1 - Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos ...

Soy demasiado
joven
Hoy, sólo hoy… Soy triunfador
Hola soy un alcohólico drogadicto, enfermo emocional
en proceso de recuperación; ¿Saben? La mayor parte
de mi vida la he llevado a cabo bajo los efectos de alcohol
y droga.
Yo era un ingobernable, por ello me encuentro recluido
en el centro penitenciario; siempre viví con una
imagen del yo superior, el que todo lo podía, el que
nada pedía; pero todo era falsedad, pues por la mínima
situación que me molestara me refugiaba en los
vicios, en los cuales comencé desde temprana edad,
y tomaron más fuerza con la pérdida de mis padres,
a los 13 años de edad.
Después tuve más pérdidas como mi trabajo de soldador,
mi pareja y lo más importante, la pérdida de mi fe
y las ganas de vivir, al grado de andar mendingando en
las calles, pidiendo limosna o recolectando fruta podrida
para subsistir.
Las calles eran mi palacio, la botella y la droga mis reinas;
nunca quise darme cuenta que era solo una basura,
agua de caño estancada, sólo causando asco, miseria,
vergüenza y problemas; era como un maldito virus
que infectaba todo lo que tocaba. Pero gracias al “Jefe”
el día 16 de abril del 2007 sentí la curiosidad de asistir
al grupo Milenio; señores, era mi tiempo, el mensaje me
esperaba, el jefe me daba una nueva oportunidad pues
soy muy joven para caminar por el camino del alcoholismo.
Desgraciadamente ya lo había caminado pero
nunca es tarde para volver a empezar; un viejo amigo
me dio un buen consejo y me dijo que triunfador no es
el que gana y ya, triunfador es el que día con día lucha
por seguir adelante y no se estanca.
El día de hoy tengo otra forma de pensar, ya le hallo
sentido a la vida, he dejado atrás todos mis rencores,
toda esa ira y valentía que sólo con el alcohol brotaban
de mí para dañar a todo el mundo, y en especial, a la
poca familia que me queda. Hasta la fecha milito en el
grupo milenio, el cual me vio nacer y en el cual pienso
permanecer, ya que estoy en el servicio de tesorero, ya
que antes no servía para nada.
Aunque aún me encuentro preso físicamente, soy libre
espiritual y emocionalmente, pues me han enseñado a
calmar mis emociones y superarlas; pero sobre todo,
me han enseñado a aceptarme tal cual soy.
Sólo me resta darle las gracias al Dios y a todos los A.A
que más que mi grupo son mi familia…. Gracias por su
tolerancia y comprensión. Hoy, sólo hoy… Soy triunfador.
Boletín “Desde Adentro”