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Plantilla para Tesis PUG - Arautos do Evangelho

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UNIVERSIDAD GREGORIANA<br />

FACULTAD DE TEOLOGÍA<br />

DEPARTAMENTO DE TEOLOGÍA FUNDAMENTAL<br />

SANTA HILDEGARDA<br />

EJEMPLO SUBLIME DE ARMONIA ENTRE<br />

FE Y CIENCIA<br />

Scivias III, 9: «La torre de la Iglesia»<br />

La figura <strong>do</strong>rada es la Sabiduría. Uno de sus célebres «dibujos»<br />

Alumno: José Francisco HERNÁNDEZ MEDINA, E.P.<br />

Matricula: 158245<br />

TF 2004<br />

Profesor Paul Haffner, Presbítero


1. Introducción<br />

La preocupación que el Concilio Vaticano II expresa en la Gaudium et<br />

spes 1 sobre el efecto que el avance de la ciencia – con sus desarrollos tecnológicos<br />

de to<strong>do</strong> tipo, al que se corresponde, por otro la<strong>do</strong>, un retroceso de<br />

la filosofía y de la religión – produce en muchas mentes, de que este progreso<br />

ha si<strong>do</strong> una de las principales causas de la secularización, no ha i<strong>do</strong><br />

más que confirmán<strong>do</strong>se a lo largo de las décadas que se han sucedi<strong>do</strong> a la<br />

Magna Asamblea Conciliar.<br />

Esto, que constituye, con toda razón, una honda preocupación en los Pastores<br />

de la Iglesia, está en profun<strong>do</strong> contraste con la época y el personaje<br />

sobre el que el presente Elaborato versará. La gran y rica figura de una<br />

Santa característica, diríamos que prototípica, de un tiempo y de una mentalidad<br />

impregnadas del espíritu cristiano.<br />

En esa época – como el Prof. Haffner señalaba desde su primera clase –<br />

en que no había entra<strong>do</strong> en la Historia del pensamiento humano el racionalismo,<br />

era connatural, y de una relación habitual, hablar, tratar y estudiar, al<br />

mismo tiempo, de la fe y de la razón; de la filosofía y de la ciencia 2 . El<br />

avance de una no era obstáculo al avance de la otra; sino que, por el contrario,<br />

se ayudaban mutuamente.<br />

De esta época afirmó el Papa León XIII, en su célebre Encíclica Inmortale<br />

Dei 3 :<br />

Hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los Esta<strong>do</strong>s. Entonces<br />

aquella energía propia de la sabiduría cristiana, aquella su divina virtud,<br />

había penetra<strong>do</strong> profundamente en las leyes, instituciones y costumbres de los<br />

pueblos, en to<strong>do</strong>s los órdenes y problemas del Esta<strong>do</strong>; cuan<strong>do</strong> la religión fundada<br />

por Jesucristo, colocada firmemente sobre el gra<strong>do</strong> de honor y de altura<br />

que le correspondía, florecía en todas partes secundada por el favor de los<br />

príncipes y por la legítima tutela de los magistra<strong>do</strong>s; y el sacer<strong>do</strong>cio y el imperio,<br />

concordes entre sí, departían con toda felicidad en amigable consorcio de<br />

voluntades e intereses. Organizada de este mo<strong>do</strong> la sociedad civil, produjo<br />

bienes muy superiores a toda esperanza. Todavía subsiste la memoria de ellos,<br />

y quedará consignada en un sinnúmero de monumentos históricos, ilustres e<br />

indelebles, que ninguna corruptora habilidad de los adversarios podrá nunca<br />

desvirtuar ni oscurecer.<br />

Uno de los frutos, incontestables, de esa penetración de la «filosofía del<br />

Evangelio» es el avance científico, así como la naturalidad con que los<br />

1 VATICANO II, Gaudium et spes, 33.<br />

2 P. HAFFNER, Creazione e scienze, 86 y ss.<br />

3 LEÓN XIII, Inmortale Dei, 9.<br />

2


hombres exponenciales trataban de Dios y de lo sobrenatural, como de lo<br />

natural y científico. Es más, la ciencia servía <strong>para</strong> aumentar la fe, <strong>para</strong> progresar<br />

en la virtud y desear la santidad.<br />

Es, una vez más, la aplicación del consejo que Nuestro Señor nos da:<br />

«Buscad en primer lugar el Reino de Dios y su justicia; y lo demás se os<br />

dará por añadidura» 4 . Dicha aplicación se mostraba, en esa época histórica,<br />

real y eficaz.<br />

A su vez, son especialmente adecuadas <strong>para</strong> este tema las palabras del<br />

Cardenal Poupard, – intervención, por cierto, del gran alcance - sien<strong>do</strong> aún<br />

Presidente del Consejo Pontificio <strong>para</strong> la Cultura, en su Discurso de presentación<br />

del Jubileo de los científicos, en el que afirma:<br />

¿Quien podría pensar, en el lejano 1.300, el primer Jubileo de la Historia, que<br />

se daría una jornada especial <strong>para</strong> los científicos? El concepto en sí mismo de<br />

dialogo ciencia y fe sería, sin lugar a dudas, considera<strong>do</strong> extraño tanto a Alberto<br />

Magno, como a Maimónides, como por Galileo, Keplero, Tycho Brahe e<br />

incluso Newton… Para estos científicos eminentes y creyentes en el Dios<br />

crea<strong>do</strong>r del universo, la armonía entre estas <strong>do</strong>s formas de conocimiento era<br />

connatural 5 .<br />

Para comprender mejor esta problemática es de enorme utilidad el estudio<br />

de figuras como Santa Hildegarda de Bingen y San Alberto Magno.<br />

Dos personajes exponenciales de la simbiosis, llena de frutos, entre fe y<br />

ciencia.<br />

2. Hildegarda de Bingen. Su vida<br />

La vida de Santa Hildegarda se desarrolla en el silgo XII, en el corazón<br />

de la Baja Edad Media, <strong>do</strong>nde tantos movimientos de diverso orden convergen<br />

hacia la formación de una civilización que, en su género, estaba<br />

caminan<strong>do</strong> hacia un auge.<br />

Baste pensarse en el gran número de santos que en to<strong>do</strong>s los niveles vemos<br />

florecer. Ejemplo significativo, concretamente, es el número de reyes<br />

santos de esa época. Solo en torno a este perío<strong>do</strong> se han conoci<strong>do</strong> un tan<br />

gran número de bienaventura<strong>do</strong>s, también de este tipo (reyes y nobles): San<br />

Luís Rey de Francia, San Fernan<strong>do</strong> de León y Castilla – su primo hermano<br />

– así como Santa Isabel de Hungría, San Casimiro de Polonia y Lituania,<br />

San Eduar<strong>do</strong> de Inglaterra, San Esteban de Hungría, son algunos de ellos.<br />

4 Mt 6,33.<br />

5 P. POUPARD, Discorso per la presentazione del Giubileo degli scienziati (28<br />

febbraio 2000).<br />

3


2.1 Nacimiento e infancia<br />

Nace, nuestra santa, en Bockelheim, en Alemania, en 1098 y muere en<br />

Rupertsberg, cerca de Bingen, en 1179 6 , con 81 cumpli<strong>do</strong>s. Llamada la Sibila<br />

del Rin, no se conoce con exactitud el apelli<strong>do</strong> de la familia, ni siquiera<br />

el nombre de sus padres. Algunos creen que fueron Hildeberto y Matilde.<br />

Parece eran de origen noble 7 . J. May (Katholik. XXXVII, 143) muestra,<br />

con <strong>do</strong>cumentación basada en cartas, que debía pertenecer a la familia<br />

Stein cuyos descendientes son los actuales Príncipes de Salm 8 . De niña fue<br />

débil y enfermiza. Por ello sus padres – aunque de tendencia religiosa acentuada<br />

– no le dieron mucha educación, mas que la del hogar.<br />

2.2 Su vocación<br />

Prometida a Dios, por sus padres, entra en el convento a los ocho años de<br />

edad en Disenberg. Al haber continua<strong>do</strong> su debilidad física, tan solo aprendió,<br />

en el convento, lo suficiente <strong>para</strong> cantar el Oficio Divino. Pocos años<br />

después recibió el hábito benedictino y, fallecida su tía Juta, que era superiora<br />

del convento, la Santa fue elegida en su lugar. Funda el monasterio de<br />

Rupertsberg y, posteriormente, el de Eibingen.<br />

Precisamente por su enfermedad, pasa largos perio<strong>do</strong>s sola, cultivan<strong>do</strong><br />

su vida interior. Ésta se vio, además, favorecida por visiones sobrenaturales,<br />

que le dieron un contacto casi natural con lo divino. Al narrar<br />

acontecimientos del futuro, que veía en la visiones, en su posterior autobiografía<br />

nos dirá que en determina<strong>do</strong> momento se dio cuenta solo le acontecía<br />

a ella, por lo que se volvió más reservada.<br />

Los historia<strong>do</strong>res místicos son unánimes en afirmar que es de las pocas –<br />

sino la única – mística que recibía revelaciones en esta<strong>do</strong> de vigilia, sin<br />

arrobos ni éxtasis.<br />

Misteriosamente, a los 42 años fue impelida a narrar lo que veía u oía 9 .<br />

Con total espíritu de obediencia, sometió sus escritos a las autoridades<br />

eclesiásticas que le competían, inclusive del Papa. De todas recibió el visto<br />

bueno <strong>para</strong> seguir escribien<strong>do</strong> y publican<strong>do</strong>. Evidentemente, con este refren<strong>do</strong><br />

de la autoridad eclesiástica, su fama se extendió y llegó a ser<br />

6 Cf F. MERSHMAN http://ec.aciprensa.com/h/hildegarda.htm.<br />

7 Regine Pernoud, sin embargo, da en su biografía sobre la Santa de Bingen, que cito<br />

varias veces en este Elaborato, diversos datos sobre su origen: «nace la décima hija de<br />

Hildeberto y Matilde de Bermersheim, Hildegarda».<br />

8 Cf F. MERSHMAN http://ec.aciprensa.com/h/hildegarda.htm.<br />

9 Cf G. DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo e la nuova terra, Ildegarda di Birgen.<br />

Editrice Vaticana, 36.<br />

4


consejera de numerosas personalidades de la época, inclui<strong>do</strong> el empera<strong>do</strong>r<br />

Federico.<br />

3. Las obras de Santa Hildegarda<br />

De su numerosa producción literaria cabe destacar, en primer lugar su<br />

más famoso libro «Scivias» (Scire o vias Domini, o vias lucis), que comenzó<br />

en el año 1141 y lo terminó diez años después 10 .<br />

Su vasta producción literaria abarca desde temas filosófico-teológicos<br />

hasta médicos, pasan<strong>do</strong> por poéticos, musicales y hagiográficos.<br />

3.1 Filosóficas-Teológicas<br />

3.1.1 Scivias (Scivias Domini, 1141-1151), Conoce los caminos del Señor,<br />

que es su principal obra. Una síntesis de lenguaje apocalíptico y de<br />

los Profetas del Antiguo Testamento.<br />

a) Conteni<strong>do</strong><br />

El gran tema, verdadero hilo conductor, que orienta Scivias es siempre la<br />

verdadera y adecuada vía que lleva al hombre a la salvación 11 .<br />

La obra, dividida en tres partes, basa<strong>do</strong>s en visiones – seis, siete y trece,<br />

respectivamente – nos muestra a Dios, en lo alto de la Santa Montaña, tenien<strong>do</strong><br />

en su base a la humanidad. En el libro va narran<strong>do</strong> la lucha del bien<br />

y del mal, el esta<strong>do</strong> en que el hombre quedó tras el peca<strong>do</strong> original, como<br />

se opera la redención, el papel del Santo Sacrificio de la Misa, el futuro, el<br />

Anticristo y el fin del mun<strong>do</strong>.<br />

Su visualización, extraordinaria, no puede ser interpretada solo en su dimensión<br />

filosófica-teológica, sino más bien como una visión cosmológica<br />

de la verdad, vista y presentada con profunda intuición mística de la verdad<br />

fundamental de la creación del mun<strong>do</strong> y de la salvación del hombre 12 .<br />

Mientras ella describe la visión la acompaña con admoniciones y exhortaciones<br />

a la práctica del bien y a vivir en el santo temor de Dios 13 .<br />

b) Simbolismo y mística de las visiones de Hildegarda<br />

Esta obra la escribe la Santa de Bingen, tras la mencionada visión, a los<br />

42 años, que la marca profundamente. En la misma le es ordena<strong>do</strong> que de a<br />

10 Cf G. DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo …, 27.<br />

11 Cf G. DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo …, 35.<br />

12 Cf G. DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo …, 23.<br />

13 Cf F. MERSHMAN http://ec.aciprensa.com/h/hildegarda.htm.<br />

5


conocer la verdad de la fe cristiana, tal y como la ha oí<strong>do</strong> y visto a través de<br />

la «voz celestial» 14 .<br />

Scivias, así como las demás obras de carácter teológico, tiene el objetivo<br />

de ser una guía <strong>para</strong> vivir en su plenitud la vida cristiana y así alcanzar el<br />

cielo. Inclusive las obras de carácter médico y científico, aunque no tengan<br />

que ver, directamente, con sus visiones, se insertan en la visión de conjunto<br />

que tiene a Dios, al hombre y al mun<strong>do</strong> natural como una unidad 15 . La característica<br />

de estas visiones es la por así decir de circularidad por la que se<br />

penetra en el mun<strong>do</strong> material y natural, junto con la del mun<strong>do</strong> bíblico y el<br />

espiritual 16 . Esta es bien la característica de la «mística medieval», que une<br />

y relaciona la mística y las visiones acompañadas de alegorías, con la realidad<br />

del mun<strong>do</strong> y del hombre, siempre con la clara intención de conducir a<br />

to<strong>do</strong>s a la salvación eterna 17 .<br />

3.1.2 Otras<br />

Sus otros escritos filosófico-teológicos son: «El libro de los méritos de la<br />

vida» (Liber vitae meritorum, 1158-1163). En esta obra ella contrasta la<br />

vida de un verdadero cristiano con otro que es el contrario.<br />

Así como, «El libro de las obras divinas» (Liber divinorum operum, o<br />

bien De operatione Dei, 1163-1174), que es una descripción de toda la naturaleza,<br />

los astros, los vientos, los animales y el propio hombre, a la luz de<br />

la fe. Característico libro que muestra, por lo tanto, la armonía entre la fe y<br />

la Creación; entre las criaturas y el Cria<strong>do</strong>r. Cómo to<strong>do</strong> es obra de Dios y<br />

to<strong>do</strong> debe conducir a Él.<br />

Es una visión del macrocosmos y del hombre en cuanto microcosmos. El<br />

hombre como cima de la creación divina y espejo del esplen<strong>do</strong>r del mun<strong>do</strong>.<br />

3.2 Médicas<br />

Los <strong>do</strong>s libros sobre temas médicos fueron escritos entre 1151-1158, y se<br />

reunieron parcialmente, tras su muerte, en un volumen titula<strong>do</strong>: «Las propiedades<br />

de las diversas naturalezas de las creaturas» (Subtilitates<br />

diversarum naturarum creaturarum). Sus títulos son: «El libro de la medicina<br />

sencilla o Física» (Liber simplicis medicinae o Physica), conjunto de<br />

14 Cf G. DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo …, 27.<br />

15 Cf G. DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo …, 36.<br />

16 Cf G. DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo …,, 37.<br />

17 La edición de Scivias, publicada por la Editrice Vaticana, y presentada por Sor<br />

Giovanna della Croce, CD, da, en sus comentarios, una visión sobre la sintonía entre fe<br />

y mística, con la ciencia y el mun<strong>do</strong> natural, exactamente en la línea del planteamiento<br />

de fon<strong>do</strong> de este Elaborato.<br />

6


libros (9), sobre plantas, así como elementos, de los árboles, de los peces y<br />

pájaros y de las piedras y otros animales. El otro libro es de la «Medicina<br />

compleja o Causas y remedios» (Liber compositae medicinae o Causae et<br />

curae). Consiste en un conjunto de cinco libros que tratan sobre las cosas<br />

creadas, sobre el cuerpo humano y sus enfermedades y cómo tratar estas 18 .<br />

3.3 Poético-Musicales<br />

Por otro la<strong>do</strong> sus obras musicales son: «Sinfonía de la armonía de las revelaciones<br />

celestes» (Symphonia armonie celestium revelationum, misma<br />

época que las obras médicas), «El drama de las Virtudes» (Or<strong>do</strong> virtutum);<br />

así como Responsorios, antífonas, himnos y secuencias. Sus composiciones<br />

musicales han inspira<strong>do</strong>, sobre to<strong>do</strong> en el último siglo, a diversos grupos<br />

musicales. El más famoso es Sequentia, especializa<strong>do</strong> en la música medieval,<br />

que ha proyecta<strong>do</strong> mucho las obras musicales de Santa Hildegarda 19 .<br />

3.4 Hagiografías y Comentarios 20<br />

Las <strong>do</strong>s hagiografías que conocemos de Santa Hildegarda son: Vida de<br />

San Ruperto y Vida de San Disibo<strong>do</strong>. A su vez, los Comentarios son: «Exposición<br />

de los Evangelios» (Expositio Evangeliorum, cincuenta homilías<br />

sobre los Evangelios); así como el «Comentario de la Regla de San Benito»<br />

y el «Comentario del Símbolo Atanasio».<br />

3.5 Correspondencia<br />

Una voluminosa correspondencia, a los más diversos interlocutores y sobre<br />

los temas más varia<strong>do</strong>s, forma parte del gran patrimonio espiritual<br />

deja<strong>do</strong> por Santa Hildegarda. Desde Papas hasta simples campesinos, pasan<strong>do</strong><br />

por grandes Santos, como San Bernar<strong>do</strong> de Claraval, constituirán sus<br />

destinatarios, a los que da sabios y <strong>do</strong>ctos consejos, fruto de una gran santidad<br />

y de la penetración que sus visiones, tan llenas de novedades <strong>para</strong> la<br />

mística, le han proporciona<strong>do</strong> 21 . Son de especial importancia las cartas que<br />

18 Cf. F. MERSHMAN http://ec.aciprensa.com/h/hildegarda.htm.<br />

19 Funda<strong>do</strong> en el 1979, a los 800 años de la muerte de la santa, se constituyó este<br />

grupo musical dedica<strong>do</strong> a estudiar y publicar composiciones musicales sobre to<strong>do</strong> de<br />

Hildegarda. Hasta el momento han publica<strong>do</strong> cincuenta volúmenes.<br />

20 Una pagina Web dirigida por la Profa. Azucena Fraboschi, publicada bajo los auspicios<br />

de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica Argentina "Santa<br />

María de los Buenos Aires" (http://www.hildegardadebingen.com.ar/vida.htm#Inicio)<br />

está especializada en la santa alemana. La seriedad y riqueza de dicha página me ha<br />

permiti<strong>do</strong> incluso leer varios de los libros de la Abadesa de Bingen.<br />

21 Cf. REGINE, PERNOUD, , Hildegarde de Bingen. Conscience inspirée du XIIe siècle.<br />

7


Santa Hildegarda envió, durante varios años, a cuatro pontífices, al empera<strong>do</strong>r<br />

y a algunos obispos, abades y abadesas sobre el tema de la lucha<br />

entre el Papa<strong>do</strong> y el Imperio 22 .<br />

4. El multifacético conocimiento de la Santa abadesa de Bingen<br />

Durante los siglos que se sucedieron a su muerte – e incluso en vida de<br />

ella – Hildegarda ha ejerci<strong>do</strong> una enorme atracción en los más diversos<br />

campos del conocimiento teológico, mas también en el de la mística y de la<br />

espiritualidad así como de la ciencia. Este conocimiento polifacético ya era<br />

reconoci<strong>do</strong> incluso en vida de ella.<br />

4.1 Autoridad en materia de <strong>do</strong>ctrina cristiana<br />

Fue San Bernar<strong>do</strong> quien influirá sobre su discípulo – entonces Papa Eugenio<br />

III – <strong>para</strong> que a Hildegarda le fuese permiti<strong>do</strong>, con la autoridad del<br />

Sumo Pontífice, escribir libros. El Papa lee, públicamente, parte de los manuscritos<br />

de la Santa, durante un Síno<strong>do</strong>, termina<strong>do</strong> el cual le ordena<br />

continúe escribien<strong>do</strong> 23 .<br />

4.2 Predica<strong>do</strong>ra<br />

La autoridad que el apoyo del Papa le dio – así como su fama de vidente,<br />

de segura <strong>do</strong>ctrina y vasta cultura, incluso científica - hizo que fuera invitada,<br />

y autorizada, a predicar en los más diversos ambientes 24 .<br />

Una de sus grandes preocupaciones será la secta de los cataros, suerte de<br />

maniqueísmo con <strong>do</strong>s principios opuestos: el crea<strong>do</strong>r del mun<strong>do</strong> corpóreo,<br />

material, visible, que es un dios malva<strong>do</strong>, y el crea<strong>do</strong>r de las almas, del<br />

espíritu, un dios bueno que el hombre debe buscar y hacia quien debe dirigirse.<br />

En su predicaciones, pero también en sus libros, refuta con lucidez y<br />

unción, al mismo tiempo, los errores de su tiempo.<br />

4.3 Faceta artística<br />

Son famosas las composiciones musicales – enormemente originales –<br />

de la abadesa de Bingen, mas también es célebre su obra de teatro, de la<br />

22<br />

A este epistolario se refirió Benedicto XVI el 2 de marzo del 2006, en un encuentro<br />

con el clero romano, cuan<strong>do</strong> elogia a la Santa Abadesa de Birgen por sus críticas a<br />

algunas autoridades eclesiásticas recordán<strong>do</strong>les sus sagra<strong>do</strong>s deberes.<br />

23<br />

El Papa presidía un síno<strong>do</strong> de obispos en Trier (noviembre de 1147 - febrero de<br />

1148).<br />

24<br />

Cf. A. FRABOSCHI, Hildegarda de Bingen: una mujer <strong>para</strong> el siglo XX, 41-58.<br />

8


que existe un esbozo en su célebre obra Scivias 25 . El argumento es la lucha<br />

del hombre, peregrino en este valle de lágrimas, asecha<strong>do</strong> por el mun<strong>do</strong>, el<br />

demonio y la carne 26 . Este primer esbozo se concretizará en 1152, cuan<strong>do</strong><br />

publique la obra con el título Or<strong>do</strong> virtutum ("El orden de las virtudes"),<br />

constituyen<strong>do</strong> el más antiguo drama litúrgico canta<strong>do</strong>. Fue estrena<strong>do</strong> en la<br />

dedicación de la iglesia de Rupertsberg. Son notables, a su vez, sus Dibujos,<br />

con los que ilustra sus publicaciones. Uno de ellos lo he reproduci<strong>do</strong> en<br />

la portada de este Elaborato.<br />

4.4 Sin precedentes: santa escribe párrafos autobiográficos<br />

La primera biografía de la Santa, iniciada por Go<strong>do</strong>fre<strong>do</strong> de San Disibo<strong>do</strong><br />

aún en vida de la ella, incluye partes autobiográficas. La impresión que<br />

da es que fue escrita con vistas al proceso de canonización. 27 A su muerte,<br />

la continuó Teo<strong>do</strong>rico de Echternach, que sobrevivió a la Abadesa de Bingen<br />

y en la que incluye, a su vez, párrafos autobiográficos.<br />

4.5 Autora de una vasta obra, de carácter enciclopédico<br />

A las ya aludidas obras Scivias y Or<strong>do</strong> virtutum, podemos añadir su segunda<br />

obra profética, el Liber vitae meritorum («Libro de los méritos de la<br />

vida»), sobre la lucha entre las virtudes y los vicios; así como la Liber divinorum<br />

operum («Libro de las obras divinas»), son algunos de sus libros<br />

que, por sus características, tienen una ín<strong>do</strong>le enciclopédica.<br />

4.6 Maestra<br />

Lo fue de sus religiosas, en primer lugar, pero también de obispos, sacer<strong>do</strong>tes<br />

y religiosos; así como el pueblo en general. Su predicación,<br />

continua y celosa, tuvo como objetivo principal el combate a la herejía<br />

cátara, así como a la corrupción del clero y la reforma de costumbres 28 .<br />

25<br />

Cf. G. DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo …<br />

26<br />

Cf. REGINE, PERNOUD, , Hildegarde de Bingen. Conscience inspirée du XIIe siècle,<br />

cap VIII.<br />

27<br />

Tres Papas quisieron promover el proceso de canonización, que no fue <strong>para</strong> adelante<br />

por la dificultad <strong>para</strong> comprobar los milagros: Gregorio IX e Inocencio IV en el<br />

siglo XIII, y Juan XXII en 1317. Sin embargo su culto se impuso y las crónicas de la<br />

época se referían a ella como "Santa Hildegarda". En 1940 la Santa Sede le concedió<br />

fiesta oficial, el 17 de septiembre, en todas las diócesis alemanas. Con motivo del octavo<br />

centenario de su nacimiento, dijo Juan Pablo II: "Dotada de especiales <strong>do</strong>nes celestes<br />

en su tierna edad, Santa Hildegarda penetró sabiamente en los secretos de la teología, la<br />

medicina, la música y las otras artes, escribió muchos libros sobre estos temas y llevó a<br />

la luz el vínculo entre la creación y la redención".<br />

28<br />

Cf. REGINE, PERNOUD, , Hildegarde de Bingen…, 166.<br />

9


5. La medicina<br />

Una mención especial merece, en ese Elaborato – precisamente por el<br />

objetivo del mismo – la visión médica de la Santa de Bingen.<br />

Son numerosas las obras publicadas sobre la visión médica de Santa Hildegarda<br />

29 .<br />

La nota que caracteriza estos comentaristas es el hecho de que Santa<br />

Hildergarda tenía conocimientos físicos, médicos, además de los teológicos,<br />

en parte por sus viajes y observaciones personales; pero que eso no<br />

explica to<strong>do</strong> lo que escribe en sus obras, pues ello obedece también a otros<br />

factores, como son las revelaciones.<br />

Sus <strong>do</strong>s trata<strong>do</strong>s de medicina «sutil» - los únicos escritos en el occidente<br />

cristiano en el siglo XII - se consideran todavía hoy un hito en la materia.<br />

Es de destacar, a su vez, el gran interés que han suscita<strong>do</strong>, sobre to<strong>do</strong> en los<br />

últimos siglos, su conocimiento sobre la medicina homeopática 30 . Son frecuentes,<br />

en sus obras, las descripciones de las cualidades de los objetos<br />

naturales, en función del cuerpo, de la salud y de la enfermedad y su relación<br />

con la unidad del cuerpo y del alma.<br />

Abundan, en sus obras, recetas, regimenes alimenticios y prescripciones<br />

que no se duda en calificar de «modernas». Ella busca en to<strong>do</strong> el equilibrio<br />

como factor de salud <strong>para</strong> el hombre. Conocien<strong>do</strong> su interrelación, no se<strong>para</strong><br />

los esta<strong>do</strong>s anímicos de los males culturales, trabajan<strong>do</strong> ambos, al cuidar<br />

de un enfermo. Así, por ejemplo, busca en las plantas la solución <strong>para</strong> la<br />

melancolía, que según ella proviene de la bilis negra. Y así con otras enfermedades.<br />

Para solucionar el mal de esta bilis mal eliminada, prescribe<br />

regimenes alimenticios específicos. El uso de la rosa con la salvia, por<br />

ejemplo, es una de sus medicinas más eficaces.<br />

El crecimiento humano necesita de la belleza y la armonía interiores; <strong>para</strong><br />

la abadesa, el esta<strong>do</strong> natural del hombre es la salud, sólo quebrantada por<br />

el peca<strong>do</strong> 31 . La alimentación, según ella, debe de agradar al hombre, por la<br />

relación entre cuerpo y alma; y, por ello, su relación con la salud. Algunas<br />

instituciones actuales utilizan la medicina de Santa Hildergarda <strong>para</strong> su<br />

producción. Es el caso de la denominada Amigos de Hildegarda en Suiza,<br />

Alemania, Austria, Indiana (EE.UU.).<br />

Puede decirse, en efecto, que desde el punto de vista médico, alimenticio, y<br />

del medio ambiente, Hildergarda nos hace apreciar las virtudes ignoradas de lo<br />

29 M. DANIEL. Sainte Hildegarde, une médecine tombée du ciel. T. I, La Prévention;<br />

Les Remèdes. Paris/Fribourg: Saint-Paul, 1991-1992. HERTZKA, GOTTFRIED; STREH-<br />

LOW, WIGHARD. Manuel de la médecine de sainte Hildegarde. Ed. Résiac.<br />

30 Cf. RÉGINE, PERNOUD, Hildegarde de Bingen…, 117-131.<br />

31 Cf. RÉGINE, PERNOUD, , Hildegarde de Bingen…<br />

10


que nos rodea: plantas, animales, hierbas, bosques. [...] Los ecologistas deberían<br />

interesarse en su visión. Ella parece llevarnos de la mano a través de las<br />

inmensas reservas de la naturaleza <strong>para</strong> que aprendamos a discernir lo que, de<br />

entrada, escapa a nuestros senti<strong>do</strong>s. Por lo demás, el valor sutil, a los ojos de<br />

Hildergarda, es el valor curativo, bienhechor, que pueden tener <strong>para</strong> el hombre<br />

las plantas, los frutos, los animales, los peces, etc. 32 .<br />

6. Una visión especial<br />

El interés que llevó a Hildergarda a penetrar en la ciencia, sobre to<strong>do</strong> la<br />

médica, corresponde a su preocupación, como abadesa benedictina, de cuidar<br />

tanto de sus religiosas como de los campesinos y artesanos que estaban<br />

a los cuida<strong>do</strong>s de la abadía <strong>do</strong>nde vivía 33 .<br />

Mas lo que sobre to<strong>do</strong> atrae especialmente nuestra Santa Abadesa - y<br />

será el acicate principal de sus investigaciones – es el aspecto contemplativo<br />

y al mismo tiempo pastoral, suyo; o sea, comprender las relaciones<br />

admirables entre la criatura y su Cria<strong>do</strong>r; entre la naturaleza humana y la<br />

historia de la salvación. Ella quiere profundizar el porqué del desorden, que<br />

es el peca<strong>do</strong>, y qué relación tiene también la ofensa a Dios con las perturbaciones<br />

de la naturaleza, que deja de ser la aliada natural del hombre. La<br />

buena salud, por ejemplo, <strong>para</strong> ella, tiene relación con el orden interno del<br />

hombre y su amistad con Dios.<br />

Su visión, a respecto de todas las ciencias, es universal, tratan<strong>do</strong> siempre<br />

de ver el conjunto, <strong>para</strong> entender – y aplicar, en algunos casos – los principios<br />

generales a lo concreto.<br />

En sus tres grandes libros de visiones, especialmente en Scivias, ella<br />

describe el universo infinito, en plena expansión. Visión muy semejante a<br />

la de los astrofísicos contemporáneos nuestros.<br />

7. Conclusión<br />

La figura de Santa Hildergarda es un verdadero desafío al racionalismo y<br />

a todas las ciencias modernas y postmodernas que quieren divorciar la fe de<br />

la razón, lo natural de lo sobrenatural y lo físico de lo místico. Leer – e incluso<br />

oír sus músicas – las obras y visiones de la Santa alemana, produce<br />

un saludable efecto antirracionalista, que se podría aconsejar a muchos de<br />

nuestros contemporáneos, con visión raquítica e estrecha dada por esta<br />

perspectiva que desde Kant hasta nuestros días quiere divorciar «lo que<br />

Dios ha uni<strong>do</strong>».<br />

32 Cf. RÉGINE, PERNOUD, , Hildegarde de Bingen…, 121-122.<br />

33 Cf. RÉGINE, PERNOUD, , Hildegarde de Bingen…, 117-131.<br />

11


Nuestra Santa Abadesa vuela y penetra por to<strong>do</strong>s esos mun<strong>do</strong>s, <strong>do</strong>mina<br />

esos campos, con tanta naturalidad, que solo entrar por esa realidad causa,<br />

al hombre contemporáneo, bienestar psíquico y físico. El estudio de la<br />

«teología de la ciencia» de Santa Hildegarda de Bingen nos hace reflexionar,<br />

con un ejemplo concreto y lleno de <strong>do</strong>cumentación, como la armonía<br />

entre la fe y la ciencia, con to<strong>do</strong>s sus des<strong>do</strong>blamientos, es benéfica al hombre,<br />

tanto a su cuerpo como a su alma. Tenemos, por ello, en Santa<br />

Hildegarda una buena protectora, <strong>para</strong> pedirle ayuda en este campo. Puede<br />

ser considerada, de hecho – y en cierto senti<strong>do</strong> – como patrona.<br />

La constatación de los beneficios de esta sana colaboración y sintonía<br />

son una prueba más, un argumento que corrobora las palabras del Papa<br />

León XIII en su Encíclica Inmotale Dei mencionada en la introducción del<br />

presente Elaborato. De la colaboración entre la Iglesia y el Esta<strong>do</strong>, entre la<br />

sociedad espiritual y la temporal los resulta<strong>do</strong>s son inimaginables: «Organizada<br />

de este mo<strong>do</strong> la sociedad civil, produjo bienes muy superiores a toda<br />

esperanza» 34 .<br />

34 LEÓN XIII, Inmortale Dei, 9.<br />

12


Índice<br />

1. Introducción ....................................................................................................... 2<br />

2. Hildegarda de Bingen. Su vida .......................................................................... 3<br />

2.1 Nacimiento e infancia ................................................................................ 4<br />

2.2 Su vocación ................................................................................................ 4<br />

3. Las obras de Santa Hildegarda .......................................................................... 5<br />

3.1 Filosóficas-Teológicas ............................................................................... 5<br />

3.1.1 Scivias (Scivias Domini, 1141-1151), Conoce los caminos del<br />

Señor, que es su principal obra. Una síntesis de lenguaje apocalíptico y<br />

de los Profetas del Antiguo Testamento. ................................................... 5<br />

3.1.2 Otras ............................................................................................... 6<br />

3.2 Médicas ...................................................................................................... 6<br />

Los <strong>do</strong>s libros sobre temas médicos fueron escritos entre 1151-1158, y se<br />

reunieron parcialmente, tras su muerte, en un volumen titula<strong>do</strong>: «Las<br />

propiedades de las diversas naturalezas de las creaturas» (Subtilitates<br />

diversarum naturarum creaturarum). ....................................................... 6<br />

3.3 Poético-Musicales ...................................................................................... 7<br />

3.4 Hagiografías y Comentarios ...................................................................... 7<br />

3.5 Correspondencia ......................................................................................... 7<br />

4. El multifacético conocimiento de la Santa abadesa de Bingen ........................ 8<br />

4.1 Autoridad en materia de <strong>do</strong>ctrina cristiana ................................................ 8<br />

4.2 Predica<strong>do</strong>ra ................................................................................................. 8<br />

4.3 Faceta artística ............................................................................................ 8<br />

4.4 Sin precedentes: santa escribe párrafos autobiográficos ........................... 9<br />

4.5 Autora de una vasta obra, de carácter enciclopédico ................................. 9<br />

4.6 Maestra ....................................................................................................... 9<br />

5. La medicina ..................................................................................................... 10<br />

6. Una visión especial .......................................................................................... 11<br />

7. Conclusión ....................................................................................................... 11<br />

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Bibliografía<br />

AZUCENA ADELINA FRABOSCHI,<br />

http://www.hildegardadebingen.com.ar/vida.htm#Inicio.<br />

AZUCENA ADELINA FRABOSCHI. Hildegarda de Bingen: una mujer <strong>para</strong> el siglo<br />

XX, 51-52. STYLOS. 1999; 8 (8): 41-58.<br />

FRANCIS MERSHMAN acceso http://ec.aciprensa.com/h/hildegarda.htm<br />

GIOVANNA DELLA CROCE, Scivias il nuovo cielo e la nuova terra, Ildegarda I<br />

Birgen. Editrice Vaticana, 2002.<br />

LEÓN XIII, INMORTALE DEI, 1885.<br />

PAUL MICHAEL HAFFNER, Creazione e scienze, Roma, 2008.<br />

PAUL POUPARD, Discorso per la presentazione del Giubileo degli scienziati (28<br />

febbraio 2000).<br />

VATICANO II, GAUDIUM ET SPES, 33.<br />

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