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Angeles Muñiz<br />
“ Confiando en la Providencia de Dios compartimos los bienes<br />
materiales con actitud de gratuidad y desprendimiento” (Const. Art.130)<br />
“ Redescubrir las raíces evangélicas y teológicas de nuestra opción<br />
por los pobres” (Dir. Art.129 b)<br />
“Penetraos bien de que si llegare a faltaros el espíritu de pobreza,<br />
faltará el espíritu de Jesús y Teresa a su Compañía” (EO.II p. 58)<br />
Releo y me dejo sentir por el Señor y escucho:<br />
Vivir “dependiente” sólo del amor PROVI<strong>DE</strong>NTE <strong>DE</strong> DIOS es un<br />
don. A pesar de haber experimentado muchas veces su acción providente,<br />
admirarme por ello, agradecerlo, compartirlo incluso con mucha alegría y<br />
convicción con otros, siento que estoy muy lejos de ese “compartir con<br />
actitud de gratuidad y desprendimiento.<br />
Llego a compartir hasta rozar el límite de la seguridad; compartir<br />
hasta quedarme pendiente sólo del amor providente de Dios, no es “mi modo<br />
de vida”. ¡Qué pena! Con ello pierdo la posibilidad de experimentarme como<br />
ser auténticamente libre y amada tiernamente por el Dios Providente. “como<br />
las aves del cielo, los lirios del campo….”<br />
¿Cuáles y cuántos son los bienes personales, comunitarios, de<br />
familia religiosa que poseemos? Sería importante ponerles nombre, hacer un<br />
elenco.<br />
¿Están ahí o compartimos?, ¿hasta dónde compartimos?<br />
¿Cómo lograr evangélica y proféticamente compartir?. Necesitamos<br />
el don de la creatividad y espíritu de radicalidad evangélica que convierta a la<br />
Compañía en Profeta y llamado al seguimiento de Jesús.<br />
“Pensar, sentir, amar…como Jesús”<br />
- “El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza”<br />
- “Tomad y comed…este es mi cuerpo”… soy yo.<br />
- “ No digo ni hago nada que no haya escuchado de mi Padre”<br />
La identificación con Jesús es un rasgo propio y maravilloso de<br />
nuestra identidad. Vivirnos desde ella en verdad, sí o sí, nos pone en el<br />
pobre, el vulnerable, el olvidado, el que no cuenta Es donde<br />
preferencialmente estuvo Jesús.<br />
No podemos vivir una auténtica vida entre, para, desde los pobres<br />
sin esta identificación existencial, cotidiana con Jesús. Viviremos disociadas,<br />
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