La Oración Efectiva por los Perdidos - Praying Effectively for the Lost
La Oración Efectiva por los Perdidos - Praying Effectively for the Lost
La Oración Efectiva por los Perdidos - Praying Effectively for the Lost
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
absoluto, y <strong>por</strong> si fuera poco, ella aceptó a Cristo. Y enseguida mis ma<strong>los</strong><br />
hábitos se intensificaron: me pasaba hasta altas horas de la noche bebiendo y<br />
apostando dinero para no tener que enfrentarla <strong>por</strong>que, el estar con ella, me<br />
hacía sentir culpable.<br />
El día martes 13 de marzo del año 2001 había salido a beber y a hacer apuestas<br />
como de costumbre. El miércoles siguiente, al llegar a casa, me di cuenta que<br />
necesitaba a Dios en mi vida y que no podía seguir viviendo de esa manera. Fui<br />
a la Iglesia con el propósito de hablar con el hermano Lee acerca de cómo ser<br />
salvo, pero él estaba fuera de la ciudad. De modo que me dirigí a la casa de mi<br />
tío Bob, convencido de que él me podría ayudar (<strong>por</strong> cuanto él era predicador,<br />
además, de que junto con su esposa Faye, hacía ya varios años que habían<br />
estado orando <strong>por</strong> mí).<br />
Aun mi tía Faye (hermana de mi madre) me confesó que si yo hubiera sido su<br />
esposo, ella se habría dado <strong>por</strong> vencida desde hace mucho tiempo. Pero me<br />
alegro de que mi esposa Rachele jamás perdió las esperanzas; gracias a ella, ese<br />
miércoles entregué mi vida a Cristo, y me trans<strong>for</strong>mó de una manera<br />
sorprendente”.<br />
<strong>La</strong>s lágrimas han recibido el nombre de “oraciones liquidas”. ¡Es<br />
posible que sean las oraciones más poderosas! Descubrí lo poderosas que<br />
son al estar dirigiendo un funeral en Moss Bluff, Louisiana, de una<br />
hermana muy especial a quien pastoreé varios años atrás en Orange,<br />
Texas. Durante el funeral, un hombre se acercó a saludarme y me dijo:<br />
“Usted no me conoce ¿verdad?”; a lo que yo le contesté: “No señor, no<br />
creo haberlo visto antes”; entonces me respondió: “Yo vivo en Buna,<br />
Texas, y leí en el periódico que un tal Lee Thomas oficiaría este funeral; así<br />
que vine para cerciorarme que usted era el Lee Thomas que conocí”. Me<br />
contó la siguiente historia:<br />
“Me llamo James Lynch. Me crié en un hogar cristiano, pero cuando vivía en<br />
Orange, era un alcohólico empedernido, y, prácticamente, incapaz de mantener<br />
un trabajo. Un día, usted llamó a mi puerta mientras estaba sentado en la sala<br />
de mi casa sufriendo las consecuencias de haber bebido demasiado, y<br />
confundido con respecto a la vida.<br />
Le invité a pasar, y, tan pronto como usted entró a mi casa, vi como sus ojos se l<br />
llenaron de lágrimas diciéndome que Jesús me amaba y que quería salvarme;<br />
Create PDF files without this message by purchasing novaPDF printer (http://www.novapdf.com)<br />
58