El Juglar - Juan Benito

MISTIUM
El Tintero
Pasifae y el toro
Antonia
Tomás Gómez
caminonar@yahoo.es
En aquella época
lejana, cuando las divinidades
del Olimpo vivían sus aventuras
entre nosotros, el rey Minos
gobernaba la isla de Creta junto
a su esposa Pasifae. Minos tenía
muchas amantes pero Pasifae,
por su herencia semidivina, era
un poquito maga así que el rey
nunca tenía hijos con sus amantes,
solo culebras, serpientes y
sapos.
Un día, el rey Minos
le pidió a Poseidon, dios del
mar, que le enviase un animal
bello para sacrificarlo en su
honor. Así que Poseidon le
hizo llegar un fabuloso toro
blanco que le encantó a Minos.
Tanto le gustó que no quiso
sacrificarlo y en su lugar le ofreció
al dios un toro normal y
corriente. Poseidon se enfadó
bastante y decidió castigar a
Minos a través de su mujer,
Pasifae. Esto de castigar a los
hombres a través de sus mujeres
lo hacían bastante a menudo
los dioses del Olimpo...
Así que Pasifae, maldecida
por Poseidón, se enamoró
del toro blanco que, evidentemente,
no le hacía demasiado
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caso. Pasifae le pidió ayuda a
Dédalo, el ingeniero del rey. Y a
Dédalo se le ocurrió construir
una vaca de madera hueca donde
se escondió Pasifae para
engañar al toro blanco. El animalito
no debía ser muy listo
porque el truco funciono y así
Pasifae se quedó embarazada
del toro y dio a luz al Minotauro,
mitad hombre, mitad toro.
Cuando el bebé Minotauro
nació no sabían que
hacer con él así que le pidieron
a Dédalo que construyera un
laberinto y lo dejaron dentro.
Pero la triste vida del Minotauro
y de como su hermana
Ariadna ayudó a Teseo a matarlo
es otra historia...
En la ciudad de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) podemos admirar una bonita
escultura de tres toneladas de bronce que el artista local Oscar Estruga
realizó para recordar la historia de Pasifae.