You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ISBN 978-958-98753-3-9<br />
Copyright © 2011 AngloGold Ashanti Colombia<br />
Todos los derechos reservados de autor - editor.<br />
No puede ser reproducida parte alguna de este libro<br />
sin autorización del editor.<br />
Primera edición, diciembre de 2011
Un día en La Colosa
Un día en La Colosa<br />
Sandra Ocampo Kohn |<br />
William González |<br />
Iván Malaver |<br />
Camilo A. Parra P. |<br />
Gatos Gemelos Comunicación |<br />
John Freddy Sastoque |<br />
Nelson Rojas V. |<br />
Erick H. Pichot R. |<br />
dirección editorial y textos | editorial direction and texts<br />
fotografía | photography<br />
coordinador senior comunicaciones | senior communications coordinator<br />
dirección de arte | art direction<br />
diseño y diagramación | layout<br />
color | color<br />
corrección de textos | copy editing<br />
supervisión general | general supervision
AngloGold Ashanti Limited<br />
Mark Cutifani |<br />
AngloGold Ashanti Américas<br />
Ron Largent |<br />
Ken Kluksdahl |<br />
AngloGold Ashanti Colombia S.A.<br />
Rafael Herz |<br />
Ramiro Santa |<br />
Abraham Korman |<br />
Klaus Rorhbach |<br />
Jorge Tapia |<br />
Rómulo Sanhueza |<br />
Lewis Kleinhans |<br />
Iván Matamoros |<br />
Josefina Araújo |<br />
ceo<br />
vp ejecutivo américas<br />
vp proyectos<br />
presidente<br />
vicepresidente de asuntos corporativos<br />
vicepresidente de sostenibilidad ambiental y seguridad industrial<br />
director financiero y administrativo<br />
gerente proyecto la colosa<br />
gerente proyecto gramalote<br />
director de exploración<br />
director de control de riesgos<br />
directora de asuntos legales
Contenido<br />
10 El Despertar 18 Cuesta arriba 44 La Colosa vibra<br />
de La Colosa<br />
al ritmo de cientos<br />
6
90 Un alto en el camino 102 Al caer la tarde 144 El turno nocturno<br />
7
Introducción<br />
Jorge Tapia<br />
Gerente del proyecto La Colosa<br />
8
Son cinco años caminando juntos. Cinco años de aprendizajes y retos, de vencer obstáculos y trazar<br />
nuevas metas. Muchos han estado con nosotros en este recorrido, que nos ha unido y nos ha<br />
enseñado que juntos podemos construir un mejor futuro.<br />
Hoy tenemos un proyecto de exploración que apenas comienza, un proyecto posible gracias a la<br />
dedicación, el esfuerzo continuo y la entrega de cada uno de ustedes. En AngloGold Ashanti Colombia<br />
estamos convencidos de que la gente está en el corazón de lo que hacemos, es el centro de nuestro<br />
negocio.<br />
Por eso, este libro, Un día en La Colosa, es un homenaje a ustedes. A la labor que desarrollan día a día y<br />
gracias a la cual este proyecto crece. Es un reconocimiento a nuestra perseverancia y a la capacidad de<br />
enfrentar los cambios y los nuevos retos.<br />
Nuestro proyecto está poblado por historias de vida de cientos de personas que cada mañana o<br />
cada noche trabajan con entusiasmo para cumplir sus metas… Metas que van desde el número de<br />
metros perforados, hasta habilitar las vías, garantizar el transporte a tiempo, ofrecer una alimentación<br />
balanceada y nutritiva, cumplir con las exigencias ambientales de las autoridades, estudiar la región en<br />
la que estamos, construir plataformas, adecuar campamentos, asegurarse de que todos trabajen de<br />
manera segura.<br />
Un día en La Colosa recoge todos los oficios, las profesiones, las actividades diarias del Proyecto. Porque<br />
La Colosa es como un reloj: se construye con el trabajo en equipo, y cuando alguna pieza deja de<br />
funcionar, falla. Nuestro proyecto hoy avanza porque todos cuentan, porque trabajamos articulados, en<br />
armonía. Solo así podemos hacer un trabajo bien hecho.<br />
Hace algunos meses, en una de mis visitas al Proyecto, varias mujeres trabajadoras me abordaron para<br />
preguntar por qué no habían aparecido en nuestro libro Caminando por Cajamarca. Y tenían razón, son<br />
nuestros colaboradores quienes hacen que este proyecto crezca día a día. Por eso decidimos hacer este<br />
libro, una muestra de nuestra gratitud con ustedes, por su esfuerzo, capacidad y dedicación.<br />
La Colosa la construimos entre todos. Y es una apuesta por un futuro mejor, con mayores opciones de<br />
bienestar y progreso; con posibilidades de mejorar la educación, la salud y el empleo; con alternativas<br />
para desarrollar nuevas industrias y nuevas profesiones. La Colosa es una oportunidad para todos, para<br />
nuestras familias y para nuestros hijos.<br />
NUESTRO PROYECTO HOY AVANzA PORqUE TODOS CUENTAN, PORqUE TRABAJAMOS<br />
ARTICULADOS, EN ARMONíA. SOLO ASí PODEMOS HACER UN TRABAJO BIEN HECHO.<br />
9
El despertar de La Colosa
Por las frías y solitarias calles de Cajamarca,<br />
el permanente rugir de motores, que muy<br />
de vez en cuando le da pausas al silencio,<br />
saluda el albor de la mañana.<br />
El reloj marca las 4:00 en punto, y mientras la<br />
mayoría de los cajamarcunos aún duermen,<br />
entre el canto de los gallos y el soplo de la brisa<br />
mañanera, la calle principal que da acceso al<br />
coliseo del municipio empieza a mostrar un<br />
inusual movimiento.<br />
El que parece ser un leve zumbido de abejas,<br />
paulatinamente se va agudizando hasta ser por<br />
El Despertar de La Colosa<br />
La luna resplandeciente no termina de ocultarse<br />
tras el extremo oeste de la cordillera.<br />
completo perceptible. Son decenas de motores<br />
Diesel encendidos, camionetas todo terreno que<br />
en el mismo orden de llegada se van apostando,<br />
mientras sus conductores pacientemente<br />
aguardan su turno con paciencia.<br />
Tras el capó del primero de los autos que<br />
encabeza la fila, y sujetando una potente<br />
linterna en su mano derecha, sobresale la<br />
figura de Yohnibani quintero, el supervisor en<br />
Seguridad Industrial y Salud Ocupacional de<br />
Cootracaime, empresa transportadora a la<br />
que se encuentran afiliados la totalidad de<br />
vehículos en espera.<br />
Su labor matutina exige estar lo suficientemente<br />
despierto, pues de la inspección que realiza a<br />
líquidos, frenos, luces y extintores, dependerá el<br />
visto bueno para que los automotores puedan<br />
emprender la marcha con su tripulación sin<br />
ninguna novedad.<br />
El trabajo de Yohnibani también demanda<br />
criterio y determinación, pues es el encargado<br />
de someter a los conductores a sorpresivos<br />
controles de alcoholemia. Todos los motoristas<br />
saben que si el resultado es adverso, él tendrá<br />
que reportarlo ante sus superiores.<br />
EL RELOJ MARCA LAS 4:00 EN PUNTO, Y MIENTRAS LA MAYORíA DE LOS<br />
CAJAMARCUNOS AúN DUERMEN, ENTRE EL CANTO DE LOS GALLOS Y EL SOPLO<br />
DE LA BRISA MAñANERA, LA CALLE PRINCIPAL qUE DA ACCESO AL COLISEO DEL<br />
MUNICIPIO EMPIEzA A MOSTRAR UN INUSUAL MOVIMIENTO.<br />
12
Mientras esto ocurre, en el corazón del pueblo,<br />
en barrios y veredas, algunas más cercanas, otras<br />
más lejanas, mujeres y hombres también dan<br />
comienzo a su jornada. Las madres disponen<br />
lo necesario para dejar sus hogares en orden y<br />
con todo preparado antes de salir; los jefes de<br />
hogar, mientras tanto, son secundados por sus<br />
esposas, quienes se esmeran porque el desayuno<br />
esté listo a tiempo y en el equipaje de sus<br />
compañeros nada haga falta.<br />
Son casi las 4:30 de la mañana, y mientras<br />
los rodantes continúan en revisión con la<br />
uniformidad y disciplina propia de las hormigas,<br />
desde todos los lugares empiezan a llegar<br />
centenares de hombres y mujeres, de rasgos<br />
y edades diversos, entre quienes sobresale el<br />
amarillo intenso de sus cascos y botas.<br />
Todos ellos se concentran en pequeños grupos,<br />
conversan, sonríen y tratan de generar focos de<br />
calor humano para resistir hasta el momento de<br />
la salida.<br />
Apenas unos minutos antes de las 5 de la<br />
mañana, las puertas del coliseo se abren de par<br />
en par para permitir el ingreso de este ejército<br />
de trabajadores. Son auxiliares de campo, líderes<br />
y operarios vinculados a AngloGold Ashanti<br />
Colombia, por quienes resulta posible que el<br />
proyecto de exploración minera La Colosa se<br />
reactive con la llegada de un nuevo amanecer.<br />
Es admirable la manera como, sin que unos y<br />
otros choquen o tropiecen, y casi siguiendo un<br />
orden perfecto, en el que cada uno pareciera<br />
tener asignado su lugar, en poco tiempo todos<br />
consigan estar dentro, cómodos, dispuestos y a<br />
la espera de la orden para partir.<br />
La tranquilidad del escenario deportivo solo<br />
es alterada por un grupo de personas que se<br />
desplazan ágilmente por la cancha, y tras ubicarse<br />
en puntos distantes, a viva voz motivan a los<br />
asistentes a reunirse en torno a pequeños grupos.<br />
Ellos son los llamados coordinadores SISO,<br />
quienes se toman unos minutos para ofrecer<br />
charlas sobre protección y minimización de<br />
las situaciones de riesgo en campo, atienden<br />
inquietudes, resuelven solicitudes, reciben<br />
incapacidades médicas y se enteran de las<br />
últimas novedades entre el personal.<br />
Una vez que terminan de impartirse las últimas<br />
instrucciones, los círculos humanos se dispersan<br />
y las filas rápidamente vuelven a integrarse.<br />
Para entonces son las 5:00 de la mañana. Es<br />
hora de iniciar el embarque y el personal con sus<br />
14<br />
morrales aguarda por la instrucción para dar el<br />
siguiente paso.<br />
La capacidad de cada automotor es de ocho<br />
personas. Cuando el ‘viaje’, como afirman en<br />
su lenguaje los conductores, está completo,<br />
la caravana parte hacia su primer punto, la<br />
intersección entre la carretera principal y la vía<br />
destapada, en el punto conocido como La Luisa,<br />
o en otros casos directo hacia el campamento<br />
base, donde se produce el desembarque.
Es admirable la manera<br />
como, sin que unos y otros<br />
choquen o tropiecen, cada<br />
uno pareciera tener<br />
asignado su lugar.<br />
MIENTRAS LOS RODANTES CONTINúAN EN REVISIóN CON LA UNIFORMIDAD Y DISCIPLINA<br />
PROPIA DE LAS HORMIGAS, DESDE TODOS LOS LUGARES EMPIEzAN A LLEGAR CENTENARES<br />
DE HOMBRES Y MUJERES, DE RASGOS Y EDADES DIVERSAS, ENTRE qUIENES SOBRESALE EL<br />
AMARILLO INTENSO DE SUS CASCOS Y BOTAS.<br />
15
En medio de la rigurosidad, la disciplina, la<br />
exigencia y la dureza propia de una actividad<br />
como la vigilancia privada, resulta inusual pensar<br />
que alguien pudiera transformar un rostro<br />
malhumorado o una mala palabra en sonrisas o<br />
expresiones positivas.<br />
Dentro de Omnitempus Ltda., la empresa que<br />
se encarga de la seguridad de AngloGold Ashanti<br />
Colombia, en Cajamarca e Ibagué, ese papel lo<br />
ha aprendido a desarrollar con lujo de detalles<br />
Diana Marcela Osorio López.<br />
Para esta joven profesional en salud ocupacional,<br />
la experiencia en este trabajo, donde los<br />
hombres son mayoría ha significado poner a<br />
prueba su creatividad, intuición y sexto sentido.<br />
Las visitas, por lo regular dos veces a la semana<br />
en campo, para verificar las condiciones del<br />
personal y minimizar las situaciones de riesgo,<br />
ya hacen parte de la rutina de sus compañeros,<br />
quienes, entre otras cosas, esperan porque<br />
llegue el día.<br />
Y es que más que las labores como supervisora<br />
SISO (Seguridad Industrial y Salud Ocupacional)<br />
que debe desempeñar, Diana Marcela es una<br />
consejera, una amiga y hasta una confidente<br />
Toda oídos<br />
Dicen por ahí que no hay nada que el tiempo no pueda curar,<br />
y el caso de Diana Marcela no podía ser la excepción.<br />
en quien muchos liberan sus inconformidades<br />
y tensiones laborales, pero también sus<br />
preocupaciones, problemas familiares y de<br />
pareja.<br />
En respuesta a estas confesiones, Diana se<br />
la ha jugado por asumir el rol de psicóloga,<br />
entregándoles una recomendación sincera<br />
y regalándoles, de cuando en cuando, un<br />
caramelo, con el que les endulza la vida.<br />
Aunque admite que en ocasiones se ha sentido<br />
en la encrucijada, al ser abordada en búsqueda<br />
de respuestas a dificultades propias de los<br />
matrimonios, sobre las que todavía no tiene<br />
experiencia, asegura que las vivencias de amigos<br />
y conocidos le han servido para dar un consejo<br />
que se ajuste a lo que sus interlocutores esperan.<br />
No en pocos casos, algunas de sus<br />
intervenciones han terminado en actos de<br />
reconciliación lo que para ella resulta una doble<br />
gratificación.<br />
Pero no siempre el hecho de ser la única mujer<br />
dentro del grupo es una ventaja. Así como a<br />
veces es la más consentida entre todos, en<br />
otras ocasiones Diana Marcela debe sortear<br />
episodios que no resultan cómodos, cuando<br />
16<br />
entre los vigilantes nuevos, solteros y más<br />
jóvenes, empiezan a manifestarse otro tipo de<br />
sentimientos que amenazan con pasar del plano<br />
laboral al personal.<br />
Ante esto, nada como una respuesta<br />
diplomática, ética y profesional que, sin herir a<br />
nadie, deja las cosas en claro y logra que todo<br />
vuelva a su equilibrio natural.<br />
Para esta joven, trabajadora y echada para<br />
adelante, no todo ha sido color de rosa. Aunque<br />
la oportunidad de trabajo surgió al término de<br />
su pasantía profesional, ello significó un cambio<br />
en su vida que, aunque resultó duro, le enseñó<br />
a apreciar el significado de la libertad y a valorar<br />
mucho más la compañía de mamá.<br />
Tanto para ella como para su madre,<br />
distanciarse temporalmente tuvo un costo<br />
emocional muy fuerte. Por un lado, en su<br />
condición de hija única, Diana Marcela jamás se<br />
había separado de su hogar, y por otro, ambas<br />
sabían que tendrían que enfrentar la soledad<br />
desde orillas distintas.<br />
Aunque el trabajo de sol a sol permitía<br />
que no hubiera mucho tiempo para echar<br />
de menos aspectos como la comida y los
consentimientos de mamá, aquellos días<br />
pasados por agua en los que terminaba, además<br />
de exhausta, hambrienta, mojada y enlodada,<br />
hacían que los sentimientos se encontraran<br />
hasta quebrantar las fuerzas y estallar en llanto.<br />
Sin embargo, bien dicen por ahí que no hay nada<br />
que el tiempo no pueda curar, y el caso de Diana<br />
Marcela no podía ser la excepción. La adaptación<br />
fue posible, en parte, gracias al apoyo de varias<br />
amigas y colegas, quienes se convirtieron en el<br />
apoyo en los momentos difíciles.<br />
Habiendo alcanzado la estabilidad económica<br />
necesaria, en una experiencia que no duda<br />
en calificar como enriquecedora, Diana pudo<br />
reencontrarse con su madre, a quien llevó a vivir<br />
a su lado en Cajamarca.<br />
Hoy las cosas para ella de nuevo son más fáciles,<br />
pero jamás volverán a ser iguales. Las vivencias<br />
pasadas le han dado un grado de madurez, de<br />
crecimiento personal e independencia, que le<br />
permiten ver la vida con otros ojos.<br />
Después de haber trabajado por varios años en<br />
Ibagué, y de haber desarrollado allí parte de su<br />
proyecto de vida, hay amigos y conocidos que<br />
no comprenden aún cómo o por qué decidió<br />
quedarse en la provincia.<br />
Pero Diana Marcela está más que convencida<br />
de estar haciendo lo correcto, pues considera<br />
que además de ser un lugar pequeño y tranquilo,<br />
Cajamarca, AngloGold Ashanti Colombia y el<br />
proyecto La Colosa le han brindado la posibilidad<br />
de desarrollarse profesionalmente.<br />
Así, al lado de la que considera su gran familia,<br />
esta joven ibaguereña, de sangre cajamarcuna,<br />
se levanta cada día con la convicción de<br />
entregar lo mejor de sí. Para ella, sus mayores<br />
satisfacciones en la tarea que realiza, sin duda<br />
están en los rostros de alegría de quienes<br />
son llamados a hacer parte de la compañía, y<br />
todavía no se acostumbra a las expresiones<br />
17<br />
de tristeza de quienes de sus manos son<br />
enterados de la negativa a la renovación de sus<br />
contratos.<br />
Portadora de buenas y malas noticias, Diana<br />
Marcela es en Omnitempus como la flor de loto<br />
que, emergiendo en un medio aparentemente<br />
hostil para su realidad, es fácilmente adaptable,<br />
y que además con su sola presencia consigue<br />
iluminar y armonizar el corazón y la mente de<br />
quienes la rodean.<br />
Diana Marcela es una<br />
consejera, una amiga y hasta<br />
una confidente, en quien muchos<br />
liberan sus inconformidades y<br />
tensiones laborales.
Cuesta arriba
Es un trayecto por carretera destapada que,<br />
sin embargo, pareciera ser mucho más<br />
largo por lo inhóspito y empinado del<br />
terreno.<br />
Es una vía serpenteante, con curvas exigentes,<br />
debidamente señalizada y conservada<br />
todo el tiempo por los operarios del área<br />
de operaciones en la que la pericia de los<br />
conductores se pone a prueba junto con la<br />
potencia de las máquinas.<br />
Por esta pista desde la que se divisa lo<br />
imponente del paisaje cordillerano por donde<br />
Cuesta arriba<br />
“Una hora larga”, como diría la gente de Cajamarca,<br />
separa el campamento base del casco urbano del municipio.<br />
muy temprano se moviliza el personal, así como<br />
insumos, elementos y materiales necesarios para<br />
el desarrollo de los diferentes procesos.<br />
Hacia las 5 de la mañana, el punto conocido<br />
como La Luisa, en honor a la vereda en la que<br />
se ubican parte de los predios del proyecto, se<br />
constituye en el de mayor afluencia de público<br />
en muchos kilómetros a la redonda. A bordo de<br />
buses y camionetas van llegando los auxiliares y<br />
operarios, que se alistan para iniciar la jornada.<br />
Mientras las primeras camionetas que hacen<br />
su ascenso regresan para proceder con los<br />
trasbordos, algunas personas del sector<br />
aprovechan para extender improvisados toldos, en<br />
los que, principalmente con sus termos, ofrecen<br />
bebidas calientes a los pasajeros en espera.<br />
Con el almuerzo, este es uno de los pocos<br />
espacios en los que los amigos, que aunque<br />
trabajan dentro del mismo proyecto pocas veces<br />
se ven, pueden ponerse al día, o en el que entre<br />
grupos de compañeros se afianzan relaciones<br />
en torno a diálogos sobre temas actuales<br />
o planificación de actividades pendientes,<br />
conversaciones que hacen más ameno el ambiente<br />
y ahuyentan el frío penetrante de la madrugada.<br />
HACIA LAS 5 DE LA MAñANA, EL PUNTO CONOCIDO COMO LA LUISA, EN HONOR A LA VEREDA<br />
EN LA qUE SE UBICAN PARTE DE LOS PREDIOS DEL PROYECTO, SE CONSTITUYE EN EL DE<br />
MAYOR AFLUENCIA DE PúBLICO EN MUCHOS KILóMETROS A LA REDONDA.<br />
20
El pito de las camionetas en descenso y las luces<br />
a plena potencia son la señal de alistamiento.<br />
Tan pronto como les es posible, grupos de ocho<br />
se acomodan rápidamente en el interior de las<br />
modernas camionetas, que reemplazaron a los<br />
típicos pero inseguros camperos, y se inicia la<br />
caravana.<br />
Para un novato, ir en el vehículo que encabeza<br />
el ‘convoy’ puede resultar literalmente una<br />
experiencia aturdidora, pues en cada una de<br />
las numerosas curvas es necesario accionar la<br />
corneta, en señal de alerta para la prevención de<br />
choques.<br />
Sin embargo, en épocas de verano, los que se<br />
quedan rezagados también llevan su parte,<br />
pues el paso de los primeros automotores hace<br />
que del piso se levanten nubes de polvo, que<br />
tampoco amenizan el viaje.<br />
Para don Jaime Barrios, uno de los conductores<br />
que a diario recorren no una sino varias veces<br />
los cerca de cinco kilómetros y medio de vía, si<br />
bien hay que tratar de ser lo más ágil y eficiente<br />
posible, no importa cuánto tiempo tome cada<br />
desplazamiento: la prioridad está en que los<br />
tripulantes lleguen seguros hasta su destino,<br />
y cualquier error, por pequeño, que sea puede<br />
resultar fatal.<br />
En cada una de las<br />
numerosas curvas es<br />
necesario accionar la<br />
corneta, en señal de alerta<br />
para la prevención de choques.<br />
La puerta de entrada a los terrenos propios del<br />
proyecto se halla delimitada por el paso de las<br />
tranquilas y cristalinas aguas de la quebrada<br />
La Colora, a la que extranjeros que intentaron<br />
adelantar procesos de explotación de oro en la<br />
mina San Antonio, le cambiaron el nombre por el<br />
de La Colosa, el mismo que hoy le da nombre al<br />
proyecto, según remembranzas históricas de Jorge<br />
Ovidio Matallana, uno de los raizales de la región.<br />
En ese lugar permanece siempre el personal de<br />
Omnitempus, empresa de seguridad que presta<br />
sus servicios a la compañía y que verifica, con<br />
sofisticados equipos, el que no se produzca<br />
23
24<br />
ingreso de personal en estado de embriaguez,<br />
que cada uno de los trabajadores o los<br />
visitantes porte sus elementos de protección<br />
personal, y que se encuentren debidamente<br />
acreditados para el ingreso o certificados en<br />
temas de seguridad industrial.<br />
Después de la requisa y el registro, la parte más<br />
dura del ascenso continúa.<br />
Antes de llegar al desembarcadero, en algunos<br />
casos, es necesario hacer varias escalas sobre<br />
el camino, para que parte de los trabajadores,<br />
especialmente aquellos que se encargan del<br />
mantenimiento de vías o los que van como<br />
relevos hacia las plataformas de perforación,<br />
busquen su ruta más rápida.<br />
En el centro de acopio también descienden<br />
los auxiliares del área ambiental, encargados<br />
de la clasificación y manejo de los residuos<br />
sólidos que se producen en todas las áreas del<br />
proyecto.<br />
La llegada al campamento es un momento<br />
particularmente especial, pues los pitos, que<br />
hacen eco en la montaña, y las banderas naranja,<br />
siempre ondeantes, le dan un colorido especial a<br />
las caravanas.
Este instante del día y el de las 3:30 de la tarde,<br />
cuando se inicia el regreso, se convierten en<br />
las únicas oportunidades para apreciar sobre el<br />
terreno el gran número de personas y familias<br />
que tienen su corazón cerca del proyecto,<br />
colectivo que en un abrir y cerrar de ojos<br />
desaparece misteriosamente, como si se tratara<br />
de figuras fantasmagóricas, fenómeno que de<br />
manera idéntica se produce al regreso en las<br />
noches en las calles de Cajamarca.<br />
ESTE INSTANTE DEL DíA Y EL DE LAS 3:30<br />
DE LA TARDE, CUANDO SE INICIA EL<br />
REGRESO, SE CONVIERTEN EN LAS úNICAS<br />
OPORTUNIDADES PARA APRECIAR SOBRE EL<br />
TERRENO EL GRAN NúMERO DE PERSONAS Y<br />
FAMILIAS qUE TIENEN SU CORAzóN CERCA<br />
DEL PROYECTO.<br />
25
UN MOMENTO PARA UN CAFÉ, EL PAISAJE, SALUDOS CORTOS Y BUENOS DESEOS,<br />
ASí ES EL COMIENzO DEL DíA EN LA COLOSA.<br />
27
28<br />
La llegada al campamento<br />
siempre es un momento<br />
particularmente especial.
En el hogar de Rafael Molina, uno de los<br />
líderes ambientales con mayor trayectoria en<br />
la compañía, la naturaleza y la preservación de<br />
la fauna y flora, resultan ser temas propios en<br />
espacios de conversación y encuentro familiar.<br />
Ello no solo se debe a la actividad que él<br />
desarrolla desde hace casi tres años, ni tampoco<br />
a que se encuentre avanzando en un programa<br />
de preparación como técnico en preservación de<br />
recursos naturales, sino que, por casualidades<br />
del destino, su hija mayor tomó la decisión de<br />
formarse como licenciada en Ciencias Naturales.<br />
Si bien las condiciones propias de su trabajo<br />
hacen que Rafael deba permanecer la<br />
mayor parte del día, e incluso de la semana,<br />
alejado de los suyos, cada vez que se da la<br />
oportunidad, un buen tema de discusión es<br />
el del medioambiente, ya bien porque su hija<br />
encuentra en él la primera fuente de consulta<br />
a sus dudas o actividades extracurriculares, o<br />
a la inversa: porque es él quien también debe<br />
asesorarse en aspectos más académicos para<br />
resolver los trabajos de la universidad.<br />
Sin embargo, su esposa y su hija menor tampoco<br />
se extraen de estas conversaciones, pues en ellas<br />
ha ido creciendo un interés latente por estos<br />
temas: no en vano un plan la familia disfruta<br />
es salir el fin de semana al campo para estar en<br />
contacto con el verde que en abundancia rodea<br />
Cajamarca, y en el que se puede respirar aire<br />
puro, mientras se hace deporte.<br />
Cuando se le pregunta si alguna vez llegó a<br />
imaginarse estar cumpliendo con la función<br />
de ecologista y discípulo del medio ambiente,<br />
Rafael responde con absoluta vehemencia que<br />
no. Y es que hasta hace cinco años su espectro<br />
de acción en lo laboral se había concentrado en<br />
actividades de tipo financiero, así como en la<br />
atención de algunos negocios propios.<br />
En sus primeros años de vinculación con<br />
AngloGold Ashanti Colombia, Molina se<br />
desempeñó como vigilante, hasta cuando<br />
encontró la posibilidad de trabajar como auxiliar<br />
de campo ambiental, proceso en el que, a fuerza<br />
de conocimiento, destreza y experiencia, se abrió<br />
campo, al demostrar un desempeño sobresaliente<br />
que le mereció el ascenso a líder dentro de su área.<br />
Hoy Rafael se declara un enamorado absoluto de<br />
su tarea. Además de apoyar el mantenimiento<br />
de los viveros escolares, de promover el<br />
programa de reforestación sobre las fuentes<br />
hídricas del municipio y de concientizar sobre el<br />
Reforestador<br />
en cuerpo y alma<br />
aprovechamiento y manejo de los residuos sólidos,<br />
su trabajo diario implica una relación directa y<br />
constante con la comunidad, que le exige saber lo<br />
suficiente sobre lo que es la compañía, así como<br />
desarrollar una capacidad especial de comprensión,<br />
entendimiento y tolerancia.<br />
Producto de ese diálogo franco y abierto con la<br />
gente del campo, hoy cerca de 29 hectáreas de<br />
plántulas se han sembrado en diferentes puntos<br />
de la zona rural.<br />
Rafael sabe que no es un proceso en el que se<br />
obtengan resultados en el corto plazo y en el que<br />
se necesita el compromiso de la comunidad para<br />
que sea exitoso.<br />
No basta con emprender desafiantes recorridos<br />
por trocha o montaña, a pie o a caballo, ni<br />
dedicar ocho horas enteras a la siembra de<br />
árboles. Su labor se prolonga a las visitas<br />
técnicas posteriores, y a la motivación de los<br />
propietarios de predios para que se esmeren aún<br />
más en el cuidado de sus arbustos.<br />
Es una misión que fusiona en una sola alma las<br />
lecciones del siempre querido profesor Yarumo y<br />
la acción efectiva del capitán Planeta de las tiras<br />
cómicas.<br />
Rafael sabe que se necesita el compromiso de la comunidad<br />
para que el resultado de la reforestación sea exitoso.<br />
30
31<br />
Habrá de pasar por lo menos un año<br />
para que las pequeñas plántulas<br />
alcancen la altura ideal y Rafael,<br />
como sus demás coequiperos, puedan<br />
decir con una sonrisa en el rostro<br />
que la tarea se hizo.<br />
Habrá de pasar por lo menos un año para que<br />
las pequeñas plántulas alcancen la altura ideal y<br />
Rafael, como sus demás coequiperos, puedan<br />
decir con una sonrisa en el rostro que la tarea se<br />
hizo.<br />
Allí irán quedando, en los bosques, las laderas,<br />
las cuencas y en el borde de los nacimientos,<br />
numerosos testimonios de un trabajo que las<br />
nuevas generaciones agradecerán, y del que la<br />
descendencia de Rafael se siente orgullosa.<br />
Pero como todo no puede ser trabajo, hay otra<br />
pasión que cada domingo Molina disfruta al<br />
lado de su hija de 11 años, una actividad que<br />
implica trabajo en equipo como el que él hace,<br />
donde la estrategia no se traza precisamente<br />
para ver árboles robustos y sanos, y en el que<br />
pasa de ser admirado para convertirse en<br />
hincha: se trata del fútbol y de su afición al<br />
equipo de la región, al Deportes Tolima, con<br />
el que celebran en la tribuna cada gol, cada<br />
pase de ensueño, cada triunfo, mientras llega<br />
la hora de volver a casa y seguir haciéndole sus<br />
anotaciones a su permanente rival de turno,<br />
la deforestación y su impacto sobre el medio<br />
ambiente.
ANTES DE LLEGAR AL DESEMBARCADERO, EN ALGUNOS CASOS, ES NECESARIO HACER VARIAS<br />
ESCALAS SOBRE EL CAMINO, PARA qUE PARTE DE LOS TRABAJADORES, ESPECIALMENTE<br />
AqUELLOS qUE SE ENCARGAN DEL MANTENIMIENTO DE VíAS, O LOS qUE VAN COMO<br />
RELEVOS HACIA LAS PLATAFORMAS DE PERFORACIóN, BUSqUEN SU RUTA MáS RáPIDA.<br />
33
EL PITO DE LAS CAMIONETAS EN DESCENSO Y LAS LUCES A PLENA POTENCIA SON LA SEñAL<br />
DE ALISTAMIENTO. TAN PRONTO Y COMO LES ES POSIBLE, GRUPOS DE OCHO SE ACOMODAN<br />
RáPIDAMENTE EN EL INTERIOR DE LAS MODERNAS CAMIONETAS, qUE REEMPLAzARON LOS<br />
TíPICOS PERO INSEGUROS CAMPEROS, Y SE INICIA LA CARAVANA.<br />
34
Entre el tráfico y la casa<br />
Una caseta metálica, que marca la entrada a la carretera<br />
que conduce a La Colosa, es “la oficina” de Yadira Morales. una pista de carreras, les da la largada hacia la<br />
montaña.<br />
Desde hace aproximadamente 10 meses, mucho<br />
antes de las cinco de la mañana, Yadira Morales<br />
inicia un rápido recorrido desde su hogar hasta<br />
el punto conocido como La Luisa, intersección<br />
donde confluyen la Vía Panamericana y la<br />
carretera secundaria que conduce hacia el<br />
campamento base del proyecto La Colosa.<br />
En ese punto, donde el frío de la mañana se<br />
siente con particularidad intensidad, Yadira<br />
encuentra la que coloquialmente podría llamarse<br />
‘su oficina’: una caseta metálica desde la que,<br />
vigilante, pasa buena parte de su día laboral<br />
y donde, al igual que en las historietas de<br />
Supermán, ocurre una especie de transformación<br />
en su atuendo.<br />
Cuando Yadira abandona su estación de trabajo<br />
lo hace portando casco, gafas de seguridad,<br />
peto, y el elemento que caracteriza su actividad:<br />
una paleta de señalización vial, fundamental a la<br />
hora de garantizar la movilidad de los vehículos<br />
que ingresan o salen del proyecto.<br />
En el momento previo al inicio de su trabajo,<br />
Yadira, madre de tres hijos, de 15, 9 y 8 años,<br />
tiene un espacio para instalar un pequeño radio,<br />
que le sirve de compañía, y tomar una taza de<br />
café, que gentilmente le ofrece don Jorge Ovidio<br />
Matallana, su vecino más próximo.<br />
Cuando el cielo empieza a abrir por el oriente a<br />
la distancia Yadira logra observar las luces de los<br />
vehículos en movimiento que se dirigen hacia<br />
ese lugar; entonces desciende rápidamente de<br />
su estación, echa una mirada hacia uno y otro<br />
lado de la vía y se apresta para entrar en acción.<br />
Alertada por el sonido de las cornetas de las<br />
camionetas y algunas busetas, sabe que es<br />
el momento. La atención se agudiza y en sus<br />
manos empieza a girar la paleta, con la que, antes<br />
de que se pueda generar el caos, toma el control<br />
del tránsito.<br />
Yadira verifica que las banderas naranja estén<br />
ondeantes fuera de las cabinas, y como en<br />
36<br />
Mientras parte del personal sigue llegando, los<br />
primeros vehículos que han hecho el ascenso, no<br />
tardan en regresar.<br />
Algunos inician los transbordos, otros<br />
necesariamente deben salir hasta la vía<br />
principal para regresar a Cajamarca y una vez<br />
más Yadira desafía el tráfico pesado, lo detiene<br />
momentáneamente y facilita la operación.<br />
Así transcurre el tiempo entre las 6:00 y las 7:30<br />
de la mañana, una escena que se repite pasadas<br />
las 4:00 de la tarde y hasta caer la noche. Es<br />
el inicio y el agitado fin de una jornada, donde<br />
mantener la atención y la concentración es<br />
requisito ineludible.<br />
Su actividad, relacionada con carretera, tráfico<br />
pesado y conductores de camiones, hace que<br />
necesariamente su trato sea particularmente con<br />
hombres. Yadira asegura que ha gozado de una<br />
relación respetuosa y de entendimiento.<br />
Mientras escucha la música de su predilección<br />
que a veces hace eco en el solitario espacio<br />
donde permanece y que en otras oportunidades
Sin importar si la mañana<br />
la recibe con un cálido sol, o<br />
bajo la inclemencia de la<br />
lluvia, ella siempre está ahí,<br />
con un gesto cordial.<br />
37<br />
se pierde por el ruido de tractocamiones y<br />
vehículos de carga, Yadira va de un lado a otro,<br />
pasa algunos ratos reclinada sobre una piedra,<br />
que se ha convertido en su silla predilecta,<br />
observando un grupo de gallinas que la visitan<br />
ocasionalmente, aprovecha para leer o llenar<br />
cuadernillos de pasatiempo. Eso sí, está siempre<br />
pendiente de cada automotor que pasa por su<br />
ubicación de camino o salida del proyecto.<br />
Cuando se completan las ocho horas de trabajo,<br />
hace entrega del turno a su sobrina, por quien<br />
casualmente supo de esta oportunidad laboral,<br />
y emprende el regreso a casa. Si es en las<br />
mañanas, justo a tiempo para cambiar el peto<br />
por el delantal, y preparar el almuerzo de sus<br />
hijos; si es en las noches, en el momento exacto<br />
para llevarlos a la cama, orar a su lado o darles<br />
un beso de buenas noches, antes de también<br />
retirarse a descansar.<br />
Yadira sabe que su trabajo no se puede comparar<br />
con el de ingenieros, geólogos, topógrafos o<br />
especialistas, pero lo hace con la misma, o<br />
quizás mayor consagración. Sin importar si la<br />
mañana la recibe con un cálido sol, o bajo la<br />
inclemencia de la lluvia, ella siempre está ahí<br />
para, con un gesto cordial, decir a propios y<br />
extraños: ¡Bienvenidos! o ¡Feliz regreso a casa!
Siempre usando los elementos de<br />
protección personal, cientos de<br />
personas trabajan a diario en<br />
diversas ocupaciones: vías, geología,<br />
ambiental, ingeniería... Todos hacen<br />
gala de la seguridad como primer valor.<br />
39
41<br />
LAS MULAS, CON SU CAPACIDAD DE CARGA<br />
Y RESISTENCIA, SON UN HABITANTE MáS EN LA COLOSA.
Los bolivarianos<br />
Un grupo de valerosos hombres son los encargados<br />
de transportar pesadas encomiendas en cajas de madera.<br />
Cuentan los relatos de Alejandro Von Humbold<br />
y otros expedicionarios de Indias, cómo los<br />
medios de transporte en la Colombia de los<br />
años previos a la Independencia, se limitaban<br />
en muchos casos al admirable esfuerzo de los<br />
cargueros que, sin ningún prejuicio encontraron<br />
en la resistencia de sus espaldas y en su temple<br />
una forma práctica para ganarse la vida por<br />
entre las escabrosas trochas y los empinados<br />
caminos, en los que las mulas no conseguían<br />
abrirse paso.<br />
Estas narraciones históricas sitúan puntos<br />
específicos de la geografía nacional, como el<br />
mítico paso del quindío, en la ruta que por<br />
entre la montaña se abría desde Ibagué hacia el<br />
occidente.<br />
Sin importar las condiciones atmosféricas<br />
y topográficas, la labor del carguero se fue<br />
haciendo cada vez más popular entre jóvenes,<br />
niños y adultos, generaciones enteras que en<br />
poblaciones como Cajamarca conocieron y<br />
que se le debe, desde el anonimato, gran medida<br />
del desarrollo de la nación.<br />
Hoy dos siglos después, rememorando la historia<br />
de sus antepasados, recorriendo las mismas<br />
montañas y los exigentes senderos, un grupo de<br />
valerosos hombres a quienes todos en La Colosa<br />
conocen como Los bolivarianos son los encargados<br />
de transportar, sobre su humanidad, durante todo<br />
el día, pesadas encomiendas en cajas de madera<br />
y algunos aditivos que posibilitan las labores de<br />
perforación en el proyecto.<br />
Jaiver Millan y Ginner Moreno, son dos de ellos.<br />
La labor de Los bolivarianos, comienza<br />
formalmente a eso de las 6:00 de la mañana.<br />
Después de compartir en la bodega el desayuno<br />
que cada uno de ellos trae desde su casa, los<br />
26 ‘cargueros’ ubican sus encomiendas dentro<br />
de sus característicos morrales amarillos<br />
impermeables, antes de disgregarse en varias<br />
en la bodega<br />
direcciones, hasta ya no ser visibles entre las<br />
de compartir<br />
desarollaron las destrezas propias de un oficio al Después<br />
espesa vegetación de la montaña.<br />
42<br />
el desayuno que cada uno de<br />
ellos trae desde su casa, los 26<br />
‘cargueros’ ubican sus encomiendas<br />
dentro de sus característicos<br />
morrales amarillos impermeables.
Cuentan Jaiver y Ginner que los viajes iniciales<br />
casi siempre son los más suaves, pues además<br />
de llevar algunas sustancias necesarias para el<br />
funcionamiento de las máquinas, sólo movilizan<br />
cajuelas vacías.<br />
Al llegar a su destino es donde comienza el<br />
verdadero trabajo pesado. Desde allí deben<br />
regresar a su punto de origen, movilizando los<br />
núcleos de roca que durante la noche fueron<br />
extraídos de la profundidad de la tierra.<br />
El primer secreto para que el recorrido no<br />
resulte tortuoso radica en saber ubicar los cofres<br />
dentro de la maleta: si se dejan las superficies<br />
corrugadas sobre la cara que toca la espalda, la<br />
fricción, por razones obvias, cobrará sus efectos.<br />
De ahí en adelante el desafío está en mantener<br />
el equilibrio y caminar a buen ritmo, sin exceder<br />
la velocidad permitida, sobre todo cuando los<br />
caminos son afectados por la lluvia y la tierra se<br />
convierte en una pista de lodo.<br />
Cada viaje exige concentración, que algunos de<br />
los bolivarianos encuentran en el silencio, y que<br />
otros consiguen acompañados de la que en la<br />
inmensidad de la montaña se ha hecho su mejor<br />
amiga: la radio.<br />
Además de los elementos de protección<br />
personal, lazos, maletines y radios, casi todos los<br />
bolivarianos cuentan con otro elemento muy afín<br />
43<br />
a su tarea: listones de madera que les sirven de<br />
soporte y bastón en el camino.<br />
A ciencia cierta, ninguno de ellos sabe cuántos<br />
viajes tendrá que hacer durante el día, pero<br />
están preparados para soportar lo necesario,<br />
sin exceder los 25 kilos que, por ley, están<br />
autorizados a cargar.<br />
El mediodía marca el fin de la primera parte de la<br />
jornada y el momento del descanso que vuelven<br />
a compartir. Una pausa para tomar el almuerzo,<br />
guarecerse de la lluvia y el frío, conversar o<br />
echar ‘caspa’, como ellos dicen, o sencillamente<br />
recostarse y permitir que la espalda se relaje.<br />
A eso de la 1:00 de la tarde, la labor se retoma.<br />
Entre ellos no hay un líder que coordine los<br />
desplazamientos: prima el compañerismo y<br />
el trabajo en equipo, pues, como afirma Jaiver<br />
Millán, cada quien es consciente de su trabajo.<br />
De esa manera se logran equilibrar las cargas.<br />
Hacia las 3:30 de la tarde todos están de regreso,<br />
sin importar si de por medio hay una hora o<br />
hasta hora y media de camino. Lo siguiente es<br />
vaciar sus maletas, organizarlas y colgarlas en su<br />
sitio de reposo, reemplazar las prendas húmedas<br />
por ropa seca y abrigada para emprender, con la<br />
caída del sol, el regreso a casa, donde deberán<br />
asumir su responsabilidad como padres y<br />
esposos, antes de que el sol vuelva a brillar y<br />
retornen al campo, a su abnegada labor.
La Colosa vibra al ritmo de cientos
En la mañana basta posarse en un balcón<br />
de ‘Carpas’ o la llamada ‘Casa de las<br />
Muñecas’, como se conocen dentro del<br />
proyecto los dos puntos de alojamiento del<br />
personal, para maravillarse con el verde de la<br />
naturaleza, pero también para dejarse sorprender<br />
por una calma tal que a cualquiera haría dudar<br />
que allí crece la industria minera.<br />
Sin embargo, cuando se empiezan a recorrer<br />
a pie los diferentes espacios, buscando saciar<br />
la sed de curiosidad, es cuando se logra<br />
comprender la cantidad de acciones y tareas<br />
adelantadas de manera cotidiana.<br />
La Colosa vibra<br />
al ritmo de cientos<br />
En la primera hora del día se vive una calma tal<br />
que a cualquiera haría dudar que allí crece la industria minera.<br />
Las primeras en despertar dentro del proyecto<br />
son las carismáticas y siempre sonrientes mujeres<br />
de ‘azul’ de S&M, quienes casi levitando sobre<br />
el rechinante e indiscreto piso de madera parten<br />
hacia el área administrativa, con el propósito de<br />
retirar la mugre y el polvo de pisos y escritorios,<br />
organizar los baños y dejar las ventanas de cada<br />
oficina como verdaderos espejos; eso sí, con<br />
la suficiente antelación para no interferir en las<br />
actividades de quienes allí laboran.<br />
Unas horas más tarde, cuando el personal que<br />
duerme dentro del proyecto ha abandonado los<br />
alojamientos, maratónicamente asumen el rol<br />
de camareras, asean, tienden camas, proveen<br />
cada cuarto de elementos de aseo, recogen las<br />
prendas que van a la lavandería, traen las que ya<br />
han pasado por este proceso y, como si fuera<br />
poco, se encargan de mantener el exterior de las<br />
rústicas edificaciones.<br />
En Cajamarca, sus coequiperas, además de velar<br />
por las condiciones de limpieza de oficinas y<br />
casas de alojamiento para personal de staff,<br />
también inician desde muy temprano el lavado<br />
y planchado de los paquetes que llegan desde<br />
diferentes puntos, tarea que se desarrolla de<br />
manera organizada, cuidando que bajo ninguna<br />
LAS PRIMERAS EN DESPERTAR DENTRO DEL PROYECTO SON LAS CARISMáTICAS Y SIEMPRE<br />
SONRIENTES MUJERES DE ‘AzUL’, DE S&M, CASI LEVITANDO SOBRE EL RECHINANTE E<br />
INDISCRETO PISO DE MADERA.<br />
46
circunstancia se lleguen a confundir las prendas<br />
entre sí.<br />
No menos intenso es el ritmo de las auxiliares<br />
de cocina, que casi desde la misma hora tienen<br />
puesto su delantal, para que, a partir de las 6<br />
de la mañana, los comensales puedan pasar al<br />
desayuno.<br />
No basta con tener listo el menú: por espacio<br />
de hora y media ellas mismas deben brindar<br />
la atención al personal en la barra. Cuando el<br />
servicio termina, finalmente todas pasan a<br />
desayunar, y de inmediato se sintonizan con la<br />
segunda parte de la jornada: el almuerzo.<br />
Mientras esto ocurre, en campo un grupo de<br />
titanes, perteneciente al grupo de auxiliares<br />
de procedimientos de geología, trabaja<br />
simultáneamente en varios procesos.<br />
Como explica la ingeniera Luisa Fernanda<br />
Valencia, unos van preparando el descapote del<br />
terreno, levantando los trinchos y edificando las<br />
estructuras en guadua, de las que próximamente<br />
se convertirán en nuevas plataformas de<br />
48
Como un reloj, en La<br />
Colosa cada área<br />
encaja para lograr un<br />
funcionamiento perfecto.
50<br />
perforación, sitios que cuentan con los estudios<br />
previos de suelos y estabilidad de terrenos,<br />
adelantados por los profesionales de obras<br />
civiles, en los que se aplican técnicas creativas<br />
que minimizan el impacto ambiental<br />
Al mismo tiempo, en otros puntos, algunos<br />
hacen la recuperación de las áreas donde<br />
este proceso ya terminó, tarea que involucra<br />
esfuerzos del área ambiental.<br />
Pero para que estas plataformas de perforación<br />
puedan estar listas y activas es necesario proceder<br />
con la movilización de la maquinaría. Equipos<br />
de gran calado, compuestos por entre 15 y 20<br />
piezas lo suficientemente pesadas, que deben ser<br />
trasladadas con sumo cuidado sobre los barrancos<br />
por otro grupo de auxiliares de operaciones,<br />
maniobras que pueden tardar de uno a dos días, en<br />
las que se llega a comprometer el esfuerzo de hasta<br />
12 personas y en las que cualquier levantador de<br />
pesas encontraría un entrenamiento ideal.<br />
A la par con este trabajo duro, otras máquinas,<br />
dispuestas en el verde de la montaña, avanzan en<br />
la perforación y la extracción de núcleos de roca<br />
que son analizados detenidamente por geólogos<br />
y especialistas del área de Minas, dos equipos<br />
que, por obvias razones, comparten el mismo<br />
idioma y avanzan de la mano.
CON ARMONíA Y CUIDADO, CADA PERSONA SABE qUÉ DEBE HACER<br />
Y PONE SU GRANO DE ARENA PARA qUE EL PROYECTO FUNCIONE.<br />
51<br />
En esas apartadas y poco visitadas oficinas de<br />
la unidad de estudios mineros, parte de los 16<br />
integrantes del equipo alimentan todos los<br />
días un modelo geotécnico, hidrogeológico<br />
y geológico, que no solo permite planificar<br />
y extraer estadísticas de la viabilidad que<br />
tendría una eventual fase de explotación, sino<br />
contemplar escenarios futuros y hacer lecturas<br />
predictivas, desde la manera como se podría y<br />
debería extraer el recurso, hasta la manera cómo<br />
debería darse el eventual cierre de mina para la<br />
recuperación ambiental de la zona.<br />
Es una especie de laboratorio moderno, con<br />
equipos de cómputo y software especiales, en<br />
el que todo el tiempo se habla en términos<br />
muy técnicos, pero en el cual queda claro<br />
que su personal y el grupo de Geología se<br />
complementan, como si se tratara de los dos<br />
hemisferios que componen el cerebro del<br />
proyecto.<br />
Pero si de minería y geología dependen<br />
las funciones vitales de La Colosa, al área<br />
ambiental podría atribuírsele un papel no menos<br />
protagónico, como el del sistema inmunológico<br />
del proyecto.<br />
Actuando como células regeneradoras,<br />
supervisores y líderes de campo se
52<br />
involucran en la actividad de todos los demás<br />
departamentos, haciendo las veces de un<br />
sistema de autorregulación, que permite<br />
controlar el que en cada proceso, por pequeño<br />
que sea, se respeten las normatividades<br />
ambientales, se minimice el impacto sobre<br />
la fauna y la flora, se preserve el orden y el<br />
aseo, se eviten los derrames o las actividades<br />
contaminantes, y se emprendan iniciativas<br />
verdes, como el sistema de recirculación de<br />
aguas dentro del proyecto, la captación de<br />
aguas lluvias y el adecuado manejo de residuos<br />
sólidos con el que se desarrolla además una<br />
labor social, mediante la donación de grandes<br />
cantidades de desechos clasificados a las<br />
instituciones educativas de Cajamarca, que a su
vez las comercializan y obtienen recursos que<br />
son reinvertidos.<br />
Son también estos hombres y mujeres quienes<br />
se desplazan hacia las veredas para impulsar<br />
procesos de reforestación, cuyo único propósito<br />
es la protección y preservación de las cuencas<br />
hidrográficas; son madres y padres que se<br />
esfuerzan para que el futuro de sus hijos no esté<br />
amenazado por los cambios intempestivos del<br />
clima o el angustiante riesgo de no contar con<br />
pulmones naturales y suficiente recurso hídrico.<br />
Más que empleados, son vigías y defensores<br />
de la conservación del medio ambiente por<br />
convicción.<br />
53
Técnicamente tiene dos trabajos, pero solo<br />
recibe remuneración económica por uno de<br />
ellos, pues el segundo lo compensa con gratos<br />
momentos, el orgullo de servir y una sonrisa en<br />
los labios por las vidas que logra arrancarle de las<br />
manos a la muerte.<br />
Con cinco años en la compañía, tres de ellos<br />
como auxiliar de campo en obras civiles, Abdón<br />
Felipe es ejemplo de valentía y coraje. Él es uno<br />
más del equipo de hombres de casco y chaleco<br />
rojo que, día a día, vela por la seguridad, la<br />
protección y la atención de aquellos compañeros<br />
que, dentro del proyecto, y particularmente<br />
en su círculo más próximo de trabajo, puedan<br />
requerir en algún momento asistencia en<br />
primeros auxilios.<br />
Espejo tiene muy claros todos los protocolos de<br />
actuación y, como brigadista, es el primero en<br />
obrar con la debida cautela para minimizar los<br />
riesgos, pues como todos los demás, desde que<br />
sale de su casa en las mañanas aspira a regresar<br />
sin contratiempos para darle un beso a su esposa<br />
y sostener en sus brazos a su pequeño hijo de<br />
tres años.<br />
Para su entrega al trabajo como socorrista,<br />
sólo existe una razón: “esto nace del interés<br />
de ayudarle al compañero cuando lo necesita”,<br />
una filosofía de la que se apropió cuando se<br />
incorporó a la Defensa Civil de Cajamarca.<br />
En el campo, han sido varias las oportunidades<br />
en las que ha acudido al llamado de quienes,<br />
en sus recorridos por las laderas con relativa<br />
frecuencia, sufren accidentes menores.<br />
En su mayoría se trata de casos de luxación o<br />
tronchamientos de tobillo, en los que de todos<br />
modos se hace necesario suministrar asistencia<br />
prioritaria y coordinar con la ayuda de otros el<br />
traslado del paciente hacia el dispensario del<br />
campamento.<br />
De sus experiencias en la empresa, quizá el<br />
único hecho de gravedad en el que ha tenido<br />
que intervenir fue el incidente de un trabajador<br />
que, por fallas en la utilización de un equipo,<br />
sufrió cortes severos en varios de sus dedos, por<br />
lo demás la política de seguridad ha resultado<br />
efectiva.<br />
Sin embargo, Espejo, como los otros 23<br />
brigadistas distribuidos a lo largo y ancho<br />
del terreno donde se desarrolla el proyecto<br />
exploratorio, cuenta con la preparación y la<br />
experticia para adelantar rescates en alturas y<br />
recuperación de personal en terrenos de difícil<br />
acceso, o con condiciones adversas.<br />
Siempre listo<br />
Abdón Felipe Espejo. simboliza el espíritu de compañerismo<br />
que impera en las diferentes áreas de la compañía.<br />
54
Para él, enfrentar el peligro<br />
es una acción en la que no<br />
hay horarios, ni condiciones, ni<br />
cansancio.<br />
55<br />
Siempre concentrado en su trabajo, pero con<br />
una especie de radar encendido para actuar<br />
cuando las circunstancias se lo exijan, Abdón<br />
Felipe demuestra una vocación férrea y decidida,<br />
sin importar que, en cumplimiento de ella,<br />
pueda poner en riesgo su propia integridad.<br />
Y es que para él, enfrentar el peligro es una<br />
acción en la que no hay horarios, ni condiciones,<br />
ni cansancio, menos cuando cada segundo que<br />
se pierda puede significar la diferencia entre la<br />
vida y la muerte.<br />
Por eso aún en sus tiempos libres, este hombre,<br />
que merece el calificativo de héroe, con nervios<br />
de acero y voluntad indeclinable, no duda en<br />
salir de casa para enfrentar las adversidades<br />
de la naturaleza o ir en auxilio de quienes por<br />
fallas mecánicas o simple imprudencia terminan<br />
viéndose involucrados en siniestros de tránsito,<br />
episodios muy frecuentes en una vía nacional que<br />
además de exigente, moviliza el mayor flujo de<br />
vehículos entre el occidente y el centro del país.<br />
Pero por encima del compromiso y lo placentero<br />
que pueden resultar las labores de socorro para<br />
Abdón Felipe, sus mayores contradictoras están<br />
en casa. Si bien su madre y su esposa valoran<br />
profundamente lo que hace, no dejan de sentir<br />
el temor natural por lo que a veces consideran<br />
son actividades demasiado arriesgadas.<br />
En varias oportunidades, ellas han tratado<br />
de hacerle ver la necesidad de abandonar<br />
estas labores, pero él sabe que, mientras haga<br />
las cosas bien, no debe haber motivos para<br />
preocuparse.<br />
Pensar en retirarse para Abdón Felipe, el<br />
socorrista de La Colosa, sería renunciar a sus<br />
principios, a su convicción de prestar un servicio<br />
social, al sentido mismo que en un momento<br />
decidió darle a su vida y que, al lado de su familia<br />
y sus amigos, es otro motor por el que vale la<br />
pena empezar un nuevo día.
56<br />
Madres y padres que se<br />
esfuerzan para que el futuro<br />
de sus hijos sea mejor, con<br />
más oportunidades.
59<br />
MAPAS, TELÉFONOS Y AVANTELES SIRVEN<br />
PARA SEGUIR LA RUTA Y ENCONTRAR<br />
NUEVOS CAMINOS.
Madres a toda prueba<br />
Para ellas el día comienza más temprano que para el resto<br />
del personal vinculado al proyecto La Colosa.<br />
Podría decirse que su instinto maternal está<br />
íntimamente ligado a su trabajo pues, por el<br />
esfuerzo de cada una de ellas, cuando el sol<br />
finalmente brilla, cada cosa, por pequeña que<br />
sea, luce reluciente y se encuentra lista.<br />
Ese empeño de ama de casa que se entremezcla<br />
con una obsesión por lo perfecto y al que se suman<br />
elevadas dosis de amor y alegría, es el que hace<br />
que estos personaje sean quizás los que gocen de<br />
mayor aprecio entre propios y extraños.<br />
Son verdaderamente “las madres” de la<br />
compañía, no sólo porque de puertas para<br />
afuera tengan hogares de los cuales encargarse,<br />
sino porque dentro actúan de la misma forma,<br />
consentidoras, complacientes y hasta cómplices.<br />
María Libia Salas y Martha Cecilia Castro, son<br />
dos de las mujeres vinculadas a Service & Meals,<br />
empresa encargada de incorporar al personal que<br />
presta sus servicios tanto en los casinos como<br />
en oficinas y alojamientos.<br />
Como ellas, hay un selecto y muy bien<br />
calificado grupo de damas, que se<br />
responsabiliza de preparar los alimentos<br />
diarios para suministrar a un buen número de<br />
trabajadores, de llevar la ropa a la lavandería,<br />
secarla, regresarla a las habitaciones y, por<br />
supuesto, velar porque la limpieza brille por<br />
donde quiera que se mire.<br />
Las historias de María Libia y de Martha Cecilia<br />
tienen mucho en común. Ambas llegaron a<br />
la compañía como si todo hubiera estado<br />
de su lado para que lo lograran. María Libia,<br />
por ejemplo, tuvo que competir con cerca<br />
de 30 aspirantes al mismo cargo y superar el<br />
proceso de selección hasta recibir la aprobación<br />
definitiva, mientras que Martha Cecilia, quien<br />
estaba mentalizada en reincorporarse a la fase II<br />
del proyecto Túnel de la Línea, decidió presentar<br />
su hoja de vida, impulsada por una amiga sin<br />
imaginar que en dos o tres días estaría dentro.<br />
Aunque ambas coinciden en afirmar que en<br />
algunos momentos es inevitable sentir el<br />
cansancio y el desgaste propios de la actividad<br />
física, especialmente cuando se está por encima<br />
de los 2.900 metros sobre el nivel del mar, y si<br />
bien otras de sus compañeras sostienen que<br />
jamás se termina de tener una adaptación total a<br />
los extensos senderos de escalas que separan la<br />
base del campamento con los alojamientos, de<br />
lo que sí están plenamente convencidas es de su<br />
60
El perfil de estas mujeres, sin duda,<br />
es el de guerreras y luchadoras,<br />
pues no sólo deben cumplir con sus<br />
obligaciones en el trabajo, sino<br />
desempeñar con ahínco el rol de<br />
madres y padres, al mismo tiempo.<br />
gratitud con la compañía, que las motiva a seguir<br />
adelante sin importar los obstáculos.<br />
El perfil de estas mujeres es el de guerreras y<br />
luchadoras, pues no sólo deben cumplir con<br />
sus obligaciones en el trabajo, sino desempeñar<br />
con ahínco el rol de madres y padres, al mismo<br />
tiempo.<br />
En el caso de María Libia, una mujer que sólo<br />
transmite ternura y confianza son tres los hijos<br />
por los que ha tenido que ver a lo largo de su<br />
existencia, el menor de ellos de 6 años.<br />
Aunque su hija de 19 ha sido una gran ayuda en<br />
casa, para que al regresar sean menos las tareas<br />
con las cuales ponerse al día, cada vez que es<br />
necesario madrugar o cuando su trabajo le obliga<br />
a permanecer por fuera más de lo normal, María<br />
Libia redobla sus esfuerzos en procura de que<br />
la mayor parte de las cosas estén listas, o por lo<br />
menos se faciliten.<br />
Lo propio ocurre con Martha Cecilia de espíritu<br />
alegre y divertido, quien enfrenta un momento<br />
crucial, pues sus pequeños, ya no tan pequeños,<br />
de 11 y 13 años, encaran una etapa nada fácil en la<br />
que los abuelos han sido figuras clave que le dan<br />
tranquilidad durante su ausencia.<br />
Pese a todos los sacrificios que han tenido<br />
que hacer para proporcionarle una mejor<br />
61<br />
vida a sus familias, para conseguir el sustento<br />
diario y mejorar sus propias condiciones<br />
económicas, y hasta emocionales, ambas se<br />
consideran afortunadas, pues sus hijos han<br />
sabido responder a este esfuerzo, y con la mayor<br />
comprensión aguardan por su regreso siempre<br />
con un abrazo confortable, un beso grato y<br />
amoroso, y un muy profundo “te extrañé”.<br />
Para María Libia y Martha Cecilia, los malos<br />
momentos se quedaron en el pasado; uno que<br />
a veces miran a través del retrovisor antes de<br />
concentrar su mirada en el horizonte.<br />
Y es que sus motivaciones para sentir una deuda<br />
de gratitud con la empresa de la que han hecho<br />
parte por dos años cada una, van de lo intangible<br />
a lo tangible.<br />
De un lado, la satisfacción de proporcionarle<br />
estudio a sus hijos, de complacerles con uno que<br />
otro capricho; y de otro, la posibilidad de alcanzar<br />
ese sueño familiar: tener una casa digna, un hogar<br />
propio para los días por venir.
CADA PROCESO, POR PEqUEñO qUE SEA, SIEMPRE IMPLICA qUE SE RESPETEN LAS<br />
NORMATIVIDADES AMBIENTALES, PARA MINIMIzAR EL IMPACTO SOBRE LA FAUNA Y LA<br />
FLORA, ASí COMO LAS NORMAS DE SEGURIDAD INDUSTRIAL Y SALUD OCUPACIONAL, PARA<br />
GARANTIzAR EL BIENESTAR DE TODOS.<br />
62
Los auxiliares levantan los trinchos<br />
y edifican las estructuras en<br />
guadua, que, además de delimitar<br />
la carretera y proteger contra<br />
derrumbes, embellecen el proyecto.<br />
65
67<br />
EL PROYECTO SE DESARROLLA SOBRE LOS HOMBROS DE MUJERES Y<br />
HOMBRES, Y A LOMO DE MULA, UNA ARMONíA qUE DA RESULTADOS.
SUPERVISORES Y LíDERES DE CAMPO SE INVOLUCRAN EN LA ACTIVIDAD DE TODOS LOS DEMáS<br />
DEPARTAMENTOS, HACIENDO LAS VECES DE UN SISTEMA DE AUTORREGULACIóN qUE<br />
PERMITE CONTROLAR CADA PROCESO.<br />
69
EN LAS PLATAFORMAS DE ExPLORACIóN SE APLICAN TÉCNICAS CREATIVAS, qUE MINIMIzAN<br />
EL IMPACTO AMBIENTAL, Y EN EL PROYECTO SE EMPLEA AGUA LLUVIA, PARA qUE EL RECURSO<br />
TOMADO DE LAS FUENTES NATURALES SEA MíNIMO.<br />
72
73<br />
EL DíA A DíA ES UN TRABAJO<br />
qUE SE HACE EN EqUIPO.
Arrieros somos<br />
No basta con la fuerza humana para conseguir<br />
que todo lo que se necesita llegue hasta donde<br />
debe y con la efectividad que se requiere.<br />
En el proyecto La Colosa, tan valioso como el<br />
esfuerzo de los cargueros, resulta el de los arrieros<br />
y sus semovientes, actores protagónicos y de<br />
enorme tradición en la región, de quienes depende<br />
la movilidad y en buena medida los avances<br />
estructurales en todos y cada uno de los procesos.<br />
A lomo de mula es como llegan hasta los más<br />
remotos lugares en las elevadas e impenetrables<br />
cumbres, que pocas veces dejan de ser<br />
custodiadas por las nubes, insumos, materias<br />
primas y muchos otros elementos de los que<br />
depende que el trabajo en el área se pueda<br />
desarrollar con éxito.<br />
Con 15 años de experiencia, Jorge Eliécer<br />
Perdomo es uno de esos modernos arrieros<br />
que reemplazaron los sombreros por cascos<br />
y las alpargatas o las cotizas por botas punta<br />
de acero. Para él, esta es una labor en la que la<br />
práctica hace la diferencia, pues no solo se trata<br />
Es una geografía agreste, donde las opciones de movilidad son<br />
limitadas y la experiencia y pericia de los arrieros resulta clave.<br />
de sujetar las cargas y enlazar a los animales::<br />
hay que aprender a conocer su temperamento<br />
y obrar con toda la precaución para que ni uno<br />
solo de ellos falle.<br />
Se trata de articular, guiar y orientar un equipo<br />
que, a diferencia de los humanos, no tiene<br />
la capacidad de raciocinio, con el que la<br />
comunicación se da en términos diferentes y<br />
que responde solo a estímulos, lo que aumenta<br />
el grado de dificultad y automáticamente lo hace<br />
un oficio con matices de arte.<br />
Para Jorge Eliécer, en sus maniobras como arriero<br />
son varios los enemigos que enfrenta. La bruma<br />
que obstaculiza la visibilidad, la altura, la fatiga<br />
de los animales, pero en especial el clima, un<br />
aspecto que reviste la mayor atención.<br />
Con la lluvia, los caminos se hacen pantanosos,<br />
las mulas por su peso tienden a enterrarse, los<br />
desplazamientos por obvias razones se hacen<br />
más lentos y el riesgo de que la entrega no llegue<br />
a su destino hace que aumente la tensión y la<br />
ansiedad.<br />
74<br />
Son verdaderos caminos reales, en los que<br />
jamás se puede tener confianza absoluta,<br />
por más veces que por allí se haya trasegado,<br />
donde la naturaleza se muestra imponente y<br />
desafiante, y sobre los que el arriero agita su<br />
respiración, hasta tener de nuevo la posibilidad<br />
de inhalar y expirar con tranquilidad, tras llegar<br />
a su destino.<br />
Jorge Eliécer es consciente de que si su condición<br />
física se desgasta, la de los animales que están<br />
bajo su responsabilidad y se convierten en fuente<br />
de su sustento diario, aún más. Al término de los<br />
viajes, que pueden ir de cuatro a seis en los peores<br />
escenarios y de 10 a 12 cuando las circunstancias<br />
resultan ideales, la mejor recompensa para sus<br />
leales acompañantes es un merecido descanso en<br />
los potreros acompañados de una mezcla de miel,<br />
salvado y agua en abundancia.<br />
Para él, ningún animal es más especial que otro,<br />
aunque no desconoce que algunos por su edad<br />
o su contextura sobresalen al mostrar un mejor<br />
rendimiento en el campo, mayor estabilidad<br />
y fuerza. Ese es el caso de Esmeralda, quizá la
Se trata de articular, guiar y<br />
orientar un equipo que, a diferencia<br />
de los humanos, no tiene la<br />
capacidad de raciocinio, con el que<br />
la comunicación se da en términos<br />
diferentes y que responde únicamente<br />
a estímulos.<br />
75<br />
única de las mulas dentro del lote con nombre, fue<br />
atribuido a su belleza y gordura.<br />
Si bien, Jorge Eliécer Perdomo se confiesa un<br />
afortunado al no haber tenido que afrontar hasta<br />
ahora ningún accidente, sabe que ese invicto a su<br />
favor es un reto al que debe enfrentarse en cada<br />
salida. Por eso la importancia que para él tiene que<br />
los animales enfermos o lastimados guarden<br />
la debida quietud y que, antes de emprender<br />
la labor, los animales, al igual que los<br />
vehículos, sean sometidos a una exhaustiva<br />
revisión antes de ser autorizados para<br />
emprender la marcha.<br />
Como Jorge Eliécer, son hoy<br />
11 los arrieros que desfilan<br />
permanentemente por los<br />
despeñaderos, acompañados de<br />
sus recuas compuestas por entre seis y siete<br />
semovientes. Ellos no sólo hacen un trabajo que a<br />
veces en la acelerada dinámica de la cotidianidad de<br />
La Colosa tiende a hacerse imperceptible, sino que,<br />
con su sola presencia, engalanan, exaltan y colorean<br />
el paisaje, generando la sensación de quien tiene ante<br />
sus ojos la réplica de un pesebre en movimiento.
76<br />
Son cientos de actividades<br />
diarias, llenas de esfuerzo<br />
y realizadas con alegría.
CON PRECISIóN, CUIDADO EN LOS<br />
DETALLES Y ENTUSIASMO POR LA LABOR<br />
qUE SE REALIzA, ASí SE VIVE A DIARIO EN<br />
LA COLOSA.<br />
79
DISPUESTOS, COMPROMETIDOS Y DESEOSOS DE APRENDER,<br />
ASí ES NUESTRA GENTE EN LA COLOSA.<br />
80
SONRIENTES, NUESTROS COLABORADORES MIRAN UN FUTURO qUE, CON LA<br />
COLOSA, OFRECE OPORTUNIDADES DE PROGRESO PARA SUS FAMILIAS E HIJOS.<br />
83
Hecha a pulso<br />
Con su sonrisa, el rostro de Nedy Alzate evidencia que el sufrimiento,<br />
las angustias y las preocupaciones se quedaron en el pasado.<br />
Ella, como muchas de las mujeres que hacen<br />
parte del proyecto La Colosa ha tenido que<br />
cumplir con el rol de madre y padre al mismo<br />
tiempo. A diferencia de las demás, la batalla por<br />
la crianza de sus dos hijos ha tenido que darla<br />
casi completamente sola, sin la ayuda de una<br />
madre o una hermana, apenas con la voluntaria<br />
colaboración de algunas amigas y vecinas.<br />
Nedy llegó a AngloGold Ashanti Colombia hace<br />
alrededor de cinco años, cuando las dificultades<br />
económicas agobiaban su vida y amenazaban la<br />
estabilidad familiar.<br />
Inicialmente su trabajo se desarrolló en el<br />
área de servicios generales. Las jornadas para<br />
ella iniciaban a eso de las 3:30 de la mañana y<br />
terminaban sobre las 9:00 de la noche.<br />
Durante ese tiempo, los canales de<br />
comunicación con sus pequeños, que para<br />
entonces contaban con 7 y 14 años, empezaron<br />
a deteriorarse, no precisamente porque ella<br />
estuviera desinteresada en saber de su suerte,<br />
sino porque el mismo ritmo de su rutina le<br />
imposibilitaba sostener un encuentro con<br />
ellos, un diálogo profundo, o simplemente el<br />
dedicarles tiempo extra al de sus días libres.<br />
En otras ocasiones, cuando Nedy debía trabajar en<br />
el casino del campamento, sabía que pasaría días<br />
enteros sin poder verlos. En esos casos, además<br />
de esmerarse por dejar todo organizado, solía<br />
recomendarlos con algunas de sus más cercanas<br />
amigas, que se convirtieron en su familia.<br />
Aún sin adaptarse a las exigencias de la labor,<br />
pero consciente de que no podía darse por<br />
vencida por amor a Diana Marcela y Juan Camilo,<br />
sus recomendaciones y sus mensajes hacia ellos<br />
para que se comportarán bien y se concentrarán<br />
en los estudios, parecieron no surtir efecto.<br />
Las malas noticias y los rumores provenientes de<br />
sus amigas empezaron a hacerse más frecuentes.<br />
Ambos parecían andar en malos pasos y<br />
rodeados de malas compañías con las que<br />
pasaban el tiempo que no estaban en el colegio.<br />
Las alarmas se dispararon cuando el rendimiento<br />
en el colegio de los dos empeoró. Entonces,<br />
Nedy supo que era hora de tomar medidas<br />
drásticas.<br />
Fueron días de llanto entremezclados con<br />
decepción, pero también de las más puras<br />
demostraciones de temple y tenacidad.<br />
88<br />
Nedy vive agradecida por una<br />
experiencia de la que ha aprendido<br />
más de lo que había podido imaginar,<br />
una oportunidad que le ha permitido<br />
ir mejorando su nivel de vida y el de<br />
su familia.<br />
Triplicando sus esfuerzos, Nedy consiguió, como<br />
ella misma dice, recuperar poco a poco a sus<br />
hijos, hasta redireccionarlos por el camino del que<br />
nunca debieron haberse extraviado.<br />
Al término de su bachillerato, Diana Marcela<br />
hizo explícito su deseo de seguir sus estudios<br />
en contaduría. Aunque los compromisos<br />
económicos eran muchos, ajustando el cinturón
Nedy consiguió la manera de pagarlos, y con la<br />
ayuda de algunos sacerdotes obtuvo el apoyo<br />
para garantizarle alimentación y el hospedaje<br />
en Armenia.<br />
En los días en que la remesa no era lo<br />
suficientemente flexible, Diana Marcela debía<br />
hacer el sacrificio de caminar de su casa a la<br />
universidad y viceversa.<br />
La poca ropa con la que contaba y que había<br />
llevado desde Cajamarca a Armenia empezaba<br />
a quedarle chica, e incluso varios de sus<br />
pantalones se rompían al mínimo esfuerzo.<br />
Sobrepasando todos esos obstáculos, hace dos<br />
años Diana Marcela consiguió su título y en la<br />
actualidad ejerce su profesión en una entidad<br />
financiera de Cajamarca.<br />
89<br />
Entre tanto, Juan Camilo inició sus estudios<br />
en Educación Física, los mismos que decidió<br />
suspender por un semestre para trabajar y<br />
conseguir el dinero necesario para alivianar<br />
en parte las cargas de su madre, quien está<br />
terminando de pagar la casa familiar.<br />
Hoy él se desempeña como auxiliar de<br />
perforación, mientras Nedy cumple con otra<br />
valiosa misión dentro del proyecto: es una de las<br />
tres integrantes del equipo responsable del centro<br />
de acopio, donde se clasifica y se da trasladado<br />
a los residuos sólidos que se producen en la<br />
compañía, pensando en disminuir el impacto<br />
ambiental.<br />
Agradecida por una experiencia de la que ha<br />
aprendido más de lo que había podido imaginar,<br />
de una oportunidad que le ha permitido ir<br />
mejorando su nivel de vida y el de su familia, Nedy<br />
no puede contener las lágrimas al recordar como<br />
en la intimidad de su hogar hoy “sus muchachos”,<br />
los mismos por los que lo ha dado todo y estaría<br />
dispuesta a dar más, la abrazan y entre caricias<br />
reconocen su esfuerzo, su entereza, su capacidad<br />
incansable de trabajo y todos esos llamados<br />
de atención que tanto le costaron; recuerdos<br />
agridulces, de los que queda como lección que<br />
una madre siempre está dispuesta a dar hasta el<br />
último aliento por lo mejor para los suyos.
Un alto en el camino
La proximidad del mediodía marca otro<br />
momento en la dinámica del campamento<br />
base, pero también en esos recónditos<br />
lugares de la montaña donde, imperceptible,<br />
personal de las áreas social, operaciones,<br />
ambiental, geología, minas, infraestructura e<br />
ingeniería cumple con sus funciones.<br />
A las 12 del día, las pocas almas que como<br />
diminutos puntos amarillos logran verse desde<br />
lo más alto de la montaña se congregan en<br />
torno a áreas comunes. En calma, cada uno de<br />
ellos va hasta el lugar en el que permanecen sus<br />
objetos personales, y de las mochilas, bolsos,<br />
Un alto en el camino<br />
Un momento del día para descansar y reír... un momento<br />
para compartir y olvidarse de los problemas.<br />
maletines o tulas extraen aquellos tradicionales<br />
portacomidas, que las abuelas llamaban de<br />
‘varios pisos’; recipientes plásticos, termos y<br />
caramañolas, preparándose para el que pareciera<br />
ser un gran banquete.<br />
Como es apenas obvio, la comida de aquellos<br />
hombres y mujeres cuya actividad demanda un<br />
mayor desgaste físico, en volumen no puede<br />
ser poca; sin embargo, es un momento para<br />
compartir. Los menús son tan diversos como<br />
provocativos: en cada uno de estos platos se<br />
ve reflejado el amor y el consentimiento de las<br />
esposas (para el caso del personal masculino)<br />
pero también las habilidades y destrezas en el<br />
arte culinario de nuestras mujeres.<br />
En estos improvisados comedores no hay lugar<br />
para el recato ni la etiqueta, por eso los trueques<br />
fácilmente pueden hacerse a ‘mano limpia’, lo<br />
importante es satisfacer el paladar y saciar uno<br />
que otro antojo.<br />
Estos son también almuerzos de trabajo, en los<br />
cuales entre amigos se comparten vivencias,<br />
problemas familiares, se brindan consejos o se<br />
abre espacio para el postre con una bien llevada<br />
terapia de la risa.<br />
EL MEDIODíA MARCA UN MOMENTO ESPECIAL PARA EL PROYECTO. EN TERRENO,<br />
CAMPAMENTO, O CASA STAFF, SE HACE UN ALTO PARA COMPARTIR ALIMENTOS E HISTORIAS.<br />
92
Aunque un espacio como este todos quisieran<br />
tenerlo al lado de los suyos, ellos saben que<br />
es en estos campos donde pasan la mayor<br />
parte del tiempo, y que sus compañeros<br />
y compañeras también hacen parte de su<br />
familia. La distancia de casa se compensa con<br />
una conexión mística entre cada cucharada<br />
que se lleva a la boca, el sazón de casa y los<br />
aromas que, sin moverse del lugar en el que<br />
se encuentran, terminan transportándolos a la<br />
intimidad de sus hogares.<br />
94<br />
Es también en este instante del día cuando<br />
quedan en evidencia la variedad de estilos y<br />
personalidades. Aunque para algunos puedan<br />
parecer retraídos, tímidos o hasta gruñones,<br />
hay trabajadores para quienes el almuerzo es un<br />
ritual, por eso prefieren hacerlo en solitario y casi<br />
que en actitud reflexiva, sin emitir ningún juicio<br />
ni conversar con nadie.<br />
Y como en almuerzo que se respete no pueden<br />
faltar los chascarrillos, hay que ver la larga lista
Entre amigos se comparten<br />
vivencias, problemas familiares,<br />
se brindan consejos o se abre<br />
espacio para el postre.
96<br />
de episodios simpáticos de quienes, ansiosos<br />
por comer, se han encontrado con la sorpresa<br />
de que los cubiertos se quedaron en casa o los<br />
rostros para fotografía de las auxiliares que en el<br />
agite diario de la madrugada confunden azúcar<br />
con sal a la hora de endulzar las bebidas.<br />
Ese ambiente de colegas, de cercanía, de<br />
proximidad entre todos, es el que hace que<br />
aunque sus alimentos no consigan conservarse<br />
en caliente, se aderecen con el calor humano<br />
que cada uno le pone al encuentro meridiano.<br />
En el casino, entretanto, el chef y los auxiliares<br />
de cocina de Service & Meals desde muy<br />
temprano hacen lo necesario para que sus<br />
comensales se sientan a gusto y reciban<br />
alimentos balanceados, frescos y calientes.<br />
Si bien algunos viejos conocidos, amigos o<br />
compañeros de área se citan o encuentran para<br />
tomar los alimentos, son también muchos otros<br />
los que en silencio y de manera automática<br />
descargan su casco y pertenencias en la larga<br />
barra que encuentran al ingreso, toman su<br />
bandeja, registran la toma del servicio, organizan<br />
el menú y van en busca de un espacio en las<br />
mesas para sentarse única y exclusivamente a lo<br />
que van.
COMO EN ALMUERzO qUE SE RESPETE, NO PUEDEN FALTAR LOS CHASCARRILLOS. HAY qUE<br />
VER LA LARGA LISTA DE EPISODIOS SIMPáTICOS DE qUIENES ANSIOSOS POR COMER SE HAN<br />
ENCONTRADO CON LA SORPRESA DE qUE LOS CUBIERTOS SE qUEDARON EN CASA...<br />
97<br />
Otro tanto sucede en Cajamarca, en la Casa Staff<br />
1, donde los equipos de Comunidades, algunos<br />
de SISO, otros de ambiental, varios de logística<br />
y los que vienen de Bogotá, suelen tomar su<br />
almuerzo. Pausa obligada para conversar, ponerse<br />
al día sobre el proyecto, la familia o los avances<br />
de otros proyectos de la Compañía.<br />
Cuando el estómago está lleno o el fondo de<br />
los platos queda expuesto, hay una pequeña<br />
pausa para la digestión, un corto monólogo<br />
para pedir permiso, desear buen apetito a<br />
los acompañantes y retirarse, bien hacia el<br />
alojamiento, donde se toma un pequeño receso,<br />
o simplemente a retomar las actividades.<br />
En el campo también hay unos minutos para el<br />
descanso, para relajar los músculos o consentir<br />
la espalda, antes de que -sin que nadie lo diga-<br />
todos al unísono se levanten con disciplina y<br />
actitud a ocuparse de sus asuntos.
EN ESTOS IMPROVISADOS COMEDORES NO HAY LUGAR PARA EL RECATO NI LA ETIqUETA, POR<br />
ESO LOS TRUEqUES FáCILMENTE PUEDEN HACERSE A ‘MANO LIMPIA’, LO IMPORTANTE ES<br />
SATISFACER EL PALADAR Y SACIAR UNO qUE OTRO ANTOJO.<br />
99
Para gran parte de nuestros hombres y mujeres en<br />
campo, cumplir con su actividad diaria implica no<br />
solo la inversión de esfuerzos físicos y mentales.<br />
A la par con el de ellos está el sacrificio de las<br />
familias, muchas de las cuales han tenido que<br />
modificar sus horarios y rutinas para hacer que las<br />
cosas en casa funcionen de la mejor manera.<br />
Ana Milena Salazar se desempaña desdehace<br />
siete meses como auxiliar de campo. Su<br />
labor se concentra en el mantenimiento<br />
de vías, trinchos, gaviones, canalizaciones,<br />
señalizaciones y carga.<br />
Un día normal para ella comienza entre las tres<br />
y las cuatro de la mañana. En medio del intenso<br />
frío matutino que penetra por entre las paredes<br />
y empaña las superficies de cristal, un primer<br />
bombillo se enciende dentro de su vivienda<br />
ubicada en predios de la vereda Rincón Placer.<br />
Después de hacer las cobijas a un lado y<br />
procurando hacer el menor ruido posible, Ana<br />
Milena se dirige hacia la ducha. En el camino se<br />
detiene en la cocina para encender los fogones,<br />
iniciar la preparación los alimentos del día y<br />
cerciorarse de tener una bebida caliente al salir<br />
de la ducha.<br />
El baño no se prolonga, y es apenas<br />
comprensible. Pasar más de lo debido bajo un<br />
chorro a temperaturas realmente bajas, incluso<br />
para quienes, como ella, son nativos de la región,<br />
puede terminar en hipotermia.<br />
Con su uniforme listo, y mientras toma una<br />
cargada taza de café, Ana Milena dispone todo<br />
lo necesario para que el desayuno y el almuerzo<br />
estén listos al mismo tiempo.<br />
Cuando aromas a especias y frituras se posan<br />
en el ambiente, transportadas por el vapor<br />
que emana de ollas y cacerolas, apenas queda<br />
tiempo para ingerir los primeros alimentos<br />
del día, empacar los que ayudarán a saciar el<br />
apetito cuando el sol raye en el meridiano, dejar<br />
la comida lista para su hija, echar un vistazo<br />
a que todas las cosas que necesita para ir al<br />
colegio estén a la vista, tomar sus elementos de<br />
protección personal y emprender el camino.<br />
Para cuando Yessica Alejandra Rodríguez<br />
comienza el día, Ana Milena, su madre, le lleva<br />
una larga ventaja. Como en los cuentos de<br />
hadas, esta jovencita de 13 años encuentra todo<br />
perfectamente dispuesto para que su amanecer<br />
comience con el pie derecho. Ana Milena procura<br />
que no deba esforzarse demasiado con los<br />
quehaceres de la casa, sin embargo, es exigente en<br />
el cumplimiento de sus compromisos académicos.<br />
No siempre las cosas han estado en este nivel de<br />
armonía. Al principio, Ana Milena admite que la<br />
experiencia resultó dura y aleccionante.<br />
Contra reloj<br />
Desde las tres o cuatro comienza el día de Ana Milena, una mujer que, como muchas<br />
en el proyecto, hace a diario acopio de fuerzas para su doble rol de madre y trabajadora.<br />
100
El primer factor que esta cajamarcuna, amante<br />
del baile y la rumba, tuvo que aprender a<br />
dominar fue el manejo del tiempo.<br />
No en pocas oportunidades, los planes del<br />
menú para el almuerzo se redujeron a la mitad, ni<br />
resultaron pocas las ocasiones en las que, al salir<br />
de casa, se quedaron las cucharas y hasta parte<br />
de los elementos de trabajo.<br />
A fuerza de aprendizajes como este, Ana Milena<br />
logró controlar cada minuto, y hasta superar sus<br />
propios récords, al punto de que hoy termina sus<br />
tareas con suficiente antelación.<br />
Las despedidas habituales en<br />
otros casos, para ellas resultan<br />
más bien ocasionales, aunque los<br />
saludos al término de la jornada<br />
sí son infaltables.<br />
A la hora del regreso, trata siempre de<br />
desembarcar y dirigirse a casa. quince minutos<br />
de camino a pie desde la carretera principal hasta<br />
su casa la separan del momento más esperado<br />
de la jornada: el reencuentro, compartir unas<br />
horas al lado de su pequeña.<br />
Este tiempo es aprovechado para despejar<br />
algunas dudas, hacer consultas pendientes,<br />
revisar tareas y trabajos e inmediatamente<br />
empezar a preparar todo para el siguiente día.<br />
Aunque Yessica Alejandra pasa la mayor parte del<br />
día sin la compañía de su mamá, los abuelos y su<br />
101<br />
tía se han convertido en la mano derecha para<br />
que la crianza, con las complicaciones normales,<br />
llegue a feliz término.<br />
Siendo aún una niña en etapa de<br />
preadolescencia, Ana Milena tiene la tranquilidad<br />
y el orgullo de que su hija haya alcanzado hoy<br />
un grado de madurez que, sin duda, debe a las<br />
circunstancias de la vida.<br />
Yessica es consciente de que, a diferencia de<br />
sus compañeras y amigas, nadie va ejercer<br />
presión para que cumpla con sus deberes.<br />
Sin embargo, la entrega de su madre, ese<br />
compromiso diario y desinteresado, el<br />
esfuerzo que de sol a sol hace para tratar<br />
de brindarle mejores posibilidades, son un<br />
aliciente, el reactor que la impulsa a esforzarse<br />
para compensar a Ana Milena con buenos<br />
resultados en el colegio, que a su vez se<br />
traducen en satisfacciones para ella.<br />
Esta relación familiar, abierta, moderna, libre y<br />
alimentada por la confianza, los compromisos<br />
y las responsabilidades personales, tiene sus<br />
espacios para el consentimiento, y el afecto<br />
mutuo.<br />
Los fines de semana Ana Milena no sólo<br />
aprovecha para ponerse al día con aquellas<br />
tareas domésticas acumuladas en la semana, la<br />
prioridad para esta madre está en dedicarle el<br />
tiempo necesario a Yessica Alejandra. Salir, hacer<br />
planes juntas, conversar como amigas de temas<br />
de mujeres y, por qué no, hacer compras.<br />
Es la recompensa más valiosa a semanas de<br />
resignadas ausencias, una recompensa que<br />
Ana Milena está segura no podrían disfrutar si,<br />
como hasta antes de su vinculación a AngloGold<br />
Ashanti, sus ingresos siguieran dependiendo de<br />
las labores de escogencia de frijol en bodegas<br />
mayoristas de Cajamarca o de la venta de<br />
productos por catálogo, actividades a las que se<br />
dedicaba.
Al caer la tarde
Algunas de las tareas que el personal<br />
desarrolla durante las primeras horas del<br />
día se repiten o continúan, siguiendo un<br />
ciclo que pareciera no tener fin.<br />
Cuando se observa con detenimiento el<br />
funcionamiento de la compañía, una de las<br />
cosas que mayor interés suscitan es la forma en<br />
la que se logran articular los esfuerzos de unos<br />
con otros, una concatenación casi perfecta, un<br />
modelo de lo que significa trabajar en equipo.<br />
Si bien desde cada área se defiende con orgullo el<br />
esfuerzo adelantado, es evidente que cada tarea<br />
Al caer la tarde<br />
Las tardes en La Colosa no son menos intensas que las mañanas,<br />
y tal como estas, tienen sus momentos característicos.<br />
que se emprende tiene un impacto, y desde lo<br />
poco o lo mucho se ve reflejado en la meta final.<br />
Aunque es una de las áreas más visibles del<br />
proyecto, pocas veces las personas se detienen<br />
a pensar que su trabajo resulta posible por los<br />
esfuerzos de quienes han estado detrás mucho<br />
antes, o que inclusive el desayuno o el almuerzo<br />
del día están a tiempo porque las coordinaciones<br />
logísticas lo han permitido.<br />
Dentro de la multiplicidad de acciones que<br />
dependen de este brazo del proyecto, el<br />
suministro de insumos y materiales, al igual que<br />
su desplazamiento a diferentes puntos, es de los<br />
que demanda mayor precisión y agilidad.<br />
Si bien en las bodegas, tanto de Cajamarca como<br />
del campamento base, las tardes se utilizan<br />
principalmente para revisar los pedidos y ajustar<br />
los itinerarios del día siguiente, el movimiento<br />
de vehículos y otros medios de transporte, como<br />
el mular, es permanente. Pareciera un cuadro<br />
extraído de una novela de García Márquez, pero<br />
así es ese realismo mágico, que permite ver en<br />
un mismo escenario por un lado cargadores,<br />
camionetas y pequeños furgones último modelo<br />
transportando toda suerte de elementos, y por<br />
CUANDO SE OBSERVA CON DETENIMIENTO EL FUNCIONAMIENTO DE LA COMPAñíA, UNA DE<br />
LAS COSAS qUE MAYOR INTERÉS SUSCITAN ES LA FORMA EN LA qUE SE LOGRAN ARTICULAR<br />
LOS ESFUERzOS DE UNOS CON OTROS, UNA CONCATENACIóN CASI PERFECTA, UN MODELO<br />
DE LO qUE SIGNIFICA TRABAJAR EN EqUIPO.<br />
104
106
otro, recuas enteras de mulas, dirigidas por<br />
emblemáticos arrieros, preparando la carga para<br />
emprender el camino hacia aquellos sitios donde<br />
la celosa topografía aún le sigue ganando el pulso<br />
a la mano del hombre.<br />
Estos insumos y las materias primas, así como<br />
el personal que avanza en las investigaciones y<br />
en la recolección de muestras, no conseguirían<br />
llegar a tiempo hasta los puntos más elevados<br />
y distantes de la montaña, sin el compromiso<br />
y la regurosidad de áreas como SISO, control<br />
de riesgos, operaciones y logística, por citar<br />
algunas.<br />
Los de control de riesgos son como ‘ángeles<br />
de la guarda’ que, sin ser visibles, tienen una<br />
misión específica que cumplir: lograr que todo<br />
el mundo pueda ejecutar su tarea, concentrado<br />
en las preocupaciones propias de su oficio, y sin<br />
el temor o la zozobra de que algo malo pueda<br />
sucederles.<br />
Ellos son uno y mil ojos, presentes aquí y allá,<br />
tratando de cubrir cada espacio, dentro o fuera<br />
del terreno para que al salir al campo, el personal<br />
pueda hacerlo con el más bajo nivel de riesgo y<br />
la certeza de que regresarán a casa de la misma<br />
forma en que partieron.<br />
Cada tarea tiene<br />
un impacto, el cual se<br />
refleja en la meta final.<br />
Los monitoreos son apoyados por personal<br />
militar en la zona montañosa, y en carretera por<br />
recorredores viales, hombres que abordo de<br />
sus motos informan situaciones sospechosas<br />
que en términos de seguridad personal puedan<br />
exponer a propios y visitantes, y están al tanto<br />
de accidentes, bloqueos y deslizamientos,<br />
episodios muy frecuentes en la región.<br />
Y mientras los responsables de control de<br />
riesgo le abren paso a la compañía y a sus<br />
representantes en el campo desde el anonimato,<br />
los integrantes del equipo social le ponen el<br />
107
108<br />
pecho a la brisa, para obrar como empíricos<br />
relacionistas públicos, en quienes la credibilidad,<br />
como en antiguos tiempos, aún está en el poder<br />
de la palabra.<br />
Los líderes sociales, por lo general, son<br />
personas que se precian de tener un alto nivel<br />
de aceptación entre las comunidades a las que<br />
se necesita llegar: reducir la resistencia ante la<br />
solicitud de un permiso o el anuncio de una visita,<br />
resulta mucho más fácil cuando es el vecino, el<br />
amigo o el compadre quien toca a la puerta de<br />
la finca, comparte una taza de café y se toma el<br />
tiempo para explicar, con lujo de detalles y en<br />
un lenguaje simple y coloquial, el propósito de<br />
cada operación, hasta lograr el convencimiento<br />
acompañado de un gesto de aceptación.<br />
En el campo, el pueblo, la carretera, la ciudad,<br />
o incluso en el campamento base del proyecto,<br />
transcurren 24 largas y agitadas horas en las que
la seguridad, la responsabilidad, la exigencia en<br />
el cumplimiento del deber y el compromiso se<br />
funden en uno solo.<br />
Y esto da origen a un nuevo valor, que tiene un<br />
precio mucho más alto que el oro: el orgullo<br />
que significa hacer parte de la familia Anglogold<br />
Ashanti Colombia. Un sentimiento que<br />
comparten el auxiliar de campo, el fontanero, el<br />
líder social, el conductor, el supervisor SISO, el<br />
ayudante de bodega, el bolivariano, el ingeniero,<br />
la camarera, el auxiliar de cocina, el perforista,<br />
el chef, el geólogo, el arriero, el topógrafo, el<br />
profesional, el técnico, el especialista y el guarda<br />
de seguridad que, al caer la tarde, se dispone<br />
con paso firme a arriar la bandera que ondea<br />
despidiéndose de la montaña, mientras aguarda<br />
que el trinar de las aves anuncie el amanecer y el<br />
momento de que el estandarte que los abriga a<br />
todos vuelva a izarse hasta estar de nuevo en el<br />
punto más alto.<br />
109
110
EN EL CAMPO, EL PUEBLO, LA CARRETERA, LA CIUDAD O INCLUSO EN EL CAMPAMENTO BASE<br />
DEL PROYECTO, TRANSCURREN 24 LARGAS Y AGITADAS HORAS, EN LAS qUE LA SEGURIDAD,<br />
LA RESPONSABILIDAD, LA ExIGENCIA EN EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER Y EL COMPROMISO SE<br />
FUNDEN EN UNO SOLO.<br />
111
Sobre el terreno<br />
Luis Gabriel Hurtado Pérez es una de esas figuras<br />
que hace la diferencia, y desde hace tres años<br />
hace parte de la familia AngloGold Ashanti<br />
Colombia.<br />
Topógrafo, graduado de la Universidad del<br />
quindío, Luis Gabriel aún recuerda sus épocas<br />
de colegio, esas en las que llega la hora de pensar<br />
en el futuro, soñar y tomar decisiones.<br />
Para entonces sus preferencias estaban puestas<br />
en la Ingeniería Civil, sin embargo, por esas cosas<br />
de la vida terminó apostándole a la Topografía<br />
una profesión que en poco tiempo despertó su<br />
gusto y que luego se convirtió en pasión.<br />
Sus habilidades en el oficio, su sentido de<br />
responsabilidad, su ingenio y el deseo de<br />
proponer siempre alternativas nuevas, no<br />
tardaron en abrirle puertas y oportunidades.<br />
Aún siendo un novato, recién graduado, Hurtado<br />
empezó a construir su historia. Sus primeros<br />
trabajos fueron en tierras quindianas, luego las<br />
oportunidades se trasladaron a Santa Marta,<br />
Barranquilla y los Llanos Orientales<br />
Con una hoja de vida que muchos profesionales<br />
de área más veteranos envidiarían, un día Luis<br />
Gabriel conoció por correo electrónico de la<br />
112
Luis se siente complacido por hacer<br />
parte de un equipo en el cual el<br />
diálogo y las opiniones cuentan, donde<br />
las ideas, por locas que parezcan,<br />
son escuchadas y bien recibidas.<br />
existencia de una oferta laboral sobre la que<br />
no se adjuntaban mayores detalles. A pesar de<br />
ello decidió enviar su currículo y en respuesta<br />
recibió la citación a una entrevista a la que,<br />
paradójicamente, no pudo asistir.<br />
Resignado a su suerte, pero esperanzado en<br />
una segunda oportunidad, Hurtado optó por<br />
comunicarse telefónicamente. Después de<br />
las explicaciones y las excusas debidas, fue<br />
convocado una vez más. Así se empezó a escribir<br />
su capítulo en la que, sin titubeos, él considera<br />
hoy como la mejor de las empresas.<br />
De un lado se siente complacido por hacer<br />
parte de un equipo en el cual el diálogo y las<br />
opiniones cuentan, donde las ideas, por locas<br />
que parezcan, son escuchadas y bien recibidas;<br />
un grupo humano del que siempre hay algo más<br />
que aprender y con el que se puede contar para<br />
trabajar en unidad.<br />
Por otro lado, para él cada día en el campo,<br />
respirando aire puro, sintiendo el aroma de los<br />
árboles y disfrutando de un clima en el que<br />
siempre había deseado trabajar, son un regalo del<br />
que hay que obtener el mejor provecho.<br />
Eso para no hablar de la enorme responsabilidad<br />
que reviste la labor que realiza al lado de sus<br />
Luis Gabriel Hurtado trabaja hace 3 años<br />
en la que, para él, es la mejor de las empresas.<br />
cuatro colegas y de los auxiliares de campo<br />
asignados a obras civiles: un área que, asegura,<br />
sirve de base a muchas otras, que se convierte<br />
en columna vertebral dentro del proyecto al<br />
involucrar el levantamiento de líneas, el diseño y<br />
montaje de plataformas y el trazado de vías, en<br />
el que no puede haber cabida para los errores o<br />
las equivocaciones.<br />
Cuando de debilidades hay que hablar, solo dos<br />
cosas llegan instantáneamente a la cabeza de Luis<br />
Gabriel. Lo primero: las extensas travesías por las<br />
que ha tenido que pasar para ejecutar su tarea,<br />
dejando atrás hasta cuatro horas de camino, y<br />
la lejanía de su familia. Hace dos años, los fines<br />
de semana son los momentos más felices en el<br />
calendario: se quita las botas, se desconecta de su<br />
realidad y se pone los zapatos de padre, un rol que<br />
le emociona, le divierte y le conmueve.<br />
Los días libres se entregan de lleno a compartir<br />
cada minuto, cada segundo; son un afanoso<br />
intento por recuperar el tiempo perdido.<br />
Las salidas familiares al parque son uno de esos<br />
momentos infaltables que le proporcionan<br />
mayor goce, disfrute y placer.<br />
Sin embargo, el tiempo al lado de la gente que se<br />
quiere pasa a la misma velocidad que una estrella<br />
113<br />
fugaz, por eso cuando Hurtado se percata,<br />
como en el despertar de un sueño, ya es hora de<br />
regresar al trabajo.<br />
Sin duda como padre amoroso y abnegado<br />
siente en el alma no poder ver crecer a su<br />
pequeño con lujo de detalle, presenciar sus<br />
avances, sus primeros pasos, sus palabras. Es un<br />
sacrificio que soporta, y que procura amortiguar<br />
con una comunicación frecuente, sabiendo que,<br />
desde donde está, labra el camino para que su<br />
hijo y su familia puedan tener un mañana con<br />
menos necesidades y más oportunidades.
114<br />
El orgullo que significa<br />
hacer parte de la familia<br />
AngloGold Ashanti Colombia<br />
es un sentimiento que<br />
comparte todo el personal.
115
EL áREA AMBIENTAL CUMPLE UN PAPEL qUE PODRíA DEFINIRSE COMO EL DE SISTEMA<br />
INMUNOLóGICO DEL PROYECTO.<br />
116
LOS RESPONSABLES DE CONTROL DE RIESGO SON COMO áNGELES DE LA GUARDA qUE, SIN<br />
SER VISIBLES, AYUDAN A qUE TODOS CUMPLAN SU TAREA SIN OTRAS PREOCUPACIONES.<br />
117
EN LAS BODEGAS DE NúCLEOS SE ORDENA, REVISA, ALMACENA, ESTUDIA Y ENVíA EL<br />
MATERIAL ExTRAíDO POR LOS PERFORISTAS Y TRANSPORTADO POR LOS BOLIVARIANOS.<br />
118
119
120<br />
EL DíA AVANzA ENTRE CIENTOS DE<br />
PEqUEñAS TAREAS qUE FLUYEN AL<br />
UNíSONO EN UNA MELODíA qUE CADA<br />
EqUIPO CONOCE... E INTERPRETA.
121
122
UNO A UNO, EL TRABAJO DE qUIENES HACEN PARTE DEL PROYECTO SE SUMA<br />
Y AYUDA A ALCANzAR LOS OBJETIVOS.<br />
123
124
EL TRABAJO EN EqUIPO ES LA RUEDA qUE PERMITE A LA COLOSA<br />
AVANzAR DIARIAMENTE Y CON PRECISIóN.<br />
125
El veterano<br />
A sus 59 años de edad, Eparquio Elí Suárez,<br />
disputa, al lado de muy pocos, un título que<br />
muchos quisieran tener: ser el más veterano<br />
del proyecto La Colosa, no sólo por su edad,<br />
sinónimo de sabiduría y experiencia, sino por el<br />
tiempo al servicio de la compañía.<br />
Hace cinco años, el esfuerzo de este hombre,<br />
sumado al de otro grupo de cajamarcunos,<br />
hizo posible alcanzar el primero de los grandes<br />
desafíos: abrir paso por la quebrada topografía<br />
de la región a una vía de acceso hacia la zona<br />
donde hoy se levanta el campamento base del<br />
proyecto. Desafiaron las inclemencias del clima,<br />
dejaron cada día el último aliento, derramando<br />
la última gota de sudor, antes de volver a casa y<br />
regresaron para iniciar otro duro día de trabajo.<br />
Pero las manos de Eparquio Elí no solo<br />
contribuyeron a abrir paso al desarrollo. En las<br />
páginas de la historia del proyecto, su nombre<br />
también quedará inscrito como uno de los<br />
pioneros en la construcción de la primera<br />
plataforma, desde donde se adelantaron<br />
procesos de perforación. Hoy recuerda de esa<br />
experiencia aprendizajes tan valiosos como el<br />
cuidado del agua, algo que nunca antes había<br />
tenido en cuenta en su largo tiempo dedicado a<br />
la agricultura.<br />
Llegó muy temprano al proyecto y su compromiso sigue creciendo.<br />
Hace 5 años Eparquio Elí hace parte de la familia del proyecto La Colosa.<br />
Si bien el trasegar por la vida durante casi seis<br />
décadas ha dejado huellas, Eparquio Elí sigue<br />
siendo un personaje vigoroso, dispuesto, igual<br />
de consagrado a su labor como el primer día y<br />
quizás aún más, porque, sin llegar a pensarlo, en<br />
los últimos años su labor más que cualquier cosa<br />
se ha convertido en la materialización de una de<br />
sus mayores pasiones: la jardinería.<br />
Tras el estereotipo del campesino rudo y hecho<br />
para soportar largas jornadas, desarrollar la<br />
fuerza o desafiar el clima, a los 16 años le surgió<br />
espontámente una afición por el cuidado y la<br />
conservación de plantas, especialmente flores;<br />
tarea que, contrario a lo que muchos creen, exige<br />
dedicación, cuidado y una capacidad especial<br />
que otros llamarían ‘don’, para hacer de los frutos<br />
de la naturaleza obras de arte, con las que se<br />
embellece, se alegra y se roban sonrisas.<br />
Esa creatividad de su pasatiempo, del que conoció<br />
en una finca del quindío, floreció entre cascos,<br />
botas, mulas, asadones y maquinaria pesada, casi<br />
al tiempo que siendo auxiliar de campo en el área<br />
ambiental, fundaba el centro de acopio para la<br />
recolección de residuos sólidos.<br />
En ese entonces, Eparquio Eli empezó a<br />
aprovechar el tiempo libre para sembrar un<br />
126<br />
improvisado jardín, que en poco tiempo<br />
logró cautivar las miradas de un grupo de<br />
extranjeros de visita en la zona, quienes, en<br />
idiomas totalmente desconocidos para él, lo<br />
alentaron a expandir su obra hacia otros sitios<br />
del proyecto.<br />
Hoy por hoy, con el guiño de la compañía, y con<br />
un esmero digno de todos los reconocimientos,<br />
son 15 los jardines a su cuidado, forjados con<br />
especies que él mismo consigue, cambia con sus<br />
compañeros, trae desde casa e incluso con el<br />
resultado de injertos que se han dado de manera<br />
natural, para obtener nuevas variedades en<br />
formas y colores.<br />
Sandinarias en siete tonos diferentes, azucenas,<br />
lirios, gladiolos, cartuchos, margaritas, claveles,<br />
geranios, novios, astromelias y rosas, sumadas a<br />
una huerta de plantas medicinales, hacen parte<br />
de la colección.<br />
Cada día desde las 8:00 de la mañana y hasta<br />
las 4:30 de la tarde, ‘el jardinero’ de La Colosa,<br />
recorre sus plantaciones, elimina la maleza, retira<br />
hojas y pétalos en mal estado, siembra nuevas<br />
semillas o trasplanta los cogollos que llegan a<br />
su poder y que, como él mismo dice sin tener<br />
una explicación científica, ‘pegan’, germinan y
Eparquio Elí Suárez<br />
sigue siendo un personaje<br />
vigoroso, dispuesto, igual<br />
de consagrado a su labor<br />
como el primer día.<br />
127<br />
florecen con gran facilidad, al punto de tener el<br />
récord de que ni uno solo de ellos ha muerto.<br />
Es una función cargada de emociones, en las que<br />
unos días se sonríe y se alegra al ver los retoños<br />
florecientes, y en otras hay disgustos por ver las<br />
plantas afectadas por acción de insectos y otro<br />
tipo de animales, o destruidas por la mano del<br />
hombre.<br />
Lo cierto es que, sin utilizar ninguna sustancia<br />
diferente a los abonos orgánicos que le<br />
proporciona la empresa, pero eso, sí aplicando<br />
elevadas dosis de amor y pasión a su labor,<br />
que aunque solitaria disfruta al máximo,<br />
este cajamarcuno sólo espera con ansias su<br />
recompensa: esa que llega casi siempre en los<br />
primeros días de enero, cuando casi todas las<br />
especies florecen al mismo tiempo, regalándole<br />
a propios y visitantes un espectáculo sinigual,<br />
que en el infinito verde de los encumbrados<br />
cerros vale la pena detenerse a disfrutar,<br />
que oxigena los convulsionados días<br />
de trabajo pesado en La Colosa,<br />
que ayuda a olvidar los problemas,<br />
que reconforta y anima en los<br />
momentos de flaqueza emocional.
128
A PIE O EN MULA, SOLOS O EN DúO, EL DíA TRANSCURRE EN LA COLOSA<br />
Y SE CUMPLEN UNA A UNA LAS TAREAS ASIGNADAS.<br />
129
130
EN UN PAISAJE qUE qUITA EL ALIENTO SE DESARROLLA EL PROYECTO LA COLOSA,<br />
CON LA PARTICIPACIóN DE MILES DE MANOS.<br />
131
132
133
134
CADA VEz SON MáS LAS MUJERES qUE HACEN PARTE DE LA GRAN FAMILIA DEL PROYECTO LA<br />
COLOSA. ELLAS ESTáN EN GEOLOGíA, OPERACIONES, LOGíSTICA, AMBIENTAL, SOCIAL, SISO...<br />
¡EN CADA áREA!<br />
135
NO IMPORTA CUáNTO TRABAJO HAYA, CUáN GRANDE SEA EL RETO O CUáN DIFíCIL EL<br />
CAMINO, EN LA COLOSA SIEMPRE HAY UN MOMENTO PARA COMPARTIR, PARA SONREíR.<br />
136
137
CIENTOS DE ROSTROS ALEGRES, DISPUESTOS, COMPROMETIDOS, qUE SABEN qUE ESTáN<br />
CONSTRUYENDO FUTURO, HABITAN DíA A DíA LA COLOSA.<br />
138
139
PARA CAMINAR POR LAS ESCARPADAS MONTAñAS DEL PROYECTO Y EVITAR LESIONES Y<br />
ACCIDENTES, ESTE AñO TUVIMOS ENTRENAMIENTO EN TÉCNICAS DE MONTAñISMO, DE<br />
SALVAMIENTO Y RESCATE, Y USO DE ELEMENTOS COMO CUERDAS, NUDOS, AMARRES Y<br />
DEMáS, qUE AYUDAN EN LA PROTECCIóN PERSONAL.<br />
140
141
“Q’ hubo, viejo”<br />
Jorge Ovidio es el más raizal de los habitantes de<br />
la vereda La Luisa, conocedor de la historia minera<br />
de la región y heredero de una estirpe de gentes<br />
amables, inquietas y entregadas al servicio.<br />
La finca donde vive lleva el mismo nombre de<br />
la vereda en la que José Abelardo Matallana, su<br />
padre, creció y desarrolló un meritorio trabajo<br />
comunitario, que él ha sido el encargado de<br />
preservar, para que el olvido no termine por<br />
borrar esas huellas.<br />
Para Jorge, trabajar en favor de sus vecinos,<br />
por las necesidades de la vereda y en pro<br />
del mejoramiento de las condiciones de la<br />
comunidad se ha convertido en una obsesión,<br />
herencia de sus mayores, y producto de las<br />
lecciones acumuladas desde la infancia.<br />
Ese liderazgo le mereció a este hombre el<br />
reconocimiento como presidente de la Junta<br />
de Acción Comunal, dignidad que ostenta hace<br />
ya varios años y con la que ha afianzado las<br />
relaciones, la confianza y la cercanía a su gente.<br />
Si bien en sus 56 años de vida Matallana ha<br />
estado siempre ligado a las actividades del<br />
Ese es el sonoro y entonado saludo con el que a la distancia,<br />
en cualquier sitio de Cajamarca, se advierte la presencia de Jorge Ovidio Matallana.<br />
campo, y hoy aún cuenta con algunas hectáreas<br />
de cultivos y animales, desde hace cuatro<br />
años este campesino hace parte de la familia<br />
AngloGold Ashanti Colombia.<br />
El rol que cumple en de la compañía es sin<br />
duda uno importante, y no alcanza a definirlo<br />
su cargo de líder social: es ‘el embajador’ de La<br />
Colosa.<br />
Su tarea primordial es lograr los acercamientos<br />
de familias de la región de influencia al proyecto,<br />
finqueros y hacendados, para facilitar el acceso<br />
de los equipos de profesionales que, desde<br />
diferentes áreas, adelantan trabajo de campo,<br />
especialmente para el levantamiento de análisis<br />
y estudios técnicos.<br />
Jorge Ovidio es también un pedagogo: en sus<br />
extensos recorridos dialoga y explica con claridad<br />
en qué consisten las tareas a realizar, empleando<br />
para ello un lenguaje de fácil comprensión que<br />
tranquiliza y convierte.<br />
Padre de siete hijos en varios matrimonios, cinco<br />
de ellos propios y dos más de crianza, según<br />
sus palabras, está claro que la vida de Matallana<br />
142<br />
no se limita a las fronteras de su parcela,<br />
sino que está más allá: en el espeso verde<br />
de las montañas, en la trocha, en las alturas<br />
custodiadas por la espesa neblina, en la aventura.<br />
Por eso, aunque su rutina de trabajo comienza<br />
siempre a las 5:00 de la mañana, no se sabe<br />
a qué hora termina, y puede prolongarse por<br />
varios días.<br />
Su filosofía está clara: el trabajo que hace es<br />
su vocación, a cada acción que emprende le<br />
imprime todo el amor, y no hay lugar para el<br />
cansancio, la nostalgia o la preocupación.<br />
Por fuera de la casa, haciendo acompañamientos,<br />
ha llegado a pasar hasta 11 días, en especial sobre<br />
el sector de La Ceja, una región que define como<br />
“maravillosa” y “con paisajes de encanto”.<br />
Pero mantiene el contacto con los suyos. Con<br />
sus compañeros de recorrido busca señal en<br />
algún ‘filito’ de la cordillera, donde la ‘mechita’<br />
de celular hace posible sostener al menos una<br />
corta llamada para enterarse de cómo marchan<br />
las cosas, dar instrucciones y decir que se<br />
encuentra bien.
Pero antes de cada salida hay cosas que<br />
Matallana no puede dejar de hacer. Lo primero:<br />
procurar que las cosas en casa queden<br />
debidamente organizadas; lo segundo: preparar<br />
la maleta para que la permanencia en el campo<br />
sea lo más llevadera posible.<br />
En su equipaje no hay nada exótico, y aunque<br />
entre sonrisas afirma que no es cuestión de<br />
orgullo sino de cuidado, lo único que no le<br />
puede faltar es sombrero y cinturón, pues por un<br />
lado se declara enemigo de las quemaduras en la<br />
piel, y por otro, no concibe llevar los pantalones,<br />
aunque bien puestos, sin su correa.<br />
Mientras va de aquí para allá haciendo que su voz<br />
haga eco en el vasto bosque, abriendo mentes<br />
frente a la minería responsable, Jorge Ovidio<br />
Matallana afirma con vehemencia que si al terminar<br />
la obra su descendencia puede recorrer sus<br />
mismos pasos, encontrando el fruto de las semillas<br />
plantadas y los cimientos de los granos de arena<br />
por él sembrados, la tarea se habrá hecho, y vendrá<br />
entonces la satisfacción plena del deber cumplido.<br />
143<br />
El rol que cumple Jorge Ovidio<br />
dentro de la compañía es el de<br />
líder social, en términos coloquiales<br />
se le podría definir como ‘el<br />
embajador’ de La Colosa.,
El turno nocturno
Las pocas luces que brillan provienen<br />
del casino, el área administrativa y los<br />
alojamientos, espacios que conforme<br />
pasan las horas se van apagando, hasta que la<br />
oscuridad se convierte en ama y señora.<br />
Pero mientras la mayor parte del personal que<br />
pernocta en el proyecto inicia su periodo de<br />
descanso, en el campo, con la misma destreza<br />
de los búhos y las lechuzas que revolotean por<br />
entre la bruma, unos pocos noctámbulos apenas<br />
se aprestan para iniciar sus actividades. Se trata<br />
del grupo de fontaneros y de los equipos de<br />
El turno nocturno<br />
Cae la noche en la alta montaña, y el paisaje encantador<br />
del día se transforma en un bosque oscuro, enigmático y silencioso.<br />
perforación que, sobre las 11 de la noche, inician<br />
sus desplazamientos para ocupar las diferentes<br />
estaciones de trabajo diseminadas en la zona sobre<br />
la que se extiende el proyecto, para atender un<br />
turno que se prolongará hasta las 7 de la mañana.<br />
James Esneider Botello y Néstor Fabián ávila<br />
son dos de los auxiliares del área de geología<br />
encargados del manejo y la conducción de aguas.<br />
Durante toda la noche ambos van de aquí para<br />
allá, acompañados por la penumbra, verificando<br />
el nivel de los tanques y las líneas de conducción,<br />
aunque en verdad esa es también una excusa para<br />
no permanecer estáticos sobre un mismo punto y<br />
evitar que el espíritu de Morfeo los posea.<br />
Al tiempo que la temperatura sigue<br />
descendiendo y que guantes y chaquetas<br />
resultan insuficientes para soportarla, James<br />
Esneider y Néstor Fabián procuran mantenerse<br />
hidratados, compartiendo un poco de café<br />
o agua en abundancia, pues, por las mismas<br />
condiciones del clima, el número de veces que<br />
se va al baño se duplica, corriendo el riesgo de<br />
padecer una descompensación.
Para que las noches y las madrugadas sean más<br />
cortas, en especial cuando los índices de trabajo<br />
se reducen, los fontaneros de La Colosa optan<br />
por sintonizar la radio y cantar a dúo, mientras,<br />
eso sí, no cesan su caminata. Recorridos en<br />
los que han sido sorprendidos por diminutos<br />
animales silvestres, pero también hasta por<br />
un tigrillo, al que uno de ellos inocentemente<br />
confundió con un felino casero.<br />
En ocasiones las charlas o actividades colectivas<br />
que se ponen en marcha durante el tiempo<br />
disponible son interrumpidas por la señal de sus<br />
equipos de comunicación Avantel. Es el llamado<br />
que han estado esperando: el de perforistas y<br />
coordinadores de plataformas que requieren<br />
de su asistencia e intervención inmediata<br />
para superar las dificultades, casi siempre<br />
relacionadas con la presión del líquido que debía<br />
llegar hasta la broca y el brazo perforador, y que<br />
podrían retrasar o dificultar el cumplimiento de<br />
las metas propuestas.<br />
Desde el lugar en el que se encuentren, y sin<br />
importar si la lluvia les hace compañía, ayudados<br />
nada más que por sus fuerzas y fuentes de luz<br />
artificial, ambos toman la trocha, sobrepasan los<br />
obstáculos que puedan encontrarse en el camino<br />
148<br />
encaran los abismos, los temores y llegan<br />
finalmente al sitio de llamado para apersonarse<br />
de lo que pudo haber sucedido.<br />
En tanto se realiza la revisión, pueden surgir<br />
llamados simultáneos, a los que se busca dar<br />
respuesta de acuerdo con la prioridad, eso sí, tan<br />
pronto y como el problema inicial se encuentre<br />
por completo superado.<br />
En las cinco plataformas de perforación que<br />
permanecen activas, son seis las personas que<br />
hacen frente a las diferentes tareas. Por un<br />
lado están los perforistas, responsables de la
manipulación de los equipos y la extracción de<br />
los núcleos de roca desde la profundidad de la<br />
tierra; los auxiliares de campo, que apoyan esa<br />
misma acción, y algunos más del área ambiental,<br />
encargados principalmente de mantener la<br />
limpieza y dar manejo a los lodos.<br />
También los guardas de seguridad que brindan<br />
la protección necesaria y el analista de piedras<br />
o ‘piedrólogo’, quien focaliza su esfuerzo en<br />
la acomodación y el embalaje de las piezas<br />
minerales, que reposarán hasta el amanecer<br />
en el interior de cajuelas de madera, antes<br />
de ser tansportadas hacias las bodegas del<br />
campamento, como parte del proceso de<br />
coordinación logística por los llamados<br />
bolivarianos.<br />
En este lugar los núcleos serán sometidos a<br />
los primeros “logueos” antes de ser enviados<br />
definitivamente hacia la bodega El Aceituno, en<br />
Ibagué.<br />
Cuando se producen las paradas obligatorias,<br />
esas que se dan cuando las máquinas<br />
descompuestas se niegan a trabajar y deben<br />
esperar incluso por la llegada de repuestos, la<br />
oportunidad está dada para que los integrantes<br />
del equipo busquen el lugar más cálido dentro<br />
Concentrados en<br />
su tarea, no logran<br />
acostumbrarse al frío, a<br />
veces extremo.<br />
PARA qUE LAS NOCHES Y LAS MADRUGADAS, EN ESPECIAL CUANDO LOS íNDICES DE TRABAJO<br />
SE REDUCEN, SEAN MáS CORTAS, LOS FONTANEROS DE LA COLOSA OPTAN POR SINTONIzAR<br />
LA RADIO Y CANTAR A DúO, MIENTRAS, ESO Sí, NO CESAN SU CAMINATA.<br />
149
150<br />
del cambuche de cobertizo plástico que protege<br />
la plataforma; por lo general, justo al lado de los<br />
motores.<br />
Dormir unos minutos o hacer la habitual pausa<br />
de medianoche, en la que como una familia se<br />
comparten los alimentos que cada uno ha traído<br />
desde casa, se conversa y hasta se cuentan<br />
anécdotas e historias libres de tapa-oídos y sin<br />
forzar la voz, hace parte de la otra rutina de los<br />
‘centinelas’ de la noche.<br />
Concentrados en su tarea, pero sin lograr<br />
acostumbrarse al frío, a veces extremo, con<br />
temperaturas que pueden estar hasta por<br />
debajo de cero grados y sin que el sueño deje de<br />
provocar sus efectos, llegan las primeras horas<br />
de la madrugada, que por lo general transcurren<br />
con lentitud.<br />
En ese momento del turno, la mejor estrategia<br />
está en no detenerse a mirar el reloj y<br />
simplemente seguir aplicado en el oficio, hasta<br />
dejarse sorprender, a eso de las 4 de la mañana,<br />
por los arreboles y los matices de azul en el cielo<br />
que, como en la magia del papel fotográfico<br />
ahogado en el químico dentro del cuarto oscuro,<br />
va revelando lentamente el rostro de un nuevo<br />
amanecer en La Colosa.
Cuando el ruido de la maquinaria cesa y la<br />
claridad del día despunta en el oriente, es señal<br />
de que la larga noche ha terminado. Es el fin de<br />
una jornada que en algunos casos resulta más<br />
productiva que otra: fácilmente el terreno ha<br />
permitido extraer hasta 42 metros de roca en 12<br />
horas... o pueden haberse obtenido solo tres en<br />
el mismo tiempo.<br />
Uno a uno, los miembros del equipo en<br />
plataforma y el grupo de fontaneros se despojan<br />
de guantes, gafas y los demás elementos de<br />
seguridad utilizados en su tarea para emprender<br />
el regreso a casa.<br />
Al mismo tiempo que el sol, que para ellos se<br />
ha convertido en su luna, los acompaña hasta<br />
sus hogares, otros cientos de trabajadores<br />
retoman el ciclo, en un proyecto que, pese a<br />
las condiciones y los desafíos que la misma<br />
naturaleza le impone, por la tenacidad de su<br />
gente, hoy se puede decir que nunca duerme.<br />
CUANDO EL RUIDO DE LA MAqUINARIA CESA Y LA CLARIDAD DEL DíA DESPUNTA EN EL<br />
ORIENTE, ES SEñAL DE qUE LA LARGA NOCHE HA TERMINADO, ES EL FIN DE UNA JORNADA<br />
qUE EN ALGUNOS CASOS RESULTA MáS PRODUCTIVA qUE OTRA.<br />
151
152
PESE A LAS CONDICIONES Y LOS DESAFíOS qUE LA MISMA NATURALEzA LE IMPONE, LA<br />
COLOSA AVANzA A PASO SEGURO, GRACIAS AL ESFUERzO Y LA TENACIDAD DE SU GENTE.<br />
153
154<br />
Muchos llegan a turno en<br />
la noche, en un proyecto<br />
que, gracias al empuje<br />
y entrega de su gente,<br />
nunca duerme.
155<br />
DORMIR UNOS MINUTOS O HACER LA HABITUAL<br />
PAUSA DE MEDIANOCHE, EN LA qUE, COMO<br />
UNA FAMILIA, SE COMPARTEN LOS ALIMENTOS<br />
qUE CADA UNO HA TRAíDO DESDE CASA, SE<br />
CONVERSA, Y HASTA SE CUENTAN ANÉCDOTAS<br />
SIN FORzAR LA VOz, HACE PARTE DE LA RUTINA<br />
DE LOS ‘CENTINELAS’ DE LA NOCHE.
Pese a ser modelo 67, como él mismo afirma en<br />
forma jocosa, refiriéndose a su edad, su historia<br />
de vida y su espíritu juguetón y recochero han<br />
sido elementos característicos con los que se ha<br />
robado el afecto y el aprecio de casi todos.<br />
Si bien, hoy por hoy, hay alrededor de 800<br />
personas vinculadas al proyecto de exploración,<br />
el nombre de ‘Gantiva’ le es familiar a la mayoría.<br />
‘Gantiva’ vive con su familia en una vivienda del<br />
barrio Las Ferias, en la salida al corregimiento de<br />
Anaime, hogar que, asegura, ha podido reformar<br />
y mejorar con el paso de los años, en buena<br />
medida gracias a la estabilidad económica que<br />
obtuvo tras su vinculación al proyecto.<br />
Hace dos décadas, este hombre, que completa<br />
cuatro en el área de seguridad de AngloGold<br />
Ashanti Colombia, decidió unir su vida a<br />
Crisdey Rodríguez, a quien conquistó, sin duda<br />
con su extrovertida personalidad y con sus<br />
demostraciones de responsabilidad y madurez.<br />
Un año más tarde llegó Manuel Antonio, su<br />
primogénito. A él le siguieron, tres años después,<br />
Adriana Liceth y, por último, en el 2008, Leidy<br />
Carolina, de quien Gantiva dice “es la vida mía”.<br />
En el seno de esta familia, a pesar de las<br />
adversidades, pareciera no haber lugar para la<br />
tristeza. Aunque el jefe del hogar permanece<br />
largas horas en el trabajo, al regresar siempre hay<br />
tiempo para compartir y divertirse con sus hijos.<br />
Con duende propio<br />
Especialmente los días que Carlos Norbey<br />
descansa, las risas, la recocha y las travesuras<br />
llegan a ser tales, que Crisdey no tiene más<br />
remedio que llamarles la atención.<br />
Pero tras ese Gantiva divertido y simpático,<br />
siempre amable y con una sonrisa a flor de piel,<br />
se esconden varios capítulos que preferiría no<br />
recordar. Hace varios años uno de sus hermanos<br />
fue asesinado mientras cumplía con su labor<br />
como guarda de seguridad. Después tuvo que<br />
prestar su servicio en el peaje de Cajamarca. Eran<br />
tiempos difíciles, y la violencia en el país y en la<br />
región no daba tregua.<br />
Durante ocho años, Gantiva resistió, más que<br />
con ‘berraquera’, como algunos le decían, con<br />
resignación. En ese tiempo, su padre cayó<br />
gravemente enfermo. En su lecho de muerte, quiso<br />
despedirse de Carlos Norbey, y le hizo prometer<br />
que dejaría su trabajo para evitar correr la misma<br />
suerte de su hermano, y él tuvo que acceder.<br />
En la búsqueda de nuevas oportunidades,<br />
presentó su hoja de vida a AngloGold Ashanti, sin<br />
encontrar vacantes. Sin embargo, su persistencia<br />
pudo más. Todos los días, Gantiva iba<br />
sagradamente a las oficinas con la esperanza de<br />
obtener un sí. Al final, su deseo se hizo realidad.<br />
Por su experiencia, Carlos Norbey fue llamado<br />
a ocupar el cargo de vigilante, tarea a la que<br />
accedió sin ningún reparo. Su primer turno<br />
Carlos Norbey Gantiva Bobadilla, o ‘Gantiva’, como mejor lo conocen<br />
sus compañeros, es un personaje sui generis en la vida de La Colosa.<br />
156<br />
empezó en horas de la noche, en custodia de<br />
una de las plataformas de perforación.<br />
Todo transcurría sin novedades: la oscuridad era<br />
natural y el silencio, normal, pues a diferencia<br />
de otros guardas, para Gantiva el radio no es<br />
una buena compañía. De repente, y sin conocer<br />
de dónde provenía, una primera piedra golpeó<br />
su casco, luego muchas otras cayeron sobre él<br />
y su compañero, por lo que, presos del temor,<br />
decidieron echar a correr hasta un punto más<br />
abajo, donde se sintieron seguros. Solo hasta las<br />
5 de la mañana decidieron regresar.<br />
Sin embargo, en los siguientes turnos, Gantiva<br />
volvió a ser visitado por esa extraña fuerza y<br />
atacado constantemente. Hoy, nadie ha podido<br />
establecer con certeza de qué se trata.<br />
Los relatos sobre sus noches tormentosas y sus<br />
extravíos en los caminos han aumentado su<br />
popularidad, pero también han hecho que se tejan<br />
múltiples versiones; la mayoría de ellas apunta<br />
a que se trata de un duende, pues se asocia su<br />
presencia a la existencia de oro en la zona y al mito<br />
de estos seres como protectores de minas.<br />
Muchos han tenido la misma experiencia,<br />
mientras que otros con escepticismo aseguran<br />
que la historia es producto de la imaginación.<br />
Los turnos para Gantiva, a quien muchos llaman<br />
el duende de La Colosa, se han convertido en
‘Gantiva’ vive con<br />
su familia en una acogedora<br />
vivienda del barrio Las<br />
Ferias, en la salida hacia<br />
el corregimiento de Anaime.<br />
157<br />
un verdadero sacrificio. Ahora dentro de sus<br />
elementos de protección personal, antes de salir<br />
al campo no pueden faltar una camándula, una<br />
estampita con la imagen de San Miguel Arcángel<br />
y una botella con agua bendita, artículos que<br />
apenas logran hacerle más llevaderas las noches.<br />
Gantiva asegura que nunca ha visto al extraño<br />
ser que le hace la vida imposible. Aunque le ha<br />
hablado, tampoco ha obtenido respuesta. A él,<br />
como a muchos, le asalta la inquietud por saber<br />
qué es lo que en verdad hay detrás de estas<br />
visitas misteriosas, que, paradójicamente, solo<br />
se dan en la zona de influencia del proyecto, pero<br />
jamás mientras él se encuentra en Cajamarca.<br />
Aun cuando con su amabilidad y simpatía, las<br />
mismas que le hacen evitar los problemas,<br />
Gantiva es querido y considerado por muchos,<br />
también es cierto que sus compañeros de<br />
vigilancia sienten temor de trabajar a su lado, por<br />
las inusuales y escalofriantes visitas del duende.<br />
Otros, en cambio, le insisten en que busque una<br />
forma de comunicarse con el desconocido ser,<br />
pues aseguran que, a lo mejor, éste pretende<br />
llevarlo hacía una de las fuentes de sus tesoros.<br />
Realidad o ficción, estas son otras de las<br />
historias que hacen parte del diario vivir del<br />
proyecto La Colosa y sus gentes.
Estas son las personas que han trabajado para hacer grande el Proyecto La Colosa. A todos ellos, nuestro reconocimiento y gratitud por su entusiasmo, dedicación<br />
y entrega para realizar cada una de las acciones que hacen parte de nuestro Proyecto. ABELLO GUzMáN JOHN JAIRO • ABRIL EDWIN FERNEY • ACOSTA CASTAñEDA JOHN DAIRO<br />
• ACOSTA ESLAVA ALBERTO • ACOSTA ESLAVA ALDEMAR • ACOSTA ESLAVA CARLOS JULIO • ACOSTA ESLAVA NORBERTO • ACOSTA PÉREz LUIS ANTONIO • AGUDELO BOTINA ELIÉCER • AGUDELO<br />
ROJAS DILSON • AGUILAR PERDOMO JOSÉ LUIS • AGUIRRE SALAzAR JULIO CÉSAR • AGUIRRE SALAzAR LUIS ALBERTO • AGUIRRE SALAzAR OBDULIO • AGUIRRE SALAzAR óSCAR • ALAPE VIqUE<br />
JOSÉ YESID • ALARCóN GUEVARA SAUL • ALARCóN GUzMáN RICARDO ANTONIO • ALARCóN OSORIO JOSÉ SALVADOR • ALEJO RIVERA JUAN GABRIEL • ALFONSO AGUDELO FARLEY . • ALFONSO<br />
BARRAGáN LUIDER HERNáN • ALFONSO FONSECA DAVID • ALFONSO GONzáLEz MAURICIO JAVIER • ALFONSO JOSÉ VICENTE • ALONSO CASTELLANOS GIOVANNY ALExANDER • ALONSO<br />
MEJíA JOHN EDISSON • áLVARES ARENAS YURLEY VANESSA • ALVIS MESA WILLIAM • ALzATE MARíA NADY • AMAYA CARLOS FERNEY • AMAYA óSCAR WILLIAN • AMAYA REINA DIEGO FERNANDO<br />
• áNGEL PAREDES JOSÉ MAURICIO • ARDILA SáNCHEz JOHAN GILBERTO • ARIAS RíOS WILLIAM ANDRÉS • ARIzA ORTIz FREDY ALIRIO • ARTUNDUAGA ARANGO JHON FAIBER • AUSIqUE SáENz<br />
CLAUDIA JOHANNA • AVELLO GUzMáN JOSÉ APOLINAR • AVENDAñO RODRíGUEz JULIAN • AVILA CAñóN WILFER CAMILO • áVILA SáNCHEz CARLOS ALBERTO • áVILA SáNCHEz POLICARPO<br />
• áVILA VALENCIA HENRY • áVILA VALENCIA LEONARDO • AYALA CASTRO JOHN JAIRO • BAqUERO GóMEz EFRAíN • BARBOSA zABALA JOSÉ áNGEL • BARRAGáN BARRAGáN JOSÉ ARIEL •<br />
BARRAGáN MORALES LUz áNGELA • BARRERA PERALTA ROSALBA • BARRERO PEDRO NEL • BARRETO RICAURTE AGUSTíN • BARRIOS CASTIBLANCO PABLO ANDRÉS • BARRIOS SáNCHEz EDISSON<br />
GERMáN • BATTA MONDRAGóN ALDEMAR • BAUTISTA LESMES JHOAN MANUEL • BECERRA CARRENO LEYLA CATERINE • BECERRA PINTO JOHAN SEBASTIAN • BEDOYA PAREJA HÉCTOR FABIáN<br />
• BEDOYA SOTO JUAN MAURICIO • BEJARANO BARRETO CHRISTIAN ARLES • BELTRáN DEVIA LUz MIREYA • BELTRáN DURáN ÉDGAR • BELTRáN GARAVITO DANIEL ARMANDO • BELTRáN<br />
GONzáLEz RODRIGO • BELTRáN MORENO LEONARDO FAVIO • BENíTES GONzáLES JOSÉ RIBEIRO • BERNAL CARRANzA CARLOS A. • BERRíOS PALENCIA LUILLY FREDY • BETANCOURT ‘DEVIA<br />
JENNIFER ANDREA • BETANCOURT TREJOS YHON EDISON • BOHóRqUEz ALExANDER • BOHóRqUEz BUSTOS GERARDO • BOHóRqUEz JHOAN SEBASTIAN • BOHóRqUEz MORALES PEDRO<br />
GABRIEL • BOHóRqUEz RAUL EDUARDO • BOLíVAR MONTOYA EDWIN ALExIS • BONILLA BONILLA óSCAR • BONILLA VILLADA BRAYAN CAMILO • BOTELLO MARTíNEz JAMES SNEIDER • BOTINA<br />
JESúS ALBERTO • BRIñEz HILDEFONSO • BRIñEz SANTAMARíA MAURICIO • BUITRAGO DIMAR BALMORE • BUITRAGO JOSÉ NORBEY • BUITRAGO SANABRIA JAVIER • CABRERA PEñA EVERARDO<br />
• CADENA ORTIz áNGEL ERNESTO • CAJAMARCA ROA FAUSTO ISRAEL • CAJAMARCA ROA TANIA CAROLINA • CALDERóN BELTRáN ARLEY HERNáN • CALDERóN HOLGUíN JOSÉ ORLANDO •<br />
CALDERóN LOzANO GENTIL ANDRÉS • CAMACHO HERNáNDEz OWER • CAMACHO RIVERA ANDREY FERNANDO • CAMPOS PARRA JESSICA MERCEDES • CANIzALEz GUTIÉRREz JULIO IVáN •<br />
CANTOR qUIMBAYA MAIKOL ESTITH • CAñóN DIAz JOSÉ WILSON • CAPERA CABALLERO SIDY BIVIANA • CáRDENAS ARANzAzU LUIS WILFREDO • CARDONA MARíN EDILBERTO • CARDONA<br />
LóPEz CARLOS JULIO • CARDONA LóPEz FABIO NELSON • CARDONA RODRíGUEz CARLOS ARTURO • CARDOSO CARLOS FERNANDO • CARRANzA GUALTEROS DAIRO ALFREDO • CASA<br />
EMERSON • CASAS REYES ROGER EDUARDO • CASTELLANOS MANzANO JUAN CARLOS • CASTELLANOS SILVA CÉSAR AUGUSTO • CASTIBLANCO CARRANzA MIGUEL ALFONSO • CASTIBLANCO<br />
MANOSALVA ÉDGAR HERNáN • CASTILLO HERNáNDEz EDUARDO • CASTRO DURANGO DUVERNEY • CASTRO DURANGO JHON ANDERSON • CASTRO FREDDY HERNáN • CASTRO óSCAR<br />
ARLEY • CASTRO RAMíREz ADRIANA • CAVIEDES CAVIEDES JOHN JAIRO • CELIS GRANADOS LUIS ALBERTO • CELIS GRANADOS PEDRO JOSÉ • CENDALES GAITáN YEISON ARLEY • CERVERA ARIAS<br />
FLOWER YIRBEY • CERVERA ARIAS RONALD STIVEN • CÉSPEDES SáENz LUIS GABRIEL • CHACóN TORRES WILFER YESID • CHARRIS CHARRIS WILLIAM • CHAVES SIERRA áNGELO ALBERTO •<br />
CIFUENTES PARRA WILMER • CLAVIJO MOLINA JOSÉ ABELARDO • COBOS BELTRáN JOSÉ LIzARDO • COBOS BELTRáN NINI JOHANA • CONTRERAS RODRíGUEz RONALD DAVID • CONTRERAS<br />
ARIAS JAIRO ANTONIO • CONTRERAS OSORIO CARLOS ALBERTO • CORREA TRIVIñO JORGE ASDRUBAL • CORTÉS ALzATE LUIS FERNANDO • CORTÉS JHON JAIDI • CORTÉS LóPEz DAVID JULIAN<br />
• CORTÉS MELO ERNESTO • CORTÉS MOLINA DAIRO IVáN • CORTÉS MOLINA JULIO GHIOVANNY • CORTÉS ORTIz NINIVER • CORTÉS SáNCHEz SEGUNDO • CORTÉS SáNCHEz VíCTOR HERNáN<br />
• CRUz GUTIÉRREz MYRIAM • CRUz RUBIANO JUAN CARLOS • CUELLAR LONDOñO BLANCA • CUEVAS RICAURTE MELqUISEDEC • CUJIñO PEñA KATEHERINE ALExANDRA • DAzA DAzA<br />
ESCOBAR JAIME LUCAS DE JESúS • DAzA SUESCúN MANUEL • DEVIA MORENO DAYAN xIMENA • DIAz JUAN CARLOS • DíAz CUBIDES CARLOS GIOVANNY • DIAz GóMEz FRANKY ANDRES • DIAz<br />
GUzMáN CLAUDIA MILENA • DIAz RICAURTE áNGEL DANIEL • DíAz SARMIENTO LIxzA DIVIANA • DíAz VáSqUEz JOHN ALVER • DOzA GARCíA CAMILO • DREWS UDO • DUCUARA CRIOLLO<br />
JOSÉ YESID • DUqUE BERNAL LUIS FELIPE • DURáN ACOSTA JAIR • DURáN NOVOA JHON FREDDY • ESLAVA OSORIO CARLOS IVáN • ESPEJO ARGEMIRO • ESPEJO DIDIER FABIáN • ESPEJO PORRAS<br />
ABDON FELIPE • ESPEJO SAAVEDRA CARLOS ANDRÉS • ESTRADA PARRA JOSÉ ALExANDER • ESTUPIñáN CáRDENAS JOSE MANUEL • FIGUEREDO CUELLAR JAIRO EMILIO • FIGUEROA OVIEDO LUIS<br />
áLVARO • FIGUEROA VARGAS WILSON • FLóREz DIAz DIEGO ALExANDER • FORERO ARTEAGA JORGE ELIECER • FORERO VILLADA óSCAR EDUARDO • FUENTES SIMBAqUEBA EMIGDIO • GAITáN<br />
LINARES WILMER • GALEANO ENCISO NATALIA • GALINDO ARDILA BRAYAN xAVIER • GALLO PULIDO FABIO • GALVIS ALzATE ALExANDER • GALVIS PATIñO UVEIMAR • GáMEz AGUIRRE JORGE<br />
IGNACIO • GANTIVA MAGDA CONSTANzA • GAONA PENAGOS ALExANDER • GAONA PENAGOS CARLOS HERNáN • GAONA PENAGOS JOSÉ HERMES • GARCíA CAMARGO JHON FREDY • GARCíA<br />
CáRDENAS HOOVER • GARCíA CáRDENAS RODOLFO • GARCíA CáRDENAS URIEL • GARCíA CHICA JOSÉ RAUL • GARCíA FIGUEROA HERMINSON • GARCíA FIGUEROA PEDRO JULIO • GARCíA<br />
FIGUEROA WILLIAM ALExANDER • GARCíA GIRALDO WILSON • GARCíA LEóN YIJAN • GARCíA LóPEz DUVERLEY • GARCíA WALTEROS GERMáN • GARTNER MANRIqUE JORGE FEDERICO •<br />
GARzóN BLANCO CARLOS ANDRÉS • GAVIRIA ORREGO EDISON • GIL CARLOS OCTAVIO • GóMEz CASALLAS MAYELI • GóMEz ACEVEDO DIANA CAROLINA • GóMEz ALBARáN JOSÉ LEONARDO<br />
• GóMEz CIFUENTES JHON FREDY • GóMEz CIFUENTES JUAN CARLOS • GóMEz CIFUENTES óSCAR JAVIER • GóMEz CIFUENTES VíCTOR ALFONSO • GóMEz LUIS EDUARDO • GóMEz MORENO<br />
DIEGO ALEJANDRO • GóMEz RODRíGUEz ALExANDER • GóMEz RUIz JOHN JAIRO • GóMEz VELáSqUEz JOSÉ ALExANDER • GONzáLEz CELY JENNY ANDREA • GONzáLEz FINO EDILBERTO •<br />
GONzáLEz JIMÉNEz WILLIAN ALBERTO • GONzáLEz MANUEL VICENTE • GONzáLEz PEñA LUz AMANDA • GONzáLEz PUERTAS JONNATAN • GRISALES GARCÏA JUAN MANUEL • GUáqUETA<br />
OLARTE PEDRO ALExIS • GUERRERO LóPEz LUIS ALFREDO • GUERRERO qUINTERO óSCAR FERNANDO • GUTIÉRREz DIAz MILTON CRISTOBAL • GUTIÉRREz MORALES JOSÉ MANUEL • GUTIÉRREz<br />
POVEDA WILLIAM CAMILO • GUzMáN GARzóN HUMBERTO • GUzMáN GUERRERO JOHN EDWARD • GUzMáN SILVA ARNOLD • HENAO OLIVEROS DIEGO FERNANDO • HENAO OLIVEROS<br />
HÉCTOR FAVIO • HENAO RODRíGUEz CÉSAR AUGUSTO • HENDE CARRERO CRISTIAM FERNANDO • HENDE CARRERO HÉCTOR • HENDE CARRERO JHON JAIRO • HERNáNDEz OCAMPO MARCOS<br />
ANDRÉS • HERNáNDEz CAñóN GILDARDO • HERNáNDEz GARzóN RAMóN IGNACIO • HERNáNDEz MOLINA YICSON DAYáN • HERNáNDEz ORTIz ANDRÉS GIOVANNY • HERNáNDEz PINILLA<br />
JHON FREDY • HERNáNDEz SUáREz DIANA M. • HERNáNDEz WILLIAM FERNANDO • HERRERA OSORIO ARIEL • HINCAPIÉ SáNCHEz JOSÉ JULIáN • HóMEz HERNáNDEz óSCAR HERNEY •<br />
HOYUELA PEñA MARISOL • HURTADO ARIzA BERSEIN ANDRÉS • HURTADO HERNáNDEz HUGO • HURTADO LUIS GABRIEL • IGLESIAS CARDONA JEFERSON DAMIáN • JAHODA RUDOLF • JIMÉNEz<br />
ARANGO JHON JAIRO • JOYA ARIAS JOHN ALBERT • JULIO GUEVARA HÉCTOR EDWIN • JURADO ALVARADO CARLOS ALBERTO • JURADO USECHE DARíO NORBERTO • LA VERDE ROCHA NÉSTOR<br />
• LABRADOR JHAIR MAURICIO • LABRADOR SáNCHEz FERDINANDO • LARA HERNáNDEz MANUEL ANTONIO • LEóN OSPINA YAIRO FERNANDO • LEóN PEDRAzA JUAN DAVID • LINARES<br />
ORJUELA JOSÉ FABER • LOAIzA MORALES VILMA • LONDOñO ARANGO HENRY • LONDOñO ORDOñEz ANDRÉS JULIáN • LONDOñO ORDOñEz JHON JAYDER • LONDOñO OSORIO JOSÉ YILMER<br />
• LONDOñO RESTREPO JAIME • LONDOñO VíCTOR ARMANDO • LóPEz GONzáLEz ALFONSO • LóPEz VALENCIA DIEGO ALFONSO • LóPEz CAMONA FÉLIx OBETO • LóPEz ESTRADA DIEGO<br />
MAURICIO • LóPEz OSPINA óSCAR FERNANDO • LóPEz qUINTERO EDGAR • LóPEz VALENCIA FRANCISCO JAVIER • LóPEz VILLEGAS JOSÉ GERMáN • LOzANO FURqUE óSCAR JULIáN • LOzANO<br />
GONzáLEz DIEGO ALEJANDRO • LOzANO MARíN DIEGO FERNANDO • LOzANO OTáLVARO DIEGO FERNANDO • LOzANO PRADA DIEGO GERMáN • LUNA RODRíGUEz EDISSON FERNEY • LUNA<br />
RODRíGUEz LUIS ALBERTO • LUNA RODRíGUEz YEISON HUMBERTO • MAHECHA ESPITIA JUAN DARíO • MAPPE GONzáLEz ERWIN AUGUSTO • MARíN AGUDELO ALADIER • MARíN AGUDELO<br />
ASDRUBAL • MARíN ARÉVALO DEISY MILENA • MARíN DIEGO GERARDO • MARíN FREDDY ORLANDO • MARíN JOSÉ EFRAíN • MARíN MARíN ARGEMIRO • MARíN MARíN HIYER FABIAN • MARíN<br />
PINEDA ABELARDO • MARíN PINEDA ALExANDER • MARIN RIVERA áNGEL LEONARDO • MARíN WILMER ALEJANDRO • MáRqUEz BETANCUR PAOLA ANDREA • MáRqUEz MORENO JUAN<br />
MANUEL • MARROqUíN RODRíGUEz JOSÉ HUMBERTO • MARTíNEz CáRDENAS CARLOS JULIO • MARTíNEz CABEzAS DAIRO • MARTíNEz GóMEz DIEGO FERNANDO • MARTíNEz NIETO JOSÉ<br />
LIBARDO • MARTíNEz NIñO HAROL CAMILO • MARTíNEz OSORIO HEIDER ARISTóBULO • MARTíNEz PÉREz OSCAR JAVIER • MATABAJOY BUITRAGO DAIR • MATALLANA RATIVA DIDIER FAVIáN<br />
158
• MATALLANA ROCHA JORGE OVIDIO • MEDINA MANRIqUE SANDRA PATRICIA • MELO CASAS CIRO ANTONIO • MELO CASAS FERNEY • MENDIETA DíAz WILLIAM • MENDIETA HERNáNDEz<br />
HÉCTOR JAVIER • MENDOzA CARRANzA JAIME JAVIER • MENESES JOSÉ DE JESúS • MESA BELTRáN CAMILO • MILLAN MUñOz JAIVER ANDRÉS • MOJICA GACHA GUSTAVO ADOLFO • MOLINA<br />
BONILLA CLAUDIA MARCELA • MOLINA BUITRAGO CARLOS ANDRÉS • MOLINA MOLINA CARLOS HERNáN • MOLINA MORALES CARLOS ANDRÉS • MOLINA MORALES MIGUEL áNGEL • MOLINA<br />
VARóN RAFAEL • MOLINA YATE ALExANDER • MONGUI MENESES NELSON • MONROY CáCERES YESID • MONROY CHITIVA DUVáN ARIEL • MONTAñEz GONáLEz FABIáN ALExANDER •<br />
MONTENEGRO JEISSON DUVáN • MONTENEGRO LóPEz LUIS ALBEIRO • MONTOYA LOPERA PAULA ANDREA • MONTOYA REYES RAúL • MONTOYA RIVEROS EDWIN FERNEY • MORA SALAzAR<br />
JOSÉ ALDEMAR • MORA SALAzAR VíCTOR ALFONSO • MORA YERLY JOANNA • MORALES GIRALDO WBEIMAR • MORALES AYALA JOAN CAMILO • MORALES BEDOYA JORGE DIDIER • MORALES<br />
CUTA YANETH YADIRA • MORALES DIEGO FERNANDO • MORALES GONzáLEz MIGUEL áNGEL • MORALES OROzCO JUAN CARLOS • MORENO ALDANA YINER • MORENO CáCERES<br />
BUENAVENTURA • MORENO CASTILLANO LEONARDO • MORENO CORTÉS JHON EDISON • MORENO DUARTE MILTON ANDRÉS • MORENO PINEDA CARLOS FERNEY • MOSCOSO RICO ANDRÉS<br />
• MOSqUERA CELIS FERNANDO • MOSqUERA PRIETO ARLY ALFONSO • MOYANO PULIDO LUIS HERNANDO • MUñOz BONILLA JORDY ALExANDER • MUñOz FERNáNDEz JOSÉ JULIáN • MUñOz<br />
HENDE HÉCTOR JAVIER • MUñOz RAMíREz LESBY GERALDINE • MUñOz RAMíREz LUIS HERNANDO • MUñOz RODRíGUEz WBEIMAR • MUñOz ROJAS MARTíN • MUñOz TAFUR FERNEY •<br />
MUñOz zAMBRANO CÉSAR GIOVANNY • MURCIA CALDERóN OCTAVIO AUGUSTO • MURCIA RAMíREz MILLER • MURCIA VANEGAS MILLER ALBERTO • NARANJO SIERRA WILLIAM ANDRÉS •<br />
NAVARRO TOLEDO JOSÉ DUCK • NEIRA BOTERO RIGAUL • NIETO RODRíGUEz JAVIER FERNANDO • NIETO ROMERO JUAN CARLOS • NIñO CARO ISAAC DE JESúS • NIñO CASTRILLóN JOSÉ<br />
EDUARDO • NIñO RAMíREz DANIEL • NOVOA DIEGO FERNANDO • NOVOA MORENO AMELIA PATRICIA • OLAYA BRAVO EIDER • ORJUELA HERNáNDEz FERNEY • ORTíz CáRDENAS JHONATAN<br />
ANDRÉS • ORTIz CASAS JULIO CESAR • ORTIz DíAz HERNANDO • ORTIz PAREJA JOSÉ YILBEL • ORTíz SEDANO RAMIRO ALExANDER • ORTíz VALLEJO HERIBERTO • ORTIz VELASCO LORENzO •<br />
OSORIO BETANCUR YULIANA • OSORIO CRISTIAN CAMILO • OSORIO MORENO SAúL • OSORIO SALAMANCA LUIS FERNANDO • OSORIO SALAzAR CARLOS EDILSON • OSPINA ESTRADA YENNI<br />
• OSPINA HERRERA YENSI • OSPINA JAVIER MAURICIO • PADILLA RICAURTE CÉSAR AUGUSTO • PAEz ACERO MARTHA JANETH • PAEz GUTIÉRREz BETTY MARLENY • PALACIO CáCERES JOHAN<br />
ALExIS • PAREDES LIzARAzO JUAN ALBERTO • PARRA SIERRA LAUREN CRISTINA • PARRA CASTELLANOS CARLOS URIEL • PARRA CIFUENTES MARIO FERNANDO • PARRA GóMEz SANTOS • PASUY<br />
ORTIz JOSÉ TIMMY • PAYáN CAICEDO ISIDRO JAVIER • PAz JURADO HERMEL JORDáN • PELáEz BEDOYA MAURICIO • PELáEz GILBERTO • PELáEz GUERRERO NORBEY • PELáEz LUIS HERNESTO<br />
• PENáGOS SOLORzANO JHON JAIRO • PEñA ACOSTA ARLEY • PEñA GALEANO CLAUDIA YADHIRA • PEñA JOSÉ HERMINSO • PEñA qUINTERO MIGUEL áNGEL • PERALTA BRICEñO ORLANDO<br />
FABIáN • PERALTA MARíN LUz MELIDA • PERALTA MORENO ROGER OCTALIO • PERALTA ROMERO JORGE IVáN • PERALTA SáNCHEz NóRIDA ALExANDRA • PERDOMO MARTíNEz LEONIDAS •<br />
PERDOMO RODRíGUEz ANDRÉS FABIAS • PERDOMO ROMERO JORGE ELIÉCER • PÉREz zAPATA MARíA CAROLINA • PÉREz PÉREz NELSON • PÉREz SANDOVAL CARLOS ARTURO • PIEDRAHITA<br />
ACOSTA HEMMERSON • PINEDA ARANGO ANCIzAR • PINILLA áVILA VíCTOR ARLEY • PINILLA RAMíREz CÉSAR ARMANDO • PINTO JURADO ERLYN ANDRÉS • PIzARRO SIABATO NORBERTO •<br />
PORRAS JHONN FREDY • POVEDA MOSqUERA JUAN GABRIEL • POVEDA MOSqUERA LUIS ALFONSO • PRADA CASTELLANOS ROMY VERóNICA • PRIETO DíAz OSCAR ENRIqUE • PUENTES PARRA<br />
ARIADNA PATRICIA • qUIMBAY DíAz OSCAR MAURICIO • qUINTERO LOzADA LUz áNGELA • qUINTERO FUENTES ELIECER • qUINTERO IRIARTE SERGIO ANDRÉS • qUINTERO MANzANO<br />
WILMAR JAVIER • qUINTERO MOSCOSO OCTAVIO • qUINTERO PRADA LEIDY ELIANA • qUINTERO SUTACHáN YEISON HUMBERTO • qUIROGA RODRíGUEz RAMIRO • qUIROGA ROMERO<br />
JORGE ANTONIO • qUIROGA ROMERO PABLO EMILIO • qUIROGA ROMERO PEDRO FABIáN • qUITIAN MONTOYA DIEGO MAURICIO • RAMíREz CALLE LUCAS • RAMíREz ARIAS HÉCTOR JAVIER<br />
• RAMíREz AUSIqUE JOSÉ EMIGDIO • RAMíREz CADENA GONzALO • RAMíREz CHINCHILLA EDWIN STIVEN • RAMíREz GUIzA JESúS MARíA • RAMíREz MARTíNEz VALERIO • RAMíREz MUñOz<br />
JEFFERSON • RAMíREz OSCAR JAVIER • RAMíREz RENGIFO JONATHAN FRANCISCO • RAMíREz ROJAS JHON FREDDY • RAMíREz SáNCHEz YURI ALExANDRA • RAMíREz SOLER JAVIER • RAMíREz<br />
VELáSqUEz DIEGO ALBERTO • RAMOS GUzMáN JOHN JAIRO • REINA APACHE DIEGO MAURICIO • REINA RAMíREz KAREN SOFíA • RENGIFO TORRES CARLOS ALBERTO • REYES DíAz JAVIER<br />
MAURICIO • RICO áVILA BELÉN JOHANNA • RICO ESGUERRA WILSON ARBEY • RINCóN ENCISO ERWIN HERNáN • RíOS JOSÉ DANILO • RíOS VALLEJO JEISON KIN • RIVERA GONzáLEz VíCTOR •<br />
RIVERA HERNáNDEz JOSÉ FARLEY • RIVEROS GARCíA CÉSAR AUGUSTO • ROA CASTIBLANCO IGNACIO JOAqUíN • ROA ROA EzEqUIEL • ROA ROA LUIS FREDDY • ROBAYO AGUDELO DUVIER<br />
FERNEY • ROBAYO BERMúDEz WILSON ALExANDER • RODRíGUEz BERNAL HILSE LEONOR • RODRíGUEz ACERO CYD JOAN • RODRíGUEz ARANzAzU JHON JAIRO • RODRíGUEz BEDOYA CARLOS<br />
ARTURO • RODRíGUEz CáRDENAS JOHN CARLOS • RODRíGUEz CERqUERA LUz MARINA • RODRíGUEz CRISTIAN FERNANDO • RODRíGUEz MORENO VíCTOR ALFONSO • RODRíGUEz NELSON<br />
ENRIqUE • RODRíGUEz NOVOA JAIRO ANDRÉS • RODRíGUEz OCAMPO RIGOBERTO • RODRíGUEz SACHEz WILDER • RODRIíGUEz CERqUERA DANNY DANIEL • ROJAS GONzáLEz ÉDGAR<br />
OSWALDO • ROJAS . ORLANDO . • ROJAS CARO HÉCTOR HERNANDO • ROJAS DíAz ABRAHAM . • ROJAS DíAz HOHN WILBER • ROJAS PRIETO HENRY ALBERTO • ROJAS RODRíGUEz ALExANDER<br />
• ROMERO DíAz EDWIN • ROMERO OCAMPO JHON FREDY • ROMERO PACHóN IDELFONSO • ROMERO SáNCHEz JOSÉ HUMBERTO • ROzO FANDIñO NELSON • RUBIO GERMáN ALFONSO •<br />
RUEDA RODRíGUEz DAVID ALONSO • RUIz CESAR RICARDO • RUIz TORRES JHON JAIRO • SAAVEDRA RUBIO OSCAR JAVIER • SAENz SERRANO EDGAR • SAENz SORIANO DIANA PATRICIA • SAENz<br />
SORIANO LUIS GONzALO • SAIS GARzóN JAIRO • SALAMANCA MAURICIO • SALAMANCA RINCóN JUVERNEY • SALAzAR MURILLO ANA MILENA • SALGADO GARzóN NORBEY • SAMUDIO<br />
BEJARANO JHON JAIRO • SANABRIA SáNCHEz EDWIN • SáNCHEz PEDRAzA ADRIANA MARCELA • SáNCHEz AMADOR MóNICA FERNANDA • SáNCHEz HENAO DANIEL ALBERTO • SáNCHEz<br />
LóPEz GERARADO • SáNCHEz LUNA BENEDICTO • SáNCHEz MARTíNEz JOSÉ HEBER • SáNCHEz PARRA JHON FREDY • SáNCHEz PARRA JULIO CESAR • SáNCHEz PERALTA JOHN ALExANDER •<br />
SáNCHEz SANABRIA ANGÉLICA • SáNCHEz SáNCHEz PEDRO PABLO • SáNCHEz WILCHES JOSÉDE JESúS • SANDOVAL qUINTERO NELSON DAVID • SANDOVAL qUINTERO OSCAR ADRIANO •<br />
SANDOVAL RINCóN MIGUEL áNGEL • SANDOVAL SANDOVAL JUAN DE JESúS • SANTANA AGUDELO IVáN ANDRÉS • SANTANA DíAz ALBEIRO • SANTANA FERNáNDEz LUISA FERNANDA •<br />
SANTOS BORJA URIEL • SANTOS ROJAS SERGIO SMITH • SARMIENTO HERNáNDEz CINDY JULIETH • SEGURA CRUz PEDRO LUIS • SEGURA LEóN MANUEL ALFONSO • SERRANO HURTADO<br />
FRANCISCO JAVIER • SIERRA CARRANzA DANIEL EDUARDO • SIERRA CRUz AIMER AUGUSTO • SIERRA JOHN JAIBER • SILVA CÉSAR ANDRÉS • SILVA UBILLUS GIOVANNY • SILVA UBILLUS NÉSTOR<br />
FABIáN • SORIANO GUTIÉRREz EDISSON FABIáN • SORIANO SAENz WILSON GIOVANNY • SOTO JARAMILLO EDWIN JAVIER • SUáREz SUáREz PABLO EMILIO • SUáREz CRISTANCHO EPARqUIO<br />
ELI • SUáREz MONTAñA íNGRID PAOLA • SUáREz OBANDO ANDRÉS LEONARDO • SUATERNA ESPITIA RICARDO • SUAzO JOSÉ GUSTAVO • SUAzO SAAVEDRA ANDERSON CAMILO • TAPIA<br />
HENRIqUEz JORGE ALAN • TÉLLEz BURITICA JHON EDUAR • TÉLLEz GUTIÉRREz HERNAN DARíO • TÉLLEz HERNANDEz EDUARD ESTID • TÉLLEz JESúS GREGORIO • TÉLLEz MARíN DIEGO<br />
MAURICIO • TOCORA HERNáNDEz JOSIAS • TORRES AUSIqUE WILSON • TORRES CASTAñO PABLO EMILIO • TORRES RODRíGUEz CÉSAR AUGUSTO • TORRES RODRíGUEz VíCTOR HUGO •<br />
TORRES RODRíGUEz WILLIAN HERNANDO • TORRES SALGADO FERNEY • TORRES SIERRA JEINS STEE • TOVAR BRIñEz NÉSTOR FABIáN • TOVAR TOVAR RODOLFO • TREJOS MUñOz SIRLEYDA •<br />
TRUJILLO CORTÉS JEYSON • TRUJILLO CORTÉS YOHN FREDY • TRUJILLO SANDOVAL JORGE ELIÉCER • UNIGARRO ACOSTA NATALI • URBINA GONzALEz JORGE URIEL • URBINA GONzáLEz<br />
WILLIAM • URIBE MEJíA AURA LILIANA • VALENCIA CASAS LUISA FERNANDA • VALENCIA PINzóN JOSÉ LEONARDO • VALENCIA RODRíGUEz JONATHAN • VALENCIA RODRíGUEz WILMAR •<br />
VALLEJO GARCíA MARíA NATALIA • VALLEJO qUINTERO DIEGO FERNANDO • VANEGAS áLVAREz JOSÉ ALIRIO • VANEGAS EDIN FRED • VANEGAS GóMEz ERVIN ARNOBY • VANEGAS SILVA GENTIL<br />
• VARGAS GóMEz YENNY CONSTANzA • VARGAS TÉLLEz JUAN CARLOS • VARóN FLORES JORGE • VARóN FLOREz JOSÉ GILDARDO • VARóN FLóREz LUIS EDUARDO • VARóN NÉSTOR FABIáN •<br />
VEGA MORENO óSCAR JULIáN • VEGA GONGORA ORLEY • VEGA GUERRERO CARLOS ALBERTO • VEJARANO VARóN MóNICA FERNANDA • VELANDIA TORRES HERMES • VELASCO GIL LUSI áNGEL<br />
• VELASCO GUEVARA SANDRA LUCíA • VELASCO GUEVARA WILLIAN • VELASCO NúñEz NÉSTOR FABIáN • VELASCO NúñEz VíCTOR ALFONSO • VELáSqUEz ANDREA DEL PILAR • VÉLEz OSPINA<br />
CARLOS AUGUSTO • VELOSA VANEGAS JAIRO • VENTERO ERNESTO • VERA ALARCóN ABELARDO • VILLA DAzA CARLOS HERNáN • VILLA GARCíA JEUS MARíA • VILLADA RICO GERMáN ADRIAN<br />
• VILLADA VANEGAS CÉSAR AUGUSTO • VILLAMIL JHON FREDDY • VILLAqUIRáN TORO JOHN JAIRO • VIqUE CUCAITA SLOAN WILSON • VISCAYA SANTAMARíA JULY LORENA • VIVAS GóMEz JOSÉ<br />
YEzID • WALTEROS NIñO NELSON • YATE CORTÉS MIGUEL ANDRÉS • YATE LEYTON RUBÉN DARíO • zAMBRANO RINCóN JAVIER • zAPATA ACOSTA HADDER SEBASTIáN • zULUAGA CARDONA<br />
HERNANDO • Listado a noviembre de 2011.<br />
159
Este libro se terminó de imprimir en Bogotá, D. C., el 1 de diciembre de 2011.<br />
160
En medio de la rigurosidad, la disciplina, la<br />
exigencia y la dureza propia de una actividad<br />
como la vigilancia privada, resulta inusual pensar<br />
que alguien pudiera transformar un rostro<br />
malhumorado o una mala palabra en sonrisas o<br />
expresiones positivas.<br />
Al interior de Omnitempus LTDA, la empresa<br />
que se encarga de la seguridad de Anglogold<br />
Ashanti en Cajamarca e Ibagué, ese papel lo<br />
ha aprendido a desarrollar con lujo de detalles<br />
Diana Marcela Osorio López.<br />
Para esta joven profesional en salud ocupacional,<br />
la experiencia en este trabajo donde los hombres<br />
son mayoría ha significado poner a prueba su<br />
creatividad, intuición y sexto sentido.<br />
Las visitas, por lo regular dos veces a la semana<br />
en campo, para verificar las condiciones del<br />
personal y minimizar las situaciones de riesgo<br />
ya hacen parte de la rutina de sus compañeros,<br />
quienes, entre otras cosas, esperan porque<br />
llegue el día.<br />
Y es que más que las labores como supervisora<br />
SISO (seguridad Industrial y Salud Ocupacional)<br />
que debe desempeñar, Diana Marcela es una<br />
consejera, una amiga y hasta una confidente<br />
en quien muchos liberan sus inconformidades<br />
y tensiones laborales, pero también sus<br />
Toda oídos<br />
Carlos Norbey Gantiva Bobadilla o ‘Gantiva’ como mejor lo conocen<br />
sus compañeros, es un personaje sui generis en la vida de La Colosa.<br />
preocupaciones, problemas familiares y<br />
de pareja.<br />
En respuesta a estas confesiones, Osorio López<br />
se la ha jugado por asumir el rol de piscóloga,<br />
entregándoles una recomendación sincera y<br />
regalándoles, de cuando en cuando, un caramelo con<br />
el que les endulza la vida.<br />
Aunque Diana Marcela admite que en ocasiones<br />
se ha sentido en la encrucijada al ser abordada en<br />
búsqueda de respuestas a dificultades propias de<br />
los matrimonios sobre las que todavía no tiene<br />
experiencia, asegura que las vivencias de amigos<br />
y conocidos le han servido como insumo para<br />
tratar de dar un consejo que se ajuste a lo que sus<br />
interlocutores esperan.<br />
Curiosamente no en pocos casos, algunas de<br />
sus intervenciones han terminado en actos de<br />
reconciliación lo que para ella resulta doblemente<br />
gratificante.<br />
Pero no siempre el hecho de ser la única mujer dentro<br />
del grupo es una ventaja. Así como a veces es la más<br />
consentida entre todos, en otras ocasiones Diana<br />
Marcela debe sortear episodios que no resultan<br />
cómodos, cuando entre los vigilantes nuevos,<br />
solteros y más jóvenes empiezan a manifestarse<br />
otro tipo de sentimientos que amenazan con<br />
pasar del plano laboral al personal.<br />
Ante esto nada como una respuesta<br />
diplomática, ética y profesional que sin herir a<br />
nadie deja las cosas en claro y logra que todo<br />
vuelva a su equilibrio natural.<br />
Lo propio ocurre cuando algunas esposas,<br />
encuentran sospechoso el que sus compañeros<br />
reciban ocasionales llamadas de una mujer y<br />
se manifiesten con cierto disgusto. Típicos<br />
episodios de celos que Diana prefiere guardar<br />
en su memoria nada más que como hechos<br />
curiosos y anécdotas para el recuerdo.<br />
Pero para esta joven, trabajadora y echada para<br />
adelante, no todo ha sido color de rosa. Aunque<br />
la oportunidad de trabajo surgió al término de<br />
su pasantía profesional, ello significó un cambio<br />
en su vida que aunque resultó duró, le enseñó<br />
a apreciar el significado de la libertad y a valorar<br />
mucho más la compañía de mamá.<br />
Tanto para ella como para su madre, distanciarse<br />
temporalmente tuvo un costo emocional muy<br />
fuerte. Por un lado, en su condición de hija<br />
única, Diana Marcela jamás se había separado<br />
de su hogar y por otro, ambas sabían que iban<br />
que tener que enfrentar la soledad desde orillas<br />
distintas.<br />
Aunque el trabajo de sol a sol permitía que no<br />
hubiera mucho tiempo para echar de menos,
aspectos como la comida y los consentimientos<br />
de mamá, especialmente en aquellos días en los<br />
que las jornadas se encontraban pasadas por agua<br />
y en los que se terminaba además de exhausta,<br />
hambrienta, mojada y enlodada, hacían que los<br />
sentimientos se encontraran hasta conseguir<br />
quebrantar las fuerzas y estallar en llanto.<br />
Sin embargo, bien dicen por ahí que no hay<br />
nada que el tiempo no pueda curar y el caso<br />
de Diana Marcela no podía ser la excepción. La<br />
adaptación aunque costó trabajo fue posible,<br />
en parte, gracias al apoyo de varias amigas y<br />
colegas, quienes se convirtieron en el apoyo en<br />
los momentos difíciles.<br />
Habiendo alcanzado la estabilidad económica<br />
necesaria, pero también habiendo vivido una<br />
experiencia que no duda en calificar como<br />
enriquecedora, Osorio pudo reencontrarse<br />
con su madre a quien llevó a vivir a su lado en<br />
Cajamarca.<br />
Hoy las cosas para ella de nuevo son más fáciles,<br />
pero jamás volverán a ser iguales. Las vivencias<br />
pasadas le han dado un grado de madurez, de<br />
crecimiento personal e independencia que le<br />
permiten ver la vida con otros ojos.<br />
Después de haber trabajado por varios años en<br />
Ibagué y de haber desarrollado allí parte de su<br />
proyecto de vida, hay amigos y conocidos que<br />
no comprenden aún cómo o por qué decidió<br />
quedarse en la provincia.<br />
Pero Diana Marcela está más que convencida<br />
de estar haciendo lo correcto, pues considera<br />
que además de ser un lugar pequeño y tranquilo,<br />
Cajamarca, Anglogold Ashanti y el proyecto<br />
La Colosa le han brindado la posibilidad de<br />
desarrollarse profesionalmente.<br />
Así al lado de la que considera su gran<br />
familia, esta joven ibaguereña, pero de sangre<br />
Cajamarcuna se levanta cada día con la<br />
convicción de entregar lo mejor de sí. Para<br />
ella sus mayores satisfacciones en la tarea que<br />
realiza, sin duda están en los rostros de alegría<br />
de quienes son llamados a hacer parte de la<br />
compañía, aunque antagónicamente todavía no<br />
haya podido acostumbrarse a las expresiones de<br />
tristeza de quienes de sus manos son enterados<br />
de la negativa a la renovación de sus contratos.<br />
Portadora de buenas y malas noticias, Diana<br />
Marcela es en Omnitempus como la flor de lotto<br />
que emergiendo en un medio aparentemente<br />
hostil para su realidad, es fácilmente adaptable,<br />
pero que además con su sola presencia consigue<br />
iluminar y armonizar el corazón y la mente de<br />
quienes le rodean.<br />
Diana Marcela es una<br />
consejera, una amiga y hasta<br />
una confidente en quien muchos<br />
liberan sus inconformidades y<br />
tensiones laborales
Hablar de naturaleza y preservación de fauna y<br />
flora, resultan ser temas propios de espacios de<br />
encuentro familiar.<br />
Ello no sólo se debe a la actividad que él<br />
desarrolla desde hace casi tres años, ni tampoco<br />
a que se encuentre avanzando en un programa<br />
de preparación como técnico en preservación de<br />
recursos naturales, sino que como si se tratara<br />
de una de esas casualidades del destino, su<br />
hija mayor tomó la decisión de formarse como<br />
licenciada en ciencias naturales.<br />
Si bien, las condiciones propias de su trabajo<br />
hacen que Rafael deba permanecer la mayor<br />
parte del día e incluso de la semana alejado de<br />
los suyos, cada vez que se da la oportunidad,<br />
un buen tema de discusión es el del medio<br />
ambiente, ya bien porque su hija encuentra en<br />
él la primera fuente de consulta a sus dudas<br />
o actividades extracurriculares o a la inversa<br />
porque es él quien también debe asesorarse<br />
en aspectos más académicos para resolver los<br />
trabajos de la Universidad.<br />
Sin embargo, su esposa y su hija menor tampoco<br />
se extraen de estas conversaciones, en ellas ha<br />
ido creciendo un interés latente por estos temas,<br />
no en vano un plan que con toda seguridad la<br />
familia disfruta es poder salir el fin de semana al<br />
campo para estar en contacto con el verde que<br />
en abundancia rodea al municipio de Cajamarca<br />
y en el que se puede respirar aire puro, mientras<br />
se hace deporte.<br />
Cuando se le pregunta si alguna vez llegó a<br />
imaginarse estar cumpliendo con la función<br />
de ecologista y discípulo del medio ambiente,<br />
Rafael responde con absoluta vehemencia que<br />
no. Y es que hasta hace cinco años, su espectro<br />
de acción en lo laboral se había concentrado en<br />
actividades de tipo financiero, así como en la<br />
atención de algunos negocios propios.<br />
En sus primeros años de vinculación con<br />
Anglogold Ashanti, Molina se desempeñó como<br />
vigilante hasta cuando encontró la posibilidad<br />
de trabajar como auxiliar de campo ambiental,<br />
proceso en el que a fuerza de conocimiento,<br />
destreza y experiencia se abrió campo<br />
demostrando un desempeño sobresaliente<br />
sobre sus demás compañeros que le mereció el<br />
ascenso a líder dentro de su área.<br />
Hoy Rafael se declara un enamorado absoluto<br />
de su tarea, además de apoyar el mantenimiento<br />
de los viveros escolares, de promover el<br />
programa de reforestación sobre las fuentes<br />
Reforestador<br />
en cuerpo y alma<br />
hídricas del municipio y de concientizar sobre el<br />
aprovechamiento y manejo de los residuos sólidos,<br />
su trabajo diario implica una relación directa y<br />
constante con la comunidad, que le exige saber lo<br />
suficiente sobre lo que es la compañía, así como<br />
desarrollar una capacidad especial de comprensión,<br />
entendimiento y tolerancia.<br />
Y es que es producto de ese diálogo franco y<br />
abierto con la gente del campo como se ha<br />
logrado que hoy sean cerca de 29 las hectáreas<br />
de plántulas sembradas en diferentes puntos de<br />
la zona rural.<br />
Rafael sabe que no es un proceso en el que se<br />
obtengan efectos en el corto plazo y en el que se<br />
necesita el compromiso de la comunidad para<br />
que el resultado sea exitoso.<br />
No basta con emprender desafiantes recorridos<br />
por trocha o montaña, a pie o a acaballo; ni<br />
dedicar ocho horas enteras a la siembra de<br />
árboles, por eso su labor se prolonga a las visitas<br />
técnicas posteriores, a la motivación de los<br />
propietarios de predios para que se esmeren aún<br />
más en el cuidado de sus arbustos.<br />
Es una misión que fusiona en una sola alma las<br />
lecciones del siempre querido profesor Yarumo y<br />
En el hogar de Rafael Molina, uno de los líderes ambientales<br />
con mayor trayectoria al interior de la compañía.
Habrá de pasar por lo menos un año<br />
para que las pequeñas plántulas<br />
alcancen la altura ideal y Rafael<br />
como sus demás coequiperos puedan<br />
decir con una sonrisa en el rostro<br />
que la tarea se hizo.<br />
la acción efectiva del capitán planeta de las tiras<br />
cómicas.<br />
Habrá de pasar por lo menos un año para que<br />
las pequeñas plántulas alcancen la altura ideal y<br />
Rafael como sus demás coequiperos puedan decir<br />
con una sonrisa en el rostro que la tarea se hizo.<br />
Allí irán quedando en los bosques, las laderas,<br />
las cuencas y en el borde de los nacimientos<br />
numerosos testimonios de un trabajo que las<br />
nuevas generaciones agradecerán y del que la<br />
descendencia de Rafael se siente y se sentirá<br />
orgullosa.<br />
Pero como todo no puede ser trabajo, hay otra<br />
pasión que cada domingo Molina disfruta al lado<br />
de su hija de 11 años, una actividad que implica<br />
trabajo en equipo como el que él hace, donde<br />
la estrategia no se traza precisamente para ver<br />
árboles robustos y sanos, y en el que pasa de ser<br />
admirado para convertirse en hincha: se trata<br />
del fútbol y de su afición al equipo de la región,<br />
al Deportes Tolima con el que celebran en la<br />
tribuna cada gol, cada pase de ensueño, cada<br />
triunfo, mientras llega la hora de volver a casa y<br />
seguir haciéndole sus propias anotaciones a su<br />
permanente rival de turno, la deforestación y el<br />
impacto sobre el medio ambiente.
Los bolivarianos<br />
En el hogar de Rafael Molina, uno de los líderes ambientales<br />
con mayor trayectoria al interior de la compañía<br />
Cuentan los relatos de Alejandro Von Humbold<br />
y otros expedicionarios de Indias, como los<br />
medios de transporte en la Colombia de los<br />
años previos a la Independencia, se limitaba<br />
en muchos casos al admirable esfuerzo de los<br />
cargueros que sin ningún prejuicio encontraron<br />
en la resistencia de sus espaldas y en su temple,<br />
una forma práctica para ganarse la vida por entre<br />
las escabrosas trochas y los empinados caminos<br />
en los que las mulas no conseguían abrirse paso.<br />
Estas narraciones históricas sitúan puntos<br />
específicos de la geografía nacional como el<br />
mítico paso del quindío, en la ruta que por<br />
entre la montaña se abría desde Ibagué hacia el<br />
occidente.<br />
Sin importar las condiciones atmosféricas<br />
y topográficas, la labor del carguero se fue<br />
haciendo cada vez más popular entre jóvenes,<br />
niños y adultos, generaciones enteras que en<br />
poblaciones como Cajamarca, conocieron y<br />
desarollaron las destrezas propias de un oficio<br />
el anonimato del heroísmo, en gran medida el<br />
desarrollo de la nación.<br />
Hoy dos siglos después, rememorando la historia<br />
de sus antepasados, recorriendo las mismas<br />
montañas y los exigentes senderos, un grupo<br />
de valerosos hombres a quienes todos en La<br />
Colosa conocen como los bolivarianos son los<br />
encargados de transportar sobre su humanidad<br />
durante todo el día pesadas encomiendas en cajas<br />
de madera y algunos aditivos que posibilitan las<br />
labores de perforación en el proyecto.<br />
Jaiver Millan y Ginner Moreno, son dos de ellos.<br />
La labor de los bolivarianos, comienza<br />
formalmente a eso de las 6 de la mañana.<br />
Después de compartir en la bodega el desayuno<br />
que cada uno de ellos trae desde su casa, los<br />
26 ‘cargueros’ ubican sus encomiendas dentro<br />
de sus característicos morrales amarillos<br />
impermeables, antes de disgregarse en varias<br />
en la bodega<br />
direcciones hasta ya no ser visibles entre las<br />
de compartir<br />
al que se le debe con coronas de laureles, en espesa vegetación de la montaña.<br />
Después<br />
el desayuno que cada uno de<br />
ellos trae desde su casa, los 26<br />
‘cargueros’ ubican sus encomiendas<br />
dentro de sus característicos<br />
morrales amarillos impermeables.
Cuentan Jaiver y Ginner que los viajes iniciales<br />
casi siempre son los más suaves, pues además<br />
de llevar algunas sustancias, necesarias para el<br />
funcionamiento de las máquinas, sólo movilizan<br />
cajuelas vacías.<br />
Al llegar a su destino es donde comienza el<br />
verdadero trabajo pesado. Desde allí deben<br />
regresar a su punto de origen movilizando los<br />
núcleos de roca que durante la noche fueron<br />
extraídos de la profundidad de la tierra.<br />
El primer secreto para que el recorrido no<br />
resulte tortuoso radica en saber ubicar los<br />
cofres dentro de la maleta. Si se dejan las<br />
superficies corrugadas sobre la cara que toca la<br />
espalda, la fricción por razones obvias cobrará<br />
sus efectos.<br />
De ahí en adelante el desafío está en mantener<br />
el equilibrio y caminar a buen ritmo, sin<br />
exceder la velocidad permitida, sobre todo<br />
cuando los caminos son afectados por la lluvia<br />
y la tierra se convierte en una deslizante pista<br />
de lodo.<br />
Cada viaje exige concentración, la que algunos<br />
de los bolivarianos encuentran haciendo<br />
sus recorridos en silencio, pero la que otros<br />
consiguen acompañados de la que en la<br />
inmensidad de la montaña se ha hecho su mejor<br />
amiga: la radio.<br />
Además de los elementos de protección<br />
personal, lazos, maletines y radios, casi todos los<br />
bolivarinos cuentan con otro elemento muy a fin<br />
con su tarea: listones de madera que les sirven<br />
de soporte y como bastón en el camino.<br />
A ciencia cierta, ninguno de ellos sabe cuántos<br />
viajes tendrá que hacer durante el día, pero<br />
todos están preparados para soportar lo<br />
necesario, eso sí sin exceder los 25 kilos que por<br />
ley están autorizados a cargar.<br />
El mediodía marca el fin de la primera parte de la<br />
jornada y el momento del descanso que todos<br />
vuelven a compartir. Una pausa para tomar<br />
el almuerzo, guarecerse de la lluvia y el frío,<br />
conversar o echar ‘caspa’ como ellos mismos<br />
dicen o sencillamente para recostarse y permitir<br />
que la espalda se relaje.<br />
A eso de la 1 de la tarde, la labor se retoma y<br />
aunque entre ellos no hay un líder que coordine<br />
los desplazamientos, prima el compañerismo<br />
y el trabajo en equipo, pues como afirma Jaiver<br />
Millan cada quien es consciente de su trabajo<br />
y de manera justa y ejemplarizante se logran<br />
equilibrar las cargas.<br />
Hacia las 3:30 de la tarde todos están de regreso<br />
sin importar si de por medio haya una hora o<br />
hasta hora y media de camino como ha llegado<br />
a suceder. Lo siguiente es vaciar sus maletas,<br />
organizarlas y colgarlas en su sitio de reposo,<br />
reemplazar las prendas húmedas por ropa seca<br />
y abrigada para emprender con la caída del sol,<br />
el regreso a casa donde deberán asumir el peso<br />
de su responsabilidad como padres y esposos,<br />
antes de que el sol vuelva a brillar y retornen al<br />
campo a su abnegada labor.
Madres a toda prueba<br />
Para ellas el día inicia más temprano que para el resto<br />
del personal vinculado al proyecto La Colosa.<br />
Podría decirse que su instinto maternal está<br />
íntimamente ligado a su trabajo, pues por el<br />
esfuerzo de cada una de ellas, cuando el sol<br />
finalmente brilla cada cosa por pequeña que sea<br />
luce reluciente y se encuentra lista.<br />
Ese empeño de ama de casa que se entremezcla<br />
con una obsesión por lo perfecto y al que se suman<br />
elevadas dosis de amor y alegría son los que hacen<br />
que estos personaje sean quizás los que gocen de<br />
mayor apreció entre propios y extraños.<br />
Son verdaderamente “las madres” de la<br />
compañía, no sólo porque de puertas para<br />
afuera tengan hogares de los que encargarse,<br />
sino porque dentro actúan de la misma forma,<br />
consentidoras, complacientes y hasta cómplices.<br />
María Libia Salas y Martha Cecilia Castro, son<br />
dos de las mujeres vinculadas a Service & Meals,<br />
la temporal encargada de incorporar al personal<br />
que presta sus servicios tanto en los casinos<br />
como en oficinas y alojamientos.<br />
Como ellas hay un selecto y muy bien calificado<br />
grupo de damas que se responsabiliza de<br />
preparar los alimentos diarios para suministrar a<br />
un buen número de trabajadores, pero también<br />
de llevar la ropa a la lavandería, secarla, regresarla<br />
a las habitaciones y por supuesto velar porque la<br />
limpieza brille por donde quiera que se le mire.<br />
Las historias de María Libia y de Martha<br />
Cecilia tienen mucho en común. Ambas<br />
llegaron a la compañía como si todo hubiera<br />
estado de su lado para que lo lograran. María<br />
Libia, por ejemplo, tuvo que competir con<br />
cerca de 30 aspirantes al mismo cargo y<br />
superar todo el proceso de selección hasta<br />
recibir la aprobación definitiva, mientras que<br />
Martha Cecilia, quien estaba mentalizada en<br />
reincorporarse a la fase II del proyecto Túnel<br />
de la Línea decidió presentar su hoja de vida,<br />
impulsada por una amiga sin imaginar que en<br />
dos o tres días estaría dentro.<br />
Aunque ambas coinciden en afirmar que en<br />
algunos momentos es inevitable sentir el<br />
cansancio y el desgaste propios de la actividad<br />
física, especialmente cuando se está sobre los<br />
dos mil 900 metros sobre el nivel del mar y si<br />
bien otras de sus compañeras sostienen que<br />
jamás se termina de tener una adaptación total a<br />
los extensos senderos de escalas que separan la<br />
base del campamento con los alojamientos, de<br />
lo que sí están plenamente convencidas es de su
El perfil de estas mujeres, sin duda<br />
es el de guerreras y luchadoras,<br />
pues no sólo deben cumplir con sus<br />
obligaciones en el trabajo sino<br />
desempeñar con ahínco el rol de<br />
madres y padres, al mismo tiempo.<br />
gratitud para con la compañía, que las motiva a<br />
seguir adelante sin importar los obstáculos.<br />
El perfil de estas mujeres, sin duda es el de<br />
guerreras y luchadoras, pues no sólo deben<br />
cumplir con sus obligaciones en el trabajo sino<br />
desempeñar con ahínco el rol de madres y<br />
padres, al mismo tiempo.<br />
En el caso de María Libia, una mujer que sólo<br />
transmite ternura y confianza son tres los hijos<br />
por los que ha tenido que ver a lo largo de su<br />
existencia, el menor de ellos de seis años.<br />
Aunque su hija de 19 ha sido una gran ayuda en<br />
casa para que al regresar sean menos las tareas<br />
con las que ponerse al día, cada vez que es<br />
necesario madrugar o cuando su trabajo le obliga<br />
a permanecer por fuera más de lo normal, María<br />
Libia redobla sus esfuerzos en procura de que<br />
la mayor parte de las cosas estén listas o por lo<br />
menos se faciliten.<br />
Lo propio ocurre con Martha Cecilia de espíritu<br />
alegre y divertido, quien enfrenta un momento<br />
crucial, pues sus pequeños, ya no tan pequeños, de<br />
11 y 13 años, encaran una etapa nada fácil en la que<br />
los abuelos han sido figuras clave que le devuelven<br />
plenamente la tranquilidad ante su ausencia.<br />
Pese a todos los sacrificios que han tenido que<br />
hacer para tratar de proporcionarle una mejor vida a<br />
sus familias, para conseguir llevar el sustento diario<br />
y mejorar sus propias condiciones económicas,<br />
anímicas y por qué no hasta emocionales, ambas<br />
se consideran afortunadas pues sus hijos han<br />
sabido responder a este esfuerzo y con la mayor<br />
comprensión aguardan por su regreso siempre con<br />
un abrazo confortable, un beso grato y amoroso y<br />
un muy profundo “te extrañé”.<br />
Para María Libia Salas y Martha Cecilia Castro,<br />
los malos momentos del pasado, se quedaron en<br />
eso, en un pasado que a veces miran a través del<br />
retrovisor antes de volver a concentrar su mirada<br />
en el horizonte.<br />
Y es que sus motivaciones para sentir una deuda<br />
de gratitud con la empresa de la que han hecho<br />
parte por dos años cada una, van de lo intangible<br />
a lo tangible.<br />
De un lado la satisfacción de poder proporcionarle<br />
estudio a sus hijos, de complacerles con uno que<br />
otro capricho y de otro la posibilidad de alcanzar<br />
ese sueño familiar por el que todo el mundo<br />
espera poder, tener una casa digna, un hogar<br />
propio para los días porvenir.
Arrieros somos<br />
Para ellas el día inicia más temprano que para el resto<br />
del personal vinculado al proyecto La Colosa.<br />
En una geografía agreste donde las opciones<br />
de movilidad son limitadas, no basta con la<br />
fuerza humana para conseguir que todo lo que<br />
se necesita llegue hasta donde debe y con la<br />
efectividad que se requiere.<br />
Por eso dentro del proyecto La Colosa tan<br />
valioso como el esfuerzo de los cargueros,<br />
resulta el de los arrieros y sus semovientes,<br />
actores protagónicos y de enorme tradición<br />
en la región de quienes depende la movilidad y<br />
en buena medida los avances estructurales en<br />
todos y cada uno de los procesos.<br />
A lomo de mula es como llegan hasta los más<br />
remotos lugares en las elevadas e impenetrables<br />
cumbres que pocas veces dejan de ser<br />
custodiadas por las nubes, insumos, materias<br />
primas y muchos otros elementos de los que<br />
depende que el trabajo en el área se pueda<br />
desarrollar con éxito.<br />
Con 15 años de experiencia, Jorge Eliécer<br />
Perdomo es uno de esos modernos arrieros que<br />
reemplazaron los sombreros por cascos y las<br />
alpargatas o las cotizas por botas punta de acero.<br />
Para él esta es una labor en la que la práctica<br />
hace la diferencia, pues no sólo se trata de<br />
sujetar las cargas y enlazar los animales, mucho<br />
más allá de ello hay que aprender a conocer su<br />
temperamento y obrar con toda la precaución<br />
para que ni uno solo de ellos falle.<br />
Se trata de articular, guiar y orientar un equipo que<br />
a diferencia de los humanos no tiene la capacidad<br />
de raciocinio, con el que la comunicación se da en<br />
términos diferentes y que responde únicamente a<br />
estímulos, lo que aumenta el grado de dificultad<br />
y automáticamente le hace un oficio con matices<br />
de arte.<br />
Para Jorge Eliécer en sus maniobras como arriero<br />
son varios los enemigos a los que se enfrenta. La<br />
bruma que obstaculiza la visibilidad, la altura, la<br />
fatiga de los animales, pero en especial el clima,<br />
un aspecto que reviste la mayor atención.<br />
Con la lluvia, los caminos se hacen pantanosos,<br />
las mulas por su peso tienden a enterrarse, los<br />
desplazamientos por obvias razones se hacen más<br />
lentos y el riesgo de que la entrega no llegue a su<br />
destino hace que aumente la tensión y la ansiedad.<br />
Son verdaderos caminos reales en los que jamás<br />
se puede tener confianza absoluta por más<br />
veces que por allí se haya trasegado, donde la<br />
naturaleza se muestra imponente y desafiante y<br />
sobre los que el arriero agita su respiración hasta<br />
tener de nuevo la posibilidad de inhalar y expirar<br />
ya con la tranquilidad de haber alcanzado su<br />
punto de llegada<br />
Jorge Eliécer es consciente que si su condición<br />
física se desgasta, la de los animales que<br />
además están bajo su responsabilidad y que se<br />
convierten en fuente de su sustento diario aún<br />
más, por eso al término de los viajes que pueden<br />
ir de cuatro a seis en los peores escenarios y<br />
de 10 a 12 cuando las circunstancias resultan<br />
ideales, la mejor recompensa para sus leales<br />
acompañantes en un merecido descanso en los<br />
potreros acompañados de una mezcla de miel,<br />
salvado y agua en abundancia.<br />
Para él ningún animal es más especial que otro,<br />
aunque no desconoce que algunos por su edad<br />
o su contextura sobresalen al mostrar un mejor<br />
rendimiento en el campo, mayor estabilidad<br />
y fuerza.
Se trata de articular, guiar y<br />
orientar un equipo que a diferencia<br />
de los humanos no tiene la<br />
capacidad de raciocinio, con el que<br />
la comunicación se da en términos<br />
diferentes y que responde únicamente<br />
a estímulos<br />
Ese es el caso de Esmeralda, quizá la única de las<br />
mulas con nombre dentro del lote, cuyo nombre<br />
fue atribuido a su belleza y gordura.<br />
Si bien, Jorge Eliécer Perdomo se confiesa un<br />
afortunado al no haber tenido que afrontar hasta<br />
ahora ningún accidente que lamenta, también<br />
sabe que ese invicto a su favor es un reto al<br />
que debe enfrentarse en cada salida. Por eso la<br />
importancia que para él tiene el que los animales<br />
enfermos o lastimados guarden la debida<br />
quietud y que antes de emprender la labor,<br />
los animales, al igual que los vehículos, sean<br />
sometidos a una exhaustiva revisión antes de ser<br />
autorizados para emprender la marcha.<br />
Como Jorge Eliécer son hoy 11 los arrieros<br />
que desfilan permanentemente por los<br />
despeñaderos, acompañados de sus recuas<br />
compuestas por entre seis y siete semovientes.<br />
Ellos no sólo hacen un trabajo que a veces en<br />
la acelerada dinámica de la cotidianidad de La<br />
Colosa tiende a hacerse imperceptible sino<br />
que con su sola presencia engalanan, exaltan y<br />
colorean el paisaje, generando la sensación de<br />
quien tiene ante sus ojos la réplica de un pesebre<br />
en movimiento.
Hecha a pulso<br />
En el rostro de Nedy Alzate se evidencian claramente el desgaste<br />
y el cansancio, provocados por el sufrimiento, las angustias y las<br />
preocupaciones del pasado.<br />
Ella como muchas de las mujeres que hacen<br />
parte del proyecto La Colosa ha tenido que<br />
cumplir con el rol de madre y padre, al mismo<br />
tiempo, pero a diferencia de las demás, la batalla<br />
por la crianza de sus dos hijos ha tenido que<br />
darla en el mundo, casi completamente sola,<br />
sin la anuencia o la ayuda de una madre o una<br />
hermana, apenas y con la voluntaria colaboración<br />
de algunas amigas y vecinas que se convirtieron<br />
en su familia.<br />
Nedy llegó a Anglogold Ashanti hace<br />
aproximadamente cinco años, cuando las<br />
dificultades económicas agobiaban su vida y<br />
amenazaban la estabilidad familiar.<br />
Inicialmente su trabajo se desarrolló en el área de<br />
servicios generales. Por lo que las jornadas para<br />
ella iniciaban a eso de las 3:30 de la mañana y<br />
terminaban sobre las 9 de la noche.<br />
Durante ese tiempo, los canales de<br />
comunicación con sus pequeños que para<br />
entonces contaban con 7 y 14 años empezaron<br />
a deteriorarse, no precisamente porque ella<br />
estuviera desinteresada en saber de su suerte,<br />
sino porque el mismo ritmo de su rutina le<br />
imposibilitaba sostener un encuentro con<br />
ellos, un diálogo profundo o simplemente el<br />
dedicarles tiempo extra al de sus días libres.<br />
En otras ocasiones, cuando Nedy debía trabajar en<br />
el casino del campamento sabía que pasaría días<br />
enteros sin poder ver a sus hijos, en esos casos,<br />
además de esmerarse por dejar todo organizado,<br />
solía recomendarlos con algunas de sus más<br />
cercanas amigas que se convirtieron en su familia.<br />
Aún sin adaptarse a las exigencias de la labor,<br />
pero consciente de que no podía darse por<br />
vencida por amor a Diana Marcela y Juan Camilo,<br />
sus recomendaciones y sus mensajes hacia<br />
ellos para que se esforzaran, comportándose<br />
de manera correcta y concentrándose en los<br />
estudios parecieron no surtir efecto.<br />
Las malas noticias y los rumores provenientes de<br />
sus amigas empezaron a hacerse más frecuentes.<br />
Ambos parecían andar en malos pasos y<br />
rodeados de malas compañías con quienes<br />
pasaban el tiempo que no estaban en el colegio.<br />
Las alarmas se dispararon del todo cuando el<br />
rendimiento en el colegio de los dos empeoró.<br />
Entonces Nedy supo que era hora de tomar<br />
medidas drásticas.<br />
Agradecida por una experiencia<br />
de la que ha aprendido más de lo<br />
que había podido imaginar, de una<br />
oportunidad que le ha permitido ir<br />
mejorando su nivel de vida y el de<br />
su familia<br />
Fueron días de llanto entremezclados con<br />
decepción, pero también de las más puras<br />
demostraciones de temple y tenacidad.<br />
Triplicando sus esfuerzos, Nedy consiguió como<br />
ella misma dice “ir recuperando, poco a poco, a<br />
sus hijos hasta conseguir redireccionarlos por el<br />
camino del que nunca debían haberse extraviado”.<br />
Al término de su bachillerato Diana Marcela<br />
hizo explícito su deseo de seguir sus estudios<br />
en contaduría. Aunque los compromisos<br />
económicos eran muchos, ajustando el cinturón
Nedy consiguió la manera de poder pagarlo,<br />
mientras con la ayuda de algunos sacerdotes<br />
obtuvo el apoyo para garantizarle la alimentación<br />
y hospedaje en Armenia.<br />
En los días en que la remeza no era lo<br />
suficientemente flexible, Diana Marcela debía<br />
hacer el sacrificio de caminar desde su casa a la<br />
universidad y viceversa.<br />
La poca ropa con la que contaba y que había<br />
llevado desde Cajamarca a Armenia empezaba a<br />
quedarle chica e incluso varios de sus pantalones<br />
se rompían al mínimo esfuerzo, mientras sus<br />
demás compañeras se ufanaban de estrenar un<br />
vestido nuevo cada semana.<br />
Sobrepasando todos esos obstáculos, hace dos<br />
años Diana Marcela consiguió obtener su título<br />
y en la actualidad ejerce su profesión en una<br />
entidad financiera de Cajamarca.<br />
Entre tanto, Juan Camilo inició sus estudios en<br />
licenciatura en educación física, los mismos que<br />
decidió suspender por un semestre para trabajar<br />
y conseguir el dinero necesario para alivianar<br />
en parte las cargas de su madre, quien está<br />
terminando de pagar la casa familiar.<br />
Hoy él se desempeña como auxiliar de<br />
perforación, mientras Nedy cumple con otra<br />
valiosa misión dentro del proyecto, es una de las<br />
tres integrantes del equipo responsable del centro<br />
de acopio, donde se clasifica y da trasladado a los<br />
residuos sólidos que se generan en la compañía,<br />
pensando en términos de reciclaje y disminución<br />
de los niveles de impacto ambiental.<br />
Agradecida por una experiencia de la que ha<br />
aprendido más de lo que había podido imaginar,<br />
de una oportunidad que le ha permitido ir<br />
mejorando su nivel de vida y el de su familia, Nedy<br />
no puede contener las lágrimas al recordar como<br />
en la intimidad de su hogar hoy “sus muchachos”,<br />
los mismos por los que lo ha dado todo y estaría<br />
dispuesta a dar más, la abrazan y entre caricias<br />
reconocen su esfuerzo, su entereza, su capacidad<br />
incansable de trabajo y todos esos llamados<br />
de atención que tanto le costaron, recuerdos<br />
agridulces de los que queda como lección que<br />
una madre siempre está dispuesta a dar hasta el<br />
último aliento por lo mejor para los suyos.
A la par con ellos está el sacrificio de las familias,<br />
muchas de las cuales han tenido que modificar<br />
sus horarios y rutinas para hacer que las cosas en<br />
casa funcionen de la mejor manera posible.<br />
Ana Milena Salazar, se desempaña hace siete<br />
meses como auxiliar de campo. Su labor se<br />
concentra en el mantenimiento de vías, trinchos,<br />
gaviones, canalizaciones, señalizaciones y carga.<br />
Un día normal para ella inicia entre las tres y<br />
las cuatro de la mañana. En medio del intenso<br />
frío matutino que penetra por entre las paredes<br />
y empaña las superficies de cristal, un primer<br />
bombillo se enciende dentro de su humilde<br />
vivienda ubicada en predios de la vereda Rincón<br />
Placer.<br />
Después de hacer las cobijas a un lado y<br />
procurando hacer el menor ruido posible, Ana<br />
Milena se dirige hacia la ducha. En el camino se<br />
detiene en la cocina para encender los fogones,<br />
iniciar la preparación los alimentos del día y<br />
cerciorarse de tener una bebida caliente al salir<br />
de la ducha.<br />
El baño no se prolonga mucho tiempo y es<br />
apenas comprensible. Pasar más de lo debido<br />
bajo un chorro a temperaturas realmente bajas,<br />
incluso para quienes como ella son nativos<br />
de la región puede terminar en un cuadro de<br />
hipotermia.<br />
Con su uniforme listo, y mientras toma una<br />
cargada taza de café, Ana Milena dispone de<br />
todo lo necesario para que el desayuno y el<br />
almuerzo estén listos al mismo tiempo.<br />
Cuando aromas a especias y frituras se posan<br />
en el ambiente, transportadas por el vapor<br />
que emana de ollas y cacerolas, apenas queda<br />
tiempo para injerir los primeros alimentos<br />
del día, empacar los que ayudarán a saciar el<br />
apetito cuando el sol raye en el meridiano, dejar<br />
la comida lista para su hija, echar un vistazo<br />
a que todas las cosas que necesita para ir al<br />
colegio estén a la vista, tomar sus elementos de<br />
protección personal y emprender el camino.<br />
Las despedidas habituales en otros casos, para<br />
ellas resultan más bien ocasionales, aunque<br />
los saludos al término de la jornada sí son<br />
infaltables.<br />
Para cuando Yessica Alejandra Rodríguez<br />
comienza el día, Ana Milena, su madre, le lleva<br />
una larga ventaja. Como en los cuentos de<br />
hadas, esta jovencita de 13 años encuentra todo<br />
perfectamente dispuesto para que su amanecer<br />
inicie con el pie derecho.<br />
Ana Milena procura que no deba esforzarse<br />
demasiado con los quehaceres de casa, sin<br />
embargo, es exigente en el cumplimiento de los<br />
compromisos académicos.<br />
Contra reloj<br />
Para gran parte de nuestros hombres y mujeres en campo,<br />
cumplir con su actividad diaria implica no sólo la inversión<br />
de esfuerzos físicos y mentales.
Pero no siempre las cosas han estado en el nivel<br />
de armonía que se encuentran hoy. Al principio,<br />
Salazar admite que la experiencia resultó dura y<br />
aleccionante.<br />
El primer factor que esta cajamarcuna amante<br />
del baile y la rumba tuvo que aprender a dominar<br />
fue el manejo del tiempo, causante de su estrés<br />
y sus tensiones matutinas.<br />
No en pocas oportunidades, los planes del menú<br />
para el almuerzo se redujeron a la mitad, como<br />
tampoco resultaron pocas las ocasiones en las<br />
que por la premura del tiempo, al salir de casa,<br />
Las despedidas habituales en<br />
otros casos, para ellas resultan<br />
más bien ocasionales, aunque los<br />
saludos al término de la jornada<br />
sí son infaltables.<br />
se quedaron las cucharas y hasta parte de los<br />
elementos de trabajo.<br />
A fuerza de aprendizajes como este y al igual<br />
que en el caso de los deportistas de alto<br />
rendimiento, Ana Milena logró controlar cada<br />
minuto y hasta superar sus propios récords,<br />
al punto de que hoy termina sus tareas con<br />
suficiente antelación.<br />
A la hora del regreso, Salazar trata siempre de<br />
desembarcar y dirigirse a casa. 15 minutos de<br />
camino a pie desde la carretera principal hasta<br />
su casa la separan del momento más esperado<br />
de la jornada el reencuentro para compartir unas<br />
pocas horas al lado de su pequeña.<br />
Este tiempo es aprovechado para despejar<br />
algunas dudas, hacer algunas consultas<br />
pendientes, revisar el estado de tareas y trabajos<br />
e inmediatamente empezar a preparar todo para<br />
el siguiente día.<br />
Aunque Yessica Alejandra pasa la mayor parte<br />
del día sin la compañía de su mamá, por fortuna<br />
los abuelos y su tía se han convertido en la mano<br />
derecha para que el final de la crianza aún con las<br />
complicaciones normales llegue a feliz término<br />
Siendo aún una niña en etapa de<br />
preadolescencia, Ana Milena tiene la<br />
tranquilidad, pero a la vez el orgullo de que su<br />
hija haya alcanzado hoy un grado de madurez<br />
que, sin duda le debe a las circunstancias de la<br />
vida misma.<br />
Yessica es consciente que a diferencia de sus<br />
compañeras o sus amigas, nadie va ejercer<br />
presión para que cumpla con sus deberes,<br />
sin embargo, la entrega de su madre, ese<br />
compromiso diario y desinteresado, el esfuerzo<br />
que de sol a sol hace para tratar de brindarle<br />
mejores posibilidades pasan a constituirse<br />
en un aliciente, en el reactor que la impulsa a<br />
esforzarse para compensar a Ana Milena con<br />
buenos resultados en el colegio, que a su vez se<br />
traduzcan en satisfacciones para ella.<br />
Esta relación familiar, abierta, moderna, libre<br />
de ataduras o represiones, pero alimentada<br />
por la confianza, los compromisos y las<br />
responsabilidades personales, también tiene<br />
sus espacios para el consentimiento, los<br />
sentimientos y el afecto mutuo.<br />
Los fines de semana Ana Milena no sólo los<br />
aprovecha para ponerse al día con aquellas<br />
tareas domésticas acumuladas en la semana, la<br />
prioridad para esta madre está en dedicarle el<br />
tiempo necesario a Yessica Alejandra salir, hacer