Archivo de prensa

O.J.D.:
17614
EL MUNDO. MIÉRCOLES 10 DE NOVIEMBRE DE 2010
E.G.M.: 67000
Tarifa (€): 3420
Dos visitantes del CCCB observan un vídeo del Rey y el artista Miquel Barceló, con una galería de cuadros barrocos detrás, ayer, en la exposición ‘El d-efecto barroco’. / DOMÈNEC UMBERT
Cómo desmontar la hispanidad con
pullas a Almodóvar y Miquel Barceló
‘El d-efecto barroco’ deconstruye el mito de una identidad supranacional en el CCCB
VANESSA GRAELL / Barcelona
¿Qué oculta el Barroco? Detrás de la
estética del siglo XVII, de los magníficos
lienzos de Velázquez o de la
iconografía religiosa subyacen armas
políticas y culturales que han
legitimado el mito de la hispanidad,
esa que impulsó el imperio donde
nunca se ponía el sol para controlar
las colonias de ultramar. «El Barroco
fue un instrumento muy eficaz
para construir una identidad propagada
por España hacia América Latina»,
señala el director del Centre
de Cultura Contemporània de Barcelona
(CCCB), Josep Ramoneda.
Bajo esta tesis, el CCCB presenta
hasta el 27 de febrero una de la exposiciones
más ambiciosas de la
temporada: El d-efecto barroco,con
el significativo subtítulo Políticas de
la imagen hispana.
Atención, porque la del CCCB es
una exposición sobre la «memoria
histórica del hecho hispano», en palabras
de su comisario, el historiador
del arte Jorge Luis Marzo, que se ha
pasado siete años investigando el tema
con su colega Tere Badia. Más
que respuestas, ellos lanzan preguntas:
¿Cómo se construye la hispanidad?,
¿Quién ha administrado el mito?
y ¿Para qué se usa? Aunque la
teoría queda clara –o sea, desmontar
el mito de la hispanidad–, el cómo y
las conclusiones se escapan. ¿Porque
qué demonios pinta el discurso
de Pedrooooooooo (al grito de Penélope)
Almodóvar cuando recogió
el Oscar por Todo sobre mi madre
en el apartado titulado Cumbres (en
referencia a los encuentros entre jefes
de Estado y Gobierno de Iberoamerica)?
«Almodóvar es un mito
moderno. ¿Por qué le dan tantos premios
fuera y aquí tan pocos? Él representa
el mito hispano, el drama,
el toreo, la sangre, el barroquismo.
En su discurso del Oscar citó a 14
santas. Estaba vendiendo su imagen»,
contesta Marzo. No sabemos
qué opinará el bueno de Pedro, tan
pop y warholiano, pero según los comisarios
lo que él y toda la troupe de
la Movida madrileña hicieron en los
80 no fue más que «retomar la tradición,
intentando quitarle gravedad y
política; en esa época pulularon las
nuevas imágenes de santos y casticismo».
Lástima que la muestra no
incluya la canción de Alaska y Dinarama
Quiero ser santa, que pedía a
gritos llagas, alucines, éxtasis y estigmas
en las manos. Súper barroco.
Pero Pedrooooo no es el único artista
que hace perdurar el mito de lo
hispano. Ahí está también Miquel
Barceló, que con su catedral de Palma
o la cúpula de la ONU, se posiciona
como «el Velázquez del siglo
XXI», señala Marzo. Que no se ruborice
el artista, porque la comparación
con Velázquez no viene por la
maestría plástica sino por ser el pintor
de la corte. El Greco tampoco se
salva. «En sus Vistas de Toledo manipula
la historia para que musulmanes
y judíos desaparezcan y así
Ideas barrocas
La tesis de la expo
>Tras siete años de investigación,
los comisarios de ‘El
d_efecto barroco’ han llegado
a una conclusión: «La culturahispanasirveparacamuflar
la pobreza, la explotación
y la insatisfacción política»,
dice Tere Badia.
El ‘tsunami’ de Karmele
>No, Karmele Marchante no
aparece en la exposición,
aunque podría. Porque su casi
eurovisivo ‘Soy un tsunami’
también está plagado de referencias
a la hispanidad.
Ojo, porque los comisarios
advierten que se puede salir
de la exposición algo mareado
por la «avalancha» de información,
veáse tsunami.
De Velázquez a Barceló y
tiroporquemetoca
>Velázquez fue el más barroco
de los barrocos y el pintor
preferido de la corte, vale.
En el siglo XXI, Miquel Barceló
le ha tomado el relevo,
inaugurando un retablo en la
Catedral de Palma con sus
majestades los Reyes. Como
si fuera 1656.
construye la ciudad cristiana. Los artistas
trabajan para legitimar el poder»,
dice Marzo.
Si la exposición se abre con un vídeo
del príncipe Felipe en 1990 comentando
la vida y obra de Velázquez
con motivo de la magna retrospectiva
que le dedicó el Prado
(«la apoteosis de la identificación entre
Estado, Monarquía y poder», dice
Marzo), se cierra con su Rendición
de Breda tuneada con motivo
de la victoria española en la Eurocopa
de 2008. Un megaanuncio de
Cepsa sustituía al ejército español
por los jugadores de la roja,conel
lema El mundo vuelve a ser nuestro.
«Es fácil imaginarse a Franco
apropiándose del Barroco. Pero la
izquierda, aunque no apuesta por el
conservadurismo político, también
se hizo suyo el discurso de la tradición
durante la República», añade el
comisario. ¿Y qué hizo la izquierda?
En 1931, cuando el 86% de la población
era analfabeta, la República impulsó
un Museo del Pueblo, que itineraba
por el país como misión pedagógica
para mostrar copias de
Goya, Velázquez, Zurbarán o El
Greco, las obras maestras de la tradición
española (en la que predominan
las figuras del santoral) para
vehicular la educación a través del
arte. ¿Y? ¿Cuál es el problema? «La
izquierda se hace eco de la tradición
barroca, no del siglo XVIII, XIX o
XX, reproduciendo los estereotipos»,
asegura Marzo.
Fecha:
10/11/2010
59
Sección: CATALUNYA
CULTURA
Páginas: 59
Memoria y cine
se dan la mano
en Reus con el
Memorimage
Tarragona
El cine muchas veces es memoria
y, otras tantas, denuncia. De ambas
cosas sabe Memorimage, festival
de películas realizadas con
imágenes de archivo, que arranca
en el Teatre Bartrina de Reus
con un filme que denuncia la maquinaria
de propaganda nazi. No
obstante, la principal programadora
del festival, Núria Vidal, avisa
de que «no todos los documentales
son sobre política» y destaca,
como ejemplo, dos películas
con visiones muy diferentes sobre
la realidad de la fiesta barcelonesa
de los 70 y principios de
los 80: Barcelona era una fiesta
aporta una visión positiva sobre
el movimiento underground,
mientras que Morir de día se centra
en cuatro personajes que vivieron
y murieron bajo el signo
de la adicción.
La programación central del
festival integra varios estrenos a
nivel estatal, como son Resistance
in Haider Country, que analiza
el ascenso del líder austríaco de
extrema derecha Jörg Haider; La
isla-Archivos de una tragedia,
que muestra el genocidio guatemalteco
de finales del siglo XX, y
Jaffa, the orange’s Clockwork’,
una original mirada que utiliza
unas naranjas para hablar del
conflicto entre Palestina e Israel.
También se estrenará un documental
sobre Rock Hudson, el
primer actor en declararse gay.