(2) Diciembre 2004 RIPAMILAN - Peña Taurina Peñaflorense

Ripamilán 2 (Diciembre), 2004
creemos que los roscaderos son un festejo que tiene mucho tirón entre los aficionados
aragoneses y que goza en la actualidad de buena salud por ser un espectáculo vibrante
y que no defrauda a casi nadie. Desde aquí no nos cansaremos de dar las gracias a
todos aquellos que de una forma u otra hacen algo por mantener esta tradición tan
nuestra. Ojalá que al año que viene podamos ver 3 o 4 cuadrillas más y que no
vayamos a perder lo que tanto ha costado recuperar.
La cuadrilla de Cabañas con una vaca de Victorino Martín (Foto de www.juanb.com)
Un detalle a mejorar urgentemente en este concurso es la entrega de premios.
En primer lugar, los trofeos eran paupérrimos, irrisorios, impropios de una plaza de
primera categoría e indignos de unos campeones que se han jugado la vida. En
cualquier torneo de guiñote de una residencia de ancianos dan mejores trofeos. En
segundo lugar, la entrega de semejantes galardones se improvisó en ese mismo
momento, nadie organizó un poco la ceremonia y para darlos salieron los que en ese
momento pasaban por el callejón. Lamentable. Esto es hacerle de menos
descaradamente al concurso de roscaderos puesto que en los demás concursos esto no
sucede. Son detalles que transmiten una actitud de descuido que puede ser
interpretada como menosprecio hacia los roscaderistas, como si éstos fueran de
segunda categoría o inferiores a otros espectáculos. La organización debe cambiar su
actitud prestando más atención a estos aspectos protocolarios y corregir este agravio
comparativo y alguno más, como por ejemplo la discriminación económica de la
cuantía de los premios, que resulta siempre inferior a la que hay en los concursos de
recortadores.
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