Historia 1.965 - colegio claret

BOLETÍN DE LA PROVINCIA CLARETIANA DE COLOMBIA OCCIDENTAL 1.965
VISIÓN HISTORICA DEL COLEGIO
“SAN ANTONIO CLARET”
CALI, VALLE
Una ciudad no es tan solo su presente, sino también su pasado y más aun, se diría, su porvenir. Un
Colegio, cuya vida nació, actúa y avanza al ritmo de aquélla, condicionado e influido por su
ambiente. Debe obviamente mirarse desde ese enroque triangular para saber cómo surgió, qué es
y qué promete. Al tratar de llevar a conocimiento y a fijar posiciones respecto del Colegio Claret,
de Cali, vamos a recordar el pasado, describir el presente y adelantarnos a presentir el futuro de
esa obra claretiana, testimonio de sueños y sudores de ayer, centro de actividades hoy y síntoma
de triunfos venideros, signados todos con las siglas CMF y netamente claretianos en su realidad y
nombre.
E L P A S A D 0
claretianas en persona de José Gregorio Ascarza, Francisco Martin y Fabio Ochoa. La parcela que le
reservaba el Padre de Familia era humilde y aisladaen ese entonces y asiento propicio para fatigas
y privaciones. El hoy Barrio Bretaña no era ni siquiera un barrio extremo sino campos rasos,
despoblados, mangones sin buen oficio, de afueras menos que suburbanas, sin ubicación definida,
en que se desparramaban pocas viviendas decentes, muchas miserias; pocos pobladores de alguna
categoría, muchísimos de bajo arrastre. El semi-barrio era, como cabe suponerse, rebaño arisco a
la piedad, vacío de culto y sin templo para la plegaria. Ni sólo eso, las avanzadas cordimarianas en
Cali, hubieron de residir en años en modesta e incómoda casita, sin luz ni otras instalaciones, lo
que lo que si para familias corrientes hace penosa la vida, cuanto más para la familia religiosa. Así
corrieron allí días y meses, mientras espiritualizados por sacrificio y resignación, los claretianos,
capeaban con destreza, esgrimían talentos, derrochaban elocuencia y definían el campo de acción,
campo de batalla y de cuarteles: su recia personalidad, las veteranas de un padre Ascarzal y
Martin, la juvenil de un Padre Ochoa, forzaron, por así decirlo, infalibles venideros triunfos. Su
memoria nos es grata y bendita… Si antes había ausencia de Dios y de focos sobrenaturales, de
orientación cristiana y de acción sacerdotal, de templos para el culto y de techos para el saber, al
conjuro claretiano se fue santificando el ambiente. La palabra y el ejemplo, la oración y los
consejos, la acción y la paciencia fueron ensanchando el reino de Dios y alejando las fronteras de
la indiferencia y del pecado. Con mucho de ayuda divina y mucho de fatigas humanas viéronse
surgir y alzar al paso de los años, decorosos y hasta excelentes, la casa para albergue de los
pastores y la Iglesia, redil de los creyentes.
También había ignorancia, suma ignorancia de las verdades de la fe y de las verdades de la ciencia,
lo cual constituyó desde esos días iniciales la, apostólica preocupación de nuestros hermanos de
hábito y sacerdocio, preocupación que era el primer lineamiento y palpito de vida del "Colegio San
José" y del "Colegio Claret", los dos santuarios; de la cultura, en donde la comunidad de las Siervas

del Santísimo modelan las jóvenes para ornamento de la virtud y de la sociedad los Padres
Claretianos templamos en los jóvenes para la Iglesia y la Patria, los mejores metales.
En efecto: ambos fueron grano germinal en la mente y el corazón, en el dinamismo y tenacidad
recursivos, del gran sacerdote y apóstol cordimariano, Padre Francisco Arango, quien sucedió a los
eximios Ascarza, Martin y Ochoa. Sabedores de que la instrucción es la mejor aliada de cualquier
reforma social y de que una reforma cristiana exige educación cristiana, orientaron desde un
principio sus preferencias sacerdotales hacia el campo de la enseñanza, primero de las verdades
de la fe y moral, para extenderlas más tarde a todas las del humano saber.
De los catecismos y escuelas parroquiales brotó y fue cuajando una mas ancha ambición, luego
compartida por quienes fueron desde el principio, por designio divino, colaboradores y
coparticipes de apostolado, en esta porción claretiana del sacerdocio y apostolado universal: Cali,
el Barrio Bretaña.
Porque salió el sembrador... Mas no salió solo. Las beneméritas cuanto abnegadas religiosas arriba
mencionadas fueron coadjutoras, instrumento y testigos de la siembra magnifica.
Mientras se alzaban las fábricas de Iglesia y casa para la comunidad, años de 1955 a 59, las
religiosas catequizaban entre un rimero de escombros, materiales hacinados y obstáculos, bajo
humilde ramada. La catequesis se convirtió luego en escuela parroquial, de donde se extraían mas
adelante, bajo la dirección y sello femenino religioso las primeras escuadras para el “Instituto
Claret" para niños y niñas, que a su vez, años más tarde, ya bajo edificio propio y bajo la exclusiva
dirección de las Siervas del Santísimo se haría y llamaría "Colegio San José" para niñas y señoritas,
dejando libre el local ya concluido y entregando el alumnado masculino con que iniciar funciones
el "Colegio Claret" para varones en octubre de 1959, al frente nuestra comunidad claretiana.
En efecto el 12 de octubre de 1959 se inauguraba con pompa y regocijo, tras solemne bendición
colectiva, el primer año lectivo, del Colegio Claret, plantel claretiano de educación masculina, bajo
la rectoría del entonces Superior y Párroco Francisco Arango. .
Rendir esa feliz jornada, pasando, por todas las vicisitudes de los terribles años de construcción
tan soberbia, llegar hasta el feliz momento de inaugurarla, ante la sorpresa, regocijo, aplauso y
gratitud de toda, ya una extensa y cultivada feligresía, cuanto significaba de temple y coraje y
cuanto de alegría y de orgullo para el formidable planeador y realizador de la obra, solo él mismo
mal podría expresarlo y Dios pesarlo en su balanza!
Soberbia construcción hemos dicho, porque lo que el Padre Arango entregaba ese día a su
feligresía, a la Iglesia y a la Madre Congregación, no era por cierto una modesta techumbre para la
cultura y sino un solemne santuario, todo un señor colegio, y más hubiera sido; en dimensiones,
majestad y comodidades, si la limitación de los terrenos no lo hubiesen reducido, ya que el Padre
Arango es de los que proyectan sus obras en grande y con amplia previsión del futuro.
El edificio ocupa un área de 1.500 metros cuadrados, en forma de escuadra o ele mayúscula
invertida de arriba a abajo y de izquierda sobre derecha y mirada de frente interior, el lado menor
sobre la carrera 23 y el mayor sobre la calle 3a., Adosada por ésta la Iglesia sobre el lado mayor y
hasta la altura del segundo piso. Por ambos lados de la escuadra la construcción es de cuatro
plantas. Por el lado menor que dan el antejardín y las dos grandes puertas que dan acceso hacia el
patio colegial, parte cubierto y parte no, sobre recias y majestuosas columnas que conforman,

además de patio de recreo, local de formación para clases y revistas, gimnasia, teatro con
proscenio al fondo, cuasicapilla para misa y rezos y otros de reunión comunitaria. Al lado se abren
cuatro amplios portones corredizos sobre carriles para dar acceso y amplificar la cabida de la
Iglesia…
Desde el primer sector de este patio cubierto, y dejando a la derecha de entrada, los cuartos de
Secretaria, Librería, Prefectura y Cooperativa o tienda escolar, arrancan las amplias escaleras que
llevan al segundo piso en que se tocan, a la derecha de este primer relleno, la Sala de Profesores y
la Rectoría. Del otro extremo de este vestíbulo, protegido de muros miradores hasta la altura del
pecho y adornados de hermosa jardinería, parten, hacia arriba la segunda escalera al tercer piso y
hacia el lado un pasadizo volante, tribuna y mirador hacia patio y teatro y acceso privativo hacia la
parte de la comunidad. El Segundo tramo de escalera nos sitúa en la tercera planta que, doblando
sobre el lado menor de la ele, hacia la izquierda, presenta dos salones aulas en primer término,
servicios sanitarios, salón Gabinete de Anatomía y otro salón aula, sobre la Rectoría del segundo
piso, todos de buena capacidad y con amplios ventanales cristaleras sobre la calle.
Doblando desde el ángulo sobre la derecha o lado mayor de la escalera; corre un largo pasadizo, a
ras ya del techo de la Iglesia, y a trechos de su longitud se abren las puertas de los tres salones
para primero, segundo y tercero de primaria y de un cuarto para Biblioteca, todos con ventanales
amplísimos hacia el patio del colegio. Regresando al principio del pasadizo, tomamos el tercer
tramo de escalera que nos conduce a la cuarta planta, sobre cuya izquierda hay dos salones aulas,
gabinete de Física y Química y un cuarto salón aula; y sobre la derecha, corredor correspondiente
al que ya recorrimos en la planta tercera, en cuyo largo están, a trechos, sitos cuatro salones aulas
para bachillerato, sobre los de Primaria y Biblioteca ya vistos en tercera planta.
Tal, a grandes rasgos, la conformación y reparto del edificio, suficiente para un alumnado de
cuatro a cinco centenares, con sus dependencias anexas, aunque insuficiente, si, en cuanto área
para recreos. No constan datos precisos sobre costos de construcción. Se sabe, si, que la economía
con que el Padre Arango le dio cima la hacen muy, más valiosa de lo que fueron los costos de
inversión, al paso que habla muy alto de la habilidad financiera y de la cautela administrativa del
constructor.
PRESENTE DEL COLEGIO
Bien estará, antes de poner ante los ojos los días que ahora vive nuestro Colegio Claret, recordar a
quienes desde la fecha inaugural han, manejando con diestra mano la carrera de avance y las
riendas de sus destinos. Dejamos al Padre Arango en la, fausta fecha; de la inauguración e inicio
del primer lectivo, frente a una parvada de chiquillos y jovenzuelos en el momento de integrar
Kínder y toda Primaria y Primero de Bachillerato. Solo durante tres meses ejerció el Padre
Francisco, las funciones simultáneas de Párroco, Superior y Rector. Estas últimas recayeron, a poco
de empezado el primer lectivo, 1959 a 60, en el Padre Manuel M. Mesa trasladado de Guanentá,
San Gil, asesorado por el P. Euclides Rojas como Prefecto. Aquel, como es sabido, aun esta, al
frente de los destinos del Colegio. Con cada uno de los nombrados Directores ha colaborado un
creciente grupo de Profesores, ya religiosos, ya, laico, más o menos estable, sacerdotes,
estudiantes, hermanos, todos beneméritos y ampliamente recordados en su faena, docente, cuyos
nombre y méritos Dios conoce, la Congregación agradece y nuestros Superiores evalúan.

Año tras año desde 1959 hemos venido ganando un grado más en el escalafón académico, de
suerte que a la altura de, 1964 contabilizamos un pre-año de Kínder, cinco de Primaria y cinco, de
Secundaria o Bachillerato. Ello significa que para 1964|5 completaremos el ciclo de Secundaria con
seis años de Bachillerato y que dentro de un año estará nuestro Colegio Claret entregando a la
sociedad ya la patria su primera promoción de Bachilleres.
Este avance lectivo ha significado otros proporcionalmente progresivos: la docencia, el aumento
de Profesores, por cierto y lamentablemente, con relación al seglar, por debajo el religioso de lo
deseable y conveniente, así para más hundir en la formación de nuestra escolaridad la impronta
católica y claretiana, como para contener el otro progresivo crecimiento de la nómina externa, con
el derivante incremento al seguirse de mejores provechos económicos que percibiera así la
corporación religiosa.
A lo largo de estos cinco años se han efectuado ciertas reformas locativas menores y algunas
reparaciones de mayor cuantía impuestas por deterioros sufridos en el tremendo sismo o
terremoto de julio de 1962. Actualmente nuestro colegio se ha ido equipando de material
didáctico de primera calidad y practicismo y de la última data, tanto para los grados elementales
como para los de Secundaria, principalmente para Matemáticas, geografía, Historia, dibujo y
trabajos manuales, ciencias naturales. Física y Química, tales como cartografía y mapas, gráficos y
grabados, diagramas, dibujos, calcables, figuras geométricas y de, ciencias naturales en sellos de
caucho estampables, etc. Nuestra Librería colegial se ve para cada inicio lectivo atestada de textos
y utilería, expende a lo largo de todo el año, con innegable utilidad para los gastos educativos del
plantel. Mención especial merecen las adquisiciones de biblioteca en obras especializadas y de
consulta: publicaciones de las más modernas, llamativas y sintéticas, tanto como amenas, ya para
Profesores, ya para alumnos, aislados de conjunto enciclopédico, abastecen, complementan y
acreditan la enseñanza de nuestro colegio en todos los grados y ramas. Igual cabe, decir de la
Sección Gimnasia y Deportes, en los que estamos suficientemente equipados por el momento,
aunque lamentando la carencia de patios internos suficientes para deportes, de los que solo se
tiene una cancha de básquet. Con todo, nuestros atletas han actuado más que decorosamente y
con alto espíritu deportivo en competencias foráneas de radio intercolegial y aun departamental.
La organización Scout, cuya finalidad es desarrollar física y espiritualmente sana a la Juventud
fomentando en ella, la conciencia del deber, del esfuerzo, de la abnegación del servicio cívico y de
la utilidad comunitaria, cuenta entre nosotros con dos centros, infantil de Lobatos y de 1a. fase,
considerados como tipos y respetados entre los florecientes grupos scout de esta ciudad.
Muy explicable, dado que su orientador y alma es nuestro mismo Padre Rector, quien le ha
consagrado todo entusiasmo y afecto, entendido el gran bien que en el cuerpo y en el alma puede
derivarse al hombre y al estudiante, de dicha institución, seria y disciplinadamente conducida.
Además, el Padre Rector es actualmente Presidente Director regional de la Institución Scout,
siendo su gestión admirablemente bien vista y secundada.

Una cooperativa o tienda escolar expende bebidas y comestibles al estudiantado en las horas de
recreación, lo que además de llenar una necesidad colegial como las de libros, papelería y útiles de
estudio, proporciona también otra no despreciable fuente de ingresos para ayuda del plantel, De
ahí salieron, por ejemplo, en su mayor parte los gastos generales y algunos aportes personales
para las varias tandas de ejercicios en encierro de que recientemente disfrutaron en Medellín con
Visible provecho, nuestros alumnos mayores, oportunidad sin parangón para intensificar en ellos
la marca espiritualista de nuestra educación. El costoso equipo de enfriadores, batidoras,
heladería, etc., de la tienda es ya sana propiedad del Colegio.
Para las prácticas y desarrollo artístico, literario, musical y escénico, el Colegio tiene buen
amplificador con sus redes y micrófonos instalados en el proscenio del salón teatro, dotado éste
de artístico decorado y fino vestuario, telones y cortinajes para los actos literario-musicales en que
a lo largo del año se ejercitan, casi siempre con garbo y ovaciones, alumnos bien dotados de
distintos cursos. El Colegio dispone de proyector fílmico, magnifico piano y nutrida discoteca con
música de todos los estilos educativos: religiosa, brillante, popular y clásica. Nuestra Banda de
Guerra, con un conjunto de cuarenta instrumentos entre cornetas, tambores grandes menores,
platillos y triángulos, bastón de guía, lucientes uniformes estilo cadete y cascos de plata
empenachados de blanca seda, es todo un espectáculo y razón de orgullo para nuestros colegiales
y ante las ponderativas miradas y comentarios del público en desfiles, y singular adorno en los
eventos de vida interna. En no pocas ocasiones, como táctica valoración de nuestro equipo y
actuantes, se nos pide la participación de ellos en intercolegiales o cívicos.
En el ano decurrente dos valiosas adquisiciones vinieron a enriquecer el haber material del
Colegio; era de necesidad absoluta su consecución, dado el progreso académico de nuestra
enseñanza y los requerimientos oficiales para la misma en orden al reconocimiento y aceptación
de estudios, calificaciones, certificados y otras formalidades, no menos que a la contemplada
aprobación oficial del plantel. Nos referimos a los Gabinetes de Anatomía, Física y Química. Se
pidieron en casas renombradas y de reconocida competencia, oídos expertos catedráticos de esas
ramas. Al decir de los entendidos, nos hicimos a los equipos muy completos y modernos. Su costo
razonable y cómoda cancelación, a la que ya estamos para dar total cumplimiento, nos permite
ofrecer la difícil enseñanza experimental de dichas asignaturas a la altura y eficacia de los mejores
centros.
Siendo exigencia moderna de todo colegio calificado el servicio de buses, fueron de rigor para este
fin costosísimas erogaciones, habido en cuenta el valor de máquinas de capacidad y potencia
requeridas. A Dios gracias, los dos magníficos buses Ford modernos son ya otra magnifica dote de
propiedad, si bien las entradas por cuotas de usuarios apenas son par con los costos de operación
y mantenimiento.
Y bien: cuál es al presente nuestra situación jurídica privada, y oficial pública? El colegio, como
inmueble, terreno, edificio, estructura, dotación y menaje, es de plena y exclusiva propiedad; No
ha habido donación alguna para la fabrica, ni se tienen aportes ningunos particulares u algunos
para la docencia, que pongan en problemática, discusión o limitación la dicha entera propiedad.
Referente a la validez de nuestra enseñanza, estuvimos durante tres años en cierta posición
anómala y nociva cual es la de tener toda la Primaria y cinco años de Bachillerato contando solo

con la licencia de funcionamiento en aquella y licencia para este mas aprobación oficial solo para
sus dos primeros años de bachillerato contando solo para sus dos primeros años, tras la primera
Visita de Inspección lograda en febrero de 1961. Ello constituyendo motivo de preocupación
directiva y de embarazosas consultas por parte de familias y alumnos, no ha de negarse. Pero
sépase: que aparte de alguna leve negligencia inicial, si alguna hubo, nuestras insistencias para
cubrir esta brecha y ponernos al día, desde asumir nuestra responsabilidad rectora, veníanse
estrellando contra los procedimientos dilatorios del Ministerio y subordinados del ramo.
Además, concurría otra circunstancia peculiarísima de que hay que hacer mérito: Nuestro plantel
forma parte de la Congregación de Colegios Católicos, organismo que podríamos llamar de la
Jerarquía Católica para preservar los derechos de la educación privada y de la Iglesia en
autonomía, textos, métodos y ortodoxia, frente a la voracidad y laicización del Estado. La Jerarquía
se venía oponiendo cerradamente a la intervención inspectora oficial en la educación primaria,
visita que, de contraparte, era la condición que reclamaba el Ministerio como paso previo a la
inspección y aprobación de Secundaria. Honrada ciertamente la Comunidad con la Presidencia/de
la Confederación de Colegios Católicos que desempeñaba en Cali nuestro Rector, Padre Manuel
Mᵃ Mesa, era de otra parte incomoda posición de manos atadas, supuesto que desde tal
presidencia no podía transigirse una línea en la oposición de estrategia jerárquica a la, revisión
oficial de Primaria, lo que hacía infranqueable el camino hacia la obtención de la visita y
subsiguiente aprobación ministerial de nuestro Bachillerato, de que carecíamos lastimosamente.
A la postre hubo alguna transacción o aflojamiento y acuerdo entre Jerarquía y Ministerio, de
suerte que sin defección de nuestra posición y lealtad a la Confederación y al Episcopado, éste
convino en permitirnos la visita de Elemental y por ahí derecho recabar la de Secundaria. En
efecto: recibimos la primera a mediados de abril y mediante hábiles diligencias que nos dieron
prelación sobre otros planteles en turno de angustiosa espera, tuvimos el beneficio de la segunda
hacia fines del mismo mes. Una y otra corridas fortunosamente, conquistaron para el plantel la
aureola y credencial del reconocimiento y aprobación gubernamentales, según nos consta
oficiosamente de las resoluciones ya expedidas, si bien no recibidas oficialmente hasta el
momento de redactar este informe.
Es ello el logro de una retenida aspiración y motivo de justificado orgullo, por la brega larga, la
postura sin claudicaciones a pautas superiores; a parte del éxito en sí, la aureola y renombre de los
que quedó clara constancia en clausulas oficiales.
Sea éste, bien que no lo quisiéramos por lo que personalmente nos atañe, sí por nuestra filiación,
por el glorioso Instituto, por la bien amada Provincia y Casa religiosa, sea éste el sitio para hacer
mérito y referencia de la aceptación, concepto y loas que se otorgan por ahí a nuestra faena y
gestión educativas. A través de, los conceptos emitidos en actas por las Comisiones Visitadoras, se
establece y relieva que nuestro concepto, objetivos, organización y sistemas de instruir y educar
son realistas, inteligentes y pedagógicos y que se acercan al ideal contemplado como meta por la
legislación y perseguida por los centros de vanguardia. Insistimos en que, lejos de toda tangencia
personal, solo como norma buena de familia, podamos reportar que fuimos tal vez inesperada
sorpresa para los observadores gubernamentales, al confrontar logros científicos y pedagógicos,
intensivos y disciplinarios, perseguidos y ganados sin boato ni hinchazón, ni autosuficiencia.

Fue evidente el sentimiento de cálida simpatía hacia nosotros y nuestra obra de que, al avanzar su
labor pesquisadora, notábamos irse viendo tocados a nuestros Visitadores; bien se
espontanearon, concluida su misión, en aprobaciones y encomios. Por vías oficiosas, de amistad,
de ocasión y de simple comento callejero nos consta que ahora son oficialmente nuestros
panegiristas. Véase no más: el Jefe Seccional de Inspectores, persona de antecedentes bastante
anti nos, enfatizó delante de oyentes de categoría que "ahora estoy convencido de que el Colegio
Claret si no es, como tantos otros, una casa de negocio, sino un verdadero y respetable centro de
enseñanza bajo una sabia dirección y con una valiosa planta de maestros y educadores, que se
sirve de lo mejor sin miramiento de costos". Una de las señoritas Inspectoras de primaria, de raras
ejecutorias ella en sus funciones, así le reviró al Director de un plantel que posa como el summum
y del que totalmente se expresaba con ancha boca su propia Reverencia: “no: los mejores colegios
no son los que así se autoseñalan el común sentir y hablar; los hay mejores, tras su cortina de
discreción y de modestia. . . como el Colegio Claret". .. Aún en ambientes tan reacios a lo
espiritual, tan resentidos de corrupción, como Cali, las familias siguen considerando los claustros
clericales de estudios como una garantía y antemural para las desorientadas y difíciles juventudes
estudiantiles. Y es un hecho que nuestro plantel goza ya de un nombre público que lo equipara
con el número uno en cuanto a disciplina y seriedad. De ahí nuestra lucha por preservar incólume
esa batida categoría. Quienes nos han confiado sus hijos, —de ello tenemos digna conciencia, —
nos rodean con su confianza, su adhesión y su simpatía. Así lo expresan y demuestran... Laudetur
in omnibus Jesus Christus".
El personal que en la fecha se desempeña en la enseñanza es el siguiente: Cuatro Profesores
religiosos, tres de ellos Sacerdotes y un Hermano. Se echa de menos urgentemente la actuación de
un capellán o Director espiritual, ambición que entregamos, ante Dios, a nuestros amados
Superiores. El Profesorado laico es de siete en Primaria, así: una Señorita encargada de Kínder,
cinco Profesores intelectuales y uno de Educación Física elemental; y nueve en Bachillerato, así:
dos de Física completo y siete de cátedra, así: dos de Física y Química, dos, de Idiomas, uno de
Filosofía, uno de Literatura, uno de Biológicas y educación Física. Da un total de veinte Profesores.
Siendo de urgencia organizar y llevar al día la Secretaría del Colegio como auxiliar de la Rectoría, a
falta de Vice-Rector o Prefecto, otro funcionario de confianza desempeña esas funciones
ejecutivas, pues el titular es un miembro de la comunidad. Como auxiliar de Administración, que la
maneja en su reserva el mismo miembro religioso, desempeña el despacho de Librería y útiles una
señorita de probada competencia y estrecha vinculación claretiana por años en ésta y otras
ciudades del país. Los ingresos de Librería reportan buenas utilidades.
Nuestro alumnado, todo externo por múltiples desventajas y problemas: locativos, económicos y
de personal, se suprimió el reducido internado que se tuvo durante dos años), ha ido en
crecimiento año tras año, a pesar de la cuidadosa selección que hemos impuesto. En este
matriculamos 285 en Kínder y Primaria y 165 en Bachillerato, un total de 450 matriculados, más 8
asistentes. De ellos terminaran año, unos 440 colegiales.

Pensiones y matriculas sufrieron este ano un leve aumento comparadas con los decretados en
otros establecimientos privados y religiosos. La matrícula fue de·$ 80.00 general y las pensiones de
$ 70.00 y $ 80.00 para Primaria y Secundaria, respectivamente. Servicio de bus de $40.00
mensuales y en número oscilante los usuarios del mismo.
Sin embargo, nuestros precios son médicos en la escala corriente y así es reconocido y aceptado
generalmente.
Nuestros jóvenes integran, como antes apuntamos, diversos conjuntos: deportivos y atléticos,
scout o exploradores, centros literarios y periodísticos, musicales y escénicos, pictóricos, de
alfabetización, etc.
Obra de más entrañables simpatías para el carácter sacerdotal, las asociaciones de naturaleza y
finalidad espiritual han merecido afectuosa dedicación de nuestros apostólicos maestros. Como
focos de religiosidad y de pulimento del alma, como contacto de Dios y elación de las castas
juveniles, despliegan banderas y bullen de entusiasmo el Centro Vocacional, la Cruzada eucarística
y Juventud cordimariana. Todos saben que este templo del saber quiere ser ante todo templo de
Dios y que nuestro recinto se ufana, por querencia y empeño de sus propietarios directores, de ser
sensible caja de resonancias de María y de Claret.
EL FUTUR0
Se comprende que al entrar a vislumbrar lo que puede ser: el futuro de nuestro plantel, debemos
preguntarnos y responder si el campo la enseñanza es o no es campo de acción sacerdotal y
genuino apostolado, --y otro sí, con algún positivismo, si remunera el esfuerzo, sí retorna el
trabajo con algún saldo de rendimientos económicos.
Entrando resueltamente a disentir de quienes piensan y dicen sin reato que la enseñanza, los
colegios concretamente, no son campo propio para el sacerdocio ni frente de apostolado,
pudiéramos contentarnos con repetir el "totius mundi animarum salutem quaerere" o el
"adhibeant omnia media sibi possibilia". Según constitución del inmenso sacerdote y apóstol para
quien menos importaba el campo en que cayera el bien que hacía que hacer el bien simplemente.
Muchos de los aquí presentes han hecho de su sacerdocio y apostolado, sacerdocio y apostolado
de la enseñanza, que así ha de llamarse sin lugar a dudas.
Hablen ellos, y que hablasen cuantos desde el ilustre Fundador hasta hoy, bajo todos los cielos y
meridianos, se han dedicado a las juventudes y entregado a los colegios sus luces, su abnegación y
lo mejor de su vida a la gloria de Dios con este lema: "Ite et docete", que entendemos no solo de
las verdades catequéticas de fe y moral, sino de todas las verdades de la vida y del hombre.
Donde brille sin nubes la verdad tendrá su reino el bien…
Si se hace el bien, si es fecundo el sacerdocio, si hay siembra de apostolado y cosecha de virtudes,
maduras ya para los días colegiales o gestación y reserva para el mañana, al paso de los años y
entre los avatares de la existencia. Si hay trabajo y fruto sacerdotales, no diremos que más ni que
menos que en el ministerio parroquial o en las misiones, o en la predicación o en el confesonario,
0 en la dirección individual de las almas o en la acción externa y social: juzgarlo es de Dios, que da
la semilla, la fertilidad y el crecimiento: juzgarlo es de la obediencia, que asigna el campo y valora
el trabajo de cada operario de la mies. Una es la viña, uno el Amo, y para El laboran desde

diversos, pocos o muchos, los operarios. Ni olvide que entre la primordial faena de instruir y
enseñar, que no es la sola primordial para quienes ante todo tenemos conciencia de educar e
imbuir en el bien y la virtud, en el carácter y la voluntad, en la conciencia y el deber, un verdadero
sacerdote halla mucho resquicio por donde filtrarse a hacer su labor de enseñanza labor de
sacerdocio, con similitud material y espiritual a las de cualquiera de las actividades apostólicas
arriba confrontadas. Porque hay situaciones en el decurir colegial, las hay cada día, con alguien,
con algunos, con muchos, en que la enseñanza es pedagogía que catequiza, que predica, que va al
alma, que escudriña, que absuelve, aconseja, orienta, estimula, pone ansias de Dios y empuja
hacía el bien por senderos de lucha y enseña a distinguir entre el Silbo de la serpiente y el del
Pastor bueno.
Otro enfoque han de tener en cuenta quienes no dispensan muchas simpatías a los colegios o al
personal y faenas que se les consagran, y es este: al paso que la indiferencia, la frigidez espiritual,
la rapidez de la vida y las urgencias de subsistir alejan del templo a tantas gentes y entre ellas a
tantas juventudes, el ansia de saber y la necesidad de prepararse las empuja hacia los centros
educativos. Por qué no esperarlas y acogerlas con el libro en la mano y el evangelio en el corazón,
mientras ignoran las iglesias o se suman al común desvió de la piedad y del culto? Perdónesenos,
si esto lo hallamos hoy algo mas que oportuno, urgente, y tan sacerdotal, tan apostólico por lo
menos, como en otros tiempos lo otro. Y más nos vamos a permitir afirmar: en ciudades de tal
resaca y barahúnda humana, social y moral como Cali, es difícil, utópico, hacer por la juventud algo
desde el clásico parapeto del santuario y con los métodos tradicionales al pastoreo espiritual; es
más estratégico el reducto del colegio, donde la concentración del estudio, la noble porfía, la valla
de la disciplina y la mirada vigilante del profesorado, convergen a hacer del colegio templo, del
maestro educador, de la enseñanza formación, y donde por las vías del cerebro se adentra la luz
hasta las intimidades del alma y la doctrina se aplica en fuerza de virtud y arrastre al bien. Quizá
esto sea más comprensible y convincentes para quienes lo han vivido que para quienes lo
escuchan, lejos del contacto con tales realidades, pero es así: ciencia es vida, saber es experiencia.
Claro que ello no se logra por el hecho simple de ser profesor ni a fuerza de mera pedagogía
Presupone (pre-requisitos también en el Ministerio), el don celeste, el espíritu sacerdotal y cierta
astucia de Dios. . .Nuestra pedagogía, muy católica y muy Claretiana, asigna coordinadamente
valor y sitio cada elemento de la plástica cristiana. Se atiene al "Discite a Me", portada del Libro
sumo y de la infalible Verdad. Desde las páginas de estudio asciende más orientada la plegaria que
limpia el corazón y agiliza lamente. Allí se educa, es decir, se hace primar lo sobrenatural sobre lo
humano y terreno, la gracia sobre el talento, la bondad sobre la instrucción, el corazón sobre la
voluntad y el carácter sobre el gusto y los caprichos, el cultivo del alma sobre las faustas luces de
la erudición, el mejoramiento de la conducta sobre el estéril bagaje de los conocimientos que no
ennoblecen si no enderezan la vida.
Descendamos de estas alturas cuasi-teológicas que tanto preocupan a espíritus superiores, hacia
valles prosaicos que también a otros preocupan, y no diremos que sin razón sino que excediendo
en ella. Las temporalidades, que traducidas en fórmulas de finanzas se plantean así: rinden o no
rinden los colegios emolumentos y utilidades, son fuente de ingresos que compensen sus recias
inversiones y retribuyan el trabajo del personal que se les destina? A la cuestión, así de

genéricamente establecida, no puede darse contestación categórica ni afirmativa ni negativa, sin
tener en cuenta limitaciones y salvedades. Ante todo, deben considerarse dos circunstancias: si el
colegio está en etapa de fundación o ya en plenitud de funcionamiento, y cuanto es el personal de
la familia religiosa o foránea que lo sirve. En el primer supuesto: es muy distinta la situación
económica y rentable de un plantel en etapa de iniciación, abocado a fuertes gastos de fábrica,
créditos anteriores, obligaciones laborales, dotación y menaje, vehículos, nominas fluctuantes,
etc., de la del mismo plantel, ya libre de tales cargas. De otra parte, en la época del supuesto no es
todavía tan numeroso el alumnado como para cubrir con sus entradas la cuantía de los gastos. Y
entendemos por etapa de iniciación hasta seis años, mientras se copan los de Primaria y
Secundaria. Con estos ya completos y restañados los costos iniciales referidos, la economía de un
establecimiento se robustece hasta condiciones de poder enjugar cómodamente sus egresos y
saldar utilidades para quienes pertenezca, según la legislación religiosa. Antes de eso es
prematuro e irrazonable exaccionar jugosos rendimientos. Ningún negocio, fuera de los ilícitos
comienza dando ganancias si no causando gastos; para reembolsar y percibir hay que esperar, y
saber esperar. Desde luego que el mismo edificio y su dotación de todo orden son ya un buen
capital, renta real de las inversiones efectuadas. Esto parece olvidarse a menudo, como si solo el
metálico rodante y sonante fuera plata, cuando se trata de propiedad neta y exclusiva en terrenos
y construcciones.
Otra circunstancia influye grávidamente para hacer fluctuar en más o menos y hasta reducir a su
mínima expresión las entradas de que la Comunidad aspira a beneficiarse como producido de sus
colegios. Es el número mayor o menor de su propio personal, de familia, digamos, que interviene
en el plantel. Cuanto mayor sea el religioso, menos serán las plazas a llenar con profesorado
externo, menos por tanto los valores que se fuguen por concepto de nómina, y viceversa.
Comprendemos que se carece de personal suficiente; sabemos que no hay elementos capacitados
debidamente para la decencia de asignaturas tales como Matemáticas, Ciencias naturales, Física,
Química, Idiomas; pero la verdad es esa: mientras la mayor parte del profesorado de nuestros
colegios tenga que ser de personal extraño, no podrán ser para otros sino la menor parte de los
ingresos. Carencia o ahorro de personal se traduce en renuncia o disminución de ganancias.
Esos términos no pueden invertirse: no es ni siquiera honrado el pretenderlo…
Cotéjense ahora cifras atinentes al Colegio Claret del Cali: de veinte profesores, cuatro únicamente
son religiosos de habito, sin contar personal de Secretaría, Librería, choferes, portería y aseo,
todos foráneos. No es extraño que todo o casi todo lo que entra por magisterio, todo salga por
nómina. . .
Aún así, ganada ya la etapa de pleno funcionamiento, sin los costos de la primera, y con buena
Administración (lo contrario es otra desgracia que, ya por incompetencia, ya por negligencia, no
deja de ocurrir, nos ha ocurrido), si puede un plantel educativo del tipo que reseñamos llevar a las
arcas domésticas satisfactorios rendimientos. Sin optimismos podemos presupuestar para breve
reservas que hasta ahora no era posible ni sensato reservar.
Como se tiene previsto que para el año venidero demandará algunas adaptaciones locativas, mas
no de tanta erogación cual si fueran nueva construcción o reforma sustancial. El año entrante el
Colegio entregará su primera promoción de Bachilleres. Nos aprestamos a que tal evento nos halle

preparados en todos los frentes y detalles y que sea un suceso de resonancia a nombre de Dios,
de la Iglesia, del gran Claret y de la progenie de su denominación claretiana. Faxit Deus!...
Al concluir esta visión pretérita de nombres ungidos y hechos gloriosos; actual, de estrategia y
combate, y futura de presumibles laureles, de nuestro colegio, quisiéramos sentar algunas
sugerencias generales con todo amor por la Madre Congregación y todo religioso acatamiento a
los amados Superiores.
SUGERENCIAS
No ser exclusivistas ni contraponer como inversamente negativos los rivales Ministerios y
Enseñanza, parroquia o casas de predicación y colegios, pulpito o confesonario y cátedra.
Uno es Cristo, una la Iglesia, un instituto. Sive Petrus, sive Paulus... Qué mas es Pedro Cephas, qué
menos Saulo que Paulo? Cada quién recibe de Dios su propio don y la obediencia lo sitúa donde
Dios lo quiere y asiste. Lo ideal sería que todos sirviéramos para todo, en cualquier parte; pero lo
real no es eso. Quien no tiene inclinación o dotes de ministerio, si las tiene para la enseñanza, por
qué no ha de ejercerlas glorificando a Dios y esclareciendo al Instituto en colegios o centros
educativos?. La inversa todos la vemos y aceptamos lógica y corriente. Unus Deus, una fides una
ecclesia…
Es necesario, es apremiante, preparar personal docente en todas las especialidades del saber
humano académico. Bien que las disciplinas eclesiásticas tengan preferencia, que las ciencias
sociales tengan sus cultivadores; pero no han de considerarse vedadas o sin más para el dominio
de los laicos las ciencias naturales, matemáticas, físicas, químicas e idiomas. Conste que nos
estamos quedando muy rezagados en éstas que, por cierto, constituyen la categoría docente más
escasa y costosa y la que más relieva y aprestigia, así por su supuesto de alta intelectualidad como
por su inmediata derivación a la práctica, la tecnología y la conversión financiera.
La movilidad del personal de enseñanza, movilidad de especialidades o de destinos, lo mismo que
la mudanza del personal directivo, debe considerarse por lo general desaconsejable y nociva,
respecto de individuos y respecto a establecimientos. La estabilidad por años afianza y expande la
competencia doctrinal y pedagógica, al paso que garantiza coordinación, avance, tradición y
alcurnia.
P. Antonio Osorio cmf