Parte 1 - Federación de Asociaciones de Profesores de Español

EviStA
54
lEnguA y litErAturA ESPAñOlAS
Cálamo
FASPE
Octubre-Diciembre 2009
Queridos colegas y amigos:
Muchos de nosotros nos vimos este pasado
mes de Julio en Madrid, en el Simposio
que organizó la APE Francisco de Quevedo.
Encontraréis en el Boletín información sobre esta
convocatoria, que resultó interesantísima. Por
cierto, que se eligió nueva Junta Directiva de la
FASPE, y se nombró nuevo Presidente a Ángel
Cervera Rodríguez; Vicepresidenta: Magdalena
Velasco Kindelán; Secretaria: Pilar Gil Soler;
Tesorero: Juan Manuel Villanueva; y Vocales:
Francisco Crosas López, Carmen Villar Rodriguez,
Javier Perez Castilla Álvarez y Lourdes Bravo.
Parece que algo se mueve en la educación
española. Al menos se habla de consensos educativos,
y se nos dice que los contactos entre PSOE
y PP son frecuentes en esta materia. Bienvenidos
sean los consensos que den estabilidad al sistema,
que remedien sus carencias y promuevan una
mejor disciplina y exigencia en todos los niveles.
Parece que hemos tenido que casi tocar fondo
para que los ideólogos educativos salgan de sus
trincheras inamovibles.
Pero lo que más preocupa a los Profesores
es la evidencia de que muchos padres han dejado
de educar a sus hijos, y se han convertido en
cómplices de sus caprichos y excesos. Esa ceguera
paterna la estamos pagando cara los Profesores,
Jovellanos
y la enseñanza
de la gramática
Literatura
fantástica
juvenil
MONOGRÁFICO
amigos y Maestros
FRaNCIsCO aYaLa
Próximo número:
miguel Hernández
1910-1942
a los que se nos pide un imposible: ser los únicos
responsables de la educación y de la enseñanza,
sin apoyos ni complicidades de la familia, los
medios de comunicación, las autoridades. No es
extraño que muchos no puedan más. Sin embargo,
parece percibirse alguna reacción, con Profesores
muy luchadores y empeñados en esta tarea
que sigue siendo sin duda vocacional.
La revista Cálamo es una ventana abierta a la
participación y es, además, un lugar de encuentro
de conocimientos, de experiencias y de contraste de
opiniones que deseamos todos compartir. Como os
dijimos, este número, podéis comprobarlo, se dedica
a la Literatura fantástica juvenil, un verdadero
fenómeno de nuestro tiempo. Ha habido mucha
colaboración, y os damos las gracias por ello. Id
preparando lo que queráis sobre Miguel Hernández
para el próximo número.
Las APES siguen su camino: queremos seguir
siendo un lazo de unión entre Profesores de Lengua
y Literatura de toda España. Especialmente
estamos unidos a aquellos que tienen más dificultades
para enseñar nuestra hermosa lengua. Pero
el futuro será bueno, si nosotros seguimos alzando
esta bandera. Es nuestra forma de luchar contra
las fuerzas que quieren olvidar nuestro rico patrimonio
y nuestro mejor pasado. Un Profesor de
Lengua y Literatura enamorado de su profesión
es una piedra firme para las nuevas generaciones
golpeadas por tantos vientos.
Que disfrutéis con las noticias y los artículos
de Cálamo que quiere ser un recordatorio de
que no estamos solos.
LOs Chuetas
págs.
56-69

Pág. 3
Pág. 16
Pág. 56
Pág. 70
Pág. 72
Pág. 74
Págs. centrales
Í N D I C E
DIÁLOGOS DE LA LENGUA
Jovellanos y la enseñanza de la gramática
Por Luis Alberto Hernando Cuadrado
Acerca de la transitividad e intransitividad en español
Por Ángel Cervera Rodríguez
El valor de la lectura y la lectura en valores
Por Guillem Vallejo Forés
La práctica de la animación a la lectura en las bibliotecas escolares
Por Natividad Araque Hontangas
Análisis de las funciones de la lengua en un texto publicitario. “Relax”.
Por Luis Arturo Hernández
RESEÑAS
El diccionario y su uso en el aula
Por Francisca Íñiguez Barrena
Manual de Historia de la Literatura Española
Por Editorial Castalia
Tierras bajas
Por Pilar Gil Soler
Otoño azul // Poesía del Siglo de Oro
Por Francisco Crosas
Estampas castellanas
Por Javier Pérez-Castilla
Desde el mar de Lusitania
Por Beatriz González Gallego
Los límites de la tormenta en la poesía de Miguel Ángel Toledano
Por Hilda Martín
Flores de Bach
Por Anabel Sáiz Ripoll
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Por Antonio Cortijo Ocaña
EL RINCÓN DEL TEATRO
Lope de Vega en Almagro
Por Lourdes Bravo Sánchez
¿De cuándo acá nos vino? // XXVI Festival de Otoño
Por Javier Pérez-Castilla
NOTICIAS DE LA ASOCIACIÓN
AMIGOS Y MAESTROS
Algunos momentos con Francisco Ayala
Por Benicia Reyes
In memoriam Alan D. Deyermond
Por Francisco Crosas
LITERATURA FANTÁSTICA JUVENIL
Breves aproximaciones a la literatura fantástica
Por Juan Felipe Villar Dégano
“Palabras y música”
Por Anabel Sáiz Ripoll
El olmo, nuevo árbol de la ciencia
Por Pilar Gil Soler
Un paseo de fantasía (de la mano de dos premios Nobel)
Por Juan Manuel Villanueva Fernández
Realidad y fantasía en el Viaje a la luna de Julio Verne
Por Felipe González Alcázar
Tolkien y El señor de los anillos. Una interpretación.
Por Magdalena Velasco Kindelán
Inklinga.es
Por Eduardo Segura
Las opiniones vertidas por los colaboradores de esta Revista no son necesariamente compartidas por
los responsables de su publicación. Es éste un espacio donde la voz de todos los profesionales de
la lengua y literatura españolas tiene cabida, partiendo de que, desde su condición de atalayas del
pensamiento hispano, poseen todo el derecho a que sus reflexiones y pensamientos sean escuchados
por sus colegas; y también la obligación moral de compartirlos.
equipo de redacción
Director y coordinador:
Ángel Cervera Rodríguez
cervera1@filol.ucm.es
redactores:
Ángel Cervera Rodríguez
Francisco Crosas López
francisco.crosas@uclm.es
Pilar Gil Soler
Ángel Gómez Moreno
Javier Pérez-Castilla
Magdalena Velasco Kindelán
Juan Manuel Villanueva
Carmen Villar
Corresponsales:
Andalucía: Ana Recio Mir
Aragón: José Francés
Canarias: Luz Mª Méndez Ortiz
y Jorge García Hernández
Cantabria: Alejandro Fernández
Castilla La Mancha: Reyes Santiago
Cataluña: Guillem Castro
Galicia: Ana Luisa Martín
Madrid: Pedro Hilario
Navarra: Javier de Navascués
País Vasco: Carlos Cadenato
realización técnica:
Sonia García Rincón
iSSn: 1136-9493
Publicación cuatrimestral
Depósito legal: M-51944-2007
Agradecemos a AnAYA
eDUCACión su ayuda en
la realización e impresión
de esta Revista.
Federación de Asociaciones
de Profesores de español
I.E.S. ISABEL LA CATÓLICA
C/ Alfonso XII, 3-5. 28014 Madrid.
Tel.: 91 527 78 78 exT 114
Fax: 91 571 83 24
Correo electrónico:
faspe@arrakis.es
Página web:
http://www.faspe.org
edita:
Asociaciones de Profesores
de español Federadas:
Elio An t o n i o d E nEbrijA. Andalucía.
MA r í A Mo l i nE r. Aragón.
Elio An t o n i o d E nEbrijA. Canarias.
GArcilAso d E lA VE G A. Castilla-La Mancha
GE r A r d o diE G o. Cantabria.
ju A n bo s c á n. Cataluña.
ál V A r o cu n q u E i r o. Galicia.
Fr A n c i s c o d E quEVEdo. Madrid.
ju l i o cA r o bA r o j A. Navarra.
MiG u E l d E un A M u n o. País Vasco.

DIÁLOGOS DE LA LENGUA
Jovellanos y la enseñanza de la gramática
Lu i s AL b e r t o He r n A n d o Cu A d r A d o
Universidad Complutense de Madrid
El tema de la enseñanza de la gramática
1. fue tratado por Gaspar Melchor de Jovellanos
en la Memoria sobre educación pública,
incluida en sus Obras, ilustradas con numerosas
notas por Venceslao de Linares y Pacheco
y editadas en Barcelona, en la Imprenta de
D. Francisco Oliva, en ocho volúmenes, entre
1839 y 1840.
Hace unos meses, el lingüista Manuel Mourelle de
Lema, sintiéndose en deuda con Asturias como consecuencia
de haberse matriculado por libre en la Universidad
de Oviedo en los cursos comunes de Filosofía y
Letras y haberse sentido bien acogido en esa ciudad, ha
publicado el libro La educación según G. M. de Jovellanos,
Madrid, GRUGALMA Ediciones, 2008.
Dado el interés de la cuestión, hemos procedido
a la realización de este trabajo, complemento de otro
anterior —«Jovellanos y la gramática», Studia Carande,
5 (2000), pp. 483-498—, en el que citaremos por
el texto de Jovellanos. Espectáculos y diversiones públicas
(segunda parte), Memoria sobre educación pública, Defensa
de la Junta Central. Edición, introducción y notas
de Ángel del Río, 6ª ed., Madrid, Espasa-Calpe, 1975.
Jovellanos, a pesar de los elogios que dedica a la
2. lengua y cultura grecolatina, sostiene que en la
enseñanza de todas las ciencias resulta más eficaz el empleo
del castellano. La lengua nativa es el instrumento de
comunicación más apropiado para expresar las ideas el
maestro y entenderlas el discípulo.
La enseñanza elemental del latín, griego o hebreo,
en la que se ha de hacer referencia constantemente a las
fuentes originales, no se puede llevar a cabo en esas lenguas.
El conocimiento perfecto de estas lenguas o, por lo
menos de la latina, debe exigirse a quienes aspiren al estudio
de la teología y los cánones, y, en cierto modo, a los
que se dediquen a la jurisprudencia civil y a la medicina,
pero debe ser voluntario en el caso de otras ciencias.
Dado que la enseñanza de cualquier ciencia o disciplina
debe empezar por la exposición de las verdades
abstractas que constituyen su teoría, la enseñanza de
la lengua debe comenzar «por un estudio hasta ahora
desconocido entre nosotros» (Memoria, p. 76) y proponerse
como meta llegar a dominar perfectamente el
arte de hablar.
Al hablar de gramática general, el gramático gi-
3. jonés alude al estudio de la denominada en la
historia de la lingüística gramática general o gramática
razonada. Esta gramática general, necesaria para lograr
la perfección en el arte de hablar, se diferencia de las
gramáticas particulares en que, mientras que estas son
simples métodos destinados a
enseñar el artificio mecánico
de cada lengua en concreto,
aquella es una teoría dirigida al
conocimiento científico de los
principios de este arte.
Las gramáticas particulares,
en su opinión, «Detenidas
en definir las varias partes de
que se compone la oración,
explicar el oficio de cada una,
el lugar que le conviene y las
modificaciones que recibe en la
construcción, jamás se elevan a
la relación que las palabras tienen
con nuestros pensamientos,
ni el sublime artificio en que los
analizan, combinan y extienden
para su más exacta expresión»
(Memoria, p. 76).
La gramática general o racional
es el súmmum de los estudios
gramaticales: a) Su objeto
es examinar las palabras como
signos en relación con las ideas
Jovellanos retratado
por Goya
que representan. b) Sus principios son aplicables a
cualquier lengua.
Las ventajas de la gramática general son las siguientes:
1. Conduce al más perfecto conocimiento de
la lengua propia. 2. Como sus preceptos se deben dictar
en esta lengua, el estudio de la gramática castellana se
reduce a unas brevísimas reglas de sintaxis. 3. Sirve de
llave para el estudio y comprensión de las lenguas extrañas.
4. Facilita el estudio de la retórica y la lógica. 5. Su
enseñanza, confirmadas las reglas con buenos ejemplos
extraídos de autores clásicos «supliría por un curso de
humanidades en aquellos que no puedan o no quieran
recibir más larga educación» (Memoria, p. 77).
Ante la inexistencia de textos para la enseñanza
de esta materia en nuestro país, cita los de los franceses
Dumarsais (Logique et principes de Grammaire,
1769), Condillac (Cours d’études du prince de Parme,
1775) y Gébelin (Histoire naturelle de la parole, ou précis
de l’origine du langage et de la Grammaire universelle,
1776), así como las enciclopedias francesa y británica.
Teniendo en cuenta el objeto de ambos tipos de
4. gramática, el humanista asturiano considera que
al estudio de la gramática general debe suceder el de la
castellana de acuerdo con este método: 1. Los mismos
ejemplos que se hubieran tomado de la castellana para
confirmar los principios de la general podrían servir
para explicar la índole de su construcción y señalar sus
caracteres peculiares frente a los de otras lenguas. 2. En
el estudio de la gramática castellana se deben multiplicar
Octubre-Diciembre 2009 Página 3

y variar los ejemplos para hacer conocer por medio del
análisis la riqueza y el recto uso de nuestra lengua.
El Académico de la Española proporciona una
especie de plan para la enseñanza de la gramática de
la lengua castellana: «en este período de la enseñanza
deberán empezar el ejercicio de composición, presentándoles
a los niños asuntos fáciles, no exigiendo
de ellos sino la exactitud gramatical, haciéndoles dar
razón de cuanto hicieren, y dándosela de cuanto no hicieren
bien; porque no debe olvidarse jamás que sólo el
análisis de los buenos modelos de una lengua y la cuidadosa
y frecuente composición en ella pueden enseñar
su propiedad y recto uso» (Memoria, p. 78).
Abundando en este aspecto, recalca algo que considera
fundamental en el estudio de la gramática: «A
esto se dirige el estudio de la gramática, y esto es lo
que más recomienda; hablar con facilidad una lengua
es lo que todos aprenden por uso e imitación; hablarla
con pureza y propiedad, expresar con claridad y exactitud
sus ideas, sólo es dado a aquellos que por medio de
la observación y el análisis han penetrado en su índole y
artificio» (Memoria, pp. 78-79).
Jovellanos, en su estancia de siete años en Ma-
5. llorca, se interesó por los diversos aspectos de
la vida del lugar y, entre ellos, por el lingüístico. En
este sentido, llegó a sugerir que se aplicaran los principios
de la gramática general a la «lengua mallorquina»
(Memoria, p. 79) para que los niños tuvieran una idea
cabal «de su sintaxis» (Memoria, p. 79), basándose en
estos criterios: 1. Es la primera lengua que aprenden
los niños, la que hablan en su primera edad y en la
que el pueblo recibe su instrucción. 2. El mejor modo
de amar a esta lengua es cultivándola. 3. Escribiendo
y traduciendo en ella obras útiles y acomodadas a la
comprensión, se abren las puertas a la ilustración.
De todos modos, en otro pasaje de la Memoria
vuelve a conceder prioridad a las grandes lenguas frente
a las «románticas» locales por su valor utilitario.
La enseñanza de la retórica, cuyo objeto es «mover
6. y persuadir» (Memoria, p. 80), es una ampliación
de la de la gramática. Según el educador asturiano, «Es
verdad que la elocuencia admite, o más bien requiere,
un estilo figurado; pero ni las figuras del estilo salen de la
jurisdicción de la gramática, ni hay alguno tampoco que
no pertenezca a la de la retórica» (Memoria, p. 80).
Para conducir a la juventud al dominio de la retórica,
propone su adiestramiento en el arte de resumir
y extractar, y después en la composición retórica, con
«asuntos breves y sencillos» (Memoria, p. 83), ya que la
retórica, «considerada como un arte, sólo se perfecciona
con el hábito, y, sobre todo, que, como dice Horacio:
Scribendi recte, sapere est et principium, et fons» (Memoria,
pp. 83-84) (es decir, saber es tanto el principio
Página 4 Octubre-Diciembre 2009
DIÁLOGOS DE LA LENGUA
Jovellanos y la enseñanza de la gramática
como la fuente del recto escribir o, lo que es lo mismo,
de escribir con propiedad).
A la teoría de la poesía se le pueden aplicar «todas
7. las máximas prescritas» (Memoria, p. 84) para la
retórica. Su doctrina se extiende «desde Aristóteles a
Horacio, desde Horacio al Pinciano y desde el Pinciano
a Luzán» (Memoria, p. 84). A pesar de ello, Jovellanos
echa en falta dos tratados necesarios para completar esta
enseñanza, uno de gramática y otro de prosodia poética:
«El primero debería determinar las verdaderas calidades
del estilo y buena dicción con referencia a los varios
estilos que requieren nuestros poemas, y el segundo
determinar la construcción mecánica que constituye la
dulzura, el número y la armonía poética, con relación a
los varios metros castellanos» (Memoria, p. 84).
El lenguaje de la poesía es auténticamente musical
y sus notas se señalan en el sonido de los diversos elementos
de la palabra: «El de las consonantes y vocales y
el contraste de unas con otras; la cantidad y el número
de sílabas que componen cada palabra y el lugar conveniente
dado a cada una; la colocación del acento principal,
que marca la armonía con una especie de censura,
y su juego con los acentos subalternos de cada verso; el
juego de unos versos con otros, así en la colocación de los
acentos como en la de las pausas mayores a que obliga la
terminación de la sentencia, ya en el verso, ya en el hemistiquio,
y, por último, la onomatopeya o conveniencia
de los sonidos con las imágenes que representan»
(Memoria, p. 86).
Para formar a los jóvenes en el arte de la poesía y
evitar los abusos que suelen cometerse, propone que se
les enseñe a leer bien los versos, analizar los modelos
escogidos, componer en prosa poética, ejercitarse en el
verso blanco y, sobre todo, estudiar la naturaleza y el
corazón humano, donde residen los tipos primitivos de
todas las bellezas físicas y sentimentales, en los que se
formaron Homero y Eurípides, se perfeccionaron Horacio
y Virgilio, Milton y Pope, Boileau y Racine, así
como Meléndez Valdés, Moratín, Cienfuegos y Quintana,
a quienes «podemos citar sin vergüenza al lado de
aquellos modelos» (Memoria, p. 87). n
referencias bibliográficas
Hernando Cuadrado, Luis Alberto, «Jovellanos y la
gramática», Studia Carande, 5 (2000), pp. 483-498.
Jovellanos. Espectáculos y diversiones públicas (segunda
parte), Memoria sobre educación pública, Defensa
de la Junta Central Edición, introducción y notas de
Ángel del Río , 6ª ed., Madrid, Espasa-Calpe, 1975.
Mourelle de Lema, Manuel, La educación según G.
M. de Jovellanos, Madrid, GRUGALMA Ediciones,
2008.

Án g e L Ce r v e r A ro d r í g u e z
Universidad Complutense de Madrid
Desde el punto de vista semántico, la oración
contiene una expresión predicativa y uno o varios argumentos.
Estos argumentos son expresiones referenciales
que permiten identificar entidades del mundo
extralingüístico. Así el predicado atribuye una propiedad
a un argumento o describe la relación entre los
argumentos. Según esto, el predicado determina qué y
cuántos argumentos son necesarios. El núcleo del predicado
selecciona el número de argumentos (o complementos
obligatorios) que necesita. Según el grado
de exigencia, hablaríamos de predicados cero-ádicos,
sin ningún argumento. (1a) Llueve, b) Hace frío, c) Ya
ha amanecido; monádicos, con un argumento: (2) Juan
ha llegado tarde; diádicos, con dos argumentos: (3) Mi
amigo vivió una experiencia única en vacaciones; y triádicos,
con tres argumentos: (4a) Antonio habló a sus amigos
de sus proyectos, b) Este libro dedica mucho espacio al
análisis de la realidad. Por todo ello, decimos que los
predicados semánticos tienen una estructura argumental,
constituida por los argumentos seleccionados. A su
vez, cada argumento se caracteriza por un determinado
papel temático, que es una unidad semántica que indica
cuál es la participación del argumento en el estado
de cosas descrito: (5a) Antonio rompió la mesa con un
martillo (sujeto agente); b) El martillo rompió la mesa
(sujeto instrumental); c) La mesa se rompió (sujeto paciente);
d) Antonio teme la bronca (sujeto experimentador).
En cuanto al CD, vemos un paciente afectado en
a) y b) y un tema en d). El predicado determina, como
en una obra de teatro, cuántos participantes se requieren
y qué papel desempeña cada uno de ellos. Por ello,
los elementos que integran una oración dependerán de
la estructura argumental.
Los verbos predicativos llevan adscrita una complementación
o expansión predicativa -complementos-
en forma de sintagmas, de adverbios o de proposiciones.
Tradicionalmente se distinguen dos tipos de
construcción predicativa: transitiva e intransitiva. La
transitiva responde a una estructura analítica (5a) El
niño hace los deberes en casa; b) El niño hace los deberes,
DIÁLOGOS DE LA LENGUA
Acerca de la transitividad
e intransitividad en español
oración es una unidad de construcción. Para la RAE (1973), es una unidad de sen-
La tido completo en sí misma en que se divide el habla real. Para Gili Gaya (1970), es
la expresión de un juicio. Se caracteriza porque tiene autonomía sintáctica, está dotada
de entonación propia y constituye una unidad de construcción completa. Es, además,
una construcción abstracta constituida gramaticalmente por sujeto y predicado. Pero,
a su vez, la oración establece el límite entre lo gramatical y lo discursivo, puesto que se
concreta en unidades de comunicación, el enunciado y el texto, entendido como una
secuencia coherente de oraciones insertas en un contexto tanto en la modalidad oral
como en la escrita.
pero no es aceptable decir c)*El niño hace; y la intransitiva
presenta una estructura sintética (6a) Mi hijo duerme
bien por la noche y b) Mi hijo duerme, donde a) y b)
responden a estructuras intransitivas, puesto que pueden
ser prescindibles los CCs. Ahora bien no siempre
puede suprimirse el CC en casos como (7a) Mi madre
puso los alimentos (en el frigorífico); b) *Mi madre puso
en el frigorífico; c) *Mi madre puso. Puede decirse que el
verbo “poner” tiene dos complementos: CD y locativo.
A estos complementos los llamamos “argumentales”
puesto que son exigidos por el verbo. Para la RAE el
verbo transitivo lleva CD: comprar algo, poner algo,
ver la película, llamar a alguien… y el intransitivo, el
que no lleva CD aunque lleve otros complementos.
Los transitivos son verbos de predicación incompleta,
por lo que necesitan un complemento necesario
(CD) de carácter argumental. A través de estos verbos
las acciones transitan desde el actor al objeto. El verbo
por sí solo no tiene sentido y necesita un aporte informativo
para completar su significado (8) He comprado
un regalo para mi madre (CD). Estos verbos responden a
la estructura lógico-argumentativa de “alguien (agente)
hace (V) algo (OD) a alguien (OI)”. Así decimos que
todo verbo transitivo lleva por lo menos un complemento
objetivo en el cual termina y se consuma la acción,
señala Gili Gaya (1970: 208). El verbo transitivo
rige complemento objeto directo, expresado o potencial:
“amar, besar, ver, querer, comprar, dar, hacer…”
Se denomina así porque la acción pasa al objeto. Los
verbos transitivos pueden ser: reflexivos o pasivos, porque
están constituidos linealmente por la estructura
SVO. Hay verbos como “comprar, escribir, pintar, decir,
mirar, ver, saltar…” , que admiten la construcción
transitiva e intransitiva. En las construcciones transitivas
el núcleo verbal necesita una concreción, determinación
o precisión para poder significar plenamente, es
decir, necesita un complemento que delimite la extensión
significativa del verbo. Supone una gran riqueza
de matices: (9a) Hacer el indio, una redacción, una casa,
la pascua, las paces, el ridículo, o b) Romper un papel, el
Octubre-Diciembre 2009 Página 5

DIÁLOGOS DE LA LENGUA
Acerca de la transitividad e intransitividad en español
silencio, una amistad, un plato, la cadena, donde los verbos
“hacer” en a) y “romper” en b) tienen un carácter
generalizador. Algunos gramáticos consideran que los
demás complementos argumentales, es decir, el complemento
de régimen y el indirecto, junto con el verbo,
constituyen una estructura de predicado transitiva, de
ahí que se hable de transitividad directa con verbo +
CD: (10a) Mi hermano ha comprado un coche; de transitividad
preposicional con V + CPR: b) El conferenciante
habló de economía; y doble transitividad con V + CD +
CI: c) Mi padre le regaló un coche a mi hermano. Parece
ser que el comportamiento transitivo semántico-pragmático
es intrínseco al significado léxico del verbo que
depende del uso sintáctico con o sin CD. Esto nos lleva
a conocer la estructura temática verbal.
En latín las transitivas se oponían a las intransitivas
porque podían pasar de activas a pasivas, por
lo que respondían a un proceso de transformación o
transformabilidad. En la tradición escolástica, de donde
lo toma la RAE (1931) el término transitivo venía
a expresar el paso de la acción del verbo al complemento.
En el plano sintáctico, el verbo es el elemento
regente del cual dependen los complementos subordinados
mediante el procedimiento de rección; y en
el semántico, el verbo es el determinado y el sustantivo-objeto
viene a completar su significado. La idea de
rección está implícita en la definición de Bello (1970)
sobre transitividad o proposición transitiva, donde el
verbo está modificado por un acusativo y la intransitiva
sería la que carece de complemento acusativo. En
el marco de la gramática generativa, el CD se define
en función de la posición del SN y de la relación que
tiene con el verbo. Chomsky (1966:71) define el CD
como la relación entre el SN y el verbo dentro del SV,
en el cual el CD (SN) es el constituyente dominado por
el SV. De la misma forma podría definir la noción de
sujeto, que sería el SN dominado por el nódulo Ø. Así
el verbo transitivo sería aquel que aparece con un SN
complemento en una estructura como V+SN, donde el
rasgo (+transitivo) puede ser considerado como una
notación que indica aparición en el entorno V+SN.
Pero, ¿es propiedad la transitividad del verbo o
de la construcción? El uso explícito del CD depende
de la intención expresiva del hablante en cada acto
concreto de habla: (11a) Mi madre ya ha comprado esta
mañana (INT.); b) Mi madre ya ha hecho la compra esta
mañana (TR). Y también algunos verbos que se usan
intransitivamente pueden aparecer con CD: (12a) Mi
amigo duerme la siesta todos los días y b) Mi amigo se echa
la siesta. La transitividad es un procedimiento complejo
que presenta propiedades lingüísticas -sintácticas y
semánticas- y extralingüisticas que se interrelacionan
en una oración prototípica. Para H. Campos (1999), la
transitividad depende del tipo de predicado. Así, no es
lo mismo: (13a) El cielo enmudeció (predicación com-
Página 6 Octubre-Diciembre 2009
pleta), que (b) Mi hermano ha leído un libro este fin de
semana, o (c) Mi hermano ha leído este fin de semana.
La transitividad permite dar cuenta de la limitación de
determinados verbos que significan posesión (tener,
incluir, poseer…); percepción (ver, oír, escuchar, mirar…);
voluntad (desear, querer, pretender…); afectividad
(odiar, amar, apreciar…); cordialidad o cortesía
(felicitar, saludar, agradar…); intelectualidad (saber,
conocer, entender, comprender…); comunicación o
lengua (hablar, comunicar, decir, expresar…). Campos
puntualiza que el uso absoluto del verbo transitivo –sin
CD- es característico de verbos que indican percepción
física o mental: “comer, cenar, beber…”, actividades
intelectuales: estudiar, leer, escribir…; y verbos activos
como “bailar, cantar, comprar”. En estos y otros verbos
el CD está elidido en el nivel sintáctico, aunque está
presente en el nivel semántico de interpretación. Podemos
ver algunos cambios en la estructura de formas de
transitividad: (14a) El niño no hace más que pinchar a su
hermano (otra cosa que); b) La década de los 80 se abrió
con el golpe de estado; y c) La transición se cierra con los
socialistas en el gobierno.
Si atendemos a la estructura observamos que en
(14a) hay un CD un tanto enmascarado, aunque se
identifica restrictivamente. En b) y c) cabe la transformación
en “El golpe de estado abrió la década de
los ochenta” y “Los socialistas en el gobierno cierran la
transición”. En estas construcciones comprobamos que
el aspecto verbal es el mismo, pero se desencadena un
proceso léxico que influye en el cambio o trueque de
función de los sujetos y complementos con la presencia
del clítico “se”. Esto lleva a pensar con Mendikoetxea
(1999: 1651) que “se” es un elemento intransitivizante,
que desencadena el proceso de “destransitivización” a
partir de una marca “se” que convierte un verbo transitivo
en intransitivo.
Los intransitivos son verbos de predicación completa,
es decir, por sí mismos expresan el significado
pleno, por lo que no necesitan CD aunque puedan llevar
otros complementos. Por ejemplo: (15) Mi hermano
corre todos los días diez kilómetros. Son intransitivos
los verbos de movimiento, siempre que no se empleen
metafórica o redundantemente, y los verbos de estado.
El español dispone de formas autorreflexivas para
denotar intransitividad: (16) El libro se ha roto. Ahora
bien, en el uso lingüístico los verbos no son en sí mismos
transitivos o intransitivos. Se denominan así por el
uso que se hace de ellos, porque en muchos contextos
aparecen invertidos: transitivos que se intransitivizan
e intransitivos que se transitivizan. Para Mendikoetxea
(1999), los verbos intransitivos forman una clase heterogénea
con distintas propiedades sintácticas y semánticas.
Y distingue dos tipos de verbos intransitivos: los
inergativos (+voluntad, + intención), que desarrollan
procesos dependientes de la voluntad de un agente,

DIÁLOGOS DE LA LENGUA
Acerca de la transitividad e intransitividad en español
como “llorar, reír, saltar, cantar…,”, por lo que poseen
sujeto agente pero no complemento paciente; y los inacusativos
o ergativos (+ tema paciente, -intención),
denotan estados o eventos no-agentivos, como “existir,
aparecer, llegar, florecer, crecer…”, por lo que poseen
complemento paciente pero no sujeto agente.
Podemos decir que hay verbos que exigen CD
siempre y otros que no suelen llevarlo, aunque admitan
la doble estructura. A ello, conviene añadir que TRAN-
SITIVIDAD E INTRANSITIVIDAD son características
sintácticas de la estructura, y no de los verbos necesariamente
ni de los paradigmas. Hay que fijarse más
bien en el eje o núcleo verbal de la construcción. Eso
sí, los rasgos del CD y de complemento de régimen (o
suplemento, en términos de Alarcos) son en gran medida
coincidentes e incluso tienen la misma función semántica,
por lo que cabría incluirlos en una macrofunción,
que lleva a la macroestructura analítica con dos
variantes, una con CD y otra con CPrep. Por ejemplo:
(17a) Mi amigo no cree a nadie y b) Mi amigo no cree en
nadie; (18a) Confía sus asuntos a un abogado y b) Confía
en sus asuntos; o también c) Piensa la mejor medida y d)
Piensa en la mejor medida. Conviene fijarse también en
el contenido del eje verbal: proceso + término o acción
+ objeto o estado (actitud) + modo o término”, de tal
manera que no es lo mismo decir (19a) Antonio durmió
al niño, que b) Antonio se durmió con el niño; ni es igual
(20a) Antonio comió de postre una manzana, que b) Antonio
se comió una línea; ni tampoco se desencadena el
mismo proceso en (21a) Antonio compró unos zapatos,
que en b) Antonio vivió una experiencia buena, aunque
ambas construcciones sean sintácticamente transitivas.
Hay verbos, pues, que, aun siendo transitivos, pueden
funcionar como intransitivos; por ejemplo (22a)
Antonio vio correr a una persona (CD) ® b) Antonio vio
a una persona (CD) ® c) *Antonio vio (incompleta); o
(23a) María le ha roto la camisa a Antonio esta mañana en
casa. Si no apareciera el CD, la oración sería agramatical
b)*María ha roto a Antonio esta mañana en casa. No obstante,
algunos verbos de carácter transitivo puede utilizarse
en ocasiones con sentido gramatical completo aun
sin CD, como en (24) Antonio vio ayer mucho (intransitiva).
Hay muchos verbos en español que tienen una
significación muy amplia y el CD la restringe, como “dar,
hacer, decir, poner, cantar, romper…”. Esto determina el
que se produzcan construcciones transitivas gramaticalizadas:
(25a) Dar premios, golpes, conferencias, patadas, las
uvas, las gracias / No dar golpe, pie con bola, palo al agua;
b) Hacer el trabajo, el ridículo, el canelo, el ganso… / pisos,
operaciones, gracias, pellas, las paces / hacer caso / hacer el
bien, c) Cantar una melodía, una canción, un romance… /
las cuarenta; d) Tener hambre, miedo, dinero, paz, fuerzas,
frío, razón, guasa…; o e) Pegar a alguien, un cartel, un libro…
/ No pegar ojo / Soltar una carcajada / sentir miedo /
dorar la píldora / Reír las gracias / Sonar la flauta, etc.
El CD es donde recae la acción de verbo transitivo,
de manera que V + CD forman una unidad sintácticosemántica
unitaria. Los verbos transitivos propiamente
dichos necesitan el CD en la estructura profunda y en la
superficial para evitar los agramaticalismos, como “dar
y tener”. No obstante, hay verbos transitivos que, aun
llevando CD en la estructura profunda, pueden prescindir
de él en la superficial mediante la transformación
de supresión, como “escribir, comer, contar, comprar”:
(26) Mi hermano escribe habitualmente. Se recupera el
CD porque se trata de una elipsis contextual que ayuda
a identificarlo. Hay verbos que seleccionan el CD por
su significado específico: (26) Cerrar la puerta, tocar el
timbre, sonar la flauta… Por esta razón, si se suprime el
CD el significado del verbo nos ayuda a recuperarlo:
(27a) El Atlético ganó el domingo (CD= el partido); b) El
cartero repartió pronto (CD= la correspondencia); c) El
torero brindó al público (CD = el toro); d) El director de
cine grabó en verano (CD= la película); y e) El profesor
explicó en clase (CD= el tema)
Desde el punto de vista semántico, los verbos intransitivos
son autosuficientes, puesto que no necesitan
restringir su significación por lo que no llevan CD,
como “ir, marcharse, reírse, sentarse, permanecer…”.
Pero hay verbos que, siendo intransitivos, se hacen
transitivos en ocasiones, porque desarrollan un CD,
que responde al clásico “acusativo interno”. Son verbos
que permiten extraer de su sentido semántico un complemento
directo intrínseco, como (28a) Vivir la vida; b)
Soñar un sueño dorado; o c) Llorar lágrimas de dolor. Pero
también hay verbos que cambian de significado según se
construyan con CD o vayan sin él. Son verbos que tienen
la misma forma, pero difieren sintáctica y semánticamente:
(29a) Una gota saltó al ojo (entró en el ojo); y b)
Una gota saltó el ojo (pasó por encima del ojo). Es normal
la conversión de oraciones transitivas en intransitivas,
como sucede en: (30a) María hierve el agua (TR.)®b) El
agua está hirviendo (INT.); (31a) El ministerio sube los precios
(TR.)®Los precios suben todos los días (INT.). A veces,
el sujeto de la oración intransitiva puede ser animado:
(32a) El niño está paseando (INT.)®b) La abuela pasea al
niño (TR.). Eso sí, la relación de transitividad e intransitividad
se da con mayor frecuencia en español cuando
el verbo es pronominal en la oración intransitiva y no
pronominal en la transitiva: (33a) El vaso se rompió (INT.
pronominal con “se”) y b) Antonio rompió el vaso (TR.
no pronominal). Esta ambivalencia sintáctica ha llevado
a algunos gramáticos, como Hdez. Alonso (1995:
83-85) a considerar que un número amplio de oraciones
con CD se han incluido tradicionalmente entre las
reflexivas y las recíprocas.
El efecto resultante de las transformaciones que
operan desde una construcción transitiva hasta otra intransitiva
y al revés conforma el valor pragmático de la
construcción sintáctica, puesto que a medida que se
Octubre-Diciembre 2009 Página 7

DIÁLOGOS DE LA LENGUA
Acerca de la transitividad e intransitividad en español
avanza desde la transitividad hacia la intransitividad el
grado de información es más general e impreciso: (33a)
El jefe pagó la nómina a sus empleados al final de mes®b)
El jefe pagó a sus empleados al final de mes®c) El jefe pagó
al final de mes®d) El jefe pagó. A su vez, se puede ver
el resultado de las transformaciones que operan desde
una construcción intransitiva hasta otra transitiva:
(34a) Mi padre regaló ( )®b) Mi padre regaló un coche
( )®c) Mi padre le regaló un coche a mi hermano®d) Mi
padre le regaló un coche a mi hermano por su cumpleaños.
Conviene, no obstante, reconocer que en las construcciones
transitivas del tipo (35) El maestro dio un regalo
(2) al niño (3)al final de curso, la complementación abarca
los dos sintagmas (2, 3): el 2 es directo respecto al
verbo y el 3 es indirecto respecto al verbo, pero directo
en la predicación.
La transitividad, en definitiva, hay que entenderla
como un procedimiento lingüístico que se manifiesta
sintagmáticamente mediante la presencia de un CD y
que la presencia o ausencia del CD determina el esquema
oracional ya transitivo ya intransitivo. El componente
básico de la gramática ha de ser semántico y
sintáctico con el fin de ser interpretados y llegar a la
formulación de las relaciones existentes entre el componente
semántico oracional y el sintáctico. Por esta
razón las transformaciones en la semántica generativa
son una manera de hacer variar externamente las estructuras
semánticas profundas hasta que se adapten
a la representación sintáctica superficial. Por ejemplo:
(36a) Antonio pegó a un desconocido®b) Juan propinó
golpes a un desconocido®c) Juan causó que propinara golpes
a un desconocido.
Los gramáticos tratan de explicar la transitividad
y de distinguirla de la intransitividad basándose en el
proceso de conversión de activa a pasiva adscrito a las
construcciones transitivas y no a las intransitivas. No
obstante, esta diferenciación no se da en todos los casos,
puesto que se producen constantemente oraciones
transitivas activas que no pueden pasar a pasiva, como
sucede en (37a) Antonio tiene mucho dinero; b) El coche
vale diez mil euros; o c) La casa tiene trescientos metros
cuadrados. Ninguna de ellas puede pasar a pasiva sin
que se convierta en agramatical. Por tanto, cabe afirmar
que el campo de la pasivización no abarca la totalidad
de oraciones con CD. Todo esto nos lleva a decir que
la transitividad y la intransitividad son procedimientos
complejos que operan con elementos lingüísticos siempre
guiados por la intención del hablante a producir un
efecto pragmático. En este sentido, las reglas gramaticales
de la transitividad e intransitividad no dependen
exclusivamente de los verbos sino de la construcción
que está al servicio de la actuación lingüística en el ámbito
discursivo. Por ello, son características sintácticas
de la estructura y, a su vez, son estructuras gramaticales
ligadas a cada acto de habla. n
Página 8 Octubre-Diciembre 2009
BiBLioGrAFÍA
Alarcos Llorach, Emilio (1984): Gramática de la lengua española,
Madrid, Espasa Calpe.
Alcina Franch, J. y Blecua, J. Manuel (1998): Gramática
española, Barcelona, Ariel.
Bello, Andrés (1970): Gramática de la lengua castellana destinada
al uso de los americanos, Buenos Aires, Sopena.
Campos, Héctor (1999): “Transitividad e intransitividad”,
en I. Bosque y V. Demonte, Gramática descriptiva de la lengua
española, Vol. II, pp. 1520-1573.
Di Tullio, Ángela (1997): Manual de Gramática del español,
Buenos Aires, Edicial.
Espinosa García, Jacinto (1997): Estructuras sintácticas transitivas
e intransitivas en español, Cádiz, Universidad de Cádiz.
Gili Gaya, Samuel (1970): Curso superior de sintaxis española,
Barcelona, Vox, Bibliograf.
Goi, Elena (2001): “La destransitivización en las construcciones
con “se” ¿un proceso intransitivizante?”, Sebastiao
Lorenzo dos Santos (UFPR).
Gómez Manzano, Pilar y otros (2006): Ejercicios de gramática
y de expresión. Con nociones teóricas, Madrid, Centro de
Estudios Ramón Areces.
Gómez Torrego, Leonardo (1998): Gramática didáctica del
español, Madrid, SM.
___ (1998): Valores gramaticales de “se”, Madrid, Arco/Libros.
Gutiérrez Araus, Mª Luz (1978): Estructuras sintácticas
del español actual, Madrid, Sociedad General Española de
Librería.
Hernández Alonso, César (1975): Sintaxis Española, Valladolid,
Industrial Litográfica.
___ (1995) Nueva sintaxis de la lengua española. Salamanca:
Colegio de España.
___ (1996): Gramática funcional del español, Madrid,
Gredos.
Hernández Terres, José M. (1994): La elipsis en la teoría
gramatical, Murcia, Universidad de Murcia.
Herranz, M.L. y Brucart, J.M. (1987): La oración 1, Barcelona,
Crítica.
López García, Ángel (1994): Gramática del español, I. La
oración compuesta, Madrid, Arco/Libros.
Lyons, John (1971): Introducción en la lingüística teórica,
Barcelona, Teide.
Martínez García, J. Antonio (1994a): La oración compuesta
y compleja, Madrid, Arco/Libros.
___ (1994b): Propuesta de gramática funcional, Madrid,
Istmo.
Mendikoetxea, Amaya (1999): “Construcciones inacusativas
y pasivas”, en I. Bosque y V. Demonte, Gramática descriptiva
de la lengua española, Madrid, Espasa Calpe, Vol.
II, pp. 1575-1630.
Pensado, Carmen (1995): El complemento directo preposicional,
Madrid, Visor.
RAE (1973): Esbozo de la nueva gramática de la lengua española,
Madrid, Espasa Calpe.
RAE (1992): Diccionario de la lengua española, Madrid, Espasa
Calpe.
RAE (2005): Diccionario panhispánico de dudas, Madrid,
Santillana.
Roca Pons, José (1973): Introducción a la gramática, Barcelona,
Teide.
Seco, Manuel (1976): Gramática esencial del español. Introducción
al estudio de la lengua, Madrid, Aguilar.

DIÁLOGOS DE LA LENGUA
EL VALOR DE LA LECTURA
y LA LECTURA EN VALORES
Tres propuestas de lectura con adolescentes
guiLLem vALLejo Fo r é s
APE Juan Boscán
Desde la concepción de Montaigne, para
quien la lectura ha de ser un acto de
alegría, hasta la de Saramago, quien invita
a los niños a reír y llorar sobre los libros,
en lugar de hacerlo sobre la pantalla del ordenador,
el libro ha sido defendido como
garante de aquellos valores humanos que
aportan dignidad y sentido al hecho de ser
y llamarnos hombres.
Los libros no sólo nos hacen libres, sino
que conforman las cartas de navegar con las
que el niño y más tarde el adolescente emprenderá
el viaje hacia la plenitud de sí mismo.
No sólo vale la alegría (no la pena) leer libros,
sino que en cada libro leído contactamos con
la memoria del mundo, validamos nuestro ser
al alinearnos con el legado de la palabra de
nuestros antecesores o de nuestros coetáneos
y dibujamos con los ojos el mapa que nos
conduce hasta la isla del tesoro que aguarda
expectante en el corazón de cada uno.
novelas
comprometidas
libro a la cons-
Del trucción de la
identidad hay un puente
o un paso, cuyos primeros
andamios son los valores
por los que ver y entender
el mundo. Si empezamos por el género literario de mayor
popularidad, advertimos que hay una predilección
de nuestros novelistas por incluir como núcleos temáticos
de sus novelas las problemáticas que arrostra la
sociedad, principalmente, en sus capas más vulnerables,
como son los jóvenes o adolescentes: la droga, la
anorexia, la violencia. Hay novelas por las que apenas
pasan los años y no pierden el lustre de su actualidad.
Decir “adolescentes”, es decir, de forma casi connatural
“rebeldes”, y “Rebeldes” es el título de una novela escrita
por Susan E.Hinton y editada por Alfaguara que sigue
atrayendo a numerosos jóvenes porque en ella circula
la corriente vital de muchachos que más que protagonistas
son víctimas de sus circunstancias y que acaban
representando el guión que la sociedad había ya escrito
para ellos.
No solo vale la alegría (no la pena)
leer libros, sino que en cada libro
leído contactamos con la memoria
del mundo, validamos nuestro ser
al alinearnos con el legado de la
palabra de nuestros antecesores o
de nuestros coetáneos [...]
Pese a las luchas entre bandas que ocupan buena
parte de sus páginas, los héroes callejeros o antihéroes,
según como queramos verlos, sienten como en la película
“La ola”, que el grupo de amigos es la verdadera
familia que da sentido a sus vidas. La fuerza que algunos
de ellos ostentan es el reverso de su debilidad, y
la novela ofrece lúcidas lecturas sobre las repercusiones
no ya de sus actos, sino de sus omisiones, de su falta de
asertividad. En realidad ésta es una de las constantes de
muchas novelas y además coincide con uno de los rasgos
propios de la adolescencia: la dejación de la responsabilidad
respecto a sus propias acciones va creando una
cadena de reacciones que acaban determinando el desenlace
de la trama y muestran, como sucede en la vida
real, que algunas de las grandes tragedias se inician en
lo que parecería algo vano o insustancial.
En el caso de Rebeldes, Johny, por ejemplo, el muchacho
que desde que había recibido una paliza se había
mantenido inseguro, introvertido y reacio a las peleas,
mata a Bob, un miembro de la banda enemiga que está
ahogando a su compañero Pony Boy. A continuación,
deciden huir, y como con-
secuencia de esa huida, se
irán produciendo una serie
de reacciones en cascada,
algunas de las cuales nos
permiten ver la contradicción
de la misma naturaleza
humana. Johnny, el asesino
de Bob, acaba salvando con
Pony Boy a unos niños que
estaban atrapados entre las
llamas de una iglesia. Ese acto de altruismo y solidaridad
viene esta vez de la mano de la responsabilidad (la iglesia
se había incendiado por su culpa) y de la generosidad de
esos muchachos, maltratados por la vida casi desde que
nacieron.
Ética y alternativas
novela Rebeldes ofrece, por tanto, un amplio
La material para trabajar en el aula, las distintas
posibles actitudes éticas ante situaciones difíciles que
la vida puede depararnos, reflexionando en común
sobre ellas y planteando posibles alternativas de respuesta
ante determinados hechos que se suceden en
la narración: ¿Tenía Johnny otras opciones antes de
Octubre-Diciembre 2009 Página 9

DIÁLOGOS DE LA LENGUA
EL VALOR DE LA LECTURA y LA LECTURA EN VALORES
Tres propuestas de lectura con adolescentes
matar a Bob?; ¿Qué otra salida podían tener Johny y
Pony ante el asesinato que en defensa propia uno de
ellos acababa de cometer?; o dando un salto hasta el
final del libro, ¿Podía Pony no ir la pelea entre bandas,
dado el estado en que se encontraba?.
En realidad, cada acto es una toma de responsabilidad
respecto a nosotros mismos y respecto a los
otros; tomar conciencia de ello y, a su vez, poner en
común la lluvia de ideas que suscita una determinada
problemática puede ayudar a los adolescentes a ampliar
el horizonte de sus lecturas, a ver qué valores o
contravalores hay detrás de una determinada trama
argumental, y a abrir puertas de actuación que les ayuden
a ir tomando las riendas de su vida, más allá de
la recurrente externalidad, es decir, que sean siempre
los “otros” los responsables únicos de sus acciones y
que acaben viéndose ellos mismos como víctimas de
los demás.
Callejón sin salida
de las novelas que
Otra hace hincapié en uno
de los puntos álgidos que afectan
directa o indirectamente a muchos
de nuestros jóvenes, es Callejón sin
salida de Gemma Lienas ,editada
por Planeta Oxford ,que trata sobre
los “atajos” a los que acaban
recurriendo muchos adolescentes
para evadirse de los problemas
personales que pueden atravesar.
El alcohol, la droga, incluso el
culto por el culto del cuerpo que
conduce a la anorexia, son a menudo “atajos” que los
jóvenes pueden escoger para evitar la toma de contacto
con su dolor, o con su entorno familiar, con el estrecho
mundo en el que creen vivir.
Uno de los aciertos de Callejón sin salida es que la
mayoría de sus personajes no confronta su visión de
la realidad con los seres más próximos que les rodean,
sino que escogen permanecer cada uno en su satélite
para no atravesar el agujero negro del miedo, de la
soledad, del vacío de la incomprensión. El tendero
Juan, su hijo Ramón, la madre, cocinera del colegio
de la parte alta de la ciudad, Berta, la estudiante que
aprecia a Ramón, mientras él la ama, todos ellos mantienen
monólogos y viven en islas que parecen tocarse,
que coinciden en el mar del presente, pero cuya
falta de comunicación es tal que asisten ante lecturas
de la realidad distintas, según quien las contempla, y
que conducen a la fatalidad del desenlace, a la falta de
“salida” del protagonista ante la contradicción a la que
ha llegado su vida.
Página 10 Octubre-Diciembre 2009
Drogas y contradicciones
“droga” es sólo en la novela la materialización
La de esa contradicción, es el “atajo”, que acaba
tomando el protagonista para alcanzar un “fin” que
no existe más que en su ideal y que, como el efecto
que los estupefacientes producen, desdobla al protagonista
entre quien verdaderamente es y quien nunca
será. Como en Rebeldes, Ramón sufre un accidente en
el que quedará afectada su cabeza y queda anulada
la cita que Berta y él tenían para ese fin de semana
en la costa. El “atajo” para obtener el dinero que le
conduciría a ese maravilloso fin de semana de amor
ha llevado a la no existencia, otra vez por la carencia
de asertividad. La madre aparece encubriendo al hijo
para que el padre no sepa lo que no puede ni sospechar
porque él se halla imbuido en el mundo de
su tienda que se desmorona para intentar llegar a las
demandas de un hijo, como la madre cocinera que se
viene abajo al intentar compensar la falta de amor de
su pareja con devoción extrema a un hijo, al que acaba
perdonando y excusando siempre, porque él es el
cómplice insano de su lucha por sobrevivir.
Falta de diálogo familiar
tragedia de esta novela no está pues en el fi-
La nal de la misma, en su desenlace, sino en la
falta de diálogo, en esos monólogos interiores que
suponen la primera escisión de cada personaje con
su realidad. La muerte es siempre el último peldaño
de una larga escalera de pequeñas muertes que
conduce no al vacío sino al espejo fragmentado de
nosotros mismos. “A pedacitos chicos nos morimos” escribí
hace años. Cortázar, al que volveré más tarde,
lo dijo a través de unas de sus pequeñas historias:
“El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo
alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del
reloj...” Cuando la vida es plena, la muerte no es un
corte, sino un broche.
Quizás el adolescente que lea Rebeldes o Callejón
sin salida pudiera pensar que esas muertes, las de los
personajes intrépidos o que así lo parecen son “románticas”,
“valientes” por su arrojo y su salto al vacío,
pero no, tras ellas, hay y, sus autores así lo clarifican,
una parte de sátira y comedia, en realidad, cuando
Pony se lanza a salvar a los niños encerrados en la
iglesia, está salvando también a su propio niño huérfano,
y cuando Ramón acelera su moto, con su cabeza
mareada por la mezcla de alcohol y de costo, está
acelerando el final de su contradicción, de su propio
absurdo. Novela ésta, Callejón sin salida, para jugar
a ser personajes y plantearnos si la forma de actuar
de cada uno se acuerda con una actitud asertiva, que

DIÁLOGOS DE LA LENGUA
EL VALOR DE LA LECTURA y LA LECTURA EN VALORES
Tres propuestas de lectura con adolescentes
amplíe su margen de libertad, su capacidad de interacción
con los demás. Leer es ser por un tiempo
otros que no podemos, que no alcanzaremos a ser,
¿qué valores se ponen en juego en nuestra toma de
decisiones; qué hay en nosotros de Ramón, de Juan,
de Berta, de esa madre que al evitar confrontaciones,
acabará enfrentándose con ese terrible vacío que está
intentando no ver, evitar?
Chicas de alambre
tercera y última novela trata de una muer-
La te anunciada que al final no se produce, de
una vuelta de tuerca al tema de la droga, dirigida a
mantener el pulso con el ideal, no de un personaje
concreto, sino de aquellas modelos que en su afán
por lograr ser tops
[...] es necesario que un
código ético nos
sostenga cuando nos vemos
empujados por
el torrente de lo cool, de
lo que está bien, porque
lo marca la moda o el
patrón de la sociedad.
acaban empleando
cualquier recurso,
incluso aquellos que
pueden acabar con
su autoestima, hasta
el punto de acabar
dañándose a sí mismas.
Sí, la “anorexia”
es el tema de esta tercera
novela de Jordi
Sierra, que salió a la
luz con un nombre
claramente evocador: Las chicas de alambre, de la Editorial
Alfaguara. La novela desmonta tópicos como el
de “vivir a tope”, cueste lo que cueste: “Los cementerios
están llenos de tíos y tías que creyeron que podían
controlar las drogas. (...) Estoy investigando lo de las
Chicas de alambre, ¿recuerdas?, Cirille, Jess, Vania...
Lo tenían todo, y antes de llegar a mi edad ya lo habían
perdido. Y no estoy de acuerdo en que sea mejor vivir
diez años en las estrellas que setenta en la tierra. Todo
lo que tenemos aquí es tiempo, y soy de los que quieren
aprovecharlo al máximo: viviendo”. Jon, el periodista,
al que se le ha propuesto realizar un reportaje sobre
“Las chicas de alambre”, va entrevistando a todos
aquellos que se cruzaron en sus vida, y a través de
cada personaje, advertimos distintas conductas ante
su relación con el mundo de la fama, de las tops
models. En realidad, dichas entrevistas suponen un
abanico de puntos de vista sobre los que reflexionar
en común sobre los valores o la falta de los mismos
que se desprenden de cada una de esas conversaciones:
la posición mezquina y machista del “vulgar,
Tomás Fernández, el primer novio de Vania, que de
lo único de lo que se enorgullece es “de que por lo
menos fui yo el primero que la estrenó”, hasta la actitud
excesivamente proteccionista de Noraima quien
ayuda a Vania a aislarse del mundo y a alimentar la
mentira de su muerte para no alterar la paz en la
que viven. Aunque la novela tiene algo de policíaca,
lo realmente importante es la visión profunda de lo
que hay detrás del mundo de la pasarela, cómo los
ídolos que vemos tienen detrás sus propias tragedias
personales, y es necesario que un código ético
nos sostenga cuando nos vemos empujados por el
torrente de lo cool, de lo que está bien, porque lo
marca la moda o el patrón de la sociedad. La novela
ofrece abundantes comentarios del narrador a propósito
de las acciones que van viviendo los personajes
y algunos suponen una clara crítica a las mentiras
que prodiga nuestra sociedad: “Muchas personas son
incapaces de romper los espejos en los que se miran y de
los que se quedan enganchadas”. A veces, a partir de la
presentación de otro personaje, se le ofrece al lector
adolescente la descripción de una realidad aterradora
que choca diametralmente con el bienestar y las
libertades que podemos disfrutar en nuestra sociedad,
me refiero a la ablación que sufrió la modelo
Cirillye y que había de marcar su vida: el contraste
entre dos formas de vivir que chocan brutalmente
respecto a los derechos que habría de tener todo ser
humano: “Si hay una práctica ancestral que me parece
aberrante, brutal, odiosa y dramática, es la de la ablación
de clítoris en algunos países africanos o de religión
islámica. Cada año, en diciembre, mientras una parte
del mundo celebra la Navidad; en otra parte, a miles de
niñas se es amputa el clítoris para anularles el deseo,
para que no sientan
Estas novelas son
una invitación a la
educación en valores,
una puerta para
desmontar tópicos
y alzar puentes
al diálogo [...]
el placer sexual, para
convertirlas tan sólo en
máquinas reproductoras.”
El hecho de que
un personaje dé pie
a hablar sobre cómo
viven las mujeres en
distintas partes del
mundo, abre directamente
una ventana
hacia nuestra propia realidad, hacia el tema de la coeducación,
de la situación actual de muchas mujeres
en nuestra sociedad que sufren la llamada violencia
doméstica, y que engrosan las cifras de muertes que
podían haberse evitado, y que hacen saltar la alarma
sobre cuál es el papel que nosotros como educadores
tenemos para cambiar en un futuro estas terribles
estadísticas.
Estas novelas son una invitación a la educación
en valores, una puerta para desmontar tópicos y alzar
puentes al diálogo: dar voz a nuestros adolescentes,
escucharlos a través del espejo de la literatura, nos
ayudará a entenderlos y a aprender a ayudarnos y a
ayudarles. n
Octubre-Diciembre 2009 Página 11

nA t i v i d A d Ar A q u e Ho n t A n g A s
Universidad Complutense de Madrid
biblioteca escolar debe configurarse
La como un espacio relevante dentro del
Centro educativo. Para ello, un aspecto importante
es dotarla de recursos e incorporarla
activamente a la vida del Centro, convirtiéndola
en:
p Un lugar de convivencia para el aprendizaje
compartido, realizando actividades
cooperativas, reforzadoras de estructuras horizontales
y, sobre todo, verticales.
p Un espacio dedicado a la información y
a los recursos, para posibilitar la investigación
y consulta, con objeto de desarrollar las
competencias básicas, compensando las desigualdades
sociales del alumnado.
p Un aula abierta donde guiar la selección
informativa relevante entre la inmensa
cantidad que nos bombardea, y orientarla
para que se transforme en
conocimiento.
p Un lugar donde poten-
ciar todos los lenguajes
para facilitar la comunicación.
p La segunda aula del
Centro informatizada en
red para el uso comunitario,
creada con la reutilización
de equipos informáticos
retirados del uso,
impulsados por un equipo
de nueva adquisición, con potencia
suficiente para mover la
red establecida.
DIÁLOGOS DE LA LENGUA
La práctica de la animación a la lectura
en las bibliotecas escolares
Los objetivos
propuestos
Página 12 Octubre-Diciembre 2009
Centro edu-
Cada cativo debería
contar con un plan de actuación
para innovar el uso de la
biblioteca escolar, vinculándolo
a las nuevas tecnologías y a la
consecución de una convivencia
sana y positiva en el Centro. Los
objetivos genéricos que debería
contemplar dicho plan son:
1. Establecer un enclave de referencia para
la planificación y el desarrollo de activi-
dades para la comunicación y la convi-
vencia positiva, promoviendo valores
como la responsabilidad, el compromi-
so, el esfuerzo, etc.
2. Convertir la biblioteca escolar en el epi-
centro cooperativo, transformador de la
información en conocimiento compartido.
3. Compensar desigualdades personales, so-
ciales y culturales.
4. Potenciar el papel activo del alumnado
en su propio aprendizaje.
5. Prevenir conductas negativas mediante el
diálogo y la comunicación.
También se deben perseguir los objetivos concretos
siguientes:
1. Adquirir valores de convivencia para de-
sarrollar tanto en la vida escolar como
en la cotidiana.
2. Valorar la importancia de dichos valores
para una formación íntegra de la persona.
3. Favorecer el desarrollo de la sensibiliza
ción hacia conductas que dificultan la
comunicación y el rendimiento escolar.
4. Fomentar el interés por aprender.
5. Fomentar el hábito de la lectura como
medio de aprendizaje y como actividad
ocupacional de ocio.
6. Interaccionar el libro impreso y el virtual.
7. Interaccionar el diario con el blog.
8. Facilitar el desarrollo de la capacidad de
análisis y crítica constructiva.
9. Favorecer la prevención de conflictos.
10. Valorar el lenguaje como medio para trans-
mitir sentimientos y detectar actitudes po-
sitivas y negativas para la convivencia.
11. Organizar actividades en grupo.
12. Fomentar el trabajo cooperativo.
13. Realizar propuestas de actuación relacio-
nadas con la cotidianidad.
14. Favorecer el desarrollo de la creatividad.

DIÁLOGOS DE LA LENGUA
La práctica de la animación a la lectura en las bibliotecas escolares
La práctica de la animación a la lectura
ideas básicas que debemos tener en cuenta
Las a la hora de realizar alguna animación a la
lectura son:
p Debe utilizarse un libro completo, no un
fragmento.
p Debe presentarse el libro: título, autor,
ilustrador, traductor, editorial, etc. Adaptando
la información a las edades del alumnado.
p Después de la lectura del libro debe haber
una puesta en común, donde el alumnado
exprese, espontáneamente, lo que más
le ha gustado del libro, sin que el animador
intervenga con su interpretación personal.
p La animación se puede repetir siempre
que utilicemos un libro diferente, no es conveniente
hacer dos animaciones distintas sobre
un mismo libro.
p Las animaciones necesitan continuidad,
de manera que no se conviertan en algo
aislado. En este sentido, deben ser programadas,
pensando en todo el curso, siendo lo
más adecuado realizar una al trimestre.
p Las animaciones serán más efectivas si se
comienzan a realizar en los primeros niveles
(Educación infantil), y se deben seguir utilizando
durante todos los cursos de Primaria.
p La animación a la lectura debe ser activa,
de tal manera que el niño, además de escuchar,
pueda leer, observar, jugar, moverse, etc.
p El alumnado debe participar voluntariamente,
sin que se convierta en una actividad
más de clase, sino en algo distinto, que invite
a la diversión y al juego. Suele ser normal
que al principio de la actividad una parte
del alumnado se muestre reacio a participar,
aunque rápidamente se irán incorporando de
forma activa. Después de realizar la animación,
es conveniente que el alumnado vuelva
a leer el libro, voluntariamente, profundizando
en la lectura con las pistas que la animación
les ha proporcionado.
p La animación debe ser una actividad participativa,
de manera que el alumnado es el
protagonista de la misma. Mientras tanto, el
animador deberá vigilar que todos intervengan,
teniendo especial cuidado en la participación
de los más retraídos.
p La animación no es competitiva, no se
trata de ganar o perder, no hay notas, ni calificaciones.
El animador deberá alabar los
aciertos y restar importancia a las equivocaciones,
procurando que todos se ayuden.
p Esta actividad se puede realizar en cual-
quier lugar, bien sea una biblioteca pública o
escolar, en el aula o, inclusive, en el hogar.
p Es importante que el niño haya leído por
completo el libro.
p Es conveniente que los libros elegidos
para realizar animaciones tengan un nivel de
lectura ligeramente inferior al de los participantes,
con el fin de que todo el alumnado se
sienta capaz de leer el libro.
objetivos de la animación
objetivo general se pretende desarro-
Como llar en el alumnado el hábito lector,
de manera que la lectura se convierta en una actividad
placentera y elegida libremente. Al mismo tiempo,
también perseguimos alcanzar otros objetivos más
concretos para que la lectura eduque el espíritu crítico
del alumnado, contribuyendo al desarrollo de su
personalidad, y preparándole para afrontar con mayor
madurez y sabiduría los problemas cotidianos. Estos
objetivos concretos son:
p Que descubra el libro físicamente, iniciándose
de forma paralela en el lenguaje de
la imagen.
p Que relacione lo oral y lo escrito, dando
paso a la lectura como un ejercicio posterior.
p Que los niños desarrollen la capacidad
de escuchar, comprender y retener.
p Que se comprenda la totalidad del contenido
del libro.
p Que desarrolle su capacidad analítica y creativa:
repetir y recrear a partir de lo contado.
p Que evolucione de una lectura pasiva a
una activa, incorporando este aprendizaje en
su vida cotidiana.
p Que logre otras formas de comunicación,
no estereotipadas, a partir de la recreación y
la invención.
p Que reflexione sobre los valores y actitudes
que encierran los libros con espíritu
crítico.
p Que descubra la diversidad de los libros.
p Que conozca otras experiencias diferentes
a las que ha vivido.
p Que la lectura sirva de estímulo para superar
los problemas propios.
p Que amplíe la visión del mundo, abriendo
su mente a otras realidades y culturas, con
una actitud de respeto.
p Que se introduzca en la Literatura a través
de la lectura, comprendiendo, disfrutando
y reflexionando. n
Octubre-Diciembre 2009 Página 13

Conviene advertir en principio que el análisis de los
procedimientos lingüísticos se va a llevar a cabo sobre
el texto en su conjunto pues, dada la presentación
gráfica de dichos anuncios, se trataría de una serie de
celdillas de una colmena donde las “abejas obreras”
del sexo –eso si no son esclavas sexuales– endulzan las
mieles del éxito del triunfador.
Dicho esto, se observa la reiterada presencia de
imperativo en 2ª pers. singular (“ven”, “Disfruta”,
“Ven”), así como de presentes por futuro –en la práctica
un no tiempo, casi “fuera del tiempo”– en 1ª pers.
del plural, que incluyen, así, “abrazándolo”, al receptor
(“gozamos”), así como el futuro (“gozarás”), con su
consustancial valor de obligación.
Aparece, igualmente, algún determinante de 2ª
persona (“tus fantasías”) a su servicio.
Y, reforzando el carácter apelativo, la función fática
que llama la atención del lector.
DIÁLOGOS DE LA LENGUA
ANÁLISIS DE LAS FUNCIONES DE LA
LENGUA EN UN TExTO PUBLICITARIO
“RELAx”
Lu i s Ar t u r o He r n Á n d e z
“Las grandes verdades de este tiempo vienen casi
siempre en la sección de los anuncios por palabras
de los periódicos.”
Gonzalo Bolland, “Laberinto”
(El Mundo, 27-IV-06)
Nos
encontramos ante una serie de
anuncios clasificados por palabras
en un periódico de gran tirada –El
correo, sección “Clasificados”, del 22-X-
2003–, y en un apartado que responde eufemísticamente
al subtítulo de Relax, donde
se ofrecen servicios sexuales variados,
de forma telegráfica, con estilo nominal y
una evidente economía de medios.
Teniendo en cuenta el marco en que
aparecen insertos los mensajes publicitarios
y su contexto, resulta evidente su función
apelativa, como medio de influir en el
cliente-tipo –por lo general, masculino– de
quien se espera llame, contacte y contrate
esos servicios.
Hay, no obstante, otras funciones
que se subordinan a la citada conativa
con la intención de hacer más persuasiva
la oferta –expresiva, referencial, fática
e, incluso, poética–, que iremos desarrollando
posteriormente, una vez expuestos
los mecanismos de la principal.
Página 14 Octubre-Diciembre 2009
(Hemos obviado, por cierto, en nombre de la
cacareada corrección política y mediante una manipulación
del anuncio y su posterior remaquetación,
fotografías de las “ofertas” –poses provocativas y obscenas;
planos y angulación de fotogramas de cine porno–,
con connotaciones que irían desde las zoológicas
del safari fotográfico –lupanar o lenocidio– o granja
urbana –conejos, sin ir más lejos–, pasando por las
mortuorias de una esquela o nichos de enterramiento
vertical, a las paródicas de la “Rue 13 del Percebe”
del tebeo.)
Así, pues, entre los rasgos fáticos verbales sobresalen
las negritas –no exactamente “Brasileñas”–, las
mayúsculas –no necesariamente “espectaculares”–, las
cursivas –y no necesariamente cursis–, la tipografía negra
sobre blanco o blanco sobre negra –según su procedencia,
o postura–, o la letra manuscrita con correcciones
de aparente expresividad.

(Todo ello, si es que, en la mayoría de los casos, en
lugar de timarse con el cliente, no se espera sino timar
telefónicamente al cliente facturándole la función fática
a precio de “acto comunicativo”.)
Pero, aunque pudiera parecer que la abundante
presencia de datos –medidas, edades, gentilicios o
denominación de origen, nºs de tlfno., tarifas, nºs
de apartados y códigos postales, especialidades eróticas
(apocopadas o sustantivadas) u onomástica–,
en cruce promiscuo de códigos numéricos e icónicos
–teléfono– y con la urgencia telegramática de abreviaturas,
elipsis, asíndeton y la falta de cohesión entre
enunciados, convertiría la función representativa
en subsidiaria de las funciones propias del receptor,
no resulta ser así, puesto que la expresividad en el
texto juega con la connotación –muy en particular
“con morbo”–, actuando como reclamo publicitario
más persuasivo que esa denotación informativa –al
margen de su fiabilidad o no–, dando rienda suelta a
la función emotiva.
Así, además de los pronombres fem. de 1ª pers.
(“nosotras”) o el presente –habitual– en 1º persona
singular (“Hago” o “pago yo”) o plural (“No pagamos
ni cobramos”), la hipérbole se enseñorea del texto,
tanto con los superlativos absolutos (“superviciosas”,
“Discretísimo” o “Dotadísima”), como los léxicos (“espectaculares”),
amén de determ. indefinidos (“Mucha
discreción”, “TODAS TUS...”) o adv. de cantidad (“Paga
bien”), que enfatizan, cuantitativa o cualitativamente,
de forma subjetiva, la cualidad o virtud.
Sin embargo, y como
decíamos, donde mejor
se aprecia el carácter expresivo
de este anuncio
es en la connotación, por
medio de diminutivos erótico-afectivos
(“rellenita” o
“madurita”) que añaden a calificativos de connotación
bisémica un valor eventualmente positivo. Y de ese
mismo modo funcionan también adjetivos valorativos
de connotación negativa en el ámbito religioso o moral
que, en el comercio sexual (“Travesti viciosa”, y su
silepsis entre el vulgarismo apocopado y el género femenino
del adyacente; “golfas”; la picardía infantil de
“traviesas” o “pelirrojas” con su significación diabólica
popular) se revisten de carácter positivo, igual que lo
hacen “real”, “caliente” o el xenismo sexy.
Sin embargo, donde mejor se aprecia el juego de las
connotaciones tradicionales del machismo patriarcal es
en el combinado de insinuaciones positivas y/o negativas
de la mujer “necesitada” de sexo (“CASADAS aburridas
buscan hombres...”, o “VIUDA sexy con hija de 18
años”, con su invitación a transgredir el tabú del incesto)
o el cóctel morboso de erotismo-ficción de “45 años adinerada,
virgen, fea, pago yo”, que alterna la atracción-
DIÁLOGOS DE LA LENGUA
ANÁLISIS DE LAS FUNCIONES DE LA LENGUA EN UN TExTO PUBLICITARIO
“RELAx”
Un puzzle, pues, como La colmena,
de brevísimos textos publicitarios
–“textículos”, diría el humorista
televisivo– [...]
repulsión de tópicos destinados a provocar en su conjunción
de virtudes y defectos un mundo de fantasías
rayanas en la perversión –y, acaso, en la perversidad–.
Añádase a ello la cosificación comercial de la
“novedad” del “género” –y nunca mejor dicho– en
“recién llegadas” o la animalización lexicalizada
–¿metáfora o metonimia?, ¿o ambas?– de “Conejita
caliente”. Y, por seguir con los tropos –tropicales, en
el caso de “brasileñas”–, demos el salto a la casilla inferior
derecha –entresuelo derecha–, donde el morbo
clásico del adulterio (“Casadas aburridas”) se elabora
intencionadamente con el fin de producir extrañamiento,
lo que acerca esta celdilla mayor –se diría
la de la abeja reina a la espera del zángano– a una
rudimentaria función poética, suplementaria de la f.
expresiva. Y es que el aparente valor metalingüístico
de correcciones y tachaduras –si es que no es ya
meta/lingüístico, como diría un humorista televisivo,
el “Beso con lengua”– intenta jugar conceptualmente
con el tópico del casado aburrido que busca
libar “en un panal de rica miel” –lunas de miel, lunas
de hiel– a partir de la derivación y paronomasia
–“adúlteros ADULTOS”– sobre la base de la antítesis
popular de “adúlteros (casados)” contra “SOLTEROS
(ampliación del mercado a jóvenes no aburridos del
matrimonio)”, sirviéndose de un premeditado lapsus
linguae que confirma la dicha metalingüística.
Un puzzle, pues, como La colmena, de brevísimos
textos publicitarios –“textículos”, diría el humorista
televisivo– que, como apartamentos de una
casa de citas o cabinas de
centralita de teléfonos –o
celdas de penal destinadas
al contacto vis à vis,
en la clausura claustrofóbica
de sus cubículos–,
ofrecen su carnada erótico-sexual
apelando desde su escaparate al lector fáticamente
y sirviéndose para ello, al mismo tiempo,
de lo emotivo –con una burda función poética– y lo
referencial–con un ligero retoque metalingüístico–;
si bien es cierto que la emotividad –que contagia a
la modalidad común de la lengua su registro informal,
de nivel coloquial, sin vulgarismos y con “tecnicismos”
del sociolecto jergal del sexo, plagado de
vulgaridades–, juega especialmente con ese factor
“morbo” que, en términos metalingüísticos y sin excesivo
rigor académico, podría definirse como aquella
capacidad de atribuir connotación negativa a un
valor positivo y/o viceversa. O de hacer de la virtud
vicio y del vicio, virtud. O del tabú, disfemismo y
del disfemismo –humorístico–, tabú. Y, muy en particular,
en un texto que, bajo la etiqueta eufemística
de “Relax”, oculta la inequívoca intención de excitar
los bajos ideales y los altos instintos. n
Octubre-Diciembre 2009 Página 15

Esta propuesta didáctica, dirigida a alumnos de
2º y 3er ciclo de Enseñanza Primaria, Enseñanza Secundaria
Obligatoria y Bachillerato, y estructurada
en dos tomos, está integrada por más 500 actividades
para realizar mediante la consulta del diccionario escolar,
aunque también es válida para otros diccionarios
generales de la lengua, en formato impreso, digital o
consultables en Internet, en algunas de las direcciones
web que se ofrecen. Su contenido se centra en el léxico
referente a la realidad cir-
cundante, pero también en
aspectos léxicos importantes
en la sociedad tecnológica
actual; así, se incluyen
actividades basadas en el
conocimiento de anglicismos
y neologismos que
en los últimos años han
entrado con fuerza en nuestra lengua gracias a los
medios de comunicación y las nuevas tecnologías y
que en la actualidad forman parte de nuestro caudal
léxico. Igualmente, hay actividades de carácter intercultural,
con palabras referentes a realidades de
otras lenguas y culturas, que es necesario conocer en
un mundo globalizado.
Dichas actividades se centran en aspectos de dificultad
ortográfica, creación de palabras, conocimiento
de las distintas relaciones que se establecen entre ellas
en cuanto a su forma y significado, ampliación del vocabulario
y su uso adecuado. Se trata de un amplio y
variado abanico de actividades de gran contenido lúdico,
planteadas mediante adivinanzas, trabalenguas,
sopas de letras, crucigramas, autodefinidos, chistes y
otros pasatiempos, además de fragmentos de textos
literarios, cuyo objetivo es el desarrollo de la competencia
lingüística del alumnado mediante la práctica
RESEÑAS
El diccionario y su uso en el aula
Fr A n C i s C A íñ i g u e z bA r r e n A
APE “Elio Antonio de Nebrija”. Andalucía.
Jo s e f i n a Pr a d o ar a g o n é s
EL DICCIONARIO Y SU USO EN EL AULA. ESTRATEGIAS Y ACTIVIDADES 1 Y 2.
Granada, Grupo Editorial Universitario, 2009
http://editorial.geu.com
libro de Josefina Prado Aragonés está pensado para hacer de la clase de
“Este Lengua Española una actividad lúdica en la que el alumno vaya aprendiendo
a la vez que se deleita. Es una excelente guía que nos ayuda a preparar las tareas y
nos muestra mucho de los caminos posibles para que nuestros alumnos se interesen
por la lengua”. Estas son algunas de las palabras con las que el eminente lexicógrafo
Manuel Alvar Ezquerra presenta en el prólogo esta obra didáctica, cuyo objetivo, según
la autora, es fomentar en el aula el conocimiento y uso del diccionario escolar, uno de los
instrumentos ideales para el aprendizaje y dominio del idioma, y enseñar al alumnado a
manejarlo y a descubrir la rica información que su páginas contienen, para mejorar su competencia
lingüística, si se familiariza con él y acostumbra a consultarlo asiduamente.
Página 16 Octubre-Diciembre 2009
Es una excelente guía que nos
ayuda a preparar las tareas y nos
muestra mucho de los caminos
posibles para que nuestros alumnos
se interesen por la lengua [...]
de las destrezas discursivas (comprensión y expresión
en forma oral y escrita), a través de la consulta y uso
del diccionario. Van acompañadas, además, de múltiples
orientaciones lingüísticas y estrategias para el
descubrimiento y conocimiento del diccionario escolar
y su aprovechamiento para mejorar el uso de la
lengua.
El contenido de la propuesta sigue un orden de
dificultad progresiva. El tomo 1 (150 páginas) incluye
el prólogo de Manuel
Alvar Ezquerra, una introducción
de la autora
y unas palabras dirigidas
al profesor, para orientarle
sobre los criterios que
debe contemplar a la hora
de seleccionar el diccionario
más adecuado para
sus alumnos, en función de su nivel de conocimientos.
A partir de ahí, los tres primeros capítulos se centran
en precisar qué es un diccionario y su gran utilidad, y
en revisar algunos de los diccionarios existentes en la
lexicografía española, en formato impreso y digital, su
contenido y utilidad para alumnos en distintos niveles
de formación. Tras estos orientaciones, se inicia, mediante
diversos juegos y actividades lúdicas y creativas,
la instrucción de los alumnos de nivel más básico en el
conocimiento y orden alfabético y en cómo se ordenan
y buscan las palabras en el diccionario, así como en
la información que contiene y cómo viene estructurada.
Una vez adquirida la destreza y agilidad necesarias
para consultar y manejar el diccionario, se plantea su
uso para conocer mejor las palabras de nuestra lengua,
empezando por cómo se escriben y cómo se pronuncian
correctamente, a través de distintas actividades de
ortografía y acentuación.

El tomo 2 (175 páginas) se centra en aspectos
morfosintácticos con actividades de distintos niveles
de dificultad para conocer la forma de las palabras,
su categoría gramatical y su capacidad de
combinación con otras palabras en el discurso, así
como los recursos creativos de que dispone la lengua
para crear nuevas palabras y ampliar el vocabulario.
Igualmente, se plantean distintos
aspectos de precisión léxica, con
actividades para el conocimiento
e incremento del vocabulario,
organizadas en torno distintos
temas y centros de interés, con
alusiones a realidades cotidianas
y motivadoras para el alumno,
como la ciudad, la comida, los deportes, la música,
etc., en las que se ha dado un tratamiento especial a
las locuciones y frases hechas en contextos lingüísticos
reales. Asimismo, se dedica otro capítulo al
significado de las palabras, con diversas actividades
En
el universo
académico
del estudio de la
literatura española
los grandes expertos
están especializados
en épocas.
Por eso, hasta ahora,
todas las publicaciones
sobre el
tema habían sido
obra de colaboración,
libros bajo la
tutela de un editor
general pero con varios nombres en la autoría.
Ahora, por primera vez, Lina Rodríguez
Cacho se atreve a presentarnos una visión
unitaria sobre toda la literatura española
desde sus orígenes hasta 1975.
Publicado en dos volúmenes, este manual busca
la cohesión y la relación entre todas sus partes, y ofrece
una fácil lectura, tanto para el estudioso de la materia
como para el lector no avezado. En él, la autora ha
afrontado un doble reto: el de narrar hechos y procesos
RESEÑAS
El diccionario y su uso en el aula
sobre las relaciones semánticas entre palabras de significado
similar, próximo o contrario. Se completa la
propuesta con actividades sobre el uso y adecuación
de las palabras en distintos registros y niveles de
habla. Y finaliza con una bibliografía práctica, básica
y didáctica, y con la indicación de diccionarios
y de algunas direcciones web para consulta junto a
referencias a obras literarias y a
autores citados.
Las páginas de este libro, sin
duda, nos descubren las múltiples
posibilidades didácticas que
el diccionario ofrece, si, como
profesores, enseñamos a nuestros
alumnos a manejarlo y consultarlo
asiduamente, para que saquen de él el máximo
provecho y, de esta forma, se convierta en un valioso
instrumento que les abrirá las puertas del conocimiento
y les permitirá su autoformación de manera
permanente. n
Manual de Historia de la Literatura Española
editoriAL CA s t A L i A
Las páginas de este libro
nos descubren las múltiples
posibilidades didácticas
que el diccionario
ofrece [...]
Li n a ro d r í g u e z Ca C h o
MANUAL DE HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA
Madrid, Castalia, 2009
de forma personal frente a la tarea mucho más aséptica
de describir; y el de hacer una síntesis equilibrada bajo
una orientación esencialmente comparatista. Escrito de
manera sucinta, rigurosa y amena, es apropiado tanto
para consultas parciales como para una lectura más
comprometida. Fijará, sin duda, el nuevo canon de la
literatura española.
Lina Rodríguez Cacho es profesora titular de Literatura
Española en la Universidad de Salamanca, donde actualmente
enseña Literatura Medieval y del Siglo de Oro,
especialidad en la que es investigadora desde que obtuvo
el Premio Extraordinario de
Doctorado por la Universidad
Autónoma de Madrid.
Entre sus publicaciones destacan
la edición y estudio de
una versión inédita de La zapatera
prodigiosa, de Lorca,
Pecados sociales y literatura
satírica en el siglo XVI, la
edición de la obra completa
de Antonio de Torquemada
y la antología Letras Capitales
del Quijote. n
Octubre-Diciembre 2009 Página 17

Pi L A r giL so L e r
Herta Müller
dirige a
la hoja blanca de papel
su mirada de acero,
en 1984, y aquélla
se va iluminando
poco a poco mientras
brotan las Tierras bajas.
Una niña es su
protagonista, testigo
indefenso de un mundo rural sombrío, cerrado
en sí y absorto en su miseria, imposible
de traspasar, como Macondo: “Jugamos
a marido y mujer. yo me meto los dos ovillos de
lana verde bajo la blusa, y Wendel se pega su
bigote de lana de oveja verde. Jugamos. yo le riño
porque está borracho, porque no trae dinero a
casa, porque la vaca no tiene pienso, y le digo que
es un gandul y un cerdo y un vagabundo y un borracho
y un inútil y un granuja y un putañero y un
cabrón. Así es el juego. Me divierte y es fácil de
jugar. Wendel se queda sentado en silencio.” 1
En otras ocasiones (la mayoría) la niña destila
poesía en su exposición onírica del mundo circundante,
un mundo despiadado, pleno de colores y sentimientos
encontrados: “El fuego consume la aldea cada
noche. Primero arden las nubes.
Cada verano se lleva un granero. Los graneros se incendian
siempre en domingo, cuando la gente baila y juega
a las cartas. El crepúsculo rueda por las calles como un
intestino grueso. Luego arde lentamente allá en el fondo,
entre la paja y el entramado de tallos. Y sólo uno lo sabe,
el hombre de la caja de fósforos, que ventila su odio por las
plantaciones de patatas, detrás de los maizales.” 2
Bruscamente, vemos que la niña es mayor y alcanza
una vida dorada, sumida en el estrés, el sinsentido, el caos
del falso bienestar, hundida en la no libertad de la producción
frenética o el del consumismo (confundiéndose
dictadura con estado del bienestar), sin tiempo para sentir:
“Las cinco y media de la mañana. Suena el despertador.
Me levanto, me quito el vestido, lo pongo sobre la almohada
(...)cojo la toalla, me lavo la cara con ella, cojo el peine, me
seco con él (...)Cojo el ascensor del quinto piso hasta el primero.
Luego subo nueve peldaños y estoy en la calle (...)camino
hasta la parada del tranvía (...)me bajo tres paradas antes de
subir. Le devuelvo el saludo al portero (...)y piensa que otra vez
es lunes y otra vez se ha acabado la semana”. 3
RESEÑAS
Tierras bajas
Y esta breve muestra es el más elocuente resumen
de urgencia que se nos ocurre de los quince relatos
que conforman En las tierras bajas, una de las cuatro
obras traducidas al español de esta autora, manifiesta
ser discípula de García Márquez, sin que ello suponga
imitación, sino una muy particular visión del Macondo
rumano desde el realismo mágico. La escritura de este
libro, más que una denuncia al uso, es la exhibición de
un modo de vida, el de la propia autora, el de tantos
rumanos vivos que se han de exiliar y tantos muertos,
que se han suicidado como un modo de responder al
poder aniquilador que ignoró sus sueños, al sumergirlos
en un primitivismo sin salida, en la atmósfera irrespirable
impuesta por Ceaucescu:
“En la Rumanía de entonces yo no notaba más que
fronteras; no había lugar donde no existiese una. Todo era
frontera, ¡hasta las fronteras reales del país con el exterior!
Junto a esas fronteras nacionales se mató a mucha
gente. (De hecho, más que fronteras son cementerios.) Las
fronteras eran el Danubio y los confines verdes con Serbia
y Hungría. Allí murieron millares de personas que huían
sencillamente por hastío y que les daba igual perecer o
no. Cada semana escuchaba uno decir fulano o mengano
fueron fusilados. Sin embargo, eso no disuadió a nadie,
porque la gente estaba harta y ya no soportaban la vida
cotidiana. La frontera era un imán, y todo el mundo ansiaba
estar fuera, fuera, fuera. Vivir en Rumanía desde la
mañana hasta la noche sólo se soportaba con la idea de
que no era para siempre, sino algo provisional de lo que
alguna vez saldríamos” 4 .
La escritora nació en Nytzkydorf (población germano
parlante de Rumania) en 1953; estudió filología
germánica y filología rumana simultáneamente, entre
1973 y 1976 en la Universidad de Timisoara, por sentirse
pertenecer a ambas culturas. Perdió su primer trabajo,
como traductora en una fábrica de máquinas, por
negarse a colaborar con la Securitate, el servicio secreto
comunista. Éste fue su primer libro, titulado originalmente
Niederungen 5 , que esperó cuatro años en la editorial
antes de poder publicarse, en 1982, con recortes
impuestos por la censura rumana.
Herta Müller optó en 1987 por exiliarse en Alemania
del Oeste junto con su marido, el escritor Richard
Wagner. Sus novelas “La piel del zorro”, “La bestia
del corazón” o “La convocatoria”, publicadas en los
años 1990, “dan, con sus detalles cincelados, una imagen
de la vida diaria en una dictadura petrificada”. Su última
novela “Atemschaukel” (2009) describe el exilio de los
rumanos germanohablantes en la Unión Soviética. n
1 En tierras bajas, pp.110 – 111.
2 “El hombre de la caja de fósforos”, En tierras bajas, p. 143.
3 “Día laborable”, ibíd., pp. 181 – 182.
4 Entrevista a la autora hecha por Carlos A. Aguilera, publicada en “Crítica” (Puebla, México, 2000).
5 En tierras bajas, publicado en español por la ed. Siruela en 1990 y reeditado en 2007. También tenemos en castellano: El hombre es un gran
faisán en el mundo (Siruela, 1992 y 2007), La piel del zorro (Plaza & Janés, 1996) y La bestia del corazón (Mondadori, 1997).
Página 18 Octubre-Diciembre 2009

Fr A n C i s C o Cr o s A s
Universidad de Castilla-La Mancha
Jo s é ra m ó n ayLLón
OTOÑO AZUL
Hace
10 años leí Querido Bruto, la
primera novela de José Ramón
Ayllón, y recuerdo que fui cautivado
por la compleja personalidad de Julio César.
Después llegó la gran sorpresa de Vigo es
Vivaldi. Ahora veo en las librerías su quinta
novela, ambientada en la Barcelona actual,
y empiezo a leer la historia de un muchacho
y una chica que coinciden en un tren de
cercanías. Pienso: chico conoce a chica y ya
está, lo de siempre, más de lo mismo. Pero
me equivoco. Porque la vida del muchacho
acaba de ser marcada a fuego por el dolor,
y me introduce en su casa, en el ambiente
de una familia que fue feliz y ahora se en-
Fr A n C i s C o Cr o s A s
APE Garcilaso de la Vega
areLLano, ig n a C i o (ed.)
POESíA DEL SIGLO DE ORO
Antología, col. El Caldero de Oro
Madrid, Editex, 2009
257 pp., ISBN 978-84-9771-210-1.
Nuestros clásicos perviven, a pesar
de los pesares...
Acaba de aparecer el volumen
primero de una nueva colección
–¡bienvenida!– llamada El Caldero de Oro.
Se trata de textos clásicos editados para
alumnos jóvenes, de la ESO y Bachillerato.
Lo primoroso de la edición “piloto”, no
obstante, la hace interesante también para
el alumno universitario. Yo pienso utilizarla
este año con mis alumnos de la Universidad
de Mayores de la UCLM y en la Licenciatura
(Grado débesele llamar, según los nuevos
aires “bolonios”) de Humanidades.
El título es confuso o más bien incompleto,
pues se trata de una antología de poetas barrocos. Se
coleccionan poemas de los autores cumbre (Góngora,
Lope y Quevedo) pero también de otros “menores”
como Villamediana, Rodrigo Caro, Francisco de
RESEÑAS
Otoño azul
frenta al sinsentido. La chica tiene su propia
historia, resumida en unos años dulces, un
bofetón del destino y un presente de nuevo
equilibrado, lleno de posibilidades.
En las idas y venidas de estos protagonistas hay un
instituto y un liceo; hay profesores y compañeros de clase;
hay deporte y movidas, cine y música... No faltan las
respectivas familias, muy presentes, y el hilo conductor
de la historia: una hermosa amistad que nace, crece y
se transforma en algo más, en mucho más. Pero, sobre
todo, lo que resplandece en estas páginas es una forma
de vivir la vida con imaginación y libertad; una búsqueda
de sentido por medio del diálogo que humaniza; y
el arte de escuchar –escuchar y sopesar–, en contraste
con nuestro hiperactivo mundo urbano, que tanto nos
despersonaliza.
Sí, decididamente esta historia apuesta por las
personas, por personajes con relieve y con alma. Esa
profundidad la distancia de las artificiosas novelas juveniles
de esta época, y por eso me ha gustado y me
tomo la libertad de recomendarla a todo el que me lea.
Poesía del Siglo de Oro
Rioja, Andrés Vázquez de Andrada y Luis Carrillo
y Sotomayor.
A la antología propiamente tal precede un ameno
ensayo sobre los tres grandes. Las páginas dedicadas a
Quevedo –no en vano el editor es máxima autoridad en
la materia– son sin duda las mejores. Hay además unas
breves fichas dedicadas al resto de los poetas antologados.
Y al cuerpo de poemas siguen unas propuestas de
trabajo más sugerentes de acostumbrado en este tipo
de ediciones.
En la antología encontramos los poemas “canónicos”
pero también otros seleccionados con buen gusto y
tino. Los textos han sido moderadamente modernizados,
eliminando signos ortográficos y diacríticos antiguos.
Lo más importante y útil de la edición, sin embargo,
es la anotación filológica de los textos. No podía ser
de otra forma, tratándose del director del GRISO (Grupo
de Investigación Siglo de Oro, Universidad de Navarra).
No hay notas ociosas y sí las hay agudas e imprescindibles
para tornar inteligibles pasajes difíciles de estos
textos barrocos. Como es lógico, la acuidad anotadora
se pone especialmente de manifiesto en Góngora, tanto
en el Polifemo y en el fragmento de la Soledad Primera
como en letrillas y romances aparentemente fáciles pero
cargados de alusiones y sentidos figurados.
Pienso que es una magnífica primera entrega de la
nueva colección, que pone el listón muy alto, compaginando
divulgación y buen hacer filológico. n
Octubre-Diciembre 2009 Página 19

Por este motivo, resulta muy oportuna la publicación
de este libro. Esta benemérita operación rescate
se la debemos al doctor y profesor Pedro Ignacio
López García, buen conocedor de la literatura española
de este periodo. No sólo firma el divertido
y ejemplar estudio introductorio (donde Pedro
Ignacio utiliza magistralmente el recurso de una
imposible entrevista con Zurita), sino que es el
responsable de la selección antológica y, en consecuencia,
del citado rescate. En concreto, se incluyen
poemas de los cuatro libros publicados por el
poeta palentino, burgalés de corazón: El triunfo del
Silencio (1912), La Musa Campesina (1913), Pícaros
y donosos (1916) y Castilla (1924). Algunos de estos
libros eran, antes de esta edición, casi imposibles de
encontrar. En cuanto al estilo de Zurita, como bien
se nos explica, se enmarca entre dos grandes tendencias
los refinamientos del Modernismo y el más
sobrio y severo espíritu crítico del Noventa y Ocho.
Sin embargo, también hay lugar en sus versos para un
naturalismo algo prosaico, en la línea de Núñez de
Arce o de Gabriel y Galán. El último libro, Castilla,
está en sintonía con el castellanismo de Enrique de
Mesa (otro gran olvidado) o del celebérrimo Campos
de Castilla de Antonio Machado.
RESEÑAS
Estampas castellanas
jA v i e r Pérez-CAstiLLA
ma r C i a n o zu r i t a
ESTAMPAS CASTELLANAS
Ediciones 98, Madrid, 2009.
[...] se incluyen poemas
de los cuatro libros
publicados por el poeta
palentino, burgalés de
corazón [...]
Lazarillo, la Celestina o figuras
literarias como Quevedo,
Cervantes o el contemporáneo
Valle-Inclán desfilan por
esas páginas [...]
Página 20 Octubre-Diciembre 2009
Marciano Zurita (Palencia, 1884- Madrid, 1929) no es,
ciertamente, un autor demasiado popular en nuestros
días. Lamentablemente para él, el brillo y la abundancia
de poetas excelentes en aquella época han ocultado a otros
que, como él, hubieran ocupado un lugar más destacado en
otro entorno cultural menos favorecido por las musas.
Confieso que me han agradado sobremanera las
evocaciones literarias del libro Pícaros y donosos. Lazarillo,
la Celestina o figuras literarias como Quevedo,
Cervantes o el contemporáneo Valle-Inclán desfilan
por esas páginas. Transcribo a continuación el
poema titulado La alcahueta para que el lector pueda
apreciar la viveza de la pluma de Zurita, así como su
dominio del soneto.
La alcahueta
Broté de una zahúrda de bandidos,
como despojo de carroña lleno,
y se meció mi cuna sobre el cieno
entre risas, blasfemias y gemidos.
De dos flácidos senos exprimidos
chupé la sangre del pecado ajeno,
y aquella sangre fecundó el veneno
de que fueron mis labios concebidos.
Sé engañar a doncellas y a galanes,
preparar lechos, atisbar zaguanes,
curar esposas y burlar esposos.
Soy una vieja hipócrita y ladina,
y, en estos menesteres licenciosos,
el vulgo me da un nombre: Celestina. n
Celestina. Picasso.

e A t r i z gonzÁLez gALLego
PresentaCión d e La n o v e L a d e vaLLe va q u e r o se r r a n o
DeSDe eL mAr De LUSiTAniA
primer lugar quiero agradecer su pre-
En sencia a los asistentes -y espero que
futuros lectores-, porque considero que son
parte esencial de esta difícil pero gratificante
tarea que es la publicación de literatura
de calidad.
También aprovecho la ocasión para dar las gracias a
Carmen y a Valle por confiarme esta honrosa tarea y,
aunque opino que no reúno los méritos académicos
ni literarios que me hagan merecedora de esta labor,
siento un enorme gozo por el hecho de que esta novela
vea hoy la luz. Y este regocijo se debe a dos motivos
fundamentales:
p El primero es que, desde la primera página de su
anterior novela (El dulce fruto de la primavera), Valle
me ha seducido con su literatura, me ha hecho enamorarme
del personaje de Garcilaso y he esperado esta
segunda novela con una sed impaciente. Además estoy
convencida de que este segundo periplo por las galerías
del alma del personaje va a tener el mismo efecto
en ustedes: un ansia por conocer más y más profundamente
su apasionante vida interior.
p En segundo lugar, me llena de gozo esta publicación
porque creo que viene a ser
justa recompensa al trabajo
no de una sino de dos grandes
mujeres entregadas a la
literatura, dos fuentes de
saber inseparables –desde
mi punto de vista– que se
empaparon primero de historia
y ahora dimanan literatura,
pero una literatura
cuyas profundas raíces están
en la realidad. Carmen,
con esa inquietud intelectual
que verdaderamente admiro, puso los cimientos
de esta novela -sin pretenderlo siquiera-, aquel día en
que en la Nacional apareció un poemilla de Garcilaso,
un jueguecito verbal e inocente, que resultó no ser tan
inocente y que escondía el secreto amor del poeta por
la que fue su bella cuñada portuguesa. La viuda de Garcilaso
supo leer entre líneas y entre las líneas de aquel
poema encontró la punta de una madeja que ha sabido
muy bien desentrañar Valle en la narración de esta
novela. En ella se ha recreado un marco donde ambos
personajes toman vida y aquella pasión, tan solo insinuada
entre las veladuras de un lenguaje que jugaba a
decir y no decir, adquiere dimensiones reales.
RESEÑAS
Desde el mar de Lusitania
Me inquietaba, como lectora,
adentrarme en unos
acontecimientos que oscilan
en ese estrecho páramo que
hay entre biografía, biografía
novelada, historia con
mayúsculas, historia con
minúsculas, realidad y ficción.
No quiero extenderme mucho presentando la
obra porque Valle es la protagonista de este acto, y me
gustaría cederle la palabra cuanto antes porque en las
dos novelas que lleva escritas ha demostrado sobradamente
que tiene muchas cosas interesantes que contar.
Pero antes de eso me gustaría compartir con ustedes
una certeza que me sobrevino leyendo esta segunda
incursión en el alma de Garcilaso que tiene un sugerente
título: Desde el mar de Lusitania. Tengo la certeza
de que hay varias obras dentro de este libro; no se
trata de una obra literaria sin más que se adscribe al
género de la narrativa y, dentro de ella, a uno de los
subgéneros que la integran. Cuando tengan el placer
de leerla me gustaría que recordaran esta revelación
que hoy les hago y que también ustedes se pregunten:
¿a qué subgénero de la narrativa pertenece esta novela?
¿es novela histórica? ¿novela amorosa? ¿una obra literaria
que habla de una parte de la historia de la literatura?
¿una novela metaliteraria por tanto?
Esta novela es muchas cosas y muchas novelas en
una y, aunque resumiendo mucho, me gustaría hablar
con cierto detenimiento de alguna de las cosas que es:
a) Es evidente que en Desde el mar de Lusitania hay
una biografía novelada. Encontramos la figura real de
Garcilaso de la Vega, el perfecto humanista; el hombre
culto y valiente a la vez que el poeta amoroso más destacado
de la primera mitad del siglo XVI. Pero, al contrario
que en una biografía novelada, la obra no abarca
toda la vida del personaje sino que se centra en un
momento delicado de su exis-
tencia en el que ha enfermado
de una pasión que no es lícita y
que apenas se atreve a confesar
a su amigo Castiglione: la que
ha hecho surgir la visión de
Beatriz de Sá, la prometida de
su hermano Pedro. Se trata de
un sentimiento súbito surgido
a primera vista.
Muchas veces, durante la
lectura de esta novela me preguntaba
por la realidad de esos
encuentros entre un Garcilaso ciegamente enamorado
y una Beatriz de Sá fría y distante. Me inquietaba, como
lectora, adentrarme en unos acontecimientos que oscilan
en ese estrecho páramo que hay entre biografía,
biografía novelada, historia con mayúsculas, historia
con minúsculas, realidad y ficción. Solo al terminar la
novela y al visitar la tumba de doña Beatriz en la iglesia
de Cuerva, comprendí con escalofrío que no había
enfocado bien esta cuestión. No es la realidad lo que
conmueve a un lector sino el hecho de que el relato sea
verosímil, que, según el diccionario de la RAE, significa
que tiene apariencia de verdadero. Creíble por no ofrecer
carácter alguno de falsedad..
Octubre-Diciembre 2009 Página 21

Uno de los grandes aciertos de este libro es que
todo lo que en él ocurre es verosímil. Dentro de un
marco literario, funciona como una verdad descorazonadora:
Garcilaso estuvo enamorado de un imposible,
un sueño de esos que apasionan y destruyen a quien los
sueña. No nos queda testimonio escrito de la profundidad
de esta pasión infructuosa, (si algún día aparece
lo descubrirá Carmen, seguro). Pero, aunque nos falten
datos, la novela tiene tal calado psicológico que, tras su
lectura, no hay duda alguna sobre la verosimilitud de
este amor que, a la vista de los descubrimientos de Carmen,
tiene mucho de veraz. Las preguntas que al lector
le surgen acerca del límite entre verosimilitud y verdad
o autenticidad son la esencia misma de la literatura,
de la buena literatura, la que existe independiente de
la realidad cotidiana y sus coordenadas. En este juego
de verdades increíbles y verosimilitudes que imitan la
verdad está la magia de la narrativa moderna.
Personalmente he podido comprobar que esta
novela es verosímil en pequeños detalles. Como decía,
visité la iglesia de Cuerva en la que descansan los
restos de ambos personajes y me produjo un pálpito
ver la tumba de ambos a escasos metros la una de la
otra. Pensé: ¡Qué ironía Garcilaso!, esta cercanía de una
amada tan esquiva ahora que te detiene la muerte.
Y se nota en que cada vez que recuerdo el final del
libro se apodera de mí una profunda tristeza. Esa pesadumbre
y esa sensación de vacío es la misma cada vez
que evoco la suerte de la portuguesa, esta sí recogida en
la novela tal y como fue en la vida misma. Ahí tienen
otra de las huellas que una buena novela debe dejar en
el lector, la marca de una emoción –sea la que sea- que
permanece indeleble con el paso del tiempo.
b) Para alcanzar la verosimilitud de la que hablamos,
la autora se sirve de ingredientes tan usados en la
narrativa como el empleo de un marco histórico, pero
el acierto es que lo hace con tanta documentación de
fondo que hay también dentro de esta obra una obra
histórica, sin duda. Una obra histórica que recoge con
todo lujo de detalles la España de Carlos V. Describe el
destierro de Pedro Laso de la Vega y su posterior perdón,
así como la boda del Emperador con Doña Isabel con tal
minuciosidad que nos sentimos testigos de esa unión.
Asistimos también, casi al final de la novela, a la coronación
del Emperador y la ceremonia es casi una película
pasando ante nuestros ojos. Hay mucho de cine también
en las novelas de Valle, y espero que algún día lo sean,
pero hoy no hay espacio para referirnos a ello.
c) No olvidemos que también hay una historia
amorosa, (también es, por tanto, novela amorosa) ¿o
sería más adecuado hablar de desamor? Tal vez es ambas
a la vez, al estilo de los autores románticos, esos
que amaron y desamaron con la misma fuerza y pasión.
Esta no es una trama romántica, por supuesto, aunque
el impactante final de la novela se acerque al clímax
Página 22 Octubre-Diciembre 2009
RESEÑAS
Desde el mar de Lusitania
trágico de algunas de las historias que nos dejó el romanticismo.
Pero la dama que aquí se pinta nada tiene
de la candidez de las heroínas románticas, es todo lo
contrario. A esta mujer no la aparta de su recto camino
ningún Don Juan, ningún seductor, ni siguiera un poeta
de la inteligencia y el porte de Garcilaso.
Beatriz de Sá es el personaje más complejo de la
novela, más aún que Garcilaso, pues este organiza todo
su universo en torno al amor prohibido por su cuñada y
todos sus esfuerzos van a estar encaminados a conseguir
ablandar su corazón. Esfuerzos baldíos, pues Beatriz es
mujer de un solo hombre, firme como la roca en que
se estrellan los océanos, pero sin posibilidad de erosión.
Este personaje es un híbrido de mujer y de criatura marina,
pero tan creíble que de nuevo hay que hablar de ese
realismo magistral que consigue su autora.
Beatriz de Sá es las dos caras de la luna: de una
parte una infancia vivida en Portugal, con el mar siempre
presente en todas las actividades de su vida cotidiana
y un sinfín de anécdotas casi mágicas que alimentaron
su alma de niña; de otra parte una madurez que
la ha traído a España como parte del séquito de Doña
Isabel. A este lado del mar es un personaje frío y controlador
que evoca con infinita nostalgia su otro lado o
su otro yo, el marino. Su corazón no puede pertenecer
a Garcilaso porque es una mujer de principios firmes
y rectitud sin par, pero su corazón no llega a pertenecer
del todo a Don Pedro porque su peculiar modo de
sentir se caracteriza por el pragmatismo y la falta de un
apasionamiento ciego. Se trata de un amor medido y
analizado, un sentimiento práctico que se puede dirigir
y dominar. El amor que siente esta extraña criatura
no parece un amor humano ni parece pertenecer a los
afectos de los seres de este mundo. Podría decirse que
el verdadero amor de Doña Beatriz es el mar porque su
alma y toda su persona tienen una condición marina
que se manifiesta en multitud de aspectos: su mirada
es líquida y transparente, su voz de sirena embelesa a
todo aquel que la escucha, sin embargo su frialdad no
recuerda a una mujer de carne y hueso; lejos del agua
siente una nostalgia que poco a poco se va convirtiendo
en una agonía de pez fuera del agua.
Es esta una de esas criaturas acuáticas que pueblan
cuentos y leyendas, como las nereidas o las sirenas,
enigmáticas criaturas como esa presencia que protagoniza
la leyenda de “Los ojos verdes” de Bécquer. Pero
nuestra narradora sabe dotar de realismo a esa magia,
de manera que no es un ente perteneciente al mundo
de los seres inventados, sino un personaje sumamente
original y fascinante, a la vez que creíble.
Su sequedad y comedimiento son un filo cortante
que va de principio a fin de la novela y va creando una
herida en el alma de Garcilaso. Su frío asusta pero a la
vez produce un extraño placer en el lector; el placer
que se desprende de la justicia, de la mesura y de la

defensa de los valores que no deben perderse, como el
concepto de fidelidad.
d) Pero sigamos contando libros dentro de este libro,
porque aún quedan varias obras dentro de esta. Hay
también en ella un libro de cuentos. Se trata de relatos
tan sabrosos y delicados, puestos la mayor parte de las
veces en boca del personaje de Beatriz, que por sí solos
bien podrían haber constituido una obra aparte. Son fogonazos
líricos y mágicos que acercan a su narradora a
esa condición de mujer-sirena a la vez fría y fascinante;
la elevan a una condición misteriosa y a una sensualidad
y ternura irresistible. La portuguesa emana belleza y literatura
y esto justifica los comportamientos errados de un
Garcilaso que ha enloquecido, lógicamente, de amor.
Estas historias intercaladas nos recuerdan a los
cuentos de la tradición árabe –como los de Las mil y
una noches- aunque son menos abundantes porque no
constituyen el grueso de la obra ni están hilvanados
por una historia marco. Cada cuento es una pincelada
de de imaginación, una chispa de magia nacida de una
curiosidad de la naturaleza o de un detalle mínimo. Así
ocurre con la historia de un monstruo marino, que no
es más que una ballena, que le hace un peculiar regalo
a Beatriz. Con esta historia Valle me reveló la existencia
del ámbar gris y su inconfundible aroma marino, que
es también el de la protagonista. Este olor ha quedado
unido a la novela de forma inseparable. He aquí otro de
esos pequeños detalles que hacen que una novela trascienda
en nuestras vidas y sea algo más que un libro en
nuestras estanterías: nos enseña impresiones, visiones,
olores y sensaciones que no han de borrarse nunca.
e) Siguiendo con nuestro cómputo de obras que
esta encierra en sí, hay que destacar otro aspecto: el valor
de los diálogos entre personajes, destinados a analizar las
pasiones del hombre y que tratan de arrojar luz sobre los
oscuros vericuetos del alma humana. Ellos conforman a
lo largo de todo el libro un auténtico tratado sobre los mecanismos
afectivos. Esta novela es pues, en el fondo –si no
en la forma- un tratado amoroso semejante al que intentaron
muchas otras obras desde la literatura medieval como
Cárcel de amor de Diego de Sampedro, o las posteriores
novelas pastoriles, como La Diana de Jorge de Montemayor,
o incluso obras de teatro, como El perro del hortelano
del fénix. Valle, con sus diálogos entre Elena de Zúñiga y
Beatriz de Sá demuestra también obrar a modo del fénix,
resurgiendo en esta novela con mucha más fuerza, mucho
más calado psicológico y profundidad humana. Beatriz de
Sá representa en este diálogo una postura moderada en el
amor, un amor pragmático y alejado del ardor o pasión
que siente la esposa de Garcilaso. Mientras que Beatriz
ama a Pedro con un razonado comedimiento, su cuñada
se entrega a Garcilaso con un amor desinteresado y apasionado
que no es correspondido, porque su esposo contesta
con este mismo sentimiento a quien tampoco puede
responderle; la bella portuguesa. Esto conforma un cua-
RESEÑAS
Desde el mar de Lusitania
drado amoroso bastante original y da lugar, como decimos,
a una serie de reflexiones que conforman un tratado
amoroso de gran interés en el libro. Quédense las féminas
que se acerquen a esta lectura con la fórmula que más
les guste; amen a sus caballeros comedida o apasionadamente,
de ambas manifestaciones hallarán explicación y
consecuencias.
f) Por último, en el compendio de géneros literarios
que aglutina esta novela y que la narrativa ha desarrollado
durante siglos, hay que mencionar el cuadro
de costumbres, pues hay multitud de fragmentos que,
a lo largo de la obra, nos ofrecen una imagen realista
y altamente viva de la forma de vida y las costumbres
de la época. Se trata de descripciones que denotan un
conocimiento magistral de las costumbres y el día a día
de Garcilaso y sus coetáneos. Hay un repaso de todos los
ejes domésticos: desde los detalles más insignificantes
en el vestir hasta las tareas en que emplean su tiempo las
mujeres nobles. Desde el acontecer diario de la vida en
las ciudades de Toledo y Barcelona hasta los entresijos de
la corte o aspectos clínicos sobre el desarrollo de un parto
en aquella época. Desde el mobiliario de las casas, la
decoración o la gastronomía hasta las celebraciones de la
nobleza y sus preparativos. Todo un dechado de saber.
Podríamos decir que, junto al devenir histórico,
transcurren paralelamente las historias cotidianas. Se
plasma con gran fidelidad y documentación el quehacer
cotidiano de la familia de los Lasso, la vida diaria
del triángulo femenino que conforman doña Sancha y
sus dos nueras: Beatriz y Elena, rodeadas de la servidumbre
y los niños de la familia. En este libro se pueden
espiar las costumbres de la casa por una rendija, se
las ve disponer la comida, se ve a Beatriz pasear por las
estancias su agotadora preñez y hasta escuchar los suspiros
de tristeza de un Garcilaso desesperado en uno de
los episodios más emotivo e impactantes del libro.
Así es que, en conclusión, podemos afirmar que
hay muchas obras dentro de esta obra, al modo de las
muñecas rusas que se encajan unas en otras. La autora
ha sabido concentrar todas esas manifestaciones y
unirlas con originales trazos de su imaginación y con
interesantes técnicas narrativas, que en muchas ocasiones
recuerdan a las utilizadas en el cine. Un ejemplo de
ello es el primer plano de los ojos de Beatriz con que se
inicia la novela, pero ya Valle nos tenía acostumbrados
a esos inicios sorprendentes que captan nuestra atención
desde la primera línea.
Sé que no ha quedado cerrado el interrogante sobre
el género al que este libro debe adscribirse pero yo
he descubierto muchas novelas dentro de esta novela,
la decisión le queda a los lectores. Si una buena obra
es aquella que deja en el ánimo y en la memoria una
marca individual y única, esta que aquí tenemos lo es,
puesto que está rodeada de un halo de magia y tristeza,
pasión y ausencia que no se olvida fácilmente. n
Octubre-Diciembre 2009 Página 23

RESEÑAS
Los límites de la tormenta en la poesía
de Miguel Ángel Toledano
HiL d A mA r t í n
Historiadora y escritora
mi g u eL Án g e L to L e d a n o
DESCIENDE HASTA MIS OJOS
Detorres Editores, Córdoba, 2009.
Ángel Toledano muestra en cada libro
Miguel su propósito de adentrarse en territorios
que bordean los límites de la experiencia, en esa zona
sólo inteligible desde el lenguaje poético, el único capaz de
convertir los enigmas en realidades comprensibles. Leyendo
su nuevo poemario, me viene a la memoria mi infancia,
mi adolescencia. Recuerdo que todos los veranos íbamos
a la casa de la abuela en Tavira, Portugal, y el faro me despertaba
cada noche. Entonces yo, apenas con diez años,
bajaba a la playa a ver la luz reflejada en la pared blanca y
azul de la casa de la abuela, donde un enorme laurel asomaba por el zaguán. Es todo
ese mundo pleno de sensaciones iniciáticas, cuando la vida es tan intensa, el que se
recibe al entrar en este libro.
A veces es tan tremendo el hueco que hay en
el alma, que ésta no existe. Así entendí los poemas
anteriores de Miguel Ángel Toledano, sus palabras
del pasado. Me alegra saber que el dolor esencial de
Donde secretamente moras, de tan hondo aliento poético,
va quedando atrás. Ahora el poeta, como un
hombre nuevo, tiende su cuerpo en la arena para
dejarse amar. Se entrega, se da todo, como un aborigen
esclavizado, sin medida, sin pausa y sin límites.
Y con las espuelas puestas en el mar. Apasionado
con contención. Original y rico. Navegando inmerso
en una metáfora inabarcable, como si sólo la poesía
fuera capaz de atravesarlo todo, y
con el brillo nacarado de la cal de
los faros mediterráneos, da de golpe
con los ojos sensuales de Afrodita.
Los poemas de Desciende hasta mis
ojos son poemas del color de la luz,
y están sujetos a la búsqueda incesante
del amor pleno y sentenciado
que, detenido en el tiempo, espera
ser rescatado. Brilla en los recuerdos
la hermosa koré de sonrisa precisa y pétrea que
tendida sobre el Egeo sucumbe al paso del tiempo.
¿Qué habrá sido de ella y de sus diminutos pasos?
Leer estos poemas es navegar por Siracusa, recordar
a Ulises buscando a Medea. Abrir una brecha
en el tiempo y convertir la sonrisa arcaica y
apagada de una nostalgia antigua en un Laocoonte
hermoso y enervado. Son aguas azules y espuma
blanca, torres miradores teñidas de añil y púr-
Página 54 Octubre-Diciembre 2009
Me alegra saber que
el dolor esencial de
Donde secretamente
moras, de tan hondo
aliento poético, va
quedando atrás.
pura. Calles de Córdoba y
patios de Damasco, palacios
de Éfeso y Beirut en su mirada.
Lograr que los versos
contengan fórmulas precisas
para eternizar sentimientos
debe ser el fruto de una vida
repleta de milagros, donde
desde el alivio de lo amado se produce la curación
del alma destrozada. Quizás. Tener entre las manos
el espíritu de los que proceden de uno mismo anima
al crecimiento de la felicidad.
[...] la poesía de
Miguel Ángel
Toledano es un
nudo perpetuo
en la garganta [...]
Creo que en este libro hay poemas
hermosísimos, llenos de historia
y poesía, tanto de otros pueblos
como de nosotros mismos. Leemos
y confirmamos: no es posible la
soledad en sus versos. En cualquier
lugar del mundo la tristeza queda
relegada a la nostalgia continua de
quienes se amaron. Un cuerpo perfecto,
como una efigie, que se ha
perdido en el tiempo. Decir, finalmente, que la poesía
de Miguel Ángel Toledano es un nudo perpetuo
en la garganta, un rumor continuo de olas, donde
las palabras se suceden como los minutos, y la vida
se anuda y exprime para sacar todo lo que aún contiene.
Como ha dicho el profesor González-Santiago:
“Desciende hasta mis ojos es un prodigio. A veces leo
versos sueltos como quien consulta un oráculo, y me
los llevo a la calle a estrellarlos con la vida”. n

An A b e L sÁ i z riP o L L
sigrid sC h m i d t
FLORES DE BACH
Barcelona, RBA, 1992
El
libro que hoy presentamos no es ni una
novela ni un ensayo, sino más bien un
manual divulgativo, cercano a la autoayuda y
relacionado, eso sí, con la salud física y mental
obtenida por medios naturales.
Hace 80 años, el doctor Edward Bach empezó
a buscar remedios para las distintas dolencias en las
plantas y así, poco a poco fue catalogando las conocidas
como flores de Bach, un total de 38 esencias
que algunos de los lectores conocerán o sabrán que
existen.
Estas esencias reciben un nombre –Heather, Larch,
Agrimony, Vervam, Olive, Vine, Holly...– y pueden
ayudarnos a superar las situaciones difíciles de la vida
cotidiana y también a mejorar nuestras cualidades y,
por lo tanto, la relación con nuestro entorno.
En el libro que nos ocupa, su autor empieza hablándonos
brevemente del Dr. Bach y cómo este hombre,
poco a poco, fue haciéndose con todas las flores.
Estas flores y el agua de roca dan unas combinaciones
que, como decíamos antes, nos pueden ayudar en
nuestros temores, afanes y dudas.
Las esencias florales, como curiosidad, se logran
de dos maneras: infusión solar y decocción. En los
RESEÑAS
Flores de Bach
frasquitos que podemos
comprar las flores de
bach están conservadas
en alcohol; aunque si las
toman los bebés y niños,
que son recomendables
también para ellos, se
evita el alcohol.
Tras estas curiosidades
en torno al Dr. Bach y a sus flores, nos encontramos
con una “Guía para encontrar la flor adecuada”
que nos muestra un repertorio de emociones
y sentimientos y las correspondientes flores de Bach.
Ahora bien, se corre el peligro de que quien lo lea
se identifique con varias flores y no sepa qué hacer.
Lo mejor es acudir a una consulta de un especialista
para que nos oriente al respecto. Y es que hay una
flor de bach para cada estado de ánimo negativo, ya
sea angustia, estrés, impaciencia... Además, es posible
tomarlas combinadas e incluso hay un remedio
de emergencia.
El libro termina con una descripción detallada de
las flores de Bach que, para nuestro gusto, es lo más interesante
del libro ya que explica en qué ayuda cada flor
y para qué sirve.
El libro, pues, es breve, de bolsillo, pero está escrito
de manera clara y rigurosa y puede servir para
divulgar las flores de Bach y para que los que no las
conocían sepan algo más de las mismas.
[...] muchas de nuestras
enfermedades o dolencias
aparentemente físicas tienen su
origen en la mente y en cómo nos
enfrentamos al día a día [...]
Muchas de nuestras enfermedades o dolencias
aparentemente físicas tienen su origen en la mente y en
cómo nos enfrentamos al día a día. Por eso, las flores de
Bach, como tratamiento natural, acuden al malestar y
corrigen el error y el problema para que quien las toma
pueda sentirse mejor.
Ya decía Sócrates aquello tan difícil de lograr que
es “Conócete a ti mismo”. Bien, las flores de Bach intentan
trabajar en este sentido. n
gh
Octubre-Diciembre 2009 Página 55

LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
An t o n i o Cortijo oC A ñ A
University of California
chuetas forman un contingente de mallorquines de raza y religión judía que en
Los 1435 fueron obligados a convertirse a la fe católica. Algunos de ellos, en varios
momentos desde 1511 a 1679 –y con posterioridad hasta 1788- mantuvieron rescoldos
de la antigua fe, aunque lo más probable es que se tratara de prácticas carentes de un conocimiento
total, completo y coherente de la fe hebraica y fueran simplemente ceremonias
sacadas de dicho contexto. En cualquier caso podría hablarse de algo semejante a un sincretismo
católico-judío, con más elementos de lo primero que de lo segundo. En ello, por
otra parte, no diferían de otras muchas comunidades conversas en la Península Ibérica e
incluso entre grupos sefarditas en la diáspora. La historia de su supervivencia como grupo,
su asimilación y relación con los estamentos civiles y religiosos de Mallorca han sido desde
dicha fecha cuando menos problemáticos.
A fines del siglo XVIII van a protagonizar un caso
sonado al pedir a Carlos III (vía el Consejo de Castilla)
que se deroguen una serie de prácticas jurídicas
discriminatorias contra los ellos. No es en vano que
sea en época de Carlos III cuando se encuadran los
documentos que estudiamos. Como indica Juan Riera,
en época del monarca ilustrado se suaviza el rigor de
los tribunales inquisitoriales, se observa un declive de
las instuciones gremiales y se acusa una tendencia al
regalismo monárquico.
Bajo la política de Campomanes, con aprobación
regia 1 , los chuetas verán mejorada su
condición jurídica a lo largo de un
proceso incoado ante el Consejo de
Castilla, que les lleva de 1773 a 1788,
aunque como el mismo Riera acude
a puntualizar, “podemos hablar […]
de emancipación hasta cierto límite,
ya que los hebreos mallorquines, de
confesión cristiana, alcanzaron concretos
reconocimientos jurídicos,
pero distaron mucho de disponer de
los mismos derechos ciudadanos que
los restantes mallorquines durante
el Setecientos” (13). Para ello aduce como posibilidades
que, a la muerte de Carlos III (1788) y el cese de
Campomanes en el Consejo (1791), quizá sirvieran
como atenuadores de la decisión real con respecto a
los chuetas el temor a la revolución francesa, el pánico
de Floridablanca y la actitud recelosa de la Inquisición
a partir de 1790 (23).
Los chuetas en Palma de Mallorca en la segunda
mitad del siglo XVIII viven a todos los efectos segre-
A fines del siglo XVIII
van a protagonizar
un caso sonado al
pedir a Carlos III que
se deroguen una serie
de prácticas jurídicas
discriminatorias
contra ellos.
gados del resto de los habitantes de la ciudad, en el
Barrio o “Call” del Sagell. Están compuestos, según las
estimaciones, por entre unas 200-400 familias. Viven
apiñados en lo que, tras tres siglos de segregación, es
un laberinto poco higiénico de callejuelas con casas
amontonadas. Sólo algunas excepciones viven fuera del
Barrio. Se dedican al comercio, el préstamo, la tejeduría,
lo que los documentos mencionan como el ‘punzón
y peso’ de oro y plata, comercio de ropas y platería.
Son poseedores de fincas rústicas y están involcrados
en prácticas comerciales de importación y exportación.
La agricultura está claramente ausen-
te. Han quedado excluídos de oficios
públicos, del acceso a grados universitarios
del Estudio General de Mallorca,
así como sufren considerables
dificultades para ingresar en órdenes
religiosas o tener beneficios eclesiásticos.
Su situación económica, en líneas
generales, es desahogada. Como
indica un documento de 1782 (citado
por Riera 32), se han aplicado […]
a fomentar el comercio de tal modo,
que sus 200 o más familias […] son
las más opulentas, y de mejor pasar, dentro y fuera de
sus casas”. El mismo documento atestigua que “los mallorquines
tanto los nobles como plebeyos, teniendo a
mano unas gentes ricas, por segunda o propia persona
acuden a tomar empréstitos con lucro desmedido para
sus brillantezes o lujos, o necesidades” (Riera 33).
Los diputados de los chuetas (Juan Bon(n)in, Tomás
Aguiló, Tomás Cortés, Francisco Corteza, Bernardo
Aguiló y Domingo Cortés) elevan ante Carlos III una
1 Primero como fiscal y más tarde como presidente del Consejo de Castilla, ante quien se dirime la ‘cuestión chueta’ que se aborda en
este libro.
Página 56 Octubre-Diciembre 2009

petición el 12 de febrero de 1773 en la que piden que
se les concedan los mismos derechos civiles que a los
habitantes de Mallorca, y que puedan servir en el ejército
y armada, acudir a la universidad y entrar en los gremios
de la ciudad 2 . Aunque la serie de replicas y contrarréplicas
de que se siguen entre el Consejo y los dirigentes
chuetas y de Mallorca es compleja, válganos aquí indicar
los chuetas verán cumplida en parte su reclama. La Real
Cédula de 9 de octubre de 1785 (que substituye a otra
semejante de 1782) supone un reconocimiento jurídico
de la comunidad hebrea, aunque sólo añade sobre la
anterior el permitir su ingreso en la marina y el ejército
y cualquier otro servicio del Estado, sin indicar nada al
respeto de inclusión en gremios, Universidad, órdenes
religiosas y grados eclesiásticos. Sabemos, sin embargo,
que se dictaron también órdenes reservadas (que emanaron
del rey y el Consejo) a autoridades
mallorquinas, aunque
desconocemos su alcance. Una
pragmática nueva, de 13 de abril
de 1788, vino a añadir más leña
al fuego. En ella se indicaba que
los individuos de las Calle eran
“idóneos para ejercer las artes,
oficio y labranza del mismo modo
que los demás vasallos del estado
general del Reino de Mallorca”
(Serra II, 340). Todavía no se indicaba
nada de participación en
universidad y clero. No obstante,
parece que la pragmática quedó a
todas luces incumplida por parte
de las autoridades de la ciudad y
la isla. Así, por ejemplo, en 1795
el cura párroco Joan Payeras eleva
consulta al obispo Nadal sobre si
los individuos de la calle son o no
irregulares para recibir el “sacramento
del orden” (Serra II, 343 et
ss.), que se cierra con resolución verdaderamente negativa
del citado cura, que se basa en apelación a las “costumbres
de las provincias y a los modos de pensar de los
juiciosos […]. Los infames, tanto si lo son de derecho
como de hecho, son irregulares, esto no admite duda,
son privados de recibir los sagrados órdenes” (ibid. 344).
Para esta fecha habían salido a la luz dos obras que querían
cimentar la proscripción de los conversos (sobre todos
con argumentos sacados del derecho canónico más
una sarta de sandeces pseudohistóricas): la primera es
el Tratado [Relación] del origen de las sinagogas y judíos de
esta isla de Mallorca; la segunda los Anales judaicos de
Mallorca (ca. 1847, Pérez ed). Ambas, con su carác-
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
Portada de la primera edición
de “La Fe Triunfante”. Francisco Garau, 1691.
ter panfletario, ayudaban a crear una opinión pública
desfavorable a las peticiones y logros de los chuetas.
Recordemos que hasta la Guerra de la Independencia
los chuetas, a pesar de la legislación a su favor, siguen
siendo excluídos de los sorteos para el ejército y los
alistamientos de mar.
Aunque la disputa chueta todavía dará que hablar
durante el siglo XIX (y hasta el XX), se sale por ahora
fuera del propósito de estas líneas.
LA s C A u s A s d e LA d i s P u t A.
HA C i A u n A e x P L i C A C i ó n e C o n ó m iC A.
sucesos que hemos narrado con cierto deta-
Los lle pueden parecer confusos si los examinamos
como una línea cronológica en avance lineal desde
1391-1435 en adelante. Pareciera
que representan la historia de un
sufrimiento constante y continuo
desde 1391 hasta 1788, cuando
menos. Pero nada más lejos de la
realidad. Tras un primer ímpetu
que se salda con la conversión
forzosa chueta (1435 [después de
una ‘voluntaria en 1391]) y con
los desmanes, fanatismos y acciones
exaltadas del reciente establecimiento
de la Inquisición en tierras
mallorquinas (1488), y con
los actos de fe de las dos o tres
décadas siguientes como consecuencia
más o menos directa de
ello, se va a instaurar un período
de cierta paz para la comunidad
conversa balear. Estos son los 150
años que casi todos los críticos
mencionan como preludio de la
desgracia, como si se tratara de
una especie de extraña pax Romana
(Pérez 20). Los conversos van insertándose en ciertos
grupos sociales por casamiento, aunque con una
tendencia marcada en la mayoría hacia la endogamia
y, de resultas, la formación de un grupo aislado. En
cualquier caso, también entre ellos se va destacando
una cúpula directora que medra en los negocios por
sus mejores contactos con el mundo mercantil mediterráneo,
como agentes comerciales y de seguros (Pons
[i] Pons). En un clima enrarecido (de ahí que la paz sea
sólo ‘cierta’ y relativa) donde su casta no ha encontrado
un acomodo ideológico basado en la idea de la tolerancia,
y donde se ha impedido su plena integración en la
sociedad, su situación no puede menos de ser frágil, a
2 Para el envío del Memorial original al Real Consejo y a su vez la petición de éste a la Real Audiencia de Mallorca, así como las circunstancias
de publicación del Memorial (de ocho folios, publicado sin pie de imprenta) y su réplica en el Manifiesto (de veinte y ocho folios), ver Serra
II, 315 et ss.
Octubre-Diciembre 2009 Página 57

expensas de ser utilizada por el poder cuando se necesite
mediante su construcción como enemigo demonizado
y su función de chivo espiatorio. Ello es precisamente
lo que ocurre en un momento particularmente
relevante para su historia, hacia finales del siglo XVII.
Por qué acontece esto precisamente en este momento
(entre 1650-1700) responde a causas económicas y religiosas,
aunque las primeras son de orden prioritario.
Las segundas no son menos importantes, pero vienen a
la zaga de las primeras y explicadas por ellas. Pasemos
repaso a la situación de la judería mercantil mediterránea
en la época, en aras de bucear en ese otro cliché
de la crítica: el que los judíos conversos mallorquines
estaban en contacto comercial con sus correligionarios
por el Mare Nostrum.
Livorno (Encyclopedia Judaica, s.v. “Leghorn” poner
biblio), la capital de la provincia homónima, en la
costa del Tirreno, se había convertido para el siglo XVI
en un gran emporio comercial, en particular durante el
gobierno de los Médici, substituyendo en importancia
a su rival Pisa. En 1421 el pequeño puerto de Liorno
(Liorna o Livorno también en español) (bajo soberanía
genovesa) fue vendido a Florencia, quedándose así
por casi tres siglos bajo dominio Médici. A fines del
siglo XVI Francisco I encarga a Buontalenti que diseñe
planos para poder construir defensas y poder albergar
en su seno a veinte mil habitantes. En el puerto de Livorno
podían fondear hasta 300 naves comerciales. En
1675 Livorno llegaría incluso a obtener la categoría de
puerto franco, en el centro de una red de conexiones
entre el Mediterráneo, el Mar del Norte y el Próximo
Oriente. Cósimo de Médici (1537-1574) fue el primero
en invitar a conversos españoles a sus tierras,
en Livorno y Pisa, reiteradas en 1587 y más tarde por
Ferdinando I (1587-1609) en 1593. Muchos judíos de
descendencia española y portuguesa (y de otras latitudes)
se asentaron en sus tierras. Cuando se promulga
de la Constituzione Livornina de 1606, por Ferdinando
I (que concedía privilegios a mercaderes extranjeros),
más mercaderes de otras naciones se asientan en el
puerto, en especial judíos dividos por naciones. Además
de otorgárseles libertad religiosa de culto o incluso
amnistía por crímenes previos, se dotó a la comunidad
judía (entre otras) de cortes (civiles y criminales) propias,
derechos de posesión de propiedad inmueble y de
llevar armas y poseer sirvientes cristianos, libre acceso
a educación universitaria y residencia libre. Se calcula
que para 1689 había unos tres mil judíos (‘marranos’)
en Livorno, y el español y portugués eran los idiomas
principales en dicha ciudad del comercio, actividad a
la que estaban dedicados por antonomasia. El dialecto
principal de los mismos, el baggito, se formó de una
mezcla de español, portugués y liornés. Entre las actividades
comerciales de este contingente de población
destacan (además de la práctica del préstamo) la in-
Página 58 Octubre-Diciembre 2009
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
dustria del coral, el jabón, refinado de azúcar, comercio
de vino y aceite, así como el rescate de prisioneros
cristianos en tierras norteafricanas y el de musulmanes
en tierras cristianas (actividades que aparecen en los
documentos referidas con los términos de ‘rescate’ y
‘corso’). En 1632 los judíos de Livorno comenzaron
a importar café en Italia. De mayor importancia son
los lazos comerciales familiares establecidos por los
mercaderes judíos livorneses, con contactos y agentes
comerciales en Trípoli, Túnez y Esmirna, entre otras
ciudades. Para 1675 más de un tercio de las casas comerciales
livornesas estaban en manos judías. Incluso
Luis XIV de Francia ofreció a la comunidad judía de
Livorno su reasentamiento en Marsella, intentando con
ello impulsar el comercio en dicha ciudad. Para finales
del siglo XVIII (cuando la casa de Lorena detentaba ya
la soberanía de Toscana [cuyo cambio se produjo en
1737]), Leopoldo I (1745-1790) había ofrecido a los
judíos de Livorno representación en el gobierno municipal
y el número de judíos en dicha ciudad alcanzaba
ya los cinco mil. Tras la invasión napoleónica (1796)
y la anexión italiana (1859), la importancia comercial
de Livorno (y los judíos en ella) decreció considerablemente,
asunto que ya no nos compete. Livorno ocupó
además un papel cultural de relevancia, que podría explicar
el haber podido ayudar a ‘levantar’ la conciencia
judía de aquellos conversos mallorquines en negociaciones
comerciales con ella. La imprenta hebrea de la
ciudad se estableció por vez primera vez en 1659 (con
Jedidiah Gabbai), con la publicación de literatura midráshica.
Otra imprenta hebrea data de 1740-57, bajo
la tenencia de Abraham ben Raphael Medola. De hecho,
entre 1763 y 1879 llegará a haber hasta dieciséis
imprentas hebreas en la ciudad. El papel relevante de
ellas consistió en ser proveedoras principales de textos
litúrgicos par alas comunidades hebreas norteafricanas.
Relacionado con la imprenta, el nivel cultural hebreo
en Livorno fue considerable en los siglos XVII y XVII.
Por ejemplo, el rabino Joseh ben Emanuel Ergas (1685-
1732) y otros cabalistas difundieron en ella sus escritos
y pensamiento. Incluso desde comienzos del siglo
XVII existió en la ciudad una corte talmúdica. Y las
sinagogas de Livorno tenían fama por todo el mundo
italiano.
Livorno (Liorna) se relaciona de modos estrechos
con la Mallorca chueta en varias ocasiones. El auto de
fe de 1675 (13 y 14 de enero) condenó a morir vivo a
Jacobo Pérez, “Alonso”, madrileño procedente de Argel
cuyo barco, de camino a Livorno, se había detenido
en Mallorca (Selke 144 et ss.). Asimismo, en 1720 la
Inquisición (el 15 de septiembre) quema en estatua a
Gabriel Cortés Moyanet, alias Morrut. Éste era hijo de
Isabel, una de las relajadas en persona el 1 de mayo
de 1691. Con la ayuda de un judío holandés, antes de
1704 había pasado a Mahón, y de allí a Livorno, donde

decidió abrazar el judaísmo, lo que haría finalmente en
Alejandría. Pérez (187n) recoge el dato de que el Livorno
“hacía votos para que otros conversos mallorquines
se animaran a seguirle” (Braustein 120).
El papel de Livorno debe, asimismo, analizarse
junto al de las comunidades económicas sefarditas en
la diáspora. A poco tiempo de la expulsión de 1492,
los judíos de origen español (y portugués) se habían
ya establecido en muchas de las provincias del Imperio
Otomano a lo largo del Mediterráneo y del Mar Negro,
preferentemente en las grandes ciudades, pero
también en núcleos de población más pequeños. Entre
las ciudades que destacan por su presencia sefardita
figuran Constantinopla, Esmirna, Adrianápolis, Salónica
y Safed, a la vez como centros de vida económica
y cultural y como lugares de intensa vida religiosa y
espiritual. Este carácter citadino del sefardita ha sido
remarcado por muchos autores. En estas comunidades
no sólo había comerciantes, sino también maestros
y oficiales artesanos, especialmente del vidrio y de la
industria textil, entre otros, que obtuvieron un grandísimo
auge comercial e industrial y llegaron a tener
un cierto grado de prosperidad material. Bayaceto II
(1481-1512) y Solimán el Magnífico (1520-1566) los
invitaron a permanecer en sus dominios. Asimismo lo
hizo en varias ocasiones la Santa Sede. Y en todo ello
primaba el interés económico de monarcas y cúpulas
industriales. A lo largo del siglo XVI los judíos españoles
se fueron asentando de modo temporal o definitivo
en muchas ciudades italianas. Las principales comunidades
judías sefardíes se instalan en Ancona, Ferrara,
Florencia, Livorno (Liorna), Pisa, Venecia y Roma.
Muchas de estas comunidades sirven de nexo entre los
reinos de Italia y las ciudades del Imperio Otomano,
donde también había potentes comunidades sefardíes,
siendo por ello reclutados con ahínco por gobernantes.
Para el caso de Livorno, Ferdinando I, como ya hemos
mencionado, promulga una carta privilegio conocida
como “Livorniana” en 1593, en que se establecían los
puertos francos de Pisa y Livorno. La cláusula que más
atrae la atención sefardita es la que reza: “Queremos
además que durante dicho período, nínguna Inquisición,
visita de reconocimiento, denuncia, o acusación
se haga con vosotros o vuestras familias, ni aún cuando
en el pasado puedan haber vivido fuera de nuestros dominios
bajo capa de cristianos, o con nombre de serlo.”
De hecho, en pocos años la comunidad sefarditas se
haría con el monopolio del comercio del coral, especies
y medicamentos, así como el de la fabricación del
jabón (ocupación central entre las antiguas comunida-
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
des hebreas de la costa mediterránea española y de la
mallorquina hasta el siglo XVIII); asimismo, introdujeron
telares para fabricación de sedas y lanas y, muy en
particular, fundaron compañías de seguros marítimos.
Como indicativo de la pujanza sefardita en Livorno se
suele mencionar el hecho de que hasta 16 familias eran
dueñas de carruajes, privilegio que en la mayor parte
de Italia les estaba vedado a los judíos y al que en el
siglo XVII acceden muy pocos súbditos incluso en la
Península Ibérica. Aspecto central en este entramado
comercial-económico lo ocupa el desarrollo de las aseguradoras,
lo que, a su vez, supone un nexo de conexión
entre Livorno y el mundo chueta de Mallorca.
De hecho, como Pons y Pons (2007) ha estudiado, en
el siglo XVII se produce en España una “transformación
del mercado asegurador, asumiendo un nuevo protagonismo
las compañías de seguros”. A partir de 1670
las compañías de seguros marítimos de convertirán en
la forma predominante de asegurar en Mallorca. Las
sociedades de seguros marítimos (caixes de seguretat)
substituyen en este momento a los antiguos aseguradores
individuales y en poco tiempo llegan a controlar
el negocio. Responsables directos de la difusión de las
mismas fueron los chuetas 3 . Quizá convenga recordar
en este punto algunos elementos no por conocidos de
menor relevancia. Las redes comerciales que indicamos
para la comunidad judía (judía, judeoconversa, chueta)
están plenamente imbricadas entre sus diferentes
puntos comerciales (Ámsterdam, Mallorca, Marsella,
Génova, Livorno, Venecia, Esmirna, etc.). La mayoría
de los mercaderes judíos pertenecían a un grupo que se
podría denominar profesional, integrado por los grandes
mercaderes, los delegados, los representantes y los
agentes o intermediarios. El alcance de las mismas se
basa en poder haber establecido (en realidad desde la
alta Edad Media) una red amplia de comercio internacional
basada en mercaderías de exportación, especies,
materiales de vestido, productos de lujo, etc. En
segundo lugar, debido precisamente a su dispersión y
a que su relación es estrecha y fuerte, su grado de organización
está muy desarrollado, aumentando la eficacia
al contar con sus propios medios de transporte.
En último término, dicha eficacia comercial se basa en
sus métodos innovadores. El último en una larga serie,
en el siglo XVII, es la creación de las compañías aseguradoras.
Desde la época roma hasta la Edad Moderna
era frecuente que los grandes mercaderes se asociaran
con otros comerciantes, creando así verdaderos monopolios,
en particular fuertes a partir del siglo XIV. Las
sociedades así constituidas, de marcado carácter fami-
3 “Los conversos practicaron una endogamia matrimonial, económica y social que permitió crear una comunidad cerrada. En su interior se creó
una compleja red formada por compañías de seguros diferenciadas por tamaños y vinculadas por socios comunes (Caixes majors y caixons).
De esta forma consiguieron una importante reducción de los costes de transacción. Este modelo continuó durante gran parte del siglo XVIII.
Las características de este modelo y de estas empresas no difieren en mucho de las documentadas en otras plazas para el siglo XVIII” (Pons
Pons 2007).
Octubre-Diciembre 2009 Página 59

liar, se reforzaban con alianzas matrimoniales de tipo
casi endogámico, repartiendo beneficios y financiando
operaciones conjuntamente, aunque permaneciendo
las propiedades de los socios separadas. Por ejemplo, a
comienzos del siglo XIV, los mercaderes judíos más importantes
procedían del mundo musulmán, de modo
que era frecuente encontrar redes donde un comerciante
judío de El Cairo tuviera delegados residentes
en enclaves situados en el Occidente musulmán, que
mantenían la ruta entre Sijilmasa-Fez-al-Andalus, desde
donde se adentraban en los reinos cristianos hispanos
peninsulares, o hacia Qairawán-Sicilia. Desde
Sicilia se volvía a bifurcar la ruta, marchando una hacia
Europa por Italia, otra al Levante mediterráneo y otra a
El Cairo, sede central de la red, donde a su vez, se recibían
mercancías de la India a través de Adén y el Nilo,
que se importaban a la Europa cristiana y al occidente
musulmán. Dichos monopolios de rutas, con variaciones
de mercancías y hasta de ciudades de destino, se
pueden igualmente observar para la época moderna,
con un mayor énfasis del capital inglés y holandés y
una mayor presencia de los judíos sefarditas en varias
ciudades europeas, norteafricanas y del imperio otomano.
Dichas rutas cambian a partir de la toma de Constantinopla
(1453), enfocándose más hacia el Levante
Mediterráneo. Es en este momento cuando el dominio
del comercio Mediterráneo pasa de manos musulmanas
a cristianas y las repúblicas marítimas italianas de
Génova y Venecia comienzan a controlar el comercio
en detrimento de los países musulmanes del Mediterráneo
occidental. Los genoveses y venecianos se vieron
forzados a extender sus rutas hacia Siria, Egipto
y Constantinopla. Como grandes enclaves comerciales
continuarían las ciudades egipcias de Alejandría y El
Cairo, y los puertos sicilianos; a la vez, surgirán otras
nuevas bases comerciales como las islas de Corfú, Rodas,
Chipre, los enclaves griegos de Salónica, Corinto o
Constantinopla o las ciudades sirio-libanesas de Trípoli,
Alepo, Damasco, etc. Es notorio cómo la población
judía de esos lugares aumentó considerablemente: los
judíos, atraídos por la prosperidad comercial de esas
ciudades emigraron desde Occidente, sobre todo desde
Italia y Sefarad. En los siglos XIV y XV, en estas dos
ciudades, las medidas legales un tanto restrictivas permiten
el comercio y asiento de judíos (aunque en Venecia
recluídos en el Ghetto Nuevo desde 1516), aunque,
por ejemplo, se verán impedidos de fletar sus propios
barcos, teniendo que usar los servicios marítimos de
otras naciones.
Dentro de las comunidades sefardíes, la primacía
cultural venía desempeñada por la de Ámsterdam. En
los siglos XVII y XVIII fue testigo de un florecimiento
asombroso en la literatura secular y religiosa sefardita
y fue destino preferido por numerosos judeoconversos
provenientes de la Península Ibérica (creándose
Página 60 Octubre-Diciembre 2009
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
incluso un cancionero propio, el cancionero sefardita
de Ámsterdam), muchos de ellos adinerados y de gran
formación intelectual. Por ejemplo, Ámsterdam fue el
centro principal de impresión y difusión del libro judío
en el en siglo XVII. Castro Tartas publicó allí (1672-
1702) el primer periódico editado por judíos en lengua
castellana, La Gazeta de Ámsterdam. Entre las figuras
intelectuales de mayor reconocido prestigio destacan
Juan Pardo y Benito Espinosa (Sedeño Rodríguez poner
varios). A la ciudad también impactó de manera
especial la figura de Sabbatai Zevi (Çevi) (1623-1676),
El Encubierto, figura mesiánica inspiradora de nuevas
interpretaciones cabalísticas. La comunidad de Ámsterdam
(como en muchos otros lugares del mundo judío)
se dividió entre quienes le vieron como un místico en
comunicación con Dios y la de quienes le vieron como
un farsante. Los rabinos de Ámsterdam se divieron en
su apoyo/ataque al mismo, pero quizá prueba palpable
del influjo de sus doctrinas radique en que en dicha
ciudad se conserva el único retrato conocido del mismo.
Un último dato de interés, en 1657 los judíos en
Ámsterdam fueron reconocidos como ciudadanos de
pleno derecho.
Holanda verá además incrementar enormemente
su papel comercial en el siglo XVII, con la Península
Ibérica y con el Mediterráneo en general (Sánchez
Belén), en particular a partir de 1648, a partir de la
firma de paz con España. Para los neerlandeses dicha
paz significaba la apertura de un mercado cerrado a sus
productos durante mucho tiempo, aunque lo habían
contravenido con el contrabando en buques ingleses,
suecos, venecianos o genoveses. Los barcos holandes
salían en ocasiones con protección de buques de guerra
(en ocasiones sin ella), y arribaban a puertos como Bilbao,
San Sebastián, Cádiz, Barcelona y, especialmente,
Alicante, que, según Kamen y Sánchez Belén, se convierte
en la segunda mitad del siglo XVII en el puerto
del levante español con mayor tráfico comercial,
rivalizando en ocasiones con Málaga. Sobre mercaderes
mallorquines que mantienen contactos con firmas
holandesas, los datos que Sánchez Belén ha destacado
de los regristros consulares holandeses son reveladores.
Según sus datos, se extrae la idea de que los chuetas
mantienen en la isla un grado de independencia económica
muy elevado, lo que obviamente da de sí mucho a
la hora de explicar la animadversión ciudadana contra
ellos.
Dentro de esta primacía comercial holandesa en el
tráfico con Mallorca convendrá que analizemos un capítulo
aparte, el del mesianismo de Sabbetai Zevi o Çevi)
(1625-1676) (de quien corría el dicho popular-religioso
entre las comunidades sefardíes de todo el Mediterráneo,
de habla española: “Sabbetai Zevi, esperamos a ti”)
y su apóstol Nathan de Gaza (Scholem 289-324). Aunque
no podemos deternos aquí en su análisis, sí indique-

mos que Zevi se autoproclamo mesías judío, profetizó
el advenimiento de un reino judío en la tierra, hizo que
en él convergieran con fuerza inusitada las aspiraciones/
reivinciaciones del mundo judío europeo y mediterráneo
y acabó abjurando del judaísmo y convirtiéndose al
islamismo. El sabatianismo afectó particularmente a la
comunidad holandesa de Ámsterdam, y sabemos también
que llegó a Mallorca (y muchos lugares más) con
gran virulencia. La conversión de Zevi (y mantenimiento
de la asociación con el judaísmo) es posible que quepa
verla como particularmente atractiva para los chuetas,
que en el fondo vivían una situación semejante, de facto
católicos pero relacionados con el judaísmo cuando menos
racialmente. Ya Selke (194-200) había sospechado
que el sabatianismo como movimiento pudiera habe tenido
un influjo de peso en los chuetas mallorquines (así
como la teología de Cardozo [Cardoso]), haciendo que
los conversos de la isla “dreamed of escape to Jerusalem”
(Goldish 61). En ello había incidido Scholem de manera
incisiva y clara al intentar explicar la enorme extensión
de un movimiento paradójico dentro de la mentalidad
judía (“the endeavor to glorify the most abominable act
known to the Jewish mind-betrayal and apostasy”, 309)
al afirmar que
the religión which they professed [los marranos]
was not that in which they believed.
This dualism could not but endanger, if it did
not indeed destroy the unity of the Jewish
feeling and thinking, and even those who
returned to the fold alter they or their children
had fled from Spain, particularly in the
seventeenth century, retained something of
this peculiar spiritual make-up. The idea of a
religious Messiah could be presented to them
as the religious glorification of the very act
which continued to torment their own consciente.
There had been Marranos who traed
to find a justification for their apostasy, and
it is significant that al the arguments which
they were wont to put forward in defense
of their crypto-Judaism, recur later on in
the ideology of Sabbatianism, above all the
frequent referente to the fate of Queen Esther
who was supposed to have led a kina of
Marranic existente at King Ahasuerus’ court
“telling not her race nor her birth,” yet still
faithful to the religión of her fathers. (309;
ver Barnai al respecto para el papel de marranos
portugueses en Esmirna)
Lo que me interesa ahora mostrar es que este grupo
difuso de ideas que pululan por el Mediterráneo, entre
la comunidad sefardita sobremanera, llegan a una Mallorca
en contacto con dos de los centros cruciales de dicha
difusión (Ámsterdam/Liorno) en la década de 1660
y posteriores. Con ello no hacen sino coadyuvar a una
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
situación que desde la mitad de la centuria ve un florecimiento
del grupo chueta en la isla. Dicho florecimiento
tiene causas económicas. Una mejor situación monetaria
y una mayor imbricación, por ende, en el funcionamiento
de la isla (a nivel de relación con el poder) hace que
entre algunos chuetas cunda una tendencia a profundizar
en el significado de su esencia conversa. Claro, desde
Mallorca su relación con otros grupos conversos los ha
puesto en estrecha relación con el Mediterráneo sefardita
y (quizá también relacionados hacia el oeste con otras
comunidades conversas, como la de La Mancha) con
todo un cúmulo de lecturas de índole milenarista y mesiánica.
Pero es una combinación de su situación exitosa
comercial/económica en Mallorca, y el recelo que con
ello despiertan entre otros grupos opositores (recelo económicos,
recelo ideológico motivado por su aupamiento
económico) lo que hace que se produzcan los ataques al
grupo entre 1678 y 1691.
Dentro de este mismo campo de estudios, el de las
profecías mileniaristas y mesiánicas, me gustaría recordar
el artículo de Goldish, en que se repasa no tanto la
historia de estos movimientos entre el grupo converso
(dentro y fuera de la Península Ibérica) sino el carácter
eminentemente converso de muchos de estos movimientos,
explicable por su condición. Entre su repaso
de la nónima de autores que proclaman estas ideas
sobresale su difusión con ciudades conectadas con Mallorca.
Así, Manuel Bocarro Francês (Rosales), que vivió
a comienzos del siglo XVII, médico y científico, autor
de tratados alquímicos, de pronosticación y cabalísticos,
escapó de Portugal a Roma en 1625, yendo luego a
Hamburgo y Liorna con sus profecías de tipo mesiánico.
Manasse (Menasseh) ben Israel, otro converso, llegaría a
Londres en 1656 con su propio mensaje mesiánico de la
inminencia de la Quinta Monarquía (Van der Wall). El
mismo António Vieira, dentro de un contexto semiprofético
de advenimiento de la Quinta Monarquía, llegá
entusiasmar a la comunidad conversa de Ámsterdam en
1646 y 1647 para que financiaran la compra de exterritorios
portugueses en propiedad holandesa.
Marsella ocupa asimismo un puesto relevante en
la historia económica mallorquina y, por ende, chueta.
Durante el siglo XVII Marsella se convirtió en canalizadora
de mercancías procedentes del Norte de África,
“convirtiéndose de este modo en un valioso y obligado
intermediario comercial para los mallorquines, dadas
las relaciones comerciales casi inexistentes mantenidas
entre Mallorca y el Norte de África. Marsella no sólo
adquiría cereals, cueros y cera, sino también productos
del Mediterráneo Oriental” (Cortés Verdaguer 430).
La importación mallorquina fundamental eran los
cereales, de los que siempre había sido deficitaria. A
cambio, su balanza comercial se equilibraba mediante la
exportación de aceite, en especial para usos industriales.
Desde fines del siglo XVII, y en particular de 1720 en
Octubre-Diciembre 2009 Página 61

adelante, el control de la ruta marítima entre Mallorca y
Marsella quedaría en manos mallorquinas (Alonso Pérez
1986 a, b, c). Este comercio (con las salvedades del contrabando
y corso) quedó detenido en dos momentos en
el siglo XVIII: el primero por la peste de Marsella (1720-
1723), el segundo por la de Messina, de 1742. Ello no
dejaba de ser normal, pues, por ejemplo, en 1733, ante
la noticia de la peste de Trípoli, se decretó un a prohibición
de comerciar con África, al igual que en 1752, tras
conocerse la peste de Argel. En cualquier caso, el comercio
mallorquín con el Norte de África siempre había sido
realizado por buques ingleses y franceses.
Un capítulo más sobre el que deberemos indicar
algunas notas es el del corsarismo. El corso es en definición
clásica “la empresa naval de un particular contra
los enemigos de su Estado, realizada con el permiso
y bajo autoridad de la potencia beligerante” (Cortés
Verdaguer 447). También se ha descrito como “un vehículo
comercial propio de sociedades con una situación
desventajosa en un orden comercial dado” (ibid.).
Como forma de comercio, el corsarismo de mallorquines
e ibicencos en su historia se explica desde sus
propias economías, desde la Edad Media hasta el siglo
XVIII (López Nadal).
A comienzos del siglo XVII Mallorca está inserta
en una situación de depresión económica como el resto
de la Península Ibérica (con varias crisis de subsistencia
y pérdida clara de activos) 4 . Pero a partir de los años 60
del siglo se empieza a observar una paulatina mejora.
Bibiloni ha concluído (376-78) que entre 1650 y 1710
se observa un incremento de la producción de cereales
y legumbres, extensiva al sector vinícola; el aceite se
va configurando como motor de las exportaciones. En
cuanto a las manufacturas textiles el mercado se caracteriza
“per l’emergència dels subsectors del lli i el cotó
en detriment dels tradicionals draps i teles de seda”
(376). Hacia fines del siglo XVII hay un claro superávit
de la balanza comercial basado en las exportaciones de
aceite dirigidas al mercado atlántico “que compensarien
el deficit de les compres realitzades en els ports mediterranis”
(ibid.). Mallorca (y la región levantina en general)
testimonia una creciente demanda de productos
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
coloniales que se adquieren directamente, eliminando
intermediarios. “La relació mentinguda primer amb
Marsella i després amb Gènova provoca una aproximació
als canvas europeus del consum textile, alterats
pel gust de les teles orientals o imitades” (ibid. 377). A
medida que se entra en el siglo XVIII Mallorca irá “mediterranizándose”
a través de una relación cada vez más
directa con los puertos redistribuidores del Mediterráneo.
Por lo que toca a los agentes del comercio exterior,
se produce una atomización “respecte al número dels
carregadors i un oligopoly en quan al volum negociat”
(ibid.). La mayor parte de los mercaderes recurren al
comercio como estrategia frente al empobrecimiento;
por contra, un grupo reducido de mercaderes mantienen
negocios a gran escala y representan una élite
mercantile oligopólica (mercaderes, nobles, artesanos y
chuetas). Por lo que a estos últimos tocan,
arrel de les persecucions antixuetes de finals
dels setanta es produeix una forta contracció
en els negocis dels conversos que derivarà en
una reforma de la seva estratègia associative
que, basada en la formació de companyies
mixtes, permitirà una creixent participació de
nobles i artesans en els intercanvis. (377).
Dice Bibiloni Amengual (1995) que entre 1661 y
1718 hay una media anual de unas 500 personas involucradas
en el tráfico comercial de Mallorca. Los participantes
en dicho comercio pertenecen a los siguientes grupos:
comerciantes o mercaderes (“tots aquells carregadors definits
com a tals per la font i que es dediquen a la compravenda
de productes assumint una funció d’intermediari
que redistribueix bends des dels productors o altres comerciants
cap als consumidors o altres comerciants”, ibid.
321”; incluye “capitans, patrons, mariners, botiguers o
marxandos”); miembros de corporaciones gremiales, especialmente
urbanas, caracterizadas por su función productiva,
aunque su actividad como cargadores es anómala
del grupo; nobles; chuetas (“carregadors vinculats ams els
quinze llinatgesque les persecucions del darrer terç del segle
XVII identifiquen com a judaitzants”; a ello se suma su
asentamiento en una zona específica de la ciudad de Palma,
la “manufactura de l’argent i la seda, el control d’una
4 Santamaría, para una época anterior, basada en la talla recaudada en 1636, recuerda que de 173 contribuyentes conversos, el 60% son peque-
ños contribuyentes, el 32% medianos (de 500 a 5.000 libras) y el 7% grandes de 5.000 a 20.000 libras), con sólo un 1% como mayores (más
de 20.000 libras). “Mediado el siglo XVII la estructura patrimonial de la comunidad conversa de Mallorca era una estructura equilibrada, con
una base mayoritaria pero no abrumadora de pequeños patrimonios, una masa troncal de patrimonios medianos y una cúspide significada
de patrimonios grandes […] La comunidad conversa tenía más cohesion, estaba mejor organizada, patrimonialmente era más acomodada
y pienso que más próspera, mucho más próspera, que la del ultimo cuarto del siglo XV” (245-46). Asimismo, concluye el autor, un 13% de
dicha comunidad podía estar sumida en la pobraza, aunque era ayudada y portegida con prestaciones voluntarias por el resto de la comu-
nidad. Nótese asimismo que el autor, como otros, insiste en que los conversos invertían poco en deuda pública de la comunidad de Mallorca
ni en deuda municipal en villas foráneas, sino preferentemente en préstamos y censos a particulares escriturados notarialmente (a intereses
corrientes el 3 al 7%) (245).
5 “La noblesa esdevé la principal beneficiària de les alteracions provocades per la persecució al incrementar el control sobre el despatx dels
escedents. Malgrat el volum total de les exportacions mallorquines entra en una dinàmica descendent a mesura que avença el sis-cents, entre
1679 i 1699 la noblesa estabilitza la seva presència en unes 55 mil lliures annuals i augmenta el control sobre l’extracció en nou punts
situant’se en el 29%. Durant aquesta segona etapa els mercaders contreuen la negocició absoluta annual de 109 mil a 73 mil lliures I esta-
bilitzen la seva presència en el 39%. La noblesa relleva així als xuetes com a segon grup canalitzador d’excedents per darrera de la inalterable
supremacia dels mercaders” (ibid. 327).
Página 62 Octubre-Diciembre 2009

part important del mercat interior a través de la venda
[botigues, especialment de teles] o el comissionisme
[marxandos] I el de crèdit”, ibid. 322); y un grupo diverso
compuesto por religiosos, viudas, funcionarios y profesionales.
Tanto en las importaciones como exportaciones se
observa el predominio absoluto del grupo de mercaderes,
seguido de los chuetas.
La etapa entre 1657-1677 se caracteriza por el
predominio de los mercaderes y el creciente predominio
de los chuetas a expensas de la participación de la
nobleza. La década entre 1679-1699 se caracteriza por
la debacle chueta, motivada por las persecuciones de
1678 y 1691.
Davant aquesta nova realitat sembla obligada
la resposta a dues questions: quín o quíns
grups cobreixen el buit provocat pel retrocés
dels conversos? i còm reaccionen aquests davant
la crisi? La resposta a la primera pregunta
és tots amb una especial menció a la noblesa.
En quan a la segona els xuetes afronten
una revolució dels seus negocis en el marc
associatiu ja que a partir de la dècada dels
vuitanta multipliquen la pertenència a companyies
mixtes i abandonen els tradicionals
negocis de caràcter endogàmic. (ibid. 324)
A esta conclusión ya había llegado, entre otros,
Kamen, al estudiar la Inquisición entre los siglos XVI-
XVIII, al insistir en que las sumas confiscadas a los
conversos chuetas de esta época no son sólo grandes,
sino verdaderamente astronómicas. Allí, por ejemplo,
y claro que haciéndose eco de numerosos estudiosos
anteriores, indica que las confiscaciones iniciales inquisitoriales
(las de 1481) habían sido, dice, muy cuantiosas.
Tanto, que no es sorprender que para mucha gente
se pudiera concluir que la Inquisición se había establecido
simplemente “to rob people” (147). Al analizar la
proporción de dinero que iba a la Inquisición y la que
iba a la Corona, también concluye que es la primera la
que se beneficia en su mayor parte. Así, menciona la
gran campaña inquisitorial contra los judeoconversos
portugueses de la década de los años 70 y 80 del siglo
XVII, y dice que en el año 1676 “the Suprema claimed
that it had obtained from the Royal Treasury confiscations
amounting to 772.748 ducats and 884.979
pesos” (148). Las cifras, asimismo, dice que son muy
cuantiosas para la época. Pero añade,
Yet if we look at the value of property confiscated
on Mallorca after the alledged converse
conspiracy of 1678 had been discovered,
we find that the totals come to well over
2,500.000 ducats, certainly the biggest single
sum gathered in by the Inquisition in all the
three centuries of its existence. (148)
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
Sin embargo, entre 1700 y 1718 los conversos
recuperán la posición que ocupaban antes de 1678.
Son el único grupo que en este período consigue un
incremento absoluto y relativo con respecto al período
precedente, incluso a pesar de la contracción de
las exportaciones mallorquinas a la mitad. “A principis
del segle XVIII cada any els conversos exporten
mercaderies per valor de 33 mil lliures, 13 mil lliures
annuals més que en el període anterior i incrementen
en vint punts el control sobre l’exportació”
(ibid. 329).
Las palabras más acertadas sobre las causas de la
persecución inquisitorial de 1678-1691 contra los chuetas
son las de Bibiloni Amengual en su estudio de 1995.
Allí indica que tras los ataques contra los chuetas en el
siglo XV se iniciarán más de 150 años de relativa calma,
rotos al “despertar els ressentiments continguts durant
centuries” (335), cuando “els xuetes apareixen con a
victims d’una classe dominant que utilitza el poder inquisitorial
per a tancar revejes personals encobertes en
acusacions atanyents a la fe” (ibid.). La causa, continúa,
sigue teniendo perpleja a la crítica. Algunos han indicado
que un grupo al que se pone en estado de sospecha
siempre está en situación precaria como centro de
la intransigencia social. Pero, añade, “el poder econòmic
aconseguit pels xuetes, individualment o com a
grup, sembla motiu sufficient per a trobar els arrels de
la persecució. Un poder que s’extén des de les pràctiques
creditícies i l’usura fins l’esmerç en el deute públic”
(336). Este poder comercial se basa tanto en el campo
de la exportación como de la importación. Con respecto
al primero, cuentan con una conexión inmejorable”
“Amsterdam i Liorna, tradicionals centres de refugi dels
perseguits per motius religiosos, ofereixen una garantia
de tolerància i tranquilitat pels seus negocis” (ibid.). Y
también están vinculados con Marsella. En particular
dicha conexión, según el autor, se basa en la reducción
de los costos de transferencia al eliminar intermediarios.
En el mercado interior, habida cuenta de su exclusion de
carreras públicas, su “esfera de la producció s’associa a
l’obratge d’argent i la manufactura sedera” (ibid.). Como
propietarios de la mayor parte de tiendas, el comercio
interior de telas está en sus manos. Más aún, su estrategia
comercial se basa en la “diversificació dels negocis,
a petita i gran escala, i en la multiplicitat d’associacions
amb altres, siguin o no xuetes” (ibid. 337). Dentro de
estas estrategias comerciales, el trabajo de Pons i Pons
(1996) 6 ha esclarecido enormemente nuestra percepción
del modus operandi chueta. Según la autora, este grupo
dirige con nuevas estrategias el negocio asegurador en
la isla relacionado con exportaciones y exportaciones.
“Els xuetes exercien el paper de grup dominant i director
ams un progressiu control lligat a la implantació de
6 Aunque su estudio de 1996 es capital, ver asimismo los análisis de 2007, 1995 y 1989, que deben remitir al de 1996 en su conjunto.
Octubre-Diciembre 2009 Página 63

societats que s’introdueixen en l’organització del mercat”
(267). Con un esquema endogámico, se crean cajas de
seguros formadas por numerosos socios (de 25 a 30)
llamadas “caixes majors”; “al temps alguns members
(2 ó 3) d’una Caixa major s’uneixen amb altres socis
d’una segona caixa major i formen els anomenats
caixons” (Babiloni 337). Y como concluye Pons i Pons,
y aunque esta modalidad asociativa no es exclusivamente
chueta, pues nobles, mercaderes y menestrales
participant en ella,
els xuetes trobaran en la formula associative
el vehicle d’intervenció i control progressiu
del mercat assegurador, un tracte especulatiu
paral·lel i similar al del crèdit, que tradicionalmente
dominen i en el que s’especialitzen.
(338)
Loa chuetas formarán sociedades de tipo asegurador
integradas exclusivamente por miembros del
grupo “que controlaren gran part del negoci en les
dècades dels anys seixanta y setanta” (339). Las cajas
mayores estaban dotadas de gran complejidad de gestión
“amb un gran nombre de càrrecs d’elecció annual
i la inversion dels premis en altres negocis de crèdit.
Les societats d’aquesta xarxa compartien participacions
en assegurances i s’ajudaven en els plets defensant-se
conjuntament” (ibid.) 7 . Las corporaciones
formadas por otros grupos sociales, como indica esta
misma estudiosa, eran mucho más simples, formadas
por “prenedor i caixer” (340):
A diferència de les asseguradores dels conversos,
els cristians vells esmerçen el capital
acumulat de les primes en operacions de
canvi maritime […] a diferència dels xuetes
que invertiran en el prèstec. Les implicacions
religioses també es detecten en un altre
comportament en les entitats d’ambdues comunitats.
Els conversos destinen un part de les
seves ganàncies a almoines pels pobres de la seva
ètnia, mentre que el cristians es decanten per les
misses i per aconseguir la protecció de Déu pel
seu negoci. (340, énfasis mío)
Quizá haya que ver en esto una redistribución de
beneficios que, en un caso, seguía quedándose dentro
de la comunidad chueta, mientras en la otra iba a
repercutir en el estamento eclesiástico. Habida cuenta
el volumen de caudal involucrado en los negocios
chuetas y su tendencia al alza en las décadas sesenta y
setenta, quizá pueda explicarse la acometida inquisitorial,
necesitada de unos fondos que ve esfumarse para
siempre de no tomar cartas en el asunto.
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
En cualquier caso, las distinciones entre compañías
aseguradoras, como Pons (i) Pons estudia, desaparecen
tras las persecuciones inquisitoriales de 1678-79.
“Els conversos es reintegren en el negoci amb una nova
estratègia: la formació de societats asseguradores amb
altres grups. […] A partir d’aquest moments es mesclaran
per tal de continuar les seves activitats econòmiques
de forma més desapercebuda” (340). Debido
precisamente a la falta de capital y de una cuota de
reserve, las entidades aseguradoras más exitosas y duraderas
son las que complementan sus operaciones con
otros negocios de menor riesgo.
¿Pero a cuánto llegan las cifras incautadas por las
autoridades a los chuetas como consecuencia de los
procesos de 1678 y 1691? Según Binimeli, que se hace
eco de otros estudios, entre 1657 y 1718 se documentan
un total de 454 chuetas involucrados an actividades
de comercio exterior/interior. Entre 1657 y 1677 representan
un 14% del número total de cargadores. Para
1699 son sólo 22 personas, que representan el 10% del
total; entre 1700 y 1718 recuperan su primacía, aunque
ya no superarán la media anual de 22 personas por
año durante el período. Las incautaciones que siguen
al año 1678 provocan confiscaciones por un valor de
1,341.807 libras; los más perjudicados son seis miembros
del contingente chueta: Miquel Tarongí de Miquel
(especialmente), Agustí Antoni Cortés y su mujer Isabel
Martí, Bartomeu Baltasar Martí, Joan Antoni Cortès
y su mujer Caterina Aguiló y Pere Joan Bernat Fortesa
y Magdalena Martí. Son, pues, los linajes Cortès, Martí
y Forteza los mas afectados (341-43).
Intentemos un resumen de lo expuesto hasta
ahora. Los chuetas están una situación inmejorable
para realizar negocios en la isla de Mallorca. A pesar
de un puesto no estable en dicha sociedad, siempre
susceptibles de exclusions y discriminaciones, se han
visto abocados irremediablemente al comercio y el
préstamo. Su especial unión entre ellos y la paulatina
relación con otras comunidades (fruto de la geografía
malloquina) mediterráneas y europeas de sefarditas
los pone en el medio de una red internacional (o global
si se quiere) desde la que no encuentran competidores
en Mallorca que puedan rivalizar con la misma.
Su fortuna aumenta, y con ella el recelo social
(económico e inquisitorial). Para 1660 dos elementos
se han dado la mano de modo peligroso. Primero su
primacía económica: y en asuntos económicos están
desbancando a la nobleza y otros grupos de poder en
la isla. En segundo lugar, su exposición a contactos e
7 Es interesante notar que el marqués de la Romana, cuando se proponga desterrar a los chuetas a Menorca en 1773, responderá indicando que
la discriminación tiende a acendrar en ellos la unión y la fuerza (económica también): “El desprecio con que se trata a los Chuetas, el encono
que se muestra contra su nombre, el no quererlos admitir en ningún gremio ni comunidad infiere ventajas al cuerpo de Chuetas, porque estrechando
entre ellos la union, parentesco y amistad redunda en el mismo cuerpo la industria y ganancia de todos, y es de advertir que cuando
más precacuciones se tomen para impedir la unión con los demás vecinos […] tanto más se aumenta su fuerza en su union” (Porcel 123).
Página 64 Octubre-Diciembre 2009

ideas provenientes del exterior (comunidad sefardita)
coincide con el amplio desarrollo de un movimiento
mesiánico, el sabatianismo, que les da si cabe mayor
fuerza (y conciencia de grupo).
Estos contactos internacionales también se muestran
en las lecturas nuevas a que tienen acceso los chuetas
en Mallorca, y que una vez más son trasunto de las
relaciones que mantienen con un mundo converse de
mayor amplitud que el limitado de la isla. Así, la Inquisición
conseguirá obtener una confesión de Rafael Valls
sobre no sólo sus contactos con grupos judíos de origen
sefardita en el extranjero, sino sobre sus lecturas:
El chueta Raphael Valls confesó que había traído
un libro ‘de un viaje a Liorna y Esmirna’ y lo había
prestado a Pedro Onofre, el libro contenía ‘differentes
oraçiones hebraycas en castellano y en lengua hebrayca.
Una fuente importante de lo que sabía Onofre y
la comunidad chueta procedía ‘de un libro en quarto
manuscrito’ titulado Ramillete de flores de varias oraciones
que había heredado de su padre. Lo había copiado
‘porque estava maltratado el original, le tiró en
el mar y se reservó la copia’. Otras lecturas las hacía
en casa del tabernero [tendero] Valls ‘que era una Biblia
en castellano y otro que se llama Almenara de
la luz, que es un libro de exemplos y otros de cosas
espirituales para los observantes de la ley de Moysés.
(Peña Díaz 92)
La Almenara de la luz (Menorat ha-Maor) del rabino
toledano Isaac Aboab (fl. s. XIV) es obviamente
un documento no sólo relevante sino crucial para la
historia de los chuetas mallorquines. Fue traducido al
castellano por el hakam (talmudista) Rabbí Jahacob
Hages (Jacob Hagiz, 1620-1674) (De los Ríos 622, Albarral
Albarral, Carlebach y, para un panorama general,
Díaz Mas y Romero) y se publicó en Livorno (1657) y
Ámsterdam (1708), con muchas más publicaciones en
la lengua original hebrea durante estos años (por ejemplo,
en hebreo con comentario hebreo y traducción
judeoalemana en 1701, en Ámsterdam). De hecho, el
libro aborda el problema del status judío de aquellas
comunidades de conversos que no habían querido (o
podido) regresar al judaísmo. La obra no es polémica,
sino pedagógica, “intended to supplement their
[marrano’s] fragmentary Jewish knowledge” (Carlebach
23), a la vez tratado ético y código halákhico. Puede
verse a simple vista que el asunto tocaba directamente
a los chuetas. La conclusión del libro es también clara,
a pesar de los muchos subterfugios de su razonamiento:
siguen de iure perteneciendo a la comunidad judía,
particularmente de haber habido motivos justificables
en su conversión. El traductor quiere que la obra sirva
de ayuda a los marranos que viven en obscuridad
hasta que aprendan la base de la práctica y praxis de
la religion judía. Su fuente es básicamente la Aggadah
rabínica. Se discute en la obra el estatuto de las ofertas
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
de conversos ingleses a Jerusalén y el autor responde
diciendo que si la motivación de la conversión fue el
miedo por sus vidas, pueden aceptarse como judíos,
aunque deben ser despreciadas si su motivación fue
exclusivamente económica (mantenimiento de sus
fortunas). La obra se divide en 7 secciones, cada una
con el título de Ner (o ‘lámpara’) e intenta presentar
las verdades morales y religiosas del judaísmo. Su tono
de sinceridad le aupó a un puesto relevante en el ánimo
popular, en particular como substitute de sermons
durante el culto sabático. La traducción español parece
haberse leído ante reuniones de fieles no muy versados
en la Ley, ya desde la época medieval. La obra se publicó
a expensas de David de Jahacob Valensí, de origen
claramente valenciano, residente en Liorna (de donde
había llegado proveniente de Fez, como Hagiz). Las
investigaciones de Carlebach también muestran fehacientemente
las conexiones del traductor (que acabaría
emigrando a Jerusalén con un cargo de director educativo
de la academia [bet ha-midrash] Beth Jacob [fundada
por la familia Vega de Verona],) con Pisa, Verona
y Venecia, todos centros de gran actividad económica
y cultural sefardita. Por señalar las conexiones con el
movimiento de Sabbetai Zevi, indiquemos que Jacob
Hagiz fue el rabino hierosilimitano encargado de pronunciar
la excomunicación del autoproclamado Mesías
judío. Su hijo, Moses Hagiz (1671-1750), educado por
su abuelo Moses Galante, además de estudioso talmúdico,
fue uno de los judíos más prominentes en la comunidad
de Ámsterdam en el siglo XVII. Su trabajo en
particular destaca como polemista contra la herejía y
su afán central fue el de unificar el rabinato (ver Selke,
76-77; sobre La Almenara de la luz (Liorna, 1656) véase
Albarral Albarral y Hayim 194).
Sobre las lecturas de los conversos mayorquines,
aún hay más datos que podemos traer a colación:
Una apropiación similar [la de textos canónicos
leídos con propósitos heterodoxos]
era la del chueta Pedro Onofre que conocía
y explicaba la historia del pueblo de Israel
‘por haverlo leydo, a lo que pareze, en el Flos
Sanctorum, o en el libro llamado Monarchia
Ecclesiástica’. Estos libros, sobre todo el ultimo,
los tenía en su casa y eran muy leídos
entre los judaizantes mallorquines porque
‘contenían differentes capítulos que tratan
de algunos benefiçios que Dios hizo al pueblo
de Israel y a los Padres de la ley antigua’.
(Peña Díaz 93)
En el proceso anterior a éste (el de 1677) del mismo
Pedro Onofre, que también había sido encausado,
reconocía que gran parte de la culpa de haber caído en
‘errores’ se debía a que
‘como era inclinado a leer libros, leyendo
en el Flos Sanctorum, en la Monarchia ec-
Octubre-Diciembre 2009 Página 65

clesiástica y en la Governación Christiana, y
otros libros curiosos, las Vidas de los Santos
Padres, viendo que eran tan Buenos y que se
havían salvado guardando la ley de Moysés y
haziendo sus çeremonias, a este confessante
le engañó el Demonio y creyó que también
podría salvarse haziendo las mesmas çeremonias
que ellos hazían en observancia de la
ley de Moysés’. También leían el Deuteronomio
en una Biblia en castellano, del que según
Onofre ‘sacavan argumentos en prueba
de que la ley de los chistianos no podía dexar
de ser incierta y supuesta’. En casa de otro
judaizante [en Mallorca], en 1691 un testigo
afirmaba que ‘solían leer en un libro…llamado
Josepho, De Bello Judayco, differentes
cosas de Judíos’, prohibido en lengua vulgar
desde el Índice de 1599. (ibid.)
De hecho, los estudiosos que han analizado dichos
pasajes de las deposiciones chuetas (Selke 40-42,
Braunstein 166), concluyen que las lecturas podían estar
incluso más extendidas de lo aquí afirmado. Los
Flos Sanctorum (ya sean los de Villegas o Ribadeneira)
se mostrarán como gran caballo de batalla durante
todo el siglo XVII en lo que se refiere a un género
aparentemente ortodoxo como el de las comedias de
santos. Pero la censura libresca se hará eco durante
toda la centuria del peligro en potencia que dicha
literatura representaba, primero por los excesos que
sobre las tablas se producían en la confusión de lo serio
y burlesco, segundo por la libertad interpretative
a que ello daba lugar (ver Cortijo & Poot Herrera). El
gobernador cristiano es obra de Juan Márquez (Madrid,
1612), de la orden de San Agustín y predicador de
Felipe III, catedrático de vísperas de Teología de Salamanca.
El subtítulo de la obra indica que se trata de
un volumen “deducido de la vida de Moysén, príncipe
del pueblo de Dios” (Isasi, López de Goicoechea), lo
que insiste en lo afirmado por Onofre. La Monarquía
eclesiástica (según indica Piña nota 28) debe ser la obra
del franciscano Juan de Pineda, “una extensa obra que
intentaba historiar todos los países desde la creación
del mundo, publicada en Salamanca en 1588 y reeditada
en Barcelona en 1594” [y 1620] (ibid). Además de
estos, Braunstein ya había indicado que los chuetas de
Mallorca podían haber manejado el David perseguido,
de Lozano, y el Espejo de consolación de Dueñas, “para
halar la inspiración y conocimiento de la ley de Moisés”
(166). De estas dos últimas, la primera era una obra
ficcional (Entrambasguas) del contemporáneo y amigo
de Calderón, cura y vicario de Hellín, comisario de la
Inquisición y capellán de los Reyes Nuevos de Toledo
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
(1663), entre cuyas colecciones novelísticas destacan
David penitente (1652), la celebérrima David perseguido,
de la que sacó tres partes (Madrid, 1652 a 1661) y El
gran hijo de David más perseguido (tres partes, 1633 a
1673). Es indicio claro de la utilización de esta literatura
(ortodoxa) con claros fines subversivos el que el
autor de la misma sea comisario inquisitorial. De la segunda,
de 1543, podemos afirmar con Nalle (148), que
“among a group of conversos, Juan de Dueñas’s Espejo
de consolación de tristes was popular, perhaps because
the book gave many examples taken from the Old Testament
of people overcoming adversity.”
Entre los documentos inquisitoriales producto de
los sucesos de 1672 y que servirán de base para el llamado
Informe Fontamar (vid. supra), se contiene una afirmación
sobre el nivel educativo de los chuetas para esa época,
que confirma algunas de las afirmaciones previas:
Que procuran estudiar algo de latinidad y
tienen todos Biblias y otros libros de historias
antiguas en que se refieren las vidas de
los Patriarchas y Profetas y de propósito estudian
el testamento viejo de modo que tienen
en la memoria todo lo de las dichas Biblias y
libros porque no se ocupan en otras lecturas
y tienen otros libros que los deste género ni
tampoco los tienen otras personas que los de
dicha Nación. (Porcel 107)
Parece, pues, claro, que existía conciencia sobre la
separación o diferenciación de lecturas entre miembros
de las dos comunidades, y que ellas estaban en la base
de su diferenciación ideológica.
Co n C L u s i o n e s
chuetas son un grupo converso mallorquín
Los estigmatizado y marginalizado en la sociedad.
Su práctica endogámica provoca la suspicacia de la población,
de un modo semejante al de otros pueblos malditos
como los agotes de Navarra, los vaqueros de alzada
o los vaqueros pasiegos8 . Hasta este punto no hay nada
que los distinga especialmente de otros grupos conversos
peninsulares que viven en una situación precaria, a medio
camino entre la marginación y la asimilación, siempre
expuestos a ser convertidos en chivos expiatorios de
varios problemas sociales. En este punto son buenas las
palabras de Goldish: “The descendants of most conversos
would probably have assimilated eventually had not
the Inquisition and prejudice kept them separate, often
driving them back further into converse identities” (45).
También conviene que traigamos a colación las acertadas
palabras de De la Flor, precisamente a propósito de su
comentario sobre La fe triunfante de Garau:
8 Recogemos aquí el estudio de Picornell, Castro & Ramón, en que se concluye con validez científica que “the Jewish origin of the Chuetas
remains evident in their genetic pool, although they resemble their neighboring populations more than other Jewish populations”. Para otros
pueblos malditos españoles, ver el clásico estudio de Miner Otamendi.
Página 66 Octubre-Diciembre 2009

The strategies of dissimulation employed by
the Jewish minority contribute to the converso
problem. The widespread suspicion
concerning the new Christians result in institutional
practices aimed toward elucidating
everyone’s statute of blood […]. Organic intellectuals
such as Bartolomé Ximénez Patón
in his Discurso a favor del Santo Loable Estatuto
de Limpieza […], as well as those authors
responsible for some of the great symbolic
and emblematic constructs of the time such
as Garau (La fe triunfante […]) or Villava
(Empresas espirituales y morales […]), would
devote much time and effort to expose and
denounce the “occult” illuminati and converso
problem. The deeper these cultural minorities
plunge into their world of secrecy and
dissimulation the more hostility and wrath
they generate among conservative ideologues
and theorists of the monarchical-confessional
monocracy who denounce the “double
moral” (doble moral) of the “other”. (244).
Como alboraiques, esa fiera que lleva a Mahoma
al cielo, mezcla de partes de diferentes animales, los
conversos “could never be a full member of their society”
(ibid.). Tras un período de casi 150 años de relativa
anonimidad, en los cien años
que van de 1670 a 1770 los
chuetas se convertirán en foco
de atención en Palma. Al comienzo
de dicho período por
protagonizar un severísimo
ataque de la Inquisición, acusados
de relapsia en el judaísmo;
a finales del mismo por
dirigir una petición (al final
exitosa, al menos de iure) a
Carlos III para su plena incorporación
de derecho en la
sociedad. En cualquier caso
los dos hechos indican el poder o la fortaleza del grupo
chueta, que sólo puede explicarse por motivos económicos,
pues es desde la seguridad del dinero (y el refuerzo
de una conciencia de grupo exacerbada y justificada
en la literatura mesiánica de la segunda mitad del siglo
XVII) como llegan a ser vistos por otros grupos (nobleza,
Inquisición) como peligrosos. De por medio quedan dos
detalles relevantes. Los sucesos de 1670-1690 se saldarán
con fortísimas condenas inquisitoriales, no siendo la
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
Por debajo de un odio
latente y justificaciones
semirreligiosas de variado
signo, lo que ofende, en
último término, es la situación
de desahogo económico
que los chuetas habían
demostrado para 1670
(y en adelante).
menor las cuantiosas confiscaciones monetarias de los
condenados. Que los chuetas disponen de dicho caudal
económico es a todas luces no sólo relevante sino crucial
en el entramado de su marginación. En el siglo XVII
los chuetas se han convertido en el centro comercial y
mercantil de la villa mallorquina. Por sus manos pasan
los negocios de la isla y sin ellos es imposible hacer
fructificar un comercio que se basa en gran medida en
las relaciones personal-comerciales que mantienen con
otros mercaderes sefarditas diseminados en un área que
abarca de Ámsterdam a Esmirna. Asimismo, la rivalidad
económica de España con Holanda e Inglaterra, la conquista
de Menorca por los ingleses y la caracterización
de los chuetas como quintacolumnistas en potencia los
convierte en blanco de la animadversión social. Pero esta
caracterización o construcción del chueta como quintacolumnista
no es sino de índole propagandística. Es la
justificación para que las capas adineradas, en pérdida
de su protagonismo comercial, consigan atraer a la población
de la isla hacia un problema religioso hasta cierto
punto de su invención 9 . Como prueban los documentos
aquí editados, la relapsia de un núcleo reducido chueta
(a lo sumo) esconde problemas más serios (económicos)
de fondo: la independencia del grupo, fruto de su primacía
económica y de sus contactos con un mundo que
se sale del campo de actuación reducido del ejercicio de
la jurisdicción civil y religiosa
en la isla.
Por debajo de un odio
latente y justificaciones semirreligiosas
de variado signo, lo
que ofende, en último término,
es –como era de esperar-
la situación de de desahogo
económico que los chuetas
habían demostrado para 1670
(y en adelante). Picazo, en su
reciente análisis de los autos
de fe del siglo XVIII, ha llegado
a conclusiones semejantes.
A este autor le interesa sobremanera la idea de una práctica
religiosa judía en la clandestinidad, idea con conlleva
dos elementos antagónicos. Para él, el componente
económico es crucial. Asimismo afirma que la Inquisición
necesitaba dinero en Mallorca en la segunda mitad
del siglo XVIII, ya que por falta de fondos llegó incluso a
peligrar su existencia. Igualmente importante para él es
el papel de Ámsterdam, que se ve como paraíso de libertades
por parte de los conversos mallorquines. n
9 Recordemos, aunque insistiremos en ello más adelante, que el siglo XVII se cierra, como dice Kamen, “with a holocaust of conversos” (232).
Dentro de estas campañas, que obeceden a un intento de cerrar filas con respecto a la ortodoxia católica por parte de la Inquisión, el caso
mallorquín es sólo uno más entre muchos por España y las posesiones indianas. No obstante, y aunque haya causas religiosas que expliquen
dicho rebrote de ataques anticonversos, no puede obviarse que otros muchos autores han postulado una motivación económica para muchos
de estos ataques. El caso de Mallorca en esta época, donde las confiscaciones de 1678 son las más elevadas de toda la historia inquisitorial de
tres siglos, pareciera indicar que lo religioso es sólo una excusa para buscar un claro beneficio crematístico.
Octubre-Diciembre 2009 Página 67

BiBLioGrAFÍA
Albarral Albarral, Purificación. Una cala en la literature
religiosa sefardí: ‘La almenara de la luz’, Granada: UP,
2001.
Alonso Pérez, Matilde. “Relaciones comerciales entre
Mallorca y los puertos del sur de Francia a finales del
Antiguo Régimen.” En El Regne de Mallorca i el sud
francès, IV Jornades d’estudis historics locals. Palma de
Mallorca: Institut de Estudis Baleàrics, 1986. 69-80.
---. “El Mediterráneo hispanofrancés en la segunda
mitad del siglo XVIII.” Annales du centre régional de
documentation pédagogique de Clermont-Ferrand 23
(1986): 25-33.
Barnai, Jacob. “Christian Messianism and the Portuguese
Marranos: The Emergence of Sabbateanism in
Smyrna”. Jewish History 7.2 (1993): 119-126.
Ben-Avraham, Nissan. Els anussim. El problema dels
xuetons segons la legislació rabínica. Palma de Mallorca:
Miquel Font, 1992.
Benito Ruano, Eloy. Los orígenes del problema converso.
Madrid: Real Academia de la Historia, 2001.
En http://www.cervantesvirtual.com/servlet/Sirve-
Obras/12470621982366174794568/p0000001.htm.
Bermejo, Felisa. “La diáspora sefardí en Italia a raíz
de la expulsión de España en 1492 de los judíos”. En
http://www.cisi.unito.it/Artifara/Rivista1/testi/Bermejo.
asp.
Bertran i Soler, Tomàs. Un milagro y una mentira: Vindicación
de los mallorquines cristianos de estirpe hebrea.
Valencia: Imprenta de la Regeneración Tipográfica,
1858, 146-150. [Facsímil Palma de Mallorca: Cluba,
1951].
Bibiloni Amengual, Andreu. El comerç exterior de
Mallorca. Homes mercats i productes d’intercanvi (1650-
1720). Palma (Mallorca): El Tall, 1995.
Braunstein, Baruch. Roger Alier trad. Josep Massot i
Muntaner pról. Els Xuetes de Mallorca. Els conversos i
la Inquisició de Mallorca. Barcelona: Curial, 1976. [The
Chuetas of Majorca: Conversos and the Inquisition of
Majorca. Scottdale, Pa.: Mennonite Publishing House,
1936].
Consejo de Castilla. Reflexiones del Consejo de Castilla
sobre los judíos (Chuetas) de la Isla de Mallorca (siglo
XVIII). Barcelona: [Imp. La Neotipia], 1942.
Cortés Cortés, Gabriel. Historia de los judios mallorquines
y de sus descendientes cristianos. Palma de Mallorca:
Miquel Font, 2000.
Cortijo Ocaña, Antonio, & Sara Poot Herrera. Franscisco
de Acevedo. El peregrino de Dios y patriarca de los
pobres. En prensa.
Dadson, Trevor J. Los moriscos de Villarrubia de los Ojos
(siglos XV-XVIII). Historia de una minoría asimilada,
expulsada y reintegrada. Madrid: Iberoamericana-Vervuert,
2007.
Página 68 Octubre-Diciembre 2009
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
Díaz Más, Paloma. Los sefardíes: Historia, lengua y cultura.
Barcelona: Riopiedras ediciones, 1986.
Forteza Pinya, Miguel. Els descendents dels jueus conversos
de Mallorca; quatre mots de la veritat Palma de Mallorca.
Palma de Mallorca: Editorial Moll, 1970.
Garau, Francisco (de).
La fee triunfante en
cuatro autos celebrados
en Mallorca por
el Santo Oficio de la
Inquisición, en que han
salido ochenta y ocho
reos, y de treinta y siete
relajados sólo hubo
tres pertinaces. Palma
de Mallorca: Viuda
de Guasp, 1691. Ver
Muntaner.
Glick, Benjamin R.
“On Converso and Marrano Ethnicity”. In his Benjamin
R. Glick, ed. Crisis and Creativity in the Shepardich
World, 1391, 1648. 59-76. completer
Goldish, M. “Patterns in Converso Messianism”. En
Matt Goldish & Richard H. Popkin eds. Milleniarism
and Messianism in Early Modern European Culture. Dordrecht:
Kluwer, 2001. I, 41-64. En
http://books.google.com/
books?hl=en&id=BXyE2uz7O-MC&dq=messianism+
goldish&printsec=frontcover&source=web&ots=LaBT
pCSgku&sig=gBa9GNxQdvvVN49Yvxc2e2XAxfg.
Hayim Yerushlami, Josef. De la cortes española el gueto
italiano. Marranismo y judaísmo en la España del XVII.
El caso Isaac Cardoso. Madrid: Turner, 1989, 194.
Herzog, Tamar. Defining Nations: Immigrants and Citizens
in Early Modern Spain and Spanish America. New
Haven: Yale UP, 2003.
http://virtualcervantes.es/artes/sefarad/cartografia/cartografia_diaspora.htm.
Isaacs, A. Lionel. The Jews of Majorca. Londres: Methuen
1936.
Israel, Jonathan. The Dutch Republic: Its Rise, Greatness,
and Fall (1477-1806). Oxford: Clarendon Press, 1995.
Kamen, Henry. Inquisition and Society in Spain in the
Sixteenth and Seventeenth Centuries. Bloomington: Indiana
University Press, 1985.
Ladizábal Uribe, Miguel de. Apologia por los agótes de
Navarra, y los chuetas de Mallorca con una breve digresion
á los vaqueros de Asturias. Madrid: Ibarra, 1786.
[Manuel de Rivacoba y Rivacoba ed. Vitoria: Ararteko,
2000].
Laub, J. & Eva. El mito triunfante: estudio antropológicosocial
de los chuetas mallorquines. Palma de Mallorca:
M. Font, 1987.
Lea, Henry Charles. A History of the Inquisition in
Spain. New York: Macmillan, 1906-1907.

Moore, Kenneth. Those
of the Street: The Catholic-Jews
of Mallorca. A
study in Urban Cultural
Change. Notre Dame,
Ind.: University of Notre
Dame Press, 1976.
Muntaner, Lleonard.
Llorenç Perez pról. La
fe triunfante: Los grandes
autos de fe celebrados en
Mallorca en 1691. Palma:
Imagen/70, 1984. Ver
Garau.
Pérez Martínez, Lorenzo,
ed. Antonio Furió. Anales judaicos de Mallorca. Palma
de Mallorca: Alcover, 1974.
Picazo Muntaner, Antoni. Els Xuetes De Mallorca:
Grups De Poder I Critojudaisme Al Segle XVII. Palma:
Tall, 2006.
Pons, Antoni. Los judíos del Reino de Mallorca durante
los siglos XIII y XIV. Palma de Mallorca: Miguel Font,
1984. 2 vols.
Pons (i) Pons, Jerònia. Compañías de seguro marítimo
en España (1650-1800)”. Hispania 67.225 (2007):
271-294.
---.Companyies i mercat assegurador a Mallorca (1650-
1715). Palma (Mallorca): El Tall, 1996.
---. “Cambios en la organización de los aseguradores
mallorquines durante la segunda mitad del siglo
XVII”. Boletín de la Institución Fernández González 1
(1995): 9-24.
---. “Les companyies en el sistema asseguratiu mallorquí
(1660-80).” Mayurqa: Revista del Departament
de Ciències Històriques i Teoria de les Arts 22.2 (1989):
885-894.
Pons y Pons, Jerónima, & A. Bibiloni Amengual. “Las
relaciones comerciales entre Malta y Mallorca durante
la segunda mitad del siglo XVIII”. En Actas del Primer
Coloquio Internacional Hispano-Maltés de Historia. Madrid,
1991. 29-50.
Porcel, Baltasar. Los
chuetas mallorquines.
Quince siglos de racismo.
Mallorca: Miquel Font,
1986. [Els xuetes mallorquins:
quinze segles
de racisme. Barcelona:
Edicions 62, 2002].
Porqueres, Enric, &
F. Riera i Montserrat.
L’endogàmia dels xuetes
de Mallorca. Palma de
Mallorca: Lleonard
Muntaner, 2001.
LITERATURA E HISTORIA
Los chuetas, pueblo maldito.
Religión y economía en los siglos xVI-xVIII.
Puerta Vizcaíno, Juan de. La Sinagoga balear o Historia
de los judíos de Mallorca. Valencia: Imprenta de la Regeneración
Tipográfica, 1857 [Palma: Clumba, 1951].
Real Cédula de S.M. y señores del Consejo por la que se
declara a los individuos llamados de la calle de la ciudad
de Palma en el Reyno de Mallorca, idóneos para exercer
las artes, oficios, y labranza, del mismo modo que a los
demás vasallos del estado general de dicho reyno. Madrid:
Imp. de d. Pedro Marín; y por su original Salamanca,
por d. Francisco de Toxar, 1788.
Real Cédula de S.M. y señores del Consejo, por la que
se declaran a los individuos vulgarmente llamados de la
calle de la ciudad de Palma del reyno de Mallorca, aptos
al servicio de mar y tierra en el exército y armada real, y
para otro qualquier servicio del estado en la forma que se
previene. Cadiz: Imp. don Pedro Gomez de Requena,
1785.
Riera, Juan. Carlos III y los chuetas mallorquines. Cuadernos
Simancas de Investigaciones Históricas. Monografías,
1. Valladolid: Universidad de Valladolid, 1975.
Riera i Montserrat, Francesc. Porqueres i Gené pról.
La causa xueta a la cort de Carles III. Palma de Mallorca:
Lleonard Muntaner, 1996.
Riera i Montserrat, Francesc & Enric Porqueres i
Gené. Xuetes, nobles i capellans. Palma de Mallorca:
Lleonard Muntaner , 2004.
---. Els xuetes des de la intolerancia a la llibertat (segles
XVIII-XX). Palma de Mallorca: Lleonard Muntaner,
2003.
---. Les lluites antixuetes del segle XVIII. Palmade Mallorca:
Editorial Moll, 1973.
Sánchez Belén, Juan Antonio. “El comercio de exportación
holandés en el Mediterráneo español durante la
regencia de doña Mariana de Austria”. Espacio, Tiempo
y Forma (serie IV) 9 (1996): 267-321.
Santamaría Arández, Alfonso. “Sobre la condición de
los conversos y chuetas de Mallorca”. Espacio, Tiempo
y Forma (serie III) 10 (1997): 219-61.
Scholem, Gershom. Major Trends
in Jweish Mysticism. New York:
Schocken, 1995 [1946].
Selke, Angela. Vida y muerte de
los chuetas de Mallorca. Madrid:
Taurus, 1980.
Serrano y Sanz, M. Autobiografías
y Memorias. Nueva Biblioteca de
Autores Españoles 2. Madrid:
Bailly, 1905.
(Van der) Wall, Ernestine G.E.
“Petrus Serrarius and Menasseh ben Israel: Christian
Millenarianism and Jewish Messianism in Seventeenth-Century
Amsterdam”. En Yosef Kaplan,
Henry Méchoulan, and Richar H. Popkin eds. Menasseh
ben Israel and his World. Leiden: Brill, 1989.
164-190.
Octubre-Diciembre 2009 Página 69

EL RINCÓN DEL TEATRO
Lope de Vega en Almagro
Lo u r d e s br A v o sÁ n C H e z
1609 Lope de Vega ofreció, en unos
En cuantos versos, unas reglas para hacer
una buena comedia. Cuatro siglos después
sus obras siguen llenando los teatros;
la prueba de ello es el Festival Internacional
de Teatro Clásico de Almagro, que luego de
tres décadas de continuado auge, rindió este
año merecidísimo homenaje al que fue su
primer director y promotor, el catedrático
de la Universidad de Murcia, César Oliva.
La Compañía Micomicón ha llevado al corral de Almagro
una magnífica adaptación de El Arte nuevo de
hacer comedias en este tiempo. La representación dura
aproximadamente una hora; en este escaso tiempo podemos
observar el acierto del montaje. Los éxitos que
ha obtenido esta compañía desde que subió a las tablas
la obra creemos que ha sido por haber conseguido
adaptarla a las exigencias del gusto del público del siglo
XXI, respetando el texto literario.
Aparte del Corral de Comedias, son varios los
centros de representación que, durante todo el mes
de julio, acogen a compañías nacionales y extranjeras
para representar al autor de La dama boba, si bien
también han tenido cabida las obras de otros autores.
Las diversas ofertas teatrales se pueden consultar en la
página www.festivaldealmagro.com.
Por su parte, la propuesta académica se ubicó
en el Palacio de Valdeparaíso, donde se celebraron las
Jornadas de Teatro Clásico que estuvieron dedicadas
al Centenario, bajo el título El Arte nuevo de hacer
comedias y la escena, y fueron organizadas por la Universidad
de Castilla la Mancha, bajo la dirección de los
profesores Felipe Pedraza y Rafael González Cañal.
En ellas hablaron actores como Emilio Gutiérrez Caba
y directores de la importancia de Manuel Canseco,
Eduardo Vasco y Ernesto Caballero, que manifestaron
su punto de vista sobre la representación de los clásicos
hoy en día.
Javier Huerta trató de “El entremés, la escena y el
arte nuevo”. Basándose en una serie de textos de teatro
breve, pudimos apreciar la conciencia que los dramaturgos
de la época de Lope tuvieron de la necesidad
de adaptar las reglas “al nuevo gusto de hacer comedias”.
La profesora Rosa Navarro (Universidad Central
de Barcelona) habló del “El lacayo no trate cosas altas:
¿imagen de la verdad?”, en relación con el posible desajuste
que observa entre su teoría poética y la realidad
de su creación artística. Jesús Pérez Magallón (McGill
Página 70 Octubre-Diciembre 2009
University) examinó
en “Cervantes
y Lope: conciencia
en escena” la aportación
de Lope a la
luz de las diversas
Poéticas contemporáneas
como los
tratados de Lopez
Pinciano y Francisco
de Cacales.
Pérez Magallón observó
que, al subordinar
la diégesis de
la comedia al gusto
del público, Lope
sentó las bases del
texto espectacular.
La profesora Margaret Greer (Duke University) ofreció
a los asistentes todas las posibilidades informáticas para
facilitar el trabajo de investigación sobre manuscritos:
“El arte nuevo de leer manuscritos y sus implicaciones
escénicas”. En esta misma sesión el profesor Díez Borque
(Universidad Complutense) repasó los distintos
preceptos que se pueden sustraer en la representación
de las comedias de Lope y su rentabilidad.
En la última sesión de las Jornadas Héctor Urzáiz
(Universidad de Valladolid) expuso los diferentes métodos
que utilizó el “rey de la comedia” para sortear a los
censores: atajos escénicos y censorios en el autógrafo
de La corona merecida. Con diferente tono el profesor
de la Universidad de Murcia, Javier Díez de Revenga,
en su conferencia: “El Arte nuevo y la generación del
27: Filología y escena” demostró cómo algunos poetas
del 27 se acogieron a las reglas del nuevo Arte para las
adaptaciones que hicieron de las obras del dramaturgo
y para su puesta en escena.
Clausuró las Jornadas Emilio Hernández haciendo
unas “Reflexiones de hoy sobre el “Arte nuevo” y
la escena., acompañado por Felipe B. Pedraza y Rafael
González Cañal.
Otras actividades importantes de destacar son los
distintos cursos dirigidos a profesores de Enseñanzas
Medias y para profesionales del espectáculo, que se
pueden consultar en el apartado de “Cursos y talleres “
de la página web, junto a una seleccionada oferta de libros
de investigación sobre teatro, tanto en su vertiente
literaria como escénica. n

EL RINCÓN DEL TEATRO
¿De cuándo acá nos vino?
De Lope de Vega
jA v i e r Pérez-CAstiLLA
Según nos informa el bien documentado
Cuaderno Pedagógico de la “Compañía
Nacional de Teatro Clásico”, “los testimonios
más antiguos de la existencia de ¿De
cuándo acá nos vino? son un manuscrito del
XVII sin año y una edición princeps, impresa
en 1633, e incluida en la Parte veinte y cuatro
de comedias de Lope de Vega”.
La obra, no de las más representadas entre las que firmó
Lope, se inicia en Flandes, durante la Tregua de los
doce años. El alférez Leonardo regresa a España, alojándose
en la casa de la hermana de su capitán, Doña
Bárbara. Allí, conoce a la hija de esta, Doña Ángela,
de la que se enamora rápidamente. Este sentimiento
alcanza su correspondencia, pero una serie de vicisitudes
empecen su desarrollo tranquilo. En primer lugar,
el alférez y su compañero Beltrán manipulan una
carta de presentación del capitán para tener acceso al
hogar de Doña Bárbara. En efecto, cambiando la letra,
Leonardo se hace pasar por hijo del capitán Fajardo
y, consecuentemente, sobrino de Doña Bárbara. Esta
consanguineidad no evita que la dama se prende por
su falso pariente, poniendo un poco de sal incestuosa a
esta comedia. Por otra parte, los dos galanteadores de
xxVi FeSTiVAL De oToÑo
(Del 4 al 29 de noviembre de 2009)
Un
año más el Festival de Otoño de la
Comunidad de Madrid levanta el
telón con una oferta variada que, sin duda,
no dejará indiferente al aficionado. Este
año será el último que se celebre por estas
fechas, pues se tiene pensado trasladarlo
a primavera. No valoro la pertinencia del
cambio: desconozco los motivos y el alcance
de la misma. Únicamente deseo que el éxito
acompañe tal decisión.
Ariel Goldenberg, Director Artístico del Festival de
Otoño, nos explica el panorama general del certamen:
“Este año comenzamos con la compañía Tanztheater
Wuppertal de la recientemente fallecida Pina Bauch.
Una ocasión única para rendirle homenaje y mostrar
una faceta desconocida de su trabajo. A la cita tampoco
la joven Doña Ángela también obstaculizan la culminación
de los amores de Leonardo y su falsa prima. Con
estos elementos ya tenemos servida una clásica obra de
enredo, de capa y espada.
Otro aspecto destacable es el madrileñismo que
preside la comedia. Las frecuentes y valiosas referencias
a lugares y costumbres de la villa y corte son un testimonio
sumamente valioso sobre la época. No sólo la
alusión al famoso mentidero de las gradas de San Felipe,
sino también los comentarios sobre el Soto de Manzanares
y de otros lugares sirve para localizar de manera
precisa y dar tintes de verosimilitud a la acción. En
este sentido, en la localización geográfica concreta, ¿De
cuándo acá…? se inscribe en un grupo de comedias lopescas
que presentan el mismo rasgo, entre las que cabe
destacar La dama boba, El acero de Madrid, Las ferias de
Madrid, La gallarda toledana o Los locos de Valencia.
Destaca en este montaje, dirigido por el canario
Rafael Rodríguez, la buena labor de los actores, con
unos movimientos escénicos adecuados y un vestuario
convencional que llama agradablemente la atención,
entre tanto extravío anacrónico al que se muestra tan
proclive el actual responsable de la Compañía Nacional
de Teatro Clásico. n
faltarán Robert Lepage in el Piccolo Teatro di Milano asociado
a Teatri Uniti de Nápoles, con una extraordinaria
versión de la Trilogia della villeggiatura, dirigida e interpretada
por Toni Servillo. También queremos subrayar
la primera visita a Madrid de la consagrada compañía
belga Rosas de Anne Teresa De Keersmaeker y la participación
de destacados artistas nacionales como Israel
Galván, Marta Carrasco, Angélicva Liddell, Marina Bollaín
y María Pagés, que ha trabajado en este caso con el
coreógrafo belga-marroquí Sidi Larbi Cherkaoui”.
Como se puede apreciar, se trata de una oferta
amplia que abarca tanto teatro como danza. Las sedes
donde se desarrollan estas manifestaciones escénicas,
con una marcada dimensión internacional, son variadas:
teatro Español, La Abadía, etc. Destaca agradablemente
la incorporación del Teatro Circo-Price o la decidida
ubicación de varios espectáculos en diversas salas
de los Teatros del Canal.
En fin, un programa diverso que pretende satisfacer
los diversos gustos de un público heterogéneo. n
Octubre-Diciembre 2009 Página 71

Pe d r o hiLario si L v a
Presidente de la APE “Francisco
de Quevedo” de Madrid
En distintas Asociaciones a partici-
NOTICIAS DE LA ASOCIACIÓN
CAnOn litErAriO: FunCiÓn y MitO
una anterior intervención en Cálamo,
invitaba a los socios de las
par en el XII Simposio Nacional de la Federación
de Asociaciones de Profesores de
Español que iba a celebrarse en julio de
2009 y cuya organización correspondía en
esta ocasión a la APE “Fco. de Quevedo”
de Madrid, hoy intervengo de nuevo, pero
lo hago para agradecer vuestra respuesta
y certificar el éxito del curso, no sólo por
el número de participante (cerca de 150),
sino, sobre todo, por la calidad e interés de
las ponencias y comunicaciones a las que
tuvimos la suerte de asistir.
Como se recordará, el eje temático sobre el que
debían bascular las diferentes intervenciones era el
canon literario, abordado desde la doble perspectiva
de su función real y de su existencia dinámica y controvertible.
Asumir esta doble variación permitió no sólo
hacer un recorrido por el actual panorama literario
español, sino también valorar el modo en que la
existencia de obras canónicas determina en gran medida
nuestra formación como profesores, así como
la formación de nuestro alumnado.
Más allá de las controversias y de las polémicas
que con respecto a este tema era lógico que surgieran
(al fin y al cabo, el canon determina qué leer y,
consecuentemente, incide en nuestra labor docente),
a lo largo de las diferentes intervenciones tuvimos la
suerte de participar en debates sugerentes y en actuaciones
de gran rigor y calado intelectual.
Abrió el simposio el académico Darío Villanueva
quien, en su magnífica ponencia inaugural, habló
acerca de la idea de canon y abordó sus implicaciones
en la teoría literaria. A continuación, el trabajo
presentado por Miguel García Posada (ensayista y
crítico literario) sobre cómo se crea una obra canónica,
contribuyó a enmarcar definitivamente la cuestión.
Tras ellas, la rigurosa y sugerente crítica contra
las interpretaciones contemporánea sobre el canon
literario, realizada por Jesús G. Maestro (Universidad
de Vigo), levantó no pocas polémicas, al tiempo
que reclamaba nuevas líneas de reflexión acerca del
tema tratado. En una línea de novedad semejante a
la de Maestro, aunque con pretensiones muy distintas,
Antonio Mendoza Fillola (Universidad de Bar-
Página 72 Octubre-Diciembre 2009
celona) se enfrentó a la cuestión de la construcción
del canon a partir de un interesante análisis sobre la
realidad intertextual del mismo. Tras ellas, y como
colofón, el inspirador trabajo acerca de la relación
entre canon y medios de comunicación de masas de
Joaquín M.ª Aguirre (UCM y Director de la revista
Espéculo) sirvió como magnífica recapitulación a
todo lo tratado.
A estas conferencias, hemos de añadir una serie
de apasionantes mesas redondas que nos permitieron
llevar a cabo sugerentes recorridos por el panorama
canónico de la literatura española. Así, pudimos
indagar en nuestro actual canon poético, de la mano
de por Jaime Siles, Luis Alberto de Cuenca y Victoria
Reyzábal; en nuestro canon teatral, a partir de las
palabras de Jorge Urrutia, Helena Pimenta, e Ignacio
del Moral o en el narrativo, mediante las acertadas
reflexiones de Antonio Rey Hazas, Juan Bonilla, Clara
Sánchez y Antonio Jiménez Morato.
Y como cierre, una última mesa redonda en la
que se planteo un intenso debate acerca de la relación
entre Canon y competencia lectora en Educación
Secundaria en las palabras de Pilar G. ª Carcedo,
Fernando Bringas, Francisco Alonso Blázquez
y Jesús Ravelo. Todo lo dicho, no sólo nos permitió
obtener una completa revisión de la realidad canónica
en sus diversas facetas, sino que también nos
abrió nuevos caminos de indagación y profundización
enormemente inspiradores, que, además, se vieron
completados por las numerosas comunicaciones
que se presentaron, todas ellas de una gran calidad y
llenas de propuestas útiles para el aula.
Hemos de señalar también que junto a estas
ponencias y las comunicaciones, el simposio contó
con una serie de actividades complementarias que
se organizaron con la colaboración de importantes
instituciones culturales. La visita a los fondos de la
Biblioteca Nacional permitió contemplar algunas joyas
bibliográficas de difícil acceso, el recorrido por
la Residencia de Estudiantes posibilitó a los participantes
acercarse de otro modo a esta institución en
la que tantas voces literarias todavía resuenan y, por
último, la visita a los entresijos del Centro Dramático
Nacional nos mostró esa realidad que se esconde
detrás una representación teatral y a la que no tenemos
normalmente acceso; todo esto se completó,
además, con diferentes rutas por los rincones más
literarios de Madrid, con el fin de que, sobre todo,

los numerosos socios de otros provincias pudieran
conocer muchos de esos lugares capitalinos que esconden
todavía los ecos y presencias de algunos de
nuestros más insignes literatos. Finalmente, queremos
reseñar la entrañable visita a Aranjuez, donde
conocimos, eso sí, bajo un sol de justicia, más en
profundidad esta real y hermosa villa madrileña.
Organizar un evento de estas características es una
tarea complicada, en la que intervienen muchos factores
y en la que se dan cita muchos puntos de vista y consideraciones
de diversa índole; una tarea que reclama
la implicación entusiasta de muchos, así como su participación
generosa, pues únicamente de ese modo un
barco como éste puede llegar a buen puerto. Por ello,
además de recordar a mis compañeros de la Junta de la
APE “Francisco de Quevedo”, y agradecerles el magnífico
trabajo desempeñado, quisiera reconocer también
la colaboración prestada por el IES “Cervantes”, sobre
todo en las figuras de Juan Carlos Menéndez, Jefe del Departamento
de Lengua y Literatura, y Pilar Gil, profesora
del centro, cuya contribución y apoyo a lo largo del desarrollo
del simposio han sido de enorme ayuda.
Esperamos que en un plazo no muy largo de
tiempo podamos tener publicadas las actas del curso,
no sólo porque ese ha sido nuestro compromiso
con los asistentes, sino también porque entre los
trabajos presentados existen muchos de calidad, los
cuales, a buen seguro, serán de indudable interés y
utilidad para todos aquellos profesores de Lengua y
Literatura que se acerquen a sus páginas.
No quisiera, por último, dejar de agradecer a
los miembros de la anterior Junta de la FASPE, que
como sabemos han dejado el cargo, pero que estaban
en activo durante la realización del curso, Ángel
Gómez Moreno y a Francisco Crosas, su dedicación
y el buen trabajo realizado, y de reiterar, como no
puede ser de otro modo, a la nueva Junta nuestra
más estrecha colaboración. n
CAnAriAs
so C i e dA d CA n A r i A
“eLio An t o n i o d e nebrijA”
iii enCUenTro Y mUeSTrA
De exPerienCiAS De AnimACión
LeCTorA Y BiBLioTeCAS
9,10, 11 y 12 de octubre de 2009
Sociedad Canaria “Elio Antonio de Nebrija”
La ha organizado el terCer enC u e n t r o d e L CLu b
in t e r n a C i o n aL d e Jóvenes LeCtores-es C r i t o r e s y la
te r C e r a mu e s t r a d e exPerienCias d e animaCión Le C t o r a
y bibLioteCas con el siguiente programa:
NOTICIAS DE LA ASOCIACIÓN
9 de octubre
n Presentación de la “Exposición de obras del Club
Internacional de Jóvenes Lectores y Escritores y Muestra
de Experiencias de Animación Lectora y Bibliotecas”.
Emanuela Popescu (Rumanía), Simonetta Sadolfo (Italia),
Zdislaw Kluset (Polonia), Valda Tsr. (Reino Unido),
Celia Pereira (Portugal), Snaige Raguckiene (Lituania).
Rosica Cenova (Bulgaria), Sophia Athanasiadou (Grecia)
Jan Stigaard (Dinamarca). Jesús Luis-Ravelo González
(Coordinador Europeo). SOCAEAN.
n “Aprender a ser mas feliz a través de la lectura”.
Gemma Lienas. n “La ilustración como elemento
enriquecedor en la creación literaria” Rafael Vivas
Bilbao. n “La Biblioteca escolar y las familias”.
Virginia González. n “Proyecto de lectura: LEAMOS”.
José Damián Hernández. n “Plan de lectura del CEP de
Illescas”. Soledad López González. n “España de la A a
la Z”. Mª Asunción Fueyo Fernández. n “Como amar la
poesía”. Elena Armas. n “La fantasía como recurso en
un plan de lectura”. Teresa Doncel.
10 de octubre
n Programa Lectura y Bibliotecas de la Consejería de
Educación del Gobierno de Canarias. Amparo Vera
Machín. n “El arte de escribir”: Prudencio Herrera
Piquera. n Presentación de los Premios Nacionales
2008 de Buenas Prácticas Bibliotecarias.
n “La Adquisición de las competencias básicas desde
la educación literaria en la ESO” Fernando Bringas
Peña. n Coloquio con JORDI SIERRA I FABRA. n
“BIBLIO-ZONA: un proyecto de animación a la
lectura a través del juego, la competición y el fair
play”. Plácido Checa Fajardo. n “El valor de la lectura
y la lectura en valores”. Guillermo Vallejo. n “La vuelta
a Toledo en 80 leyendas”. Reyes Santiago Ostos. n
“Una experiencia lectora en secundaria”. Juan Manuel
Villanueva. n “Leyendo en el centro”. Ángeles Barreto
Hernández. n “Recorremos el Continente Africano a
través de los libros. Mª Luisa Santana.
11 y 12 de octubre
n Recorrido guiado por el patrimonio natural de La
Palma Declarada por la UNESCO en 2002, Reserva
de la Biosfera.
n Representación teatral “Dª Rosita la soltera” de
F.G. Lorca. Grupo teatral de la Escuela de Actores de S/
C. de La Palma.
n Acto de clausura y entrega de premios.
hg
Os recordamos que la web de la
FASPE se renueva de manera
constante. visítanos en
WWW.FASPE.Org
Octubre-Diciembre 2009 Página 73

Conocí personalmente a Francisco Ayala el 24
de enero de 1977. En esa ocasión, Ayala –cabeza
cana, jersey oscuro de cuello alto bajo chaqueta gris-
está sentado con un grupo de granadinos, entre ellos
don Emilio Orozco, mi antiguo profesor de Literatura
en la Universidad, en un extremo del salón de
actos de la Fundación del Banco de Granada, donde
aquel iba a pronunciar una conferencia. Conferencia
que no llegó a celebrarse porque momentos antes
las autoridades civiles o militares la prohibieron
ante los sucesos que aquel mismo día habían tenido
lugar en Madrid, donde unos desconocidos habían
penetrado en un despacho de abogados laboralistas
y habían matado a cinco de ellos y herido a algunos
más. Todo era confusión y rumores. Escondiendo mi
timidez entre un grupo de audaces, me acerqué a
saludarlo y lo que estaba en el ambiente no tardó en
centrar la conversación: -“Don Francisco, dicen que
en Madrid el Gobierno va a sacar los tanques a la calle…”
El habla calma y sensata se impuso por encima
de nuestras inquietudes: “¿Y contra quien los piensan
dirigir?” La situación se deshizo en risa. Muerto
ya el Dictador y con un régimen en retroceso, ya sí,
podíamos optar por la risa.
AMIGOS Y MAESTROS
Algunos momentos con Francisco Ayala
beniCiA reyes. gr A n A d A.
Recién muerto el escritor, son muchos los que se apresuran a reavivar recuerdos personales
y a dar a conocer anécdotas y situaciones que compartieron con él. Una manera,
al fin y al cabo, de manifestar el pesar que se siente, de expresar el duelo con que
los vivos despiden a sus muertos. Pues bien, yo también quiero unirme a ese duelo trayendo
a colación algunas de las veces, a mi parecer las más significativas, en que tuve la oportunidad
de relacionarme con él.
Página 74 Octubre-Diciembre 2009
Foto: Krum Krumov /
Fundación Francisco
Ayala.
Retrato de Francisco Ayala
a los 101 años de edad,
tomado en Granada, durante
la inauguración de
la Fundación que lleva su
nombre, el 19 de marzo
de 2007.
La segunda vez fue con cita previa en Madrid,
donde parecía haberse instalado definitivamente tras
su vuelta del exilio. Yo había extraído de los entonces
inexpugnables archivos del instituto Padre Suárez
del que era profesora su expediente escolar y,
con este como base, preparaba un trabajo acerca de
su vida y su obra, para cuya publicación, según me
dijeron, precisaba una autorización personal del interesado.
Tiempo después reconocí a Carolyn Richmond,
su segunda esposa, en la mujer que me abrió
la puerta del apartamento de Marqués de Cubas y
que, tras conducirme ante Ayala, se retiró al interior
de la casa. Posteriormente he vuelto a ver, en entrevistas
y reportajes que se le han hecho para TV, ese
mismo salón algo más lleno de muebles –alguna mesita,
quizás una estantería– aunque no mucho más.
La escueta simplificación de entonces me predispuso
favorablemente. No vi en ello la austeridad ni la provisionalidad
del acomodo, sino la sabia disposición
de quien la necesidad de los cambios de domicilio ha
enseñado a prescindir de lo superfluo para quedarse
con lo esencial. Recuerdo que en la conversación,
larga y gustosa, salió a relucir José Ramón Marra,
amigo común, el primero de nuestros ensayista lite-

arios en ocuparse de los escritores españoles en el
exilio 1 , y que acuñó para Ayala la frase que mejor lo
ha definido: “una conciencia lúcida”.
De la tercera ocasión a que me voy a referir guardo
un penoso recuerdo. De nuevo Francisco Ayala
había venido a Granada para dar una conferencia en
la Madraza cuyo tema era “¿Para quién escribimos
nosotros?”, bastante ajustada a un texto previo ya
publicado anteriormente. Finalizada la conferencia,
que pronunció de pie como era costumbre en él,
varias personas se acercaron al estrado rodeándole
para pedirle la dedicatoria de un libro o saludarlo.
Yo también me acerqué a la mesa
y, dando por descontado que me
reconocería, le dije que ya había
concluido con lo de su expediente.
Y fue la palabra “expediente”,
sin ir acompañada del especificativo
“escolar”, con todas las
connotaciones policiales y represivas
que aquel término conlleva,
lo que provocó de repente su
alarma y puso un destello airado y desafiante en su
mirada. Por su memoria debieron pasar apresuradamente
escenas de la guerra, de huidas precipitadas,
fronteras, aduana, la vida hecha y deshecha tantas
veces… Pasado un instante, apenas una milésima de
segundo, me reconoció, y su rostro se relajó amigablemente.
Pero yo lo había asustado, claro que sí,
había despertado sus miedos atávicos, y nunca me
la perdonaré.
Mucho más agradable fue aquella vez, año
1984, en que invitado por la universidad granadina
para algún acto, me puse en contacto con él para que
nos hiciera una visita al Instituto y charlara un rato
con los alumnos de COU que aquel curso tenían una
de sus novelas en los programas de Literatura. La
visita fue íntima, como él la exigió y creo que debió
disfrutarla. Contempló la gran escalinata de mármol
que él no pudo ver terminada cuando estudiaba allí,
y buscó la ubicación de la “sala de señoritas”, donde
las escasas alumnas de entonces pasaban a solas los
recreos, con gran curiosidad y espionaje por parte de
los chicos, y ahora ya, naturalmente, convertida en
un aula más. Ante una copia de su, para mí, famoso
expediente, y las actas de curso correspondientes a
su promoción, las observaciones divertidas de Carolyn:
“Mira, Paco, el compañero que tenía una hermana
que te gustaba a ti”. “¿No es ese el profesor que
te tenía manía?”.
Salvo una segunda visita diez años más tarde al
Instituto, esta vez oficial, por la celebración de los
150 años de la fundación del Centro, la última vez
AMIGOS Y MAESTROS
Algunos momentos con Francisco Ayala
Creo sinceramente que
Francisco Ayala nos ha
abierto muchos caminos,
hasta este último de
vivir grata y dignamente
el paso del tiempo.
1 J.R.Marra López, Narrativa española fuera de España, Ediciones Guadarrama, Madrid 1963.
que lo vi en persona fue en marzo de 2006. Se celebraba
en esa fecha los cien años en la vida de Francisco
Ayala y algunos de los más importantes fastos
tuvieron lugar en nuestra ciudad. El más multitudinario
en el teatro Isabel la Católica con presencia
de autoridades civiles y académicas y lleno total de
público. Me acerqué a saludarlo al palco que ocupaba
entre amigos y familiares, su hija Nina lo acompañaba
también. Bastante más envejecido, su mirada
acuosa, aunque viva aún, me transmitió cierto desvalimiento.
Pensé que debía sentirse extraño por la
edad a todo aquel cónclave en el que él oficiaba como
hermano mayor. Probablemente
nuestros hijos y, con más seguridad,
nuestros nietos, verán
como un hecho común cumplir
cien años, pero hoy aún es
una rareza. ¿Echaría de menos a
sus coetáneos, todos bajo tierra
desde hace tiempo? ¿Se sentiría
traidor a ellos por haberlos
sobrevivido?. No estoy segura
de si me reconoció entre tantos saludos, aunque su
exquisita amabilidad se apresurara a afirmar que sí,
que cómo no.
Lo he seguido siempre a través de prensa o televisión,
donde lo vimos bajo una lluvia torrencial
acudir como invitado a la boda del príncipe Felipe.
Parece ser que asistía con regularidad a las sesiones
de la Academia, y que disfrutó hasta el final de la
compañía de los amigos. Creo sinceramente que
Francisco Ayala nos ha abierto muchos caminos,
hasta este último de vivir grata y dignamente el paso
del tiempo. n
Cartel del centenario
de Francisco Ayala.
El escritor en su
siglo.
Juan Vida
Fundación Francisco
Ayala.
Octubre-Diciembre 2009 Página 75

EviStA
54
lEnguA y litErAturA ESPAñOlAS
Cálamo
FASPE
“Nacido en El Cairo,
su familia se trasladó a
Liverpool y posteriormente
a las islas del
Canal. Formado en la
universidad de Oxford,
pronto le atrajo la literatura
española medieval,
en especial el Cantar de
Mio Cid, el Libro de buen amor y La Celestina [...]
Deyermond impartió su docencia en el Westfield
College de Londres desde 1955, fusionado en 1990
con el Queen Mary College, hasta su jubilación en
1997. En la Universidad de Londres fue lector en
1958, reader en 1966 y catedrático en 1969. Ha escrito
veinticuatro libros —doce como autor y doce
como editor— y más de ciento cincuenta artículos
científicos. En su primer libro, un estudio sobre las
fuentes petrasquescas de la Celestina, The Petrarchan
Sources of “La Celestina” (Londres, Oxford
University Press, 1961, reed. revisada, 1975), demostraba
que el Índice temático de las Opera de
Francesco Petrarca había servido de florilegio a Rojas
y que este no se tomaba la molestia de averiguar
si las sentencias anotadas coincidían con el texto.
Lo que no quiere decir que a veces Rojas no consultara
directamente determinadas obras del italiano,
y desde luego el De remediis utriusque fortunae que
tanto le impresionó”. (Wikipedia, 26.X.09)
El pasado 19 de septiembre nos dejó el bienamado
Alan Deyermond, a quien tuve el privilegio
-como tantos otros, pues era hombre muy sociable-
de tratar desde el año 1989, cuando lo conocí en
Salamanca, en un congreso de la Asociación Hispá-
In memoriam
Alan D. Deyermond
(El Cairo, 1932 - Londres, 2009),
amigo y maestro
Francisco Crosas
Facultad de Humanidades de Toledo
APE Garcilaso de la Vega
nica de Literatura Medieval. Como desde entonces
he procurado asistir a esa cita bianual de los hispanomedievalistas
(término que él acuñó), he podido
tratarlo y disfrutar de su perspicacia intelectual y
también de su sentido del humor.
Hace unos años, cuando impartía clases en la
Universidad de Navarra, tuve el honor de participar
con él en un coloquio y de ser su anfitrión en Pamplona.
A mí, uno de sus lectores jóvenes (quién no
se acuerda de “el déyermon” para la asignatura de
Medieval, en Ariel), me trató siempre con una benignidad
y una deferencia que me sonrojaban.
Su magisterio ha sido múltiple: autor de numerosos
trabajos, ha compaginado la investigación con
una cuidadosa docencia, así como con la promoción
de investigadores jóvenes. Son muchos los que a
los largo de las últimas décadas se han formado en
el Westfield College a su vera. En la única ocasión
que participé en uno de los coloquios anuales del
Westfield lo recuerdo tomando leche de soja con el
té (era un severo vegetariano) y acompañado de su
caniche gigante Tom.
En Valladolid lo esperábamos hace unas semanas.
Suspendió su viaje (tenía ponencia prevista)
por motivos de salud y al concluir la actividad
supimos de su fallecimiento. He rezado
apesadumbrado y agradecido al mismo tiempo.
Su memoria continúa, sus libros permanecen
(sigo recomendando a los alumnos el execelente
opúsculo cidiano de 1987), pero, sobre todo, él,
seguro ya de si el Cid fue escrito o no por Per
Abbat, contempla sonriente nuestros desvelos
por una coma, un verso hipermétrico o un anglicismo
respondón. n
OCtuBrE-DiCiEMBrE 2009