Canciones que Cantan los Muertos - Colegiosanfrancisco.edu.ec

CANCIONES QUE CANTAN LOS MUERTOS GEORGE R. R. MARTIN Título Original: Song the Dead Men Sing, publicado por Dark Harvest, Niles, Illinois, 1983. © 1983 by George R. R. Martin. © 1986 por Ediciones Martínez Roca, S. A. Traducción de César Terrón. Edición Digital de Arácnido. Revisión 2. A Lisa Tuttle, mi colaboradora favorita. ¡Toda la culpa es tuya! GEORGE R. R. MARTIN, OSCURO PRECURSOR Mediante cierto sutil proceso, la naturaleza de la ficción esp<strong>ec</strong>ulativa par<strong>ec</strong>e trastornarse a interva<strong>los</strong>. Algo se agita en el nebu<strong>los</strong>o continuo del <strong>que</strong> proceden esti<strong>los</strong> narrativos y talentos para expresar<strong>los</strong> y, al principio sólo aquí y allá, pero de pronto en todas partes, la literatura de esp<strong>ec</strong>ulación cobra un nuevo tamiz. Gente nueva, con nuevas facultades para acariciar y crear ideas, motea el paisaje y ofr<strong>ec</strong>e su total coloración. Los ensayistas, y otros tipos de pensador erudito, informados de esta última persp<strong>ec</strong>tiva, crean las más r<strong>ec</strong>ientes teorías sobre qué es la literatura esp<strong>ec</strong>ulativa. Los <strong>que</strong> d<strong>ec</strong>iden <strong>que</strong> esto último es la Literatura Esp<strong>ec</strong>ulativa descubren, a su debido tiempo, <strong>que</strong> se ha producido otro cambio y <strong>que</strong> lo <strong>que</strong> antes era cierto ha dejado de ser importante. Consideremos lo <strong>que</strong> sucedió a principios del siglo di<strong>ec</strong>inueve. Mary Wollston<strong>ec</strong>raft publicó Frankenstein, percibido entonces como una nueva forma de relato fantástico. En la novela par<strong>ec</strong>ían estar suplantadas viejas formas de esp<strong>ec</strong>ulación, en las <strong>que</strong> magos evocan dioses y demonios al tratar de manipular el universo. En esta novedad, un científico (de h<strong>ec</strong>ho un científico solitario y demente) creaba un organismo vivo y pensante y con ello determinaba su ruina y la de las personas <strong>que</strong> lo <strong>que</strong>rían. La ciencia, no la magia, emergía como la nueva herramienta para forzar el carácter de las cosas. A partir de este principio, Julio Verne creó nuevos desarrol<strong>los</strong>, igual <strong>que</strong> H. G. Wells e incluso igual <strong>que</strong> Rudyard Kipling, de forma tal <strong>que</strong> nació un tipo de literatura denominada «romance científico». (Y es importante r<strong>ec</strong>ordar <strong>que</strong> Verne ni entendía ni apr<strong>ec</strong>iaba la obra de Wells, y <strong>que</strong> éste, en respuesta, tenía razones personales para r<strong>ec</strong>hazar la producción verniana, mientras <strong>que</strong> C. S.