07.05.2013 Views

ESTUDIO DE CASO Anita Underwood

ESTUDIO DE CASO Anita Underwood

ESTUDIO DE CASO Anita Underwood

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>ESTUDIO</strong> <strong>DE</strong> <strong>CASO</strong><br />

<strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong><br />

Santrock: <strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong> Caso © McGraw−Hill, Inc.,<br />

Educational Psychology<br />

Escrito por Mary Endorf. Colegio Augsburg<br />

Hace una semana, con el debido cuidado envié unas<br />

cartas, dirigidas a alumnos que desconocía, anunciándoles<br />

que sería su maestra de tercer grado en el nuevo ciclo escolar. La mayoría de los<br />

nombres de los niños no los conocía a causa de que se rolaban entre los maestros<br />

las seis clases de los terceros grados en la escuela primaria Roosevelt en<br />

Littleton. Ahora, al saber que vería la cara de los niños en mi clase, surgieron en<br />

mí emociones que recorrieron todo mi cuerpo: ansiedad por empezar a trabajar<br />

juntos otra vez, y tristeza porque este año no tendría el grupo anterior que tanto<br />

adoraba. También estaba llena de esperanzas de que nos convirtiéramos en una<br />

familia, en una comunidad de estudiantes bondadosos y compartidos hasta<br />

terminar el año. Miré alrededor del salón una vez más, estaba tapizado con<br />

carteles de brillantes colores, eran trabajos de los niños. A pesar de que tenía 22<br />

años como maestra y era el octavo año que impartía el tercer grado en Littleton,<br />

me sentía nerviosa ante este nuevo año escolar.<br />

Eran las 8:40 a.m., tiempo de empezar. No sonaba<br />

la campana, pero un suave rumor se empezó a escuchar<br />

en los pasillos llenos de niños, y creció hasta<br />

convertirse en un alboroto. Me levanté y me acerqué a<br />

la puerta del salón, en seguida, Timmy Elliot se<br />

levantó, con su carta postal en la mano, y se<br />

presentó.<br />

“Soy Timmy ”, dijo.<br />

“ Soy la señorita <strong>Underwood</strong>, contesté. Bienvenido<br />

al salón 311, escoge un pupitre. Coloca tu almuerzo en<br />

aquel lado, elige un casillero para que guardes tus<br />

libros y cuadernos, y entonces revisa el salón. Estoy<br />

complacida de que estés aquí, Timmy. Él me miraba con


Santrock: <strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong> Caso © McGraw−Hill, Inc.,<br />

Educational Psychology<br />

una sonrisa nerviosa y algo de aprensión en su rostro.<br />

Salude a 26 niños más y tranquilice a los padres<br />

que los acompañaban. Algunos de ellos tenían<br />

curiosidad de cómo veían los niños al maestro.<br />

Otros venían a decir “hola ”, o me hacían saber<br />

que estaban interesados en la educación de sus hijos.<br />

Entendí que era un acto de confiarme a sus hijos.<br />

Esperaba cumplir con esa responsabilidad.<br />

Sabía que el primer día de clases era muy<br />

especial; uno puede empezar a fomentar la confianza o<br />

causar temor y ansiedad. Me pareció que los niños se<br />

sentirían mejor si les confiaba que yo también alguna<br />

vez estuve en tercer grado. Así, empecé con una<br />

historia personal de mi experiencia en tercer grado y<br />

les mostré una foto mía a esa edad y también fotos de<br />

mi familia, y continué con más recuerdos de esa época<br />

de mi vida. Mientras ellos me conocían, yo hacia lo<br />

mismo.<br />

“ Mi nombre es <strong>Anita</strong>, ”, les dije. Eso les ayudaba<br />

a saber de mí. Hice algunas cuentas rápidas tan pronto<br />

como me presente y escuché sus nombres.<br />

Observe que había 13 niñas y 14 niños de color,<br />

cinco asiático-americanos, siete afroamericanos y dos<br />

latinos. Es difícil conocer el nivel socioeconómico de<br />

los estudiantes en el primer día de clases. Todos son<br />

limpios y presentables como los azulejos de la<br />

entrada. Todos sus útiles son nuevos. La escuela<br />

Roosevelt tiene estudiantes de elegantes mansiones<br />

históricas en la avenida Summit y enfrente la Avenida<br />

Selby está cubierta de graffiti. Éstos son los<br />

extremos. El resto de los niños vienen del lado<br />

izquierdo, familias de clase media en la comunidad. Sé


Santrock: <strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong> Caso © McGraw−Hill, Inc.,<br />

Educational Psychology<br />

que las estadísticas muestran que hay muchos padres<br />

solteros que reciben niños aquí en apoyo a familias<br />

que han emigrado de todo el mundo.<br />

Lo que hace maravilloso el primer día de clase es<br />

que sólo un día al año los niños se sienten igual.<br />

Todavía no se cuáles estrellas estaban brillando,<br />

cuáles empiezan a brillar y cuáles ya no han de<br />

brillar.<br />

En el primer día todos se encuentran al mismo<br />

nivel para emprender su camino. Planeó hacer la primer<br />

observación a sus necesidades de aprender.<br />

Continuamos con las ocupaciones de conocernos y de<br />

crear un ambiente de confortabilidad. Susan preguntó<br />

por qué no había dado los libros todavía. Ésta fue una<br />

gran pregunta; me dio oportunidad para describir la<br />

filosofía que guiaría nuestro aprendizaje este año.<br />

“ Esto se basará en clases de literatura. Eso<br />

significa que haremos nuestro aprendizaje con libros<br />

de texto. Leeremos una variedad de literatura durante<br />

el año, de acción, sin acción, poesía, revistas y<br />

algunos materiales que tú escogerás. Tendrás mucho de<br />

donde escoger para tu aprendizaje. ”<br />

Susan sonrió ligeramente. “Suena bien. ¿Es<br />

legal? ” “Eso espero” , contesté. Eso fue una<br />

graciosada, el resto jugueteó y empezó a retorcerse en<br />

sus lugares con impaciencia.<br />

Hable de filosofía para introducir una historia<br />

llamada “ Nunca escupas tus zapatos” , leímos y reímos<br />

con la historia; me detenía en diferentes puntos de la<br />

lectura para observar sus reacciones. Todos sonreían<br />

cuando la historia término, sentí que había sido un<br />

buen inicio.


Santrock: <strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong> Caso © McGraw−Hill, Inc.,<br />

Educational Psychology<br />

Tomamos un refrigerio y entonces pase a las<br />

tarjetas: “Por favor, escribe tres preguntas que te<br />

gustaría hacerme, puedes preguntar todo lo que te<br />

interese y responderé a las preguntas honestamente.<br />

Deletrea las palabras que conozcas correctamente y<br />

encierra en un círculo las que desconozcas. Asegúrate<br />

de poner tu nombre en la esquina de la parte superior<br />

derecha de la tarjeta. ”<br />

Al observar las tarjetas, me decían muchas cosas<br />

de mis nuevas clases. Inmediatamente observé que<br />

evidentemente tenían una enorme gama de habilidades.<br />

Algunos estudiantes escribían las palabras que<br />

conocían y no encerraron en círculo ninguna.<br />

Billy, Joseph, Shamika, Timmy y Ana escribieron<br />

complicadas oraciones con pocas palabras cerradas en<br />

círculo. Tony me dijo que no podía pensar en algo para<br />

preguntar.<br />

La escritura fue como una variedad de habilidades.<br />

Algunos niños aun estaban esforzándose en escribir<br />

letras de molde, otros optaron por cursivas. Un<br />

estudiante, Barry, ignoró la actividad mientras<br />

trabajaba silenciosamente en un dibujo que había<br />

empezado tan pronto se sentó. Ignoró la petición que<br />

hacía a todos. Les dije a los estudiantes que<br />

contestaría las preguntas de las tarjetas después del<br />

desayuno y pasamos a otra actividad.<br />

Les di instrucciones en forma oral y escrita, una de ellas venía en la página<br />

ocho del libro que estaba titulado The book. Este objetivo permitiría a los niños<br />

demostrar muchas de sus habilidades: su escritura, sus motricidades finas, su<br />

interpretación artística, sus habilidades para entender una tarea y seguir<br />

direcciones, su sentido del orden. Cada estudiante empezó a crear un folleto<br />

doblado en un papel con un dibujo en una lámina grande.


Santrock: <strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong> Caso © McGraw−Hill, Inc.,<br />

Educational Psychology<br />

Unos cuantos habían podido cumplir con las instrucciones que se les pidió,<br />

pero la mayoría necesitaba ayuda. Varios requirieron explicación, preguntaban a<br />

cada paso “¿Está bien?”<br />

Con el folleto completo, enlisté con títulos cada página y anoté la<br />

información en el pizarrón. Se quedaron callados y se sentaron a trabajar. De<br />

pronto surgieron dudas, ya que debían tomar sus propias decisiones: “¿Debo<br />

escribir algo primero?”<br />

“¿Quieres que ponga un dibujo al frente?”<br />

“¿Qué pasa si no puedo dibujar a mi mamá?”<br />

“¿Qué debo hacer primero, escribir o dibujar?”<br />

“¿Nunca he visto a mi papá, pero sé que tengo uno?”<br />

“¿Debería ponerlo también?”<br />

“Estos son sus libros, y me gustaría que decidieran qué es importante para<br />

ustedes, sorpréndanme”, les dije.<br />

Otra vez guardaron silencio y empezaron a trabajar con sus crayones y<br />

lápices; sus mentes se ocuparon en crear piezas maestras que seguramente me<br />

complacerían.<br />

Pasee por el salón observándolos y Mai Lin, Xiang y Leah no habían<br />

empezado. Barry estaba poniendo abundantes detalles en su nombre. Tomas aún<br />

estaba pensando sobre qué era lo que quería hacer. Eddie estaba disfrutando el<br />

momento dibujando garabatos en la ropa de Cris. Susan murmuró algo acerca de<br />

que odiaba dibujar y continuó escribiendo. Anna hizo muchos dibujos de su


Santrock: <strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong> Caso © McGraw−Hill, Inc.,<br />

Educational Psychology<br />

familia y había escrito varios enunciados describiéndolos. Drew aún estaba<br />

leyendo el libro “How thing work”, que encontró al inicio del día y no escuchó<br />

una palabra sobre la tarea solicitada. Jimmy estaba haciendo la tarea en forma de<br />

preguntas, pero en escala microscópica, y Elliot no había empezado tampoco.<br />

Jalé mi manga y le pregunté “¿Te gusta el uniforme nuevo que papi me<br />

compró?” Los niños al día siguiente terminarían sus libros y cada quien haría su<br />

parte. Algunos leerían confesiones fuertes; otros me darían sus lecturas; otros<br />

tendrían sólo la parte de dibujos porque todavía no aprendían a leer y no podían<br />

escribir. Guardaron sus libros en sus portafolios.<br />

Dejamos limpio para iniciar el desayuno. Otra vez observé que los<br />

estudiantes se habían entusiasmado con esta actividad. Algunos tan pronto como<br />

les dije que concluyeran para iniciar el refrigerio, habían escrito media palabra,<br />

medio enunciado y medio dibujo. Otros se quejaron, no estaban dispuestos a<br />

suspender su trabajo, sin embargo guardaron ordenadamente sus papeles y<br />

colocaron sus materiales en sus pupitres.<br />

Recomendé a los estudiantes que tuvieran cuidado<br />

con sus lápices y crayones ya que ellos eran los<br />

responsables de sus propios materiales. Algunos<br />

estudiantes ignoraron esta orden, los crayones y<br />

lápices se habían perdido donde los tiraron.<br />

Se fue rápida la tarde del primer día. Los niños<br />

regresaron de la comida y de haber jugado en el patio<br />

con bastante energía, así que hicimos una actividad,<br />

“ Conocer y Saludar ”, que nos ayudaría a recordar los<br />

nombres de cada uno. Cuando todos estaban sentados,<br />

empecé a contestar las preguntas de sus tarjetas.<br />

Durante el desayuno había revisado las preguntas,<br />

éstas eran acerca de la escuela, sobre mi vida<br />

personal y preguntas en general. Contesté las<br />

preguntas sobre la escuela primero y luego otras que<br />

habían formulado. Al final respondí las preguntas<br />

personales. Pregunté a los estudiantes si les gustaría<br />

dar información de ellos mismos. Hablamos sobre sus


Santrock: <strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong> Caso © McGraw−Hill, Inc.,<br />

Educational Psychology<br />

animales, hermanos y hermanas, comida favorita y<br />

programas de televisión, experiencias en vacaciones.<br />

Finalmente contesté más preguntas generales,<br />

explicando que algunas de las respuestas a esas<br />

preguntas estaban sujetas a la ciencia, estudios<br />

sociales o lecciones de lectura. Hablamos sobre cómo<br />

obtener información, descubrir nuevas ideas, compartir<br />

nuestras<br />

personas.<br />

dudas, y escuchar opiniones de otras<br />

Nuestro primer día terminó con una actividad que<br />

era un juego de matemáticas. Los niños habían estado<br />

conmigo cinco horas, empezaba a observar y a notar,<br />

formalmente e informalmente, sus interacciones<br />

sociales y habilidades del lenguaje. Yo quería saber<br />

cómo usaban los números, cómo resolvían los problemas<br />

matemáticos. En sentido figurado, les dije: una de las<br />

actividades del curso para este año será un viaje<br />

alrededor del mundo. Lo cruzaremos en globo, empezando<br />

en Littleton y regresaremos a casa en junio. Leeremos,<br />

escribiremos sobre ciencia, estudios sociales y<br />

actividades matemáticas como parte de nuestros viajes.<br />

Presenté este proyecto junto a un mapa extenso del<br />

mundo, y pregunté a los estudiantes a dónde querrían<br />

ir. Mencionaron muchos lugares, mediante una votación<br />

elegimos los más populares. Entonces, los estudiantes<br />

calcularon distancias entre diferentes lugares. Había<br />

preparado una lámina que indicaba los miles de lugares<br />

populares que han promovido a Littleton en el pasado.<br />

Viajes guiados que incluían alguna información que<br />

podían necesitar los turistas para aprovechar mejor su<br />

visita.<br />

La discusión había sido animosa y noté que todos<br />

los estudiantes se unieron, excepto Elliot y Barry.<br />

Drew se había concentrado en cómo trabajar cosas para<br />

convertirse en un participante activo y él


Santrock: <strong>Anita</strong> <strong>Underwood</strong> Caso © McGraw−Hill, Inc.,<br />

Educational Psychology<br />

inmediatamente fue a trabajar en los problemas que le<br />

había asignado. Pronto identifiqué a algunos<br />

estudiantes que parecía no podían empezar sin apoyo y<br />

ayuda mientras otros afanosamente brincaban ansiosos<br />

para hacer la tarea que les había solicitado. Faltando<br />

15 minutos para la despedida, recogí los papeles y<br />

todos formamos un círculo para hablar sobre su primer<br />

día.<br />

Todos los que querían hablar decían algo positivo<br />

de lo que había sucedido durante el día. Empecé<br />

diciéndoles que había sido un buen día para mí porque<br />

había aprendido muchos de sus nombres y los había<br />

escuchado reír muchas veces. Muchos estudiantes se<br />

ofrecieron a compartir sus observaciones para conocer<br />

nuevos amigos y entenderse. Otros hablaron acerca de<br />

diferentes actividades de clase, desayuno en el patio<br />

de juegos, los libros y revistas. Nos quedamos sin<br />

tiempo antes de dejar de hablar. Un ruido lleno los<br />

pasillos otra vez, los estudiantes recogieron sus<br />

mochilas y loncheras y se alistaron para ir a casa.<br />

Otra vez se pararon en la puerta para despedirse.<br />

Yo observaba si a alguien le faltaba algo, si<br />

olvidaban cosas, o quiénes parecía saber que hacer.<br />

Cuando salió el último estudiante, me senté en el<br />

escritorio y pensé en ellos. Después del primer día,<br />

¿qué conclusiones podía hacer? ¿Qué sabía? ¿Cómo<br />

guiaría esta información? ¿Qué haría mañana?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!