. Un sentimiento que<br />

comparten el auxiliar de campo, el fontanero, el<br />

líder social, el conductor, el supervisor SISO, el<br />

ayudante de bodega, el bolivariano, el ingeniero,<br />

la camarera, el auxiliar de cocina, el perforista,<br />

el chef, el geólogo, el arriero, el topógrafo, el<br />

profesional, el técnico, el especialista y el guarda<br />

de seguridad que, al caer la tarde, se dispone<br />

con paso firme a arriar la bandera que ondea<br />

despidiéndose de la montaña, mientras aguarda<br />

que el trinar de las aves anuncie el amanecer y el<br />

momento de que el estandarte que los abriga a<br />

todos vuelva a izarse hasta estar de nuevo en el<br />

punto más alto.<br />

109


110


EN EL CAMPO, EL PUEBLO, LA CARRETERA, LA CIUDAD O INCLUSO EN EL CAMPAMENTO BASE<br />

DEL PROYECTO, TRANSCURREN 24 LARGAS Y AGITADAS HORAS, EN LAS qUE LA SEGURIDAD,<br />

LA RESPONSABILIDAD, LA ExIGENCIA EN EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER Y EL COMPROMISO SE<br />

FUNDEN EN UNO SOLO.<br />

111


Sobre el terreno<br />

Luis Gabriel Hurtado Pérez es una de esas figuras<br />

que hace la diferencia, y desde hace tres años<br />

hace parte de la familia AngloGold Ashanti<br />

Colombia.<br />

Topógrafo, graduado de la Universidad del<br />

quindío, Luis Gabriel aún recuerda sus épocas<br />

de colegio, esas en las que llega la hora de pensar<br />

en el futuro, soñar y tomar decisiones.<br />

Para entonces sus preferencias estaban puestas<br />

en la Ingeniería Civil, sin embargo, por esas cosas<br />

de la vida terminó apostándole a la Topografía<br />

una profesión que en poco tiempo despertó su<br />

gusto y que luego se convirtió en pasión.<br />

Sus habilidades en el oficio, su sentido de<br />

responsabilidad, su ingenio y el deseo de<br />

proponer siempre alternativas nuevas, no<br />

tardaron en abrirle puertas y oportunidades.<br />

Aún siendo un novato, recién graduado, Hurtado<br />

empezó a construir su historia. Sus primeros<br />

trabajos fueron en tierras quindianas, luego las<br />

oportunidades se trasladaron a Santa Marta,<br />

Barranquilla y los Llanos Orientales<br />

Con una hoja de vida que muchos profesionales<br />

de área más veteranos envidiarían, un día Luis<br />

Gabriel conoció por correo electrónico de la<br />

112


Luis se siente complacido por hacer<br />

parte de un equipo en el cual el<br />

diálogo y las opiniones cuentan, donde<br />

las ideas, por locas que parezcan,<br />

son escuchadas y bien recibidas.<br />

existencia de una oferta laboral sobre la que<br />

no se adjuntaban mayores detalles. A pesar de<br />

ello decidió enviar su currículo y en respuesta<br />

recibió la citación a una entrevista a la que,<br />

paradójicamente, no pudo asistir.<br />

Resignado a su suerte, pero esperanzado en<br />

una segunda oportunidad, Hurtado optó por<br />

comunicarse telefónicamente. Después de<br />

las explicaciones y las excusas debidas, fue<br />

convocado una vez más. Así se empezó a escribir<br />

su capítulo en la que, sin titubeos, él considera<br />

hoy como la mejor de las empresas.<br />

De un lado se siente complacido por hacer<br />

parte de un equipo en el cual el diálogo y las<br />

opiniones cuentan, donde las ideas, por locas<br />

que parezcan, son escuchadas y bien recibidas;<br />

un grupo humano del que siempre hay algo más<br />

que aprender y con el que se puede contar para<br />

trabajar en unidad.<br />

Por otro lado, para él cada día en el campo,<br />

respirando aire puro, sintiendo el aroma de los<br />

árboles y disfrutando de un clima en el que<br />

siempre había deseado trabajar, son un regalo del<br />

que hay que obtener el mejor provecho.<br />

Eso para no hablar de la enorme responsabilidad<br />

que reviste la labor que realiza al lado de sus<br />

Luis Gabriel Hurtado trabaja hace 3 años<br />

en la que, para él, es la mejor de las empresas.<br />

cuatro colegas y de los auxiliares de campo<br />

asignados a obras civiles: un área que, asegura,<br />

sirve de base a muchas otras, que se convierte<br />

en columna vertebral dentro del proyecto al<br />

involucrar el levantamiento de líneas, el diseño y<br />

montaje de plataformas y el trazado de vías, en<br />

el que no puede haber cabida para los errores o<br />

las equivocaciones.<br />

Cuando de debilidades hay que hablar, solo dos<br />

cosas llegan instantáneamente a la cabeza de Luis<br />

Gabriel. Lo primero: las extensas travesías por las<br />

que ha tenido que pasar para ejecutar su tarea,<br />

dejando atrás hasta cuatro horas de camino, y<br />

la lejanía de su familia. Hace dos años, los fines<br />

de semana son los momentos más felices en el<br />

calendario: se quita las botas, se desconecta de su<br />

realidad y se pone los zapatos de padre, un rol que<br />

le emociona, le divierte y le conmueve.<br />

Los días libres se entregan de lleno a compartir<br />

cada minuto, cada segundo; son un afanoso<br />

intento por recuperar el tiempo perdido.<br />

Las salidas familiares al parque son uno de esos<br />

momentos infaltables que le proporcionan<br />

mayor goce, disfrute y placer.<br />

Sin embargo, el tiempo al lado de la gente que se<br />

quiere pasa a la misma velocidad que una estrella<br />

113<br />

fugaz, por eso cuando Hurtado se percata,<br />

como en el despertar de un sueño, ya es hora de<br />

regresar al trabajo.<br />

Sin duda como padre amoroso y abnegado<br />

siente en el alma no poder ver crecer a su<br />

pequeño con lujo de detalle, presenciar sus<br />

avances, sus primeros pasos, sus palabras. Es un<br />

sacrificio que soporta, y que procura amortiguar<br />

con una comunicación frecuente, sabiendo que,<br />

desde donde está, labra el camino para que su<br />

hijo y su familia puedan tener un mañana con<br />

menos necesidades y más oportunidades.


114<br />

El orgullo que significa<br />

hacer parte de la familia<br />

AngloGold Ashanti Colombia<br />

es un sentimiento que<br />

comparte todo el personal.


115


EL áREA AMBIENTAL CUMPLE UN PAPEL qUE PODRíA DEFINIRSE COMO EL DE SISTEMA<br />

INMUNOLóGICO DEL PROYECTO.<br />

116


LOS RESPONSABLES DE CONTROL DE RIESGO SON COMO áNGELES DE LA GUARDA qUE, SIN<br />

SER VISIBLES, AYUDAN A qUE TODOS CUMPLAN SU TAREA SIN OTRAS PREOCUPACIONES.<br />

117


EN LAS BODEGAS DE NúCLEOS SE ORDENA, REVISA, ALMACENA, ESTUDIA Y ENVíA EL<br />

MATERIAL ExTRAíDO POR LOS PERFORISTAS Y TRANSPORTADO POR LOS BOLIVARIANOS.<br />

118


119


120<br />

EL DíA AVANzA ENTRE CIENTOS DE<br />

PEqUEñAS TAREAS qUE FLUYEN AL<br />

UNíSONO EN UNA MELODíA qUE CADA<br />

EqUIPO CONOCE... E INTERPRETA.


121


122


UNO A UNO, EL TRABAJO DE qUIENES HACEN PARTE DEL PROYECTO SE SUMA<br />

Y AYUDA A ALCANzAR LOS OBJETIVOS.<br />

123


124


EL TRABAJO EN EqUIPO ES LA RUEDA qUE PERMITE A LA COLOSA<br />

AVANzAR DIARIAMENTE Y CON PRECISIóN.<br />

125


El veterano<br />

A sus 59 años de edad, Eparquio Elí Suárez,<br />

disputa, al lado de muy pocos, un título que<br />

muchos quisieran tener: ser el más veterano<br />

del proyecto La Colosa, no sólo por su edad,<br />

sinónimo de sabiduría y experiencia, sino por el<br />

tiempo al servicio de la compañía.<br />

Hace cinco años, el esfuerzo de este hombre,<br />

sumado al de otro grupo de cajamarcunos,<br />

hizo posible alcanzar el primero de los grandes<br />

desafíos: abrir paso por la quebrada topografía<br />

de la región a una vía de acceso hacia la zona<br />

donde hoy se levanta el campamento base del<br />

proyecto. Desafiaron las inclemencias del clima,<br />

dejaron cada día el último aliento, derramando<br />

la última gota de sudor, antes de volver a casa y<br />

regresaron para iniciar otro duro día de trabajo.<br />

Pero las manos de Eparquio Elí no solo<br />

contribuyeron a abrir paso al desarrollo. En las<br />

páginas de la historia del proyecto, su nombre<br />

también quedará inscrito como uno de los<br />

pioneros en la construcción de la primera<br />

plataforma, desde donde se adelantaron<br />

procesos de perforación. Hoy recuerda de esa<br />

experiencia aprendizajes tan valiosos como el<br />

cuidado del agua, algo que nunca antes había<br />

tenido en cuenta en su largo tiempo dedicado a<br />

la agricultura.<br />

Llegó muy temprano al proyecto y su compromiso sigue creciendo.<br />

Hace 5 años Eparquio Elí hace parte de la familia del proyecto La Colosa.<br />

Si bien el trasegar por la vida durante casi seis<br />

décadas ha dejado huellas, Eparquio Elí sigue<br />

siendo un personaje vigoroso, dispuesto, igual<br />

de consagrado a su labor como el primer día y<br />

quizás aún más, porque, sin llegar a pensarlo, en<br />

los últimos años su labor más que cualquier cosa<br />

se ha convertido en la materialización de una de<br />

sus mayores pasiones: la jardinería.<br />

Tras el estereotipo del campesino rudo y hecho<br />

para soportar largas jornadas, desarrollar la<br />

fuerza o desafiar el clima, a los 16 años le surgió<br />

espontámente una afición por el cuidado y la<br />

conservación de plantas, especialmente flores;<br />

tarea que, contrario a lo que muchos creen, exige<br />

dedicación, cuidado y una capacidad especial<br />

que otros llamarían ‘don’, para hacer de los frutos<br />

de la naturaleza obras de arte, con las que se<br />

embellece, se alegra y se roban sonrisas.<br />

Esa creatividad de su pasatiempo, del que conoció<br />

en una finca del quindío, floreció entre cascos,<br />

botas, mulas, asadones y maquinaria pesada, casi<br />

al tiempo que siendo auxiliar de campo en el área<br />

ambiental, fundaba el centro de acopio para la<br />

recolección de residuos sólidos.<br />

En ese entonces, Eparquio Eli empezó a<br />

aprovechar el tiempo libre para sembrar un<br />

126<br />

improvisado jardín, que en poco tiempo<br />

logró cautivar las miradas de un grupo de<br />

extranjeros de visita en la zona, quienes, en<br />

idiomas totalmente desconocidos para él, lo<br />

alentaron a expandir su obra hacia otros sitios<br />

del proyecto.<br />

Hoy por hoy, con el guiño de la compañía, y con<br />

un esmero digno de todos los reconocimientos,<br />

son 15 los jardines a su cuidado, forjados con<br />

especies que él mismo consigue, cambia con sus<br />

compañeros, trae desde casa e incluso con el<br />

resultado de injertos que se han dado de manera<br />

natural, para obtener nuevas variedades en<br />

formas y colores.<br />

Sandinarias en siete tonos diferentes, azucenas,<br />

lirios, gladiolos, cartuchos, margaritas, claveles,<br />

geranios, novios, astromelias y rosas, sumadas a<br />

una huerta de plantas medicinales, hacen parte<br />

de la colección.<br />

Cada día desde las 8:00 de la mañana y hasta<br />

las 4:30 de la tarde, ‘el jardinero’ de La Colosa,<br />

recorre sus plantaciones, elimina la maleza, retira<br />

hojas y pétalos en mal estado, siembra nuevas<br />

semillas o trasplanta los cogollos que llegan a<br />

su poder y que, como él mismo dice sin tener<br />

una explicación científica, ‘pegan’, germinan y


Eparquio Elí Suárez<br />

sigue siendo un personaje<br />

vigoroso, dispuesto, igual<br />

de consagrado a su labor<br />

como el primer día.<br />

127<br />

florecen con gran facilidad, al punto de tener el<br />

récord de que ni uno solo de ellos ha muerto.<br />

Es una función cargada de emociones, en las que<br />

unos días se sonríe y se alegra al ver los retoños<br />

florecientes, y en otras hay disgustos por ver las<br />

plantas afectadas por acción de insectos y otro<br />

tipo de animales, o destruidas por la mano del<br />

hombre.<br />

Lo cierto es que, sin utilizar ninguna sustancia<br />

diferente a los abonos orgánicos que le<br />

proporciona la empresa, pero eso, sí aplicando<br />

elevadas dosis de amor y pasión a su labor,<br />

que aunque solitaria disfruta al máximo,<br />

este cajamarcuno sólo espera con ansias su<br />

recompensa: esa que llega casi siempre en los<br />

primeros días de enero, cuando casi todas las<br />

especies florecen al mismo tiempo, regalándole<br />

a propios y visitantes un espectáculo sinigual,<br />

que en el infinito verde de los encumbrados<br />

cerros vale la pena detenerse a disfrutar,<br />

que oxigena los convulsionados días<br />

de trabajo pesado en La Colosa,<br />

que ayuda a olvidar los problemas,<br />

que reconforta y anima en los<br />

momentos de flaqueza emocional.


128


A PIE O EN MULA, SOLOS O EN DúO, EL DíA TRANSCURRE EN LA COLOSA<br />

Y SE CUMPLEN UNA A UNA LAS TAREAS ASIGNADAS.<br />

129


130


EN UN PAISAJE qUE qUITA EL ALIENTO SE DESARROLLA EL PROYECTO LA COLOSA,<br />

CON LA PARTICIPACIóN DE MILES DE MANOS.<br />

131


132


133


134


CADA VEz SON MáS LAS MUJERES qUE HACEN PARTE DE LA GRAN FAMILIA DEL PROYECTO LA<br />

COLOSA. ELLAS ESTáN EN GEOLOGíA, OPERACIONES, LOGíSTICA, AMBIENTAL, SOCIAL, SISO...<br />

¡EN CADA áREA!<br />

135


NO IMPORTA CUáNTO TRABAJO HAYA, CUáN GRANDE SEA EL RETO O CUáN DIFíCIL EL<br />

CAMINO, EN LA COLOSA SIEMPRE HAY UN MOMENTO PARA COMPARTIR, PARA SONREíR.<br />

136


137


CIENTOS DE ROSTROS ALEGRES, DISPUESTOS, COMPROMETIDOS, qUE SABEN qUE ESTáN<br />

CONSTRUYENDO FUTURO, HABITAN DíA A DíA LA COLOSA.<br />

138


139


PARA CAMINAR POR LAS ESCARPADAS MONTAñAS DEL PROYECTO Y EVITAR LESIONES Y<br />

ACCIDENTES, ESTE AñO TUVIMOS ENTRENAMIENTO EN TÉCNICAS DE MONTAñISMO, DE<br />

SALVAMIENTO Y RESCATE, Y USO DE ELEMENTOS COMO CUERDAS, NUDOS, AMARRES Y<br />

DEMáS, qUE AYUDAN EN LA PROTECCIóN PERSONAL.<br />

140


141


“Q’ hubo, viejo”<br />

Jorge Ovidio es el más raizal de los habitantes de<br />

la vereda La Luisa, conocedor de la historia minera<br />

de la región y heredero de una estirpe de gentes<br />

amables, inquietas y entregadas al servicio.<br />

La finca donde vive lleva el mismo nombre de<br />

la vereda en la que José Abelardo Matallana, su<br />

padre, creció y desarrolló un meritorio trabajo<br />

comunitario, que él ha sido el encargado de<br />

preservar, para que el olvido no termine por<br />

borrar esas huellas.<br />

Para Jorge, trabajar en favor de sus vecinos,<br />

por las necesidades de la vereda y en pro<br />

del mejoramiento de las condiciones de la<br />

comunidad se ha convertido en una obsesión,<br />

herencia de sus mayores, y producto de las<br />

lecciones acumuladas desde la infancia.<br />

Ese liderazgo le mereció a este hombre el<br />

reconocimiento como presidente de la Junta<br />

de Acción Comunal, dignidad que ostenta hace<br />

ya varios años y con la que ha afianzado las<br />

relaciones, la confianza y la cercanía a su gente.<br />

Si bien en sus 56 años de vida Matallana ha<br />

estado siempre ligado a las actividades del<br />

Ese es el sonoro y entonado saludo con el que a la distancia,<br />

en cualquier sitio de Cajamarca, se advierte la presencia de Jorge Ovidio Matallana.<br />

campo, y hoy aún cuenta con algunas hectáreas<br />

de cultivos y animales, desde hace cuatro<br />

años este campesino hace parte de la familia<br />

AngloGold Ashanti Colombia.<br />

El rol que cumple en de la compañía es sin<br />

duda uno importante, y no alcanza a definirlo<br />

su cargo de líder social: es ‘el embajador’ de La<br />

Colosa.<br />

Su tarea primordial es lograr los acercamientos<br />

de familias de la región de influencia al proyecto,<br />

finqueros y hacendados, para facilitar el acceso<br />

de los equipos de profesionales que, desde<br />

diferentes áreas, adelantan trabajo de campo,<br />

especialmente para el levantamiento de análisis<br />

y estudios técnicos.<br />

Jorge Ovidio es también un pedagogo: en sus<br />

extensos recorridos dialoga y explica con claridad<br />

en qué consisten las tareas a realizar, empleando<br />

para ello un lenguaje de fácil comprensión que<br />

tranquiliza y convierte.<br />

Padre de siete hijos en varios matrimonios, cinco<br />

de ellos propios y dos más de crianza, según<br />

sus palabras, está claro que la vida de Matallana<br />

142<br />

no se limita a las fronteras de su parcela,<br />

sino que está más allá: en el espeso verde<br />

de las montañas, en la trocha, en las alturas<br />

custodiadas por la espesa neblina, en la aventura.<br />

Por eso, aunque su rutina de trabajo comienza<br />

siempre a las 5:00 de la mañana, no se sabe<br />

a qué hora termina, y puede prolongarse por<br />

varios días.<br />

Su filosofía está clara: el trabajo que hace es<br />

su vocación, a cada acción que emprende le<br />

imprime todo el amor, y no hay lugar para el<br />

cansancio, la nostalgia o la preocupación.<br />

Por fuera de la casa, haciendo acompañamientos,<br />

ha llegado a pasar hasta 11 días, en especial sobre<br />

el sector de La Ceja, una región que define como<br />

“maravillosa” y “con paisajes de encanto”.<br />

Pero mantiene el contacto con los suyos. Con<br />

sus compañeros de recorrido busca señal en<br />

algún ‘filito’ de la cordillera, donde la ‘mechita’<br />

de celular hace posible sostener al menos una<br />

corta llamada para enterarse de cómo marchan<br />

las cosas, dar instrucciones y decir que se<br />

encuentra bien.


Pero antes de cada salida hay cosas que<br />

Matallana no puede dejar de hacer. Lo primero:<br />

procurar que las cosas en casa queden<br />

debidamente organizadas; lo segundo: preparar<br />

la maleta para que la permanencia en el campo<br />

sea lo más llevadera posible.<br />

En su equipaje no hay nada exótico, y aunque<br />

entre sonrisas afirma que no es cuestión de<br />

orgullo sino de cuidado, lo único que no le<br />

puede faltar es sombrero y cinturón, pues por un<br />

lado se declara enemigo de las quemaduras en la<br />

piel, y por otro, no concibe llevar los pantalones,<br />

aunque bien puestos, sin su correa.<br />

Mientras va de aquí para allá haciendo que su voz<br />

haga eco en el vasto bosque, abriendo mentes<br />

frente a la minería responsable, Jorge Ovidio<br />

Matallana afirma con vehemencia que si al terminar<br />

la obra su descendencia puede recorrer sus<br />

mismos pasos, encontrando el fruto de las semillas<br />

plantadas y los cimientos de los granos de arena<br />

por él sembrados, la tarea se habrá hecho, y vendrá<br />

entonces la satisfacción plena del deber cumplido.<br />

143<br />

El rol que cumple Jorge Ovidio<br />

dentro de la compañía es el de<br />

líder social, en términos coloquiales<br />

se le podría definir como ‘el<br />

embajador’ de La Colosa.,


El turno nocturno


Las pocas luces que brillan provienen<br />

del casino, el área administrativa y los<br />

alojamientos, espacios que conforme<br />

pasan las horas se van apagando, hasta que la<br />

oscuridad se convierte en ama y señora.<br />

Pero mientras la mayor parte del personal que<br />

pernocta en el proyecto inicia su periodo de<br />

descanso, en el campo, con la misma destreza<br />

de los búhos y las lechuzas que revolotean por<br />

entre la bruma, unos pocos noctámbulos apenas<br />

se aprestan para iniciar sus actividades. Se trata<br />

del grupo de fontaneros y de los equipos de<br />

El turno nocturno<br />

Cae la noche en la alta montaña, y el paisaje encantador<br />

del día se transforma en un bosque oscuro, enigmático y silencioso.<br />

perforación que, sobre las 11 de la noche, inician<br />

sus desplazamientos para ocupar las diferentes<br />

estaciones de trabajo diseminadas en la zona sobre<br />

la que se extiende el proyecto, para atender un<br />

turno que se prolongará hasta las 7 de la mañana.<br />

James Esneider Botello y Néstor Fabián ávila<br />

son dos de los auxiliares del área de geología<br />

encargados del manejo y la conducción de aguas.<br />

Durante toda la noche ambos van de aquí para<br />

allá, acompañados por la penumbra, verificando<br />

el nivel de los tanques y las líneas de conducción,<br />

aunque en verdad esa es también una excusa para<br />

no permanecer estáticos sobre un mismo punto y<br />

evitar que el espíritu de Morfeo los posea.<br />

Al tiempo que la temperatura sigue<br />

descendiendo y que guantes y chaquetas<br />

resultan insuficientes para soportarla, James<br />

Esneider y Néstor Fabián procuran mantenerse<br />

hidratados, compartiendo un poco de café<br />

o agua en abundancia, pues, por las mismas<br />

condiciones del clima, el número de veces que<br />

se va al baño se duplica, corriendo el riesgo de<br />

padecer una descompensación.


Para que las noches y las madrugadas sean más<br />

cortas, en especial cuando los índices de trabajo<br />

se reducen, los fontaneros de La Colosa optan<br />

por sintonizar la radio y cantar a dúo, mientras,<br />

eso sí, no cesan su caminata. Recorridos en<br />

los que han sido sorprendidos por diminutos<br />

animales silvestres, pero también hasta por<br />

un tigrillo, al que uno de ellos inocentemente<br />

confundió con un felino casero.<br />

En ocasiones las charlas o actividades colectivas<br />

que se ponen en marcha durante el tiempo<br />

disponible son interrumpidas por la señal de sus<br />

equipos de comunicación Avantel. Es el llamado<br />

que han estado esperando: el de perforistas y<br />

coordinadores de plataformas que requieren<br />

de su asistencia e intervención inmediata<br />

para superar las dificultades, casi siempre<br />

relacionadas con la presión del líquido que debía<br />

llegar hasta la broca y el brazo perforador, y que<br />

podrían retrasar o dificultar el cumplimiento de<br />

las metas propuestas.<br />

Desde el lugar en el que se encuentren, y sin<br />

importar si la lluvia les hace compañía, ayudados<br />

nada más que por sus fuerzas y fuentes de luz<br />

artificial, ambos toman la trocha, sobrepasan los<br />

obstáculos que puedan encontrarse en el camino<br />

148<br />

encaran los abismos, los temores y llegan<br />

finalmente al sitio de llamado para apersonarse<br />

de lo que pudo haber sucedido.<br />

En tanto se realiza la revisión, pueden surgir<br />

llamados simultáneos, a los que se busca dar<br />

respuesta de acuerdo con la prioridad, eso sí, tan<br />

pronto y como el problema inicial se encuentre<br />

por completo superado.<br />

En las cinco plataformas de perforación que<br />

permanecen activas, son seis las personas que<br />

hacen frente a las diferentes tareas. Por un<br />

lado están los perforistas, responsables de la


manipulación de los equipos y la extracción de<br />

los núcleos de roca desde la profundidad de la<br />

tierra; los auxiliares de campo, que apoyan esa<br />

misma acción, y algunos más del área ambiental,<br />

encargados principalmente de mantener la<br />

limpieza y dar manejo a los lodos.<br />

También los guardas de seguridad que brindan<br />

la protección necesaria y el analista de piedras<br />

o ‘piedrólogo’, quien focaliza su esfuerzo en<br />

la acomodación y el embalaje de las piezas<br />

minerales, que reposarán hasta el amanecer<br />

en el interior de cajuelas de madera, antes<br />

de ser tansportadas hacias las bodegas del<br />

campamento, como parte del proceso de<br />

coordinación logística por los llamados<br />

bolivarianos.<br />

En este lugar los núcleos serán sometidos a<br />

los primeros “logueos” antes de ser enviados<br />

definitivamente hacia la bodega El Aceituno, en<br />

Ibagué.<br />

Cuando se producen las paradas obligatorias,<br />

esas que se dan cuando las máquinas<br />

descompuestas se niegan a trabajar y deben<br />

esperar incluso por la llegada de repuestos, la<br />

oportunidad está dada para que los integrantes<br />

del equipo busquen el lugar más cálido dentro<br />

Concentrados en<br />

su tarea, no logran<br />

acostumbrarse al frío, a<br />

veces extremo.<br />

PARA qUE LAS NOCHES Y LAS MADRUGADAS, EN ESPECIAL CUANDO LOS íNDICES DE TRABAJO<br />

SE REDUCEN, SEAN MáS CORTAS, LOS FONTANEROS DE LA COLOSA OPTAN POR SINTONIzAR<br />

LA RADIO Y CANTAR A DúO, MIENTRAS, ESO Sí, NO CESAN SU CAMINATA.<br />

149


150<br />

del cambuche de cobertizo plástico que protege<br />

la plataforma; por lo general, justo al lado de los<br />

motores.<br />

Dormir unos minutos o hacer la habitual pausa<br />

de medianoche, en la que como una familia se<br />

comparten los alimentos que cada uno ha traído<br />

desde casa, se conversa y hasta se cuentan<br />

anécdotas e historias libres de tapa-oídos y sin<br />

forzar la voz, hace parte de la otra rutina de los<br />

‘centinelas’ de la noche.<br />

Concentrados en su tarea, pero sin lograr<br />

acostumbrarse al frío, a veces extremo, con<br />

temperaturas que pueden estar hasta por<br />

debajo de cero grados y sin que el sueño deje de<br />

provocar sus efectos, llegan las primeras horas<br />

de la madrugada, que por lo general transcurren<br />

con lentitud.<br />

En ese momento del turno, la mejor estrategia<br />

está en no detenerse a mirar el reloj y<br />

simplemente seguir aplicado en el oficio, hasta<br />

dejarse sorprender, a eso de las 4 de la mañana,<br />

por los arreboles y los matices de azul en el cielo<br />

que, como en la magia del papel fotográfico<br />

ahogado en el químico dentro del cuarto oscuro,<br />

va revelando lentamente el rostro de un nuevo<br />

amanecer en La Colosa.


Cuando el ruido de la maquinaria cesa y la<br />

claridad del día despunta en el oriente, es señal<br />

de que la larga noche ha terminado. Es el fin de<br />

una jornada que en algunos casos resulta más<br />

productiva que otra: fácilmente el terreno ha<br />

permitido extraer hasta 42 metros de roca en 12<br />

horas... o pueden haberse obtenido solo tres en<br />

el mismo tiempo.<br />

Uno a uno, los miembros del equipo en<br />

plataforma y el grupo de fontaneros se despojan<br />

de guantes, gafas y los demás elementos de<br />

seguridad utilizados en su tarea para emprender<br />

el regreso a casa.<br />

Al mismo tiempo que el sol, que para ellos se<br />

ha convertido en su luna, los acompaña hasta<br />

sus hogares, otros cientos de trabajadores<br />

retoman el ciclo, en un proyecto que, pese a<br />

las condiciones y los desafíos que la misma<br />

naturaleza le impone, por la tenacidad de su<br />

gente, hoy se puede decir que nunca duerme.<br />

CUANDO EL RUIDO DE LA MAqUINARIA CESA Y LA CLARIDAD DEL DíA DESPUNTA EN EL<br />

ORIENTE, ES SEñAL DE qUE LA LARGA NOCHE HA TERMINADO, ES EL FIN DE UNA JORNADA<br />

qUE EN ALGUNOS CASOS RESULTA MáS PRODUCTIVA qUE OTRA.<br />

151


152


PESE A LAS CONDICIONES Y LOS DESAFíOS qUE LA MISMA NATURALEzA LE IMPONE, LA<br />

COLOSA AVANzA A PASO SEGURO, GRACIAS AL ESFUERzO Y LA TENACIDAD DE SU GENTE.<br />

153


154<br />

Muchos llegan a turno en<br />

la noche, en un proyecto<br />

que, gracias al empuje<br />

y entrega de su gente,<br />

nunca duerme.


155<br />

DORMIR UNOS MINUTOS O HACER LA HABITUAL<br />

PAUSA DE MEDIANOCHE, EN LA qUE, COMO<br />

UNA FAMILIA, SE COMPARTEN LOS ALIMENTOS<br />

qUE CADA UNO HA TRAíDO DESDE CASA, SE<br />

CONVERSA, Y HASTA SE CUENTAN ANÉCDOTAS<br />

SIN FORzAR LA VOz, HACE PARTE DE LA RUTINA<br />

DE LOS ‘CENTINELAS’ DE LA NOCHE.


Pese a ser modelo 67, como él mismo afirma en<br />

forma jocosa, refiriéndose a su edad, su historia<br />

de vida y su espíritu juguetón y recochero han<br />

sido elementos característicos con los que se ha<br />

robado el afecto y el aprecio de casi todos.<br />

Si bien, hoy por hoy, hay alrededor de 800<br />

personas vinculadas al proyecto de exploración,<br />

el nombre de ‘Gantiva’ le es familiar a la mayoría.<br />

‘Gantiva’ vive con su familia en una vivienda del<br />

barrio Las Ferias, en la salida al corregimiento de<br />

Anaime, hogar que, asegura, ha podido reformar<br />

y mejorar con el paso de los años, en buena<br />

medida gracias a la estabilidad económica que<br />

obtuvo tras su vinculación al proyecto.<br />

Hace dos décadas, este hombre, que completa<br />

cuatro en el área de seguridad de AngloGold<br />

Ashanti Colombia, decidió unir su vida a<br />

Crisdey Rodríguez, a quien conquistó, sin duda<br />

con su extrovertida personalidad y con sus<br />

demostraciones de responsabilidad y madurez.<br />

Un año más tarde llegó Manuel Antonio, su<br />

primogénito. A él le siguieron, tres años después,<br />

Adriana Liceth y, por último, en el 2008, Leidy<br />

Carolina, de quien Gantiva dice “es la vida mía”.<br />

En el seno de esta familia, a pesar de las<br />

adversidades, pareciera no haber lugar para la<br />

tristeza. Aunque el jefe del hogar permanece<br />

largas horas en el trabajo, al regresar siempre hay<br />

tiempo para compartir y divertirse con sus hijos.<br />

Con duende propio<br />

Especialmente los días que Carlos Norbey<br />

descansa, las risas, la recocha y las travesuras<br />

llegan a ser tales, que Crisdey no tiene más<br />

remedio que llamarles la atención.<br />

Pero tras ese Gantiva divertido y simpático,<br />

siempre amable y con una sonrisa a flor de piel,<br />

se esconden varios capítulos que preferiría no<br />

recordar. Hace varios años uno de sus hermanos<br />

fue asesinado mientras cumplía con su labor<br />

como guarda de seguridad. Después tuvo que<br />

prestar su servicio en el peaje de Cajamarca. Eran<br />

tiempos difíciles, y la violencia en el país y en la<br />

región no daba tregua.<br />

Durante ocho años, Gantiva resistió, más que<br />

con ‘berraquera’, como algunos le decían, con<br />

resignación. En ese tiempo, su padre cayó<br />

gravemente enfermo. En su lecho de muerte, quiso<br />

despedirse de Carlos Norbey, y le hizo prometer<br />

que dejaría su trabajo para evitar correr la misma<br />

suerte de su hermano, y él tuvo que acceder.<br />

En la búsqueda de nuevas oportunidades,<br />

presentó su hoja de vida a AngloGold Ashanti, sin<br />

encontrar vacantes. Sin embargo, su persistencia<br />

pudo más. Todos los días, Gantiva iba<br />

sagradamente a las oficinas con la esperanza de<br />

obtener un sí. Al final, su deseo se hizo realidad.<br />

Por su experiencia, Carlos Norbey fue llamado<br />

a ocupar el cargo de vigilante, tarea a la que<br />

accedió sin ningún reparo. Su primer turno<br />

Carlos Norbey Gantiva Bobadilla, o ‘Gantiva’, como mejor lo conocen<br />

sus compañeros, es un personaje sui generis en la vida de La Colosa.<br />

156<br />

empezó en horas de la noche, en custodia de<br />

una de las plataformas de perforación.<br />

Todo transcurría sin novedades: la oscuridad era<br />

natural y el silencio, normal, pues a diferencia<br />

de otros guardas, para Gantiva el radio no es<br />

una buena compañía. De repente, y sin conocer<br />

de dónde provenía, una primera piedra golpeó<br />

su casco, luego muchas otras cayeron sobre él<br />

y su compañero, por lo que, presos del temor,<br />

decidieron echar a correr hasta un punto más<br />

abajo, donde se sintieron seguros. Solo hasta las<br />

5 de la mañana decidieron regresar.<br />

Sin embargo, en los siguientes turnos, Gantiva<br />

volvió a ser visitado por esa extraña fuerza y<br />

atacado constantemente. Hoy, nadie ha podido<br />

establecer con certeza de qué se trata.<br />

Los relatos sobre sus noches tormentosas y sus<br />

extravíos en los caminos han aumentado su<br />

popularidad, pero también han hecho que se tejan<br />

múltiples versiones; la mayoría de ellas apunta<br />

a que se trata de un duende, pues se asocia su<br />

presencia a la existencia de oro en la zona y al mito<br />

de estos seres como protectores de minas.<br />

Muchos han tenido la misma experiencia,<br />

mientras que otros con escepticismo aseguran<br />

que la historia es producto de la imaginación.<br />

Los turnos para Gantiva, a quien muchos llaman<br />

el duende de La Colosa, se han convertido en


‘Gantiva’ vive con<br />

su familia en una acogedora<br />

vivienda del barrio Las<br />

Ferias, en la salida hacia<br />

el corregimiento de Anaime.<br />

157<br />

un verdadero sacrificio. Ahora dentro de sus<br />

elementos de protección personal, antes de salir<br />

al campo no pueden faltar una camándula, una<br />

estampita con la imagen de San Miguel Arcángel<br />

y una botella con agua bendita, artículos que<br />

apenas logran hacerle más llevaderas las noches.<br />

Gantiva asegura que nunca ha visto al extraño<br />

ser que le hace la vida imposible. Aunque le ha<br />

hablado, tampoco ha obtenido respuesta. A él,<br />

como a muchos, le asalta la inquietud por saber<br />

qué es lo que en verdad hay detrás de estas<br />

visitas misteriosas, que, paradójicamente, solo<br />

se dan en la zona de influencia del proyecto, pero<br />

jamás mientras él se encuentra en Cajamarca.<br />

Aun cuando con su amabilidad y simpatía, las<br />

mismas que le hacen evitar los problemas,<br />

Gantiva es querido y considerado por muchos,<br />

también es cierto que sus compañeros de<br />

vigilancia sienten temor de trabajar a su lado, por<br />

las inusuales y escalofriantes visitas del duende.<br />

Otros, en cambio, le insisten en que busque una<br />

forma de comunicarse con el desconocido ser,<br />

pues aseguran que, a lo mejor, éste pretende<br />

llevarlo hacía una de las fuentes de sus tesoros.<br />

Realidad o ficción, estas son otras de las<br />

historias que hacen parte del diario vivir del<br />

proyecto La Colosa y sus gentes.


Estas son las personas que han trabajado para hacer grande el Proyecto La Colosa. A todos ellos, nuestro reconocimiento y gratitud por su entusiasmo, dedicación<br />

y entrega para realizar cada una de las acciones que hacen parte de nuestro Proyecto. ABELLO GUzMáN JOHN JAIRO • ABRIL EDWIN FERNEY • ACOSTA CASTAñEDA JOHN DAIRO<br />

• ACOSTA ESLAVA ALBERTO • ACOSTA ESLAVA ALDEMAR • ACOSTA ESLAVA CARLOS JULIO • ACOSTA ESLAVA NORBERTO • ACOSTA PÉREz LUIS ANTONIO • AGUDELO BOTINA ELIÉCER • AGUDELO<br />

ROJAS DILSON • AGUILAR PERDOMO JOSÉ LUIS • AGUIRRE SALAzAR JULIO CÉSAR • AGUIRRE SALAzAR LUIS ALBERTO • AGUIRRE SALAzAR OBDULIO • AGUIRRE SALAzAR óSCAR • ALAPE VIqUE<br />

JOSÉ YESID • ALARCóN GUEVARA SAUL • ALARCóN GUzMáN RICARDO ANTONIO • ALARCóN OSORIO JOSÉ SALVADOR • ALEJO RIVERA JUAN GABRIEL • ALFONSO AGUDELO FARLEY . • ALFONSO<br />

BARRAGáN LUIDER HERNáN • ALFONSO FONSECA DAVID • ALFONSO GONzáLEz MAURICIO JAVIER • ALFONSO JOSÉ VICENTE • ALONSO CASTELLANOS GIOVANNY ALExANDER • ALONSO<br />

MEJíA JOHN EDISSON • áLVARES ARENAS YURLEY VANESSA • ALVIS MESA WILLIAM • ALzATE MARíA NADY • AMAYA CARLOS FERNEY • AMAYA óSCAR WILLIAN • AMAYA REINA DIEGO FERNANDO<br />

• áNGEL PAREDES JOSÉ MAURICIO • ARDILA SáNCHEz JOHAN GILBERTO • ARIAS RíOS WILLIAM ANDRÉS • ARIzA ORTIz FREDY ALIRIO • ARTUNDUAGA ARANGO JHON FAIBER • AUSIqUE SáENz<br />

CLAUDIA JOHANNA • AVELLO GUzMáN JOSÉ APOLINAR • AVENDAñO RODRíGUEz JULIAN • AVILA CAñóN WILFER CAMILO • áVILA SáNCHEz CARLOS ALBERTO • áVILA SáNCHEz POLICARPO<br />

• áVILA VALENCIA HENRY • áVILA VALENCIA LEONARDO • AYALA CASTRO JOHN JAIRO • BAqUERO GóMEz EFRAíN • BARBOSA zABALA JOSÉ áNGEL • BARRAGáN BARRAGáN JOSÉ ARIEL •<br />

BARRAGáN MORALES LUz áNGELA • BARRERA PERALTA ROSALBA • BARRERO PEDRO NEL • BARRETO RICAURTE AGUSTíN • BARRIOS CASTIBLANCO PABLO ANDRÉS • BARRIOS SáNCHEz EDISSON<br />

GERMáN • BATTA MONDRAGóN ALDEMAR • BAUTISTA LESMES JHOAN MANUEL • BECERRA CARRENO LEYLA CATERINE • BECERRA PINTO JOHAN SEBASTIAN • BEDOYA PAREJA HÉCTOR FABIáN<br />

• BEDOYA SOTO JUAN MAURICIO • BEJARANO BARRETO CHRISTIAN ARLES • BELTRáN DEVIA LUz MIREYA • BELTRáN DURáN ÉDGAR • BELTRáN GARAVITO DANIEL ARMANDO • BELTRáN<br />

GONzáLEz RODRIGO • BELTRáN MORENO LEONARDO FAVIO • BENíTES GONzáLES JOSÉ RIBEIRO • BERNAL CARRANzA CARLOS A. • BERRíOS PALENCIA LUILLY FREDY • BETANCOURT ‘DEVIA<br />

JENNIFER ANDREA • BETANCOURT TREJOS YHON EDISON • BOHóRqUEz ALExANDER • BOHóRqUEz BUSTOS GERARDO • BOHóRqUEz JHOAN SEBASTIAN • BOHóRqUEz MORALES PEDRO<br />

GABRIEL • BOHóRqUEz RAUL EDUARDO • BOLíVAR MONTOYA EDWIN ALExIS • BONILLA BONILLA óSCAR • BONILLA VILLADA BRAYAN CAMILO • BOTELLO MARTíNEz JAMES SNEIDER • BOTINA<br />

JESúS ALBERTO • BRIñEz HILDEFONSO • BRIñEz SANTAMARíA MAURICIO • BUITRAGO DIMAR BALMORE • BUITRAGO JOSÉ NORBEY • BUITRAGO SANABRIA JAVIER • CABRERA PEñA EVERARDO<br />

• CADENA ORTIz áNGEL ERNESTO • CAJAMARCA ROA FAUSTO ISRAEL • CAJAMARCA ROA TANIA CAROLINA • CALDERóN BELTRáN ARLEY HERNáN • CALDERóN HOLGUíN JOSÉ ORLANDO •<br />

CALDERóN LOzANO GENTIL ANDRÉS • CAMACHO HERNáNDEz OWER • CAMACHO RIVERA ANDREY FERNANDO • CAMPOS PARRA JESSICA MERCEDES • CANIzALEz GUTIÉRREz JULIO IVáN •<br />

CANTOR qUIMBAYA MAIKOL ESTITH • CAñóN DIAz JOSÉ WILSON • CAPERA CABALLERO SIDY BIVIANA • CáRDENAS ARANzAzU LUIS WILFREDO • CARDONA MARíN EDILBERTO • CARDONA<br />

LóPEz CARLOS JULIO • CARDONA LóPEz FABIO NELSON • CARDONA RODRíGUEz CARLOS ARTURO • CARDOSO CARLOS FERNANDO • CARRANzA GUALTEROS DAIRO ALFREDO • CASA<br />

EMERSON • CASAS REYES ROGER EDUARDO • CASTELLANOS MANzANO JUAN CARLOS • CASTELLANOS SILVA CÉSAR AUGUSTO • CASTIBLANCO CARRANzA MIGUEL ALFONSO • CASTIBLANCO<br />

MANOSALVA ÉDGAR HERNáN • CASTILLO HERNáNDEz EDUARDO • CASTRO DURANGO DUVERNEY • CASTRO DURANGO JHON ANDERSON • CASTRO FREDDY HERNáN • CASTRO óSCAR<br />

ARLEY • CASTRO RAMíREz ADRIANA • CAVIEDES CAVIEDES JOHN JAIRO • CELIS GRANADOS LUIS ALBERTO • CELIS GRANADOS PEDRO JOSÉ • CENDALES GAITáN YEISON ARLEY • CERVERA ARIAS<br />

FLOWER YIRBEY • CERVERA ARIAS RONALD STIVEN • CÉSPEDES SáENz LUIS GABRIEL • CHACóN TORRES WILFER YESID • CHARRIS CHARRIS WILLIAM • CHAVES SIERRA áNGELO ALBERTO •<br />

CIFUENTES PARRA WILMER • CLAVIJO MOLINA JOSÉ ABELARDO • COBOS BELTRáN JOSÉ LIzARDO • COBOS BELTRáN NINI JOHANA • CONTRERAS RODRíGUEz RONALD DAVID • CONTRERAS<br />

ARIAS JAIRO ANTONIO • CONTRERAS OSORIO CARLOS ALBERTO • CORREA TRIVIñO JORGE ASDRUBAL • CORTÉS ALzATE LUIS FERNANDO • CORTÉS JHON JAIDI • CORTÉS LóPEz DAVID JULIAN<br />

• CORTÉS MELO ERNESTO • CORTÉS MOLINA DAIRO IVáN • CORTÉS MOLINA JULIO GHIOVANNY • CORTÉS ORTIz NINIVER • CORTÉS SáNCHEz SEGUNDO • CORTÉS SáNCHEz VíCTOR HERNáN<br />

• CRUz GUTIÉRREz MYRIAM • CRUz RUBIANO JUAN CARLOS • CUELLAR LONDOñO BLANCA • CUEVAS RICAURTE MELqUISEDEC • CUJIñO PEñA KATEHERINE ALExANDRA • DAzA DAzA<br />

ESCOBAR JAIME LUCAS DE JESúS • DAzA SUESCúN MANUEL • DEVIA MORENO DAYAN xIMENA • DIAz JUAN CARLOS • DíAz CUBIDES CARLOS GIOVANNY • DIAz GóMEz FRANKY ANDRES • DIAz<br />

GUzMáN CLAUDIA MILENA • DIAz RICAURTE áNGEL DANIEL • DíAz SARMIENTO LIxzA DIVIANA • DíAz VáSqUEz JOHN ALVER • DOzA GARCíA CAMILO • DREWS UDO • DUCUARA CRIOLLO<br />

JOSÉ YESID • DUqUE BERNAL LUIS FELIPE • DURáN ACOSTA JAIR • DURáN NOVOA JHON FREDDY • ESLAVA OSORIO CARLOS IVáN • ESPEJO ARGEMIRO • ESPEJO DIDIER FABIáN • ESPEJO PORRAS<br />

ABDON FELIPE • ESPEJO SAAVEDRA CARLOS ANDRÉS • ESTRADA PARRA JOSÉ ALExANDER • ESTUPIñáN CáRDENAS JOSE MANUEL • FIGUEREDO CUELLAR JAIRO EMILIO • FIGUEROA OVIEDO LUIS<br />

áLVARO • FIGUEROA VARGAS WILSON • FLóREz DIAz DIEGO ALExANDER • FORERO ARTEAGA JORGE ELIECER • FORERO VILLADA óSCAR EDUARDO • FUENTES SIMBAqUEBA EMIGDIO • GAITáN<br />

LINARES WILMER • GALEANO ENCISO NATALIA • GALINDO ARDILA BRAYAN xAVIER • GALLO PULIDO FABIO • GALVIS ALzATE ALExANDER • GALVIS PATIñO UVEIMAR • GáMEz AGUIRRE JORGE<br />

IGNACIO • GANTIVA MAGDA CONSTANzA • GAONA PENAGOS ALExANDER • GAONA PENAGOS CARLOS HERNáN • GAONA PENAGOS JOSÉ HERMES • GARCíA CAMARGO JHON FREDY • GARCíA<br />

CáRDENAS HOOVER • GARCíA CáRDENAS RODOLFO • GARCíA CáRDENAS URIEL • GARCíA CHICA JOSÉ RAUL • GARCíA FIGUEROA HERMINSON • GARCíA FIGUEROA PEDRO JULIO • GARCíA<br />

FIGUEROA WILLIAM ALExANDER • GARCíA GIRALDO WILSON • GARCíA LEóN YIJAN • GARCíA LóPEz DUVERLEY • GARCíA WALTEROS GERMáN • GARTNER MANRIqUE JORGE FEDERICO •<br />

GARzóN BLANCO CARLOS ANDRÉS • GAVIRIA ORREGO EDISON • GIL CARLOS OCTAVIO • GóMEz CASALLAS MAYELI • GóMEz ACEVEDO DIANA CAROLINA • GóMEz ALBARáN JOSÉ LEONARDO<br />

• GóMEz CIFUENTES JHON FREDY • GóMEz CIFUENTES JUAN CARLOS • GóMEz CIFUENTES óSCAR JAVIER • GóMEz CIFUENTES VíCTOR ALFONSO • GóMEz LUIS EDUARDO • GóMEz MORENO<br />

DIEGO ALEJANDRO • GóMEz RODRíGUEz ALExANDER • GóMEz RUIz JOHN JAIRO • GóMEz VELáSqUEz JOSÉ ALExANDER • GONzáLEz CELY JENNY ANDREA • GONzáLEz FINO EDILBERTO •<br />

GONzáLEz JIMÉNEz WILLIAN ALBERTO • GONzáLEz MANUEL VICENTE • GONzáLEz PEñA LUz AMANDA • GONzáLEz PUERTAS JONNATAN • GRISALES GARCÏA JUAN MANUEL • GUáqUETA<br />

OLARTE PEDRO ALExIS • GUERRERO LóPEz LUIS ALFREDO • GUERRERO qUINTERO óSCAR FERNANDO • GUTIÉRREz DIAz MILTON CRISTOBAL • GUTIÉRREz MORALES JOSÉ MANUEL • GUTIÉRREz<br />

POVEDA WILLIAM CAMILO • GUzMáN GARzóN HUMBERTO • GUzMáN GUERRERO JOHN EDWARD • GUzMáN SILVA ARNOLD • HENAO OLIVEROS DIEGO FERNANDO • HENAO OLIVEROS<br />

HÉCTOR FAVIO • HENAO RODRíGUEz CÉSAR AUGUSTO • HENDE CARRERO CRISTIAM FERNANDO • HENDE CARRERO HÉCTOR • HENDE CARRERO JHON JAIRO • HERNáNDEz OCAMPO MARCOS<br />

ANDRÉS • HERNáNDEz CAñóN GILDARDO • HERNáNDEz GARzóN RAMóN IGNACIO • HERNáNDEz MOLINA YICSON DAYáN • HERNáNDEz ORTIz ANDRÉS GIOVANNY • HERNáNDEz PINILLA<br />

JHON FREDY • HERNáNDEz SUáREz DIANA M. • HERNáNDEz WILLIAM FERNANDO • HERRERA OSORIO ARIEL • HINCAPIÉ SáNCHEz JOSÉ JULIáN • HóMEz HERNáNDEz óSCAR HERNEY •<br />

HOYUELA PEñA MARISOL • HURTADO ARIzA BERSEIN ANDRÉS • HURTADO HERNáNDEz HUGO • HURTADO LUIS GABRIEL • IGLESIAS CARDONA JEFERSON DAMIáN • JAHODA RUDOLF • JIMÉNEz<br />

ARANGO JHON JAIRO • JOYA ARIAS JOHN ALBERT • JULIO GUEVARA HÉCTOR EDWIN • JURADO ALVARADO CARLOS ALBERTO • JURADO USECHE DARíO NORBERTO • LA VERDE ROCHA NÉSTOR<br />

• LABRADOR JHAIR MAURICIO • LABRADOR SáNCHEz FERDINANDO • LARA HERNáNDEz MANUEL ANTONIO • LEóN OSPINA YAIRO FERNANDO • LEóN PEDRAzA JUAN DAVID • LINARES<br />

ORJUELA JOSÉ FABER • LOAIzA MORALES VILMA • LONDOñO ARANGO HENRY • LONDOñO ORDOñEz ANDRÉS JULIáN • LONDOñO ORDOñEz JHON JAYDER • LONDOñO OSORIO JOSÉ YILMER<br />

• LONDOñO RESTREPO JAIME • LONDOñO VíCTOR ARMANDO • LóPEz GONzáLEz ALFONSO • LóPEz VALENCIA DIEGO ALFONSO • LóPEz CAMONA FÉLIx OBETO • LóPEz ESTRADA DIEGO<br />

MAURICIO • LóPEz OSPINA óSCAR FERNANDO • LóPEz qUINTERO EDGAR • LóPEz VALENCIA FRANCISCO JAVIER • LóPEz VILLEGAS JOSÉ GERMáN • LOzANO FURqUE óSCAR JULIáN • LOzANO<br />

GONzáLEz DIEGO ALEJANDRO • LOzANO MARíN DIEGO FERNANDO • LOzANO OTáLVARO DIEGO FERNANDO • LOzANO PRADA DIEGO GERMáN • LUNA RODRíGUEz EDISSON FERNEY • LUNA<br />

RODRíGUEz LUIS ALBERTO • LUNA RODRíGUEz YEISON HUMBERTO • MAHECHA ESPITIA JUAN DARíO • MAPPE GONzáLEz ERWIN AUGUSTO • MARíN AGUDELO ALADIER • MARíN AGUDELO<br />

ASDRUBAL • MARíN ARÉVALO DEISY MILENA • MARíN DIEGO GERARDO • MARíN FREDDY ORLANDO • MARíN JOSÉ EFRAíN • MARíN MARíN ARGEMIRO • MARíN MARíN HIYER FABIAN • MARíN<br />

PINEDA ABELARDO • MARíN PINEDA ALExANDER • MARIN RIVERA áNGEL LEONARDO • MARíN WILMER ALEJANDRO • MáRqUEz BETANCUR PAOLA ANDREA • MáRqUEz MORENO JUAN<br />

MANUEL • MARROqUíN RODRíGUEz JOSÉ HUMBERTO • MARTíNEz CáRDENAS CARLOS JULIO • MARTíNEz CABEzAS DAIRO • MARTíNEz GóMEz DIEGO FERNANDO • MARTíNEz NIETO JOSÉ<br />

LIBARDO • MARTíNEz NIñO HAROL CAMILO • MARTíNEz OSORIO HEIDER ARISTóBULO • MARTíNEz PÉREz OSCAR JAVIER • MATABAJOY BUITRAGO DAIR • MATALLANA RATIVA DIDIER FAVIáN<br />

158


• MATALLANA ROCHA JORGE OVIDIO • MEDINA MANRIqUE SANDRA PATRICIA • MELO CASAS CIRO ANTONIO • MELO CASAS FERNEY • MENDIETA DíAz WILLIAM • MENDIETA HERNáNDEz<br />

HÉCTOR JAVIER • MENDOzA CARRANzA JAIME JAVIER • MENESES JOSÉ DE JESúS • MESA BELTRáN CAMILO • MILLAN MUñOz JAIVER ANDRÉS • MOJICA GACHA GUSTAVO ADOLFO • MOLINA<br />

BONILLA CLAUDIA MARCELA • MOLINA BUITRAGO CARLOS ANDRÉS • MOLINA MOLINA CARLOS HERNáN • MOLINA MORALES CARLOS ANDRÉS • MOLINA MORALES MIGUEL áNGEL • MOLINA<br />

VARóN RAFAEL • MOLINA YATE ALExANDER • MONGUI MENESES NELSON • MONROY CáCERES YESID • MONROY CHITIVA DUVáN ARIEL • MONTAñEz GONáLEz FABIáN ALExANDER •<br />

MONTENEGRO JEISSON DUVáN • MONTENEGRO LóPEz LUIS ALBEIRO • MONTOYA LOPERA PAULA ANDREA • MONTOYA REYES RAúL • MONTOYA RIVEROS EDWIN FERNEY • MORA SALAzAR<br />

JOSÉ ALDEMAR • MORA SALAzAR VíCTOR ALFONSO • MORA YERLY JOANNA • MORALES GIRALDO WBEIMAR • MORALES AYALA JOAN CAMILO • MORALES BEDOYA JORGE DIDIER • MORALES<br />

CUTA YANETH YADIRA • MORALES DIEGO FERNANDO • MORALES GONzáLEz MIGUEL áNGEL • MORALES OROzCO JUAN CARLOS • MORENO ALDANA YINER • MORENO CáCERES<br />

BUENAVENTURA • MORENO CASTILLANO LEONARDO • MORENO CORTÉS JHON EDISON • MORENO DUARTE MILTON ANDRÉS • MORENO PINEDA CARLOS FERNEY • MOSCOSO RICO ANDRÉS<br />

• MOSqUERA CELIS FERNANDO • MOSqUERA PRIETO ARLY ALFONSO • MOYANO PULIDO LUIS HERNANDO • MUñOz BONILLA JORDY ALExANDER • MUñOz FERNáNDEz JOSÉ JULIáN • MUñOz<br />

HENDE HÉCTOR JAVIER • MUñOz RAMíREz LESBY GERALDINE • MUñOz RAMíREz LUIS HERNANDO • MUñOz RODRíGUEz WBEIMAR • MUñOz ROJAS MARTíN • MUñOz TAFUR FERNEY •<br />

MUñOz zAMBRANO CÉSAR GIOVANNY • MURCIA CALDERóN OCTAVIO AUGUSTO • MURCIA RAMíREz MILLER • MURCIA VANEGAS MILLER ALBERTO • NARANJO SIERRA WILLIAM ANDRÉS •<br />

NAVARRO TOLEDO JOSÉ DUCK • NEIRA BOTERO RIGAUL • NIETO RODRíGUEz JAVIER FERNANDO • NIETO ROMERO JUAN CARLOS • NIñO CARO ISAAC DE JESúS • NIñO CASTRILLóN JOSÉ<br />

EDUARDO • NIñO RAMíREz DANIEL • NOVOA DIEGO FERNANDO • NOVOA MORENO AMELIA PATRICIA • OLAYA BRAVO EIDER • ORJUELA HERNáNDEz FERNEY • ORTíz CáRDENAS JHONATAN<br />

ANDRÉS • ORTIz CASAS JULIO CESAR • ORTIz DíAz HERNANDO • ORTIz PAREJA JOSÉ YILBEL • ORTíz SEDANO RAMIRO ALExANDER • ORTíz VALLEJO HERIBERTO • ORTIz VELASCO LORENzO •<br />

OSORIO BETANCUR YULIANA • OSORIO CRISTIAN CAMILO • OSORIO MORENO SAúL • OSORIO SALAMANCA LUIS FERNANDO • OSORIO SALAzAR CARLOS EDILSON • OSPINA ESTRADA YENNI<br />

• OSPINA HERRERA YENSI • OSPINA JAVIER MAURICIO • PADILLA RICAURTE CÉSAR AUGUSTO • PAEz ACERO MARTHA JANETH • PAEz GUTIÉRREz BETTY MARLENY • PALACIO CáCERES JOHAN<br />

ALExIS • PAREDES LIzARAzO JUAN ALBERTO • PARRA SIERRA LAUREN CRISTINA • PARRA CASTELLANOS CARLOS URIEL • PARRA CIFUENTES MARIO FERNANDO • PARRA GóMEz SANTOS • PASUY<br />

ORTIz JOSÉ TIMMY • PAYáN CAICEDO ISIDRO JAVIER • PAz JURADO HERMEL JORDáN • PELáEz BEDOYA MAURICIO • PELáEz GILBERTO • PELáEz GUERRERO NORBEY • PELáEz LUIS HERNESTO<br />

• PENáGOS SOLORzANO JHON JAIRO • PEñA ACOSTA ARLEY • PEñA GALEANO CLAUDIA YADHIRA • PEñA JOSÉ HERMINSO • PEñA qUINTERO MIGUEL áNGEL • PERALTA BRICEñO ORLANDO<br />

FABIáN • PERALTA MARíN LUz MELIDA • PERALTA MORENO ROGER OCTALIO • PERALTA ROMERO JORGE IVáN • PERALTA SáNCHEz NóRIDA ALExANDRA • PERDOMO MARTíNEz LEONIDAS •<br />

PERDOMO RODRíGUEz ANDRÉS FABIAS • PERDOMO ROMERO JORGE ELIÉCER • PÉREz zAPATA MARíA CAROLINA • PÉREz PÉREz NELSON • PÉREz SANDOVAL CARLOS ARTURO • PIEDRAHITA<br />

ACOSTA HEMMERSON • PINEDA ARANGO ANCIzAR • PINILLA áVILA VíCTOR ARLEY • PINILLA RAMíREz CÉSAR ARMANDO • PINTO JURADO ERLYN ANDRÉS • PIzARRO SIABATO NORBERTO •<br />

PORRAS JHONN FREDY • POVEDA MOSqUERA JUAN GABRIEL • POVEDA MOSqUERA LUIS ALFONSO • PRADA CASTELLANOS ROMY VERóNICA • PRIETO DíAz OSCAR ENRIqUE • PUENTES PARRA<br />

ARIADNA PATRICIA • qUIMBAY DíAz OSCAR MAURICIO • qUINTERO LOzADA LUz áNGELA • qUINTERO FUENTES ELIECER • qUINTERO IRIARTE SERGIO ANDRÉS • qUINTERO MANzANO<br />

WILMAR JAVIER • qUINTERO MOSCOSO OCTAVIO • qUINTERO PRADA LEIDY ELIANA • qUINTERO SUTACHáN YEISON HUMBERTO • qUIROGA RODRíGUEz RAMIRO • qUIROGA ROMERO<br />

JORGE ANTONIO • qUIROGA ROMERO PABLO EMILIO • qUIROGA ROMERO PEDRO FABIáN • qUITIAN MONTOYA DIEGO MAURICIO • RAMíREz CALLE LUCAS • RAMíREz ARIAS HÉCTOR JAVIER<br />

• RAMíREz AUSIqUE JOSÉ EMIGDIO • RAMíREz CADENA GONzALO • RAMíREz CHINCHILLA EDWIN STIVEN • RAMíREz GUIzA JESúS MARíA • RAMíREz MARTíNEz VALERIO • RAMíREz MUñOz<br />

JEFFERSON • RAMíREz OSCAR JAVIER • RAMíREz RENGIFO JONATHAN FRANCISCO • RAMíREz ROJAS JHON FREDDY • RAMíREz SáNCHEz YURI ALExANDRA • RAMíREz SOLER JAVIER • RAMíREz<br />

VELáSqUEz DIEGO ALBERTO • RAMOS GUzMáN JOHN JAIRO • REINA APACHE DIEGO MAURICIO • REINA RAMíREz KAREN SOFíA • RENGIFO TORRES CARLOS ALBERTO • REYES DíAz JAVIER<br />

MAURICIO • RICO áVILA BELÉN JOHANNA • RICO ESGUERRA WILSON ARBEY • RINCóN ENCISO ERWIN HERNáN • RíOS JOSÉ DANILO • RíOS VALLEJO JEISON KIN • RIVERA GONzáLEz VíCTOR •<br />

RIVERA HERNáNDEz JOSÉ FARLEY • RIVEROS GARCíA CÉSAR AUGUSTO • ROA CASTIBLANCO IGNACIO JOAqUíN • ROA ROA EzEqUIEL • ROA ROA LUIS FREDDY • ROBAYO AGUDELO DUVIER<br />

FERNEY • ROBAYO BERMúDEz WILSON ALExANDER • RODRíGUEz BERNAL HILSE LEONOR • RODRíGUEz ACERO CYD JOAN • RODRíGUEz ARANzAzU JHON JAIRO • RODRíGUEz BEDOYA CARLOS<br />

ARTURO • RODRíGUEz CáRDENAS JOHN CARLOS • RODRíGUEz CERqUERA LUz MARINA • RODRíGUEz CRISTIAN FERNANDO • RODRíGUEz MORENO VíCTOR ALFONSO • RODRíGUEz NELSON<br />

ENRIqUE • RODRíGUEz NOVOA JAIRO ANDRÉS • RODRíGUEz OCAMPO RIGOBERTO • RODRíGUEz SACHEz WILDER • RODRIíGUEz CERqUERA DANNY DANIEL • ROJAS GONzáLEz ÉDGAR<br />

OSWALDO • ROJAS . ORLANDO . • ROJAS CARO HÉCTOR HERNANDO • ROJAS DíAz ABRAHAM . • ROJAS DíAz HOHN WILBER • ROJAS PRIETO HENRY ALBERTO • ROJAS RODRíGUEz ALExANDER<br />

• ROMERO DíAz EDWIN • ROMERO OCAMPO JHON FREDY • ROMERO PACHóN IDELFONSO • ROMERO SáNCHEz JOSÉ HUMBERTO • ROzO FANDIñO NELSON • RUBIO GERMáN ALFONSO •<br />

RUEDA RODRíGUEz DAVID ALONSO • RUIz CESAR RICARDO • RUIz TORRES JHON JAIRO • SAAVEDRA RUBIO OSCAR JAVIER • SAENz SERRANO EDGAR • SAENz SORIANO DIANA PATRICIA • SAENz<br />

SORIANO LUIS GONzALO • SAIS GARzóN JAIRO • SALAMANCA MAURICIO • SALAMANCA RINCóN JUVERNEY • SALAzAR MURILLO ANA MILENA • SALGADO GARzóN NORBEY • SAMUDIO<br />

BEJARANO JHON JAIRO • SANABRIA SáNCHEz EDWIN • SáNCHEz PEDRAzA ADRIANA MARCELA • SáNCHEz AMADOR MóNICA FERNANDA • SáNCHEz HENAO DANIEL ALBERTO • SáNCHEz<br />

LóPEz GERARADO • SáNCHEz LUNA BENEDICTO • SáNCHEz MARTíNEz JOSÉ HEBER • SáNCHEz PARRA JHON FREDY • SáNCHEz PARRA JULIO CESAR • SáNCHEz PERALTA JOHN ALExANDER •<br />

SáNCHEz SANABRIA ANGÉLICA • SáNCHEz SáNCHEz PEDRO PABLO • SáNCHEz WILCHES JOSÉDE JESúS • SANDOVAL qUINTERO NELSON DAVID • SANDOVAL qUINTERO OSCAR ADRIANO •<br />

SANDOVAL RINCóN MIGUEL áNGEL • SANDOVAL SANDOVAL JUAN DE JESúS • SANTANA AGUDELO IVáN ANDRÉS • SANTANA DíAz ALBEIRO • SANTANA FERNáNDEz LUISA FERNANDA •<br />

SANTOS BORJA URIEL • SANTOS ROJAS SERGIO SMITH • SARMIENTO HERNáNDEz CINDY JULIETH • SEGURA CRUz PEDRO LUIS • SEGURA LEóN MANUEL ALFONSO • SERRANO HURTADO<br />

FRANCISCO JAVIER • SIERRA CARRANzA DANIEL EDUARDO • SIERRA CRUz AIMER AUGUSTO • SIERRA JOHN JAIBER • SILVA CÉSAR ANDRÉS • SILVA UBILLUS GIOVANNY • SILVA UBILLUS NÉSTOR<br />

FABIáN • SORIANO GUTIÉRREz EDISSON FABIáN • SORIANO SAENz WILSON GIOVANNY • SOTO JARAMILLO EDWIN JAVIER • SUáREz SUáREz PABLO EMILIO • SUáREz CRISTANCHO EPARqUIO<br />

ELI • SUáREz MONTAñA íNGRID PAOLA • SUáREz OBANDO ANDRÉS LEONARDO • SUATERNA ESPITIA RICARDO • SUAzO JOSÉ GUSTAVO • SUAzO SAAVEDRA ANDERSON CAMILO • TAPIA<br />

HENRIqUEz JORGE ALAN • TÉLLEz BURITICA JHON EDUAR • TÉLLEz GUTIÉRREz HERNAN DARíO • TÉLLEz HERNANDEz EDUARD ESTID • TÉLLEz JESúS GREGORIO • TÉLLEz MARíN DIEGO<br />

MAURICIO • TOCORA HERNáNDEz JOSIAS • TORRES AUSIqUE WILSON • TORRES CASTAñO PABLO EMILIO • TORRES RODRíGUEz CÉSAR AUGUSTO • TORRES RODRíGUEz VíCTOR HUGO •<br />

TORRES RODRíGUEz WILLIAN HERNANDO • TORRES SALGADO FERNEY • TORRES SIERRA JEINS STEE • TOVAR BRIñEz NÉSTOR FABIáN • TOVAR TOVAR RODOLFO • TREJOS MUñOz SIRLEYDA •<br />

TRUJILLO CORTÉS JEYSON • TRUJILLO CORTÉS YOHN FREDY • TRUJILLO SANDOVAL JORGE ELIÉCER • UNIGARRO ACOSTA NATALI • URBINA GONzALEz JORGE URIEL • URBINA GONzáLEz<br />

WILLIAM • URIBE MEJíA AURA LILIANA • VALENCIA CASAS LUISA FERNANDA • VALENCIA PINzóN JOSÉ LEONARDO • VALENCIA RODRíGUEz JONATHAN • VALENCIA RODRíGUEz WILMAR •<br />

VALLEJO GARCíA MARíA NATALIA • VALLEJO qUINTERO DIEGO FERNANDO • VANEGAS áLVAREz JOSÉ ALIRIO • VANEGAS EDIN FRED • VANEGAS GóMEz ERVIN ARNOBY • VANEGAS SILVA GENTIL<br />

• VARGAS GóMEz YENNY CONSTANzA • VARGAS TÉLLEz JUAN CARLOS • VARóN FLORES JORGE • VARóN FLOREz JOSÉ GILDARDO • VARóN FLóREz LUIS EDUARDO • VARóN NÉSTOR FABIáN •<br />

VEGA MORENO óSCAR JULIáN • VEGA GONGORA ORLEY • VEGA GUERRERO CARLOS ALBERTO • VEJARANO VARóN MóNICA FERNANDA • VELANDIA TORRES HERMES • VELASCO GIL LUSI áNGEL<br />

• VELASCO GUEVARA SANDRA LUCíA • VELASCO GUEVARA WILLIAN • VELASCO NúñEz NÉSTOR FABIáN • VELASCO NúñEz VíCTOR ALFONSO • VELáSqUEz ANDREA DEL PILAR • VÉLEz OSPINA<br />

CARLOS AUGUSTO • VELOSA VANEGAS JAIRO • VENTERO ERNESTO • VERA ALARCóN ABELARDO • VILLA DAzA CARLOS HERNáN • VILLA GARCíA JEUS MARíA • VILLADA RICO GERMáN ADRIAN<br />

• VILLADA VANEGAS CÉSAR AUGUSTO • VILLAMIL JHON FREDDY • VILLAqUIRáN TORO JOHN JAIRO • VIqUE CUCAITA SLOAN WILSON • VISCAYA SANTAMARíA JULY LORENA • VIVAS GóMEz JOSÉ<br />

YEzID • WALTEROS NIñO NELSON • YATE CORTÉS MIGUEL ANDRÉS • YATE LEYTON RUBÉN DARíO • zAMBRANO RINCóN JAVIER • zAPATA ACOSTA HADDER SEBASTIáN • zULUAGA CARDONA<br />

HERNANDO • Listado a noviembre de 2011.<br />

159


Este libro se terminó de imprimir en Bogotá, D. C., el 1 de diciembre de 2011.<br />

160


En medio de la rigurosidad, la disciplina, la<br />

exigencia y la dureza propia de una actividad<br />

como la vigilancia privada, resulta inusual pensar<br />

que alguien pudiera transformar un rostro<br />

malhumorado o una mala palabra en sonrisas o<br />

expresiones positivas.<br />

Al interior de Omnitempus LTDA, la empresa<br />

que se encarga de la seguridad de Anglogold<br />

Ashanti en Cajamarca e Ibagué, ese papel lo<br />

ha aprendido a desarrollar con lujo de detalles<br />

Diana Marcela Osorio López.<br />

Para esta joven profesional en salud ocupacional,<br />

la experiencia en este trabajo donde los hombres<br />

son mayoría ha significado poner a prueba su<br />

creatividad, intuición y sexto sentido.<br />

Las visitas, por lo regular dos veces a la semana<br />

en campo, para verificar las condiciones del<br />

personal y minimizar las situaciones de riesgo<br />

ya hacen parte de la rutina de sus compañeros,<br />

quienes, entre otras cosas, esperan porque<br />

llegue el día.<br />

Y es que más que las labores como supervisora<br />

SISO (seguridad Industrial y Salud Ocupacional)<br />

que debe desempeñar, Diana Marcela es una<br />

consejera, una amiga y hasta una confidente<br />

en quien muchos liberan sus inconformidades<br />

y tensiones laborales, pero también sus<br />

Toda oídos<br />

Carlos Norbey Gantiva Bobadilla o ‘Gantiva’ como mejor lo conocen<br />

sus compañeros, es un personaje sui generis en la vida de La Colosa.<br />

preocupaciones, problemas familiares y<br />

de pareja.<br />

En respuesta a estas confesiones, Osorio López<br />

se la ha jugado por asumir el rol de piscóloga,<br />

entregándoles una recomendación sincera y<br />

regalándoles, de cuando en cuando, un caramelo con<br />

el que les endulza la vida.<br />

Aunque Diana Marcela admite que en ocasiones<br />

se ha sentido en la encrucijada al ser abordada en<br />

búsqueda de respuestas a dificultades propias de<br />

los matrimonios sobre las que todavía no tiene<br />

experiencia, asegura que las vivencias de amigos<br />

y conocidos le han servido como insumo para<br />

tratar de dar un consejo que se ajuste a lo que sus<br />

interlocutores esperan.<br />

Curiosamente no en pocos casos, algunas de<br />

sus intervenciones han terminado en actos de<br />

reconciliación lo que para ella resulta doblemente<br />

gratificante.<br />

Pero no siempre el hecho de ser la única mujer dentro<br />

del grupo es una ventaja. Así como a veces es la más<br />

consentida entre todos, en otras ocasiones Diana<br />

Marcela debe sortear episodios que no resultan<br />

cómodos, cuando entre los vigilantes nuevos,<br />

solteros y más jóvenes empiezan a manifestarse<br />

otro tipo de sentimientos que amenazan con<br />

pasar del plano laboral al personal.<br />

Ante esto nada como una respuesta<br />

diplomática, ética y profesional que sin herir a<br />

nadie deja las cosas en claro y logra que todo<br />

vuelva a su equilibrio natural.<br />

Lo propio ocurre cuando algunas esposas,<br />

encuentran sospechoso el que sus compañeros<br />

reciban ocasionales llamadas de una mujer y<br />

se manifiesten con cierto disgusto. Típicos<br />

episodios de celos que Diana prefiere guardar<br />

en su memoria nada más que como hechos<br />

curiosos y anécdotas para el recuerdo.<br />

Pero para esta joven, trabajadora y echada para<br />

adelante, no todo ha sido color de rosa. Aunque<br />

la oportunidad de trabajo surgió al término de<br />

su pasantía profesional, ello significó un cambio<br />

en su vida que aunque resultó duró, le enseñó<br />

a apreciar el significado de la libertad y a valorar<br />

mucho más la compañía de mamá.<br />

Tanto para ella como para su madre, distanciarse<br />

temporalmente tuvo un costo emocional muy<br />

fuerte. Por un lado, en su condición de hija<br />

única, Diana Marcela jamás se había separado<br />

de su hogar y por otro, ambas sabían que iban<br />

que tener que enfrentar la soledad desde orillas<br />

distintas.<br />

Aunque el trabajo de sol a sol permitía que no<br />

hubiera mucho tiempo para echar de menos,


aspectos como la comida y los consentimientos<br />

de mamá, especialmente en aquellos días en los<br />

que las jornadas se encontraban pasadas por agua<br />

y en los que se terminaba además de exhausta,<br />

hambrienta, mojada y enlodada, hacían que los<br />

sentimientos se encontraran hasta conseguir<br />

quebrantar las fuerzas y estallar en llanto.<br />

Sin embargo, bien dicen por ahí que no hay<br />

nada que el tiempo no pueda curar y el caso<br />

de Diana Marcela no podía ser la excepción. La<br />

adaptación aunque costó trabajo fue posible,<br />

en parte, gracias al apoyo de varias amigas y<br />

colegas, quienes se convirtieron en el apoyo en<br />

los momentos difíciles.<br />

Habiendo alcanzado la estabilidad económica<br />

necesaria, pero también habiendo vivido una<br />

experiencia que no duda en calificar como<br />

enriquecedora, Osorio pudo reencontrarse<br />

con su madre a quien llevó a vivir a su lado en<br />

Cajamarca.<br />

Hoy las cosas para ella de nuevo son más fáciles,<br />

pero jamás volverán a ser iguales. Las vivencias<br />

pasadas le han dado un grado de madurez, de<br />

crecimiento personal e independencia que le<br />

permiten ver la vida con otros ojos.<br />

Después de haber trabajado por varios años en<br />

Ibagué y de haber desarrollado allí parte de su<br />

proyecto de vida, hay amigos y conocidos que<br />

no comprenden aún cómo o por qué decidió<br />

quedarse en la provincia.<br />

Pero Diana Marcela está más que convencida<br />

de estar haciendo lo correcto, pues considera<br />

que además de ser un lugar pequeño y tranquilo,<br />

Cajamarca, Anglogold Ashanti y el proyecto<br />

La Colosa le han brindado la posibilidad de<br />

desarrollarse profesionalmente.<br />

Así al lado de la que considera su gran<br />

familia, esta joven ibaguereña, pero de sangre<br />

Cajamarcuna se levanta cada día con la<br />

convicción de entregar lo mejor de sí. Para<br />

ella sus mayores satisfacciones en la tarea que<br />

realiza, sin duda están en los rostros de alegría<br />

de quienes son llamados a hacer parte de la<br />

compañía, aunque antagónicamente todavía no<br />

haya podido acostumbrarse a las expresiones de<br />

tristeza de quienes de sus manos son enterados<br />

de la negativa a la renovación de sus contratos.<br />

Portadora de buenas y malas noticias, Diana<br />

Marcela es en Omnitempus como la flor de lotto<br />

que emergiendo en un medio aparentemente<br />

hostil para su realidad, es fácilmente adaptable,<br />

pero que además con su sola presencia consigue<br />

iluminar y armonizar el corazón y la mente de<br />

quienes le rodean.<br />

Diana Marcela es una<br />

consejera, una amiga y hasta<br />

una confidente en quien muchos<br />

liberan sus inconformidades y<br />

tensiones laborales


Hablar de naturaleza y preservación de fauna y<br />

flora, resultan ser temas propios de espacios de<br />

encuentro familiar.<br />

Ello no sólo se debe a la actividad que él<br />

desarrolla desde hace casi tres años, ni tampoco<br />

a que se encuentre avanzando en un programa<br />

de preparación como técnico en preservación de<br />

recursos naturales, sino que como si se tratara<br />

de una de esas casualidades del destino, su<br />

hija mayor tomó la decisión de formarse como<br />

licenciada en ciencias naturales.<br />

Si bien, las condiciones propias de su trabajo<br />

hacen que Rafael deba permanecer la mayor<br />

parte del día e incluso de la semana alejado de<br />

los suyos, cada vez que se da la oportunidad,<br />

un buen tema de discusión es el del medio<br />

ambiente, ya bien porque su hija encuentra en<br />

él la primera fuente de consulta a sus dudas<br />

o actividades extracurriculares o a la inversa<br />

porque es él quien también debe asesorarse<br />

en aspectos más académicos para resolver los<br />

trabajos de la Universidad.<br />

Sin embargo, su esposa y su hija menor tampoco<br />

se extraen de estas conversaciones, en ellas ha<br />

ido creciendo un interés latente por estos temas,<br />

no en vano un plan que con toda seguridad la<br />

familia disfruta es poder salir el fin de semana al<br />

campo para estar en contacto con el verde que<br />

en abundancia rodea al municipio de Cajamarca<br />

y en el que se puede respirar aire puro, mientras<br />

se hace deporte.<br />

Cuando se le pregunta si alguna vez llegó a<br />

imaginarse estar cumpliendo con la función<br />

de ecologista y discípulo del medio ambiente,<br />

Rafael responde con absoluta vehemencia que<br />

no. Y es que hasta hace cinco años, su espectro<br />

de acción en lo laboral se había concentrado en<br />

actividades de tipo financiero, así como en la<br />

atención de algunos negocios propios.<br />

En sus primeros años de vinculación con<br />

Anglogold Ashanti, Molina se desempeñó como<br />

vigilante hasta cuando encontró la posibilidad<br />

de trabajar como auxiliar de campo ambiental,<br />

proceso en el que a fuerza de conocimiento,<br />

destreza y experiencia se abrió campo<br />

demostrando un desempeño sobresaliente<br />

sobre sus demás compañeros que le mereció el<br />

ascenso a líder dentro de su área.<br />

Hoy Rafael se declara un enamorado absoluto<br />

de su tarea, además de apoyar el mantenimiento<br />

de los viveros escolares, de promover el<br />

programa de reforestación sobre las fuentes<br />

Reforestador<br />

en cuerpo y alma<br />

hídricas del municipio y de concientizar sobre el<br />

aprovechamiento y manejo de los residuos sólidos,<br />

su trabajo diario implica una relación directa y<br />

constante con la comunidad, que le exige saber lo<br />

suficiente sobre lo que es la compañía, así como<br />

desarrollar una capacidad especial de comprensión,<br />

entendimiento y tolerancia.<br />

Y es que es producto de ese diálogo franco y<br />

abierto con la gente del campo como se ha<br />

logrado que hoy sean cerca de 29 las hectáreas<br />

de plántulas sembradas en diferentes puntos de<br />

la zona rural.<br />

Rafael sabe que no es un proceso en el que se<br />

obtengan efectos en el corto plazo y en el que se<br />

necesita el compromiso de la comunidad para<br />

que el resultado sea exitoso.<br />

No basta con emprender desafiantes recorridos<br />

por trocha o montaña, a pie o a acaballo; ni<br />

dedicar ocho horas enteras a la siembra de<br />

árboles, por eso su labor se prolonga a las visitas<br />

técnicas posteriores, a la motivación de los<br />

propietarios de predios para que se esmeren aún<br />

más en el cuidado de sus arbustos.<br />

Es una misión que fusiona en una sola alma las<br />

lecciones del siempre querido profesor Yarumo y<br />

En el hogar de Rafael Molina, uno de los líderes ambientales<br />

con mayor trayectoria al interior de la compañía.


Habrá de pasar por lo menos un año<br />

para que las pequeñas plántulas<br />

alcancen la altura ideal y Rafael<br />

como sus demás coequiperos puedan<br />

decir con una sonrisa en el rostro<br />

que la tarea se hizo.<br />

la acción efectiva del capitán planeta de las tiras<br />

cómicas.<br />

Habrá de pasar por lo menos un año para que<br />

las pequeñas plántulas alcancen la altura ideal y<br />

Rafael como sus demás coequiperos puedan decir<br />

con una sonrisa en el rostro que la tarea se hizo.<br />

Allí irán quedando en los bosques, las laderas,<br />

las cuencas y en el borde de los nacimientos<br />

numerosos testimonios de un trabajo que las<br />

nuevas generaciones agradecerán y del que la<br />

descendencia de Rafael se siente y se sentirá<br />

orgullosa.<br />

Pero como todo no puede ser trabajo, hay otra<br />

pasión que cada domingo Molina disfruta al lado<br />

de su hija de 11 años, una actividad que implica<br />

trabajo en equipo como el que él hace, donde<br />

la estrategia no se traza precisamente para ver<br />

árboles robustos y sanos, y en el que pasa de ser<br />

admirado para convertirse en hincha: se trata<br />

del fútbol y de su afición al equipo de la región,<br />

al Deportes Tolima con el que celebran en la<br />

tribuna cada gol, cada pase de ensueño, cada<br />

triunfo, mientras llega la hora de volver a casa y<br />

seguir haciéndole sus propias anotaciones a su<br />

permanente rival de turno, la deforestación y el<br />

impacto sobre el medio ambiente.


Los bolivarianos<br />

En el hogar de Rafael Molina, uno de los líderes ambientales<br />

con mayor trayectoria al interior de la compañía<br />

Cuentan los relatos de Alejandro Von Humbold<br />

y otros expedicionarios de Indias, como los<br />

medios de transporte en la Colombia de los<br />

años previos a la Independencia, se limitaba<br />

en muchos casos al admirable esfuerzo de los<br />

cargueros que sin ningún prejuicio encontraron<br />

en la resistencia de sus espaldas y en su temple,<br />

una forma práctica para ganarse la vida por entre<br />

las escabrosas trochas y los empinados caminos<br />

en los que las mulas no conseguían abrirse paso.<br />

Estas narraciones históricas sitúan puntos<br />

específicos de la geografía nacional como el<br />

mítico paso del quindío, en la ruta que por<br />

entre la montaña se abría desde Ibagué hacia el<br />

occidente.<br />

Sin importar las condiciones atmosféricas<br />

y topográficas, la labor del carguero se fue<br />

haciendo cada vez más popular entre jóvenes,<br />

niños y adultos, generaciones enteras que en<br />

poblaciones como Cajamarca, conocieron y<br />

desarollaron las destrezas propias de un oficio<br />

el anonimato del heroísmo, en gran medida el<br />

desarrollo de la nación.<br />

Hoy dos siglos después, rememorando la historia<br />

de sus antepasados, recorriendo las mismas<br />

montañas y los exigentes senderos, un grupo<br />

de valerosos hombres a quienes todos en La<br />

Colosa conocen como los bolivarianos son los<br />

encargados de transportar sobre su humanidad<br />

durante todo el día pesadas encomiendas en cajas<br />

de madera y algunos aditivos que posibilitan las<br />

labores de perforación en el proyecto.<br />

Jaiver Millan y Ginner Moreno, son dos de ellos.<br />

La labor de los bolivarianos, comienza<br />

formalmente a eso de las 6 de la mañana.<br />

Después de compartir en la bodega el desayuno<br />

que cada uno de ellos trae desde su casa, los<br />

26 ‘cargueros’ ubican sus encomiendas dentro<br />

de sus característicos morrales amarillos<br />

impermeables, antes de disgregarse en varias<br />

en la bodega<br />

direcciones hasta ya no ser visibles entre las<br />

de compartir<br />

al que se le debe con coronas de laureles, en espesa vegetación de la montaña.<br />

Después<br />

el desayuno que cada uno de<br />

ellos trae desde su casa, los 26<br />

‘cargueros’ ubican sus encomiendas<br />

dentro de sus característicos<br />

morrales amarillos impermeables.


Cuentan Jaiver y Ginner que los viajes iniciales<br />

casi siempre son los más suaves, pues además<br />

de llevar algunas sustancias, necesarias para el<br />

funcionamiento de las máquinas, sólo movilizan<br />

cajuelas vacías.<br />

Al llegar a su destino es donde comienza el<br />

verdadero trabajo pesado. Desde allí deben<br />

regresar a su punto de origen movilizando los<br />

núcleos de roca que durante la noche fueron<br />

extraídos de la profundidad de la tierra.<br />

El primer secreto para que el recorrido no<br />

resulte tortuoso radica en saber ubicar los<br />

cofres dentro de la maleta. Si se dejan las<br />

superficies corrugadas sobre la cara que toca la<br />

espalda, la fricción por razones obvias cobrará<br />

sus efectos.<br />

De ahí en adelante el desafío está en mantener<br />

el equilibrio y caminar a buen ritmo, sin<br />

exceder la velocidad permitida, sobre todo<br />

cuando los caminos son afectados por la lluvia<br />

y la tierra se convierte en una deslizante pista<br />

de lodo.<br />

Cada viaje exige concentración, la que algunos<br />

de los bolivarianos encuentran haciendo<br />

sus recorridos en silencio, pero la que otros<br />

consiguen acompañados de la que en la<br />

inmensidad de la montaña se ha hecho su mejor<br />

amiga: la radio.<br />

Además de los elementos de protección<br />

personal, lazos, maletines y radios, casi todos los<br />

bolivarinos cuentan con otro elemento muy a fin<br />

con su tarea: listones de madera que les sirven<br />

de soporte y como bastón en el camino.<br />

A ciencia cierta, ninguno de ellos sabe cuántos<br />

viajes tendrá que hacer durante el día, pero<br />

todos están preparados para soportar lo<br />

necesario, eso sí sin exceder los 25 kilos que por<br />

ley están autorizados a cargar.<br />

El mediodía marca el fin de la primera parte de la<br />

jornada y el momento del descanso que todos<br />

vuelven a compartir. Una pausa para tomar<br />

el almuerzo, guarecerse de la lluvia y el frío,<br />

conversar o echar ‘caspa’ como ellos mismos<br />

dicen o sencillamente para recostarse y permitir<br />

que la espalda se relaje.<br />

A eso de la 1 de la tarde, la labor se retoma y<br />

aunque entre ellos no hay un líder que coordine<br />

los desplazamientos, prima el compañerismo<br />

y el trabajo en equipo, pues como afirma Jaiver<br />

Millan cada quien es consciente de su trabajo<br />

y de manera justa y ejemplarizante se logran<br />

equilibrar las cargas.<br />

Hacia las 3:30 de la tarde todos están de regreso<br />

sin importar si de por medio haya una hora o<br />

hasta hora y media de camino como ha llegado<br />

a suceder. Lo siguiente es vaciar sus maletas,<br />

organizarlas y colgarlas en su sitio de reposo,<br />

reemplazar las prendas húmedas por ropa seca<br />

y abrigada para emprender con la caída del sol,<br />

el regreso a casa donde deberán asumir el peso<br />

de su responsabilidad como padres y esposos,<br />

antes de que el sol vuelva a brillar y retornen al<br />

campo a su abnegada labor.


Madres a toda prueba<br />

Para ellas el día inicia más temprano que para el resto<br />

del personal vinculado al proyecto La Colosa.<br />

Podría decirse que su instinto maternal está<br />

íntimamente ligado a su trabajo, pues por el<br />

esfuerzo de cada una de ellas, cuando el sol<br />

finalmente brilla cada cosa por pequeña que sea<br />

luce reluciente y se encuentra lista.<br />

Ese empeño de ama de casa que se entremezcla<br />

con una obsesión por lo perfecto y al que se suman<br />

elevadas dosis de amor y alegría son los que hacen<br />

que estos personaje sean quizás los que gocen de<br />

mayor apreció entre propios y extraños.<br />

Son verdaderamente “las madres” de la<br />

compañía, no sólo porque de puertas para<br />

afuera tengan hogares de los que encargarse,<br />

sino porque dentro actúan de la misma forma,<br />

consentidoras, complacientes y hasta cómplices.<br />

María Libia Salas y Martha Cecilia Castro, son<br />

dos de las mujeres vinculadas a Service & Meals,<br />

la temporal encargada de incorporar al personal<br />

que presta sus servicios tanto en los casinos<br />

como en oficinas y alojamientos.<br />

Como ellas hay un selecto y muy bien calificado<br />

grupo de damas que se responsabiliza de<br />

preparar los alimentos diarios para suministrar a<br />

un buen número de trabajadores, pero también<br />

de llevar la ropa a la lavandería, secarla, regresarla<br />

a las habitaciones y por supuesto velar porque la<br />

limpieza brille por donde quiera que se le mire.<br />

Las historias de María Libia y de Martha<br />

Cecilia tienen mucho en común. Ambas<br />

llegaron a la compañía como si todo hubiera<br />

estado de su lado para que lo lograran. María<br />

Libia, por ejemplo, tuvo que competir con<br />

cerca de 30 aspirantes al mismo cargo y<br />

superar todo el proceso de selección hasta<br />

recibir la aprobación definitiva, mientras que<br />

Martha Cecilia, quien estaba mentalizada en<br />

reincorporarse a la fase II del proyecto Túnel<br />

de la Línea decidió presentar su hoja de vida,<br />

impulsada por una amiga sin imaginar que en<br />

dos o tres días estaría dentro.<br />

Aunque ambas coinciden en afirmar que en<br />

algunos momentos es inevitable sentir el<br />

cansancio y el desgaste propios de la actividad<br />

física, especialmente cuando se está sobre los<br />

dos mil 900 metros sobre el nivel del mar y si<br />

bien otras de sus compañeras sostienen que<br />

jamás se termina de tener una adaptación total a<br />

los extensos senderos de escalas que separan la<br />

base del campamento con los alojamientos, de<br />

lo que sí están plenamente convencidas es de su


El perfil de estas mujeres, sin duda<br />

es el de guerreras y luchadoras,<br />

pues no sólo deben cumplir con sus<br />

obligaciones en el trabajo sino<br />

desempeñar con ahínco el rol de<br />

madres y padres, al mismo tiempo.<br />

gratitud para con la compañía, que las motiva a<br />

seguir adelante sin importar los obstáculos.<br />

El perfil de estas mujeres, sin duda es el de<br />

guerreras y luchadoras, pues no sólo deben<br />

cumplir con sus obligaciones en el trabajo sino<br />

desempeñar con ahínco el rol de madres y<br />

padres, al mismo tiempo.<br />

En el caso de María Libia, una mujer que sólo<br />

transmite ternura y confianza son tres los hijos<br />

por los que ha tenido que ver a lo largo de su<br />

existencia, el menor de ellos de seis años.<br />

Aunque su hija de 19 ha sido una gran ayuda en<br />

casa para que al regresar sean menos las tareas<br />

con las que ponerse al día, cada vez que es<br />

necesario madrugar o cuando su trabajo le obliga<br />

a permanecer por fuera más de lo normal, María<br />

Libia redobla sus esfuerzos en procura de que<br />

la mayor parte de las cosas estén listas o por lo<br />

menos se faciliten.<br />

Lo propio ocurre con Martha Cecilia de espíritu<br />

alegre y divertido, quien enfrenta un momento<br />

crucial, pues sus pequeños, ya no tan pequeños, de<br />

11 y 13 años, encaran una etapa nada fácil en la que<br />

los abuelos han sido figuras clave que le devuelven<br />

plenamente la tranquilidad ante su ausencia.<br />

Pese a todos los sacrificios que han tenido que<br />

hacer para tratar de proporcionarle una mejor vida a<br />

sus familias, para conseguir llevar el sustento diario<br />

y mejorar sus propias condiciones económicas,<br />

anímicas y por qué no hasta emocionales, ambas<br />

se consideran afortunadas pues sus hijos han<br />

sabido responder a este esfuerzo y con la mayor<br />

comprensión aguardan por su regreso siempre con<br />

un abrazo confortable, un beso grato y amoroso y<br />

un muy profundo “te extrañé”.<br />

Para María Libia Salas y Martha Cecilia Castro,<br />

los malos momentos del pasado, se quedaron en<br />

eso, en un pasado que a veces miran a través del<br />

retrovisor antes de volver a concentrar su mirada<br />

en el horizonte.<br />

Y es que sus motivaciones para sentir una deuda<br />

de gratitud con la empresa de la que han hecho<br />

parte por dos años cada una, van de lo intangible<br />

a lo tangible.<br />

De un lado la satisfacción de poder proporcionarle<br />

estudio a sus hijos, de complacerles con uno que<br />

otro capricho y de otro la posibilidad de alcanzar<br />

ese sueño familiar por el que todo el mundo<br />

espera poder, tener una casa digna, un hogar<br />

propio para los días porvenir.


Arrieros somos<br />

Para ellas el día inicia más temprano que para el resto<br />

del personal vinculado al proyecto La Colosa.<br />

En una geografía agreste donde las opciones<br />

de movilidad son limitadas, no basta con la<br />

fuerza humana para conseguir que todo lo que<br />

se necesita llegue hasta donde debe y con la<br />

efectividad que se requiere.<br />

Por eso dentro del proyecto La Colosa tan<br />

valioso como el esfuerzo de los cargueros,<br />

resulta el de los arrieros y sus semovientes,<br />

actores protagónicos y de enorme tradición<br />

en la región de quienes depende la movilidad y<br />

en buena medida los avances estructurales en<br />

todos y cada uno de los procesos.<br />

A lomo de mula es como llegan hasta los más<br />

remotos lugares en las elevadas e impenetrables<br />

cumbres que pocas veces dejan de ser<br />

custodiadas por las nubes, insumos, materias<br />

primas y muchos otros elementos de los que<br />

depende que el trabajo en el área se pueda<br />

desarrollar con éxito.<br />

Con 15 años de experiencia, Jorge Eliécer<br />

Perdomo es uno de esos modernos arrieros que<br />

reemplazaron los sombreros por cascos y las<br />

alpargatas o las cotizas por botas punta de acero.<br />

Para él esta es una labor en la que la práctica<br />

hace la diferencia, pues no sólo se trata de<br />

sujetar las cargas y enlazar los animales, mucho<br />

más allá de ello hay que aprender a conocer su<br />

temperamento y obrar con toda la precaución<br />

para que ni uno solo de ellos falle.<br />

Se trata de articular, guiar y orientar un equipo que<br />

a diferencia de los humanos no tiene la capacidad<br />

de raciocinio, con el que la comunicación se da en<br />

términos diferentes y que responde únicamente a<br />

estímulos, lo que aumenta el grado de dificultad<br />

y automáticamente le hace un oficio con matices<br />

de arte.<br />

Para Jorge Eliécer en sus maniobras como arriero<br />

son varios los enemigos a los que se enfrenta. La<br />

bruma que obstaculiza la visibilidad, la altura, la<br />

fatiga de los animales, pero en especial el clima,<br />

un aspecto que reviste la mayor atención.<br />

Con la lluvia, los caminos se hacen pantanosos,<br />

las mulas por su peso tienden a enterrarse, los<br />

desplazamientos por obvias razones se hacen más<br />

lentos y el riesgo de que la entrega no llegue a su<br />

destino hace que aumente la tensión y la ansiedad.<br />

Son verdaderos caminos reales en los que jamás<br />

se puede tener confianza absoluta por más<br />

veces que por allí se haya trasegado, donde la<br />

naturaleza se muestra imponente y desafiante y<br />

sobre los que el arriero agita su respiración hasta<br />

tener de nuevo la posibilidad de inhalar y expirar<br />

ya con la tranquilidad de haber alcanzado su<br />

punto de llegada<br />

Jorge Eliécer es consciente que si su condición<br />

física se desgasta, la de los animales que<br />

además están bajo su responsabilidad y que se<br />

convierten en fuente de su sustento diario aún<br />

más, por eso al término de los viajes que pueden<br />

ir de cuatro a seis en los peores escenarios y<br />

de 10 a 12 cuando las circunstancias resultan<br />

ideales, la mejor recompensa para sus leales<br />

acompañantes en un merecido descanso en los<br />

potreros acompañados de una mezcla de miel,<br />

salvado y agua en abundancia.<br />

Para él ningún animal es más especial que otro,<br />

aunque no desconoce que algunos por su edad<br />

o su contextura sobresalen al mostrar un mejor<br />

rendimiento en el campo, mayor estabilidad<br />

y fuerza.


Se trata de articular, guiar y<br />

orientar un equipo que a diferencia<br />

de los humanos no tiene la<br />

capacidad de raciocinio, con el que<br />

la comunicación se da en términos<br />

diferentes y que responde únicamente<br />

a estímulos<br />

Ese es el caso de Esmeralda, quizá la única de las<br />

mulas con nombre dentro del lote, cuyo nombre<br />

fue atribuido a su belleza y gordura.<br />

Si bien, Jorge Eliécer Perdomo se confiesa un<br />

afortunado al no haber tenido que afrontar hasta<br />

ahora ningún accidente que lamenta, también<br />

sabe que ese invicto a su favor es un reto al<br />

que debe enfrentarse en cada salida. Por eso la<br />

importancia que para él tiene el que los animales<br />

enfermos o lastimados guarden la debida<br />

quietud y que antes de emprender la labor,<br />

los animales, al igual que los vehículos, sean<br />

sometidos a una exhaustiva revisión antes de ser<br />

autorizados para emprender la marcha.<br />

Como Jorge Eliécer son hoy 11 los arrieros<br />

que desfilan permanentemente por los<br />

despeñaderos, acompañados de sus recuas<br />

compuestas por entre seis y siete semovientes.<br />

Ellos no sólo hacen un trabajo que a veces en<br />

la acelerada dinámica de la cotidianidad de La<br />

Colosa tiende a hacerse imperceptible sino<br />

que con su sola presencia engalanan, exaltan y<br />

colorean el paisaje, generando la sensación de<br />

quien tiene ante sus ojos la réplica de un pesebre<br />

en movimiento.


Hecha a pulso<br />

En el rostro de Nedy Alzate se evidencian claramente el desgaste<br />

y el cansancio, provocados por el sufrimiento, las angustias y las<br />

preocupaciones del pasado.<br />

Ella como muchas de las mujeres que hacen<br />

parte del proyecto La Colosa ha tenido que<br />

cumplir con el rol de madre y padre, al mismo<br />

tiempo, pero a diferencia de las demás, la batalla<br />

por la crianza de sus dos hijos ha tenido que<br />

darla en el mundo, casi completamente sola,<br />

sin la anuencia o la ayuda de una madre o una<br />

hermana, apenas y con la voluntaria colaboración<br />

de algunas amigas y vecinas que se convirtieron<br />

en su familia.<br />

Nedy llegó a Anglogold Ashanti hace<br />

aproximadamente cinco años, cuando las<br />

dificultades económicas agobiaban su vida y<br />

amenazaban la estabilidad familiar.<br />

Inicialmente su trabajo se desarrolló en el área de<br />

servicios generales. Por lo que las jornadas para<br />

ella iniciaban a eso de las 3:30 de la mañana y<br />

terminaban sobre las 9 de la noche.<br />

Durante ese tiempo, los canales de<br />

comunicación con sus pequeños que para<br />

entonces contaban con 7 y 14 años empezaron<br />

a deteriorarse, no precisamente porque ella<br />

estuviera desinteresada en saber de su suerte,<br />

sino porque el mismo ritmo de su rutina le<br />

imposibilitaba sostener un encuentro con<br />

ellos, un diálogo profundo o simplemente el<br />

dedicarles tiempo extra al de sus días libres.<br />

En otras ocasiones, cuando Nedy debía trabajar en<br />

el casino del campamento sabía que pasaría días<br />

enteros sin poder ver a sus hijos, en esos casos,<br />

además de esmerarse por dejar todo organizado,<br />

solía recomendarlos con algunas de sus más<br />

cercanas amigas que se convirtieron en su familia.<br />

Aún sin adaptarse a las exigencias de la labor,<br />

pero consciente de que no podía darse por<br />

vencida por amor a Diana Marcela y Juan Camilo,<br />

sus recomendaciones y sus mensajes hacia<br />

ellos para que se esforzaran, comportándose<br />

de manera correcta y concentrándose en los<br />

estudios parecieron no surtir efecto.<br />

Las malas noticias y los rumores provenientes de<br />

sus amigas empezaron a hacerse más frecuentes.<br />

Ambos parecían andar en malos pasos y<br />

rodeados de malas compañías con quienes<br />

pasaban el tiempo que no estaban en el colegio.<br />

Las alarmas se dispararon del todo cuando el<br />

rendimiento en el colegio de los dos empeoró.<br />

Entonces Nedy supo que era hora de tomar<br />

medidas drásticas.<br />

Agradecida por una experiencia<br />

de la que ha aprendido más de lo<br />

que había podido imaginar, de una<br />

oportunidad que le ha permitido ir<br />

mejorando su nivel de vida y el de<br />

su familia<br />

Fueron días de llanto entremezclados con<br />

decepción, pero también de las más puras<br />

demostraciones de temple y tenacidad.<br />

Triplicando sus esfuerzos, Nedy consiguió como<br />

ella misma dice “ir recuperando, poco a poco, a<br />

sus hijos hasta conseguir redireccionarlos por el<br />

camino del que nunca debían haberse extraviado”.<br />

Al término de su bachillerato Diana Marcela<br />

hizo explícito su deseo de seguir sus estudios<br />

en contaduría. Aunque los compromisos<br />

económicos eran muchos, ajustando el cinturón


Nedy consiguió la manera de poder pagarlo,<br />

mientras con la ayuda de algunos sacerdotes<br />

obtuvo el apoyo para garantizarle la alimentación<br />

y hospedaje en Armenia.<br />

En los días en que la remeza no era lo<br />

suficientemente flexible, Diana Marcela debía<br />

hacer el sacrificio de caminar desde su casa a la<br />

universidad y viceversa.<br />

La poca ropa con la que contaba y que había<br />

llevado desde Cajamarca a Armenia empezaba a<br />

quedarle chica e incluso varios de sus pantalones<br />

se rompían al mínimo esfuerzo, mientras sus<br />

demás compañeras se ufanaban de estrenar un<br />

vestido nuevo cada semana.<br />

Sobrepasando todos esos obstáculos, hace dos<br />

años Diana Marcela consiguió obtener su título<br />

y en la actualidad ejerce su profesión en una<br />

entidad financiera de Cajamarca.<br />

Entre tanto, Juan Camilo inició sus estudios en<br />

licenciatura en educación física, los mismos que<br />

decidió suspender por un semestre para trabajar<br />

y conseguir el dinero necesario para alivianar<br />

en parte las cargas de su madre, quien está<br />

terminando de pagar la casa familiar.<br />

Hoy él se desempeña como auxiliar de<br />

perforación, mientras Nedy cumple con otra<br />

valiosa misión dentro del proyecto, es una de las<br />

tres integrantes del equipo responsable del centro<br />

de acopio, donde se clasifica y da trasladado a los<br />

residuos sólidos que se generan en la compañía,<br />

pensando en términos de reciclaje y disminución<br />

de los niveles de impacto ambiental.<br />

Agradecida por una experiencia de la que ha<br />

aprendido más de lo que había podido imaginar,<br />

de una oportunidad que le ha permitido ir<br />

mejorando su nivel de vida y el de su familia, Nedy<br />

no puede contener las lágrimas al recordar como<br />

en la intimidad de su hogar hoy “sus muchachos”,<br />

los mismos por los que lo ha dado todo y estaría<br />

dispuesta a dar más, la abrazan y entre caricias<br />

reconocen su esfuerzo, su entereza, su capacidad<br />

incansable de trabajo y todos esos llamados<br />

de atención que tanto le costaron, recuerdos<br />

agridulces de los que queda como lección que<br />

una madre siempre está dispuesta a dar hasta el<br />

último aliento por lo mejor para los suyos.


A la par con ellos está el sacrificio de las familias,<br />

muchas de las cuales han tenido que modificar<br />

sus horarios y rutinas para hacer que las cosas en<br />

casa funcionen de la mejor manera posible.<br />

Ana Milena Salazar, se desempaña hace siete<br />

meses como auxiliar de campo. Su labor se<br />

concentra en el mantenimiento de vías, trinchos,<br />

gaviones, canalizaciones, señalizaciones y carga.<br />

Un día normal para ella inicia entre las tres y<br />

las cuatro de la mañana. En medio del intenso<br />

frío matutino que penetra por entre las paredes<br />

y empaña las superficies de cristal, un primer<br />

bombillo se enciende dentro de su humilde<br />

vivienda ubicada en predios de la vereda Rincón<br />

Placer.<br />

Después de hacer las cobijas a un lado y<br />

procurando hacer el menor ruido posible, Ana<br />

Milena se dirige hacia la ducha. En el camino se<br />

detiene en la cocina para encender los fogones,<br />

iniciar la preparación los alimentos del día y<br />

cerciorarse de tener una bebida caliente al salir<br />

de la ducha.<br />

El baño no se prolonga mucho tiempo y es<br />

apenas comprensible. Pasar más de lo debido<br />

bajo un chorro a temperaturas realmente bajas,<br />

incluso para quienes como ella son nativos<br />

de la región puede terminar en un cuadro de<br />

hipotermia.<br />

Con su uniforme listo, y mientras toma una<br />

cargada taza de café, Ana Milena dispone de<br />

todo lo necesario para que el desayuno y el<br />

almuerzo estén listos al mismo tiempo.<br />

Cuando aromas a especias y frituras se posan<br />

en el ambiente, transportadas por el vapor<br />

que emana de ollas y cacerolas, apenas queda<br />

tiempo para injerir los primeros alimentos<br />

del día, empacar los que ayudarán a saciar el<br />

apetito cuando el sol raye en el meridiano, dejar<br />

la comida lista para su hija, echar un vistazo<br />

a que todas las cosas que necesita para ir al<br />

colegio estén a la vista, tomar sus elementos de<br />

protección personal y emprender el camino.<br />

Las despedidas habituales en otros casos, para<br />

ellas resultan más bien ocasionales, aunque<br />

los saludos al término de la jornada sí son<br />

infaltables.<br />

Para cuando Yessica Alejandra Rodríguez<br />

comienza el día, Ana Milena, su madre, le lleva<br />

una larga ventaja. Como en los cuentos de<br />

hadas, esta jovencita de 13 años encuentra todo<br />

perfectamente dispuesto para que su amanecer<br />

inicie con el pie derecho.<br />

Ana Milena procura que no deba esforzarse<br />

demasiado con los quehaceres de casa, sin<br />

embargo, es exigente en el cumplimiento de los<br />

compromisos académicos.<br />

Contra reloj<br />

Para gran parte de nuestros hombres y mujeres en campo,<br />

cumplir con su actividad diaria implica no sólo la inversión<br />

de esfuerzos físicos y mentales.


Pero no siempre las cosas han estado en el nivel<br />

de armonía que se encuentran hoy. Al principio,<br />

Salazar admite que la experiencia resultó dura y<br />

aleccionante.<br />

El primer factor que esta cajamarcuna amante<br />

del baile y la rumba tuvo que aprender a dominar<br />

fue el manejo del tiempo, causante de su estrés<br />

y sus tensiones matutinas.<br />

No en pocas oportunidades, los planes del menú<br />

para el almuerzo se redujeron a la mitad, como<br />

tampoco resultaron pocas las ocasiones en las<br />

que por la premura del tiempo, al salir de casa,<br />

Las despedidas habituales en<br />

otros casos, para ellas resultan<br />

más bien ocasionales, aunque los<br />

saludos al término de la jornada<br />

sí son infaltables.<br />

se quedaron las cucharas y hasta parte de los<br />

elementos de trabajo.<br />

A fuerza de aprendizajes como este y al igual<br />

que en el caso de los deportistas de alto<br />

rendimiento, Ana Milena logró controlar cada<br />

minuto y hasta superar sus propios récords,<br />

al punto de que hoy termina sus tareas con<br />

suficiente antelación.<br />

A la hora del regreso, Salazar trata siempre de<br />

desembarcar y dirigirse a casa. 15 minutos de<br />

camino a pie desde la carretera principal hasta<br />

su casa la separan del momento más esperado<br />

de la jornada el reencuentro para compartir unas<br />

pocas horas al lado de su pequeña.<br />

Este tiempo es aprovechado para despejar<br />

algunas dudas, hacer algunas consultas<br />

pendientes, revisar el estado de tareas y trabajos<br />

e inmediatamente empezar a preparar todo para<br />

el siguiente día.<br />

Aunque Yessica Alejandra pasa la mayor parte<br />

del día sin la compañía de su mamá, por fortuna<br />

los abuelos y su tía se han convertido en la mano<br />

derecha para que el final de la crianza aún con las<br />

complicaciones normales llegue a feliz término<br />

Siendo aún una niña en etapa de<br />

preadolescencia, Ana Milena tiene la<br />

tranquilidad, pero a la vez el orgullo de que su<br />

hija haya alcanzado hoy un grado de madurez<br />

que, sin duda le debe a las circunstancias de la<br />

vida misma.<br />

Yessica es consciente que a diferencia de sus<br />

compañeras o sus amigas, nadie va ejercer<br />

presión para que cumpla con sus deberes,<br />

sin embargo, la entrega de su madre, ese<br />

compromiso diario y desinteresado, el esfuerzo<br />

que de sol a sol hace para tratar de brindarle<br />

mejores posibilidades pasan a constituirse<br />

en un aliciente, en el reactor que la impulsa a<br />

esforzarse para compensar a Ana Milena con<br />

buenos resultados en el colegio, que a su vez se<br />

traduzcan en satisfacciones para ella.<br />

Esta relación familiar, abierta, moderna, libre<br />

de ataduras o represiones, pero alimentada<br />

por la confianza, los compromisos y las<br />

responsabilidades personales, también tiene<br />

sus espacios para el consentimiento, los<br />

sentimientos y el afecto mutuo.<br />

Los fines de semana Ana Milena no sólo los<br />

aprovecha para ponerse al día con aquellas<br />

tareas domésticas acumuladas en la semana, la<br />

prioridad para esta madre está en dedicarle el<br />

tiempo necesario a Yessica Alejandra salir, hacer

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!