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El Código de la Emoción - Juntando Corazones

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EL CÓDIGO DE LA EMOCIÓN<br />

tiempo, por lo que no lo enseñaré aquí, pero se pue<strong>de</strong><br />

apren<strong>de</strong>r a través <strong>de</strong> www.HealersLibrary.com.<br />

<strong>El</strong> test <strong>de</strong>l <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s piernas es en verdad sólo otra<br />

forma <strong>de</strong> test muscu<strong>la</strong>r, pero <strong>la</strong>s respuestas son dadas<br />

por el cuerpo a través <strong>de</strong> cambios en el <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

piernas en vez <strong>de</strong> cambios en <strong>la</strong> fortaleza muscu<strong>la</strong>r.<br />

Rápidamente, aprendí que el cuerpo me daría respuestas<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> misma manera simple utilizando esta forma<br />

<strong>de</strong> test que con cualquier otra forma. Se convirtió<br />

en mi método primario para obtener respuestas <strong>de</strong><br />

los cuerpos <strong>de</strong> mis pacientes. De hecho, por muchos<br />

años <strong>la</strong> primera cosa que hice con <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> los<br />

pacientes fue pedirles que se acostaran boca abajo y<br />

simplemente pedirles a sus cuerpos una respuesta <strong>de</strong><br />

“sí” o “no”, <strong>la</strong> cual el cuerpo daría a través <strong>de</strong> cambios en<br />

el <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> sus piernas. Las piernas quedarían parejas<br />

en <strong>la</strong>rgo para el “sí” y disparejas para el “no”. Siempre<br />

funcionó para mí, sin ningún problema, hasta que un<br />

día ocurrió algo interesante.<br />

Yo había estado trabajando sobre un paciente por<br />

algunos minutos y su tratamiento estaba llegando a su<br />

fin. Bajé <strong>la</strong> mirada y chequeé el <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> sus piernas, el<br />

cual estaba perfectamente equilibrado. Volví <strong>la</strong> mirada<br />

hacia su espalda y sin darme cuenta puse mi atención<br />

en su riñón <strong>de</strong>recho. Pensé en su riñón <strong>de</strong>recho por<br />

un momento. Luego bajé <strong>la</strong> mirada y chequeé el <strong>la</strong>rgo<br />

<strong>de</strong> sus piernas nuevamente. De repente, el <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> sus<br />

piernas era dramáticamente diferente. Re<strong>la</strong>jé <strong>la</strong> forma<br />

en que lo tomaba, volví <strong>la</strong> mirada y esta vez pensé en

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