La Oración Efectiva por los Perdidos - Praying Effectively for the Lost
La Oración Efectiva por los Perdidos - Praying Effectively for the Lost
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un adolescente, <strong>por</strong> quienes una esposa o una madre oran, empeora en<br />
vez de mejorar. Lo que Satanás desea es que el<strong>los</strong> dejen de orar <strong>por</strong>que<br />
¡con la oración pierde el dominio de las almas!<br />
De modo que resistir al diablo significa que uno no permite que<br />
actitudes o circunstancias negativas, etc., detengan nuestro apasionado y<br />
continuo esfuerzo <strong>por</strong> orar. Cuando algo es resistente al fuego, significa<br />
que no podrá ser afectado <strong>por</strong> el fuego. Y algo que es resistente al agua,<br />
significa que no podrá ser dañando <strong>por</strong> el agua. Ser resistente a Satanás<br />
significa que: no im<strong>por</strong>ta lo que haga, él no nos dañara. Sólo, continúe<br />
orando para que sus seres queridos que aún están perdidos tengan<br />
salvación.<br />
<strong>La</strong> demostración más asombrosa de resistir al diablo <strong>por</strong> un alma es<br />
el siguiente testimonio que escuche de Charles Blanchard (1934, p. 94-<br />
95), quien fue presidente de Wheaton College <strong>por</strong> 43 años. Él comprobó<br />
que la siguiente historia fue verídica y la redactó en su libro Getting Things<br />
From God (Recibiendo las cosas de Dios):<br />
Amigos, alrededor de hace dos años y medio o tres, estaba en el hospital de<br />
Filadelfia, era ingeniero de la compañía Pensilvania Lines; y a pesar de que<br />
tenía una esposa de oración, toda mi vida había sido un hombre pecador. En ese<br />
tiempo, me encontraba muy enfermo, estaba casi ciego y pesaba menos de 45<br />
ki<strong>los</strong>.<br />
Finalmente, quien me estaba atendiendo le dijo a mi esposa que yo ya había<br />
fallecido; a lo que ella respondió: “No, él no puede estar muerto. He orado <strong>por</strong><br />
él alrededor de 27 años y Dios me prometió que sería salvo. ¿Usted creé que<br />
Dios le dejaría morir ahora, 27 años después de que he orado <strong>por</strong> él, además de<br />
la promesa de Dios; y con todo ello, no ser salvo?”. “<strong>La</strong> verdad”, dijo el doctor,<br />
“no tengo la menor idea de lo que usted dice, pero si sé que él está muerto.” Y<br />
colocaron un velo sobre mi cama, el cual separa a <strong>los</strong> vivos de <strong>los</strong> muertos en un<br />
hospital.<br />
Para convencer a mi esposa, mandaron llamar otros médicos, uno tras otro,<br />
hasta que hubo un total de siete alrededor de la camilla; cada uno de el<strong>los</strong> al<br />
acercarse y examinarme confirmaron el diagnóstico hecho con anterioridad. Los<br />
siete médicos aseguraron que yo estaba muerto. Mientras tanto, mi esposa<br />
permanecía arrodillada a un costado de mi camilla insistiendo que yo no estaba<br />
muerto, y que si lo estuviera, Dios me resucitaría; <strong>por</strong>que Él le había prometido<br />
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