Untitled - Sane Society

PRESENTACIÓN – PABLO LÓPEZ (Iconoclasta) – España
He tenido el privilegio de ser uno de los primeros en leer este desfile
poético-narrativo de Piernas Cruzadas, en su tomo segundo.
Piernas que conocía, siendo motivo de regocijo encontrarlas y releerlas.
Otras que he vuelto a descubrir siendo motivo de agrado estar en autos.
(Los cuenta cosas prosaicos solemos ser redundantes para suplir nuestra
falta de habilidad.)
Piernas cruzadas, aunque sea de hombres, son poses que buscan
provocar, para, acto seguido, cerrar el paso a algo más íntimo. En esto,
nuestras autoras y autores han fracasado, porque no han podido evitar
dejarnos entrever su alma entre las letras.
Porque escribir desde el alma, sus licencias, sus virtudes, sus defectos y
sus amores, es retar a las emociones y al pudor. Así, las grandes plumas
de esta antología, han “perdido” en el reto y se han quedado un poco
desnudos ante nosotros, atónitos lectores.
Cruzar las piernas es casi un acto de supervivencia y un mortificante
deseo de exhibirse. No se entiende de otra forma la literatura.
Así que más allá del cruce de sus piernas, encontraremos rastros de si
mismos en una brillante poética, en una dura narrativa. Táctiles, oníricas
y sensoriales emociones en cada poema y en cada prosa.
El amor es un monstruo mutable en el tiempo y el espacio. Y ellos le
plantan cara e intentan domar, a veces con dulces palabras; otras con las
más tormentosas pasiones. Siempre, más allá de los muslos cruzados,
se extiende una humedad de melancolía que parece ser el tributo a pagar
por amor.
Cada uno de los textos de esta antología de piernas cruzadas y tintas
hemoglobinitas, así lo demuestran.
No soy maestro de ceremonias; pero me gustaría tener la gracia y el
carisma para serlo: El espectáculo debe continuar (de Moulin Rouge,
2001).
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